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Un recorrido expositivo
de la epístola a los Romanos
Hugo Efraín Vásquez
“Al único sabio Dios, sea la gloria para siempre
por medio de Jesucristo! Amén”
Romanos 16:27
Título: Romanos verso por verso
Autor: ©Hugo Efraín Vásquez
Fecha: 2019
1ª edición
Registro de Propiedad Intelectual: 1907231511734.
©Todos los derechos reservados
No se permite la reproducción total o parcial de esta obra por ningún medio,
sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotografía, sin
permiso de previo de su autor.
ÍNDICE
1.- INTRODUCCIÓN A LA EPÍSTOLA A LOS ROMANOS
2.- Introducción (1:1-15)
3.- El Evangelio y la justicia de Dios (16-17)
4.- Condenación: La necesidad de la justicia de Dios (Ro 1:18-3:20)
5.- Justificación: La provisión de la justicia de Dios (Ro 3:21-5:21)
6.- Santificación: La demostración de la Justicia de Dios (6:1-8:39)
7.- Restauración: El conflicto de Israel y la justicia de Dios (Ro 9:1-11:36)
8.- Aplicación: La conducta de la justicia de Dios (12:1-15:13)
9.- Conclusión, últimas palabras de Pablo
Bibliografía:
1.- INTRODUCCIÓN A LA EPÍSTOLA A LOS
ROMANOS
En fin, esta carta es uno de los Escritos que ha impulsado la gran mayoría del
pensamiento teológico a lo largo de la historia. Por esta razón es de suprema
importancia que todo estudiante de la Biblia se familiarice con esta epístola,
que adquiera herramientas adecuadas para la interpretación de esta, para
poder aplicar su mensaje en sus vidas y ministerios.
El texto griego tomado del Textus Receptus (TR) dice: kletois agiois[20],
literalmente “llamados santos”.
Dice el comentarista Elvis L. Carballosa: “El vocablo “llamados es un
adjetivo verbal que modifica al sustantivo Santos. Literalmente dice
<<llamados santos>> quizás sería mejor decir <<santos por llamamiento>>
“[21]
Mientras que las traducciones al español hacen énfasis en el aspecto continuo
y futuro de la santificación en el griego nos encontramos con el énfasis en la
santidad posicional después del llamamiento.
Personalmente no encontré algún autor que explicara el criterio por el cual la
mayoría de las traducciones al español optan por esa traducción. Sin
embargo, lo que si está claro es que en la doctrina cristiana la santidad tiene
este doble aspecto: posicional y progresivo. Es decir, somos santos
posicionalmente ya que somos apartados para Dios, pero también somos
llamados a vivir en santidad lo cual es el aspecto progresivo de la
santificación.
La paradoja de la fe cristiana es que “somos llamados a llegar a ser lo que
somos”
Con esta descripción de los creyentes de Roma Pablo nos muestra que él no
se sentía un cristiano privilegiado, sino que las características de “amados por
Dios” “llamados a ser santos” son de todo cristiano.
“Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz”
“Gracia y paz” son un saludo característico del apóstol autor de esta epístola.
Probablemente tiene un sentido mucho más profundo que el que nosotros
imaginamos, ya que combina la palabra “gracia” del griego Jaris, el elemento
central de la fe cristiana, con la palabra “Paz” del griego Eirene pero a la vez
tomado del hebreo Shalom que era en ese tiempo y es actualmente también el
saludo característico del judaísmo. De esta manera el apóstol crea un saludo
original del cristianismo pero que lo une con sus raíces judías del Antiguo
Testamento.
También podemos notar aquí que la Gracia y la Paz provienen de Dios
nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Lo cual nos hace pensar en la igualdad
que existe entre las dos personas de la Trinidad.
“En primer lugar, por medio de Jesucristo doy gracias a mi Dios por todos
ustedes, pues en el mundo entero se habla bien de su fe”
Nuevamente podemos ver el nombre de Jesucristo como mediador e
intercesor de las cosas que como cristianos hacemos.
Pablo da gracias a Dios por los creyentes de Roma y en especial porque en el
mundo entero se habla bien de su fe. Podemos notar con esto que el autor no
se siente mal por no haber sido el fundador de la iglesia, más bien siente
alegría por el trabajo que alguien más hizo con ellos. No encontramos alguna
envidia ministerial.
También es interesante notar el alcance que tenía la fe de los romanos, ya que
Pablo dice que en el mundo entero se hablaba bien de su fe. Obviamente
Pablo está usando una figura literaria llamada hipérbole, que consiste en una
exageración de la realidad. Ya que no “todo el mundo” conocía la fe de los
romanos, probablemente solo la mayoría del mundo conocido por Pablo, y
probablemente solo entre los cristianos. Sin embargo, si se debe admirar el
impacto que la vida de fe puede tener en nuestro entorno.
Preguntas de aplicación:
¿Sentimos envidia o celo ministerial con otros cristianos quienes obtienen
resultados que nosotros quisiéramos en el ministerio?
En nuestro entorno ¿se habla bien o mal de nuestra fe?
La oración de Pablo era para que por fin se le abran las puertas para visitar
Roma. Podemos ver la respuesta de Dios a estas oraciones en parte en 15:22-
29.
Sin embargo, al analizar el viaje de Pablo a Roma descubriremos que no fue
un viaje próspero ya que lo hizo como prisionero, tuvo un naufragio, un
encuentro con una serpiente y como dice la tradición, probablemente murió
ejecutado en Roma. Dios tenía sus planes y a la final todo resultó para el
bienestar del Evangelio. Pablo mismo era consciente de estas cosas,
podemos ver Filipenses 1:12.
Otro factor importante al analizar los impedimentos que tenía Pablo para
visitar a los romanos es que Dios mismo pudo ser quien lo impedía ya que si
no hubiese sido así no tendríamos esta Epístola que como ya hemos
mencionado para muchos es el centro del Nuevo Testamento. Véase Hechos
16:7.
Pregunta de aplicación:
¿Estamos conscientes de que aún las dificultades que vivimos pueden
ayudar al bienestar del Evangelio?
“Tengo muchos deseos de verlos para impartirles algún don espiritual que
los fortalezca”
Cuando nos encontramos con la frase “don espiritual” muchas veces lo
primero viene a nuestra mente es la lista de dones espirituales de 1 Corintios
12:4-11 o de esta misma Epístola en 12:3-8; y nos imaginamos a un Pablo
que impone las manos sobre la gente y esta sobrenaturalmente recibe un “don
espiritual”. Sin embargo debemos recordar que en el griego Jarisma o “don”
es simplemente un regalo; y un regalo espiritual que Pablo podía hacerles a
los romanos era el simple hecho de compartir la Palabra de Dios con ellos, o
animarles y confortarles de alguna manera.
Por esta razón es que en el siguiente versículo lo aclara:
“mejor dicho, para que unos a otros nos animemos con la fe que
compartimos”
Es decir, no solo Pablo esperaba dar algo a los romanos, sino que también
esperaba recibir algo de ellos. Pablo no se sentía el salvador de la iglesia de
Roma. Esta es una actitud muy interesante y digna de imitar para un
misionero, pastor o cualquiera encargado de predicar el Evangelio y edificar
la Iglesia.
Pregunta de aplicación:
¿Reconocemos que al hacer la misión de Dios y predicar el Evangelio en
algún lugar y a cualquier grupo de personas, no solo vamos a dar, sino
que también podemos recibir algo?
Pregunta de aplicación:
¿Sentimos nosotros la carga y la obligación de predicar el Evangelio a las
demás personas como si tuviéramos una deuda con ellos?
“sean cultos o incultos, instruidos o ignorantes. De allí mi gran anhelo de
predicarles el evangelio también a ustedes que están en Roma”
Pablo nos deja ver nuevamente el alcance universal del Evangelio. Tanto para
“cultos o incultos” en otras traducciones y como está literalmente “griegos y
bárbaros”. Ya que de la misma manera en que los judíos discriminaban a los
no judíos y los llamaban “gentiles” los griegos también discriminaban a los
no griegos llamándoles “bárbaros”. Pero de ahí el anhelo de Pablo de
unificar a todas las naciones de la tierra en el llamado a ser parte del Pueblo
de Dios. Al decir, “Instruidos o ignorantes” se hace referencia también a la
universalidad del Evangelio, no solo geográficamente sino también
culturalmente.
Podemos terminar la introducción con la reafirmación de que la motivación
principal de Pablo es la de predicar el Evangelio.
3.- El Evangelio y la justicia de Dios (16-17)
1:16 A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos
los que creen: de los judíos primeramente, pero también de los gentiles. 1:17 De hecho, en el
evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está
[24]
escrito: «El justo vivirá por la fe.»
“A la verdad”
La partícula griega gar se refiere a una razón usada muy a menudo en una
argumentación. La Reina Valera traduce “Porque”. Aquí Pablo pretende
explicar sus razones y motivos para predicar el Evangelio.
“no me avergüenzo del evangelio”
Esta es una frase que ha motivado a misioneros, predicadores y cristianos en
general a lo largo de la historia de la Iglesia. Es una declaración que llena de
valor. Aun cuando reconoce también que en muchas ocasiones sintió temor
de hablar, esto no era por vergüenza del mensaje sino por las limitaciones
humanas. (1 Corintios 2:1-5)
Otro asunto interesante para analizar es que cuando Pablo exclama “no me
avergüenzo”. Esto se puede entender en un sentido pasivo, que solamente
Pablo no sentía vergüenza del mensaje. Sin embargo, algunos expertos en
lenguas antiguas opinan que Pablo estaba usando una expresión que por
medio de una afirmación que niega algo para enfatizar el apego a lo
opuesto[25]. Como cuando alguien dice: “no me causa gracia tu comentario”
lo que en realidad quiere decir es que “me molestó tu comentario”.
En otras palabras, lo que queremos afirmar es que Pablo no solo que no se
avergonzaba del Evangelio, sino que se sentía orgulloso del mismo. Un
concepto más activo. Y esto se lo puede comprobar con toda su vida y
testimonio.
¿Qué quiso decir Pablo con que el Evangelio revela la justicia de Dios?
Muchos de los estudiosos coinciden en que la Justicia de Dios revelada en el
Evangelio puede entenderse de tres maneras.
a) La Justicia que es inherente al carácter de Dios. Es decir, Dios es
Santo y no comete ninguna injusticia. Por lo mismo Dios se
mantiene fiel a las promesas hechas a los antepasados en el
Antiguo Testamento.
b) El Evangelio nos revela la justicia que es requerida para el ser
humano, y que nadie pudo vivirla sino solo Jesús, y por eso él
fue el que murió por toda la humanidad.
c) La Justicia que nos es imputada a los creyentes por medio de la
fe en Jesucristo. El resto de la Epístola y en especial el
capítulo 4 nos explicará de mejor manera cómo nos es imputada
a nosotros la justicia de Dios.
Estos tres aspectos de la justicia de Dios se los puede mirar en este pasaje:
Romanos 3:25 Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación que se recibe por la fe en su sangre,
para así demostrar su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los
pecados; 3:26 pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia. De este
modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús[29].
Sin embargo, podemos ver aquí que el criterio de los traductores de la NVI ha
sido dar más importancia al punto c) de nuestro análisis. En base también a
los siguientes versículos que analizaremos inmediatamente.
“la cual es por fe de principio a fin”
Literalmente dice el TR “De fe y para fe”.
Antes de adelantarnos a dar la interpretación adecuada a la frase,
detengámonos a hacer un pequeño análisis del término fe.
El griego Pistis según el diccionario Strong del Nuevo testamento nos dice
que este término puede ser traducido como: fe, credibilidad, confianza, fiel o
fidelidad[30]. Esto lo podemos comprobar en otros pasajes del Nuevo
Testamento como:
Tit 2:10 No deben robarles sino demostrar que son dignos de toda confianza (pistis), para que en todo
hagan honor a la enseñanza de Dios nuestro Salvador.[31]
Mientras que Pablo nos revela aquí a ese Dios que es justo, pero a la vez por
medio del Evangelio de Jesucristo nos perdona y nos hace justos por medio
de la fe.
4.- Condenación: La necesidad de la justicia de Dios
(Ro 1:18-3:20)
Luego de que Pablo nos hablara de la justicia de Dios que se revela en el
Evangelio, pasa ahora a explicarnos el porqué de la necesidad de la justicia de
Dios. Es decir, no solamente es necesario mostrar la cura cuando el paciente
no conoce o rechaza su enfermedad. Por esta razón es que en los programas
de rehabilitación de Alcohólicos Anónimos el primer paso es reconocer que
se tiene un problema. Es decir, esta sección nos enseña que el problema no
es que haya gente injusta, el problema es que algunos creen que son
justos.
1:19 Me explico: lo que se puede conocer acerca de Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo
ha revelado.
1:20 Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y
su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene
excusa.
Nuevamente Pablo profundiza más en sus argumentos. En esta ocasión nos
presenta una apología evidencialista de la existencia de Dios, en base a lo que
en teología se conoce como la Revelación General o Natural.
Pablo concluye su argumento con la frase: “de modo que nadie tiene
escusa”. No existe ningún ser humano que pueda alegar el día del juicio que
no tuvo evidencias de la existencia de Dios. Aún las culturas antiguas de
Sudamérica como los Incas, conocían de un Dios creador al que
denominaban Pachacamac, cuya representación o manifestación visual era el
Sol.
“De modo que nadie tiene escusa” nos da a entender que todo ser humano
tendrá que responder según el grado de revelación al cuál haya tenido
acceso.
Pregunta de aplicación:
¿Estamos conscientes de que la Biblia es nuestra base absoluta de ética o
tenemos la tendencia de razonar con la Biblia cuando algo no nos
conviene?
“y se les oscureció su insensato corazón”
Ahora podemos ver cómo el resultado de este proceso es la degradación del
corazón del ser humano. Todo comenzó con no reconocer a Dios. El proceso
de degeneración quedaría de la siguiente manera:
a) Si no reconocemos a Dios
b) Dejamos de darle gloria,
c) Y ahora como consecuencia de eso dejamos de darle gracias.
d) Nos extraviamos en nuestros razonamientos
e) Se oscurece el corazón
Sabemos que en la biblia la oscuridad muchas veces es sinónimo de lo malo,
contrastando con la luz que es lo bueno. Jesús dijo: “Yo soy la luz del
mundo” (Juan 8:12).
El corazón, en la cultura judía es una metáfora de lo que tenemos en nuestro
interior, sentimientos, pensamientos, y el motor de nuestra voluntad. Por tal
razón afirmar que el corazón de la humanidad gentil se ha oscurecido es dejar
claro que todo el ser está en tinieblas.
A continuación, Pablo se va a referir a una de las principales manifestaciones
de un corazón entenebrecido:
“Aunque afirmaban ser sabios, se volvieron necios y cambiaron la gloria
del Dios inmortal por imágenes que eran réplicas del hombre mortal, de las
aves, de los cuadrúpedos y de los reptiles”
En el caso de las culturas gentiles era muy claro que se cambió la gloria de
Dios por la de los seres creados. Ya que en muchas de ellas es común la
adoración a animales, fenómenos natrales o al mismo ser humano.
Parece ser que todos los seres humanos hemos sido programados para adorar.
Y si no conocemos o no tomamos en cuenta al Dios verdadero esa adoración
tiene que necesariamente manifestarse hacia cualquier otro objeto.
1:24 Por eso Dios los entregó a los malos deseos de sus corazones, que conducen a la impureza
sexual, de modo que degradaron sus cuerpos los unos con los otros.
1:25 Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a los seres creados antes que
al Creador, quien es bendito por siempre. Amén.
1:26 Por tanto, Dios los entregó a pasiones vergonzosas. En efecto, las mujeres cambiaron las
relaciones naturales por las que van contra la naturaleza.
1:27 Así mismo los hombres dejaron las relaciones naturales con la mujer y se encendieron en
pasiones lujuriosas los unos con los otros. Hombres con hombres cometieron actos indecentes, y en sí
mismos recibieron el castigo que merecía su perversión.
1:28 Además, como estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, él a su
vez los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer.
1:29 Se han llenado de toda clase de maldad, perversidad, avaricia y depravación. Están repletos de
envidia, homicidios, disensiones, engaño y malicia. Son chismosos,
1:30 calumniadores, enemigos de Dios, insolentes, soberbios y arrogantes; se ingenian maldades; se
rebelan contra sus padres;
1:31 son insensatos, desleales, insensibles, despiadados.
1:32 Saben bien que, según el justo decreto de Dios, quienes practican tales cosas merecen la muerte;
sin embargo, no sólo siguen practicándolas sino que incluso aprueban a quienes las practican.
El término que usa Pablo es Paradídomi que puede traducirse también como
“rendirse” o “ceder” [43]. Es decir, lo que se quiere expresar es que Dios dejó
a los pecadores a su propia suerte. No pone freno a su maldad.
Esta idea está mejor expresada en la TLA.
Rom 1:24 Por eso Dios los ha dejado hacer lo que quieran, y sus malos pensamientos los han llevado a
hacer con sus cuerpos cosas vergonzosas.
Rom 1:28 Como no han querido tener en cuenta a Dios, Dios los ha dejado hacer todo lo malo que su
mente inútil los lleva a hacer. [44]
El abandono de Dios a los seres humanos en sus pecados más que permisivo
es judicial. Es la manifestación de su ira.
Una ilustración que nos puede ayudar a comprender este asunto es la de
aquella persona que lleva a pasear a su perro con una correa, pero mientras
caminan el perro no quiere dejarse llevar, sino que jala a su dueño por donde
él quiere. Llega un momento en el que el dueño se cansa de esto y suelta al
perro para siga su camino.
Pregunta para el diálogo:
¿Será que Dios juzga nuestros pecados al abandonarnos a las
consecuencias de estos?
1:29 Se han llenado de toda clase de maldad, perversidad, avaricia y depravación. Están repletos de
envidia, homicidios, disensiones, engaño y malicia. Son chismosos,
1:30 calumniadores, enemigos de Dios, insolentes, soberbios y arrogantes; se ingenian maldades; se
rebelan contra sus padres;
1:31 son insensatos, desleales, insensibles, despiadados.
Si enumeramos los pecados que contiene el verso 29 veremos que tienen que
ver con el egoísmo del ser humano. De igual manera en los versos 30 y 31
toda esta clase de pecados tienen sus raíces en el egoísmo. Sin embargo,
sobresale la frase: “enemigos de Dios” o cómo dice la RV “aborrecedores de
Dios” es decir, a este punto la depravación del ser humano que comenzó solo
con la indiferencia ante el creador se vuelve de carácter activo en odio hacia
Dios. Ya que el término es theosthygeis que literalmente es aborrecer u
odiar. [48]
“Saben bien que, según el justo decreto de Dios, quienes practican tales
cosas merecen la muerte; sin embargo, no sólo siguen practicándolas, sino
que incluso aprueban a quienes las practican”
Pablo concluye aquí su argumento con la idea con la que comenzó el mismo.
Dice: “saben bien” o “habiendo entendido”. Haciendo referencia a que la
Revelación Natural de Dios en la creación es suficiente para dejarle al ser
humano sin escusa delante de Dios, pues la realidad de un Creador que
sostiene y gobierna nos invita a pensar que vivir en contra de las reglas
naturales implantadas por él nos hace merecedores de la muerte.
Sin embargo, el texto nos muestra que la depravación en el ser humano es tal,
que no sólo practica el pecado, sino que aprueba o alienta a otros a que lo
practiquen también. De esta manera podemos entender más claramente cómo
el ser humano que comenzó siendo indiferente ante Dios se vuelve enemigo
de él.
4.2.- Judíos injustos (Ro 2:1-3:8)
Luego del argumento tan completo del capítulo 1 acerca de la culpabilidad de
la humanidad gentil, ahora en este capítulo Pablo se va a referir al pueblo
judío.
4.2.1.- Moralistas que juzgan y se condenan a sí mismos
2:1 Por tanto, no tienes excusa tú, quienquiera que seas, cuando juzgas a los demás, pues al juzgar a
otros te condenas a ti mismo, ya que practicas las mismas cosas.
2:2 Ahora bien, sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas se basa en la
verdad.
2:3 ¿Piensas entonces que vas a escapar del juicio de Dios, tú que juzgas a otros y sin embargo haces
lo mismo que ellos?
2:4 ¿No ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su paciencia, al
no reconocer que su bondad quiere llevarte al arrepentimiento?[49]
“Por tanto”
“Por tanto” quiere decir, sobre la base de todo lo dicho antes lo dicho antes.
Es decir, esta sección no se puede leer separada de su contexto.
