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Las frutas y hortalizas forman un grupo muy variable de alimentos y una fuente
importante de vitaminas para la alimentación humana. Las hortalizas y frutas tienen
muchas semejanzas con respecto a su composición, métodos de cultivo y cosecha,
peculiaridades de almacenamiento y/o procesamiento.
DEFINICION
Hortalizas:
Se entiende como hortaliza:
- Toda planta herbácea producida en la huerta de la que una o más partes pueden
utilizarse como alimento.
- Fresca la de cosecha y consumo inmediato en las condiciones habituales de expendido.
- Desecada o deshidratada la que ha sido privada de la mayor proporción del agua de constitución.
Las hortalizas frescas destinadas a la alimentación deberán estar sanas y limpias. Se entiende por sana la que está libre
de enfermedades o de lesiones de origen físico, químico o biológico y limpia, la que está libre de insectos, ácaros o
cualquier sustancia extraña.
El termino hortaliza incluye a las verduras y excluye a las frutas y los cereales.
Verduras: Son hortalizas en la que la parte comestible son los órganos verdes de la planta como los tallos o las hojas
(acelga, espinaca).
Frutas:
Se entiende por fruta destinada al consumo, el fruto maduro procedente de la fructificación de una planta sana.
1. Fruta fresca: es la que habiendo alcanzado su madurez fisiológica presenta las características organolépticas
adecuadas para su consumo al estado natural, se hace extensiva esta denominación a las que se han
preservado en cámaras frigoríficas.
2. Fruta seca: es aquella que presenta, en su estado natural de maduración un contenido de humedad tal, que
permite su conservación sin necesidad de un tratamiento especial, como la nuez, avellana, almendra, castaña,
entre otras.
3. Frutas desecadas: es la fruta fresca, sana, limpia, con un grado de madurez apropiada, entera o fraccionada,
con o sin epicarpio, carozo o semillas, que ha sido sometida a desecación en condiciones ambientales naturales
para privarlas de la mayor parte del agua que contienen
4. Frutas deshidratadas: es la que reuniendo las características citadas precedentemente, se ha sometido
principalmente a la acción del calor artificial por empleo de distintos procesos controlados, para privarlas de la
mayor parte del agua que contienen.
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Dada la heterogeneidad tanto dentro de las fruta como de las hortalizas en cuanto la parte de la planta que derivan no se
puede establecer una estructura común ni para las frutas ni para las hortalizas. Algunos productos que son frutas desde el
punto de vista botánico son catalogados como hortalizas (tomate, guisantes, pepino, etc.) a pesar de ello se pueden
definir ciertas características comunes para los grupos de frutas y hortalizas más comunes.
Dentro de las frutas las bayas se caracterizan por tener un fino epicarpio de coloración que va desde el rojo de la fresa al
morado o negro de las moras. Estas frutas están formados por multitud de pequeños agregados (de ahí el termino poli
drupas utilizado para denominar a gran parte de las bayas). A partir de pistilos independientes se desarrollan las drupas,
cuya fusión da lugar a la fruta. Al igual que el resto de las frutas, el principal componente de las bayas es el agua, seguido
por los hidratos de carbono.
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A. Maduración y metabolismo pos cosecha: cuando una fruta o una hortaliza se cosecha no recibe de la planta agua y
nutrientes y la fotosíntesis termina. Sin embargo, continua la actividad fisiológica de tejido, es decir, el tejido sigue
viviendo y lo hace a expensas de su propio contenido. Esa actividad es producto de reacciones químicas entre
componentes del fruto y componentes del medio ambiente. Las principales reacciones que ocurren son las que
acompañan la denominada respiración.
B. Respiración: la respiración de los tejidos vegetales, consiste en la oxidación de los hidratos de carbono, por lo tato
origina la perdida de materia seca y la perdida de sabor azucarado. También ocurre ablandamiento o endurecimiento
de tejidos. Esta reacción consume el oxígeno del aire y produce dióxido de carbono, agua y calor. Estas reacciones
de respiración, también ocurre en la planta. Una vez cosechada continúan, pero en forma incompleta. Por ejemplo
las manzanas, frutillas, etc., pueden a través de la respiración, seguir madurando luego de cosechadas, inclusive
desarrollando color, la papa tiene una velocidad de respiración muy baja, pero con fenómenos contrapuestos según
la temperatura a que se expone. Por encima de 5°C la respiración se produce consumiendo azucares y formando
almidón, mientas que por debajo de 5°C, contrariamente consume almidón y forma azucares.
