Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Resumen:
El feminismo es un movimiento de carácter político y filosófico, que tienen como su
objetivo principal el reconocimiento y la protección de los derechos en pro del desarrollo de
la mujer. Este movimiento en los últimos años ha venido alcanzado mucha popularidad en
todas las sociedades, pues no existe sociedad alguna que no haya heredado la creencia
errónea de que la mujer siempre está subordinada al mando del hombre, creencia que se da
desde la antigüedad. El ideario feminista es fruto, como todas las ideas hegemónicas de un
proceso de identificación de reclamos y de prácticas políticas que han variado durante su
historia, lo que responde a un criterio antropológico, pues estos acontecimientos se dan en
la lucha constante de hombres y principalmente mujeres que se han adherido a las ideas
feministas. El concepto de igualdad no es suficiente para hablar de feminismo, tenemos que
pensar en la equidad y llevarla en ejecución para comprender al feminismo.
Palabras Clave:
Abstract:
Estudiante de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Cuenca.
Estudiante de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Cuenca.
Estudiante de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Cuenca.
Estudiante de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Cuenca.
Estudiante de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Cuenca.
Feminism is a motion of a political and philosophical nature, whose main objective is the
recognition and protection of the rights for the development of women. This motion in
recent years has been very popular in all societies, since there is no society that has not
inherited the mistaken belief that women are always subordinate to the command of man, a
belief that has been given since antiquity. The feminist ideology is fruit, like all hegemonic
ideas of a process of identification of claims and political practices that have varied during
its history, which responds to an anthropological criterion, since these events occur in the
constant struggle of men and mainly Women who have adhered to feminist ideas. The
concept of equality is not enough to talk about feminism, we have to think about equity and
implement it to understand feminism.
Keywords:
Liberation, Feminism, Society, Rights, Egalitarianism, Equity, Gender.
Introducción
El feminismo ha sido representado a través de la historia por distintos movimientos
sociales pertenecientes a distintas y variadas doctrinas, a pesar de que cada doctrina
feminista varia en cuanto a sus preceptos básicos de fundamentación, todas parecen
asemejarse en el fin, es decir, en buscar una transformación social en donde se eliminen las
desigualdades y las jerarquías que no permiten que el hombre y la mujer tengan
exactamente los mismo derechos y obligaciones.
A lo largo del tiempo el debate sobre el pleno ejercicio de los derechos ha sido una
constante en la búsqueda de una armonía social. Sin embargo no ha sido un camino fácil de
trazar, ya que en ocasiones se ha pasado de un extremo a otro, esto es de un machismo
extremo a un feminismo igual, así mismo la mujer en la exigencia de sus derechos y la
sociedad en el afán de reivindicar a la mujer, ha plasmado en leyes; derechos y
obligaciones, que no mantienen un equilibrio con los derechos y obligaciones que también
tienen los hombres, es decir que a veces atentan contra los derechos de los hombres lo que
viola el principio constitucional de igualdad ante la ley.
La historia del feminismo es la historia de mujeres que sólo han tenido paradojas
que ofrecer, no porque, como los críticos misóginos dirían, la capacidad racional de
las mujeres es deficiente o tienden por naturaleza a llevar la contraria, no porque el
feminismo no ha sido capaz de dotarse de una teoría y unas prácticas correctas, sino
porque históricamente el moderno feminismo occidental está constituido por las
prácticas discursivas de una política democrática que ha equiparado individualidad
con masculinidad.2
1
Susana Gamba, Diccionario de estudios de género y feminismos, (Buenos Aires: Editorial Biblos, 2007).
2
Cristina Borderías, Joan Scott y las políticas de la historia, (Barcelona: Icaria Editorial, 2006), p. 254.
3
Sandra Acker, Genero y educación: reflexiones sociológicas sobre mujeres, enseñanza y feminismo, (Madrid:
Nacrea, S.A. de Ediciones, 2000), p. 63.
