Entrevista a David Cantero Las mujeres de Foucault Parejas gay sin clóset

40 AÑOS DESPUÉS
revistaknot.com
Junio 05 del 2009 // Edición No. 01
 revistaknot.com

Anudando la diferencia
 22

12
6 Carta del editor
No nos digamos mentiras 28
8 Cómplices
34
10 Coyuntural
Carlos Serrano: una voz que no quiere callarse
Ser homosexual en Rusia ¿Delito o pecado?
36
Festival del Mar en Ibiza
Nueva conquista de los trangeneristas en Buenos Aires

12 Collage
Educar en la diversidad, respetar la vida - Jesús Generelo
Leyes destruyeron el clóset de las parejas del mismo sexo - Germán Perfetti 54
Bisexualidad ¿Un plan b... o sólo sexo a la carta? - Juancho Parada
Una reflexión sobre la transgeneridad en América Latina - Paula Mounts

22 Narrativa
Para mayores de ocho años - Alexander Amézquita 56
24 Crónica
Un clic y un orgasmo fingido - Luis Ángel Muñoz 62
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que sugieras que tienes nuestro apoyo o que apoyamos el uso que haces de ella).
 Junio 05 del 2009 // Edición No. 01

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Parejas gay sin clóset
Las mujeres de Foucault
Entrevista a David Cantero
40 AÑOS DESPUÉS

Ilustración Original Thiago Fonseca

Entre Nos www.flickr.com/photos/thiagofonseca/2060954323/

Adaptación Revista Knot

El irreverente lápiz de David Cantero

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Retro knot@revistaknot.com
Cali - Colombia
Las mujeres de Foucault

Jorge Luis Aparicio

Dossier jorgeaparicio@revistaknot.com
Stonewall 40 años después Editor General
¿Por qué es importante Stonewall? - Jorge Luis Aparicio
De cómo nace un poema - John Castañeda John Ever Ortiz
¿Qué sentido tiene salir a marchar? - Carlos Arango johnortiz@revistaknot.com
Director de Arte
Sylvia Rivera: La heroína de la revuelta del 69
La revolución gay según Hollywood
Colaboradores
Jesús Generelo Lanaspa, Germán
Rincón Perfetti, Juancho Parada,
Recomendados y señalados Paula Mounts Creck,Alexander
El mundo al revés de Jean-Gabriel Périot Amézquita Pizo, Luis Ángel Muñoz.
John Alexander Castañeda,
Si, los Pet Shop Boys siguen como si nada
Carlos Arango Calád.
No dejes para hoy lo que puedes hacer mañana
Frank José Escobar
frankescobar@revistaknot.com
Estilo Knot Director Comercial
GUÍO: Moda eco-global
Héctor Fabio Sanchez
hectorsanchez@revistaknot.com
Cita con el Especialista Columnista Cita con el Especialista

La operacón de reasignación de sexo. Parte I Versión electrónica

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Nada en esta licencia menoscaba o restringe los derechos morales de autor.
 No no
No nos digamos mentiras. La ma-
yoría de revistas dirigidas al sector
de personas Lesbianas, Gays, Transgene-
ristas y Bisexuales (LGBT) no han podido
con el reto. Continuamente caen en
muchos lugares comunes y estereotipos
que precisamente creen contrarrestar.
Sólo basta echar un vistazo a sus porta-
das para advertir que ahí abunda más
piel y músculo que imaginación e inno-
vación. Y ni hablar de los contenidos:
títulos como “Concejos para ligarte a un
chico en la primera cita” o “¿Cómo tener
un buen polvo en verano?” son fáciles
de encontrar al interior de sus páginas
Algunas incluso todavía siguen pregun-
tándose si los homosexuales nacen o se
hacen.

Esta es una de las principales razo-

nes para que muchas personas terminen
asociando a la comunidad gay a lo light,
lo farandulesco, y muchos estén conven-
cidos que este proceso de reivindicación
política está más de la mano del mercado
que de la lucha por una sociedad más de-
mocrática. Entonces surgen algunas pre-
guntas: ¿Cómo visibilizar a la comunidad
LGTB sin caer en lo mismo de siempre?
¿Cómo articular propuestas diferentes
con las demandas por una sociedad más
incluyente y consiente de su diversidad?
¿Cómo eliminar las manifestaciones de
homofobia si no se identifican las raíces
mismas que las alimentan?

No nos digamos mentiras. Estamos

en tiempos de cambio. Es un hecho
indudable que el proceso de visibilización
y empoderamiento que experimentan
Carta del editor

las personas del sector LGTB en varios

países se ha convertido en tema de
www.revistaknot.com

6

os digamos mentiras
interés para los medios de comunica-
ción, muchos de los cuales en un pasado
reciente condenaban cualquier mani-
festación sexual y afectiva diferente a la
heterosexual. Desconocer la vital tarea
que los medios han cumplido en este es-
cenario de transformación sería también
desconocer el componente comunicativo
que atraviesa este asunto. No hay cultu-
ra donde no hay comunicación, no hay
política donde no existe el intercambio y
la relación con los otros.
El impulso desarrollado por los
medios, en particular los llamados masi-
vos, han modificado nuestras formas de
actuar, pensar y sentir, al mismo tiempo
que logran intervenir en la elaboración
de la agenda pública, la formación de
espacios sociales y políticos, y la cer-
tificación o desertificación de temas y
personas. En la actualidad los medios de
comunicación, además de mostrar los
cambios que se van dando en la sociedad,
también los promueven y acompañan.
No nos digamos mentiras. El de-
sarrollo tecnológico y la convergencia
digital de las últimas dos décadas han
permitido que la comunicación se dis-
perse como nunca antes lo había hecho
y que hoy la dominación en las comuni-
caciones no sea propiedad exclusiva de
unas cuantas empresas. Con estas nuevas
condiciones, es un imperativo ético que
los medios no sólo sean un espacio don-
de aparezcan la inmensa diversidad de
individuos y grupos de la sociedad, sino
donde ellos también puedan intervenir
y dar cabida a los eventos y hechos que
escapan a la normatividad.
Es aquí donde aparece Knot, una
revista que quiere poner el acento en las
discusiones coyunturales y polémicas
que se dan al interior de la comunidad
LGTB. Nuestra revista virtual abordará
7
las personas, situaciones y problemáti-
cas relacionadas con la Diversidad por
Orientación Sexual y de Género tanto
en Colombia como en América Latina
y España. Nuestra línea editorial quie-
re destacarse por su acento activista y
comprometido, ligado a la promoción de
temas e información de interés para el
sector LGTB, que ayude el fortalecimien-
to de redes de apoyo y empoderamiento
colectivo. Queremos diferenciarnos de las
otras propuestas editoriales enfocadas en
la comunidad LGTB al darle primacía a
los contenidos de calidad y a los debates
álgidos en torno a la Diversidad Sexual y
de Género.
Nuestra idea de “nudo” (Knot) no evoca un amarradijo estrecho, cerrado y
restrictivo, sino todo lo contrario: un lazo que simboliza la unión fuerte, con-
solidada y estable, como creemos que debe ser el proceso que nos visibilice y
vigorice. Y representa las dos funciones básicas que tienen los nudos: sujetar,
unir dos o más elementos en función de un objetivo, y cambiar las formas
y los significados de las cosas que se consideran estables. Esa será nuestra
misión y nuestro reto. Y esperamos contar con ustedes para lograrlo.
Y que mejor manera de empezar
este primer número que con un dossier
especial dedicado a Stonewall, el hito
histórico que marca el inicio de la unión
y liberación del sector LGTB. Aparte, en
nuestra sección Collage, que reúne una
serie de artículos de diversas temáticas,
encontrarás textos de Jesús Generelo,
Germán Rincón Perfetti, Paula Mounts y
Juancho Parada. De igual manera, Luis
Ángel Muñoz nos presenta una crónica
sobre un joven que cada noche satisface
los deseos más íntimos de los cibernautas
que buscan compañía y goce en las redes
virtuales; Alexander Amézquita nos en-
seña, en un cuento muy de su estilo, que
para dos infantes cualquier lugar puede
ser propicio para el amor y el erotismo.
En la sección Retro, en la que viajamos al
pasado, un articulo que reflexiona sobre
la influencia de Michell Foucault en la
teoría feminista-lesbiana. Y como postre,
una entrevista en exclusiva con el dibu-
jante de comic español David Cantero.
Además en nuestras páginas tropezarás
con más secciones y artículos.
Por ultimo, queremos agradecer a
las personas que han creído en Knot y en
quienes están detrás de esta iniciativa.
Editor General
 Coordinador y miembro fundador del Área de Educación de la Federación Estatal de Lesbianas,
Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) de España. Vocero desde hace más de diez años de
la Comisión de Educación del Colectivo de LGTB de Madrid (COGAM). Es especialista en el análisis y la
investigación sobre educación, adolescencia y diversidad afectivo-sexual, temas de los que ha publicado
numerosos libros, artículos, materiales pedagógicos y dictado conferencias. Es autor, entre otros, de
los libros Sin complejos (2007), Hasta en las mejores familias (2004), Mi primera vez: cien historias de
amor y erotismo entre hombres (2003), 25 cuestiones sobre la orientación sexual y El amor y el sexo no
son de un solo color.

Creo que los sucesos de Stonewall tienen una importancia simbólica para todo el mundo. Representan
el final de la aceptación de la opresión a las personas LGTB. A partir de allí, tenemos un referente de
libertad, de lucha por los derechos. Algo que nos inspira y que nos ofrece un ejemplo de otra actitud ante
la vida. Una actitud que nos muestra que vivir de pie y con la cabeza bien alta es siempre mejor que vivir
en el armario, en el miedo y en la mentira.

Jesús Generelo Lanaspa

Las personas que lo conocen prefieren llamarlo simplemente Jacko. Comunicador Social de
la Universidad del Valle, con un Máster de Periodismo y Comunicación Digital del Instituto
Universitario de Posgrados (IUP) de Madrid. Actualmente se desempeña como coordinador del proyecto
Las Elecciones Afectivas- Capítulo Colombia, una curaduría de poesía contemporánea colombiana.
Trabajó como coordinador del Periódico Cultural La Palabra y del portal Caliescali.com. En el 2008 sus
poemas hicieron parte de la antología Memorias Recitales de Poesía Erótica. En el 2006 ganó el Premio
de Periodismo Alfonso Bonilla Aragón en la categoría de Periodismo Electrónico.

Sin demeritar la importancia de esa fecha a nivel mundial, valdría la pena elaborar un revisionismo
histórico dentro de nuestras naciones latinoamericanas e identificar qué fechas o qué hechos han
demarcado triunfos del sector, cuáles han sido nuestros propios ‘Stonewalls’.

John Alexander Castañeda

Nació en Medellín pero reside en Bogotá. Diseñadora Industrial, con un postgrado

en Administración y una Especialización en Plásticos de Alta Tecnología. Alterna su
profesión con el activismo. Como directora del Grupo de Apoyo a Transgeneristas (GAT) lidera procesos
de empoderamiento y visibilización de las personas con identidades T. Le encanta la música electrónica.

Después de 40 años, los resultados para la comunidad LGTB de los motines de Stonewall son visibles.
Esta población ha demostrado que es productiva a la sociedad y se han abierto muchos espacios. Pero es
importante tener en cuenta esta aceptación no es la misma para cada una de las identidades contenidas
en la sigla LGTB y que algunas han tenido mayor visibilidad que otras.

Paula Mounts Creck

Abogado bogotano de 47 años. Representante para América Latina de la Asociación Internacional

de Abogados de Gays y Lesbianas (ILGA). Miembro de la firma G&M de Colombia Abogados.
Fundador e integrante del Comité Legal de la Organización Colombia Diversa y de la Mesa de Trabajo
LGBTI de Bogotá. Director del Boletín de la Red Hispana de Derechos Humanos en VIH – Sida y
minorías sexuales. Entre sus logros está la consecución de la ley que les permitió a maestros y maestras
homosexuales de Colombia poder ejercer su profesión sin ningún tipo de restricción por orientación
sexual. Fue pinero de las conmemoraciones públicas de las marchas por la ciudadanía de lesbianas,
gays, bisexuales y transgeneristas en Bogotá.

Las marchas de la ciudadanía del sector LGTB son importantes porque constituyen un hecho político,
se realizan en espacios públicos, sacan el tema de la clandestinidad de la cama y lo colocan en el debate
oficial y quienes acuden a ellas realizan una labor terapéutica interna y colectiva.

Germán Humberto Rincón Perfetti

 Tiene 29 años. Estudia Derecho y Filosofía en la Universidad de São Paulo (Brasil). Aparte
de dibujar, en sus ratos libres también va a cine y escribe pequeñas ficciones. Le gustan las
películas de Sophia Coppola y los libros de Kurt Vonnegut. El año pasado participó en una exhibición
de arte en una universidad de São Paulo. Planea realizar otra exposición en el trascurso de este año. Por
lo general realiza sus dibujos sobre papel utilizando pluma o lápiz, para luego escanearla y por último
intervenirla en su computador. Tiene miedo al dolor y a ser malinterpretado.

En los últimos años he adquirido un gusto por la “fealdad” y la falta de simetría. Intento prestarle
atención a lo que las personas no suelen estar atentas, tratando de cambiar el sentido común de la
perspectiva y de ver la belleza en lo que muchos considerarían como grotesco.

Thiago Fonseca Ilustracción Portada

Nació en Norte de Santander hace 28 años. Vive en Bogotá, donde está vinculado a medios de
prensa, radio e internet. Cada lunes en la noche, los oyentes de la emisora Radio El Edén escu-
chan sus comentarios en el programa radial “Purple Time“. Le gusta el rock, el cine y las antologías de
cuentos de Alfred Hitchcock. Sueña con realizar producciones televisivas y una que otra película. De
niño quería ser Dios; ahora de adulto quiere regresar a la infancia.

Nunca he asistido a una marcha del orgullo gay. Las manifestaciones públicas no me llaman la
atención y además me producen rinitis.

Juancho Parada

Psicólogo de la Universidad Nacional de Colombia, Máster en Psicología Comunitaria y Doctora-

do en Psicología Social y de las Organizaciones de la Universidad de Valencia (España). Pionero
de la Psicología Social en Colombia. Miembro del Grupo de Educación Popular de la Universidad del
Valle y uno de los fundadores del Grupo de Reflexión Gay El Aguacatal. Aparte de su labor académica,
ha colaborado en la dirección de estrategias de intervención en convivencia, participación ciudadana y
prevención de la violencia, además del diseño de políticas públicas en Cali. Ha publicado, entre otros,
los libros La construcción social del rol del psicólogo comunitario (2004), Psicología comunitaria de la
convivencia (2006) y Pedagogía para la convivencia y la democracia (2002).

Participo en la marcha del orgullo gay porque, entre otras muchas razones, solamente existe una vida
para ser vivida, asumida y disfrutada en el cuerpo que nos ha tocado.

Carlos Arango Cálad

Este comunicador social no puede quedarse quieto. Después de trabajar para el diario Adn,
actualmente realiza una Maestría en Literatura Colombiana y Latinoamericana en la Universidad
del Valle y prepara un documental. Fue director de la primera temporada del programa “Mundo G”
del canal regional Telepacífico. También dirigió al documental “La que quiere ser bella tiene que ver
estrellas”. Ha publicado varias crónicas, reportajes y reseñas en los diarios El Espectador, El país y
la revista Ciudad Vaga. Alterna su producción periodística con la escritura de cuentos y pequeñas
ficciones, de la cual ha recibido algunas distinciones nacionales.

La marcha de orgullo LGTB es un espacio de socialización para hombres y mujeres que comparten
el desprecio del mundo. Pero unos son los que caminan con banderines, de la mano de su amante o
travestidos con rimbombantes trajes; otros los que, en un acto igual de pertinente, los acompañan desde
la distancia del andén, desde donde miles de gays y lesbianas se amontonan compartiendo en silencio el
mismo deseo reivindicatorio; y existen muchos -quizás miles- que lo hacen sentados frente a la pantalla
de su televisor. Finalmente, es una opción a la cual no todos los que se auto denominan gays, lesbianas,
travestis o bisexuales están obligados a compartir.

Alexander Amézquita Pizo

 Carlos Serrano
una voz que no quiere callarse

Carlos Serrano es un chileno que llegó a Colombia enamorado, en-

tusiasmado y con ganas de hacer muchas cosas. En Bogotá fundó Radio
Diversia, la primera emisora en Internet de contenidos sobre y para la
comunidad LGTB, y pronto se hizo famosa no sólo por su innovadora
programación sino también por su semblante activista y preocupado por
los derechos de las minorías sexuales.

Hoy, poco más de un año después de em-
prendida la aventura, Serrano parte de nuevo a
Chile, en medio de amenazas a su vida, un poco
triste aunque no desilusionado. Todo empezó
el pasado 30 de abril, cuando a las oficinas de
Radio Diversia se metieron algunos ladrones
y les hurtaron dos computadores, la base de
datos de los miembros y colaboradores de la
comunidad LGTB en Bogotá, además de dañar
las líneas telefónicas y las conexiones a Inter-
net. Luego siguieron las amenazas directas a
Serrano a través de correos electrónicos en los
que se le acusaba de hacer daño a la sociedad
con los contenidos de Radio Diversia. Para él,
esta emisora es ante todo un sueño que está
en permanente construcción, pues se requiere
“entender que el sector LGBT necesita de sus
Coyuntural
y muchos que ni siquiera están interesados en
los beneficios que el ejercicio de éstos les trae a
sus vidas”, expresa.
A “Fito” -como lo conocen sus amigos- le
resulta complicado buscarle nombre y rostro a
los posibles autores intelectuales y materiales
de las amenazas y hostigamientos, pues son
muchos los presuntos implicados. “Uno podría
suponer que esto responde a las inconformi-
dades de diferentes grupos, como las iglesias,
grupos de ultra derecha y tal vez gente común
y corriente que ni siquiera sabe por qué lo
hace. Lo importante de esta situación es que
nos pone una alerta que hay que saber manejar
cuidadosamente en conjunto con las autorida-
des, pues no podemos permitir que todo lo que

propios medios de comunicación pues todavía suceda se transforme en informes de escritorio

nos falta mucho por educar e informar”. por asuntos pasionales”, dice.