Estos ejemplos pretenden indicar que cada alimento merece un tratamiento particular de acuerdo a su
comportamiento. Como todas las reacciones químicas, estas dependen de la temperatura, cuanto más baja sea, más
lentamente se conduce la respiración.
Estas reacciones si no se interrumpen por algún motivo, conducen inevitablemente a lo que se denomina
senescencia y muerte del tejido, en este caso el fruto evoluciona hacia la putrefacción.
Otras alteraciones de importancia son las denominadas reacciones de pardeamiento, que ocurren de dos tipos
generales:
Pardeamiento no enzimático (oxidativos).
Pardeamiento enzimático.
Se producen por reacciones químicas entre los azucares, vitaminas, aromas, aminoácidos y proteínas, interviniendo
en algunas de ellas las denominadas enzimas. Producen amarronamiento, pérdida de valor nutritivo y en algunos
casos desarrollo de sabores y aromas indeseables.
C. Pardeamiento no enzimático: ocurre por la presencia de oxígeno en los tejidos vegetales. Este pardeamiento es
indeseable en la mayoría de las frutas y hortalizas frescas o elaboradas. Esta como toda reacción química se acelera
cuando aumenta la temperatura y tiene sobre ella importancia el daño físico, voluntario o no, golpes, magulladuras,
operaciones de pelado, cortado, etc., ya que se pone en contacto el tejido con el oxígeno de aire típico en papas,
manzanas, peras, etc.
D. Pardeamiento enzimático: producen, la pérdida de color, sabor y aromas, ya que estas reacciones ocurren
preferentemente entre las enzimas y los componentes responsables del color, sabor y aroma. Estas no podrían
producirse si el tejido no se daña ya que el daño físico es el que pone en contacto los componentes de la reacción.
Por ende estos daños están directamente ligados al daño físico y a los procesos pos cosecha de pelado, cortado,
triturado, congelado, deshidratado, etc.
E. Daños catalizados por la luz: si bien no son muy frecuentes, en algunos casos adquieren particular importancia. Por
ejemplo el enverdecimiento de la papa en el suelo de cultivo que es resultado de la fotosíntesis de clorofila debido a
la llegada de luz al tubérculo.
Daños microbiológicos: son daños producidos por microorganismos. Estos son seres microscópicos que abundad en el
aire, suelo, agua, en vegetales, animales, etc. Hay microorganismos muy útiles como los utilizados para obtener leches
fermentadas, hay algunos altamente peligrosos para la salud humana, cuando se los aísla de su modo natural, se lo
coloca en otro distinto y se le generan condiciones favorables para su desarrollo.
En el caso de las frutas y hortalizas, siempre se encuentran presentes en la superficie (flora saprofita) y si el producto no
se daña mecánicamente, el desarrollo de los microorganismos es lento, porque no encuentran suficiente material para su
nutrición, pus las frutas y hortalizas poseen cascaras protectoras.
Los microorganismos se clasifican en: bacterias, hongos (mohos) y levaduras. Estos pueden ser patógenos o no
patógenos de flora natural o flora contaminante.
Estos microorganismos pueden encontrarse presentes en el producto formando parte de la flora natural, o pueden
provenir de otros orígenes como flora de contaminación cuando no se respetan las normas higiénicas mínimas, por
ejemplo del estiércol que se utiliza para abono, manos y utensilios sucios, etc.
A su vez se distinguen los microorganismos no patógenos, los que no son peligrosos para la salud humana y los
patógenos que al contrario, representan un riesgo para el hombre. El desarrollo de los microorganismos está
estrechamente ligado a los caracteres del alimento y las condiciones que ofrece el ambiente, siendo las variables más
importantes las siguientes:
Característica del alimento:
A. Ph: a pH menores de 4,5 es más factible el desarrollo de hongos y levaduras que el de bacterias. A pH mayor o
igual que 4,5 es más factible el desarrollo de bacterias que el de hongos y levaduras.
