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Desarrollo sostenible y ética: historias olvidadas y tensiones persistentes

Sustainable and Ethical Development :


Forgotten stories and Persistent Tensions

Eduardo Gudynas*

Resumen
El uso de la categoría desarrollo sostenible se ha diversificado extraordinariamente. En ese proceso se olvidan o
minimizan antecedentes históricos claves en la construcción de esa idea, y se relegan consideraciones éticas que
estuvieron presentes desde un inicio. Se rescatan antecedentes históricos claves y se precisan las consecuencias
de insistir con una definición genérica y ambigua. Se analiza la reciente diversificación del concepto, reconocién-
dose tres grandes tendencias: sustentabilidad débil, fuerte y super-fuerte. Se describen, con especial atención, sus
aspectos éticos y recientes innovaciones latinoamericanas como los derechos de la naturaleza.

Palabras clave: desarrollo sostenible, ambiente, ética ambiental, valores, desarrollo, derechos de la naturaleza.

Abstract
There has been a dramatic diversification of the understandings of the category sustainable development. Along
this process, key historical components are forgotten or minimized, and initial ethical considerations are relegated.
In this review, the historical background is recovered and the implications of the use of generic and ambiguous
definitions are evaluated. Three major trends are recognized in the recent diversification of the concept: weak,
strong and super-strong sustainability. Each one is described with special attention to their ethical components and
to recent Latin American innovations, such as the rights of nature.

Keywords: sustainable development, environment, environmental ethics, values, development, nature’s rights.

Resumo
A utilização da categoria desenvolvimento sustentável diversificou dramaticamente. Neste processo, minimizam-se
antecedentes históricos importantes e ficam de lado considerações éticas que estavam presentes desde o início.
Resgatam-se antecedentes históricos importantes e precisam-se as consequências de insistir em uma definição
genérica e ambígua. Reconhecem-se a mais recente diversificação do conceito em três grandes tendências: sus-
tentabilidade débil, forte e super-forte. Descreve-se cada uma com especial atenção a ética e a recents inovações
latino-americanas, como os direitos da natureza.

Palavras-chave: desenvolvimento sustentável, ambiente, ética ambiental, valores, desenvolvimento, direitos da


natureza.

Los términos desarrollo sostenible (o sustentable) rar las diversas crisis ambientales que enfrenta
se han popularizado en todo el mundo, y son usa- la humanidad. Son términos aprovechados por
dos bajo muy distintos propósitos para abordar grandes empresas, están repetidos en discursos
las relaciones entre desarrollo y ambiente. Con gubernamentales, y son objeto de acalorados de-
el paso de los años, los usos de esa categoría bates entre organizaciones ciudadanas.
se han ampliado, y con ello las aspiraciones para
Cuando se observa todo ese proceso, entre los
que sirva como fuente de alternativas para supe-
elementos que llaman la atención se encuentran

* Investigador en el Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES), investigador asociado en el Dpto.
Antropología, Universidad de California, Davis, e integrante del Sistema Nacional de Investigadores de
Uruguay. egudynas@ambiental.net

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por lo menos dos: el primero se refiere a que se que debería tener la ciencia. Pero esa es una
ha vuelto muy común que se olviden o minimicen posición muy difícil de sostener, ya que las inte-
los antecedentes históricos en la construcción de racciones con el ambiente siempre descansan en
las ideas sobre sustentabilidad. El segundo es valoraciones, desde cómo se concibe a la natura-
que entre esos olvidos, las cuestiones sobre los leza a cuestiones más mundanas, como el precio
valores y la ética es una de las más afectadas. de los recursos naturales.

En las secciones que siguen, se analizan esas Seguramente existen relaciones entre estos dos
cuestiones. Se recuperan algunos de los más im- problemas. Como se verá más adelante, las ideas
portantes aspectos de la historia en la construc- de sustentabilidad en su sentido radical imponen
ción de las ideas sobre desarrollo sostenible. Se condiciones que son muy difíciles aceptar para
reconoce la diversidad de entendimientos sobre las ideas convencionales del desarrollo. Sin duda
esa categoría, y se los ordena en tres grandes entre ellas están los limitantes ecológicos, pero
corrientes. A lo largo de ese ejercicio de recu- también se encuentra la demanda de una nueva
peración histórica se rescatan algunos elemen- ética frente a la vida. Y como esas exigencias se
tos clave, en especial sobre las posturas éticas. contradicen inmediatamente con las metas tradi-
Finalmente, se señalan algunas cuestiones des- cionales del desarrollo, no pueden ser asumidas
tacadas en los nuevos escenarios latinoamerica- y por ello son dejadas de lado para iniciar un nue-
nos. vo ciclo de debates y análisis.

Definiciones, amnesias y Historias olvidadas


neutralidades Se ha generalizado la idea que la primera defini-
El primer problema, que podría ser caracterizado ción de desarrollo sostenible se presentó en 1987,
como una amnesia selectiva sobre la historia del en el conocido reporte “Nuestro Futuro Común”,
desarrollo sostenible, acarrea diversos impactos a cargo de la Comisión Mundial del Medio Am-
negativos. Es que eso desemboca en que se biente y el Desarrollo (también conocido como
vuelvan a discutir cuestiones que ya fueron ana- informe Brundtland por el nombre de la presi-
lizadas antes, y de las cuales existen muchos an- dente de esa comisión). Además, se dice que su
tecedentes sobre cómo abordarlas, sus posibles definición se enfocaba en entender al desarrollo
efectos, y las posibilidades y limitaciones que sostenible como un desarrollo que satisface las
encierran. Por lo tanto, es como si se olvidaran necesidades humanas presentes sin comprome-
discusiones y conceptos clave, para caer una y ter la capacidad de las futuras generaciones para
otra vez en las mismas tensiones y limitaciones. satisfacer sus necesidades.
Se repiten discusiones que ya tuvieron lugar en
Los abordajes de ese tipo expresan perfectamen-
el pasado, en tanto se evita asumir los proble-
te una amnesia selectiva. La historia del desarro-
mas más candentes: como los efectos ambien-
llo sostenible no se originó en aquel reporte, ni
tales del desarrollo material o la idea de límites
siquiera fue la primera conceptualización de im-
ecológicos al mito del crecimiento perpetuo. Por
portancia. En realidad, los debates sobre desa-
si fuera poco, el tiempo sigue avanzando entre
rrollo y ambiente surgieron en la década de 1960,
cada uno de esos nuevos inicios, y con ello se
y cristalizaron al inicio de los años setenta. Segu-
acrecienta el deterioro ambiental.
ramente el mejor ejemplo fue el informe sobre los
El segundo aspecto, que podría ser calificado límites ecológicos al crecimiento elaborado para
como la aspiración a una neutralidad valorativa el Club de Roma por Meadows et al. (1972). Ese
en la concepción del desarrollo sostenible, tam- estudio demostró que ciertos recursos naturales
bién tiene efectos negativos. Es frecuente que se estaban acotados, y que por lo tanto el consumo
busque evitar una mirada ética sobre la susten- humano llevaría a su agotamiento. También mos-
tabilidad, como si sólo fuera un asunto técnico, traba que las capacidades del planeta para lidiar
propio de la supuesta neutralidad y objetividad con los impactos ambientales eran limitadas. Por