Hay diversos tipos de feminismo que difieren por completo, tanto desde sus análisis
teóricos hasta su modelo de cambio social o su visión de la sociedad ideal. Un método de
categorización consiste en conceptualizar tres tipos principales de feminismo: 1) feminismo
liberal y moderado, 2) feminismo marxista o socialista, y 3) feminismo radical.4
El feminismo liberal sostiene que las mujeres deben tener las mismas oportunidades
y derechos que los hombres, básicamente quienes siguen el feminismo liberal creen en la
reforma del sistema desde dentro de lo mismo. El feminismo marxista o socialista considera
que la opresión de la mujer no es sino un caso de la opresión de clase, opresión que tiene su
origen en el capitalismo, las feministas marxistas señalan por ejemplo, hasta qué punto se
beneficia el sistema capitalista de la opresión de las mujeres en cuestiones como la
discriminación salarial. Por último el feminismo radical sostiene que la opresión de la
mujer se fundamenta en la biología, en concreto, en las diferencias biológicas entre los
géneros y, sobre todo, en el hecho de que solo las mujeres puedan tener hijos. 5
Uno de los principales aportes de las primeras feministas ha sido la construcción del
movimiento feminista internacional, la trascendencia de las fronteras y la puesta en común
de reivindicaciones de carácter social y político, pese a la diversidad y heterogeneidad en su
composición, la especificidad de sus luchas y la confluencia de diferentes tendencias al
interior del feminismo, como lo hace notar Mérola. La incorporación de las mujeres al
movimiento feminista tiene diferentes motivos, pero según ella, en general la adhesión se
debe a una reacción racional frente a unas condiciones económicas y sociales insoportables.9
de las mujeres intelectuales. Sin embargo, en la medida en que estos movimientos han
evolucionado y crecido con una dinámica propia (…)”.10
Por otro lado, la presión y la acción política de las feministas, han conseguido una
serie de derechos y reconocimientos legales como que las mujeres puedan votar, puedan
7
Causapié Lopesino, “La contribución del feminismo al desarrollo de la sociedad”, Psychosocial Intervention,
(Septiembre 1995): p. 103 - 106, vol. 4, Num.10.
8
Julio Cesar Gonzales, “Feminismo y Masculinidad: ¿mujeres contra hombres?”, Temas, (Abril 2005): p. 4 -
14, vol. 37.
9
Giovanna Mérola, "Las mujeres: la mayoría marginada". Nueva Sociedad, (julio- agosto 1985): p. 114, Núm.
10
Grace Prada,”El feminismo, un movimiento social alternativo” Repertorio Americano (Enero-Diciembre
2005): p. 36 - 40.
estudias carreras superiores y por tanto, que puedan ser abogadas, medicas, políticas; que
puedan ejercer profesiones que se les estaba siendo vedadas por ser mujeres como el ser
conductoras, mineras y entre otras cosas más.11
Estadística 1.- El resultado de la primera pregunta nos permite evidenciar que la mitad de
los encuestados tienen un conocimiento general acerca de que es el feminismo y que es lo
que busca a través de su doctrina.
Estadística 1
11
Oliva Blanco e Isabel Morant, El largo camino hacia la igualdad: feminismo en España: 1975- 1995
(Madrid: Instituto de la Mujer ,1995), p. 132.
Cree usted que el feminismo ha influido en la
sociedad
8% Si
No
29% No se
63%
Estadística 2
Estadística 2.- En este grafico nos podemos dar cuenta, de que la mayoría de las personas
son conscientes de que el feminismo ha sido un factor influyente en la evolución de la
sociedad.
Mala
25% Buena
60%
Estadística 3
Estadística 3.- De cierto modo como la población afirma que el feminismo ha sido un
factor en la evolución de la sociedad, la misma piensa que es un determinante positivo y
que nos ha hecho avanzar para bien.