B. Potencial de oxigeno: en este aspecto los microorganismos se clasifican:
Aeróbicos: necesitan oxígeno para su desarrollo.
Anaeróbicos: pueden desarrollar sin presencia de oxígeno.
Facultativos: desarrollan en presencia o ausencia de oxigeno pero con efectos distintos.
C. Actividad acuosa: se considera que:
Las bacterias requieren Aw mayor que 0,90.
Los hongos requieren Aw mayor que 0,80.
Las levaduras requieren Aw mayor que 0,88.
Esto son valores orientativos.
Condiciones ambientales:
A. Temperatura: cada tipo de microorganismo prolifera o desarrolla entre ciertos límites de temperatura y se
clasifican de la siguiente manera:
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Temperatura de desarrollo (°C)
microorganismos mínima optima máxima
psicrofilos -15 +10 +20
mesófilos +5, 10 +30, 40 +50
termófilos +40 +50 +65
Existen microorganismos con capacidad para sobrevivir e incluso desarrollarse a temperaturas elevadas, más de
65°C. Dentro de los termófilos se encuentra una bacteria que es peligrosa para la salud humana: Clostridium
Botulinum, está en condiciones propias, puede producir una toxina muy toxica para el ser humano. Esta es una
de las intoxicaciones alimentarias más grave y la enfermedad se denomina botulismo. Las condiciones para que
el Clostridium Botulinum produzca toxinas son: pH mayor o igual a 4,5 y ausencia de oxigen0 (anaerobiosis).
Otros microorganismos peligrosos son las Salmonellas, Listerias, Streptococcus Aureus, etc.
B. Humedad relativa: en frutas y hortalizas sanas la humedad relativa juega un papel muy importante en el
desarrollo microbiano. A mayor humedad relativa, mayor Aw sobre la superficie del alimento, por ende mayor
posibilidad de crecimiento microbiano
C. Atmosfera ambiente: con el manejo de la proporción de gases en la atmosfera ambiente se puede disminuir la
velocidad de crecimiento microbiano, como en el caso por ejemplo de las cámaras de enfriamiento con
atmosferas modificadas o con atmosferas controladas.
MÉTODOS DE CONSERVACION DE LAS FRUTAS Y HORTALIZAS
La preservación de alimentos puede definirse como el conjunto de tratamientos que prolonga la vida útil de aquéllos,
manteniendo, en el mayor grado posible, sus atributos de calidad, incluyendo color, textura, sabor y especialmente valor
nutritivo.
Esta definición involucra una amplia escala de tiempos de conservación, desde períodos cortos, dados por métodos
domésticos de cocción y almacenaje en frío, hasta períodos muy prolongados, dados por procesos industriales
estrictamente controlados como la conservería, los congelados y los deshidratados.
Si se considera la estabilidad microbiana, los métodos de preservación por un periodo corto como la refrigeración, son
inadecuados después de algunos días o semanas de acuerdo a la materia prima, puesto que se produce un desarrollo
microbiano acelerado.
En el caso de los procesos industriales, donde la conservación se realiza por la esterilización comercial, deshidratación o
congelado, el desarrollo microbiano es controlado hasta el punto en que el alimento que se elabora es seguro para su
consumo. Además, se debe tener en cuenta que el uso de envases adecuados es particularmente importante,
considerando que los procesos no tendrían ninguna validez si su envase no evita la contaminación posterior.
La preservación de frutas y hortalizas está dada por la utilización integral o parcial de la materia prima. En algunos casos
se necesita agregar durante el proceso un medio de empaque, como jarabe o salmuera, y en otros se usa la materia
prima sola sin agregados, como en los congelados. La materia prima puede transformarse, formularse en forma diferente,
dependiendo del producto que se desea obtener, por ejemplo, hortalizas en salsa, sopas, jaleas, encurtidos (pickles) y
jugos.