En Colombia las amenazas hacia líderes del
sector LGTB se han intensificado en los últimos
dos años años, tanto en las principales ciuda-
des como en departamentos alejados y rurales,
www.revistaknot.com
Por lo pronto, Serrano afirma categóri-
camente que Radio Diversia no cesará sus
actividades como medio de comunicación y
expresión para el sector LGTB y que, a pesar de

donde la presencia de grupos al margen de la la lejanía, su voz seguirá haciéndose sentir. Él

ley es más fuerte. De igual manera, el reciente
asesinato del activista Álvaro Miguel Rivera y
el incremento de muertes a personas transge-
neristas en varias ciudades han prendido las
alarmas en varias organizaciones LGTB y de
derechos humanos nacionales e internacionales.
“Existe un desconocimiento masivo de Derechos
civiles y humanos por parte de nuestra gente,
que incluso nos lleva a pensar que hay muchas
10
y su equipo han optado por regresar desde la
clandestinidad, por lo menos mientras el oleaje
se calma. Según Serrano, esta situación debe
ser útil para “que la comunidad se organice
y denuncie. La gente debe dejar de esconder
sus temores y cumplir con estas medidas. Es
necesario demostrarle a las autoridades que
en Colombia los Derechos ganados son para
ejercerlos y no para mirarlos en una vitrina
creyendo que se ven lindos”.
 11

Ser homosexual en Rusia

¿Delito o pecado?

En 1895, en medio de un juicio que se le adelantaba en Ingla-

terra por el delito de sodomía, el escritor Óscar Wilde, -profunda-
mente enamorado del joven Albert Douglas-, se refirió a los afectos
entre las personas del mismo sexo como “el amor que no osaba
decir su nombre”. Wilde fue condenado a dos años trabajos forza-
dos que lo dejaron sin dinero y con la autoestima devastada. A más
de un siglo de distancia, la situación no parece haber cambiado en
ciertos países. En Rusia también las relaciones homosexuales son
esos amores que no se atreven a decir su nombre.

Una reciente manifestación por los derechos LGTB realizada

por un grupo cerca a la Universidad Estatal de Moscú terminó con
el arresto violento de más de 80 personas. Entre las personas de-
tenidas figuran el organizador de la marcha, el abogado, periodista
y líder gay Nikolai Alekseev, y el reconocido activista británico
Peter Tatchell, éste último puesto en libertad pocas horas después.
También fueron arrestados grupos conservadores que se oponían
a la manifestación. Según las versiones no oficiales, el arresto fue
promovido por el alcalde de la ciudad, Yuri Luzkhov, quien consi-
deraba esta manifestación “satánica” y oprobiosa para la sociedad
rusa. Varios grupos de derechos humanos alrededor de Europa
han condenado estos hechos.

Festival del Mar Nueva conquista

en Ibiza de las transgeneristas en Buenos Aires

Los festivales de cine con temática LGTB se han multi-
plicado como arroz en los últimos diez años, particularmen-
te en varios países de Europa y Estados Unidos. Quizás son
el dolor de cabeza para ciertos críticos de cine que dicen
que las películas gay no existen y que es más una estrate-
gia de mercado. Pues bien, ahora Ibiza y Mallorca –dos islas
que se han hecho famosas por sus bellas playas, sus gigan-
tescas fiestas de música electrónica y su evidente turismo
y mercado gay- se preparan para el Festival del Mar, un
evento que, entre el 4 y el 27 de junio, exhibirá una distin-
guida selección de más de 50 producciones audiovisuales –
entre largometrajes y cortometrajes- de ficción con temática
LGTB. Aparte de España, este festival mostrará películas de
países latinoamericanos como México y Bolivia, y también
de Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Suecia, Sudáfrica,
Turquía, Alemania, Chipre, Nueva Zelanda, Taiwán e Italia.
Este evento se realiza desde 2004 y antes se llamaba Festi-
val Internacional de Cine Gay y Lésbico de Ibiza.
La diputada Diana Maffia y la líder Lohana Berkins,
dirigente de la Asociación de Lucha por la Identidad
Travesti (ALIT), están dichosas con la nueva medida de
la legislación de Buenos aires, según la cual los travestis
tienen el derecho de usar el nombre correspondiente a la
identidad de género en todas las instancias de la adminis-
tración pública. De esta manera, a los travestis y tran-
sexuales les deberán ser respetadas sus identidades de
género y si así lo requieren o desean, el nombre adoptado
deberá ser utilizado para registro, citación, legajo, llamado
y cualquier otra gestión administrativa en el ámbito de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Maffia y Berkins
trabajaron conjuntamente para sacar este proyecto de ley
adelante, que sin lugar a dudas fortalecerá el ejercicio de
la ciudadanía formal, vigorizara el desarrollo y la injeren-
cia positiva de los travestis en las instancias de participa-
ción política, económica y social de la comunidad.
 Por Jesús Generelo Lanaspa
Fotografía Campaña “A la escuela, sin armarios”
www.felgtb.org/es/campana/

Logo de la Campaña “A la escuela, sin armarios”

Cuando hace apenas un puñado de años los representantes de colectivos LGTB

(lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) españoles acudíamos a encuentros
educativos nos encontrábamos, como poco, con la extrañeza del resto de los
participantes. ¿Qué tiene que hacer un colectivo que lucha por los derechos de
las personas homosexuales, bisexuales o transexuales en un foro educativo?
Collage

Y, sin embargo, la relación para noso-
tros era obvia: un importante porcentaje del
alumnado es LGTB, mantiene dudas sobre su
identidad sexual o, sencillamente, todavía no se
www.revistaknot.com
Años después, tras haberse modificado el
Código Civil para regular el matrimonio entre
personas del mismo sexo, y haber sido aproba-
da la Ley de Identidad de Género que devuelve

la ha planteado; también entre el profesorado la dignidad a las personas transexuales, la

hay profesionales de todas las orientaciones
sexuales y con diversas identidades de género;
entre las familias que forman parte del sistema
educativo, algunas están formadas por parejas
heterosexuales, pero otras no. A pesar de todas
estas evidencias, el sistema no contemplaba
bajo ningún prisma esta diversidad sexual y
familiar que, por el estigma social que llevaba
asignada, permanecía básicamente invisibiliza-
da.
sociedad española ha experimentado un cambio
radical en la percepción de la diversidad sexual.
Lo políticamente correcto ahora es respetar las
diferentes opciones, naturalezas o formas de
comprender los afectos.
Atendiendo a ese cambio social, la LOE
(Ley Orgánica de Educación) incluyó como
uno de los principios rectores de la educación
en España el “reconocimiento de la diversidad

12

afectivo-sexual”. Todo parece, pues, dirigido
por el camino constitucional del respeto a la
diferencia y a la protección de las minorías.
Pero la realidad no es así. El sistema edu-
cativo aparece fortificado, ajeno a esa evolución
y, en realidad, a la vida y los sentimientos de
una buena parte de las personas que forman
parte de él. Digámoslo claramente: este sistema
fracasa estrepitosamente con un importante
número de jóvenes puesto que no les aporta
las herramientas y los referentes que necesi-
tan para desarrollar una correcta autoestima y
para afrontar con seguridad su realidad senti-
mental frente a los estigmas y la homofobia y
transfobia sociales. Ni siquiera es capaz, como
veremos, de garantizar su seguridad física y
psicológica.
Ante la pasividad de los poderes públicos,
en los últimos cinco años la FELGTB (Federa-
ción Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales
y Bisexuales, principal organización LGTB de
España, de la que forman parte 54 asociacio-
nes de todos los rincones del país), ha hecho
un gran esfuerzo por desarrollar una serie de
investigaciones que demostraran que en las
13
respetar la vida
escuelas, en los institutos, se sigue rechazando,
excluyendo y violentando a los y las jóvenes
a causa de su orientación sexual o su identi-
dad de género. De este esfuerzo han salido los
estudios “Homofobia en el Sistema Educativo”,
“Adolescencia y sexualidades minoritarias:
voces desde la exclusión”, “Actitudes ante la
diversidad sexual de la población adolescente
de Coslada y San Bartolomé de Tirajana”, y
“Jóvenes LGTB”, este último presentado este
mismo año. Todas las anteriores investigaciones
pueden ser consultadas en la página web www.
felgtb.org.
Se trata de investigaciones realizadas
con distintas metodologías, sobre diferentes
muestras y ámbitos territoriales, avaladas por
universidades, ayuntamientos y algún minis-
terio. Incluso han recibido algunos premios
de investigación social y educativa. Y todas se
muestran tozudas en las mismas e inequívo-
cas conclusiones que podríamos resumir de la
siguiente manera:
La homosexualidad, la bisexualidad y,
sobre todo, la transexualidad, suponen un
grave riesgo de exclusión para los adolescentes.
 El sistema educativo es uno de los espa-
cios donde con más fuerza se materializa
esa exclusión.

En torno a un 30% de los varones escola-

rizados no acepta tener compañeros gay.

Un 55% de los adolescentes LGTB han

sufrido algún tipo de violencia en sus
centros escolares.

La inmensa mayoría de estos jóvenes

no obtiene referentes positivos sobre su
realidad afectiva ni cuentan con el apoyo del
profesorado.

Aunque su edad de inicio en las relacio-

nes sexuales está entre los 15 y los 16
años, la educación sexual que reciben es prácti-
camente nula.

Los insultos y las agresiones homofóbicas y transfób

el profesorado debe ser formado para conoce

Así podríamos seguir durante horas apor-
tando datos que invitan a la reflexión. Porque,
además, ¿a qué porcentaje de población nos es-
tamos refiriendo? En la investigación “Actitudes
ante la diversidad sexual…”, el 5% de los 4.600
adolescentes encuestados se declaraba lesbiana,
gay, transexual o bisexual. Hasta un 10% más
no se adscribía a ninguna etiqueta –tampoco a
la de heterosexuales-, sea porque no lo consi-
dera necesario, porque no lo tiene todavía claro
o porque todavía no se atreve a aceptarse. ¿De
cuántos miles de jóvenes estamos hablando,
pues, cuando aseguramos que están en grave
riesgo de exclusión por su orientación sexual
o su identidad de género? Así, con un cálcu-
lo aproximado, podríamos afirmar que entre
175.000 y 450.000 estudiantes de secundaria
Collage
Por eso se ha declarado este 2009 como
Año de la Diversidad Afectivo-sexual en la
Educación. Se trata de un intento de establecer
un debate social, de evidenciar unas carencias,
unas necesidades. De mostrar una realidad que,
pese a quien pese, está allí y no va a desapare-
cer por mucho que se vuelva la vista hacia otro
lado. Es un año para reivindicar lo imprescin-
dible que es una asignatura como Educación
para la Ciudadanía y los Derechos Humanos en
la que se trabaje el respeto a la diversidad. Que
enseñe que el reconocimiento y el respeto a la
diversidad humana no es una cuestión de doc-
trina, sino de justicia, de amor, de obediencia a
la Constitución.
Pero también un año para que se compren-

en España se consideran a sí mismos LGTB o no da que los valores de fraternidad y justicia no

quieren/saben definirse de ninguna manera.
Ante esta situación, con las asociaciones
LGTB atendiendo a diario llamadas de estos
www.revistaknot.com
han de estar incluidos solamente en una asig-
natura, sino que deben trabajarse longitudinal
–desde la enseñanza infantil a la universitaria- y
transversalmente –en todas las materias y situa-

jóvenes que demandan ayuda al no contar, con
excesiva frecuencia, ni con el apoyo de su pro-
fesorado ni con la complicidad de sus familias,
la FELGTB ha decidido dedicar este año a con-
cienciar a la sociedad sobre este problema. Un
problema que afecta a todas las capas sociales,
a las grandes ciudades y al ámbito rural (aun-
que los estudios nos muestran que la exclusión
es mayor en las ciudades de menor tamaño), a
todos los rincones de nuestro sistema educati-
vo.
ciones-. Que los insultos y las agresiones homo-
fóbicas y transfóbicas deben estar excluidas de
las aulas y los recreos; que el profesorado debe
ser formado para conocer, reconocer y hacer
respetar esta diversidad como cualquier otra;
que las familias tiene que aprender, igualmente,
a gestionar esa diversidad sin considerarla una
vergüenza y sin excluir a sus miembros más
débiles.

14

bicas deben estar excluidas de las aulas y los recreos...
er, reconocer y hacer respetar esta diversidad
Se trata de que entre todas y todos –fami-
lias, educadores/as, alumnado, poderes públi-
cos, etc.- abramos los ojos y reconozcamos que
esta sociedad es plural y que nuestros menores
no pueden ser excluidos o menospreciados ni
por su condición personal ni por su filiación
familiar. Y que preservemos, igualmente, el de-
recho a conocer y respetar la diversidad como
un bien irrenunciable para cualquier joven, in-
dependientemente de su orientación sexual o su
identidad de género, de sus creencias religiosas
o de sus posicionamientos políticos.
Para lograr esto, la FELGTB propone una
serie de intervenciones como son la presenta-
ción con debate público de nuevas investigacio-
nes, la circulación por todo el estado español de
la exposición “Érase una vez dos mamás”, que
muestra múltiples cuentos infantiles que hablan
de la diversidad familiar, la realización de
cursos universitarios o de formación de profe-
sorado, el desarrollo de encuentros de familias
homoparentales, la publicación de materiales
pedagógicos que faciliten el trabajo de los y las
docentes, etc.
15
“2009:
Año de la
diversidad
afectivo-sexual
en la educación”
Este es un año, pues, que tenemos que
construir con el compromiso y la colabora-
ción de toda la comunidad educativa y que ha
de significar un comienzo. El del camino que
nos conducirá a que en los años venideros, la
homofobia y la transfobia desaparezcan definiti-
vamente de nuestro sistema educativo.
Disfrutemos, pues de este Año de la Diver-
sidad Afectivo-sexual en la Educación y to-
mémoslo como una oportunidad para que todas
y todos aprendamos, para que colaboremos
en dar la oportunidad a toda esa juventud que
hoy vive anclada en el miedo, en el disimulo y
en la inseguridad de mostrarse tal y como es,
en plena libertad. No es una cuestión, insisto,
de ideología ni de creencias religiosas, es una
cuestión de humanidad, de amor por nuestras
hijas y nuestros hijos. Apostemos, simplemente,
por que este sector de la juventud deje de ser,
ni más ni menos, que un agujero en la Constitu-
ción Española.
comentarios knot@revistaknot.com
 Leyes destruyeron

de las
Desde el 7 de febrero de 2007 comenzó el proceso por
el cual la Corte Constitucional de Colombia poco a poco
y en cinco tiempos acabó con el clóset de las parejas del
mismo sexo y las dejo literalmente al descubierto.

Sin embargo, muchas relaciones todavía se

consideran dentro del mismo armario, sin darse
cuenta que les fueron quitando las puertas,
el techo, los laterales, el respaldo, quedando
solamente con el piso sobre el cual están las
personas con los ojos cerrados creyendo que
todo sigue igual. Darse cuenta de los cambios
Mientras tanto pueden gozar de muchos
sucedidos tomará un tiempo y llevará para
otros beneficios como:
algunas personas felicidad y para otras deses-
peración.
1. Obtener subsidios para compra de
vivienda.
Los cinco tiempos se encuentran represen-
tados en cinco demandas falladas por la Corte 2. Patrimonio de familia inembargable y
Constitucional y con el siguiente relato quiero afectación a vivienda familiar del inmueble
hacer una síntesis de las mismas. en el cual vive la pareja con el fin de blin-
darlo contra embargo y proteger el techo
Usted conoce a una persona por cualquier del hogar.
medio, ya sea a través de amigos, en la calle,
en un chat, en el sauna, en una reunión so- 3. Obligación mutua de prestarse alimen-
Collage

cial, el cualquier lugar de homo-socialización,
momento en el cual, -sin darse cuenta o siendo
conscientes-, inician una convivencia. De inme-
diato quien se encuentre sin trabajo puede ser
afiliado o afiliada por la otra persona al sistema
www.revistaknot.com
tos, es decir, si una de las personas no tra-
baja la otra debe apoyar económicamente
y de no hacerlo puede ser embargada y/o
llevada a la cárcel.

de salud (EPS) y ante la separación o muerte de
una de las personas es necesario realizar la se-
paración de bienes por mitades (los adquiridos
a nombre de una persona o a nombre de ambas
desde que comenzaron a vivir, pero también
las valorizaciones de los bienes que tuvieren
las personas antes de conocerse, excepto que
hubiesen firmado capitulaciones antes de ini-
ciar la convivencia) y luego de cinco años y por
fallecimiento de la pareja obtener la pensión de
sobrevivencia.
4. Pedir visa como pareja del mismo sexo
para la persona extranjera que desea vivir
en Colombia.
5. No declarar en contra de la pareja
dentro de un proceso penal, penal militar o
disciplinario.
6. Denunciar a la pareja por malversación
o dilapidación de bienes y violencia intra-
familiar.

