Você está na página 1de 9

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CAMPECHE

Facultad de Contaduría y Administración

Lic. en Administración y Finanzas

SEMINARIO DE DIRECCIÓN
EMPRESARIAL

“EL EMPRESARIO MEXICANO”

Baqueiro Blanco, Rubén


Cañetas de Anda, Gabriela
Cetina Pérez, Mario
Cordero Pérez, Miguel
Urdapilleta Fuentes, Sandra

9 “A” LAF

San Francisco de Campeche, Camp., a 23 de Noviembre de 2009.


EL EMPRESARIO MEXICANO

Los empresarios han contribuido a la evolución de nuevos valores culturales y a la


modernización de estructuras esenciales para el desarrollo económico y político en
México.

EL PAPEL DEL EMPRESARIO

Los investigadores de la actividad empresarial difieren acerca de que si sólo sin las
organizaciones o también los individuos los que presentan las cualidades de tal actividad
(empresarial). Concebimos a un empresario como alguien que compite, conduce, innova y
asume riesgos.

Empresario: alguien que compite, conduce, innova y asume riesgos.

Espíritu empresarial (entrepreneurship): se refiere a un tipo de conocimiento


característico de ciertas asociaciones organizadas de individuos.

Es la asociación, no el individuo, la que exhibe el espíritu empresarial.

Aitkens admite que las características comunes del espíritu empresarial difieren entre
culturas.

¿Cuál será la situación de México?

 Exageración en la importancia del empresario individual en la toma de decisiones


económicas en México.

 el control familiar del mundo empresarial altera las metas y por tanto la definición
misma de un empresario exitoso.

Las actitudes de los empresarios mexicanos hacia el Estado constituye el núcleo


mismo de su propia definición. Ven a la empresa como una extensión de la lucha de su
familia por una posición social, y no como una actividad impersonal de un hombre
económico dirigida hacia la maximización de beneficios.
ANTECEDENTES

• México tuvo una clase empresarial genuina mucho después de la Revolución de


1910.

• El Estado desempeñó un papel protagónico en su formación.

• Los mexicanos se consideran a sí mismos competitivos, innovadores que asumen


riesgos, carentes de una orientación hacia el futuro.

“Una actitud mexicana típica es la de trabajar para el día de hoy”…

Los empresarios mexicanos identifican tres características básicas que los


distinguen a sí mismos:

1. El sector privado debe promover empleos; ésa es su actividad más importante.

2. La acumulación de recursos, o la ganancia de dinero.

3. El empresario tiene la responsabilidad de producir un producto de calidad y de


velar por el bienestar de sus empleados.

Rómulo O’farrill identificó las metas fundamentales de los empresarios mexicanos:

 El empresario debe asegurarse de la buena calidad de su producto y de que éste


pueda venderse a un costo competitivo.

 Cuando el empresario toma el control de la compañía, asume también la


responsabilidad de la relación entre los empleados y el empleador, y la del
empleo.

EL ESTADO Y EL SECTOR PRIVADO

Jorge Sánchez Mejorada:

“Independientemente de lo que estén tratando de hacer, los empresarios no deben


olvidar jamás que existen otros problemas sociales, por que deben entender que en
México, como en cualquier parte del mundo, viven dentro de una sociedad que existe a su
alrededor.”

Gabriel Alarcón:
“Creo que la función del empresario mexicano es crear empleos y ganar dinero.
Éste es su papel; no tiene que involucrarse en la política… Los políticos deben
encargarse del gobierno y nosotros debemos encargarnos del sector privado”.

Los factores que determinan la relación entre el Estado y el sector privado son:

• Función empresarial

• Tamaño

• Lugar de residencia

• Actividad económica

ADMINISTRADOR vs CAPITALISTA

El capitalista es aquel que solo posee los recursos y trabaja para aumentar la
riqueza que tiene, mientras que un administrador es aquella persona que maximiza los
recursos y distribuye la riqueza en los quienes la posean, para beneficio de todos además
que toman en cuenta aquellos factores externos que rodean a la empresa.

El capitalista trabaja como un sistema cerrado, por el contrario un administrador


funciona como un sistema abierto.

Los empresarios mexicanos más exitosos son aquellos que reconocen la


importancia de las fuerzas externas, sociales y políticas, y tratan de manipularlas.