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lo tanto, la idea de un crecimiento económico per- lidad. Su abordaje no buscaba oponerse o negar
petuo era insostenible, sea por el agotamiento del el desarrollo, sino redefinirlo. Se propone que sea
stock de recursos como por los efectos ambien- entendido como “la modificación de la biosfera y
tales acumulados. Esto obligaba a repensar las la aplicación de los recursos humanos, financie-
ideas sobre desarrollo. ros, vivos e inanimados en aras de la satisfacción
de las necesidades humanas y para mejorar la
A su vez, desde las ciencias ambientales, y en
calidad de vida del hombre”. Considerando los
especial los grupos que enfrentaban problemas
debates a fines de la década de 1970, esa mira-
de conservación de especies silvestres o la pér-
da era novedosa al desplazar la centralidad del
dida de ecosistemas destacados, resultaba cla-
desarrollo de la economía a la búsqueda de sa-
ro que debía imponerse otro tipo de manejos a
tisfacer las necesidades humanas y la calidad de
la extracción de recursos naturales. Fue en ese
vida, aunque se reconocía que esa tarea exigía
ámbito que surgió la idea de un aprovechamiento
intervenciones sobre la naturaleza.
“sostenible” de los recursos (enfocada especial-
mente en cosechas sostenibles en el sector fo- La EMC-I seguidamente indicaba que
restal o capturas sostenibles en las pesquerías),
“para que un desarrollo pueda ser soste-
de manera de adaptarse a las capacidades de las
nido, deberá tener en cuenta, además de
poblaciones para regenerarse. (Gudynas 2004)
los factores económicos, los de índole so-
Por lo tanto, el concepto de “sostenible” provino
cial y ecológica; deberá tener en cuenta
sin duda de las ciencias ambientales, y su finali-
la base de recursos vivos e inanimados,
dad era obligar a que el desarrollo se adaptara a
así como las ventajas e inconvenientes a
los ritmos de regeneración de los ecosistemas.
corto y a largo plazo de otros tipos de ac-
Paralelamente, también en la década de 1970 ción”. (UICN, PNUMA y WWF 1981)
surge el concepto de “eco-desarrollo”, promovi-
De esta manera se despliega al desarrollo en
do sobre todo por Ignacy Sachs (1974), quien se
múltiples dimensiones, donde las ambientales y
proponía reconfigurar las opciones de desarrollo
sociales deben tener tanta relevancia como las
ajustándolas al marco ecológico de cada eco-re-
económicas, sopesando sus implicancias tanto
gión y a las condiciones culturales y sociales. Por
entre los humanos como el ambiente, y en esca-
lo tanto, su idea era la de un progreso con distin-
las de tiempo cortas y largas.
tos ritmos y énfasis, ajustado desde el punto de
vista ambiental y social. La idea tuvo influencia Estos reclamos de cambios sustanciales en las
en América Latina (Estenssoro 2015), pero no lo- ideas sobre el desarrollo estaban a tono con los
gró persistir y fue superada por los debates sobre señalamientos del informe del Club de Roma, la
un desarrollo sostenible. idea de ecodesarrollo, e incluso con otros cues-
tionamientos, como las advertencias sobre el
En efecto, las presiones mayores para incorporar
papel de las tecnologías o las denuncias en las
aspectos ambientales en las estrategias de de-
asimetrías económicas que expresaban los go-
sarrollo seguían originándose en los grupos de
biernos de los países del sur.
conservacionistas en particular, y ambientalistas
en general. Es así que lo que podría calificarse La EMC-I dejó en claro que cualquier aproxi-
como la primera definición de desarrollo soste- mación al desarrollo debe incluir el componen-
nible, acordada colectivamente y con impacto in- te ambiental, sumándole preocupaciones que
ternacional, se concretó en 1981 con la Primera se volverán recurrentes, como la necesidad de
Estrategia Mundial de la Conservación (EMC-I). atender la calidad de vida o la preocupación por
La estrategia fue preparada por dos grandes or- las generaciones futuras. Finalmente, aunque la
ganizaciones ambientalistas y una agencia de estrategia parte del campo ambiental para rede-
Naciones Unidas. (IUCN, PNUMA y WWF 1981) finir el desarrollo, vuelve a éste, y se enfoca en
asegurar las condiciones de calidad, integridad
Es importante recordar algunos de los aspectos
de ecosistemas y sobrevida de especies.
centrales de esa primera definición de sustentabi-

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A lo largo de toda la década de 1980 se mantuvie- tado actual de la tecnología y de la organi-


ron encendidos debates sobre las relaciones en- zación social y la capacidad de la biósfera
tre ambiente y desarrollo. Los defensores de las de absorber los efectos de las actividades
ideas convencionales del crecimiento económico humanas, pero tanto la tecnología como
mantenían sus cuestionamientos, y se resistían la organización social pueden ser orde-
a una incorporación sustantiva de los aspectos nadas y mejoradas de manera que abran
ambientales. Sobre este debate conceptual se el camino a una nueva era de crecimiento
superponía una discusión igualmente acalorada económico”. (CMMAD 1987:29)
entre gobiernos, agencias de desarrollo, empre-
Comencemos por precisar que esa definición es
sas, etc. Era común señalar oposiciones entre
en buena medida una reacción a las discusiones
desarrollo y conservación, ecología y economía,
propias de la década de 1980, y debe ser enten-
y otras similares1.
dida en el contexto político y económico de aquel
tiempo. Una lectura atenta muestra que hay va-
La sustentabilidad en “Nuestro
rios componentes en juego. Se encuentra el
Futuro Común” compromiso con las generaciones futuras, pero
Bajo esas circunstancias fue que se convocó a enseguida se abordan los límites al desarrollo.
una Comisión Mundial del Medio Ambiente y el Si bien se los acepta, se sostiene que son relati-
Desarrollo, de tipo multidisciplinaria y con perso- vos, donde se puede manejar tanto la tecnología
nas provenientes de distintos países. Su reporte como la organización social, frente a los determi-
final, “Nuestro futuro común”, es señalado como nantes ecológicos. Este pasaje de la definición
origen de una definición minimalista del desarro- además debe ser leído en su contexto histórico,
llo sostenible: un desarrollo que satisface las ne- como parte del intenso debate sobre los “límites
cesidades humanas presentes sin comprometer ecológicos” que estaba en marcha por lo menos
la capacidad de las futuras generaciones para desde la década de 1970, bajo el cual se oponían
satisfacer sus necesidades. conservación de la naturaleza y sus aprovecha-
mientos económicos (ecología vs economía). Por
Ese tipo de citas se ha vuelto muy común, tanto
lo tanto, la definición de la Comisión responde a
en espacios políticos como académicos, e inclu-
la polémica de esos años, poniendo el acento en
so entre organizaciones ambientalistas. Pero un
las capacidades para manipular las condiciones
examen riguroso muestra que ese tipo de citas
sociales, económicas, políticas y tecnológicas,
son siempre incompletas, y casi siempre llevan a
frente a los límites ecológicos. Esto permite llegar
interpretaciones sesgadas.
a una llamativa conclusión, donde se defiende el
En efecto, la definición original en aquel reporte crecimiento económico.
es mucho más larga, compleja y elaborada de lo
La referencia a las generaciones futuras generó
que usualmente se cita. El texto completo dice:
algunas resistencias, aunque ya tenía muchos
“Está en manos de la humanidad hacer antecedentes en aquel tiempo. Aunque se man-
que el desarrollo sea sostenible, es decir, tenía dentro de una ética regida por el interés hu-
asegurar que satisfaga las necesidades mano, sirvió para promover la consideración de
del presente sin comprometer la capaci- otras escalas de tiempo.
dad de las futuras generaciones para sa-
Pero lo que es el giro tal vez más importante de
tisfacer las propias. El concepto de desa-
ese aporte, la idea convencional de una oposi-
rrollo sostenible implica límites, no límites
ción entre la protección ambiental y el desarrollo,
absolutos, sino limitaciones que imponen
es revertida en este reporte. En efecto, se pos-
a los recursos del medio ambiente el es-
tuló que la conservación ambiental es necesaria
para mantener el crecimiento económico. Des-
1 Existe una frondosa literatura sobre estos debates y las apareció la oposición, y la conservación pasó a
discusiones que les sucederán. Véase por ejemplo, Gro- ser un medio para el crecimiento económico, una
ber 2008, Gudynas 2004.

