Você está na página 1de 20

Asla, N., Agirrezabal, A., López, A., López, A. y Broz, R.

Ser mujer con VIH: autorealización y autoaceptación


Being women with HIV: self-acceptance and self-realization

Nagore Asla *, Arrate Agirrezabal *,


Ana López **, Aurora López ** y Rocio Broz **

* Departamento de Psicología Social y Metodología de las Ciencias del Comportamiento, Facultad


de Psicología de la Universidad del País Vasco-Eukal Herriko Unibertsitatea.
** Área de Gestión de Conocimiento, Asociación T4 de Lucha Contra el Sida.

RESUMEN ABSTRACT
Marco teórico: Hay profundas diferencias Theoretical Framework: There are deep
entre hombres y mujeres en las causas differences between men and women in the
subyacentes de la infección por el vih/sida y underlying causes of HIV/AIDS infection and
en sus consecuencias. El objetivo de este its consequences. The objective of this study is
estudio es realizar un acercamiento a la to approach the experience of women with
vivencia de las mujeres con vih. Se trata de HIV. This is a double check for vulnerability
verificar si existe una doble vulnerabilidad en in being a woman with HIV. To do this, we
el hecho de ser mujer con vih. Para ello, have taken into account the influence of self-
hemos tenido en cuenta la influencia de la acceptance and self-realization as protective
autorrealización y autoaceptación como factors of the health.
factores protectores de la salud. Methods: The random sample consisted of 41
Método: La muestra estuvo compuesta por 41 women with HIV, 41 women and 40 men with
mujeres con vih, 41 mujeres sin vih y 40 HIV. There were administrated to the
hombres con vih. A los/as participantes les participants a sociodemographic
fueron administrados un cuestionario questionnaire and Ryff’s Scale of
sociodemográfico y la escala de Bienestar Psychological well-being (Spanish validation
Psicológico de Ryff (validación española de of Diaz, Rodriguez-Carvajal, Moreno-
Diaz, Rodriguez-Carvajal, Moreno-Jimenez, Jimenez, Gallardo y Valle,, 2006) to measure
Gallardo y Valle, 2006) para medir la the self-realization and its subdimensions;
autorrealización y sus subdimensiones; self-acceptance, environmental control,
autoaceptación, dominio del entorno, positive relations with other persons and
relaciones positivas con otras personas y autonomy.
autonomía.Resultados: En los resultados se Results: In the results it was observed that
pudo observar que las mujeres con vih women with HIV have lower personal
presentan una menor autorrealización que las fulfillment than women without HIV and men
mujeres sin vih y que los hombres con vih. with HIV. Specifically, it was observed that
Concretamente, se pudo observar que las women without HIV, have better positive
mujeres sin vih presentan unas mejores relationships with other people that the
relaciones positivas con otras personas que los comparison groups. Furthermore, women
grupos de comparación. Además, las mujeres with HIV had less environmental control.
con vih presentaban un menor dominio del There were no group differences observed in
entorno. No se observaron diferencias en las self-acceptance and self-realization.
dimensiones de autoaceptación y autonomía. Discussion: This study shows that the women
Conclusión: se observa que las mujeres con with HIV present lower punctuations in self-
vih presentan menores puntuaciones en realization, therefore, it would be of great
autorrealización, por tanto, sería de gran interest to realize specific interventions for the
interés realizar intervenciones específicas para women with VIH to try to promote their self-
las mujeres con vih donde se trate de fomentar realization.
su autorrealización. Key words: acceptance, self-realization,
Palabras clave: autoaceptación, gender, HIV
autorrealización, género, VIH.
1
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Ser mujer con VIH: autorealización y autoaceptación

INTRODUCCIÓN.
Realidad de las mujeres con vih: perspectiva de género

La salud y la enfermedad trascienden el ámbito personal y privado y tienen

enorme importancia en el desarrollo de las personas, sociedades y culturas. La

definición de salud realizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1978),

la define como el estado completo de bienestar físico, mental y social, y no

meramente como la ausencia de patología orgánica o enfermedad. Está tendría que

ser entendida desde una perspectiva positiva y como concepto dinámico, además de

ser tomada como problema social y político. Así, la salud y la enfermedad podrían

entenderse a modo de construcciones sociales, de fenómenos multidimensionales

(Godoy, 1999) que además de tener en cuenta al sujeto, atienden también a la

comunidad.