Cree usted que el feminismo ha logrado que las
mujeres alcancen el pleno ejercicio de sus
derechos
No se
5%
No
30%
Si
65%
Estadística 4
Estadística 4.- La constante lucha de las mujeres por el querer obtener la equidad de
derechos a comparación de los hombres ha sido obvia, por lo cual esta lucha ha sido
evidente para nuestros encuestados que afirman que las mujeres han alcanzado el pleno
ejercicio de sus derechos.
Cree usted que el feminismo ha conseguido
reducir la conflictividad social
10%
20%
Si
No
No se
70%
Estadística 5
Estadística 5.- Como se puede constatar el feminismo ha logrado un avance para los
derechos de las mujeres, pero no ha logrado reducir la conflictividad social según la
opinión mayoritaria de nuestros participantes
En el sentido más básico y a la vez el más profundo del feminismo, lo que busca es
el reconocimiento en la teoría y en la práctica de los derechos de las mujeres, eliminar un
grupo social que se base en la dominación de los hombres sobre las mujeres. El feminismo
como ideología y práctica política tiene muchas corrientes, como la igualitarista, esta
corriente no es nueva y es una de las más aceptadas fuera del feminismo. Esta insiste en que
la diferencia sexual no se debe convertir en una desigualdad social, sin embargo es muy
difícil hablar de igualitarismo cuando se vive en una situación muy desigual, es por ello que
surge la necesidad del feminismo.
Tenemos que tomar en cuenta que el feminismo, es un discurso político que se basa
en la justicia. El feminismo es una teoría y práctica política articulada por mujeres que tras
analizar la realidad en la que viven toman conciencia de las discriminaciones que sufren por
la única razón de ser mujeres y deciden organizarse para acabar con ellas, para cambiar la
sociedad.12 De esa manera el feminismo se articula como una filosofía política y al mismo
12
Nuria Varela, Feminismo para Principiantes. (Barcelona: Ediciones B. S. A, 2008), p. 10.
tiempo como un movimiento social. Si hablamos de igualitarismo, este concepto no
concuerda con los deseos del feminismo, puesto que el igualitarismo, no define un
problema específico, podría referirse a distintas cuestiones; consiste en considerar a cada
ser humano como igual, pero es necesario establecer la problemática para trazar objetivos
claros, en este caso hablamos de feminismo, puesto que este busca combatir la desigualdad
de género. El feminismo va más allá de igualar el acceso a oportunidades, tiene que ver con
repensar las instituciones y las estructuras patriarcales, con la liberación de la mujer de
ciertos condicionamientos que se le han impuesto en forma de roles de género, con la
eliminación de estereotipos sexistas y en general en una forma distinta de ser reconocidas.
El espíritu del feminismo es observado como una teoría de la justicia que ha ido
cambiando el mundo y trabaja día a día para conseguir que los seres humanos sean lo que
quieran ser y vivan como quieran vivir, sin un destino marcado por el sexo con el que
hayan nacido.13 En el fondo el feminismo no solo busca mujeres audaces, sino busca
también que el fundamental acto de valor de los hombres sea aceptar a las mujeres como
seres humanos libres, propietarios de su destino, capaces de ganarse la vida y para gozarla
sin que su condición sexual se lo impida. No se puede llamar igualitarismo porque no
busca que todo sea igual, que la mujer se adapte a las normas y reglas masculinas de la
sociedad, sino que cada una tenga sus propios derechos y libertades.
13
Ibid., p. 15.
