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Contaminación

La contaminación es la presencia o incorporación al ambiente de sustancias o elementos tóxicos que son perjudiciales
para el hombre o los ecosistemas (seres vivos). Existen diferentes tipos de contaminación, Los tipos de
contaminación más importantes son los que afectan a los recursos naturales básicos: el aire, los suelos y el agua.
Algunas de las alteraciones medioambientales más graves relacionadas con los fenómenos de contaminación son los
escapes radiactivos, el smog, el efecto invernadero, la lluvia ácida, la destrucción de la capa de ozono, la
eutrofización de las aguas o las mareas negras. Existen diferentes tipos de contaminación que dependen de
determinados factores y que afectan distintamente a cada ambiente.

• Contaminación del agua.


• Contaminación del aire.
• Contaminación del suelo.
• Contaminación radiactiva.
• Contaminación lumínica.
• Contaminación sonora.
• Contaminacion visual.

Contaminante

Un contaminante es cualquier sustancia o forma de energía que puede provocar algún daño o desequilibrio
(irreversible o no) en un ecosistema, en el medio físico o en un ser vivo. Es siempre una alteración negativa del
estado natural del medio ambiente, y generalmente, se genera como consecuencia de la actividad humana.

Para que exista contaminación, la sustancia contaminante deberá estar en cantidad relativa suficiente como para
provocar ese desequilibrio. Esta cantidad relativa puede expresarse como la masa de la sustancia introducida en
relación con la masa o el volumen del medio receptor de la misma. Este cociente recibe el nombre de concentración.

Los agentes contaminantes tienen relación con el crecimiento de la población y el consumo (combustibles fósiles, la
generacion de basura, desechos industriales, etc.), ya que, al aumentar éstos, la contaminación que ocasionan es
mayor.

Por su consistencia, los contaminantes se clasifican en sólidos, líquidos y gaseosos. Se descartan los generados por
procesos naturales, ya que, por definición, no contaminan.

Los agentes sólidos están constituidos por la basura en sus diversas presentaciones. Provocan contaminación del
suelo, del aire y del agua. Del suelo porque produce microorganismos y animales dañinos; del aire porque produce
mal olor y gases tóxicos, y del agua porque la ensucia y no puede utilizarse.

Los agentes líquidos incluyen las aguas negras, los desechos industriales, los derrames de combustibles derivados del
petróleo, los cuales dañan básicamente el agua de ríos, lagos, mares y océanos, y con ello provocan la muerte de
diversas especies.

Los agentes gaseosos incluyen la combustión del petróleo (óxido de nitrógeno y azufre) y la quema de combustibles
como la gasolina (que libera monóxido de carbono), la basura y los desechos de plantas y animales.

Todos los agentes contaminantes provienen de una fuente determinada y pueden provocar enfermedades respiratorias
y digestivas. Es necesario que la sociedad humana tome conciencia del problema.

Se denomina contaminación atmosférica o contaminación ambiental a la presencia en el ambiente de cualquier agente


(físico, químico o biológico) o bien de una combinación de varios agentes en lugares, formas y concentraciones tales
que sean o puedan ser nocivos para la salud, para la seguridad o para el bienestar de la población, o que puedan ser
perjudiciales para la vida vegetal o animal, o que impidan el uso habitual de las propiedades y lugares de recreación y
el goce de los mismos. La contaminación ambiental es también la incorporación a los cuerpos receptores de
sustancias sólidas, líquidas o gaseosas o de mezclas de ellas, siempre que alteren desfavorablemente las condiciones
naturales de los mismos o que puedan afectar la salud, la higiene o el bienestar del público.

El Blacksmith Institute, una organización no gubernamental que monitorea la contaminación, realizó una lista de los
países más contaminados del mundo, en la que figuran: Azerbaiján, China, India, Rusia, Ucrania y Zambia.
Contaminación hídrica

Se entiende por contaminación del medio hídrico o contaminación del agua a la acción o al efecto de introducir
materiales o inducir condiciones sobre el agua que, de modo directo o indirecto, impliquen una alteración perjudicial
de su calidad en relación a sus usos posteriores o sus servicios ambientales.

Principales contaminantes de las aguas

Espuma sobre el agua.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el agua está contaminada cuando su composición se haya
alterado de modo que no reúna las condiciones necesarias para el uso al que se la hubiera destinado, en su estado
natural. En los cursos de agua, los microorganismos descomponedores mantienen siempre igual el nivel de
concentración de las diferentes sustancias que puedan estar disueltas en el medio. Este proceso se denomina auto
depuración del agua. Cuando la cantidad de contaminantes es excesiva, la autodepuración resulta imposible.