“no tienes excusa tú, quienquiera que seas”
Pablo aquí pasa a hablar con un lector hipotético “tu, quienquiera que seas”.
La mayoría de los comentaristas coinciden en que el auditorio al que se
refiere Pablo aquí es a los judíos, ya que en versículo 17 lo afirma
claramente:
“Ahora bien, tú que llevas el nombre de judío; que dependes de la ley y te jactas de tu relación con
Dios”
Sea judío o gentil aquí encontramos una denuncia en contra de todo aquel que
juzga a los demás, mientras que practica las mismas cosas.
Los judíos basaban sus juicios en la ley, mientras que los filósofos moralistas
también lo hacían según sus sistemas de ética. Pero al mismo tiempo tener la
ley escrita o en la conciencia no es garantía de practicarla por lo tanto eso no
los justifica delante de Dios. Al contrario, cuando alguien juzga a otra
persona mientras se practica el mismo pecado, se condena a uno mismo.
Esa idea se repite en:
2:3 ¿Piensas entonces que vas a escapar del juicio de Dios, tú que juzgas a otros y sin embargo haces
lo mismo que ellos?
Muchas veces los judíos pensaban que por el hecho de poseer la Revelación
de Dios Escrita en su ley eso ya les daba una posición especial delante de
Dios y creían que tenían la libertad para seguir pecando.
“Ahora bien, sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales
cosas se basa en la verdad”
Mientras que los seres humanos hacemos nuestros juicios comparándonos los
unos con los otros, Dios es el único que puede juzgar conforme a la verdad,
ya que él es la verdad y la única fuente de moral absoluta.
Este texto nos aclara que la bondad de Dios no es una excusa para pecar, sino
que al contrario quiere llevarnos al arrepentimiento. Es un falso concepto de
la bondad y del amor de Dios cuando pecamos pensando que a la final Dios
nos va a perdonar. Cuando al contrario al hacer eso estamos “despreciando
las riquezas de la bondad de Dios”.
Es decir, según este texto la bondad de Dios se expresa en su tolerancia y su
paciencia. Ya que Dios tiene paciencia al pecador y no le otorga el castigo de
sus pecados el momento en que peca, sino que espera que se arrepienta. Pero
esto no quiere decir que Dios no vaya a hacer justicia contra el pecador. Si
bien es cierto Jesús cumplió las demandas de la justica y de la ira de Dios al
morir en la cruz, pero esto se aplica solamente a aquellos que han depositado
su fe en él. Para los demás solo les aguarda el justo juicio de Dios. De esto se
habla en los siguientes versículos.
2:5 Pero por tu obstinación y por tu corazón empedernido sigues acumulando castigo contra ti mismo
para el día de la ira, cuando Dios revelará su justo juicio.
2:6 Porque Dios «pagará a cada uno según lo que merezcan sus obras».
2:7 Él dará vida eterna a los que, perseverando en las buenas obras, buscan gloria, honor e
inmortalidad.
2:8 Pero los que por egoísmo rechazan la verdad para aferrarse a la maldad, recibirán el gran
castigo de Dios.
2:9 Habrá sufrimiento y angustia para todos los que hacen el mal, los judíos primeramente, y también
los gentiles;
2:10 pero gloria, honor y paz para todos los que hacen el bien, los judíos primeramente, y también los
gentiles.
2:11 Porque con Dios no hay favoritismos.
2:12 Todos los que han pecado sin conocer la ley, también perecerán sin la ley; y todos los que han
pecado conociendo la ley, por la ley serán juzgados.
2:13 Porque Dios no considera justos a los que oyen la ley sino a los que la cumplen.[52]
Es verdad que en todas partes en donde se menciona el día del juicio se hace
alusión a las obras de cada uno un ejemplo de esto es Salmo 62:11-12
Sin embargo, la Biblia también es clara que por las obras nadie será salvo
sino por la fe.
2:7 Él dará vida eterna a los que, perseverando en las buenas obras, buscan gloria, honor e
inmortalidad.
“Pero los que por egoísmo rechazan la verdad para aferrarse a la maldad,
recibirán el gran castigo de Dios. Habrá sufrimiento y angustia para todos
los que hacen el mal, los judíos primeramente, y también los gentiles”
En esta parte debemos comentar que la doctrina del castigo eterno o infierno
según las traducciones latinas tiene gran cantidad de opositores en el mundo
secular ya que les parece incompatible el carácter amoroso de Dios con la
existencia de dicho infierno. Pero lo que estas personas no toman en cuenta
es que el amor de Dios de ninguna manera anula su justicia. De otra manera
Dios simplemente perdonaría los pecados de la humanidad sin necesidad del
sacrificio de Jesús.
“Porque con Dios no hay favoritismos. Todos los que han pecado sin
conocer la ley, también perecerán sin la ley; y todos los que han pecado
conociendo la ley, por la ley serán juzgados. Porque Dios no considera
justos a los que oyen la ley sino a los que la cumplen”
En conclusión, sobre este tema podemos decir que el hecho de que el juicio
será por las obras no quiere decir que las obras salvarán a nadie. Ya que
como Pablo mismo argumenta, tanto la Revelación Natural de los gentiles y
la Revelación especial de los judíos solo sirven para dejarlos sin escusa
delante de Dios, no para salvarlos. Porque como la epístola lo aclarará luego,
nadie ha podido cumplir lo que la ley exige.
2:14 De hecho, cuando los gentiles, que no tienen la ley, cumplen por naturaleza lo que la ley exige,
ellos son ley para sí mismos, aunque no tengan la ley.
2:15 Éstos muestran que llevan escrito en el corazón lo que la ley exige, como lo atestigua su
conciencia, pues sus propios pensamientos algunas veces los acusan y otras veces los excusan.
2:16 Así sucederá el día en que, por medio de Jesucristo, Dios juzgará los secretos de toda persona,
como lo declara mi evangelio. [53]
Este pasaje nos ayuda a reflexionar sobre una gran verdad que se conoce
como: la ley moral escrita en el corazón. Muchos apologistas han usado como
uno de los argumentos de la existencia de Dios el “argumento moral” que
enseña que existen ciertos valores que se consideran como absolutos en
diferentes culturas y por todas las etapas de la historia. El argumento dice
que eso es parte de la Revelación General de Dios en la conciencia de los
seres humanos, o como dice el texto “la ley escrita en el corazón”
2:15 Éstos muestran que llevan escrito en el corazón lo que la ley exige, como lo atestigua su
conciencia, pues sus propios pensamientos algunas veces los acusan y otras veces los excusan.
“De hecho, cuando los gentiles, que no tienen la ley, cumplen por
naturaleza lo que la ley exige, ellos son ley para sí mismos, aunque no
tengan la ley”
Tener la ley escrita en el corazón es una clara muestra de porque no todos los
seres humanos son ladrones o asesinos etc. Y hay muchas personas que sin
conocer la ley de Dios son más morales y éticos que otros. Esto nos lleva a
cuestionar cómo entendemos el concepto tradicional de “depravación total”.
Esta no implica que todos los seres humanos sean totalmente malos o que
todo lo que hagan está mal. Sino que simplemente nos expresa que todas las
áreas del ser humano tienen algo de la naturaleza caída.
Pero aquí Pablo nos da a entender que puede haber gentiles que sin la ley
cumplan lo que la ley exige, esto se debe a que existe cierta manifestación de
“gracia común o general” por medio de la Revelación de la ley moral en el
corazón.
Claro está que esto no garantiza la salvación de nadie ya que la salvación
fuera del Evangelio implicaría perfección y esto nadie lo ha logrado. Pero si
implica que hay seres humanos que tienen más conciencia de la moralidad de
Dios que otros.
“Así sucederá el día en que, por medio de Jesucristo, Dios juzgará los
secretos de toda persona, como lo declara mi evangelio”
Para concluir esta sección Pablo nos recuerda que el juicio final será por
medio de Jesucristo. Y finaliza diciendo “como lo declara mi evangelio”. Ya
que el Evangelio no trata solamente del amor de Dios sino también del juicio
a los pecadores.
2:17 Ahora bien, tú que llevas el nombre de judío; que dependes de la ley y te jactas de tu relación con
Dios;
2:18 que conoces su voluntad y sabes discernir lo que es mejor porque eres instruido por la ley;
2:19 que estás convencido de ser guía de los ciegos y luz de los que están en la oscuridad,
2:20 instructor de los ignorantes, maestro de los sencillos, pues tienes en la ley la esencia misma del
conocimiento y de la verdad;
2:21 en fin, tú que enseñas a otros, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas contra el robo,
¿robas?
2:22 Tú que dices que no se debe cometer adulterio, ¿adulteras? Tú que aborreces a los ídolos, ¿robas
de sus templos?
2:23 Tú que te jactas de la ley, ¿deshonras a Dios quebrantando la ley?
2:24 Así está escrito: «Por causa de ustedes se blasfema el nombre de Dios entre los gentiles.»
2:25 La circuncisión tiene valor si observas la ley; pero si la quebrantas, vienes a ser como un
incircunciso.
2:26 Por lo tanto, si los gentiles cumplen los requisitos de la ley, ¿no se les considerará como si
estuvieran circuncidados?
2:27 El que no está físicamente circuncidado, pero obedece la ley, te condenará a ti que, a pesar de
tener el mandamiento escrito y la circuncisión, quebrantas la ley.
2:28 Lo exterior no hace a nadie judío, ni consiste la circuncisión en una señal en el cuerpo.
2:29 El verdadero judío lo es interiormente; y la circuncisión es la del corazón, la que realiza el
Espíritu, no el mandamiento escrito. Al que es judío así, lo alaba Dios y no la gente.[54]
Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, pues gracias a
él ya hemos recibido la reconciliación[56]
Pero en esta ocasión se refiere a los cristianos, ya que solo por Jesucristo
podemos tener una relación con Dios, no por tener la ley escrita como creían
los judíos.
La principal ventaja del pueblo de Israel era la de tener la ley que como dice
Pablo es la “esencia misma del conocimiento y de la verdad” Es decir, todo
conocimiento humano está supeditado a la verdad de las Escrituras. Y de
esta fuente de verdad era poseedores los israelitas. Pero más adelante Pablo
aclarará que el tener el conocimiento de la Palabra de Dios no garantizaba la
salvación de nadie
En este pasaje Isaías está hablando de la misión del Siervo del Señor que,
según la interpretación de muchos judíos, era una imagen de la misión del
pueblo de Israel. Es por eso por lo que me parece que Pablo usa el sarcasmo
ya que Pablo tenía claro que el Siervo del Señor no era Israel sino el Mesías.
Y que el pueblo por sí mismo no podía ser guía de las otras naciones y luz en
la oscuridad. Sino que el único que es la luz de las naciones es Jesús. (Juan
8:12)
“en fin, tú que enseñas a otros, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas
contra el robo, ¿robas? Tú que dices que no se debe cometer adulterio,
¿adulteras? Tú que aborreces a los ídolos, ¿robas de sus templos? Tú que
te jactas de la ley, ¿deshonras a Dios quebrantando la ley?”
En cuanto a la idolatría dice: “Tú que aborreces a los ídolos, ¿robas de sus
templos?”. Probablemente se refiere a la hipocresía de algunos judíos que ni
siquiera se acercaban a los templos paganos, pero se daba muchos casos en
los que estos mismos judíos a escondidas robaban de esos templos.
Pregunta de aplicación:
¿Cómo nos sentimos cuando tenemos que predicar en contra de pecados
que nosotros mismos practicamos?
Así está escrito: «Por causa de ustedes se blasfema el nombre de Dios entre
los gentiles.»
Deuteronomio 30:6 »El Señor tu Dios circuncidará tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para
que lo ames con todo tu corazón y con toda tu alma, y tengas vida. (RV)
4.2.5.- Objeciones judías
3:1 Entonces, ¿qué se gana con ser judío, o qué valor tiene la circuncisión?
3:2 Mucho, desde cualquier punto de vista. En primer lugar, a los judíos se les confiaron las palabras
mismas de Dios.
3:3 Pero entonces, si a algunos les faltó la fe, ¿acaso su falta de fe anula la fidelidad de Dios?
3:4 ¡De ninguna manera! Dios es siempre veraz, aunque el hombre sea mentiroso. Así está escrito:
«Por eso, eres justo en tu sentencia, y triunfarás cuando te juzguen.»
3:5 Pero si nuestra injusticia pone de relieve la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Que Dios es injusto
al descargar sobre nosotros su ira? (Hablo en términos humanos.)
3:6 ¡De ninguna manera! Si así fuera, ¿cómo podría Dios juzgar al mundo?
3:7 Alguien podría objetar: «Si mi mentira destaca la verdad de Dios y así aumenta su gloria, ¿por
qué todavía se me juzga como pecador?
3:8 ¿Por qué no decir: Hagamos lo malo para que venga lo bueno?» Así nos calumnian algunos,
asegurando que eso es lo que enseñamos. ¡Pero bien merecida se tienen la condenación![60]
En el capítulo anterior Pablo concluyó que ante los ojos de Dios no hay
diferencia entre judíos y gentiles. Como es de suponerse esta idea debía tener
mucho rechazo entre los lectores del pueblo de Israel. Por esta razón aquí
Pablo responde algunas objeciones que se le podían presentar.
“Entonces, ¿qué se gana con ser judío, o qué valor tiene la circuncisión?”
Parecer ser que para Pablo la ventaja más importante y en la que se podrían
resumir las demás es que a los judíos se les confió las palabras mismas de
Dios. Es decir, el Pueblo de Israel fue el primero en recibir la Revelación
Especial de Dios.
“Dios es siempre veras” quiere decir que Dios siempre dice la verdad, aunque
el hombre mienta. Dios sigue siendo fiel a su Pacto. Pablo cita aquí el Salmo
51:4.
“Pero si nuestra injusticia pone de relieve la justicia de Dios, ¿qué
diremos? ¿Que Dios es injusto al descargar sobre nosotros su ira? (Hablo
en términos humanos.) ¡De ninguna manera! Si así fuera, ¿cómo podría
Dios juzgar al mundo?”
Continuando con esta línea de pensamiento se nos presenta otra objeción, que
como dice Pablo es fruto de una mente humana caída. Ya que solo un no
regenerado puede plantearse este argumento: Si mi injusticia hace que
sobresalga la justicia de Dios ¿Por qué Dios me castiga?
“¿Por qué no decir: Hagamos lo malo para que venga lo bueno?» Así nos
calumnian algunos, asegurando que eso es lo que enseñamos. ¡Pero bien
merecida se tienen la condenación!”
Parece que Pablo tenía que enfrentarse con personas que le acusaban de
enseñar que podemos pecar sin ningún remordimiento porque sólo así se
manifestaría la gracia de Dios. Pero como el apóstol responde esas son solo
calumnias (Blasfemias en el griego). Como ya lo hemos mencionado esto es
una tergiversación del mensaje de la gracia de Dios.
Una ilustración que podemos usar para comprender este tema es el de una
funeraria que sabe que para que su negocio prospere la gente debe morir.
Pero esto en ninguna manera convierte a la muerte en algo bueno. Y peor aún
si al dueño de la funeraria se le ocurre matar gente para crecer en el negocio.
Seguiría siendo un delito y merece el castigo. [63]
“¿A qué conclusión llegamos? ¿Acaso los judíos somos mejores? ¡De
ninguna manera! Ya hemos demostrado que tanto los judíos como los
gentiles están bajo el pecado”
Pero la Escritura declara que todo el mundo es prisionero del pecado, para que mediante la fe en
Jesucristo lo prometido se les conceda a los que creen.[65]
Ante estas posiciones tenemos que ser sinceros y reconocer que la Biblia no
nos da una respuesta clara sobre las consecuencias del pecado original en la
naturaleza de los seres humanos que nacen después de Adán y Eva. Aunque
los debates entre grupos cristianos han sido acalorados, debemos reconocer
que desde siglos atrás no se ha podido llegar a un consenso sobre el tema.
Las citas que se usa en el pasaje que viene son: (Eclesiastés 7:20; Salmo
14:1-3; 53:1-3; 140:3; Isaías 59:7; Proverbios 1:16)
El armar todo su argumento en base a citas del Antiguo Testamento apartadas
las unas de las otras, nos muestra la gran capacidad que tenía Pablo para usar
las Escrituras y también su ejercicio constante de memorizarlas.
Muchos autores en especial liberales pueden argumentar que las citas que
Pablo toma son en su mayoría de libros poéticos en donde los autores usan
una figura literaria conocida como Hipérbole. Esto es una exageración
poética. Como cuando uno dice: “Todo el mundo fue al concierto”. Sabemos
que no todo el mundo fue al concierto, pero es una exageración para ilustrar
que mucha gente si fue.
Desde esta perspectiva muchos dirán que no quiere decir que no exista
absolutamente nadie que sea justo. Si no más bien es una exageración que
ilustra como estaba la situación en el contexto en el que se escribieron estos
textos.
Por esta razón nuestra declaración doctrinal como iglesia protestante es que
nadie puede alcanzar la Salvación por medio de las obras, ya que todos han
pecado (3:23)
La Naturaleza Pecaminosa afecta todas las áreas del ser humano y Pablo
comienza por decirnos que lo primero que está afectado es el entendimiento,
es decir la mente. De ahí parten todos los demás pecados. Por eso, aunque
Dios se haya revelado en la naturaleza el ser humano no ha podido leer esta
revelación de Dios y ha distorsionado la verdad.
Estos versos nos dirigen a la voluntad del ser humano que está corrompida.
“Veloces son sus pies para ir a derramar sangre; dejan ruina y miseria en
sus caminos, y no conocen la senda de la paz.”
Luego se pasa a mencionar otra parte del ser humano. Sus pies. Estos son
“veloces para derramar sangre”. Es decir, la violencia, el rencor, el
sentimiento de venganza. Son de alguna manera universales en el género
humano.
Aunque las leyes que se escriben se supone que luchan por la paz, esta ha
sido siempre utopía para la humanidad. Las leyes podrán mejorar, pero el ser
humano no. Sin Cristo en el corazón la humanidad camina de mal en peor.
3:19 Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a quienes están sujetos a ella, para que
todo el mundo se calle la boca y quede convicto delante de Dios.
3:20 Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más
bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado. [67]
“Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a quienes están
sujetos a ella”
Por medio de esta afirmación el autor aclara que se refiere también a los
judíos, ya que ellos eran los que estaban bajo la ley. Ya que muchos judíos
podrían excusarse diciendo que los textos citados del Antiguo Testamento se
refieren a los gentiles, como lo indica el contexto del Salmo 14. Sin embargo,
Pablo insiste en la culpabilidad de los judíos y la siguiente frase lo aclara.
“para que todo el mundo se calle la boca y quede convicto delante de Dios”
Aquí se deja en claro que nadie podrá excusarse delante de Dios en el día del
Juicio. Y la expresión “que todo el mundo se calle la boca” es un duro golpe
en contra del orgullo judío. La misma idea se repite en el verso 20
“nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que
exige la ley”
Mientras que los judíos creían que solamente tener la ley les justificaba
delante de Dios y los hacía miembros del pacto. Pablo insiste en su
argumento que las obras de la ley no justifican a nadie, ya que nadie ha
podido cumplirlas en su totalidad.
En definitiva, esto nos muestra que estos pasajes resumen de buena manera el
mensaje del Evangelio y de la Biblia entera.
“Pero ahora”
Con estas palabras Pablo comienza una nueva sección que expresa la realidad
de que una nueva era ha llegado. Ahora existe algo que no ha sido revelado
en tiempos anteriores. Esto no quiere decir que la humanidad antes de Cristo
no podía disfrutar de los beneficios de su muerte. Sino que simplemente
ahora se ha manifestado claramente.
Esta pregunta tiene que ver con la tentación de sentirse orgulloso por sus
propios méritos en la Salvación. A esto Pablo responde que toda jactancia
queda excluida y no por la observancia de la ley sino por la fe.
“Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe, y no por las
obras que la ley exige”
Nuevamente una afirmación que confirma la doctrina cristiana de la
justificación por la fe.
En este punto debemos comentar que cuando se enfatiza esta doctrina en
tiempos de la reforma protestante, Lutero solía aumentar a este versículo la
palabra Sola para dejar claro que la Salvación es solo por fe. De esta manera
podemos comprender que la teología católica pueda encontrar respaldo
también en esta epístola ya que aquí no se menciona la palabra Sola. Sin
embargo, tenemos que notar que la intención de Lutero no era un problema
de traducción sino más bien de una correcta interpretación ya que visto en
todo su contexto es lógico que Pablo quiso decir es que el ser humano es
justificado solamente por la fe.
