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LIBERTAD DE OPINIÓN NUMERO: 22 AÑO: II SEMANA: I ENERO 2011

REVISAR METAS Y ESTRATEGIAS


José Bolívar Castillo V.

El cambio anual de calendario y de agenda es una


buena oportunidad para revisar rumbos, por cierto en
base a la información y a la experiencia con que se
cuenta.

Esto vale tanto a nivel nacional como local. Si todo se


reduce a una incesante campaña electoral, a una
búsqueda permanente de consolidar espacios de
poder político se pierde la perspectiva de las metas
trascendentes de cambio estructural, por las que el
pueblo con insistente esperanza ha venido
expresando su voluntad en las urnas durante tantos
años y oportunidades. Si todo lo que se haga el 2011
apunta solo en la dirección de las elecciones del
2013, ya podríamos entonces despedirnos de la
desprivatización del Estado, de la equidad territorial y
económico social y habría que continuar sometiendo
las grandes decisiones gubernamentales al reclamo y
a la presión de los grupos mas influyentes y al
subsidio, la dádiva, la filantropía con fondos públicos
y la publicidad incesante destinadas a generar y
robustecer clientelas electorales en base a imágenes
falsas que esconden la rapacidad y mezquindad con
que se maneja la cosa pública.

Hay que algún día entender algo que los expertos en


“marketing político” desprecian y consideran una
ingenuidad y hasta una tontería y es que un gobierno
no existe para perpetuarse en el poder, sino para la
dura y conflictiva tarea de construir el Bien Común
General y que por tanto todo lo que ilumina y da calor
se tiene que desgastar y quemar sin alternativa.
Ahí está la gran disyuntiva de una “Res Pública” es
decir de un Gobierno: defender y promover el interés
colectivo del conjunto de la Nación por arriba o en
contra de poderosos intereses
particulares acostumbrados a utilizar al Estado para
lo suyo, o utilizar los recursos y atribuciones públicas
para acaparar el poder y armar un equipo de
incondicionales o beneficiarios de la farsa.

En la campaña electoral del 2007 publiqué una nota


que vale la pena rescatarla ahora. Decía: cuales son
los problemas que no se quieren tocar por parte de
los candidatos presidenciales porque electoralmente
no les conviene tocarlos y porque constituyen
bloqueos que afectan gravemente al desarrollo
nacional. Al cabo de cuatro años, cuando ya debía
concluir este período, nos encontramos ciertamente
con avances en algunos aspectos pero ni de lejos se
han tocado los asuntos que en el 2007 señalamos
como de difícil o ninguna mención por parte de los
candidatos presidenciales.

A parte del punto referido a la infraestructura vial, en


el cual, contando con los excedentes petroleros, aun
cuando sea con irregularidades no fiscalizadas, en el
marco de la emergencia, se han ejecutado y ejecutan
importantes obras. Por cierto que la inequidad, aun en
este aspecto, afecta todavía a la Región Sur y a Loja.
Examinemos pues los puntos referidos en el 2007:

a) LA REFORMA POLITICA: En el supuesto de que


no se puede considerar reforma política la
degradación o desaparición de los partidos
políticos, es indispensable anotar que esta es
precisamente la asignatura menos puntuada y hasta
aquí abiertamente reprobada por el actual régimen.
Hay un notable éxito en copar y manejar desde Quito
todas las instancias de poder, reforzándose una
estructura de partido o movimiento único, con
adláteres camuflados y comprados, que al actuar
desde el Estado, sus recursos y subsidios, más bien
impiden y desalientan la participación efectiva de la
ciudadanía, generando resignación oportunista, y
consolidando un manejo dependiente y elitista por
medio de lugartenientes locales y clientelas que se
someten incondicionales para participar en el reparto
del botín burocrático y contractual en un
afán excluyente de todo lo que pueda significar
riesgo en sus posiciones y prebendas conseguidas.
Demostración de los extremos a los que se está
llegando en esta materia es la virtual desaparición de
los partidos políticos que no hacen nada por
reinscribirse y la curiosa y camuflada unanimidad de
una Asamblea en la que se diluyen, contradicen o van
al limbo legislativo los planteamientos fundamentales
de cambio.

