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CARACTERIZACIÓN, EVALUACIÓN Y

PRODUCCIÓN DE MATERIAL LIMPIO DE


MORA CON ALTO VALOR AGREGADO

COMPILACIÓN DE ARTÍCULOS TÉCNICOS

COMPILADORA Y EDITORA TÉCNICA


Luz Stella Barrero Meneses*

* Investigadora Ph.D. Asociada. Laboratorio de Genética Molecular Vegetal. Centro de Biotecnología y Bioindustria (CBB). Corporación
Colombiana de Investigación Agropecuaria (CORPOICA), Km. 14 vía Mosquera - Cundinamarca. E-mail: lbarrero@corpoica.org.co
Barrero Meneses, Luz Stella. / Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado. Cundinamarca - Colombia.
Corpoica. 2009. 84 p.

Palabras clave: RUBUS, MANEJO DEL CULTIVO, EVALUACIÓN NUTRICIONAL, ALIMENTOS, BIOFERTILIZANTES, TRICHODERMA, PROPAGACIÓN VEGETA-
TIVA, COLOMBIA - CUNDINAMARCA - SILVANIA.

AGRADECIMIENTOS

A los productores del sector Monterrico, municipio de Silvania (Cundinamarca), al equipo


de auxiliares, a los estudiantes e investigadores del Proyecto 1144, a la Comercializadora
CI La Cosecha y al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, MADR.

© Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica


C.I. Tibaitatá

ISBN: 978-958-740-003-8
CA: PN20100046
CUI: 276
Primera edición: Junio de 2009
Tiraje: 245 ejemplares

Línea de atención al cliente: 018000121515


atencionalcliente@corpoica.org.co
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Producción editorial:
Diagramación, impresión y encuadernación

www.produmedios.org

Diseño gráfico:

Impreso en Colombia
Printed in Colombia
CONTENIDO

Caracterización, evaluación y producción de


material limpio de mora con alto valor agregado

INTRODUCCIÓN......................................................................................................................................... 5
CAPACITACIÓN SOBRE EL MANEJO DE UN LOTE
EXPERIMENTAL PARA EL CULTIVO DE LA MORA
EN SILVANIA (CUNDINAMARCA) ........................................................................................................ 9
IDENTIFICACION TAXONÓMICA DE LAS ESPECIES
DEL GENERO Rubus PRESENTES EN LA COLECCIÓN
COLOMBIANA DE MORA.......................................................................................................................25
EVALUACIÓN AGRONÓMICA, NUTRICIONAL Y
SELECCIÓN PARTICIPATIVA DE MATERIALES DE
MORA EN SILVANIA (CUNDINAMARCA)..........................................................................................34
BIOFERTILIZACIÓN EN EL CULTIVO DE LA MORA
(Rubus glaucus Benth)..................................................................................................................................43
PROMOCIÓN DE CRECIMIENTO EN ENDURECIMIENTO
DE PLÁNTULAS DE MORA PRODUCIDAS IN VITRO
(EFECTO DE LA APLICACIÓN DE richoderma koningiopsis Th003)............................................57
VALIDACIÓN Y ESCALAMIENTO DE PLÁNTULAS
DE MORA IN VITRO Y MANEJO EX VITRO PARA
ENTREGA A AGRICULTORES DE SILVANIA........................................................................................64
NOTA TÉCNICA
Evaluación social y económica ex ante y ex post..................................................................................76

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
3
INTRODUCCIÓN

Luz Stella Barrero Meneses

L os resultados del estudio elaborado por la Asociación Hortofrutícola de Colombia, Aso-


hofrucol, indican que el sector frutícola viene registrando la tasa de crecimiento anual más
alta dentro del ámbito agrícola del país. Dicho crecimiento general corresponde al 14.3% y se
refleja en la ampliación de la frontera cultivable de productos como cítricos y piña, además de
aquellos que poseen un alto potencial agroindustrial, especialmente los utilizados en la elabo-
ración de jugos, entre los cuales se mencionan el lulo, el mango, la mora y la guayaba con un
12% (Asohofrucol, 2002).
Lobo (2006) plantea que el potencial aumento de productividad de la mora (Rubus glau-
cus Benth) y otros frutales andinos en Colombia está determinado por varios factores como la
existencia de una gran variabilidad en los Andes, área de diversidad primaria de estos frutales;
la presencia de nichos ecológicos apropiados para su cultivo y su aceptación por parte de
consumidores locales y de otras regiones del mundo. Existen, además, posibilidades agroindus-
triales y para generar desarrollo económico a nivel de pequeños productores pues se ha visto
la necesidad de aumentar el consumo de frutas en Latinoamérica, debido a su valor nutritivo y
antioxidante. En este sentido, se ha descrito que las especies del género Rubus, se caracterizan
por presentar un importante potencial nutracéutico, término utilizado para definir sustancias
capaces no sólo de aportar nutrientes sino también de mejorar algunos aspectos medicinales
(Cotes et al., 2006, Clark et al., 2007).
Diferentes exploraciones acerca del cultivo de la mora en Colombia muestran que esta
actividad es realizada por pequeños y medianos agricultores. En muchas regiones constituye una
de las principales fuentes de ingresos; generación de empleo rural; oferta de alimento y de agroin-
dustria. El área de siembra nacional se estima en 10,297 hectáreas, con una producción de 89,251
t/año y un rendimiento de 8,7 t/ha (Arias et al., 2006). Está localizada en los departamentos de
Cundinamarca, Santander, Valle, Caldas, Antioquia, Huila, Tolima, Boyacá, Nariño y Norte de
Santander, en su mayoría. Para el año 2020, se espera un aumento de 10,000 hectáreas nuevas y
104,265 toneladas de mora cosechada (Tafur et al., 2006).
De acuerdo con el Primer Censo Nacional de 10 Frutas Agroindustriales y Promisorias
(Asohofrucol et al., 2004), Cundinamarca representa el principal departamento productor con
el 41.3% del área nacional. Adicionalmente, la mora representa el primer frutal de importancia
en este departamento en términos de área sembrada, cantidad de lotes (3488), cantidad de
productores (2939) y cantidad de fincas productoras (3032). En el período 1992-2003, el área
cultivada en Cundinamarca creció a una tasa anual promedio de 10,64%, mientras que la pro-
ducción creció a una tasa del 14% anual. Por lo tanto, este departamento se ha convertido en
una zona de alto potencial para la oferta de productos tecnológicos desarrollados en núcleos
pilotos por la capacidad de producción y por los requerimientos de semillas limpias con alto
valor agregado, lo que implicaría replicar el modelo tecnológico en otras zonas del país.
A pesar de la riqueza y del gran potencial de la mora, esta especie no ha adquirido
el grado de importancia esperado, lo cual puede atribuirse a varias limitaciones dentro de las
que se destaca, por un lado, la dependencia de un número reducido de variedades y la baja
calidad genética del material de siembra. En Colombia se cultiva, en mayor medida, la Mora

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
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de Castilla, ampliamente adaptada que, sin embargo, presenta limitaciones de susceptibilidad
fitosanitaria y bajo contenido de grados Brix (Botero et al., 2002; Franco et al., 2000; Franco
y Giraldo, 2002). La siembra de la especie en el país se hace, de preferencia, a partir de ma-
teriales no identificados como élite; productores y viveros propagan los materiales regionales
sin normas de calidad fisiológica y sanitaria; tampoco brindan seguridad de la identidad gené-
tica del material (Santana, 2003).
Por otro lado, la multiplicación tradicional de semilla (acodos principalmente), consti-
tuye la forma más considerable de transmisión de plagas y enfermedades. Los sistemas actuales
de producción de mora tienen limitaciones fitosanitarias que afectan las diferentes partes de las
plantas (Botero et al., 2002). Dentro de éstas se encuentra el moho gris producido por el hongo
Botrytis cinerea Pers. ex Fr. que infecta desde los primeros estados reproductivos de la planta
y, en algunos casos, permanece latente hasta cuando el fruto se encuentra maduro, momento
en el cual se desarrolla la enfermedad en forma agresiva, produciendo la pérdida completa
del fruto en corto tiempo (Dashwood y Fox, 1988). El control de esta enfermedad se efectúa
mediante el uso de fungicidas como el Captan, Vinclozolin, Benomyl y Clorotalonil, los cuales,
debido a su modo de acción (inhibición de la síntesis de ergosterol e inhibición del crecimiento
micelial y de la germinación), ocasionan el desarrollo de resistencia por parte del hongo, lo cual
hace ineficientes sus aplicaciones.
Estas limitaciones, aunadas a la necesidad, cada vez más creciente de producir materiales
con calidades nutricionales y nutracéuticas, hacen necesario tomar acciones que conlleven a la
evaluación y selección de materiales con alto valor agregado en esquemas de producción limpia.
En el contexto anterior, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) financió
el proyecto denominado: “Certificación y escalamiento de material de mora con potencial nutri-
tivo y nutracéutico para entrega a pequeños agricultores”, que hace parte del convenio 028 del
2005, código 1144, realizado con el fin de contribuir al fortalecimiento de la cadena de la mora
por medio del desarrollo tecnológico integrado involucrando expertos de diferentes disciplinas
del conocimiento y comunidades de agricultores que derivan su sustento del cultivo.
Se trabajó en la caracterización y evaluación de materiales cultivados (poblaciones de
la colección nacional manejada por la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria
(CORPOICA) y materiales de productores de diferentes regiones del país), desde el ámbito
morfológico, agronómico, molecular, nutricional y potencial nutracéutico. Se identificaron ma-
teriales promisorios de manera participativa con agricultores del sector Monterrico en Silvania
(Cundinamarca) en un lote experimental establecido en la zona. El material seleccionado se
utilizó para el desarrollo de esquemas de producción limpia de semilla que involucró el uso
de biocontroladores y biofertilizantes con el fin de mejorar su establecimiento y reducir los
problemas fitosanitarios originados durante la propagación. El material fue escalado mediante
multiplicación masiva in vitro y fueron entregadas a los agricultores para la siembra en sus te-
rrenos ∼23,000 plántulas ex vitro. De esta forma, los agricultores han tenido la oportunidad de
vincularse a sistemas de innovación tecnológica.
Adicionalmente, el mismo proyecto ha generado la publicación de un artículo científico
relacionado con el componente de biofertilizantes (Roveda et al., 2007) y se está preparando, por
lo menos, una publicación científica relacionada con el componente molecular y nutracéutico.
Como resultado del Proyecto 1144, considerado como una primera fase y para efectos
de ejecutar la segunda fase, el MADR ha aprobado la financiación de los componentes de pro-
ducción de semilla limpia mediante proyectos como el “Desarrollo de una estrategia de control
biológico de Botrytis cinerea en mora en campo” y la “Producción in vitro de mora de Castilla en
biorreactores de inmersión temporal como alternativa para la producción de semilla de calidad
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fitosanitaria y de bajo costo”, con el mismo grupo de agricultores y utilizando como punto de
partida los seis materiales de mora y los biocontroladores seleccionados en el proyecto 1144.
Otra propuesta, aprobada con financiación pendiente de la última convocatoria del MADR
2008, considera el componente de evaluación molecular, agronómica, nutracéutica y agroindustrial de
los seis materiales promisorios con testigos comerciales a través del tiempo en Monterrico y en nue-
vos nichos productivos. Con lo anterior se busca responder a una demanda por parte de los agriculto-
res, quienes, como resultado del conocimiento adquirido en cumplimiento del proyecto 1144, esperan
producir material certificado de buena calidad en sus fincas. De esta forma, se pretende contribuir a
la diversificación del cultivo y al incremento de hectáreas sembradas con materiales élite certificados
para atender de manera adecuada las nuevas áreas proyectadas, de acuerdo a la apuesta exportadora
agropecuaria MADR 2006 – 2020 (Arias et al., 2006).
En esta edición se compilan seis artículos técnicos y una nota ídem, que reúnen resulta-
dos de diferentes componentes del Proyecto 1144, relacionados con las prácticas de manejo de
los materiales introducidos en un lote seleccionado en el sector Monterrico y el programa de
capacitación impartido a los agricultores de la zona; la identificación taxonómica de las especies
del genero Rubus de la colección manejada por CORPOICA, con futuros propósitos de mejora-
miento de la mora; la evaluación agronómica, nutricional y selección participativa de materiales
sobresalientes en el lote; los efectos de la aplicación de biofertilizantes y biocontroladores en
plántulas seleccionadas en endurecimiento; el establecimiento y producción masiva in vitro del
material seleccionado entregado a los agricultores; y, además, la evaluación social y económica
realizada al inicio y al final del proyecto.
En la compilación se evidencia el trabajo multidisciplinario del equipo que conformó
el proyecto, el cual reunió expertos de diferentes disciplinas y productores de la región para
trabajar en forma mancomunada, a fin de contribuir al desarrollo y a la competitividad del
cultivo en la zona y en otras regiones del país, en el futuro. El propósito es que esta com-
pilación alcance un público amplio no sólo de técnicos, estudiantes e investigadores, sino
también diferentes actores de la cadena (productores, comercializadores, agroindustriales y
consumidores).
Finalmente, es necesario agradecer al equipo multidisciplinario que conformó el proyec-
to, el cual incluyó estudiantes, técnicos e investigadores de CORPOICA y también producto-
res de Monterrico, sin quienes no hubiese sido posible realizar un proyecto participativo de tal
magnitud. A CORPOICA y al MADR, entidades financiadora y co-financiadora, respectivamente.
A la comercializadora C.I. Cosecha por suministrar el primer contacto con los agricultores de
Monterrico y a todas aquellas personas dentro y fuera de CORPOICA que de una u otra forma
contribuyeron a la realización del proyecto.

BIBLIOGRAFÍA
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mativo de la Asociación Hortofrutícola de Colombia y del Fondo Nacional de Fomento
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Asohofrucol, Fondo Nacional de Fomento Hortofrutícola, Departamento Administrativo
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Arias, C.L., Támara, L.V., Arbeláez, F. 2006. Apuesta exportadora agropecuaria 2006-2020.
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Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
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Botero, M.J., Ríos G., Franco G., Romero, M., Pérez J.C., Morales J.E., Gallego J.L., Echeverri,
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Clark J.R., Stafne E.T., Hall H.K., Finn C.E. 2007. Blackberry Breeding and Genetics. En: Plant
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vista Corpoica – Ciencia y Tecnología Agropecuaria. 8: 41-49.
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Tafur, R., Toro, J., Perfetti, J., Ruiz, D., Morales, J. 2006. Plan Frutícola Nacional (PFN). Min-
isterio de Agricultura y Desarrollo Rural, Fondo Nacional de Fomento Hortofrutícola,
Asohofrucol, SAG. 43 p.

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CAPACITACIÓN SOBRE EL MANEJO DE UN
LOTE EXPERIMENTAL PARA EL CULTIVO DE
LA MORA EN SILVANIA (CUNDINAMARCA)

Álvarez Zambrano Roberto1, Barrero Meneses Luz Stella2,


Beltrán Acosta Camilo Rubén3, Cotes Prado Alba Marina3

RESUMEN

E l presente trabajo describe el manejo del cultivo de la mora en un lote experimental vin-
culado a un proceso de capacitación de agricultores en el sector Monterrico en Silvania
(Cundinamarca) con el fin de contribuir a su empoderamiento y a la vinculación de tecnolo-
gías de innovación en sus cultivos. Inicialmente, se procedió a identificar participativamente
áreas con potencial productivo orientadas por asociaciones dispuestas a interactuar con los
investigadores. En el lote experimental se desarrollaron prácticas integrales de manejo de 35
accesiones de mora, dos de las cuales eran cultivadas en la región. Se relacionan los aspectos de
la siembra, el manejo de estos materiales y el plan de capacitación, el cual hace parte del pro-
yecto “Certificación y escalamiento de material de mora con potencial nutritivo y nutracéutico
para entrega a pequeños agricultores”. En el proceso participaron los socios productores de
tres asociaciones, investigadores y técnicos de CORPOICA y otros técnicos especializados en
temas de interés para la zona.

Palabras clave: Agricultores, accesiones, manejo del cultivo, capacitación, lote experimental.

INTRODUCCIÓN
El cultivo de la mora requiere para su óptimo desarrollo un clima entre 1.800 y 2.400 metros
sobre el nivel del mar; una humedad relativa entre el 70 y el 80 %; temperaturas entre 11 y 18
grados centígrados y una precipitación entre 1.500 y 2.500 milímetros anuales (Erazo, 1983).
Acepta suelos ácidos, pero profundos y exige nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio
para su buen desarrollo y producción. Los mejores suelos son los francos y ricos en materia
orgánica (Escoto, 1994).
La densidad de siembra se determina de acuerdo al material, pendiente del terreno,
fertilidad del suelo, sistemas de poda y tutorado. Así, para el material Sin Espinas se requieren
distancias y tutorados más amplios. Otros materiales introducidos tienen comportamientos di-

1 Centro de Investigación (C.I.) Tibaitatá, CORPOICA, Km. 14 vía Mosquera, Cundinamarca.


2 Laboratorio Genética Molecular Vegetal, Centro de Biotecnología y Bioindustria (CBB), CORPOICA, Km. 14 vía Mosquera, Cundinamarca.
3 Laboratorio de Control Biológico, CBB, CORPOICA, Km. 14 vía Mosquera, Cundinamarca.
Autor de correspondencia: Roberto Álvarez Zambrano, Ingeniero Agrónomo, pensionado de CORPOICA,
e-mail: robertoalvarezzambrano@gmail.com

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
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ferentes por el clima, suelo, idiosincrasia y manejo de los productores, lo cual implica la amplia-
ción o acortamiento de distancias y el manejo de infraestructura, según el caso. Generalmente,
se utilizan distancias entre calles de 2 hasta 2.8 metros y entre plantas de 1.5 hasta 2.2 metros.
Es necesario dejar lotes con calles amplias para manejo del cultivo (transporte de material, in-
sumos, entre otros). Adicionalmente, las plantas a sembrar deben ser de origen conocido; una
buena planta permite aprovechar sus mejores características de producción, sanidad, tamaño y
calidad del fruto (Franco y Giraldo, 2000).
El hábito rastrero de la mora y el comportamiento estructural de las diferentes acce-
siones exige el manejo de buenos tutorados. Algunos materiales aceptan el sistema de espaldera
sencilla, pero otros exigen el sistema de chiquero con una mayor amplitud o el de espaldera en
doble T. Lo anterior debe ir acompañado de podas constantes de formación, producción y fito-
sanitarias. Si las podas no se efectúan constantemente y a tiempo, el incremento en jornales es
mayor y se disparan las plagas y enfermedades, lo cual ocasiona altas pérdidas en la producción
(Franco y Giraldo, 2000).
Otras labores importantes son la fertilización de acuerdo al análisis de suelo, la selección
de arvenses o controles de las mismas en la época adecuada y los aporques para darle mayor
anclaje a la planta (Franco et al., 2000). Las plagas y enfermedades están asociadas a las prácticas
del cultivo y al clima reinante en la zona. La aplicación de productos químicos es complemento
extremo a lo anterior (De La Rotta y Muñoz, 1993).
Pese a requerimientos ya establecidos, la mora se maneja en forma tradicional y con tan
mínima adopción de los mismos que inciden en la ampliación de la brecha tecnológica. Estos as-
pectos son: los altos costos de los insumos, incidencia de plagas y enfermedades, altas demandas
de mano de obra, mala calidad de los materiales de propagación, dependencia de uno o pocos
materiales, deficiente manejo del cultivo, desconocimiento de avances técnicos, escasa asistencia
técnica, nula o escasa integración entre productores, desorganización de las comunidades y vías
en mal estado, entre otros.
En Colombia, la extensión rural ha evolucionado del método de asistencia y capacitación
individual finca a finca, hacia la transferencia a través de eventos relevantes. Así se erige la par-
cela demostrativa y en otros casos, las fincas demostrativas como escenarios claves para realizar
transferencia de tecnología y capacitación más integrales, con la ventaja adicional de cumplir un
papel importante en materia de desarrollo experimental (Aranzazu, 2000).
En el presente trabajo se seleccionó un lote en el sector Monterrico en Silvania
(Cundinamarca) con el fin de realizar investigación participativa y demostración de mane-
jo del cultivo con comunidades de productores de la zona, quienes fueron capacitados y
sensibilizados en el uso de tecnologías para la producción limpia de semilla con alto valor
agregado como parte del proyecto “Certificación y escalamiento de material de mora con
potencial nutritivo y nutracéutico para entrega a pequeños agricultores”, relacionado en
la introducción de esta compilación. Su participación en el proyecto fue decisiva, desde
el mismo inicio, en la selección del lote y del material comercial para evaluación; en el
establecimiento y mantenimiento de materiales; en la evaluación e identificación de los
mejores (ver artículo de Espinosa et al. de esta compilación); y, además, en su manejo ex
vitro (ver artículo de Valderrama et al. de esta compilación). A continuación se describe
el montaje y manejo de materiales en el lote experimental, lo cual fue acompañado de un
plan de capacitación para llevar a cabo procesos participativos de evaluación, selección y
producción limpia.

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MATERIALES Y MÉTODOS
Material vegetal

Se seleccionaron 21 poblaciones cultivadas del banco de germoplasma manejado por el Centro


de Investigaciones (C.I.) La Selva de CORPOICA y 14 materiales de agricultores de diferentes
regiones del país (Cundinamarca, Antioquia, Valle del Cauca y Huila) (Tabla 1).

Siembra y manejo de materiales

Los materiales fueron dispuestos en un lote seleccionado en Monterrico. Una réplica de los mis-
mos es mantenida en el centro de investigaciones C.I. La Selva, Rionegro, Antioquia. El manejo de
cultivo se llevó a cabo de acuerdo con Franco y Giraldo (2000; 2002) con modificaciones que se
describen en los resultados.

Determinación de problemas fitopatológicos

A partir de plantas y material de propagación de cultivos de mora provenientes de Monterrico, se


tomaron muestras de tallos y frutos, sanos y con síntomas de antracnosis y moho gris.
El material seleccionado se desinfectó mediante un lavado en alcohol al 70% durante 3
minutos. Posteriormente se realizó un lavado en Hipoclorito de Sodio al 0.2% durante 3 minutos
y dos enjuagues consecutivos con agua destilada estéril durante 4 minutos cada uno. Este material
se secó en cabina de flujo laminar y se dejó en cámara húmeda, de una a dos semanas, para de-
terminar la incidencia de agentes patógenos. Posteriormente, se tomó micelio que se desarrolló
sobre los frutos y tallos, el cual se sembró en Agar Papa Dextrosa (PDA) para aislar e identificar
dichos agentes de forma macro y microscópica. Se describieron algunas características del daño
causado por los elementos patógenos mencionados y se hicieron recomendaciones generales
para el control de estas enfermedades en campo.

Sensibilización y capacitación de agricultores

Se realizaron eventos a modo de talleres, días de campo, visitas a los laboratorios y demostracio-
nes de método y resultado a productores de la zona, quienes actualmente conforman tres aso-
ciaciones: Moricultores Monterrico SAT (7 familias), Asociación de Productores Agropecuarios
Campesinos Forjadores de Paz (18 familias), y Asociación Agropecuaria de Mujeres de Monterri-
co, ASOAGROM (17 familias). Los miembros de las asociaciones fueron capacitados desde la se-
lección del lote (año 2006), la preparación del mismo, la siembra y mantenimiento de materiales,
la evaluación e identificación de los mejores, hasta el manejo ex vitro de plántulas de los materiales
seleccionados.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN
A continuación se describen las actividades que se llevaron a cabo con los agricultores de Mon-
terrico para la siembra y manejo de materiales y el programa de capacitación impartido. La eva-
luación, selección y entrega de materiales se describen en Espinosa et al. y Valderrama et al. de
esta compilación.

