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¿Qué dice la anoréxi©a?


Anorexia: el lenguaje del desafío
Rafael Matas Vázquez
Psicólogo Especialista en Psicología Clínica
Supervisor Docente de la Escuela de Terapia Familiar
de Málaga (C.E.T.RE.S.)

RESUMEN

Éste es el principal interrogante que deberíamos plantearnos como clínicos cuando tenemos en
la consulta muchas mujeres que empiezan a comer cada vez menos hasta acabar deteriorándose física y
psicológicamente. El desafío que despliegan no es una manifestación de fortaleza o independencia, sino
una manera de expresar su sufrimiento y malestar psíquico.

Nombrar a la anorexia y construir una condición de “enferma” encierra a estas mujeres en


identidades y roles sociales que retardan o impiden el desarrollo de su propia voz y diluyen su potencia-
lidad como agentes de sus propias vidas. Comprender la naturaleza de esta paradoja requiere prestar
atención al campo social y discursivo en el que ciertas mujeres se constituyen a sí mismas como anoréxi-
cas.

SUMMARY

As clinicians this is the main question we should ask ourselves, keeping in mind the high rate of women
who decrease their food intake progressively until they suffer physical and psychological deterioration.
The challenge they open out is not a declaration of strength or independence but an expression of their
psychic suffering.

Adopting the role of being an anorexic patient involves delaying or preventing the development
of their own entity and diluting the potential of being in charge of their own lives. Understanding the na-
ture of this paradox will require paying attention to the social aspect of anorexia and their speech of
challenge of these patients, in the context of becoming anorexic patients.

1.- LA ANOREXIA COMO SÍNTOMA Desde esta perspectiva, la condi-


ción de enferma, paradójicamente, pone
La anorexia tiene algo de espec- en marcha un engranaje discursivo en la
tacular y de incomprensible. Es la posi- red social y asistencial que termina te-
ción ajena y distante de las anoréxicas niendo a estas mujeres cautivas en una
lo que las hace tan irritantes y turbado- identidad de “anoréxicas”, diluyendo su
ras. capacidad y su potencialidad de asumir
Ante la demanda creciente, la responsabilidad por sus actos y de cons-
psicología y la medicina suelen respon- tituirse en sí mismas socialmente como
der, quizás como una autodefensa frente agentes de sus propias vidas.
a la impotencia terapéutica, con un am- Esta conceptualización del pro-
plio despliegue de datos de la psicopato- blema de la anorexia, está acarreando
logía, de las manifestaciones clínicas y desastrosas consecuencias que se hacen
la evolución de la anorexia como “en- evidentes en los fracasos terapéuticos. Y
fermedad”. es que si no empezamos a poner la mi-
rada del problema en su totalidad, en el
contexto en el que aparece y se mantie-
ne, va a resultar muy difícil construir al-

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ternativas de cambio y éxito en el tra- sión en los trastornos de la conducta