En 1981, una nueva enfermedad, de carácter epidémico, irrumpió

oficialmente en la opinión pública. El vih/sida (Virus Inmunodeficiencia Humana/

Síndrome Inmunodeficiencia Adquirida) se ha extendido de manera vertiginosa,

encontrando cómo en la actualidad son 35 los millones de personas que tienen vih en

el mundo. Esta enfermedad ha servido de espejo y reflejo de diferentes cuestiones.

Por ejemplo, la relacionada con las diferencias dramáticas entre los países ricos y los

empobrecidos por éstos, las diferencias entre los grupos, entre los señalados como

culpables sucios e inmorales y los demás y las diferencias entre hombres y mujeres

en cuanto a la condición de vivir con vih respecta (Agirrezabal, 2004).

2
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Asla, N., Agirrezabal, A., López, A., López, A. y Broz, R.

El género, es una herramienta epistemológica que nace del feminismo, para

identificar, deconstruir y contribuir a desmontar las diferenciaciones sociales entre

mujeres y hombres de distintos contextos, culturas, momentos históricos y

condiciones sociales, transformadas por efectos del poder en desigualdades

legitimadas por la dominación social (Castañeda, 2007). Hace referencia al conjunto

de prácticas, símbolos, representaciones sociales, normas y valores que las

sociedades elaboran a partir de la diferencia sexual y que dan sentido a la

satisfacción de los impulsos sexuales, a la reproducción y en general a la interacción

humana (Lamas, 1986; Scott, 1986). Remite a la construcción social sistemática de

lo masculino y lo femenino que está poco o (nada) determinado por la biología (por

el sexo), presente en todas las sociedades, y que comprende todas las dimensiones de

la vida social y privada (Harding, 1986).

La perspectiva de género ha contribuido a transformar el estudio de la salud

al poner de manifiesto, como señala Valls-Llobet (2003), que las condiciones de

vida y trabajo, la discriminación social y laboral, y la violencia contra las mujeres

inciden, de manera relevante, en las formas de vivir y enfermar de mujeres y

hombres.

A pesar de las argumentaciones anteriores y de los avances de la Conferencia

del Cairo y de Beijing por integrar una perspectiva de género en el abordaje de la

salud, la investigación y atención biomédica se sigue centrado en el sexo masculino.

En muchos casos las intervenciones e investigaciones enfocadas en el tema del

vih/sida no siempre reconocen las variables psicológicas implicadas en el género y

de acuerdo a la revisión de la literatura al respecto,

3
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Ser mujer con VIH: autorealización y autoaceptación

pocos estudios lo hacen con muestras compuestas específicamente por mujeres

(Córdova y Lartigue, 2004; Lartigue, Casanova, Ortiz y Aranda, 2004). Esta

situación de “invisibilidad” en la epidemia, impuesta por la comunidad científica

respecto de las mujeres, fue la que en sus inicios retrasó significativamente las

posibilidades de acciones preventivas y es la que actualmente obstaculiza un

tratamiento adecuado para este grupo en particular (Canaval, 1996).

Más allá de las estadísticas disponibles, hay profundas diferencias entre

hombres y mujeres en las causas subyacentes de la infección por el vih/sida y sus

consecuencias, que reflejan las diferencias biológicas, de comportamiento sexual, de

actitudes y presión social, y de poder económico que influyen en la vulnerabilidad a

la infección como lo muestran numerosas investigaciones (Kendall y Pérez 2004;

Magis, Gayet, Negroni y Leyva, 2004; Rico, Vandale, Allen y Liguori, 1997).