b) La equidad territorial, la descentralización y


regionalización desconcentrada. Tanto las normas
de la Constitución de Montecristi en esta materia,
como el Articulado del famoso COOTAD, son en
realidad una resaca del centralismo, aprobadas
también como en el caso de la Ley de Servicio
Público casi por unanimidad. Lamentablemente a la
AME solo le ha preocupado el recurso constitucional
de revocatoria del mandato y no la consolidación del
centralismo. El Decreto Presidencial N. 878 del 8 de
Enero del 2008 yace en la absoluta e inexplicable
inejecución, mientras cunde el caos y la diáspora
sectorial en el ordenamiento territorial del Estado.

c) La Sindicalización y contratación colectiva en


la administración de los servicios públicos que
siguen siendo aun de mala calidad.- No se puede
negar que ha habido algunos amagos de poner
límites a esta situación y que por ahí se ha evitado la
continuación de ciertos abusos extremos , pero en la
realidad el sistema de contratación pública a nivel
nacional y seccional sigue vigente, con una política
contradictoria llena de apariencias pero vacía de
realidades , ahí están los casos de educación pública,
salud pública, seguridad social, seguridad pública,
telefonía, fibra óptica.

d) Economía especulativa que promueve el


desempleo y la emigración. Son evidentemente
decisiones políticas del Estado las que conducen a
una economía por el camino de la especulación y no
de la producción al generar una cadena de obstáculos
y requisitos para cualquier actividad productiva que la
desalienta mientras por conveniencias políticas se
estimula y facilita la especulación que es la
consecuencia de la concentración y para mantener el
poder político simultáneamente se promueven las
dádivas y los subsidios al consumo otorgados como
una suerte de filantropía política para quienes
acepten someterse al sistema y sumarse sin reparos
a la corriente. Las últimas cifras disponibles nos
revelan que la desocupación sobrepasa el 10% del
PEA es decir más de 400.000 ecuatorianos están en
la desocupación y las escurridizas cifras de la
subocupación o la informalidad están por arriba del
50% del PEA es decir se trata de más de dos millones
de ecuatorianos, sin tomar en cuenta los dos
millones y medio que se han visto obligados a
emigrar, llevándose consigo todo lo que el Ecuador
malgastó en su preparación. Es entonces una
inmensa fuerza que se va en banda, que se
desperdicia, mientras la ocupación formal cada vez
más va cobrando el carácter de burocracia o
dependencia estatal. En este sistema los únicos que
ganan son los especuladores y fundamentalmente la
intermediación financiera es decir la banca y los
negocios vinculados al Estado.

Evidentemente corregir este rumbo no es popular y


no produce votos y ahí esta el punto clave, pues
mucho más rentable políticamente es fomentar la
informalidad y promover los subsidios con un gran
aparato propagandístico de por medio, que
obviamente es pagado por el Estado (40 millones de
dólares en un año) a sabiendas que el dueño del
pautaje es también el dueño de lo que ahí se dice,
inclusive para dar la apariencia de oposición rabiosa
de la prensa amarilla, oligárquica y opositora. ¿Como
podría venderse el agua bendita si no existieran los
cucos, ni como vender los antivirus si no se
produjeran los virus?.
e) Pésimo sistema de intermediación financiera,
es decir un sistema bancario dedicado
preferentemente a la especulación, con tasas de
interés que no se compadecen con las tasas de
inflación. En este punto el aspecto más negativo es
el altísimo costo del crédito productivo, los subsidios
al crédito de consumo y la serie de dificultades
tributarias, laborales y comerciales para cualquier
pequeña inversión. Mientras más pequeña, más difícil
y sometida a mayores riesgos en un país, donde los
monopolios aliados con él Estado imponen sus trabas
y regulaciones. Recordemos lo que fue el proceso de
aprobación de la Ley de Equidad Financiera y como
esta situación se sostiene de manera que la culpa de
todo esto no solo es de la Superintendente de
Bancos, que por cierto ojalá pueda ser al fin
fiscalizada y censurada por toda la complicidad
sostenida, pero que esto no sirva de hipócrita
lavatorio de manos de quienes realmente han
manejado la política bancaria del Estado.

