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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS

“PATRIMONIO CULTURAL
DIVERSIDAD E INTEGRACIÓN”
Córdoba, 15, 16 y 17 de Marzo de 2007

PONENCIAS

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
TEMA 1: PAISAJES CULTURALES

Pg.6/ REFLEXIONES SOBRE LOS PAISAJES CULTURALES A partir de la propuesta de ICOMOS


de considerar este tema como eje del año 2007 I Arq. Noemí Goytia I
Pg. 10/ LA HUELLA JESUITA, PAISAJE CULTURAL DE CÓRDOBA La construcción de un paisaje
sostenible I María José Pedrazzani I Romina Lerda I

Pg. 17/ PAISAJES CULTURALES: NOROESTE CORDOBES I Fabiana Agusto I

Pg. 22/ LA MEMORIA CULTURAL COMO PATRIMONIO INTANGIBLE Los constructores del viejo
dique San Roque: aportes para la recuperación de la memoria desde la arquitectura I Juana
Bustamante I

Pg. 27/ LOS RASGOS NATURALES Y CULTURALES DEL VALLE DE CATAMARCA COMO
OBJETO DE PATRIMONIO I Florentino Ricardo Palacios I Asesor: Arq. Alba Irene Di Marco de Testa I

Pg. 30/ QUEBRADA DE HUMAHUACA, UN ITINERARIO CULTURAL: EJEMPLO DE INTEGRACIÓN


Y DIVERSIDAD PATRIMONIAL En peligro la pérdida de sus valores culturales I Ana M. Rodríguez
de Ortega I M. del Carmen Díaz Cabeza I

Pg. 37/ SITIOS DE VALOR NATURAL Y CULTURAL, QUE INTEGRAN EL PATRIMONIO


COLECTIVO DE LA CIUDAD DE CÓRDOBA I Alba Dimarco I Mónica Asis I Alejandra Novello I Alberto
Mas I Walter Castellan I

Pg. 40/ EL PAISAJE DE LA VID EN MENDOZA – ARGENTINA Lectura de formas en las


estructuras compositivas del paisaje de la vid I Viviana Colautti I

TEMA 2: PATRIMONIO, EDUCACION Y DIFUSION

Pg. 51/ LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL PATRIMONIO Prácticas de educación patrimonial


desde el Museo de Antropología I Mariela Eleonora Zabala I Isabel Roura Galtés I

Pg. 58/ EL PATRIMONIO CULTURAL, EL DERECHO A LA IDENTIDAD Y LAS PERSONAS CON


CAPACIDADES DIFERENTES Propuesta para un análisis I Dra. Susana Parés I

Pg. 63/ PATRIMONIO CULTURAL MATERIAL Y EDUCACIÓN Algunos aportes desde la reflexión
pedagógica I Claudio Javier Sentana I

Pg. 70/ DESARROLLO DE UN SISTEMA DE INFORMACIÓN PATRIMONIAL PARA LA GESTIÓN


TERRITORIAL I Arq. Graciela Nozica I Elena Taber I

Pg. 75/ LA EDUCACIÓN COMO HERRAMIENTA DE PRESERVACIÓN I Hugo Daniel Peschiutta I

Pg. 77/ ENSEÑANZA DE REGIMEN DEL PATRIMONIO CULTURAL Propuesta en la Facultad de


Derecho, UNC I Susana Parés I Alumnos de 5to año de la Carrera de Abogacía I

Pg. 79/ LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN PATRIMONIAL EN LA RECUPERACIÓN Y


CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD CULTURAL I Lisandro D. Hormaeche I Paola M. Elenchuk I
Rosana G. Fritz I

Pg. 83/ DOCENCIA Y PRESERVACION Una propuesta de taller en Córdoba I Ian Dutari I Juan
Carlos Stevenazzi I Santiago Viale Lescano I Ana Etkin I
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TEMA 3: TURISMO

Pg. 88/ MUSEOS EN MONUMENTOS. USOS Y RESIGNIFICACIONES I Mónica Risnicoff de Gorgas I


María Rebeca Medina I

Pg. 95/ EL TURISMO CULTURAL: ¿USO APROPIADO DEL PATRIMONIO? I Edgardo J. Venturini I

TEMA 4: PRACTICAS, METODOS Y TECNICAS

Pg. 102/ REQUIEM PARA EL PATRIMONIO DE CÓRDOBA – CIUDAD I Berta J. L. de la Rua I


Mariana Bettolli I Ana M. R. de Ortega I Roxana Civalero I

Pg. 107/ EVOLUCIÓN ARQUITECTÓNICA DE LA PLAZA SAN MARTÍN, CIUDAD DE CÓRDOBA,


Registro de datos y visualización 2D y 3D, en tres épocas, Colonial, Siglo XIX y Siglo XXI I Adrian
Depetris I

Pg. 110/ ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA E IDENTIDAD EN LA QUEBRADA DE


HUMAHUACA, JUJUY
I Olga Paterlini I Susana Villavicencio I Alejandra Rega I

Pg. 116/ PATRIMONIO MISIONERO: DIVERSIDAD EN LA UNIDAD Normativas para su protección


I Clara Supisiche I Graciela de Kuna I

PG. 124/ LOS CEMENTERIOS: PATRIMONIO Y VARIEDAD CULTURAL I Griselda Barale I

Pg. 130/ UN PATRIMONIO QUE PERDURA. EL ESPACIO EXTERIOR DE SANTA FE COLONIAL I


Ruben Osvaldo Chiappero I

Pg. 136/ PATRIMONIO CULTURAL Y ARQUITECTÓNICO: VILLA NOUGUÉS-TUCUMÁN I Analía


Salvatierra de Michel I

Pg. 141/ ARQUITECTOS JUAN KRONFUSS Y SALVADOR GODOY Diversidad e integración


urbano-arquitectónica en dos viviendas de Nueva Córdoba I Arq. Ana María Rodríguez de Ortega I

Pg. 148/ LOS MATADEROS DE FRANCISCO SALAMONE Aspectos Estilísticos, Formales Y


Simbólicos I Romina Mariel Fiorentino I

Pg. 156/ ARQUITECTURA RELIGIOSA DE SAN JUAN I Marcelo Soria I Ana Tamagnini I Viviana
Galdeano I

Pg. 163/ LA DEMOLICIÓN VIRTUAL DEL PALACIO FERREYRA, Y LO INMATERIAL EN LA


ARQUITECTURA FRANCESA I Julio Rebaque de Caboteau I

Pg. 170/ EL PALACIO FERREYRA Una visión critica sobre la recuperación del patrimonio
histórico I Soledad Molina I Carolina Ruival I

Pg. 175/ CERRO COLORADO: PATRIMONIO Y TURISMO La Arquitectura Popular como un bien
patrimonial contribuye a la identidad y al valor paisajístico del sitio I Bibiana Oviedo I Carolina
Pastori I

Pg. 179/ RECUPERACIÓN PAISAJÍSTICA DE LOS ESPACIOS EXTERIORES DEL EDÉN HOTEL
DE LA FALDA, CÓRDOBA, ARGENTINA Master Plan: estructura de soporte y elenco de
lineamientos I Juan Carlos Wehbe I Ruben del Sueldo I
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Pg. 183/ EL EDEN HOTEL, LA FALDA , CÓRDOBA I Mariela Chinellato I Melina Malandrino I Enrique
Zanni I

Pg. 187/ DINÁMICA DEL PATRIMONIO CULTURAL DE LOS BARRIOS-PUEBLOS DE CÓRDOBA:


EL CASO DE BARRIO GENERAL PAZ Y SAN VICENTE I Graciela Beatriz Castro I Desirée Alda
D´Amico I

TEMA 5: REFLEXIONES

Pg. 196/ LA PRESERVACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL EN LA “MEMORIA DEL MUNDO”I


Anna Szlejcher I

Pg. 201/ PENSAR EL PATRIMONIO Hacerlo en la era de la reproductividad urbana I Fernando


Fraenza I Alejandra Perié I

Pg. 208/ LA NECESARIA PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL PARA LA


CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD DE LOS PUEBLOS La situación jurídica del patrimonio
arqueológico en la provincia de Córdoba I M. Candelaria Berberián I José I. Ochoa I Eduardo E.
Berberián I

TEMA 6: PATRIMONIO ARTISTICO

Pg. 214/ LA DISTRIBUCIÓN DE LOS BIENES LITÚRGICOS DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS EN


CÓRDOBA A PARTIR DE 1767. UN APORTE DOCUMENTAL I Inés Abdala I Federico T. Sartori
Moyano I

Pg. 221/ MEMORIA XXI: RECUPERANDO EL PATRIMONIO ARTÍSTICO DE LOS CORDOBESES I


Erica Almirón I Felicitas Aubert I Gonzalo Biffarella I Jorge Gonzalez I

Pg. 225/ INVENTARIO DEL PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO DE IGLESIA LAS FLORES I Silvana
Molina I

Pg. 230/ EL PATRIMONIO HISTORICO ARQUITECTÓNICO DEL BANCO DE LA PROVINCIA DE


BUENOS AIRES Acciones de protección del patrimonio cultural I Agustín Enrique San Martín I
Rubén Eduardo Vera I

Pg. 235/ LA RIQUEZA DEL ARTE ANÓNIMO DEL SIGLO XVIII EN LOS PÚLPITOS DE CÓRDOBA I
Mariela Chinellato I Roxana Civalero I Melina Malandrina I Ana María R. de Ortega I

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TEMA 1: PAISAJES CULTURALES

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REFLEXIONES SOBRE LOS PAISAJES CULTURALES
A partir de la propuesta de ICOMOS de considerar este tema
como eje del año 2007

Arq. Noemí Goytia

Centro Marina Waisman de Formación de Investigadores en Historia y Crítica de


la Arquitectura, FAU, UNC

Con motivo de estar reunidos aquí muchos miembros de ICOMOS y como homenaje al presidente de la
filial argentina recientemente fallecido Freddy Guidi vayan estas reflexiones. Muchas de ellas son
autocríticas como corresponde a reuniones de estudiosos del tema de Conservación del patrimonio.
Icomos ha cumplido 35 años y es tiempo de valorar sus fortalezas y logros, pero también de que todos
sus miembros nos reunamos a discutir críticamente sus limitaciones y deudas con el patrimonio.
El día 17 de abril, el Comité ejecutivo de Icomos apoyado por el consejo consultivo ha propuesto que
sea el inicio de la convocatoria a estudiar el tema de los Paisajes culturales y monumentos de la
naturaleza. Es la oportunidad para que todos los miembros del Icomos contribuyan “a un mejor
reconocimiento, protección y puesta en valor de los paisajes en sus dimensiones humana, cultural,
simbólica y portadora de la memoria de los pueblos, tema muchas veces descripto sólo en sus aspectos
naturales, olvidando la importancia de los componentes culturales, tangibles o intangibles” (Dino
Bumbaru, Secretario general de ICOMOS publicado en boletín de ICOMOS volumen 16, Nº2, diciembre
de 2006 pag 5)
Como una modesta estudiosa del tema de los paisajes culturales al que he dedicado más de 20 años y
a la vez miembro de Icomos, me gustaría transmitir mi experiencia con el ánimo de contribuir a
enriquecerlo
En primer lugar me parece estupendo el tema elegido para 2007, y creo que se presta maravillosamente
bien para reflexionar a partir de experiencias propias y ajenas.
Parece pertinente definir previamente qué entiendo por paisaje. La percepción y comprensión del mundo
que nos rodea, produce imágenes y si se trata de imágenes del territorio a esas imágenes las llamamos
paisaje, concepto que aplican tanto Kevin Lynch, como Gordon Cullen al referirse al paisaje urbano. Es
también la que aplica Foreman al referirse al paisaje territorial. En el concepto de paisaje territorial está
involucrado todo lo que hace el hombre en ese ámbito. Se trata del diálogo que éste establece con el
lugar.
El paisaje es entonces una imagen de la realidad, basada en la experiencia que los habitantes obtienen
del lugar, ya sea una experiencia racional, a través de un análisis, como hacen los investigadores o ya
sea a través de los sentidos, del gusto y de la sensibilidad. Si aceptamos que la primera experiencia del
lugar se verifica a través de la vista podríamos pensar que las imágenes son personales. Sin embargo
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estamos en condiciones de afirmar en base a trabajos de campo realizados, que existen imágenes
compartidas, es decir que son comunes a todo un grupo cultural y son esas imágenes del paisaje las que
aquí nos interesan rescatar, destacar, promover y difundir.
Asumimos así que el paisaje entonces, como todo producto cultural, no es una realidad inmutable y
definitiva, sino que es cambiante porque todos los aspectos históricos y sociales están en él en
permanente transformación. Seguirá siendo paisaje cultural mientras esa mutaciones sean asumidas
como válidas por el consenso colectivo.
Asumimos también que para el corriente de la gente, el paisaje va teñido de connotaciones valorativas y
su identificación incluye apreciaciones sensoriales y emotivas tanto a nivel de una macrovisión como de
una microvisión. Estos aspectos no son despreciables a la hora de estudiarlos, porque fijan una imagen
que es asumida y compartida por una comunidad. Se habla así por ejemplo de un impresionante
escenario donde al fondo se destaca la Iglesia de Santa Catalina; de una quebrada bellísima recorrida
por un arroyo de aguas cantarinas.
Por todo lo expresado hasta aquí, podemos afirmar entonces que el paisaje siempre es un concepto
cultural, aún incluyendo lo que muchas veces se denomina paisaje natural y así completamos nuestra
definición de paisaje diciendo que es una síntesis de lo natural con lo cultural- tanto físico como vital-,
donde ambos valen como patrimonio, ya que se lo puede interpretar según una serie superpuesta de
capas de significados tanto vitales como físico- materiales
La cultura local aparece como un rasgo especialmente importante porque incidirá en la apreciación de
ese paisaje, en el filtrado de la subjetividad que esa comunidad hace de la realidad a través de su
cultura
Por eso para el pensamiento tradicional de la cultura europea, lo desmesurado del territorio americano
puede parecer confuso, extravagante, caprichoso y falto de reglas. Al borrarse los límites precisos y
acotados se da la impresión de lo inconmensurable e infinito. Con esta visión particular de los
americanos acostumbrados a esas escalas toma valor el gusto por lo relativo, lo más libre, la forma
abierta y los efectos de incompletitud e inconexión. como también ese sentido de descentramiento propio
del americano. Porque en líneas generales se puede afirmar que el caso de los paisajes culturales de
América, plantea un problema de definición diferente de los que se manejan en Europa. Por eso
trasladar acríticamente los modelos a aplicar, es realmente peligroso.

Si bien existen infinitas variedades de paisajes culturales en América, hay algunos rasgos que
comparten. Una gran escala singularmente grande que se manifiesta en grandes distancias, y escasa
densidad de hitos y monumentos perdidos en el territorio. Este sentido de lo inmenso ha creado una
especial idiosincrasia en los habitantes que aprecian a estos lugares desde hace muchos años de
manera particular. En consecuencia hay una manera de ver y valorar la relación naturaleza y obra del
hombre distinta.

Por ejemplo para el geógrafo francés Ives Lacoste, cuando habla de paisaje, lo define como un lugar con
límites precisos espaciales, que fija entre los 10 metros y los 10 kilómetros. ¿qué pensar entonces de la
Quebrada de Humahuaca, declarada como Paisaje Cultural, Patrimonio de la Humanidad por la

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UNESCO, con una longitud de 155 Kilómetros entre sus extremos norte y sur, enmarcada al este y al
oeste por las imponentes montañas?¿ Qué pensar de nuestro modesto Norte Cordobés, donde estamos
trabajando, conformado por un triángulo de 70 kilómetros de base en la parte más septentrional y de 170
kilómetros desde la Villa de María del Río Seco al norte hasta la ciudad de Córdoba al sur?.
Ahora bien ¿Por qué mi interés especial en el tema de los paisajes culturales para plantear mis
reflexiones?
Porque en él es tan fuerte el componente cultural, el componente humano y es en este aspecto que
encuentro las mayores debilidades de la acción de los entes y asociaciones internacionales y también
nacionales en la conservación del patrimonio
Los problemas locales planteados antes, reflejan sus complejidades y la necesidad de estudiar cada
caso con detenimiento y con la participación de equipos multidisciplinarios como lo proponía siempre
Marina Waisman. Los arquitectos y expertos en conservación del patrimonio deberían incorporar en
estos temas a sociológos y psicólogos, geógrafos y economistas, expertos en medios audiovisuales y de
comunicación social . Porque se puede dar la paradoja, en los casos americanos que a pesar de la fuerte
presencia de la naturaleza y su escala desmesurada, el medio geográfico no sea suficiente como límite
de un paisaje cultural y sea más bien la fortaleza de una mancha homogénea cultural la que defina hasta
dónde llega ese paisaje. Esa homogeneidad estará dada por un origen y un largo proceso histórico
compartido que ha dejado huellas en la memoria colectiva, que ha creado un basamento cultural y un
nivel ideológico colectivo, traducido como su identidad y esto es lo que ocurre en el Norte Cordobés. En
este caso, es tan fuerte la memoria histórica que hoy los habitantes de la región se sienten orgullosos
depositarios de una herencia patrimonial que se remonta a los primeros años de los asentamientos. Hay
que tener en cuenta que la mayoría tienen su origen en los puntos de arribo de las etapas del Camino
Real - primeros poblados indígenas y luego, postas, capillas o cascos de estancias- transitados en
épocas precolombinas por Sanavirones y Comechingones y desde la conquista por los españoles y los
criollos.¿ No se enriquecería aquí la lectura de esta realidad con la incorporación de expertos de otras
disciplinas? ¿ No nos evitaría enfrentar ahora la triste realidad de Paisajes culturales como el de la
Quebrada de Humahuaca, patrimonio de la Humanidad sufriendo las consecuencias de una invasión
incontrolada de turistas, poco respetuosos de las costumbres locales, de especuladores inmobiliarios
que han provocado no solamente el desplazamiento de la población autóctona de sus lugares de habitat
natural sino que han polucionado el ambiente natural desde un punto de vista visual y sonoro, donde la
aparición de agentes publicitarios pretenden convertir a la Quebrada en un escenario artificial congelada,
en una imagen estereotipada, deteriorando la calidad de vida de sus habitantes, faltando el respeto
debido a la cultura auténtica local, a las aspiraciones legítimas de vivir incorporando factores que les
mejoren su vida sin perder sus rasgos culturales auténticos , los que nacieron del proceso bilateral entre
el observador y su medio ambiente y donde el territorio sugiere distinciones y relaciones, y el
observador- con gran adaptabilidad y a la luz de sus propios objetivos- escoge organiza y dota de
significado lo que ve? ¿Pero es esto suficiente? ¿Cómo interesar al estado a desarrollar políticas de
protección y gestión del Patrimonio cultural, del Patrimonio Humano?
Reconozcamos que hoy se abre una gran oportunidad a nuestros países americanos. Los medios de
comunicación, la generalización de la excursión en automóvil han contribuido al descubrimiento y gozo

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alternativo de increíbles paisaje naturales en los largos intervalos entre los hechos urbanos, los hitos
arquitectónicos y las manifestaciones socioculturales de cada región. Esta veta de un turismo diferente
se abre en nuestros países, a un público ávido de experimentar sensaciones y vivencias nuevas. Los
largos recorridos, los paisajes fuertes, la llegada a nodos de interés cultural aunque no sean tan
singulares y fundamentalmente la posibilidad de descubrir por si mismos rincones no tan programados,
parece interesar a un público cada vez más numeroso.
Una nueva manera de mirar abre nuevas posibilidades y a ello ha contribuido el habernos acostumbrado
a la secuencia cinematográfica, al traveling, al montaje, toda la técnica del cine y del zapping, a la visión
desde la ventanilla del auto o del autobús que enmarca el paisaje que se desliza uniendo lo diverso, o a
la visión desde el avión que borra el detalle de lo cotidiano y existencial, disolviéndolo en un patchwork
de colores y texturas y qué decir de las imágenes que nos dan fotos satelitales. Todos estos medios nos
han preparado y educado para ser mucho más sensible y apreciar nuestros inconmensurables paisajes.
No desaprovechemos esta oportunidad, y fundamentalmente no olvidemos que como elementos básicos
de estos paisajes está la gente que vive allí.
La pregunta ahora es como contribuir desde los organismos nacionales e internacionales a preservar la
vida digna de estas poblaciones indefensas ante la agresiva invasión del turismo?.
¿Qué poder de policía se requiere para salvaguardarlos? ¿Cómo hacer que las gentes , habitantes de
estos Patrimonios de la humanidad no se sientan extrañas en su sitio y no adopte al mismo tiempo una
postura de autodefensa, legitima, como en la ciudad de Cuenca donde hace un tiempo colgando de un
balcón en la plaza de la catedral un letrero decía “Menos Patrimonio y más humanidad”?
Yo lamentablemente no tengo una respuesta y por eso pienso que estos ámbitos de reunión de
estudiosos puede ofrecer algunas, a un problema cada vez más grave y paradójico, de deterioro en vez
de conservación del patrimonio.

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LA HUELLA JESUITA, PAISAJE CULTURAL DE CÓRDOBA
La construcción de un paisaje sostenible

Mag. Arq. María José Pedrazzani


Mag. Arq. Romina Lerda

Facultad de Arquitectura, UCC


Facultad e Arquitectura, Diseño y Urbanismo, UNC

El área de la provincia que se contempla como paisaje cultural abarca el circuito que se genera entre las
cinco Estancias Jesuíticas de área rural (Ntra. Sra. de Alta Gracia (1643), Caroya (1622), Jesús María
(1618), Sta. Catalina (1622), La Candelaria (1683) y su relación con la manzana jesuítica (1608) en el
área metropolitana de la ciudad; considerando también aquellos componentes del patrimonio rural /
urbano arquitectónico (capilla de Sta. Ana s.XVII – Quintas Jesuitas-; dependencias Jesuíticas de La
Calera, capilla, molino; capilla de Candonga, monumento nacional del s. XVII – establecimiento El
Rosario de Sta. Gertrudis, una de las principales postas de mulas del ¨camino al Alto Perú¨ ; estancia de
San Ignacio, vinculados al sistema de los monumentos ya declarados por la UNESCO como patrimonio
de la humanidad (29 de noviembre 2000); actuando históricamente como fuentes de integración entre el
medio natural y cultural (como centro de actividad social y cultural), generadores de gran parte de la
historia y mitos de extraordinario significado simbólico que otorgan a la provincia un valor universal
generador de literaturas arte música oficios.
Dichos establecimientos están estrechamente asociadas a las rutas que configuraban el antiguo ¨Camino
Real¨, ¨camino del bajo¨ y sus ramificaciones, y a los tráficos que, desde fines del s.XVI, se van
dibujando en el territorio de la provincia de Córdoba.
Reconocidos ya por viajeros turistas cronistas y estudiosos de todo el mundo. Generan así un punto de
cultura única en un extraordinario paisaje serrano. Posee la virtud de conjugar una profunda historia con
un futuro promisorio.

Fundamentos del área propuesta:


Esta impronta construida por los jesuitas representa una obra conjunta de hombre y naturaleza. La
vocación y cultura jesuítica implementan y generan el progreso cultural al tiempo que el económico de la
zona, las estancias como nodo de recursos, como el florecimiento social a los actores que encontraron
un espacio de oportunidad (jesuitas nativos y colonizadores e inmigrantes hasta la actualidad, que
ilustran la evolución de una sociedad a lo largo de los años) Potencias y desventajas fruto de las
condiciones climáticas, de suelo y ubicación conllevan a la implementación de estrategias de ingeniería
manifiestas en respuestas particulares que definen un perfil de características tanto propias como
comunes al sistema y su área de influencia, deviniendo en expansiones de traza y tejido urbano al igual
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que en puntos impulsores de nuevas urbes.
De excepcional valor universal, este valle es el escenario geográfico donde quedó registrada, en forma
más clara y a través del tiempo, la impronta de la costumbre colonizadora; manifestándose
a través del espíritu, el significado, la proyección cultural, educativa y religiosa, aspectos
fundamentales que vienen desde los valores intangibles y se concretan en los tangibles.

1. Mapa esquemático de los principales caminos de postas en la jurisdicción de la Provincia de Córdoba (siglo XVIII y XIX)
2. Mapa esquemático de las antiguas estancias del Norte de Córdoba. Estos establecimientos rurales tuvieron notable
importancia en los tiempos en que ¨el Camino Real¨o de postas era el itinerario de la región
3.Traza del ¨camino real¨y estancias en la actualidad s. XXI

Dos Categorías principales de Paisajes Culturales


II/ ¨Paisaje esencialmente evolutivo que ha alcanzado su forma actual por asociación y como respuesta
a su entorno cultural. Se trata de un paisaje vivo que conforma su función social activa en la sociedad
contemporánea, estrechamente vinculado al modo de vida tradicional y en el cual prosigue el proceso
evolutivo. Al mismo tiempo, presenta pruebas manifiestas de su evolución en el transcurso del tiempo.¨

En ejemplos como la Estancia de Alta Gracia la configuración de la ciudad con su situación urbana
desplegada en la base del monte serrano, articula permanentemente el soporte natural con las
necesidades generadas por la vida urbana. La dinámica del cambio está implícita en la mentalidad de su
habitante. Las peculiaridades de uso han ido generando los cambios en el paisaje. El territorio va
mutando en respuesta a otras actividades, culturales, deportivas etc. pero siempre permite restaurar a la
vez de re-escribir la historia de la Estancia como historia de Alta Gracia.
Otras como Caroya y Jesús Maria se dan de manera peri urbanas en los límites de un espacio de
llanura, de igual forma que su situación con las ciudades de Jesús María y Colonia Caroya, localidades
de baja densidad de ocupación, que al estar su historia fuertemente ligada a estos establecimientos

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mantiene el vínculo con áreas de producción agropecuarias de la zona, admitiendo recomponer en la
remembranza las condiciones originales del emprendimiento.
O así mismo La Manzana Jesuítica en la ciudad de Córdoba, la cual ha quedado inmersa en el área
central mutando completamente el escenario primario del asentamiento tratándose de una metrópoli
emprendedora y de intenso progreso.

III/ ¨Paisaje cultural asociativo basado en la fuerza de evocación de recursos regionales, artísticos o
culturales.¨
Cada Estancia en su medio se torna en un régimen de actividades, bienes y edificios en relación a su
territorio y áreas de influencia conformando el legado de identidad y memoria.
Una cultura que se asocia con espacios inasibles y que evoca acontecimientos artísticos y culturales de
connotación histórica. La construcción de un “paisaje cultural” ceñido por una red de asociaciones y
referencias que motivan la valoración del patrimonio intangible como conector esencial.

Criterios culturales referidos:


I. Una pieza maestra de creatividad e ingenio humano.
II. Un importante intercambio de valores humanos por un periodo de tiempo o dentro de un área cultural
del mundo, en desarrollo en arquitectura o tecnología, artes monumentales, planificación urbana o
diseño de paisaje.
III. Un único, al menos excepcional testimonio de una tradición cultural o civilización que viva o que
haya desaparecido.
IV. Un ejemplo sobresaliente de un tipo de construcción, conjunto arquitectónico, ecológico o paisaje
que ilustre una etapa o etapas importante/s en la historia humana.
V. Un ejemplo sobresaliente de asentamiento humano en el uso de la tierra, que sea representativo de
una cultura especialmente en amenaza.
VI. Estar directamente o tangiblemente asociada con eventos, tradiciones, ideas, creencias, trabajos
artísticos o literarios de un excepcional significado universal.
Se manifiestan dada la representatividad que aunque distintiva de cada zona demarca el área
como región cultural claramente definida que ilustra los elementos naturales esenciales particulares
de cada sitio sin dejar de expresarse como unidad territorial.

Objetivos Perseguidos:
Lograr integrar el espacio abierto y el construido, acción que posee como fin reforzar la calidad del
contexto urbano ya consolidado y las vocaciones ambientales y paisajísticas del territorio en el que se
inserta.
Cumplir los objetivos generales de planificación significa, en este específico contexto, aumentar la
sostenibilidad ambiental del sistema urbano, valorizando las funciones ecológicas (construcciones de
redes) de los cursos de agua, de las vías de acceso a la ciudad, de las diversas escalas de paisaje rural
y los barrios residenciales, los centros comerciales y la infraestructura extra urbana.
Esto servirá para dar el justo rol al componente paisajístico en el territorio, no atribuyéndole más solo un

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genérico valor cultural sino haciéndolo devenir como factor determinante del crecimiento económico y
social de la ciudad, protagonista a pleno de todas las elecciones de estrategias que el nuevo plan esta
llamado a cumplir.