En este contexto de invisibilidad social, las mujeres que viven con vih/sida,

se enfrentan una serie de situaciones estresantes socioculturales, económicas y

psicológicas, como el quedarse al cuidado de la familia, hacer frente a la infección y

la enfermedad de su pareja, las hijas y los hijos y la suya, la muerte de su

compañero, pérdida de ingresos, gastos adicionales en relación con la asistencia,

soledad, estigma y discriminación. Situaciones que pueden poner en riesgo su

equilibrio y su salud mental, acelerando así muchas veces el proceso de la

enfermedad (Córdova y Lartigue, 2004).

4
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Asla, N., Agirrezabal, A., López, A., López, A. y Broz, R.

La autorrealización como factor protector de la salud

Es de vital importancia conocer los factores que pueden incidir positivamente

en el bienestar psicológico y físico de las mujeres que viven con vih. Factores que

puedan dar lugar a intervenciones que les ayuden a realizar un proyecto de vida

saludable física y psicológicamente.

Dentro de la variedad de formas de concebir y analizar los aspectos positivos

del funcionamiento psicológico, algunos estudios se han centrado en el concepto de

bienestar psicológico (Ballesteros, Medina y Cayedo, 2006; Barra, 2010; Caycedo,

Ballesteros y Novoa, 2008; Peñate, Del Pino-Sedeño y Bethencourt, 2010; Ring,

Holfer, McGee, Hickey y O`Boyle, 2007). El bienestar psicológico deriva de un

enfoque eudaimónico y se refiere al desarrollo del potencial humano y al

funcionamiento psicológico pleno (Deci y Ryan, 2008; Peterson, Park y Seligman,

2005).

Basándose en este enfoque multidimensional, Molina y Meléndez (2006)

conciben el bienestar psicológico como una construcción personal que incide en el

desarrollo psicológico del individuo y en su capacidad para interactuar de manera

armoniosa con las circunstancias de la vida. Por su parte, Samman (2007) lo

conceptualiza como el grado en que se le proporciona significado a la vida, en que

las funciones y actividades se evalúan positivamente y se comprende de manera

significativa el entorno.

Ryff y Keyes (Ryff, 1989; Ryff y Keyes, 1995) han formulado una

concepción de la autorrealización o bienestar psicológico basada en seis

5
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Ser mujer con VIH: autorealización y autoaceptación

dimensiones: autoaceptación (la capacidad para ver y aceptar las propias fortalezas y

debilidades); propósito en la vida (tener metas y objetivos que den significado y

dirección a la vida); crecimiento personal (sentir que las propias capacidades y

potenciales están siendo actualizados a lo largo del tiempo); relaciones positivas con

los otros (tener conexiones cercanas y valiosas con los otros significativos);

competencia ambiental (ser capaz de manejar las demandas del entorno); y

autonomía (disponer de la fuerza necesaria para mantener las propias convicciones

personales incluso cuando estas están en disonancia con las posiciones

mayoritarias).

Respecto a las posibles diferencias de género en la dimensión del bienestar

psicológico o autorrealización, la escasa evidencia empírica existente ofrece

resultados poco esclarecedores. En una muestra de adultos estadounidenses de

distintas edades, Ryff (1989) encontró que la única diferencia significativa era que

las mujeres mostraban mayores niveles en la dimensión de relaciones positivas con

otros que los hombres. Por su parte, en su estudio con personas de más de 65 años

de República Dominicana, Molina et al. (2006) no encontraron diferencias de género

en las dimensiones de bienestar psicológico. En cambio, en un estudio con adultos

suecos de entre 32 y 58 años, Lindfors, Berntsson y Lundberg (2006) hallaron que

además de la diferencia de género señalada en las relaciones positivas con otros, las

mujeres también presentaban mayor nivel en la dimensión de propósito en la vida y

los hombres presentaban mayor nivel en la dimensión de dominio del entorno. En un

estudio con universitarios chilenos, Barra (2010) informó que la única diferencia

significativa se observó en la dimensión de propósito en la vida, a favor de las

mujeres.
6
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Asla, N., Agirrezabal, A., López, A., López, A. y Broz, R.