tamiento. alimentaria.
Propongo un modelo explicativo Muchos de estos casos son en
desde mi experiencia clínica (para que realidad un tipo de trastorno denomina-
sea válida tiene que ser justificada), se- do bulimia (la última “avalancha”), que
gún el cual, estamos ante un problema se caracteriza por comer sin medida y
clínico de causa no orgánica en el que en exceso para autoprovocarse a conti-
hay una basta expresión de manifesta- nuación el vómito por un intenso temor
ciones orgánicas y que se presenta bajo a coger peso. Estas personas pasan mu-
dos formas básicas. cho tiempo haciendo dietas y regíme-
nes, hasta que vuelven a perder el con-
En algunos casos, la anorexia, el trol y se dan el atracón. El hambre de la
síntoma anoréxico, es el equivalente de bulímica es insaciable, pues no corres-
un rechazo radical: de la comida, del ponde a una necesidad física sino psico-
cuerpo, de sí mismo, del “otro”... Como lógica. Lo que buscan estas pacientes,
modo de permanecer estáticas, en una más que alimentarse, es aplacar un
actitud que atenta contra la misma natu- hambre cuya verdadera naturaleza igno-
raleza, lo que equivale a la autodestruc- ran.
ción. Desde esta posición la anoréxica
rechaza doblegarse a las exigencias de A diferencia de la anorexia y la
un entramado social (gobernado por la bulimia, la ingesta compulsiva afecta
opulencia-saturación y el papel nutricio por igual a hombres y mujeres de cual-
de la mujer) que acarrea su aniquilación quier edad, los cuales se sienten lleva-
como persona, al igual que su cuerpo dos por la necesidad imperiosa de darse
rechaza la ingestión de comida. En de- atracones de comida para vencer la an-
finitiva, es en esta posición donde la sa- siedad, atiborrándose de forma irracio-
lud está gravemente amenazada. nal sin sentir hambre y para conjurar la
angustia que sentiría si no realizase este
Donde existe un incremento im- comportamiento.
portante de casos, es en un tipo de ano-
rexia en el que el síntoma anoréxico no Aunque la anorexia es, funda-
equivale tanto a un rechazo, cuanto a mentalmente, un cuadro que afecta a la
una problematización: de la comida, de población femenina, casi un cinco por
la imagen corporal, de las relaciones ciento de los pacientes son varones. El
familiares y sociales .En un discurso so- anoréxico presenta una especie de re-
cial basado en la competitividad, el in- chazo a encarnar la imagen tradicional
dividualismo y el éxito, el único objeti- del varón fuerte y musculoso impuesta
vo es ser distinta, transformar sus con- por la sociedad y persigue una imagen
diciones de vida, por una tendencia a de delgadez fina y delicada. Por el con-
sobrevalorar a los demás y despreciar lo trario, como en la ortorexia y vigo-
que ellas son. Desde esta posición la rexia, otros varones jóvenes viven ex-
anoréxica se rebela contra su aspecto fí- clusivamente pendiente de su físico y de
sico, de lo único que se siente dueña es su peso, las restantes cuestiones pasan a
de su propio cuerpo y hacia él encamina ser secundarias, provocando un deterio-
todos sus esfuerzos. ro de su salud y de su vida social.
Pero no es anorexia todo lo que En un mundo donde no hay lu-
“reluce”. Problemas diversos han en- gar para otra cosa que no sea la compe-
contrado un vehículo común de expre- titividad y el éxito, muchas personas se
sienten a sí mismo despreciables. Todas

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las comparaciones se transforman en Presa del atrapamiento de esta


una mortificación, conformando un au- alternativa, donde la elección se sitúa
toconcepto y una autoestima muy dete- entre responder al deseo de los otros (en
riorados. En definitiva, desde esta posi- la mayoría de los casos se puede consta-
ción, la anoréxica (como ya se ha men- tar una relación particular con la madre)
cionado, la inmensa mayoría son muje- o al suyo propio, no encuentra más sali-
res) buscaría con su actitud una especie da que replegarse en un mundo interior,
de autodefinición, construir un modo de en practicar la huida hacia “dentro” que
verse a sí misma distinto que autoafirme supone la anorexia. La exteriorización
su propia existencia individual. del malestar, la hace sentirse más vulne-
rable y débil.
Para estas mujeres lo importante,
en el fondo, no es estar delgadas, sino ¿Qué tiene, qué hace en el mun-
llegar a ser ellas mismas. Lo que habría do y en la vida? La respuesta viene por
que procurar es que, para ello, no tuvie- sí sola. Nada de nada. Se siente llena de
ran que pagar un precio tan alto. decepciones y la inunda un inmenso
sentimiento de SOLEDAD. El vacío se
deposita en sí misma, en su persona.
2.- EL PROCESO DE CONSTRUC- Es el inicio del desafío. Desafío
CIÓN DEL SÍNTOMA
contra ella misma, contra su cuerpo, co-
La paciente anoréxica, antes del ntra los otros, como mecanismos de sal-
inicio del trastorno, suele ser considera- vación contra la soledad.
da como especialmente buena, respon-
El rechazo a la comida es la ba-
sable y cumplidora. Con la aparición del
talla de la anoréxica por controlar su
cuadro, la joven se vuelve hostil, irrita-
cuerpo, para así controlar su vida. Es
ble, negativista y desconfiada. una manera de bloquear el crecimiento,
No debería sorprender que el de dominar su cuerpo, de controlarse
trastorno aparezca, en la mayoría de los absolutamente. Protestando desde una
casos, en un momento “virulento” del situación límite, convirtiéndose así en
desarrollo, lleno de cambios que gene- un poderoso revulsivo de su contexto.
ran tensión y angustia. La joven se ve
Así, querer ver la obsesión por
amenazada por una intensa preocupa-
adelgazar sólo en un intento de adecua-
ción: SER RECHAZADA. Siente una
ción a los modelos estéticos imperantes
desesperada necesidad de aprobación,
o en un trastorno autoperceptivo es una
de AGRADAR AL OTRO.
falacia: la anorexia es la respuesta a un
Crecer, al menos en el terreno cuerpo invadido de sufrimiento y sole-
emocional, se le hace difícil. A medida dad que exige ser reconocido, ser valo-
que va creciendo siente que no puede rado, ser amado.
afrontar y encarar las nuevas experien-
Pero, ¿cuál es la función del re-
cias del mundo adulto .La inunda un
chazo a la comida? Rebelarse. Controlar
fuerte TEMOR AL FRACASO y una
el resto de su vida en el empeño de
gran DESVALORIZACIÓN. construirse como “otra mujer”, querien-
La cuestión es: ¿cómo seguir el do sobrevivir sólo en sus propios térmi-
propio camino encontrándose a sí mis- nos. En palabras de Mara Selvini: “los
ma despreciable?, ¿cómo construir una trastornos alimenticios serían un intento
vida propia sin traicionar o ser desleal a de la mujer por ser ella la creadora de su
los que nos lo han dado todo? propio cuerpo y una manera de afirmar