Los mares son un sumidero. De forma constante, grandes cantidades de fangos y otros materiales, arrastrados desde
tierra, se vierten en los océanos. Hoy en día, sin embargo, a los aportes naturales se añaden cantidades cada vez
mayores de desechos generados por nuestras sociedades, especialmente aguas residuales cargadas de contaminantes
químicos y de productos de desecho procedentes de la industria, la agricultura y la actividad doméstica, pero también
de residuos radiactivos y de otros tipos.

En realidad, los océanos operan como gigantescas plantas carnívoras , a condición de no superar el umbral de lo que
pueden tolerar. De lo contrario, se generan destrucción y muerte de las personas, e inconvenientes económicos, crisis
cristiana y envenenamientos de la población humana. Esto, a corto plazo. A largo plazo, las consecuencias podrían
ser catastróficas. Basta pensar únicamente en los efectos que la contaminación biológica –como consecuencia del
incremento de fertilizantes- podría acarrear si la proliferación de formas microscópicas fuera tan grande que se
redujera significativamente el nivel de oxigeno disuelto en el agua oceánica.

La contaminación tiende a concentrarse en los lugares próximos a las zonas habitadas donde vive felipe
industrializadas. Así, la contaminación marina de origen atmosférico es, en determinadas zonas adyacentes a Europa
(Báltico, mar del Norte, Mediterráneo), por termino general, diez veces mayor que mar adentro, en el propio
Atlántico norte; cien veces superior que en el Pacífico norte y mil veces más elevada que en el Pacífico sur. Sin
embargo, y como consecuencia de la circulación general de los aires y de las aguas, cada año se detectan nuevos
contaminantes en zonas tan apartadas como la Antártida –se ha encontrado DDT en la grasa de los pingüinos
antárticos- o las fosas oceánicas.

La contaminación química del medio marino provocada por el hombre es muy superior a la atribuible a causas
naturales. Las tasas de aporte de algunos elementos son elocuentes: el mercurio llega al océano a un ritmo dos veces y
media superior al que seria debido únicamente a factores naturales; el manganeso multiplica por cuatro dicho ritmo
natural; el cobre, el plomo y el cinc por doce; el antimonio por treinta y el fósforo por ochenta.

Algunos de los metales pesados, como el mercurio y el plomo, junto con el cadmio y el arsénico, son contaminantes
graves, pues penetran en las cadenas alimentarias marinas, y, a través de ellas, se concentran. Así, por ejemplo, la
enfermedad de Minamata –descubierta en los años 20 en la bahía japonesa de mismo nombre- ha provocado, en
Japón y en Indonesia, miles de muertes y un número mucho mayor de enfermos con lesiones cerebrales. La causa que
la produjo fue el consumo de atún y otros peces con contenidos elevados de mercurio procedente de los vertidos
industriales de aquella zona costera. Igualmente, productos químicos como el DDT y los PCB son otros
contaminantes químicos muy peligrosos.

Contaminación atmosférica
Se entiende por contaminación atmosférica a la presencia en el aire de materias o formas de energía que impliquen riesgo, daño o
molestia grave para las personas y bienes de cualquier naturaleza,[1] así como que puedan atacar a distintos materiales, reducir la
visibilidad o producir olores desagradables.El nombre de la contaminación atmosférica se aplica por lo general a las alteraciones que
tienen efectos perniciosos en los seres vivos y los elementos materiales, y no a otras alteraciones inocuas. Los principales
mecanismos de contaminación atmosférica son los procesos industriales que implican combustión, tanto en industrias como en
automóviles y Calefacción|calefacciones residenciales, que generan dióxido de carbono|dióxido y monóxido de carbono, óxidos de
nitrógeno y azufre, entre otros contaminantes. Igualmente, algunas industrias emiten gases nocivos en sus procesos productivos,
como cloro o hidrocarburos que no han realizado combustión completa.La contaminación atmosférica puede tener carácter local,
cuando los efectos ligados al foco se sufren en las inmediaciones del mismo, o planetario, cuando por las características del
contaminante, se ve afectado el equilibrio del planeta y zonas alejadas a las que contienen los focos emisores.

