Você está na página 1de 10

¿CÓMO SE PERCIBE EL ARTE, LA ESTÉTICA Y LA PINTURA EN LA ÉPOCA

CONTEMPORÁNEA?

ESTUDIANTE

JHON CAMILO ZAPATA MUÑOZ

ID. 000127185

ASIGNATURA:

CULTURA CONTEMPORÁNEA

DOCENTE:

CLAUDIA AVENDAÑO VÁSQUEZ

UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA

FACULTAD DE TEOLOGÍA, FILOSOFÍA Y HUMANIDADES

MEDELLÍN
2010

INTRODUCCIÓN

La revolución del hombre está marcada por momentos consignables e identificables


dentro del marco del tiempo y del espacio; pero todo esto se da teniendo en cuenta que
hay un tiempo primordial, poético, mítico, reflexivo, que es el momento por excelencia
de la evocación y de la comunicación con todo lo que está creado; ocupando un
espacio en lo que puede estar “vacio”, como el universo que empieza a llenarse de
texturas, de luces, donde se vuelve caótico, pero hay un artista que ordena, que
descodifica el mundo y al descodificarlo lo reinventa.

Por eso el arte cumple aquí una función sugestiva, porque si bien es cierto que una
obra de arte es un sistema único, autónomo que puede interpretarse de acuerdo a sus
relaciones estructurales internas, no podemos ignorar que todo arte autentico nos
remite a la realidad. Esta es la razón por la cual toda obra de arte que traiciona su
época para convertirse en una nueva vanguardia, escapa de forma voluntaria de sus
elementos esenciales que ignora las transformaciones políticas, sociales, económicas
de un pueblo y está condenada a su segura desaparición.
¿CÓMO SE PERCIBE EL ARTE, LA ESTÉTICA Y LA PINTURA EN LA ÉPOCA
CONTEMPORÁNEA?

Para comenzar este escrito se nos pregunta ¿Aún en nuestra época sigue dejando
huella el arte? En este punto, la discusión se atribuye a que el arte constituye un terreno
particularmente significativo para recorrer el camino que va de la modernidad a la
postmodernidad (Lo contemporáneo), porque el desarrollo sobre la reflexión de la
postmodernidad se ha dado en torno al cambio que ha experimentado el arte en la
modernidad; cambio que se puede rastrear en la muerte del arte, en la identificación de
la habilidad entendido como fenómeno de masas y con la identificación del oficio desde
formas que provocan extrañamiento.

En relación con lo anterior se considera la contemporaneidad como una época también


de la estética general de la existencia, esto referido a que es la época de la imagen, del
simulacro, de la apariencia, de las explosiones y de las inclusiones; de los objetos y
demás cosas que se puedan considerar modelos para ilustrar el arte; por otro lado
encontramos un espacio que trata de entablar un acercamiento entre la cultura elevada
y la cultura popular, siendo esta una fractura instaurada en la modernidad.

Es necesario recalcar que en esta época se asumen formas y contenidos de la vida


cotidiana, una posibilidad que se ha desarrollado sobre la huella del arte popi, y con
este hecho ha conferido dignidad a producciones artísticas que se ubican entre la
producción industrial y la producción artística, experiencias atrayentes destinadas a ser
aceptadas no por una elite especializada sino a ser reconocidas por un enorme público;
por esto en la cultura del hoy reciben el estatuto del oficio de artista como diseñadores;
del mismo modo que algunos fenómenos masivos en los que el objeto se convierta de
forma industrial, es más, de serlo sin tener presente la connotación estética que pueda
ser la reguladora en la comercialización y difusión de las obras de arte.
Hay que reconocer que esta etapa se asiste a la influencia de la imagen donde se es
leído como un continuo proceso de la des-realización del objeto y en el que se hacen
notables las discusiones sobre el valor de uso y el valor de cambio. Todo este cambio y
esta disputa sobre el arte contemporáneo y en especial cuando se habla de la pintura,
se ha centrado en el hecho de la des-realización del objeto como un proceso que según
eso desaparece con sus formas normales y reaparece como un hecho abstracto, siendo
así reducido a su propia esencia y con este fenómeno como una lectura a la
desaparición del arte como institución, formalizando un proceso que se convierte en
desacralización y termina como un asunto revolucionario.

