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LA INCIDENCIA DE LA VIOLENCIA DEL BARRIO EN LA ESCUELA EN LOS

ESTUDIANTES DE LOS GRADOS 8° A 11° DEL COLEGIO PARROQUIAL


EMAÚS, DE LA COMUNA 1 DEL BARRIO MANRIQUE GUADALUPE, EN LOS
AÑOS 2019 Y 2020

David Ricardo Parra Carvajal

Facultad de Posgrados

Universidad Autónoma Latinoamericana

Medellín, Antioquia

2019
RESÚMEN DE LA PROPUESTA INVESTIGATIVA:

Esta investigación pretende adelantar un análisis juicioso sobre la incidencia de la


violencia en el barrio con la que se da en el contexto escolar en los estudiantes de los
grados 8° a 11° del colegio parroquial Emaús, de la comuna 1 del barrio Manrique
Guadalupe, durante los años 2019 y 2020, esto con el fin de lograr plantear una mirada
diferente desde el ojo del huracán, del impacto que este fenómeno ha logrado en este tipo
de población, que nos permita a diferencia de otras investigaciones, conocer la impresión
que sobre la problemática se ha implantado en el estudiantado del centro educativo.
CONTENIDO

INTRODUCCIÓN..................................................................................................................................3
PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN..........................................................................................................5
OBJETIVO GENERAL............................................................................................................................5
Específicos:.....................................................................................................................................6
MARCO TEORICO................................................................................................................................6
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS........................................................................................................14
INTRODUCCIÓN

Mucho se ha dicho de la violencia y la convivencia al interior de la escuela, la intención

de este trabajo en sí, es tratar de encontrar en el rastreo bibliográfico, la incidencia del

entorno de la escuela en el proceso de formación académica y de convivencia, planteando

la idea de que la escuela es una institución social que recibe influencias del contexto en el

que se encuentra.

“la escuela –como toda institución– no es ni completamente opaca ni completamente

transparente respecto a lo que ocurre en su entorno. En cualquier caso, la relación entre la

institución escolar y los contextos más amplios que la intersectan (como los sociales y

culturales) o que ésta incluye (los factores individuales) ha de ser objeto de una pregunta

empírica y de un dispositivo metodológico que nos permita distinguir entre aquellos

aspectos para los cuales la influencia causal de la institución es mayor y aquellos en los que

la escuela es simplemente escenario u ocasión de hechos de violencia que se gestan en

entornos que la exceden”.

[CITATION DAn11 \p 19 \l 9226 ]

Entre tanto también es importante mencionar que desde la misma forma que existe una

distribución desigual del capital económico en la sociedad, también existe una distribución

inequitativa del capital cultural. Es así como resurge la idea planteada por P. Bourdieu

(1997) de la «reproducción de la desigualdad social» que se da en las escuelas, cuyo

fundamento es la reproducción de las clases sociales con sus costumbres y modos de vida;
con sus habitus, diría P. Bourdieu. Cuando se analiza el status-quaestionis del sistema

educacional y se constata la tremenda segmentación del mismo.


PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN

¿Cuál es la incidencia de la violencia del barrio en la escuela en los estudiantes de los


grados 8° a 11° del colegio parroquial Emaús, de la comuna 1 del barrio Manrique
Guadalupe, durante los años 2019 y 2020?

OBJETIVO GENERAL

Comprender la incidencia de la violencia del barrio en la escuela en los estudiantes de

los grados 8° a 11° del colegio parroquial Emaús, de la comuna 1 del barrio Manrique

Guadalupe, durante el año 2019 y 2020.

Específicos:

1. Describir las situaciones de violencia al interior de la institución educativa Emaús

que se ha identificado, así como las más significativas presentes en el entorno del

plantel.

2. Contrastar los lugares en los cuales los estudiantes se sientes más seguros e

inseguros dentro y fuera del colegio

3. Describir dentro del contexto local la implicación de la violencia al interior de estos

escenarios, así como la repercusión que tiene la violencia ejercida en los

alrededores dentro del centro educativo, desde las propuestas de investigación que

para ello se han desarrollad


MARCO TEORICO

La violencia desde su intento de conceptualización ha sido ampliamente abordada por


innumerables escritores, en busca de establecer con denuedo y precisión una aproximación
lingüística, que permita identificar e individualizar sus actores y elementos, logrando una
representación clara de la realidad, a pesar de que, tal objetivo ha resultado ser tan
abundante como frustrante, debido a la falta de unanimidad y/o consenso entre quienes de
manera casi dogmática e ideológica intentan poner cimiento y piedra angular que
direccione la comprensión de esta realidad, a costa de la falta de comunidad entre sus
pretensores. Sin embargo, no todo ha sido agotante en esta noble causa, pues
aproximaciones a ello han naufragado hasta nosotros y han alcanzado aceptación entre
quienes buscan simplemente identificar en el mundo del lenguaje este fenómeno social, sin
tanto conflicto y tal es la definición traída por Vivas Piñeros. (2016) quien define de
manera simple la violencia como. « Todas aquellas actuaciones de individuos o grupos que
ocasionen la muerte de otros o lesionen su integridad física o moral. P.277»