2.- ¿Es acaso Dios sólo Dios de los judíos? ¿No lo es también de los
gentiles?
Esta pregunta tiene que ver con el orgullo racial que tenía el pueblo de Israel.
A lo cual Pablo afirma que Dios es tanto de los gentiles como de los judíos y
que la justificación por la fe es un don de Dios para todos. Sobre el tema de
la circuncisión profundizará más en el capítulo 4.
“En realidad, si Abraham hubiera sido justificado por las obras, habría
tenido de qué jactarse, pero no delante de Dios”
Pablo nos deja claro que Abraham no fue justificado por las obras. Si bien es
cierto la Biblia no nos presenta a Abraham como un mal hombre. Más bien
puede ser que tenía algo de justicia en su actuar. Sin embargo, delante de
Dios es imposible que pueda jactarse. La santidad y las demandas de Dios
para el ser humano no tienen nada que ver con la justicia relativa que
podamos vivir en esta tierra.
Pues ¿qué dice la Escritura? «Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó
en cuenta como justicia.»
Este pasaje está en el contexto del Pacto que hace Dios con Abraham y le
muestra sus promesas. Abraham no era por sus obras merecedor de las
promesas de Dios. Pero lo fue por medio de la fe.
“Ahora bien, cuando alguien trabaja, no se le toma en cuenta el salario
como un favor sino como una deuda. Sin embargo, al que no trabaja, sino
que cree en el que justifica al malvado, se le toma en cuenta la fe como
justicia”
Cuando una religión que se dice llamar cristiana invierte este principio y
enseña que la Salvación es el pago que le corresponde al ser humano por sus
obras. Llámense mandamientos, penitencias o sacramentos. Anula por
completo el concepto de gracia divina. Uno de los principios fundamentales
de la fe cristiana.
Como pueden ver, a una persona se le declara justa por las obras, y no sólo por la fe [77]
Sin embargo, alguien dirá: «Tú tienes fe, y yo tengo obras.» Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y
yo te mostraré la fe por mis obras.
Es decir, las obras que agradan a Dios no pueden venir de ninguna otra fuente
que no sea la fe. (Hebreos 11:6)
Pues como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta
4:6 David dice lo mismo cuando habla de la dicha de aquel a quien Dios le atribuye justicia sin la
mediación de las obras:
4:7 «¡Dichosos aquellos a quienes se les perdonan las transgresiones y se les cubren los pecados!
4:8 ¡Dichoso aquel cuyo pecado el Señor no tomará en cuenta!»[78]
Aun cuando dice la Biblia que David era un hombre conforme al corazón de
Dios. No fue justo por sus obras: por matar a Goliat, por defender al pueblo
en muchas ocasiones, por escribir los mejores Salmos. Sino que lo fue por la
fe.
Este pasaje nos muestra otro aspecto de la justificación que es: no darle al
pecador lo que se merece. O lo que conocemos también como la
misericordia de Dios. David reconoce que el pecado es perdonado solamente
por Dios y esto es motivo de dicha.
4:9 ¿Acaso se ha reservado esta dicha sólo para los que están circuncidados? ¿Acaso no es también
para los gentiles? Hemos dicho que a Abraham se le tomó en cuenta la fe como justicia.
4:10 ¿Bajo qué circunstancias sucedió esto? ¿Fue antes o después de ser circuncidado? ¡Antes, y no
después!
4:11 Es más, cuando todavía no estaba circuncidado, recibió la señal de la circuncisión como sello de
la justicia que se le había tomado en cuenta por la fe. Por tanto, Abraham es padre de todos los que
creen, aunque no hayan sido circuncidados, y a éstos se les toma en cuenta su fe como justicia.
4:12 Y también es padre de aquellos que, además de haber sido circuncidados, siguen las huellas de
nuestro padre Abraham, quien creyó cuando todavía era incircunciso. [79]
Nuestro autor retoma el tema de Abraham para mostrar una verdad que
afectaría a muchos judíos. Y es que la justificación no tiene nada que ver con
la circuncisión. Es precisamente por esta razón que no existe diferencia
entre judío y gentil.
Las promesas de Abraham estaban en dos ámbitos: La tierra que iba a poseer
y la descendencia que sería muy numerosa.
“Porque si los que viven por la ley fueran los herederos, entonces la fe no
tendría ya ningún valor y la promesa no serviría de nada. La ley, en efecto,
acarrea castigo. Pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión. Por
eso la promesa viene por la fe, a fin de que por la gracia quede garantizada
para toda la descendencia de Abraham;”
Pablo en este pasaje deja claro que Abraham recibió la promesa por la gracia
de Dios mediante la fe que este manifestó en que Dios podía cumplir sus
promesas.
Recordemos también que las promesas de Dios no tienen nada que ver con la
Ley ya que fueron dadas siglos antes de que la Ley fuera dada a Moisés.
Tuvo fe en que Dios puede dar vida a los muertos y puede crear cosas
de la nada.
Creyó contra toda esperanza ya que por su avanzada edad y porque la
matriz de Sara estaba muerta, era prácticamente imposible que pueda
tener descendencia.
Nunca flaqueó su fe ni se debilitó, sino que, al contrario, se fortaleció
por la confianza en que Dios tiene poder para cumplir lo que promete.
“esta promesa no es sólo para los que son de la ley sino para los que son
también de la fe de Abraham, quien es el padre que tenemos en común”
Una vez que se ha dicho que la promesa no tiene que ver con la ley, viene la
conclusión lógica del asunto y es que la promesa no es solamente para la
nación de Israel, los descendientes de Abraham según la carne. Sino que es
para todo aquel que es hijo de Abraham según la fe.
11:9 Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con
Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa,
11:10 porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor. [81]
Si las promesas dadas a Abraham son también para nosotros hoy, de igual
manera que la confianza de Abraham en esas promesas lo justificó, también a
nosotros la fe y la confianza en las promesas de Dios hoy nos justifica.
Sin embargo, el objeto de nuestra tiene algunas diferencias. Ya que mientras
la fe de Abraham era hacia el futuro, hacia algo que no había aún acontecido.
Nuestra fe en cambio es hacia el pasado, hacia el cumplimiento supremo de
todas las promesas de Dios en Cristo Jesús.
Mientras que Abraham creía que Dios tiene el poder de levantar a los
muertos, nosotros creemos que él lo hizo en Cristo. Creemos que fue
entregado a la muerte por nuestros pecados y resucitó para nuestra
justificación.
5:1 En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio
de nuestro Señor Jesucristo.
5:2 También por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos
mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios.
5:3 Y no sólo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento
produce perseverancia;
5:4 la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza.
5:5 Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el
Espíritu Santo que nos ha dado. [82]
“En consecuencia”
Aun cuando en el TR no se encuentra esta expresión, es claro que lo que
sigue a continuación es un resumen de lo que como consecuencia de la
justificación los cristianos experimentamos.
5:10 Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de
su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida!
Esta reconciliación produce paz en nuestra relación con Dios. Cabe recalcar
también que no se trata de una experiencia subjetiva de paz emocional, sino
que es un acontecimiento objetivo, e histórico de restaurar las correctas
relaciones de Dios con los seres humanos.
Recordemos que para el pueblo de Israel la paz (Shalom) es mucho más que
solo una experiencia emocional. Se refiere también a las correctas relaciones
y a la armonía entre Dios y los seres humanos entre sí. Aun cuando el
término que usa Pablo en griego es Eirene de seguro su mente estaba en el
Shalom hebreo.
Así como Pablo nos dijo en 3:23 que fuimos “destituidos de la gloria de
Dios” y mencionamos que existen tres posibles explicaciones a esto.
Ahora nos dice que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de
Dios. Esto nos muestra un aspecto futuro de la salvación por cuanto es
“esperanza”. Pero también podemos darnos cuenta de que hay aspectos de la
gloria de Dios que ya los recuperamos: ya vivimos una relación de alabanza a
Dios, ya recuperamos el Espíritu de Dios en nosotros. Pero al mismo tiempo
la imagen y semejanza de Dios en nosotros que fue nuestra gloria inicial no
se ha restaurado completamente, y es parte de nuestra esperanza futura.
Y 1Co 15:49
Y así como hemos llevado la imagen del hombre terrenal, así también llevaremos la imagen del
celestial.[85]
Esto nos ayuda a mirar el aspecto de la teología cristiana del “ya si pero
todavía no”
Primero tenemos que aclarar que el término que la NVI traduce por
“regocijarse” en el verso 2 en el griego es Kaujáomai que literalmente se
puede traducir como “gloriarse” o “jactarse” con lo hace la Reina Valera.[86]
Entonces no se trata de un sentirse bien y a gusto en medio de la tribulación,
sino más bien de sentirse orgulloso en medio de esta ya que sabemos que
existe un propósito superior al enfrentarla.
5:6 A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los
malvados.
5:7 Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una
persona buena.
5:8 Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores,
Cristo murió por nosotros.
5:9 Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de él,
seremos salvados del castigo de Dios!
5:10 Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de
su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida!
5:11 Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, pues
gracias a él ya hemos recibido la reconciliación.[88]
Esta sección es una de las porciones más claras acerca del amor de Dios
reflejado en el sacrificio de Jesús en la cruz.
“A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado
Cristo murió por los malvados”
“Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien
se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios demuestra su amor por
nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió
por nosotros”
“Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más
razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios!”
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, 2:5 nos dio vida con Cristo,
aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!
“Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en Dios por nuestro
Señor Jesucristo, pues gracias a él ya hemos recibido la reconciliación”
Este texto nos presenta un contraste con 2:17, en donde de los judíos se dice:
Ahora bien, tú que llevas el nombre de judío; que dependes de la ley y te jactas de tu relación con
Dios;
5:12 Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la
muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron.
5:13 Antes de promulgarse la ley, ya existía el pecado en el mundo. Es cierto que el pecado no se toma
en cuenta cuando no hay ley;
5:14 sin embargo, desde Adán hasta Moisés la muerte reinó, incluso sobre los que no pecaron
quebrantando un mandato, como lo hizo Adán, quien es figura de aquel que había de venir. [90]
pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas,
ciertamente morirás.
Algunos teólogos han sugerido que la muerte a la que se refiere este pasaje es
la espiritual. Ya que inmediatamente luego del pecado de Adán y Eva ellos
no murieron, sino que fueron separados de la presencia de Dios.
Sin embargo, una lectura cuidadosa del texto en Génesis 3:19, nos ayuda a
comprender que la muerte física si fue una consecuencia del pecado.
“Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste
sacado. Porque polvo eres, y al polvo volverás.”
Por tal razón podemos afirmar que la muerte a la que se refiere Pablo en
Romanos es la muerte física. Aunque podría ser que quede incluida también
la muerte espiritual. Esto lo analizaremos más adelante.
“fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron”
5:16 Tampoco se puede comparar la dádiva de Dios con las consecuencias del pecado de Adán. El
juicio que lleva a la condenación fue resultado de un solo pecado, pero la dádiva que lleva a la
justificación tiene que ver con una multitud de transgresiones.
5:17 Pues si por la transgresión de un solo hombre reinó la muerte, con mayor razón los que reciben
en abundancia la gracia y el don de la justicia reinarán en vida por medio de un solo hombre,
Jesucristo. [92]
5:15 Pero la transgresión de Adán no puede compararse con la gracia de Dios. Pues si por la
transgresión de un solo hombre murieron todos, ¡cuánto más el don que vino por la gracia de un solo
hombre, Jesucristo, abundó para todos!
5:16 Tampoco se puede comparar la dádiva de Dios con las consecuencias del pecado de Adán. El
juicio que lleva a la condenación fue resultado de un solo pecado, pero la dádiva que lleva a la
justificación tiene que ver con una multitud de transgresiones.
5:17 Pues si por la transgresión de un solo hombre reinó la muerte, con mayor razón los que reciben
en abundancia la gracia y el don de la justicia reinarán en vida por medio de un solo hombre,
Jesucristo.
5:18 Por tanto, así como una sola transgresión causó la condenación de todos, también un solo acto
de justicia produjo la justificación que da vida a todos.
5:19 Porque así como por la desobediencia de uno solo muchos fueron constituidos pecadores,
también por la obediencia de uno solo muchos serán constituidos justos.
5:20 En lo que atañe a la ley, ésta intervino para que aumentara la transgresión. Pero allí donde
abundó el pecado, sobreabundó la gracia,
5:21 a fin de que, así como reinó el pecado en la muerte, reine también la gracia que nos trae
justificación y vida eterna por medio de Jesucristo nuestro Señor.[93]
“Pero la transgresión de Adán no puede compararse con la gracia de Dios.
Pues si por la transgresión de un solo hombre murieron todos, ¡cuánto más
el don que vino por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, abundó para
todos!”
Luego de dejar claro que por el pecado de Adán todos tenemos que morir,
inmediatamente introduce el tema de la gracia de Dios; la cual no tiene
comparación con la transgresión de Adán. Ya que, aunque en alcance el
pecado llegó a toda la humanidad, con mucha más razón el don de gracia que
nos ofrece Dios en Jesús puede abundar para toda la humanidad. Entonces
tenemos que plantearnos una pregunta ¿Por qué no son todos salvos y si
todos pecadores?
5:18 Por tanto, así como una sola transgresión causó la condenación de todos, también un solo acto
de justicia produjo la justificación que da vida a todos.
5:19 Porque así como por la desobediencia de uno solo muchos fueron constituidos pecadores,
también por la obediencia de uno solo muchos serán constituidos justos.
2:8 Pero los que por egoísmo rechazan la verdad para aferrarse a la maldad, recibirán el gran
castigo de Dios.
2:12 Todos los que han pecado sin conocer la ley, también perecerán sin la ley; y todos los que han
pecado conociendo la ley, por la ley serán juzgados.
Para comprender a que se refiere con “todos” tenemos que tener en cuenta
que en el verso 15 se habla del don que vino por la gracia de Jesucristo
abundó para todos. Es decir, está disponible para todos. Pero no
necesariamente todos lo reciben. Esto lo explica en el verso 17.
5:17 Pues si por la transgresión de un solo hombre reinó la muerte, con mayor razón los que reciben
en abundancia la gracia y el don de la justicia reinarán en vida por medio de un solo hombre,
Jesucristo.
Por tal razón podemos entender el “todos” del verso 18 como “todos los que
reciben”.
Esta interpretación está en concordancia con Juan 3:16. El amor de Dios
(Gracia) es para todos, pero se hace efectiva en “todo aquel que cree”. Y
también recordemos que el énfasis principal de la epístola a los Romanos es
la salvación por Fe.
Una vez que Pablo dejó sentadas las bases teológicas de la justificación por
gracia se dispone ahora a abordar el tema de la santificación.
6:1 ¿Qué concluiremos? ¿Vamos a persistir en el pecado, para que la gracia abunde?
6:2 ¡De ninguna manera! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir viviendo en
él?
6:3 ¿Acaso no saben ustedes que todos los que fuimos bautizados para unirnos con Cristo Jesús, en
realidad fuimos bautizados para participar en su muerte?
6:4 Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de que, así como
Cristo resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva.
6:5 En efecto, si hemos estado unidos con él en su muerte, sin duda también estaremos unidos con él
en su resurrección.
6:6 Sabemos que nuestra vieja naturaleza fue crucificada con él para que nuestro cuerpo pecaminoso
perdiera su poder, de modo que ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado;
6:7 porque el que muere queda liberado del pecado.
6:8 Ahora bien, si hemos muerto con Cristo, confiamos que también viviremos con él.
6:9 Pues sabemos que Cristo, por haber sido levantado de entre los muertos, ya no puede volver a
morir; la muerte ya no tiene dominio sobre él.
6:10 En cuanto a su muerte, murió al pecado una vez y para siempre; en cuanto a su vida, vive para
Dios.
6:11 De la misma manera, también ustedes considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios en
Cristo Jesús.
6:12 Por lo tanto, no permitan ustedes que el pecado reine en su cuerpo mortal, ni obedezcan a sus
malos deseos.
6:13 No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia; al contrario,
ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida, presentando los miembros
de su cuerpo como instrumentos de justicia.
6:14 Así el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, porque ya no están bajo la ley sino bajo la
gracia. [97]
Muchos han tratado de explicar está metáfora de manera que signifique que
como un muerto pierde todos sus sentidos de la misma manera el cristiano
debe insensibilizarse completamente ante el pecado. Es decir, el pecado ya no
debería tener ninguna influencia en el. Lastimosamente la experiencia de
nuestras vidas muestra lo contrario, el pecado sigue teniendo influencia en
nuestra naturaleza. Entonces interpretar de esa manera el versículo puede
ocasionar frustración.
Por esta razón podemos entender que no fue eso precisamente lo que Pablo
quiso decir con “muertos al pecado” ya que en muchas ocasiones exhorta a
los cristianos a dejar de pecar. Incluso en 8:13 afirma:
“Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los
malos hábitos del cuerpo, vivirán”[98]
En este versículo se nos pide dar muerte por medio del Espíritu literalmente a
nuestra “carne”. Esto en un tiempo progresivo. Mientras que en 6:2 el
“hemos muerto al pecado” está en un tiempo aoristo, significa que sucedió
una sola vez y para siempre. Entonces la pregunta sería ¿Cómo podemos
morir a lo que ya hemos muerto?
Para comprender que es lo que quiso decir Pablo con esto debemos
interpretarlo tomando en cuenta como utiliza la misma expresión en otro
texto:
6:10 En cuanto a su muerte, murió al pecado una vez y para siempre; en cuanto a su vida, vive para
Dios.[99]
Aquí se dice que Cristo murió al pecado, pero es imposible que Cristo pueda
morir al pecado en el sentido de que ya no tenga poder sobre él, ya que nunca
lo tuvo. Más bien se puede entender que la muerte al pecado se refiere al
pago de la pena por el pecado que en toda la Biblia se afirma que es la
muerte. Por eso en el 9 dice:
6:9 Pues sabemos que Cristo, por haber sido levantado de entre los muertos, ya no puede volver a
morir; la muerte ya no tiene dominio sobre él. [100]
6:11 De la misma manera, también ustedes considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios en
Cristo Jesús.[101]
“¿Acaso no saben ustedes que todos los que fuimos bautizados para
unirnos con Cristo Jesús, en realidad fuimos bautizados para participar en
su muerte? Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su
muerte, a fin de que, así como Cristo resucitó por el poder del Padre,
también nosotros llevemos una vida nueva”
“Porque si nos hemos unido a Cristo en semejanza de su muerte, así también nos uniremos a él en su
resurrección”
“Sabemos que nuestra vieja naturaleza fue crucificada con él para que
nuestro cuerpo pecaminoso perdiera su poder, de modo que ya no
siguiéramos siendo esclavos del pecado; porque el que muere queda
liberado del pecado. Ahora bien, si hemos muerto con Cristo, confiamos
que también viviremos con él”
La naturaleza que teníamos en Adán, recordando el paralelismo del capítulo
5, ha sido crucificada con Cristo. Y de esta manera el “cuerpo pecaminoso”
literalmente el “cuerpo de pecado” pierde su poder. Nuevamente surge la
inquietud ¿Si perdió su poder, porque seguimos pecando? Una explicación a
esto puede ser el comprender el término griego katargeo que está en su voz
pasiva y no necesariamente significa destruir,[104] como la RV traduce o
aniquilar totalmente sino como la NVI traduce “perder su poder” puede
significar, pero no en su totalidad, al menos todavía no.
6:15 Entonces, ¿qué? ¿Vamos a pecar porque no estamos ya bajo la ley sino bajo la gracia? ¡De
ninguna manera!
6:16 ¿Acaso no saben ustedes que, cuando se entregan a alguien para obedecerlo, son esclavos de
aquel a quien obedecen? Claro que lo son, ya sea del pecado que lleva a la muerte, o de la obediencia
que lleva a la justicia.
6:17 Pero gracias a Dios que, aunque antes eran esclavos del pecado, ya se han sometido de corazón
a la enseñanza que les fue transmitida.
6:18 En efecto, habiendo sido liberados del pecado, ahora son ustedes esclavos de la justicia.
6:19 Hablo en términos humanos, por las limitaciones de su naturaleza humana. Antes ofrecían
ustedes los miembros de su cuerpo para servir a la impureza, que lleva más y más a la maldad;
ofrézcanlos ahora para servir a la justicia que lleva a la santidad.
6:20 Cuando ustedes eran esclavos del pecado, estaban libres del dominio de la justicia.
6:21 ¿Qué fruto cosechaban entonces? ¡Cosas que ahora los avergüenzan y que conducen a la
muerte!