Para una misma materia prima se pueden considerar diversas posibilidades de proceso, las que originarán distintos
productos. Es así como en el caso de la piña, por ejemplo, se puede obtener conservas en rodajas o tiras; pulpas o jugos,
todos a partir de la misma materia prima.
En forma general, los métodos de conservación se pueden clasificar en tres tipos:
Métodos de preservación por períodos cortos
Refrigeración.
Almacenaje refrigerado con atmósfera modificada.
Tratamientos químicos superficiales.
Condiciones especiales de almacenaje.
Sistemas de embalaje que involucran modificación de atmósfera.
Métodos de preservación por acción química
Preservación con azúcar.
Adición de anhídrido sulfuroso.
Conservación por fermentación y salado.
Tratamiento con ácidos (adición de vinagre).
Uso de aditivos químicos para control microbiano.
Métodos de preservación por tratamientos físicos
Uso de altas temperaturas.
Uso de bajas temperaturas.
Uso de radiaciones ionizantes.
La mayoría de estos métodos involucra una combinación de técnicas. Por ejemplo, existe una combinación entre
congelación y deshidratación y conservas, pasteurización y fermentación. Además de la necesidad de contar con envases
y embalajes adecuados que aseguren la protección del alimento contra microorganismos.
Los métodos de conservación que se mencionarán en este manad, dada su naturaleza, son: las conservas, la
pasteurización, la conservación por adición de sólidos solubles (azúcar), la adición de ácido (vinagre) y el secado natural
de frutas y hortalizas.
Preservación mediante altas temperaturas
Entre los procesos que usan días temperaturas como medio de conservar los alimentos, se encuentran las conservas y
los productos pasteurizados (jugos, pulpas). Estos procesos térmicos involucran la esterilización o pasteurización en
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frascos, botellas, u otros envases con la misma función. Además existen otros envases como los tarros de hojalata y la
esterilización de productos a granel y luego su envasado aséptico.
Esterilización comercial
La esterilización, como método de conservación puede ser aplicada a cualquier producto que haya sido pelado, trozado o
sometido a otro tratamiento de preparación, provisto de un envase adecuado y sellado en forma hermética de manera de
evitar la entrada de microorganismos después de la esterilización y también la entrada de oxígeno. El envase debe
presentar condiciones de vacío para asegurar la calidad del producto.
El objeto de la conservería, cuyo punto principal es la esterilización comercial, es destruir los microorganismos patógenos
que puedan existir en el producto y prevenir el desarrollo de aquellos que puedan causar deterioro en el producto.
La esterilización evita que sobrevivan los organismos patógenos o productores de enfermedades cuya existencia en el
alimento y su multiplicación acelerada durante el almacenamiento, pueden producir serios daños a la salud de los
consumidores. Los microorganismos se destruyen por el calor, pero la temperatura necesaria para destruirlos varía.
Muchas bacterias pueden existir en dos formas, vegetativa o de menor resistencia a las temperaturas, y espatulada o de
mayor resistencia. El estudio de los microorganismos presentes en los productos alimenticios ha llevado a la selección de
ciertos tipos de bacterias como microorganismos indicadores de éxito en el proceso.
Los microorganismos indicadores son los más difíciles de destruir mediante los tratamientos térmicos, de manera que si el
tratamiento es eficiente con ellos lo será con mayor razón con aquellos microorganismos más termo sensibles.
Uno de los microorganismos más usados como indicador para procesos de esterilización comercial es el Clostridium
Botulinum, el cual es causante de serias intoxicaciones debido a alimentos de baja acidez, o conservados en ambiente de
vacío, dos de las condiciones para la producción de toxinas por el microorganismo.
El calor destruye las formas vegetativas de los microorganismos y reduce a un nivel de seguridad las esporas, es decir,
las formas resistentes de los microorganismos, asegurando que el producto pueda ser consumido sin problemas por el ser
humano.
