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Los elementos que hacen posible el crecimiento están escondidos bajo nuestros pies en la tierra,
las plantas extraen el nutriente de ella y la humanidad ha comprendido por cientos de años que la
base de sustentación que necesitamos para promover nuestro crecimiento y progreso la hallamos
esencialmente en la tierra sobre este concepto se busca, encuentran y accede a los minerales y
metales a través de procesos de exploración y luego explotación, es así que crece y se levanta una
gran e importante industria del planeta (la minería).
Nosotros sabemos sustentar la vida a través de lo que hacemos crecer pero para progresar hay
que buscar y transformar los minerales convirtiéndolos en maquinaria y herramientas de trabajo
para construir nuestras necesidades siempre tratando de minimizar el impacto al ambiente. Los
procesos mineros son puntuales y no expandibles, los depósitos minerales son reservas naturales
que se encuentran en perímetros muy pequeños y están alrededor de la tierra.
En ellos se encuentran evidencias mudas del aprovechamiento de los minerales (no metálicos)
para la fabricación de joyas precolombinas e ídolos y otros artículos tallados en piedra basáltica,
andesita, tobas, ignimbritas, arcillas, obsidianas, pedernales, etc.
Pero la colección más importante es la que se encuentra en el Banco Central de Nicaragua, que
está formada por muchas piezas de oro macizo representando las diferentes deidades que
nuestros antepasados adoraban, las cuales constituyen un verdadero tesoro nacional.
Durante y después de la colonización, gran cantidad de sitios mineralizados con oro y plata fueron
explotados de manera artesanal por los españoles inicialmente y posteriormente por empresas
extranjeras. Algunos de esos distritos mineros son entre otros Bonanza, Kuikuinita, La Libertad y El
Limón.
Los españoles desarrollaron una intensa explotación a nivel artesanal, utilizando principalmente el
proceso de amalgamación. A pesar de ello, la verdadera fiebre del oro comienza entre 1800 y
1950, con la apertura de varios distritos mineros como Suina, Rosita, El Limón, La Reina, entre
otros. En este período, la minería metálica alcanza excelentes niveles de producción de oro y plata,
ubicándose entre los primeros lugares a nivel mundial.
El cambio de la minería artesanal por formas de explotación industriales, ha sido poco dinámico;
esto está condicionado por los elevados costos de inversión que implica la reconversión
tecnológica. A pesar de ello, a partir de 1990, en algunos Distritos Mineros se han suscitado
cambios tecnológicos significativos: en el Distrito Minero El Limón se ha sustituido el antiguo
método de cianuración directa con recuperación en contracorriente por un método de cianuración
directa con recuperación del metal en columnas de carbón activado. Por su lado en el Distrito
Minero de La Libertad, se sustituyó el método combinado de gravimetría-flotación-cianuración por
un método de lixiviación por montones. Estos cambios tienen las características de ser más
competitivos, eficaces y rentables en sus operaciones a gran escala.
Otro aspecto importante que sirve para la capitalización de compañías mineras es la actual
legislación minera, para lo cual fue necesario retomar las experiencias internacionales como Chile,
Perú y México, que modernizaron sus leyes y obtuvieron en un período de cinco5 años de
crecimiento en su inversiones; Chile 200 a 350, Perú 10 a 250 y México 30 a 200 millones de
dólares (información del CEPAC Naciones Unidas) para la exploración.
La Actual Ley Especial sobre Exploración y Explotación de Minas (Ley No. 387, decreto 119-2001),
es moderna en cuanto a conceptos claros y transparentes como plazos específicos, tributos
fiscales estables, requisitos sencillos, instituciones seguras y específicas, seguridad a la inversión
con facilidades de capitalización y otros aspectos que le abren las puertas al inversionista para
hacer su negocio más atractivo para su futuro.
Una de las bondades de la Ley, es que incluye de manera global a todos los tipos de explotaciones
mineras tanto metálicas como no metálicas de Nicaragua. Aspecto que no era considerado en las
Leyes de Minas y Canteras, derogadas a partir de la publicación de la Ley No. 387. De tal manera
que los beneficios también cubren al sector no metálico, lo que ha permitido la apertura de
inversiones significativas en el aprovechamiento de estos minerales; por ejemplo, la industria del
cemento y de explotación de arena, piedra triturada, piedra cantera, entre otros, ha venido
creciendo de manera geométrica con el auge que ha tenido la industria de la construcción a nivel
nacional.