6:22 Pero ahora que han sido liberados del pecado y se han puesto al servicio de Dios, cosechan la
santidad que conduce a la vida eterna.
6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo
Jesús, nuestro Señor.[105]
“Pero gracias a Dios que, aunque antes eran esclavos del pecado, ya se han
sometido de corazón a la enseñanza que les fue transmitida. En efecto,
habiendo sido liberados del pecado, ahora son ustedes esclavos de la
justicia”
“Cuando ustedes eran esclavos del pecado, estaban libres del dominio de la
justicia. ¿Qué fruto cosechaban entonces? ¡Cosas que ahora los
avergüenzan y que conducen a la muerte! Pero ahora que han sido
liberados del pecado y se han puesto al servicio de Dios, cosechan la
santidad que conduce a la vida eterna”
Sigue la comparación entre las dos esclavitudes. Ser esclavo del pecado nos
libera de la justicia y produce frutos que solamente avergüenzan y finalmente
conducen a la muerte. Mientras que el servicio a Dios produce fruto de
santidad y finalmente conduce a la vida eterna
Aquí si encontramos un paralelo entre muerte y vida, ya que probablemente
Pablo está hablando de la muerte eterna como la consecuencia final del
pecado, o lo que el Apocalipsis llama la segunda muerte. Apocalipsis 20:14
7:1 Hermanos, les hablo como a quienes conocen la ley. ¿Acaso no saben que uno está sujeto a la ley
solamente en vida?
7:2 Por ejemplo, la casada está ligada por ley a su esposo sólo mientras éste vive; pero si su esposo
muere, ella queda libre de la ley que la unía a su esposo.
7:3 Por eso, si se casa con otro hombre mientras su esposo vive, se le considera adúltera. Pero si
muere su esposo, ella queda libre de esa ley, y no es adúltera aunque se case con otro hombre.
7:4 Así mismo, hermanos míos, ustedes murieron a la ley mediante el cuerpo crucificado de Cristo, a
fin de pertenecer al que fue levantado de entre los muertos. De este modo daremos fruto para Dios.
7:5 Porque cuando nuestra naturaleza pecaminosa aún nos dominaba, las malas pasiones que la ley
nos despertaba actuaban en los miembros de nuestro cuerpo, y dábamos fruto para muerte.
7:6 Pero ahora, al morir a lo que nos tenía subyugados, hemos quedado libres de la ley, a fin de servir
a Dios con el nuevo poder que nos da el Espíritu, y no por medio del antiguo mandamiento escrito.[107]
“Hermanos, les hablo como a quienes conocen la ley. ¿Acaso no saben que
uno está sujeto a la ley solamente en vida?”
“Por ejemplo, la casada está ligada por ley a su esposo sólo mientras éste
vive; pero si su esposo muere, ella queda libre de la ley que la unía a su
esposo. Por eso, si se casa con otro hombre mientras su esposo vive, se le
considera adúltera. Pero si muere su esposo, ella queda libre de esa ley, y
no es adúltera, aunque se case con otro hombre”
Pablo procede a explicar su punto anterior con una metáfora tomada del
matrimonio. Una mujer casada tiene obligaciones legales con su esposo
mientras este vive. Y si se une a otro hombre es considerada adúltera. Sin
embargo, si el esposo muere ella queda libre de toda obligación con él y es
libre también de unirse con cualquier otro hombre.
Siguiendo con el análisis de este pasaje la pregunta que surge es: ¿De qué
manera hemos muerto a la ley por medio del cuerpo crucificado de Cristo?
Recordemos que en el capítulo anterior Pablo dejó claro que por medio del
bautismo nosotros nos identificamos con la muerte de Cristo. Es decir, en
nuestra conversión también morimos con Cristo. Pero ¿Por qué al morir con
Cristo morimos a la ley?
Para responder a esto tenemos que recordar la idea que se trasmitió en 6:2:
¡De ninguna manera! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir viviendo en él?
Vamos ahora a analizar ¿Qué significa que hemos sido liberados de la ley?
En el capítulo 6:14 lo dijo también de la siguiente manera:
“Así el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, porque ya no están bajo la ley sino bajo la gracia”
Esto significa que ¿ya no tenemos que obedecer ninguna regla de la ley?
Para comprender esto, debemos primeramente analizar de qué se trata el
contraste que hace Pablo entre ley y gracia. Y como hemos mencionado
antes se trata solamente del medio de justificación. Es decir, ya no somos
justificados por la ley sino por la gracia.
8:4 a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, que no vivimos según la
naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu.
13:8 No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien
ama al prójimo ha cumplido la ley.
“Cuando uno dirige su vida mediante la unión con Cristo, ya no lo hace por
obediencia aun código de ley escrita que de hecho despierta el deseo de
pecar, sino por la lealtad a Jesucristo en lo íntimo del espíritu y el corazón.
No la ley, sino el amor es el móvil de su vida; y la inspiración del amor puede
hacerle capaz de lo que la imposición de la ley era incapaz” [110]
7:7¿Qué concluiremos? ¿Que la ley es pecado? ¡De ninguna manera! Sin embargo, si no fuera por la
ley, no me habría dado cuenta de lo que es el pecado. Por ejemplo, nunca habría sabido yo lo que es
codiciar si la ley no hubiera dicho: «No codicies.»
7:8 Pero el pecado, aprovechando la oportunidad que le proporcionó el mandamiento, despertó en mí
toda clase de codicia. Porque aparte de la ley el pecado está muerto.
7:9 En otro tiempo yo tenía vida aparte de la ley; pero cuando vino el mandamiento, cobró vida el
pecado y yo morí.
7:10 Se me hizo evidente que el mismo mandamiento que debía haberme dado vida me llevó a la
muerte;
7:11 porque el pecado se aprovechó del mandamiento, me engañó, y por medio de él me mató.
7:12 Concluimos, pues, que la ley es santa, y que el mandamiento es santo, justo y bueno.
7:13 Pero entonces, ¿lo que es bueno se convirtió en muerte para mí? ¡De ninguna manera! Más bien
fue el pecado lo que, valiéndose de lo bueno, me produjo la muerte; ocurrió así para que el pecado se
manifestara claramente, o sea, para que mediante el mandamiento se demostrara lo extremadamente
malo que es el pecado.[111]
“Que una vez, en su juventud, robó unas peras con sus amigos, pero no lo
hizo porque tuviera hambre, ni siquiera porque le gustara el sabor de las peras
(las peras robadas terminaron alimentando a una piara de cerdos). San
Agustín concluye que no era la fruta lo que le daba placer, sino el delito
mismo: Era el pecado lo que daba sabor a las peras"[112]
Cuando Pablo menciona que aparte de la ley el pecado está muerto quiere
decir que el pecado solamente es pecado si existe una ley que lo condene.
“En otro tiempo yo tenía vida aparte de la ley; pero cuando vino el
mandamiento, cobró vida el pecado y yo morí”
Pero una interpretación del texto un poco más adecuada sería que lo que
Pablo está relatando es una experiencia existencial de conversión de ser un
judío normal a ser un fariseo obsesionado con el cumplimiento de la ley. Y
cuando dice que “tenía vida aparte de la ley” se refiere a una experiencia de
auto justificación, de un judío que está contento con guardar por lo menos
exteriormente los mandamientos y en su experiencia piensa que tiene vida.
Pero cuando tuvo su experiencia y conversión a ser un fariseo cobró
conciencia que la ley iba mucho más allá que una simple auto justificación
externa, sino que había asuntos de la ley que tenían que ver con nuestros
deseos internos y en donde no podemos engañarnos a nosotros mismos, es el
ejemplo que Pablo mismo relata del décimo mandamiento: (7:7)
“Se me hizo evidente que el mismo mandamiento que debía haberme dado
vida me llevó a la muerte; porque el pecado se aprovechó del mandamiento,
me engañó, y por medio de él me mató”
De aquí muchos podían comprender que por lo tanto la ley es mala, pero
Pablo explica que no es la ley sino el pecado que habita en nosotros lo que
nos llevó a la muerte. Ya que el propósito de la ley es guiarnos en la voluntad
de Dios, es decir, llevarnos a la vida. La misma idea está desarrollada en los
versículos posteriores 12-13
7:14 Sabemos, en efecto, que la ley es espiritual. Pero yo soy meramente humano, y estoy vendido
como esclavo al pecado.
7:15 No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco.
7:16 Ahora bien, si hago lo que no quiero, estoy de acuerdo en que la ley es buena;
7:17 pero, en ese caso, ya no soy yo quien lo lleva a cabo sino el pecado que habita en mí.
7:18 Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo hacer
lo bueno, no soy capaz de hacerlo.
7:19 De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero.
7:20 Y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace sino el pecado que habita en mí.
7:21 Así que descubro esta ley: que cuando quiero hacer el bien, me acompaña el mal.
7:22 Porque en lo íntimo de mi ser me deleito en la ley de Dios;
7:23 pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado.
Esta ley lucha contra la ley de mi mente, y me tiene cautivo.
7:24 ¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?
7:25 ¡Gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor! En conclusión, con la mente yo mismo
me someto a la ley de Dios, pero mi naturaleza pecaminosa está sujeta a la ley del pecado.[113]
No regenerado
Muchos afirman que la experiencia que relata Pablo se refiere a una persona
antes de su conversión y los argumentos son los siguientes:
Un cristiano regenerado difícilmente se referiría a sí mismo como
“meramente humano” (Carnal, literalmente)
Un cristiano no puede decir que es esclavo del pecado, cuando en textos
anteriores Pablo declaró que ya somos liberados del pecado.
7:23 pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado.
Esta ley lucha contra la ley de mi mente, y me tiene cautivo.
Parece muy fuerte como para que la diga un cristiano que ha conocido el
amor de Dios.
De esta manera se afirma que Pablo se está refiriendo a él mismo, pero antes
de su conversión o también de una manera general a cualquier persona no
cristiana. Y cuando los textos hablan de que se deleita en la ley de Dios o
que en su interior quiere hacer lo bueno, es porque en su experiencia como
judío aún sin ser regenerado por el espíritu de Dios el ya anhelaba hacer la
voluntad de Dios.
Regenerado
Los que afirma que Pablo está ablando de su experiencia luego de la
conversión tienen los siguientes argumentos:
Los verbos con los que Pablo trabaja están en presente está hablando de una
experiencia actual.
En el verso 18 afirma que el desea hacer o bueno. Y como Pablo mismo lo
argumentó anteriormente un no convertido difícilmente deseará hacer lo
bueno.
7:18 Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo hacer
lo bueno, no soy capaz de hacerlo.
También en el verso 23 nos dice que la ley de Dios está en su mente, algo que
solo sucedería en un cristiano.
7:23 pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado.
Esta ley lucha contra la ley de mi mente, y me tiene cautivo.
Solución propuesta:
Recordemos que el tema de la regeneración puede tener básicamente dos
perspectivas; una es ontológica que quiere decir que el momento que
conocemos a Jesús experimentamos un cambio total de nuestro ser de manera
que ahora deseamos hacer la voluntad de Dios por nosotros mismos.
Desde esta perspectiva es lógico que una persona regenerada no podría decir
que es esclavo del pecado, o que está cautivo del mismo. Tampoco una
persona regenerada podría decir que “no puede hacer el bien que quiere”
porque precisamente la regeneración se trata de capacitarnos para hacer el
bien.
Juan 15:4 Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto
por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no
permanecen en mí.
Así podemos aplicar este texto a las luchas espirituales que todo cristiano
tiene, pero recordando que esto sirve para animarnos que por la misma razón
no debemos luchar solos, ya que no podremos por más que queramos y lo
intentemos.
8:1 Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús,
8:2 pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.
8:3 En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; por eso
Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se
ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la naturaleza humana,
8:4 a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, que no vivimos según la
naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu.
8:5 Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza;
en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu.
8:6 La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es
vida y paz.
8:7 La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de
hacerlo.
8:8 Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios.
8:9 Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si es que el
Espíritu de Dios vive en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo.
8:10 Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que
está en ustedes es vida a causa de la justicia.
8:11 Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que
levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su
Espíritu, que vive en ustedes.
8:12 Por tanto, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza
pecaminosa.
8:13 Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los
malos hábitos del cuerpo, vivirán.
8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
8:15 Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los
adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!»
8:16 El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
8:17 Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora
sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria. [115]
En esta porción de las Escrituras nos encontramos con una mención muy
amplia a dos términos: Espíritu y Naturaleza pecaminosa (Carne). Por esta
razón vamos a detenernos un poquito a analizar lo que Pablo quería decir con
cada uno de estos términos.
1:3 Este evangelio habla de su Hijo, que según la naturaleza humana (Carne) era descendiente de
David
Es muy probable que el uso que hace de carne como algo negativo se deba en
parte a alguna influencia helenística especialmente platónica en la ideología
de Pablo. Ya que recordemos que para gran parte de la filosofía griega existía
esta dualidad entre cuerpo y espíritu en donde el cuerpo o lo material es malo
mientras lo espiritual es bueno. Sin embargo, esto no quiere decir que la idea
en sí que Pablo quería trasmitir sea esa ya que la dualidad presente en estos
textos entre carne y espíritu no se refiere necesariamente al espíritu del ser
humano sino al Espíritu de Dios. La única mención a nuestro espíritu en
todo el pasaje se encuentra en:
8:16 El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios
Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que
corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a
Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado
de la ley del pecado y de la muerte.
Este “Por tanto” es una conclusión no solo de la sección anterior sino de todo
el argumento de toda la epístola ya que “ninguna condenación hay para los
que están en Cristo Jesús” equivale a decir que en Cristo Jesús hemos sido
justificados. Condenación es lo contrario a Justificación. Y sobre todo esto
trato en los capítulos del uno al cinco.
Pero inmediatamente lo conecta con los siguientes capítulos que habló de la
santificación ya que afirma que al estar unidos a Cristo Jesús tenemos una ley
del Espíritu que nos da vida y que nos libra de la ley del pecado y de la
muerte.
Aquí se introduce un tema muy importante en la vida del cristiano que es “la
mente”. Debemos comprender que nuestra mente es en realidad lo que
nosotros somos y lo que hacemos. Todo parte de la mente. Entonces si
nuestra mente es guiada por nuestra naturaleza pecaminosa nos vamos a fijar
solamente en los deseos de tal naturaleza. Por contraposición si vivimos una
vida dependiente del Espíritu nuestra mente estará fija en las cosas del
Espíritu. Y esta es la diferencia entre la muerte y la vida.
Por tanto, hablar de una mente que fija la atención en las cosas de la carne es
por consiguiente hablar de una mente no regenerada, ya que le lleva a la
muerte, “es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios ni es capaz
de hacerlo”
Lo que podemos afirmar aquí es que al vivir con Jesús mi mente es renovada
por medio del Espíritu de Dios, lo cual implica convicción, y solo las
convicciones correctas me llevan a tomar decisiones según el Espíritu lo cual
me lleva a la santificación.
La misma idea la afirma en 12:2
No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así
podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.
La realidad de todo cristiano debe ser la afirmación que hace Pablo ahora:
“ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu”
Esta es la solución al dilema del capítulo 7.
36:26 Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra
que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne.
36:27 Infundiré mi Espíritu en ustedes, y haré que sigan mis preceptos y obedezcan mis leyes.
8:11 Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que
levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su
Espíritu, que vive en ustedes.
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo,
sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba!
¡Padre!»
Aquí se introduce el tema de la relación filial que tenemos con Dios como
hijos suyos. La afirmación “Los que son guiados por el Espíritu de Dios son
hijos de Dios” no contradice en nada a la doctrina cristiana de que los hijos
de Dios son los que están unidos a Cristo, usando la terminología de
Romanos. Sino que significa que todo aquel que está unido a Cristo y por
consecuencia es hijo de Dios, también es guiado por el Espíritu de Dios.
El tener el Espíritu de Dios nos adopta como hijos de Dios y nos hace clamar
“¡Abba! ¡Padre!”. El hecho de utilizar los dos términos Abba la forma
aramea de papá y Padre en el griego pater, puede ser una forma sutil que
Dios es Padre de Judíos pero también de griegos.
Pregunta de aplicación:
8:18 De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá
de revelarse en nosotros.
8:19 La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios,
8:20 porque fue sometida a la frustración. Esto no sucedió por su propia voluntad, sino por la del que
así lo dispuso. Pero queda la firme esperanza
8:21 de que la creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar
la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
8:22 Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto.
8:23 Y no sólo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos
interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro
cuerpo.
8:24 Porque en esa esperanza fuimos salvados. Pero la esperanza que se ve, ya no es esperanza.
¿Quién espera lo que ya tiene?
8:25 Pero si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia.
8:26 Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el
Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.
8:27 Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu
intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios. [116]
Ahora en esta sección nos mostrará que las ventajas de tener parte en su
Gloria no son necesariamente algo presente, sino más bien es una esperanza
futura. Ya que el presente está generalmente caracterizado por el
sufrimiento.
Esto no era extraño para los lectores del primer siglo, pero parece que
actualmente en algunos contextos se quiere evitar el tema del sufrimiento en
la Iglesia. Y se quiere cambiar el mensaje cristiano a un positivismo de
alguna manera contrario a la Palabra de Dios.
Génesis 3:17 “Al hombre le dijo: «Por cuanto le hiciste caso a tu mujer, y comiste del árbol del que te
prohibí comer, ¡maldita será la tierra por tu culpa! Con penosos trabajos comerás de ella todos los
días de tu vida”
“Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto”
Aquí Pablo nos explica cuál es la esperanza que la creación tiene. Y es de ser
liberada de la corrupción que la esclaviza. Y esto se alcanzará cuando se dé la
completa libertad de los hijos de Dios.
Tenemos que mencionar que, desde los primeros pensadores, los Padres
Apostólicos ya existían estas dos escuelas, representadas por los de la escuela
de Antioquía quienes tenían un origen judío en donde la esperanza tenía que
ser cien por ciento en esta tierra. Mientras que los de la escuela de Alejandría
quien con mucha influencia del Neo-Platonismo, que consideraba siempre lo
material como malo tenían una esperanza cien por ciento celestial.
Frente a estos dos puntos de vista nosotros debemos recordar que en la Biblia
se hace mención de una discontinuidad representada por “cielos nuevos y
tierra nueva”:
Apocalipsis 21:1 “Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera
tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar”
Pero al mismo tiempo hay muchos textos también que nos muestran una
continuidad de una creación restaurada:
Mateo 19:28 “—Les aseguro —respondió Jesús—que en la renovación de todas las cosas, cuando el
Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido se sentarán también en
doce tronos para gobernar a las doce tribus de Israel”
Hechos 3:21 “Es necesario que él permanezca en el cielo hasta que llegue el tiempo de la
restauración de todas las cosas, como Dios lo ha anunciado desde hace siglos por medio de sus santos
profetas”
Colosenses 1:20 “y, por medio de él, reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la
tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz”
Como podemos ver en estos versículos como en Romanos, hay una esperanza
de que cuando Cristo venga restaurará todas las cosas, es decir la creación
misma.
“Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores
de parto. Y no sólo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las
primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos
nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo”
Debemos notar aquí que los dolores de parto son cuando se espera dar a luz
una nueva vida. Son dolores con esperanza y regocijo. Esa debe ser la actitud
no solo de la creación sino de quienes somos hijos de Dios y quienes tenemos
esperanza de que algo mejor va a suceder en el tiempo de Dios.
Rom 8:28 Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los
que han sido llamados de acuerdo con su propósito.
8:29 Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la
imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
8:30 A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que
justificó, también los glorificó. [120]
“Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de
quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito”
Esto de ninguna manera significa que todas las cosas nos van a salir bien, ya
que contradeciría sus argumentos anteriores acerca de que tenemos que sufrir
con Cristo. Más bien es una esperanza fundada en la soberanía de Dios que
implica que a pesar de nuestros sufrimientos Dios está obrando para que el
resultado final sea el bienestar nuestro.
Gen 50:20 “Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para
lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente”
O como cuando Jeremías comprendió en medio del exilio que su pueblo vivía
que Dios tenía un plan mejor:
Jeremías 29:11 “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el SEÑOR—,
planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. 29:12 Entonces
ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. 29:13 Me buscarán y me
encontrarán, cuando me busquen de todo corazón”
Una Ilustración que nos puede ayudar a comprender esta situación es cuando
nosotros vamos al médico quien nos receta algún tratamiento doloroso. Si
nosotros no tenemos confianza en el médico solamente tendremos presente el
sufrimiento del tratamiento, pero si confiamos en el médico nuestra esperanza
estará puesta en la recuperación posterior de nuestra salud.