Finalmente, en el estudio de Barra (2012) también llevado a cabo con

universitarios chilenos, aunque no se pudieron observar diferencias de género en el

bienestar psicológico global, se observaron diferencias a favor de los hombres en las

dimensiones de autoaceptación y autonomía, y a favor de las mujeres, en

crecimiento personal.

Para finalizar, atendiendo a la investigación realizada en población con vih,

algunos estudios como O’Cleirigh y sus colaboradores (2003) han encontrado que en

lo que se refiere a la dimensión de propósito y significación personal, las personas

que viven con vih supervivientes de larga duración de la época pre-HAART (Highly

Active Antiretroviral Therapy) mostraron una mayor expresión emocional y

procesamiento cognitivo profundo de la información y fue este procesamiento

cognitivo el que medió entre la expresión emocional y el estatus de superviviente.

Objetivo e hipótesis de estudio

En este estudio se pretendía llevar a cabo un acercamiento a la realidad de la

mujer con vih. Concretamente, se trataba de conocer si las mujeres con vih se

diferenciaban de las mujeres sin vih y de los hombres con vih en la autorrealización

y autoaceptación.

H1: Se esperaba que las mujeres con vih mostrasen una menor autorrealización que

los hombres con vih y que las mujeres sin vih.

H2: Se esperaba que las mujeres con vih mostrasen una menor autoaceptación que

los hombres con vih y que las mujeres sin vih.

7
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Ser mujer con VIH: autorealización y autoaceptación

MÉTODO.
Participantes

Con el objetivo de que la muestra fuera representativa y se pudieran observar

las diferencias tanto en la vivencia del vih, como en el género y en la interacción de

ambas variables, se logró que los/as participantes fueran 122 personas; 41 mujeres

con vih, 41 mujeres sin vih y 40 hombres con vih.

Para que las diferencias en los grupos se debieran sólo a la condición de vivir

o no con vih y ser hombre o mujer, se intentó emparejar los tres grupos en las

variables sociodemográficas (edad, sexo, nivel de estudios, estado civil, lugar de

origen, ingresos económicos y situación laboral). Para valorar si se había logrado tal

emparejamiento se utilizaron como pruebas estadísticas, ANOVA para variables

cuantitativas y x2 para variables cualitativas.

De este modo, para el conjunto de sujetos (mujeres con vih, mujeres sin vih y

hombres con vih) se logró el emparejamiento en todas las variables

sociodemográficas; en nivel de estudios, edad, estado civil, lugar de origen, ingresos

económicos y situación laboral.

De este modo, la edad media de los/as participantes fue de 44,14 años, el

41,4% tenía estudios secundarios, el 39,8% eran solteros/as, el 71,4% eran

españoles/as, el 25,6% mencionaban tener entre 6.000-12.000 euros de ingresos

económicos anuales y el 29,9% eran fijos/as en sus lugares de empleo.

8
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Asla, N., Agirrezabal, A., López, A., López, A. y Broz, R.

Procedimiento

Se solicitó la colaboración para participar en el estudio a diversas Ong de

lucha contra el Sida a nivel estatal, organizaciones sociales y a hospitales públicos

del País Vasco. Aceptaron participar en el estudio 2 hospitales, 5 asociaciones de

lucha contra el Sida y 1 organización de ámbito social. En todas ellas el profesional

de referencia distribuía los cuestionarios y siempre se entregaban en un sobre con la

dirección a la que debían de reenviarlos. De esta forma, las personas que aceptaban

participar en el estudio cumplimentaban el cuestionario en sus asociaciones de

referencia o en su domicilio y posteriormente, lo mandaban por correo ordinario de

forma absolutamente voluntaria y anónima. Todas/os los/as participantes

firmaban una carta de “consentimiento informado” en la cual se explicaban los

objetivos y se garantizaba el anonimato y la confidencialidad de sus respuestas.

