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Ojos que no ven, corazón que no siente...

Carlos González Hidalgo


Veterinario
Fotos: Rincones

C
uando un consumidor se cillo, legal, necesario e inocente, pero ésta, estamos formando parte de uno de
acerca a la carnicería o al súper sin embargo, cada vez que alguno de tantos disparates humanos a los que tan
a comprar algún producto nosotros (pobres consumidores) hace la acostumbrados estamos en este planeta.
animal, lo que se encuentra ante sí es un selección de lo que quiere, una compleja Hace miles de años, las personas fuimos
producto envasado limpiamente y mara- maquinaria de sucesos se mueve entre capaces de domesticar animales para no
villosamente presentado, de tal forma bastidores, y nos afecta de forma directa. tener que gastar tanta energía buscándo-
que tan sólo hay que pedirlo, o cogerlo, Puesto que no sentimos el profundo los y cazándolos. Sin duda fue un gran
pagarlo y cocinarlo. Ésa es la parte de la dolor que un animal padece al no poder adelanto, pero sin embargo, comenzamos
historia que conoce bien un consumi- moverse en toda su vida, ni vemos físi- a evolucionar de Homo sapiens sapiens
dor español, digamos de tipo medio, de camente cómo nuestro cuerpo y nues- a Homo sapiens arrogantis, teniendo en
los que, como en su mayoría, no saben tra alma se resienten con cada gramo cuenta que fue ése el momento en que
dónde y cómo vivió y murió el indivi- de productos tóxicos de animales estre- empezamos a creer que sabiendo culti-
duo animal al cual le vamos a hincar el sados y atiborrados con hormonas y var y domesticar animales, la naturaleza
diente, si, pongamos, hablamos de carne. otros productos sintéticos, ni cómo el iba a estar a nuestro antojo, y con ella,
Evidentemente, lo mismo sería aplicable medio ambiente se deteriora con siste- el –según nuestro criterio– submundo
si habláramos de la gallina que puso el mas de producción intensivos, abusivos y animal. Ya no éramos presa de gran-
huevo, o de la vaca que produjo la leche. nada sostenibles, y por la regla universal des mamuts ni de fieras peligrosas, no
Da igual. del “ojos que no ven, corazón que no teníamos que enfrentarnos a ellas y, por
A simple vista, comprar un producto o siente”, cada vez que hacemos una tran- tanto, comenzábamos a estar por encima
subproducto animal es un hecho sen- sacción económica tan cotidiana como de todo.

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Pero vayamos aún más allá y buceemos incongruencia, perdemos definitivamente Esto no es más que una confirmación de
en el intrincado, complejo, maravilloso el norte y nos dedicamos al “cultivo que un buen día nos dio por vivir de espal-
y lamentable cerebro humano para intensivo” de animales, metiendo gallinas das a la tierra, y si no sabemos ya abrazar
poder entender qué estamos haciendo en cubículos que no superan el tamaño la tierra, ¿cómo vamos a respetar a nues-
con nuestros semejantes y cohabitan- de un folio por gallina, alargando las tros animales? Gandhi afirmó sabiamente
tes. Reconozcamos el hecho de que el horas de luz para que no dejen de poner que una cultura se mide por la forma de
hombre ha creído desde hace mucho huevos, ubicando cerdas recién paridas tratar a sus animales, y con esta vara de
estar justo en el centro del cosmos. Las en boxes que no les permiten ni darse la medir, en Occidente, la vara se nos viene
religiones, especialmente las monoteístas, vuelta durante al menos tres meses, res- a la cabeza de forma automática.
han sido un fiel ejemplo del antropocen- tringiendo a los rumiantes al mínimo la Sin embargo, vivimos actualmente un
trismo, creando desde siempre enviados, fibra para que puedan hacer su digestión punto de inflexión en el que comenzamos
iluminados, profetas, dioses y semidioses apartándolos de praderas y pastizales, en a reconocer tímidamente que la calidad de
con forma humana, lo cual nos confirma los que han vivido toda su vida, y ali- bienestar animal va de la mano con la cali-
que realmente creemos que lo divino va mentando a las crías de rumiantes con dad agroalimentaria, apareciendo –mejor
casi en exclusiva ligado a nuestra especie, sucedáneos lácteos que llegan a contener dicho, reapareciendo– sistemas de pro-
única e irrepetible. subproductos cárnicos de otros animales, ducción semiextensivos, donde vuelven a
Fue con la revolución industrial, y pos- entre otros sistemas de producción. reconocerse en los animales necesidades
teriormente con la revolución verde,
Para ilustrar este artículo hemos evitado imágenes duras de la realidad de la ganadería industrial que,
cuando el Homo arrogantis se comió al por desgracia, con demasiada frecuencia, explota y maltrata al animal. Preferimos estas, de animales de
sapiens, y el futuro pasó de ser verde a granja en diferentes lugares del archipiélago, viviendo en condiciones adecuadas y tratados con respeto.
negro. Lo que aprendimos con tanto
esfuerzo entendiendo la necesidad de un
equilibrio en el agrosistema, de repente
se desvanece separando la cría animal
de la vegetal, rompiéndose definitiva-
mente dicho equilibrio. Los científicos
del mundo occidental, que es el que
parte el bacalao, anuncian, entre otras
importantes decisiones, que los animales
carecen de consciencia y sentimientos,
reduciéndose por tanto su trato a objetos
animados destinados a darnos de comer.
Dicho esto, y con grandes empresas de
agroalimentación y farmacéuticas fro-
tándose las manos, respaldando tamaña