Cuando Pablo afirma que esto es para los que “conforme a su propósito son
llamados” quiere decir precisamente que no fue el ser humano quien decide
amar a Dios, sino que es Dios quien amó primero.
“Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser
transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito
entre muchos hermanos”
La Iglesia primitiva
Lo primero que tenemos que reconocer es que la iglesia primitiva no contaba
con una teología sistemática que fundamente sus creencias. Sin embargo, al
analizar el tema de la predestinación en los escritos de los “Padres
apostólicos”, es muy difícil encontrar este tema incluido en su pensamiento;
es más, el énfasis en el libre albedrío y en la justificación por obras en ellos
es muy grande, como afirma Mildred Bangs Wynkoop: “…. Creían (Los
Padres apostólicos) que la voluntad humana tiene la libertad para elegir el
bien o el mal, Dios o el pecado”[121]
Agustín y Pelagio
Agustín nació en el año 354 en el norte de África quien como ya hemos
mencionado cuando comentamos sobre la doctrina de la depravación total,
pensaba que la libertad del ser humano se perdió después de la caída de
Adán, y desde entonces el ser humano no puede hacer nada bueno, y necesita
de la gracia de Dios que lo capacite para ir a Él. Así nace sistemáticamente la
doctrina de la predestinación que tuvo mucha influencia posteriormente.
Por este tiempo aparece también en escena un monje Británico conocido
como Pelagio, del cual no se tienen muchos datos biográficos, y conocemos
de él en muchos de los escritos de Agustín. Este monje reaccionó en contra
de las doctrinas de la gracia de Agustín y afirmaba que el ser humano no ha
perdido nunca la capacidad para elegir entre el bien y el mal y lo único que se
hereda de Adán es el ejemplo de lo que es pecado. Por todo esto Pelagio
afirmaba que ningún niño debe ser bautizado pues no tiene pecado.
La reforma protestante
Estas ideas acerca de la Predestinación, presentadas por Agustín tuvieron una
influencia notable en los primeros reformadores, quienes rescataron
conceptos como la depravación total de la naturaleza y la salvación solamente
por fe.
Una de las afirmaciones de la reforma dice “sola fe” mientras otra dice “sola
gracia”. Lo que en un inicio puede presentar un problema lógico ¿Somos
salvos por fe o por la gracia de Dios sin necesidad de la fe? o lo que es lo
mismo ¿Por fe o por decreto divino?
Estas inquietudes poco a poco fueron resueltas al colocar a la fe como un
resultado de la gracia divina que opera en el ser humano. De esta manera la
predestinación jugó un papel muy importante en la reforma protestante y para
muchos de estos teólogos la conclusión lógica de Agustín que fue la
predestinación individual se convirtió en el principio de su teología; y aún
hoy todas las interpretaciones bíblicas de las iglesias reformadas tienen que
cuadrar con esta doctrina, más que con la exégesis bíblica.
Calvino y Arminio
En el siglo XVI fueron algunos los teólogos protestantes que presentaron sus
doctrinas de la predestinación, como Lutero y Zwinglio. Sin embargo el que
ordenó más sistemáticamente todas estas doctrinas fue Juan Calvino (1509-
1564). En su gran obra titulada “Institución de la religión cristiana” Este
teólogo dejo gran parte del pensamiento aceptado por las Iglesias reformadas.
Al igual que Agustín, Calvino creía que la condición del ser humano era de
una incapacidad total para hacer el bien, por causa del pecado de Adán, por
tanto, es solamente la gracia de Dios que actúa solo en algunos individuos la
que puede dar al ser humano la fe que salva. Sin embargo, a la pregunta sobre
el origen del mal, Calvino no aceptaba tan sencillamente como Agustín que la
maldad radique en la libre voluntad de las criaturas antes de la caída, ya que
como hemos dicho la soberanía de Dios jugaba un papel muy importante en
su teología. Lo que le llevaba a afirmar que de alguna manera las acciones
pecaminosas de sus criaturas fueron decretadas por Dios, ya que nada escapa
de su soberanía, pero al mismo tiempo la elección hacia el mal de las
criaturas es voluntaria, lo cual no hace a Dios culpable del pecado, y la
manera en que esto pueda entenderse, será siempre un misterio.
Por otro lado, muchos intérpretes se han basado en que el término ginosko
también se puede referir a un apego emocional entre dos personas. Por esta
razón aseguran que el texto se refiere a que Dios predestina a aquellos a
quienes él amó de antemano. La crítica a esta posición sería que asegura que
el amor de Dios está limitado solo a ciertas personas.
Existe una posición que trata de hacer una conjunción entre el pre-
conocimiento de Dios y al mismo tiempo la soberanía de Dios y se la conoce
como Molinismo. Esta fue una posición propuesta por un teólogo católico
Luis de Molina en medio de los debates teológicos de la reforma protestante.
Hoy ha sido revivida por teólogos evangélicos como William Lane Craig.
El Molinismo afirma que como Dios conoce todo lo que va a suceder, pero
también conoce todo lo que podría suceder en determinadas circunstancias.
Es decir, Dios no solo conoce los que van a creer en él sino también él sabe
quienes creerían y quienes no creerían si las circunstancias fueran diferentes.
De esta manera Dios puede soberanamente decretar las circunstancias
adecuadas para que crean los que él quiere que crean pero sin interrumpir el
libre albedrio de los seres humanos. Cabe recalcar que la mayoría de
molinistas modernos aseguran que Dios establece las circunstancias de
manera que la mayoría de personas sean salvas.
Solución propuesta.
Frente a este debate acerca de la predestinación pienso que lo que no se ha
tomado en cuenta y que este versículo en especial lo menciona es el propósito
de la predestinación.
Rom 8:29 Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados
según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
“Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante
de él. En amor 1:5 nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según
el buen propósito de su voluntad”
A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los
justificó; y a los que justificó, también los glorificó.
Después de todo lo mencionado anteriormente podríamos afirmar de igual
manera que el llamado de Dios entonces es para toda la humanidad, y como
lo afirma en otros pasajes el llamado es por la Palabra de Dios.
Y lo que sigue a este pasaje es la consecuencia de aceptar el mensaje de la
Palabra de Dios. Somos justificados y también glorificados.
Rom 8:31 ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra
nuestra?
8:32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá
de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?
8:33 ¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica.
8:34 ¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e
intercede por nosotros.
8:35 ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el
hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia?
8:36 Así está escrito: «Por tu causa siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el
matadero!»
8:37 Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
8:38 Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios,[g] ni lo
presente ni lo por venir, ni los poderes,
8:39 ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios
nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.[124]
“¿Qué diremos frente a esto?” es la pregunta que conecta este pasaje con lo
tratado anteriormente acerca de las bendiciones de la vida cristiana. Aquí
Pablo nos invita a reflexionar que, si este mismo Dios que nos creó, nos
conoció de antemano, nos predestinó, justificó y glorificó; está de nuestra
parte. ¿Quién puede ponerse en contra? Esto no quiere decir que no habrá
gente que se oponga, ya que Jesús mismo nos dejó claro que si lo habría. Pero
si nos ayuda a darnos cuenta que, aunque se opongan al final nadie podrá
salir vencedor.
Debemos notar que esta pregunta tiene un condicional “Si”. Es decir, es una
promesa que se aplica para el pueblo del cual está hablando en este capítulo.
“El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos
nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las
cosas?”
Cercano está el que me justifica; ¿quién entonces contenderá conmigo? ¡Comparezcamos juntos!
¿Quién es mi acusador? ¡Que se me enfrente!
¡El SEÑOR omnipotente es quien me ayuda! ¿Quién me condenará? Todos ellos se gastarán; como a
la ropa, la polilla se los comerá.
¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está
a la derecha de Dios e intercede por nosotros.
Esta pregunta está en relación con la anterior ya que toda acusación busca
como objetivo una condenación. Pero en nuestro caso la condena ya fue
pagada por Cristo y a nosotros ya no nos espera ninguna condenación.
Recordemos que en 8:1 esta promesa es para los que están unidos a Cristo.
“Así está escrito: «Por tu causa siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan
como a ovejas para el matadero!”
Pablo nos recuerda que está escrito que vamos a enfrentar todas estas
tribulaciones. Esta es una cita del libro de los Salmos 44:22, dejando claro
que como cristianos vamos a enfrentar este tipo de dificultades.
“Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel
que nos amó”
Esta promesa es muy importante ya que nos recuerda que, aunque tenemos
que enfrentar todas estas dificultades tenemos ya la victoria y aunque no la
experimentemos nosotros como presente para Dios ya lo es ya que la victoria
en Cristo sucedió en el pasado y es garantía de nuestro futuro.
Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo
he vencido al mundo.»
Pregunta de aplicación:
¿De qué manera podemos experimentar el amor de Dios en medio de las
circunstancias difíciles de la vida?
Aquí Pablo comienza una nueva lista de cosas que tenemos que descartar
como algo que nos aparte del amor de Dios. Y lo hace afirmando su
convicción “Estoy convencido”. Es importante señalar que muchas veces
nuestras convicciones son las que nos ayudan a seguir adelante. El que no
persevera en su misión es porque no estuvo convencido del propósito de
esta.
7.- Restauración: El conflicto de Israel y la justicia de
Dios (Ro 9:1-11:36)
Los capítulos del 9 al 11 han generado controversia entre los estudiosos
bíblicos. Para muchos parece ser que Pablo hace un paréntesis en todo lo que
viene tratando en la epístola para explicar de mejor manera la relación entre
Israel y la Iglesia de Dios. Sin embargo, existen pasajes muy profundos y por
lo mismo difíciles de interpretar por lo tanto vamos a hacerlo con mucho
cuidado para no forzar el mensaje bíblico a nuestro sistema doctrinal.
El apóstol Pablo podía decir con libertad que lo que va a decir a continuación
es verdad y ponía como confirmación su propia conciencia la cual estaba
dirigida por el Espíritu Santo. Es importante tener en cuenta que la conciencia
del ser humano natural se encuentra distorsionada y no siempre dice la
verdad. Pero un hijo de Dios debe dejar el control de su conciencia al
Espíritu Santo. Esto también es parte del proceso de santificación, ya que en
nuestra vida mortal seguirán existiendo cosas por las que tenemos “cargo de
conciencia” sin necesidad y otras por las que deberíamos tener “cargo de
conciencia” y no tenemos.
“Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mis hermanos”
Esta es una afirmación digna de admiración ya que es una muestra del mismo
amor de Dios que habita en el corazón de Pablo. Ya que es solo el amor de
Dios el que nos enseña a sacrificarnos a nosotros mismos por el bienestar de
los demás, siguiendo el ejemplo de Jesús en la cruz. Él fue maldecido por el
bienestar de la humanidad.
32:31 Volvió entonces Moisés para hablar con el SEÑOR, y le dijo: —¡Qué pecado tan grande ha
cometido este pueblo al hacerse dioses de oro!
32:32 Sin embargo, yo te ruego que les perdones su pecado. Pero si no vas a perdonarlos, ¡bórrame
del libro que has escrito!
32:33 El SEÑOR le respondió a Moisés: —Sólo borraré de mi libro a quien haya pecado contra mí.
En los dos casos, tanto Moisés como Pablo están dispuestos a sacrificar su
propia salvación por la salvación de sus hermanos.
Esto nos da una muestra de la pasión y la motivación que tenía Pablo al
predicar el Evangelio especialmente a los de su propio pueblo.
Pregunta de aplicación:
¿Cuál es nuestra motivación al predicar el Evangelio?
“el pueblo de Israel. De ellos son la adopción como hijos, la gloria divina,
los pactos, la ley, y el privilegio de adorar a Dios y contar con sus
promesas”
O Jeremías 31:9
Entre llantos vendrán, y entre consuelos los conduciré. Los guiaré a corrientes de agua por un camino
llano en el que no tropezarán. Yo soy el padre de Israel; mi primogénito es Efraín
Los Pactos. - Aunque los pactos divinos que comenzaron con Adán no
fueron exclusivos del pueblo de Israel. Es a ellos a quienes se les dio más
específicamente la voluntad de Dios contenida en la ley.
Sin embargo, existen ciertas objeciones a que la traducción correcta sea esta,
por ejemplo la Biblia de las Américas traduce:
Cito el TR:
ων οι πατερες και εξ ων ο χριστος το κατα σαρκα ο ων επι παντων θεος
ευλογητος εις τους αιωνας αμην[126]
“De los Padres provino Cristo según la carne y está sobre todo Dios bendito
por los siglos amén.”
En base a esto algunas sectas como los Testigos de Jehová y otras quienes no
aceptan la divinidad de Cristo han argumentado que la oración “Dios bendito
por los siglos” no pertenece a Cristo. Los Testigos de Jehová quienes tienen
su propia traducción de las Escrituras (TNM) dice:
Filipenses 2:5 La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, 2:6
quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como
algo a qué aferrarse.
Por tal razón podemos considerar adecuadas las traducciones NVI y RV. Ya
que el versículo es una declaración clara de la divinidad de Cristo y de su
unión hipostática.
En este pasaje Pablo explica sobre la elección soberana del pueblo de Israel,
pero al mismo tiempo advierte sobre quienes pertenecen realmente a este
pueblo.
9:6 Ahora bien, no digamos que la Palabra de Dios ha fracasado. Lo que sucede es que no todos los
que descienden de Israel son Israel.
9:7 Tampoco por ser descendientes de Abraham son todos hijos suyos. Al contrario: «Tu descendencia
se establecerá por medio de Isaac.»
9:8 En otras palabras, los hijos de Dios no son los descendientes naturales; más bien, se considera
descendencia de Abraham a los hijos de la promesa.
9:9 Y la promesa es ésta: «Dentro de un año vendré, y para entonces Sara tendrá un hijo.»
9:10 No sólo eso. También sucedió que los hijos de Rebeca tuvieron un mismo padre, que fue nuestro
antepasado Isaac.
9:11 Sin embargo, antes de que los mellizos nacieran, o hicieran algo bueno o malo, y para confirmar
el propósito de la elección divina,
9:12 no en base a las obras sino al llamado de Dios, se le dijo a ella: «El mayor servirá al menor.»
9:13 Y así está escrito: «Amé a Jacob, pero aborrecí a Esaú.»
9:14 ¿Qué concluiremos? ¿Acaso es Dios injusto? ¡De ninguna manera!
9:15 Es un hecho que a Moisés le dice: «Tendré clemencia de quien yo quiera tenerla, y seré
compasivo con quien yo quiera serlo.»
9:16 Por lo tanto, la elección no depende del deseo ni del esfuerzo humano sino de la misericordia de
Dios.
9:17 Porque la Escritura le dice al faraón: «Te he levantado precisamente para mostrar en ti mi
poder, y para que mi nombre sea proclamado por toda la tierra.»
9:18 Así que Dios tiene misericordia de quien él quiere tenerla, y endurece a quien él quiere
endurecer. [128]
La segunda Ilustración está tomada de los hijos de Isaac. Jacob y Esaú: Este
es un argumento muy sólido en cuanto a la soberanía divina en la elección de
Israel ya que Pablo argumenta que independientemente de las obras que
hayan hecho Jacob o Esaú, Dios ya tenía un plan por medio de la elección de
Jacob.
Se deja claro aquí que la elección de Israel no era por nada de lo que ellos
hayan hecho. Sino por la soberanía de Dios.
Debemos mencionar aquí que, aunque este pasaje se use muchas veces para
argumentar a favor del tema de la predestinación individual, no debemos
olvidarnos de que Pablo está tratando con la objeción del Pueblo de Israel
sobre su elección como nación.
En el versículo 9:13 Pablo cita un texto del libro de Malaquías 1:3. Algunos
dirán que este texto declara enfáticamente la elección incondicional de Dios,
pues más adelante en el verso 15 refiriéndose a Moisés y Faraón Pablo dice:
“Dios tiene misericordia de quien quiere tener misericordia, y endurece el corazón de quien quiere
endurecer el corazón”.
Y continua en 9:16:
“Por lo tanto, la elección no depende del deseo ni del esfuerzo humano sino de la misericordia de
Dios”.
Si analizamos el contexto en el que nace este pasaje veremos que Pablo está
hablando sobre los judíos quienes reclamaban el ya no ser parte de la nación
elegida por Dios, y si leemos ese mismo pasaje en Malaquías, veremos que la
Biblia se está refiriendo a la elección del pueblo de Israel, Jacob es Israel, y
Esaú representa a las naciones paganas, quienes fueron rechazadas por Dios,
pero en base a sus idolatrías y rechazo del único Dios, no porque Dios sea
arbitrario en aborrecer a los seres humanos.
En cuanto al amor a Jacob, se está refiriendo a la elección que Dios hizo por
Israel, no por las buenas obras de esta nación, sino por gracia y misericordia
de Dios. Pero la elección de Israel jamás significó la reprobación del resto de
Naciones, al contrario, Dios eligió a Israel para bendecir al resto de naciones,
pues por medio de ellos vendría el Mesías, como la promesa que le hizo a
Abraham “En ti serán benditas todas las naciones de la tierra” (Génesis
12:2). De igual manera la elección del nuevo Israel, el de la fe, no puede
significar la reprobación del resto de seres humanos, sino que hemos sido
elegidos para llevar el mensaje de la salvación a todas las naciones de la
tierra. No caigamos en el error que cayó el pueblo de Israel en muchas
ocasiones a lo largo de su historia, de sentirse los únicos amados y elegidos
por Dios.
Otra clave importante que nos indica que la comparación entre Esaú y Jacob
no tiene nada que ver con la elección para salvación la encontramos en la
historia misma de estas dos personas. Mientras que Jacob fue elegido por
Dios para continuar con su plan, esto no significó de ninguna manera la
condenación de Esaú, ya que este aun cuando en un tiempo aborreció a su
hermano, la historia terminó bien, los dos se reconciliaron y no podemos por
los hechos afirmar que Esaú fue predestinado para condenación.
Otro factor para tener en cuenta es que el termino aborrecer, del griego
Miseo[129] no necesariamente quiere referirse al odio como nosotros lo
entendemos. Sino simplemente como amar menos o con menos prioridad. Ya
que Jesús mismo lo usó para referirse a la prioridad que debe significar él por
sobre nuestras relaciones familiares:
1:24 “Por eso Dios los entregó a los malos deseos de sus corazones, que conducen a la impureza
sexual, de modo que degradaron sus cuerpos los unos con los otros”
1:28 Además, como estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, él a su
vez los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer.
9:19 Pero tú me dirás: «Entonces, ¿por qué todavía nos echa la culpa Dios? ¿Quién puede oponerse a
su voluntad?»
9:20 Respondo: ¿Quién eres tú para pedirle cuentas a Dios? «¿Acaso le dirá la olla de barro al que la
modeló: “¿Por qué me hiciste así?” »
9:21 ¿No tiene derecho el alfarero de hacer del mismo barro unas vasijas para usos especiales y otras
para fines ordinarios?
9:22 ¿Y qué si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia
a los que eran objeto de su castigo y estaban destinados a la destrucción?
9:23 ¿Qué si lo hizo para dar a conocer sus gloriosas riquezas a los que eran objeto de su
misericordia, y a quienes de antemano preparó para esa gloria?
9:24 Ésos somos nosotros, a quienes Dios llamó no sólo de entre los judíos sino también de entre los
gentiles.
9:25 Así lo dice Dios en el libro de Oseas: «Llamaré “mi pueblo” a los que no son mi pueblo; y
llamaré “mi amada” a la que no es mi amada»,
9:26 «Y sucederá que en el mismo lugar donde se les dijo: «Ustedes no son mi pueblo”, serán
llamados “hijos del Dios viviente” .»[130]
Esto levantaría más inquietudes en sus oyentes y Pablo se adelanta para dar
una respuesta.
Pero tú me dirás: «Entonces, ¿por qué todavía nos echa la culpa Dios?
¿Quién puede oponerse a su voluntad?»
Lo primero que Pablo deja claro es que nosotros no somos quien para pedirle
cuentas a Dios por sus actos. Él es el alfarero nosotros el barro, él es el
Creador nosotros la creación. Él tiene todo el derecho de hacer con el barro,
con su creación lo que él quiera. Lo que si debemos comprender que lo que
Pablo condena aquí no es a un corazón sincero que de vez en cuando no
comprende la voluntad de Dios sobre ciertas circunstancias de su vida, y
levanta algún clamor pidiendo la respuesta de Dios al por qué de sus
decisiones. Sino más bien Pablo está condenando a aquel que le pide cuentas
a Dios. Aquel que con orgullo le reclama a Dios por sus circunstancias
considerándolas injustas.