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
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Selección del lote
Con la participación de los productores, se seleccionó un lote ubicado en el municipio de Silvania,
vereda Agua Bonita, sector Monterrico, finca El Arenal, coordenadas 4°27´24” N 74°19´26” O,
de propiedad del agricultor Gerardo Solórzano, con una altura sobre el nivel del mar de 2,485,
precipitación mayor a 2,000 milímetros y luminosidad menor de cuatro horas diarias.
Como criterios de selección se tuvieron en cuenta los antecedentes del terreno (con-
taminación por químicos, aplicaciones de estiércoles no compostados, erosión, posibilidades de
inundación, focos de plagas, compactación); topografía ligeramente ondulada y profundidad del
suelo entre 0.70 a 0.90 centímetros (óptima para el desarrollo de las raíces). Así mismo, la es-
tructura de vías se encontraba en regular estado lo cual disminuía la posibilidad para transportar
el producto e insumos y se carecía de agua para riego, lo cual hizo necesaria la instalación de un
sistema de almacenamiento de agua en el lote seleccionado.

Preparación del terreno


Las labores manuales de preparación estuvieron sujetas a las condiciones del terreno y equipos o maqui-
naria disponibles en la zona. La presencia de pasto kikuyo en el terreno exigió la aplicación de matamale-
zas. Posteriormente, se realizó el arado y rastrillado. Los productores participaron en la toma de muestra
de suelo para su respectivo análisis en el Laboratorio de Suelos de CORPOICA, C.I. Tibaitatá.

Trazado y ahoyado
Para el trazado se utilizó el sistema de tres bolillos a distancias de 2.20 x 2.5 metros y en el sitio
se hicieron hoyos de 0.40 x 0.40 metros. De acuerdo con el análisis de suelos, se aplicó un kilo
de materia orgánica y 300 gramos de cal dolomita (Figura 1A).

Densidad de siembra
De acuerdo con las recomendaciones (Franco y Giraldo, 2000), las distancias de siembra utili-
zadas en el lote fueron de 2.5 metros entre calles y 2.20 entre plantas con una calle amplia para
manejo del cultivo. Se sembraron 35 accesiones en 35 surcos, cada surco con 5-10 plantas por
accesión (dependiendo de la disponibilidad de la fuente, Tabla 1), para un total de 240 plantas en
un lote de 3,500 metros cuadrados.

Material de siembra
Previamente a la siembra en el lote seleccionado, los materiales a introducir habían sido multipli-
cados desde la fuente (C.I. La Selva de CORPOICA en Rionegro, Cundinamarca, Caldas, Huila y
Antioquia) por los sistemas de acodo, yema, o semilla (Tabla 1). Las plantas fueron colocadas en
bolsas grandes (12 x 22 centímetros) y sometidas a control de fitopatógenos como Colletotrichum
y Botrytis con el uso de Control 500 rotado con Benlate. Las plantas se nutrieron con aplicaciones
constantes de fertilizantes foliares como Tottal y edáficos como 15-15-15.

Siembra
Pasado un mes del ahoyado, se procedió a sembrar las plantas embolsadas que presentaban
buen desarrollo en los sitios previamente enmarcados. Las plantas se retiraron de las bol-

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sas; se sembraron en un sustrato enriquecido con anterioridad permitiendo que el cuello
sobresaliera unos 4 centímetros; se ajustó el suelo alrededor y se regó con suficiente agua
cada planta.
La mayoría de materiales fueron sembrados en mayo de 2006 (33 accesiones). En junio
de 2006, se sembraron Morón y Mora Dulce. La accesión Ranchona no se adaptó.

Manejo de arvenses

El lote seleccionado para la siembra se trató previamente con el herbicida Roundup ya que
la planta en su estado inicial de crecimiento sufre los efectos de competencia de malezas
por agua, luz y nutrientes (Figura 1 B). Se mantuvo limpio el plato de la planta para que ésta
emitiera brotes, especialmente en los primeros nueve meses. Las calles se trabajaron con
guadaña, evitando cortar las malezas a ras de suelo, con el objeto de mantener una cobertu-
ra para controlar la erosión y mantener arvenses que no compiten con el cultivo y aportan
nutrientes, comúnmente conocidos como la siempreviva o suelda, añiles, pega pega, maní
forrajero, tréboles, entre otras.

Fertilización

La fertilización se hizo de acuerdo con las recomendaciones del análisis de suelos y se ajustó de
acuerdo a diferentes pruebas realizadas por Franco et al. (2000) en varias regiones del país, lo cual
indica que la mora da respuesta positiva a la aplicación de altas dosis de nitrógeno (cinco bultos de
úrea por hectárea), potasio (cuatro bultos de cloruro de potasio por hectárea), fósforo (cuatro
bultos de fosforita Huila por hectárea) y a la aplicación semestral de 40 gramos de elementos me-
nores por planta. Se recomendó que dos meses después de la siembra, con una buena humedad
del suelo, se aplicara 10-30-10 o 15-15-15 y Agrimins, en dosis de 80 y 40 gramos, respectivamen-
te, e incrementar las dosis cada tres meses (Figura 1 C).
En caso de aplicar componentes orgánicos, se recomendaron los de tipo biológico (bio-
fertilizantes como el súper 4) y compost orgánicos (como el Bokashi). En Roveda et al. (2007)
y Roveda et al. de esta compilación, se relaciona la aplicación de biofertilizantes promisorios en
mora con alto potencial para su futuro uso en el cultivo.

Poda

La poda es la principal labor cultural que se debe hacer a la mora. Una poda constante implica un
ahorro de productos para el control de enfermedades, facilidad en la recolección, mayor duración
del cultivo y alta producción (Franco et al., 1997). De acuerdo con lo recomendado, se llevaron
a cabo tres tipos de poda:

Poda de formación: A los 45 ó 60 días de sembrados los materiales de mora se selec-


cionaron seis tallos que venían debajo del suelo (Figura 1D). Se escogieron dos ramas
tipo macho (el terminal o punta que tiene las hojas cerradas y crece verticalmente)
con el fin de regular la producción (ya que las ramas secundarias de los machos son las
que producen todo el año, mientras que las ramas hembras dan los picos de cosecha),
lo cual permite que siempre haya fruta para cosechar (Franco et al., 1997). Inmediata-
mente, se cortó el tallo que tenía la planta al momento de la siembra. De esta forma
quedaron seis tallos que venían de la cepa ya conformada; se eliminaron las ramas látigo
Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
13
(rastreras, delgadas con hojas pequeñas) y se entresacaron hojas de los primeros 30
centímetros de los tallos.
Poda de producción: Las ramas hembra (el terminal que tiene las hojas abiertas) se dejaron
crecer libremente. Sin embargo, en el caso de ramas hembra y macho que sobrepasaban la
segunda cuerda del tutor, se cortaron a 15 centímetros por encima del segundo alambre
del sistema de tutorado empleado (espaldera compuesta en doble T). Las ramas secunda-
rias se podaron en forma escalonada, de arriba hacia abajo (la rama de arriba, dejando dos
yemas y la rama que le sigue hacia abajo dejando tres yemas y así sucesivamente, para bus-
car una buena entrada del sol y una mayor aireación). Esta poda permite la programación
de cosechas (Franco et al., 1997).
Poda sanitaria: Se cortaron constantemente desde la cepa, los tallos y ramas que ya habían
producido, se eliminaron látigos y ramas secas, al igual que ramas secundarias con frutos
afectados por enfermedades. El material producto de la poda se retiró del lote.

Tutorado

Debido a que el hábito de crecimiento de las 35 accesiones podía variar en la nueva zona de
adaptación, fue necesario orientar su crecimiento con la utilización de tutores que favorecieran la
aireación y permitieran ejecutar las labores de mantenimiento del cultivo (fumigaciones, manejo
de arvenses, cosecha, entre otros) (Figura 1E).

Chiquero

Este método es muy común en pequeños cultivos y demanda mucha madera. Aunque no fue
utilizado en Monterrico, se recomienda para el manejo de la mora en zonas de alta precipita-
ción. Normalmente se utiliza la forma cuadrada y se colocan cuatro postes equidistantes a un
metro de la planta, dependiendo del material y a una altura de 1.4 metros. Posteriormente, se
ubican travesaños, de tal forma que la planta quede en el centro desde donde, posteriormente,
se dirigen los tallos hacia las varas para apoyarlos. Los tallos se distribuyen de manera equidis-
tante (Franco et al., 1997).

Espaldera compuesta en doble T

Se colocaron postes de 2 metros sobre el surco, cada 3-4 plantas. En cada poste se ubicó un pri-
mer travesaño de longitud de 60 centímetros a los 60-80 centímetros del suelo. A este travesaño
se le colocó en sus extremos alambre de bajo calibre o terlenka. A 1.5 metros del suelo se ubicó
un segundo travesaño de 0.80 metros de largo, el cual llevaba alambre más grueso, calibre 14. Las
ramas se distribuyeron de tal forma que existiera buen espacio entre ellas.

Riego

Las plantas se ubicaron en suelos bien drenados, a fin de evitar el daño que sufren cuando el suelo
se encharca. Aunque los métodos de riego más convenientes para el cultivo de la mora son el
goteo, micro aspersión y riego corrido (Franco y Giraldo, 2000); para el caso del lote en Monte-
rrico, no hubo necesidad de riego por las constantes precipitaciones.

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14
Aporque

El aporque implica un mejoramiento en el anclaje de las plantas. Este se hizo con azadón una vez
transcurrió la poda de formación y no fue muy alto (5 centímetros), con el fin de facilitar la salida
de ramas nuevas (Figura 1F). Posteriormente, se realizaron aporques más altos, de 20 centíme-
tros, y se recomendó hacerlos repetidamente cada seis meses.

Cultivos intercalados

En las calles, o antes de instalar la mora, se recomendó sembrar maíz, posteriormente fríjol arbus-
tivo u otras especies de pancoger, cuyo desarrollo no afectara el cultivo de la mora. El fríjol, por
ejemplo, le proporciona nitrógeno al suelo, lo cual beneficia el cultivo de mora.

Plagas

A continuación se describen las plagas de mayor presencia en el lote del sector Monterrico, las
cuales no son de alta importancia para la economía:

Áfidos o pulgones (Aphis spp.). Esta plaga chupa savia de retoños y hojas nuevas, las cuales se
deforman; también transmite enfermedades causadas por virus (Castaño, 1997; Figura 2 A).
Trips (Frankliniella spp.). Como los áfidos, los trips atacan en verano; se localizan en las partes
más jóvenes de la planta donde chupan la savia de los retoños, de los brotes terminales y de
las hojas jóvenes. Los tallos y frutos se pueden ver afectados cuando se presenta un ataque
severo, el cual frena el crecimiento y provoca momificación en los frutos (Castaño, 1997;
Botero, 2007; Figura 2B).
Cucarrón del follaje (Diabrotica spp.). Perforan las hojas de diferentes tamaños y ocasionan
su caída. Su manejo consiste en hacer una buena fertilización, controlar selectivamente la
malezas y regar por aspersión (Castaño, 1997).

Enfermedades
Se encontró que el material de propagación que usan los agricultores (estacas y acodos) es to-
mado de plantas de los mismos cultivos, sin tener en cuenta sus condiciones sanitarias ya que,
con frecuencia, este material está infectado con Colletotrichum spp. Igualmente, los agricultores
compran el material de propagación (estacas, acodos y plántulas a partir de semillas) en viveros
no certificados. Con frecuencia, este material no cumple criterios fitosanitarios y tiene un pobre
establecimiento en el cultivo lo cual provoca pérdidas económicas importantes.
Al analizar el material de mora colectado en Monterrico, se determinó que las principales
enfermedades causadas por hongos que limitan y afectan la fase de producción y poscosecha, y
además, reducen la cantidad y calidad del fruto cosechado son el moho gris producido por B. cine-
rea (Figura 2 C-D) y la antracnosis producida por Colletotrichum spp. (Figura 2 E-F). Estos agentes
patógenos se encontraron en el material de propagación (estacas, acodos, semilla), tanto el colec-
tado en campo, como el adquirido en vivero. Igualmente, se observó la presencia recurrente de
mildeo velloso (Peronospora spp.) (Figura 2G), visto en tallos (recolectados) y hojas (en campo),
los cuales afectan el desarrollo de los frutos en diferentes grados. A continuación se describen las
enfermedades producidas por estos agentes.

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
15
Pudrición del fruto o moho gris (Botrytis cinerea). Esta enfermedad, producida por el hon-
go B. cinerea, se constituye en una de las más limitantes en el cultivo de la mora de Castilla
(De La Rotta y Muñoz, 1993). Es favorecida por la alta humedad, por lo tanto, se presenta
especialmente en épocas de lluvia (Franco y Giraldo, 2000). Ataca en forma agresiva, flores
y frutos en formación y en desarrollo, lo cual ocasiona pérdidas en campo. Afecta los frutos
maduros ya recolectados, es decir, la poscosecha (Botero, 2007). El hongo produce quema-
zón en las flores en campo o permanece latente dentro de sus estructuras y se desarrolla
posteriormente en los frutos. Los frutos inmaduros se vuelven negros y los frutos en proceso
de maduración, se pudren.
Los efectos de esta enfermedad pueden ser disminuidos con la realización de las siguien-
tes prácticas:

• Siembra con distancias que permitan aireación de las plantas y fácil realización de las
podas de formación, podas sanitarias y cosecha de los frutos.
• Eficiente control de malezas.
• Podas sanitarias y de mantenimiento que permitan que el cultivo tenga una buena airea-
ción y entrada de luz.
• Adecuada y oportuna fertilización.
• Buen drenaje del suelo.
• Retiro del material infectado.
• Aislamiento de los frutos afectados, de otros frutos o del suelo.
• Recolección de frutos en su punto óptimo de madurez y comercialización.
• Control químico recomendado por un asesor técnico.
• Control biológico con Trichoderma spp. en etapas tempranas del cultivo.

Antracnosis o palo negro (Colletotrichum spp.). También conocida como palo azul (estado
inicial de la enfermedad) o palo negro (estado maduro y final de la enfermedad). Es causada
por el hongo Colletotrichum gloeosporioides ó C. acutatum, el cual fue aislado de tallos sinto-
máticos. Es una enfermedad persistente en los cultivos de mora que afecta las plántulas en
vivero, en el establecimiento en cultivo y durante todo su ciclo de producción. La humedad
relativa alta y las lluvias frecuentes estimulan su desarrollo. Puede atacar los brotes tiernos y
los botones florales, momifica los frutos, ocasiona manchas violeta oscuras y negras en ramas
y tallos; produce el secamiento y la muerte de la rama. En las hojas se presentan manchas
pardas rodeadas de un aro púrpura (Franco y Giraldo, 2000; Forero de La Rotta, 2001). Esta
enfermedad ocasiona la muerte progresiva de ramas y brotes y en un estado avanzado, la
muerte de la planta.
Para el control de esta enfermedad se recomienda la realización de las siguientes
prácticas:

• Siembra con distancias que permitan aireación de las plantas y fácil realización de las
labores de podas de formación, podas sanitarias y cosecha de los frutos.
• Podas que eliminen los tallos afectados y faciliten la entrada de aire.
• Retiro de residuos de las podas del cultivo para quemarlos o enterrarlos.
• Mantenimiento del cultivo y el plateo libres de malezas.
• Fertilización oportuna.

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16
• Buen drenaje del cultivo.
• Control químico con fungicidas cúpricos recomendados por un asesor técnico. Para su
utilización es necesario confirmar la especie que ataca el cultivo, ya que el comporta-
miento y susceptibilidad de cada especie es diferente, ante los fungicidas usados.

Mildeo velloso (Peronospora spp.). Esta enfermedad se ve favorecida por condiciones de alta
humedad, temperaturas frías y lluvias constantes. Puede atacar hojas, tallos, pedúnculos y fru-
tos. Las plantas afectadas presentan el hongo en el envés de las hojas y en los tallos en forma
de pequeñas áreas grisáceas. En los tallos produce coloraciones blancas y cuarteamiento; los
pedúnculos presentan lesiones irregulares de color blanco que se secan; las hojas y pecíolos
adquieren un color violeta. Las flores presentan un amarillamiento que causa la pérdida pre-
matura de los pétalos y los frutos desarrollados se deforman, pierden color y maduran en
forma desigual; los no maduros se pasman y detienen su crecimiento (Franco y Giraldo, 2000;
Forero de La Rotta, 2001).
Para su manejo se recomiendan las siguientes labores:

• Control de malezas
• Fertilización oportuna
• Prácticas de poda para mejorar la aireación y la entrada de luz al cultivo
• Retiro del cultivo los residuos de las podas, para luego ser quemados.
• Buen drenaje del cultivo

Debido a las altas precipitaciones, el sector de Monterrico es muy susceptible a estas enfer-
medades. Fue necesario llevar a cabo un plan de control, manejo y recomendaciones con los agricul-
tores. Para el manejo de plagas, se recomendó realizar a tiempo las labores agronómicas: mantener
controladas las malezas, fertilizar, regar y, en caso extremo, aplicar insecticida. Para el control de
enfermedades, se instruyó y entregó un paquete de recomendaciones con productos como Benlate,
Bravo 720, Control 500, Derosal, Brestanid 500, Antracol, Kocide, Ridomil, Rovral y Mertec, en
diferentes combinaciones y proporciones, según el caso. Adicionalmente, se instruyó sobre la nece-
sidad de llevar a cabo un manejo integrado del cultivo con el objeto de reducir el impacto sobre el
ambiente e incrementar la producción y la rentabilidad del mismo mediante la siembra de material
de alta calidad genética y fitosanitaria, manejo de distancias de siembra, fertilización, desyerbas, po-
das, cosechas oportunas, destrucción de residuos y control biológico, entre otros.

Eventos de capacitación con agricultores

En Febrero de 2006, se inició la socialización del proyecto con 21 productores, un miembro (el
gerente en su momento) de la comercializadora C.I. La Cosecha y ocho ejecutores. En esta re-
unión se identificaron las responsabilidades de cada miembro en el proyecto y sus compromisos,
dentro de cada componente del mismo.
Después de esto, se llevaron a cabo eventos de seguimiento y capacitación que incluían
aspectos como el manejo del cultivo en el lote experimental; la evaluación y selección parti-
cipativa de materiales en el lote (ver también artículo de Espinosa et al., en esta compilación);
la producción limpia de la mora mediante el uso de biofertilizantes y biocontroladores (ver
artículos de Roveda et al., Beltrán y Cotes, en esta compilación); la producción limpia (in vitro)
de materiales promisorios y su entrega y manejo ex vitro (ver artículo de Valderrama et al., en
esta compilación).
Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
17
Estos eventos se llevaron a cabo a manera de talleres, días de campo, visitas a los labora-
torios, y, además, demostraciones de método y resultado, los cuales contaron con la participación
de agricultores, personal científico y técnico y en algunos casos comercializadores e interventoría
del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) (Tabla 2, Figura 3). Adicionalmente, se
realizaron visitas continuas al sector Monterrico, en promedio, una vez cada 15 días durante los
tres años del proyecto, con visitas más frecuentes en épocas de siembra, cosecha y entrega de
materiales ex vitro.

CONCLUSIONES
• Se seleccionó participativamente con agricultores del sector Monterrico, Silvania, un lote
experimental en el cual se sembraron 35 materiales de mora (dos cultivados por los agricul-
tores de la región). En el proceso participaron los socios productores de tres asociaciones,
investigadores y técnicos de CORPOICA y otros técnicos especializados en temas de interés
para la zona.
• Los agricultores fueron capacitados en el manejo del cultivo en el lote desde la preparación
del terreno para la siembra, el trazado y ahoyado, la densidad y el material de siembra, la
siembra, el manejo de arvenses, la fertilización, la poda, el tutorado, el riego y el manejo de
plagas y enfermedades.
• Se realizaron eventos y visitas frecuentes para impartir el plan de capacitación de manejo del
cultivo en el lote y para llevar a cabo investigación participativa relacionada con la evaluación
y selección de los mejores materiales en las condiciones de experimentación y con la produc-
ción y entrega de semilla limpia.

AGRADECIMIENTOS
A las asociaciones de productores del sector Monterrico y especialmente a Alberto Vanegas,
Nubia Garzón, Miguel Babativa, Genoveva Forero y Octaviano Villalobos, quienes con su apoyo
permitieron el desarrollo del proyecto. A Carlos Parrado, por su continuo apoyo en labores de
campo y seguimiento con los agricultores. A Yaneth Camargo, por su excelente apoyo en el se-
guimiento logístico y administrativo.

BIBLIOGRAFÍA
Aranzazu, H. F. 2000. Parcelas en coautoría. En: Tercer seminario frutales. Manizales. 2p.
Botero, J. D. 2007. Asesoría técnica para el mantenimiento y certificación de cultivos de
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Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
19
TABLAS Y FIGURAS
Tabla 1. Materiales de mora introducidos en un lote del sector Monterrico.
Tipo de No. de
Nombre del multipli- plantas
material Fuente (código ILS ) a
Región de origen cación sembradas
Sara 3 C.I. La Selva (ILS 2286) Salamina, Caldas Acodo 5
Cerezos C.I. La Selva (ILS 2268) Manizales, Caldas Acodo 5
Pacho 1 C.I. La Selva (ILS 2280) Manizales, Caldas Acodo 5
Guática C.I. La Selva (ILS 2273) Guática , Caldas Acodo 5
Sara 4 C.I. La Selva (ILS 2287) Salamina, Caldas Acodo 5
Sara 2 C.I. La Selva (ILS 2285) Salamina, Caldas Acodo 5
ILS 1863 C.I. La Selva (ILS 1863) La Cocha, Nariño Acodo 5
Manzanares C.I. La Selva (ILS 2276) Manzanares, Caldas Acodo 5
Guarne L.S. C.I. La Selva (ILS 2272) Guarne, Antioquia Acodo 5
Sara 1 C.I. La Selva (ILS 2284) Salamina, Caldas Acodo 5
Don Matías C.I. La Selva (ILS 2270) Don Matías, Antioquia Acodo 5
El Retiro C.I. La Selva (ILS 2271) El Retiro, Antioquia Acodo 5
Pantanillo C.I. La Selva (ILS 2281) Envigado, Antioquia Acodo 5
La Ceja C.I. La Selva (ILS 2274) La Ceja, Antioquia Acodo 5
Córdoba C.I. La Selva (ILS 2269) Córdoba, Quindío Acodo 5
Villa María C.I. La Selva (ILS 2288) Villamaría, Caldas Acodo 5
Pácora C.I. La Selva (ILS 2279) Pácora, Caldas Acodo 5
Río Sucio C.I. La Selva (ILS 2282) Riosucio, Caldas Acodo 5
Salamina C.I. La Selva (ILS 2283) Salamina, Caldas Acodo 5
La Finca C.I. La Selva (ILS 2275) SD b Acodo 5
Monteloro C.I. La Selva (ILS 2277) Tulúa, Valle Acodo 5
Guarne Universidad de Antioquia Antioquia Semilla 10
Francesa Universidad de Antioquia SD Acodo 10
San Bernardo Vivero Los Arcángeles, Fusa San Bernardo, Cundinamarca Acodo 10
Vivero Los Arcángeles, Acodo 10
Sin Espinas San Bernardo, Cundinamarca
Fusa (ILS 3400)
Pasca Agricultor (ILS 2375) Pasca, Cundinamarca Acodo 10
Hartona Agricultor Manizales, Caldas Acodo 10
Castilla Maniz Agricultor (ILS 2365) Manizales, Caldas Acodo 10
Ranchona Agricultor (ILS 2376) Manizales, Caldas Acodo 10
Huila Agricultor (ILS 2370) Huila Acodo 7
Castilla Monterrico Monterrico, Silvania, Yema 10
Agricultor Monterrico
Yema Cundinamarca
Castilla Monterrico Monterrico, Silvania, Semilla 10
Agricultor Monterrico (ILS2367)
Semilla Cundinamarca
Castilla Fusa Agricultor Monterrico Fusa, Cundinamarca Semilla 10
Monterrico, Silvania, Semilla 6
Mora Dulce Agricultor Monterrico (ILS2372)
Cundinamarca
Monterrico, Silvania, Yema 6
Morón Agricultor Monterrico (ILS2378)
Cundinamarca
a
ILS = Código de introducción de la colección C.I. La Selva. b
SD = Sin dato.