Los productos que pueden ser sometidos al proceso de conservación por esterilización comercial son muy variados. Las
frutas en general pueden ser procesadas de esta manera, siendo las piñas y las guayabas dos ejemplos de estos
productos. Son productos ácidos y, en relación al Clostridium Botulinum son altamente seguros, pues el microorganismo
no encuentra a ese nivel de acidez las condiciones adecuadas para producir la toxina, que es altamente efectiva y mortal
en el ser humano. Productos de baja acidez como la mayoría de las hortalizas, pueden estar contaminados con el
microorganismo y producir la toxina durante el almacenaje.
Por las razones antes expuestas, no es aconsejable procesar hortalizas de baja acidez en condiciones domésticas o
artesanales que no permitan un adecuado control del proceso.
Pasteurización
Su aplicación es fundamental para los productos, como pulpas o jugos, que nos interesan para los fines de este curso.
Corresponde a un tratamiento térmico menos drástico que la esterilización, pero suficiente para inactivar los
microorganismos causantes de enfermedades, presentes en los alimentos. La pasteurización, inactiva la mayor parte de
las formas vegetativas de los microorganismos, pero no sus formas esporuladas, por lo que constituye un proceso
adecuado para la conservación por corto tiempo. Además, la pasteurización ayuda en la inactivación de las enzimas que
pueden causar deterioro en los alimentos. De igual modo que en el caso de la esterilización, la pasteurización se realiza
con una adecuada combinación entre tiempo y temperatura.
La elaboración de jugos y pulpas permite extender la vida útil de las frutas y algunas hortalizas. Ello es posible gracias a la
acción de la pasteurización que permite la disminución considerable de los microorganismos fermentativos que
contribuyen a acidificar el jugo a expensas de los azúcares presentes en él.
La pasteurización de los jugos, clarificados o pulposos y de las pulpas de las frutas, permite la estabilización de los
mismos para luego conservarlas mediante la combinación con otros métodos como la refrigeración y la congelación, todo
lo cual contribuirá a mantener la calidad y la duración del producto en el tiempo.
Secado
La preservación de alimentos a través de la remoción de agua, es probablemente una de las técnicas más antiguas que
existen. En el pasado, el proceso se simplificaba poniendo directamente el producto al sol, esparcido en el suelo sobre
sacos, esteras de hojas de plantas e incluso directamente en el suelo desnudo.
Hoy, la calidad de los productos secos ha mejorado debido a una serie de factores, entre los cuales se cuentan los
siguientes.
A. El uso de equipos deshidratadores para el secado solar y artificial, aumentando la eficiencia de la deshidratación.
B. El uso de pre tratamientos químicos para la mejor conservación de color, aroma y sabor de los productos.
El principio básico en el cual se fundamenta la deshidratación es que a niveles bajos de humedad, la actividad de agua
disminuye a niveles a los cuales no pueden desarrollarse los microorganismos ni las reacciones químicas deteriorantes.
En general, hortalizas con menos de 8% de humedad y frutas con menos de 18% de humedad residual no son sustratos
favorables para el desarrollo de hongos, bacterias ni reacciones químicas o bioquímicas de importancia.
Existen reacciones, como las de empardeamiento no enzimático, que pueden desarrollarse a velocidades reducidas, en
ambientes con bajo nivel de agua, pero requieren de altas temperaturas ambientales. Otras reacciones son las de
oxidación de las grasas, las cuales pueden llevarse a cabo a contenidos de agua muy reducidos, pero que son aceleradas
por luz y temperatura. Así, el envasado y el ambiente en que se mantienen los productos deshidratados resultan de
mucha importancia para la buena conservación de los mismos.
Es muy importante evitar la contaminación con polvo y otras sustancias que pueden ser portadoras de microorganismos
resistentes a las bajas humedades, como por ejemplo excrementos u orina de roedores o animales domésticos, productos
químicos, pesticidas y otros. Se debe tener mucho cuidado con los lugares usados para realizar el secado.
El tiempo de secado y la humedad final del producto, dependerán de la localización del secador, de las condiciones
climáticas del lugar y de las características del producto, secándose más rápido el material trozado en pequeñas
porciones y con una mayor superficie de secado.
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El manejo del proceso de secado debe ser cuidadoso si se desea tener un producto de calidad. Muchas veces es
necesario un secado a la sombra para mantener las características sensoriales del producto como color, aromas y textura
adecuados.