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que es libre de hacer lo que desea con tuamente afectados en una cadena de
su cuerpo y su vida”. circularidad causal. En este sentido la
familia, como sistema, debe mantener la
Lo terrible es que ese esfuerzo, estabilidad (homeostasis) que define su
que esa batalla, paradójicamente, se identidad y, al mismo tiempo, promover
hace estéril cuando la paciente anoréxi- cambio y crecimiento.
ca se instala en el síntoma y la conducta
más radical: una supervivencia que S. Minuchin (1990) desarrolló
obliga a renunciar a la vida. un modelo estructural de organización
familiar en familias con pacientes ano-
réxicas. Para él la primera característica
3.- EL PROCESO TERAPÉUTICO de estas familias es el aglutinamiento.
Estas familias funcionan como si fueran
Desde el primer contacto, se de- uno solo, hay continuas intromisiones
be reformular la conducta anoréxica en la autonomía y la privacidad de unos
como la consecuencia del problema con otros, existiendo un problema de
fundamental: el sufrimiento personal. límites entre los distintos subsistemas.
Se debe subrayar la necesidad de enten- Al haber límites difusos, se provoca una
der la función del síntoma: ¿qué males- confusión de roles y funciones.
tar de fondo se esconde detrás de la ano-
rexia? La conducta anoréxica, como La segunda característica, es la
cualquier conducta, tiene un valor de sobreprotección. A consecuencia de lo
mensaje, un mensaje implícito que hay anterior, hay un sentimiento de protec-
que escuchar en un proceso que supone ción muy grande por parte de todos los
dejar que el síntoma y la demanda se miembros de la familia que la lleva a
despliegue en su complejidad, en el nu- movilizarse para de esta manera intentar
do de relaciones que condensa. evitar los conflictos; ya que estas fami-
lias tienen muy poca tolerancia al con-
El síntoma de la anoréxica res- flicto.
ponde a lo que hay de sintomático en el
sistema familiar o en la trama interacti- La tercera característica, es la ri-
va de la red social significativa, aunque gidez, entendida como la resistencia al
la naturaleza de las interacciones estén a cambio. Para estas familias, la familia
su vez determinadas por la conducta de es la gran institución, que suele estar
la paciente en un proceso recursivo, en volcada hacia ellos mismos buscando en
un proceso con historia que involucra a sus propios miembros modelos y ejem-
la paciente en otras historias y bloquea plos, con escasas relaciones hacia el ex-
la suya propia. terior y tratando de mantener la unidad
y el equilibrio familiar a toda costa.
El punto de partida de la terapia
familiar sistémica es el concepto de fa- Para S. Minuchin, los hijos de
milia como un sistema. En este sentido, estas familias están obligados a mante-
la familia es un todo en sí misma, cuya ner una dinámica familiar que persigue
identidad es diferente a la de cada uno la unidad. La anoréxica se convierte así
de sus miembros individuales. Como en la reguladora de las tensiones de la
tal, tiene metas que cumplir que están familia; por un lado, desvía la atención
evolutivamente pautadas y su cumpli- al constituirse como el centro de la fa-
miento dependerá de la complejidad de milia y, por otro lado, en los momentos
los procesos interactivos de los miem- en que surge tensión en la familia el
bros de la familia, en cuyo contexto to- conflicto pasa a segundo plano, ya que
dos los comportamientos resultan mu-