Propuesta:
El paisaje como capital, como hecho valuable económicamente.
La propuesta se basa en fortalecer un “sistema”, teniendo en cuenta que, por el significado que
conllevan, el conjunto es más importante que cada uno de sus componentes aislados, cuyo proceso
cultural fue una acción altamente significativa en Córdoba. Resaltando la obra formativa de la Compañía
de Jesús en Latinoamérica, ejecutando un proyecto sustentable ya planteado 450 años atrás por los
Jesuitas.
La revalorización de la huella Jesuita solidificando el enfoque cultural a través del turismo, orientado a la
interpretación de un proyecto histórico, cultural, territorial, paisajístico único de manera absolutamente
novedosa que vinculo durante los siglos XVII y XVIII las actividades de educación, formación espiritual y
cultural con la producción y sustento económico de las mismas.
Se trata de la potencialización de los recursos Patrimoniales poniendo en valor y o recuperando su
vitalidad en el contexto contemporáneo pero adquiriendo un nuevo significado al ser comprendidos como
parte integrante de un sistema integral territorial.
La organización de un nuevo producto turístico (respetuoso de las condiciones patrimoniales culturales y
ambientales de sus recursos) requiere de planes de intervención sobre cuatro componentes que definen
el atractivo turístico: los recursos en si (culturales y naturales: Patrimonio Arquitectónico, caminos
históricos, nichos ecológicos, etc.), la infraestructura (red vial, comunicaciones, etc.), el equipamiento
receptivo y complementario, y los servicios.
El eje de desarrollo de esta propuesta se fundamenta en la ejecución de cuatro lineamientos:
• Conservación ambiental a través de parques patrimoniales
• Ejecución de Rutas escénicas
• Realización de Residencias o alojamiento en chacras interactivas
• Implementación del agro eco cultivo
• Fomentar la realización de eco turismo
Reposicionar el patrimonio Jesuítico como centro de procesos de interpretación de la realidad histórico-
cultural de cada localización y del sistema en su conjunto.
Organizar los nexos de estos nodos sobre las bases de los antiguos caminos reales que vinculan
la mayor parte de los testimonios antiguos de nuestra provincia, una historia actual que nos expresa
y nos da identidad; un itinerario de tradición que valoriza el pasado cordobés en el presente.
El uso que dichos recursos histórico-ambientales permita, estará directamente vinculado con sus
potencialidades y limitaciones derivadas de sus características tecnológico-constructivas de su potencial
funcionalidad y su capacidad de carga. Se convierte así en medio de promoción social del patrimonio
tanto en lo que se refiere a conservación como a generación de recursos económicos susceptible de ser
reinvertidos en el patrimonio y en la realidad social circundarte.
La sustentabilidad local ligada a la realización de objetivos sociales (participación de la comunidad local

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en el proceso de desarrollo y sus beneficios)
Los nodos
Componentes de este sistema (Estancias de Alta Gracia, Caroya , Jesús María, Santa Catalina, La
Candelaria y Manzana Jesuita) son los polos interactivos que actúan como centros atractores culturales
que ofrecen diversidad de ambientes paisajes y costumbres.
Cada Estancia se traduce en un sistema de edificios bienes y actividades, en relación a su territorio
constituyen la base de su identidad y su memoria.
Existen Programas y proyectos, como el plan de acción que los Jesuitas han diseñado, con ambas
Universidades y el Icomos, el cual esperan poner en funcionamiento próximamente comenzando por la
puesta en funcionamiento de un centro de Interpretación. Este centro resaltara la obra formativa de la
Compañía de Jesús en Latinoamérica.
Con respecto a la conformación de un plan de manejo, al existir varios planes de gestión particulares
para cada una de las estancias, estos servirán de base para la confección de un plan de gestión maestro
para el sector compuesto por el área de influencia de las mismas como el camino que las vincula y las
hace elementos de un sistema.
Los nexos
Se trata de la revalorización de estos nexos (Estancias) mediante el diseño de las conexiones o
vinculaciones y la ejecución de un parque patrimonial como un lugar o territorio donde se privilegia el
esparcimiento, donde residentes y visitantes encuentren eventos (edificios y programas comunes)
culturalmente significativos en equilibrio con recursos naturales. La ¨gestión del esparcimiento¨ como
herramienta para la promoción económica de áreas actualmente estancas.
Coinciden así, parques con territorios; entendiendo por construcción de parques ¨el ejercicio del cuidado
del territorio¨ que permite la revalorización cultural, productiva, su reequilibrio ambiental, su disfrute
social, cultural y recreativo conjuntamente con el habitar.
El parque privilegia la construcción de una imagen que otorga identidad al territorio, donde patrimonio y
recursos naturales, históricos y escénicos se combinan, exponen, aumentan y promueven
intencionadamente para formar un paisaje acordado, convenido que cuenta la historia de dicho territorio
y sus residentes.
El proyecto, apunta a promover y asegurar el desarrollo sostenible de pequeñas comunidades e incluye
entre sus componentes el concepto de rutas escénicas: una visión que busca jerarquizar los caminos
como parte del entorno, considerándolos un valor en sí mismo y no meros corredores que se atraviesan
para llegar a un sitio alejado. Constituyen una herramienta para proteger los paisajes y sus
comunidades, y reconocer su valor estético, cultural y natural. En su trazado subyace un concepto
fundamental: integrar el paisaje y el camino. La transformación en una atracción turística se da solo
cuando surge una nueva estética del paisaje.
Aprovechar la agro diversidad típica de la región a efectos turísticos como un componente más gestor o
actor del proyecto. Si la demanda turística hace que aumenten los ingresos de la población rural, el agro
turismo puede promover el desarrollo regional para que la propia población rural ayude a conservar la
variedad natural, reconociéndola como valiosa y digna de protección. Los frutos de la tierra producidos
con bajo impacto ambiental pueden ser vendidos como materia prima o elaborados en mercados,

14
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
restaurantes y hoteles o directamente a los turistas. La riqueza de plantas de cultivo de razas de
animales es también una valiosa herencia cultural, aportan a la creación y fortalecimiento de la identidad
regional. La variedad adquiere particular interés cuando se puede apreciar en su contexto socio cultural.
Es decir, cuando no solo están a la venta sino que se tiene simultáneamente acceso a procedimientos de
producción artesanías tradicionales y fiestas locales.
La generación de un turismo regional de Chacras Serranas que ofrezcan la propuesta de un servicio
particular y característico de hotelería que sea interactivo entre el propio alojamiento, una particular
propuesta gastronómica en convivencia con la generación de agro eco turismo y la producción de
artesanías con técnicas locales.
El ecoturismo
Definiendo el ecoturismo como: "Aquella forma de turismo especializado y dirigido que se desarrolla en
áreas con un atractivo natural especial y se enmarca dentro de los parámetros del desarrollo humano
sostenible".
Organizar las visitas a las áreas geográficas relativamente inalteradas, con la finalidad de disfrutar y
apreciar sus atractivos naturales o culturales, promover la conservación y el bajo impacto ambiental,
propiciando la participación activa de las poblaciones locales en los procesos de planificación y en la
distribución de sus beneficios.
El ecoturismo busca la recreación, el esparcimiento y la educación del visitante a través de la
observación, el estudio de los valores naturales y de los aspectos culturales relacionados con ellos. Para
que esa situación se transforme en una herramienta clave para el desarrollo sostenible, deberá invertirse
mucho esfuerzo en capacitación, planificación y conservación de nuestro patrimonio con el objetivo
fundamental de preservar su verdadera esencia, su autenticidad.
Ofrece además, características ideales para el desarrollo de la pequeña y mediana empresa y brinda una
oportunidad a las comunidades rurales, cuyo acceso a las inversiones o fondos públicos es limitado, pero
que cuentan con un paisaje inolvidable, una importante diversidad biológica y una cultura regional de
tradición. Es por ello fundamental promover una adecuada capacitación en todo lo relativo a la utilización
de los mecanismos económicos y financieros que permitan que los beneficios obtenidos por el cobro de
ingresos, concesiones, etc. sean reinvertidos en las propias áreas.
Las áreas en las cuales se lleva a cabo la propuesta del ecoturismo, desde el punto de vista de la
propiedad, serán mixtas, pudiendo ser privadas (granjas para el desarrollo en general o bien con
exclusivo carácter ecoturístico, de equipamiento y servicio) o públicas (reservas de la biosfera pero en
casi todos los casos se encuentran protegidas). De todas formas se estructuraran en función de un
objetivo esencial, que es el de la conservación y atención a las necesidades de desarrollo sostenido.

El paisaje en la planificación territorial, directivas del plano territorial paisajístico regional,


competencias
El cambio cultural, económico y social que han caracterizado la evolución de la sociedad en los últimos
años ha tenido importantes consecuencias en el plano de redefinición de roles y competencias en la
gestión del territorio. La participación de la comunidad local, en cuanto a la definición de políticas
basadas tanto sobre el valor del paisaje como en la expresión de un patrimonio cultural y natural sobre el

15
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
cual se funda la identidad de un lugar, ha determinado la concientización de la necesidad de innovar el
concepto de tutela del territorio adecuando los instrumentos urbanísticos actuales cargándolos
posteriormente de nuevos contenidos adaptados a esta nueva finalidad. A nivel regional esto se traduce
en la elaboración de un acuerdo entre los entes gubernamentales que accionen sobre los bienes
regionales y culturales de la provincia que torne más coherente las reglas y acciones para obtener una
mejor calidad paisajística del territorio regional a través de una mejor integración entre los diversos
niveles de competencia y las acciones políticas. La ejecución de un plano territorial de coordinación
provincial constituye el marco para definir el sistema de valores de determinado territorio y para realizar
la integración entre los diversos instrumentos de tutela. Esto significa que a nivel local es necesario
establecer el consenso de las elecciones y definición de estrategias apropiadas a fin de que estas
puedan ser puestas en marcha. La redacción de una reglamentación paisajística sobre la base de
cualidad arquitectónica y paisajística debidamente constituida que resguarde de intervenciones,
transformaciones de carácter compositivos y formales una determinada proporción del territorio, con
particular resguardo de los bienes mediante la definición de objetivos que correspondan a los objetivos
de tutela y de limitación a las transformaciones fijadas a través de las diversas acciones de competencia.

Bibliografía
° El antiguo camino real al Perú en el Norte de Córdoba – Luis Q. Calvimonte; Alejandro Moyano Aliaga – Ediciones del Copista
– 1996 - [ *1 ]
° Los Jesuitas en Córdoba- padre Joaquín García S.J.- Editorial Espasa Calpe Argentina S.A.- Bs. As. México 1940
° El Camino de las estancias – Comisión de Proyectos & Carlos Page - Editorial Latingráfica SRL- 2º edición 2001- [ *2 ]
° La Ciudad Verde- Teoría de la Gestión Ambiental Urbana- Roberto Fernández- Editorial Espacio- 1º edición 2000
° Diversas maneras de mirar el paisaje- Sonia Berjman- Editorial Nobuko-2005
° Evaluación ambiental estratégica- La evaluación ambiental de políticas, planes y programas- Juan José Oñate, David Pereira,
Francisco Suárez, Juan José Rodríguez, Javier Cachón- Ediciones Mundo Prensa- Madrid-Barcelona-México- 2002
° Memoria Verde BRAILOVSKY, Antonio y Dina Foguelman.- Sudamericana. Buenos Aires. 1991.
° La Dimensión Ambiental en la Planificación del Desarrollo Cepal/Ilpes/Pnuma.. Grupo Editor Latinoamericano. Bs. As.
Argentina. 1986.
° Planificación Estratégica de Ciudades FERNÁNDEZ GÜELL, José Miguel.- Editorial Gustavo Gili, S.A. Barcelona. España.
1997.
° Territorio, Sociedad y Desarrollo Sustentable FERNÁNDEZ, Roberto y otros.- Estudios de Sustentabilidad Ambiental Urbana
del CIAM (Centro de Investigaciones Ambientales) Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño. UNMdP. Editorial Espacio.
Buenos Aires. Argentina. 1999.
° Agenda 21 y las perspectivas del desarrollo sustentable. HALAC Raúl (compilador), Editor. FAUD UNC. Córdoba, Argentina,
2001.
° Destrucción del Hábitat. LEFF, Enrique. Programa Universitario del Medio Ambiente. Sexta Reunión Anual. PUMA/UNAM.
Octubre. 1997.
° Ambiente y Desarrollo. VENTURI, Edgardo J. Documento elaborado por la Cátedra de la materia electiva Manejo y Gestión del
Ambiente. Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño. U.N.C.
°Buenos Aires Paisaje Cultural - Requerimientos Unesco Paisaje Cultural
Por Ramón Gutiérrez, Antonio Elio Brailovsky, Juan Martín Repetto, Graciela Viñuales, Nélida Harracá, Patricia Méndez y Florencia
Barcina.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
PAISAJES CULTURALES: NOROESTE CORDOBES

Arq. Fabiana Agusto

Cátedra de Análisis Crítico de la Arquitectura I


Facultad de Arquitectura, UCC

Para definir los términos que esta ponencia1 involucra en sus discursos, será necesario repasar distintas
semánticas a cerca del origen y destino de los Paisajes Culturales.

Paisaje Cultural
El Paisaje, según César Naselli “es un territorio natural o antropizado soporte de experiencias
existenciales primordiales.”2 En este sentido, entendemos el paisaje como “un documento significativo e
informativo de la historia del hombre luchando por ser y potenciarse individual y socialmente: creando
cultura.”3 Podemos decir entonces que el paisaje es un hecho testimonial del desarrollo social de las
culturas.

..."Cultura viene del latin cultus y significa cultivar la tierra, es decir, labrarla para que de frutos. Hay otra
palabra que se usa en forma alternativa o complementaria a cultura y es civilización, que viene de civil y
significa pertenencia a la ciudad. En la palabra cultura se encuentra un elemento productivo, lo esencial
es lograr los recursos que sustentan la vida. La palabra civilización hace referencia a lo urbano, evoca la
ciudad, la ley, la organización social y política." 4

Según la definición dada por la Comisión del Patrimonio Mundial de la UNESCO, “los paisajes culturales
representan las obras que combinan el trabajo del hombre y el ambiente natural; Esto enuncia una
diversidad de manifestaciones de la interacción del hombre y su hábitat”.5
En la Convención del Patrimonio Mundial, adoptada por la Conferencia general de la UNESCO de 1972,
se creó un instrumento jurídico internacional, la Guía Operativa para la Implementación de la Convención
del Patrimonio Mundial, con la cuál se busca el reconocimiento y protección del patrimonio natural y
cultural, sólo en 1992 el Comité del Patrimonio Mundial aplicó revisiones a los criterios operativos de esta
guía, e incorporó la categoría de paisajes culturales, definiéndolos en tres grupos a saber :

1
La presente ponencia forma parte del trabajo de investigación titulado “Paisajes Culturales. Gestión Ambiental y Desarrollo Sustentable
Urbano – Regional. Caso testigo: Micro región del Norte Cordobés, poblados de Ischilín, Copacabana y Santa Catalina.” Se desarrolla en
al marco de la maestría de Gestión Ambiental de la Facultad de Arquitectura del al UNC y con el apoyo de una beca de la Secretaria de
Ciencia y Tecnología de la U.N.C.
2
NASELLI, César: “Actas Hipótesis de Paisaje 1”, editorial i+p, Córdoba, 2002.
3
NASELLI, César: “Actas Hipótesis de Paisaje 2”, editorial i+p, Córdoba, 2003.
4
AGUSTO; F. y C. BLANC. Tesis de grado Estación Interactiva, 2003. inédito.
5
Guía Operativa para la implementación del a Convención del Patrimonio Mundial.
17
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
9 Los paisajes definidos, diseñados y creados intencionalmente por el hombre. Ejemplos: jardines
y parques.
9 Los paisajes evolutivos, resultantes de condicionantes sociales, económicas, administrativas y/o
religiosas, que se han desarrollado conjuntamente y en respuesta a su medio ambiente natural. Existen 2
tipos: un paisaje fósil, en el cuál el proceso evolutivo llegó a su fin y un paisaje continuo en el tiempo, con
un papel social activo y acorde a la forma tradicional de vida de la sociedad contemporánea.
9 Los paisajes culturales asociativos de aspectos religiosos, artísticos, culturales relacionados a
elementos del medio ambiente natural.

Introduciéndonos en el tema y referenciando esta última categoría que nos interesa en particular,
vinculamos la idea de Joaquín Sabaté de entender el patrimonio como recurso básico para un nuevo
modelo de desarrollo6, artículo de la Revista MW Nº6 donde, a partir de ejemplos estudiados en trabajos
de investigación, desagrega los distintos tipos de paisajes asociativos en: Parques industriales, Parques
mineros, Parques agrícolas, Parques fluviales, Paisajes bélicos, Parques arqueológicos y/o ecomuseos y
Recorridos históricos. Existen ejemplos de este ultimo tipo en Latinoamérica como es el Camino del
Gaucho, desde Laguna, Brasil, Hasta Mar del Plata en Argentina; El Camino de las estancias Jesuíticas
en la Provincia de Córdoba, declarado patrimonio de la Humanidad, etc.

Poblados históricos
Los Poblados históricos son centros urbanos de pequeña dimensión y antigua data que han sufrido una
detención en su desarrollo económico social. Es un sistema de núcleos urbanos interrelacionados, con
una fuerte identidad regional, memoria material de su pasado histórico. “En el caso de la región norte de
Córdoba, desde fines del siglo XVI y durante el XVII, se desarrolló un sistema ocupacional basado en las
grandes estancias y en las capillas e iglesias surgidas para la conversión del indígena.”7

Decimos que esta razón de ser que le dio origen a estas comunidades, albergaba en si misma un
espíritu de evangelización que luego se vio beneficiado con los recorridos que se realizaban hacia al
antiguo camino del alto Perú.. Entender los procesos originarios es una gran oportunidad para rescatar el
hilo de esta historia que en algún momento fue cortado, no con la intención de re-escribirla sino para
continuar narrando un relato acorde a sus propios matices.
El Dr. Joaquín Sabaté Bel define a estos lugares como “un ámbito geográfico asociado a un evento, a
una actividad o a un personaje histórico, que contiene valores estéticos y culturales...”8 … Lo describe
además como “la huella del trabajo sobre el territorio, algo así como un memorial a un trabajador
desconocido.”9 Este trabajador que para nosotros es el paso del tiempo es la pieza fundamental para
pautar las posibles alternativas de gestión.

En Santa Catalina, Copacabana, Ischilín, predomina la arquitectura religiosa que le dio origen, en un

6
SABATÉ BEL, Joaquín. “Paisajes Culturales. El Patrimonio como recurso básico para un nuevo modelo de desarrollo”. En Revista
MW Nº6, Córdoba, 2004.
7
GOYTIA, Noemí y M. E. FOGLIA. “Los Poblados Históricos del Norte Cordobés”. Boletín Oficial Pvcia. de Córdoba, 1993.
8
Idem 6
9
Idem 6
18
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
paisaje semirural, acompañado por limitadas porciones de un tejido constituido por algunas viviendas o
ranchos de igual época o como el caso de Ischilín, apenas modificadas en su apariencia por el lenguaje
de la arquitectura “italianizante”. Mantienen en su totalidad el sabor del ambiente tradicional, enmarcados
por un medio natural de gran interés paisajístico. De entre ellos, Copacabana no solo conserva su
patrimonio costumbrista sino que revive en función de él, todos los años en su fiesta tradicional de la
Virgen de la Candelaria, su significado ancestral de centro de peregrinaje para la población rural de su
entorno.

Estos espacios públicos que dan lugar a semejante manifestación popular, no solo dotan de identidad a
sus pobladores, manteniendo viva la herencia cultural, sino que enmarcan además, potenciales obras de
arte de la arquitectura colonial de aquella época. La Arq. Noemí Goytia apunta al respecto que “... hablar
de cultura es hablar de un soporte común de comunicación al que se ha contribuido a crear... es por
sobre todo un eterno reaprendizaje de las relaciones profundas entre el hombre y su medio”.10

Estos Poblados del norte cordobés son poseedores de un importante Patrimonio urbano-arquitectónico-
ambiental que ha permanecido en el tiempo gracias a su economía estancada. La historia ha influido en
su desarrollo de una manera contraria a sus comienzos, ya que esta región del noroeste provincial
significaba el mayor porcentaje de la población de la provincia a fines del siglo XVIII. Fruto de los
cambios en el sistema urbano-regional, los sistemas de comunicación, los circuitos productivos nacientes
en otras regiones, se produce la marginación de gran parte de estos poblados que quedan alejados de
los ramales ferroviarios, por tanto, desaparecen las funciones regionales previas sin una sustitutiva. La
población emigra en busca de fuentes de trabajo. A pesar de esto, persisten en el lugar, monumentos de
excepción y arquitectura doméstica de la época colonial, como huellas del empuje español, del espíritu
aborigen desaparecido, de la independencia, de la organización nacional, de la tecnología ferroviaria, de
las fuertes corrientes migratorias y el ordenamiento definitivo de la administración provincial en el
contexto nacional.

Citando a Marina Waisman en sus anticipados pensamientos sobre ésta temática, ella cuestiona: “…Un
error corriente en la exploración de la propia identidad reside en la búsqueda de la identidad
exclusivamente en la historia, en el pasado, de lo cual se desprendería la idea de que la identidad de un
pueblo o una comunidad está definitivamente fijada por el desarrollo de su historia…” “…la identidad del
grupo humano se va construyendo al tiempo que se va calificando el propio entorno, tanto por las
transformaciones históricas que él experimenta como por la mirada que determina su imagen en
nosotros. Esa mirada es a su vez cambiante, porque nuestra propia identidad se va construyendo día a
día. Se genera así una situación doblemente dinámica: la del entorno sometido al devenir histórico y la
de nuestra propia vida así mismo inmersa en la historia.”11

Se vincula el paisaje a la ordenación del territorio, al urbanismo, y en este caso el paisaje es concebido

10
GOYTIA, Noemí: “Actas Hipótesis de Paisaje 2”, editorial i+p, Córdoba, 2003.

19
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
como un marco de vida, su valor es cultural y económico y es fuente de calidad de vida. Pero también es
fuente de otro tipo de actividades económicas, ya que a menudo es el paisaje lo que proporciona
plusvalía a un determinado hábitat. En un marco de acción y puesta en práctica del valor de estos
paisajes, el Dr. Joaquín Sabaté Bel, quien lleva varios años dedicados al estudio y la gestión de estos
sitios, transferidos a proyectos y obras realizadas de alcance urbano y regional, se refiere a los “Parques
Patrimoniales” como “proyectos de intervención con un objetivo fundamental de integrar, dentro de un
estricto respeto a las características de un territorio, educación, ocio y desarrollo económico, a partir de
la cooperación interadministrativa, la conservación de los bienes culturales, atraer el apoyo público y
privado, reclamando su reconocimiento legal y la aprobación de programas de impulso para garantizar
un compromiso y liderazgo local.” 12

La Rehabilitación de estos paisajes culturales históricos se puede llevar a cabo con una política de
gestión de este Patrimonio, como eje del desarrollo integrado de un conjunto de centros. Como
estrategia de desarrollo sustentable apuntaría a mejorar la calidad de vida sin rebasar la capacidad de
carga de los ecosistemas, o sea, intentando sustentar y mantener al mismo tiempo la productividad,
adaptabilidad y capacidad de renovabilidad de los recursos. En otras palabras estaríamos anticipando
que el aprovechamiento de estos poblados como sistema turístico no resulta de dotar de infraestructura
de servicio a éstas localidades como lugares de permanencia y disfrute, sino retomar aquella vieja idea
de peregrinación que movilizó al cristianismo en períodos románicos, ofreciendo una posibilidad de
recorrido pueblo a pueblo, donde se vaya contando una historia, cuyo principal objetivo sea dinamizar los
ingresos de quienes resultan guardianes de este tesoro patrimonial con el que cuenta nuestra provincia.

Para llevar a cabo algo así sería necesaria la creación de una Red Cultural del Norte Cordobés cuyos
objetivos fueran:
ƒ Proyectar y gestionar una imagen coherente y memorable.
ƒ Promover el mejoramiento de la conectividad regional.
ƒ Atraer la conciencia pública
ƒ Promover la preservación del paisaje natural y cultural.
ƒ Desarrollar una infraestructura de información territorial.
ƒ Evitar el deterioro de los recursos patrimoniales existentes (tangibles e intangibles), mediante un
inventariado de los mismos que los defina, categorice y reconozca como tales, proponiendo su cuidado y
mantenimiento a través de ordenanzas provinciales, con rigor de gestión.

Es claro que llevar a cabo una tarea de este tipo puede intimidar a nuestros “actores claves” los
residentes más antiguos del lugar. Un plan de educación ambiental informal que a ellos los advierta de
las fortalezas que significaría el planteo de una estrategia de salvaguardia y promoción, complementaría
y definiría los perfiles ambientales de posible acción.

Esta investigación que hoy manifiesta sus primeras búsquedas tiene como principal objetivo valorar a

11
WAISMAN, Marina. La Arquitectura descentrada. Escala. Bogotá, 1995
20
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
través de propuestas de diversos mecanismos de gestión, el Patrimonio Ambiental del noroeste de
nuestra provincia, ya que es el principal capital cultural que engrandece a una comunidad. Cuidarlo y
mantenerlo es nuestro gran desafío como relatores y constructores de historia.

Bibliografía
AGUSTO F. y C. BLANC. “Estación Interactiva, Estación de Interpretación de las Culturas” Experiencia para el concurso
mundial de la UIA, Berlín 2002”. (Inédito)
GOYTIA, Noemí y M. E. FOGLIA. “Los Poblados Históricos del Norte Cordobés”. Boletín Oficial Pvcia. de Córdoba, 1993.
HALAC, Raúl (editor). “Agenda 21 y las perspectivas del desarrollo sustentable”. Taller General de imprenta U.N.C. Córdoba.
2001.
NASELLI, César en “Actas Hipótesis de Paisaje 1.” I+p editorial. Córdoba. 2002.
NASELLI, César en “Actas Hipótesis de Paisaje 2.” I+p editorial. Córdoba. 2003.
SABATÉ BELL, Joaquín: “Acerca de los espacios públicos contemporáneos.” Rev. MW Nº 3, Agosto de 2000.

SABATÉ BEL, Joaquim y J. Mark SCHUSTER.” Designing the Llobregat Corridor. Cultural Landscape and Regional
Development.” Edición de . U.P.C. y M.I.T. Barcelona, 2001.
SABATÉ BEL, Joaquim. “El Patrimonio como recurso básico para un nuevo modelo de desarrollo”. Revista MW Nº 6, agosto
de 2003.
WAISMAN, Marina. La Arquitectura descentrada. Escala. Bogotá, 1995

12
Idem. 6
21
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
LA MEMORIA CULTURAL COMO PATRIMONIO INTANGIBLE
Los constructores del viejo dique San Roque: aportes para la
recuperación de la memoria desde la arquitectura

Juana Bustamante

Facultad de Arquitectura Urbanismo y Diseño. UNC

Introducción
En el plano de la historiografía el concepto de patrimonio ha evolucionado hasta llegar a reconocer,
como testimonios de una historia colectiva, al espacio urbano en su conjunto y a sus tipologías más
modestas, a la geografía como historia y como paisaje. También se incluyen en esta nueva valoración
los inmuebles de la industria: los puentes, las centrales eléctricas y la infraestructura de ferrocarriles y
puertos. Pero, si bien edificios, monumentos y obras de arte conforman el universo de un patrimonio
tangible, sabemos que hay otras manifestaciones de la cultura tales como rituales, mitos y leyendas,
fiestas populares, hábitos y costumbres que vienen a constituir un patrimonio intangible tan importante
para la historia e identidad de una comunidad como la base de bienes materiales en las que se sustenta.

Se trata de manifestaciones de la cultura que funcionan a través de valores de naturaleza simbólica de


modo tal que el hombre, en tanto habita un universo de símbolos (Cassirer1963:47), construye una
constelación de significados que se entrelazan en la percepción de lo real. Elementos simbólicos1 que
proceden de la memoria de la cultura aparecen como mensajeros de otras épocas a distintos niveles del
territorio. Las regiones, la ciudad y su arquitectura entretejen variadas memorias: una memoria material
y morfológica, en tanto persistencia de ciertas organizaciones del espacio de los tipos edilicios y de los
trazados urbanos pero también condensan una memoria social y cultural capaz de “persistir aún cuando
los lugares hayan sido modificados o destruidos” (Waisman 1995:52)

Desde ese concepto amplio de patrimonio, considerando los elementos inmateriales que están
representados en un objeto-símbolo, la presente comunicación procura destacar algunos hechos
relacionados con la construcción del viejo dique San Roque. Una obra que vino a materializar uno de los
símbolos de la modernidad del siglo XIX en Córdoba y cuyos vestigios remiten a otros símbolos como
son su propia historia, la labor pionera de sus constructores y la larga trayectoria de embates y de
críticas; cuestiones que vuelven a instalarse, de alguna manera, en el imaginario social.
El escenario natural y los proyectos.

1
Si nos remitimos a la palabra símbolo - una palabra técnica de la lengua griega - ésta significa “ tablilla del recuerdo “ entendida
como un fragmento o parte a través del que se evoca una época antigua o “ algo con lo cual se reconoce a un antiguo conocido ”
(Gadamer 1996:84)

22
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Es clásica la referencia de distintos autores a la importancia de la geografía o el paisaje natural,
considerando que son las condiciones naturales del sitio, conjuntamente con las condiciones sociales de
la comunidad, las que determinan las formas en que la sociedad se implantará en el medio adaptando o
recreando una parte del territorio. Es sobre la preexistencia de la naturaleza del sitio donde se
prefiguran las obras del hombre. Se trata de un escenario que “está vivo en sí mismo” (Sauer1925:5), es
decir, sobre el paisaje natural hay un paisaje habitado, un lugar que ha recibido la impronta creativa del
hombre y de la sociedad a la que pertenece:

“El escenario incluye los trabajos del hombre como una expresión integral de la escena” y que “...la
geografía está basada en la realidad de la unión de los elementos físicos y culturales del paisaje. El
contenido del paisaje se encuentra por tanto en las cualidades físicas del área que son significantes para
el hombre y en las formas de uso del área, en hechos de sustento físico y hechos de cultura humana.”
(Sauer1925:9)

En el caso de Córdoba, una porción del territorio se constituyó en el escenario privilegiado del proceso
de modernización que experimentó entre 1870 y 19142. Parte de la Cuenca del Río Suquía fue el sitio
que presentó las condiciones naturales para una decidida y monumental transformación, para proyectos de
gran magnitud y alcance geográfico, para proyectos de un modelo “faústico “ (Terzaga 1963:108) o para un
proceso de modernización con un programa de alcance urbano y regional.

Diques, usinas y tendido ferroviario - como componentes de este modelo - afirmaron el rol regional de
Córdoba, la consolidaron como centro comercial-administrativo, posibilitaron el desarrollo de una
incipiente industria local, ubicándose entre los factores que impulsaron, junto con la construcción y
prestación de obras y servicios públicos a nivel urbano, el proceso de crecimiento y desarrollo de la
ciudad3.

En este proceso de modernización urbano y regional - fuertemente vinculado a proyectos de gran


magnitud - diques, generación de energía eléctrica, establecimiento del ferrocarril y otras industrias,
configuraron un programa de obras impulsados por hombres que, con una visión progresista y tesonera,
aspiraran a construir una sociedad moderna4.
Un coloso: el viejo dique San Roque

2
El crecimiento demográfico de la ciudad es significativo en el período que va de 1869 a 1914, pasando de 34.458 habitantes a 134.935
habitantes. En el mismo período la estructura poblacional se modifica desde el 28 % y 72 % correspondiente a la población urbana y
rural, al 53 % y 47 %, respectivamente.
3
Cf. Bustamante, Juana: Renovación Urbana y Arquitectura Industrial como Patrimonio en Revista MW nº 2, FAUD-UNC.
Córdoba, Argentina, junio 1999 y Bustamante-Astrada : Exposición de Ponencia en el III Congreso Internacional Patrimonio
Cultural - Canadá / Córdoba, 2006 - comunicación titulada: La Construcción de un Paisaje Cultural a escala del territorio el camino
de las usinas del Río Suquía.
4
La importancia del dique San Roque para el aprovechamiento hidroeléctrico, el desarrollo industrial que posibilitó y otros temas
de la industria como el ferrocarril y la minería constituyen las bases del plan de recuperación de usinas de la Empresa Provincial de
Energía de Córdoba; un proyecto que adopta como eje central la historia de la industria eléctrica en Córdoba y cuya primera
iniciativa se ha concretado con la inauguración del Museo Usina Molet en mayo de 2005.
23
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Aún hoy cuando bajan las aguas del Lago aparecen los restos del viejo
paredón del Dique San Roque, un descomunal embalse -el más
grande del mundo para su época- un dique que, concluido en 1891,
posibilitó el aprovechamiento hidroeléctrico, a partir del control del
Río Primero, y fue un factor clave del proceso de modernización de
Córdoba.