Pregunta de aplicación:
¿Qué tan fácil o difícil es en medio de los problemas aceptar que nuestra
mente es limitada para comprender la voluntad de Dios y descansar con
la idea de que él es Justo, bueno y soberano?
“¿No tiene derecho el alfarero de hacer del mismo barro unas vasijas para
usos especiales y otras para fines ordinarios?”
9:21 ¿No tiene derecho el alfarero de hacer del mismo barro unas vasijas para usos especiales y otras
para fines ordinarios?
9:22 ¿Y qué si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia
a los que eran objeto de su castigo y estaban destinados a la destrucción?
Las preguntas que aquí se plantean son de manera retórica para mostrar el
punto de que Dios como dueño y alfarero tiene todo el derecho de hacer con
la arcilla lo que él quiera hacer. Pero nuevamente debemos tener en cuenta de
que el hecho de que Dios tenga todo el derecho para hacerlo no quiere decir
que Dios actúe de una manera injusta.
Aquí la palabra clave es “destinados” del versículo 22; ya que en base a esta
afirmación paulina muchos piensan que Dios predestinó a algunos para
salvación y otros para condenación. Pero lo primero que tenemos que notar
es que el término griego es: Katartízo que puede significar: hacer apto,
completar, constituir, perfeccionar, perfectamente, preparar, remendar,
restaurar, unir.[132] Por eso la Reina Valera traduce:
9:22 ¿Y qué si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia
los vasos de ira que estaban preparados para destrucción?
Y el diccionario Vine nos hace caer en cuenta que está en el original en voz
media, lo que quiere decir que los vasos de ira se prepararon a sí mismos para
la destrucción[133]
Por esta razón en el verso 23 la Reina Valera nos da a entender que los vasos
de Gloria en cambio fueron preparados directamente por Dios:
9:23 ¿Y qué si, para dar a conocer las riquezas de su gloria, se las mostró a los vasos de misericordia
que él de antemano preparó para esa gloria?
Ya que en este caso usa otra palabra que es: proetoimazo que si significa
preparar de antemano.[134]
Por eso al comparar el verso 22 con otras traducciones, por ejemplo, con la
TLA, encontramos un sentido muy distinto:
“Algo parecido ha hecho Dios. Ha querido dar un ejemplo de castigo, para que todo el mundo conozca
su poder. Por eso tuvo mucha paciencia con los que merecían ser castigados y destruidos”.
“¿Qué si lo hizo para dar a conocer sus gloriosas riquezas a los que eran
objeto de su misericordia, y a quienes de antemano preparó para esa
gloria? Ésos somos nosotros, a quienes Dios llamó no sólo de entre los
judíos sino también de entre los gentiles”
9:25 Así lo dice Dios en el libro de Oseas: «Llamaré “mi pueblo” a los que no son mi pueblo; y
llamaré “mi amada” a la que no es mi amada»,
9:26 «Y sucederá que en el mismo lugar donde se les dijo: «Ustedes no son mi pueblo”, serán
llamados “hijos del Dios viviente” .»
9:27 Isaías, por su parte, proclama respecto de Israel: «Aunque los israelitas sean tan numerosos
como la arena del mar, sólo el remanente será salvo;
9:28 porque plenamente y sin demora el Señor cumplirá su sentencia en la tierra.»
9:29 Así había dicho Isaías: «Si el Señor Todopoderoso no nos hubiera dejado descendientes,
seríamos ya como Sodoma, nos pareceríamos a Gomorra.»
9:30 ¿Qué concluiremos? Pues que los gentiles, que no buscaban la justicia, la han alcanzado. Me
refiero a la justicia que es por la fe.
9:31 En cambio Israel, que iba en busca de una ley que le diera justicia, no ha alcanzado esa justicia.
9:32 ¿Por qué no? Porque no la buscaron mediante la fe sino mediante las obras, como si fuera
posible alcanzarla así. Por eso tropezaron con la «piedra de tropiezo»,
9:33 como está escrito: «Miren que pongo en Sión una piedra de tropiezo y una roca que hace caer;
pero el que confíe en él no será defraudado.»[135]
Esta idea es muy importante en el libro de Isaías a tal punto que Isaías a su
hijo le puso por nombre Sear Yasub que significa “un remanente volverá”.
(Isaías 7:3)
Isa 10:20 En aquel día ni el remanente de Israel ni los sobrevivientes del pueblo de Jacob volverán a
apoyarse en quien los hirió de muerte, sino que su apoyo verdadero será el SEÑOR, el Santo de Israel.
Isa 10:21 Y un remanente volverá; un remanente de Jacob volverá al Dios Poderoso.
Isa 10:22 Israel, aunque tu pueblo sea como la arena del mar, sólo un remanente volverá. Se ha
decretado destrucción, abrumadora justicia.
Isa 10:23 Porque el Señor, el SEÑOR Todopoderoso, ejecutará la destrucción decretada en medio de
todo el país. [136]
En este caso se refiere a la conquista del reino del norte por parte del imperio
Asirio, esto se dio por causa de la rebeldía del pueblo de Israel. Sin embargo,
Dios promete que de todos los Israelitas habrá un remanente que será salvo.
Ahora Pablo lo aplica a la salvación del Israel de la fe, es decir el verdadero
Israel dentro del Israel de la carne.
9:29 Así había dicho Isaías: «Si el Señor Todopoderoso no nos hubiera dejado descendientes,
seríamos ya como Sodoma, nos pareceríamos a Gomorra.»
Esta cita es tomada de Isaías 1:9, de igual manera le vamos a ver desde su
contexto:
Isa 1:7 Su país está desolado, sus ciudades son presa del fuego; ante sus propios ojos los extraños
devoran sus campos; su país está desolado, como si hubiera sido destruido por extranjeros.
Isa 1:8 La bella Sión ha quedado como cobertizo en un viñedo, como choza en un melonar, como
ciudad sitiada.
Isa 1:9 Si el SEÑOR Todopoderoso no nos hubiera dejado algunos sobrevivientes, seríamos ya como
Sodoma, nos pareceríamos a Gomorra
Sobre la inclusión de los gentiles Este texto nos deja en claro que ellos no
buscaban la justicia, lo mismo que Pablo aclaró en el capítulo 2 y 3 de su
Epístola sobre la depravación total de la humanidad. Pero ellos la han
alcanzado. Aquí debemos recordar que todo el argumento del capítulo 9 se
resume en la soberanía de Dios en la elección, y que esta depende de la
misericordia de Dios. Por eso podemos comprender ahora cómo es que los
gentiles que no buscaban la justicia la encontraron. Pero Pablo retoma el tema
de la fe como causa de la justificación.
“En cambio Israel, que iba en busca de una ley que le diera justicia, no ha
alcanzado esa justicia. ¿Por qué no? Porque no la buscaron mediante la fe
sino mediante las obras, como si fuera posible alcanzarla así”
Con todo esto en mente podemos comprender mejor que cuando Pablo dice
que “tiene misericordia de quien quiere tener misericordia y que endurece al
que quiere endurecer” y que “la elección depende solamente de la
misericordia de Dios” Dios no es totalmente arbitrario en hacer su elección,
sino que existe una condición que es la fe. Gran parte del pueblo de Israel no
fue elegido no simplemente por una elección soberana de Dios, sino por su
falta de fe.
“Puedo declarar en favor de ellos que muestran celo por Dios, pero su celo
no se basa en el conocimiento. No conociendo la justicia que proviene de
Dios, y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia
de Dios”
“Todos somos como gente impura; todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia.
Todos nos marchitamos como hojas: nuestras iniquidades nos arrastran como el viento”
Y Pablo nos recuerda en 10:5 por medio de una cita de Levítico 18:5:
10:5 Así describe Moisés la justicia que se basa en la ley: «Quien practique estas cosas vivirá por
ellas.»
Lev 18:5 “Observen mis estatutos y mis preceptos, pues todo el que los practique vivirá por ellos. Yo
soy el SEÑOR”
“De hecho, Cristo es el fin de la ley, para que todo el que cree reciba la
justicia”
10:6 Pero la justicia que se basa en la fe afirma: «No digas en tu corazón: “¿Quién subirá al cielo?”
(es decir, para hacer bajar a Cristo),
10:7 o “¿Quién bajará al abismo?” » (es decir, para hacer subir a Cristo de entre los muertos).
10:8 ¿Qué afirma entonces? «La palabra está cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón.» Ésta
es la palabra de fe que predicamos:
10:9 que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de
entre los muertos, serás salvo.
10:10 Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo.
10:11 Así dice la Escritura: «Todo el que confíe en él no será jamás defraudado.»
10:12 No hay diferencia entre judíos y gentiles, pues el mismo Señor es Señor de todos y bendice
abundantemente a cuantos lo invocan,
10:13 porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo».[138]
Una vez que Pablo dejó claro la manera equivocada en la que buscaban la
justificación el pueblo de Israel. Ahora pasa a explicarnos la forma correcta
en la que un ser humano puede ser justificado.
30:11 »Este mandamiento que hoy te ordeno obedecer no es superior a tus fuerzas ni está fuera de tu
alcance.
30:12 No está arriba en el cielo, para que preguntes: “¿Quién subirá al cielo por nosotros, para que
nos lo traiga, y así podamos escucharlo y obedecerlo?”
30:13 Tampoco está más allá del océano, para que preguntes: “¿Quién cruzará por nosotros hasta el
otro lado del océano, para que nos lo traiga, y así podamos escucharlo y obedecerlo?”
30:14 ¡No! La palabra está muy cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón, para que la
obedezcas.
Pablo hace primeramente dos afirmaciones: Confesar con nuestra boca que
Jesús es el Señor y creer en nuestro corazón que Dios lo levantó de entre los
muertos. Debemos notar que el hecho de confesar no puede estar separado en
ningún momento con el hecho de creer con el corazón. Las dos cosas van de
la mano.
“Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se
confiesa para ser salvo”
Esta siguiente sección del texto nos habla de las consecuencias del acto de
confesar con nuestra boca y creer con el corazón. Es importante recordar que
como mencionamos antes esta sección es probablemente una especie de
verso. Y por lo mismo recoge un estilo muy característico de la poesía hebreo
que es el paralelismo sinonímico. Es decir que se escriben dos frases
paralelas, con diferente contenido, pero para remarcar el mismo significado.
Un ejemplo de esto podemos verlo en:
Salmos 19:1 “ Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos”
Habacuc 1:2 “¿Hasta cuándo, SEÑOR, he de pedirte ayuda sin que tú me escuches? ¿Hasta cuándo
he de quejarme de la violencia sin que tú nos salves?”
Al tomar en cuenta esto podemos darnos cuenta de que las dos afirmaciones
de Pablo: Porque con el corazón se cree para ser justificado y con la boca se
confiesa para ser salvo, no se están refiriendo a dos aspectos diferentes, sino
que son dos afirmaciones paralelas para afirmar la misma verdad. Y esto
también nos invita a pensar en la importancia de no separar estos dos
aspectos de la fe, la confesión y la convicción.
Para seguir probando su argumento Pablo sigue citando textos del Antiguo
Testamento y en esta ocasión cita a Isaías 28:16.
“Por eso dice el SEÑOR omnipotente: «¡Yo pongo en Sión una piedra probada!, piedra angular y
preciosa para un cimiento firme; el que confíe no andará desorientado”
Tanto Pedro como Pablo han identificado a Jesús como la piedra angular que
menciona Isaías. Y la confianza en él como la clave de la salvación.
“Así dice la Escritura: «Miren que pongo en Sión una piedra principal escogida y preciosa, y el que
confíe en ella no será jamás defraudado.»”
“No hay diferencia entre judíos y gentiles, pues el mismo Señor es Señor de
todos y bendice abundantemente a cuantos lo invocan”
Pablo deja claro que en la Iglesia de Dios que está compuesta por judíos que
han reconocido a Jesús como el Mesías y también por gentiles que han tenido
fe en él. Las diferencias raciales ya no deben existir. Ahora somos un solo
pueblo con un mismo Señor.
Es importante señalar que aquí Pablo nos lleva a comprender que incluso los
gentiles que pertenecen a Cristo también son descendencia de Abraham y
herederos de sus promesas.
Es decir, las promesas hechas al pueblo de Israel por medio de Abraham se
cumplen con la Iglesia. No deberíamos esperar un cumplimiento exclusivo
para el pueblo judío en el futuro.
Es importante también notar que cuando Pablo dice que Dios “bendice
abundantemente a quienes lo invoquen” el término que usa para invocar es
epikaleomai que también puede ser traducido como “apelar”[139] y si
recordamos que el griego que usó Pablo para escribir romanos es un griego
ptolomaico usado en las cortes legales de roma, puede ser que el sentido que
le quiera dar a la acción de invocar a Jesús sea precisamente el de apelar a él
como nuestro defensor frente al juicio de Dios.
“Y todo el que invoque el nombre del SEÑOR escapará con vida, porque en el monte Sión y en
Jerusalén habrá escapatoria, como lo ha dicho el SEÑOR. Y entre los sobrevivientes estarán los
llamados del SEÑOR”
Hechos 2:21 Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.”
Lo importante aquí es notar que los dos autores identifican a Jesús como el
Señor del que Joel está hablando. Especialmente Pablo aquí en Romanos en
los versos anteriores aclaró que la confesión es que “Jesús es el Señor”. Y
mientras que en Joel se usa aquí el nombre propio de Dios YHWH. Por eso la
Reina Valera traduce “el nombre de Jehová”. Es decir, esta es una afirmación
muy clara de la divinidad de Cristo y su identidad con el Dios del Antiguo
Testamento. Al invocar el nombre de Jesús estamos invocando el mismo
nombre de Dios.
7.2.3.- La Evangelización
10:14 Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de
quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?
10:15 ¿Y quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: «¡Qué hermoso es recibir al mensajero
que trae buenas nuevas!» [140]
Después de que Pablo dejó claro que la Salvación se obtiene tras la confesión
de que Jesús es el Señor. Y también citando a Joel nos dijo que todo el que
invoque el nombre del Señor será Salvo. Ahora pasa a plantearse algunas
objeciones que pueden nacer en la mente del lector:
Así está escrito: «¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas
nuevas!
Nuevamente Pablo deposita la autoridad de sus palabras en las Escrituras.
Esta vez cita a Isaías 52:7
“¡Qué hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas; del que proclama la paz,
del que anuncia buenas noticias, del que proclama la salvación, del que dice a Sión: «Tu Dios
reina»!”
Como conclusión de esta porción podemos decir que Pablo nos indica cual es
el proceso para llevar a cabo la Evangelización. Se necesita de siervos
enviados, que proclamen las Buenas Nuevas. Para que la gente escuche,
algunos crean, invoquen el nombre del Señor y se Salven.
10:16 Sin embargo, no todos los israelitas aceptaron las buenas nuevas. Isaías dice: «Señor, ¿quién
ha creído a nuestro mensaje?»
10:17 Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de
Cristo.
10:18 Pero pregunto: ¿Acaso no oyeron? ¡Claro que sí! «Por toda la tierra se difundió su voz, ¡sus
palabras llegan hasta los confines del mundo!»
10:19 Pero insisto: ¿Acaso no entendió Israel? En primer lugar, Moisés dice: «Yo haré que ustedes
sientan envidia de los que no son nación; voy a irritarlos con una nación insensata.»
10:20 Luego Isaías se atreve a decir: «Dejé que me hallaran los que no me buscaban; me di a conocer
a los que no preguntaban por mí.»
10:21 En cambio, respecto de Israel, dice: «Todo el día extendí mis manos hacia un pueblo
desobediente y rebelde.»[143]
Ahora que Pablo dejó claro que la Salvación viene por medio de la
evangelización, se adelanta a dar respuesta a las preguntas y posibles
explicaciones que algunos quieran dar a la incredulidad de Israel.
Sin embargo, no todos los israelitas aceptaron las buenas nuevas. Isaías
dice: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro mensaje?»
Aquí Pablo cita un texto de Isaías 53:1 En el que precisamente se habla del
Siervo de Dios o Siervo sufriente que en el libro de Isaías es una imagen del
Mesías. Por esta razón en el verso siguiente dice:
“Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo”
Pero pregunto: ¿Acaso no oyeron? ¡Claro que sí! «Por toda la tierra se
difundió su voz, ¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo!»
Luego Pablo pasa entonces a plantearse las preguntas sobre cuáles pueden ser
las razones por las cuales Israel es incrédulo. Y la primera explicación podría
ser: ¿Entonces ellos no oyeron el mensaje? A lo que responde rotundamente
que sí lo escucharon. Para esto cita un texto del Salmo 19:4. Si leemos este
pasaje en su contexto veremos que se trata de que la creación misma es la que
proclama el mensaje:
Salmo 19:1 Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos
19:2 Un día comparte al otro la noticia, una noche a la otra se lo hace saber
19:3 Sin palabras, sin lenguaje, sin una voz perceptible,
19:4 por toda la tierra resuena su eco, ¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo! Dios ha
plantado en los cielos un pabellón para el sol
Puede ser que aquí nuestro apóstol esté tratando de recordar lo que ya
mencionó en el capítulo uno, de que nadie tiene escusa del conocimiento de
Dios ya que lo conocido de Dios es evidente por la creación.
1:20 Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y
su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene
excusa.
Pero por otro lado puede ser que Pablo lo esté aplicando también a la
comunicación del Evangelio por medio de la Iglesia Usando una figura
literaria conocida como hipérbole, ya que no literalmente todo el mundo a
escuchado el Evangelio, pero probablemente en todas partes en las que había
judíos en el tiempo de Pablo ya se había predicado el Evangelio.
Pero insisto: ¿Acaso no entendió Israel? En primer lugar, Moisés dice: «Yo
haré que ustedes sientan envidia de los que no son nación; voy a irritarlos
con una nación insensata.»
32:21 Me provocaron a celos con quien no es Dios como yo, y me enojaron con sus ídolos indignos.
Pues yo haré que ustedes sientan envidia de los que no son pueblo; voy a irritarlos con una nación
insensata
Con esto puede ser que quiera dar a entender que los gentiles que ni siquiera
buscaban a Dios e incluso se los llama insensatos entendieron el Evangelio,
¿cómo puede ser que los judíos no lo comprendan? Si no más bien se trata de
que ellos lo rechazan. Por eso en los siguientes versículos cita nuevamente a
Isaías:
Isa 65:1 «Me di a conocer a los que no preguntaban por mí; dejé que me hallaran los que no me
buscaban. A una nación que no invocaba mi nombre, le dije: “¡Aquí estoy!”
65:2 Todo el día extendí mis manos hacia un pueblo rebelde, que va por mal camino, siguiendo sus
propias ideas.
65:3 Es un pueblo que en mi propia cara constantemente me provoca; que ofrece sacrificios en los
jardines y quema incienso en los altares;
65:4 que se sienta entre los sepulcros y pasa la noche en vigilias secretas; que come carne de cerdo, y
en sus ollas cocina caldo impuro;
65:5 que dice: “¡Manténganse alejados! ¡No se me acerquen! ¡Soy demasiado sagrado para ustedes!”
Todo esto me fastidia como humo en la nariz; ¡es un fuego que arde todo el día!
Pero parece ser que mucho más activa fue la gracia de Dios para con Israel ya
que a ellos “extiende sus manos” es decir como si Dios rogara que se
acerquen a él. Pero Israel continuamente lo rechaza y sigue sus propios
caminos. Que, aunque conocen la Palabra de Dios ellos prefieren hacer su
propia voluntad e incluso se creían demasiado sagrados y rechazaban a las
naciones gentiles.
Por esta razón podemos concluir que el rechazo a gran parte de Israel no fue
por desconocimiento o falta de entendimiento sino por necedad y rechazo de
la voluntad de Dios.
Otra cosa muy importante para tener en cuenta es que aun cuando desde el
capítulo 9 Pablo fue muy claro sobre la soberanía de Dios en la elección de
Israel aquí nos deja ver también el papel fundamental que juega la
responsabilidad humana.
11:11 Ahora pregunto: ¿Acaso tropezaron para no volver a levantarse? ¡De ninguna manera! Más
bien, gracias a su transgresión ha venido la salvación a los gentiles, para que Israel sienta celos.
11:12 Pero si su transgresión ha enriquecido al mundo, es decir, si su fracaso ha enriquecido a los
gentiles, ¡cuánto mayor será la riqueza que su plena restauración producirá!
11:13 Me dirijo ahora a ustedes, los gentiles. Como apóstol que soy de ustedes, le hago honor a mi
ministerio,
11:14 pues quisiera ver si de algún modo despierto los celos de mi propio pueblo, para así salvar a
algunos de ellos.
