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Dislexia y disléxicos Por Stanislas Dehaene *

Dislexia: dificultad para aprender a leer


Trastorno que tiene origen genético que puede resolverse mediante tratamientos psicológicos.
Algunos niños, inteligentes y con un desarrollo normal, experimentan una dificultad desproporcionada para aprender a
leer: padecen dislexia.
se equivoca en todas las sílabas, mezcla los sonidos, adivina las palabras sin pensar, se desalienta pronto... y también
desalienta a los que lo rodean.
es una dificultad desproporcionada para aprender a leer que no se puede atribuir al retraso mental, a un déficit sensorial
o a un contexto familiar desfavorecido.
Esta definición deja en claro que no todos los lectores con dificultades son disléxicos.
Los déficit auditivos mal diagnosticados, un bajo nivel de coeficiente intelectual, un contexto educativo pobre, o
simplemente la complejidad de las reglas ortográficas pueden explicar algunos de los problemas de los niños con la
lectura.
Sólo cuando todas estas causas posibles se han eliminado, uno sugeriría que se trata de un caso de dislexia.
No existe una línea divisoria entre los lectores normales y los disléxicos.
Varios indicadores apuntan a los orígenes cerebrales de la dislexia.
Estudios genéticos en cientos de familias confirman que las habilidades lectoras son heredables.
Dentro de una familia, si un niño sufre de dislexia, sus hermanos tienen un 50 por ciento de posibilidades de ser
disléxicos también.
Existe un rango de factores de riesgo y un grupo de genes que conspiran colectivamente para afectar la adquisición de la
lectura.
Varios resultados parecen indicar una anomalía en el procesamiento fonológico de los sonidos del habla.
La mayoría de los niños disléxicos parece sufrir de un déficit en el procesamiento de los fonemas, los constituyentes
elementales de las palabras habladas.
Un problema que parece estar restringido a la lectura se originaría en déficits en el procesamiento del habla.
La instrucción en la lectura capitaliza la presencia de conexiones eficientes entre los procesadores visuales y fonológicos
que son previas al aprendizaje de la lectura.
Cuando los maestros escuchan que la dislexia se debe a anomalías en el cerebro, muchos llegan a la conclusión de que
ellos no tienen la capacidad de lidiar con este problema
Cada nuevo episodio de aprendizaje altera nuestros circuitos neuronales, y de esta forma da la oportunidad de
sobreponerse a la dislexia y a otros déficit del desarrollo.
Gracias a los avances en la psicología de la lectura, hoy se diseñan mejores métodos de intervención
Incrementar la conciencia fonológica ayudando a los chicos a manipular letras y sonidos.
Por ejemplo, les muestran a los chicos pares de palabras similares como “tono” y “bono” y les explican que cambiar una
letra de lugar convierte a una palabra en otra. El paso siguiente consiste en mostrar que la misma letra “t”, que
convierte “bono” en “tono”, también se puede usar para escribir otras palabras como “toca”, “trazo” o “talón”; y que la
letra “b” transforma mágicamente estas palabras en “boca”, “brazo” o “balón”.
Una gran cantidad de estudios ha demostrado que la plasticidad cerebral se maximiza con el entrenamiento intensivo
alternado con períodos de sueño.
motivación, atención y placer del niño.
disfrazar la alfabetización como un juego de computadora.
El objetivo es apuntar a lo que el psicólogo ruso Lev Vigotski llamó “zona de desarrollo próximo”, donde los nuevos
conceptos se pueden aprender al máximo porque son suficientemente difíciles para atrapar al niño pero
suficientemente fáciles para que se sientan alentados.
decodificación de palabras eficiente, fluidez lectora perfecta
mensaje de esperanza.

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