f) Deterioro de los servicios públicos


fundamentales como educación, seguridad social,
salud pública, seguridad ciudadana, protección
social. Por cierto que es necesario reconocer que
este régimen ha canalizado mayores y cuantiosos
recursos a la inversión en proyectos sociales, pero el
tema mayúsculo es la calidad de ese gasto social
debido al control sindical del aparato burocrático de la
oferta estatal de esos servicios y al centralismo
endémico con que se los administra por razones de
control político. Se han adoptado e iniciado una serie
de programas para mejorar estos servicios:
uniformes, alimentos, libros, pero su calidad,
focalización equitativa y sustentabilidad son las
falencias que les siguen afectando y que no han
logrado superarse por razones políticas.

g) Inseguridad Pública, e impunidad


sistemática. Derivada entre otras razones ya tantas
veces mencionadas, de la falta de ejercicio de
autoridad por parte de quienes lo toman al poder
público no como un servicio a favor del Bien Común
General sino como un privilegio y una prebenda a la
que llegaron por viveza criolla y que debe servirles
para consolidar espacios de poder e influencia
política. Irresponsablemente por efecto de imitación
se aprueban reformas legales y sobre todo de
procedimiento que han generado todo un pantano o
laberinto legal que lleva a la impunidad y al caos
precisamente en beneficio de quienes tienen más
poder y pueden contratar guardias privados. El
desequilibrio entre los derechos del delincuente y de
las víctimas del delito es cada vez más evidente y los
responsables de todo esto como en la mejor versión
del Gato Pardo de Lampedusa encabezan las
marchas blancas, precisamente para cuidar sus
espacios políticos.

h) Preeminencia de los Monopolios y Oligopolios


en los servicios y negocios
estratégicos. Precisamente estos son los grandes
financiadores de las campañas electorales. Ahí
tenemos el caso de la comunicación electrónica la
más cara, tramposa y de pésima calidad que tenemos
en el Continente, como en el caso de los bancos no
hay quien les controle, demuestran tener “patente de
corso” ni lo de los famosos “redondeos” fue posible
cobrarles. La CNT y Alegro que deberían ser el
antídoto contra estos oligopolios siguen de
cenicientas sometidas al cuotaje político articulado a
través de los famosos concursos y el portal de
compras públicas. La Ley de Competencia o
Antimonopolios no la dejaron pasar y la siguen
postergando porque los artistas del círculo saben muy
bien a quien sirven. Tampoco existe un sistema ni
medianamente eficiente de defensa del consumidor.

i) El caos del tránsito y transporte, donde imperan


oligopolios intocables con articulaciones políticas de
carácter nacional y local continua produciendo los
conocidos efectos de muerte, costos elevados,
despilfarro de recursos, aglomeración urbana. En la
campaña electoral los candidatos se reunían en la
mañana con los transportistas y se comprometían a
procesar favorablemente todas sus conquistas , por la
tarde los mismos candidatos se reunían con los
transportados y se comprometían a todo lo contrario.
La Constitución establece en forma acertada que
corresponde a los Municipios regular y controlar el
tránsito y transporte, mientras la Asamblea y sus
asesores buscan la forma de sostener las
prerrogativas centralistas del Consejo Nacional de
Tránsito.

Una situación similar tenemos con el tema del tránsito


y transporte aéreo, con la DEA incluido el “atraco de
Tababela” que va porque va por arriba de todas las
restricciones técnicas y que ahora yo no resultó ser
atraco sino un buen negocio, que por cierto acabará
con la poca competitividad de transportación aérea
que tiene el país.

Así podríamos ir examinando una serie de


problemas no resueltos y que se han agudisado.
Es la hora de enmendar rumbos, la denominada
muerte cruzada que esta expresamente establecida
en el Art. 148 de la Constitución podría permitirle al
Presidente responder a las aspiraciones del pueblo y
librarse de la coyunda de su famosa mayoría
legislativa que le saca leyes chiviadas e infiltradas
como en el caso de la Ley de Servicio Público que
ocasionó el problema del 30 de Septiembre donde
para variar en la costumbre ecuatoriana se ensayo un
golpe de Estado, que dizque se superó por la lealtad
de las Fuerzas Armadas y la lucha heroica del pueblo
en las calles.

Que le parece Sr. Presidente: ¿ vamos a los cambios


por los que voto esperanzado el pueblo ecuatoriano o
seguimos en la misma de los cuatro gloriosos años
revolucionarios? Usted tiene la palabra algunos de
sus asesores ya están preparando el amortiguador de
las consultas, para que este idílico estado de
revolución continúe sin interrupciones.

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