La construcción del viejo dique se sumó a la presencia innovadora del ferrocarril, formó parte de un
proyecto mayor concebido por Antonio del Viso y Miguel Juárez Celman, como Ministro.
A poco de asumir del Viso como gobernador de Córdoba (1877-1880) remitió a la Legislatura un
proyecto sobre el aprovechamiento del agua; planteando que, a la luz de un “tiempo nuevo”, se volvía
urgente la necesidad de construir la civilización del agua “sumar la Montaña a la Pampa” y que el agente
que habría de eliminar esa dicotomía geográfica, no era otro que un dique. Como señala Frías
aparece”... por primera vez en Córdoba y quizás en la Nación la palabra mágica: dique.”
(Frias1986:120/121)

Inaugurada la década de los`80, Miguel Juárez Celman, ya como gobernador - en el mensaje de1883 -
hará una clara referencia al tiempo nuevo y parafraseando a Alberdi dirá “Poblar es regar” (Frías
1986:135); aprobando el contrato presentado al Poder Ejecutivo por Esteban Dumesnil y Cía para el
estudio del plan de irrigación5. El denominado Proyecto de Irrigación para los Altos de la Ciudad de
Córdoba, incluía la construcción de los diques San Roque y Mal Paso, los canales Maestro Norte y Sur,
otros secundarios y todo un sistema que permitiría la colonización de tierras, el aumento de áreas
sembradas y la provisión de fuerza hidráulica para la industria.

El estudio se inició en octubre de 1886; pero las obras comenzaron con un embalse, el llamado Mal
Paso, al que le siguió luego la construcción del dique San Roque o “El Coloso”; dique que al ser
inaugurado constituía el lago artificial más grande del mundo. Las obras fueron adjudicadas a la
Empresa Funes y Bialet siendo el Director de las obras el ingeniero Casaffousth6. Trabajaron mas de
2500 personas y la provisión de cales hidráulicas fue realizada por la fábrica La Primera Argentina de
Juan Bialet Massé, empresario que ya había concretado una usina hidroeléctrica en una de las
márgenes del Río Cosquín para su propia planta de cal.

El dique fue sistemáticamente atacado por sus detractores tanto en los estudios, como en los cálculos, la

5
El ingeniero Dumesnil, nació en Francia, fue discípulo de Eiffel, llegó a Córdoba en 1878 como administrador general del
ferrocarril. Realizó el sistema de agua corriente y gas de la ciudad de Córdoba, y a pedido del gobernador Juárez Celman,
desarrolló el Proyecto de Irrigación de los Altos de la Ciudad, asociado con Casaffousth.
6
Carlos Casaffoust. Nació en Buenos Aires en 1854 y falleció en Gualeguay, Entre Ríos en 1900, mientras estaba al frente de la
comisión de estudios de los puertos de Santa Fe y Paraná. Ingeniero civil, estudió en la Ecole Centrale de Arts et Manufactures de
París y fue discípulo de Gustave Eiffel. Revalidó su titulo en la Universidad de Buenos Aires. Entre las obras que realizó se
encuentran: el trazado y ejecución del ferrocarril a Chile y el puente que une los departamentos de Gualegay y Gualeguaychú. Se

24
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
dirección técnica o el material empleado; al punto tal de iniciarse juicio y acusar a Bialet y Casaffousth -
en 1892 - de defraudación y de haber atentado contra la seguridad y la vida de todos los habitantes de la
provincia.
Fueron centro de la críticas las cales provistas por La Primera Argentina; a pesar que los informes
técnicos elaborados por el ingeniero francés Armand Saint Ivez - que había arribado al país comisionado
por el presidente Roca para informar sobre el Proyecto de Irrigación - daban cuenta de la calidad de las
cales locales en condiciones de competir ventajosamente con las de Inglaterra y Francia7.

La Primera Argentina fábrica de Bialet - ubicada sobre el río Cosquín


- permitió, en su breve existencia, no sólo la construcción del
complejo San Roque-Mal Paso, sino que fue la base de la
generación de energía eléctrica en Córdoba y vino ha evidenciar,
además, la viabilidad de la producción de cal en Argentina y con ella
el cierre de las importaciones británicas. Al decir del propio Bialet:
“Era demasiado barata y demasiado buena para que no se
levantaran las más espantosas criticas.” (Frias1986:243)

Con todo, a pesar de las críticas, fueron vanos los intentos de querer destruir el viejo Dique. En abril de 1903
el rebalse del dique San Roque fue presenciado por más de 200 testigos entre ellos el ingeniero Huergo y el
Dr. Bialet Massé8. En ese momento el paredón demostró su fuerza conteniendo el furor de la creciente.
Bialet declaró públicamente “la providencia ha querido dejarme contemplar este triunfo, Casaffoust puede
descansar en paz”
En 1944 fue reemplazado por el actual dique San Roque, en 1959 volvió a mostrar su solidez, cuando al
construirse un tubo de alimentación y mientras se producían los trabajos de ejecución

Plano de dique San Roque, usinas y canales de riego.

desempeñó como docente en la Facultad de Ciencias de Córdoba. 1884 - 1895, lugar al que fue comisionado en 1982 para elegir
el terreno del Hospital de Clínicas.
7
Tanto el informe técnico elaborado por Armand Saint Ivez como el de otras comisiones y por peritos ingenieros Rafael Aranda,
Carlos Doynel y Emilio Girardet, entre otros, fueron decisivos en el proceso a Bialet Massé y Casaffousth. Permitieron no sólo la
absolución de los constructores y además determinaron fehacientemente la conveniencia, por razones de calidad y costos, de
industrializar las cales cordobesas.
8
Juan Bialet Massé (1846-1907) Nació en Mataró, España. Egresó como médico de la Universidad de Madrid y arribó a Buenos
Aires en 1873, radicándose en Córdoba en 1877.Trabajó en la Cátedra de Medicina Legal, graduándose como abogado en 1879,
ejerciendo ambas profesiones. Desarrolló una importante labor política e intervino como empresario en la adquisición de las obras
de gas y agua corriente de la Ciudad de Córdoba. Dejó varias publicaciones entre las que se destacan: Lecciones de la Medicina
Legal, Informe sobre la Creación de Colonias Nacionales Algodoneras y la compilación del Censo General de Población,
Edificación, Comercio, Industria y Agricultura. Consagró sus esfuerzos a importantes obras como la fábrica de cal llamada la
Primera Argentina y las obras de riego de la Ciudad de Córdoba.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
de un túnel, se tapó la abertura vertical central del nuevo dique; y aún hoy cuando bajan las aguas del Lago
aparecen los restos del viejo paredón del dique.

Dice Frias: “La sangre europea, de vertiente remota o reciente, que nutrió la inteligencia y el brazo de
quienes levantaron el Dique San Roque. Sin embargo, los réditos de los capitales británicos invertidos en
Argentina vinieron a ser vulnerados, sea por la política económica financiera del presidente Juárez
Celman, que como gobernador, concibió el embalse; o por éste mismo. Por eso banqueros y
empresarios ingleses intentarían en vano, destruir el recio paredón” (Frías 1986:122)
Como tantos otros objetos del pasado los vestigios del antiguo dique no conllevan un significado único y
hacen aparecer otros significados, históricamente determinados, que son el resultado de la elaboración
de una sociedad, del desarrollo complejo de los procesos sociales,
de las luchas por el poder político y de representación que se libran en el campo de lo simbólico.
Vestigio, objeto y símbolo el viejo paredón del San Roque y la penosa trayectoria de sus constructores
constituyen una parte de la memoria cultural en la que se re-significa, en el marco de la crisis de valores
actuales, la labor pionera y el impulso transformador de hombres que, aspirando a construir un sociedad
moderna, vuelven a instalarse en el imaginario social.

Córdoba, 14 de febrero de 2007


Bibliografía
ANSALDI, Waldo: Industria y urbanización. Córdoba, 1880 - 1914. Tesis Doctoral Escuela de Historia, Facultad de Filosofía y
Humanidades, UNC, Córdoba, Argentina, 1991.
BIALET MASSÉ, Juan: Informe sobre el estado de las clases obreras argentinas a comienzos del siglo. Tomo 2. Buenos Aires: Centro Editor de
América Latina (CEAL), 1985.
CASSIRER, Ernst : Antropología Filosófica. México .Fondo de Cultura Económica, 1963.
FRÍAS, Luis Rodolfo: Historia del Dique San Roque. Editorial de Municipalidad de Córdoba, Córdoba, Argentina, 1986
GADAMER, Hans – Georg: La actualidad de lo bello. El arte como juego, símbolo y fiesta. Barcelona, Ediciones Piados, 1996.
SABATÉ, Joaquín: De la preservación del patrimonio a la ordenación del Paisaje. En Revista IDentidades. Territorio, Cultura,
Patrimonio. Barcelona: Laboratorio Internacional de Paisajes Culturales, 2005.
SAUER,Carl: La morfología del paisaje. University of California in Geography.Vol.2.Nº2.1925
http://www.colorado.edu/geography/giw/sauer-co/La Morfología del Paisaje.doc
TERZAGA, Alfredo: Geografía de Córdoba. Reseña Física y Humana. Córdoba: Editorial Assandri, 1963.
WAISMAN, Marina: La arquitectura descentrada. Colección Historia-Teoría Latinoamericana. Editorial Escala. Bogotá, Colombia.
1995.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
LOS RASGOS NATURALES Y CULTURALES DEL VALLE DE
CATAMARCA COMO OBJETO DE PATRIMONIO

Arq. Florentino Ricardo Palacios


Asesor: Arq. Alba Irene Di Marco de Testa

Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de Catamarca

MARCO CONCEPTUAL
La presente Ponencia tiene por finalidad reflexionar y poner a consideración la aproximación a una
propuesta integral para la salvaguarda de los valores patrimoniales del Valle de Catamarca, escenario
comparable a otros paisajes culturales del Noroeste Argentino tales como el Valle de Lerma y la
Quebrada de Humahuaca.
En él la dinámica de la evolución natural y cultural ha generado un conjunto perfectamente reconocible
por la sumatoria de sus partes, sostenido por un sistema de interrelaciones históricas, sociales,
culturales, económica, políticas, conformando una serie de capas superpuestas de particulares
significados antropogeográficos.
De gran valor escénico patrimonial en este paisaje singular se destacan:

De lo Natural:
La escala monumental, conferida por el sistema orográfico que aporta marcados contrastes entre los
gigantescos planos inclinados, que superan los 4000 metros de altura, y el fondo oblicuo constituido por
los conos de deyección.
En este escenario la hidrografía fue horadando dichos planos, marcando huellas territoriales indelebles,
propiciando la vida vegetal y animal, que a su vez aportaron diversas expresiones sensoriales: formas,
texturas, colores, movimientos, sonidos, vibraciones, configurando una estructura de paisaje que
identifica la región.
De lo Cultural:
La estructura cultural críptica de los pueblos aborígenes que a través de milenios moldearon el
territorio y que en el presente constituyen un banco de numerosos yacimientos arqueológicos,
compuesto de ciudadelas, terrazas de cultivo, andenerías, caminos, silos etc.
Una potente estructura nodal manifiesta en el conjunto de poblados históricos alineados al pie de los
cordones montañosos, articulados por la ciudad fundacional, evidenciando entre ambos sistemas
urbanos marcados contrastes configurativos dadas por las trazas orgánicas y ortogonales, diferencias
escalares y resoluciones formales y espaciales.
La concordancia de dichos nodos con un conjunto de hitos históricos: torres, cúpulas, espadañas,
arboledas, que tensionan las relaciones dimensionales entre el sistema cultural y el natural y dramatizan

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
la relación figura y fondo del juego escénico.
El sistema de sendas que vinculan los diferentes nodos tales como antiguos caminos de herradura,
camino Real, rutas, restos de vías férreas. Se destaca particularmente la traza sinuosa de la Cuesta del
Portezuelo, constituyendo el rasgo cultural-natural emblemático del Valle y la región.
La trama física de la cultura del agua constituida por embalses, canales, acequias que se superponen,
atraviesan y acompañan ambas estructuras, nodal y sistema de sendas, enriqueciéndolas, aportando
variables microclimáticas, dinamismo, confort, movimiento, sonidos, emociones. Dicha trama propició el
desarrollo de paisajes de tierra labrada que, en adecuada escala, dotó de nuevas cualidades expresivas
de diferentes texturas y colores en el fondo del Valle incorporando al paisaje otra expresividad de la
acción del hombre.
La intangibilidad – temporalidad del conjunto de celebraciones: religiosas, folclóricas, festivas, que
dinamizan y enriquecen socialmente la vida de los habitantes y visitantes, coadyuvando a la economía
local y regional.
Esto es la conformación de un área homogénea regional, dotada de un sólido basamento cultural, en un
marco de gran belleza natural y de gran importancia para la permanente construcción y evolución de la
identidad nacional.
En el presente este paisaje singular se ve expuesto a fuerzas internas y externas que hacen peligrar el
equilibrio legible en su conformación. Particularmente se destacan el avance masivo de los cultivos
extensivos, que justificados por criterios economicistas, extienden indefinidamente las características del
paisaje pampeano desnaturalizando valores locales, destruyendo identidades, vaciando de contenidos
las imágenes regionales, generando numeroso problemas ambientales.
Se suma a esta problemática las deficitarias y erróneas gestiones que no valoran e incorporan estas
imágenes patrimoniales como recurso para el desarrollo local.

OBJETIVOS
Es posible rescatar este conjunto de particularidades adecuándolas a las actuales tendencias de gestión,
acentuadas en el concepto de Patrimonio Integrado por medio de:
• Preservar los valores escénicos del sistema natural como rasgo identitario madre.
• Propiciar la sutura cultural con los restos de las culturas aborígenes, vistas como fuente de
conocimiento y de evolución social.
• Preservar los centros nodales como relictos del patrimonio urbano edificado y como protagonistas
compositivos emergentes sobre el fondo del paisaje natural.
• Preservar y potenciar las tensiones de las diferentes tramas que articulan y dinamizan espacial,
funcional y socialmente el Valle.
• Potenciar la temporalidad del patrimonio intangible para fortalecer la dinámica cultural de habitantes y
visitantes.
• Posicionar la problemática del Patrimonio Integrado mediante la implementación de Agendas
Locales, para el tratamiento participativo de habitantes y administradores
PROPUESTA
Se propone preservar la identidad de una unidad regional reconocible, componente de la diversidad

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
patrimonial nacional por medio de:
• Indagar sobre la conformación del medio natural a efectos de preservar y recuperar las áreas
degradadas, identificar sectores de riesgo, estado de las cuencas hídricas superficiales y endorreicas,
grados de deforestación, muestreo de las condiciones de vida de la fauna y avifauna.
• Revertir la modalidad histórica de negar las cuencas hidrográficas para el desarrollo urbano,
incorporándolas como escenarios aptos para conformar corredores ecológicos y de recreación,
regenerando las galerías de la flora nativa, propiciando la presencia de fauna y avifauna y el contacto del
hombre con la naturaleza.
• Celebrar los aportes de las culturas aborígenes recuperando los yacimientos arqueológicos como
oferta científica - cultural.
• Preservar y potenciar la dinámica de los centros nodales, recuperando el patrimonio edificado en sus
diferentes escalas, como referente temporal y fuente para el desarrollo de actividades económicas,
culturales, recreativas.
• Exaltar el carácter y valores del sistema de sendas que traman el Valle, potenciando sus rasgos
estructurantes - cualificantes: funcionales, espaciales, morfológicos, culturales, históricos patrimoniales,
recreativos. En ellas incorporar la flora nativa como recurso para reorientar significados expresivos en las
diferentes estructuras, regulando la relación de llenos y vacíos, aportando cualidades estéticas,
funcionales y de confort.
• Recuperar y potenciar los emergentes de la cultura del agua, base para el desarrollo de vida local,
vistos como ofertas recreativas, ecológicas, de confort y como estímulo sensorial relevante y necesario
en un escenario dotado de caracteres climáticos de semiaridez.
• Reorientar las intervenciones urbanas de la ciudad y los poblados históricos a efectos de dar
continuidad a los modelos heredados y viabilizar la construcción del patrimonio del futuro.
• Preservar los espacios intersticiales de los Paisajes de tierra labrada de pequeña y regular escala,
mediante ordenanzas de usos del suelo, y la alternancia de relictos del paisaje natural mediante la
creación de reservas urbanas y periurbanas.
• Contar la historia de la conformación natural y cultural del Valle creando circuitos argumentales de
carácter científico, culturales, educativos, turísticos, recreativos.
• Implementar programas educativos en las escuelas, colegios profesionales, partidos políticos y
agentes de operaciones turísticas, destinados a la valoración, difusión y tutela social del patrimonio
natural y cultural.
• Involucrar a los gobernantes y habitantes como participantes activos para presevar el reconocimiento
y autoestima de las diferentes comunidades.
De esta manera se apuesta a preservar la Imagen Integral de un paisaje cultural dotado de rasgos
distintivos capaces de fortalecer la unidad en la diversidad en el Patrimonio Nacional, instancia necesaria
y urgente frente al descontrolado avance de la masificación y el deterioro ambiental.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
QUEBRADA DE HUMAHUACA, UN ITINERARIO CULTURAL:
EJEMPLO DE INTEGRACIÓN Y DIVERSIDAD PATRIMONIAL.
En peligro la pérdida de sus valores culturales.

Ana M. Rodríguez de Ortega


M. del Carmen Díaz Cabeza

Diplomado en Patrimonio Cultural Latinoamericano, Identidad, Catalogación y


Criterios de Conservación. Universidad Blas Pascal. Córdoba.

La Quebrada de Humahuaca es un extenso valle montañoso de perfil asimétrico de 155 kilómetros de


longitud que corre en dirección Norte-Sur, ubicada en la provincia de Jujuy en el extremo Noroeste de la
República Argentina, constituyendo un sistema patrimonial natural de características excepcionales. A lo
largo de 10.000 años, este valle andino ha sido el escenario de gran parte de diferentes desarrollos
culturales que abarca desde la instalación de los primeros pueblos hasta la actualidad. En tal sentido, ha
funcionado como permanente vía de interacción, longitudinal y transversal, vinculando territorios y
culturas distantes y diferentes, desde el Atlántico al Pacífico y desde los Andes a las llanuras
meridionales.
Como fruto de su propia dinámica y funcionalidad fue teniendo resultados patrimoniales tangibles e
intangibles y la multiplicidad de elementos culturales que la constituyen, la convierten en un espacio
patrimonial único, es decir en un Patrimonio Cultural Universal.
Es declarada por la UNESCO, en el 2003 “Patrimonio de la Humanidad” debido a que está conformada
como un verdadero sistema, “un itinerario cultural” de extenso recorrido histórico que ha influido
notablemente en el desarrollo y la configuración cultural de su propio espacio, dando lugar a un rico
sincretismo que permite insertarse con un fuerte significado para una lectura plural de la historia y de la
cultura universal.
Coincidimos con los críticos J. Jokilehto, B. M. Feilden cuando enuncian que un: “Bien cultural intrínseco
consiste (...) en aquello que es físicamente parte de él y de su entorno. Un bien histórico, producto del
pasado que ha sufrido cambios o deterioros ocasionados tanto por el desgaste natural como por su uso
funcional (...) La suma de esos cambios se convierte de por sí en parte de su carácter histórico y de su
material esencial y representa el valor intrínseco del bien; es el soporte de los testimonios históricos y de
los valores culturales asociados, tanto del pasado como del presente".1

1
J. Jokilehto, B. M. Feilden. “Manual para el manejo de los sitios de Patrimonio Mundial”. Roma, ICCROM, 1993.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Igualmente con la Carta de ICOMOS, Madrid 1994, cuando se refiere al concepto de itinerario como
Patrimonio Cultural: “Es un conjunto de valor superior a la suma de los elementos que le constituyen y
que le confiere sentido".2
Por lo tanto reconocemos que un itinerario conlleva necesariamente una serie de elementos y objetos
materiales en un espacio natural unidos a otros valores de tipo inmaterial.
Y así se define en el congreso del CIIC realizado en Pamplona, Navarra, de 2001, que: “Los itinerarios
culturales se caracterizan por su movilidad y entrañan una dinámica espacial e intangible de ida y vuelta
que no posee el paisaje cultural, el cual obedece a un criterio más estático y restringido, aunque también
posea caracteres evolutivos. El itinerario cultural normalmente abarca numerosos paisajes culturales
diversos entre sí. Un paisaje cultural no es dinámico en un contexto geográfico tan vasto como el que
potencialmente puede abarcar un itinerario cultural.....”3
Por lo tanto: “El itinerario cultural puede haber generado y seguir generando paisajes culturales. Pero
esto no sucede a la inversa."
El uso de la Quebrada de Humahuaca como itinerario ha sido constante a lo largo de la historia del
hombre, que ha actuado modificando el paisaje y que contiene una enorme riqueza de sitios de
ocupación anteriores a la llegada de los conquistadores españoles. Estos sitios se distinguen por su
diversidad y por su integración al paisaje. En él, se destacan los Pucaras, poblados habitados entre los
siglos XI y XVI, por su emplazamiento, elevado y muy visible desde áreas adyacentes, con contactos
visuales entre sí.
La expansión de las culturas Huari-Tiwanaku, primero, y la Inca más tarde, modifican la Quebrada.
Porque los caminos que estructuraron el Imperio Incaico recorren sectores del itinerario y, aportan
novedosas tecnologías y tipologías y, nuevos patrones espaciales de asentamiento.
Luego en el siglo XVI, la Quebrada es la ruta de acceso de los conquistadores desde el Alto Perú.
Mercedes, encomiendas y reducciones particionan el territorio y los pueblos indígenas subsisten como
"pueblos de indios" donde, el edificio de la iglesia es uno de los elementos sobresalientes y, a partir de
él, se generan plazas y se ordena el crecimiento de cada población. A partir del Siglo XVII, el templo
determina la orientación de las calles. Estos elementos, se transforman en los generadores de la trama
urbana, siguiendo el modelo prescripto en las Leyes de Indias. A partir de ellos crecen las manzanas
que, en la Quebrada de Humahuaca, rara vez resultaron cuadradas.
A mediados del siglo XIX se rectifican los trazados de algunas poblaciones, como Purmamarca, y en el
siglo XX, con el ferrocarril, se crea una nueva serie de pueblos, surgiendo Maimará, Volcán y Colonia
San José. A pesar de su reciente creación, siguieron el modelo de los poblados virreinales, respetando la
ubicación de los elementos significativos (iglesia, plaza, edificios públicos), y la retícula como unidad
urbana. Estos poblados forman "un contraste armónico e integrado" con el paisaje circundante.

Relación entre Patrimonio Tangible y Paisaje Natural

2
Carta de ICOMOS:”Los Itinerarios Culturales como Patrimonio Cultural”. Madrid, ICOMOS, 1994.
3
ICOMOS Congreso del CIIC. Pamplona, Navarra, junio de 2001.
31
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
La arquitectura modifica el paisaje con andenes, canales o pircas donde, como hitos, aparecen los
poblados. Sus tipologías están representadas por las iglesias, primero con persistencias mudéjares y las
"casas de patio" urbanas y rurales, las postas, las haciendas y los molinos.
La relación con la tierra se manifiesta en la materialidad de lo construido: adobe, piedra, ladrillo, paja,
madera, cal. La técnica es eminentemente artesanal y colectiva. Su valor reside precisamente en esa
relación de arquitectura, urbanismo, paisaje y medio a lo largo de la ruta, en el conjunto más que en las
partes. Característica propia de la arquitectura vernácula. El largo período que va desde 1600 y el 1770,
se caracteriza por el asentamiento, desarrollo y funcionamiento pleno de estos pequeños núcleos
poblacionales, la iglesia fue el único edificio monumental. Su emplazamiento aislado y jerarquizada
volumetría, le dieron predominio respecto al resto de las construcciones.
La arquitectura religiosa: es el núcleo generador de la estructura urbana, señalando la diferencia
conceptual con las ciudades españoles, en las cuales el elemento generador no fue un edificio, sino una
trama urbana previa con la plaza multifuncional central. La iglesia deja espacio libre a sus costados,
destinado a atrio y el cementerio. Esta fija los dos ejes fundamentales ortogonales de desarrollo y
determina la escala de las manzanas. Las iglesias más antiguas responden al tipo de iglesia mudéjar, tal
como se difundió en el cono sur hispanoamericano. Puede describirse así: el interior de una nave
alargada, se cubre con una techumbre de par y nudillo; la iluminación proviene de una ventana en la
fachada por encima del coro alto y de perforaciones dispuestas en forma casi aleatoria en los muros
laterales; la única torre campanario se ubica usualmente hacia los pies de la iglesia. 4
Un factor complementario pero fundamental en la arquitectura religiosa es el equipamiento. Aún cuando
los edificios fueron destruidos una y otra vez, perduró en gran parte, el trasladado en la nueva
construcción otros elementos y algún altar (como el lateral de Humahuaca que está fechado 1790) que
nos testimonian su procedencia anterior. Pero las obras maestras son los retablos de Humahuaca y
Uquía, y las piezas de imaginería, las pinturas, aisladas o seriadas como los Ángeles Arcabuceros.
La arquitectura civil: ya se trate de viviendas o instituciones, suelen definirse por series de habitaciones
en torno a un patio. Las fachadas a la calle suelen estar pintadas a la cal de color claro. En Humahuaca
es posible encontrar un buen número de casas con su color original. Es posible distinguir dos clases de
edificios, pertenecientes a dos tradiciones funcionales y estéticas diferentes en el tiempo. La primera de
tradición hispánica, de techos a dos aguas a la vista, fachadas desnudas y encaladas, acentos en las
puertas y alguna que otra ventana.
La tradición del siglo XIX, por el contrario, esconde los techos detrás de pretiles bajo los que asoman
gárgolas de cinc. Las fachadas presentan composiciones con pilastras, dándole un ritmo a las aberturas.
Un ejemplo de esto es el conjunto urbano de Humahuaca, cuya imagen se completa con el color de las
fachadas y el empedrado de las calles. La actividad comercial se instaló en el ángulo de la esquina, que
por su disposición de puertas a noventa grados entre sí, hizo que el acceso sea más generoso.
La vivienda rural: se pueden identificar claros patrones tradicionales de uso del espacio, conformados
por la respuesta que le da al ambiente natural y por la forma de vida de sus habitantes. Esta arquitectura
resulta más espaciosa y mejor dispuesta en el sitio que las de los centros urbanos, justamente por la
ausencia de límites. Se busca lugares más o menos planos donde las viviendas son más extendidas que

4
Nicolini, Alberto “El mudéjar en la Argentina”. Granada, 1995)
32
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
las de los lugares de mayor pendiente, donde se resuelven mediante aterrazamientos y el núcleo básico
resulta más concentrado con patios casi cerrados. Puede citarse algunas viviendas y haciendas aisladas
como la de Tumbaya.
La arquitectura ferroviaria: En 1902 se sancionó la Ley Nacional por la que se ordenaba la
construcción del ferrocarril que uniera la ciudad de San Salvador de Jujuy y la frontera con Bolivia y el 30
de diciembre de 1907 por la Quebrada arribó el primer tren a La Quiaca, símbolo de los grandes cambios
que se produjeron no solo en el paisaje, sino también en la vida económica y social. En cada centro
urbano se fue levantando un conjunto de construcciones propias del transporte ferroviario destacándose
las estaciones de tren.