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vez más presentado como expresión esencial del que la idea de límites ya no es absoluta, sino que
desarrollo. se volvió flexible al asumirse que la ciencia y la
tecnología podrán lidiar con ellos. A su vez, hay
Por si fuera poco, inmediatamente después de
una constante evocación a la necesidad del de-
ofrecer la definición, en el reporte se la vincula
sarrollo para luchar contra la pobreza, de donde
con la pobreza, agregando que el desarrollo sos-
se hace indispensable aprovechar los recursos
tenible “exige que se satisfagan las necesidades
naturales y generar crecimiento. Sin embargo, la
básicas de todos y que se extienda a todos la
vinculación entre esos componentes no es muy
oportunidad de colmar sus aspiraciones a una
firme, y la definición fácilmente se vuelve polisé-
vida mejor”. (CMMAD 1987:29) Más adelante, se
mica ya que permite tomar cada elemento por
insiste que la “satisfacción de las necesidades
separado aunque apunten en sentidos contrarios.
esenciales exige no sólo una nueva era de creci-
miento económico”, sino que ello debe enfocarse
Las tensiones persistentes
particularmente en los más pobres.
A pesar de que la definición de sustentabilidad
Se llega así a una definición que es sin duda am- del reporte Brundtland fue muy efectiva en re-
bigua; según las apetencias y los gustos, unos ducir las tensiones, y en crear la ilusión de un
pueden enfatizar aquellas líneas que expresan un supuesto consenso, de todos modos las contra-
compromiso con las generaciones futuras, otros dicciones quedaban en evidencia cuando se apli-
el reconocimiento de los límites de la biosfera, y caban análisis más rigurosos.
finalmente, estarán los que se regocijarán con el
llamado al crecimiento económico. Estas posicio- Esto quedó en evidencia en los años siguientes,
nes no resolvían los señalamientos del informe a medida que avanzaban los preparativos para
del Club de Roma sobre los límites ecológicos al la cumbre sobre ambiente y desarrollo de Río de
crecimiento, sino que parecería que los rodeaban Janeiro de 1992. Entre los análisis de ese tiem-
o esquivaban. Como la sustentabilidad puede ser po se destaca la elaboración de una segunda
cualquiera de esas cosas, la definición se popula- estrategia mundial de la conservación (EMC-II),
rizó rápidamente, pudiendo ser utilizada por todo conocida como “Cuidar la Tierra” (IUCN, PNUMA
tipo de actores con muy diversos intereses. y WWF 1991). Allí se admite que la definición de
sustentabilidad del reporte Brundtland generaba
A su vez, como en todo momento se insiste en confusiones de todo tipo, y que la idea de un ‘cre-
reivindicar la meta del crecimiento económico, no cimiento sostenible’ es un “término contradictorio:
generó las reacciones negativas que por ejem- nada físico puede crecer indefinidamente”.
plo padeció durante años el informe sobre los
límites del crecimiento del Club de Roma. Esa La definición de desarrollo sostenible que ofre-
conceptualización permitía escapar a una rup- ció la EMC-II es más breve, pero tiene un sen-
tura sustancial frente al desarrollo convencional tido más preciso: “mejorar la calidad de la vida
que venía siendo exigida por muchos, y donde un humana sin rebasar la capacidad de carga de
ejemplo es la EMC-I. Finalmente, el enfoque en los ecosistemas que la sustentan”. Se le asocia,
las generaciones futuras brindaba más oportuni- por un lado, una “economía sostenible”, entendi-
dades para que la definición se volviera un como- da como la que mantiene su base de recursos
dín usable en contextos muy distintos. naturales aunque enmarcada en la “adaptación y
mejores conocimientos, organización y eficiencia
En sentido estricto, ese concepto no es un oxímo- técnica, y una mayor sabiduría”, y por el otro lado,
ron ya que su clave reside en cómo se vinculan con una “sociedad sostenible”, que sigue una se-
sus componentes en el conjunto de la definición. rie de principios tales como respetar y cuidar la
En los postulados de “Nuestro futuro común” hay comunidad de seres vivos, mejorar la calidad de
una lógica interna, que comienza por su particu- vida de las personas, modificar las actitudes per-
lar entendimiento de los límites, y eso le permite sonales, empoderar a las comunidades para que
articular los componentes de la definición entre
sí para legitimar el crecimiento económico. Es