Conservación mediante la adición de azúcar
La adición de azúcar se usa fundamentalmente en la elaboración de mermeladas, jaleas y dulces. Esto involucra hervir la
fruta, adicionar el azúcar en cantidades variables dependiendo de la fruta y el producto a preparar, y continuar hirviendo
hasta que alcance el nivel de solidos solubles que permita su conservación.
La adición de azúcar más ciertas sustancias de las frutas producen la consistencia de gel que conforma la textura de las
mermeladas y jaleas. Para lograr esto es necesario que exista un nivel de acidez y un porcentaje de azúcar adecuados.
Algunas frutas no tienen la sustancia llamada pectina en cantidad suficiente para formar un gel adecuado, en cuyo caso
es necesario agregarles una pectina exógena. Existe diferencia entre las manzanas o cítricos y los berries, como la
frambuesa o la frutilla. En los primeros hay un alto nivel de pectina, no así en los segundos.
Durante el proceso de hervir la fruta con el azúcar, la sacarosa -que es el azúcar agregado- se desdobla en parte en sus
componentes, fructosa y glucosa, lo que permite dos importantes efectos en el producto, mayor solubilidad que evita la
cristalización y, por otra parte, un mayor dulzor. Este proceso se denomina inversión de la sacarosa.
Las mermeladas y los otros productos nombrados se conservan debido a un principio denominado actividad de agua. La
actividad de agua es la disponibilidad de agua libre para reaccionar y permitir el desarrollo de los microorganismos.
Mientras menor sea la actividad de agua, menor la incidencia de reacciones deteriorantes y microorganismos.
El nivel de agua en las mermeladas permite el desarrollo de mohos. De esta manera, si se desea conservar el producto se
debe contar con el uso de vacío en su envasado, mediante el llenado en caliente o, el uso de sustancias químicas
fungistáticas, como benzoato de sodio y sorbato de potasio, que impiden el desarrollo fungoso. De ser posible, siempre es
mejor la primera alternativa, aunque requiere de envases de vidrio que son más caros.
Conservación mediante regulación del pH
La mayor parte de los alimentos podrían conservarse en buenas condiciones microbiológicas cuando el medio tiene un pH
menor de 4.0, de modo que se han desarrollado, para frutas y hortalizas, una serie de métodos que persiguen controlar el
pH mediante la producción endógena de ácido o por adición exógena de algún ácido orgánico como el acético, el cítrico e
incluso el láctico.
La acidificación de hortalizas de baja acidez para poder procesarlas mediante esterilización comercial, con períodos cortos
a temperaturas de alrededor de 100° C, es una metodología muy práctica para trabajar a pequeña escala, incluso a escala
artesanal.
La preparación de encurtidos (pickles) de diversas hortalizas, mediante una fermentación natural con producción de ácido
láctico, es también un método muy adecuado de conservación para pepinillos, cebollitas, zanahorias, ají, y otras que
regularmente se comercializan en grandes volúmenes en todo el mundo.
Lo importante es controlar el pH hasta un nivel de alrededor de 3.5, de manera de tener un nivel de acidez adecuado para
obtener un producto de agradable sabor en términos de ácido láctico. Este es producido naturalmente, por la fermentación
de sustratos constituyentes del material, por acción de microorganismos presentes en él.
La acidez de un encurtido que ha sido preparado por adición de ácido acético o vinagre, debe ser de alrededor de 4% y
hasta 6%, expresado en acidez cítrica. Además del ácido los encurtidos son adicionados de sal, la cual tiene una
reconocida propiedad antiséptica y, en niveles adecuados puede asegurar una buena calidad del producto por mucho
tiempo, además de dar buenas características sensoriales de textura y sabor al producto.
Es necesario enfatizar el hecho de que estos procesos de fermentación natural en salmuera, son desarrollados por
microorganismos que actúan en condiciones anaeróbicas, es decir, para obtener un buen producto, es necesario asegurar
condiciones de baja tasa de oxígeno en el sistema.
El producto se sumerge en salmuera o se adiciona de sal seca en pequeño volumen (en el repollo para fermentado) y se
le dan condiciones de anaerobiosis en una bolsa de polietileno o en un depósito lo más hermético posible.