editar Contaminantes atmosféricos primarios y secundarios

Los contaminantes primarios son los que se emiten directamente a la atmósfera[2] como el dióxido de azufre SO2, que daña
directamente la vegetación y es irritante para los pulmones.Los contaminantes secundarios son aquellos que se forman mediante
procesos químicos atmosféricos que actúan sobre los contaminantes primarios o sobre especies no contaminantes en la atmósfera.[2]
Son importantes contaminantes secundarios el ácido sulfúrico, SO4H2, que se forma por la oxidación del SO2, el dióxido de
nitrógeno NO2, que se forma al oxidarse el contaminante primario NO y el ozono, O3, que se forma a partir del oxígeno O2.Ambos
contaminantes, primarios y secundarios pueden depositarse en la superficie de la tierra por deposición seca o húmeda e impactar en
determinados receptores, como personas, animales, ecosistemas acuáticos, bosques, cosechas y materiales. En todos los países
existen unos límites impuestos a determinados contaminantes que pueden incidir sobre la salud de la población y su bienestar.En
España existen funcionando en la actualidad diversas redes de vigilancia de la contaminación atmosférica, instaladas en las
diferentes Comunidades Autónomas y que efectúan medidas de una variada gama de contaminantes que abarcan desde los óxidos de
azufre y nitrógeno hasta hidrocarburos, con sistemas de captación de partículas, monóxido de carbono, ozono, metales pesados, etc.
[3]

[editar] Principales tipos de contaminantes del aire

Emisión de
dióxido de
carbono, por país,
en millones de
toneladas.

• Conta
minant
es

gaseosos: en ambientes exteriores e interiores los vapores y contaminantes gaseosos aparece en diferentes
concentraciones. Los contaminantes gaseosos más comunes son el dióxido de carbono, el monóxido de carbono, los
hidrocarburos, los óxidos de nitrógeno, los óxidos de azufre y el ozono. Diferentes fuentes producen estos compuestos
químicos pero la principal fuente artificial es la quema de combustible fósil. La contaminación del aire interior es
producida por el consumo de tabaco, el uso de ciertos materiales de construcción, productos de limpieza y muebles del
hogar. Los contaminantes gaseosos del aire provienen de volcanes, incendios e industrias. El tipo más comúnmente
reconocido de contaminación del aire es la niebla tóxica (smog). La niebla tóxica generalmente se refiere a una condición
producida por la acción de la luz solar sobre los gases de escape de automotores y fábricas.

• Los aerosoles:Un aerosol es a una mezcla heterogénea de partículas solidas o líquidas suspendidas en un gas como el aire
de la atmósfera.[2] Algunas partículas son lo suficientemente grandes y oscuras para verse en forma de hollín o humo.
Otras son tan pequeñas que solo pueden detectarse con un microscopio electrónico. Cuando se respira el polvo, ésta
puede irritar y dañar los pulmones con lo cual se producen problemas respiratorios. Las partículas finas se inhalan de
manera fácil profundamente dentro de los pulmones donde se pueden absorber en el torrente sanguíneo o permanecer
arraigadas por períodos prolongados de tiempo.

Contaminación del suelo


Contaminación del suelo cerca del Río Cunana, Venezuela.

La contaminación del suelo es la presencia de compuestos químicos hechos por el hombre u otra alteración al ambiente natural del
suelo.

Esta contaminación generalmente aparece al producirse una ruptura de tanques de almacenamiento subterráneo, aplicación de
pesticidas, filtraciones de rellenos sanitarios o de acumulación directa de productos industriales.

Los químicos más comunes incluyen derivados del petróleo, solventes, pesticidas y otros metales pesados. Éste fenómeno está
estrechamente relacionado con el grado de industrialización e intensidad del uso de químicos.

En lo concerniente a la contaminación de suelos su riesgo es primariamente de salud, de forma directa y al entrar en contacto con
fuentes de agua potable. La delimitación de las zonas contaminadas y la resultante limpieza de esta son tareas que consumen mucho
tiempo y dinero, requiriendo extensas habilidades de geología, hidrografía, química y modelos a computadora.

[editar] Agentes

Cuando en el suelo se deposita de forma voluntaria o accidental diversos productos como papel, vidrio, plástico, materia orgánica,
solventes, plaguicidas, residuos peligrosos o sustancias radioactivas, etc.