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Tabla 2. Eventos de capacitación y socialización del proyecto con agricultores de Monterrico, técnicos e
investigadores.
Asis-
Tema Fecha
tentes

Socialización del proyecto y taller ex ante Febrero 7 y 22, 2006 30


Manejo del cultivo de la mora Abril 25, 2006 19
Buenas prácticas agrícolas para el cultivo de la mora Agosto 2, 2006 25
Manejo adecuado de la poda y fisiología Septiembre 12, 2006 28
Taller anual y gira a CORPOICA C.I. Tibaitatá Noviembre 30, Diciembre 1, 2006 43
Riegos para el cultivo de la mora Abril 10, 2007 12
Evaluación de materiales con productores Junio 8, 2007 31
Manejo de suelos Agosto 17, 2007 10
Evaluación de materiales con productores Agosto 28, 2007 6
Manejo Integrado de plagas y enfermedades de mora Septiembre 18, 2007 22
Manejo de plantas in vitro, biofertilizantes, evaluación y producción Diciembre 11, 2007 26
Evaluación de materiales con productores Enero 22, 2008 15
Manejo de vitroplántulas en invernadero Enero 31, 2008 8
Montaje de vitroplántulas en pre-ensayo con productores Febrero 5, 2008 7
Manejo de poda, control de enfermedades y fertilización de la mora Febrero 26, 2008 14
Taller de socialización de resultados para selección
Abril 1, 2008 20
de materiales de mora con productores
Visita a lote con interventor del MADR, taller de
Mayo 20, 2008 25
mercado y pos-cosecha de la mora
Taller de manejo de la mora ex vitro con productores Julio 21 de 2008 12
Jornada de trabajo para el embolsado de material de
Agosto 12 de 2008 8
mora propagada in vitro
Taller de capacitación sobre embolsado de
Agosto 21, 2008 6
material de mora propagado in vitro
Día de campo para entrega de 9,723 plántulas ex vitro Septiembre 3, 2008 12
Manejo agronómico y vivero. Capacitación de manejo de
Octubre 7, 2008 12
la mora ex vitro con productores
Taller ex post de mora con productores Noviembre 11, 2008 21
Día de campo para entrega de 3,300 plántulas ex vitro Noviembre 20, 2008 5
Visita a fincas para seguimiento de material entregado Diciembre 4, 2008 8
Visita a fincas para seguimiento de material entregado Diciembre 12, 2008 11
Seguimiento y capacitación para manejo y
Enero 21, 2009 6
siembra de plántulas de mora
Día de campo para coordinación de entrega de plántulas de mora Febrero 13, 2009 5
Día de campo para evaluación en condiciones
Febrero 16, 2009 4
de invernadero y seguimiento del cultivo
Día de campo para entrega de 5,000 plántulas de mora Febrero 18, 2009 3
Día de campo para entrega de 5,000 plántulas de mora Febrero 25, 2009 3

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
21
A B

C D

E F

Figura 1. Establecimiento y manejo del cultivo en lote de Monterrico. A. Trazado y ahoyado. B. Manejo de
arvenses. C. Fertilización. D. Podas. E. Tutorado. F. Aporque.

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A B

C D

Figura 2. Plagas y enfermedades presentes en el lote de Monterrico. A. Áfidos. B. Trips. C y D. Fruto


maduro con moho gris. E y F. Plantas a partir de semilla y estacas afectadas por antracnosis.
G. Mildeo velloso en hoja.

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
23
A B

C D
Figura 3. Algunas fotografías de eventos de capacitación con los agricultores de Monterrico en las
instalaciones de CORPOICA C.I. Tibaitatá (A y B) y en la escuelita de Monterrico en
Silvania (C y D).

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IDENTIFICACIÓN TAXONÓMICA DE
LAS ESPECIES DEL GÉNERO RUBUS PRESENTES
EN LA COLECCIÓN COLOMBIANA DE MORA

Espinosa Bayer Natalia1; Medina Cano Clara Inés2; Lobo Arias Mario2

RESUMEN
La mora es un frutal andino, del género Rubus, con importancia actual creciente en Colombia. El
desarrollo sostenible de la especie requiere del soporte de una colección amplia de materiales
del taxón cultivado y la existencia de una colección de recursos genéticos de la entidad biológica
y taxa relacionados. Tiene un conjunto de poblaciones locales, silvestres y cultivadas y algunas
introducciones foráneas de diversas especies de Rubus, las cuales son conservadas por parte de la
Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, CORPOICA, entidad que tiene a cargo
el Sistema de Bancos de Germoplasma de la Nación Colombiana para la Alimentación y la Agri-
cultura. Este conjunto germoplásmico debe apoyar los sistemas productivos, mediante procesos
de conocimiento de la diversidad inter e intraespecífica disponible. El primer paso es determinar
y categorizar las especies presentes en el conjunto mencionado, para lo cual se seleccionaron
accesiones morfológicamente contrastantes, con toma de material para su identificación en el
Herbario de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional (Sede Bogotá). Se logró deter-
minar la presencia de cinco taxa diferentes en la metapoblación objeto del estudio: R. macrocarpus
(sin. R. nubigenus), R. niveus, R. urticifolius, R. glaucus y R. floribundus, mediante el empleo de claves
taxonómicas, ejemplares de referencia para tal fin y el apoyo de expertos en el área. Esto permitirá
diseñar una búsqueda de entidades biológicas del género reportadas en el país, no presentes en el
sistema de mantenimiento, para procesos de colecta, conservación y utilización.

Palabras clave: Recursos genéticos, sistemática, herbarios, morfología.

INTRODUCCIÓN
Focke (1910, 1914, citado por Romoleroux, 1996), trabajó en la taxonomía del género Rubus.
El autor estableció 12 subgéneros con 429 especies, de los cuales, los tres subgéneros más
importantes, por el número y relevancia de las especies agrupadas, fueron: Rubus, Idaeobatus
y Malachobatus con 132, 117 y 115 taxa, respectivamente. Diversos trabajos taxonómicos
posteriores señalan a Rubus como uno de los géneros de plantas más complejos, debido a la
ocurrencia de hibridación entre especies relacionadas y aun entre subgéneros, a la poliploidía
y a la presencia de pseudogamia (Alice y Campbell, 1999; Antonius-Klemola, 1999; Nybom y
Kraft, 1995; Weber, 1996).

1 Laboratorio de Genética Molecular Vegetal, Centro de Biotecnología y Bioindustria (CBB), CORPOICA, Km. 14 vía Mosquera,
Cundinamarca.
2 Centro de Investigación (C.I.) La Selva, CORPOICA, Rionegro, Antioquia.
Autor de correspondencia: Mario Lobo Arias, Ph.D. Genética, e-mail: mlobo@corpoica.org.co

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
25
La permanencia o separación del receptáculo de las drupeolas, al cosechar el fruto, se ha
utilizado para diferenciar los subgéneros Rubus e Idaeobatus, que corresponden a nivel hortícola,
a las zarzamoras o moras y a las frambuesas, respectivamente (Clark et al., 2007). Sin embargo,
Clark et al (2007), señalan que, aun cuando esta diferenciación es de gran utilidad en Europa y
Norteamérica, las especies de Rubus presentes en Centro y Suramérica exhiben atributos de los
dos tipos hortícolas, por lo cual la mencionada diferenciación carece de aplicabilidad en las espe-
cies latinoamericanas.
El apoyo de las técnicas moleculares, en particular ITSs (“Internal transcribed spacer region
sequences”), a los estudios morfológicos y citológicos, empleados en taxonomía y filogenia, han
evidenciado que el género Rubus en conjunto y 10 de los 12 subgéneros establecidos por Focke,
no soportan tratamiento monofilético (Alice, 2002; Alice y Campbell, 1999). En el contexto ante-
rior, el subgénero Orobatus, exclusivo de América Latina, admitió monofilia, tal cual fue establecido
por Focke y el subgénero Rubus es monofilético al incluir R. glaucus Benth. (subg. Idaeobatus) y R.
alpinus Macfad. (subg. Lampobatus) y excluir a R. ursinus Cham. et. Schltdl. Este resultado indica
la necesidad de revisar la taxonomía del género Rubus (Alice, 2002; Alice and Campbell, 1999;
Ballington et al., 1993).
En los Andes ecuatorianos se han encontrado, en mayor proporción, especies de los
subgéneros Orobatus y Rubus, entre las cuales se destaca en el subgénero Orobatus, la entidad bio-
lógica R. macrocarpus Benth o R. nubigenus H.B.K., conocida en Colombia como Morón (Popenoe,
1920; Rivera et al., 1997). Esta se distribuye en zonas ecológicas entre los 2600 y los 3400 msnm.
El taxón se distingue por el color rojo a vino del fruto, un sabor ligeramente ácido al madurar y
el gran tamaño de sus bayas (2.5 x 5 cm), característica, esta última, que dio origen a su nombre
(Ballington et al., 1993; Popenoe et al., 1989; Popenoe, 1920; Thompson, 1997).
Otra especie del subgénero Rubus es R. urticifolius Poir., conocida como Mora de Piedra, la
cual se reconoce porque la planta está cubierta completamente por tricomas glandulares rojizos
(Ballington et al., 1993; Rivera et al., 1997; Romoleroux, 1996).
Por su parte, R. glaucus Benth es un taxón que generó controversia sobre el subgénero
al cual pertenecía (Rubus o Idaeobatus), por su morfología, debido a que combina atributos de
crecimiento y follaje (tallos y hojas) de frambuesa y características del fruto, como la permanencia
del receptáculo en el fruto maduro, asociadas a la zarzamora; elementos que en forma conjunta
con una probable reproducción apomíctica, han hecho que se considere como un posible híbrido
intersubgenérico (Rubus x Idaeobatus) o un anfidiploide fértil (Ballington et al., 1993; Popenoe et al.,
1989; Popenoe, 1921; Thompson, 1997). Los resultados obtenidos con marcadores ITS, indican
que R. glaucus pertenece al subgénero Rubus (Alice, 2002; Alice y Campbell, 1999; Ballington et al.,
1993; Popenoe et al., 1989; Popenoe, 1921; Thompson, 1997).
Del subgénero Idaeobatus se encuentra R. niveus Wall., conocida como frambuesa, la cual es
una especie introducida, proveniente de Asia continental e Indonesia que crece asilvestrada y se ca-
racteriza por su hojas imparipinnadas (Ballington et al., 1993; Rivera et al., 1997; Romoleroux, 1996).
En Colombia, Rivera et al. (1997), adelantaron un estudio sobre la distribución y ecología
de especies Rubus silvestres en la cuenca del río El Palmar en Ubaque, Cundinamarca, en un área
de estudio comprendida entre los 1500 y 3600 msnm, donde se reportó la presencia de 10 taxa
silvestres del género, las cuales representan aproximadamente el 50% de las reportadas en el país.
Los autores reportaron la presencia de R. acanthophyllus, R. compactus, R. floribundus y R. macrocarpus
restringidas a la zona de páramo entre los 2800 y los 3600 msnm, en tanto que registraron una
amplia distribución, entre los 1500 a los 3000 msnm, de los taxa R. bogotensis, R. glaucus, R. megalococ-
cus y R. urticaefolius, en el Bosque Andino y Subandino (1500 a 3000 msnm). Por su parte, el taxón R.
porphyromallus, exhibió una población reducida a 2700 msnm y los investigadores hallaron, creciendo
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en forma espontánea, la especie introducida R. idaeus (Rivera et al., 1997). Las especies en estudio se
relacionan con hábitats intervenidos por el hombre, ya que se encuentran en bosques y matorrales
secundarios, cercas de piedra o linderos, bordes de carreteras y lotes abandonados.
Aguilar (2006), informó que en Colombia se cultivan diversas especies del género Rubus,
aparte de R. glaucus Benth, el taxa más importante, se encuentran R. bogotensis HBK, sembrada en
altitudes entre los 1700 y los 3700 msnm; R giganteus o macrocarpus Benth, entre los 2600 y los
3400 msnm; R. megalococcus Focke, entre los 2300 y los 2700 msnm y R. nubigeus (sin. R. macrocar-
pus, Romoleroux, 1996), entre los 2600 y los 3100 msnm.
El Sistema de Bancos de Germoplasma de la Nación Colombiana, a cargo de CORPOICA,
posee una colección de Rubus, la cual incluye actualmente poblaciones cultivadas y espontáneas,
colectadas en diversas zonas del país y algunas introducciones de otras áreas del mundo. Esta se ha
conformado para conservar la variabilidad del género y promover su utilización, en sistemas produc-
tivos, mediante la realización de procesos de valor agregado de diversa índole, los cuales parten de la
identificación de las especies presentes. Por ello, se realizó el estudio actual, tendiente a categorizar
sistemáticamente los demes presentes en la metapoblación en mantenimiento. Las poblaciones cul-
tivadas de esta metapoblación fueron evaluadas participativamente con agricultores en Silvania

MATERIALES Y MÉTODOS
En forma previa al trabajo de categorización de las especies, presentes en la Colección de Mora
de la Nación Colombiana, se realizó una visita al Herbario Nacional Colombiano del Instituto de
Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, con el fin de conocer los atributos
presentes en las especies del género Rubus, con las características particulares de cada una y con
las muestras utilizadas en la determinación taxonómica de especies.
De la colección de campo, ex situ de poblaciones de Rubus conservada en el C.I. “La Sel-
va”, por CORPOICA en Rionegro (Antioquia), se seleccionó al azar la accesión Sara 4 de aquellas
que mostraron características típicas de la especie R. glaucus. Además, se incluyeron los demes
que exhibieron particularidades morfológicas distintas a R. glaucus: ILS 2187, ILS 1817, ILS 1865,
“Sin Espinas”, “Frutilla”, “La Macha” y “Morón”, para un total de ocho entradas. De las anteriores,
se tomaron muestras de órganos vegetativos (tallos y hojas) y reproductivos (flores y frutos) de
un individuo por accesión, con prensado y secado de las muestras, para su transporte e identifi-
cación en el precitado Herbario.
Para el proceso de identificación taxonómica de las muestras, se contó con la asesoría del
MSc Juan Carlos Granados, curador del Herbario de la Facultad de Agronomía de la Universidad
Nacional de Colombia, sede Bogotá. Esta se realizó con la utilización de la clave de especies de
Rubus, compendiada en la serie Flora del Ecuador (Romoleroux, 1996), mediante examen de las
muestras con estereoscopio, con el fin de apreciar las características diferenciales de taxa, como
son el indumento en hojas, tallos y flores, entre otras.
Adicionalmente, las muestras fueron revisadas por el profesor Edgar Linares, del Instituto de
Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogotá, experto en el género Rubus.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En las ocho accesiones analizadas, se encontraron cinco especies diferentes, las cuales se relacio-
nan en la Tabla 1. La accesión “La Macha”, exhibió características del taxón cultivado R. glaucus,
tales como flores de pétalos blancos lanceolados y cerosidad en el tallo, así como caracteres de
Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
27
especies silvestres, correspondientes a hojas trifoliadas y pentafoliadas y presencia de aguijones
pronunciados. Además de estos elementos, observados en laboratorio, en campo fue evidente
la ausencia de formación de frutos o el aborto temprano de estos, en todas las plantas de dicha
población. Lo anterior, condujo a concluir, en principio, que este material puede ser producto de
un evento de hibridación entre R. glaucus y una especie silvestre no determinada. Al respecto, en
el género Rubus, los cruzamientos naturales interespecíficos e intersubgenéricos son frecuente-
mente reportados (Alice and Campbell, 1999; Nybom, 1995). Con la asesoría del profesor Edgar
Linares se clasificó la accesión mencionada, en principio, como R. glaucus, Tabla 1, lo cual amerita,
un estudio posterior para elucidar si la desviación morfológica de los atributos de ésta es produc-
to de hibridación interespecífica o de variabilidad genética dentro del taxón.
Igualmente, el material llamado: ‘Sin Espinas’ fue categorizado como R. glaucus, ya que
todas sus estructuras vegetativas y reproductivas coinciden con la descripción de esta especie,
exceptuando la presencia de aguijones, los cuales han sido reemplazados por rudimentos de
aguijón. Ésta modificación constituye una ventaja a nivel de manejo agronómico, pues se facilita la
realización de las diferentes labores en campo.
Las otras especies, ubicadas en los materiales objeto de identificación, exhiben los siguien-
tes atributos:

R. macrocarpus Benth o R. nubigenus H.B.K.

Estípulas ovadas, hojas trifoliadas, inflorescencias laxas con más de 4 flores, envés tomentoso o
viloso. De acuerdo con Romoleroux (1996), el taxón exhibe tallos tipo terete, tomentosos a gla-
brescentes, usualmente glandulares estipitatos, con aguijones curvos, que se estrechan de la base
hacia la punta, con 1 a 3 mm de longitud; las estípulas son ovatas a auriculadas y subcoriáceas; las
hojuelas son acartonadas a coráceas con 7 a 11 pares de venas secundarias, una base redondeada
a cuneada y ápice redondeado a agudo, con márgenes serrulados a dentados. Las inflorescencias
son cimas compuestas de 8 a 16 cm de longitud con 8 a 20 flores que tienen 20 a 30 mm de diá-
metro, con sépalos que exhiben ápice agudo o acuminado; los pétalos son magenta o púrpura y
los carpelos tomentosos; los frutos tienen forma ovoide-globosa, con sépalos reflexos, exhibiendo
40 a 60 drupeolas por receptáculo y color vino tinto a negro (Figura 1).

R. niveus Thumb, De Rubo.

Estípulas filiformes, hojas imparipinadas 5-7 foliolos; drupeolas que se separan del receptáculo y fru-
tos rojos. Al respecto, Romoleroux (1996), señala que éste es un arbusto suberecto de 2 m de alto,
con tallos terete, glabros, pruinosos, con aguijones que se estrechan a partir de una base amplia, de
7 a 10 mm de anchos, derechos o ligeramente curvos. Las estípulas son lanceaoladas, glabrescentes;
los pecíolos son espinosos; las hojas imparipinadas, con 5 a 7 folíolos; las hojuelas son ovatas a ligéra-
mente rómbicas, subcoriáceas, con 9 a 11 pares de venas secundarias; las ramas florales son pilosas
con pequeñas espinas, las inflorescencias exhiben entre 20 y 50 flores, con pedicelos de 5 a 10 mm
de longitud y acículas; los frutos son ovoide-globosos, con presencia de pétalos reflexos y 50 a 80
drupeolas por receptáculo, de color rosa a profundamente rosadas (Figura 2).

R. urticifolius Poir.

Glándulas sésiles esparcidas en el tallo; más de 30 flores por inflorescencia, hojas pentafolio-
ladas, sin glándulas, carpelos pilosos en el ápice. Sobre la especie Romoleroux (1996), informa

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que es un arbusto rastrero de 2 a 3 m de alto; cubierto de pelos de color rojizo; tallos angu-
losos, que exhiben una alta densidad de aguijones curvos, que se estrechan de la base al ápice;
estípulas subulatas o filiformes, tomentosas a glabrescentes, pecíolos armados, pilosos; hojas
con 5 foliolos, cuyas hojuelas son ovatas o elípticas, acartonadas, con base redondeada, ápice
agudo-acuminado, margen serrado, envés tomentoso en las venas, haz ligeramente piloso, to-
mentoso en las venas. Las inflorescencias son panículas piramidales con 50 a 150 flores y gran
ramificación. Las flores presentan sépalos ovatos o lanceolados, ápice apiculado o acuminado,
con pétalos ampliamente obovatos, de color rosado o rosado claro. Los frutos son ovoides a
globosos, con sépalos ascendentes y 30 a 50 drupeolas por receptáculo, glabros y de color rojo
a negro (Figura 3).

R. glaucus Benth.

Estípulas filiformes, hojas trifolioladas, drupeólas permanecen adheridas al receptáculo, menos de


30 flores por inflorescencia, tallos glabros, frutos con más de 50 drupeolas por receptáculo. Ro-
moleroux (1996). Reporta que R. glaucus presenta tallos trepadores teretes, glabros, con aguijones
que se estrechan de la base al ápice; la planta exhibe estípulas lineares acartonadas, glabras. Las
hojas son trifoliadas, con hojuelas ovato-lanceoladas, subcoriáceas, con 10 a 13 pares de venas se-
cundarias, base redondeada o ligeramente truncada, ápice acuminado y margen biserrado. El envés
es lanoso de color blanquecino y el haz glabro; las inflorescencias son cimas compuestas con 15
a 22 flores que exhiben sépalos deltados, ápice acuminado a filiforme, pétalos obovatos blancos y
carpelos pilosos. Los frutos son ovoides a globosos, con sépalos reflexos y 70 a 100 drupeolas por
receptáculo, de color rojo a negro (Figura 4).

R. floribundus H.B.K.

Estípulas filiformes, drupeolas adheridas al receptáculo, más de 40 flores por inflorescencia, hojas
pentafolioladas, tallos con glándulas dispersas estipitadas, pecíolo no pulvinulado, base de los folío-
los redondeado. Tallos y ramas sin glándulas, envés pubescente, tallos tomentosos, foliolos con 10
a 12 pares de venas secundarias, margen serrado. Romoleroux (1996), señala que el taxón exhibe
tallos trepadores, angulosos-tomentosos a glabrescentes, a menudo con glándulas dispersas sé-
siles o subsésiles; exhibiendo aguijones curvos que se estrechan de la base al ápice. Las estípulas
son lanceoladas, acartonadas, tomentosas o glabrescentes. Los pecíolos tienen aguijones y son
tomentosos a glabrescentes; las hojas tienen 5 folíolos, con hojuelas ovato-elípticas, acartonadas,
ápice agudo, margen aserrado, envés velloso o piloso, tomentoso en las venas y haz piloso; inflo-
rescencias con 30 a 80 flores, en algunas oportunidades con una rama terminal simosa, pedicelos
tomentoso-vellosos, a menudo con glándulas sésiles o subsésiles; flores con sépalos ovatos, ápice
subapiculado o acuminado, pétalos blancos o rosado-claros, carpelos glabros o ligeramente pilosos
en el ápice; frutos ovoide-globosos, con sépalos ascendentes, con presencia de 40 a 50 drupeolas
por receptáculo, glabras o glabrescentes, de color negro (Figura 5).

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
El estudio realizado permitió determinar la presencia de materiales de cinco especies del género
Rubus en el Sistema de Bancos de la Nación Colombiana a cargo de CORPOICA, de las aproxi-
madamente veinte especies, presentes en el país.