14
Carmen de la Cruz, ´Bienestar, cuidados y derechos. El debate de desarrollo y las políticas pendientes´,
Feminismo, género e igualdad (2011): p. 217.
recíprocamente equivalentes aún en desigualdad y en ese principio se sustenta la necesidad
de establecer mecanismos y fórmulas y procesos de equidad como vía de eliminación de
desigualdades y de la opresión, así como el ejercicio de la justicia en beneficio de la
igualdad.15
Dentro del movimiento feminista es necesario eliminar las desiguales que cierto
grupo de mujeres pueden imponer, un claro ejemplo es la raza, sin embargo esto en cierto
punto e ha eliminado y ha existido una igualdad entre mujeres, pues al inicio en los grupos
feministas se incorporaron mujeres sin tener en cuenta raza y género a la vez. 17 En este
sentido si se puede hablar de igualitarismo, pero dentro del movimiento feminista, debido a
que dentro de las esferas de dicho grupo es necesario que exista una igualdad de
oportunidades entre las mujeres que lo integran, al contrario de lo que pasa en el exterior
del movimiento, el concepto de igualitarismo no basta para reconocer que las mujeres son
recíprocamente equivalentes a los hombres y viceversa.
15
Marcela Lagarde y de los Ríos, El Feminismo en mi Vida. (Ciudad de México: Gobierno del Distrito Federal,
2012), p. 97.
16
Alba Carioso, Feminismo y Cambio Social en América Latina y el Caribe. (Buenos Aires: CLACSO, 2012), p.
115.
17
Bell Hooks, El Feminismo es para todo el mundo. (Madrid: Traficantes de Sueños, 2000), p. 82.
en el modelo de lo humanos. Desde, entonces la diferencia sexual ha significado
desigualdad legal n perjuicio de las mujeres. Esta desigualdad pudo haberse dado en contra
del sexo masculino si el parámetro de lo humano hubiese sido a la inversa 18. Pero, esta
empíricamente probado que la jerarquización se hizo y se hace a favor de los varones. Es
más en todas partes y en la mayoría abrumadora de las culturas conocidas, las mujeres son
consideradas de alguna manera o de algún grado, inferiores a los hombres. Cada cultura
hace esta evaluación a su manera y en sus propios términos, a la vez que genera los
mecanismos y las justificaciones necesarias para su mantenimiento y producción.
Sin embargo, a pesar de que en cada cultura el grado de inferioridad, de las mujeres
con respecto a los hombres y los argumentos para justificarla puede ser distintos, todas las
culturas conocidas tienen algunos rasgos comunes. Lurdes ha identificado tres de estos:
primero, una ideología y su expresión en el lenguaje que explícitamente devalúa a las
mujeres dándole a ellas, a sus roles, sus labores, sus productos y su entorno social, menos
prestigio o poder el que se le da los hombres; segundo, significado negativos a tribuidos a
las mujeres y sus actividades a través de hechos simbólicos o mitos (que no siempre se
expresan de forma explícita); y tercero, tercero estructuras que excluyen a las mujeres de la
participación en diferentes aspectos19.
Pasaré ahora a presentar de forma igualmente sucinta el innegable aporte que hizo
Marta Lamas a la conformación de la antropología feminista en América Latina. Entre el
feminismo de la igualdad y el de la diferencia, así como por las obras de las feministas
radicales que pusieron en el centro de sus reflexiones el cuerpo y la sexualidad de las
mujeres como el locus sobre el que el patriarcado estableció su dominio, esta autora
incursionó en el estudio de la prostitución femenina como indicativa de ese locus. Este
interés se ampliaría más tarde, centrándose en la conformación de la diferencia sexual. En
el camino, fue una decidida introductora de las discusiones en torno a la categoría de
género que circulaban en el ámbito académico anglosajón. Su artículo "La antropología
18
Mercedes Olivera. Algunos problemas de la investigación antropológica actual, (México: nuestro tiempo,
1980), págs. 43-55.