16

parejas del mismo sexo en Colombia
Por
7. Temas vinculados con la ley de verdad,
justicia y reparación: ahora la pareja so-
breviviente se considera victima y por ello
pueden darle información de los hechos,
medidas de rehabilitación, satisfacción
y garantía de no repetición, entrega del
cadáver, conocer las diligencias practicadas
para la búsqueda de la persona desapareci-
da y derecho a reunificación familiar de las
personas desplazadas.
8. La pareja puede utilizar las medidas de
protección civil a favor de las victimas de
crímenes atroces, administración de bienes
de personas victimas de desaparición forza-
da y los beneficios relativos a la protección
de las víctimas del secuestro.
9. Ser beneficiario(a) de pensión al fallecer
la pareja dentro del sistema de las fuerzas
armadas.
10. Afiliar a la pareja al sistema de salud
de las fuerzas armadas o policía nacional.
11. Obtener subsidios.
12. Acceso a la propiedad de la tierra.
13. Indemnización de la póliza de seguro
obligatorio (SOAT) cuando fallece la pareja.
17
Germán Humberto Rincón Perfetti
Finalmente, otra salida del clóset se presen-
tará cuando la persona acceda o ejerza función
pública o cargo público siendo, necesario que
bajo juramento informe quien es la pareja con
su nombre y documento de identidad y cuando
una de las personas sea diputada o concejal
gobernador(a), alcalde o alcaldesa, no podrá
contratar con su pareja (régimen de inhabilida-
des e incompatibilidades).
La convivencia requiere de varios elemen-
tos conocidos como techo, lecho y mesa, es de-
cir, vivir conjuntamente. Las Uniones Maritales
de Hecho entre parejas del mismo sexo existen
desde el primer día de convivencia aunque no
se firme documento alguno. No obstante, la ex-
periencia y el manejo de los casos nos permite
recomendar legalizar la misma en un centro de
conciliación o una notaria. Lo anterior facilita
el acceso a los derechos como pareja y evita
trámites administrativos y judiciales costosos
en tiempo, esfuerzo, anímicos y económicos.
Estos fallos de la Corte nos colocan en un
lugar privilegiado en el mundo: ahora queda-
mos en el séptimo lugar luego de los únicos
seis países en los cuales existe el matrimonio
de personas del mismo sexo (Canadá, España,
Suráfrica, Holanda, Bélgica y Noruega ).
Este ha sido un logro de años de trabajo,
realizando alianzas con heterosexuales, la aca-
demia, el sector educativo y la suma de accio-
nes locales y nacionales (incluyendo el tema
político – electoral) con los cuales ganamos
visibilidad y sacamos nuestro discurso de la
cama colocándolo en el Congreso (aunque ha-
yan sido archivados los seis proyectos de ley),
en la academia, los medios de comunicación y
la Corte Constitucional y al cual se han vincula-
do personas a nivel local y nacional.
comentarios knot@revistaknot.com
 Por Juancho Parada
Fotografía Original Max Boschini
www.flickr.com/photos/boskizzi
Intervención Fotográfica Revista Knot

Bisexualidad
¿Un plan b… o sólo sexo a la carta?
Con la letra ‘b’ se escribe balón, bandera, bestia, Bogotá, brindis y buseta.
A la mal llamada be larga la suplanta frecuentemente una “ve” enana con
la que se escriben victorias y vicios. Ese no es su único inconveniente. Ser
esa ‘b’ implica una operación matemática: la multiplicación por dos: Bifocal,
bicéfalo, binóculos (no incluir los bizcochos)... y bisexual.

Si se le mira con ese falso corrector moral La segunda reflexión al respecto es lo

del prejuicio, la bisexualidad escrita con b que
habla del número dos inspira al menos náusea.
Otras letras, que conforman a su vez prefijos,
brincan ante su sola mención cual si les salpica-
ran con aceite hirviendo, y su reacción inmedia-
ta es la de arrinconar a la pobre b para que no
sea ni tenga ni lo uno y ni lo otro. Es el proble-
ma de las etiquetas: la gente duda ante un vino
si su etiqueta aparece en chino, tiene un exceso
de ‘eses’ o su nombre es desafortunado.
El cuestionamiento es simple: ¿ser bisexual
Collage
insólito que se ve, dentro del resto de la comu-
nidad LGT, la adopción de una actitud segrega-
cionista, muy al estilo de la racial o económica
y demás. Así como se aplaude su lucha para
visibilizarse y reconocer sus derechos, genera
mucho desconcierto la manifestación de aque-
llas actitudes contra los cuales habían comba-
tido hacia poblaciones autodenominadas queer
o bisexuales. La coherencia en el discurso,
especialmente para los activistas, es un lunar
por resarcir en su agenda.

es una aberración? ¿Si alguien muestra interés
por personas de ambos sexos definitivamente
merece el odio o el calificativo de ‘impuro’?
¿Acaso existen y son imperativas las categorías
de lo absolutamente gay y lo absolutamente
www.revistaknot.com
Estas consideraciones abren el panorama para
derribar algunos mitos sobre la bisexualidad.
La vieja discusión de si es una etapa
o una orientación sexual. Mientras

straight como para darnos la lista de contactos
que nos indique con quiénes me debo relacio-
nar?
En primer lugar, aunque seamos extraños
por una eternidad, compartimos en común la
estampa de ‘ser humano’. Con sus honduras y
superficialidades hombres y mujeres de todo
tipo estamos unidos por ese vínculo. Descono-
cer la humanidad del otro es un acto de sober-
bia.
algunos estudios confirman que la bisexualidad
no habla de una transición, la prensa sigue
agitando el debate sobre lo contrario. De hecho,
las orientaciones sexuales no son definitivas
más que cuando se les afirma como conviccio-
nes. Aunque sea un debate insalvable, lo cierto
es quien no se identifique como homosexual o
heterosexual ya cuenta con varias alternativas,
entre éstas, la bisexualidad.

18

Los bisexuales están al tiempo con
hombres y mujeres y no aman a nadie.
Un temor acusado por los homosexuales y
lesbianas es la posibilidad de verse traicionados
justamente por una persona del sexo contra-
rio. Por un lado, hay que precisar que todo el
mundo falta a los acuerdos de pareja, así que
la infidelidad no es un asunto exclusivo de los
bisexuales. Pero lo más importante de subrayar
es que el hecho de sentir atracción hacia ambos
sexos no habla necesariamente de una simul-
taneidad en las prácticas al mejor estilo de una
opereta pornográfica. Los afectos los despiertan
personas y con esas personas se establecen
compromisos de todo tipo, desde la clásica
monogamia hasta el inquietante poliamor. Cada
persona es única y merece tanto amar como ser
amada, por lo que afirmar que una orientación
sexual y de género ama mejor que otra resulta
tan absurdo y fuera de lugar como rascarle
las orejas a un sapo. El que un hombre casado
mantenga relaciones al tiempo con su pareja
y un o una amante sin que ninguna de las dos
personas lo sepa refiere más a una cuestión
ética que a una definición del comportamiento
bisexual.
Los bisexuales son promiscuos. El
control sobre el modo y la frecuencia de
su vida sexual sólo lo establece cada quien de
acuerdo a su escala de necesidades y valores,
por lo que atribuir la responsabilidad de la
propagación de enfermedades de trasmisión
sexual o en la ruptura de muchos corazones a la
bisexualidad es igualmente inoficioso.
19
La bisexualidad también ha avanzado para
consolidarse como una opción política. La apa-
rición de colectivos en Estados Unidos, México
y Colombia da cuenta del interés por sensibili-
zar a la comunidad en general acerca no sólo de
su existencia sino también de su importancia,
así como de la intención de alcanzar un prota-
gonismo en la exigibilidad de derechos.
Para el caso de Bogotá, los grupos Dimen-
sión Bi y Sentido Bisexual han dado importantes
pasos en esa dirección. La Primera Jornada
Distrital sobre Bisexualidad fue el ejemplo de
cómo construir agenda pública sobre este tema.
Se realizó el 23 de septiembre del año pasado,
día en que se conmemora a nivel internacional
el orgullo bisexual.
Las actividades de estos grupos también
contemplan la creación de un colectivo de
apoyo y orientación a través de reuniones en
el Centro Comunitario LGBT de Bogotá. Re-
cientemente también han ingresado a la radio
en Internet con el espacio “Purple Time”, en
la emisora El Edén Radio, dedicado a abordar
temáticas relacionadas con su diario vivir.
Acá no vamos a hablar de clósets. Las per-
sonas que somos bisexuales no estamos ence-
rrados en ninguna parte. Si uno considera que
se siente bien en el plano sexual y/o afectivo
con personas de ambos sexos, sólo es cuestión
de expresarlo y sentirse respaldado con una
‘b’... de bisexualidad.
comentarios knot@revistaknot.com
 Por Paula Mounts Creck
Ilustración Original Thiago Fonseca
www.flickr.com/photos/thiagofonseca
Intervención de la Ilustración Revista Knot

Una reflexión sobre la transgeneridad

Empecemos por definir palabras. Con el término

transgenerista se conocen a todas las personas que
transitamos del género de hombre a mujer o viceversa, bien
sea ocasional o permanentemente. Se trata más bien de la
identidad sexual y de género que de la orientación sexual.

Las transexuales somos las personas que
nos sentimos y nos vemos a nosotras mismas
de acuerdo al sexo opuesto. Creemos que
nacimos en el cuerpo equivocado y este senti-
miento generalmente empieza desde muy corta
edad y casi siempre termina una vez se haya
realizado la cirugía de reasignación sexual. Por
otra parte, los travestis son quienes manifies-
tan su orientación sexual, bien sea de forma
permanente o transitoria, vistiendo trajes y
adoptando actitudes del otro género. Infortu-
nadamente las travestis casi siempre terminan
dedicándose a la prostitución y son muy raros
los casos en que terminan realizándose la
cirugía de reasignación sexual. El transformista
es el que viste con trajes del género opuesto
y se dedica básicamente al espectáculo, imi-
Collage
mala notoriedad a la comunidad. Considero que
la aparición de Internet es de vital importancia
para el proceso de visibilización de las personas
Trans, ya que esta red nos permitió a muchas
y a muchos a salir del clóset y poco a poco
enfrentar a la sociedad, ocupando espacios que
antes nos eran desconocidos o vetados.
Yo me atrevería a decir que en América
latina no existe un movimiento transgenerista
estructurado, a pesar en varios países y ciu-
dades se han creado un sinnúmero de grupos,
redes u otras agremiaciones cuya ordenación
es básicamente la transgeneridad. Los cambios
que se han dado en esta parte del continente
son totalmente diferentes según el país y sus
respectivas leyes. En algunos países ya conta-

tando a artistas famosos en shows privados y
públicos. Los dragqueens son los que se visten
de mujer y/o hombre y a base de maquillaje y
prendas tienden a exagerar los rasgos femeni-
nos o masculinos según sea el caso. En algunos
www.revistaknot.com
mos con algunas leyes que nos protegen y por
el contrario hay otros donde no existe el menor
vestigio de esto. En Brasil y México, por ejem-
plo, la comunidad transgenerista es mucho más
visible, mientras que en naciones como Ecuador

casos los dragqueens no son homosexuales. Los
crossdresser son las personas que ocasional-
mente se visten con ropa del género opuesto
por fetiche.
No hay duda que actualmente la trans-
generidad sigue siendo un tabú. De toda la
amalgama de identidades que engloba la
transgeneridad, quizás las personas que se han
hecho más públicas son las travestis, quienes
en algunas ocasiones han contribuido a dar una
o Bolivia y ciertos países de Centro América no
se ha logrado ni la más mínima visibilización.
Las demandas y las reivindicaciones no
resueltas están dirigidas tanto a la discrimi-
nación como a la legislación. Colombia cuenta
con varias leyes que nos protegen, pero aún
quedan bastantes caminos por recorrer en la
búsqueda del reconocimiento como una parte
activa de la sociedad. Nuestro Grupo de Apoyo
Transgenerista (G.A.T.) cuenta con una parti-

20

cipación de aproximadamente unos 40 inte-
grantes, y la gran mayoría somos profesionales
y estamos trabajando para visibilizarnos más,
que la sociedad rompa el paradigma de bipola-
ridad masculino y femenino que ha perdurado
durante tantos años. En la actualidad el grupo
cuenta con varias publicaciones, un programa
de radio de dos horas semanales sobre el tema,
tenemos representación en la comunidad de
líderes LGBT y contamos con un blog donde
publicamos información y reflexiones. Algunos
estamos escribiendo un libro desde nuestras ex-
periencias colectivas. No es fácil, pero estamos
trabajando en ello porque es mejor “ser con
miedo” a “dejar de ser por miedo”.
Probablemente una de las grandes luchas
pendientes para la comunidad transexual es
concientizar a las personas de que la tran-
sexualidad no es ninguna amenaza, aberración
o enfermedad. Se debe luchar contra la discri-
minación que genera la transfobia, ese odio o
miedo irracional hacia las personas transgene-
ristas. La transfobia tiene muy diferentes mani-
festaciones. Puede darse en el terreno laboral,
en el contexto familiar, en la calle o incluso ser
interiorizada, es decir,, cuando la persona no se
acepta a sí misma. En esta batalla, la comuni-
dad que defiende los derechos de las personas
21
Trans han promovido el 17 de mayo como Día
Mundial contra la homofobia y la Transfobia.
Infortunadamente la transgeneridad siem-
pre se ha relacionado con la prostitución. Es
por esta razón que consideramos que el primer
paso para luchar por nuestros derechos es la vi-
sibilización de la parte de la población transge-
nerista que la sociedad no conoce: las personas
Trans profesionales, que somos productivas
para la sociedad pero que rompemos total-
mente con el imaginario que la sociedad tenía
respecto a nosotras y nosotros. Es exactamente
allí donde podemos iniciar el cambio.
Muchos profesionales y activistas de
los derechos de las personas transgeneristas
consideran “muy racional” la búsqueda de una
“causa” o “explicación” de la transexualidad. El
supuesto básico es que la transexualidad es un
hecho arraigado en la psiquis. Las críticas citan,
entre otros datos, descubrimientos historiográ-
ficos y antropológicos que apuntan al hecho
de que en diferentes culturas había diferentes
conceptos sobre el género, entre los que se
incluyen la existencia de tres o más géneros. Lo
cierto es que si se buscan razones simplemente
se las encuentra, bien sea de tipo psiquiátrico,
psicológico, hormonal o cultural. Históricamen-
te, los tratamientos psicológicos orientados a
“curar” la transexualidad han sido un rotundo
fracaso. En 1972, la American Medical Asso-
ciation Committee on Human Sexuality hizo
pública a la opinión médica que la psicoterapia
es inefectiva para personas transexuales y que,
además, la terapia de reasignación de sexo era
lo más útil.
A nosotras y nosotros no nos interesan
estas patologizaciones ni tampoco debatir sobre
puntos de vista que no llevan a nada concreto,
pues ante lo que sentimos no existe un remedio,
una cura o una poción mágica para sentir lo
que supuestamente para el resto de la sociedad
es “normal”. Por el contrario, queremos vivir al
máximo lo que sentimos, vamos a disfrutarlo,
vamos a llevarlo con orgullo y dignidad. Y con
un simple cambio de la posición de la persona
transgenerista al respecto, la vida empieza a
cambiarle. Se trata de ver que esto que te toco
vivir es una oportunidad y no un problema.
¿Cuál debe ser la labor de los grupos de
personas Transgeneristas en América Latina?:
Trabajar para derribar los milenarios este-
reotipos mentales y culturales de la sociedad.
Quitarnos de encima el paradigma de que
transgenerismo es sinónimo de prostitución.
Ese es el reto. De esto hay un buen ejemplo:
la comunidad transgenerista en España, que
actualmente es parte activa de la sociedad. A
eso es lo que queremos apostarle. No es fácil,
pero estamos trabajando al respecto.
comentarios knot@revistaknot.com
 Por Alexander Amézquita Pizo
Ilustración Camilo Ernesto Sánchez Reimelink
Intervención de la Ilustración Revista Knot

Este cuento fue ganador del XVIII

Concurso Universitario Nacional
de Cuento Corto y Poesía de
la Universidad Externado de
Colombia en el 2005.

Un muchacho me dijo que esta tarde nos

viéramos en la calle cerrada, atrás del antiguo
cine de mi barrio. Es por eso que estoy aquí,
esperando a que él aparezca. Anochece pronto.
Narrativa

El murmullo, al otro lado de la pared, se incre-

menta. Tengo miedo, ya son las seis y treinta
minutos de la tarde. No quiero marcharme pero
el pánico se apodera de mí. Nadie llega. Son
casi las ocho pe eme y justo cuando los cantos
llegan a su mayor gloria aparece él, como un
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fantasma. No se puede distinguir, las luces de la

calle transversal producen un contraste que me
recuerda las historias de policías y hampones
que veía proyectadas justo aquí atrás. La ima-
gen espectral comienza a definirse. Mi cuerpo
se estremece, me dan ganas de orinar. Esta
incertidumbre, la de no saber qué va a suceder,
me recuerda el paseo de la escuela para ver
E.T. y que todas las niñas lloraron y los niños se
reían de ellas, yo, limpié mis lágrimas antes de
que encendieran la luz.