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cuiden su ambiente o forjar una alianza mundial Con el paso de los años siguientes, las posturas
con esos fines. de la sustentabilidad como mediación para el
crecimiento económico siguieron prevaleciendo,
La propuesta le dio una enorme importancia a las
en buena medida gracias a una predominancia
consideraciones éticas, afirmando que el trán-
intelectual, académica y política de inspiración
sito hacia la sostenibilidad también se basa en
neoliberal. Aparecieron y se legitimaron posicio-
un cambio de valores, y que ello es moralmente
nes que ingresaban a la naturaleza dentro de los
correcto. “Cuidar la Tierra” coloca al ser humano
mercados, la búsqueda de negocios “verdes”, y
como un integrante más de la comunidad de la
una expansión de los derechos de propiedad so-
vida, y sostiene que “toda forma de vida merece
bre la biodiversidad. Esto ha sido muy evidente
ser respetada, independientemente de su valor
en las cumbres internacionales sobre ambiente y
para el ser humano” (una posición que, como se
desarrollo de 2002 (Johannesburgo) y 2012 (Río
verá más abajo, expresa un reconocimiento de
de Janeiro).
valores intrínsecos a la naturaleza).
Se repiten regularmente puestas en escena que
Esta concepción del desarrollo sostenible es mu-
padecen de amnesias selectivas de aportes
cho menos conocida que la del informe Bruntd-
anteriores, y que no aprenden de avances y re-
land, a pesar de recuperar de mejor manera el
trocesos previos. Por ejemplo, D. Griggs y sus
origen ecológico del imperativo de sustentabili-
colaboradores, en 2013 presentan en la revista
dad. Mientras que en 1980 se basaban en ideas
Nature una definición que dicen que es “nueva”,
como la cosecha máxima sostenible, en esta
y afirman que es tan buena que debe ser incor-
nueva versión se utiliza otro concepto ecológico:
porada a las negociaciones sobre metas del de-
la capacidad de carga de los ecosistemas. Esto
sarrollo en el sistema de Naciones Unidas. La
hace que su postura sea más cercana a las ad-
nueva definición dice que el desarrollo sostenible
vertencias sobre los límites del crecimiento pro-
es el “desarrollo que satisface las necesidades
pios abordados en la década de 1970.
del presente mientras salvaguarda los sistemas
Posiblemente por ser una concepción más pre- de soporte de vida de la Tierra, de los que de-
cisa, por su cuestionamiento al desarrollo y por pende el bienestar de las generaciones actuales
un abordaje ético más sustantivo, ideas como las y futuras”. (Griggs et al. 2013) Una lectura desa-
de la EMC-II, tuvieron un alcance limitado en las pasionada de ese aporte verá que allí están al-
negociaciones de las cumbres en ambiente y de- gunas ideas que ya aparecían en las estrategias
sarrollo de 1992. Existieron otros aportes que co- mundiales de conservación de 1981 y 1991; no
rrieron con la misma suerte. (Conca et al. 1995) sólo eso, sino que aquellas “viejas” definiciones
son todavía más útiles y completas para repensar
La popularidad del desarrollo sostenible avanza- el desarrollo contemporáneo.
ba, pero sobre todo gracias a definiciones mini-
malistas o parciales, bajo la sombra del reporte Otro ejemplo, todavía más reciente, es el informe
Nuestro Futuro Común. La demanda de incluir la de CEPAL “Pactos para la igualdad. Hacia un fu-
perspectiva ambiental dentro de las discusiones turo sostenible”, lanzado en marzo de 2015, que
sobre el desarrollo de alguna manera se cumplió, tiene muchas referencias al término “sostenibili-
y la popularidad del desarrollo sostenible es un dad” pero casi todas ellas como parte de discu-
claro ejemplo. Pero los usos y contenidos se di- siones sobre políticas económicas y sociales. A
versificaron. Se abrieron las puertas a crear todo su vez, cuando se aborda la cuestión ambiental,
tipo de sustentabilidades: crecimiento sostenible, el énfasis está en los “recursos naturales”, y las
negocios sostenibles, economía sostenible, y así vías para que los estados se apropien de mejor
sucesivamente, donde se llega a situaciones en manera de las “rentas” económicas que dejan los
las cuales los componentes ambientales vuelven extractivismos minero, petrolero y agropecuario.
a quedar reducidos frente a una avalancha de (CEPAL 2015) Es impactante que la sección dedi-
sustentabilidades económicas. cada a la “gobernanza” de los recursos naturales,
no considere los serios impactos ambientales de

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esos procesos ni la noción de límites ecológicos una única concepción, es necesario saber reco-
en los recursos que se extraen ni las capacidades nocer e interpretar las posturas sobre el ambiente
de los ecosistemas para lidiar con los impactos. y el desarrollo que están detrás de ella.
Tampoco existe una dimensión ética, a pesar de
Seguidamente se presenta una caracterización
las innovaciones que en esa materia han ocurrido
resumida de esas posturas, poniendo especial
en el continente.
atención en cómo manejan ciertos aspectos éti-
Como puede verse, se usa el término sustentabi- cos. (Gudynas 2004) Recordemos que esas posi-
lidad pero parecería que se olvida muchos ante- ciones deben ser diferenciadas de los usos espu-
cedentes; se actúan como si los recursos fueran rios del rótulo de sustentabilidad, en casos como
ilimitados y se debe reiniciar, otra vez, el debate campañas de publicidad o aplicadas a estrate-
sobre sus agotamientos o acerca de los impac- gias convencionales de crecimiento económico
tos acumulados. Es una amnesia selectiva. A su (como es el caso del “crecimiento sostenido”),
vez, los distintos aportes éticos son minimizados donde en realidad son estilos insustentables que
o desaparecen. Se insiste en presentar la temá- no incorporan de manera adecuada la dimensión
tica de la sustentabilidad como una tecnología ambiental. También se han señalado sentidos
social, que apelaría a una ecología tecnocrática distintos para sustentable y sostenible, pero en
que indicaría las mejores opciones para explotar realidad los términos se usan en forma intercam-
los recursos naturales gestionando o remediando biada entre movimientos, académicos, dentro y
los impactos. entre países. No tiene mucho sentido insistir en
esa diferenciación.
La polisemia de la sustentabilidad
Se pueden describir tres principales perspectivas
A partir de los principales procesos señalados en concebir el desarrollo sostenible de acuerdo
arriba, queda en claro que las ideas sobre el a cómo se interpretan los aspectos ecológicos,
desarrollo sostenible se han diversificado. Bue- éticos, económicos, científicos, culturales y po-
na parte de ello se debe a repetidos olvidos de líticos.
los antecedentes históricos, y por eso aparecen
definiciones que reclaman ser novedosas y que • Una primera perspectiva corresponde al
no toman en cuenta las experiencias anteriores. desarrollo sostenible débil. En ella, aunque
También operan aquí las resistencias a abordar se acepta que el desarrollo se debe arti-
decididamente las implicaciones éticas y morales cular cuidando el ambiente, se mantiene
de la sustentabilidad. la creencia en el crecimiento económico o
el progreso. La dimensión ambiental sería
Sin duda prevalece una postura convencional, re-
necesaria para asegurar un crecimiento
costada sobre el mercado, pero también existen
continuado. Esa articulación ocurriría so-
otras corrientes de fuerte compromiso ambiental
bre todo en el mercado, mediada por dis-
y social. Estamos, por lo tanto, frente a una ca-
tintas formas de mercantilizar la naturale-
tegoría polisémica. Se usa el mismo rótulo para
za, y por el uso intenso de innovaciones
albergar distintos significados, y sus aplicaciones
científico-técnicas. Bajo esta corriente se
prácticas son también diversas.
encuentran las posturas que persiguen el
Bajo estas condiciones, antes que intentar seña- crecimiento económico como motor del de-
lar a una definición como la “verdadera” idea del sarrollo, y por lo tanto se sienten cómodas
desarrollo sostenible, es más apropiado ofrecer usando las definiciones recortadas que in-
una caracterización de las principales tenden- vocan las necesidades humanas pero no
cias. Ante el uso de ese término, es fundamental explicitan su arraigo economicista. En esta
ir más allá del rótulo y poder identificar los princi- corriente es común usar conceptos como
pales conceptos y posturas que están en juego. capital natural o bienes y servicios ambien-
Dicho de otra manera, como el uso de la etique- tales, buscándose incorporar el ambiente
ta “desarrollo sostenible” no se corresponde con dentro del mercado. En ella prevalecen las