Medidas

Se emplearon los siguientes instrumentos:

Cuestionario sociodemográfico

Este apartado atiende al género, edad, nivel de estudios, estado civil, ingresos

económicos y país de origen.

Autorrealización-autoaceptación

Para la evaluación del grado de autoarrealización se empleó la Escala de

Bienestar Psicológico de Ryff (Ryff’s Psychological Well-being Scale, Ryff,

9
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Ser mujer con VIH: autorealización y autoaceptación

1989; validación española de Diaz et al., 2006). Esta escala mide seis dimensiones

constituyentes de la autorrealización: autoaceptación, relaciones positivas con los

otros, autonomía, dominio del entorno, propósito en la vida y crecimiento personal.

Posee una escala de respuesta tipo Likert de seis alternativas (desde “completamente

en desacuerdo” a “completamente de acuerdo”). Para este estudio se ha utilizado la

versión abreviada donde se han considerado las dimensiones de autoaceptación,

relaciones positivas con otros, autonomía y dominio del entorno, no teniendo en

cuenta las variables propósitos en la vida y crecimiento personal, ya que resultaba un

cuestionario demasiado extenso y en ocasiones complicado para la población diana.

Diseño de investigación

Se planteó un diseño factorial de 2 x 2, donde el primer factor correspondía al

seroestatus de los/as participantes (vivir con vih vs no vivir con vih) y el segundo

factor correspondía al género del sujeto (varón vs mujer).

La variable dependiente fue la puntuación obtenida por los/as participantes en

la autorrealización y sus subdimensiones; autoaceptación, relaciones positivas con

otras personas, dominio del entorno y autonomía.

RESULTADOS.
Se llevó a cabo un análisis de la varianza (ANOVA) para examinar los

niveles de autorrealización y sus subdimensiones de autoaceptación, relaciones

positivas con otras personas, autonomía y domino del entorno de las mujeres con

vih, mujeres sin vih y de los hombres con vih.


10
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Asla, N., Agirrezabal, A., López, A., López, A. y Broz, R.

El efecto principal de la variable grupo fue estadísticamente significativo, F (2,

84) = 5,803, p < .001. Se realizó el correspondiente contraste “post hoc” y de este

modo se pudo observar que las diferencias en autorrealización únicamente eran

observables en las mujeres con vih, es decir, que las mujeres con vih presentan una

menor autorrealización que las mujeres sin vih y que los hombres con vih (Tabla 1).

Tabla1. Medias y desviaciones típicas en variable autorrealización.

Media DT Significación estadística

Mujer con Vih 36.82 7.02

Hombre con Vih 39.73 8.35 .004*

Mujer sin Vih 42.99 4.22

*p < .05; ** p < .01

Al analizar la variable autorrealización considerando sus cuatro dimensiones;

autoaceptación, relaciones positivas con otras personas, dominio del entorno y

autonomía, se pudo observar que efecto principal de la variable grupo fue

estadísticamente significativo en la dimensión de relaciones positivas con otras

personas , F (2, 98) = 9,304, p < .001 y dominio del entorno F (2, 98) = 4,103, p

<.001. Sin embargo, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en

las variables autoaceptación F (2, 104) = 1,728, p > .001 y autonomía F (2, 106) =

1,251, p > .001 (Tabla 2).

11
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Ser mujer con VIH: autorealización y autoaceptación

Tabla 2. Medias y desviaciones típicas en 4 subdimensiones autoarrealización.