11:15 Pues si el haberlos rechazado dio como resultado la reconciliación entre Dios y el mundo, ¿no
será su restitución una vuelta a la vida?
11:16 Si se consagra la parte de la masa que se ofrece como primicias, también se consagra toda la
masa; si la raíz es santa, también lo son las ramas.
11:17 Ahora bien, es verdad que algunas de las ramas han sido desgajadas, y que tú, siendo de olivo
silvestre, has sido injertado entre las otras ramas. Ahora participas de la savia nutritiva de la raíz del
olivo.
11:18 Sin embargo, no te vayas a creer mejor que las ramas originales. Y si te jactas de ello, ten en
cuenta que no eres tú quien nutre a la raíz, sino que es la raíz la que te nutre a ti.
11:19 Tal vez dirás: «Desgajaron unas ramas para que yo fuera injertado.»
11:20 De acuerdo. Pero ellas fueron desgajadas por su falta de fe, y tú por la fe te mantienes firme.
Así que no seas arrogante sino temeroso;
11:21 porque si Dios no tuvo miramientos con las ramas originales, tampoco los tendrá contigo.
11:22 Por tanto, considera la bondad y la severidad de Dios: severidad hacia los que cayeron y
bondad hacia ti. Pero si no te mantienes en su bondad, tú también serás desgajado.
11:23 Y si ellos dejan de ser incrédulos, serán injertados, porque Dios tiene poder para injertarlos de
nuevo.
11:24 Después de todo, si tú fuiste cortado de un olivo silvestre, al que por naturaleza pertenecías, y
contra tu condición natural fuiste injertado en un olivo cultivado, ¡con cuánta mayor facilidad las
ramas naturales de ese olivo serán injertadas de nuevo en él! [144]
11:14 pues quisiera ver si de algún modo despierto los celos de mi propio pueblo, para así salvar a
algunos de ellos.
10:19 Pero insisto: ¿Acaso no entendió Israel? En primer lugar, Moisés dice: «Yo haré que ustedes
sientan envidia de los que no son nación; voy a irritarlos con una nación insensata.»
Debemos aclarar aquí que los celos o envidia a la que Pablo se refiere, la que
trae salvación a Israel no son la envidia o celos mal sanos que son pecado,
producto de un deseo ilegítimo de lo que otro tiene. Sino más bien son un
legítimo deseo de experimentar las mismas promesas de Dios que están
disponibles para todos.
11:15 Pues si el haberlos rechazado dio como resultado la reconciliación entre Dios y el mundo, ¿no
será su restitución una vuelta a la vida?
3.- Existe una tercera interpretación que es más probable, y dice que Pablo
está hablando simbólicamente de algo así como un avivamiento. Similar al
profetizado por Ezequiel 37:3 en el relato de los huesos que vuelven a la vida.
Pareciendo dar a entender que la restauración de Israel traerá un despertar a
toda la Iglesia del Señor.
En este versículo Pablo parece dar a entender que el hecho de que los
israelitas al ser descendientes de los patriarcas disfrutan de algunos
privilegios. Al comparar la masa consagrada y la raíz con los patriarcas y las
promesas y pactos divinos. Pero esto no implica que Israel tenga un modo de
salvarse aparte de la fe en Jesús. Todo esto lo explica en los siguientes
versículos:
Ahora bien, es verdad que algunas de las ramas han sido desgajadas, y que
tú, siendo de olivo silvestre, has sido injertado entre las otras ramas. Ahora
participas de la savia nutritiva de la raíz del olivo.
Pablo nos deja claro que algunas ramas, refiriéndose a gran parte de los
israelitas, han sido desgajadas, es decir separadas del Pueblo de Dios. Lo que
representa el Olivo de la ilustración. Y que los gentiles, representados por las
ramas de olivos silvestres han sido injertados, es decir, hechos parte del
Pueblo de Dios. Y por esta razón disfrutan de las mismas promesas y pactos
que se hizo con los patriarcas, representado por la sabia nutritiva de la raíz
del olivo.
Tal vez dirás: «Desgajaron unas ramas para que yo fuera injertado.» De
acuerdo. Pero ellas fueron desgajadas por su falta de fe, y tú por la fe te
mantienes firme. Así que no seas arrogante sino temeroso;
En estos textos nos encontramos con la razón por la que Israel ha sido
rechazado y es precisamente por su falta de fe. Es decir, la misma fe que a los
gentiles les mantiene firmes.
Otra cosa importante es que la fe que se exhorta tener no es una fe
momentánea y posicional, sino una fe continuada, en la que toca mantenerse
firme. Esto es un llamado para los cristianos a no enorgullecerse por su fe y
más bien a continuar temeroso. Esto me recuerda a otro dicho del mismo
apóstol:
Filipenses 2:12 Así que, mis queridos hermanos, como han obedecido siempre —no sólo en mi
presencia sino mucho más ahora en mi ausencia—lleven a cabo su salvación con temor y temblor,
Pero, ¿De qué tenemos que estar temerosos? En los siguientes versículos
Pablo nos da una respuesta.
Pablo expresa claramente que por la falta de fe rechazó a gran parte de Israel,
y de la misma manera lo hará con los gentiles si no se mantienen en su
bondad. Y también hace hincapié en la severidad de Dios para los que
cayeron. Es decir, a los que en algún momento estuvieron con Dios y luego
dejaron de estarlo.
La exhortación de este texto, a mantenerse en la bondad de Dios con la
advertencia de que si no lo hacen serán desgajados. No tiene mucho sentido
desde la perspectiva calvinista de la Perseverancia de los Santos. Muchos
argumentarán que los que tienen fe verdadera siempre van a perseverar, pero
la inquietud sigue siendo la misma. Si es así ¿Por qué la advertencia
continuada no solo en romanos sino en toda la Biblia a perseverar?
Y si ellos dejan de ser incrédulos, serán injertados, porque Dios tiene poder
para injertarlos de nuevo. Después de todo, si tú fuiste cortado de un olivo
silvestre, al que por naturaleza pertenecías, y contra tu condición natural
fuiste injertado en un olivo cultivado, ¡con cuánta mayor facilidad las
ramas naturales de ese olivo serán injertadas de nuevo en él!
11:25 Hermanos, quiero que entiendan este misterio para que no se vuelvan presuntuosos. Parte de
Israel se ha endurecido, y así permanecerá hasta que haya entrado la totalidad de los gentiles.
11:26 De esta manera todo Israel será salvo, como está escrito: «El redentor vendrá de Sión y
apartará de Jacob la impiedad.
11:27 Y éste será mi pacto con ellos cuando perdone sus pecados.»
11:28 Con respecto al evangelio, los israelitas son enemigos de Dios para bien de ustedes; pero si
tomamos en cuenta la elección, son amados de Dios por causa de los patriarcas,
11:29 porque las dádivas de Dios son irrevocables, como lo es también su llamamiento.
11:30 De hecho, en otro tiempo ustedes fueron desobedientes a Dios; pero ahora, por la
desobediencia de los israelitas, han sido objeto de su misericordia.
11:31 Así mismo, estos que han desobedecido recibirán misericordia ahora, como resultado de la
misericordia de Dios hacia ustedes.
11:32 En fin, Dios ha sujetado a todos a la desobediencia, con el fin de tener misericordia de todos.
[145]
Aquí Pablo nos habla de un misterio. Y este es que, aunque gran parte del
pueblo de Israel se haya endurecido, solamente permanecerá así hasta que
haya entrado la plenitud de los gentiles. Y luego dice que todo Israel será
Salvo. Entonces, surge la inquietud. ¿Se refiere Pablo a todo el pueblo judío
sin distinción? ¿Se refiere al Israel de la fe, o sea la Iglesia? ¿Solamente está
hablando del remanente que será salvo por la fe?
Por otro lado, tampoco podemos afirmar como lo hacía Juan Calvino que
todo Israel sea una alusión a la Iglesia. Ya que es obvio el contraste que el
texto nos presenta entre Israel y los gentiles. Entonces, Me atrevo a afirmar
que todo Israel en realidad se refiere al pueblo judío, sin embargo, pienso que
la expresión “todo” no necesariamente se refiere a todos sin excepción, ya
que al igual que dice “la plenitud de los gentiles” y se refiere a los gentiles
que serán salvos por fe, la expresión todo Israel se refiere a la plenitud de los
judíos que también serán salvos por fe.
Doxología (11:33-36)
11:33 ¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Qué
indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos!
11:34 «¿Quién ha conocido la mente del Señor, o quién ha sido su consejero?»
11:35 «¿Quién le ha dado primero a Dios, para que luego Dios le pague?»
11:36 Porque todas las cosas proceden de él, y existen por él y para él. ¡A él sea la gloria por siempre!
Amén.[146]
En el final de este capítulo Pablo nos presenta una doxología, que es una de
las más hermosas expresiones de alabanza y admiración de la soberanía de
nuestro Dios. Y reconoce que, la sabiduría humana no podrá nunca
comprender de manera perfecta muchos de los misterios de nuestro Dios.
8.- Aplicación: La conducta de la justicia de Dios
(12:1-15:13)
Aquí Pablo comienza una sección nueva en su epístola. Que tiene que ver con
la aplicación de todos los fundamentos teóricos expuestos hasta este punto.
Esto es un gran ejemplo para todo expositor de la Palabra de Dios, quien
tiene la obligación de llevar esta Palabra a la vida práctica de todos los seres
humanos. Dice William Barclay sobre este tema: “Puede debatirse con los
problemas más profundos de la teología; pero siempre acaba con las
demandas éticas que gobiernan la vida de todo el mundo”[148]
Esto nos hace pensar que si bien es cierto Pablo tenía autoridad como apóstol
para demandar un estilo de vida en la comunidad. Aquí presenta una súplica,
ya que, en la vida cristiana la decisión de vivir conforme a los propósitos de
Dios tiene que ser una decisión personal. Y con mucha más razón cuando se
trata de ofrecerse uno mismo como sacrificio espiritual para Dios.
Con esta expresión Pablo hace referencia al sistema sacrificial muy bien
conocido por el pueblo judío. Pero ahora nos deja claro que el sacrificio tiene
que ser nuestro propio cuerpo, y que al igual que un sacrificio de animales en
el Antiguo Testamento tenía que estar sin mancha y en perfectas condiciones,
ahora se menciona que nosotros debemos presentarnos de una manera santa y
agradable a Dios.
Otra cosa importante que tenemos que mencionar es que para los lectores de
origen griego esta expresión puede causar consternación ya que “ofrecer el
cuerpo” no tendría mucho sentido bajo la filosofía platónica en donde el
cuerpo es malo y lo espiritual es lo bueno. Sin embargo, Pablo aplica este
mismo término para dejar claro que a Dios debemos ofrecernos por completo,
y que nuestro mejor sacrificio es nuestra vida entera ofrecida a Dios, por
medio de actos de justicia, los cuales realizamos con nuestros cuerpos.
También debemos mencionar que para Pablo la motivación para vivir de esta
manera se encuentra en “las misericordias de Dios” de las cuales ya habló de
una forma teórica en todos los capítulos anteriores de la epístola, pero ahora
tienen que aterrizar en nuestra vida práctica.
“No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de
todos. Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con
todos”
Esta palabra “todos” se repite dos veces en estos versículos para enfatizar que
el amor que debemos vivir es para todo ser humano. En este pasaje es claro
que el amor no está limitado para los hermanos.
12:14 Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan.
En este pasaje Pablo nos muestra algunas formas de cómo mostrar de una
manera práctica el amor por los demás:
“Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y
honrándose”
También. La Biblia nos manda a no ser orgullosos y tratar a los demás como
inferiores, sino más bien debemos dar un trato de honra, reconociendo
siempre lo bueno de los demás antes que lo nuestro.
El trato de respeto y honra no está limitado a los amigos sino también a los
enemigos-
12:14 Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan.
Esto es muy importante ya que como seres humanos pensamos que debemos
un trato de respeto solo a quienes nos respetan. Un dicho popular dice:
“respétame para que te respete”. Pero la Biblia es muy clara en que debemos
responder con bendición incluso a quienes nos maldicen. Esto es una muestra
de que queremos imitar a Jesús. (1 Pedro 2:23; 3:9)
Una forma muy práctica de mostrar nuestro amor es cuando ayudamos a los
necesitados y cuando somos hospitalarios. Es muy importante en la fe
cristiana el identificar y hacer lo posible por suplir las necesidades de los
demás.
Algo muy importante en la vida cristiana es poder identificarse con el dolor
de los demás, y también con sus alegrías.
Es importante tener en cuenta en cuanto al mandamiento de llorar con los que
lloran, esto implica el comprender el dolor y no hacer de menos o querer
aconsejar nada más. ¡Ojo! No dice: “hagan reír a los que lloran”
Como ya mencionamos anteriormente este también es un asunto no solo para
nuestros amigos sino también para nuestros enemigos. Esto lo explica Pablo
en los versículos del 17-21.
Incluso debemos procurar hacer lo bueno a quienes nos hacen daño. Este es
un asunto muy importante ya que Jesús también lo enfatizó en el Sermón del
Monte. No se trata solamente de no devolver el mal, sino que el mandamiento
es más activo y se trata de devolver con bien el mal.
Dar de comer y dar de beber a nuestros enemigos significa que vamos a
buscar activamente el bienestar de ellos. Y esto es muestra de que queremos
imitar a nuestro Dios, ya que esto es lo que Jesús hizo por nosotros. Dios su
vida por nosotros aun cuando éramos sus enemigos.
“Antes bien, «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale
de beber. Actuando así, harás que se avergüence de su conducta.»”
Es muy importante reconocer que el amor que vivimos servirá como
testimonio delante de los que no conocen a Jesús. Él también dijo que “en
esto conocerán que son mis discípulos si se aman los unos a los otros” (Juan
13:35)
Muchas veces queremos que nos identifiquen por muchas cosas, como no
bailar, no tomar, no fumar, no decir malas palabras etc. Cosas que están bien.
Pero no debemos descuidar la verdadera razón por la que deben
identificarnos que es el amor.
Pablo nos dice que al devolver con bien el mal que nos causan hacemos que
se avergüencen de su conducta, es decir los llevamos a reflexionar sobre sus
acciones y es más fácil que acepten la fe en Jesús. Literalmente dice que
“brazas de fuego amontonaremos en su cabeza” pero la intención es la
misma. Llevar a la reflexión y al arrepentimiento por las acciones cometidas.
8.4.- El cristiano y la autoridad civil (13:1-3)
13:1 Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya
dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él.
13:2 Por lo tanto, todo el que se opone a la autoridad se rebela contra lo que Dios ha instituido. Los
que así proceden recibirán castigo.
13:3 Porque los gobernantes no están para infundir terror a los que hacen lo bueno sino a los que
hacen lo malo. ¿Quieres librarte del miedo a la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás su aprobación,
[152]
Aquí Pablo aborda un tema que no ha muchos cristianos les debe haber
parecido lo correcto. El respeto a toda autoridad civil bajo el principio de que
toda autoridad es puesta por Dios. Principio que Pablo lo reitera en este texto.
Tenemos que reconocer también que este texto puede ser usado abusivamente
por parte de las autoridades. Muchas veces pretendiendo argumentar que aquí
Dios permite y aprueba cualquier acción de parte del gobierno ante la cual
todos los cristianos tienen que sujetarse. Sin embargo, como sabemos, a la
Biblia la debemos interpretar con la misma Biblia en todo su contexto.
Entonces, nos daremos cuenta de que existe un límite ante el cual cada
cristiano debe decidir si obedecer o no a la ley civil. Y este es la voluntad de
Dios. Recordemos las Palabras de Pedro y Juan ante el Sanedrín en Hechos
5:29
—¡Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres! —respondieron Pedro y los demás
apóstoles—
Es decir, cuando el estado manda lo que Dios prohíbe o prohíbe lo que Dios
manda, el cristiano tiene la responsabilidad moral de decidir obedecer
primero a Dios y resistir a la autoridad civil.
También tenemos que comentar que el hecho de que las autoridades sean
puestas por Dios, no quiere decir de ninguna manera que Dios sea el
responsable de sus acciones. Es decir, los gobernantes son libres de decidir si
siguen el principio para el cual fueron puestos: Servir a Dios e impartir
justicia u obedecer a otro tipo de principios que no vienen de Dios.
Por eso es por lo que en Apocalipsis capítulo 13 se dice que la Bestia, que
representa según muchos estudiosos al imperio de Roma, recibe su autoridad
del Dragón, o sea de Satanás. Es decir, Dios le permitió llegar a esa posición
de autoridad, pero sus acciones no fueron guiadas por Dios.
13:4 pues está al servicio de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, entonces debes tener miedo. No
en vano lleva la espada, pues está al servicio de Dios para impartir justicia y castigar al malhechor.
13:5 Así que es necesario someterse a las autoridades, no sólo para evitar el castigo sino también por
razones de conciencia.
13:6 Por eso mismo pagan ustedes impuestos, pues las autoridades están al servicio de Dios,
dedicadas precisamente a gobernar.
13:7 Paguen a cada uno lo que le corresponda: si deben impuestos, paguen los impuestos; si deben
contribuciones, paguen las contribuciones; al que deban respeto, muéstrenle respeto; al que deban
honor, ríndanle honor.
“pues está al servicio de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, entonces
debes tener miedo. No en vano lleva la espada, pues está al servicio de Dios
para impartir justicia y castigar al malhechor”
Es por esto por lo que Pablo reconoce que las autoridades están al servicio de
Dios. Es decir, son el instrumento que Dios usa para mantener el orden en la
sociedad y de alguna manera ejercer un juicio en contra de la maldad.
Pero, este versículo nos presenta el ideal de Dios para las autoridades. Y
Pablo sabía que solamente es un ideal ya que en la práctica esto no se
cumple. Por lo general las autoridades humanas son falibles y muchas veces
no hacen la verdadera justicia. (A Pablo lo apresaron injustamente. A Jesús
mismo lo crucificaron injustamente)
Por esta misma razón debemos ir reconociendo que al mismo tiempo que
Dios les da autoridad civil a ciertos seres humanos. También les da cierta
responsabilidad. Y esta muchas veces no la cumplen.
Después de haber profundizado en el tema del amor, ahora Pablo pasa a tratar
un asunto práctico en el que como cristianos debemos aplicar el amor en
nuestras relaciones dentro de la Iglesia.
En este pasaje se trata de dos grupos de cristianos: los fuertes y los débiles.
Sobre a quién se refería Pablo como débiles en la Iglesia existen cuatro
puntos de vista diferentes:
1.- Eran cristianos que antes eran gentiles idólatras y por eso ahora tenían
muchos problemas de conciencia al comer ciertos alimentos que habían sido
sacrificados a los ídolos. Esto por el aparente paralelo con 1 de Corintios 8:9-
11
8:9 Sin embargo, tengan cuidado de que su libertad no se convierta en motivo de tropiezo para los
débiles.
8:10 Porque si alguien de conciencia débil te ve a ti, que tienes este conocimiento, comer en el templo
de un ídolo, ¿no se sentirá animado a comer lo que ha sido sacrificado a los ídolos?
8:11 Entonces ese hermano débil, por quien Cristo murió, se perderá a causa de tu conocimiento.
2.- Eran cristianos de una filosofía asceta, que se abstenían de vino y carne,
como de otros placeres. Sin embargo, no hay evidencia de que Pablo esté
tratando con este punto de vista.
3.- Eran judíos legalistas que obligaban a otros cristianos a guardar la ley. Sin
embargo, Pablo en toda su carta estuvo en contra de aquellos judíos que
pensaban que por obras se podía ganar la salvación. Entonces no es probable
que Pablo los trate como cristianos.
4.- Un punto de vista que es más aceptado es que eran cristianos de origen
judío que no caían en el extremo del legalismo, ya que no obligaban a otros a
cumplir con las leyes, pero ellos si experimentaban muchos problemas de
conciencia y continuaban con las prácticas correspondientes a alimentos y a
días de fiesta. Y Pablo los llama débiles en el sentido de que el tema de la
salvación solamente por la fe todavía no les da cierta libertad de conciencia y
siguen atados a algunas obras de la ley.
“A algunos su fe les permite comer de todo, pero hay quienes son débiles en
la fe, y sólo comen verduras”
Aquí se nos presenta el tema de discusión y la diferencia fundamental entre
débiles y fuertes. Algunos comían de todo, otros solo verduras,
probablemente porque en ciertos contextos no había ningún tipo de carne que
haya sido sacrificada bajo las normas judías.
14:5 Hay quien considera que un día tiene más importancia que otro, pero hay quien considera
iguales todos los días. Cada uno debe estar firme en sus propias opiniones.