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valoraciones de corte utilitaristas, frecuen- micos o ecológicos. En esta corriente se


temente presentadas como valores de uso recuperan, por ejemplo, los valores esté-
o de cambio (económicos). ticos, culturales, religiosos, tradicionales,
etc., dejando en claro que los seres huma-
• Una segunda postura es la del desarrollo nos despliegan muchas formas de valorar
sostenible fuerte, en la que se entiende el entorno. Pero además, acepta que en la
que objetar el ingreso de la naturaleza al naturaleza existen valores intrínsecos, sea
mercado no es suficiente, y por ello avan- en los seres vivos humanos y no-humanos
za en cuestionar las posturas ortodoxas como en los ecosistemas. Queda en claro
del progreso. Presenta la idea de límites que, desde esta corriente, las interpelacio-
ecológicos, jerarquizando ciertos valores nes a los desarrollos convencionales son
ecológicos en la naturaleza, asegurando, muchos más intensas, y se alejan radical-
por ejemplo, la protección de especies mente de la defensa del crecimiento eco-
amenazadas o salvaguardando sitios de nómico. Se impone proteger la naturaleza
alta biodiversidad. La valoración mercan- por razones tales como la belleza escéni-
til, como puede ser la del capital natural, ca o su papel espiritual.
debe ser balanceada con una valoración
ecológica, que estaría sobretodo en ma- Después de la presentación resumida de las tres
nos de expertos en ciencias naturales. El corrientes, en lo siguiente se ofrecen algunas
crecimiento económico no puede poner en otras precisiones. A su vez, en el cuadro 1 se re-
riesgo especies amenazadas o ecosiste- sumen algunos aspectos comparados.
mas críticos.
La sustentabilidad débil está enmarcada en éti-
cas utilitaristas, donde se concibe a la naturaleza
• Una tercera y última perspectiva es el lla-
de acuerdo a la utilidad de los recursos, como
mado desarrollo sostenible super-fuerte.
medio para el crecimiento económico. Bajo esa
Engloba las posturas que defienden una
postura, el mercado se expande para cubrir uno
valoración múltiple del ambiente, y por lo
de los pocos ámbitos que estaban por fuera de
tanto van más allá de los valores econó-

Cuadro 1. Atributos clave en las corrientes del desarrollo sostenible

ELEMENTO SUSTENTABILIDAD SUSTENTABILIDAD FUERTE SUSTENTABILIDAD


DEBIL SUPER-FUERTE

Naturaleza Capital natural Capital natural, Capital natural Patrimonio natural


crítico

Valoración Instrumental Instrumental, Ecológica Múltiples valores humanos;


Valores intrínsecos en la
naturaleza

Perspectiva sobre la Antropocéntrica Antropocéntrica Biocéntrica


naturaleza

Justicia y ambiente Compensación económica Justicia ambiental Justicia ambiental y justicia


por daño ambiental ecológica

Actores Consumidores Consumidor, Ciudadano Ciudadano

Escenario Mercado Sociedad Sociedad

Saber científico Conocimiento privilegiado Conocimiento privilegiado Pluralidad de conocimientos

Otros saberes Ignorados Minimizados Respetados, Incorporados

Prácticas Gestión técnica Gestión técnica Política ambiental

consultiva

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éste, incorporando al ambiente. Esto explica la concepto de capital natural crítico, que no puede
preferencia por categorías como el capital na- ser convertido en otras formas de capital. Por lo
tural, los intentos de comercializar bienes y ser- tanto, aquí prevalecen valoraciones económicas
vicios ambientales, la creación de nuevos mer- pero también ecológicas (aunque en la idea de
cados (mercado del agua, del carbono, etc.), o capital natural crítico, ciertamente la valoración
la reciente propuesta de una “economía verde” económica es subordinada a una perspectiva
basada en comercializar servicios y bienes eco- económica).
lógicos como antídoto a la crisis de los países in-
Estas posiciones producen una variedad de de-
dustrializados. Bajo este tipo de posturas, se en-
sarrollo sostenible que intenta regulaciones del
tiende que son posibles los intercambios perfec-
mercado, para asegurar que los procesos pro-
tos entre distintas formas de capital con el capital
ductivos se encuentren dentro de la capacidad
natural (se podría pasar de capital natural a otras
de carga de los ecosistemas y no se extingan las
formas de capital construido por el ser humano,
especies. Es el componente de escala sostenible
y de éstos regresar al primero). A su vez, se es-
que defiende por ejemplo Daly y Farsey (2004).
pera que las personas que buscan defender un
Esto desemboca en una dimensión política con
sitio o una especie, puedan ofrecer argumentos
una mayor presencia de instrumentos de coman-
esencialmente económicos (por ejemplo, el costo
do y control, y canales de participación más flexi-
económico de la pérdida de un ecosistema). Con
bles.
todo eso, el debate público termina recostado en
discusiones que sopesan los costos y beneficios La sustentabilidad super-fuerte da varios pa-
sobre todo económicos, y por ello tienen un papel sos más en la pluralización de las valoraciones.
clave los técnicos. Como ya se adelantó arriba, además de los valo-
res económico y ecológico, se reconocen valora-
Como la sustentabilidad fuerte también jerarqui-
ciones sociales, culturales, estéticas, religiosas,
za la valoración ecológica (como el número de
etc. Las personas despliegan múltiples valoracio-
especies endémicas o en peligro de extinción),
nes sobre el ambiente que les rodea, ninguna de
eleva el límite de la pretensión de intercambios
ellas puede ser descartada a priori, y la construc-
perfectos entre el capital artificializado y capital
ción de una política y gestión ambiental las debe
natural. Es muy sencillo cortar un árbol (capital
tomar a todas ellas en consideración, sin estar
natural) y generar sillas, venderlas y lograr cierta
restringidas a los valores de uso o de cambio. Se
suma de dinero, pero a partir de ese capital finan-
reconoce que la valoración económica es ambi-
ciero no es nada fácil volver a generar árboles. Si
gua, y no puede ofrecer un cálculo objetivo del
bien se pueden financiar programas de reforesta-
“valor” de los ecosistemas. (Spangenberg y Set-
ción, los árboles no crecerán más rápido por más
tele 2010) Esto no implica rechazar la valoración
dinero que se tenga; de la misma manera, frente
económica, sino afirmar que hay otros valores
a poblaciones que desaparecen o especies que
que son tan importantes como los económicos.
se extinguen, el dinero no las podrá resucitar.
La corriente super-fuerte agrega otro aspecto
Por ello, esa idea de un intercambio perfecto y
sustancial: reconoce valores propios o intrínse-
sencillo entre todas las formas de capital es una
cos en la naturaleza. Estos valores no dependen
ilusión. En realidad prevalece una complementa-
de la utilidad o apropiación del ser humano; es
riedad entre esas formas de capital. (Daly 1996)
un valor inherente a los seres vivos y su soporte
Es por razones de este tipo que la sustentabilidad
físico, y que se encuentra en estos independien-
fuerte se aparta de una ética utilitarista simplista,
temente de la presencia o ausencia de los huma-
y obliga a proteger elementos claves de la natu-
nos. (O’Neill 1993) Por lo tanto, la postura valo-
raleza, de manera que no sean convertidos en
rativa es aún más radical, ya que la naturaleza
capital artificial, y así asegurar la permanencia
deja de ser mero objeto de valoración, para ser
de ecosistemas y especies. Algunos de los au-
un sujeto con sus propios valores. Estas implica-
tores ubicados en esta perspectiva elevan el lími-
ciones pueden ser discutidas desde diferentes
te ecológico a la mercantilización, postulando el
perspectivas (Gudynas 2014) y por ello ha sido