Media SD Significación
estadística
Autonomía

Mujer con Vih 40.14 9.16

Mujer sin Vih 42.81 5.88 .29

Hombre con vih 43.44 11.88

Dominio del entorno

Mujer con Vih 35 6.78

Mujer sin Vih 39.03 6.41 .02*

Hombre con Vih 36.03 4.61

Relaciones positivas con


otras personas
Mujer con Vih 40 7.95
Mujer sin Vih 49.7 6.30 .00**
Hombre con Vih 42.66 13.03
Autoaceptación
Mujer con Vih 35.91 7.86
Mujer sin Vih 39.46 5.66 .18
Hombre con Vih 36.24 12.26
________________________________________________________________

*p < .05; ** p < .01

12
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Asla, N., Agirrezabal, A., López, A., López, A. y Broz, R.

Se realizaron los correspondientes contrastes “post hoc” y de este modo se

pudo observar que las diferencias en relaciones positivas con otras personas eran

observables en las mujeres sin vih. Es decir, que las mujeres sin vih presentan unas

mejores relaciones positivas con otras personas comparadas principalmente con las

mujeres con vih, pero también comparadas como con los hombres con vih.

Además, respecto al dominio del entorno los correspondientes contrastes

“post hoc” mostraron que las mujeres con vih presentan un menor dominio del

entorno comparando con las mujeres sin vih y los hombres con vih .

Discusión

El objetivo de esta investigación era conocer la realidad y la vivencia de las

mujeres con vih. Se trató de analizar si se observan diferencias en la autorrealización

y la autoaceptación entre las mujeres con vih, las mujeres sin vih y los hombres con

vih.

En primer lugar respecto a la variable autorrealización se pudo confirmar la

hipótesis y se pudo observar que las mujeres con vih presentan una menor

autorrealización que las mujeres sin vih y que los hombres con vih. Además

concretamente, se pudo observar que las mujeres sin vih presentan unas mejores

relaciones positivas con otras personas comparadas principalmente con las mujeres

con vih, pero también comparadas como con los hombres con vih. Estos resultados

son acordes a los hallados por Ryff (1989) y Lindfors et al. (2006). En ambos

estudios se pudo observar que las mujeres mostraban mayores niveles en

13
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Ser mujer con VIH: autorealización y autoaceptación

la dimensión de relaciones positivas con otros comparadas con los hombres. Sin

embargo, es importante señalar que estos estudios se realizaron con una muestra de

mujeres de la población general. Sin embargo, los datos cambian al analizar las

relaciones personales que establecen las mujeres que viven con vih tal y como se ha

observado en este estudio.

Igualmente, en este estudio se han podido observar que las mujeres con vih

presentan un menor dominio del entorno comparando con las mujeres sin vih y los

hombres con vih. Sin embargo, en los estudios de Lindfors et al. (2006) y Barra

(2010) se pudo observar que las mujeres de la población general mostraban unos

mayores niveles de dominio del entorno comparadas con hombres. Es por ello, que

en este caso también podría parecer que cuando se producen ambos condiciones, ser

mujer y además vivir con vih, los resultados pudieran adquirir un rumbo opuesto al

observado en las mujeres de la población general.

Respecto a las variables autoaceptación y autonomía en este estudio no se

pudieron observar diferencias entre grupos de mujeres con y sin vih y hombres con

vih. Sin embargo, en los estudios de Barra (2012) compuestos por hombres y

mujeres de población general, sí se pudo observar que los hombres presentaban una

mayor autoaceptación y autonomía comparados con las mujeres. Los resultados

hallados en este estudio no apoyan la hipótesis que sugiere que las mujeres con vih

podrían presentar unas menores puntuaciones en autoaceptación. Esto podría

deberse a que la hipótesis no fuera correcta, o tal y como apuntan los datos, a que las

14
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Asla, N., Agirrezabal, A., López, A., López, A. y Broz, R.

mujeres con vih sí presentarán una mayor dificultad para aceptarse como mujeres

con vih, sin embargo, pudiera ser necesario el empleo de

algún cuestionario complementario o la ampliación de la muestra de participantes

para poder observarlo.