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se suprime por el bien y la salud de la guiente forma: a) Familias de conflicto


anoréxica. manifiesto: pareja parental en conflicto
abierto y cuyos hijos están incluidos
H. Stierin y G. Weber (1990) triangularmente, tomando partido como
describen un tipo ideal de familia ano- defensor o cuidador de uno de los pa-
réxica cuyas principales características dres; b) Familias que funcionan como
son la cohesión familiar, el autosacrifi- una jaula de oro: aquellas que son tan
cio y la abnegación o renuncia personal. generosamente proveedoras que hacen
Estos elementos del funcionamiento que todo lo que pertenezca al mundo
familiar impiden la individualización re- externo parezca deslucido y “no confia-
lacional de sus miembros y su consi- ble” y c) Familias que funcionan como
guiente emancipación emocional. Estas una jaula de cristal: se asemejan mucho
familias suelen tener un poderoso vín- a las anteriores, pero la diferencia está
culo de lealtad que hace que los hijos se en que las rejas de la jaula son invisibles
vuelvan susceptibles a ella; así los pa- para sus habitantes, de modo que salir
dres esperan la misma lealtad por parte es muy difícil (porque lo implícito niega
de sus hijos, haciendo de ellos sus alia- lo explícito), y aquel que se atreve a
dos adultos. En estas familias con fre- cuestionar el sistema es automáticamen-
cuencia los padres vuelcan sus vidas en te desconfirmado.
las funciones parentales y la relación de
pareja es básicamente a través de los M. Selvini (1975), en su etapa
hijos, manteniéndose unidos por ellos del método paradójico, realiza una re-
porque no son pareja sino padres. formulación paradójica del síntoma ano-
réxico, un particular tipo de connotación
positiva que prescribía a la paciente que
persistiera en su comportamiento para
H. Stierin y G. Weber afirman
mantener la cohesión familiar tan estre-
que la hija anoréxica, al negarse a co-
cha, definida como “buena” y que sólo
mer, rechaza esa expresión de amor,
podía obtenerse a expensas de una “pa-
iniciando su individualización contra los
ciente designada” que se constituía en
padres.
una mártir voluntaria que se ofrecía en
Para L. Onnis (1990) las familias sacrificio por el bien de su familia.
con hijas anoréxicas encierran un pro-
En el libro “Los juegos psicóti-
blema de pareja desde el mismo mo-
cos de la familia” (1988), M. Selvini
mento de su constitución. En el juego
describe una serie de reglas en las fami-
que mantienen el trastorno de la hija
lias con pacientes anoréxicas. Estas re-
constituye un elemento muy importante
glas fundamentales son: 1) cada miem-
para que esta pareja no se disuelva o no
bro rechaza los mensajes de los otros
caiga en contradicciones al enfrentarse
(ya sea a nivel de contenido, ya sea a
como pareja. El trastorno anoréxico
nivel de relación) con una elevada fre-
funciona para darle fundamento al
cuencia; 2) todos los miembros de la
hecho de que estén juntos, ya que es su
familia revelan grandes dificultades pa-
misión ser buenos padres antes que pa-
ra ocupar abiertamente el rol de líder; 3)
reja.
se prohibe toda alianza abierta de dos
C. R. Herscovici y L. Bay en su contra un tercero y 4) ningún miembro
libro “Anorexia nerviosa y bulimia” se hace cargo de culpa alguna.
plantean que en el caso de los adultos
jóvenes el proceso de emancipación fa-
miliar se puede ver obstaculizado de
distintas maneras que agrupan de la si-