Hay otro aspecto que tiene como motor la institución de la novedad como ideal; es la
institución de lo nuevo en cuanto nuevo; siguiendo este principio, se dice que el arte
está “condenado a su desaparición” ya que ha renunciado a continuar en el seguimiento
de su ideal constructivo; dicho pensamiento se considera que es a-temporal de la
belleza y de la perfección puesto que está marchando a contra de lo que es clásico; en
definitiva se dirá que “lo que hoy es nuevo, mañana es obsoleto" por eso el arte
siguiendo este presupuesto ha seguido y elegido su propio objeto: como es la
caducidad, lo momentáneo de toda producción que se pueda definir como innovadora.

Deseo, en este contexto, subrayar particularmente que la pintura ha vivido este


proceso; en este sentido, varias características de la postmodernidad son
particularmente ilustrativas: una de ellas es la arquitectura esta ha elaborado una
teorización explicita sobre el sentido de la contemporaneidad para ilustrar mejor en los
Estados Unidos de América se manifestó este proceso y con ello hubo una reacción
contra la modernidad; dentro de este marco ha de considerarse a la pintura que en la
segunda mitad del siglo XVIII se hacia una relación entre arte y tiempo, y entre arte e
historia; sin embargo hoy se habla del arte no desde un interés en representar más la
belleza a-temporal, sino, que se preocupa por la simple actualidad quien primeramente
introdujo conscientemente sujetos de la vida cotidiana uno de estos exponentes fue
Manetii quien con sus cuadros suscitó escándalos. Por todo esto la obra de arte se abre
para tener una gran comprensión más abierta del mundo.

Hemos examinado hasta aquí de cómo el arte en la contemporaneidad se consideraba


como un fenómeno de masas, por lo que el hecho de las técnicas de la reproducción va
perdiendo ese carácter de sacralidad y se convierte en un arte de múltiples series,
donde la interpretación que se le da a esta técnica no está dado para entenderlo
cuando lo vea sino que lo vea y lo interprete a su modo de ver.

Por todo lo anterior cabe entonces preguntarse “¿Qué hace que nuestra época sea una
época interesante?” Es interesante porque de una u otra manera tenemos la
manifestación de las tecnologías, el desarrollo mental y artístico, asimismo el
desempeño de la creatividad y otras cosas que hacen más amena la vida del hombre;
de estas circunstancias nace el hecho de que en la postmodernidad se cuenta como un
movimiento artístico y cultural a finales del siglo XX, caracterizado por su oposición al
racionalismo y por su culto predominante de las formas, el individualismo y la falta de
compromiso social; más aún cuando se habla del arte; ya que nos toma por sorpresa
asimilar el cambio que presenta la postmodernidad al hacer la actualización del
concepto de arte y el concepto de la estética.

Por otra parte, se refiere a una actitud frente a la modernidad y lo moderno, de esta
manera se está departiendo de un movimiento global presente en casi todas las
manifestaciones culturales y sociales, donde se pone como tela de juicio la posibilidad
del desarrollo de las producciones artísticas, ubicadas paralelamente ante la producción
industrial y la producción artística.

Todo esto parece confirmar que esta época tiene como gran predominio la imagen
haciendo de lado el objeto como tal ya que es muy viable hacer producción a gran
escala de dicha imagen que el mismo objeto. Para ilustrar mejor lo antes mencionado
en el libro “el pensamiento débil: ¿un filosofar a medio camino?” iii Nos presenta el arte y
la admiración como una etapa de la reproducción técnica del arte, en la que la obra
adquiere un nuevo carácter en el sentido que pierde el aliento casi sacralizado que
tenia y adquiere un carácter más de reproducción masiva, de medio, o más de cambio;
de ahí que se hable respecto a la obra de un valor de uso y de valor de cambio. Esto
quiere decir que aquí se ve muy marcada la muerte del arte como cosa abstracta y
pasa a reducirse su propia esencia y con este fenómeno se da una lectura de la
desaparición del arte como institución, un proceso desacralizante, terminando en un
proceso nihilista.