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
29
En la colección hay ejemplares de los taxa: R. macrocarpus (sin: R. nubigenus), R. niveus, R.
urticifolius, R. glaucus y R. floribundus.
Esto indica la posibilidad de emplear, no sólo el material de la especie más sembrada: R.
glaucus, sino también de taxa relacionados, lo cual se favorece por la posibilidad de hibridación
interespecífica, la cual ha sido reportada en forma espontánea en el género, posibilidad que hay
que determinar en cada cruzamiento entre el taxón cultivado y los relacionados.
El conocimiento de los taxa, presentes en la colección, permite desarrollar una estrategia
de colecta de aquellos reportados en Colombia, no presentes en el sistema de conservación.

AGRADECIMIENTOS
Al Curador del Herbario de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá, M. Sc. Juan Car-
los Granados y al Profesor Edgar Linares, del Instituto de Ciencias Naturales del mismo centro
docente, por su apoyo, constante y decisivo, en el proceso de clasificación taxonómica de los
materiales de Rubus.

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30
TABLAS Y FIGURAS

Tabla 1. Especies identificadas en la Colección de Rubus de la Nación Colombiana, a cargo de


CORPOICA

Especie Accesión

R. macrocarpus, sin R. Nubigenus Morón


R. niveus Frutilla
R. urticifolius ILS 1865
R. glaucus Sara 4, Sin Espinas, La Macha
R. floribundus ILS 2187, ILS 1817

Figura 1. R. macrocarpus Benth o R. nubigenus H.B.K. Hoja, flor y fruto.

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
31
Figura 2. R. niveus Thumb, De Rubo. Hoja, flor y fruto.

Figura 3. R. urticifolius Poir. Hoja, flor y fruto.

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32
Figura 4. R. glaucus Benth. Hoja y fruto.

Figura 5. R. floribundus HBK. Hoja y fruto.

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
33
EVALUACIÓN AGRONÓMICA,
NUTRICIONAL Y SELECCIÓN PARTICIPATIVA
DE MATERIALES DE MORA EN SILVANIA,
CUNDINAMARCA

Espinosa Bayer Natalia1, Sánchez León Dora2, García Ramírez Andrea2,


Ariza Nieto Magnolia2, Ariza Nieto Claudia2, Barrero Meneses Luz Stella1

RESUMEN

L a mora es un frutal andino cultivado por pequeños y medianos agricultores y su cultivo consti-
tuye, en algunas regiones de Colombia, una de las principales fuentes de ingresos, empleo ru-
ral, oferta de alimento y utilización en la agroindustria. La Mora de Castilla (Rubus glaucus Benth),
ampliamente adaptada se cultiva, aunque con limitaciones de susceptibilidad fitosanitaria y bajo
índice de madurez (bajos grados Brix y alta acidez). La escasa oferta de materiales puede conducir
a la vulnerabilidad en la producción. Estos aspectos aunados a la necesidad cada vez más creciente
de producir materiales con alto valor agregado, hacen necesario tomar acciones que conlleven a
la evaluación de nuevos materiales en nichos específicos.
En el presente trabajo se evalúan materiales de mora provenientes del banco de ger-
moplasma manejado por CORPOICA y material de agricultor por atributos relevantes de tipo
morfológico, agronómico, nutricional y antioxidante en procesos participativos con agricultores
de el sector Monterrico en Silvania (Cundinamarca). A partir de 34 materiales evaluados, se se-
leccionaron seis que presentan características agronómicas sobresalientes, alta calidad nutricional
y una buena variabilidad para los atributos estudiados. Estos materiales fueron multiplicados in
vitro y entregados a los agricultores del sector Monterrico (Ver artículo de Valderrama et al., en
esta compilación).

Palabras clave: Investigación participativa, material promisorio, valor nutricional, base genética.

INTRODUCCIÓN
Dentro de la cadena frutícola, la mora (Rubus glaucus Benth) es un frutal andino con propie-
dades agronómicas, nutritivas y antioxidantes con alto potencial en el mercado nacional e
internacional (Tafur et al., 2006). En Colombia se cultiva principalmente la Mora de Castilla,
material o conjunto de materiales similares ampliamente adaptados que, sin embargo, presen-

1 Laboratorio de Genética Molecular Vegetal, Centro de Biotecnología y Bioindustria (CBB), CORPOICA, Km. 14 vía Mosquera,
Cundinamarca.
2 Laboratorio de Nutrición, CBB, CORPOICA, Km. 14 vía Mosquera, Cundinamarca.
Autor de correspondencia: Luz Stella Barrero Meneses, Ph.D. Genética y Mejoramiento Vegetal, e-mail: lbarrero@corpoica.org.co

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34
tan limitaciones de susceptibilidad fitosanitaria y bajo índice de madurez (bajos grados Brix y
alta acidez) (Barnett y Murant, 1970; Botero et al., 2002; Franco et al., 2000; Franco y Giraldo,
2002). Adicionalmente, la escasa oferta de materiales puede conducir a la vulnerabilidad en la
producción, por tanto se hace necesario ampliar la base genética del cultivo. Esto, aunado a
la necesidad cada vez más creciente de producir semilla con altas calidades nutricionales y an-
tioxidantes, exige tomar acciones que conlleven a la evaluación de materiales para atributos de
calidad morfológica, agronómica y nutricional que permitan seleccionar aquellos con alto valor
agregado adaptables a ambientes específicos y que representen buena parte de la variabilidad
genética del cultivo.
Los estándares internacionales en Rubus para atributos morfológicos, agronómicos y nu-
tricionales indican que la evaluación primaria se debe realizar en el período de fructificación y
normalmente se tiene en cuenta el índice de madurez, el cual se basa en el cambio del color del
fruto (NTC-4106), acompañado de cambios en los sólidos solubles totales o grados Brix; la acidez
expresada como ácido málico y el pH. Adicional a la evaluación primaria, los frutos se cosechan y
se determina el índice de calidad en el cual se incluye la apariencia (tamaño, forma y ausencia de
defectos), firmeza, sabor (sólidos solubles totales o grados Brix, acidez titulable y presencia de
volátiles) y valor nutricional (Vitaminas, minerales y fenoles) (Clark et al., 2007). Estas evaluacio-
nes son imperativas para la selección de genotipos élite y la promoción de la siembra de material
genético con propiedades diferenciales.
En Colombia, los estudios han mostrado que para algunos parámetros morfológicos y
agronómicos existe variabilidad en Rubus. Seis materiales provenientes de Antioquia y foráneos
presentaron un comportamiento agronómico diferencial entre materiales Rubus y R. glaucus Ben-
th. Entre estos el material originario de San Antonio fue el de mayor producción, lo cual fue
atribuible a su precocidad, mayor cantidad de ramas productivas, inflorescencias y frutos, y baja
o nula emisión de tallos vegetativos (Córdoba y Londoño, 1996). De otro lado, en materiales
Rubus (R. glaucus, R. urticifolius y R. robustus) colectados en el Valle del Cauca, Cauca y Nariño, se
identificaron algunos sobresalientes por su mayor peso de fruto, grados Brix y menor número de
espinas (Zamorano et al., 2007).
En cuanto a atributos nutricionales y potencial nutracéutico, también se ha encontrado
variabilidad. En frambuesa, R. idaeus, se han identificado once compuestos fenólicos, incluidas algu-
nas antocianinas. En diferentes cultivares los contenidos individuales de compuestos de este tipo
varían significativamente tanto por factores de desarrollo como por factores genéticos (Patel et
al., 2004; Anttonena y Karjalainen, 2005; Beekwilder et al., 2005), lo cual concuerda con estudios
recientes del potencial nutracéutico por medio de ORAC o FRAP (métodos para detección de
antioxidantes), antocianinas, flavonoles y fenoles, de materiales de Rubus, donde se evidencian
algunos cultivares con una variación muy amplia y una muy alta capacidad antioxidante. Estos
resultados han conducido a proponer que el valor nutricional de Rubus puede ser optimizado
por medio de programas de ampliación del germoplasma y que el mejoramiento genético puede
incrementar estos niveles (Clark et al., 2007).
El Sistema de Bancos de Germoplasma de la Nación Colombiana, a cargo de CORPOI-
CA, posee una colección del género Rubus, la cual incluye poblaciones cultivadas y espontáneas,
colectadas en diversas zonas del país y algunas introducciones de otras áreas del mundo. Con el
fin de promover la utilización de estos materiales en sistemas productivos del país, se propuso
evaluar, en material cultivado, variables relevantes de tipo morfológico, agronómico, nutricio-
nal y antioxidante en procesos participativos con agricultores del sector Monterrico en Silvania
(Cundinamarca), junto con material de agricultor de la región y seleccionar aquellos con mejores
atributos y adaptación en la zona de estudio.
Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
35
MATERIALES Y MÉTODOS
Material vegetal

Se evaluaron 34 accesiones pertenecientes a la Colección de Rubus mantenida por CORPOICA,


sembradas en un lote de la zona productora de mora en el sector Monterrico del Municipio de
Silvania, Cundinamarca. De estas, 32 correspondían a Mora de Castilla (R. glaucus) y las otras dos
a Morón (R. macrocarpus) y Mora Dulce (Rubus spp). Dos de ellas (Castilla Monterrico Yema y
Castilla Monterrico Semilla) eran tradicionalmente cultivadas por los agricultores de la región.
Una réplica de las accesiones es mantenida en el Centro de Investigación, C.I. La Selva, Rionegro,
Antioquia. Para las evaluaciones, se sembró un surco por accesión con un contenido entre cinco y
diez plantas (para detalles de la siembra y el manejo del cultivo en el lote, ver artículo de Álvarez
et al. de esta compilación).

Selección participativa

Se realizaron dos encuestas a los agricultores de Monterrico. En la primera se buscó identi-


ficar las preferencias de cultivar de los agricultores, respecto a su sistema productivo y a las
características de la zona. Para tal fin, se seleccionaron variables reproductivas de carácter
cualitativo, las cuales se ponderaron asignándoles un valor mayor, de acuerdo con los criterios
que los agricultores consideraron favorables. Por ejemplo: en el caso de la variable forma del
fruto, los estados posibles son alargado o redondo. Los agricultores prefirieron que el fruto
fuera alargado, entonces se le asignó tres al tipo alargado y uno al tipo redondo. De esta ma-
nera se le otorgó mayor importancia en la calificación final a las características apreciadas por
el productor (Tabla 1).
En la segunda encuesta, el objetivo consistió en calificar los materiales de mora estableci-
dos en el lote con base en los criterios del productor y en criterios comerciales. Se concentró la
atención en evaluar las mismas variables de la primera encuesta con los agricultores que tuvieron
mayor participación en el desarrollo del ensayo; se organizaron cuatro parejas de productores
que observaron y calificaron todas las accesiones. Para el análisis de las encuestas, se procedió a
ponderar las calificaciones de los estados de las variables evaluadas y sumarlos. De esta manera
se obtuvo una calificación total de cada material con un máximo de 20 para el mejor. La segunda
encuesta se llevó a cabo en enero de 2008, cuando las accesiones mostraron estabilidad en su
producción después de año y medio de sembradas.

Evaluación agronómica y nutricional

Una vez terminadas las encuestas, se procedió a tomar datos en campo de la variable cuantitativa
de rendimiento por planta (expresado en gramos). Las moras se cosecharon en el estado de ma-
durez organoléptica (estado en el cual el fruto se desea comercializar, debido a su característica
no climatérica); condición fisiológica del fruto que limita cambios en el índice de madurez después
de la cosecha (Wills, 1998).
En laboratorio, se midieron las variables: longitud de fruto y ancho de fruto (en centí-
metros) utilizando un calibrador digital en las zonas más ancha y más larga del fruto y, además,
peso de fruto (en gramos) utilizando una balanza digital (Córdoba y Londoño, 1996). El índice de
madurez se midió a través de los grados Brix y acidez. El valor nutracéutico se determinó a través
de la capacidad antioxidante por el método FRAP (Benzie & Strain, 1996, Huang, et al., 2005). De
Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria - Corpoica
36
cada accesión se tomaron cinco plantas para evaluar rendimiento y de cada planta cinco frutos
para el resto de variables.morfológicas del fruto.
El valor nutricional se determinó teniendo en cuenta los estados de madurez 3, 4 y 5,
siendo este último, el estado de madurez fisiológica para este fruto no climatérico (Wills, 1998).
Los datos de campo y laboratorio se evaluaron estadísticamente mediante análisis de componen-
tes principales y análisis de conglomerados (Díaz, 2007; Hidalgo, 2003).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados de las encuestas de selección participativa indicaron que el tipo de fruto alargado
y dulce es el preferido por los agricultores (Tabla 1). Las mejores accesiones que tuvieron califi-
cación de agricultores de 18-20 fueron Sin espinas, ILS1863, Monteloro, Castilla Fusa y Riosucio.
Sin embargo, Castilla Fusa presentó un bajo contenido de antioxidantes (Tabla 2).
Para la selección de los seis materiales que representaron los mejores atributos, se consi-
deraron como parámetros de mayor importancia el contenido de antioxidantes, la calificación de
los agricultores y el rendimiento, seguido por otros parámetros. De esta manera se seleccionaron
los materiales Monteloro, Riosucio, Cerezos, Sin espinas y Monterrico Yema e ILS 1863 en este
ambiente. Cabe señalar la importancia de realizar evaluaciones a través del tiempo, en la misma
localidad y en nuevas localidades.
También se consideró en una segunda fase que los materiales seleccionados representa-
ran variabilidad de la especie R. glaucus. En este sentido se llevaron a cabo análisis de componentes
principales y de conglomerados con los datos obtenidos.
El análisis de componentes principales mostró que los primeros cuatro componentes
presentaron valores propios superiores a uno y fueron los de mayor relevancia en la medida que
agruparon alrededor de un 86% de la variación total de los datos originales (Tabla 3).
Se encontró que las variables que mostraron mayor relación con los cuatro primeros
componentes principales descritos en la Tabla 3 fueron en su orden longitud de fruto, peso de
fruto, ancho de fruto, madurez, grados Brix y acidez. Lo cual indica que éstas fueron las variables
que más aportaron en la discriminación de los materiales de Rubus. En la figura 1 se observan las
agrupaciones que se obtuvieron a partir del análisis de conglomerados con la utilización de todas
las variables en estudio, donde se conformaron tres grupos de cultivares, de los cuales, el segundo
se subdividió en otros dos.
Los materiales con mejores características agronómicas y fisicoquímicas se ubicaron en el
grupo 2B, el cual incluyó tanto materiales de la especie R. glaucus como Mora Dulce (Rubus spp.).
Éste grupo mostró tamaño de fruto mayor, en cuanto a longitud (alrededor de 3 cm), ancho y
peso (~6 g) (Tabla 4).
En el grupo 1 se encontraron materiales de fruto pequeño con algunas características im-
portantes en cuanto a calidad nutricional como madurez (2.58) y grados Brix (7.45). Mientras que
en el grupo 2A, se encontraron materiales intermedios, de mayor tamaño de fruto y características
nutricionales inferiores al grupo 1. Por su parte R. macrocarpus o Morón que se diferenció con clari-
dad formó un nuevo grupo (el 3) con caracteres interesantes en cuanto a su tamaño de fruto (~ 10
g) y calidad nutricional (madurez de 2.65 y grados Brix de 7.7), muy superiores a los de R. glaucus,
por tanto es un material a tener en cuenta en un programa de mejoramiento de mora (Tabla 4).
Los materiales seleccionados por sus características agronómicas sobresalientes, alta ca-
lidad nutricional y por participación de los agricultores, se ubicaron en los grupos 1, 2A y 2B, lo
cual indica que se escogieron materiales con diferentes ventajas nutricionales o agronómicas.

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
37
A cinco de las accesiones se les determinaron los parámetros fisicoquímicos (grados
Brix, pH, acidez) de tres estados de madurez (3, 4 y 5). No se presentaron diferencias significa-
tivas en los análisis fisicoquímicos de las accesiones evaluadas (Tabla 5). Sin embargo, se mostró
que, en la medida en que aumenta el estado de madurez del fruto, los grados Brix y el índice
de madurez también aumentan, lo cual indica que el fruto acumula la mayor cantidad de sólidos
solubles totales en la madurez fisiológica (estado 5).

CONCLUSIONES
Después de evaluar 34 materiales de mora provenientes del banco de germoplasma manejado por
CORPOICA y material de agricultor por atributos relevantes de tipo morfológico, agronómico,
nutricional y antioxidante en procesos participativos con agricultores del sector Monterrico en
Silvania (Cundinamarca), se seleccionaron como promisorios: Monteloro, Riosucio, Cerezos, Sin
espinas, Monterrico Yema e ILS 1.863, de acuerdo con su contenido de antioxidantes, calificación
de los agricultores y rendimiento, seguido por otros parámetros de importancia en el cultivo para
el ambiente en estudio.
Los seis genotipos seleccionados se ubicaron en diferentes grupos (1, 2A y 2B), lo cual
indica que se escogieron materiales con diferentes ventajas nutricionales o agronómicas.
Para cinco accesiones evaluadas por grados Brix, pH y acidez en tres estados de madurez
(3, 4 y 5) se encontró que el fruto acumula la mayor cantidad de sólidos solubles totales en la
madurez fisiológica (estado 5).

AGRADECIMIENTOS
A las Asociaciones de productores de Monterrico. A Roberto Álvarez por su continuo apoyo con
los agricultores del sector. A Yaneth Camargo por su excelente apoyo logístico y administrativo.

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TABLAS Y FIGURAS

Tabla 1. Variables cualitativas evaluadas por productores de mora en Silvania (Cundinamarca).

Valor asignado
Variable Estado
por preferencia

Redonda 1
Forma del fruto
Alargada 3
Dulce 5
Sabor Acido 3
Insípido 1
Mucha 5
Cantidad de fruto Regular 3
Poca 1
Buena 5
Calificación general Regular 3
Mala 1

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
39
Tabla 2. Calificación de agricultores y parámetros agronómicos y fisicoquímicos de las accesiones
establecidas en Silvania*.

Califi- Rendi- Anti-


cación agri- miento oxidantes Largo de Relación
Accesión** cultores (g/planta) (FRAP) Brix Ph Acidez fruto largo/ancho

Monteloro 18 150 3446 7,6 2,45 3,03 2,66 1,26


Manzanares 8 78 3165 8,4 2,33 2,78 2,32 1,21
Pantanillo 12 80 2627 6,7 2,21 3,26 2,69 1,3
Riosucio 18 84 2536 6,6 2,71 2,92 2,26 1,11
La Finca 8 86,67 2482 8,5 2,35 3,08 2,29 1,18
Pacho 1 10 16,67 2145 8,3 2,27 2,78 2,1 1,17
Cerezos 15 310 2118 7 2,47 3,57 2,39 1,17
Don Matias 5 65 1991 6,9 2,58 3,16 2,27 1,15
Sara 4 14 72,5 1963 7,7 2,43 3,09 2,57 1,27
Sin Espinas 20 208 1937 8,2 2,28 3,19 2,48 1,19
Castilla M. yema 11 90 1870 7 2,37 3,14 2,43 1,26
ILS 1863 18 203,33 1850 8,1 2,33 3,42 2,54 1,24
Sara 1 10 62,5 1776 8,1 2,17 4,2 2,47 1,22
Pácora 16 125 1693 7,5 2,28 3,04 2,63 1,29
Guática 12 96,67 1597 7,2 2,23 3,24 2,31 1,23
El Retiro 12 86 1533 6,5 2,65 3,32 2,71 1,33
Villa Maria 14 135 1490 7,6 2,36 3,29 2,42 1,16
San Bernardo 12 67,5 1326 7,5 2,33 3,51 2.377 1,18
Castilla Maniz. 12 84 1290 7,1 2,44 3,46 2,38 1,23
Salamina 10 56 1275 6,8 2,57 2,66 2,28 1,22
Castilla M. semilla 14 97,5 1239 6,8 2,5 3,23 2,53 1,18
Sara 3 14 41,67 1211 7,3 2,54 2,98 2,35 1,25
Guarne 12 37 1196 7 2,73 2,92 2,55 1,29
Francesa 14 51 1143 6,9 2,66 3 2,23 1,1
Pasca 12 125 850 6,6 2,33 3,3 2,6 1,23
Guarne L.S. 14 94 777 7,1 2,48 3,11 2,11 1,11
Castilla Fusa 18 140 745 7,3 2,46 3,34 2,71 1,26
La Ceja 12 18,75 727 8,8 2,4 3,45 2,46 1,24
Hartona 16 87 428 7,3 2,25 3,29 2,29 1,18
Morón 16 128 382 7,7 2,27 2,93 3,3 1,05
Córdoba 8 80 327 7 2,5 3,35 2,3 1,16

* Los datos fueron ordenados por contenido de antioxidantes. Los materiales seleccionados para multi-
plicación in vitro se señalan en rojo.
** M. = Monterrico, Maniz. = Manizales

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40
Tabla 3. Valores propios y porcentaje de varianza de nueve componentes en accesiones de Rubus.
Porcentaje de la varianza
Número Valor Propio total explicada
Absoluto Acumulado
1 2.9692 32.99 32.99
2 2.1073 23.41 56.41
3 1.6286 18.10 74.50
4 1.0252 11.39 85.89
5 0.7312 8.12 94.02
6 0.4451 4.95 98.96
7 0.0838 0.93 99.89
8 0.0061 0.07 99.96
9 0.0035 0.04 100.00

Tabla 4. Valores promedio de las características de las agrupaciones obtenidas por análisis de conglomerados.
Grupo 2: Grupo 3:
Variable Grupo 1
2A 2B Morón
Longitud fruto (cm) 2.15 2.41 2.57 3
Peso fruto (g) 4 4.47 5.9 10.97
Ancho fruto (cm) 1.88 1.85 2.05 3.04
Madurez 2.58 2.15 2.30 2.65
Brix 7.4 7.3 7.0 7.7
Acidez 2.91 3.29 3.33 2.93

Tabla 5. Efecto de la accesión y el estado de madurez sobre características fisicoquímicas de la mora.

Índice de
Factor Grados Brix pH Acidez
madurez
Accesión
Castilla M. Yema 6.80 ± 2.83 2.98 ± 0.09 3.62 ± 0.45 1.92 ± 0.93
ILS 1863 6.90 ± 1.49 2.70 ± 0.21 3.93 ± 0.61 1.84 ± 0.77
Sin Espinas 5.34 ± 0.72 2.80 ± 0.12 3.15 ± 0.27 1.69 ± 0.21
Pácora 7.46 ± 1.74 2.82 ± 0.11 3.61 ± 0.63 2.17 ± 0.94
Villa María 6.37 ± 2.34 2.92 ± 0.09 3.12 ± 0.58 2.13 ± 1.09
Estado
3 5.12 ± 0.63b 2.77 ± 0.16 3.62 ± 0.53 1.42 ± 0.09b
4 5.94 ± 0.67b 2.79 ± 0.12 3.81 ± 0.43 1.57 ± 0.07b
5 7.98 ± 1.97a 2.89 ± 0.18 3.11 ± 0.53 2.61 ± 0.75ª
Efectos
Accesión NS NS NS NS
Estado * NS NS *
Accesión x Estado NS NS NS NS
a,b
Promedios con letras distintas son significativamente diferentes (P<0.05); NS, no significativo.
* P <0.05.

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
41
Clasificaci ón j er árquica ACP 3
RNU29 Morón
RG33 Sin espinas*
RG03 Pácora
RG32 Monteloro*

RG10 Sara 4
RG23 Sara 3
RG19 La Ceja
RG31 ILS 1863*
RG02 Villa María
2A RG25 Sara 2
RG39 C. Fusa
RG26 C. Manizales
RG28 El Retiro
RG17 Monterrico S.
RG21 Sara 1
RG12 Huila
2 RG11 Guática
RG06 San Bernardo
RG15 Hartona
RG22 Pantanillo
RG08 Pasca
2B RS30 Mora dulce
RG13 Córdoba
RG20 Don Matías
RG16 Monterrico
Castilla Y.*
M. Yema*
RG27 Cerezos*
1 RG04 Manzanares
RG09 La Finca
RG24 Pacho 1
RG07 Francesa
RG05 Guarne L.S.
RG18 Guarne
RG14 Salamina
RG01 Riosucio*

* Accesiones seleccionadas por características agronómicas, nutricionales, nutracéuticas y


calificación de agricultores.