Las proyecciones que se han plasmado en el Plan de Desarrollo Nacional que el Gobierno de la
República ha anunciado, pretende el desarrollo integral del país, con la construcción de servicios
básicos de infraestructuras que crean las condiciones necesarias para la atracción de inversiones
en diferentes sectores. Es así que la construcción de carreteras requiere de la utilización de
grandes cantidades de materiales que son producidos por la industria minera. De la misma manera
la ejecución de los megaproyectos como el Canal Seco o Interoceánico, requerirán de significativos
volúmenes de materiales producidos por la industria minera nacional.
La república de Nicaragua posee un sin número de recursos naturales que a lo largo de nuestra
historia han sido motivo de distintos conflictos internos así como también internacionales. Sin
embargo, todos los recursos minerales que posee el suelo y el subsuelo del país
(independientemente si la propiedad es pública o privada) pertenecen al Estado de Nicaragua,
quien ejerce sobre los mismos un dominio absoluto, inalienable e imprescriptible; garantizando
igualdad de derechos y obligaciones para los inversionistas nacionales y extranjeros.
La Ley 387 o “Ley Especial Sobre Exploración y Explotación de Minas” (publicado el Texto
Consolidado en La Gaceta No. 174 del 12 de septiembre del año 2012) y el Decreto 119-2001 o
“Reglamento de la Ley 387 Ley Especial de Exploración y Explotación de Minas” (publicado el Texto
Consolidado en La Gaceta No. 177 del 8 de septiembre de 2012) son los órganos legales creados
para defender la soberanía que ejerce el Estado de Nicaragua en las minas y minerales que se
encuentren dentro del territorio nacional.
Dichas concesiones mineras son otorgadas a los interesados, previa aprobación del Consejo
Regional Autónomos de la Costa Atlántica o Alcaldías respectivas, según el caso; pero será el MEM,
quien otorgue o deniegue dicha concesión al solicitante mediante un Acuerdo Ministerial.
Una vez notificada la aceptación al solicitante, éste deberá aceptar la misma en un plazo máximo
de 30 días hábiles.
Es importante destacar que el Estado de Nicaragua por medio del MEM, deberá promover la
Pequeña Minería y la Minería Artesanal, mismas que no pueden ser mayores del 1% del total de
las concesiones otorgadas. Esta actividad comercial (Pequeña Minería y la Minería Artesanal)
representa un sector económico muy importante para el sostenimiento de las familias que habitan
en los alrededores de las concesiones mineras.
Ahora bien, los titulares de los concesiones deberán pagar a la Administración de Rentas
correspondiente el Pago de los Derechos de Vigencia o Superficial y los Derechos de Extracción o
Regalías en los plazos y períodos estipulados para tales efectos.
Asimismo, estas concesiones están sujetas al Impuesto sobre la Renta y se contemplará como
gasto para fines de cálculo de impuesto sobre renta; pudiendo sujetarse a un Régimen de
Admisión Temporal o a cualquier régimen de promoción de exportaciones.
Nicaragua ha sido bendecida con un sin número de minas y minerales valiosos que son y deberán
seguir siendo, aprovechados por el Estado de Nicaragua. En tal sentido, el MEM es el órgano
encargado de la inspección, vigilancia y fiscalización del uso debido de estos recursos minerales.
La república de Nicaragua cuenta con una serie de incentivos legales y fiscales para atraer la
inversión al sector minero no solo de empresarios nacionales sino también de empresas
internacionales de reconocido prestigio a nivel internacional las que colaboran con la economía
nacional. Sin embargo, hacen falta políticas de protección, promoción y desarrollo dirigido a este
sector industrial, las cuales colaboren aún más con el desarrollo de este sector económico en
nuestro país.
La Cámara Minera de Nicaragua (CAMINIC) realiza una ardua labor de incentivar de forma
responsable y amigable con el medio ambiente la industria minera en Nicaragua, misma que junto
con las autoridades gubernamental impulsan a diario actividades en aras de mejorar y compartir
los conocimientos en esta rama con distintas empresas a nivel mundial.