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Sin embargo, en su libro Mucha- cia es única para cada individuo-en-


chas anoréxicas y bulímicas (1998), M. contexto”.
Selvini y el Grupo de Milán, afirman:
“Hoy ya no pensamos que el camino Desde la óptica de la compleji-
podría ser buscar rígidas tipologías de dad, la terapia se construirá a través de
juegos familiares. Del mismo modo, ya una comunicación reflexiva que nos
no pensamos que exista y deba buscarse permita en última instancia establecer
la familia de la anoréxica. Nos parece consenso y entrar en relación con la pa-
evidente que la pretensión de identificar ciente y su familia. Promover alivio al
una familia de la anoréxica que se repita sufrimiento y generar eventos que per-
de un caso a otro es del todo imposible. mitan el crecimiento personal son moti-
En cambio, se verifican dimensiones re- vos esenciales del ejercicio de la psico-
lacionales y familiares que son más re- terapia con pacientes anoréxicas.
currentes que otras”. El objetivo de la
El cambio se generará con la sa-
terapia familiar sería acompañar a la
lida al mundo cambiante, a la inquietud
hija hacia una crítica explícita y cons-
e inseguridad, pero también a las emo-
tructiva de sus familiares (y no muda y
ciones y a la vida.
autodestructiva) y combatir el profundo
sentimiento de desvalorización de la pa-
ciente sólo aplacado por el intento de
demostrar un control sobrehumano, de- Referencias bibliográficas
safiándose a sí misma, a su propia ham-
bre y a su propio cuerpo. - Herscovici, C. R. Y Bay, L. (1991).
Anorexia nerviosa y bulimia. Ed. Pai-
La tesis que propone C. E. Sluz- dos. Barcelona.
ki es que estudiamos y tratamos a la fa-
milia porque la vemos, y la vemos por- - Minuchin, S. Y Fishman, H. Ch.
que la evocamos con nuestros modelos. (1988). Técnicas de terapia familiar.
Vivimos inmersos en redes múltiples, Ed. Paidos. Barcelona.
complejas y en evolución de entre las - Minuchin, S. (1990). Familias y
cuales “extraemos” la familia. terapia familiar. Ed. Gedisa. Barcelona.
Las nuevas epistemologías des- - Onnis, L. (1990). Terapia familiar
tacan el papel del contexto en la forma- de los trastornos psicosomáticos. Ed.
ción de realidades psicológicas y socia- Paidos. Barcelona.
les. De acuerdo con estas corrientes se
hace necesario prestar atención al cam- - Selvini, M. (1988): “L´anoressia
po familiar y social y al proceso discur- mentale in una prospettiva sistemica”.
sivo en el que la paciente se constituye a Psicobiettivo, 8, 2: 37 – 51.
sí misma como anoréxica.
- Selvini, M. y otros. (1989). Parado-
Pero, ¿cuál es el papel del “otro” ja y contraparadoja. Ed. Paidos. Barce-
(de la familia, los amigos, la sociedad) lona.
en el proceso de construcción y decons-
trucción del síntoma anoréxico?, ¿dónde - Selvini, M. y otros. (1990). Los
se concentra el proceso terapéutico?, juegos psicóticos en la familia. Ed. Pai-
¿en la trama interactiva de la familia o dos. Barcelona.
en el tejido más amplio de la red social
significativa?, como afirma C. E. Sluz-
ki, en todos esos lugares, “la experien-

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- Selvini, M. y otros. (1998). Mucha- - Stierin, H. Y Weber, G. (1990).


chas anoréxicas y bulímicas. Ed. Pai- ¿Qué hay detrás de la puerta de la fa-
dos. Barcelona. milia? Ed. Gedisa. Barcelona.
- Sluzki, C. (1996). La red social:
frontera de la práctica sistémica. Ed.
Gedisa. Barcelona.

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