Figura 1. Dendograma obtenido por análisis de conglomerados.

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BIOFERTILIZACIÓN EN EL CULTIVO DE LA
MORA (RUBUS GLAUCUS BENTH)

Roveda Gabriel 1, Ramírez Margarita 2, Peñaranda Andrea 1, Cabra Lucrecia 1

RESUMEN

D urante la última década se ha incrementando en Colombia el uso de la micropropagación


in vitro a partir del cultivo de meristemos. Esta tecnología permite la propagación masiva
de clones específicos de frutales, y garantiza alta calidad y mayor uniformidad en programas de
obtención de semilla limpia con materiales libres de agentes patógenos. Sin embargo, el uso de
esta tecnología ha sido restringida, debido al alto grado de mortalidad de plántulas (> 50%), oca-
sionado por una cutícula poco desarrollada, estomas no funcionales y un sistema radical débil que
facilita la deshidratación. El principal propósito de esta investigación se relaciona con la obtención
de semilla limpia de mora, endurecida, procedente de cultivo de tejidos e inoculada con Hongos
de Micorrizas Arbusculares (HMA) para mejorar la supervivencia de plántulas, reducir el uso de
fertilizantes, mejorar la calidad del fruto y ampliar el acceso a los mercados. Mediante la investi-
gación, realizada en las instalaciones de CORPOICA, en condiciones controladas, se evaluaron
varias cepas nativas aisladas de las zonas productoras de mora de los departamentos de Cundi-
namarca y Boyacá. Los mayores beneficios se lograron con la inoculación de la cepa MA4, aislada
en Silvania (Cundinamarca), con esporas nativas de Glomus y Acaulospora, expresados en plantas
con mayor biomasa (foliar y radical), porte, área foliar, estado nutricional y alta capacidad de ab-
sorción de nutrientes esenciales (P, N, Ca y Mg). Se concluyó, además que el uso de la cepa MA4
permite sustituir el 50% de la fertilización comercial, con valores similares al testigo comercial
(T100) en absorciones de P y Ca, y superiores a T100 en N y Mg.

INTRODUCCIÓN
Colombia posee una enorme riqueza en especies frutales con potencial como alimentos funciona-
les (Echeverry, 2003). Existen algunas evidencias sobre las propiedades antioxidantes del género
Rubus, dentro de las cuales se encuentra la mora. Este género presenta una gran diversidad que
actualmente comprende cerca de unas 300 especies distribuidas por todo el mundo.
La mora (Rubus glaucus Benth) es una especie originaria de los Andes Tropicales de Amé-
rica; pertenece a la familia Rosáceae y fue descubierta por Hartw y descrita por Benth. La Mora
de Castilla es la más conocida y cultivada en Colombia. Aunque existen diversas especies de Rubus
en el país, tales como: R. bogotensis (Antioquia, Valle, Santander y Cundinamarca); R. nubigenus
(Caldas, Cundinamarca, Cauca); R. megalococus (Cundinamarca); R. floribundus y R. giganteus, entre
otras (Franco y Giraldo, 1998).

1 Laboratorio de Ecofisiología Vegetal, Centro de investigaciones C.I. Tibaitatá, CORPOICA.


2 Laboratorio de Microbiología de Suelos, Centro de Biotecnología y Bioindustria (CBB), CORPOICA.

Autor de correspondencia: Gabriel Roveda, M.Phil. Fisiología de plantas, e-mail: groveda@corpoica.org.co

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
43
La Mora de Castilla se distribuye ampliamente en el país. Se encuentra en forma silves-
tre, desde el departamento del Putumayo hasta el Valle del Magdalena, y es posible cultivarla en
altitudes entre los 2.000 y 3.200 metros (Asohofrucol et al., 2004). Su fruto morado brillante se
caracteriza por altos contenidos de azúcar; forma alargada, cónica, tamaño grande y tallos con
espinas (Franco y Giraldo, 1998).
Los cultivos de mora presentan grandes altibajos en productividad ocasionados por di-
versos limitantes agronómicos como problemas fitosanitarios que inciden en la baja calidad de la
semilla. Otras causas tienen que ver con el sistema de propagación y la carencia de semilla cer-
tificada. La mayoría de los cultivos establecidos en Colombia parten de material de propagación
asexual, mediante acodos o estacas que, frecuentemente, transmiten enfermedades fungosas,
bacterianas y virales que dejan grandes pérdidas al agricultor (Ávilan et al., 1989; Angulo, 2003).
En Colombia se ha incrementado, en la última década, el uso de la micropropagación de me-
ristemos en frutales, mediante la técnica de cultivo de tejidos (Angulo, 2003). Este sistema, además
de permitir la propagación masiva de clones específicos, garantiza alta calidad, mayor uniformidad y
semilla limpia, con materiales libres de agentes patógenos (Jaizme-Vega y Barea, 1992; Jaizme-Vega,
1999). Este sistema de propagación in vitro es una valiosa alternativa para la multiplicación de clones
seleccionados (Broome y Zimmerman, 1978; Castro y Gaviria, 1995). Los resultados de investiga-
ciones donde se comparan plantas propagadas por acodo tradicional y plantas micropropagadas
permiten establecer que las plantas propagadas in vitro presentan una mejor calidad en la producción,
y frutos de mayor tamaño, peso y homogeneidad (Castro y Gaviria, 1995).
A pesar de los múltiples beneficios que genera la micropropagación, existen limitantes
para un uso más extendido de esta técnica. La transferencia de plántulas en condiciones in vitro
(Laboratorio) a condiciones ex vitro (vivero o campo), constituye uno de los pasos más críticos
de la micropropagación, debido al alto grado de mortalidad de plántulas (entre 50 y 90%) (Sutter,
1985; Ziv et al., 1987). Estas pérdidas se producen por problemas de aclimatación, como con-
secuencia de una cutícula poco desarrollada, estomas no funcionales con un inadecuado control
del estado hídrico de la planta y un sistema radical débil, que facilita la deshidratación (Vestberg y
Estaún, 1994; Elmeskaoui et al., 1995; Alarcón y Ferrera-Cerrato, 2000; Schultz, 2001).
Por otra parte, se ha observado que algunas plantas micropropagadas como la uva, la
manzana, la piña, el aguacate, el plátano y el anón presentan, por lo general, alta dependencia en
las relaciones micorrícicas (Nemec, 1986), ya que, al inocular las plantas micropropagadas con
hongos formadores de micorrizas arbusculares (HFMA) se logra alcanzar un crecimiento óptimo
(Gianinazzi et al., 1990). En la actualidad, este conocimiento ha permitido integrar ambas biotec-
nologías, la micropropagación in vitro y el uso de la inoculación micorrícica en diversas plantas de
interés (Lovato et al., 1996).
Las ventajas de la inoculación con HFMA ex vitro en plantas micropropagadas in vitro se
han probado en muchas especies de frutales como uvas, manzana, ciruelo, piña, aguacate, fresa,
frambuesa, cereza (Varma y Schüepp, 1995; Fortuna et al., 1996; Lovato et al., 1996; Azcón-Aguilar
et al.,1997), plátano (Jaizme-Vega y Azcón, 1995; Jaizme-Vega, 1999), patrones clonales de peral
y melocotonero (Rapparini et al., 1994), pistacho (Schubert y Mazzitelli, 1988), kiwi (Schubert et
al., 1992) anón y cereza silvestre, las cuales mostraron una mejor adaptación, toma de nutrientes
y crecimiento vegetal (Azcón-Aguilar et al., 1997; Lovato et al., 1994).
La fase de aclimatación es un paso crítico en el ciclo de la micropropagación. Algunas in-
vestigaciones recientes en plantas de yuca (Azcón-Aguilar et al., 1997) y micropropagación de los
rizomas de árboles frutales. Monticelli et al., 2000, citado en Schultz, 2001, han demostrado que
la inoculación con micorrizas, al inicio de esta etapa, reduce el choque del transplante, aumenta la
supervivencia y produce la consiguiente estabilización de la planta (Schultz, 2001). Es importante
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44
realizar experimentos para la selección de las mejores cepas del hongo formador de micorriza
arbuscular en búsqueda de un eficiente desarrollo micorrícico en plantas micropropagadas (Gui-
llemin et al., 1992).
Si bien se conocen las bondades de una etapa de endurecimiento del material in vitro, muchos
de los laboratorios comerciales que emplean estas técnicas de propagación, no realizan el endureci-
miento de los materiales antes del transplante definitivo a campo, por considerar este proceso difícil y
costoso pues representa entre el 35 y el 75% del costo total de la semilla (Encina, 1996).
La tecnología de biofertilización, a partir de hongos formadores de micorrizas arbuscula-
res, es una estrategia importante para aumentar la supervivencia de plántulas multiplicadas in vitro,
por la técnica de cultivo de tejidos. Esta inoculación mejora, a la vez, la aclimatación durante la
fase de transplante a condiciones de vivero y campo. Adicionalmente, optimiza la nutrición vegetal
y ejerce una protección del cultivo contra enfermedades y el ataque de elementos patógenos, con
implicaciones en reducción de costos de producción y aumentos en productividad. El principal
propósito de esta investigación es la obtención de semilla limpia de mora, endurecida, procedente
de cultivo de tejidos e inoculada con Hongos Formadores de Micorrizas Arbusculares (HFMA)
que mejore la supervivencia de plántulas, la calidad del fruto y el acceso a los mercados e incida
en la reducción del uso de fertilizantes químicos.

MATERIALES Y MÉTODOS
Diseño experimental

La investigación se realizó en los invernaderos y laboratorios de micropropagación y ecofisiología


vegetal del Centro de Investigaciones Tibaitatá (CORPOICA). El diseño experimental selecciona-
do se realizó con bloques completos al azar: ocho tratamientos y tres repeticiones, cada bloque
con cuatro unidades experimentales. Se realizaron dos tipos de muestreos: uno de seguimiento
o monitoreo, con una frecuencia quincenal, y tres muestreos destructivos a los 30, 80 y 120
días, después del transplante. Los tratamientos evaluados fueron los siguientes: Tres tratamien-
tos testigo sin inoculación: uno sin fertilizar (T0), uno con 50% de fertilización (T50), y un testigo
comercial con 100% de fertilización (T100), y cinco tratamientos inoculados con HFMA+50% de la
fertilización comercial (MA1, MA2, MA3, MA4 y Mycobiol).

Preparación del sustrato e inoculantes


Después de la fase de enraizamiento in vitro, al inicio de la etapa de aclimatación, se utilizaron
tinas de plástico con turba canadiense (sustrato estéril), previamente humedecida. A los 30 días
después de la siembra (dds), se pasaron a materas desinfectadas de 1.8 Kg con un sustrato com-
puesto por una mezcla de suelo y cascarilla de arroz en proporción 3:1 (V:V). De acuerdo con el
análisis de suelo, las características químicas fueron: pH ligeramente ácido (5,0), alto contenido de
materia orgánica (11,4%), niveles bajos de fósforo (9 mg.kg-1), situación ideal para la evaluación de
HFMA. De igual manera, se evaluaron nutrientes como azufre (23 mg.kg-1), calcio (3 cmol+.kg-1),
magnesio (1,9 cmol+.kg-1), potasio (1,7 cmol+.kg-1), cobre (1,8 cmol+.kg-1), manganeso (16 cmol+.
kg-1), sodio (0,3 cmol+.kg-1), zinc (6,9 mg.kg-1), boro (0,3 mg.kg-1) y hierro (360 mg.kg-1).
Los inóculos de micorriza arbuscular se obtuvieron a partir de muestras de suelo rizos-
férico de cultivos establecidos de mora de los departamentos de Antioquia y Cundinamarca. Con
estas muestras se inició la multiplicación de las cepas nativas de hongos formadores de micorriza
arbuscular, para luego proceder a inocular las plántulas de mora.
Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
45
Inoculación y Condiciones experimentales

Se utilizaron propágulos de mora de tres semanas en enraizamiento in vitro, propagadas en el


Laboratorio de Micropropagación de Plantas del Centro de Biotecnología y Bioindustria (CBB)
de CORPOICA. La inoculación se realizó en el momento de la siembra, en el Laboratorio de
Ecofisiología Vegetal, utilizando una concentración de 200 esporas por planta. El endurecimiento
de plántulas de mora requiere una humedad relativa alta durante los primeros días. En trabajos
realizados en CORPOICA se sembraron las plántulas en recipientes plásticos, con una mezcla de
sustratos sólidos e inoculados con micorrizas arbusculares y se cubrieron con papel Vinipel, para
garantizar una mayor supervivencia de plántulas, en las cuales se obtuvo cerca del 100% de super-
vivencia de plántulas endurecidas (Roveda et al, 2007). Cada tres días se aplicó solución nutritiva
de Hoagland a todos los tratamientos y cuatro semanas más tarde se pasaron a materas; luego se
trasladaron al invernadero.

Sistema de muestreo y variables analizadas

Se realizaron tres muestreos destructivos de la siguiente manera: En la fase de aclimatación (ex


vitro), 30 días después de la siembra (dds), y durante la fase de endurecimiento de los materiales,
80 y 120 días después del transplante (ddt). En este momento se cuantificaron los efectos de la
inoculación sobre la acumulación de biomasa en plantas, crecimiento vegetal y absorción de nu-
trientes. Adicionalmente, se analizó la asociación simbiótica mora-HFMA a través del porcentaje
de colonización en raíz de micorrizas arbusculares, empleando la metodología de tinción con Azul
de Tripán, propuesta por Phillips & Hayman (1970), para lo cual se tomaron muestras de raíces a
los 80 y 120 ddt. El monitoreo de tamaño de planta se realizó a partir de los 83 ddt hasta los 160
ddt, con una frecuencia quincenal.
Se cuantificó la concentración de nutrientes (N, P, K, Ca, Mg y S) en tejido vegetal, teniendo
en cuenta la metodología del Laboratorio de Suelos y Tejidos del Programa Nacional de Recursos
Biofísicos (CORPOICA). Para la cuantificación del fósforo y el azufre se utilizó el método colorimé-
trico mediante Molibdato-Vanadato y Cloruro de Bario, respectivamente. La concentración de K,
Mg y Ca en tejido vegetal se determinó mediante espectrometría de absorción atómica y la concen-
tración de nitrógeno se determinó por el método de Kjeldahl (AOAC. 16° edición, 1996).
Finalmente, los resultados experimentales obtenidos se compararon estadísticamente,
mediante análisis de varianza (P<0,05 y P<0,01) y la prueba de comparación de Tukey, con un
nivel de confianza de (P<0,05).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Aislamiento y recolección de hongos formadores de micorrizas arbusculares con potencial
como biofertilizantes.

En la tabla 1 se pueden observar los resultados de análisis del número de esporas/g de suelo, y
% de colonización, subdividido en Frecuencia de micorrización (%F), Intensidad de micorrización
(%M) e Intensidad de micorrización de los fragmentos infectados (%m), para cada una de las
muestras recolectadas.
Inicialmente, se aislaron del suelo esporas de hongos formadores de micorrizas arbuscu-
lares (HFMA) en plantaciones de mora, para diferentes localidades de los municipios de Cundina-

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marca y Antioquia, con el propósito de obtener cepas nativas adaptadas a condiciones de suelo y
clima de las zonas productoras de mora.
Los resultados presentan una amplia variación en las poblaciones de HFMA, expresadas
en número de esporas por gramo de suelo. Estas diferencias en las poblaciones se registraron
entre municipios y dentro de la misma finca, así como para el municipio de Silvania, 70 esporas
por gramo de suelo; mientras que para Chocontá, se aislaron 18,8 y 7,9 esporas/g de suelo en
dos lotes de una misma finca del departamento de Cundinamarca (Tabla 1). De igual forma, en el
departamento de Antioquia, se observaron diferencias importantes entre los municipios de Santa
Cruz, La Manuela y Montenevado, con valores promedio de 82, 40 y 54 esporas/g de suelo.
Estos cambios en las poblaciones residentes del hongo, frecuentemente están asocia-
dos a las características del suelo: contenido de materia orgánica, tal como se observa en la
Figura 1. La reducción en las poblaciones de HFMA puede estar asociada a procesos erosivos,
es decir que, durante la pérdida de suelo se presenta un arrastre de esporas y propágulos de
hongos formadores de micorrizas arbusculares. Otras posibles explicaciones se relacionan con
la incidencia de las prácticas culturales inadecuadas para el manejo de los cultivos, tales como la
labranza y el uso excesivo de pesticidas, entre otros. Es importante destacar que en el caso de
la Finca Santa Cruz en Antioquia, se presentan los mejores niveles de colonización, acompaña-
dos por un alto número de esporas.
El porcentaje de colonización indica el grado de asociación entre la raíz de la planta hos-
pedera y los HFMA, esto es, el nivel de simbiosis entre estos dos organismos (Figura 2). Para una
mejor interpretación de nivel de asociación, se utilizaron dos variables: La frecuencia de micorri-
zación (%F) y la intensidad de micorrización (%m). La primera, representa el porcentaje de raíces
colonizadas con relación al número total de raíces observadas, mientras que la segunda repre-
senta la intensidad de micorrización de los fragmentos infectados para cada una de las muestras
recolectadas, con base en una escala.
Los resultados experimentales muestran diferencias importantes entre localidades res-
pecto a la frecuencia de micorrización (Figura 3). Las altas frecuencias observadas en Santa Cruz
muestran que los hongos formadores de micorrizas arbusculares pueden asociarse con facilidad
a las raíces de plantas de mora, es decir que se trata de una especie vegetal con tendencias mi-
cotróficas. Estos resultados sugieren un buen potencial de asociación de mora-HFMA, lo que
significa que es posible utilizar tecnologías de biofertilización con éxito en plantaciones de mora.
Sin embargo, este éxito de la simbiosis requiere una adecuada selección de cepas y su interacción
con los cultivares de mora, debido a que no todos los HFMA son igualmente eficaces al colonizar
raíces de plantas de mora.
Respecto a la segunda variable analizada: intensidad de la micorrización (%m), en general,
presentó valores muy bajos, inferiores a 25% m, excepto en una de las fincas de Santa Cruz, con
72% m (Figura 4). Estos resultados sugieren que existe algún factor que inhibe el avance de la co-
lonización del hongo en la raíz de la planta. Dentro de las posibles explicaciones que se reportan
en la literatura está el efecto de las prácticas inadecuadas de manejo en las plantaciones lo cual
puede restringir el avance de la asociación simbiótica. Entre tales prácticas se cuentan una exce-
siva fertilización, labranza inadecuada y alto uso de pesticidas, entre otros.
Los resultados obtenidos sugieren que, a pesar de existir un alto potencial en la utiliza-
ción de hongos formadores de micorrizas en programas de biofertilización, es necesario realizar
un proceso de selección de las mejores combinaciones materiales de mora con cepas de HFMA,
y además es de gran importancia revisar las prácticas inadecuadas de manejo del cultivo, las cuales
pueden estar inhibiendo el grado de asociación simbiótica, aunque se observa una tendencia mi-
cotrófica de los materiales de mora cultivados en Cundinamarca y Antioquia.
Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
47
Efecto de los HFMA en la acumulación de biomasa de plantas de mora durante la etapa
de endurecimiento
La inoculación con HFMA, en este ensayo, se realizó con aislamientos de cepas nativas, los cuales
provenían de plantaciones establecidas de mora, a los cuales se hizo identificación taxonómica,
para determinar los géneros que se encontraban en cada muestra. La tabla 2 muestra los resulta-
dos obtenidos en la identificación de géneros de HMFA.
La acumulación de biomasa en las plantas de mora se determinó a nivel de la parte
aérea de la planta (tejido foliar) y en la raíz. Durante la fase inicial de aclimatación (30 dds)
no se encontraron diferencias significativas entre tratamientos para materia seca foliar y
fresca radical, de acuerdo con el análisis de varianza (GLM). No obstante, a partir de los 80
ddt, durante la etapa de endurecimiento, se presentaron diferencias altamente significativas
(Figura 5).
Durante la fase de aclimatación se inicia el proceso de establecimiento de la colonización
del hongo a las raíces de plántulas de mora, por lo tanto, en esta etapa no se observan beneficios
en la planta. Por el contrario, el hongo demanda fotosintatos de carbono provenientes de la planta
para su crecimiento, durante la colonización.
Los beneficios de la asociación simbiótica se presentaron en la etapa de endurecimiento,
una vez establecida la simbiosis en el sistema radical de las plántulas, posiblemente con la forma-
ción de arbúsculos o hifas tipo coil, tal como se explica a continuación: Las diferencias debidas
a la fertilización se pueden observar al comparar los tratamientos testigo, donde el testigo T100
mostró los valores más altos en acumulación de materia seca, superiores a testigo absoluto (sin
fertilización), similares al testigo T50 a los 80 ddt, pero ligeramente más altos, en las variables peso
seco foliar y peso fresco radical.
En los tratamientos micorrizados se destacó la cepa MA4 con 50% de fertilización en la
acumulación de materia seca foliar y fresca radical a los 80 ddt, con relación a las demás cepas.
Es importante resaltar que estas diferencias de la cepa MA4 (50%) superaron al testigo absoluto
y T50, pero presentaron valores similares al testigo comercial (T100), en materia seca (foliar y
radical). Las otras cepas como MA1, MA2, MA3, Mycobiol presentaron valores similares al trata-
miento testigo T50, con un 50% de fertilización.
Los resultados permiten ver el efecto benéfico de la cepa MA4 sobre la acumulación de
biomasa y muestran la capacidad de esta cepa para sustituir el 50% de la fertilización en plantas
de mora al presentar resultados superiores a T50, y similares al testigo comercial con el 100% de
la fertilización (T100).

Efecto de las Micorrizas Arbusculares sobre la absorción de nutrientes en plantas de mora

A partir de la determinación de la concentración de nutrientes en tejido vegetal y los valores


de materia seca vegetal, cuantificados en los laboratorios de ecofisiología vegetal y química de
suelos, se calculó la absorción de nutrientes esenciales en plantas de mora a los 120 ddt. Los
nutrientes analizados fueron nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca), magnesio
(Mg) y azufre (S).
Respecto a la absorción de N, las plantas inoculadas con la cepa MA4 (236.91 mg/planta)
fueron significativamente superiores al testigo absoluto (24.81 mg/planta) y a la cepa MA2 (86.63
mg/planta), pero similares a los demás tratamientos, T100 con 173.11 mg/planta, T50 con 132.76
mg/planta y las cepas MA1 (142.57 mg/planta), MA3 (115.22 mg/planta) y Mycobiol (129.16 mg/
planta), según Tukey (Figura 6).