LA AUTO IMAGEN DE LOS EMPRESARIOS

Los sentimientos positivos o negativos de los empresarios mexicanos acerca de su


ocupación afectan sus relaciones con otros grupos sociales. Derossi sostuvo que, en
virtud de que la sociedad mexicana hace tanto hincapié en el desarrollo económico como
una meta nacional básica, los empresarios creían estar haciendo importantes
contribuciones al desarrollo. Algunas entrevistas revelan con claridad que los empresario
creen ser vistos con desdén por otros mexicanos lo cual contribuye a que se empobrezca
la imagen que tienen de sí mismos. La autoimagen negativa de los empresarios tiene
varios componentes. Por ejemplo, la persistencia de las desigualdades en el desarrollo de
México se imputa a los “malos mexicanos”, de ordinario miembros del sector privado. Otra
es el sentimiento de inferioridad que comparten muchos empresarios mexicanos frente a
la capacidad exportadora y la calidad tecnológica de las empresas extranjeras. La idea
que los intelectuales tienen de los empresarios contribuye en gran medida a su
autoimagen negativa. Ellos mismos consideran despiadados y codiciosos oportunistas.
Una imagen por lo general negativa de los empresarios condiciona no sólo las acciones
que los empresarios e incluso de los funcionarios públicos sino también, lo que es
igualmente importante, la autoimagen de los empresarios, quienes perciben que el público
tienen una opinión negativa.

Algunas personas ven con disgusto ven con disgusto a los empresarios mexicanos a
causa de sus relaciones arrogantes con los funcionarios públicos al considerar a éstos
incompetentes y los políticos no han visto favorablemente a los empresarios porque éstos
expresaban su desconfianza hacia ellos en forma franca y directa.

LOS VALORES DE LOS EMPRESARIOS

Dado que un aspecto especial es la relación entre el sector privado y el sector público, se
analizan las actitudes de la comunidad empresarial en tres puntos principales: en qué
medida constituyen las responsabilidades sociales una preocupación de las empresas;
hasta qué grado debiera participar el gobierno en la vida económica y por último, hasta
dónde debiera elevarse la participación política de la empresa. Otra importante medida de
la homogeneidad es el liderazgo político y económico.

Los líderes empresariales parecen convenir en que el sector privado no mostró ningún
interés por las cuestiones sociales antes de los años setenta. Emilio Goicochea menciona
que los empresarios sólo se interesaban en la producción de más bienes.

JOSÉ MA. BASAGOITI

1. Han entrado en conflicto con el Estado porque éste no se opone a los empresarios
socialmente responsables, pero tiene miedo de los métodos usados por Basagoiti y
otros empresarios para involucrar al sector privado en las cuestiones sociales.

2. Los esfuerzos que se hacen para redefinir el papel de los empresarios agudizan las
tensiones entre el sector público y el privado.

3. Las opiniones de Basagoiti sugieren que la autoimagen de los empresarios


mexicanos se encuentra en estado de transición, y que dentro del sector privado
existen algunos conflictos.

Estas tensiones internas complican los lazos existentes entre el sector privado y el
sector público, lo que dificulta la evaluación de las actitudes empresariales por parte de
los políticos.

Los empresarios mexicanos conceptúan la responsabilidad social en términos muy


estrechos. Los líderes empresariales latinoamericanos interpretan la responsabilidad
social, como la provisión de atención médica y de bienestar para sus propios
trabajadores.

Se ha llegado a creer que la responsabilidad social es una estrategia negativa para


combatir la influencia del gobierno.

Un empresario que en realidad incluya la responsabilidad social en su autodefinición es


un empresario que ha expresado un profundo cambio de actitud acerca del propósito
global de la empresa privada en la sociedad.

En conclusión la visión que tienen del Estado, los empresarios mexicanos en los años
ochenta puede resumirse en una sola palabra: Desconfianza.

Además de culpar al gobierno cada vez que empeora la economía, los empresarios
comparten una visión inveterada del gobierno de México como algo deshonesto e
incompetente.

Los empresarios tipifican a los burócratas mexicanos como flojos y excesivamente


remunerados. Esta imagen negativa de los funcionarios públicos dificultan en gran medida
que se considere al Estado de manera objetiva.

DEROSSI

Los industriales mexicanos otorgaban a los políticos bajas calificaciones en materia de


prestigio y de poder. Es explicable que los industriales les negaran prestigio a los
políticos, pero resulta más difícil explicar cómo podrían negarles el ejercicio del poder.