Plaguicidas

Artículo principal: Pesticida

La población mundial ha crecido en forma abismante en estos últimos 40 a 50 años. Este aumento demográfico exige al hombre un
gran desafío en relación con los recursos alimenticios, lo cual implica una utilización más intensiva de los suelos, con el fin de
obtener un mayor rendimiento agrícola.

[editar] Insecticida

Artículo principal: Insecticida

Se usan para exterminar plagas de insectos. Actúan sobre larvas, huevos o insectos adultos. Uno de los insecticidas más usado es el
DDT, que se caracteriza por ser muy rápido. Trabaja por contacto y es absorbido por la cutícula de los insectos, provocándoles la
muerte. Este insecticida puede mantenerse por 10 años o más en los suelos y no se descompone.

Se ha demostrado que los insecticidas organoclorados, como es el caso del DDT, se introducen en las cadenas alimenticias y se
concentran en el tejido graso de los animales. Cuanto más alto se encuentre en la cadena -es decir, más lejos de los vegetales- más
concentrados estará el insecticida. Por ejemplo si se tiene: En todos los eslabones de la cadena, existirán dosis de insecticida en sus
tejidos. Sin embargo, en el carnívoro de 2° orden, el insecticida estará mucho más concentrado.

El problema de la contaminación por plaguicidas es cada vez más grave tanto por la cantidad y diversidad como por la resistencia a
ellos que adquieren algunas especies, lo que ocasiona que se requiera cada vez mayor cantidad del plaguicida para obtener el efecto
deseado en las plagas. Sin embargo, la flora y fauna oriundas es afectada cada vez más destruyendo la diversidad natural de las
regiones en que se usan. Además pueden ser consumidos por el hombre a través de plantas y animales que consume como alimento.

Hay otros insecticidas que son usados en las actividades hortofrutícolas; son biodegradables y no se concentran, pero su acción
tóxica está asociada al mecanismo de transmisión del impulso nervioso, provocando en los organismos contaminados una
descoordinación del sistema nervioso.

[editar] Herbicidas

Son un tipo de compuesto químico que destruye la vegetación, ya que impiden el crecimiento de los vegetales en su etapa juvenil o
bien ejercen una acción sobre el metabolismo de los vegetales adultos.

Contaminación acústica

Se llama contaminación acústica (o contaminación auditiva) al exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente
en una determinada zona. Si bien el ruido no se acumula, traslada o mantiene en el tiempo como las otras contaminaciones, también
puede causar grandes daños en la calidad de vida de las personas si no se controla adecuadamente.
El término contaminación acústica hace referencia al ruido (entendido como sonido excesivo y molesto), provocado por las
actividades humanas (tráfico, industrias, locales de ocio, aviones, etc.), que produce efectos negativos sobre la salud auditiva, física
y mental de las personas.

Este término está estrechamente relacionado con el ruido debido a que esta se da cuando el ruido es considerado como un
contaminante, es decir, un sonido molesto que puede producir efectos nocivos fisiológicos y psicológicos para una persona o grupo
de personas.

Las principales causas de la contaminación acústica son aquellas relacionadas con las actividades humanas como el transporte, la
construcción de edificios y obras públicas, las industrias, entre otras.

Se ha dicho por organismos internacionales, que se corre el riesgo de una disminución importante en la capacidad auditiva, así como
la posibilidad de trastornos que van desde lo psicológico (paranoia, perversión) hasta lo fisiológico por la excesiva exposición a la
contaminación sónica.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera los 50 dB (a), como el límite superior deseable.

En España, se establece como nivel de confort acústico los 55 dBa. Por encima de este nivel, el sonido resulta pernicioso para el
descanso y la comunicación.

Según estudios de la Unión Europea (2005): 80 millones de personas están expuestos diariamente a niveles de ruido ambiental
superiores a 65 dBa y otros 170 millones, lo están a niveles entre 55-65 dBa.

Contaminación visual

La contaminación visual es un tipo de contaminación que parte de todo aquello que afecte o perturbe la visualización de sitio
alguno o rompan la estética de una zona o paisaje, y que puede incluso llegar a afectar a la salud de los individuos o zona donde se
produzca el impacto ambiental. ^La contaminacion Visual tambien se refiere a los carteles de publicidad^

Se refiere al abuso de ciertos elementos “no arquitectónicos” que alteran la estética, la imagen del paisaje tanto rural como urbano, y
que generan, a menudo, una sobreestimulación visual agresiva, invasiva y simultánea.