Foto 1. Purmamarca: Cerro de los Siete Colores.


http://www.geocities.com/south_america_fotos/ivan/purmamarca.jpg
Foto 2. Olleras con sus cántaros de chicha en las fiestas y ferias de una cultura ancestral
http://perso.orange.fr/amsud/palette45.jpg

El patrimonio inmaterial o intangible


El entorno de la Quebrada y sus bienes patrimoniales generan profundos lazos de identidad en la
población local. La cultura popular oral y tradicional resulta excepcional no sólo por su concentración
espacial, sino porque en ella se imbrican numerosas formas culturales tradicionales con las formas
propias de la contemporaneidad.
La música, la lengua, la narrativa oral, la religiosidad y las artesanías mantienen su vigencia a lo largo de
los siglos, como resultado de una fecunda relación intercultural de integración en la diversidad
estableciendo una fuerte cohesión grupal y reforzando las redes sociales.
Este patrimonio de la Quebrada de Humahuaca es resultado del prolongado proceso de interfecundación
cultural entre las antiguas tradiciones aborígenes e hispanas y la constitución del imaginario de la
sociedad local. Los rasgos del mestizaje cultural que tuvo lugar a partir de la colonia se tradujeron con
carácter propio, tanto en la pervivencia de antiguos rituales andinos como en formas particulares de la
religiosidad popular, en la literatura oral, la música, las danzas y la producción artesanal.
El verdadero patrimonio está en sus habitantes, portadores de una cultura viva y palpitante que renace
una y otra vez en sus tradiciones y en sus fiestas populares, cuando el pueblo evoca en esos actos
mágicos la fuente inagotable de su diversidad.
Los múltiples procesos de diversificación, marginalidad y pérdida de identidad por los que pasaron las
33
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
sociedades aborígenes desde los tiempos de la Conquista estuvieron signados por la fricción intercultural
con la sociedad blanca y la pérdida de los territorios que permitían su subsistencia y la reproducción de
su propia cultura. El fuerte proceso de aculturación que sufrieron en el siglo XIX y en la primera mitad del
siguiente logró desestructurar gran parte de la cultura tradicional, la organización social y la cosmovisión
de los pueblos indígenas que, sin embargo, pudieron conservar ciertas características que les son
propias.
La religiosidad se mantuvo sumergida durante décadas por las restricciones impuestas por la religión
occidental, para reaparecer con mayor o menor fuerza en ocasiones, en un franco proceso de
recuperación de la identidad étnica. En la actualidad, a la par que se mantienen formas culturales
tradicionales, compartidas con las de la puna jujeña, se advierten diferencias y un proceso de
retradicionalización que data de por lo menos unos treinta años. Al calor de las inquietudes de
intelectuales, poetas y músicos en principio, más tarde dirigentes aborígenes, han surgido y se
mantienen con gran vitalidad ciertos espacios culturales de encuentro donde la gente se reúne como un
modo de mostrar parte de su cultura y reafirmar su identidad. Numerosos actividades como los
encuentros de copleros en distintas localidades y hasta el Carnaval dan cuenta de la vigencia de las
raíces culturales locales. Al mismo tiempo se han revitalizado en la Quebrada ritos y celebraciones que
habían comenzado a decaer.
En los cerros y en los valles, las fiestas son hijas mestizas de las antiguas tradiciones prehispánicas, de
las celebraciones del santoral cristiano y de algunas fiestas paganas, como el Carnaval. A veces, el
símbolo del viejo Imperio incaico también acompaña las peregrinaciones, porque hasta en los santos se
esconden los antiguos dueños de la tierra.
En la ceremonia los peregrinos y promesantes bajan de los cerros y renuevan el sincretismo de tanta
historia como la Fiesta de Casabindo, la de Nuestra Señora de la Candelaria o la Semana Santa que
hacen rica esta mezcla de pensamientos, y la mantienen como si el tiempo se hubiera detenido. Desde
Tilcara han subido para alcanzar el santuario de la Virgen de Copacabana, una tradición que data del
siglo XIX y que nació en el Abra de Punta Corral. No están tristes esos miles de fieles que han subido
hasta los cerros, porque los acompañan más de cuarenta bandas de sikuris de cañas que recoge el
viento profundo de las montañas. Es como una gran feria de pueblo: carpas para los peregrinos,
comidas, bebidas y de todo un poco. Visten como antiguos soldados romanos los que custodian a los
“esclavos” que cargan sobre sus hombros a la Virgen. También como pueblo, de colores alegres,
quienes comienzan a bajar la pendiente a veces abrupta, envueltos en el sonido estruendoso de los
bombos, redoblantes y matracas, en el sonar incesante y confuso de los sikuris. 5
Pero la verdadera fiesta de la Quebrada es pagana, y allí se abrazan los sueños con la memoria. En el
Carnaval confluyen la tradición andina y los viejos ritos de la festividad europea: los “enharinados”, las
máscaras, las bandas de sikuris, el Diablo que en realidad es el Pujllay, el dueño eterno del inframundo.
Los hombres y mujeres renuevan sus vínculos en la antigua costumbre del “compadrazgo” Es allí cuando
se ofrenda a la Pachamama y se desentierra el “diablo”, para que reine por todo el tiempo de la fiesta.
Entonces las olleras sacan a relucir sus grandes cántaros de chicha, las comadres preparan el asado de

5
www.pagina12.com.ar/.../9-824-2006-05-23.html
34
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cordero o el picante de pollo, los hombres preparan el papel picado y la harina para coronar de nieve los
rostros cansados de los danzantes.6

En peligro la pérdida de sus valores culturales.


Actualmente el incremento de la población, la aparición de nuevas actividades por su categoría
patrimonial, y la introducción de nuevas formas constructivas reemplazan a las tradicionales, planteando
un desafío para la conservación del patrimonio. Además de los efectos de la cultura globalizada que abre
fronteras con sus rápidas formas de comunicación, pero representa un factor de riesgo muy importante a
tener en cuenta, para mantener la diversidad de este itinerario cultural. Como hemos ratificado “el
patrimonio está en sus habitantes en su cultura viva con sus tradiciones” sin embargo:
A partir de abril del 2005 comenzamos a recibir noticias sobre la alarmante situación en uno de los
pueblos de la Quebrada que es Tilcara, entre ellas, la planteada a la Red Latina sin Fronteras: “Son
alarmantes las situaciones denunciadas por parte de sus habitantes, que nos decía que desde que se
declaró “Patrimonio de la Humanidad” la Quebrada de Humahuaca han puesto la mira en Tilcara
capitales extranjeros para la compra de tierras habitadas por los lugareños, llegando a usurpar zonas y
cercando lugares que pertenecen a la comunidad que las considera propias desde más de 500 años.
Gente que vivió toda su vida, sembrando, criando ovejas hoy están siendo desalojadas, con un papel de
Compra y Venta Falso, la comunicación llegó por intermedio de diversas organizaciones para impedir el
despojo al que están sometidos plantean: “ya nada es como antes” nos maltratan con palabras
ofensivas, nos quieren quitar lo poco que nos pertenece”.
Más tarde, desde la “Parroquia de Nuestra Sra. de La Candelaria” recibimos un archivo: “El grito de los
Excluidos en la Quebrada de Humahuaca” que confirman estas denuncias… se ha dado en Humahuaca
una protesta social a fines de mayo de 2005, cuyo lema fue “El Patrimonio somos nosotros” justificando
la lucha social de la población por la manipulación del patrimonio que se ha hecho en esa ciudad y,
marcando la poca respuesta de las autoridades a todas las instancias de la difícil situación de las
comunidades. Plantean que el desarrollo turístico no contempla las necesidades de la población que
vive en situaciones sociales muy duras, indignas de las personas humanas y que detrás de la
declaración se está gestando un negocio inmobiliario y que esto es preocupante.
Consideramos que ante una declaración de “Patrimonio de la Humanidad” teniendo en cuenta la cultura
global a la que estamos sometidos, es necesario tener en cuenta la prioridad una legislación adecuada,
que contemple los inconvenientes que se presentan en estos casos. La legislación debe dar prioridad y
hacer respetar los derechos e intereses de sus habitantes, que conforman junto con el sitio natural un
patrimonio vivo, que conserva intacto hasta hoy su rico entorno natural, sitios arqueológico y
arquitectónico de diversas épocas que testimonian su prolongada historia, que lo distinguen como un
itinerario cultural excepcional.

Bibliografía
-Academia Nacional de Bellas Artes, Patrimonio Artístico Nacional, Inventario de Muebles - Provincia de Jujuy, Buenos Aires, 1991.
- Bazán, Armando R., La cultura del Noroeste argentino. Plus Ultra, Buenos Aires, 2000.

6
turismoenjujuy.nortevirtual.com/

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
-Consejo de Monumentos Nacionales de Chile, Las Rutas del Capricornio Andino Huellas milenarias de Antofagasta, San Pedro de
Atacama, Jujuy y Salta. Santiago de Chile, 2000.
-Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, Monumentos Históricos de la República Argentina, Buenos
Aires, 2000.
-Carta “ICOMOS:”Los Itinerarios Culturales como Patrimonio Cultural”. Madrid, ICOMOS, 1994.
- ICOMOS Congreso del CIIC. Pamplona, Navarra, en junio de 2001.
- Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (CICOP) “Paisajes Culturales” Un enfoque para la salvaguarda del
Patrimonio. Reunión Temática de Trabajo del Cono Sur,
Buenos Aires 1999.
- Jokilehto, J.; Feilden, B. M. “Manual para el manejo de los sitios de Patrimonio Mundial”. Roma, ICCROM, 1993.
- Kirbus, Federico B., Un viaje a los ritos del Noroeste, Capuz/Varela, Buenos Aires, 1997.
- Mordo, Carlos, La Herencia Olvidada, Arte Indígena de la Argentina, Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires, 2001.
- Nicolini, Alberto “El mudéjar en la Argentina”. Granada, 1995).
- Paterlini de Koch, Olga; Silva, Marta Beatriz; Nicolini, Andrés “Proyecto AR 0199-BID AEE 26”, Octubre 1997.
- Páginas Web: www.pagina12.com.ar/.../9-824-2006-05-23.html; turismoenjujuy.nortevirtual.com/;
http://www.jujuy.gov.ar/quebrada/principal.htm

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
SITIOS DE VALOR NATURAL Y CULTURAL, QUE INTEGRAN EL
PATRIMONIO COLECTIVO DE LA CIUDAD DE CÓRDOBA

Arq. Alba Dimarco


Arq. Mónica Asis
Arq. Alejandra Novello
Arq. Alberto Mas
Arq. Walter Castellan

Cátedra Arquitectura Paisajista y de Gestión Ambiental del Paisaje y Grupo de


Investigación y Estudios del Paisaje, Facultad de Arquitectura Urbanismo y Diseño,
U.N.C.
Docentes Investigadores de la FAUD con proyecto acreditado y subsidiado por la
Secretaria de Ciencia y Tecnología de la U.N.C.

Entendemos al Patrimonio como todo bien tangible o intangible, de carácter natural o cultural en los
cuales la población se observa y reconoce, donde busca su relación emotiva e identificadora con el
territorio en el cual está arraigada y en el que se sucedieron las generaciones que le precedieron. Puede
considerarse además como un vehículo de desarrollo que a la vez permite verificar acumuladamente
actitudes, comportamientos y valores implícitos de la producción cultural a lo largo del tiempo, o el
respeto a las expresiones naturales en una verdadera actitud de integración.
En el Art. 3 de los estatutos de ICOMOS se plantea el concepto básico de diversidad e integración al
definir como Monumentos y Sitios de valor patrimonial a aquellos objetos que por sus valores ofrecen
paisajes naturales que identifican los lugares, como topografías relacionadas con el territorio, o paisajes
producidos por el trabajo del hombre tales como: parques y jardines históricos que integran objetos
arquitectónicos o trazados urbanos. Ambos ofrecen diversidades de expresión que son evaluadas desde
el punto de vista estético, histórico, antropológico, etc.
En la escena urbano territorial del Gran Córdoba es posible encontrar una serie de espacios urbanos
públicos o privados que presentan dentro de la diversidad tipológica la posibilidad de integrarse bajo el
concepto de “sitio” histórico –patrimonial.
La incursión en este campo bajo este concepto no es fácil de abordar, teniendo en cuenta que esos
espacios se encuentran posicionados en un grado menor o inferior que el monumento arquitectónico, o
adquiere el rol de acompañante del objeto arquitectónico o del trazado urbano. Esta situación de
dependencia conspira con la idea de integración en la diversidad, teniendo en cuenta que son necesarios
estudios con metodologías interdisciplinarias a los efectos de elaborar planes de acción integrados.
Por otro lado la movilidad en las valoraciones patrimoniales por parte de la comunidad, se encuentran en

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
total dependencia de las actuales tendencias de cambio y reemplazo permanente generando paisajes
dinámicos, poco perdurables, dificultando integraciones sostenibles, originando mutaciones y/o
transformaciones contundentes que arrasan referencias identitarias producto del sueño de sucesivas
generaciones, el espíritu del lugar y de la época.
En el territorio que abarca el Gran Córdoba, existen tipologías de las referenciadas en el Art. 3 que
colaboran a construir un patrimonio colectivo en una ciudad contemporánea de alta dinámica de cambio.
Las mismas corresponden a las terrazas modeladas por el devenir del Río Suquía, por lugares
colindantes con el serpenteante curso del Arroyo La Cañada, ambos recursos naturales de orden natural,
en integración obligada con el tejido urbano. Por plazas y plazoletas del área Central, consagradas por
su valor histórico, por parques urbanos, como el Sarmiento, Las Heras y el Jardín Zoológico, y jardines
privados, como el perteneciente al Palacio Ferreyra y al Sierras Hotel de Alta Gracia, por citar los más
emblemáticos que ameritan la categoría de “sitios “ de orden natural y cultural.
Los ejemplos citados conforman un conjunto de tipos de espacios abiertos diversos en su oferta
funcional y paisajística pero que se insertan en la estructura urbana permitiendo la organización de un
paisaje articulado entre bienes heredados y los que responden a necesidades económicas, culturales, o
de modas derivadas de imágenes del mundo globalizado.
En los ejemplos seleccionados se verifica diversidad tipológica pero relaciones predominantemente
deficitarias, o por lo menos, conflictivas, entre las estructuras naturales, los diseños de la cultura y la
demanda social.
Esta particular situación influye sobre la posibilidad de un trabajo de integración.
Las terrazas del Río Suquía dejaron como herencia topográfica situaciones de balconeo y una propuesta
de morfología urbana singular , de la cual quedan situaciones merecedoras de ser integradas a la
propuesta urbana en la categoría de sitio patrimonial de orden natural. Este es el caso del Parque de Las
Naciones y el Gral. San Martín. Ambos no solo son relictos topográficos, sino que en sus quebradas
acogen y resguardan flora nativa de valor atestiguando las características naturales originales de la
Ciudad.
A su vez los espacios vacantes que bordean el curso del arroyo de La Cañada , dentro de los cuales el
mas importante es el denominado “Parque de la Vida”, cuyo diseño contemporáneo es antagónico a la
realidad natural heredada, a su relación con un canal histórico y a la heterogeneidad de la estructura
social del entorno. El sitio ofrece una situación única por la presencia del agua, de flora nativa , trabajos
hidráulicos, como referentes de la historia de ese campo de la ingeniería urbana, y por la forma en que la
ciudad se arrima al hecho natural y cultural.
Mientras que los espacios urbanos consagrados del área central , si bien en algunos casos se integran
espacialmente con el monumento declarado de valor histórico patrimonial, sufren el alto impacto de la
sobrecarga de usos, la ausencia de mantenimiento y la descalificación de su categoría patrimonial.
El problema de la alta densidad de las áreas centrales urbanas genera una corriente adversa de
reconversión, sin criterios de integración de estos espacios, tendientes a crear placas, plataformas
pavimentadas , sin confort, ni identidad, eliminando los rasgos dominantes heredados de la acumulación
de acciones de la evolución cultural. Ejemplo de ello son: La plazoleta de la Iglesia de la Compañía de
Jesús y de la Iglesia de la Merced. Un ejemplo paradigmático al día de hoy de estas corrientes lo

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
representa el gran debate generado en la Ciudad Autónoma de Bs. As., por el concurso y su absurdo
resultado para la remodelación de la Plaza de Mayo.
Los jardines históricos privados como el perteneciente al Palacio Ferreyra o al Hotel Sierras de Alta
Gracia, requieren protección de orden patrimonial a los efectos de permitir un reconocimiento como sitios
patrimoniales y habilitar su protección a los efectos de evitar intervenciones no adecuadas a su carácter
de paisajes culturales. En estos casos la integración o relación intrínseca como unidad con el objeto
arquitectónico, el parque y el tejido urbano, es indiscutible y en ese orden deben ser categorizados.
Pasando a las tipologías superiores, como el Parque Sarmiento, con diseño de firma, bastardeado
durante décadas por la ausencia de programas de investigación histórica y mantenimiento, por servir
como soporte de una carga excesiva de usos derivados de su elevado prestigio como el único espacio
de la Ciudad reconocido como Parque Urbano. Esta categoría la logra por ofrecer aún en su estado de
deterioro toda la magia y el encanto romántico que la población aún hoy espera de esa condición: piezas
escultóricas, vegetación exótica, de porte y color variable, lago, isla, cisnes, pérgolas, rosedales, paseos
curvos y servicios . A pesar que la población mantiene la valoración de la categoría, este no ha sido
declarado objeto de valor patrimonial.
Simultáneamente el Parque Las Heras ha sufrido un deterioro tan importante que no es reconocible su
trazado, necesitando un profundo estudio e inversión para su puesta en valor y posible ingreso a un
estamento similar al Parque Sarmiento.
En ambos casos el estudio involucra las nuevas necesidades y formas de vida del habitante y del
funcionamiento urbano que incidirán sobre su futuro.
En ciudades con falencias de equipamiento recreativo, colocar estos espacios en las categorías de
monumentos naturales o de sitios patrimoniales, integrados a las condiciones actuales de la vida urbana
es todo un desafío.
Conclusión
La realidad geográfica y cultural heredada del Gran Córdoba crearon una particular y única idea colectiva
de ciudad. Sin embargo sus expresiones particulares y sus valores testimoniales, derivadas de un
comportamiento histórico del territorio natural o de una producción local y a su vez universal de su
cultura, materializadas en sus espacios abiertos urbanos y privados, no han logrado su posicionamiento
como bien patrimonial que permita el control de acciones y usos sobre ellos, además de poder
incorporarlos como sus tipologías correspondientes al carácter de monumentos y sitios.
A partir de estas determinaciones será posible la integración a las estructuras urbanas y al objeto
arquitectónico.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
EL PAISAJE DE LA VID EN MENDOZA – ARGENTINA
Lectura de formas en las estructuras compositivas
del paisaje de la vid

Arq. Viviana Colautti

Facultad de Arquitectura Urbanismo y Diseño, UNC, Argentina


ETSAB/UPC/España.

Se realiza una lectura morfológica del territorio buscando la síntesis de los componentes formales del
mismo. Con ello se aspira a desvelar ciertos lineamientos proyectuales futuros en el paisaje de la vid
mendocina. De esta manera, se intenta descubrir y revalorar estructuras compositivas del paisaje de la
vid, señalando algunos puntos singulares como inicio del proceso de organización del territorio.
Se desea remarcar las potencialidades del paisaje de la vid, desde el reconocimiento de formas en
contextos naturales y culturales vinculados a las costumbres de producción; y descubrir redes de
recursos conectadas a la producción vernácula. La propuesta involucra ciertos criterios de ordenación,
en los que la lectura morfológica del territorio asume un rol estratégico y metodológico.
Se destaca el paisaje de la vid, como activo potencial para la comunidad incluyendo aquel valor que se
desprende de iniciativas privadas como es el cultivo de la vid y la producción vitivinícola. Todo esto,
articulado con los extraordinarios potenciales turísticos que posee la provincia de Mendoza, teniendo en
cuenta que será formalmente incorporada como una de las ocho capitales mundiales del vino desde el
corriente año y deberá cumplir con las demandas turísticas correspondientes.

Entre los objetivos buscados en esta investigación, están los que correspnderían a descubrir formas
singulares y constantes emergentes como resultado de la interacción entre el hombre y el soporte
natural, Contribuir al desarrollo local fundamentado en la puesta en valor del patrimonio desde la lectura
de redes de recursos naturales y culturales que intervengan en el modo de asentamiento de las
bodegas. Detectar estructuras que permitan organizar y destacar cualidades formales singulares como
inicio del proceso de reorganización del territorio.
Descubrir con actitud propositiva algunos itinerarios posibles que articulen los diversos recursos
descubiertos en la etapa anterior de la investigación.

Introducción
La provincia de Mendoza, está ubicada al oeste de la República Argentina. Es una tradicional provincia
vitivinícola argentina ubicada en la región central de la Cordillera de los Andes. Su capital, la ciudad de
Mendoza, con 135.000 (Censo 2001) habitantes es la sede administrativa además del centro comercial
de la provincia. Fundada en 1561. El gran Mendoza suma un total de 885500 habitantes. Mendoza, es
centro regional de la zona de Cuyo y posee un amplio desarrollo comercial, industrial y cultural. También

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
es centro del turismo hacia la Cordillera Andina y del Cerro Aconcagüa - 6959 snm - el más alto del
continente americano.
Posee un paisaje natural privilegiado por el binomio óptimo entre suelo y clima para el cultivo de la vid de
excelentes condiciones agroecológicas. Las variadas situaciones políticas – económicas y culturales
durante los últimos cien años, produjeron marcados cambios estructurales en este rubro.
El paisaje de la vid es un recurso fundamental para la provincia además de ser una de las principales
productoras de vino en del país y en el mundo. De hecho, numerosos turistas visitan las diversas
bodegas de Mendoza, cuyas características de calidad y trayectoria han alcanzado destacarse a nivel
nacional e internacional.

Sin embargo, se detecta una desconexión entre los “caminos del vino” organizados por entes privados y
públicos. Tanto en la información general sobre el territorio de Mendoza como la de su historia y
tradiciones.
Esta situación, podría ser revertida con la reorganización de los recursos que articulen el camino del vino
entre la historia y el soporte natural-productivo.

Se sugieren ciertos lineamientos de organización del territorio desde la asociación entre historia,
producción y consumo, vinculados a oportunidades turísticas existentes y consolidadas. Se presentan
algunos objetivos estratégicos que engloban tres pilares: físicos (fundados en la lectura morfológica del
territorio), económicos y de gestión.

Por ello se sugieren ciertos criterios de organización del territorio desde la asociación entre historia,
producción y consumo, vinculados a oportunidades turísticas existentes y consolidadas, y a objetivos
estratégicos basados en tres pilares: físicos (fundados en la lectura morfológica del territorio),
económicos y de gestión.
Cabe no obstante preguntarse cuáles son los recursos que articularían los posibles itinerarios. O cómo
es su conformación en relación al paisaje de la vid y cómo se estructuraría una red de recursos
seleccionada, en la organización de un nuevo paisaje.
Los objetivos estratégicos propuestos serían:
Físicos: Se trata de reconocer componentes formales del paisaje donde se insertan las bodegas; de
clasificarlas por ubicación, altura, antigüedad e infraestructura; y de esta manera, armar una red de
bodegas y viñedos.
Económicos: Promover la calidad de desarrollo productivo vitivinícola y del turismo para el crecimiento de
la provincia mediante la propuesta de itinerarios turísticos que evidencien la diversidad paisajística de
Mendoza y su desarrollo productivo. Se trata de relacionar la demanda turística actual con el turismo de
enología y fortalecer los vínculos entre las infraestructuras existentes y la probada oferta del ecoturismo.
De gestión: Promover un territorio competitivo mediante la incorporación de “caminos de paisajes de la
vid” a la red consolidada del turismo de Mendoza. Por otro lado, se sugiere conformar grupos de
competitividad (bodegueros de la zona y funcionarios públicos) que dinamicen la actividad turística con
los itinerarios propuestos en la esta investigación.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Se partió de las siguientes hipótesis:
ƒ Los componente formales del paisaje de la vid mendocina, como líneas, puntos y estratos
superpuestos, serían algunos de los datos relevantes en el proceso de interpretación y en la
construcción de futuros itinerarios que lo articulen.
ƒ La singularidad del paisaje de la vid en Mendoza sería el resultado de la relación entre la ubicación
estratégica de los asentamientos productivos y los diversos caminos que los vinculan.

Ubicación – Área de Interés


La provincia de Mendoza, está ubicada en el extremo oeste y a la altura de la Cordillera Media. El área
de interés se ubica en la zona de la ciudad de Mendoza y alrededores. Es la zona del oasis Norte de la
Provincia.

Las localidades de producción vitivinícola al este de la ciudad de Mendoza y el Gran Mendoza, se


vinculan por las rutas principales nacionales y provinciales: Luján de Cuyo, Maipú, Pedregal, Las Heras y
Guaymayén.
Se destacan también las localidades de Agrelo y Perdriel al sur de este sector, ubicados en una zona
privilegiada entre los dos ríos, Mendoza y Tunuyán también vinculadas por las mismas rutas nacionales.

La red vial principal de rutas nacionales fundamentalmente la Ruta Nacional Nº 40 y provinciales


construye el vínculo que enlaza las zonas vitivinícolas de Mendoza que son abastecidas por el Río
Mendoza (al Sur de la ciudad es la zona alta del mismo, conformando su recorrido de oeste a este y
luego desciende hacia el Norte) y por el Río Tunuyán, (más al sur).

De las detecciones anteriores respecto a la tematización por zonas, se profundizan algunas y otras se
redefinen a partir del trabajo de campo realizado:
ƒ Respecto al desarrollo tecnológico por zona.
Durante el siglo XX se daba el fenómeno de que algunas bodegas desarrollaban su vinos con
tecnologías más avanzadas que otras. Había una marcada diferencia. En la actualidad, la mayoría de las
bodegas incorporaron en su procesos de producción la máxima tecnificación competitiva a nivel mundial.
Esto se debe a que el ochenta 80% de las bodegas de Mendoza en la actualidad, pertenece a empresas
extranjeras (Portugal, Francia, España y Estados Unidos). No sería un aspecto a tener en cuenta en la
tematización.
ƒ Respecto a las bodegas ubicadas a diferentes alturas.
En el caso del cultivo de la vid, a mayor altura corresponden mejores cualidades agroecológicas. Por
esta razón, las grandes bodegas poseen fincas a diferentes alturas entre 600 y 1200 msnm. Con el fin de
para mejorar las diversas calidades de vino (llamados cortes según los especialista enólogos). No sería
razón actual para la tematización en la organización de posibles itinerarios.
ƒ Respecto a la relación entre bodegas y organismos de gobierno y municipio
De los acuerdos establecidos en las diferentes zonas o regiones del vino por parte de los bodegueros, se
presentan ciertos desfasajes en el cumplimiento en cuanto a horarios, fundamentalmente en días

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
feriados o domingos. Algunas bodegas abren al público y otras no, a pesar de lo convenido. Por lo tanto,
hay vínculos pero no acuerdos cumplidos entre bodegueros.
La mayoría de las bodegas se manejan por previo acuerdo telefónico. (Visitas por turnos y cada una
hora). Hay Departamentos más organizados que otros para el turismo (caso Maipú / Calle Urquiza) La
información que tiene la secretaría de turismo de la Ciudad de Mendoza no está coordinada con los
Departamentos en cuanto a horarios, días de visitas y actualizaciones de teléfonos de las bodegas.
ƒ Respecto al estado actual de las bodegas existentes en el Oasis Norte.
De las 1070 bodegas1 registradas en el Oasis Norte, trescientas setenta y nueve (379 bodegas) se
ubican en los Departamentos de Godoy cruz (17 bodegas), Guaymallén y Las Heras (92 bodegas), Luján
de Cuyo (92 bodegas) y Maipú (188 bodegas).
De la totalidad de ellas, 160sólo se visitan cuarenta (40 bodegas). De las cuales no son accesibles de
manera permanente. Algunas son familiares y otras son grandes empresas.

Otro tema que surge como relevante en esta detección es que la figura del “enólogo” se transforma en
protagónica y que las “bodegas de arquitecto-autor” comienzan a ser reconocidas. La disposición de la
arquitectura en relación a su paisaje y la forma exterior de su edificio “Se muestran para ser
contempladas”. Es el caso de algunas bodegas del Departamento de Luján de Cuyo (sur).

Sobre el soporte territorial


Regiones de cultivo en Mendoza
Región 1: Central, Región 2: Este, Región 3: Valle del Uco, Región 4: Sur
Entre los paralelos 32º al 38º, definen una franja donde se dan condiciones óptimas de suelo, agua y
clima para producir y elaborar excelentes vinos finos con uvas de gran calidad. Dada la extensión de la
provincia se divide en zonas ya que sus características en cuanto a clima, altitud y suelo son diferentes.
Las zonas de mayor densidad de bodegas son las regiones uno y tres pertenecientes al oasis norte y
cercano a la ciudad de Mendoza, puerta y centro de inicio del análisis y lectura. Por lo que se pondrá la
atención a estas regiones en este trabajo a modo de marco de investigación dada la extensión del
territorio vitivinícola.
Región 1: Centro y oeste (zona alta del Río Mendoza)
Este territorio se extiende sobre los cultivos de gran parte de los Departamentos de Maipú y Luján de
Cuyo. Por sus buenas condiciones agroecológicas ha sido elegida por decenas de bodegas que
elaboran los vinos finos argentinos. El clima es templado, luminoso y árido, de escasas lluvias, con
vientos y humedad moderados.
Región 2: Viñedos del Sur de Mendoza
En el sur mendocino se encuentran los departamentos General Alvear y San Rafael que integran el área
productiva más austral de la provincia. Los viñedos sureños están ubicados a menor altitud que los del
resto de la región. Estos descienden hacia el este desde los 800 metros sobre el nivel del mar hasta los
450. Irrigados por las aguas del río Atuel y el Diamante. Viñedos enraizados en suelos aluvionales
calcáreos.

1
Datos obtenidos del archivo General de Mendoza, Subdirectora, Elvira C. Bucolo, Mendoza, Argentina, agosto de 2006.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Región 3: Viñedos del Este de Mendoza
Al este de la Zona alta del río Mendoza, el terreno desciende paulatinamente desde los 740 hasta los
600 metros sobre el nivel del mar. Comprende los departamentos de San Martín, Rivadavia, Junín, Santa
Rosa, Lavalle, Guaymallén, Las Heras y La Paz. Los suelos aluvionales son de tipo franco arenosos y
limoarenosos en las zonas más altas, profundos y pedregosos. Zona irrigada con el agua canalizada de
los ríos Mendoza y Tunuyán.
Región 4: Valle del Uco
Altitud de los viñedos: 650 a 1.000 msnm. Los terruños más conocidos: Agrelo, Perdriel, Vistalba, Cruz
de Piedra, Lulunta y Barrancas.
Abarca un radio de pocos kilómetros del Centro de la Ciudad de Mendoza, esta región concentra un gran
número de Bodegas (de alta tecnología) abiertas al Turismo y algunos museos y sitios históricos que lo
acercan al pasado vitivinicultura mendocino.

Estructura física del territorio


Es una región montañosa árida, surcada por caudalosos ríos provenientes de la Cordillera de los
Andes. Sus características principales señaladas en la anterior investigación son:
1. Pendientes ideales para el cultivo de la vid que oscilan entre el 0% y el 3% en la zona de Luján de
Cuyo. El terreno desciende desde el oeste (Cordillera de los Andes) hacia el este en forma continua y sin
alteraciones.
2. La cuenca que corresponde al Río Mendoza, es la que irriga el sector de la ciudad de la ciudad de
Mendoza y el Gran Mendoza.
3. Los oasis incluyen y la zona media y alta del río Tunuyán. Uno de los principales, incluye la ciudad de
Mendoza y el Gran Mendoza y el otro la zona del Río Tunuyán superior.
4. La topografía del área se presenta en desniveles más acentuados en la zona de Luján de Cuyo. Esta
es la zona más privilegiada respecto a la altura del terruño en relación con el clima y condiciones de
suelo.
5. Entre las dos zonas marcadas que corresponden a los oasis de la provincia y a las zonas de mejores
condiciones de cultivo, se ubican dos de los más destacados diques sobre el Río Mendoza en forma
equidistante respecto a los más altos suelos de6. Corte de la Cordillera de los Andes sentido (oeste-
este). Mendoza se ubica 761 msnm. y a una diferencia de 2300 m. respecto a la cima de la Cordillera de
los Andes.

En la siguiente foto satelital, se aprecia la estructura central de la ciudad de Mendoza, con fuerte límite
lateral oeste (correspondiente a la cordillera de los Andes) y su disposición de crecimiento estrellado que
corresponde al sector del “oasis”.