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objeto de acalorados debates académicos en por deberes presentes, como por aquellos debi-
que fue defendida por algunas corrientes dentro dos a generaciones previas y futuras.
del ambientalismo. Es en América Latina donde
Se pueden marcar también diferencias entre las
finalmente se ha concretado. En efecto, la nueva
corrientes, en el papel asignado a la ciencia y la
Constitución de Ecuador (2008), reconoce a la
técnica. Mientras la postura débil es optimista con
naturaleza como sujeto de derechos, y en Bolivia
la resolución de los problemas ambientales por
esa misma postura es discutida intensamente, in-
medio de la ciencia y técnica de base occiden-
cluyendo una reciente ley que intenta abordarla.
tal, la sustentabilidad super-fuerte es mucho más
Por todas estas razones, cualquier discusión lati-
humilde. Entiende que los sistemas ambientales
noamericana sobre sustentabilidad ya no puede
son muy complejos, sus interacciones no siem-
obviar esta nueva circunstancia.
pre son predecibles, y por lo tanto todo abordaje
Al aceptar valores intrínsecos en lo no-humano debería basarse en el reconocimiento de amplios
se va más allá de una ética en la cual únicamente márgenes de incertidumbre y apuntar a reducir
los humanos son sujeto de valor, tal como sucede el riesgo2. La postura super-fuerte jerarquiza el
en las sustentabilidades débil y fuerte. Las valo- principio de precaución y utiliza, siempre que sea
raciones convencionales son todas antropocén- posible, las tecnologías apropiadas y localmente
tricas, en el sentido de entender que solamente adaptadas.
el ser humano es sujeto de valor y es el único
En las posturas ecológicas también hay diferen-
que puede otorgar valores. Es más, en la susten-
cias. La mirada débil apunta a preservar recursos
tabilidad super-fuerte las valoraciones estéticas,
naturales, en tanto éstos son necesarios para
religiosas, culturales, etc., también son antropo-
asegurar los procesos productivos o para evitar
céntricas en este sentido. El reconocimiento de
daños; las especies que no son útiles o los sitios
los valores propios de la naturaleza rompe con
que no son estéticamente bellos quedan despro-
la perspectiva antropocéntrica, y se adentra en
tegidos. Es una toma de decisiones muy influen-
una postura biocéntrica. De esto se habla cuando
ciada por posturas éticas de corte utilitarista. En
se considera que ésta prevalece en América La-
cambio, la mirada super-fuerte protege a la na-
tina frente a una posición ecocéntrica. (Gudynas
turaleza no por su posible utilidad, sino por sus
2014)
propios valores. De esta manera, esta corriente
Esto tiene consecuencias importantes para la defiende posturas de conservación mucho más
perspectiva del desarrollo sostenible super-fuer- enérgicas, abarcando incluso a las especies in-
te. Se revela que el mercado por sí solo no pue- útiles o los sitios feos, insistiendo en importantes
de asegurar la protección ambiental y la justicia superficies de áreas protegidas, conectadas en-
social; la rentabilidad y la eficiencia no son cri- tre ellas, donde las poblaciones de las especies
terios adecuados para estas posturas del de- animales y vegetales puedan sobrevivir en esca-
sarrollo (Daly y Farsey 2004), ya que anulan o las de tiempo evolutivas (siglos).
minimizan otros valores. El crecimiento perpetuo
Otras consecuencias importantes tienen que ver
es imposible porque se admite que existen los
con el respeto de los derechos. Las posiciones
límites ecológicos. Por este tipo de razones, la
débil y fuerte rescatan derechos de los huma-
perspectiva super-fuerte no puede contentarse
nos que son ampliados a la temática ambiental.
con el concepto de capital natural, sino que utili-
El derecho humano a un ambiente sano es un
za como alternativa la idea de patrimonio natural.
ejemplo clásico, que a su vez expresa una pers-
Éste es definido como un acervo que se recibe
pectiva antropocéntrica. La posición super-fuer-
en herencia de nuestros antecesores, que debe
te, al reconocer los valores propios de la natura-
ser mantenido y preservado, y debe ser legado
leza, plantea que ésta tiene derechos que le son
a las generaciones futuras. Esto no excluye que
específicos (como ocurre en la Constitución de
algunas porciones de ese patrimonio se puedan
transar en el mercado, pero impone una ética de
2 Esto se corresponde con la llamada ciencia postnormal,
la responsabilidad en mantener ese acervo, tanto en el sentido de Funtowicz y Ravetz (2003).