Cabe entonces examinarse ¿Qué convierte en una experiencia artística contestataria


los cánones tradicionales de la estética? La belleza, la originalidad, la creatividad; pero
sobre todo este tipo de arte constituye una especie de gesto según el cual repite lo
contrario, lo inherente a la obra de arte; con ello se evidencia la lógica a la que ha
llevado a la obra de arte la estética de lo nuevo.

Lo cierto es que el arte se mueve dentro de lo irónico ya que su objeto es cualquier


cosa que se pueda comprar en el mercado y de la que se puedan conseguir muchas
copias, algo que no es nuevo, ni original sino algo que en su origen está por esencia la
marca de la reproducción y del mercado, con esto se convierte en un gesto subversivo.

La propuesta de los artistas postmodernos se puede leer como un proceso mediante el


cual el arte se rinde ante el mercado.

Claro que esto no lo explica todo el arte vanguardista representa una conciencia
anticipadora del tiempo, la conciencia de lo nuevo no es actual en el arte, es más el arte
plantea una ruptura con la tradición; en este sentido el arte vanguardista, puede
observarse como una especie de mesianismo que tiende a una crítica radical del
presente, critica que llega incluso a plantear como problemática la misma institución del
arte. En este sentido el arte antiguo está plasmado con caracteres nihilistas y futuristas.
Por eso van a decir “El arte del pasado está disponible para el uso que los artistas le
quieran dar, lo que no está disponible es el espíritu en el cual fue creado ese arte.”
Aquí conviene detenerse un poco para mirar cuales han sido las líneas del arte como
es: el cubismo, futurismo, abstraccionismo, surrealismo, dadaísmo, todos estos son
artes que se han convertido “anti-tradicionalistas” por su misma definición; esta razón
será un arte condenado a su propia “auto-negación” ya que ella será condenada por la
sociedad burguesa que ella misma pretendió negar, para saber que toda esta polémica
de la transformación del arte, se puede considerar como una especie de muerte de este
oficio, dando un salto del arte moderno al arte contemporáneo, impulso que de
cualquier modo ilustra los inicios al Arte Pop, habilidad que según los críticos de la
contemporaneidad está definitivamente integrada en el mercado que ha prohibido la
propia distancia crítica desde la sociedad y que se limita a repetir el carácter de
espectáculo.

Para añadir algo a lo anterior está también “el minimal art, land art, body art, happening
cinetísmo, neo concreto, el mismo pop art y en otro contexto esta la figura del arte
óptico, el informalismo, etc.”iv.

De esta manera este arte controversial se enfrenta a un “sujeto”: que se puede


interpretar como un “yo”, encarnado en un espectador o en un público, donde la obra de
arte se puede poner a disposición para ser comprado, vendido, regalado, o donado
para subasta.

Para los fines de nuestro argumento diremos como el agotamiento del carácter utópico
de las vanguardias históricas del arte van marcando el paso para irse convirtiendo en
algo más claro; por eso Marcel Duchamp cuando escoge para sus exposiciones objetos
de la vida cotidiana, objetos de uso común está elevando estos entes al rango del arte y
esta abajando el arte al nivel cotidiano, haciendo que se rompan los estándares
estéticos de cómo se venía dando desde lo clásico. Para precisar lo antes mencionado
este artista dadaístav se convierte en el punto de quiebre y de giro, ya que constituye el
pasaje a lo que propiamente se podría denominar postmodernamente la pintura.
Para concluir este escrito la consideración del arte como manifestación cultural que
como exclusivo problema estético lo que se busca es analizar sólo las obras de arte en
su aspecto intrínseco pero también desentrañar su propio significado social. Sin
embargo, el punto de vista sociológico es rechazable cuando se absolutiza y se intenta
presentar como la única forma legítima de considerar la obra, confundiendo el
significado sociológico con el valor artístico que cada autor le pone.