Especulaba que los industriales se negaban por razones sicológicas, a reconocer el poder
de sus antagonistas mas importantes porque estás los controlaban.

Algunas de las dificultades entre el sector privado y el sector público pueden explicarse
por la ignorancia de los empresarios.
Las diferencias específicas en valores importantes pueden ser igualmente significativas.
Algunos empresarios perspicaces proveyeron una crítica sagaz de dos valores
esenciales, interrelacionados: la libertad y el papel del individuo.

Otro valor importante que surge entre los líderes privados y los públicos es la medida en
que el gobierno mexicano se ha involucrado en la vida económica.

Algunos empresarios están a favor de una economía mixta porque depende del Estado en
términos financieros. Su concepción es análoga a la de las empresas estadounidenses
que desearían un control gubernamental menor, pero que se quejan amargamente
cuando el gobierno les retira un subsidio.

Un funcionario público sugirió que muchos empresarios consideran conveniente que el


gobierno sea accionista de su empresa.

La mayoría de los empresarios mexicanos aceptan el papel del factor del Estado en la
economía, pero critican la intervención gubernamental. La critican por dos razones: es
excesiva y compite injustamente con el sector privado.

La otra actitud que afecta al vínculo entre el sector privado y el sector público es la
interpretación que dan los empresarios a la expansión de la participación política y su
papel en tal expansión. En otras palabras, los empresarios estaban dispuestos a restringir
sus propias criticas y a apoyar un sistema que a su vez frenara a otros sectores que
pudieran obstruir su visión del desarrollo que debería seguir el país.

Los empresarios no han participado de manera abierta en la política por muchas razones:

1. Por la dirección impartida a la política económica por el gobierno desde 1946.

2. Dado que el gobierno organizaba a las empresas en cámaras formales dotadas de


un acceso directo al poder ejecutivo, la participación resultaba redundante.

3. Su relación con los líderes políticos podría incrementarse con una visibilidad
menor.
4. No disponen de tiempo para participar.

5. Usan intermediarios en calidad de vehículos primarios para la acción política.

Los empresarios pueden dividirse en varios grupos de acuerdo con su postura acerca
de la participación política. Hay quienes creen que no deberían involucrarse más en la
política y un segundo grupo que cree que se necesita una participación mayor. Algunos
empresarios creen que todos deberían de participar en la política pero como individuos,
no como organizaciones empresariales. Estos lideres apoyan el incremento del número y
la influencia de los grupos de interés empresarial. Su propuesta más radical dotada de
consecuencias políticas importantes, favorece la creación de un partido político que
defienda una filosofía clara de libre empresa.

LOS VALORES DE LOS POLÍTICOS

Los líderes políticos están a favor de un papel fuerte y bien definido del Estado en el
desarrollo económico mexicano. Han afirmado que el papel del Estado no es la
eliminación de la propiedad privada sino el mantenimiento del equilibrio social.

Los políticos mexicanos creen que debe protegerse la iniciativa privada y que el estado
debe de desempeñar un a papel de mediador.

Sucesos importantes en los años ochenta:

• Reformas constitucionales que hicieron del Estado el rector de la economía


nacional en México.

• La nacionalización bancaria de 1982, que tuvo como resultado que del 75 al 85%
de los recursos económicos del país pasaran a manos del gobierno.

• Los ciudadanos percibían que el gobierno había reducido las actividades de los
empresarios y que sólo él manejaba la economía del país.

Además de esos sucesos, por esas fechas sucedieron roces entre la clase política del
país y el sector privado, lo que originó un desequilibrio entre los dos. Esto tuvo como
consecuencia que los políticos mexicanos, aún dentro de sus diferencias partidistas
naturales, crearan afinidades entre sus formas de pensar, y expresaran que se requería
una gran mejora entre la educación en México para aumentar la democracia y la
participación ciudadana. Al mismo tiempo, se expresaba la idea de que este país no
estaba listo para un sistema político bipartidista como el de Estados Unidos, gracias a la
inmadurez de los ciudadanos.
Podría decirse que los puntos antes mencionados servirían como impulsor del aumento
de la participación del sector privado, pero estos, en busca de su independencia frente al
gobierno, permanecieron al igual que lo venían haciendo, preservando la creencia de que
el mayor rival político del gobierno es el sector privado. Mientras tanto, entre las calles se
tenía la falsa creencia de que la “Lealtad a México” era lo mismo que la “Lealtad al
Gobierno”.

Você também pode gostar