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Ecuador). Estos se expresan en paralelo a los localmente como apu) está “enojado” por la lle-
derechos humanos referidos al ambiente. Conse- gada de una minera, está explicitando una vía de
cuentemente, en el campo de la justicia, se vuel- reconocimiento de los valores intrínsecos de la
ve necesaria una justicia ambiental (enfocada naturaleza, en ese caso el cerro. La defensa de
en la calidad de vida y calidad ambiental de co- esa posición no es posible bajo las sustentabili-
munidades humanas), pero también una justicia dades débil y fuerte, y por ello los grupos indíge-
ecológica (que debe asegurar los derechos de la nas deben buscar argumentaciones económicas
naturaleza, independientemente de los derechos (especialmente bajo la sustentabilidad débil) o
de los humanos). ecológicas (en el caso de la sustentabilidad fuer-
te). Por lo tanto, son perspectivas de la susten-
Las distintas posturas sobre la sustentabilidad
tabilidad que tienden a anular otras expresiones
también encierran diferencias en el manejo de
éticas. En cambio, la sustentabilidad super-fuerte
los debates públicos y en la construcción de po-
permite poner en mismo nivel de expresión y je-
líticas. La postura débil se conforma con el papel
rarquía todo tipo de valoraciones, y entre ellas la
de las personas defendiendo su ventaja personal,
que nacen de sensibilidades que reconocen valo-
y por lo tanto se trata a las personas como consu-
res propios a la naturaleza. Queda en claro que el
midores (por ejemplo, consumo responsable, se-
espectro ético de la sustentabilidad super-fuerte
llos verdes, etc.). Las perspectivas débil y fuerte
es mucho más amplio que en las otras dos co-
son proclives a priorizar el papel de expertos, sin
rrientes.
mucha participación ciudadana, ya que ellos de-
terminarían los valores económicos o ecológicos, Como puede verse en este apretado resumen,
y por ello es más tecnocrática. En cambio, la sus- las diferentes corrientes sobre la sustentabilidad
tentabilidad super-fuerte requiere necesariamen- no son necesariamente opuestas entre sí, sino
te la consulta y participación ciudadana, ya que que una incluye a la otra (figura 1). Por ejemplo,
los expertos no pueden predecir cómo valoran y la sustentabilidad fuerte acepta la valoración eco-
perciben el ambiente los distintos actores en cada nómica, conteniendo en parte a la débil, aunque
sitio. Tampoco reniega del rol de consumidores, puntualiza que aquella por sí sola es insuficiente,
pero le interesa más entender a las personas en ya que se debe agregar una valoración ecológi-
sus papeles de ciudadanos, en el sentido de ser ca. A su vez, la sustentabilidad super-fuerte reco-
sujetos activos en construir políticas, que asumen noce tanto la valoración económica como la eco-
los riesgos y beneficios de su participación. En lógica, pero entiende que existen otras escalas
ella también hay lugar para otros saberes y sen- de valor, e incluso los valores intrínsecos, y por
sibilidades, que se consideran igualmente válidos lo tanto si bien contiene parcialmente a las ante-
y necesarios (como los conocimientos locales riores posturas, también va más allá de ellas. Es
o tradicionales, percepciones de la sociedad ci- como si las corrientes fuerte o super-fuerte consi-
vil, etc.). De esta manera, la sustentabilidad su- deraran insuficiente a la anterior, y buscaran dar
per-fuerte se vuelve necesariamente participati- pasos adicionales, muchos de ellos expresados
va y consultiva, y tiene un mayor papel la política en cómo manejar las valoraciones.
sobre la gestión. Dicho de manera muy resumida,
mientras la sustentabilidad débil se expresa más El “debilitamiento” de la
como gestión que como política, comandada por sustentabilidad
los saberes expertos, la mirada super-fuerte es
El breve repaso de las distintas corrientes del de-
sobre todo política, entendida como un necesario
sarrollo sostenible indica que se ha convertido en
debate entre ciudadanos en espacios públicos.
un concepto plural, donde cada corriente expresa
La sustentabilidad super-fuerte es la que ofrece de distinta manera las tensiones y contradiccio-
las mayores opciones para incorporar los sabe- nes entre el desarrollo convencional y la necesi-
res y sentires de los pueblos indígenas en nues- dad de asegurar la protección ambiental. Prevale-
tro continente. Por ejemplo, cuando una comu- cen las posturas débiles, ya que ellas aceptan la
nidad indígena afirma que un cerro (concebido idea del crecimiento económico como motor del

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NECESIDAD DE PARTICIPACIÓN

desarrollo, y son funcionales a un reduccionismo ochenta, y luego como bienes y servicios am-
ético que se justifica invocando la neutralidad. bientales desde los años noventa.

Cada uno de los intentos ambientales de refor- De esta manera, las demandas ambientales no
mular el desarrollo generaron avances parciales, se fortalecieron y los resultados concretos esca-
algunos temas lograron visibilidad (como plantear searon. La cumbre gubernamental sobre el am-
la existencia de límites ecológicos al crecimiento), biente y el desarrollo de Johannesburgo 2002,
pero las opciones de transformación del desarro- reforzó concepciones à la Brundtland, y en parti-
llo no fructificaron, en tanto componentes claves cular aquellas enfocadas en comercializar bienes
fueron finalmente cooptados y reformulados, y servicios ambientales. La cumbre Rio+20, que
para volverlos funcionales al desarrollo conven- tuvo lugar en Brasil en 2012, intentó avanzar en
cional. La mercantilización de la naturaleza es el mismo sentido, con la propuesta de los países
el ejemplo más dramático. Podría invocarse una industrializados de una “economía verde”. (UNEP
imagen donde cada intento de utilizar la susten- 2011)
tabilidad para una crítica radical del desarrollo,
Bajo estas condiciones no puede sorprender que
si bien logra avanzar algunos pasos, enseguida
se cite una y otra vez una versión incompleta y
es retomada por las ideas convencionales3. Por
recortada del desarrollo sostenible basado en al-
ejemplo, se advierte sobre la necesidad de pro-
gunas líneas de la definición en el reporte Brundt-
teger ecosistemas y especies, pero éstos son
land. Está en claro que prevalecen los estilos de
reconvertidos en capital natural desde los años
desarrollo insustentables, y la “radicalidad” que
es apenas aceptada correspondió a un desarro-
3 Por un análisis complementario a estas ideas, véase Cas- llo sostenible débil, dejando todavía más margi-
tro (2004).