Por eso también no se nos puede escapar anotar que existen otras dimensiones como
lo es el ámbito social y cultural, donde estas repercuten directamente tanto en la
creación de la obra como en la tarea de interpretarla. Esta complejidad de la
interpretación depende de la complejidad de la obra misma: la obra está condicionada
desde el punto de vista sociológico, desde el punto de vista sicológico y desde la
historia de los estilos. Estos tres aspectos no se deben separar cuando se vaya a
interpretar una obra porque todos están íntimamente ligados entre sí. Sin embargo, el
análisis de sus unidas relaciones puede constituir una gran introducción a la historia del
arte, pues cada momento está condicionado por todo lo anterior.
i
Pop Art, movimiento artístico iniciado en la década de 1950 en Estados Unidos y Gran Bretaña. Las
imágenes del Pop Art (abreviatura de Popular Art, ‘arte popular’) se inspiraron en la cultura de masas.
Algunos artistas reprodujeron latas de cerveza o sopa, tiras de cómic, señales de tráfico y otros objetos
similares en sus pinturas, collages y esculturas.

ii
Édouard Manet (1832-1883), pintor francés, cuyo trabajo inspiró el estilo impresionista, pero que
rehusó identificar su trabajo con este movimiento. El largo alcance de su influencia en la pintura
francesa y en el desarrollo del arte moderno en general se debió a su forma de retratar la vida cotidiana,
a su utilización de amplias y simples áreas de color y a su técnica de pincelada vívida.

ARROYAVE O. El pensamiento débil: ¿un filosofar a medio camino? Una confrontación con la obra
iii

de Gianni Vattimo, Universidad Pontificia Bolivariana, 2005.


iv
ÁVILA VÁSQUEZ, Manuel Oswaldo. Del desarraigo del arte o el arte del desarraigo Algunas
consideraciones en torno a lo contemporáneo*. En. Cuestiones de Filosofía. Tunja. Nº 8(Jun. 2007);
Pág. 37
v
Dadá o Dadaísmo, movimiento que abarca todos los géneros artísticos y es la expresión de una
protesta nihilista contra la totalidad de los aspectos de la cultura occidental, en especial contra el
militarismo existente durante la I Guerra Mundial e inmediatamente después. Se dice que el término
dada (palabra francesa que significa caballito de juguete) fue elegido por el editor, ensayista y poeta
rumano Tristan Tzara, al abrir al azar un diccionario en una de las reuniones que el grupo celebraba en
el cabaret Voltaire de Zurich. El movimiento Dadá fue fundado en 1916 por Tzara, el escritor alemán
Hugo Ball, el artista alsaciano Jean Arp y otros intelectuales que vivían en Zurich (Suiza), al mismo
tiempo que se producía en Nueva York una revolución contra el arte convencional liderada por Man
Ray, Marcel Duchamp y Francis Picabia. En París inspiraría más tarde el surrealismo. Tras la I Guerra
Mundial el movimiento se extendió hacia Alemania y muchos de los integrantes del grupo de Zurich se
unieron a los dadaístas franceses de París. En 1922 el grupo de París se desintegró.

BIBLIOGRAFIA

 Revista 100 Cuestiones de filosofía: Escuela de Filosofía y Humanidades. Facultad de


Ciencias de la Educación. —Nº 8 (2006). Tunja: UPTC, 2006. 31- 40 p. Anual ISSN
0123-5095.

 ROJO BETANCURT, Fernando Antonio. La Obra De Arte “Como Fetiche


Contemporáneo. Medellín: Fondo editorial ITM, 2009. 67-89 p. ISBN: 978-958-8351-
74-2.
 URIBE FERRER, René. La Crisis Del Arte Contemporáneo. En Revista Universidad
Pontificia Bolivariana. Medellín. Nº 94 Ene. - Jun. 1964. 247- 256.

 Microcurriculum U.P.B, El Arte Como Manifestación de la Cultura. Ed. U.P.B.

 Arte Contemporáneo Colombia Apropiación Ruptura. Pdf.

 ARROYAVE O. El pensamiento débil: ¿un filosofar a medio camino? Una confrontación con
la obra de Gianni Vattimo, Universidad Pontificia Bolivariana, 2005.

Você também pode gostar