22
 23

Está inmóvil, a cincuenta centímetros de

mi rostro, me mira, sonríe. Mi nombre es Daniel
— dice — y yo que pensé que no ibas a venir.
Llevo más de dos horas esperándote, le respon-
do con gallardía, además quiero conocerte. Los
aplausos comienzan a caer como un diluvio, pa-
rece que nos vieran, a través de la pared de pro-
yección, cuando Daniel me aprieta la muñeca y
lleva mi mano hasta su entrepierna, comienzo
a hipar y miro para el cielo pensando en lo
que alguna vez Abraham le pidió, en medio de
un juramento, al más viejo de sus ciervos: pon
tu mano debajo de mi muslo... y yo obedecí
sin que Daniel me obligara. Nos tocamos. Nos
besamos. Respiramos rápido. Me gusta su boca,
su pecho duro y su culo redondo. Los gritos
de júbilo acompañan los aplausos, se escucha
gente llorar, otros reír y muchos orar. Daniel
y yo jadeamos excitados, desbordados y en el
más estruendoso aleluya de las últimas noches,
explotamos estremecidos de placer, agotados
de deseo. Salimos pronto del callejón. Entra-
mos al antiguo cine por la que fue la puerta
de evacuación, nuestro Pastor grita: ¡ALELUYA
HERMANOS! Daniel y yo levantamos los brazos
con fuerza y, con nuestras miradas cruzadas,
respondemos: ¡ALELUYA!

FIN

comentarios knot@revistaknot.com

de ocho años
 Por Luis Ángel Muñoz
Fotografía MFS Photography
www.flickr.com/photos/mfsphotography
Intervención fotográfica Revista Knot
Como sonidos de pequeños motores, el diminuto ventilador del CPU interrumpe el silen
de la oscuridad y el monitor está presto a obedecer las órdenes del usuario. Mario
martilleo ansioso, mientras espera a quién cautivar a través de la web. Sabe que hay ho
dispuesto a escuchar, un rostro agradable, unos marcados abdom
Mario nació en Cali, tiene 21 años y reside
en Bogotá desde hace tres. Él mismo se ha
impuesto su horario de trabajo: entre las once
de la noche y las dos de la mañana. No se
preocupa por los posibles regaños de su jefe:
se supervisa a él mismo, sabe perfectamente lo
que debe hacer en el momento indicado para
que su oficio rinda al máximo. La “oficina”: su
habitación, en una de esos apartamentos para
estudiantes que abundan en el centro de la
capital. Hace ya cuatro meses, junto con tres
compañeros de estudio, decidieron ideárselas
para ganar unos dinero extra en pocas horas de
Crónica
trabajo. “Marcela nos propuso que abriéramos
una de esas páginas del internet para extran-
jeros, donde uno habla con ellos a través del
micrófono y lo ven por la webcam - dice Mario-
A mí me dio como miedo al principio, pero uno
www.revistaknot.com
se acostumbra a los clientes”. La joven había
oído hablar de los sitios en internet dispuestos
para el erotismo virtual. Nada nuevo bajo el
sol: las nuevas tecnologías hacen relativamente
fácil crear páginas en el universo del internet.
Las licencias y los trámites, dada su facilidad y
economía, son lo de menos.
Entre semana Mario asiste a la Universidad
Jorge Tadeo, en la jornada diurna, donde estu-
dia periodismo. Después de las clases, Mario
24
se apura para realizar los trabajos académicos
y regresa a su “oficina”... a trabajar, trabajar y
trabajar como lo hace un famoso mandatario
que vive a escasas cuadras del apartamento de
Mario. Cada noche, a las diez, toma un baño de
agua caliente y alista una ropa cómoda y ligera.
A las once ingresa al sitio web y verifica si
están los clientes que continuamente merodean
el infinito espacio de la web. “Cada uno tiene
sus clientes, ya nos conocen y saben cuál es el
horario de cada uno de los cuatro. A mí me bus-
can mucho los señores, españoles y franceses,
y alguna que otra mujer americana”, confiesa
Mario.
Pero ¿y qué tal que los vieran en esa acti-
vidad sus compañeros de la Universidad o sus
familiares? ¡Que vergüenza! Estos tres estu-
diantes encontraron fácilmente la solución: la
página está dispuesta para redes europeas y en
los Estados Unidos. En Colombia es imposible
acceder a ella, gracias a un sistema de seguri-
dad que bloquea a los usuarios que se registren
desde Latinoamérica. Ni Mario, ni ninguno de
sus compañeros de trabajo saben hablar otro
idioma distinto al español, y les toca recurrir a
traductores artificiosos, que fácilmente tienen la
bondad de convertirlos en políglotas presiona-
do la opción “Traslate”.
 25

y un orgasmo fingido
ncio de la noche. Una luz tenue emerge con timidez en medio
o escribe la contraseña para ingresar al sistema y produce un
ombres, mujeres y parejas que buscan una compañía, un oído
minales o tal vez una encantadora sonrisa en el ciberespacio.

Los clientes, aquellos usuarios hambrientos de momentos de éxtasis cibernéticos, son

extranjeros que acceden a través de pagos en línea con tarjetas de crédito. Pero ¿Quién es
extranjero en Internet? ¿Será acaso que se cumplió la profecía de McLuhan de la “Aldea
Global”? Lo cierto es que la cuenta bancaria de Mario aumenta con cada minuto que
aparece en la pantalla del computador de sus clientes. No sólo ha aprendido a quitarse de
manera seductora su ajustada ropa y a escribir frases para excitar a sus clientes, sino a
lidiar con las exigencias y las personalidades de cada uno de ellos. “Uno tiene que ser muy
amable, a veces hasta sumiso -confiesa-. No puedes interrogar cosas que les moleste a los
clientes. Por cada minuto que ellos estén conectados, nosotros ganamos un dólar y no-
venta centavos”. A Mario no le parece tan complicado hablar con los hombres, dice que se
acostumbró por la buena remuneración. Sus dos compañeros, Andrés y Julián, prefieren no
tener esa clase de clientes.
 La “oficina” de Mario no es más que un
cuarto de 12 metros cuadrados. Una ventana
que deja ver el patio y el cielo frío y estrellado
de Bogotá. En el reducido espacio también se
encuentra la pequeña cama desde donde Mario
se desnuda lentamente, exhibe su cuerpo del-
gado, alto, trigueño y fresco después del baño,
y se dispone en posturas seductoras a petición
de su clientela internacional. Hay algunos libros
dispersos sobre un escritorio de madera y su
Crónica
computador está sobre una pequeña mesa a
pocos centímetros de la cama. A Mario le gusta
sentarse de piernas cruzadas en el catre, y
ubicar en su regazo el teclado mágico que le
permite “hablar” en distintos idiomas.
www.revistaknot.com
“El Caleño”, como lo conocen sus clientes,
sabe más o menos con quien se encontrará en
sus noches. “Entre las 11 y las 11:15 p.m. se
conecta Miguel. Es español y tiene 42 años. De
él no sé nada más y yo no me atrevo a pregun-
tarle sobre su vida. Le gusta que le hable de mí,
pero yo le invento cosas. No le doy mi nombre
real, ni nada... Y después de que hablamos me
pide que me “ponga cómodo”... y pues... termino
26
tocándome el cuerpo porque él lo dice. Al fin y
al cabo está pagando”.
Kathie es una mujer de 28 años que vive
en San Francisco, Estados Unidos. Recurre a
“El Caleño” porque le gustan los hombres con
el estereotipo latino, su piel color de ébano,
los ojos negros y redondos, y el acento propio
de las tierras tropicales. Mario comenta que se
siente cómodo con Kathie, su nocturna amiga
cibernauta. Ella sólo le pide que le hable en es-
pañol. Aunque entienda poco, sólo quiere oírlo.
En ocasiones le ruega que cante al estilo de
Juanes o baile al son de las trompetas de una
buena salsa. Mario cree que ella se siente sola,
y tal vez por eso recurra a contactos en lugares
virtuales. No hay duda: le gusta hablar con la
chica de San Francisco.
No tan seguido, Mario se reúne con su ami-
ga Marcela y acuerdan trabajar en los fines de
semana. Juntos trasmiten desde un sólo com-
putador y esperan a sus clientes. Siempre con
ropa cómoda, en sudadera o pantalonetas; ella,
con un ‘short’ y una blusa blanca de franela.

Cuando los dos trabajan juntos, aumentan las
visitas y pueden hablar con más de un cliente
al tiempo. En la cama de Mario, los cuerpos
de la pareja y a petición de sus clientes que
los observan, empiezan a rozar sus pieles y a
juguetear con los labios sobre las espaldas, los
cuellos y el abdomen del otro. “Solo lo hemos
hecho dos veces... es muy teso, porque Marcela
es mi amiga. Yo ya le dije que no lo volviéramos
a hacer. Al día siguiente no sabía cómo carajo
mirarla. Aunque... esas dos veces nos hicimos
harta platica. Nos dedicamos a “lo que era”, no
hablamos nada y por eso podíamos tener varios
clientes en línea”, expresa.
Samuel es un argentino radicado en Fran-
cia desde hace varios años. Le gusta hablar con
Mario a la madrugada, después de la una, cuan-
do en París se asoman los primeros rayos del
sol. Habla unos minutos con Mario, le pregunta
sobre su supuesta familia y por los estudios
de arquitectura, que para sus clientes realiza
“El Caleño”. A Samuel le gusta ver la expresión
retorcida que se dibuja en el rostro de Mario
cuando él está a punto de llegar al orgasmo, un
éxtasis que siempre es obligatorio y hasta po-
27
dría decirse que fingido. Pero no sólo habla con
Mario porque éste le complace en sus fantasías.
Samuel le ha manifestado varias veces que le
gustaría tener “algo serio” con esa imagen que
ve cada semana a través de su monitor. “Yo la
tengo clara, no me puedo meter con nadie, nin-
gún rollo de esos. Así me prometan ciudadanías
y esas cosas. Yo estoy en este cuento por la pla-
ta, es muy fácil tener algo extra”, dice. No está
mintiendo. Dentro de su clóset tiene un poco
más de 12 pares de tenis Converse, Adidas y
Lacoste, docenas de camisetas finas, pantalones
importados y chaquetas de moda europea. Cada
día deja un rastro de aroma distinto, su afición:
los perfumes.
La máquina se apaga, y vuelve la penum-
bra, una penumbra que dura poco. Dos horas
más tarde, el alba advierte la llegada de una
nueva casilla en el calendario. Mario, de nuevo
marcha con pasos ligeros hacia la universidad.
Es la cotidianidad del incognito complaciente de
hombres y mujeres extranjeros. Un trabajador
de la noche virtual. De nuevo a las 11, la oscuri-
dad interrumpida por un monitor prendido. Un
caleño, un clic y un orgasmo... fingido.
comentarios knot@revistaknot.com
 www.revistaknot.com Entre Nos

28
de
El irreverente lápiz
 29

Fotografía Cortesía Joan Crisol

www.joancrisol.com
Ilustración Cortesía David Cantero
www.davidcantero.com

Pionero en España de las series de historietas con temática gay.

Este año lanzó su nuevo libro de arte, People, que contiene los
retratos de varios personajes imaginarios y reales. Como si fuera
poco, prepara dos nuevas series de cómics que darán mucho de
qué hablar. De eso y de mucho más habló con Knot en exclusiva.
 Para mí el dibujo es una nec
Creativo, arriesgado y divertido. Si se nos pidiera definir en tres
palabras la personalidad de David Cantero, uno de los ilustradores de
cómic más importantes de España, quizás éstas serían las adecuadas.
Nació hace 36 años en la pequeña ciudad de Cartagena, en la provincia
de Murcia (España). Aficionado desde pequeño al dibujo, se formó en
la Academia de Bellas Artes de Lieja (Bélgica) y más tarde hizo una
especialización en ilustración y dibujo de cómic.
Entre Nos

Ha realizado trabajos para empresas tan
prestigiosas como Renault, Matinée Group y
Fashion Club, y sus provocativas ilustraciones
han aparecido en la portada de revistas como
Zero. Aparte ha publicado y colaborado en
más de diez libros y revistas especializadas en
www.revistaknot.com
Factoty, una empresa de animación con sede en
Luxemburgo.
Pionero en España del cómic con temática
gay, sus ilustraciones han sido tanto elogia-
das por su expresividad e irreverencia como

cómic, entre los que podemos nombrar De puta
madre (2007), David’s Dreams (2007), Cantero
Flyers (2008), Gay Tales (2008), Gay Terror
(2008), El pequeño tragaluz (2006), Boxing
Julian (2008) y el más reciente, People. Desde
el año pasado está a la cabeza de The Picture
cuestionadas por jugar casi siempre con los
estereotipos de belleza masculina de la socie-
dad del consumo. A él ninguna crítica le parece
realmente grave, pues está totalmente conven-
cido de que puede cambiar imaginarios en la
sociedad a través de lo mejor sabe y le gusta
hacer: dibujar.

30
 31

¿Cómo surgió tu interés por el dibujo?

De puta madre
Siempre he dibujado, ha sido y es mi mejor
Los inusitados efectos de una droga
modo de expresión. Para mí no es un interés, extática llevan a los personajes de esta
sino una necesidad. historieta a universos desconocidos en
medio de una noche que parece infinita.
Tú has afirmado que te incomoda la idea
de que la etiqueta de dibujante gay pueda David’s dreams & nightmares
limitar tus otras propuestas ¿Alguna vez En esta publicación Cantero retoma
elementos del cómic del pasado para
has pensado en no volver a dibujar algo con
resignificarlos en una amalgama de
temática de este estilo? historias cortas que prometen llevar al
No, la temática gay siempre sera uno de mis te- éxtasis al lector.
mas principales. Es para mí importante y estoy
dispuesto a enfrentarme a las etiquetas, hasta
que estas cambien. Lo que de costumbre suele
pasar, ahora dibujante gay, mañana dibujante
de otra cosa.

¿Has estado cerca del cómic latinoame- Dick

ricano? ¿Cómo lo ves desde tus influencias Dick es el nombre -¡vaya forma de
europeas? llamarse!- de un joven musculoso,
inocente y que trabaja como informático
No conozco nada del cómic latinoamericano.
en una playa. Su pene –que llega a los 22
He leído a varios autores de novelas latinoa-
cm en estado de erección- suelen meterlo
mericanos y siempre he sentido curiosidad por en más de un problema y una que otra
México, pero desgraciadamente no conozco su aventura erótica.
estilo de cómic.
Otto
Un pintor, una perdida invaluable y

cesidad
los recuerdos difusos de una infancia
perturbada son el caldo de cultivo para
que esta historia se desarrolle.

¿Qué países de América Latina has visita-

do y que es lo más te ha gustado de éstos?
No he tenido la suerte de viajar a Latinoamé- Gay Tales
rica por ahora. Pero siento mucho interés por Trece historias -que arrebatan algo de los
México y Perú. La civilización Maya siempre me relatos de los cuentos clásicos – le sirven
ha fascinado. a Cantero para hacer un cuestionamiento
a los estereotipos de conducta y de
género que aún perviven en estas
narraciones clásicas.

Gay Terror
Has dicho también que te gusta jugar Cantero participa en esta compilación
con los estereotipos de belleza corporal del que reúne quince historias de terror que
transfiguran los tradicionales personajes
hombre ¿No temes que tu estilo pueda ser
e historias que nos han asustado y puesto
considerado una oda al ideal del hombre hi- temblar.
permasculino o una exaltación del prototipo
de belleza occidental?
Me gusta el cuerpo humano, de hombre o de
mujer, cada uno de ellos es infinitamente inte-
resante. Juego a veces con los estereotipos de
hombres “perfectos” de cierto modo, para atraer
al público, o para vincular una idea de per-
fección superficial que muchas veces esconde
retorcidos pensamientos. Mucha de la publici-
dad que hago expone un prototipo irreal, que
hace soñar, pero eso es sólo una de mis facetas.
Si se conoce toda mi obra (hasta ahora) lo que
resalta más es la diversidad.
Fallen Angels
Una serie de cinco episodios en los que héroes atractivos y
andróginos con cuerpos musculosos gravitan, tienen poderes
fabulosos y se meten en muchas aventuras.
 ¿Qué tan importante es el desnudo en
la historia que imaginas y dibujas?
El desnudo es simbólico, directo, íntimo y
seductor. Para muchas historias, el lenguaje
corporal (desnudo) es imprescindible.
El humor también es una parte impor-
tante de tu propuesta ¿Por qué?
El humor es muy eficaz a la hora de tratar
temas o situaciones difíciles o comprometidas.
Es un lenguaje sincero y directo. Además, soy
una persona muy divertida y extrovertida, es
Entre Nos
normal que elija a menudo este lenguaje para
comunicar.
Coméntanos del proyecto The picture
Factory.
The Picture Factory es un estudio de dibujos
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animados que crearon unos amigos hace ya 7
años. He venido para apoyarlos y ofrecerles mi
experiencia en un momento de mucho trabajo
donde la empresa está creciendo rápidamente.
Esta experiencia es muy interesante para mí,
pues me permite llevar a cabo proyectos de
serie y cortos de animación. Como la adapta-
ción de mi cuento “El pequeño Tragaluz” en
cortometraje.
32
Háblanos también de tu libro People y
del próximo Gay Terror.
People es un recopilatorio de retratos que he
expuesto estos 8 últimos años. Es un libro de
ilustraciones que muestran la evolución de mi
trabajo. Gay Terror es un conjunto de adapta-
ciones de historias de terror en gay. Como en
Gay Tales se publicó a autores ya reconocidos,
como Sebas Martín o Ismael Álvarez, en ésta le
doy la oportunidad a jóvenes talentos.
Antes se consideraba al cómic como
el pariente pobre de los medios artísticos.
Ahora se reconoce la importancia de este
producto cultural ¿Por qué crees que se da
ese cambio?
Creo que lo bonito y fuerte del cómic es que
puede llegar al público fácilmente, no es dema-
siado caro y es bastante realizable con pocos
medios para el autor. Estos últimos años hemos
visto muchas adaptaciones al cine de cómics de
toda la vida y creo que esto también ha contri-
buido a darle el lugar que se merece.
 33

Cantero Flyers
En otra entrevista decías que aún el Un recorrido por la trayectoria de las
cómic no te daba para vivir de él ¿sigues sin piezas publicitarias que Cantero ha
realizado para algunas de las discotecas,
vivir del cómic?
bares y clubs más famosos de España
Sí, no vendo lo suficiente para tener beneficios y el resto del mundo. Música, color y
y si sigo publicando es porque tengo la suerte sensualidad en este libro.
de tener mucho trabajo como ilustrador y un
buen sueldo desde hace un año. Llevo ya cuatro
años luchando y espero que pronto todo este
esfuerzo de sus frutos. People
Entre 2000 y 2008, Cantero retrató con
su característica estética a innumerables
En Latinoamérica no existe esa tradición
personajes famosos e imaginarios. Esta
de comic con temática gay. ¿A qué crees que publicación da cuenta de esa fascinación
se debe esto? de Cantero por ilustrar no sólo el rostro y
Puede ser porque en Latinoamérica todavía el cuerpo sino el espíritu de las personas.
están presentes demasiados valores machistas,
que complican la posibilidad de que estas publi-
caciones surjan y se mantengan.