Primera síntesis

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
En la imagen de la derecha,
Primera síntesis
se incorpora el sistema de
ríos y acequias cuenta con
Topografía /pendientes más de 500 km. de
extensión y se presenta
+
como una red que cubre la
ciudad de Mendoza y el
=
Gran Mendoza y
Protección de vientos y altura

+
sobre nivel del mar.
comprenden la mayor parte
de los departamentos
mencionados en las
Superposición de valores de recursos naturales
en el sector A, B y C en las proximidades de
Mendoza (máximo 90 km.de distancia) regiones de interés.

Ríos de deshielo de
máxima pureza y oasis
De la singularidad de los
elementos formales mencionados, se destaca un potencial y se descubre a partir de la conjunción y
superposición de cuatro componentes básicos detectados: Mendoza posee un oasis natural en la cuenca
(única en la región), sumado a la altura de los viñedos (msnm). Al mismo tiempo, es una zona protegida
de los fuertes vientos del Pacífico por la Cordillera de los Andes y posee un riquísimo sistema hídrico que
baña Mendoza de oeste-este (ríos provenientes de la Cordillera de los Andes de excelentes condiciones
de pureza). De esta superposición, se genera un resultado sinérgico. Es decir, que Mendoza posee
estas cuatro condiciones simultáneas que enriquecen el resultado; más que sumarse, se potencian. De
este modo, en este paisaje cultural, se considera la simultaneidad de estos cuatro aspectos como de
“privilegio” y “singularidad” y como concepto básico de desarrollo físico y también integrando las miradas
desde la economía y desde la gestión. (figura 1)

Recursos naturales y culturales


Se rescatan en este estudio aquellos recursos naturales y culturales estructurantes en la construcción
del paisaje de la vid mendocina. Los recursos naturales involucran el soporte físico de Mendoza (cuenca,
oasis, valle de la Cordillera de los Andes, altitud, clima etc.) como recursos exclusivos y propios. En el
caso de los recursos construidos, son relevantes los canales de riego y las acequias (trazados en toda la
ciudad y el Gran Mendoza), calles arboladas y avenidas. Estos son considerados recursos artificiales de
gran envergadura para Mendoza (los canales y acequias, son obras de infraestructura anteriores a las
calles de la ciudad). Se incluyen este grupo, los espacios verdes como plazas, canales verdes, parques
(San Martín y Laguna artificial navegable).
Es importante poner en relieve la historia del paisaje de la vid en Mendoza mediante aquellos edificios
significativos (de bodegas antiguas actualmente en uso) que describen la historia y el desarrollo del
cultivo de la vid en Mendoza desde su inicio (ej. Museo del vino de la bodega La Rural, en Maipú) y
aquellos que hoy, respetando la organización interna de la bodega, se incorporan al paisaje de manera
singular en cuanto a arquitectura en relación con su entorno.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Componentes y estructuras / redes
Se definen algunos componentes emergentes de los descriptos recursos que se traducen en estructuras
y formas geométricas. 1) Los recursos productivos representados por las plantaciones de la vid y los
edificios de las bodegas. (Líneas y bandas yuxtapuestas) Se conforma una red de diversas jerarquías y
puntos de enlaces. 2) Los recursos naturales representado por la red de ríos (provenientes del la
Cordillera de los Andes dirección oeste-este) conforman redes hídricas de máximo interés para el cultivo
de la vid, traducidas en líneas y bordes entrelazados. 3) El recurso histórico, es el que permite vincular y
exponer las diferentes etapas mencionadas. Se definen sectores en relación a la antigüedad y
tecnificación traducidos en puntos y grupos de puntos.
Los componentes mencionados conforman sistemas de redes imbricadas (red hídrica, red de verde, red
de rutas y calles, red de FFCC, red de bodegas) en los que la red hídrica se convierte en estructurante
respecto al resto.

Lectura y posible estructuración del paisaje de la vid


Ambos sectores comparten puertas de ingreso al sistema, miradores a 360º, el museo del vino (que
cumple dos roles: el de Bodega y Museo del vino). El elemento vinculante de los dos sectores lo cumple
la red de acequias, mediante una trama de conexiones, ata y está presente en todo el recorrido en sus
diferentes tipos. Este “sistema” de acequias y canales acompaña todo el conjunto como una sutil trama
que habla de la historia, la naturaleza y la producción de la vid. Del reconocimiento de esta importante
zona vitivinícola de aproximadamente 220 km2 y la valoración entre el óptimo clima y oasis donde se
enclava, se sugiere una estructura que vincula las diversas redes. La línea más destacada sería un eje
medular, norte-sur (Av. San Martín, la Av. Gobernador Videla, el Canal Guaymallén y el parque lineal
contiguo al FFCC) son bandas paralelas entre sí cuya lectura formal es unitaria y de mayor envergadura
que el resto. Se trata de una estructura en peine con estructuras menores perpendiculares que se
desprenden de aquellos unidos a tres puntos consideradas puertas. Este “peine” es el conector hacia las
diferentes localidades que albergan los grupos de bodegas dispersas hacia el Este.
Las puertas principales corresponden al acceso Este y Norte. Los dos sectores están identificados por
temas comunes y cada uno tendría diversos itinerarios temáticos (por altura sobre nivel del mar,
antigüedad de la bodega, historia, etc). Entre las dos zonas temáticas, el microcentro de la ciudad, sería
nexo y puerta de los diversos itinerarios propuestos.

Sector A: Incorpora las primeras bodegas y viñedos que cultivan la vid a mayor altura. Terruños entre
750 y 1100 msnm. Corresponden a bodegas ubicadas al pie de los Andes.
El turismo de montaña y de sky es de este sector, además de las amplias posibilidades perceptivas en la
construcción del paisaje mediante miradores a diferentes alturas y velocidades.
Sector B: Las bodegas ubicadas en este sector fueron las primeras en tecnificarse y modificar modos y
costumbres de fabricación del vino. Se incluyen las bodegas de clima menos frío y a menor altura entre
400 y 750 msnm.

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Construcción de una posible propuesta de ordenación del territorio. Itinerarios.
La propuesta de los recorridos de los itinerarios, incluye datos tanto del soporte físico como del
vivencial.
Se propone itinerarios articulados por una línea que vincula todos estos puntos a los largo de un eje
Norte-sur. Este peine, incluye diferentes itinerarios de diversa calidad temática.
Puertas: El ingreso principal de los itinerarios sería el Microcentro de la ciudad de Mendoza.
Desde allí se distribuyen hacia los diferentes nodos o grupos de bodegas hacia el sur, norte u este, de
acuerdo a los diferentes intereses del recorrido.
Líneas: Una principal y cinco secundarias. La principal es la línea conectora que vincula Mendoza y el
Gran Mendoza (Av. San Martín). Las secundarias, son las líneas de recorrido que conectan los nodos
(grupos de bodegas). Estas líneas en algunos son rutas Nacionales y en otras Avenidas o calles
internas.
Bordes: Los canales y zanjones que atraviesan el gran Mendoza conforman bordes o zonas límites de
abundante arboleda y gran riqueza natural.
El río Mendoza, abastece y recorre de oeste a este el sur
de Mendoza. Es una referencia fuerte para definir
subsectores dentro del área temática.
Nodos: Corresponderían a las articulaciones que
conforman los grupos de bodegas en determinados
departamentos (como Agrelo, Luján de Cuyo, Maipú,
Guaymallén).
Corresponderían a edificios de atractivo turístico y de
producción. (bodegas y viñedos) de valor histórico-
patrimonial. Puntos de gran impacto productivo y
localidades de asentamiento de bodegas. (figura 2)

Características de los itinerarios propuestos:


Itinerario A: Mendoza - Maipú (corto de velocidad 1, medio día). Distancia: 12 km. desde la ciudad de
Mendoza.
Itinerario B: Mendoza - Luján de Cuyo (corto de velocidad 2, medio día). Distancia: 25km. desde la
ciudad de Mendoza.
Itinerario C: A Potrerillo por San Carlos – oasis oeste. (largo, velocidad 3, día completo). Distancia: 60
km. desde la ciudad de Mendoza.

Velocidad 1: auto/ caminando / con paradores y Museo / contacto directo con el producto regional.
Velocidad 2: auto / miradores y enmarques / contacto con viñedos.
Velocidad 3: auto / vistas en movimiento / vista panorámica del paisaje de la vid.

Itinerario A Guaymayén y Maipú


Itinerario B1. Luján de Cuyo al Norte del Río Mendoza

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Itinerario B2 Luján de Cuyo al Sur del Río Mendoza
Itinerario C Hasta San Carlos y por Potrerillo-oasis Oeste

Cualidades temáticas de los itinerarios del paisaje de la vid propuestos


A. Paisaje extendido y lineal / Maipú.
B. Paisaje de contraste / superposiciones y estratos / Luján de Cuyo
C. Paisaje panorámico / A Potrerillo por San Carlos y Tupungato.

Las diferentes formas del paisaje detectadas en este estudio se vinculan y entrelazan en tres itinerarios
propuestos de tal manera que puedan reconocerse las diferencias y singularidades de cada zona de la
vid.
ƒ La propuesta incluiría el reconocimiento de tres tipos de recorridos desde Mendoza y El Gran
Mendoza como puerta y articulación:
1. En el Departamento de Maipú y Guaymallén, incluye la Calle Urquiza (actualmente es el eje más
dinámico del sector). Este itinerario es de forma lineal y ondulante. En sus tramos largos responde a una
línea y en sus tramos cortos gira a 90 grados. Su ritmo es alternado: Es necesario detenerse y
permanecer un cierto tiempo antes de continuar el recorrido. En este itinerario se incluyen: El Museo del
Vino, único en su tipo y la producción y venta de artículos regionales (dulces, frutos secos y aceites).
Característica fundamental: Intimista y vivencial.
2. En el Departamento de Luján de Cuyo, al sur del Río Mendoza, es de forma lineal con ritmos
visuales permanentes hacia la Cordillera que rompen la continuidad de la línea. La construcción de la
imagen del paisaje es mediante fondos o capas superpuestas que se alternan entre el verde y el fondo
ondulado de la Cordillera. Se priorizan los fondos y la arquitectura de las bodegas como figura de primer
plano. Característica fundamental: Perceptivo y de contrastes.
3. En los Departamentos de Tunuyán y Tupungato, el tercer tipo de recorrido es el que corresponde al
más extenso de los propuestos. Es de forma de ameba. Su irregularidad se desprende de los caminos
de altura combinados con caminos productivos a mayor altura que los otros itinerarios. Cada punto de
giro corresponde a otra situación diferente a la anterior. La característica fundamental es la de extensión
e inmensidad.

Esta manera de aproximarse a las formas en el paisaje de la vid mendocina, posibilita establecer
diferencias y semejanzas en cada región de cultivo.
Los itinerarios propuestos incluyen el reconocimiento de formas singulares de cada región, exaltando el
capital de cada una de ellas mediante la construcción de diferentes miradas y modos de apropiación del
paisaje de la vid. Esas miradas del paisaje, son complementarias entre sí. El camino de la comprensión
integral del paisaje comienza por mirar y captar cada itinerario corto y culmina con el conocimiento
integral de los activos naturales y culturales cuando se capta la inmensidad del paisaje en el itinerario
largo.
Se completa la información cuando se han recorrido los tres itinerarios proyectados en los cuales se
integran tres aspectos básicos de esta actividad productiva-turística: El acercamiento al producto (vivir el

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proceso de vitivinificación y experimentar el contacto (por ejemplo Maipú, museo del vino); la inserción
del edificio de la bodega como parte del paisaje (por ejemplo bodegas Norton, Zapata y Chandon en
Luján de Cuyo); el impacto visual del cultivo de la vid inmerso en el paisaje (por ejemplo corredor
productivo) y comprender la inmensidad del paisaje cuyano desde la construcción de una imagen
territorial panorámica.

Bibliografía y datos de información


Libros
LYNCH, K. (1960) “La imagen de la ciudad”, Buenos Aires, Argentina, Ed. Infinito, 4ta. Edición 1976.
NASELLI, CESAR A., “De ciudades formas y paisajes”, Ed. Arquna Ediciones, Paraguay, 1992.
SILVESTRI, Gabriela y Fernando Aliata, art. “El paisaje como cifra de armonía”, Ed. Nueva Visión,
Buenos Aires, Argentina, 2001.
SABATÉ, J. “El eje patrimonial del río LLobregat”, Departamento de Urbanismo de la UPC –
Massachussets institute de off technology, “Proyectando el corredor del LLobregat”, Barcelona, España,
2001.
SABATÉ BEL, J., art. “De la preservación del patrimonio a la ordenación del paisaje” pag. 5, Revista
MW, Marina Waisman, Nº 6, ed. FAUD/ UNC, Córdoba, Argentina, 2003.
SABATÉ BEL J. art. “Paisajes Culturales. El patrimonio como recurso básico para un nuevo modelo de
desarrollo” en Revista Urban nº 9. Madrid, España, 2004.
UNESCO, Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural. Patrimonio Cultural
y Natural. Convenio para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural. Paris 17 de octubre a
21 de noviembre, 1972.
Paginas web consultadas
www.info.imendoza.com.ar, www.bodegasdeargentina.org, www.irrigacion.gov.ar/siph,
www.mendoza.edu.ar
www.archivogeneral.mendoza.gov.ar, www.mendoza.secretariadeturismo.com.ar, www.maipu.gov.ar
www.turismo.mendoza.com.ar

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TEMA 2: PATRIMONIO, EDUCACION Y DIFUSION

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LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL PATRIMONIO
Prácticas de educación patrimonial desde el Museo de Antropología

Mariela Eleonora Zabala


Isabel Roura Galtés

Museo de Antropología, Facultad de Filosofía y Humanidades, UNC

Introducción
El objetivo de este trabajo es propiciar la reflexión crítica acerca de la necesidad de democratizar el
conocimiento generado en ámbitos universitarios sobre el patrimonio cultural. Esto es posible a través de
políticas de Extensión Universitaria que promuevan actividades de Educación Patrimonial destinadas a
distintos sectores de la comunidad.
A partir de indagar sobre el verdadero lugar que ocupa hoy en nuestra sociedad el patrimonio cultural, y
su responsabilidad social y política, se analiza cómo se producen los procesos de patrimonialización, es
decir, cómo llegan determinados bienes y valores a ser considerados patrimonio. Se plantea la
necesidad de involucrar a la comunidad en tareas de recuperación, investigación, conservación
preventiva y valoración de los bienes patrimoniales a través de estrategias de Educación Patrimonial.
Finalmente, se presentan las tareas llevadas desde el año 2004 por miembros del Museo de
Antropología en las jornadas de formación que tuvieron como destinatarios a docentes (del nivel inicial y
primario), fuerzas de seguridad y trabajadores de espacios culturales (museos, bibliotecas, centros
comunitarios, etc.) y que se desarrollaron en el interior de la provincia de Córdoba.
Patrimonio e Identidad: generación de conocimientos regionales
La estrecha relación existente entre el patrimonio y las prácticas propias de la vida de las comunidades
le confieren a aquel su carácter dinámico e identitario. Esto demanda una tarea permanente de análisis
sobre los significados dados como soporte de la memoria colectiva.
El patrimonio de un pueblo está conformado por todos los bienes materiales e inmateriales, heredados o
adquiridos, construidos, muebles e inmuebles, históricos y contemporáneos, que le pertenecen y que
tienen para su comunidad valor testimonial e identitario. Es decir, son elementos patrimoniales aquellos
en los que un grupo humano puede encontrar parte de su pasado y desde allí construir su identidad.
La identidad –entendida como aquello que es inherente a un grupo social y que se basa en rasgos,
modos y conductas comunes que se han ido consolidando y enriqueciendo en el tiempo- se construye
individual y colectivamente a lo largo de la historia, no es estática, sino que está en constante
fluctuación.
De esta forma es posible reconocer los vínculos existentes entre las zonas arqueológicas y la sabiduría
de sus habitantes actuales; los vínculos entre los archivos y los recuerdos de la memoria colectiva; los
vínculos entre las grandes obras artísticas y arquitectónicas de cualquier época con las muestras

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permanentes de la sensibilidad popular que se manifiesta en textiles, cerámicas, comidas o danzas
tradicionales.
De acuerdo con Godelier (1998: 287-288) “los grupos humanos conservan para sí bienes, relatos,
nombres y formas de pensamiento, que posteriormente transmiten a sus descendientes”. Estos bienes,
tangibles e intangibles, guardan realidades temporales que conducen a los individuos y grupos humanos
a sus orígenes permitiéndoles la construcción de identidades, y asentar y legitimar sus pautas culturales.
Las pautas culturales de una sociedad se constituyen con el entramado de habilidades, conocimientos,
formas de organización social, formas de comunicación, valores, actitudes, símbolos y bienes materiales
que son aprendidos por sus miembros, transformados y reproducidos de generación en generación.
Según esta perspectiva antropológica, todos los individuos que pertenecen a algún sistema social
organizado, tienen cultura porque la vida en sociedad exige a todos el manejo de elementos culturales
(valores, símbolos y otros rasgos que forman parte de la cultura del grupo) indispensables para participar
en la vida social. De esta forma las sociedades crean y recrean permanentemente sus conocimientos
regionales.
El patrimonio es, entonces, una “construcción social” y como tal permite fortalecer las identidades
culturales de las personas involucradas en el proceso de patrimonialización y generar conocimientos
regionales propios.
Procesos de patrimonialización ¿cómo se producen?
El factor determinante para que un bien cultural se convierta en patrimonio es “su carácter simbólico, su
capacidad para representar simbólicamente una identidad. Esto es lo que explica él cómo y el porqué se
movilizan recursos para conservarlo y exponerlo”. (Prats, 1997)
Para ser considerados patrimonio, los bienes culturales han atravesado previamente un proceso de
selección y de valoración como referentes simbólicos de una determinada identidad. La sociedad -o
sectores de ella-, confiere a algunos bienes, y no a otros, valor de uso, valor material, simbólico,
histórico, emotivo o económico.
Los criterios de selección no son fijos e inamovibles. La valoración de los bienes cambia en función del
tiempo y de los diferentes contextos culturales desde los que se analicen. Tampoco son fijas las
interpretaciones de ese patrimonio que se construyen en el discurso social, lo resignifican y le otorgan
nuevos sentidos.
Pero, para que estos bienes sean capaces de movilizar recursos para su conservación y difusión como
bienes patrimoniales, deben atravesar un nuevo proceso, el de activación patrimonial, que se lleva a
cabo desde alguna instancia de poder, sean los poderes políticos (gobiernos) como las oposiciones y la
sociedad civil (mediadores culturales) siempre que tengan algún poder para activar ese patrimonio. De
acuerdo con Llorenç Prats:

“La naturaleza, la historia y la inspiración creativa vienen a ser los lados de un triángulo dentro del cual
se integran todos los elementos potencialmente patrimonializables (…) cualquier cosa (material o
inmaterial) procedente de la naturaleza, de la historia o de la inspiración creativa se incluye dentro de los
límites del triángulo y cualquier otra cosa que no tenga esta procedencia, no. El contenido de este
triángulo se constituye, pues, en un pool virtual de referentes simbólicos patrimoniales. Lo cual no quiere

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decir que todos sus elementos constituyan automáticamente patrimonios, sino que son potencialmente
patrimonializables, que es muy distinto. Para constituirse en patrimonios o, mejor, en repertorios
patrimoniales, deben ser activados”. (Prats, 1997:15)

De este triángulo patrimonial pueden emerger bienes de la naturaleza (especies o áreas naturales)
culturalmente seleccionados por su capacidad simbólica; bienes y valores de la historia (entendiendo a la
historia no sólo como pasado, sino en continuidad con el presente y el futuro); y personas y obras
provenientes de la excepcionalidad cultural, (los individuos y sus obras, que trascienden las capacidades
culturales que rigen para el común de los mortales, desafiando el orden social y afirmando la fuerza del
individuo más allá de los límites culturales).

La capacidad simbólica de estos bienes depende de otros factores relacionados, como por ejemplo la
contextualización de esos bienes dentro de prácticas y discursos y el nivel de aceptación social que
tengan esos referentes y sus significados. Esta capacidad que tienen algunos bienes para actuar como
referentes simbólicos resulta evidente cuando se alude a áreas naturales, monumentos o edificios, pero
¿cómo un bien de la vida cotidiana, tangible o intangible, puede convertirse en patrimonio? Krzysztof
Pomian explica el proceso que atraviesan los objetos patrimoniales de la siguiente manera:

“primero es una «cosa», cuando tiene un valor de uso en el aparato productivo; luego es «desecho»,
cuando deja de tener esa función, porque está viejo, deteriorado o es obsoleto; finalmente se transformó
en «semiófaro», es decir, un objeto con características visibles que pueden recibir significaciones cuando
se lo exponga en el museo. Un objeto «cosa» convertido en «semiófaro» ya no puede ser percibido
como lo era en su forma original”. (Pomian, citado por Candau, 2006: 96)

Los bienes culturales son patrimonio desde el momento en que un grupo humano los selecciona porque
reconoce en ellos valores identitarios y/o testimoniales. De este modo son legitimados por el grupo social
que les otorga significado. La atribución de valores determina qué bienes pasan a formar parte de los
procesos de investigación y gestión de ese patrimonio, de manera que, de la valoración depende, en
primera instancia, qué patrimonio es estudiado y cuál es relegado a un segundo plano o, incluso, al
anonimato social, económico, político o científico.
El reconocimiento por parte de entes estatales u organizaciones internacionales, que se logra mediante
actividades de gestión del patrimonio, contribuye a legalizar estos bienes y, además de significar una
garantía de protección frente al expolio, el deterioro u otros abusos, es el medio propicio, generalmente,
para obtener los recursos necesarios para su conservación.
Educación Patrimonial: vínculo entre patrimonio y sociedad
La Educación Patrimonial pretende despertar la inquietud por conocer el patrimonio, no sólo en los
especialistas, sino en todos los ciudadanos. Es una propuesta tendiente a retomar el hilo de nuestra
propia historia, a poner el patrimonio cultural al servicio del presente, de acuerdo con la naturaleza de
los bienes que lo integran, materiales o intangibles, para que a partir de su conocimiento y su valoración
se activen las capacidades creadoras de todos, y sea posible legarlo a las generaciones futuras.

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Planteada en esos términos, la Educación Patrimonial permite reconstruir y afianzar los lazos entre el
patrimonio cultural y la movilización consciente de sectores cada vez más amplios de la población, con
el objetivo de que las personas y grupos sociales sean capaces de reconocer y defender los bienes y
valores con los que se identifican. Así también aportar a la formación de ciudadanos capaces de gozar
de sus derechos a la cultura.
Es por eso que, desde el punto de vista antropológico permite la construcción de identidades
nacionales plurales y respetuosas de la diversidad cultural, de los valores democráticos y de los
derechos humanos.
El patrimonio ha tenido y tiene en las distintas sociedades un papel importante como legitimador de las
acciones políticas, culturales y sociales. Educar en patrimonio implica realizar tareas de difusión,
diálogo, confrontación y concientización ciudadana que permitan a la comunidad descubrir y reconocer
los mensajes que transmiten los referentes patrimoniales, en su calidad de símbolos que hacen
referencia a determinadas identidades. De esta manera, es posible que las personas se involucren en la
conservación y en la búsqueda de estrategias de uso sustentable de sus referentes patrimoniales.

EL ROL DE LOS MUSEOS EN LA EDUCACIÓN PATRIMONIAL


Los museos son espacios socialmente legales y legítimos para seleccionar, investigar, conservar y
difundir los estudios sobre el patrimonio que custodian. En un acápite anterior nos referíamos a los
objetos expuestos en los museos como “objetos semiófaros”, ya que a partir de ese momento será
susceptible de recibir nuevas significaciones, distintas a su significado original. Cuando los objetos
patrimoniales que custodia un museo han perdido o están perdiendo parte de su significado para los
visitantes, es decir, cuando se convierten en maquinas o elementos obsoletos desde el punto de vista
funcional, es necesario crear elementos de mediación entre objeto y visitante. Estos elementos, más allá
de simples textos o etiquetas de identificación, son claves que permiten interpretar y comprender los
objetos museísticos. Si los museos, tal como lo manifiesta la definición de ICOM, deben estar al servicio
de la sociedad y de su desarrollo, la necesidad de desarrollar la exposición presentando los objetos de
forma clara, utilizando estrategias de mediación para hacer comprensible los significados a un público
diverso, se convierte en una prioridad.
En las últimas décadas del siglo pasado, coincidentemente con la democratización de los Estados
Nacionales en el Cono Sur, los museos fueron asumiendo la responsabilidad de educar a los ciudadanos
produciendo exhibiciones interpretativas con distintos niveles de complejidad de las lecturas,
diversificando sus visitas y generando propuestas educativas innovadoras para personas con
capacidades especiales, minorías étnicas, de la tercera edad, de género, entre otras. Todo esto ha
permitido que más personas vean en los museos un espacio de aprendizaje, esparcimiento y ocio.
A través de las exhibiciones los museos se proponen provocar e interpelar a los visitantes para fomentar
sus deseos de conocer y descubrir nuevos saberes en su diálogo con los objetos que son el testimonio
de otras culturas, pasadas o presente, y sirven de soporte para la construcción de la memoria. Al
respecto, Annette Weiner en considera que:

“algunos objetos deben ser guardados y conservados porque afirman con rotundidad una serie de

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identidades y por lo tanto, la existencia de una serie de diferencias de identidades entre los grupos que
integran una misma sociedad. Asimismo estos objetos no donados y guardados gozan del mayor valor
simbólico que puede tener un bien”. (Weiner citado por Godelier, 1998: 54)

Pero, cualquier museo que pretenda ser una institución “al servicio de la sociedad y de su desarrollo”
debe ocupar un papel más importante como nexo entre el patrimonio y la sociedad, difundiendo los
resultados de las investigaciones que en él se llevan a cabo y estableciendo nuevos lazos con la
sociedad.

Prácticas educativas del Museo de Antropología


El Museo de Antropología pertenece a la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad
Nacional de Córdoba. Las tareas de Educación Patrimonial que se llevan a cabo desde este Museo
Universitario se plantean como instrumentos de democratización y extensión de la cultura y la ciencia,
tendientes a la inclusión social y cultural.
El trabajo con la comunidad, comunicando los resultados de la investigación científica realizada a partir
del estudio de las producciones humanas, es parte fundamental de la tarea educativa que se desarrolla.
Por otra parte, las actividades de investigación sobre el patrimonio que se llevan a cabo permiten la
elaboración de conocimientos regionalizados -surgidos del propio medio-, que es necesario devolver a la
comunidad, para promover su valoración.
Bajo estos criterios, el museo, entre sus múltiples propuestas didácticas, lleva a cabo desde el año 2004
jornadas de formación en el interior de la Provincia de Córdoba, a partir del patrimonio que cada
comunidad posee y reconoce como tal, con el propósito de promover un desarrollo sustentable de estas
comunidades.
Las jornadas de formación tienen como objetivo general, dar a conocer y valorar las evidencias
materiales del hombre y su ambiente con el fin de contribuir al fortalecimiento de la identidad regional. La
planificación de estas jornadas educativas se realiza con los miembros de la comunidad que se acercan
a solicitar información sobre las actividades de formación que se brindan, para pedir información acerca
de los bienes patrimoniales de su localidad o para solicitar servicios de arqueología pública.
Los ejes conceptuales sobre los que se trabaja son patrimonio cultural e identidad. En Educación
Patrimonial, la idea de patrimonio se construye grupalmente, lo que implica para los docentes una
necesaria tarea de investigación previa sobre cada región en la que se trabajará, y la elaboración de un
diagnóstico que permita generar material didáctico pedagógico específico para cada jornada y grupo
destinatario. Los diferentes materiales didácticos elaborados hasta la fecha se pueden sintetizar en:
fichas didácticas, cuadernillos, guías de actividades y material didáctico editado en cd.
La metodología de trabajo es aula taller, buscando lograr una participación activa de los asistentes. Los
recursos didácticos que se emplean son imágenes, música, aromas de plantas y objetos arqueológicos e
históricos del departamento con el fin de sensibilizar y movilizar la evocación de la memoria de los
participantes. En todas las experiencias que se han llevado a cabo -con personas de distintas edades,
con diferente grado de formación y con diversas inquietudes-, cuando se proponen vínculos personales
con los objetos, surgen memorias e identidades grupalmente compartidas en la comunidad involucrada,

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
a partir de las cuales es posible comenzar a construir los conceptos de patrimonio e identidad.
Estas experiencias, llevadas a cabo en localidades muy diversas y con grupos destinatarios
heterogéneos permiten construir un aprendizaje mutuo, ya que quienes coordinamos los encuentros
descubrimos problemáticas patrimoniales distintas y específicas, asociadas a cada región de la
provincia, que demandan aproximaciones singulares.
Dentro de la comunidad educativa, aún a pesar de la diversidad, hay realidades que se repiten en
distintos escenarios:
hay docentes de escuelas rurales que desconocen el patrimonio del lugar donde dictan clases. Muchos
de ellos no son lugareños y, además, se han capacitado en centros de formación urbanos.
mediante las distintas actividades de taller planteadas (interpretativas, de diálogo, de debate, etc.) la
mayoría de las veces es posible observar que, aún desconociendo la significación conceptual de
patrimonio, los docentes han llevado a cabo intuitivamente experiencias didácticas con su grupo clase
cuyos temas y objetivos son afines a los valores de la educación patrimonial (responsabilidad,
compromiso social, solidaridad, cooperación y respeto) desde un marco conceptual que tiene en cuenta
el desarrollo sustentable, el enfoque sistémico y el pensamiento complejo; y con una metodología que
apela a instancias de sensibilización, reflexión, diálogo y participación.
otra observación que realizan con frecuencia los docentes es que carecen de material bibliográfico
regionalizado para abordar la temática patrimonial con sus alumnos.
Otra propuesta de Educación Patrimonial, dirigida a la Policía Ambiental de la Provincia de Córdoba y
Personal de Aduana, permitió destacar algunos problemas comunes que atraviesa el personal policial
de la Provincia en los diferentes espacios en donde a ellos se corresponde actuar:
la falta de concientización ciudadana sobre el cuidado de lo que es de dominio público.
La falta de recursos educativos y de personal para evitar el “huaqueo” y el tráfico ilegal de bienes
patrimoniales.
La necesidad de generar estrategias de desarrollo que incluyan al patrimonio (por ejemplo a través del
turismo), en lugar de verlo como impedimento para el progreso.
Estas actividades ponen de manifiesto la inquietud de amplios sectores de la sociedad por conocer y
defender su patrimonio, y el deber de las instituciones de comunicar y propagar el conocimiento para que
ello sea posible.