Como limitación de este estudio cabe mencionar que el acercamiento a la

vivencia de las mujeres con vih y a sus factores protectores de la salud se reduce al

análisis de la autorrealización y sus subdimensiones de autoaceptación, relaciones

positivas con otras personas, autonomía y dominio del entorno, pero que sería de

gran interés seguir investigando sobre otros posibles factores protectores de la salud

de las mujeres con vih como el apoyo social, los estilos de afrontamiento o los roles

sociales.

Finalmente, mencionar la importancia de continuar con la tarea de investigar

la autorrealización y la autoaceptación en personas que viven con vih y en mujeres

que viven con vih especialmente, para de este modo, tras lograr una evidencia

empírica, poder realizar intervenciones que mejoren su calidad de vida.

Agradecimientos:

Trabajo financiado por la Obra Social de BBK y por el Gobierno Vasco.

15
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Ser mujer con VIH: autorealización y autoaceptación

REFERENCIAS.

Aguirrezabal, A. (2004). Sida y mundo laboral: una aproximación desde la Teoría de

las Representaciones Sociales. Tesis doctoral no publicada, UPV-EHU,

Donostia.

Ballesteros, B. P., Medina, A. y Cayedo, C. (2006). El bienestar psicológico

definido por asistentes a un servicio de consulta psicológica en Bogotá,

Colombia. Universitas Psychologica, 5, 239-258.

Barra, E. (2010). Apoyo social, estrés y salud. Psicología y Salud, 14, 237-243.

Barra, E. (2012). Influencia de la autoestima y del apoyo social percibido sobre el

bienestar psicológico de estudiantes universitarios chilenos. Revistas

Diversitas-Perspectiva Psicológica, 8, 29-38.

Canabal, G. (1996). Promoción de la salud: Predictores de empoderamiento

comunitario en mujeres. Investigación y educación en enfermería, 16, 27-45.

Castañeda, M. (2007). El machismo invisible, regresa. Mexico; Taurus

Caycedo, C., Ballesteros, B. P. y Novoa, M. (2008). Análisis de un protocolo de

formulación de caso clínico desde las categorías de bienestar psicológico.

Universitas Psychologica, 7, 231-250.

Córdova, A. y Lartigue, T. (2004). Evaluación de dos casos de madres con VIH

mediante la entrevista apego adulto. Perinatología y Reproducción Humana,

18, 119-13.

16
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Asla, N., Agirrezabal, A., López, A., López, A. y Broz, R.

Deci, E. y Ryan, R. (2008). Hedonia, eudaimonia, and well-being: An introduction.

Journal of Happiness Studies, 9, 1-11. http://dx.doi.org/10.1007/s10902-006-9018-1

Díaz, D., Rodriguez-Carvajal, R., Blanco, A., Moreno-Jiménez, B., Gallardo, I. y

Valle, C. (2006). Adaptación española de las escalas de bienestar psicológico

de Ryff. Psicothema, 18 (3), 572-577.

Godoy, P. (1999). Prevalencia de la infección tuberculosa y por el Vih en los

usuarios de un programa de reducción de riesgos para usuarios de drogas por

vía parenteral (UDVP). Revista Española de Salud Pública, 73, 375-381.

http://dx.doi.org/10.1590/s1135-57271999000300006

Harding, S. (1986), Ciencia y feminismo. Barcelona: Morata.

Kendall, T. y Pérez, V. H. (2004). Hablan las mujeres mexicanas Vih positivas.

Necesidades y apoyos en ámbito médico, familiar y comunitario. Mexico:

Colectivo Sol, A.C.

Lamas, M. (1986). El género: la contrucción de la diferencia sexual. Mexico:

PUEG.

Lartigue, T., Casanova, G., Ortiz, J. y Aranda, C. (2004). Indicadores de malestar

emocional y depresión en mujeres embarazadas con ITS-Vih/Sida.

Perinatologia y Reprocción Humana. 18, 73-90.