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En muchos de los procesos vitales, las plantas requieren del nitrógeno en grandes cantida-
des, pues éste forma parte de compuestos esenciales para las células, tales como los aminoácidos
y los ácidos nucleicos. Por tanto, la deficiencia del nitrógeno inhibe rápidamente el crecimiento
de la planta. Esta deficiencia se puede ver en las plantas inoculadas con la cepa MA2 que tuvieron
un comportamiento similar al del testigo absoluto, con un menor crecimiento y desarrollo y pre-
sentan plantas de menor porte, respecto a los otros tratamientos. Estos resultados muestran la
importancia de los HFMA, particularmente la cepa MA4. No sólo se limita a mejorar la absorción
de fósforo, sino que participa en la toma de nutrientes esenciales como el nitrógeno.
Con relación a la absorción de fósforo, se destacan las plantas inoculadas con la cepa MA4
seguida del tratamiento T100, con valores de 14.44 y 12.83 mg/planta, los cuales fueron similares
entre sí y significativamente superiores (P<0.05) al testigo absoluto con 2.612 mg/ planta, según
Tukey. Los demás tratamientos T50, MA1, MA2, MA3 y Mycobiol presentaron valores intermedios
entre 6.37 y 9.47 mg/planta, similares tanto al tratamiento MA4 y T100, como al testigo absoluto.
Es importante recordar que la fertilización fosfatada de los tratamientos con HFMA fue
sólo del 50% respecto al testigo comercial, con 100% de fertilización y, sin embargo, según el
análisis estadístico, las inoculaciones con cepa MA4 fueron similares al testigo comercial T100, en
cuanto a la absorción de fósforo. Los resultados obtenidos concuerdan con lo citado por algunos
autores, entre ellos Sanders y Tinker (1973) y Jakobsen (1995), quienes dicen que la absorción
de fósforo por los tejidos radicales puede ser influenciada positivamente por la presencia de los
HFMA. Sin embargo, este aumento en la eficiencia de la absorción de fósforo está determinado
por la cepa utilizada. Así, la cepa MA4, fue la más eficiente, mientras que la cepa MA2 fue la menos
eficiente, aunque no se detectaron diferencias significativas entre los dos tratamientos.
Con relación a los fertilizantes fosfatados se ha establecido que, en presencia de los HFMA,
inducen en sus hospederos una mayor eficiencia, cuando estos se aplican en cantidades moderadas
que no inhiben la actividad micorrícica (Sieverding, 1991). El fósforo es un elemento importante
para las plantas porque participa en la respiración, en la fotosíntesis, actúa en el metabolismo de las
plantas en forma de ATP y hace parte de los ácidos nucléicos como el ADN y ARN.
Con relación a la absorción de calcio, se destacan el testigo T100 y las plantas inoculadas
con la cepa MA4, con valores de 16.88 y 18.46 mg/ planta, los cuales fueron similares entre sí y
significativamente superiores (P<0.05) al testigo absoluto con 3.68 mg/ planta. Los demás trata-
mientos presentaron valores intermedios entre T100, MA4 y T absoluto, con los siguientes valores:
12.43 mg/ planta para T50 y niveles de absorción entre 8.04 y 10.14 mg/planta para plantas inocu-
ladas con las cepas MA1, MA2, MA3 y Mycobiol.
El calcio es un nutriente de vital importancia en procesos como la división celular (mitosis) y
es un constituyente fundamental para el normal funcionamiento de las membranas celulares. Además,
se considera un segundo mensajero para las diversas respuestas de la planta al medio ambiente y está
relacionado con la acción de varias fitohormonas. Su deficiencia se manifiesta como una necrosis en las
zonas meristemáticas, tales como yemas apicales y nuevas raíces (Taiz y Zeiger., 2006).
En cuanto a la absorción de magnesio, nuevamente la cepa MA4 de los hongos de micorri-
zas mostró los mayores niveles de absorción de este nutriente: 11.9 mg/planta. Estos valores fueron
significativamente superiores al testigo absoluto con 2.18 mg/planta y similares a los otros trata-
mientos, T100 con 9.65 mg/planta, T50 con 7.37 mg/planta, y los micorrizados, MA1 (6.58 mg/planta),
MA2 (5.23 mg/planta), MA3 (6.38 mg/planta) y Mycobiol (6.65 mg/planta), de acuerdo con Tukey.
El magnesio participa en la activación de las enzimas involucradas en los procesos de
respiración, fotosíntesis y en la síntesis de ADN y ARN y hace parte de la molécula de clorofila.
La deficiencia de este nutriente se ve reflejada en una pérdida prematura de las hojas, por tanto
es de vital importancia para las plantas (Taiz y Zeiger., 2006).
Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
49
Como síntesis de los principales resultados obtenidos, se observa un provechoso efecto
de la inoculación con HFMA con relación a la absorción de nutrientes esenciales (N, P, Ca y Mg)
en tejido vegetal. Sin embargo, es importante anotar que no todas las cepas contribuyen en igual
forma a mejorar la absorción de nutrientes en plantas de mora. Las plantas inoculadas con la cepa
MA4 muestran mayor nivel de absorción de nutrientes, seguida por el tratamiento T100, mientras
que el testigo absoluto y MA2 son los tratamientos con menores niveles nutricionales en plantas
de mora a los 125 días después del transplante, como se ilustra en las Figuras 6 y 7.

CONCLUSIONES
Los resultados sugieren que existe un alto potencial en la utilización de hongos formadores de
micorrizas en programas de biofertilización, por la condición micotrófica de la planta de mora. Sin
embargo, se hace necesario realizar un proceso de selección de las mejores combinaciones ma-
teriales de mora con cepas de HFMA. De igual forma, es de gran importancia revisar las prácticas
de manejo del cultivo, las cuales pueden estar inhibiendo el grado de asociación simbiótica.
Los mayores beneficios de la micorrización se lograron con la inoculación de plántulas
con la cepa MA4, procedente de la finca El Arenal en Silvania, Cundinamarca, con esporas nativas
de los géneros Glomus sp y Acaulospora sp. Las plantas de mora mostraron mejor adaptación al
medio, expresada en acumulación de biomasa foliar y radical y en mejor estado nutricional, con
mayor absorción de nutrientes esenciales (P, N, Ca y Mg).
La inoculación de la cepa MA4 hace posible sustituir el 50% de la fertilización comercial,
tal como lo corroboran los resultados obtenidos. Es así como plantas inoculadas con esta cepa
presentaron absorciones similares de fósforo y calcio al testigo comercial, T100, y superiores a éste
en absorciones de nitrógeno y magnesio.
Las anteriores conclusiones permiten considerar la cepa MA4 como promisoria en pro-
gramas de biofertilización en plantaciones de mora y componente importante de la Buenas Prác-
ticas Agrícolas (BPA), en cultivos convencionales o de producción limpia.

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TABLAS Y FIGURAS
Tabla 1. Resultado de análisis de micorrizas en el cultivo de mora, en fincas de Cundinamarca y
Antioquia

Departamento Municipio Finca %F %M %m
sporas/g
Cundinamarca Silvania El Arenal 53.33 3.00 5.63 70.0
Cundinamarca Chocontá Saucido 18.8
Cundinamarca Chocontá Saucido 7.9
Cundinamarca Fusagasugá Santa Lucía 33.0
Antioquia Envigado Santa Cruz 86.66 9.26 10.69 76.0
Antioquia Envigado Santa Cruz 100.00 72.50 72.50 74.0
Antioquia Envigado Santa Cruz 80.00 23.30 29.13 96.0
Antioquia Envigado La Manuela 37.50 10.00 26.60 36.0
Antioquia Envigado La Manuela 12.50 0.13 1.00 22.0
Antioquia Envigado La Manuela 40.00 0.40 1.00 63.0
Antioquia Envigado Montenevado 53.85 8.69 16.14 78.0
Antioquia Envigado Montenevado 61.53 0.92 1.50 42.0
Antioquia Enviqado Montenevado 15.38 0.15 1.00 42.0

Tabla 2. Géneros identificados en los aislamientos de cepas nativas de HFMA procedentes de cultivos
establecidos de mora.

Cepa HMA Géneros de HMA


Gigaspora sp
MA 1 Acaulospora sp
Glomus sp
Acaulospora sp
MA 2
Glomus sp
Gigaspora sp
Acaulospora sp
MA 3
Glomus sp
Scutellospora sp
Acaulospora sp
MA 4
Glomus sp

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52
% Materia orgánica
Figura 1. Relación entre el número de esporas/gramo de suelo y el porcentaje de materia orgánica en
fincas de Cundinamarca y Antioquia

ANTIOQUIA CUNDINAMARCA

Figura 2. Raíces de plantas de mora colonizadas por hongos formadores de micorrizas arbusculares de
Cundinamarca y Antioquia (Fuente, Roveda et al., 2007)

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
53
Figura 3. Frecuencia de micorrización en cultivos de mora en fincas de Antioquia.

Figura 4. Intensidad de micorrización en cultivos de mora en fincas de Antioquia.

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54
Letras diferentes indican: Diferencias altamente significativas (P<0.05), de acuerdo con la Prueba de Tukey.

Figura 5. Efecto de micorrizas arbusculares sobre el peso seco de plántulas de mora 80 días
después del transplante.

Figura 6. Efecto de micorrizas arbusculares en la absorción de nitrógeno en plántulas de mora,


120 días después del transplante.

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
55
Figura 7. Efecto de micorrizas arbusculares en la absorción de nutrientes (P, Ca, Mg) en plántulas de
mora, 120 días después del transplante.

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56
PROMOCIÓN DE CRECIMIENTO
EN ENDURECIMIENTO DE PLÁNTULAS
DE MORA PRODUCIDAS IN VITRO (EFECTO
DE LA APLICACIÓN DE TRICHODERMA
KONINGIOPSIS TH003)

Beltrán Acosta Camilo Rubén1, Cotes Prado Alba Marina1

RESUMEN

C on el propósito de mejorar las condiciones en el establecimiento de plántulas de mora pro-


ducidas in vitro, se evaluó un bioplaguicida a base de Trichoderma koningiopsis (Th003) a una
concentración de 1x106 conidios.mL-1 en dos frecuencias de aplicación, una cada siete días y otra
cada 14 días desde el momento de la siembra, como parte del proceso de endurecimiento utili-
zando turba como sustrato. Las variables evaluadas fueron peso fresco y peso seco. De acuerdo
con los resultados obtenidos se seleccionó la aplicación del bioplaguicida cada 14 días, con el cual
se obtuvieron los mayores valores de peso seco promedio (0.22 g.) con más del 46.6% y 33.3%
en producción de biomasa respectivamente con relación al testigo (0.15 g.) y con la aplicación del
bioplaguicida cada 7 días (0.17 g.), este último tratamiento sólo presentó un 13.3% de aumento en
biomasa con relación al testigo. Así mismo se observó mejor establecimiento, desarrollo y vigor
de las plántulas reflejado en el crecimiento del sistema radicular, tallos y hojas.
El resultado obtenido evidenció que la aplicación del bioplaguicida a base de T. koningiopsis
(Th003) en plántulas de mora producidas in vitro presentó efectos benéficos en su crecimiento y
adaptabilidad al sustrato.

Palabras clave: Rubus glaucus, Trichoderma koningiopsis, bioplaguicida, promoción de crecimiento,


producción limpia.

INTRODUCCIÓN
Una estrategia para el manejo de los problemas fitosanitarios en un programa de agricultura sos-
tenible, es el control biológico, utilizado de manera integral con las diversas prácticas culturales
usadas en el manejo del cultivo. El uso de buenas prácticas para la producción de la mora es un
requisito indispensable para su comercialización y para la apertura de nuevos mercados. Dentro
de ese contexto, la implementación de sistemas de producción de semilla de alta calidad que

1 Laboratorio de Control Biológico, Centro de Biotecnología y Bioindustria (CBB), CORPOICA, Km. 14 vía Mosquera, Cundinamarca.
Autor de correspondencia: Alba Marina Cotes, Ph.D. Fitopatología, e-mail: amcotes@corpoica.org.co

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
57
asegure la sanidad del cultivo, es un paso esencial para la producción limpia, siendo el control
biológico uno de los elementos principales.
El control biológico de los agentes patógenos de las plantas se define como la reducción
del inóculo de un agente patógeno o de su actividad patogénica mediante la utilización de uno o
más organismos diferentes al hombre (Baker, 1987). Los microorganismos biocontroladores han
demostrado ventajas frente al uso de moléculas químicas ya que no generan riesgos para el medio
ambiente; no son tóxicos; no presentan problemas de residualidad y, en muchos casos, la eficacia
demostrada ha sido comparable a la de otros productos químicos recomendados (Van Lenteren,
2000, Shtienberg y Elad, 2002).
Ciertos agentes biocontroladores como Trichoderma spp. utilizan varios mecanismos de
acción para controlar un agente patógeno.
Diferentes autores han atribuido el fenómeno de control del micoparasitismo y a la
capacidad de este antagonista para producir toxinas. Dicho fenómeno ha explicado el control
ejercido por diferentes cepas contra Rhizoctonia solani y Sclerotinia americana (Weinding, 1934),
Phytophtora spp. (Howel y Stipanovic, 1980), Pythium ultimum (Lumsden et al., 1992), entre otros.
Otros autores han atribuido el fenómeno de control a la competencia del hongo por espacio y
nutrientes y particularmente por la habilidad de algunas cepas para colonizar la rizósfera (Howel
et al., 2000; Harman, 2001). Recientemente, se ha evidenciado que el fenómeno de control de
diversos agentes patógenos depende de la producción de enzimas líticas de Trichoderma spp. del
tipo quitinasas y glucanasas. Estas enzimas demuestran capacidad para romper los polisacáridos
quitina y B-glucanos, constituyentes de la pared de los agentes patógenos que le confieren rigidez
a su pared celular (Howell, 2003). Esta acción enzimática ha sido descrita en la interacción ce-
bolla- Sclerotium cepivorum - T. koningii (Metcalf y Wilson, 2001). Igualmente, Lorito et al. (1998),
transfirieron el gen que codifica una endoquitinasa de T. harzianum en tabaco y papa y obtuvieron
en estas plantas una resistencia de amplio espectro contra diferentes agentes patógenos. Otro
concepto interesante con relación a la acción de la enzimas de Trichoderma spp. es descrito por
Elad y Kapat (1999), quienes demostraron que la protección conferida por T. harzianum contra
B. cinerea en fríjol se debe, principalmente, a la producción de proteasas que inactivan las exo y
endopoligalacturonasa, pectin-metilesterasa, pectato liasa poligalacturonasa, celulasa y cutinasa
del agente patógeno. El principal rol fue atribuido a una cistein proteasa (Elad, 2000).
Del mismo modo, la inducción de resistencia en la planta hospedera es otro mecanismo
que ha sido demostrado en plántulas de cohombro en las que, después de la inoculación con T. har-
zianum se observó aumento de las actividades de peroxidasa y quitinasa, así como acumulación de
calosa (Yedidia et al., 1999). Posteriormente, en la misma interacción se demostró que la inoculación
con T. harzianum inducía diferentes proteínas relacionadas con la patogénesis dentro de las que se
destacan hidrolasas (Yedidia et al., 2000). Un estudio similar demostró que, al inocular semillas de
algodón con T. virens o con sus filtrados de cultivo, se estimula en las raíces de las plántulas, la sínte-
sis de altas concentraciones de terpenoides altamente inhibitorios de R. solani (Howell et al., 2000).
También se demostró que, al aplicar T. harzianum en sitios espacialmente separados de aquel en el
que se inoculaba B. cinerea se logra entre un 25 y un 100% de reducción de la enfermedad en tomate,
lechuga, pimentón, fríjol y tabaco. Este efecto se relacionó con la inducción de resistencia sistémica
lo cual ha sido igualmente demostrado cuando se usa una cepa de T. hamatum en rábanos (Krause
et al., 2003), y en pepino (Khan et al., 2004) y una cepa de T. harzianum contra Phytophtora capsici en
pimiento. En este último se observó acumulación de capsidiol (Sid Ahmed et al., 2000).
Un efecto de Trichoderma que también podría tener un rol en el control ejercido contra
diferentes elementos patógenos es la estimulación del crecimiento vegetal, ya que este microor-
ganismo tiene la habilidad de incrementar la tasa de crecimiento y desarrollo de las plántulas, en
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58
especial del sistema radical. Este efecto estimulante de crecimiento causado por Trichoderma ha
sido demostrado al aplicae T. harzianum en plántulas de pepino, lo cual se atribuye a la penetración
del biocontrolador dentro de las raíces y el control de agentes patógenos en la rizósfera. Esta
respuesta ha sido descrita por Ahmad y Baker (1987) en cultivos de pepino, arveja, tomate y rá-
bano, y, además, Windham et al. (1986) en tabaco y tomate, entre otros autores. Se han sugerido
algunas explicaciones a este fenómeno que involucran desde la inhibición y alteración de la micro-
flora normal de las raíces, la producción de sustancias estimuladoras del crecimiento (factores de
crecimiento y fitohormonas) y la liberación de nutrientes en el suelo (Yedidia et al., 1999).
En el Laboratorio de Control Biológico del Centro de Biotecnología y Bioindustria de
CORPOICA (CBB), se realizan diferentes investigaciones que han permitido aislar, seleccionar,
producir, formular y evaluar microorganismos nativos altamente eficaces en el control de agentes
fitopatógenos. Es el caso del hongo nativo T. koningiopsis (aislamiento Th003) con el cual se ha
obtenido entre 70% y 100% de control en los siguientes patosistemas: R. solani en fríjol (Cotes,
1993); P. splendens en fríjol y pepino (Cotes et al., 1996); R. solani y Fusarium oxysporum f.sp. lyco-
persici en tomate (Cotes et al., 2001); B. cinerea y Oidium sp. en tomate (Moreno, 2003); Sclerotinia
sclerotiorum en lechuga y Alternaria dauci en cilantro (Villamizar et al., 2004). Dichos modelos han
involucrado actividades a nivel de laboratorio, pruebas experimentales bajo condiciones contro-
ladas en invernadero y a nivel de cultivos comerciales, en campo abierto e invernadero.
A este aislamiento no solamente se le ha atribuido una acción directa en el control de
fitopatógenos en la interacción tomate - F. oxysporum (Cotes, 2001), sino un efecto de inducción
del crecimiento vegetal (Cotes et al., 2001) y un efecto en inducción de respuestas de defensa en
las plantas (Cotes et al., 1996; Cotes et al., 2001).
A partir de este aislamiento se ha desarrollado en CORPOICA un bioplaguicida micro-
biano el cual consiste en un granulado dispersable que puede ser aplicado directamente al suelo o
dispersado en agua y se utiliza para el tratamiento de semillas y sustratos de siembra, ya que pue-
de ser empleado con equipos comunes de aspersión. El presente artículo muestra los resultados
obtenidos con el bioplaguicida a base de T. koningiopsis (Th003) en material de mora seleccionado
participativamente con agricultores de Silvania (ver artículo Espinosa et al., de esta compilación).

MATERIALES Y METODOS
Se evalúo el efecto de la aplicación de un bioplaguicida granulado a base de T. koningiopsis Th003
(Figura 1) sobre la promoción de crecimiento vegetal en plántulas de mora de las accesiones
Monteloro, Monterrico y Sin Espinas seleccionadas de acuerdo a criterios participativos con agri-
cultores de Silvania y propagadas in vitro en el Laboratorio de Micropropagación de Plantas del
CBB (ver artículos Espinosa et al. y Valderrama et al. de esta compilación, Figura 2).
Ocho días previos al transplante de las plántulas de mora, se humedeció según la capacidad
del campo, el sustrato de siembra (turba) con una suspensión del producto granulado Th003 a una
concentración de 1x106 conidios.mL-1, con el fin de establecer el antagonista en el sustrato. Previo
al transplante, las plántulas de 28 días in vitro, de las tres accesiones mencionadas se sumergieron
en una suspensión de Th003 a igual concentración (Figura 3). Se realizaron tres tratamientos: un
primer tratamiento (testigo) consistió en plántulas sembradas en sustrato humedecido a capacidad
de campo con agua de la llave y dos tratamientos con sustrato humedecido con una suspensión del
bioplaguicida Th003 a una concentración de 1x106 conidios.mL-1. Estos últimos se diferenciaron en
las aplicaciones de refuerzo del bioplaguicida, realizadas cada siete días durante un mes y aplicacio-
nes de refuerzo cada catorce días durante un mes en el proceso de endurecimiento.

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
59
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Al evaluar el peso seco promedio de las plantas, se encontraron diferencias significativas entre el
peso seco de las plantas tratadas con el bioplaguicida granulado de Th003, aplicado en el momen-
to del transplante, con una frecuencia de 14 días, respecto a los demás tratamientos. Presentaron
un peso seco promedio de 0.22 gramos con más del 46.6% en la producción de biomasa respecto
al testigo 33.3% (0.15 g.) y con la aplicación del bioplaguicida granulado cada 7 días (0.17 gramos)
(Figuras 4 y 5).
El peso seco entre plántulas con aplicación del bioplaguicida granulado aplicado al mo-
mento del transplante cada 7 días durante un período de 28 días (0.17 g.) y el testigo absoluto
(0.15 g.), no presentó diferencias significativas (Figura 5). Sin embargo, cuando las plántulas fueron
tratadas con el bioplaguicida cada 14 días, durante la fase de endurecimiento, se adaptaron mejor
y presentaron los mayores valores de peso seco promedio con relación a los demás tratamientos
(Figuras 4 y 5). En las plantas correspondientes al testigo se observó menor crecimiento y de-
sarrollo del sistema radicular, tallos y hojas, además de hojas secas y cloróticas debido al estrés
ocasionado al retirarlos del contenedor y del medio de crecimiento.
Con la aplicación de T. koningiopsis, las plantas presentaron una mejor tolerancia y adapta-
bilidad al sustrato y se observaron efectos benéficos en el crecimiento y desarrollo de las plantas
respecto al control (Figuras 4 y 5).

CONCLUSIÓN
La aplicación del bioplaguicida a base de T. koningiopsis (Th003) en plántulas de mora producidas
in vitro produjo efectos benéficos en su crecimiento y adaptabilidad al sustrato.

AGRADECIMIENTOS
Al Laboratorio de Micropropagación de Plantas del Centro de Biotecnología y Bioindustria de
CORPOICA por proveer el material multiplicado in vitro.

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Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
61
FIGURAS
A B

Figura 1. A. Observación microscópica de T. koningiopsis (40x). B. Producto granulado a base de T.


koningiopsis (Th003).

Figura 2. Plántulas de mora


producidas in vitro.

Figura 3. Plántulas de mora in vitro


sumergidas en una suspensión
de un bioplaguicida a base de
T. koningiopsis (Th003) a
una concentración de 1x106
conidios.mL-1.

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62
Th003 Th003
Testigo 7 días 14 días

Figura 4. Comparación de plántulas de mora del genotipo Monteloro producidas in vitro e inoculadas con
T. koningiopsis Th003. La aplicación se hizo al momento del transplante y cada siete días
(Th003 7 días) y al momento de transplante y cada catorce días (Th003 14 días). Evaluación
después de 35 días post-transplante.

Figura 5. Peso seco promedio de plántulas de mora producidas in vitro inoculadas con T. koningiopsis
Th003 (evaluación a los 35 días). La aplicación se hizo al momento del transplante y cada siete
días (Th003 7D), o al momento de transplante y cada catorce días (Th003 14D). Valores con
letras distintas difieren significativamente entre sí, conforme a Kruskal Wallis, LSD. (α=0.05).