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vitales como caminar, hacer ejercicio, res- Hablando de información al consumi- tímidas peticiones para la regulación
pirar aire fresco y comer especies vege- dor, hay otras muestras de un etiquetado ética de nuestras españolísimas corridas
tales frescas y en buen estado. A pesar de esquivo y engañoso. Por citar un ejem- de toros. Existe también un reglamento
ello, el sistema se ha blindado y protege plo, hablemos del milagroso huevo de del consejo sobre transporte de animales
el maltrato animal con férreas normativas, gallina, producto que viene etiquetado que obliga a los transportistas a la obten-
elaboradas en despachos de Bruselas o con un sello en cada unidad del cartón, ción de una certificación de aptitud para
Madrid, que llevan a la triste superviven- en el que aparece un número enorme poder realizar su trabajo, y en Canarias
cia de un sistema único de producción: el en longitud. El primer número indica disponemos de una tímida Ley de Pro-
intensivo. Las ayudas públicas apoyan en el sistema de producción, es decir, si ha tección Animal que, aunque difícil de
su casi totalidad e incentivan a los pro- sido producido bajo maltrato animal o hacer cumplir, ha definido un marco
ductores de malestar animal, generando de forma sana y respetuosa con el animal legal importante. Sin embargo, esta-
una especie de dumping socioeconómico y el medio ambiente. La cuestión creo mos tan sólo desbrozando hierbas de lo
con respecto de la maltrecha ganadería que interesa al consumidor lo suficiente que se adivina un camino. El verdadero
ecológica y alternativa. como para que venga expresado en camino estriba en un profundo cambio
Existe, no obstante un marco definido lengua castellana, y no en código secreto, de conciencia y, paradójicamente, amor
para el desarrollo de la producción porque al final, si nadie sabe qué significa, propio, porque el desprecio a nuestros
ecológica, comenzando a reconocerse la estamos expresando esa información en compañeros de ecosistema es, sin duda,
existencia de malestar animal en nues- lenguas desconocidas o, lo que es igual, el desprecio a la vida y, por tanto, a uno
tro sistema imperante de producción, no estamos diciendo nada. mismo. La humildad es el ingrediente
apareciendo ahora una incompatibilidad El Consejo Europeo está adoptando básico que no nos permitirá olvidar que
ética, desde el momento en que si legal resoluciones sobre las prácticas no-éticas cualquier ser vivo es igual de sagrado
y éticamente se reconoce la necesidad de contra especies animales, tales como la que nosotros mismos.
mejora del bienestar animal, automática- matanza de focas, la crianza de perros Estar dotados de una especial inteligen-
mente se debe marginar el sistema que lo para comercio de pieles o la experi- cia nos ha hecho arrogantes y un poco
condena; es decir, el convencional inten- mentación animal, e incluso ya existen autodestructivos, ¿no creen? 
sivista. No son los productos ecológi-
cos los que debieran etiquetarse con un
marchamo de calidad, sino que más bien
deberían ser los productos convenciona-
les los que sean marcados de forma clara
y sin engaños al consumidor, avisando
de que son productos elaborados con
maltrato animal, además de otras cues-
tiones como que son perniciosos para el
medio ambiente y para la salud humana.
Sería algo así como lo que aparece en
las cajetillas de tabaco, con anuncios en
negrita y ocupando la mitad del envase,
alertando de que fumar puede matar.

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