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nadas las opciones fuerte y super-fuerte. Por ese temas, la pérdida de biodiversidad o la calidad
tipo de razones existen las amnesias selectivas ambiental urbana, e incluso en algunos sitios la
y las restricciones éticas; es necesario “olvidar” situación empeoró sustantivamente. Una de las
esos componentes para poder seguir aceptando principales causas es que se profundizaron las
concepciones minimalistas de la sustentabilidad. estrategias extractivistas sobre los recursos na-
Entretanto, las opciones realmente alternativas, turales, y los países persistieron en su papel de
como la postura super-fuerte, pierden visibilidad proveedores de materias primas. De esta ma-
y no logran impactos sustantivos en esas discu- nera, muchos países renovaron estrategias de
siones. Paradojalmente, el aporte subversivo de desarrollo que sin embargo se volcaron hacia
la sustentabilidad se debilitó por el éxito de la ver- prácticas de alto impacto ambiental, alejándose
sión “débil”. incluso de las opciones de una sustentabilidad
débil. Eso explica el retorno de fuertes debates
La persistencia del debate en América sobre ambiente y desarrollo en América Latina,
Latina especialmente en países bajo gobiernos progre-
sistas. (Gudynas 2015)
A pesar de estas circunstancias difíciles, el deba-
te sobre la sustentabilidad se mantiene, y sorpre- Sin embargo las actuales discusiones tienen di-
sivamente, asoman en varios sitios los reclamos ferencias sustanciales con las que ocurrieron
por posturas más enérgicas, claramente vincula- en décadas anteriores. Unas de ellas se deben
das a la perspectiva super-fuerte. al evidente cambio en los actores, ya que ahora
las estrategias desarrollistas y la minimización de
Una de las razones se debe a la problemática del
la temática ambiental proviene de gobiernos de
cambio climático, al quedar en claro la respon-
otras perspectivas ideológicas, que se califican
sabilidad humana y las duras consecuencias que
a sí mismos como progresistas o de la nueva iz-
acarreará. Lidiar con el aumento de la temperatu-
quierda.
ra promedio global requerirá cambios sustantivos
en las estrategias de desarrollo, no sólo en secto- Otras diferencias, y especialmente relevantes
res como generación de energía, sino también en para el presente análisis, se deben al fortaleci-
las prácticas agropecuarias, la gestión del agua, miento de las consideraciones éticas. En efecto,
la zonificación territorial, etc. A su vez, es una muchos debates e incluso conflictos ambientales
problemática plagada de consideraciones éticas ahora se presentan claramente como disputas
por sus efectos actuales y futuros, y por la dife- éticas (y morales), sobre cómo entender la natu-
renciación de sus causas y consecuencias entre raleza, cómo interaccionar con ella y cómo prote-
países ricos y pobres (cuestiones que escapan gerla. A su vez, la instalación de la idea de una
a las posibilidades de espacio del presente artí- naturaleza con derechos desemboca en otro tipo
culo). de argumentaciones en las discusiones públicas
y la acción ciudadana.
Otra fuente de atención es específica de la si-
tuación latinoamericana, y se origina con las ex- Un ejemplo permite ilustrar esta nueva situación.
periencias de un nuevo desarrollismo. Este se La idea de una moratoria petrolera en el Parque
refiere a experiencias tales como el “novo des- Nacional de Yasuní, en la Amazonia de Ecuador,
envolvimento” en Brasil, el “desarrollo nacional era consecuente con los derechos de la natura-
popular” en Argentina, o las variedades de socia- leza, con el respeto a pueblos indígenas y con
lismo del siglo XXI, que mostraron el retorno del visiones convencionales de conservación de la
Estado como actor clave en organizar estrategias biodiversidad. Cuando se canceló esa moratoria
de desarrollo. En varios casos, estas nuevas ex- en 2013, para liberar el ingreso de las petroleras,
periencias en el campo del desarrollo tuvieron re- no solo estalló un conflicto convencional alrede-
sultados positivos (notablemente la reducción de dor de la conservación amazónica, sino que que-
la pobreza extrema), pero el balance ambiental dó en evidencia la prevalencia de una perspec-
es negativo. Se mantuvo el deterioro de ecosis- tiva antropocéntrica, enfocada en el utilitarismo,

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que priorizaba extraer hidrocarburos para obte- transforman, bajo esta postura, en exploraciones
ner beneficios económicos. Por lo tanto, muchos para una alternativa a cualquiera de esas ideas
denunciaron ese viraje como una violación tan- de desarrollo. Es por estas razones que se viven
to del mandato constitucional, como de la ética circunstancias extraordinarias, donde no sólo se
contenida en la declaración de los derechos de la mantienen los necesarios debates sobre la sus-
naturaleza. Una reacción desde la ética apareció, tentabilidad y el desarrollo, sino que distintas éti-
entonces, desde grupos ambientalistas y algunos cas ambientales reclaman incluso ir más allá de
líderes indígenas, cada uno de ellos expresándo- la categoría de desarrollo.
la a su manera.

Casos de este tipo se repiten especialmente en


los países andinos alrededor de la reivindica- Entregado 28 – 4 - 2015
ción de la protección de la Pacha Mama desde Aprobado 16 – 6 - 2015
un compromiso ético. Pero la misma sensibilidad
está presente, por ejemplo, en la reciente encícli-
ca del Papa Francisco sobre la “casa común”. En
ella se encuentra un cuestionamiento radical al Bibliografía
desarrollismo convencional, y apelaciones a una
CASTRO, C.J., 2004. Sustainable development.
protección de la naturaleza que por momentos Mainstream and critical perspectives,
expresa miradas biocéntricas, reconociendo va- Organization & Environment 17(2):195-225.
lores en ella. CEPAL, 2015. Pactos para la igualdad. Hacia un futuro
sostenible. CEPAL, Santiago.
Muchas propuestas y acciones en defensa de los
derechos de la Naturaleza están directamente CMMAD (Comisión Mundial Medio Ambiente y
ligadas a las propuestas sudamericanas englo- Desarrollo), 1987. Nuestro futuro común,
Alianza, Madrid.
badas bajo la categoría Buen Vivir (o Vivir Bien).
Esos términos corresponden a distintas posturas CONCA, K., ALBERTY, M., DABELKO, G.D. (eds),
1995. Green planet blues. Westview, Boulder.
que cuestionan radicalmente al desarrollo con-
vencional, y plantean alternativas a cualquiera DALY, H. E., 1996. Beyond growth. The economics
de sus variedades, enfocadas en aspectos como of sustainable development, Beacon Press,
Boston.
la calidad de vida de las personas y los valores
intrínsecos en la naturaleza. Son iniciativas que DALY, H.E. and FARSEY, J., 2004. Ecological
parten desde posturas que pueden calificarse economics. Principles and applications, Island
Press, Washington DC.
como propias de la sustentabilidad super-fuerte
pero que se orientan a explorar opciones para ir ESTENSSORO, F., 2015. El ecodesarrollo como
más allá de la categoría de desarrollo. En esos concepto precursor del desarrollo sustentable
y su influencia en América Latina, Universum,
esfuerzos las cuestiones éticas ligadas a la natu- Universidad Talca, 30 (1):81-99.
raleza juegan papeles centrales. Por ello postu-
lan, por ejemplo, que sólo se puede concretar el FUNTOWICZ, S. and RAVETZ, J., 2003. Post-normal
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Buen Vivir protegiendo efectivamente a ambien- Economics, ISEE. Disponible en: www.ecoeco.
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GRIGGS, D., STAFFOR-SMITH, M., GAFFNEY,
O., ROCKSTRÖM, K., OHMAN, M.C.,
Esta es una nueva frontera en los debates sobre
SHYAMSUNDAR, P., STEFFEN, W., GLASER,
sustentabilidad, ya que la preocupación ecológi- G., KANIE, N., and NOBLE, E. I., 2013.
ca se expresa, por ejemplo, reconociendo valores Sustainable development goals for people and
intrínsecos en el ambiente. Se abren así opciones planet, Nature 495:305-307.
que dejan de estar restringidas a un antropocen- GROBER, U., 2008. Deep roots: a brief conceptual
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