Eres uno de los pioneros en este campo

El pequeño tragaluz
Cantero demuestra su versatilidad e
en Hispanoamérica. Ahora hay muchas más innovación en esta historia para niños
propuesta de cómic con temática gay ¿Hacía en la que se refiere a los obstáculos del
donde crees que se dirige esta modalidad de universo infantil.
dibujo?
Creo que se dirige a la variedad. Cada vez
surgen más autores de temática gay, que ofre-
cen su visión personal y eso es bueno porque
permite una diversidad que enriquece este tipo
de literatura, que por lo demás ha sido siempre Dryadas
Otros universos, superhombres con trajes
bastante igual en sus relatos.
intergalácticos, robots gigantes y el valor
de la amistad confluyen en esta historia
Por último, coméntanos sobre los proyec- de ciencia ficción.
tos en los que andas ahora.
Actualmente trabajo en una nueva serie titulada
“Keys”, que saldrá a la venta en septiembre/
octubre de este año. Es una parodia de los
Ángeles de Charlie, que trata sobre “la salida
del armario”. Es muy divertida y morbosa. Pre-
tendo escandalizar con esta serie para quitarle
importancia al hecho de rebelar a los demás su
homosexualidad. También trabajo en una nove-
la gráfica titulada “Amo a mi enemigo”, es una
adaptación de una corta historia del escritor
japonés Saïkakou Ebara. Es muy trágica pero Cunitoons 1 y 2
preciosa y me permite reencontrarme con una La interculturalidad contemporánea aparece en esta historia en
de mis grandes pasiones: el Japón. la que un grupo de niños de diferentes nacionalidades habitan en
comentarios knot@revistaknot.com el pueblo de Cunit, ubicado al lado del mar. Aventuras y ganas de
reconocer la diversidad del mundo aparecen en este libro.
 Fotografía Revista Escaner
revista.escaner.cl
Intervención fotográfica Revista Knot
Las mujeres
de Foucault
El próximo 25 de junio se cumplen cinco lustros de la muerte de Michel Foucault,
uno de los pensadores más influyentes en el pensamiento contemporáneo.
Como se sabe, Foucault era abiertamente
homosexual e incluso son célebres sus prácti-
cas sexuales sadomasoquistas. Murió de una
enfermedad relacionada con el Sida en 1984.
Sus obras abarcan una gigantesca variedad
de temas, que incluyen la locura, la cárcel, la
disciplina, el lenguaje, el castigo, el cuerpo, la
sexualidad, el conocimiento, entre otros.
Pese a su evidente influencia en los estudios
lésbico-gay y en la llamada “teoría queer”, en
varios de los libros de Foucault se confirma una
ausencia: las mujeres y en particular las lesbia-
nas. Por esta razón, una de las mayores críticas
que se le han hecho a sus teorías es su excesiva
concentración en la homosexualidad masculi-
na. Sin embrago, si se toman a grandes trazos
algunos de sus libros más relevantes y sus con-
ceptos claves, podría entenderse mejor qué tipo
de sujetos femeninos construye este pensador
francés. En otras palabras, deducir mejor cómo
son las mujeres de Foucault.
Retro
En el primer tomo de su famosa “Historia de la
sexualidad”, titulado “La voluntad del saber”,
Foucault se refiere al cuerpo de la mujer para
www.revistaknot.com
abordar la diferenciación sexual. Según él, la
discriminación de la mujer se define social e
históricamente a partir del dominio sobre los
cuerpos y del control de las prácticas sexuales.
Foucault no entiende el cuerpo solamente como
la parte física y material del hombre, sino como
un espacio complejo, donde también se dan
formas de conocimiento, de resistencia y de
estrategias de poder.
34
En “La voluntad del saber” Foucault retoma la
figura de una mujer: la reina Victoria I del Reino
Unido y de Irlanda. Su reinado fue el más largo
en la historia de los monarcas británicos, pues
se extiende desde la muerte de su tío paterno
Guillermo IV, en 1837, hasta su propia muerte
en 1901. Este periodo, conocido como la Época
Victoriana, estuvo marcado, por un lado, por
los cambios en las normas que regían sobre las
mujeres –en este periodo obtuvieron la capaci-
dad de divorciarse y el derecho a la propiedad
después del casamiento-, y por el otro, por seve-
ras represiones en cuestiones de la sexualidad y
la moral.
Hay que tener en cuenta que Foucault escribió
este libro a mediados de la década de los 70,
cuando las sociedades de Europa y Estados Uni-
dos empezaban a ser duramente cuestionadas
por su marcado androcentrismo y heterosexis-
mo. Ya habían entrado en escena algunos grupos
de la llamada “segunda ola” feminista, que cri-
ticaban el matrimonio, la familia y el trabajo –y
otras instituciones sociales- como patronatos que
colaboraban para la opresión femenina. Muchos
de estos grupos militaban en la izquierda y sim-
patizaban con grupos sindicales y de lucha por
las minorías sociales.
Foucault regresa al pasado y más específicamen-
te a la Grecia Antigua, donde descubre un mundo
androcéntrico, en el que el varón universal tiene
todo el protagonismo y la mujer es un ser menor.
Cuando se adentra en el Renacimiento y en el
Cristianismo, el autor se da cuenta de que la
mujer ha sido sexualizada y, por esta razón, se ha
convertido en fuente de pecado y castigo.

En otro de sus libros más leídos, “Vigilar y cas-
tigar”, Foucault trata de explicar las matrices de
las sociedades espías y disciplinarias recurrien-
do a instituciones masculinas como la prisión
y el ejército. Pese a lo sesgado que pueda
interpretarse este análisis, una de las grandes
contribuciones del libro es notar que es en la
sociedad moderna donde más lejos se llevan
las categorías para estigmatizar y marginalizar
a los sujetos: homosexuales, borrachos, vagos,
locos, delincuentes, etc.
Foucault se aleja de las visiones tradicionales
que conciben la sexualidad como una práctica
biológica y natural de los individuos. El filóso-
fo francés sostiene que la sexualidad es una
creación cultural y que si bien hay un compo-
nente biológico fuerte (sobretodo ligado a la
reproducción de la especie), también ésta se
encuentra determinada por el sistema cultural
que la convierte en un proceso en continúa
construcción.
Otro punto importante en Foucault es la noción
de poder. Se afirma que el poder no es exclu-
sivamente una fuerza que se ejerce desde los
estamentos oficiales, si no que cada persona lo
ejerce en su cotidianidad. Cada uno de noso-
tros ejerce el poder a nivel micro y luego estos
poderes alcanzan un nivel macro o superior. El
machismo se explicaría también como el poder
que ejercen los hombres en la sociedad desde
las prácticas habituales, que muchas veces
pasan por naturales.
Otro concepto clave es el de anatomopolítica,
entendido como aquel poder que se ejerce
sobre los cuerpos desde las instituciones para
convertirlos en elementos para manipular, mol-
dear y educar. En este sentido, los cuerpos de
las mujeres que construye Foucault son como
maniquíes, dispuestos a ser sometidos, trans-
formados, perfeccionados y alterados siempre
que sea conveniente. La violenta industria de
los cosméticos, que obliga a muchas mujeres
35
a comprar sus productos químicos y sustan-
cia artificiales para lucir jóvenes y atractivas,
parece un buen ejemplo de la renovación de la
anatomopolítica.
Una noción muy relacionada a la anterior es la
del biopoder, que Foucault concibe como aque-
llas técnicas mediante las que las instituciones
y los Estados modernos quieren hacer rendir al
máximo y explotar formas para someter, domi-
nar y transformar los cuerpos de las peruanas y
volverlas útiles para sus fines.
En definitiva, las mujeres de Foucault son dóciles, contro-
lables y excluidas. Sus cuerpos y comportamientos son
manipulados y castigados por los médicos, sacerdotes,
sicólogos, cirujanos, los hombres, las otras mujeres... Los
análisis de Foucault y sus nociones nos ayudan a dilucidar
las raíces del machismo y la segregación no sólo para
entender cómo operan sino también para reconocer que
fugas de escape permiten subvertir ese poder.
Precisamente la actual rasgadura que sufre el
modelo de hombre universal y poderoso –que
estaba por encima de los demás seres vivos- es
una muestra de cómo el poder no puede con-
trolarlo todo. Las mujeres feministas y lesbianas
que se han liberado de los yugos de la opresión
masculina y han explorado nuevas formas de
concebir la feminidad, sentir sus cuerpos y
explorar su sexualidad, se están emancipando
de siglos de opresión desde su individualidad
y produciendo cambios sociales imprevisibles.
Foucault también sabía de esto.
comentarios knot@revistaknot.com
www.flickr.com/photos/kingfox

¿Por qué es importante Stonewall?

Jorge Luis Aparicio
Fotografía

De cómo nace un poema ó el primer

Tampa Bay Pride del milenio
Alexander Castañeda

¿Qué sentido tiene salir a marchar?

Carlos Arango Cálad

Sylvia Rivera: La heroína de las

revueltas del 69
Revista Knot

La revolución gay según Holiwood

Revista Knot
Dossier

40
www.revistaknot.com

Los disturbios ocurridos en este bar de Nueva York fueron el inicio de la liberació
muchos activistas latinoamericanos chauvinistas se resistan a aceptarlo, también influ
Un recuento histórico, un análisis de la película homónima, una reflexión sobre el se
remembranza del Bay Pride del Tampa, conforman este dossier. No es sólo un cliché hi
36
 37

años después
ón y el movimiento moderno por los derechos de las personas LGBT. Y aunque
uyó notablemente en los procesos reivindicatorios de esta parte del continente.
entido de las marchas, el perfil de una de las protagonistas de la revuelta y una
istórico. Es un ejercicio contra el olvido del episodio que marcó el inicio de una
nueva etapa para los homosexuales.
 Por Jorge Luis Aparicio
Intervención fotografica Revista Knot

¿Por qué es importante

El año 1969 es recordado en particular por dos episodios que fueron

esenciales para la escritura de la historia reciente en Estados Unidos: la
llegada a la luna de tres astronautas y el festival de Woodstock, que reunió a
más de un millón de jóvenes gringos en el poblado de Bethel, en Nueva York.
Dossier

Sin embargo, este año también es memo-
rable por un hecho ocurrido en un pequeño
bar llamado “Stonewall Inn”, ubicado en la Calle
Christopher del barrio Grenwich Village, tam-
bién en la ciudad de Nueva York, donde tuvo
www.revistaknot.com
representan a una pareja de gays y a otra de
lesbianas y que fueron esculpidas por el famoso
artista neoyorkino George Sagal.
Pero ¿dónde radica la importancia de los

lugar la primera disputa entre miembros de la
comunidad homosexual y la fuerza pública.
Quizás debido al culto que las sociedades
actuales le rinden al pasado y a la memoria,
hoy más que nunca este evento está rodeado
de un aura de leyenda que corre el riesgo de
fetichizarlo o banalizarlo. Donde ayer ocurrió
uno de los motines más violentos del siglo XX
en Nueva York, hoy existe un parque turístico
con unas estatuas blancas tamaño natural que
disturbios de Stonewall? Para entender la razón
de este motín y su resonancia es necesario no
desenchufar este evento de la efervescente
atmósfera que se respiraba en la década en
que ocurrieron: los 60s. Este período, caracte-
rizado por su fuerte creencia en la utopía y el
cambio, trajo consigo una nueva sensibilidad
con relación a la sexualidad, el amor, la amistad
y otros valores imperantes en la sociedad, así
como sendas transformaciones en la política y
la cultura de varios países de occidente.

38

Antecedentes: La turbulenta década de los 60
La década de los 60s empezó con una
noticia liberadora para muchas mujeres: la Ad-
ministración de Drogas y Alimentos de Estados
Unidos aprobó el uso oral de la píldora anticon-
ceptiva, convirtiéndose en el primer medica-
mento de uso extendido que este departamento
certifica para personas sanas y con intenciones
sociales. Gracias a la garantía que ofrecía como
método para evitar el embarazo y a su cualidad
reversible, esta pastilla se convirtió rápidamen-
te en la salvación para millones de mujeres en
el mundo, quienes empezaron así una revolu-
ción colectiva en la que paulatinamente irían
liberándose de las pesadas cargas morales que
pesaban sobre sus cuerpos y su sexualidad.
39
Fotografía www.columbia.edu
Y es que la mujer, si bien ya era parte del
sistema laboral, seguía condenada a las labo-
res domésticas y a perpetuar la institución del
matrimonio. En este escenario de profundas
contradicciones, la escritora gringa Betty Fried-
man publica en 1963 el libro “La mística de la
feminidad”, en el que hace un duro cuestiona-
miento a la figura de la mujer en la sociedad
norteamericana de aquella época. Las mujeres
empezaron a organizarse en grupos que luchan
por la exigencia de derechos, lo que más tarde
daría como resultado la “segunda ola” feminista,
que se caracterizó por su búsqueda de la igual-
dad con los hombres.
 Por otra parte, desde la década de los 50s
Nueva York había sido testigo de algunas de
las vanguardias más iconoclastas del arte en
Occidente. Artistas abiertamente homosexua-
les como Frank O’Hara y Andy Warhol impo-
nían algunas de las propuestas artísticas más
apetecidas y vanagloriadas del siglo XX. En el
séptimo arte, los directores del New American
Cinema pregonan que el cine es una expresión
personal e indivisible, rechazan la censura, se
resisten a las grandes productoras y buscan
personas y temas innovadores, entre éstos, por
supuesto, los homosexuales de los barrios bajos
neoyorquinos. Y en el teatro, algunas de las
obras de la época incluían desnudos considera-
dos “obscenos” para las puritanas mentes de los
asistentes, algunas de las cuales eran protago-
Los jóvenes gringos, por su parte, empe-
nizados por los mismos travestis que más tarde
zaron a hacerse políticamente visibles a través
van a estar en Stonewall Inn.
de uno de los movimientos sociales más im-
portantes del siglo XX: los hippies. Herederos
En 1965, la llegada a la presidencia de la
de la generación beat californiana, de quienes
Mattachine Society de Richard Leitsch marca
retoman su estilo bohemio, su espíritu nómada,
un nuevo panorama para la comunidad gay de
su espontaneidad y la experiencia de la psi-
Nueva york. Leitsch se muestra más agresivo
codelia, los hippies eran la expresión de una
en sus campañas en pro de la aceptación de la
sociedad transformada por el capitalismo que
homosexualidad. Sin embargo, el escenario no
empezaba a sentir sus consecuencias. Con sus
podía ser más difícil: ese mismo año llega a la
particularidades y en medio del boom econó-
alcaldía el candidato republicano John Lindsay,
mico, lo hippies hicieron escuchar su proclama:
para quien las huelgas de los trabajadores sindi-
“Haz el amor y no la guerra”, que era una crítica
calizados, los desastres invernales que azotaron
al intervencionismo de Estados Unidos en la
la ciudad y la lucha por los derechos de los
Guerra de Vietnam y también una propuesta
homosexuales fueron sus mayores dolores de
para transformar las relaciones sexuales.
cabeza. Sus políticas conservadoras y godas
marcaron esta etapa.
Por otro lado, la década de los 60s tam-
bién estuvo caracterizada por las revueltas
En 1969 Lindsay fue reelegido como al-
universitarias en el campus de la Universidad
calde, aunque anteriormente había perdido los
de Berkeley y otros institutos, que rechazan la
comicios internos del Partido Republicano y su
verticalidad impositiva de la educación. Se leían
imagen política estaba arruinándose por cuenta
los libros de Marx y se pintaban grafitis en los
de las fallas durante su alcaldía. Según cuentan
muros de las universidades con consignas que
algunos historiadores -aunque no es informa-
pedían la libertad de los jóvenes. Inspirada en
ción confirmada-, para subsanar las falencias
la nueva izquierda y en los pensamiento de
cometidas en su anterior administración, Lind-
descolonización, surge entonces el movimiento
say ordenó limpiar la ciudad de los individuos
Students for a Democratic Society (SDS), que
“raros” y “peligrosos” para la ciudad de Nueva
cuestiona tanto la dominación de la academia
York: ladrones, prostitutas, vagos, delincuentes
como la autoridad en el núcleo familiar.
y... homosexuales.