La temperatura es un factor importante en este tipo de proceso, debiendo ser no inferior a 15° C, con mejores resultados a
25° C.
OBTENCION INDUSTRIAL DE LAS FRUTAS Y HORTALIZAS
Para cada tipo de fruta y hortaliza hay uno o más procesos de industrialización, cada uno de los cuales presenta
problemas específicos en relación al control de procesos y generación de residuos. Es posible, sin embargo, identificar
algunos procesos unitarios básicos, que se repiten en los diferentes procesos de industrialización y que tienen
características similares.
Operaciones preliminares
Limpieza y preparación preliminares:
Todas las frutas y hortalizas a ser procesadas deben ser liberadas de la tierra adherida, jugo seco, insectos y
residuos químicos. Esto se realiza en baños de agua y aspersión a presión, mientras la materia prima se traslada en
cintas transportadoras o se pasa a través de tamices agitados.
Limpieza e inspección:
Los productos hortofrutícolas son sometidos a limpieza para remover materias extrañas y material dañado. Se efectúa
una clasificación según tamaño, madurez, peso, calidad u otras características. Estos procesos usan tanto procesos
secos como húmedos, así como operaciones mecánicas y manuales. Ejemplos de sistemas secos son la agitación
manual, tamices, chorros de aire y cintas y rodillos transportadores, en tanto métodos húmedos son la aspersión de
agua, flotación, inmersión y arrastre en canales.
Trozado, deshuesado, eliminación de fallas y cortado:
Algunas materias primas deben trozarse en tamaños específicos; los sobrantes pueden utilizarse o descartarse. Este
proceso se realiza habitualmente en forma manual. El deshuesado, eliminación de fallas y cortado, son normalmente
procesos mecánicos.
Pelado:
La remoción de la cáscara puede ser manual, mecánica o química. Esta última se utiliza para los productos más
frágiles (por ej.: tomates y duraznos).
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Preparación y transporte:
Antes de entrar al proceso final, los productos son inspeccionados para asegurar la calidad. En la planta, el transporte
se efectúa mediante bombeo, canales o cintas transportadoras.
Operaciones finales
Blanqueo:
Esta operación expone el producto a una alta temperatura por un período breve. Se utiliza agua caliente para
vegetales enlatados y vapor para hortalizas congeladas y deshidratadas. El principal propósito de este proceso es
inactivar o retardar la acción de bacterias y enzimas que provocan una rápida pérdida de calidad. Efectos secundarios
positivos del blanqueo son la eliminación de aire y gases del producto. Después del blanqueo, el producto se enfría
rápidamente para prevenir el deterioro del sabor y del color.
Pulpado y colado:
Sólo se efectúa para algunos productos específicos (por ej.: pulpa de manzana y alimentos infantiles) y consiste en la
molienda de la fruta y/o verdura.
Cocción:
La cocción y otros métodos de calentamiento de los productos también se efectúan en casos específicos (por ej.:
pasta de tomate).
Mezclado e incorporación de aditivos:
Algunos componentes específicos, como saborizantes o preservantes, se agregan al producto principal. Pueden ser
especies, agentes espesadores, agua, sal, jarabes, etc.
Inspección final y envasado:
Después de la inspección final, los productos se envasan en latas metálicas, botellas de vidrio o tambores. Después
del llenado, el exterior de los envases se lava habitualmente con agua caliente.
Proceso térmico:
Luego del llenado y sellado, las latas son calentadas a alta temperatura para esterilizar su contenido.
Producción de jugos
La elaboración de jugos requiere de las operaciones preliminares ya descritas. Posteriormente, requiere algunas
operaciones específicas, indicadas a continuación:
Extracción, usualmente mediante prensas.
Tamizado, para remoción de impurezas como semillas y pulpa.
Eliminación de aceite, especialmente para jugos de cítricos.
Concentración (si se requiere), precedida de pasteurización.
BIBLIOGRAFÍA
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Rodríguez Rivera, Víctor Manuel- Bases de la Alimentación Humana- Netbiblo, 2.008