19
Lourdes Méndez. Antropología feminista, (Madrid: síntesis, 2007), págs. 86-112.
feminista y la categoría género", publicado en 1986 en la revista Nueva Antropología, se
convertiría en poco tiempo en una referencia común entre las estudiosas del tema. En él
caracterizó al género como una categoría antropológica ubicada en el centro de la polémica
naturaleza vs. Cultura, particularmente porque da cuenta de las diferencias entre mujeres y
hombres presentes en la mayoría de las sociedades conocidas. Con ello se adentró en la
discusión entre universalidad y particularidad, referida a la evidencia de que en muchos
casos esa diferencia es el fundamento ideológico de la desigualdad entre mujeres y
hombres. Para la autora, quizás la mayor riqueza que aportaba el género en la época era lo
que enunció como "el desmantelamiento del pensamiento biologicista (tanto patriarcal
como feminista) respecto a la opresión femenina, ubicándolo en el registro 'humano', o sea,
en lo simbólico…" (p. 196), reconociendo que quedaban aún interrogantes sin responder,
como el hecho de que la posición compartida en las estructuras jerárquicas acercaba más a
mujeres y hombres del mismo rango, alejando decisivamente a unas mujeres de otras. Esto
alertaba con respecto a reconocer los alcances de la categoría de género para la
investigación, evitando con ello incurrir en planteamientos ideológicos en vez de analíticos.
20
Martha Lamas. Equidad entre géneros, (México: UNAM, 1997), p. 13.
se explica cómo construcción social, sin relevar el peso decisivo de la deconstrucción, se
vuelve ineficaz para la práctica política libertaria.
21
Son definiciones que se fijan mediante su repetición frecuente, sus gestos, una frase, una formula artística,
etc.
conclusiones del libro, el valor de la transgresión como recurso de las mujeres para vivir la
propia vida, transformar la sociedad y, por supuesto, convertirse en sujetos libres.
Este juego entre explotación y opresión vincula al primer artículo con el segundo,
en el que aborda con detalle la situación de las familias indígenas que observó en su
investigación en algunas comunidades indígenas de Latinoamérica. A la luz de sus datos
etnográficos y etnohistóricos, desentrañó la relación entre formas de trabajo coloniales y
modernas, feudales, no feudales y capitalistas, como el fundamento de la dependencia de
las comunidades indígenas con respecto a las fincas cafetaleras. La autora consideró que la
aguda explotación de las mujeres en ellas se incrementaba por el paternalismo presente
tanto en las relaciones laborales como sociales, ejemplificado con el compadrazgo
establecido entre patrones y trabajadores. Otro hecho crucial fue identificar la reproducción
de la marginación, pues detectó un número considerable de hijos -resultado de violaciones
o relaciones sexuales forzadas entre patrones y trabajadoras- que no eran reconocidos por
sus procreadores y, por las condiciones de su nacimiento, tampoco tenían lugar en los
hogares indígenas.
22
Mercedes Olivera. Algunos problemas de la investigación antropológica actual, (México: nuestro tiempo,
1970).
"servicios" de todo tipo que debían prestar a los patrones, incluidos los sexuales. Denunció
la permanencia del derecho de pernada, con lo cual evidenció la diferencia entre la
explotación compartida con los hombres y la opresión específica vivida por las mujeres,
pues ellos no estaban sujetos a esa forma de vejación.
Aun cuando no lo enunció en esos términos, este artículo de Mercedes Olivera abrió
las puertas a la caracterización de las mujeres indígenas como depositarias de una triple
opresión: de género, de clase y étnica. Esto abrió paso a considerar las indígenas como
mujeres con una particularidad histórica, social, cultural y económica que requería de un
andamiaje conceptual propio, que la autora sustentó en una lectura marxista de las
relaciones de producción y reproducción atravesadas por las consecuencias de la situación
colonial que precedió y acompañó al capitalismo en México.
Sin embargo, las estrategias del movimiento por la equidad trascienden el objetivo
de la mayor presencia de mujeres en política para reivindicar más bien cambios en las
agendas políticas de los países e incluso cambios en la propia concepción dominante de la
política y la democracia, que actualmente continúa siendo generadora de políticas
neoliberales, militaristas y fundamentalistas.
23
Gina Vargas. Antropología en latinoamericana, (México: UNAM, 1996), págs. 13-34
24
Celia Amoros, 1994. Feminismo Igualdad y diferencia. México. Universidad Nacional Autónoma de México.