Una década antes, en los años 50s, el

Dossier

EE.UU. Homophile publicación Mattachine Review, Mayo 1959.

activista gay Harry Hay y un grupo de amigos

fundaron la Mattachine Society, considerada
una de las primeras organizaciones en Estados
Unidos que reivindicó los derechos de las per-
www.revistaknot.com

sonas gays. Y mientras en las universidades se

empezaba a cuestionar los valores de la socie-
dad, emergieron grupos estudiantiles influidos
por la Mattachine Society que empezaron a
reconocer la importancia de luchar a favor de
las homosexualidades de los jóvenes. En 1967
aparece la Liga Homófila de Estudiantes (Stu-
dent Homophile League) en la Universidad de
Columbia, primera organización estudiantil por
los derechos de los homosexuales.

40
 41

Fotografía www.flickr.com/photos/yosoynuts

Durante el decenio de los 60s las redadas Los hechos: un joven

policíacas en sitios de encuentro gay como
bares y discotecas, con sus evidentes atropellos, travesti agredido, unos
se hicieron frecuentes en varias ciudades de
Estados Unidos, especialmente en las grandes
policías enfurecidos y
urbes. Amparados en los resbaladizos concep- una comunidad que no
tos de las “buenas costumbres” y la “decencia”,
los agentes de policía por aquel entonces dete-
aguantó más
nían o encarcelaban a los gays bajo cualquier
excusa, como por ejemplo, vestirse de mujer,
Stonewall Inn era un bar ubicado en la
besarse u otras manifestaciones de afecto o ex-
Calle Christopher del barrio Greenwich Village,
presión. Los gays casi siempre soportaban estos
al este de Sheridan Square, en Nueva York. No
maltratos sin ofrecer resistencia. Las razones
tenía licencia para el expendio de licor y era
son muchas: en aquel momento la homose-
mayoritariamente frecuentado por travestis,
xualidad, pese a lo advertido por Freud años
homosexuales y dragas latinas y negras.
antes, aún se consideraba una enfermedad, una
aberración mental o un delito. Ni la Asociación
Alrededor de la 1 y 30 de la madrugada del
Americana de Psiquiatría ni la Organización
sábado 28 de junio de 1969, siete funcionarios
Mundial de la Salud la habían retirado de sus
de la Sección de la Moral Pública de Nueva
listados de trastornos mentales. Muchos gays
York y un inspector del Departamento de Poli-
habían interiorizado los discursos provenientes
cía entraron a Stonewall Inn con una autoriza-
de la medicina, la piscología y la Iglesia con res-
ción oficial para inspeccionar la venta de licores
pecto a su orientación sexual y muchos de ellos
en el bar. Esta, desde luego, era una mera
no sólo se sentían con menos dignidad y honra,
excusa: ya en el interior del lugar, los policías
sino incapaces de propiciar un cambio.
empezaron a burlarse de los gays, a confirmar
sus documentos de identidad y más tarde a
echarlos del lugar. Según las investigaciones

“¡Gay Power!” posteriores y los recuentos de algunos testigos,

los ánimos empezaron a subir luego de que los
agentes detuvieran a los propietarios del bar y
los obligaran a subir al furgón policial.
 Cuando los uniformados golpearon a un
joven travesti e intentaron apresarlo, éste res-
pondió con un revés. Los agentes, sorprendidos
ante tal actitud, se balancearon hacia él y lo
golpearon, lo que generó una violenta agresión
hacia los policías por parte de los otros homo-
sexuales que estaban allí. Pero otras versiones
sostienen que la lucha empezó cuando Stormé
DeLaverie, una lesbiana negra, y Sylvia Rivera,
una travesti puertorriqueña, se enfrentaron
a los policías. Estos son algunos de los mitos
alrededor de este evento.

En cuestión de minutos, Stonewall hirvió con la cruenta lucha entre

los representantes de la ley y el orden de la ciudad y los gays presentes en
ese momento, que se resistían a seguir aguantando los vejámenes que se
cometían contra ellos cada noche. Según se cuenta, uno de los involucrados
en la gresca arrancó un parquímetro de la calle y con él fijó la puerta del
bar como trinchera. El enfrentamiento rápidamente tomó un viraje inespe-
rado y pronto los rebeldes empezaron a tirar botellas y piedras mientras
exclamaban “¡Poder Gay!”.

Los policías que quedaron atrapados aden-

tro del bar no tardaron en destrozar el lugar
y solicitar refuerzos. Pero no fue suficiente:
llegaron cerca de 400 policías que intentaron
controlar una enardecida turba que superaba
los dos mil manifestantes. La escena parecía
más bien reproducir aquellas que se habían
hecho comunes entre la fuerza pública y los
opositores a la Guerra de Vietnam. No en vano
se dice que los policías de Stonewall pidieron Según declaraciones de quienes estuvie-
refuerzos del escuadrón Tactical Patrol Force, ron en el lugar, en medio del enfrentamiento,
creado inicialmente para controlar las mani- los travestis entonaron una canción que decía
festaciones anti guerra de los universitarios. así: “Somos las chicas de Stonewall / Llevamos
No obstante, este grupo también fracasó en su el pelo rizado / No llevamos ropa interior /
intento de contener esta revuelta. Enseñamos el vello púbico / Somos la reinas del
lugar / Siempre llevamos vaqueros / Llevamos
el pelo rizado / Porque creemos que somos
En cierta medida, era chicas”. Por otra parte, algunos creen que esta
inusitada reacción de la comunidad gay se de-
lógico que esta revuelta
bió al dolor causado por las honras fúnebres de
sucediera en Nueva York: la actriz Judy Garland, que se habían realizado
ya desde la década de los el día anterior en Manhattan. Pese a no ser les-
Dossier

3O del siglo XX, algunos biana, Garland se había convertido en era todo
médicos de esta ciudad, un ícono de esta comunidad tras inmortalizar a
Dorothy en la película El mago de Oz e inter-
dedicados a “convertir”
pretar la canción “Somewhere over the rain-
a los homosexuales en bow” (En algún lugar más allá del arco iris) que
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heterosexuales, se quejaban habla de un lugar especial donde es posible ser

no sólo de que sus pacientes
no se consideraban
enfermemos o anormales,
sino que además se sentían
orgullosos de ser lo que eran.
felices. Sin embargo, estas referencias también
hacen parte del aura de leyenda que rodea a los
hechos ocurridos ese sábado inesperado.
Los enfrentamientos se prolongaron duran-
te tres días y como saldo dejaron innumerables
daños en bienes públicos, unas 300 personas
llevadas a las comisarías en las furgonetas poli-
ciales, centenares de heridos y un muerto.

42
 43

“Las ventanas del Stonewall Inn fueron enchapadas y

pintadas de negro después de los disturbios. Tanto los
miembros de la Sociedad Mattachine como varios clientes
furiosos cubrieron las ventanas con múltiples grafitis”.

“Nosotros los homosexuales

suplicamos a nuestra gente por
favor ayudar mantener las conductas
de paz y calma sobre las calles de
Village” – Sociedad Mattachine.

Fotografía www.flickr.com/photos/hawg

Ecos que resuenan

Estos fatídicos acontecimientos reper-
cutieron en el ambiente social de los Estados
Unidos. Los medios cubrieron, no sin escapar
al sensacionalismo, este espontáneo evento. El
tema de la homosexualidad empezó a calar en
los debates y las investigaciones de las esferas
intelectuales y académicas de aquella época.
Los grupos activistas se sintieron fortalecidos e
invitados a seguir en la lucha y se multiplicaron
no sólo en Norteamérica sino en varios países
de Europa y Asia. En América Latina, los suce-
sos de Stonewall también resonaron: se empe-
zaron a formar grupos en México, Colombia y
Argentina que luchaban por los derechos a la
igualdad, algunos incluso en medio de sangui-
narias dictaduras que significaron el exterminio
de varios de sus líderes.
En Estados Unidos se formó el Grupo de
Liberación Gay (GLF), que un año más tarde
ocurridos los motines organizó lo que después
sería conocido como la primera marcha gay de
la historia. De acuerdo a quienes participaron
en este desfile, el recorrido comprendió desde
el Greenwich Village hasta el Central Park y
marcharon cerca de 10.000 lesbianas, gays,
bisexuales y transexuales.
Stonewall se convirtió en el emblema de
una comunidad invisible para muchas de las
“libertades” y “beneficios” de la sociedad gringa.
La llamada “subcultura gay”, que reunía a varias
“extrañas” travestis chicanas y negras, pronto
emprendió las luchas por hacerse notar.
Hoy, cuarenta años después de los distur-
bios y con varias conquistas ganadas en los
ámbitos sociales y legislativos, las marchas que
se realizan en Nueva York tienen otras pers-
pectivas. Los debates en torno a la homosexua-
lidad también han cambiado e incluso ciertas
corrientes teóricas y políticas incluso sostienen
que se debe reevaluar la idea de las identida-
des por orientación sexual. Pero en medio de
los debates e incluso de varias contradicciones
emergidas en las últimas cuatro decadas, los
disturbios de Stonewall cobran mayor relevan-
cia, su sentido se vuelve más significativo y su
influencia más decisiva.
comentarios knot@revistaknot.com
 “Como todos los grandes viajeros,
yo he visto más cosas de las que recuerdo,
y recuerdo más cosas de las que he visto.”
Sólo un par de semanas atrás había arri-
bado a la Florida, más exactamente a Miami. El
aeropuerto de la ciudad del sol me había reci-
bido como sólo puede recibir a sus hijos una
ciudad gay: con unos preciosos vitrales (¿acrí-
licos?) cálidos y rosados, arquitectura kitsch de
los pasillos, y con un hermoso y esbelto rubio
ondeando su miembro en los orinales del baño
público. Los primeros 30 minutos en Miami y
su aeropuerto no pudieron ser mejores...
Dossier
Era el verano del 2001, los cielos de la
Florida resonaban con furia naranja y rosada, y
América, esa América que sólo es América para
sí misma, no conocía aún los tiempos del terror.
Mi destino final era Sarasota -un pueblo al que
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el novio de un amigo había calificado de “abu-
rrido hogar de jubilados”, pero que en las guías
turísticas prometía una variada y rica mezcla de
arte y opciones de descanso. Siempre estaban
Tampa, Orlando, o Saint Petersburg a un par de
horas, si el tedio acechaba.
Pero los viajes, como dice Doménico Cieri,
“son pequeñas vidas”, y a mis 23 años yo estaba
dispuesto a tragármelas todas. Mi primera pa-
rada tras mi arribo a Sarasota, dato curioso de
44
Colette
aquel amigo, debía ser la playa de Lido Beach,
cerca a St. Armands Circle, centro comercial y
de entretenimiento de la bahía; Lido Beach, con
sus mujeres por encima de los 50, blandas de
carnes pero vivaces, y sus sexagenarios hom-
bres en tangas, libres y felices.
“Cuando las playas blancas se acaben”,
me recordaba mi amigo, “sigue caminando por
entre el bosque y las furtivas malezas y rocas, y
más allá, más allá, desnudas figuras irán apare-
ciendo”... Mi primera vez en una playa nudista
resultó ser bastante patética; pocos cuerpos
aquí y allá, solitarios hombres tostados por el
sol como cucarachas. De no haber conocido allí
a Mike, del que no me despegué desde aquella
tarde de junio, y quien había ido a esa playa
como tantas otras veces solo y bajo el ardiente
sol, otra hubiese sido mi historia.
Una tórrida semana con aquel hombre 42
años mayor que yo abrieron mi perspectiva
y marcaron el derrotero de lo que sería aquel
verano del 2001, una temporada para descubrir
los más intensos placeres, y para abrir los ojos
a lo desconocido y re-conocer lo conocido.

ó el primer Tampa Bay Pride del milenio
Una tarde en la costa del sol
“¿Por qué no vamos a la marcha del orgullo
gay?”, me preguntó Mike, quince días después
de conocernos, y luego de recibir folletos en los
que se describía una semana llena de festivida-
des en la bahía de Tampa: el Tampa Bay Pride,
el evento del orgullo gay más grande de la
Florida y el segundo más grande del sureste del
país, y que remataba el 30 de junio con la gran
marcha.
El viaje de una hora a Tampa nos condu-
jo por la Autopista Interestatal 75 (I75); para
quien ha visitado por primera vez la Florida no
puede pasar desapercibida aquella luz blanca
que emana del asfalto, característica que le
da su mezcla con material marino; ese día la
felicidad era blanca y no manchaba el papel,
como dicen por ahí. Habría de mancharlo un
día después, y en forma de poema.
Ya a nuestra llegada en horas de la ma-
ñana se podía sentir el hervidero de gente y
turistas de toda la Florida reunidas en el Tampa
Bay Performing Art Center, epicentro de las ac-
tividades, y en sus alrededores como la Ashley
Drive y su progresista Biblioteca John F. Ger-
many, hasta llegar a la fantástica y romántica
45
Por John Alexander Castañeda
Séptima Avenida, reducto cubano y latino.Cada
una de las asociaciones GLBT y de Equal Rights,
representativas del área de la Bahía de Tampa,
hacían presencia con sus conferencias, botones,
publicaciones, y desde luego, con sus carrozas,
las que esperaban dar el pitazo final a mitad
de la tarde; en los pasillos del Art Center los
Condones Durex y sus nuevas presentaciones
“Tuxedo” (negros) y fluorescente (verdes) eran
la sensación de la muestra comercial. Y en los
auditorios los shows no se hacían esperar: muy
a lo Margaret Cho, las lesbianas eran las reinas
del stand up comedy, mientras un presentador,
una versión sureña de Ru Paul en drag, intenta-
ba ganarles en gracia. Todo era color, todo era
fiesta. Todo era sol.
Y como si de una estampida se tratara, el
río de gente nos condujo imparablemente a
Mike y a mí, en medio del barullo y el jolgo-
rio, del centro de convenciones a la calle. Me
aproximaba yo a mi primera marcha del orgullo
gay.
Describir todo lo que siguió a continuación
sería ahora, casi ocho años después, literalmen-
te prosaico, mas no porque fuese irrelevante, si
no porque aquella carga emocional y afectiva
se me sobrevino en otro lenguaje, como una
avalancha en la madrugada del día siguiente.
Flashforward
2 de la mañana: No puedo dormir. Cha-
quetas negras, collares, bombas multicolores,
Priscilla la reina del desierto, Wonder Woman,
Liza Minelli, triángulos y adolescentes rosa-
dos, gay, requetegay, ultragay, y el aluvión de
pensamientos y palabras no cesa. He de escri-
birlos en un cuaderno. Mañana será otro día.
Las palabras se revelarán solas. Sí, mañana será
otro día...
 Gay Pride

Mira cómo vienen de felices los gays por la Avenida

Mira cómo cantan
Mira cómo saltan

Mira a la Mujer Maravilla dar vueltas rápida y caer divertida

Mira a Liza Minelli abrir sus grandes ojos y taconear hasta
morir
Mira cómo ríen
Mira cómo juegan

Mira los grandes bigotes y las largas cadenas

Mira el cuero brillar esta tarde de junio
Las nalgas tersas de los hijos de Finland
Pelo, piel, cuero, metal, y el cemento de la calle

Mira las lesbianas en sus Harley Davidson,

Águilas calvas de altas cumbres,
Llevan chaquetas negras y mujeres rubias ondeando sus
cabellos de sol La marcha dejó en la avenida una estela
Mira el verano llegar de color y de basura feliz. Después Mike y yo
habríamos de dirigirnos a la que prometía ser
Mira los gays bronceados cubiertos por hilos dentales cantar la pool party más alegre de la jornada. Eran
It´s raining men todavía las 5 y el sol no se iría hasta las 10 de
Mira la tormenta llegar la tarde en el Suncoast Resort, el resort gay más
Mira el río crecer grande de la costa este, un complejo hotelero y
turístico cerca a St Pete, ciudad en la que repo-
Mira la nube de mariposas alzarse hacia el cielo y perderse san los restos de Jack Kerouac, el beatnik más
Mira los collares multicolores volar de una acera a otra grande de todos.
Mira el arco iris

Esa tarde memorable de una jornada

Mira aquel hombrecito pálido en brazos de Hulk
Mira cómo se besan las lenguas con los ojos abiertos
Mira cómo brillan
Mira a Priscilla modelar con su traje escarlata
Ella sabe que es la reina
Sólo admírala
Mira al oso fuera de su cueva
(Todavía le hiere los ojos el sol)
Mira su pesado andar
Mira cómo le lame el sudor su cazador
Mira los turistas disparar con sus cámaras de zoológico
Mira sus ojos asombrados de ver lo que creen ver
Mira al mundo gritar
Mira a ese anciano tostado por el sol cargar una poodle blanca
de cola rosada
Mira a esa mujer de rostro desnudo empujar un coche donde
un bebé parece soñar
Mira al mundo girar
Dossier
memorable Mike y yo bailamos merengue;
disfrutamos de la exhibición de un pintor cana-
diense, Steve Walker, que retrata como pocos
y con sencillez la cotidianidad de la vida gay; y
jugamos como niños por horas con un balón de
colores en la piscina junto a decenas de hom-
bres gays: jóvenes, viejos, feos, bellos, que como
nosotros, habían olvidado por un momento
pertenecer a sus cuerpos, para ser como aque-
lla anciana de “La Inmortalidad” de Kundera:
“Su brazo se elevó en el aire con encantadora
ligereza. Era como si lanzara al aire un balón de
colores para jugar con su amante... Una especie
de esencia de su encanto, independiente del
tiempo, quedó durante un segundo al descu-
bierto con aquel gesto y me deslumbre...”.