No siendo esta última, una definición exclusiva o indiscutible toda vez que hace parte de las
muchas aproximaciones, para algunos simplistas, pero que encuentran aceptación entre
quienes no buscamos más allá que la intelección de la realidad mediante el uso del
lenguaje. Así las cosas, podríamos recoger La que hace Bourdieu sobre la violencia
simbólica.

El poder simbólico no emplea la violencia física sino la violencia simbólica,


es un poder legitimador que suscita el consenso tanto de los dominadores
como de los dominados, un «poder que construye mundo» (worldmaking
power)» en cuanto supone la capacidad de imponer la «visión legítima del
mundo social y de sus divisiones» (Bourdieu, 1987b: 13)

Sin ser menos importante, para que no se prevenga por el orden en que se cita, toda vez que
no confluye en competencia una de la otra, ya que no se excluyen, sino que encuentran
complemento en el intento de comprensión lingüística del concepto de violencia Simbólica
este trabajo, se coteja la siguiente.

Bourdieu describe la violencia simbólica como «esta forma de violencia que


se ejerce sobre un agente social con su complicidad» (Bourdieu-Wacquant,
1992: 142)

A partir de ello, podemos contrastarla con una definición de violencia primitiva y genérica
pero bastante sensible de aprehensión, partiendo de estas tres aproximaciones conceptuales,
de modo tal que, a diferencia de la violencia simbólica la violencia se puede entender como
todo acto de uno o varios individuos destinados a causar lesión o daño a otro grupo o
individuo, sea físico, moral cuyo propósito en afectar la integridad de este o estos.

Entre tanto Los barrios y las escuelas son dos espacios geográficos en los que se ejerce de
modo especialmente intenso y sutil la violencia simbólica. En La miseria del mundo
hallamos un incisivo capítulo titulado «Efectos del lugar» en el que puede leerse lo
siguiente:

«Debido al hecho de que el espacio social está inscrito a la vez en las


estructuras espaciales y las estructuras mentales, que son el producto de la
incorporación de las primeras, el espacio es uno de los lugares donde se
afirma y ejerce el poder, y sin duda en la forma más sutil, la de la violencia
simbólica como violencia inadvertida: los espacies arquitectónicos —cuyas
conminaciones mudas interpelan directamente al cuerpo y obtienen de éste,
con tanta certeza como la etiqueta de las sociedades cortesanas, la
reverencia, el respeto que nace de alejamiento o, mejor, del estar lejos, a
distancia respetuosa— son en verdad los componentes más importantes, a
causa de su misma invisibilidad, de la simbólica del poder y de los efectos
totalmente reales del poder y simbólico» (1999: 122)
Por tal motivo resulta necesario abordar dicho fenómeno desde una óptica mucho más
delimitada, para poder identificar de manera somera las incidencias del mismo que se tenga
por parte de una comunidad particular y de sus efectos y de sus implicaciones. Así es como
descendemos al caso colombiano sobre el fenómeno de la violencia, particularmente en la
ciudad de Medellín, el sector de Manrique barrio Guadalupe, tomando como población de
estudio a los estudiantes del colegio parroquial Emaús.

La acción pedagógica, difusa o institucionalizada, es conceptualizada como


una forma sutil de violencia simbólica persistente orientada a producir un
habitus mediante la interiorización de un arbitrario cultural «capaz de
perpetuarse y perpetuar en las prácticas los principios de la arbitrariedad
cultural interiorizada» (Bourdieu-Passeron, 2002: 47).