A modo de síntesis
Reconociendo la importancia de conocer las riquezas patrimoniales de cada región hablamos de
memoria como herramienta que supera el mero relato de episodios del pasado, y nos permite
posicionarnos críticamente frente a la historia, para comprender cómo un mismo hecho afecta de
distintas maneras a las personas de una misma comunidad. Esa memoria compartida cobra un
significado muy distinto para unos y otros, poniendo en evidencia que la identidad colectiva no es un dato
unívoco, sino que se construye a partir de cada una de las personas que habitan un determinado
territorio. Cualquier enunciado sobre identidad es sólo una representación ideológica de la misma, que
responde a las ideas y valores previos de quien observa los hechos, los interpreta y los traduce en
enunciados.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Los bienes patrimoniales, tanto materiales como inmateriales, son fuentes en donde se pueden “leer” los
enunciados sobre identidad y descubrir la ideología que los sustenta.
A partir de nuestra experiencia en este tema hemos querido contar cómo, mediante estrategias de
Educación Patrimonial, es posible democratizar el conocimiento sobre el patrimonio cultural generado en
ámbitos universitarios, y es posible involucrar a la comunidad en tareas de recuperación, investigación,
conservación preventiva y valoración de sus bienes patrimoniales.

Bibliografía
CANDAU, Joel (2006) Antropología de la memoria. Ed. Nueva Visión, Buenos Aires.
Estatutos del Consejo Internacional de Museos. Aprobados por la 16ª Asamblea General del ICOM. (La Haya, Países Bajos, 5 de
septiembre de 1989) y modificados por la 18ª Asamblea General del lCOM (Stavanger, Noruega, 7 de julio de 1995)
GODELIER, Maurice (1998) El enigma del don. Ed. Paidos, Buenos Aires.
PRATS, L. (1997) Antropología y Patrimonio. Ed. Ariel, Barcelona.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
EL PATRIMONIO CULTURAL, EL DERECHO A LA IDENTIDAD Y LAS
PERSONAS CON CAPACIDADES DIFERENTES
Propuesta para un análisis

Dra. Susana Parés


Universidad Nacional de Córdoba
ICOMOS

a.- Ciudad y Vida urbana.-

La ciudad puede describirse- según propone la polis griega- como una confederación de grupos
constituidos antes que ella y que la ciudad deja subsistir. La ciudad como organización nace en Atenas
con la impronta de ser una sociedad ética, política ,religiosa y una asociación económica y cultural.
Asertivamente puede sostenerse - en apretada síntesis-que la institución se constituye, en el sustractum
de la democracia actual, vinculada de modo inescindible con esta forma de vida en comunidad .-
La vocación del hombre a vivir en sociedad ya fue descripta por Aristóteles al sostener que:
“... El hombre es sociable por naturaleza y no puede vivir aislado, por eso propende instintivamente a la
asociación política". Esta condición es la que lleva al hombre a vivir en sociedad, que además se
traduce en distintas formas de organización, siendo la primigenia la ciudad o polis y alcanza como grado
máximo la estructura de nación, que se constituye en el sustento imprescindible del Estado.
El Hombre tiene un modo concreto de utilizar el medio físico donde se desenvuelve (vida diaria, pública,
privada, desplazamientos, aprovechamiento de recursos) y esta manifestación de la vida urbana, refleja
el sistema cultural, económico y social en que se estructura un grupo.
Es así que la organización espacial de la vida en sociedad es una expresión de la organización que ha
asumido en las áreas políticas culturales y económicas.-
Después de la Primera Guerra Mundial (XX) se ha producido una cada vez mayor intervención del
Estado en la vida social. Mereciendo destacarse lo referente a la ordenación territorial o urbanística y la
consecuente responsabilidad del Estado en las regulaciones, acciones u omisiones. Se utilizan así
distintas técnicas de gestión del espacio urbano. La ordenación urbanística aparece integrada tanto por
las disposiciones legales como por las prescripciones establecidas en los planes respectivos, aprobados
por un órgano deliberativo. Y se agrega: es potencialmente esa regulación la que puede generar un
agravio al derecho de identidad, en tanto puede modificar sustantivamente el entorno consolidado como
integrante del acervo cultural.-

b.- Globalización.-
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Es necesario incorporar estos conceptos en el proceso de globalización donde la identidad urbana,
como manifestación de un tejido de redes sociales , económicas, culturales, históricas, es objeto claro de
un formidable embate de ideologías en los que la solidez de los perfiles propios deben ser
cuidadosamente observados para no perder la perspectiva de lo esencial, propio y distintivo.
Las identidades de los pueblos son “per se“ legitimadoras de la convivencia entre las comunidades, con
las peculiaridades que los hacen propios, generando en la sociedad que reproducen la necesaria
vocación de su preservación .
La globalización tiende - como consecuencia disvaliosas - a producir el desarraigo de las personas,
cosas, costumbres, tradiciones e ideas sustituyéndolas por otras que - allí reside el peligro - no son
consecuencia de proceso de intercambio y crecimiento, sino, la mayoría de las veces, de una imposición
no controlable por quien debe asumirla pasivamente.
Así en el nuevo sistema económico mundial, el papel de las ciudades respecto a las Naciones y los
Estados va cambiado. Es un hecho de la realidad que en el mundo actual las ciudades importantes
funcionan con actividades que son reflejo de la organización de la economía mundial.
Por eso el Derecho como reflejo de la sociedad en la que tiene vigencia debe ser interpretado sin
perder de vista esta candente problemática y quienes son actores del mismo deben procurar que las
herramientas jurídicas existentes sean hábiles para responder a las necesidades de los tiempos.-
La cuestión no es menor a poco que se repare en las previsiones Constitucionales de Ibero América se
advertirá la diferencia - si se realiza un corte ideal - en las normas referidas en la década del 60 del
siglo XX y las que se aprecian en las vigentes a la fecha en lo referente a la cultura y su tutela.-

c. Identidad Cultural y Colectiva.-

En este orden de ideas aparece que cada individuo está encadenado a su propia identidad sin ser
susceptible de cambios. Esta identidad es también un reflejo del medio donde la persona está inserto y
además influye a ese mismo medio.
La identidad ayuda a reforzar la solidaridad social y refuerza vínculos contra intromisiones y evita
conducir al sectarismo o a la exclusión.-
Los núcleos urbanos constituyen un elemento fundamental en la organización de un territorio, por ser
protagonistas del desarrollo del hombre en comunidad y modelo de estructuración social. Es así como
las ciudades y sus valores patrimoniales son la expresión de la cultura de su pueblo y su quehacer
cotidiano constituye la materialización de una idea , que crece y se desarrolla con el esfuerzo en
común, como expresión de capacidades y contradicciones, coronando finalmente como una
manifestación de la evolución del hombre viviendo en sociedad.-
Entre estos, algunos bienes tienen una “cualidad” que se manifiesta cuando la comunidad le asigna un
valor “identificatorio” como perteneciente a su identidad cultural.
Es la sociedad la que le asigna un valor intrínseco que a veces escapa a las consideraciones históricas,
artísticas, políticas y se vincula con la idiosincrasia profunda del lugar, independiente de la titularidad
dominial.-
El Estado no siempre tiene la posibilidad de expropiar y en consecuencia ingresar al patrimonio

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público, aquellos bienes que resultan significativos para la sociedad ,con lo cual un número elevado de
bienes que tienen “significación “ por cuanto la comunidad le ha asignado un valor referencial
identificatorio, quedan en una situación de compleja vulnerabilidad. Algunos bienes legitiman su
presencia continua como una reserva de la memoria colectiva y que aunque reconocen un carácter
representativo, tal posición no alcanza para obtener un régimen de tutela efectiva, que es el reflejo de un
derecho a la identidad cultural que en forma individual o colectiva tienen las personas.
Ya no se duda, que la riqueza histórico, artística o cultural lejos de ser vista como una mera referencia
del pasado representa uno de los factores esenciales en la formación de la sociedad y por lo tanto en la
reafirmación de sus señas de identidad y en el desarrollo socio- económico de un territorio.-
Identificar a una persona de las demás implica la posibilidad de verificar los caracteres que permiten
distinguir a una de todas las demás es decir individualizar al sujeto sobre la base de un conjunto de
caracteres y datos extendiéndolos a otros aspectos referidos al conjunto de valores espirituales que
definen la personalidad de cada sujeto . La identidad de cada persona no se limita a sus signos
distintivos sino comprende todos sus atributos y calidades, sus pensamientos en la medida en que se
tradujeran en comportamiento efectivos en conductas intersubjetivas, es decir siempre que se
proyectaran socialmente. La importancia de este concepto ha sigo magníficamente señalada por Carlos
Fernández Sessarego al decir: “...La vida, la libertad y la identidad conforman una trilogía de intereses
que podemos calificar como esenciales entre los esenciales...”
Es oportuno destacar que la identidad cultural de los pueblos es una manifestación de su patrimonio
intangible, que fuera referido en la Declaración de la Conferencia de Helsinki. Por cuanto los elementos
intangibles son un valor incorporado a otros elementos o vestigios materiales que evidencian la
verosimilitud histórica y su significado.-
También resulta interesante la perspectiva en virtud de la cual se consulta si esta identidad se
extiende al individuo como un reflejo la identidad de la colectividad.
Aparece así a partir de la segunda mitad del siglo XX, la problema de identidad cultural. A la fecha se
encuentra también individualizado el concepto de Identidad colectiva. Este puede ser descrito como un
conjunto de notas o rasgos comunes que tienen los entes lo que permite reconocerlos y diferenciarlos de
los demás.
Socialmente implica que todos o la gran mayoría de sus miembros tienen ciertos rasgos comunes, los
reconocen y tienen conciencia de ello.-
Así se ha sostenido que la Identidad nacional, como manifestación de identidad colectiva, es un
sentimiento de pertenencia a una nación, conciencia colectiva de un” ser “que nos une pese a nuestras
diferencias y que constituye un ramillete de vivencias y características compartidas.
Y ya no se duda, que la riqueza histórico, artística o cultural lejos de ser vista como una mera
referencia del pasado representa uno de los factores esenciales en la formación de la sociedad y por lo
tanto en la reafirmación de sus señas de identidad y en el desarrollo socio-económico de un territorio y
obliga también a otorgarles un reconocimiento explícito como parte necesaria de la estrategias de
desarrollo para cualificar, valorizar y reanimar los espacios y las ciudades a los que se integran ,
procurando la inserción de todos los integrantes de la sociedad en sus diversidades.-

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
d.- Personas con capacidades diferentes.-
Los espacios donde las comunidades desarrollan sus actividades, son percibidos y usados de manera
diversa por los habitantes, no hay unanimidad en el uso, por cuanto para ello inciden la pluralidad social,
los gustos individuales, las costumbres y las aptitudes físicas hacen que cada uno tenga una práctica
propia.-
En esta instancia resulta necesario precisar que el abordaje de esta cuestión se refiere a la significación
–diversa- que para las personas con capacidades diferentes, tiene el patrimonio cultural. Quedando
excluido el tratamiento de lo referido a los obstáculos que, en la vida cotidiana enfrentan las personas
con capacidades diferentes, por exceder el objeto del presente.-
Según los datos del INDEC, las personas con capacidades diferentes en nuestro país alcanza a 7,1%,
de la población total, lo que lleva a estimarlos en más de dos millones de individuos en el año 2004.- Los
que han sido a su vez clasificados por sexo, edad, situación laboral e imposibilidades concretas
(motores, visuales, auditivas, neurológicas- en ese orden porcentual de mayor a menor.-).

e.- Núcleo del asunto.

En este trabajo - apartado lo que se refiere a los obstáculos urbanos que padecen las personas con
las discapacidades censados por INDEC- el núcleo radica en dilucidar: a) si este grupo, está
representado cuando la sociedad “asigna” un valor representativo a un bien cultural , b) en la misma
medida, si lo está cuando se producen modificaciones dramáticas al patrimonio o al entorno urbano (
mas allá de los impedimentos arquitectónicos), c) ¿cuál es la perspectiva en la interpretación de la valía
como patrimonio cultural que se realiza desde una realidad diversa? y d) ¿ es posible, con las
herramientas actuales (legales, técnicas), que las personas con capacidades diferentes accedan
íntegramente en su diversidad al goce del patrimonio cultural?.
Es necesario recordar que los bienes culturales reconocen la asignación de un valor :artístico, histórico,
estético, costumbrista, etc. que le es proporcionado por una valoración de la comunidad. De tal
reconocimiento deriva – como colofón necesario- el “disfrute” individual y colectivo.-
La exclusión y discriminación de las personas con capacidades diferentes, se concretarían en la medida
en que el acceso y disfrute de los bienes les está impedido o dificultado y fundamentalmente en la falta
de participación en el proceso de selección de bienes culturales.- Ello trae como consecuencia que
quienes en orden a sus inhabilidades personales encuentran diariamente dificultades; quedan apartados
de diversos aspectos de la vida urbana. Lesionándose así derechos de raigambre constitucional, por no
articularse instrumentalmente los medios que faciliten su participación en todo el proceso.-
Excepto lo referido a la eliminación de las denominadas “barreras arquitectónicas” avances en los
procesos de señalización, utilización del idioma de señas en los medios de comunicación audiovisual, no
se encuentra referencias concretas al examen de la perspectiva de los bienes culturales (como
elementos que objetivan la identidad cultural) que tienen las personas con capacidades diferentes. Si
un bien cultural es tal, porque representa como seña identificatoria a un grupo – comprendiendo todas y
cada una de las “diversidades” , aparece como disvalioso que en el siglo 21 no aparezcan el “consenso”
de un grupo que comprende entre el 7 % de las personas que lo integran.-

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La plenitud integro del ejercicio de este derecho que tienen las personas con capacidades diferentes
implica la posibilidad de la utilización de todas sus habilidades y en la medida de sus inhabilidades.-

Conclusión
La plena participación de todos los integrantes de la sociedad sin exclusiones y discriminaciones,
habilitará la existencia de bienes culturales que respeten la diversidad de los miembros de la
comunidad.-

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PATRIMONIO CULTURAL MATERIAL Y EDUCACIÓN
Algunos aportes desde la reflexión pedagógica

Lic. Prof. Claudio Javier Sentana

Facultad de Educación – UCC

Sinopsis

En esta ponencia se presentan algunas perspectivas generales a partir la reflexión pedagógica en torno
al lugar que ocupa la educación en la problemática del patrimonio cultural material.
Empleando el principio de ‘educación permanente’ y el concepto de ‘universo educativo’ pretende brindar
una categoría teórica que permita caracterizar y contextualizar todas las formas en que se manifiesta o
podría manifestarse el aprovechamiento de la potencialidad educativa que reviste el patrimonio cultural
material y, en consecuencia, ofrecer un aporte teórico/pedagógico novedoso para ser empleado, entre
otros, para el logro de los objetivos de los diseños de administración del patrimonio cultural material.

Introducción

La preocupación por la temática del patrimonio cultural material es una cuestión bastante reciente en
nuestras sociedades, tanto en el ámbito académico como en la opinión pública.

En efecto, fue durante las últimas décadas del siglo XX donde se ha observado una creciente inquietud a
nivel mundial acerca de los peligros y amenazas que afrontan la diversidad cultural de los pueblos y el
patrimonio natural y cultural en el planeta, cuya causa más notable suele ser atribuida al avance de la
cosmovisión occidental a través de los procesos de globalización y mundialización.

En este contexto, las numerosas problemáticas relacionadas con el patrimonio cultural material han sido,
y siguen siendo, materia de estudio para numerosas disciplinas como son por ejemplo la antropología, la
arqueología, la arquitectura, el derecho, la administración y la política entre otras, las cuales desde su
especificidad han contribuido a la gestión, preservación, salvaguardia y difusión de los bienes culturales.
Es por ello que en esta oportunidad queremos plantear la posibilidad de continuar enriqueciendo el
estudio del patrimonio cultural desde el aporte de la pedagogía, ya que se trata de una disciplina que
hasta el momento no ha tenido una participación semejante al resto de las disciplinas mencionadas en el
párrafo anterior. Esta apuesta implicará para la pedagogía el desafío de dirigir la mirada más allá del
hecho educativo escolar, al que tradicionalmente se lo ha considerado como objeto formal, y casi

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
exclusivo de estudio.
Por lo tanto, el eje central de nuestro trabajo girará en torno a un intento por conceptualizar el patrimonio
cultural material señalando algunas perspectivas generales en torno a la posibilidad de aprovechar su
potencialidad educativa a partir de las especificidades que caracterizan a las diferentes dimensiones que
componen el universo educativo, el cual por su propia naturaleza constituye el marco en el que se
configuran las subjetividades, se construye ciudadanía, en el que se pueden consolidar las identidades
arraigadas a la propia geografía o no, y todo ello a través de la transmisión, valoración y preservación de
la memoria y de la diversidad cultural de los pueblos.

De este modo intentamos ofrecer un aporte teórico novedoso desde el campo pedagógico que podrá ser
empleado, entre otros, para el logro de los objetivos de los diseños de administración del patrimonio
cultural material.

Desarrollo

Para poner en perspectiva la importancia de la relación que pretendemos establecer entre ‘educación y
patrimonio cultural’ consideramos oportuno en primer término conceptualizar al patrimonio cultural
material y, en segundo lugar, hacer referencia a la génesis de este planteo en algunos documentos
internacionales (UNESCO) en los que se ha puesto de manifiesto la gravedad de la temática en cuestión.

El concepto de ‘patrimonio’, de acuerdo a la definición de la Real Academia Española, se refiere al


“conjunto de bienes propios”, es decir, se trata de objetos materiales que pertenecen a un sujeto
determinado. Pero resulta interesante cotejar la diferencia que se puede establecer entre este concepto
y el concepto de ‘herencia’, al que la lengua española define como “conjunto de bienes, derechos y
obligaciones que, al morir alguien, son transmisibles a sus herederos o a sus legatarios”.

Esta última definición nos remite a bienes que no sólo tienen valor material, sino, y por sobre todo,
transportan cierto valor ‘intangible’ que liga a diferentes sujetos a través del tiempo.
Según Ballart (1997),
…la noción de patrimonio aparece históricamente cuando un individuo o grupo de individuos identifica
como propio un objeto o conjunto de objetos. Es el indicio fundamental que prueba que se ha producido
una clara separación en la mente humana entre entorno natural y el entorno creado artificialmente. El
entorno natural está hecho de elementos… que existen previamente e independientemente del ser
humano… (sobre los que) actúa para satisfacer sus necesidades y producir cosas. El entorno artificial o
cultural es el resto, todo aquello añadido por la acción del hombre, por lo tanto relacionado con su
condición. El hombre…se apropia de parte del entorno artificial…; y al desaparecer deja ese patrimonio
(casa, utensilios, campos) a sus descendientes. (Así) el paso del tiempo produce en los hombres la
noción de pasado… para referirse a aquello que se recibe del pasado se utiliza el término ‘herencia’. La
herencia… conecta vía objetos físicos unos seres con otros, los hombres y mujeres de ayer con los
hombres y mujeres de hoy. Por medio de los objetos el pasado viaja al presente y la cultura fluye

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
(BALLART, 1997 en HERNÁNDEZ LLOSAS, 2002:127).
En consecuencia, podríamos afirmar que el término ‘patrimonio cultural material’ hace referencia a una
‘construcción histórica’, y a una suerte de ‘síntesis’ entre la dimensión material que revisten los objetos
artificiales y una dimensión intangible que los atraviesa, la cual se define por el protagonismo cultural que
estos objetos han tenido en algún momento del pasado próximo o lejano de los pueblos y que, además,
forman parte constitutiva de la ‘identidad’ de los mismos.

De igual modo, podríamos afirmar que el patrimonio cultural no tiene existencia como ‘entidad
independiente’, sino que adquiere su status siempre en relación a una comunidad que lo define, legitima
y asume como propio a través de una “trama de significaciones” (Cfr. GEERTZ, 1987) que los mismos
sujetos van construyendo en un espacio y tiempo determinados.

Actualmente se asume que la sociedad a la que pertenecemos es producto del pasado, pero
éste ha perdido la confraternidad que debería tener con el presente, convirtiéndose en un hecho extraño
y ajeno al hoy. Por lo cual sostenemos que se trata de una de las tantas consecuencias que trae
aparejada la posmodernidad y de la globalización en las que acrecentándose los flujos migratorios, los
flujos de información, la segregación espacial, la marginalidad, la pobreza y la alienación cultural se llega
a un empobrecimiento de los procesos de filiación y enraizamiento, en los que tiene un lugar destacado
la praxis educativa.

De esta forma sostenemos que el patrimonio cultural constituye un documento excepcional de nuestra
memoria histórica y, por ende, clave en la capacidad de construcción de nuestra cultura, en la medida
que nos posibilita verificar acumuladamente las actitudes, comportamientos y valores implícitos o
adjudicados de la producción cultural a través del tiempo.

En resumen, concebir al patrimonio cultural material como una ‘construcción histórica’ según nuestra
perspectiva implicaría reconocer la existencia de al menos tres variables fundamentales que inciden en
este proceso: la presencia de un grupo humano que produce ‘cultura’, ‘significación’ o ‘valoración’ con la
que ese grupo humano inviste a determinados objetos materiales atribuyéndoles una posición de
privilegio por sobre cualquier otro producto de la cultural material, y la tercer variable que se encuentra
relaciona de forma directa con las anteriores, y es la cuestión de la ‘identidad cultural’, la ‘identificación’ y
los enlaces ‘afectivos’ que se establecen entre los grupos humanos y determinados bienes. Dichas
variables se configuran como elementos fundamentales a considerar al momento de estudiar y
administrar el patrimonio cultural.

El planteo sobre la génesis de la preocupación internacional por vincular a la educación en la


problemática del patrimonio cultural nos remite la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial
Cultural y Natural de la UNESCO (1972) la cual surgió del deseo de proteger el patrimonio y lograr, de
este modo, transferirlo intacto a las futuras generaciones. Esta situación dio origen a la necesidad de
instalar y propiciar la generación de modelos de administración, enraizados en la idiosincrasia de cada

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
lugar y nutridos por los aportes que brindan diferentes disciplinas científicas, como son el derecho, la
historia, la arqueología, la arquitectura la pedagogía, entre otras.

La Convención mencionada en el párrafo anterior, dedica una sección (la VI) a la Educación y en su
artículo 27 llama a todos los estados firmantes a “Procurar por todos los medios apropiados, y en
particular, a través de programas de educación e información, a reforzar la apreciación y el respeto de
sus pueblos por el patrimonio cultural y natural”.

De igual modo, la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO en
2003, en su Sección III, hace referencia a las medidas que los Estados Partes deben tomar en materia
educativa en los diferentes sectores en donde se manifiesta el hecho educativo con el objeto de:
asegurar el reconocimiento, el respeto y la valorización del patrimonio cultural inmaterial en la sociedad,
en particular mediante: programas educativos, de sensibilización y de difusión de información dirigidos al
público, y en especial a los jóvenes; programas educativos y de formación específicos en las
comunidades y grupos interesados; actividades de fortalecimiento de capacidades en materia de
salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, y especialmente de gestión y de investigación científica; y
medios no formales de transmisión del saber; promover la educación sobre la protección de espacios
naturales y lugares importantes para la memoria colectiva, cuya existencia es indispensable para que el
patrimonio cultural inmaterial pueda expresarse.

En consecuencia según nuestra opinión la tarea de administrar el patrimonio de los pueblos para su
protección, rescate y revalorización, no puede ser entendida sólo como tareas de conservación de
paisajes y monumentos, sino que, y frente a lo planteado en párrafos anteriores, la educación y la
pedagogía se erigen en la actualidad como herramientas valiosas a la hora de difundir y sensibilizar a la
población en problemáticas de interés común, como así también aportar la necesaria reflexión teórica en
torno al hecho educativo como práctica de filiación cultural, cuestiones sin las cuales no se llegaría a
diseñar un completo y auténtico plan de administración del patrimonio.

La educación, entendida como una práctica social orientada a la modificación de la conducta y al


mejoramiento de la persona (Cfr. BAMBOZZI, 2005) constituye un proceso intencional de
endoculturación que supone, en primer lugar, una determinada selección y transmisión de bienes
culturales, como así también una apropiación crítica de los mismos por parte del agente receptor. Esta
dinámica constituye el denominado proceso de enseñanza y aprendizaje.

Por ello, referirnos al concepto de educación nos invita a pensar en ‘procesos’ históricos y
‘contextualizados’, puesto que es a través de la educación como el hombre se constituye como tal al
recibir, transmitir y querer perpetuar su cultura.

Desde una mirada histórica podemos afirmar que las prácticas educativas se han manifestado como
fenómenos altamente complejos, heterogéneos y versátiles. La demarcación de sectores educativos que

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
efectuara Coombs en la década del ’60 sirvió para dar inicio al reconocimiento y caracterización de
prácticas educativas que trascienden a la educación formal y que se manifiestan de múltiples formas en
la complejidad de la vida social.

A partir de esto, se sostiene que la educación formal, y su correlato institucional en ‘la escuela’, no
constituye el único ámbito en donde se manifiesta el hecho educativo, sino que, y tal como la planteaba
Coombs, existen “dimensiones” o “sectores” educativos, constituidos por las dimensiones educativas
formal, no formal e informal. Este planteo teórico que surge a raíz de la preocupación internacional por
la llamada “Crisis mundial de la educación” (COOMBS, 1985) intenta identificar cuáles son las
características propias de cada uno de estos sectores que configuran lo que actualmente denominamos
‘universo educativo’, planteándose, además, los límites o fronteras entre los tres sectores.

En consecuencia, sostenemos que el universo educativo constituye el marco global en el que se


manifiesta la totalidad de los fenómenos educativos y sus respectivos aprendizajes en los sujetos. El
mismo debe ser concebido no como una realidad estática sino como un medio en permanente cambio a
partir de las modificaciones que se efectúen en los niveles social-político-económico-cultural de una
sociedad determinada (Cfr. TRILLA, 2005).

Según nuestra postura, el universo educativo se encuentra íntimamente ligado al principio de educación
permanente. Ambos son construcciones teóricas sobre lo que debería ser la educación y revisten un
carácter totalizante en relación a los escenarios y ámbitos en los que se manifiesta el hecho educativo,
como así también la cobertura etaria que conlleva el proceso educativo a lo largo de toda la vida.

Según Trilla, la educación permanente…abarca la biografía entera de la persona (…) y no se trata ni un


sistema, ni un sector educativo, sino el principio en el cual se funda la organización global de un sistema
y, por tanto, la elaboración de cada una de sus partes (aquellas que componen el universo educativo)
(TRILLA, 2005: 51).

En relación a ello, las políticas educativas y culturales a nivel gubernamental, ya sea nacional, provincial
o municipal, deberían asumir el compromiso de una planificación coordinada de acciones conjuntas en
las que cada una de las dimensiones que componen el universo educativo puedan ser aprovechadas por
todos los sujetos en un contexto democrático, en el que se respete la diversidad en el más amplio
sentido del concepto y se aseguren las condiciones de educabilidad necesarias para el logro de la
equidad en el acceso a los beneficios que brindan cada uno de los escenarios de formación en la vida
social.

En consecuencia, y suponiendo la existencia de voluntad política que sostenga el principio de educación


permanente, el patrimonio cultural material recobraría un nuevo valor en tanto que podría ser
aprovechado en cada una de las dimensiones que componen el universo educativo tanto como
contenido cognoscible en las propuestas curriculares formales, en los variados ámbitos educativos no

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
formal (talleres, cursos, etc.), como así también en el sinnúmero de propuestas educativas informales
que pueden surgir en los diferentes escenarios de cultura. Todo esto con el objeto de resignificar la
identidad grupal e individual, posibilitar la participación de otros actores para hacer un uso nuevo de este
patrimonio y generar un vínculo afectivo y efectivo y una lectura completa y variada de la historia.

Por lo dicho hasta aquí, el aporte de la educación al estudio del patrimonio cultural material estaría
relacionado con funciones de vital importancia a nivel social y que son inherentes a la naturaleza política
de la praxis educativa. Esto es, la tarea de sensibilización de la población y la formación de
subjetividades enraizadas en la propia cultura (apropiación cultural) prácticas que se concretizan en los
tres sectores que componen el Universo Educativo, a saber:

- la Educación Formal con su propuesta curricular, enmarcada y conducida por las políticas educativas a
través de un sistema estructurado, jerarquizado y graduado;
- el sector educativo No Formal, constituido por diversas prácticas educativas en numerosas instituciones
y organizaciones no gubernamentales de la sociedad civil a través de las cuales se busca el logro de
determinadas competencias en los actores involucrados;
- y el sector educativo informal, propiciado y nutrido por los emprendimientos de las políticas culturales
del Estado y del sector privado, por los medios masivos de comunicación y por cada una de las
manifestaciones culturales tangibles e intangibles que componen la trama del Patrimonio Cultural.

Palabras finales

Para finalizar podemos resaltar los siguientes puntos: la educación contribuye a la problemática del
patrimonio cultural material en tanto estrategia mediadora para el logro de los objetivos en un diseño de
administración del patrimonio cultural; por lo cual lo planteado hasta aquí debería instalarse como una
nueva mirada de acción a nivel de gestión, es por ello que proponemos una vuelta a la reflexión en torno
al valor de aquel principio que otorga coherencia, aglutina y armoniza todas las prácticas educativas, y
que hace referencia a la sincronía de acción tanto de las políticas educativas en sus diversos sectores,
como así también de las políticas culturales en sus diversos escenarios, y es lo que denominamos
principio de Educación Permanente .

Tal como lo ha planteado la UNESCO, a través del Instituto para la Educación de Hamburgo en la
década de los ’70, “la Educación Permanente implica no sólo que el hombre aprenda durante toda su
vida, sino exige, además, que se le ofrezca la oportunidad de continuar su educación durante toda esta
vida” (Dave, 1973:7).

Por ello, pensar en una Educación como práctica social situada - contextualizada, que rescate y dé lugar
al Patrimonio Cultual de la sociedad que lo genera, nos remitirá a pensar, entre otros aspectos, que la
relación que un individuo mantiene con su cultura dependerá fundamentalmente de las condiciones en
las que la ha adquirido, especialmente porque el acto de transmisión cultural es la actualización de un

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
cierto tipo de relación con la cultura.