Mira a ese apacible hombre entre la multitud

Mírate a ti
Mira cómo caminas y levantas la mano porque me miras
Yo te sonrío y te miro
Nos miramos y el mundo nos mira
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Entonces nos damos cuenta de que el orgullo es cierto

Que no es mentira
Que no es un triángulo rosado de un dólar

Me haces una seña con tus manos

De esas que dicen espérame al final cuando caiga el sol,
Porque tenemos que reírnos mucho, mucho de este día

Yo sonrío y asiento con la cabeza,

Mientras pienso que hace demasiado calor,
Me quito mi camiseta blanca y doy mi pecho al sol.

46
 47

Epílogo
Al final de aquel verano del 2001 Estados
Unidos sufriría el primer atentado terrorista
en tierra continental de su historia. Sarasota
también pasaría a la Historia como el pequeño
pueblo de la Florida en donde Bush permanecía
impávido cuando caían las Torres Gemelas.

De norte a sur y de este a oeste la consigna

de los “family values” invadió las mentes de
los estadounidenses, y sirvió de excusa política
para los partidarios del ala más conservadora
del Congreso y del Gobierno.

De repente la fiesta se había acabado,

incluso para la comunidad gay estadounidense,
quien desde entonces ha visto retroceder logros
alcanzados durante otros periodos presidencia-
les.

Para el 2003 ya se anunciaba la deca-

dencia y caída del Tampa Bay Pride, luego de
que fuera durante más de 20 años uno de los
eventos más importantes a nivel nacional para
la comunidad gay; problemas políticos, falta de
liderazgo y nuevas preocupaciones del sector
terminaron por deteriorarlo. Hasta los libros de
temática LGBT fueron retirados de las estante-
rías de la John F. Germany por orden del conda-
do de Tampa-Hillsborough en 2005.

Hoy Mike me escribió, contándome que

también el Suncoast Resort cerró sus puertas
hace dos años, en el 2007: “Conduje hasta allí
ayer, y fue muy triste... No había NADA, excep-
to hierba y maleza... Recuerdo el bello día que
pasamos nadando en aquella piscina...”
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Fotografía www.flickr.com/photos/qwirksilver

Intervención Fotográfica Revista Knot
¿Qué sentido tiene salir
Creo que en el momento en que se produjeron los disturbios de Stonewall
quizás pude haberlos visto en la televisión o en algún periódico, pero no
recuerdo que haya tenido para mí un impacto particular. En el año 1969 yo
tenía apenas 18 años de edad y me encontraba terminando el bachillerato.
En aquel momento, no tenía inquietudes
relacionadas con la orientación sexual, cosa que
no sucede con las personas que la tienen defi-
nida y clara desde la infancia o adolescencia. Si
bien podría estar en la efervescencia propia de
mi edad en ese momento, esa efervescencia no
estaba acompañada de inquietudes y reflexio-
nes sobre la orientación sexual.
Después de la gran movilización juvenil de
mayo del 68 y por ser la época de las agitacio-
nes del movimiento hippie, me encontraba alta-
mente motivado por las transformaciones que
se estaban dando por construir nuevas formas
de convivencia en las comunas y por la trans-
formación de las relaciones sexuales y afectivas
entre todas las personas. Esto significaba que
en ese momento no existía, o por lo menos yo
no lo viví así, la preocupación por saber cuál
era mi orientación sexual. Lo que sí existían
eran las sacudidas juveniles por la utopía, el
deseo de experimentar con los afectos y con la
sexualidad y el interés por resolver los asuntos
Dossier
afectivos de manera colectiva.
La experimentación con la sexualidad era
un tema frecuente de conversación entre los
compañeros de colegio y posteriormente en
www.revistaknot.com
la Universidad Nacional de Bogotá. Las discu-
siones giraban alrededor de las posibilidades
de conformar una familia múltiple, donde se
dieran relaciones entre las diversas personas
sin distinción de sexos ni de orientaciones
sexuales. En este contexto tuve la oportunidad
de disfrutar diferentes experiencias con mu-
jeres y hombres y no llegué a inquietarme en
ningún momento sobre cuál era mi orientación
sexual. Viví mi juventud en un período de gran-
48
Por Carlos Arango Cálad
Fotografía Shutterstock
des transformaciones culturales relacionadas
con la sexualidad y la vida en común, y llegué
a la conclusión de que simplemente soy un ser
sexuado, que tiene ante sí todas las posibilida-
des de relación sin necesidad de plantearme el
problema de mi identidad como heterosexual,
homosexual, gay o bisexual.
Posteriormente me enteré de la existencia
del movimiento de liberación homosexual a
través de la entrada en escena del filósofo León
Zuleta, quien se presentaba a sí mismo como el
líder de este grupo en Colombia.  En la actuali-
dad, después de haber vivido varias relaciones
de enamoramiento con mujeres y hombres, por
separado, pienso que sigo siendo un ser con
posibilidades diversas de relación y no me sien-
to identificado con ninguna de las categorías
presentes en la sigla LGTBI.
En la actualidad algunos amigos me pre-
guntan sobre cómo fue mi experiencia de “salir
del closet” y usualmente lo que respondo es que
para que una persona pueda “salir del closet”
primero tiene que haberse metido en él. No
es mi caso. Pienso que todos los seres somos
sexuados y que la característica fundamental
de todo ser humano es su posibilidad de decidir
sobre sí mismo y sobre sus circunstancias.
 
Entonces ¿por qué participo en la marcha
del orgullo gay? Por varias razones. La primera
es porque considero que toda manifestación
orientada a reconocer los mismos derechos
para todas las personas debe ser apoyada y
respaldada por todo aquel que se considere
demócrata y que esté dispuesto a ejercer su
capacidad de ser ciudadano en las manifestacio-
nes públicas.
 
 49

Todas las personas, independientemente de

nuestra orientación sexual, tenemos el derecho
a vivir dignamente y a ser reconocidos como
seres humanos con los mismos derechos que
los demás. La dignidad no es tanto un valor que
deban otorgarnos los otros sino un asunto que
debemos ejercer libremente. Marchar colectiva-
mente es hacer un ejercicio público por nuestra
dignidad como seres humanos.
 

Con la marcha del orgullo gay se construye

públicamente una nueva sociedad donde todos
los personas nos reconocemos y valoramos
mutuamente por fuera de nuestras maneras
distintas de ser y de actuar. Esa nueva sociedad
no es algo se realiza en un futuro si no que es
algo que cada uno de nosotros, conjuntamente
con los demás, construimos en el aquí y ahora,
en el presente inmediato.
 
Las movilizaciones en torno a los derechos
del sector gay también ponen en relieve que las
sociedades donde se ha asumido seriamente el
horizonte de los derechos humanos y una cultu-
 
ra democrática, ya se han adelantado procesos
Yo marcho porque quiero que mi dignidad como
que reconocen legalmente estos derechos a
persona de derechos sea un acontecimiento público,
todas las personas y en ellas se ha demostrado
celebrado por todos y todas y reconocido abiertamente.
que, para que la dignidad sea posible, es nece-
También porque amo la vida, me amo a mi mismo y me
sario que esto se refleje en las legislaciones y
acepto plenamente. Quiero expresar mi alegría por amar y
en los acontecimientos públicos.
ser amado por otros seres semejantes a mí.
 
Las marchas del orgullo gay también son
un espacio donde el principio de lo femenino, Debemos luchar contra todas las formas
con su carga de colorido y sensibilidad, puede de discriminación. Por tal motivo, la marcha
expresarse libremente en nuestros cuerpos en del orgullo gay es también un escenario abierto
los  cuerpos de los demás y sea ampliamente donde pueden participar todas aquellas perso-
reconocido y valorado como un potencial de nas que se han sentido discriminados por algún
cualquier ser humano independientemente de motivo, por su orientación sexual, por el color
su condición de hombre, de mujer o de cual- de su piel, por sus creencias religiosas, por su
quier figura de género que se desee asumir. identidad de género, por su situación econó-
Valoro la expresión de lo femenino en todos los mica, por su capacidad física o mental. A todos
cuerpos, y por lo tanto reivindico los colores, aquellos que nunca se han sentido discrimina-
las plumas y la liberación de las expresiones dos, esta movilización es, de igual manera, una
humanas. Que la vida pueda ser una fiesta y la oportunidad de solidarizarse contra las formas
celebración de la creatividad un don a realizar- de exclusión y una ocasión para realizar un
se en todos los seres humanos. encuentro por la vida y la solidaridad.
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 Fotografía James Wagner
jameswagner.com
Intervención Fotográfica Revista Knot

La heroína de la revuelta del 69

Quienes realmente hicieron la revolución de junio de 1969 e inauguraron el actual mo

los derechos de los homosexuales no fueron ni los gays, ni las lesbianas, ni los bisexua
travestis y los transexuales. Esta afirmación cobra sentido si tenemos en cuenta que el
Inn era frecuentado mayoritariamente por travestis chicanas y negras del underground d

En este contexto aparece una travesti de
origen puertorriqueño que se convirtió en el
símbolo de la lucha por los derechos del sector
LGTB. Su nombre: Sylvia Rivera. Curiosamente,
a pesar de su ascendencia latina, su vida y su
obra gozan en nuestro continente de una cierta
invisibilidad.
Sylvia Rivera nació con el nombre de “Ray”
el 2 de julio de 1951. Sin embargo, rodeada
de aire legendario, hoy en día resulta difícil
reconstruir su vida sin caer en imprecisiones,
pues si se tienen en cuenta sus recuerdos y lo
que dicen quienes que la conocieron, se llega a
una maraña de confusiones. Se afirma que llegó
al mundo en un taxi y que, tras ser abandonada
por su padre en su infancia y quedar huérfana
después del suicidio de su madre a los tres
años, Rivera creció en las calles. Algunos sos-
tienen que fue ella quien lanzó el primer cóctel
Dossier
feminista y los grupos en contra de la guerra de
Vietnam.
Desde luego, su figura no fue siempre
bien recibida en los conservadores y norma-
tivos grupos activistas de finales de los 60s,
que consideraban a la transgeneridad una
manifestación “exagera” y poco “adecuada” de
la homosexualidad. De igual manera, muchas
lesbianas feministas no se atrevían a considerar
a las transexuales y travestis como “mujeres de
verdad” y sostenían que sus luchas no eran de
tipo político.
Su amistad y conjunta militancia con la
drag-queen negra Marsha P. Johnson también
es histórica. Junto a ella, Rivera fundó el grupo
activista Star (Travestis Callejeros por la Acción
Revolucionaria, por sus siglas en inglés) e
irrumpió con fuerza en las discusiones alre-

molotov a la policía durante los disturbios de
Stonewall.
Sean ciertas o falsas estas versiones de su
vida, muchos coinciden en afirmar que Rivera
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dedor de las identidades transgeneristas y las
reivindicaciones particulares de las prostitutas
transexuales. A pesar de su poca estructuración
y de contar con pocos miembros, Star creó
albergues para meretrices sin hogar, lideró pro-

tuvo un rol protagónico en los disturbios de
junio de 1969 y jugó un importante papel en la
fundación y consolidación del Frente de Libe-
ración Gay y de la Alianza de Activistas Gays
de Nueva York. Aun así, Rivera solía mirar con
cierta displicencia a los grupos en defensa de
los derechos de los homosexuales de la época,
pues la mayoría de éstos estaban conforma-
dos por gays y lesbianas blancos y de clase
media, ligados al mundo académico y a otras
luchas políticas, como el incipiente movimiento
testas públicas y se manifestó ante los crímenes
de odio de las transexuales. Este colectivo sería
el fermento de lo que más tarde se convertiría
en el movimiento por los derechos de las perso-
nas transgeneristas en Estados Unidos.
Quienes la conocieron personalmente sos-
tienen que Rivera, si bien era una líder innata,
también era una persona difícil de tratar. Se de-
cía que su oscuro pasado –que incluyó abusos
sexuales y una amargura por la discriminación

50
 51

de los y las transgeneristas. En 1995, tras una

violenta exigencia ante el Centro Comunitario
de Gays y Lesbianas de Nueva York para que
atendieran a jóvenes travestis, fue considerada
una persona “no grata” para dicha organización.
Luego intentó suicidarse lanzándose al río Hud-
son pero el intento fue infructuoso.

Consternada y desilusiona aunque no de-

rrotada, en 1997 Rivera se marchó a Park Slope
(Brooklyn) y colaboró con el Hogar Colectivo
de Transexuales. Vinculada también a Iglesia
Comunitaria Metropolitana, Rivera regresó a
ovimiento por su papel estelar en el activismo transgenerista,
siendo incluso invitada a otros países para dar
ales: fueron los conferencias sobre el tema. Se dedicó a repartir
bar Stonewall despensas de alimentos a los hambrientos, a
socorrer a niños de la calle y a defender a los
de Nueva York.
jóvenes homosexuales.

Entrado el presente siglo, Rivera acusaba

ya el paso de los años y sufría de cáncer de hí-
gado. Aún así, poco antes de morir ella sostuvo
una reunión con una delegación de la Agenda
del Orgullo del Empire State para tratar el tema
de la inclusión de la identidad de género en
que sufrió durante varios años- medió bastan-
la “Ley de No Discriminación por Orientación
te en su comportamiento, que algunas veces
Sexual” de Nueva York, que se estaba discutien-
era huraño y déspota y que le granjeó algunos
do en el momento.
enemigos y opositores. Esta situación la llevo
durante un largo periodo de su vida al abuso de
Rivera falleció en la madrugada del 19 de
las drogas y el alcohol, cayendo en periodos de
febrero de 2002 en el Hospital San Vicente.
depresión y angustia que frustraron muchos de
Tenía 50 años. Su entierro fue multitudinario y
sus proyectos en el activismo.
memorable. Sus cenizas fueron puestas en un
carruaje halado por caballos que recorrió lenta-
Más tarde Star dejó de funcionar y Rivera
mente el barrio Greenwich Village y en particu-
pasó a ser una figura menor al interior del acti-
lar el bar Stonewall Inn, donde se encontraba
vismo neoyorkino. Para finales de los 70, Rivera
Rivera la noche del 28 de junio de 1969. Luego
se marchó a un pueblo llamado Tarrytown, al
sus restos fueron esparcidos en el río Hudson,
norte del centro de Manhattan. Allí consiguió
donde alguna vez intentó suicidarse. Cuarenta
trabajo como jefa del servicio de comidas en la
años después de los disturbios de Stonewall y
Corporación Marriott, labor que alternaba con
a siete años de su muerte, la figura de Sylvia
la organización de shows de transformistas y
Rivera, con sus desilusiones y conquistas, sus
drag queens en los bares del condado. Regresa-
batallas ganadas y desaprovechadas, se hace
ba a su amada y odiada Manhattan únicamente
más terrenal y su preponderancia más perento-
para el desfile y las fiestas del orgullo gay en
ria.
junio.
comentarios knot@revistaknot.com

En la década de lo 90s, cuando los grupos

por los derechos de los gays se habían multipli-
cado y diversificado en sus tendencias ideoló-
gicas y de acción, Rivera volvió Manhattan y se
instaló en una casa pequeña a las orillas del río
Hudson. Aún con los problemas de dependencia
a las sustancias psicoactivas y al alcohol, Rivera
continuó liderando luchas por la reivindicación
 Fotografía Cartel “ Stonewall”
www.transsexualitat.org
Intervención Fotográfica Revista Knot

gay según Hollywood

A la postre, poco termina importando si la película Stonewall del director Nigel
Finch es un fiel retrato de los eventos ocurridos en Nueva York en junio de 1969.

Desde luego, en el film aparecen Richard
Nixon, Sylvia Rivera, Martin Luther King, la
Sociedad Mattachine, los brutales tratos que los
policías le daban a los travestis y los prejuicios
morales propios de le época. Sin embargo, uno
de los elementos más importantes de Stonewall
es la intensa relación de romance y amistad
entre la extrovertida La Miranda y el intrépido
Mattie Dean.
La aclaración es importante: a Nigel Finch
no le interesa relatar con exactitud y calidad do-
cumental lo sucedido en los violentos disturbios
que dieron paso a la revolución homosexual en
Norteamérica. Tampoco le interesan las morale-
jas, las lecciones históricas ni los grises análisis
sociales. Y esta decisión la deja clara desde el
Dossier
empiezan y las historias que se narran ocurren
algunas semanas antes de los eventos. Sin em-
bargo, Finch se arriesga un poco, pues a pesar
de no apelar directamente a la reconstrucción
de la realidad, en el film irrumpen imágenes de
noticieros y entrevistas a algunas personas que
estuvieron en los hechos, produciendo ciertos
paréntesis de realismo documental.
La protagonista principal es La Miranda,
una travesti joven, coqueta, irreverente, se-
ductora y misteriosa. Las noches son para La
Miranda un tiempo de encuentro con su clan de
amigas cómplices en el mundo clandestino, pe-
ligroso y cautivante de las noches neoyorquinas
en los 60s. Si bien puede parecer una imagen
estereotípica, lo cierto es que el personaje de La

principio del film en boca de La Miranda, la Miranda es una construcción compleja y en la

travesti protagonista: “Verás, hay tantas historia
de Stonewall como reinas gay en Nueva york...
Donde quieras que vayas en Manhattan o en
Estado Unidos, vas a oír alguna nueva leyenda.
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película encaja perfectamente sin producir asi-
metrías. Desde una mirada amplia, Stonewall lo-
gra escapar de ciertos estereotipos simplistas y
negativos de otros travestis erigidos en el cine,

Pues bien, esta es la mía, cariño ¿de acuer-
do?”. De forma tajante hace una declaración
de principios y se diferencia, pues, de aquellas
películas basadas en acontecimientos históricos
de una minoría social en las que se intenta ser
fiel a los hechos narrados y recrear personajes
de carne y hueso con veracidad.
Incluso la propuesta va más allá, pues el
film termina precisamente cuando los disturbios
en los que la extravagancia, superficialidad, ale-
gría absurda, tosquedad y hasta vulgaridad son
características inherentes a sus personajes.
El drama de la película empieza cuando La
Miranda conoce a las afueras del bar Stonewall
Inn a Mattie Dean. Él es un adolecente buenmo-
zo e inteligente, aunque apenas descubriendo
los secretos de la cultura gay de la gran ciudad,
pues acaba de bajarse de un bus proveniente de
un pueblo pequeño del Medio Oeste.