“El que come de todo no debe menospreciar al que no come ciertas cosas, y
el que no come de todo no debe condenar al que lo hace, pues Dios lo ha
aceptado. ¿Quién eres tú para juzgar al siervo de otro? Que se mantenga
en pie, o que caiga, es asunto de su propio señor. Y se mantendrá en pie,
porque el Señor tiene poder para sostenerlo”
Es muy importante en la vida cristiana tener convicciones sobre diferentes
practicas alimenticias, y culturales. El problema se da cuando por mis
convicciones juzgo a los demás cristianos que no comparten lo que yo pienso
sobre ciertos asuntos. Esto claro esta dentro del marco de asuntos que no son
fundamentales dentro de la fe, como en este caso el tema de los alimentos y
de los días santos.
Notemos que el asunto del respeto entre los dos grupos es mutuo. Los débiles
no deben condenar a los fuertes y los fuertes no deben menospreciar a los
débiles. Pablo en este asunto enseña que cada uno se mantenga firme en sus
propias convicciones mientras este seguro de que es algo que dará gloria a
Dios. Y al reconocer que los hermanos que piensan diferente también tienen
la motivación de dar gloria a Dios, entonces debemos frenarnos de juzgarlos
por sus prácticas.
14:5 Hay quien considera que un día tiene más importancia que otro, pero hay quien considera
iguales todos los días. Cada uno debe estar firme en sus propias opiniones.
14:6 El que le da importancia especial a cierto día, lo hace para el Señor. El que come de todo, come
para el Señor, y lo demuestra dándole gracias a Dios; y el que no come, para el Señor se abstiene, y
también da gracias a Dios.
Pablo deja claro que él piensa que los fuertes son los que tienen la razón. Y
argumenta que su convicción es en base a lo que ha aprendido de Jesús
mismo. Probablemente haciendo alusión a las discusiones de Jesús con los
fariseos sobre asuntos de pureza ritual.
Cuando dice “No hay nada impuro en sí mismo” debemos recordar que se
refiere a este tema de pureza ritual y externa, y no moral. Ya que es claro para
Pablo que en lo moral si existen cosas impuras y puras en si mismas.
14:19 Por lo tanto, esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua
edificación.
14:20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todo alimento es puro; lo malo es hacer
tropezar a otros por lo que uno come.
14:21 Más vale no comer carne ni beber vino, ni hacer nada que haga caer a tu hermano.
14:22 Así que la convicción que tengas tú al respecto, mantenla como algo entre Dios y tú. Dichoso
aquel a quien su conciencia no lo acusa por lo que hace.
14:23 Pero el que tiene dudas en cuanto a lo que come, se condena; porque no lo hace por convicción.
Y todo lo que no se hace por convicción es pecado.[154]
En esta sección Pablo deja claro que hay cosas que son más importantes
como para quedarnos en divisiones por cosas que no son relevantes.
15:1 Los fuertes en la fe debemos apoyar a los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada.
15:2 Cada uno debe agradar al prójimo para su bien, con el fin de edificarlo.
15:3 Porque ni siquiera Cristo se agradó a sí mismo sino que, como está escrito: «Sobre mí han
recaído los insultos de tus detractores.»
15:4 De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que,
alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza.
15:5 Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al
ejemplo de Cristo Jesús,
15:6 para que con un solo corazón y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo.
15:7 Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes para gloria de Dios.
15:8 Les digo que Cristo se hizo servidor de los judíos para demostrar la fidelidad de Dios, a fin de
confirmar las promesas hechas a los patriarcas,
15:9 y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su compasión, como está escrito: «Por eso te
alabaré entre las naciones; cantaré salmos a tu nombre.»
15:10 En otro pasaje dice: «Alégrense, naciones, con el pueblo de Dios.»
15:11 Y en otra parte: «¡Alaben al Señor, naciones todas! ¡Pueblos todos, cántenle alabanzas!»
15:12 A su vez, Isaías afirma: «Brotará la raíz de Isaí, el que se levantará para gobernar a las
naciones; en él los pueblos pondrán su esperanza.»
15:13 Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que
rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo. [155]
Conectando con la sección anterior y con el tema del amor, ahora Pablo nos
enseña que todo esto es parte de seguir el ejemplo de Jesús.
Este es uno de los pasajes más claros en toda la Biblia sobre lo que significa
el amor de Dios por nosotros, cómo lo mostró prácticamente y de igual
manera nos muestra el ejemplo que ahora nosotros debemos seguir.
En este pasaje de Romanos Pablo nos presenta la misma idea, así que Jesús
no pensó en si mismo si no en nosotros, así también nosotros no pensemos en
nosotros sino en el bienestar de los demás, en especial si nos consideramos
fuertes en la fe, aceptemos, apoyemos y busquemos el bienestar y la
edificación de quienes no lo son.
Otra cosa importante en este versículo es que Pablo cita un texto del Salmo
69:9
El celo por tu casa me consume; sobre mí han recaído los insultos de tus detractores.
Es importante mencionar que Pablo recoge muchos Salmos a los que se los
llama mesiánicos, ya que, aunque en su contexto sea David quien esté
hablando, es el Espíritu Santo el que inspira para hablar de los futuros
padecimientos de Jesús.
En este caso se dice: “sobre mi han recaído los insultos de tus detractores” y
nos invita a mencionar que, aunque a Jesús muchos lo insultaron y lo
maltrataron, así también nosotros deberíamos en lo posible, recibir el insulto
o la ofensa del que se crea fuerte o débil, y no responder con otra ofensa, sino
más bien buscar su bienestar. Este es un principio que tanto Jesús como
Pablo ya lo han establecido en sus escritos.
Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en
armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, para que con un solo
corazón y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo. Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a
ustedes para gloria de Dios.
Pregunta de aplicación
¿Cómo se puede vivir en armonía cuando pensamos diferente?
El versículo nos dice que debemos tener un mismo corazón para alabar a
Dios. Tener un mismo corazón es distinto a tener una misma mente. Tener un
mismo corazón es aprender a tener una unidad de propósito más que de
pensamiento.
Les digo que Cristo se hizo servidor de los judíos para demostrar la
fidelidad de Dios, a fin de confirmar las promesas hechas a los patriarcas, y
para que los gentiles glorifiquen a Dios por su compasión, como está
escrito: «Por eso te alabaré entre las naciones; cantaré salmos a tu
nombre.»
Pablo nunca ha desestimado la importancia del pueblo judío dentro del plan
de Dios, y eso lo confirma en esta porción, donde vemos que en Jesús se
mostró la fidelidad de Dios para con su pueblo. Pero añade que también por
medio de Jesús los gentiles también pueden ahora glorificar a Dios por su
compasión.
Estos textos son citas de Deuteronomio 32:43, Isaías 11:10, Salmo 18:49
Isaías 11:10 En aquel día se alzará la raíz de Isaí como estandarte de los pueblos; hacia él correrán
las naciones, y glorioso será el lugar donde repose.
Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que
creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo
Por mi parte, hermanos míos, estoy seguro de que ustedes mismos rebosan
de bondad, abundan en conocimiento y están capacitados para instruirse
unos a otros.
Por esta porción de la epístola podemos darnos cuenta de que Pablo no está
escribiendo a cristianos nuevos en la fe o a una comunidad que se encuentre
llena de pecado, sino más bien la descripción de este versículo nos dice que
eran bondadosos, es decir practicaban las verdades de la fe cristiana, pero
también abundan en conocimiento. Es decir, vemos como en ellos teoría y
practica son cosas que van de la mano.
El hecho de que hayan sido capaces de instruirse unos a otros nos lleva a
pensar que probablemente existían muy buenos maestros de la fe en la Iglesia
de Roma.
Sin embargo, les he escrito con mucha franqueza sobre algunos asuntos,
como para refrescarles la memoria.
Aunque Pablo estaba claro que ellos tenían un conocimiento suficiente del
Evangelio, les escribe como él mismo expresa, para refrescarles la memoria.
Aunque, podríamos decir que estas palabras son fruto de la humildad de
Pablo ya que es muy probable que muchas de las verdades expresadas en
Romanos en realidad fueron conocimientos nuevos para sus lectores.
Me he atrevido a hacerlo por causa de la gracia que Dios me dio para ser
ministro de Cristo Jesús a los gentiles.
15:17 Por tanto, mi servicio a Dios es para mí motivo de orgullo en Cristo Jesús.
15:18 No me atreveré a hablar de nada sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para que los
gentiles lleguen a obedecer a Dios. Lo ha hecho con palabras y obras
15:19 mediante poderosas señales y milagros, por el poder del Espíritu de Dios. Así que, habiendo
comenzado en Jerusalén, he completado la proclamación del evangelio de Cristo por todas partes,
hasta la región de Iliria.
Esto quiere decir, que al igual que Pablo, todos somos llamados a presentar
ofrendas a Dios por medio de nuestro trabajo, al llevar la Palabra de Dios a
quienes no lo conozcan.
Sin embargo, parece ser que Pablo relacionaba su ministerio con las profecías
del Siervo de Dios en Isaías. Ya que aquí se hace una cita de Isaías 52:15
Del mismo modo, muchas naciones se asombrarán, y en su presencia enmudecerán los reyes, porque
verán lo que no se les había anunciado, y entenderán lo que no habían oído.
Después de dar una explicación del porque de su carta, ahora les comunica
sus próximos proyectos.
En este texto ofrece una justificación del por qué no había podido ir antes a
visitarlos. Por causa de todo el trabajo que explicó que tenía para con los
gentiles.
Parece ser que por las regiones por las que Pablo recorría ya no había lugares
en dónde no se haya predicado el Evangelio. Esto es un trabajo digno de
admirar. Pero es aún más digno de admiración el hecho de que ni aún así
Pablo se sentía satisfecho con su ministerio, sino que él esperaba hacer aún
más para Dios y por eso se propone viajar a España.
Por ahora, voy a Jerusalén para llevar ayuda a los hermanos, ya que
Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una colecta para los hermanos
pobres de Jerusalén. Lo hicieron de buena voluntad, aunque en realidad
era su obligación hacerlo. Porque si los gentiles han participado de las
bendiciones espirituales de los judíos, están en deuda con ellos para
servirles con las bendiciones materiales. Así que, una vez que yo haya
cumplido esta tarea y entregado en sus manos este fruto, saldré para
España y de paso los visitaré a ustedes.
Pero al mismo tiempo debemos recordar que tenemos un deber para con Dios
y para con su Iglesia. De aportar a las necesidades económicas de la misma.
Sé que, cuando los visite, iré con la abundante bendición de Cristo. Les
ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu,
que se unan conmigo en esta lucha y que oren a Dios por mí. Pídanle que
me libre de caer en manos de los incrédulos que están en Judea, y que los
hermanos de Jerusalén reciban bien la ayuda que les llevo. De este modo,
por la voluntad de Dios, llegaré a ustedes con alegría y podré descansar
entre ustedes por algún tiempo.
Pero el apoyo más grande que Pablo pide de sus lectores en este pasaje es que
lo acompañen en oración. Ya que reconocía que la obra no se hacía por
medio de su habilidad o su capacidad, sino solamente por el poder de Dios.
Las oraciones que pide son específicamente para que los incrédulos de
Jerusalén no pongan trabas a su misión, y también para que los cristianos de
origen judío acepten las ofrendas que llevaba, ya que probablemente todavía
exista un sentimiento de rivalidad con los cristianos judíos, pero es probable
que por esa misma razón fue Pablo quien se encargó de llevar las ofrendas y
de esa manera ser un intermediario entre ambos pueblos.
Todos estos textos que hemos tratado en esta lección nos enseñan que la obra
misionera de Dios se logra por medio de tres cosas:
1.- Por medio de personas que sientan el llamado de Dios para llevar el
Evangelio a dónde Jesús no sea conocido
2.- Por medio de los recursos económicos de personas que lo hagan con
buena voluntad pero que también sienta la obligación delante de Dios de
contribuir a su obra
3.- Por medio de las oraciones de otros cristianos. Ya que la obra de Dios se
hace solamente con el poder de Dios.
Esta es una despedida tradicional del pueblo judío. Que Pablo aplica ahora a
la Iglesia de Roma, fruto del cariño que sentía por la Iglesia a pesar de no
haberla conocido.
Aunque es solo una lista de saludos, hay muchas cosas interesantes para
nuestra reflexión y para la aplicación de la vida cristiana en el siglo XXI.
Esto nos lleva a otro punto del que profundizaremos más adelante. Muchas
veces se ha acusado a Pablo como machista y que no permitía la participación
en el ministerio de las mujeres. Pero como se muestra en esta lista, hay gran
cantidad de nombres femeninos que servían e incluso lideraban procesos en
las iglesias locales.
Aquí nos encontramos con Priscila y Aquila, una pareja muy querida por
Pablo con quienes compartió el ministerio en otros lugares como Corinto y
Éfeso, cuando ellos tuvieron que ser exiliados en el 52 D.C después del
edicto del emperador en Roma en contra de los judíos.
Esta pareja trabajó mucho con Pablo por el bienestar del Evangelio.
Probablemente eran personas de buenos recursos económicos ya que en
donde iban tenían una Iglesia en su casa.
Algo también importante a destacar es que cuatro de las seis veces que Pablo
los menciona en sus cartas nombra primero a Priscila. Algo muy contrario a
las costumbres del primer siglo en donde oficialmente se tenía que nombrar
primero al esposo. Parecido a la forma de referirse en la actualidad como
“Señor y Señora …”
La razón por la que Pablo hace esto ha sido objeto de debate entre los
estudiosos, ya que para muchos esto es una muestra de que Priscila tenía una
posición de liderazgo superior a la de su esposo Aquila. Esto sería un punto a
favor de quienes abogan por el liderazgo femenino en la Iglesia. Otra prueba
a favor de esta posición es que desde tiempos muy antiguos la Iglesia dio
tanta importancia a Priscila que una de las Iglesias más antiguas de Roma y
que existe hasta hoy tiene el nombre de Santa Prisca. (Priscila es el
diminutivo de Prisca)
Por otro lado, aquellos estudiosos que no están de acuerdo con el liderazgo
femenino en la Iglesia adjudican esto a una historia de la tradición de la
Iglesia de Roma que decía que Priscila era una mujer que provenía de una
familia de la nobleza que se casó con un artesano judío. Y por esta razón
tenía más importancia en la correspondencia que su esposo Aquila. Sin
embargo, como hemos comentado esto es solamente parte de la tradición, y
de las suposiciones de algunos estudiosos.
Tenemos que mencionar también que más allá de este texto de Romanos,
para poder sacar una conclusión a cerca del papel de la mujer en el liderazgo
cristiano tenemos que estudiar todo el testimonio bíblico y del Nuevo
Testamento al respeto. No podemos hacerlo de un solo texto apartado de su
contexto en cuanto al resto de las Escrituras. Es decir, la discusión es más
amplia que un solo versículo.
Nuevamente nos encontramos con dos grupos en debate. Por un lado, muchos
argumentan que no se puede negar que el nombre Junias es femenino, y no se
puede negar tampoco que Pablo la esté nombrando apóstol. Y esto
confirmaría la hipótesis de que la Biblia no prohíbe el liderazgo femenino.
Pero, por otro lado, quienes no están de acuerdo con esta posición
argumentan que el nombre Junias en el griego originalmente debía haber sido
Junías que es un nombre masculino y que probablemente se confundió en las
copias del Nuevo Testamento. Sin embargo, esto es solo una teoría que parte
de la presuposición de que no podía una mujer ser apóstol. Otro argumento
que propone esta posición es que la expresión “destacados entre los
apóstoles” no se refiere a que ellos mismos eran apóstoles, sino más bien a
que los apóstoles respetaban a esta pareja. Pero nuevamente debemos
mencionar que esto es solo una teoría que parte de una presuposición.
Los versículos desde el 8 al 15 nos presenta una serie de nombres de los que
lastimosamente no tenemos mucha información aparte de esta carta más que
alguna que otra teoría en base a tradiciones cristianas. Sabemos sin embargo
que cada uno de ellos debieron tener sus propias historias y testimonio de fe,
ya que probablemente eran personas reconocidas en la Iglesia. Y más que
todo Pablo está contento y agradecido por su servicio en el Señor.
Una cosa muy importante que podemos mencionar es que existen algunos
estudios sobre los nombres del primer siglo en donde se llega a la conclusión
de que varios de los nombres expuestos en esta lista pertenecían a esclavos,
que probablemente habían sido liberados. Lo que nos daría una impresión de
que en la Iglesia de Roma específicamente en el primer siglo había una gran
cantidad de cristianos de una clase social relativamente baja.[161] Y teniendo
en cuenta de que en otras partes del Nuevo Testamento también se habla de
cristianos de clases sociales altas, deberíamos reflexionar en cómo en la
Iglesia estas barreras deberían desaparecer.
Otra reflexión que podemos sacar de estos pasajes es que la Iglesia del
primer siglo se reunía en casas. Y aunque esto no deba ser necesariamente
una regla para las Iglesias de hoy ya que esto respondía a las necesidades
contextuales de su tiempo en dónde los primeros cristianos no tenían acceso a
templos grandes ni a lugares públicos. Si nos debe llevar a reflexionar sobre
la importancia de las Iglesias locales Y en la comunión que debe existir en
ellas y entre ellas.
16:17 Les ruego, hermanos, que se cuiden de los que causan divisiones y dificultades, y van en contra
de lo que a ustedes se les ha enseñado. Apártense de ellos.
16:18 Tales individuos no sirven a Cristo nuestro Señor, sino a sus propios deseos. Con palabras
suaves y lisonjeras engañan a los ingenuos.
16:19 Es cierto que ustedes viven en obediencia, lo que es bien conocido de todos y me alegra mucho;
pero quiero que sean sagaces para el bien e inocentes para el mal.
16:20 Muy pronto el Dios de paz aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes. Que la gracia de
nuestro Señor Jesús sea con ustedes.
16:21 Saludos de parte de Timoteo, mi compañero de trabajo, como también de Lucio, Jasón y
Sosípater, mis parientes.
16:22 Yo, Tercio, que escribo esta carta, los saludo en el Señor.
16:23 Saludos de parte de Gayo, de cuya hospitalidad disfrutamos yo y toda la iglesia de este lugar.
También les mandan saludos Erasto, que es el tesorero de la ciudad, y nuestro hermano Cuarto.
En esta ocasión dice que aquellos que enseñan cosas diferentes al Evangelio
que se les ha enseñado por lo general causan divisiones y dificultades en la
Iglesia, y esto si es un gran mal dentro del cristianismo.
Estos falsos maestros, dice Pablo, no sirven a nuestro Señor. Ya que causar
división en la Iglesia y cambiar la enseñanza del Evangelio, son cosas que no
vienen de Dios sino del maligno.
La motivación que tienen estos individuos es servir a sus propios deseos, es
decir, están motivados por el egoísmo, la vanagloria y el culto a si mismo. Y
la estrategia que usan es usar palabras suaves y lisonjeras, para engañar a los
ingenuos.
Este texto tiene que ver con una esperanza escatológica. Algún día Dios
derrotará completamente todas las fuerzas del mal, representadas por Satanás.
La imagen de Satanás siendo aplastado probablemente viene del conocido
versículo de Génesis 3:15 al que algunos llamas el Protoevangelio
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la
cabeza, y tú le herirás en el calcañar .
16:25 El Dios eterno ocultó su misterio durante largos siglos, pero ahora lo ha revelado por medio de
los escritos proféticos, según su propio mandato, para que todas las naciones obedezcan a la fe.
16:26 ¡Al que puede fortalecerlos a ustedes conforme a mi evangelio y a la predicación acerca de
Jesucristo,
16:27 al único sabio Dios, sea la gloria para siempre por medio de Jesucristo! Amén.
Esta es una conclusión digna de toda esta epístola que tanto ha enseñado a la
fe cristiana durante toda la historia de la Iglesia. Una conclusión adorando a
nuestro Dios.
El misterio que ha estado oculto durante los siglos es la verdad del Evangelio,
de la Salvación por gracia, por medio de la fe en la muerte y resurrección de
nuestro Señor Jesucristo. Que, si bien es cierto, ya había sido anunciado de
alguna manera por medio de los escritos del Antiguo Testamento, pero solo
ahora lo podemos entender claramente.
Y el resultado tiene que ser que, todas las naciones obedezcan a la fe,
nuevamente mostrándonos que la fe es mucho más que una creencia
intelectual, es más bien algo que lleva a la obediencia.
“Al único sabio Dios, sea la gloria para siempre por medio de Jesucristo!
Amén”
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