17
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Ser mujer con VIH: autorealización y autoaceptación

Lindfors, P., Berntsson, L. & Lundberg, U. (2006). Factor structure of Ryff´s

psychological well-being scales in Swedish female and male white-collar

workers. Personality and Individual Differences, 40, 1213-1222.

http://dx.doi.org/10.1016/j.paid.2005.10.016

Magis, C., Gayet, C., Negroni, M. & Leyva, R. (2004). Migration and AIDS in

Mexico: an overview base don recent evidence. Acquired Inmune Deficiency

Syndrome Journal, 1, 215-226. http://dx.doi.org/10.1097/01.qai.0000141252.16099.af

Molina, C. J. y Meléndez, J.C. (2006). Bienestar psicológico en envejecientes de la

República Dominicana. Geriátrika, 22, 97-105.

O'Cleirigh, C., Ironson, G., Antoni, M., Fletcher, M. A., McGuffey, L. & Balbin, E.

(2003). Emotional expression and depth processing of trauma and their

relationship to long-term survival in patients with HIV/AIDS. Journal of

Psychosomatic Research, 54, 225-235. http://dx.doi.org/10.1016/s0022-

3999(02)00524-x

OMS (1978). Atención Primaria y Salud. Informe de la Conferencia Internacional.

Peñate, W., Del Pino-Sedeño, T. y Bethencourt, J. M. (2010). El efecto diferencial

de escribir sobre uno mismo trauma o sobre diferentes traumas en el

bienestar psicológico y el estado de salud autoinformado. Universitas

Psychologica, 9, 433-445.

18
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Asla, N., Agirrezabal, A., López, A., López, A. y Broz, R.

Peterson, C., Park, N. & Seligman, M. (2005). Orientations to happines and life

satisfaction; The full life versus the empty life. Journal of Happiness Studies,

6, 25-41. http://dx.doi.org/10.1007/s10902-004-1278-z

Rico, B., Vandale, S., Allen, B. y Liguori, M. L. (1997). Situación de las mujeres y

el Vih/Sida en América Latina. Instituto Nacional de Salud Pública.

Ring, L., Holfer, S., McGee, H., Hickey, A. & O`Boyle, C. (2007). Individual

quality of life: Can it be accounted for by psychological or subjective well-

being? Social Indicators Research, 82, 443-43. http://dx.doi.org/10.1007/s11205-

006-9041-y

Ryff, C. D. (1989). Happiness is everything, or is it? Explorations on the meaning of

psychological well-being. Journal of Personality and Social Psychology,

57(6), 1069-1081. http://dx.doi.org/10.1037/0022-3514.57.6.1069

Ryff, C. D. & Keyes, C. L. (1995). The structure of psychological well-being

revisited. Journal of Personality and Social Psychology, 69(4), 719-727.

http://dx.doi.org/10.1037/0022-3514.69.4.719

Samman, E. (2007). Psychological and subjective well-being: A proposal of

internationally comparable indicators. Oxford Development Studies, 35, 459-

486. http://dx.doi.org/10.1080/13600810701701939

19
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014
Ser mujer con VIH: autorealización y autoaceptación

Scott, J. (1986). El género, una categoría útil para el análisis histórico. En Lamas, M.

(Ed), El género: la contrucción de la diferencia sexual (265-302). México:

PUEG.

Valls-Llobet, C. (2003). El dolor y el malestar de las mujeres: Diagnóstico

diferencial. En libro de ponencias del IV Seminario de la Red de Médicos y

Profesionales de la Salud. Madrid: Instituto de la Mujer.

La correspondencia concerniente a este artículo debe dirigirse a:

Nagore Asla Alzibar Facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco

c/Avenida Tolosa nº70 20018 Donostia-San Sebastian

Email: nagore.asla@ehu.es

20
Revista de Psicología de la Salud (New Age) Vol 2, nº1, 2014

Você também pode gostar