52
 53

Entre La Miranda y Mattie surge un ro-

mance en el cada uno conoce el universo del
otro y aprenden a quererse con sus miedos, sus
problemas y sus aventuras. La Miranda es una
persona curtida en experiencias en los vericue-
tos de la noche de Nueva York, que cree que ha
perdido la capacidad de amar y de odiar. Por su
parte, Mattie es un joven rebelde, una versión
acomodada de James Dean, que quiere aventu-
rarse sin miedo en el submundo gay –en aque-
lla época sí lo era- de la gran ciudad. La verdad
es que nunca sabemos cuál el verdadero pasado
de él, pues aunque se presenta como Mattie
-¿será ese su verdadero nombre?- y sabemos
que proviene de un pueblo alejado, durante la
película no se nos dice más.
La relación entre estos dos personajes
se torna problemática cuando entra a escena
Ethan (Brendan Corbalis), un atractivo profe-
sor de clase media y decidido activista por los
derechos de los homosexuales que hace parte
de la Sociedad Homófila, una clara alusión a la
real Sociedad Mattachine. Mattie, cautivado por
su bagaje cultural, su forma de expresarse y su
arriesgada militancia, empieza una relación con
Ethan y se introduce en otro nuevo mundo: el
activismo en favor de la aceptación social de los
gays de finales de la década de los 60s.
El desenlace no podía ser otro: Mattie llega
pronto a una encrucijada. Por un lado está la
sensible y vanidosa La Miranda y su colorido
aunque peligroso estilo de vida, y por el otro,
se encuentra el centrado aunque transfóbico
Ethan, con sus interesantes comentarios y su
enérgico activismo.
Sin embargo, el argumento de película no
se agota en la relación de La Miranda, Mattie y
Ethan. Hay historias subyacentes que también
logran cautivar y tener su asidero histórico.
Por ejemplo, la lóbrega relación entre el mun-
do de la mafia y los clientes del bar Stonewall
Inn es otro de los logros de la película. Esto es
ante todo un dato histórico que nos ubica en el
contexto determinado: como se sabe, Stonewall
Inn y otros bares y discotecas del underground
de Nueva York en la década de los de los 60s
eran administrados por bandas del hampa. Esta
inquietante dependencia se refleja en el roman-
ce entre Bustonia (Duane Boutte), una travesti
negra y solidaria, y Vinnie (Bruce MacVittie),
el dueño del bar, un mafioso homosexual de
clóset, que se debate entre aceptar su amor por
Bustonia y el machismo del mundo delictivo.
Un vampiro audiovisual
Stonewall es una especie de vampiro audio-
visual, pues aunque muchos la cataloguen como
una comedia dramática, lo cierto es que este
film se nutre también de varios géneros clásicos
como el documental, el musical y hasta –si se
mira con cierta perspicacia- del cine negro. En
ese sentido, pese a ser británico e inscribirse
en el llamado cine independiente, Finch retoma
algunos estilos cinematográficos muy hollywo-
odenses.
Las pinceladas del cine musical, en las que
se interrumpe el desarrollo de la historia con
fragmentos de música cantados y coreografia-
dos por las amigas de La Miranda, le dan un
aire colorido y divertido a la película.
Stonewall no es, como afirman algunos,
una crónica de los sucesos que favorecieron
el desarrollo del moderno movimiento por los
derechos LGBT en Estados Unidos. Esta película
es mucho más que eso. Se trata de la historia de
personajes desencantados en una ciudad gran-
de, que parecen seguir la sentencia de Jorge
Luis Borges: “No pasa un día en que no seamos
muy felices y muy desdichados”.
Cabos sueltos
La película es una adaptación del libro
Stonewall escrito por el historiador dramatur-
go y activista LGTB Martin Bauml Duberman y
publicado originalmente en 1993.
Su director Nigel Finch murió el 14 de fe-
brero de 1995 en Londres, de una enfermedad
asociada al SIDA, durante el proceso de edición
de la película.
Stonewall ha obtenido algunos galardones
y reconocimientos, entre ellos el Premio de la
Audiencia del London Film Festival, el galardón
del Público al Mejor Reportaje en el Festival
Internacional de Cine gay-lésbico de San Fran-
cisco y el Gran Premio del Jurado del Outfest a
su guionista Rikki Beadle Blair.
Algunos sostienen que el personaje de la
Miranda está inspirado en la activista latina
radicada en Estados Unidos Sylvia Rivera.
Quien interpreta a La Miranda es Guillermo
Díaz, actor de ascendencia cubana y quien ha
asumido púbicamente su homosexualidad.
comentarios knot@revistaknot.com
 El mundo al revés de
Jean-Gabriel Périot
www.jgperiot.free.fr
Jean-Gabriel Périot diera la impresión de
vivir en un mundo al revés. Su mirada de la
realidad es diferente. Sin embargo, este realiza-
dor francés tiene los pies en la tierra más que
muchos otros directores y guionistas audiovi-
suales. Con apenas 35 años, Périot se ha con-
vertido sin lugar a dudas en una de las nuevas
promesas del Video Arte en Europa.
Su amplia gama de realizaciones com-
prende más de 30 producciones, entre shorts
movies, instalaciones y videos. Périot ha par-
ticipado en numerosos festivales de cine gay,
de video arte y de cortometrajes, entre los que
se pueden nombrar el Audiovisiva de Milán,
In Short de San Petersburgo y el Haida Gwaii
Film Festival de Canadá. También ha ganado
más distinciones y premios que muchos otros
realizadores de Hollywood que le duplican en
edad. El galardón Dick Arnall del Festival Inter-
nacional de Animación de Norwich, el premio
a Mejor Documental del Festival Alternativa de
Barcelona y el gran premio en el Festival inter-
nacional de cortometrajes Tempere son algunos
de estos reconocimientos. Desde luego, como
Recomendados y señalados
buen exponente de las producciones experi-
mentales, a Périot no le quita el sueño ganarse
el premio Oscar o el Golden Globe.
Sus videos, que no suelen superar los 10
minutos -algunos sólo duran dos– escapan de
los modelos de narración convencionales, de las
estructuras temporales clásicas y de los perso-
najes o escenas arquetípicas. Precisamente su
carácter de “experimental” se refiere a su capa-
cidad de situar al público en una perspectiva
más reflexiva, desconcertante y dinámica frente
a los videos.
www.revistaknot.com
A Périot no le interesa –por lo menos no
por ahora- retratar la parfait et exquisite vie de
las franceses promedio. Sus videos combinan
las técnicas de edición (metáforas audiovisua-
les, acumulación caótica de imágenes, sobre-
imposición de íconos, la utilización del enfoque
selectivo, etc.) con fuertes diatribas a la socie-
dad. Un ejemplo de esto es su corto Before I
was sad (2002), que puede interpretase no sólo
como un video autobiográfico, sino también
como una sátira a la idea de “integración” de la
54
comunidad homosexual que terminará provo-
cando la “heterosexualización” de los gays.
En otro de sus videos, Even if she had been
a criminal (2006), Périot remota un video del
archivo audiovisual francés sobre el castigo
público de algunas mujeres acusadas de haber
colaborado con los alemanes durante la II Gue-
rra Mundial y lo contrasta con el himno oficial
La Marsellesa, que habla de la libertad, la igual-
dad y del perdón de las víctimas. En uno de sus
videos más galardonados, Nijuman no borei
-200000 Fantasmas (2007), Periót hace una
transposición rápida de fotografías de la Cúpula
de Gembaku, símbolo de la ciudad Hiroshima,
desde 1914 hasta 2006.
La especialidad de este rubio français es el
retoque y la edición conveniente de los videos
preexistentes. En Undo (2005) no deja dudas de
su mundo al revés: toma imágenes de la tele-
visión de manifestaciones públicas, desastres
naturales y escenas cotidianas y las muestra en
retroceso, generando una serie de imágenes pe-
culiares. En Lovers, Periót vuelve sobre escenas
de películas porno gay y las despoja de algunos
de sus principales características (la velocidad,
el sonido orgásmico, el color, la nitidez, etc.)
produciendo un video en escala de grises, lento,
borroso y con música industrial y suave.
Si usted es de los que está aburrido de
las películas que intentan contar una historia
convencional, de ver a Tom Cruise en su rol
de héroe urbano o de los predecibles finales
felices, las propuestas artísticas de Periót son
una buena opción. Desconcierto, consternación,
dudas, asombro... son algunas de las sensacio-
nes que producen los shorts movies de este
guionista y director.
 55

www.petshopboys.co.uk

Sí, los Pet Shop Boys

siguen como si nada
Ya han pasado 23 años desde que el dueto confor-
mado por Neil Francis Tennant y Chris Lowe lanzaron
“Please”, su primer álbum, y ellos siguen ahí, dignos y
sin ganas de marcharse, aunque con más arrugas en sus
rostros y varias canas en sus cabezas. Como prueba de su
vigencia, los Pet Shop Boys hace pocos meses lanzaron su
más reciente álbum, “Yes”, número diez en su trayectoria
musical. Ya cautivaron con su espectacular video “Love
etc.” y ahora regresan a escena con “Did You See Me
Coming?”, llamativa tanto por la connotación sexual de
su título como por retomar los pegajosos estilos de dance
setentero que ya habían experimentado en canciones
como “I Don’t Know What You Want but I Can’t Give It
Any More”, de su otro álbum “Pop Art”.
En general, el disco llama la atención por sus sonidos
discotequeros, sus ritmos contagiosos, letras irónicas y
melódicas y, por supuesto, por una que otra crítica a
la elegante y caótica sociedad europea, de la que ellos
parecen estar complacidos y, al mismo tiempo, desencan-
tados. Su canción “Bulding a Wall”, por ejemplo, es una
crítica a la actitud agresiva de los ciudadanos europeos
hacia los extranjeros, en especial hacia los indocumenta-
dos.
Sí, las invectivas que han recibido a lo largo de su
carrera tienen un aire a verdad: que la voz de Neil Fran-
cis es electrónica, que sus canciones son muchas veces
monótonas y lentas, que sin la ayuda del sintetizador no
serían nada. Pero superando estas críticas, lo cierto es
que “Yes” confirma que estos británicos siguen siendo el
dúo dinámico del género synth pop.

No dejes para hoy

lo que puedes hacer mañana
Seamos sinceros. Raras veces las paginas web dedicadas a la música tienen un diseño atractivo o innovador. Pues bien,
All Tomorrows Magazine quiere escapar de esta tendencia nefasta. Se trata de una revista virtual especializada en la música,
las tendencias de vanguardia, los sonidos novedosos, los nuevos artistas, los conciertos, la cultura y hasta la moda. Su pro-
puesta gráfica es interesante, original y sencilla ¿Qué mejor manera de hacer referencia a los sonidos que con la imagen de un
casete? Antes de que la entrada del Cd lo asfixiara hasta la muerte, el casete era el más apreciado y ambicionado dispositivo de
música. Tanto su revista –que sólo es posible conseguirla on line y en formato pdf- como su página web y su My Space, tienen
un diseño arriesgado, fresco y atractivo, que alterna buenas fotografías, textos interesantes y una mirada ciertamente alterna-
tiva sobre la música. Por si fuera poco, también permiten descargar música e interactuar con algunos de los redactores.

www.alltomorrows.es
 Moda eco-global

Giovanni Domínguez. Nació en

Palmira (Valle del Cauca) hace 35 años
y con sus dreadlocks parece más bien
el miembro de una cofradía rastafari
de aquellas que profesan la admiración
por Marcus Garvey. Sin embargo, “Guío”
es uno de los diseñadores colombianos
más importantes de los últimos años.
Sus innovadores diseños, marcados por
su carácter ecológico, intentan impreg-
narle una dosis de originalidad y sentido
social al entusiasta mundo de la moda.
Sus diseños han estado en importantes
pasarelas de las principales ciudades del
país, así como en Miami, Nueva York y
Perú. Como nota curiosa, a principio de
este año él fue elegido para confeccionar
el traje del cantante mexicano de músi-
ca ranchera Vicente Fernández para su
concierto en la ciudad de Cali.

Actualmente “Guío” lidera y preside

la Cámara de la Moda Vallecaucana, que
lleva más de cuatro años de funciona-
miento en el departamento. Aparte, es
uno de los cerebros creativos detrás de
Estilo Knot

la organización del Expomoda Colombia

Ciudad de Palmira que, a diferencia de
otros eventos de moda que se realizan en
el país, tiene un evidente acento “eco-glo-
bal”, en el que, según él mismo explica,
“los diseñadores tenemos que presentar
www.revistaknot.com

colecciones que propendan a la conser-

vación de la naturaleza y estén relaciona-
dos con temas del medio ambiente”.

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Fotografía Jr. Valderrama
Modelos Elizabeth Castaño / Joan Serna
Styling Amanda Coral

“A la hora diseñar pienso en el comodidad de la

persona, más específicamente en quién la va a lucir y
en las personas que la aprecian en la pasarela. Busco
sensibilizar y transmitir algo con una prenda”

Fotografía José Raúl Hernández

“La moda tiene que ver mucho con el día a día, pues ante todo es cíclica: va y
viene a la medida que se va desarrollando nuestra vida”
 www.revistaknot.com Estilo Knot

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“Lo que me motiva a diseñar prendas con carácter social es querer ser
un artista íntegro, diferente, un diseñador que no piensa solamente
en vender o en prostituir la marca, sino en dejar un mensaje, legar un
concepto tanto en la pasarela como fuera de ella”
 Fotografía Ismael Morelos
Modelos Angélica Lanau
Styling Leandro Jaramillo
Estilo Knot
www.revistaknot.com

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“Actualmente una de las características más importantes en la

moda, tanto para hombres como para mujeres, es la sastrería.
Hemos vuelto a la época de nuestros abuelos. Creo que esta
tendencia le ha dado el tinte diferencial a las prendas, pues es
lo que están usando desde las grandes reinas de la monarquía
europea hasta la gente del común”
comentarios knot@revistaknot.com
 La operación de
reasignación de sexo
En Colombia las operaciones
de Reasignación de Sexo –antes
conocidas como cirugías de Cambio
de Sexo- están únicamente contem-
pladas para personas que presenten
casos de “ambigüedad sexual”, y que
se demuestre mediante un estudio
cromosómico (cariotipo). En casos de
personas que no tengan esta condi-
ción, no se contempla. Por otro lado,
si la persona por su propia voluntad
desea someterse a la operación,
legalmente ese nuevo sexo no le será
Dr. Héctor Fabio Sánchez reconocido.
El método para la operación
de reasignación de sexo en hombre
a mujer, consiste en una técnica
mediante la cual se construye una
vagina, un clítoris, labios menores y
mayores, a partir de los tejidos pro-
pios de su pene. En caso de resultar
insuficiente, se recurre a injertos de
piel ya sea de la pierna, el vientre o
del intestino grueso. Otras técnicas se
basan en el uso de la piel del escroto
que brinda mejores resultados en
cuanto a sensibilidad.
Cita con el Especialista
www.revistaknot.com
62
Parte I
Por otra parte, en el caso de la
operación de reasignación de sexo de
Mujer a Hombre las técnicas son aún
rudimentarias y los resultados han
sido poco exitosos. Existen diferentes
técnicas, aunque hay dos que se usan
con mayor frecuencia: La primera,
consiste en tomar piel, grasa y mús-
culo del antebrazo, el cual brinda una
apariencia fálica estética pero flácida,
por lo que se debe recurrir a prótesis
adicionales que permitan la penetra-
ción.
La segunda es una técnica que
toma injertos de hueso fibular con
piel. Según algunos reportes, al tener
un complemento óseo éste permite
la penetración. Sin embargo se trata
de un procedimiento complicado,
costoso y cuyos resultados no están
completamente garantizados.
Una pregunta frecuente es si
después de realizada esta operación
la persona puede tener erecciones y
sensibilidad normal. Pues bien, en el
caso de la vagina, como se construye
a partir de tejidos inervados, se ha re-
portado que efectivamente se conser-
va algo de sensibilidad, especialmente
si se utiliza la piel del escroto. No
obstante, no se trata de sensibilidad
total.
En el caso de la faloplastia, como
se utilizan tejidos de otras partes del
cuerpo, estas terminaciones nerviosas
son cortadas y no hay sensibilidad.
Con respecto a la erección, ésta no es
posible sino con prótesis adicionales.
comentarios knot@revistaknot.com
Calle 31 No. 27 - 76
Antiguo Teatro Palmira - Nivel 2
Teléfono Fijo: (57) (2) 271 84 84
Teléfono Móvil: (57) 315 274 51 11
Palmira - Colombia