Dichos elementos pueden ser carteles, cables, chimeneas, antenas, postes y otros elementos, que no provocan contaminación de por
sí; pero mediante la manipulación indiscriminada del hombre (tamaño, orden, distribución) se convierten en agentes contaminantes.

Una salvaje sociedad de consumo en cambio permanente que actúa sin conciencia social, ni ambiental es la que avala (o permite) la
aparición y sobresaturación de estos contaminantes. Esto se evidencia tanto en poblaciones rurales como en aglomeraciones urbanas
de mayor densidad. Pero lógicamente es en las metrópolis, donde todos estos males se manifiestan más crudamente.Todos estos
elementos descriptos influyen negativamente sobre el hombre y el ambiente disminuyendo la calidad de vida.La cartelería
publicitaria es el agente más notorio por su impacto inmediato, creando una sobreestimulación en el ser humano mediante la
información indiscriminada, y los múltiples mensajes que invaden la mirada. Así el hombre percibe un ambiente caótico y de
confusión que lo excita y estimula, provocándole una ansiedad momentánea mientras dura el estímulo.La simultaneidad de estos
estímulos a la que se ven sometidos, por ejemplo, los automovilistas, pueden llegar a transformarse en disparadores de accidentes de
tránsito. Dado que pueden llegar a generar distracción, e incluso a imposibilitar la percepción de las señales indicadoras de tránsito.
Esta situación, inevitablemente, actúa también en detrimento de los mismos medios de comunicación, mimetizando los diferentes
signos y señales a que se somete a los individuos, camuflándose mutuamente y perdiendo fuerza la clara lectura del mensaje.Pero
estos agentes también afectan notoriamente al espacio físico.Se ven así fachadas destruidas u ocultas por la superposición de
carteles, estructuras metálicas y chimeneas. La arquitectura aparece desvalorizada y miniaturizada. El cielo oculto por cables y
antenas. El espacio público desvirtuado e invadido por postes, sostenes de carteles, refugios; el tránsito peatonal entorpecido; y la
vegetación destruida. Este panorama es terriblemente agresivo para el hombre común, imaginemos cuánto lo es para un
discapacitado, niño o anciano.Esta situación no sólo atenta contrala belleza del espacio urbano, sino también sobre la lectura poco
clara que tienen los individuos del mismo, dificultando la identificación del habitante con su ciudad.

Una ciudad con contaminación visual denota un estado con falta de política para la ciudad, con una regulación deficitaria o
inexistente del espacio público y privado. Así las ciudades se convierten en escenarios de millones de decisiones individuales
despreocupadas por su entorno, que conviven formando un caos difícil de asimilar por el ojo humano.

Contaminación radiactiva

Se denomina contaminación radioactiva a la presencia no deseada de sustancias radiactivas en el entorno. Esta contaminación
puede proceder de radioisótopos naturales o artificiales.La primera de ellas se da cuando se trata de aquellos isótopos radiactivos
que existen en la corteza terrestre desde la formación de la Tierra o de los que se generan continuamente en la atmósfera por la
acción de los rayos cósmicos. Cuando, debido a la acción del hombre, estos radioisótopos naturales se encuentran en
concentraciones más elevadas que las que pueden encontrarse en la naturaleza (dentro de la variabilidad existente), se puede hablar
de contaminación radiactiva. Ejemplos de estos radioisótopos pueden ser el 235U, el 210Po, el radón, el 40K o el 7Be.En el segundo
caso, el de los radioisótopos artificiales, los radioisótopos no existen de forma natural en la corteza terrestre, sino que se han
generado en alguna actividad del hombre. En este caso la definición de contaminación es menos difusa que en el caso de los
radioisótopos naturales, ya que su variabilidad es nula, y cualquier cantidad se podría considerar contaminación. Por ello se utilizan
definiciones basadas en las capacidades técnicas de medida de estos radioisótopos, de posibles acciones de limpieza o de
peligrosidad (hacia el hombre o la biota). Ejemplos de estos radioisótopos artificiales pueden ser el 239Pu, el 244Cm, el 241Am o el
60
Co.Es común confundir la exposición externa a las radiaciones ionizantes (p.ej. en un examen radiológico), con la contaminación
radiactiva. Es útil en este último caso pensar en términos de suciedad cuando se habla de contaminación. Como la suciedad, esta
contaminación puede eliminarse o disminuirse mediante técnicas de limpieza o descontaminación, mientras que la exposición
externa una vez recibida no puede disminuirse.