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
63
VALIDACIÓN Y ESCALAMIENTO DE
PLÁNTULAS DE MORA IN VITRO Y MANEJO
EX VITRO PARA ENTREGA A AGRICULTORES
DE SILVANIA

Valderrama Ana Milena 1, Álvarez Roberto 2, Barrero Luz Stella 3,


Robayo Mónica 3, Núñez Víctor 3

RESUMEN

D espués de la selección participativa de seis genotipos promisorios con agricultores del sector
Monterrico en Silvania (Cundinamarca) se llevó a cabo el ajuste, validación y escalamiento in
vitro de estos materiales para la entrega a los productores de la zona. En la fase de establecimiento
in vitro con tratamiento de desinfección ajustado para material de campo, se obtuvieron porcentajes
de supervivencia entre 27.9% y 57.3% dependiendo del genotipo. El genotipo Cerezos fue el más
bajo por la presencia de una bacteria endógena. En la fase de multiplicación, se lograron coeficientes
entre el 2.2 y 4.7, lo que permitió obtener, por cada yema introducida, entre 100 y 9.000 brotes
respectivamente, después de cinco subcultivos. Para la fase de enraizamiento in vitro se lograron
condiciones apropiadas para cada genotipo. Los genotipos Cerezos y Riosucio fueron los de más
tardío desarrollo. Adicionalmente, de cuatro medios evaluados se seleccionó el Basal de Lepoivre
modificado, por permitir el mejor desarrollo de brotes con la presencia de un buen sistema radicular
para futuros trabajos. Durante la fase de endurecimiento, con el método empleado, se obtuvieron
porcentajes de supervivencia entre el 90 y el 95% para los seis genotipos evaluados. Los materiales
fueron trasplantados en condiciones de vivero y permanecieron un mes hasta cuando alcanzaron un
tamaño aproximado de 10 cm de longitud; presentaron color verde intenso y un sistema radicular
bien formado. Un total de 23.000 vitroplantas de mora fueron transportadas a Monterrico y entre-
gadas a los productores, para su siembra en campo.

Palabras clave: Mora, micropropagación in vitro, endurecimiento, entrega, agricultores.

INTRODUCCIÓN
La mora pertenece a la familia de las Rosáceas, género Rubus. Es un arbusto que forma parte de
los “berries” o frutos menores (Antía y Torres, 1998). El cultivo de mora tiene características

1 Laboratorio de Micropropagación de Plantas, Centro de Biotecnología y Bioindustria (CBB), CORPOICA, Km. 14 vía Mosquera,
Cundinamarca.
2 Centro de Investigación (C.I.) Tibaitatá, CORPOICA, Km. 14 vía Mosquera, Cundinamarca.
3 Laboratorio de Genética Molecular Vegetal, Centro de Biotecnología y Bioindustria (CBB), CORPOICA, Km. 14 vía Mosquera,
Cundinamarca.
Autor de correspondencia: Ana Milena Valderrama, M.Sc. Biotecnología, e-mail: avalderrama@corpoica.org.co

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64
agroindustriales promisorias exportables como fruta fresca y como materia prima en la industria
alimenticia (Agronet, 2006). Recientemente, se han identificado propiedades medicinales por sus
características antioxidantes, lo cual ha influido en su demanda nacional e internacional (Clark et
al., 2007). Sin embargo, la Mora de Castilla, presenta limitaciones de susceptibilidad fitosanitaria
y bajo contenido de grados Brix. Adicionalmente, existe una baja calidad del material de siembra,
desde el punto de vista genético y fitosanitario, lo cual está afectando el posicionamiento de la
mora en el mercado internacional (Franco et al., 2000; Franco y Giraldo, 2002).
Tradicionalmente, el cultivo de mora se propaga de manera vegetativa, ya sea por acodo
o estaca, lo que ha generado que los productores y los viveros propaguen los materiales regio-
nales sin ninguna norma de calidad fisiológica ni sanitaria. Por cuanto este medio de propagación
es la principal fuente de introducción de plagas y enfermedades (Castro y Díaz, 2001), se hace
necesario el desarrollo de técnicas alternativas de propagación, mediante el cultivo de tejidos para
garantizar una semilla de alta calidad fisiológica, fitosanitaria y genética.
El cultivo de tejidos vegetales in vitro o micropropagación, constituye dentro de la bio-
tecnología, la técnica que mayor aporte práctico ha brindado (Cetz, 2005). La micropropagación
es un método alternativo para la propagación clonal de plantas. La mayor diferencia entre la
propagación convencional y la propagación in vitro consiste en que las plantas son producidas bajo
condiciones estériles en un medio artificial. En estas condiciones, las plantas no son afectadas por
circunstancias adversas del clima y, como consecuencia, el crecimiento se da mucho más rápido
que cuando se utilizan los métodos tradicionales (Hannweg, 1997).
Las aplicaciones de la micropropagación son varias: Regeneración de plantas, obtención
de plantas libres de agentes patógenos, conservación de germoplasma, producción de metabolitos
secundarios y mejoramiento genético (Pérez et al., 1998). La mayor desventaja de la micropro-
pagación in vitro es que requiere un ambiente estéril de crecimiento para evitar contaminación
con bacterias u hongos (Hannweg, 1997). Sin embargo, las condiciones de asepsia se manejan con
éxito en los laboratorios especializados.
La micropropagación de Rubus involucra típicamente cultivo in vitro de ápices (del inglés
“shoot tip culture”), el cual es considerado el método más eficiente para una rápida proliferación
y eliminación de la variación somaclonal (Pelto y Clark, 2000). A nivel mundial se tienen varios
reportes del cultivo in vitro de diferentes especies de Rubus, tales como: R. parvifolius y R. caesius
(Chang y Reed, 1999), R. arcticus (Kokko et al., 1996), R. idaeus (Palonen y Buszard, 1998); Taylor
y Harrier, 2000), R. fruticosus (mora), e híbridos entre mora y frambuesa (McNicol y Graham,
1990; Swartz et al., 1990) y R. chamaemorus (Martinussen et al., 2004). En Colombia, Marulanda y
Márquez (2002), obtuvieron plantas procedentes de Caldas y Quindío mediante organogénesis a
través de callo, las cuales, junto con las plantas en los subcultivos F4 y F15 del proceso de multi-
plicación in vitro, presentaron alta estabilidad genética (evaluada por marcadores RAPD), lo que
llevó a recomendar hasta 10 subcultivos para la multiplicación masiva de Rubus in vitro. Castro y
Díaz (2001) también han desarrollado propagación de Mora de Castilla in vitro, utilizando plantas
madre seleccionadas para la obtención de yemas en la etapa de establecimiento.
Desde al año 2005 se ha venido trabajando con la implementación del sistema de micro-
propagación de mora en el Laboratorio de Micropropagación de Plantas de CORPOICA. Durante
este tiempo se han desarrollado y ajustado los protocolos de introducción, multiplicación y en-
raizamiento de mora in vitro. De esta forma, se ha mejorado el sistema de endurecimiento de las
vitroplantas para su entrega a los agricultores.
Con este trabajo se implementó el sistema de micropropagación y endurecimiento de
plantas de mora desarrollado en CORPOICA, para seis genotipos de importancia agronómica y
nutricional, seleccionados con base en resultados de encuestas a agricultores y características
Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
65
agronómicas y nutricionales (ver artículo Espinosa et al., de esta compilación). Este sistema de
propagación permitió la entrega de 23.000 vitroplantas de mora a agricultores del sector Mon-
terrico, vereda Aguabonita del municipio de Silvania (Cundinamarca) listas para la siembra en
campo. Lo equivalente a 2.000 vitroplantas es mantenido por el Laboratorio de Micropropagación
de Plantas del Centro de Biotecnología y Bioindustria (CBB) de CORPOICA, para su utilización
en futuros proyectos.
Adicionalmente, se busca ajustar la metodología de micropropagación que permita el
desarrollo de las etapas de multiplicación y enraizamiento en un solo medio de cultivo. Con este
fin se probaron diferentes medios para reducir el tiempo y costos de la etapa de enraizamiento in
vitro. Actualmente, se busca ir mejorando el sistema de micropropagación de mora con la imple-
mentación de nuevas metodologías.

MATERIALES Y MÉTODOS
Ubicación

El trabajo se desarrolló en las instalaciones del Laboratorio de Micropropagación de Plantas del


CBB y en los invernaderos de vidrio, situados en CORPOICA C.I. Tibaitatá, ubicado a una altura
de 2542 m.s.n.m y con un promedio de temperatura de 13ºC.

Material vegetal

Las plantas madre de mora fueron recolectadas en la Finca El Arenal, sector Monterrico de la
Vereda Aguabonita (Silvania, Cundinamarca). Con base en resultados de encuestas a agricultores
y características agronómicas y nutricionales, se seleccionaron seis genotipos promisorios del
cultivo de mora establecido en Monterrico. Los genotipos seleccionados fueron: Monteloro, Rio-
sucio, Cerezos, Sin Espinas, Castilla Monterrico Yema e ILS 1863 (ver artículo Espinosa et al., de
esta compilación).

Establecimiento in vitro

Del material establecido en Monterrico se seleccionaron estacas sanas, no florecidas, de aproxi-


madamente 50 cm de longitud y se llevaron envueltas en papel periódico, al Laboratorio de Mi-
cropropagación de Plantas. Las estacas fueron cortadas cerca del ápice hasta obtener miniestacas
de 5 cm de longitud aproximadamente; las miniestacas fueron lavadas con cepillo y una solución
jabonosa; posteriormente, fueron lavadas con una solución bactericida con agitación constante,
durante 10 minutos y luego fueron transferidas a una solución fungicida durante 20 minutos. Para
terminar la desinfección, las miniestacas fueron trasladadas a una solución de hipoclorito durante
10 minutos y alcohol al 70% por un minuto. Después de cada solución desinfectante, se lavaron
tres veces con agua destilada estéril. Las miniestacas desinfectadas se cortaron nuevamente hasta
obtener un explante de 2 centímetros de longitud aproximadamente y se sembraron en el me-
dio de introducción que contiene sales MS (Murashine & Skoog, 1962), suplementadas con una
mezcla de auxina/citoquinina que permite el desarrollo de los explantes. Después de 15 días de
incubación a una temperatura promedio de 20ºC, fotoperíodo de 16 horas luz/8 horas oscuridad
y una intensidad lumínica de 2.000 lux, se retiraron los explantes contaminados y se dejaron los
que estaban sanos en crecimiento, durante 15 días más.

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66
Multiplicación in vitro

Los explantes sanos y libres de contaminación se dividieron y se pasaron al medio de multi-


plicación, que contiene sales MS (Murashine & Skoog, 1962), suplementadas con una mezcla
de auxina/citoquinina que permite la formación de brotes axilares. Después de cuatro se-
manas de crecimiento a una temperatura promedio de 20ºC, fotoperíodo de 16 horas luz/8
horas oscuridad y una intensidad lumínica de 2000 lux, se dividieron los explantes nuevos y
se transfirieron a un medio fresco de multiplicación hasta obtener el número de explantes
requeridos por genotipo.

Enraizamiento in vitro

Los explantes multiplicados se dividieron, se sembraron en el medio de enraizamiento, que


contiene sales MS (Murashine & Skoog, 1962), suplementadas con una auxina que induce la
formación de raíz. Los explantes se incubaron durante cuatro semanas a las mismas con-
diciones de temperatura, fotoperíodo e intensidad lumínica usadas para la multiplicación
in vitro.

Medio de cultivo de una sola fase

Con el objetivo de implementar un medio de cultivo doble propósito para las etapas de multi-
plicación y enraizamiento de mora, se diseñó un experimento con cuatro medios de cultivo, con
diferencia en las soluciones de macronutrientes y en la concentración hormonal. Se seleccionó el
mejor medio, teniendo en cuenta la formación de raíz y brotes formados.

Endurecimiento de las vitroplantas

A las plantas con formación de raíz, se les retiró el gelificante con agua, se sumergió la raíz en una
solución enraizadora y se sembraron en bandejas de germinación de 50 alvéolos que contenía una
mezcla de turba y micorriza comercial (un kg/bulto de turba), que contiene esporas de Glomus
sp., Acaulospora sp., Scutesllospora sp. y Entrophospora sp. en una concentración de 230 esporas
viables/gramo de suelo. Se llevaron a una condición de cámara húmeda durante 15 días con una
temperatura promedio de 22ºC. Después de este tiempo se abrió paulatinamente el plástico para
ir preparando las plantas a su condición ex vitro y se fertilizó foliarmente cada semana con una
solución de N/P/K/ (10/52/10) más elementos traza, hasta completar cinco semanas de adapta-
ción ex vitro. Cada 15 días se aplicó foliarmente una solución que contenía Trichoderma konigiopsis
Th003 (1 x 10 6 conidios/ml), producida por el Laboratorio de Control Biológico del CBB (ver
artículo Beltrán y Cotes, de esta compilación.

Embolsado de las plantas endurecidas

Las plantas con un tamaño de aproximadamente siete centímetros, de color verde intenso y
con buena formación de raíz fueron sembradas en bolsas negras de una libra de capacidad que
contenían una mezcla de suelo y cascarilla de arroz. Las plantas fueron fertilizadas foliarmente
cada semana con una solución de N/P/K (15/15/15). Después de 15 días de su siembra, las plantas
fueron llevadas a Monterrico para su adaptación a la zona.
Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
67
Entrega de plántulas endurecidas a agricultores

La entrega de plántulas endurecidas de los seis genotipos seleccionados se llevó a cabo en cuatro
etapas. La primera en septiembre de 2008 (9.723 plántulas), la segunda en noviembre de 2008 (3.300
plántulas) y las dos últimas en febrero de 2009 (10.000 plántulas). Cada vez se realizó un acta de
entrega, un acuerdo de transferencia y un documento de recomendaciones para manejo del material
ex vitro en vivero y campo (ver también artículo de Álvarez et al., de esta compilación).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Establecimiento in vitro

La Figura 1 muestra el proceso de establecimiento in vitro desarrollado en el Laboratorio de Mi-


cropropagación de Plantas del CBB. Con el tratamiento de desinfección ajustado para el material
de campo, se obtuvieron porcentajes de supervivencia entre el 27.9% y el 57.3%, dependiendo del
genotipo (Tabla 1). El porcentaje de supervivencia para el genotipo Cerezos fue bajo, respecto
a los otros evaluados; se observó una alta pérdida para los genotipos Cerezos y Riosucio por la
presencia de una bacteria que se reflejaba, semanas después del establecimiento, con la licuefac-
ción del medio de cultivo. Para los otros genotipos evaluados, los porcentajes de supervivencia
fueron superiores al 40%.
Las diferencias en el porcentaje de supervivencia, de acuerdo al genotipo pueden ser
producidas por factores que influyen en la respuesta al establecimiento in vitro, como por
ejemplo: la época del año, el estado fisiológico de la planta y las condiciones ambientales. Estos
factores, posiblemente, influyeron en la respuesta al establecimiento in vitro, ya que los genoti-
pos fueron recolectados en diferentes épocas del año. Los primeros materiales seleccionados
fueron los genotipos Sin Espinas, Monterrico y Monteloro y se inició su establecimiento en el
año 2007, mientras que los genotipos Cerezos, Riosucio e ILS 1863 fueron introducidos en el
año 2008.
Lo más aconsejable para el establecimiento de plantas in vitro es realizar una desinfección
semanal de las plantas en condiciones de invernadero, con fungicidas y bactericidas que permitan
obtener explantes con menor carga microbiana en el momento de su establecimiento. En este
sentido, en el estudio desarrollado por Jones y Flores (2007) para el establecimiento in vitro de
plantas de R. idaeus, provenientes de invernadero, se lograron porcentajes de supervivencia entre
el 25% y el 45%.
Sin embargo, para este trabajo no fue posible realizar una desinfección previa, ya que no
se contaba con el material genético en condiciones de invernadero sino en campo abierto. Esta
situación fue tomada en cuenta para el desarrollo del protocolo de desinfección, que permitió
obtener plantas sanas y vigorosas de los seis genotipos seleccionados para el estudio.

Multiplicación in vitro

Los explantes establecidos fueron transferidos al medio de multiplicación con el objetivo de in-
ducir brotes múltiples, los cuales se separaron cada 30 días (Figura 2). En la Tabla 2 se observa el
promedio del coeficiente de multiplicación para cada uno de los genotipos evaluados. Se obtuvie-
ron coeficientes de multiplicación entre el 2.2 y 4.7, lo que permite conseguir entre 100 y 9.000
brotes por cada yema introducida, después de cinco subcultivos.
Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria - Corpoica
68
Castro y Díaz (2001) reportan que para la etapa de proliferación se pueden obtener
hasta 500 brotes por yema establecida in vitro de R. glaucus. La diferencia en el número de brotes
obtenidos puede ser atribuida a la combinación de hormonas en el medio de proliferación o a di-
ferencias en los genotipos evaluados. El medio de cultivo en el CBB de CORPOICA contenía una
mezcla de las hormonas ácido indol acético (AIA) y 6-Bencilaminopurina (BAP), mientras que el
medio de proliferación de Castro y Díaz utiliza la hormona 6-benciladenina. Después de obtener
el número de plantas requerido, los brotes fueron individualizados y sembrados en el medio de
enraizamiento.

Enraizamiento in vitro

Los brotes individualizados y sembrados en el medio de enraizamiento permanecieron cuatro


semanas hasta la formación del sistema radicular (Figura 3). Sin embargo, para los genotipos Rio-
sucio y Cerezos se necesitaron cinco semanas para la formación de la raíz. El medio de cultivo
contenía la hormona Acido Indol Butírico (AIB), pero se requiere evaluar por cada genotipo con-
centraciones diferenciales de la hormona AIB, que permitan el desarrollo de la raíz en un menor
tiempo.

Medio de cultivo de una sola fase

Con el fin de mejorar el proceso de enraizamiento y acortar el tiempo de obtención de plantas


completas, se diseñaron experimentos para obtener formación de brotes con un buen sistema
radicular en el mismo medio. De cuatro medios evaluados, se seleccionó el medio Basal de Lepoi-
vre, modificado con compuestos inorgánicos y orgánicos (Tabla 3). Este medio permitió el mejor
desarrollo de brotes con la presencia de un buen sistema radicular para garantizar una buena
adaptación de las plantas (Figura 4).

Endurecimiento de las vitroplantas

Las plantas enraizadas fueron endurecidas en bandejas de germinación con una mezcla de
turba+micorriza (Figura 5). Después de cinco semanas de endurecimiento se obtuvieron plantas
de un tamaño aproximado de 7 centímetros de longitud, con buena formación de raíz y de color
verde intenso. Con el método empleado de endurecimiento, se obtuvieron porcentajes de super-
vivencia entre el 90 y el 95% para los seis genotipos evaluados.
Marulanda (2000), reporta porcentajes de supervivencia del 50%, 40% y 35% con
la utilización de Jiffy pellets, mezcla de arena con tierra en bandejas de polipropileno y en
bolsas plásticas, respectivamente. Castro y Díaz (2001), emplean como sustrato, arena des-
infectada con agua caliente e inóculo micorrízico y Pérez (2007), evalúa diferentes sustratos
que permiten la obtención de porcentajes de supervivencia más altos cuando se utiliza arena
estéril+Trichoderma+micorriza.
La fase de endurecimiento y adaptación ex vitro resulta ser la más problemática en el
proceso de producción de vitroplantas de mora, debido al alto grado de mortalidad de plán-
tulas (50-90%), como consecuencia de una cutícula poco desarrollada, estomas no funcionales
y un sistema radical débil que facilita la deshidratación por estrés hídrico. Los factores más
determinantes para la supervivencia de las plantas son humedad, frecuencia de riego y calidad
del sustrato (Marulanda, 2000). Mediante el trabajo desarrollado en el CBB de CORPOICA

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
69
en el proceso de endurecimiento de vitroplantas de mora, se obtuvieron plantas con un alto
porcentaje de supervivencia y calidad física.

Embolsado de las plantas endurecidas

En el proceso de trasplante a bolsa plástica se utilizó una mezcla de suelo y cascarilla de arroz para
el desarrollo de la parte radicular y aérea de la planta, antes de su siembra en campo (Figura 6).
Después de un mes del trasplante se obtuvieron plantas de un tamaño aproximado de 10 cm de
longitud, de color verde intenso y un sistema radicular bien formado.

Entrega de plántulas endurecidas a agricultores

Las vitroplantas embolsadas fueron transportadas a Monterrico y 23.000 de los seis genotipos
seleccionados fueron entregados en muy buen estado a los agricultores de Monterrico, después
de un tiempo de endurecimiento en vivero de CORPOICA (Figura 7 A). Sin embargo, para la
primera y segunda entrega, una vez establecidas las plántulas en vivero de Monterrico, éstas em-
pezaron a deteriorarse (Figura 7 B).
El clima ha sido el principal enemigo de las plántulas ex vitro. El sector de Monterrico se
ubica a 2485 msnm con precipitaciones mayores a 2000 mm y luminosidad menor de cuatro horas
diarias, lo cual facilita la aparición de enfermedades (Ver artículo de Álvarez et al., de esta com-
pilación). Lo anterior, aunado al inadecuado manejo del material por parte de los productores, a
pesar de las recomendaciones impartidas, contribuyó a la pérdida de gran parte del mismo.
Para recuperar parte de este material, se acordó que un solo productor lo manejaría,
siguiendo las recomendaciones indicadas y lo entregaría a los agricultores de cada asociación para
siembra en sus fincas (Figura 7C-D). Los productores más juiciosos han logrado mantener plántu-
las en buen estado, después del trasplante a campo (Figura 7E). Ellos han observado que un buen
manejo es fundamental para el éxito del proceso. De esta forma, ha sido posible salvar cerca del
25% de las dos primeras entregas.
Para las últimas entregas de materiales a los agricultores, las mesas receptoras ubicadas en el vi-
vero de Monterrico, se desinfectaron con hipoclorito y creolina y se reubicó el plástico del invernadero y
la polisombra (Figura 7F). Adicionalmente, CORPOICA entregó nuevas recomendaciones para el estric-
to cuidado del material. En visitas posteriores a estas últimas entregas, se encontró que las plántulas en
el vivero reformado y con buen manejo fitosanitario estaban en excelentes condiciones (Figura 7 G). Los
agricultores aprendieron que un manejo adecuado es fundamental para el mantenimiento y adaptación
bajo condiciones de vivero de las plántulas ex vitro. Es necesario un seguimiento continuo del material de
campo y de vivero, para dar el acompañamiento a los productores de mora y lograr una mayor compe-
titividad productiva del material de siembra obtenido a través de técnicas in vitro.

CONCLUSIONES
Se llevaron a cabo procedimientos de ajuste, validación y escalamiento in vitro para los genotipos
Monteloro, Riosucio, Cerezos, Sin Espinas, Castilla Monterrico Yema e ILS 1863, seleccionados
con agricultores del sector Monterrico en Silvania (Cundinamarca).
En la fase de establecimiento in vitro con tratamiento de desinfección ajustado para mate-
rial de campo, se obtuvieron porcentajes de supervivencia entre 27.9% y 57.3% dependiendo del
genotipo, siendo el genotipo Cerezos el más bajo por la presencia de una bacteria endógena.

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70
En la fase de multiplicación, se lograron coeficientes entre el 2.2 y 4.7, lo que permitió
obtener entre 100 y 9.000 brotes respectivamente, por cada yema introducida, después de cinco
subcultivos.
Para la fase de enraizamiento, se lograron obtener condiciones apropiadas para cada
genotipo. Los genotipos Cerezos y Riosucio son los de más tardío desarrollo. Adicionalmente,
de cuatro medios evaluados, se seleccionó el Basal de Lepoivre modificado por permitir el mejor
desarrollo de brotes con la presencia de un buen sistema radicular.
Durante la fase de endurecimiento, se obtuvieron porcentajes de supervivencia entre el
90 y el 95% para los seis genotipos. Los materiales fueron trasplantados en vivero y se entregaron
23.000 vitroplantas a los productores de Monterrico, una vez su sistema radicular se encontraba
bien formado.

AGRADECIMIENTOS
A Patricia Martínez, Vicky Lorena Arango, Rodrigo González, Yolanda Torres, Camilo Martínez y
Luz Stella Rincón, auxiliares del Laboratorio de Micropropagación de Plantas por su compromiso
y trabajo para la entrega del material in vitro. A las asociaciones de productores de Monterrico. A
Yaneth Camargo por su excelente apoyo logístico y administrativo.