Córdoba, 19 de enero de 2007

Bibliografia
- BAMBOZZI, E.: Escritos Pedagógicos. Ediciones del Copista, Córdoba, 2005.
- COOMBS, P.: The World Crisis in Education. Oxford University Press, New York, 1968.
- DAVE, R.H: Education permanente et Programme scolaire; Monografías IUE 1; Hamburgo. UNESCO. 1973.
- GEERTZ, C.: La interpretación de las culturas. Ed. Gedisa. México, 1987.
- HERNÁNDEZ LLOSAS, M. I.: “Patrimonio Cultural y desarrollo sostenible en la Quebrada de Humahuaca potencial y
perspectivas”. Revista Cuadernos. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de San Salvador de Jujuy. Diciembre 2002;
Número 18; Argentina.
- TRILLA, J.: La Educación fuera de la Escuela. Editorial Ariel. Barcelona. 2005.
- UNESCO. 1972. Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Natural y Cultural, adoptada por la Conferencia General
de la UNESCO en 17ª reunión celebrada en París el 16-11-72. Sitio Web: www.unesco.org
- UNESCO. 2003. Convención para la protección del Patrimonio Intangible. Sitio Web: www.unesco.org

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DESARROLLO DE UN SISTEMA DE INFORMACIÓN PATRIMONIAL
PARA LA GESTIÓN TERRITORIAL

Dra. Arq. Graciela Nozica


Arq. Elena Taber

Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, Instituto Regional de


Planeamiento y Hábitat (IRPAHa), Universidad Nacional de San Juan

Resumen
En este trabajo se presenta el desarrollo de un sistema de información geográfico para la gestión de los
bienes del patrimonio cultural y natural. Gestión que se funda en el reconocimiento de estos bienes como
un recurso potencial para sustentar el desarrollo local.
Uno de los aspectos que abarca esta estrategia es trabajar en la consolidación del territorio a partir de
sus potencialidades, una de las cuales, en términos de desarrollo sustentable, la constituye su identidad
históricamente construida. Esta identidad, se manifiesta en su paisaje, costumbres, testimonios,
arquitectura. En síntesis, en la riqueza y diversidad de lo que denominamos Patrimonio Cultural y
Natural.

1. Introducción.
El Sistema de Información Patrimonial (SIPT) constituye una respuesta a la necesidad de efectuar
análisis integrados territorialmente, no sólo para trabajos puramente académicos, sino para su efectiva
aplicación en la gestión local o regional. Para ello, el Patrimonio Cultural y Natural es considerado una
potencialidad, un recurso para alcanzar el desarrollo con sustentabilidad ambiental. Desde este punto
vista, el patrimonio en tanto recurso, posee la dinámica necesaria para generar desarrollo a escala local
cuando se lo gestiona adecuadamente. De esta manera, se constituye en una oportunidad de desarrollo
para regiones marginadas históricamente por los modelos de acumulación central, tal el caso de los
Valles andinos de la Provincia de San Juan, Argentina, y entre los cuales se encuentra Calingasta.
Actualmente, los bienes patrimoniales de nuestra provincia, concentrados mayormente en el área de
Precordillera, se ven amenazados por las políticas de inversión asociadas a los corredores MERCOSUR
y a los megaproyectos mineros, ambas de alto impacto en el territorio.
En este marco, creemos importante valorizar el patrimonio en el doble juego de factor de identidad
cultural y de recurso económico, para lo cual es requisito integrarlo en los estudios territoriales de escala
regional.
A los efectos de este trabajo el SIG (Sistema de Información Geográfica) como herramienta para la
gestión surge como una respuesta a la necesidad de conocer las características del patrimonio existente
en el Departamento Calingasta, es decir, de identificar, reconocer, localizar, etc. los recursos naturales y
culturales presentes en su territorio.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
2. La unidad territorial: el Departamento Calingasta
La unidad territorial del SIG es el Departamento de Calingasta. El mismo está situado en el Suroeste de
la provincia de San Juan sobre la Cordillera de Los Andes (). Abarca una superficie de 22.600 km2. El
valle de Calingasta, que da lugar al departamento del mismo nombre, forma parte del denominado grupo
de oasis menores de la provincia. El oasis se organiza en torno a los valles de los ríos de Los Patos,
Calingasta, Castaño y el sector superior del Río San Juan, los que conforman una llanura angosta en
sentido Norte-Sur.
La estructura de ocupación se efectúa por tres asentamientos humanos de similar jerarquía funcional:
Calingasta, Tamberías y Barreal y un conjunto de asentamientos menores. La población total del valle es
de 7.800 hab. En cuanto a los aspectos productivos predomina la agricultura (5.400 hectáreas
cultivadas), contribuyendo hoy, en menor medida, la actividad minera.
En cuanto al Patrimonio Cultural, la zona presenta una importante riqueza y diversidad de bienes que
dan cuenta de una historia de más de 10.000 años. De su patrimonio natural pueden citarse formaciones
geológicas, yacimientos paleontológicos y sitios de valor por su paisaje, biodiversidad, calidad y
visibilidad de su cielo, entre otros.
Al interior de este conjunto de bienes patrimoniales merecen especial mención las evidencias
arqueológicas, de particular relevancia para la reconstrucción y comprensión de la evolución de la
ocupación humana prehistórica e histórica de San Juan. Entre ellas se destacan los restos de la red vial
incaica (”Camino del Inca”) y los sitios asociados a la misma, que permiten insertar a la región en los
procesos de dominación de nivel macro-regional ocurridos en los momentos previos a la conquista
española. Es posible también, encontrar vestigios correspondientes a las ocupaciones más antiguas de
todo el oeste argentino —ca. 11.000 años C14 AP—, dada su cercanía con el sito Agua de la Cueva, en
la precordillera mendocina.

3.- Sistema de Información Patrimonial Territorial (S.I.P.T.) de Calingasta


A partir del mapa base1 y la base de datos se construye el SIG propiamente dicho en ArcView GIS 3.2.
Así, se obtuvieron mapas en los que se puede ubicar en el territorio, con precisión, cada uno de los
testimonios relevados y acceder en forma directa a la información específica contenida en la base de
datos. Por otro lado permite también vincular cada testimonio o bien a otra documentación o información
con que se cuente ya sea ésta escrita, gráfica, fotográfica, etc. De esta manera, el S.I.P.T., ofrece
múltiples formas de lectura de la información. Lecturas que se definen según el interés u objetivos del
usuario. El sistema permite también diversas formas de acceso al mismo: desde el bien como dato, esto
es, encontrar su ubicación en el mapa y referencias o, por la clasificación de los bienes según tipo de
interés, área a la que pertenecen, entre algunas de las posibilidades de acceso. (Figuras 1 y 2).
La lectura de la información sobre el patrimonio cultural y natural de Calingasta así trabajada, nos

1 contiene información sobre: límites (nacional, provincial y departamental), pasos limítrofes, hidrología (ríos, arroyos, lagunas y drenajes temporales), asentamientos humanos, (distinguiendo zonas urbanizadas
consolidadas de zonas semirurales), áreas cultivadas (diferenciando cultivos anuales de permanentes) y red vial. El mismo se realizó en escala 1:500.00, a partir de la selección de capas de información
ya trabajadas y de elaborar nuevos layers requeridos por el objetivo específico de este SIG.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
permite hacer algunas observaciones:
- En relación a la distribución de los bienes en el territorio y a la ocupación actual, puede decirse que,
excepto los bienes patrimoniales de interés arquitectónico (casonas, capillas, calles, etc.) que se ubican
en el valle productivo, la mayor parte de los bienes identificados se encuentran fuera de las áreas de
ocupación del oasis y en áreas de difícil acceso.
- El reconocimiento de esta distribución permite identificar dos zonas diferenciadas en relación con la
cantidad de Bienes relevados: la Norte, que abarca la cuenca del río Castaño con escasa presencia de
bienes en relación a la concentración de bienes asociada a la cuenca del río Los Patos o zona Sur.
- En relación con el patrimonio arqueológico, es posible observar su vinculación con el sistema hídrico,
particularmente con la cuenca superior de los ríos, de tal manera que la mayoría de los bienes
inventariados no coincide con la ocupación actual del territorio. Esto nos indica una forma diferente en el
uso del mismo.
- Por las características particulares del ambiente natural, la mayoría de los bienes están expuestos a
peligros naturales: aludes, aluviones, crecidas, sismos, situaciones que los tornan vulnerables, y
constituye un llamado de atención para su preservación.
- A los fines de la gestión, el hecho que los bienes identificados puedan incluirse en las áreas de
pertenencia señaladas, permite
definir políticas de intervención
focalizadas.
Por último, es de destacar que si
bien hay sitios de particular interés
paisajístico (y que por lo tanto han
sido señalados como tales) todo el
área tiene un alto valor paisajístico lo
que suma potencialidades para la
incorporación del patrimonio a
circuitos de uso.

4. Conclusiones
El objetivo último fue, a partir de un
espacio cultural delimitado
(Calingasta) y de un número limitado
de bienes culturales y naturales,
definir los lineamientos de una
política cultural que, además de
aportar a los procesos de
conservación incluya una mirada
comunicacional hacia los mismos,
entendiendo que el capital cultural
del tejido social de una región se

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
incrementará al vincular a la gente con sus propias experiencias y patrimonio. Entonces, la puesta en
valor del Patrimonio y su inserción en circuitos de uso, creemos aportará al mejoramiento de la calidad
de vida de la comunidad a la que este pertenece. Se trata de una intención integrativa que incorpora la
problemática de la gestión cultural con otras políticas relacionadas con el desarrollo social, lo
educacional y la planificación territorial.
El SIT, puede verse también como un conjunto de mapas, los que representan algo más que la
localización y delimitación en el espacio de los sitios conocidos: expresaron nuestro posicionamiento con
respecto a otros pueblos, centralismos y periferias, inclusión y exclusión. Estas representaciones del
territorio constituyen también el estado de la cuestión respecto de las tramas de significación y de
nuestro posicionamiento ante la realidad.
En nuestra experiencia, operar sobre la cartografía del departamento Calingasta implicó un ejercicio de
dimensionamiento y de reflexión ante el espacio de lo cultural, lo natural y su interacción que, más allá
de los datos relevados, puso de relieve la escala del territorio y los valores sobre los cuales estábamos
trabajando. Constituyó una invitación a la exploración y a la profundización de los contenidos volcados
de manera sistemática sobre las bases de datos, al tiempo que nos brindó la oportunidad de “re-pensar”
el territorio desde las disciplinas que lo estudian y proponer, simultáneamente, lineamientos para una
gestión patrimonial en función de la
conservación y entendida como
Programa de Desarrollo para la
región.
Calingasta, como fragmento del gran
fresco latinoamericano, expresa en su
paisaje la dualidad secano–oasis.
Esta dualidad, que se expresa en la
realidad en diversos pares de
opuestos, es el marco que ha
conformado el paisaje cultural en el
cual se desarrolló la historia de las
diversas culturas que la habitaron a lo
largo de diez mil años como así
mismo la de aquellos contemporáneos
que habitan hoy estos territorios.
En términos técnicos, la realización
del proyecto consiguió superar una
instancia caracterizada por la
ausencia de información cartográfica
sistematizada de la región, pasando a
otra en la que se dispone de un SIG
para la consulta. Pero el logro
conseguido no solo se limita a la

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
disponibilidad de cartografía para la consulta, sino que refuerza en gran manera la capacidad de análisis
y estudio de los fenómenos territoriales de nuestra provincia. La planificación del desarrollo dispone, a
partir de ahora, de otra herramienta para apoyar el proceso de toma de decisiones.
El S.I.P.T. al brindar una valorización fundamentada científicamente, permite manejar soluciones
adecuadas en los casos de intervención del Patrimonio Cultural, al mismo tiempo que posibilita una
mayor flexibilidad en la toma de decisiones de las autoridades; en la ciudadanía estimula a la formación
de una conciencia basada en el reconocimiento de su herencia, al contribuir a la relación identificatoria
de la sociedad con el lugar donde vive.
Por esto último es que creemos que el SIPT que hemos construido constituye una herramienta para la
gestión del desarrollo sustentable de la región: porque al reconocer en el patrimonio natural y cultural
una “herencia”, el pueblo calingastino puede reconocerse en él y reconocer que “dispone” de él para
cuidarlo, para conservarlo y para usarlo en su beneficio.

Bibliografía
ELISSONDE, Arturo Carlos. “Creación de un sistema de Información Territorial para el Turismo. Experiencia de aplicación de un
SIG para el ámbito estatal turístico de Mendoza”. II Seminario Internacional “La interdisciplina en el ordenamiento territorial”. Abril
de 2003, Mendoza. Argentina. Publicación digital. ISSN 1667-3158.
NOZICA, Graciela y otros “Gestión para el Desarrollo. Un enfoque crítico de la inserción de la provincia de San Juan al
MERCOSUR”. Instituto Regional de Planeamiento y Hábitat, Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño. Universidad Nacional
de San Juan. San Juan, 1998.
NOZICA, Graciela, HENRIQUEZ, Griselda y GRIZAS, Eduardo “El Patrimonio Cultural como Recurso para el Desarrollo con
Sustentabilidad Ambiental”. Ponencia presentada en el VI Seminario Internacional Forum UNESCO “Universidad y Patrimonio”.
Valencia, España, septiembre de 2001.
TABER, Elena y otros ” La cartografía como textos de la memoria”. Arquitextos. Revista de la Facultad de Arquitectura Y
Urbanismo Nº 15, página 14-16. Universidad Ricardo Palma. Lima, marzo 2003.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
LA EDUCACIÓN COMO HERRAMIENTA DE PRESERVACIÓN

Arq. Hugo Daniel Peschiutta

Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional de Cordoba

En nuestra realidad y en un mundo globalizado, donde el poder económico adquiere carácter


hegemónico y ostenta una fuerte injerencia en la vida de las comunidades, la participación ciudadana
responsable parece ser una vía efectiva para asegurar el crecimiento coherente con la identidad
territorial propia.
Si pretendemos abordar, entonces, algún estudio sobre los paisajes culturales y su preservación,
debemos tener en cuenta, precisamente, aquellas nuevas variables que han asumido el carácter de
rasgos estables en estas circunstancias; por ejemplo el acelerado dinamismo social, los permanentes
cambios demográficos, la multiplicidad, entre otras.
Las nuevas economías han impuesto un nuevo y particular ritmo, somos testigos de la aceleración
impuesta a los procesos migratorios, con la consecuente dinamisación de los procesos de integración
social y esto, por lo tanto, exige propuestas capaces de incorporar los flujos inmigratorios que se ven
atraídos por las condiciones del lugar atractor. Estamos frente a procesos de expulsión e inclusión
diferentes a los que conoció nuestro país, especialmente en el siglo XIX, hoy los traslados no sólo
involucran desclasados y empobrecidos, sino personal altamente capacitado y de alto nivel cultural.
Las preguntas por la diversidad y su integración, entonces, se transforman en cuestiones de crucial
importancia cuando pretendemos avanzar en la confección de programas de preservación patrimonial
que puedan involucrar a la totalidad de una comunidad.
En este horizonte, mientras estamos denunciado procesos de degradación, desarticulación y dilución en
los lazos sociales “establecidos”, seguramente, casi como un proceso autodefensivo, nuestras
sociedades están dando lugar al nacimientos de otras, “nuevas”, estructuras que contribuyen a la
integración de los diversos componentes, de adquisición más reciente, a los grupos ya existentes.
Es oportuno entonces, a fin de avanzar en la construcción de alternativas que favorezcan la consecución
de ese fin, siempre a partir del análisis del nuevo paradigma, preguntarnos si acaso, en un contexto
donde la multiplicidad es la variable definitoria, la búsqueda de la unidad, al generar procesos de
desagregación y exclusión, ¿ ha sido, finalmente, abandonada por improcedente? Finalmente, ha sido
desplazada por la búsqueda de la integración de la diversidad?
Estas preguntas podrían parecer algo vago e improcedente en una convocatoria como la que nos reúne,
pero al considerar la problemática del patrimonio como indisolublemente unida a la de la identidad y la
cultura, sin embargo como afirma el Arq. Pernaut el tema del patrimonio esta estrechamente ligado al de
la idéntidad y de la cultura, “…partir del hombre, implica todos los modos de sentir, hablar, pensar,
comunicarse y hacer dentro de la comunidad en la cual se habita, en su relación dinámica y a la vez
perdurable con su medio físico. La cultura se desprende de un ir haciendo y siendo en la cotidianeidad

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
de la tierra en cuyo suelo se funde el existir concreto de un pueblo. La cultura se presenta a través de su
patrimonio. El patrimonio es su estructura: lo heredado, pero también elementos que van surgiendo
creativamente como respuesta a nuestras necesidades, nuestras acciones…” (Pernaut y otros, 1989, Pg.
11)
Resulta entonces ineludible su tratamiento. Nuestras pequeñas comunidades, en su mayoría
monoculturales, estan inmersas en los fenómenos, antes descriptos, haciéndose necesaria la confección
urgente de programas para la identificación y defensa del patrimonio que incluyan como piedra
fundamental la participación comunitaria.
En procesos tan fuertemente signados por la dinamicidad corresponde a los ciudadanos organizados
como comunidad decidir sobre lo que considera patrimonio y aquello que cree necesario de preservar en
un marco de crecimiento y desarrollo sostenido.
Para ello una de las herramientas disponibles parece ser la educación, la que nos puede asegurar mayor
efectividad en el mediano y largo plazo ya que sólo se puede defender lo que se conoce.
Es en el marco de este pensamiento donde hemos avanzado en la construcción de los programas de
Animación de Patrimonio desarrollado hace ya varios años en la ciudad de Villa del Totoral, luego en el
Programa de Valoración del Patrimonio Doméstico en Colonia Caroya y actualmente estamos trabajando
en el Programa de identificación y salvaguarda de los bienes y espacios de interes patrimonial en la
Ciudad de Jesús Maria.
Consideramos que “… la educación parece posibilitar la integración en un nosotros tanto a los
aborígenes como los inmigrantes permitiendo de este modo la incorporación activa de los nuevos flujos
inmigratorios en realidades de fuerte dinámica de cambio poblacional…” (Acevedo y otros, 2005, Pg. 30)
Este nosotros es el que nos permitirá avanzar en la defensa de un Paisaje Cultural, en la medida en que
todos los que habitan un determinado territorio lo reconozcan como propio, ya sea por nacimiento o por
adopción.

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ENSEÑANZA DE REGIMEN DEL PATRIMONIO CULTURAL
Propuesta en la Facultad de Derecho, UNC

Susana Parés
Alumnos de 5to año de la Carrera de Abogacía

Facultad de Derecho, UNC

Como docente de la Facultad de Derecho de la UNC, desarrolló con los alumnos de 5to. Año de la
carrera de Abogacía como parte de la currícula de la materia: Practica Profesional II, un proyecto
referido al régimen legal del Patrimonio Cultural que fuera propuesto a los Directores de la Unidad
Académica y que contaba con el conocimiento y apoyo del Presidente de Icomos Argentina, Arq. Freddy
Guidi,lo que consta en el informe final a la Facultad.-.
El objetivo de la materia en la Carrera de Abogacía es procurar que los egresados cuenten con las
herramientas prácticas que les facilite su incorporación a la actividad profesional. Con esa finalidad los
casi 60 alumnos que trabajaron en el tema (otros los hacían en otras áreas temáticas) se subdividieron
en comisiones con un número máximo de 10 alumnos. Siendo la agrupación libre en orden a sus
intereses.-
La novedad del tema y su tratamiento generó la necesidad de adecuar las metodologías usadas para
ingresar a la problemática, fincando el desarrollo en el Método ABP (Aprendizaje Basado en Problemas)
que resultó – combinado con otros – exitoso.

La agrupación con elección libre, facilitó que los alumnos se reunieran en orden a sus afinidades por
intereses, por residir en zonas cercanas y sin duda por una vocación que excede lo exclusivamente
jurídico. Con un marco teórico y contactando a funcionarios estatales que desarrollaron aspectos
concretos, los alumnos contaban con las herramientas necesarias para resolver las consignas que para
cada grupo se elaboraban.

Con esta metodología los cursantes , se encontraban motivados, para resolver lo planteado. Lo original
era que preferentemente no debían trabajar sobre Patrimonio Cultural – declarado- sino procurar
encontrar, dentro de la zona de residencia originaria un bien inmueble que a entender del grupo resultara
“identificatorio “ de la identidad del lugar.-

Así surgió una Panadería –Bar en un tradicional barrio de esta ciudad , una casona de fines del siglo XIX
ubicada en la “pampa gringa” donde se reunían los “anarquistas “, un casco de Estancia, una capilla
vinculada a Sor Tránsito Cabanillas, una Estación de Trenes en San Luis . Estos “sitios “ fueron
seleccionados por los alumnos como lugares de identidad . Realizando búsqueda de material,
entrevistas, filmaciones , planos .

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
En ese contexto los grupos debían “tramitar “ la solicitud pertinente para la declaración del bien como
patrimonial , conforme a la normativa vigente. Labrándose un expediente simulados. En esa tarea se
confeccionaban los pedidos, se acompañaban los antecedentes, planos, entrevistas, se redactaba un
dictamen jurídico acerca de la procedencia o improcedencia del pedido y finalmente de dictaba la
resolución que concluía el trámite-

Sin perjuicio de ello, trabajaron en otros sitios como : Dique Cruz del Eje, la Casa de Ernesto Guevara en
Alta Gracia, Hotel Edén.-

Sin perjuicio de considerar acabadamente cumplido el objetivo general de la materia, sin duda se
consiguió objetivos particulares del tema referidos :1) al trabajo en equipo interdisciplinario, por cuanto
los alumnos comprendieron la necesidad del desempeño mancomunado con otros profesionales
(Arquitectos, Ingenieros, Historiadores, Sociólogos, etc.) potenciando el intercambio fecundo; 2)
necesidad de tomar conciencia de los bienes de valor cultural en cada comunidad que hay que preservar
y la posibilidad de ser voceros y herramientas para esa tutela .-

Es de destacar el compromiso de los alumnos que les llevó a trasladarse en algunos casos a sus
localidades de origen, realizar entrevistas con una fuerte presencia de un gran sentimiento de
pertenencia.-

El informe presentado fue tratado en una reunión de la Facultad de Derecho con autoridades de
UNESCO y ha propiciado que el tema sea examinado en una etapa más avanzada en Práctica
Profesional III, con un sistema de Convenios entre los Municipios, Asociación de Magistrados y la
Universidad,en una propuesta elevada por la suscripta, lo que va a permitir la recopilación de normas de
la materia por parte de alumnos de 6to. Año, lo que propende además a la inserción de los alumnos del
interior en sus localidades de origen.-

Conclusión: la experiencia ha sido excelente, los alumnos se han mostrados particularmente sensibles
al tema, han trabajado en colaboración con quienes desarrollan otras disciplinas y han detectado -en una
tarea “proactiva”- los bienes que ellos quisieran conservar de sus comunidades , como representativos
de su identidad, aprendiendo además el mecanismo para lograrlo.-

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN PATRIMONIAL EN LA
RECUPERACIÓN Y CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD CULTURAL.

Lisandro D. Hormaeche
Paola M. Elenchuk
Rosana G. Fritz

Centro de Estudios Socio-Culturales

1. Lineamientos generales
Este trabajo apunta a reflexionar sobre los procesos económicos que impusieron determinados
comportamientos en los ámbitos de construcción y transmisión de los valores y sentimientos de las
culturas. En este sentido indagaremos sobre las acciones que influyen en el devenir de los pueblos y la
valoración de sus rasgos, de su historia… de su patrimonio.
Por otro lado, las estrategias y acciones para la transmisión de ese patrimonio dentro de las sociedades,
presentan una marcada deficiencia, ya sea por la falta de conocimientos referidos a las temáticas
abordadas en las personas que se desempeñan en esos cargos, o bien por la influencia de los acuerdos
ideológicos y políticos.
Inicialmente nuestra investigación versará sobre el análisis de situaciones generales propias del contexto
provincial pampeano.

2. Algunas cuestiones conceptuales


Una visión moderna de patrimonio no limita su significado al conjunto de la arquitectura histórica, ni
objetos que funcionan como testigos de una clase o sector dominante, sino que abre el juego a la
riqueza de los tesoros arqueológicos, los documentos escritos o los testimonios de la memoria oral que
ayudan a fortalecer una identidad local. El patrimonio, en su sentido amplio, se aleja de una óptica
reduccionista que lo liga solamente a la belleza de las reliquias, se complejiza y adapta al siglo XXI,
fomentando la participación ciudadana, respetando la diversidad para proteger expresiones y convertirlas
en armas efectivas de intervención política, uniendo fragmentos hasta construir totalidades de acción y
sentido.
Pensar en patrimonio cultural desde una concepción dinámica, abarcadora y plural es una herramienta
eficaz para resistir a algunos de los aspectos negativos de la globalización, que se presenta como la
contracara del progreso y el intercambio entre países. La patrimonialista española Idalia García afirma:
“[…] ciertos valores globalizadotes implican la pérdida de identidad, la masificación de sociedades
diversas y la hegemonía de los valores económicos, solo la reivindicación del patrimonio cultural como el
conjunto de nuestros bienes, valores y creencias sociales permite ofrecer una tensión frente a una

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avalancha que arrasa estructuras, visiones y principios que se consideraban eternas. El patrimonio
cultural llevado al primer plano es un modo alternativo de preservar usos, experiencias, creencias,
objetos (es decir, un modo distintivo de ser) que, de no estar protegidos y vigentes, nos dejarían un poco
más solos e indefensos en el mundo que nos ha tocado”

3. La percepción del patrimonio desde la sociedad


A partir del análisis del muestreo realizado en dos localidades de la provincia de La Pampa,
esbozaremos algunas ideas generales sobre la percepción que se tiene del patrimonio y sus implicancias
directas en la sociedad y la transmisión de los valores y tradiciones de la cultura. Las encuestas fueron
realizadas a personas de diferentes edades con el objeto de lograr una mayor integración de la sociedad
en el análisis de los problemas planteados.
En el primer tópico de la encuesta, el entrevistado debía responder la definición del concepto de
patrimonio. Las respuestas dejaron ver que hay un desconocimiento parcial de dicho concepto,
fragmentando el significado real en la práctica. La gran mayoría hace referencia “a los bienes adquiridos
con un valor económico”, asignándole una carga privada y teniendo como consecuencia una
individualización de los bienes culturales.1
En relación a los conocimientos históricos locales, las entrevistas marcan un fragmentado conocimiento,
atribuyendo las causas a la “falta de estudio de historia local en los establecimientos educativos”2. En
este sentido, debemos aclarar que los CBC de la provincia de La Pampa, incluyen los conocimientos de
la cultura regional para ser abordados de forma transversal y donde el docente debe ser quien impulse a
los estudiantes en el interés por aprehender dichos conocimientos.
La respuestas acerca de la responsabilidad de preservación y transmisión del patrimonio, pusieron de
manifiesto que esta labor, desde el imaginario de la sociedad, recae sobre las instituciones
gubernamentales, en las personas que “conocen del tema” y entidades privadas. La sociedad deja ver
que hay una ausencia de pertenencia al Estado, especialmente a partir de plantear las obligaciones y las
responsabilidades en relación al fortalecimiento de las actividades culturales, el impulso de las mismas y
la preservación de cada individuo de las raíces culturales:
“el Estado son los funcionarios”; “el área cultural o el gobierno”; “el municipio y sus empleados…”; “la
dirección de cultura y educación de la cual depende el museo regional”; “las personas mayores… yo
recién nací”; “la gente idónea…”3
Eduardo Pogoriles afirma: “A veces se adivina el retrato de una sociedad que duerme una larga siesta”
(2006 : 2). Aplicándolo al contexto regional, vemos que la sociedad pampeana esta pasando por esta
situación en relación al conocimiento de su patrimonio e identidad cultural. Estado, sociedad, patrimonio,

1
El 85% de los entrevistados dejó ver una connotación individualista y materialista de los bienes patrimoniales. La idea de bienes
adquiridos como propios y ajenos a procesos culturales inmersos en la sociedad, reflejó una falta de conocimiento del concepto en
si de patrimonio y una mala información acerca del rol que ellos tienen en el conjunto de la cultura.
2
El 100 % de los entrevistados tiene un escaso conocimiento sobre los hechos históricos locales, pero atribuyen la falta de
profundidad de los mismos a las supuestas deficiencias en el sistema educativo, desligando de esta manera, toda responsabilidad
de la familia y grupos de pares del proceso de revalorización y transmisión del patrimonio, el cual, como hemos aclarado, es parte
de la sociedad en conjunto.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
bienes culturales, educación, historia, generaciones pasadas, costumbres, tradiciones, museos,
municipios, bibliotecas, pueblo: todos juegan su propia dinámica en compartimentos estancos y actuando
de forma incongruente en el espiral que debería representar la dinámica de la identidad cultural.

4. Identidad, se busca
“Detrás de todos los edificios y bienes culturales siempre hay una historia que contar…”, sin embargo a
la hora de elegir un destino turístico se priorizan lugares donde “el sol y la arena” abunden y sirvan como
relax a la agitada vida cotidiana.
“Existe el mito de que el turismo cultural es aburrido (…) para nada ¿qué tiene de aburrido ir en una
camioneta 4 X 4 hacia unas ruinas, durmiendo en campamento y con un mundo de imprevistos? Lo que
si es aburrido es el tour clásico (…) el nuevo turismo cultual admite la diversificación y en un mismo viaje
se puede pasar de la aventura a la cultura, y de ahí a la playa.” (Jordi Tresserras en Turismo Lugares y
Viajes, La Nación, 2006 : 14).
La identidad de un pueblo se forja a la luz de las construcciones colectivas de los integrantes de una
comunidad que comparte una serie de rasgos culturales válidos para ellos y su contexto específico.
Frente a esta afirmación, planteamos que las diferentes consecuencias que la gobalización y
mundialización han tenido a nivel general, y, en especial sentido, a nivel de cada sociedad, a partir de los
90’ a tomado fuerza un impulso importante de la valoración de principios identificatorios que
caracterizaron a las culturas locales. El desplazamiento de las identidades nativas por culturas
extranjeras ha generado que las comunidades de poblaciones originarias comiencen a reclamar el
espacio que se les ha quitado en la sociedad actual. Esto ha generado un apoyo en sectores de la
sociedad que permite hablar de una revaloración de la identidad, no solo local, sino “nacional”.