5.1.- Igualdad y Constitución
El estado social puede integrar las posibilidades de construcción del Estado paritario
que se pone desde el feminismo, las exigencias del estado social en materia de justicia e
igualdad impidan el futuro el desarrollo del modelo de este estado sin integrar una parte
feminista. Por otra parte, desde el feminismo de la igualdad se ha presentado mediante
procesos intelectuales de racionalidad feminista un modelo de estado comprensivo de
igualdad de género en términos de rentabilidad política y mayor bien estar social; a
diferencia del estado feminista y el estado social es comprensivo de una totalidad que se
manifiesta terminológicamente inclusiva de todas las personas que lo componen una
sociedad, esto no quiere decir que la sociedad actual es inclusiva de toda las personas que
lo componen y damos por conocido las marginaciones que pone el mismo estado social
respecto a los colectivos. Y así también las relaciones entre el femi9nismo y el psicoanálisis
en Francia que genera el feminismo activista anglosajón, se revindica un lenguaje
específico de género. Proceso que no permite el avance de la igualdad material, estas
directivas estas importantes judicial del TJCE ha permitido con el tiempo la igualdad de
género se considere un auténtico derecho fundamental en el Art 119 se modifica por el
tratado de Ámsterdam donde se desarrolla con mayor amplitud la igualdad de género, pero
existen exigencias imprescindibles para la integración de la teoría feminista en el estado y
en el estado social de derecho26 reconoce sin embargo, que la democracia feminista
comparte con la social democracia la conexión entre la sociedad civil y el estado y su
modelo de democracia es participativa, la democracia feminista retomando las
constituciones de la tradición liberal e igualitaria aportaría elementos para la mujer como:
elección, participación, distribución de la riqueza y reconocimiento, para ello sería
necesario superar los residuos que mantiene el estado social acerca de algunos postulados
indiscutidos respeto de la relación entre la igualdad y la libertad. El feminismo no contiene
una teoría del estado, pero si del poder, el feminismo ha podido perfilar a lo largo de la
historia el patriarcado ha ejercido de caracterización social y tiene efectos en relaciones
sociales sexualmente diferenciados, sin instrumentos de perpetuación demuestra que las
relaciones sexuales son relaciones de perpetuación, pero la teoría del estado exige algo más
25
Ana Sánchez Urrutia, Nuria Pumar Beltrán, 2013. Análisis Feminista del Derecho: España. Universidad
Barcelona.
26
Luisa Balaguer, 2005. Mujer y Constitución. La constitución Jurídica del género: Universidad de Salamanca.
la voluntad de imponerse políticamente y dominar al otro; En relación al estado miembro
de la unión supone un impórtate avance en la legislación interna de los Estados pero que no
han merecido la atención del legislador.
Conclusiones
Blanco, Oliva y Morant, Isabel. El largo camino hacia la igualdad: feminismo en España:
1975- 1995. Madrid: Instituto de la Mujer, 1995.
Borderías, Cristina. Joan Scott y las políticas de la historia. Barcelona: Icaria Editorial,
2006.
Carioso, Alba. Feminismo y Cambio Social en América Latina y el Caribe. Buenos Aires:
CLACSO, 2012.
Hooks, Bell. El Feminismo es para todo el mundo. Madrid: Traficantes de Sueños, 2000.
Lagarde y de los Ríos, Marcela. El Feminismo en mi Vida. Ciudad de México: Gobierno del
Distrito Federal, 2012.
Mérola, Geovanna. 1985. Las mujeres: la mayoría marginada. Nueva Sociedad, (Julio-
Agosto): 114.
Mora, Lina. La Antropología en México. México: Colección de biblioteca del INAH. 2005.
Sánchez, Ana y Pumar, Nuria. Análisis Feminista del Derechos. España: Universidad de
Barcelona, 2013.
Varela, Nuria. Feminismo para Principiantes. Barcelona: Editorial B. S. A, 2008.