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TABLAS Y FIGURAS

Tabla 1. Porcentaje de supervivencia en Tabla 2. Promedio de coeficiente


la etapa de establecimiento in vitro de mora de multiplicación in vitro de mora

Promedio coeficiente
Genotipo % supervivencia Genotipo
de multiplicación

Cerezos 27.9 Cerezos 3

Riosucio 37.5 Riosucio 2.2

ILS 1863 42.5 ILS 1863 2.2

Monteloro 57.3 Monteloro 4.1

Monterrico 49.3 Monterrico 4.1

Sin Espinas 47.4 Sin Espinas 4.7

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72
Tabla 3. Medio de cultivo seleccionado para el cultivo de una sola fase
 
Solución Cantidad
Componentes
madre por litro
Macro Lepoivre 20X 50 ml
Micro Lepoivre 100X 1 ml
Hierro MS 50X 10 mL
Tiamina 1000ppm 0.4 mL
GA3 1000ppm 1.0 mL
AIB 600ppm 0.17 mL
Inositol - 0.1 gr
Azúcar - 20 gr
GelRite - 3 gr 
pH - 5.8

A B

C D

Figura 1. Proceso de establecimiento in vitro de mora. A. Estacas de mora. B. Corte de miniestacas. C.


Miniestacas en desinfección. D. Vitroplantas de mora establecidas

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
73
Figura 2. Vitroplantas de mora multiplicadas Figura 3. Vitroplantas de mora en medio de
in vitro listas para ser individualizadas. enraizamiento.

Figura 4. Vitroplantas de mora completas formadas en el medio


Basal de Lepoivre. A. Planta in vitro con buen estado
de desarrollo foliar y formación de sistema radicular. B.
A Planta completa bien desarrollada lista para adaptación
ex vitro.

Figura 5. Vitroplantas de mora endurecidas en bandejas Figura 6. Vitroplanta de mora endu-


de germinación y cámara húmeda en invernadero recida lista para embolsar.
de Corpoica.

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74
A B

C D

E F

Figura 7. Entrega de plántulas a agricultores en Monterrico (Silvania). A. Primera entrega. B. Mal estado
de plántulas de la primera entrega en vivero. C. Manejo por un solo productor y entrega a cada
asociación. D. Material manejado por un solo productor completamente recuperado, según las
recomendaciones de CORPOICA. E. Material recuperado sembrado en campo. F. Preparación
de vivero previo a últimas entregas. G. Buen estado de material de las últimas entregas en
vivero, según las recomendaciones de CORPOICA.

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
75
NOTA TÉCNICA

Evaluación social y económica


ex ante y ex post

Paredes Zambrano Guillermo Alfredo1, Barrero Meneses Luz Stella2

RESUMEN

C on el fin de caracterizar la línea base de aspectos sociales y económicos del cultivo de la


mora por parte de agricultores del sector Monterrico en Silvania, adscritos al proyecto
“Certificación y escalamiento de material de mora con potencial nutritivo y nutracéutico para
entrega a pequeños agricultores” y de hacer seguimiento y evaluación a los cambios técnicos
ligados al proyecto, relacionados con la capacitación impartida para el manejo del cultivo en un
lote sembrado con materiales para evaluación, selección y producción limpia, se llevaron a cabo
dos talleres participativos, uno al inicio y otro al final del proyecto. El taller inicial se realizó para
identificar la tecnología de producción utilizada por los productores en el cultivo de la mora. Una
vez finalizado el ciclo de capacitación, se hizo un taller final con el objeto de medir el nivel de
conocimiento adquirido en las diferentes capacitaciones y el uso o implementación de las tecno-
logías propuestas por el proyecto.
Como resultado de la comparación entre el sistema tradicional de producción, con la
tecnología propuesta, los agricultores adquirieron nuevos conocimientos acerca del manejo del
cultivo en el lote experimental para la ejecución del proyecto y la importancia de seleccionar
materiales de buena calidad y producirlos de manera limpia. Sin embargo, los conocimientos no
han sido aplicados totalmente en sus parcelas, debido principalmente a que aún no cuentan con
cultivos nuevos, por lo que se hace necesario realizar seguimiento al montaje de nuevas parcelas.
En una segunda fase del proyecto se esperaría evaluar el impacto socio-económico sobre los in-
gresos y la producción de los cambios en productividad ligados a la adopción de nuevos genotipos
y las tecnologías vinculadas con este proceso.

Palabras clave: evaluación, impacto, ex ante, ex post, tecnología

INTRODUCCIÓN
Un estudio de mapificación de las zonas óptimas actuales y potenciales de mora, lulo, pitaya, uchu-
va y mango común presenta a la Región del Sumapaz como una de las zonas del Departamento de
Cundinamarca que ofrece mejores condiciones comparativas (suelos, clima, agua, infraestructura,
etc.) para la producción de mora. No obstante, las condiciones en que este proceso productivo
se ha desarrollado, lo coloca en una difícil situación en términos de competitividad. En efecto,

1 Centro de Investigación (C.I.) Tibaitatá, CORPOICA, Km. 14 vía Mosquera, Cundinamarca.


2 Laboratorio de Genética Molecular Vegetal, Centro de Biotecnología y Bioindustria (CBB), CORPOICA, Km. 14 vía Mosquera,
Cundinamarca.
Autor de correspondencia: Guillermo Alfredo Paredes Zambrano, M.Sc. Economia, e-mail: aparedes@corpoica.org.do

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76
aspectos tales como la dispersión de las áreas sembradas, las limitaciones para el acceso a ma-
terial genético certificado, la utilización excesiva y/o sin criterio técnico de productos químicos,
las inadecuadas prácticas de manejo del cultivo y de los procesos de cosecha y poscosecha, la
intermediación excesiva en el proceso de comercialización, entre otros, ponen de presente la
necesidad de adelantar acciones coherentes y consistentes en materia de desarrollo tecnológico
y transferencia de tecnología que redunden en el mejoramiento de la competitividad del producto
(Pinzón et al., 2002 y 2004).
Según Estébanez (2002), “El impacto social de la ciencia y de la tecnología ha sido defini-
do como los efectos positivos o negativos en la población, de la incorporación de conocimiento
científico y tecnológico en prácticas sociales, hábitos e instituciones. Para ello, necesariamente, el
análisis se dirige a la sociedad y los cambios que en ella operan y los diversos aspectos relaciona-
dos a la ciencia y a la tecnología pasan a constituirse en factores explicativos de estos cambios.”
Estébanez, añade que la dificultad básica que se plantea en un análisis de esta naturaleza es la
factibilidad de identificar y ponderar la intervención de la ciencia y la tecnología en la sociedad, la
cultura y la economía y, en particular, en la calidad de vida de la población, ante la existencia de
muchos factores que operan en la producción de los cambios sociales.
Una de las vías más firmes para realizar un estudio de impacto efectivo son los estudios
retrospectivos que limitan el análisis a la reconstrucción histórica de la secuencia o cadena de
procesos de conocimiento y sus efectos sociales en un tema particular. Otra modalidad existente
que también incorpora la dimensión temporal son los estudios de tipo prospectivo basados en la
posibilidad de establecer a futuro los efectos del conocimiento producidos en determinado cam-
po o las consecuencias de la difusión y uso de ciertas tecnologías (Estébanez, 2002).
La metodología utilizada en el presente trabajo busca combinar las dos modalidades,
mediante el establecimiento de la línea base del cultivo de la mora, es decir, la tecnología tradi-
cional utilizada por el productor y sus implicaciones económicas, para luego compararla, al final
del proceso, con la nueva tecnología utilizada por el productor y los efectos sobre su producci-
ón e ingresos. El método a seguir consiste en realizar, al inicio del proceso, una encuesta a los
productores para ver su nivel de desarrollo tecnológico y luego realizar esta misma encuesta
al final del proceso para identificar los cambios tecnológicos introducidos por los productores
en su sistema de producción.
En el contexto anterior, el proyecto código 1144: “Certificación y escalamiento de mate-
rial de mora con potencial nutritivo y nutracéutico para entrega a pequeños agricultores” finan-
ciado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR), referido en la introducción de
esta compilación, contempló el establecimiento de la línea base del cultivo de la mora, al inicio
del proceso, en una zona del Sumapaz, ubicada en el sector Monterrico, vereda Agua Bonita del
municipio de Silvania (Cundinamarca).
Durante el proyecto se estableció un lote experimental para la siembra, evaluación y
selección de materiales promisorios por sus características morfológicas, agronómicas, nutracéu-
ticas y nutricionales (ver artículos de Álvarez, et al. y Espinosa et al., de esta compilación). El ma-
terial seleccionado fue producido de manera limpia mediante multiplicación in vitro y adaptación ex
vitro y fue entregado a los agricultores para la siembra en sus terrenos (ver artículo de Valderrama
et al., de esta compilación). El material de propagación fue también evaluado con fertilizantes y
controladores biológicos con el fin de mejorar su vigor y sanidad (Roveda et al., 2007, Roveda et
al. y Beltrán y Cotes, de esta compilación). Durante el proceso se llevó a cabo un programa de
capacitación integral a los agricultores (ver Álvarez et al., de esta compilación).
Al final del proyecto se realizó la misma encuesta de la línea base para identificar cambios
tecnológicos que los agricultores hubiesen introducido en su sistema de producción como resul-
Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
77
tado de la capacitación impartida. Debido a que el final del proyecto 1144, no se considera el final
del proceso, ya que es necesaria una segunda fase de seguimiento de nuevas áreas de siembra con
el nuevo material producido in vitro, entregado a los agricultores, se esperaría en esta segunda
fase hacer seguimiento a la nueva tecnología utilizada por el productor y a los efectos sobre la
producción e ingresos.

METODOLOGÍA
Para la evaluación ex ante del proyecto 1144 se realizó un taller con los productores del sector
Monterrico, vereda Agua Bonita del municipio de Silvania (Cundinamarca), el 22 de febrero de
2006 al inicio del proyecto con el objeto de identificar la línea base del cultivo de la mora, es decir,
la situación inicial de los productores, desde el punto de vista tecnológico, así como la importan-
cia económica y social del cultivo en la región. Para el análisis de la tecnología local de producción
se aplicó una encuesta sobre las diferentes actividades que se realizan en el establecimiento y
sostenimiento del cultivo.
Para la evaluación ex post se llevó a cabo un taller el 11 de noviembre de 2008, el cual
tuvo como objeto realizar seguimiento y evaluación del impacto económico y tecnológico (grado
de adopción de la tecnología) que ha tenido la capacitación en el manejo del cultivo, la evaluación
y selección de materiales y la producción limpia de material de propagación, que se hizo llegar al
grupo de productores por medio del proyecto. Para lograr el objetivo se realizó un taller en el
cual los productores respondieron una encuesta similar a la realizada al inicio del proyecto.
Las encuestas se aplicaron a agricultores pertenecientes a tres asociaciones de la vereda
(ver Álvarez et al., de esta compilación). Se relacionan principalmente los aspectos de tipo cualita-
tivo aplicados en las encuestas; los de tipo cuantitativo, esperan utilizarse para análisis posteriores
de impacto de la tecnología. Igualmente, los criterios de cosecha, pos-cosecha y mercadeo que se
evaluaron en las encuestas, no se relacionan debido a que el corto tiempo del proyecto y el largo
tiempo de producción del cultivo, no permitieron mejorar estos aspectos, por lo que se hace
necesaria una segunda fase.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Evaluación ex ante

La evaluación ex ante permitió identificar la línea base del cultivo de la mora en el sector Monte-
rrico, Silvania. A continuación se relacionan los resultados encontrados:

1. Selección del lote. Para identificar la forma en que los productores seleccionaban los
lotes para la siembra, se tuvieron en cuenta ocho criterios y si éstos eran considerados
para realizar dicha selección. Los agricultores consideraban criterios de facilidad de acceso,
topografía y características del suelo. Sin embargo, no consideraban los criterios de dis-
ponibilidad de agua para riego, sanidad, distancias a centros de acopio, cultivos anteriores
(rotación) y luminosidad.
2. Preparación del lote. Inicialmente aplicaban matamalezas con bomba de espalda, lo que les
demandaba dos jornales por hectárea. A continuación realizaban un plateo con azadón y12
jornales por hectárea.
3. Material de siembra. El material de siembra por tradición es la Mora de Castilla.

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4. Semillero. Los que hacían semillero, embolsaban las plántulas en tierra mezclada con casca-
rilla de arroz en proporción 3:1; no utilizaban materia orgánica compostada y tampoco des-
infectaban; no utilizaban productos para combatir los problemas de antracnosis; gran parte
de los productores compraban las plántulas en viveros de Fusagasuga, las cuales provenían de
semillas obtenidas artesanalmente de frutos recogidos en la región. En los viveros tampoco
se desinfectaba la tierra y los productores no exigían registros sanitarios.
5. Siembra. Por la condición climática de la zona, la siembra se realizaba en cualquier época del
año. La distancia de siembra utilizada era de 2 x 2 metros. En el ahoyado utilizaban 15 jornales
y para la siembra tres jornales por hectárea.
6. Tutorado. En la región se utilizaban dos sistemas: Tutorado por hilera y Espaldera de una
sola T. Cualquiera de los dos sistemas requería de 30 jornales para la instalación.
7. Podas. Poda de formación: La efectuaban a los tres meses de la siembra, dejando gene-
ralmente dos ramas por planta y requería de dos jornales por hectárea. Poda sanitaria o
de mantenimiento: Se realizaba, por lo general, cada mes y medio, pues entre más tiempo
transcurría, requerían más mano de obra; utilizaban ocho jornales por hectárea. Realizaban
dos aporques al año empleando ocho jornales por aporque. En ningún caso desinfectaban los
equipos de poda, tijeras, o ramas cortadas.
8. Fertilización. No hacían análisis de suelo y realizaban las siguientes aplicaciones: 15-15-15
(N-P-K), tres meses después de la siembra, 80 kilos por hectárea; 10-30-10 (N-P-K) + nutrión
+ agrixin; a los seis meses de la siembra, 144 kilos por hectárea; 10-20-20 (N-P-K); a los nueve
meses de haber sembrado, 144 kilos por hectárea. Mensualmente aplicaban abono foliar con
boro y NPK. En el momento de la siembra, algunos combinaban gallinaza o porquinaza (de 20
días de compostaje) con cal en una relación de 20:4 y agregaban un kilo de esta mezcla al suelo
de cada planta. Para una hectárea utilizaban 40 bultos de 40 kilos de abono.
9. Manejo del agua. Por tener disponibilidad de agua de manera permanente, no le daban un
manejo apropiado. Se presentaron dos épocas de menor suministro durante los meses de
febrero-marzo y de agosto-septiembre que, sin embargo, no fueron críticas.
10. Principales problemas sanitarios. Los principales problemas sanitarios que se presenta-
ban en la zona, en orden de priorización de los productores fueron: Antracnosis y Botrytis,
trips, nematodos, mildeo velloso, mildeo polvoso, araña roja, áfidos, Fusarium y chizas. El
manejo que los productores daban a algunos de estos problemas se relaciona en la Tabla 1.
Para ello, se utilizaban dos jornales por hectárea, y se efectuaba mensualmente.
11. Manejo de arvenses. El principal problema era el manejo del kikuyo. Su control era de tipo
químico (Roundup, gramozone) aplicándose una mezcla de un litro de herbicida en 200 litros
de agua. El control se realizaba anualmente y se invertían dos jornales por hectárea.
12. Manejo de los productos químicos. A pesar de conocer los grados de toxicidad de los
productos y de leer las recomendaciones de sus etiquetas, los productores no utilizaban
equipos de protección cuando realizaban aplicaciones. Los envases de los productos los acu-
mulaban en el suelo para luego quemarlos.
13. Instalaciones para almacenamiento de productos químicos. Guardaban en un solo
salón fertilizantes, plaguicidas y equipos. No utilizaban señalización.

Evaluación ex post

La evaluación ex post permitió identificar las condiciones utilizadas por los productores para el
cultivo de la mora en sus predios, al finalizar el proyecto. A continuación se relacionan los resul-
tados encontrados:

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
79
1. Selección del lote. Como resultado del proyecto, en el cual se seleccionó participativa-
mente un lote en predios de los productores para evaluación y seguimiento de materiales
introducidos (ver Álvarez et al., de esta compilación), los productores consideran que una
ubicación adecuada del cultivo favorece la organización del mismo y por ende la calidad del
producto y los ingresos.
2. Preparación del lote. Como resultado del proyecto, en el cual se preparó el lote seleccio-
nado (ver Álvarez et al., de esta compilación), los productores conocen las ventajas de utilizar
el análisis de suelos antes de iniciar cualquier cultivo. Actualmente, realizan un plateo menos
profundo en sus terrenos.
3. Material de siembra. Los productores recibieron diversas capacitaciones sobre la
importancia de contar con semilla de alta calidad genética y fitosanitaria (ver articulo
Álvarez et al., de esta compilación). Ellos encontraron que los materiales en el lote expe-
rimental presentaban diferencias y que algunos sobresalían sobre los demás por atributos
morfológicos, agronómicos y nutricionales (ver Espinosa et al., de esta compilación).
Igualmente, participaron en la etapa de endurecimiento ex vitro de los seis materiales
seleccionados participativamente (ver Valderrama et al., de esta compilación). Aunque al
inicio del proceso de entrega de material ex vitro se presentaron pérdidas de plántulas,
en el vivero de los productores, mayores al 50%, al final del proceso, las pérdidas dismi-
nuyeron notablemente y se empezó a observar un mayor empoderamiento por parte de
ellos. No obstante lo anterior, los productores requieren mejorar el manejo del material
de siembra en sus fincas.
4. Siembra. En el lote que se sembró el material a evaluar, se utilizó una mayor distancia de
siembra, de 2.5 metros entre calles y 2.2 entre plantas con una calle amplia para manejo del
cultivo, frente a los 2 metros utilizados en la región. Los productores han podido observar
que ese incremento en las distancias de siembra les ha traído como resultado una menor
incidencia de plagas y enfermedades y una mayor facilidad para realizar actividades como las
podas y la aplicación de controles fitosanitarios. Lo anterior ha tenido como consecuencia
la reducción del número de jornales por hectárea. Actualmente, se utilizan cinco jornales
por hectárea.
5. Podas. Como se comentó en el párrafo anterior, al incrementar las distancias de siembra se
ha facilitado las labores de poda. Sin embargo, los agricultores continúan haciendo las podas
con la tecnología local en sus terrenos.
6. Fertilización. Como resultado del proyecto, los agricultores aprendieron a conocer la im-
portancia del análisis de suelos y a realizar los planes de fertilización. Igualmente, advierten
la importancia de la aplicación de fertilizantes biológicos, los cuales, fueron identificados para
mora (Roveda et al., 2007 y Roveda et al., de esta compilación). Sin embargo, se requiere una
segunda fase para la producción y evaluación en campo.
7. Problemas sanitarios. Como producto del proyecto, los agricultores conocen las ventajas
del manejo del cultivo y del control biológico (ver Álvarez et al. y Beltrán y Cotes, de esta
compilación). Dadas las altas precipitaciones en la zona, se siguen presentando los mismos
problemas en sus parcelas. Dado que el proyecto sólo llega hasta la identificación de bio-
controladores, mas no su producción para evaluación en campo, el MADR recientemente
financió otro proyecto relacionado con el desarrollo de una estrategia de control biológico
de Botrytis cinerea en mora en campo, en el cual participan los mismos agricultores.
8. Manejo de arvenses. El plateo realizado para la evaluación participativa de materiales en
el lote experimental (ver Álvarez et al., de esta compilación), ha sido ventajoso, según los
productores, ya que disminuye problemas de malezas.
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9. Manejo de productos químicos. A pesar de haber recibido capacitación y adquirido con-
ciencia de los perjuicios que el mal manejo de los productos trae para la salud del trabajador,
los agricultores siguen realizando las labores sin utilizar los elementos de protección.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
El análisis de las respuestas dadas por los productores en el taller realizado al finalizar la capa-
citación indica que gran parte de las enseñanzas impartidas en los diferentes talleres, fueron
asimiladas. Sin embargo, no están aplicando algunas de éstas. Lo anterior podría ser ocasionado
porque aún no existen cultivos en producción con los materiales promisorios seleccionados par-
ticipativamente y producidos de manera limpia (in vitro), ya que hasta ahora se está sembrando
material nuevo.
El cultivo de la mora es el de mayor importancia económica y social en el sector
Monterrico. Por un lado, ha permitido la formación de varias asociaciones de productores
y por otro, genera los principales ingresos y el mayor número de jornales. Sin embargo, un
aspecto generalizado que se observa en productores de escasos recursos es que su tiempo
de dedicación a las buenas prácticas agrícolas acompañadas de innovaciones tecnológicas es
escaso, lo cual se refleja en la lentitud para adoptar nuevas tecnologías. Adicionalmente, el
que existan varias asociaciones en un solo sector puede limitar la realización de iniciativas
para la región por la rivalidad que se da entre ellas.
No obstante, el esfuerzo realizado por CORPOICA y la solicitud de apoyo que han mani-
festado los productores, apuntan a la necesidad de hacer seguimiento a las áreas sembradas, con
nuevo material entregado en Monterrico a fin de evaluar su comportamiento en el tiempo en éste
y en nuevos ambientes. De esta forma, se podrá seleccionar el material élite con mayor acierto y
mejorar las prácticas de su cultivo en nichos específicos. Un análisis social y económico ex post del
proceso permitirá hacer seguimiento al grado de aplicación de la tecnología y su impacto.

AGRADECIMIENTOS
A las asociaciones de productores de Monterrico. A Yaneth Camargo por su excelente apoyo
logístico y administrativo.

BIBLIOGRAFÍA
Estébanez, M.E. 2002. Impacto Social de la Ciencia y la Tecnología: estrategias para su análisis.
En: Estado de la Ciencia. Principales indicadores de la ciencia y la tecnología Iberoameri-
cana/Interamericana. Buenos Aires, RICYT. 15 p.
Pinzón, L.M., Carvajal, G.H., Romero, M. 2002. La competitividad de la mora en Cundinamar-
ca y eje cafetero. Proyecto de Mapificación de Frutales. Convenio SENA-CORPOICA,
Bogotá. Documento interno. 52 p.
Pinzón, L.M., Carvajal, G.H., Romero, M. 2004. Caracterización de las zonas productoras
de lulo en Cundinamarca. En: Estudio de mapificación de las zonas óptimas actuales y
potenciales de mora, lulo, pitaya, uchuva y mango común. Convenio SENA-CORPOICA,
Bogotá. Documento interno. 38 p.
Roveda, G., Cabra, L., Ramírez, M., Peñaranda A. 2007. Efecto de las micorrizas arbusculares
sobre la aclimatación y endurecimiento de microplántulas de mora (Rubus glaucus). Re-
vista Corpoica – Ciencia y Tecnología Agropecuaria. 8: 41-49.

Caracterización, evaluación y producción de material limpio de mora con alto valor agregado
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TABLAS

Tabla 1. Manejo a problemas fitosanitarios que utilizaban los productores al inicio del proyecto

Problema Manejo Producto utilizado

Antracnosis Fertilización y poda Según cuadro de fertilización


Fitorax, forum, rhodax, centauro, top sul
Botrytis Fumigación
y mezclas de antracol, forum y tilt
Trips Fumigación Neofat, efectrina, ají

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junio de 2009 en

Tel: 2885338 Bogotá, DC, Colombia


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