Bourdieu distingue la acción pedagógica que se conserva como capaz de producir un


habitus de las acciones de violencia simbólica discontinuas y extraordinarias como las del
profeta, el «creador» intelectual o el hechicero, que «sólo pueden provocar la
transformación profunda y duradera de aquellos a quienes alcanzan, en la medida en que se
prolongase en una acción de inculcación continua» (Bourdieu-Passeron, 2002: 18).
Bourdieu establece una analogía entre el habitus y el capital genético, entre la transmisión
del capital cultural y la transmisión del capital genético. La inculcación pedagógica es
análoga a la generación en tanto que transmite una información generadora de información
semejante. El trabajo pedagógico tiende a reproducir las condiciones sociales de producción
del arbitrario cultural, o sea, las estructuras objetivas de las que es producto, por mediación
del habitus como principio generador de prácticas reproductoras de las estructuras
objetivas. La educación, considerada como proceso a través del cual se realiza en el tiempo
la reproducción arbitrario cultural, es equivalente, en el ámbito de la cultura, a la
transmisión del capital genético, en el ámbito de la biología.

Colombia, una de las democracias más antiguas y duraderas, es un país de


ingresos medios, rico en recursos naturales y humanos que ha alcanzado
mejoras sostenidas en sus indicadores sociales y económicos a lo largo de las
últimas décadas. Sin embargo, este desarrollo se ha dado a pesar de 50 años
de ebullición lenta de una guerra civil, así como del crecimiento de los
carteles de la droga y de niveles de criminalidad y violencia, tanto urbana
como rural, cada vez más altos.
(Moser, 1999, p.3)

Realidad que no se aleja del contexto local, dado que Medellín resulta ser la segunda ciudad
más importante del país, en la cual confluyen personas de todos los lugares, y en los cuales
se desarrollan escenarios de violencia que no escapan a sus elevados barrios, y que
delimitan la realidad social de la bella ciudad.

Tanto en Medellín como en las otras grandes ciudades capitales del país, ha
estado presente la preocupación de comprender y conjurar los procesos de
violencia urbana. Ciertamente, la mayoría de explicaciones están
circunscritas a factores estructurales, lo cual sigue la tendencia general para
los estudios sobre la violencia en Colombia
(Dávila, 2016, p.113)

Dicho fenómeno de violencia en la ciudad afecta no solo a quienes participan y la


producen, o en su defecto fomentan y financian, sino a la población en general, que no ve
con buenos ojos la creciente exposición a la misma en sus lugares de residencia, trabajo y
estudio, siendo este último uno de los lugares que representa mayor preocupación, por la
población que alberga, niños, niñas y adolescentes en proceso de formación académica,
representando dentro del colectivo común una esperanza generacional para el mañana.
Estos niños, niñas y adolescentes incluidos en el sistema de educación en instituciones para
ello establecidas en la ciudad de Medellín, sin excluir los que no, durante las últimas
décadas han tenido que aprender a convivir con la realidad de violencia en sus entornos, lo
cual debe ser abordado no desde la óptica de común, sino desde lo subjetivo.

La problemática de la violencia ha despertado un interés creciente a nivel


mundial, a partir de los problemas cotidianos que se registran en las
escuelas. Sin embargo, ¿de qué hablamos cuando decimos "la violencia en la
escuela"? El concepto mismo de violencia no es algo simple de entender, ya
que implica una compleja significación.
(Averbuj y otros, 2007, p.3)

La escuela resulta ser en principio el escenario para que las generaciones más jóvenes,
reconstruyan de manera cronológica el desarrollo científico, histórico y social que hemos
desarrollado durante siglos de existencia de la humanidad, de allí que su papel esté ligado a
la construcción de los conocimientos necesarios para poner al aprendiz en el estado de
conocimiento de la época, actualizándolo durante un ciclo de aprendizaje continuo en los
saberes desarrollados que les permitan tener herramientas para interactuar en el engranaje
social. No obstante, no se reduce a eso solamente, toda vez que dicho escenario posibilita la
interacción subjetiva de sus individuos, forjando lasos sociales, que no se limitan al entorno
académico, sino que desbordan los límites de la escuela hasta llegar al entorno familiar y de
barrio, lo cual traen como consecuencia, que se posibilite una trasmisión de experiencias y
de vivencias propias de esos entornos, lo que definitivamente cambia la realidad social de
quienes las comparten, toda vez que muchas de esas experiencias vienen permeadas por el
fenómeno de la violencia.