Posibles contaminaciones

Cuando se habla de contaminación radiactiva, en general se tratan varios aspectos:

1. la contaminación de las personas. Esta puede ser interna cuando han ingerido, inyectado o respirado algún radioisótopo,
o externa cuando se ha depositado el material radiactivo en su piel.
2. la contaminación de alimentos. Del mismo modo puede haberse incorporado al interior de los mismos o estar en su parte
exterior.
3. la contaminación de suelos. En este caso la contaminación puede ser solo superficial o haber penetrado en profundidad.
4. la contaminación del agua de bebida. Aquí la contaminación aparecerá como radioisótopos disueltos en la misma.

Contaminación lumínica

La contaminación lumínica puede definirse como la emisión de flujo luminoso de fuentes artificiales nocturnas en intensidades,
direcciones, rangos espectrales u horarios innecesarios para la realización de las actividades previstas en la zona en la que se instalan
las luces.Un ineficiente y mal diseñado alumbrado exterior, la utilización de proyectores y cañones láser, la inexistente regulación
del horario de apagado de iluminaciones publicitarias, monumentales u ornamentales, etc., generan este problema cada vez más
extendido.La contaminación lumínica tiene como manifestación más evidente el aumento del brillo del cielo nocturno, por reflexión
y difusión de la luz artificial en los gases y en las partículas del aire, de forma que se altera su calidad y condiciones naturales hasta
el punto de hacer desaparecer estrellas y demás objetos celestes.Es indudable que el alumbrado exterior es un logro que hace posible
desarrollar múltiples actividades en la noche, pero es imprescindible iluminar de forma adecuada, evitando la emisión de luz directa
a la atmósfera y empleando la cantidad de luz estrictamente necesaria allí donde necesitamos ver. Toda luz enviada lateralmente,
hacia arriba o hacia los espacios en donde no es necesaria no proporciona seguridad ni visibilidad y es un despilfarro de energía y
dinero.Sobre este grave problema, hasta el momento, existe escasa conciencia social, pese a que genera numerosas y perjudiciales
consecuencias como son el aumento del gasto energético y económico, la intrusión lumínica, la inseguridad vial, el dificultar el
tráfico aéreo y marítimo, el daño a los ecosistemas nocturnos y la degradación del cielo nocturno, patrimonio natural y cultural, con
la consiguiente pérdida de percepción del Universo y los problemas causados a los observatorios astronómicos.Estos perjuicios no
se limitan al entorno del lugar donde se produce la contaminación —poblaciones, polígonos industriales, áreas comerciales,
carreteras, etc.—, sino que la luz se difunde por la atmósfera y su efecto se deja sentir hasta centenares de kilómetros desde su
origen.Desde comienzos de los años 1980 existen diferentes movimientos organizados de gente preocupada por este problema y que
promueven campañas de prevención de la contaminación lumínica. Es posible aplicar medidas que, manteniendo un correcto nivel
de iluminación, llevarían a prevenir el problema de la contaminación lumínica como las siguientes:

• a) Impedir que la luz se emita por encima de la horizontal y dirigirla sólo allí donde es necesaria. Emplear de forma
generalizada luminarias apantalladas cuyo flujo luminoso se dirija únicamente hacia abajo.
• b) Usar lámparas de espectro poco contaminante y gran eficiencia energética, preferentemente de vapor de sodio a baja
presión (VSBP) o de vapor de sodio a alta presión (VSAP), con una potencia adecuada al uso.
• c) Iluminar exclusivamente aquellas áreas que lo necesiten, de arriba hacia abajo y sin dejar que la luz escape fuera de
estas zonas
• d) Ajustar los niveles de iluminación en el suelo a los recomendados por organismos como el Instituto Astrofísico de
Canarias[1] o la Comisión Internacional de Iluminación.[2]
• e) Regular el apagado de iluminaciones ornamentales, monumentales y publicitarias.
• f) Prohibir los cañones de luz o láser y cualquier proyector que envíe la luz hacia el cielo.
• g) Reducir el consumo en horas de menor actividad, mediante el empleo de reductores de flujo en la red pública o el
apagado selectivo de luminarias. Apagar totalmente las luminarias que no sean necesarias.

Para medir la calidad del cielo, se utilizan escalas cómo por ejemplo la escala de cielo oscuro de Bortle.

El 20 de abril de 2007 se promulgó la Declaración de la Palma por el derecho a observar las estrellas, con el apoyo de la Unesco.[3

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