El sistema educacional reproduce la distribución del capital cultural entre las


clases, en la medida en que la cultura que transmite sea más cercana a la
cultura dominante y en la medida en que sea inculcada por la propia familia. 
La escuela reproduce la ideología dominante, sus formas de conocimiento y
la distribución de la capacitación necesaria para reproducir la división social
del trabajo. La escuela funciona como una agencia de la reproducción social
y como un mecanismo de imposición cultural o propiamente dicho, de
violencia simbólica de la cultura de las clases dominantes sobre las
subculturas, y de esta forma se legitiman tanto el capitalismo como las
prácticas sociales dominantes. [ CITATION Nie14 \l 9226 ]

Así las cosas, abordar problemáticas como la injerencia del fenómeno de la violencia,
traído al entorno escolar, resulta un trabajo arduo debido a que no basta con reducirlo a un
enfoque de estudio llamado violencia en la escuela, sino que tiene que adquirir un espectro
más amplio, una gama más profunda de elementos, situaciones y personajes que la
posibilitan y desarrollan, no obstante, sobre la materia se ha desarrollado mucho en temas
de investigación.

Pero es de notar que, en el diario vivir, el tema de la violencia escolar no se


debate suficientemente, porque el término y la representación que de ella se
tiene funcionan como etiquetas mutantes cooptables y superficiales, lo
mismo que las expresiones: convivencia, democracia, ciudadanía y
corresponsabilidad. Cuando esto sucede, las expresiones van perdiendo su
potencia descriptiva; estas aparecen como rótulos o máscaras del lenguaje
que ocultan gran cantidad de fenómenos interconectados, situaciones
conflictivas, eventos agresivos, comportamientos incontrolables, actitudes
desadaptadas y gestos agresivos que irrumpen en la cotidianidad de la vida
de las personas y de las instituciones educativas.
(Ghiso, 2012, p.817)

Por tal razón lo que se pretende en este trabajo no es abordar la problemática de violencia
sobre el fenómeno de violencia al interior de la institución y en el entorno del mismo,
lograr lo que no se ha planteado en otras investigaciones sobre violencia en el aula y la
escuela , y es la la subjetividad de quienes confluyen como reproductores de violencia,
victimas y espectadores en el entorno académico, los niños, niñas y adolescentes en etapa
escolar, al punto de lograr obtener no la génesis de la problemática en si como muchos
otros lo han propuesto.

Cada sistema de enseñanza institucionalizada debe las características


específicas de su estructura y de su funcionamiento al hecho que debe
producir y reproducir, a través de los medios propios de la institución, las
condiciones institucionales cuya existencia y persistencia son necesarias
tanto para el ejercicio de sus funciones propias…como para la reproducción
de una arbitrariedad cultural [CITATION bor79 \p 25 \l 9226 ]
Por tal motivo resulta necesario que se aborde tal problemática no desde lo tradicional, sino
desde una óptica diferente, la cual nos arroje una mirada personal de los sujetos que hacen
parte de manera pasiva o activa, logrando medianamente desentrañar el sentimiento que
tiene ellos sobre la situación que los embarga. Esta forma de ver el conflicto tanto dentro
como alrededor del centro educativo pretende ser explorado.

El propósito de esta investigación es centrarse en el problema concreto de la


"violencia" de los niños en la escuela y, a partir de allí, rastrear los múltiples
determinantes que influyen en su producción, contemplando los aspectos
individuales, familiares, institucionales y sociales, a fin de lograr una
primera mirada ampliada en su complejidad y no reduccionista de la
situación.
(Averbuj y otros, 2007, s.p.)

Ya que como se advirtió con antelación, las investigaciones que sobre violencia en el
entorno social se han presentado, se han reducido a tratar de explicar los orígenes de esa
violencia, y de la repercusión de las acciones violentas que permean el entorno académico,
sin dejar más que un rastro de situaciones y hechos que explican parte del fenómeno pero
que no abordan desde la subjetividad la perspectiva de quienes concurren estos centros
educativos.

Las acciones violentas, que se suceden a diario en las comunas y barrios de


la ciudad, desarticulan socialmente a la población estudiantil y la deja
definitivamente por fuera de la institucionalidad, sin voz, sin espacios de
encuentro y sin la posibilidad de ejercer sus derechos
(Ghiso, 2012, p.819)

Por tal motivo, esta propuesta innovadora se presenta como una oportunidad para conocer
más de fondo, el pensamiento individual de un grupo de población, frente a una
problemática local, en lo que respecta con la incidencia de la violencia del barrio en la
escuela, logrando develar una idea entre quienes conviven con ella, de manera que se logre
un acercamiento a las entrañas de la situación, tomando como vehículo para comprender el
impacto, o la consecuencia entre quienes la padecen o toleran, entre quienes la promueven
o resisten, quienes conviven con ella, permitiendo ingresar al ojo del huracán sin tratar de
explicarlo, solo recogiendo las huellas de su paso entre quienes lo soportan.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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