5. Educación y patrimonio, una relación constructiva y fortalecedora


Luego de analizar los CBC4 correspondientes a la provincia de La Pampa para todos los niveles
educativos, comprobamos la ausencia de contenidos conceptuales referidos al patrimonio cultural. Sin
embargo, actitudinal y procedimentalmente se hace referencia al desarrollo de acciones que vinculan a
los estudiantes directamente con el concepto. Muchas veces el concepto de patrimonio solo se asocia
con la idea de “bien personal” desde el punto de vista de la economía, y es así como puntualmente es
abordado por espacios curriculares como contabilidad o legislación contable. Sin embargo, en los últimos
años, ha persistido la idea de profundizar conceptos tan fuertes como el de patrimonio, y se han
desarrollado, aunque de forma aislada, proyectos curriculares e institucionales que apuntalan el uso de
la memoria para recuperar los valores y tradiciones que conforman el patrimonio y la identidad cultural de
la sociedad.
En este sentido, el área de Ciencias Sociales ha prestado especial interés en el desarrollo de conceptos
vinculados al patrimonio y la identidad. Se desarrollan actividades enfocadas a la recuperación del
patrimonio que es parte de la identidad pampeana pero que, con el recorte de cargas horarias y de la

3
Frases extraídas de las encuestas realizadas en General Pico y Winifreda, material disponible en el proyecto original del Centro
de Estudios Socio-Culturales.
4
Contenidos Básicos Comunes de la Provincia de La Pampa – Edición del año 1997, Ministerio de Cultura y Educación – Gobierno
de la Provincia de La Pampa.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
situación escolar actual, fueron paulatinamente desapareciendo de la currícula.
El esfuerzo escolar apunta a dar herramientas que permitan desarrollar acciones puntuales y
superadoras de los problemas. La tarea de conservación posee una parte importante de labor en torno a
recuperar con la gente el sentido y la historia de cada lugar, actitud que nos pone en situación de
repensar el quienes somos, que tenemos y como podemos conservar nuestro patrimonio al mismo
tiempo.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
DOCENCIA Y PRESERVACION
Una propuesta de taller en Córdoba

Arq. Ian Dutari


Arq. Juan Carlos Stevenazzi
Arq. Santiago Viale Lescano
Arq. Ana Etkin

Facultad de Arquitectura, Universidad Católica de Córdoba

“la dialéctica de la Arquitectura refleja la dialéctica de la vida. En ella existen simultáneamente


continuidad y mutación… lo objetivo y lo subjetivo, lo intelectual y lo emocional, lo eterno y lo transitorio,
lo objetivo y lo contextual”

Lea Zeinsteger

En los últimos seis años en la Cátedra de Diseño Arquitectónico III de la FA UCC, que es un punto de
inflexión en la mitad de formación de nuevos profesionales, se ha propuesto indagar y experimentar, en
los trabajos de proyectación de la Cátedra incorporando componentes del patrimonio utilitario de la
Ciudad de Córdoba, como ejercicio de aproximación al conocimiento del mismo y una puesta en
discusión de como debe ser su interacción en un diseño contemporáneo.
La experiencia hace pie en la proyectación de tipologías análogas a las experimentadas por parte de
integrantes de la Cátedra, en el diseño y realización del CPC instalado en el Mercado Norte de la Ciudad
de Córdoba y su impacto en el sector como instrumento de revitalización de un área deprimida.

Es un momento adecuado en de la formación para que elementos fundantes de la Arquitectura además


de los funcionales utilitarios y espaciales, como la luz, la proporción, la estructura y sus vínculos con el
entorno, sean combinados con la problemática de la preservación y refuncionalización del Patrimonio. Al
integrarlo a la curricula de grado como un dato del problema a resolver, creemos favorecer a la
comprensión de la relación entre Patrimonio y Diseño, y que su resolución sea algo que los alumnos
familiar a nuestros alumnos.

“Ahora bien, aunque tengamos la necesidad instintiva de construir, el aprendizaje del manejo del
espacio y sus múltiples alternativas no es una cualidad innata en e hombre, es , en cambio, una
experiencia. El espacio debe ser experimentado para poder ser comprendido, manipulado, imaginado y
anticipado. Si como afirma Giovanni Sartori, las palabras son recuerdo de experiencias, un paso
necesario consiste en exponer a los alumnos a experiencias concretas, de modo que las palabras

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
denoten los significados específicos de nuestra disciplina, para luego pretender que puedan connotarlas
con eficacia. Creemos que ese vínculo entre “espacio y palabra” comienza con la experiencia concreta
y conciente del espacio, indispensable paso previo a pretender manipularlo, imaginarlo y proyectarlo.
La ciudad y sus edificios son en ese sentido, los instrumentos didácticos por excelencia y el
Taller de Proyecto, centro de la práctica del proceso de proyectación arquitectónica.”5 Es en ese
sentido que empleamos a los edificios existentes de la Ciudad, como “instrumentos didácticos”, como
laboratorio de ensayos de proyecto.

Es en este contexto que las intervenciones en el Patrimonio y su entorno, pueden plantearse ya desde el
grado. Norberto Chávez señala que voluntaria o involuntariamente se interviene sobre un hecho más
amplio y más complejo que el de la obra en particular. Todo proyecto, desde este punto de vista una
“remodelación de un entrono preexistente”. Por lo que aconseja que el proyectista este capacitado para
trabajar sobre “escenarios y no solo sobre objetos”, asumiendo el carácter interrelacionado de la obra y
su entorno.

Se propone rescatar e intervenir más que “un edificio” la red de relaciones que aseguran que el uso y
significado de los rituales urbanos que acontecen en torno a estos monumentos urbanos no desaparezca
ni se desvalorice. Implica también una reflexión sobre la experiencia llevada a cabo por el Ing. Baltasar
Ferrer en 1912, en el diseño del Mercado de Barrio General Paz, donde se unieron su rol como
proyectista con su experiencia en la docencia universitaria, donde su capacidad innovativa, unida a la
experimentación teórico conceptual, con la práctica profesional, vinculando claustros con la realidad
social.
Estas tipologías de los nuevos Mercados municipales, trajeron, a fines del siglo XIX y comienzos del XX,
como principal aporte el de realizar las actividades de mercados en ámbitos cubiertos y de carácter
monumental. Utilizando las nuevas tecnologías propias del momento, que cubren grandes luces con
estructuras esbeltas. Esto permite la aparición de estas verdaderas “plazas cubiertas”, que funcionan
como lugares de encuentro intercambio e intensa vida cotidiana, que extienden su influencia a sus
entornos inmediatos.
Entre ellos se pueden mencionar los mercados Norte, San Vicente, B° Alberdi, Barrio General Paz, y Alta
Córdoba.

Estas tipologías realizadas en los estilos eclécticos propios del siglo XIX, y en estas latitudes, comienzos
del XX, constituyeron durante muchos años elementos identitarios de vastos sectores urbanos de
Córdoba. Su presencia y acción convocante permitieron que se convirtieran en edificios patrimoniales
utilitarios, dignos representantes de la Arquitectura de su época y verdaderos “referentes urbanos”.
Su aporte a la ciudad como elementos simbólicos de gran valor no debería perderse aunque el uso de
algunos de ellos declinara. En las décadas del 80, se realizaron algunas intervenciones con carácter de
refuncionalizaciónes y puesta en valor en los mercados de san Vicente, Alta Córdoba, y B General Paz,
los cuales fueron transformados en Centros de Cultura, especialmente el de Barrio San Vicente, donde la

5
Ian Dutari, “Arquitectura Inicial”. Página 19. Coedición EDUCC, y Amerindia Libros. Marzo de 2006. Córdoba
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
rica vida popular del sector encontró un lugar de resonancia acorde con su tradición urbana.
Pero estos cambios de uso, implican la dependencia de una gestión y una política cultural municipal, que
no siempre tiene la misma intensidad. Sus actividades son afectadas por diversas propuestas, al son de
los cambios políticos que, al no existir una política de estado permanente, parten de foja cero al inicio de
cada gestión de gobierno municipal.
Es decir que el éxito de estos proyectos depende en gran medida de la gestión cultural de cada
momento. En el año 2000, es realizada la experiencia en el Mercado Norte, donde se propone conservar
sus actividades de comercio e intercambio, tramadas con las nuevas actividades de servicios
municipales dentro del programa de descentralización administrativa. Proponiendo más servicios y
nuevas tipologías comerciales al lugar, el sector comenzó un fuerte proceso de revitalización. Y a su vez,
la intervención edilicia de recuperar el espíritu del siglo XIX en su arquitectura, lo puso de nuevo en
funciones de acuerdo a sus esencias: luz, transparencia, movimiento y revalorización de su tecnología:
su magnifica y sutil estructura Polonseau.
Aparte de las consideraciones de diseño a espíritu de la época, pero con un lenguaje y diseño actual, se
tuvieron en cuenta minuciosamente los antecedentes y testimonios del entorno preexistente, antes de
actuar sobre el mismo.
Norberto Chávez sostiene a respecto que “del mismo modo que las intervenciones sobre el territorio,
técnicamente evolucionadas, deben ser precedidas por un estudio de impacto ambiental, las
intervenciones arquitectónicas sobre el entrono deben sustentarse en un estudio de compatibilidad física
y cultural, entre intención y el contexto inmediato y mediato”
La propuesta pedagógica- didáctica de Diseño Arquitectónico III, de la Facultad de Arquitectura III, de la
Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Córdoba se inscribe, en introducirse a la
problemática de trabajar en un entorno de valor patrimonial utilitario y formar a los alumnos en los
criterios de diseño, para actuar en estos referentes patrimoniales.
Se trabaja con los conceptos universales de la proyectación, como la función, la tecnología, el espacio, el
orden, la luz, el movimiento, la identidad, etc., pero incorporando las posibles oportunidades latentes del
objeto y su entorno para capitalizarlas, en sincronía con el nuevo carácter de la tipología y su lugar de
inserción.

Asumiendo además el carácter identificatorio de obra, su espíritu para que las nuevas acciones de
diseño, establezcan un diálogo armónico, que la potencie y la ponga en una concertación con los
tiempos actuales.
La elección de los sitios y edificios tiene siempre dos aspectos esenciales. El primero: la posibilidad de
realizar un dialogo con el objeto y el sitio que genere empatía y compromiso con los mismos.
En segundo termino, que las actividades programáticas proyectadas, permitan reescribir un nuevo
programa, que articule la vida existente con la nueva propuesta.
La selección del sitio y modalidad concreta de intervención son en este esquema siempre propuestos por
cada grupo de alumnos, ya que se considera que la implantación es un tema crucial para definir la
propuesta y darla como un dato definido implica una reducción en las posibilidades

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
El trabajo de integrar presente y pasado, proyectándolo hacia un futuro posible es inherente a la
naturaleza de nuestra disciplina y nuestra profesión. Creemos en la necesidad de inculcar en nuestros
alumnos la noción de que el espacio es una aspecto esencial en la vida humana, individual y colectiva Es
“La organización del espacio es inherente a la vida.6” Y que los rituales de la vida dan sentido a nuestro
que hacer como arquitectos, partiendo de considerar el continuo espacio tiempo, son un elemento
esencial para lograr conciencia como intervenir en el patrimonio de nuestra comunidad.
La Cátedra pretende introducir entonces a los alumnos en esta rica, contemporánea e inagotable
realidad del Diseño en relación al Patrimonio.

6
“La organización del espacio es inherente a la vida. Situar las actividades en el espacio es un medio de humanizarlo. La
organización del espacio para facilitar las actividades, instituciones y rituales constituye un elemento esencial y expresivo de las
comunidades humanas, revelando a través de ella, sus jerarquías, grados de evolución social, relación con el medio y manejo
tecnológico.” Arq Ian Dutari, “Arquitectura Inicial”, Página 17. Coedición EDUCC, y Amerindia Libros. Marzo de 2006. Córdoba

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TEMA 3: TURISMO

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MUSEOS EN MONUMENTOS. USOS Y RESIGNIFICACIONES

Conservadora de Museos Mónica Risnicoff de Gorgas


Mgtr. Arq. María Rebeca Medina

Museo Nacional Estancia Jesuítica de Alta Gracia y Casa del Virrey Liniers,
Secretaría de Cultura de la Nación

Introducción: El Patrimonio cultural, usos y resignificaciones


El patrimonio es una poderosa construcción sígnica. Más que la tipología, la antigüedad de un bien cultural,
su condición estilística o biográfica, debe pesar el valor instituido por los colectivos. El conjunto de bienes
materializados bajo el rótulo de ‘patrimonio’ configura, más que un valor en sí mismo, un mapa articulado de
las relaciones que cada grupo social establece, en el espacio y en el tiempo, con sus valores, con la memoria
individual y colectiva y con sus sistemas de producción. Ello explicaría, en parte, los usos que la sociedad
humana viene haciendo del patrimonio, lo que nos lleva a entender que las relaciones entre sociedad y
patrimonio se darán, siempre, con infinitas y delicadas implicaciones en el campo de la ética.
Al intervenir el patrimonio, el mismo se propone como superficie de inscripción. El que interviene, juez y parte,
al elegir qué recordar y qué olvidar se instituye como tribunal. “Por tribunal no hay que entender solamente la
institución jurídica sino más allá, sus procedimientos, su trabajo de pesquisa, la identificación de objetos
testimoniales, la autenticación crítica, el registro, la comparecencia de las partes, la decisión, la ejecución...”.1
Consideramos al patrimonio cultural como una configuración social que se re-significa constantemente de
acuerdo al pensamiento dominante y a los usos que el medio social va imponiendo.

La puesta en valor del edificio de valor cultural


Sería interesante recordar que cuando se interviene el patrimonio construido y se le otorgan nuevas
funciones, el ámbito patrimonial se transforma y adquiere nuevos sentidos. Y que si bien cada acontecimiento
encierra lo que de suyo tiene en sus orígenes, y arrastra consigo la plenitud de sus significaciones primeras,
desde el presente esas significaciones originales son casi inefables.
El primer objetivo de la rehabilitación de un bien cultural inmueble debe ser la conservación de la memoria
local. El campo disciplinar de la conservación de los bienes inmuebles pretende que en el proceso de
asegurar su permanencia física, el uso que se le incorpore debe ser coherente con los valores por los cuales
el bien fue identificado, asegurando una rentabilidad adecuada. En este procedimiento se deben establecer
los objetivos comunes entre la gestión del patrimonio cultural y la planificación urbana. Si su destino es la
exhibición museográfica, se deberá tomar una postura respecto a que criterios prevalecerán en la
rehabilitación: el edificio o la colección.
El bien cultural es inseparable de su entorno. Según los valores del bien cultural inmueble, se analizan las

1
Déotte, Jean-Louis. “Catástrofe y Olvido: Las ruinas, Europa, el Museo”. Chile: Editorial Cuarto Propio, 1998. Pág. 24.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
intervenciones que éste permite en: su tipología funcional y espacial; su estructura y su morfología –volumen
y lenguaje–. El análisis indicará los criterios de intervención, siendo conveniente que aquellos aspectos
esenciales que definen el tipo funcional y espacial permanezcan, y las modificaciones e incorporaciones
continúen con los principios de la morfología que dieron origen al edificio. Esta será la instancia para decidir si
el nuevo uso y sus necesidades se “adaptan” al edificio, o este pasará a un segundo plano para “adaptarse” al
uso propuesto.
Una situación que se identifica como problemática se plantea cuando se trata de imponer usos que no
concuerdan con los tipos morfológicos del edificio, desvirtuando las significaciones y dificultando la lectura y
la comprensión del sentido de la arquitectura de una época.
Decisiones políticas puntuales que no están comprendidas en una política patrimonial, –que considere al
mismo en su dimensión social–, son las que afectan el destino del edificio, sin tomar en cuenta que
intervenciones incorrectas afectan irreversiblemente la memoria de la comunidad. Fundándose en políticas
turísticas globales y en la generación de empleos, hay muchas obras que se realizan sin diagnóstico y análisis
previos, que permitan la maduración de propuestas adecuadas. Cuando estas decisiones superficiales
afectan edificios y colecciones de valor patrimonial, se desconoce que lo que está en juego es la memoria
individual y colectiva.
Respecto a lo anterior, el ICOMOS Intencional ha redactado en el año 2003 los “Principios para el análisis,
conservación y restauración de las estructuras del Patrimonio Arquitectónico”, entre los que pueden citarse los
siguientes:
• “El valor del patrimonio arquitectónico no reside únicamente en su aspecto externo, sino también en
la integridad de todos sus componentes como producto genuino de la tecnología constructiva propia de su
época. De forma particular, el vaciado de sus estructuras internas para mantener solamente las fachadas no
responde a los criterios de conservación”.
• “Cada intervención debe respetar, en la medida de lo posible, el concepto, las técnicas y los valores
históricos de la configuración primigenia de la estructura, así como de sus etapas más tempranas, y debe
dejar evidencias que puedan ser reconocidas en el futuro”.
• “Cuando se trate de realizar un cambio de uso o funcionalidad, han de tenerse en cuenta, de manera
rigurosa, todas las exigencias de la conservación y las condiciones de seguridad”.
Es evidente que los principios están redactados desde el campo de la conservación de los bienes culturales
inmuebles, en especial los de excepcional valor. Estos y otros principios similares son los que se reflejan en la
protección jurídica y en la gestión de los bienes inmuebles, causando cierto enfrentamiento con las
inversiones privadas, algún sector de la sociedad y las metas políticas del sector oficial. Conservar
científicamente los objetos que actúan como signos del pasado, no siempre es factible en la realidad
económica, política y social argentina. Pero una correcta documentación de bienes que son realmente
recursos no renovables y que pueden estar destinados a desaparecer, nos garantiza que la memoria no se
pierda.
Las lecturas retrospectivas sobre los hechos del pasado terminan por ser construcciones embarazadas de
valoraciones presentes. Es importante, casi vital entender al objeto lo más aproximadamente posible a su
contexto original en términos del tiempo en que fue producido, pero por otro lado no podemos reproducir el
pasado, porque el pasado no es una entidad concreta que podemos recrear, ni los objetos están

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
herméticamente sellados, que sólo con abrir el sello, nos revelan todo. “Estamos más interesados en
procesos que en objetos, y no estamos interesados en ellos por su capacidad de permanecer puros, igual a sí
mismo, sino por que ellos representan ciertas formas de ver y experimentar el mundo y la vida en sí misma...
Por esa razón la investigación, restauración y difusión del patrimonio no tiene como objetivo final la búsqueda
de la autenticidad. Se propone la reconstrucción de una verosimilitud histórica”2
La historicidad de los conceptos es la historicidad de los significados y de los modos –también históricos y
sociales–, por medio de los cuales se construye y enuncia la realidad. Podemos retornar incansablemente
sobre acontecimientos del pasado y sus objetos, pero ellos, en cada vuelta retrospectiva, no son recuperados
de un modo definitivo y determinado en dicho pasado. Por el contrario, nominalmente serán los mismos
acontecimientos, pero son comprendidos en cada corte del presente de una manera específica y nueva. Son
re-conceptualizados porque cada vez que volvemos sobre ellos los retrotraemos y actualizamos con nuevas
significaciones dictadas desde el presente. Porque es desde el presente que se los ha recuperado. Esto
implica una rehabilitación responsable multidisciplinar del edificio, de su lugar en la memoria, su contenido y
su actividad. Por el contrario las actividades impuestas, forzadas, transculturadas, producen simulacros que
construyen a su vez simulacros de lugares, a través de la no-identidad; pero que no se detiene ahí, porque
también produce comportamientos y modos de apropiación de esos lugares, que acaban por ignorar la
identidad del lugar, su historia, su cultura, sus modos de vida3.
Quien interviene en Centros Históricos o en tejidos modestos de valor patrimonial no lo hace solamente sobre
su componente material, sino que también actúa sobre su componente intangible, la memoria colectiva y la
identidad de una comunidad. Las intervenciones sobre el patrimonio implican resignificaciones que se realizan
desde la postura (individual y social) de sus artífices y comitentes y se ponen a disposición de las sociedades
para ser cuestionadas, aceptadas, rechazadas y en el mejor de los casos reapropiadas.
Cualquier intervención, aun aquella realizada para volver un edificio a su uso original, importa una
resignificación.

Los espacios privados devienen públicos. Resignificación y legitimación


En el caso del patrimonio construido, es interesante recordar que la arquitectura, en su dimensión simbólica,
debía ofrecerse para la construcción de la Nación, proveyendo los símbolos que mantuvieran viva su
identidad en los espacios públicos y colectivos.
El análisis del momento histórico en que los espacios privados devienen públicos, es una de las
variables de interpretación del uso político del patrimonio. Pensar el lugar que los bienes culturales
ocupan en la estructura de las relaciones de poder, es reflexionar acerca de los valores que reproducen o las
representaciones simbólicas con que se identifican.
Cuando los espacios privados se resignifican y se hacen públicos, muchas veces se elige instalar Museos de
Historia, cuyo origen está ligado a la legitimación de un pasado nostalgioso sin rupturas ni violencias en que
se identifican todas las clases sociales.
Estas Casas-Museos en tanto objetos sociales tomados como acción o como discurso, expresaron valores y

2
García Canclini, Néstor. “Culturas Híbridas”. México, Grijalbo, 1991

3
GETINO, Octavio. “Turismo: entre el Ocio y el neg-ocio. Identidad cultural y desarrollo económico en América Latina y el MERCOSUR”. Buenos
Aires: Ediciones La Crujía, 2001.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
sentidos no compartidos por todos, pero que tendieron a utilizarse como la esencia de la identidad histórica.
La circunstancia se ha repetido a lo largo de la historia. “Se reúne una colección valiosa”, dice Carlos Baztán
Lacasa, “se alberga en un edificio emblemático y se encarga la transformación del inmueble a un gran
arquitecto”4. La decisión es política, atrás queda considerar cual es el mejor espacio para la exposición de la
colección, si las necesidades espaciales y de conservación guardan relación o no con los valores del edificio
emblemático, y si, finalmente, el gran arquitecto sabe interpretar las condicionantes de la colección para
exhibirlas en el edificio sin desvirtuar sus espacios esenciales. Si las tres condiciones coinciden en un
proyecto de rehabilitación, la colección será exhibida sin inconvenientes y el edificio iniciará una nueva etapa
en su vida, con otra función.
Las antiguas exposiciones permanentes no implicaban transformaciones en el inmueble, asegurando en
cierta forma un buen uso para un edificio histórico desde los criterios de la preservación del patrimonio
arquitectónico. Hoy los museos pretenden exhibir y además conservar, investigar y difundir, lo que implica
actuaciones en el edificio.
Pero el museo no es únicamente la puesta en escena del pasado, es sobretodo su interpretación.
¿Qué peso se le otorga en el proyecto a la interpretación de la colección por un lado y a la interpretación del
edificio, por el otro?
En el caso de los museos instalados en edificios de valor patrimonial, sobre todo aquellos que entran en la
tipología de casas museo, lo que el espectador percibe no es la historia o la vida misma, sino su evocación,
no es el pasado en sí mismo sino su representación. Cada sala es una puesta en escena que tiene un
propósito. Esa elección de la escenografía como elemento motor de la comunicación, aspira a sorprender al
visitante en un entramado de fuertes impresiones sensitivas que acompañan la visión del objeto y refuerzan
su impacto o su mensaje.
Además, se está considerando solo la casa y su colección, olvidando que está es o fue parte de un tejido
urbano con el cual mantenía un sinnúmero de relaciones físicas y espaciales, que rara vez son tomadas en
cuenta en la significación integral del bien inmueble.
Recordemos que aunque la Casa-Museo parezca casi intocada (lo que nunca es cierto pues pasó por
distintas manos, distintos usos y diferentes restauraciones) y esté ambientada (en su mayor parte) con los
objetos originales de sus propietarios, al ser organizada como museo tiene una intencionalidad más o menos
manifiesta. No es la historia o la vida misma, sino su evocación, no es el pasado en sí mismo sino su
representación. De allí deben derivar los criterios de intervención e interpretación del edificio y de la colección
que oportunamente albergue.
La sociedad contemporánea redescubrió el enorme potencial del patrimonio, no sólo como valor
simbólico o de cambio, sino especialmente como valor de uso: el patrimonio se vuelve rentable, y pasa a
ser controlado por el capital. Transformado en valor (él mismo un bien de capital), el patrimonio es ahora un
problema: en escala global, puede ser manipulado por el juego ideológico; colocado bajo la responsabilidad
de grupos locales, puede oscilar entre el abandono y la transformación en bien de consumo, especialmente
cuando es apropiado por la industria turística.
Este valor [cultural] es escasamente cuantificable en términos económicos, y es poco accesible a la

4
BATZAN LACASA, Carlos. Museos en Monumentos, una pequeña historia y treinta ideas en Revista de Museología Nº 17, 1999, Págs. 24-31.
Madrid: Asociación Española de Museólogos.

91
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
comprensión de funcionarios y vecinos. Hablar de un valor más allá del económico, medido en memoria,
historia, sentimientos y hasta nostalgia, es hablar de un rubro que no ingresa en el presupuesto oficial. Es
más fácil presupuestar un museo de nueva arquitectura que rehabilitar un antiguo edificio para restaurarlo y
rehabilitarlo como tal, como es el caso de una Casa-Museo. Las etapas de Relevamiento, Diagnostico e
Intervención de Restauración, exceden los tiempos políticos a los que se está acostumbrado.
Si estas actuaciones físicas tienen en este momento un marco científico definido, la etapa de adjudicarle el
uso correcto al edificio para lograr su re-habilitación y su re-apropiación por parte de la sociedad, plantea más
dificultades. La participación de la sociedad, del mercado inmobiliario, de la economía local, el proyecto de
ciudad en definitiva requiere el aporte de otras disciplinas.
En el caso de edificio e institución que dependen de la esfera oficial, las asignaciones presupuestarias tanto
para la adquisición y/o expropiación, y puesta en valor de edificios de valor patrimonial son exiguas, y también
dependen de la voluntad del gobierno de turno y la prioridad en que sitúen a la cultura y al patrimonio
construido. La instalación de un museo en estos edificios y un digno mantenimiento, es solo factible si la
misión del museo conviene a la demanda social instantánea, al presupuesto que se ejecuta y a un rédito
político inmediato.
Es decir, que el debate de si lo que prima es el edificio, la colección o la memoria, queda instalado en un
marco que excede a un intercambio de opiniones entre especialistas, y que se sitúa dentro de las decisiones
políticas que tendrán valorar no sólo la opinión de los expertos en patrimonio, si no también sociólogos y
economistas, pues se afectan intereses que tienen ver con los usos sociales y rentables del patrimonio.
No existe objetividad ni en la intervención del patrimonio, ni en el uso o función que se le asigne, y
mucho menos en el sistema expositivo del museo instalado en sus espacios, pues toda obra presentada es
una obra interpretada, en la que de una u otra forma se privilegia un aspecto sobre otro. Lo mismo sucede en
el proceso de restauración de un edificio.
Nos preguntamos si los cambios de paradigma en la construcción de los discursos museográficos reconocen
una influencia mayor en las renovaciones que se han venido dando en las corrientes historiográficas de los
últimos tiempos, o se apoyan en los avances (y retrocesos) de la Museología, con una tendencia cada vez
mayor a “relativizar las afirmaciones hechas, para decir que un objeto real y un objeto musealizado no son
idénticos, que un objeto tiene siempre un carácter semiótico y uno anecdótico (…).que una exposición no
muestra una directa realidad sino una realidad transpuesta”. ¿Afecta a este nuevo paradigma las teorías
desarrolladas en el siglo XX sobre la conservación del patrimonio construido sean Monumentos Históricos
Nacionales o Patrimonio Cultural de la Humanidad?
En estos “teatros de la memoria” que son las casas museo, la ficción se presenta como realidad. En esa
suerte de puesta en escena tenemos, por un lado, las huellas indelebles de los que vivieron y usaron los
objetos originales y cuyos fantasmas se presienten, y por otro las significaciones atribuidas por los
conservadores, investigadores y museógrafos. Las Casas-Museo son percibidas, casi sin cuestionamientos
como la “cosa verdadera”. Concepto que por un lado engloba en su calificativo de real o verdadero –tanto la
noción de autenticidad del objeto original, como otros conceptos inmateriales–, y posee también una
connotación emotiva muy importante, que se puede traducir como aquello que vale la pena de ser vivido o lo
que vale más.
El patrimonio no es en sí mismo. Lo que es, es en relación con el hombre que le atribuye diferentes valores.

92
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Valores que por otra parte han evolucionado con el tiempo. La Museología, señala Deloche, “se inscribe
necesariamente en un contexto histórico, pues los valores a los que el museo está sometido en una época
dada siempre son modificables (...). La evolución histórica del museo se vio marcada por debates y opciones
no necesariamente lineales, ya que en un mismo momento puede optarse simultáneamente por múltiples
orientaciones.5. La misma afirmación cabe para la intervención del edificio de valor patrimonial: los valores y
los criterios de rehabilitación están siempre marcados por las circunstancias teóricas y prácticas del momento.
No podemos dejar de interrogarnos sobre el juego y las modalidades de la presentación, que no es
nunca una operación neutra, donde es imposible eliminar la subjetividad del autor o grupo de autores y el
contexto social del tiempo en que la presentación tiene lugar. Más que de Presentación, deberíamos hablar
de Representación, porque toda exposición, aun la ambientación de una casa museo es una recreación de
una parcela del mundo, un espacio metafóricamente articulado. Y la presentación o representación pone de
manifiesto los mensajes ocultos o revelados en la selección de objetos de mundo material, resignificados en
sus relaciones. Es en esa Representación dónde se ponen de manifiesto las relaciones sociales y políticas
que se encarnan en el sentido de los objetos y del medio en que son exhibidos.
Tampoco podemos dejar de preguntarnos si al intervenir físicamente en un edificio es posible poner
objetivamente en valor sus características esenciales y las del contexto social de su tiempo, eliminando,
subjetivamente, la “marca” de diseño del autor o grupo de autores que participan en su recuperación.

Conclusiones
Porque el patrimonio es una configuración social, la adjudicación de sentidos y significados se realiza
mediante prácticas que tienen que ver con lo intangible: "Los símbolos son ante todo, multívocos y
polivalentes, es decir múltiples en significados y combinaciones. Cambian según el contexto y ganan matices
con el uso. Es precisamente esa plasticidad y no su capacidad de representación directa lo que convierte al
símbolo en un elemento medular de la acción y el pensamiento humano”6. “El patrimonio se construye como
una filiación a la inversa”7, en donde somos nosotros los que nos reconocemos herederos de una
determinada tradición.
El patrimonio no sólo se concibe como ámbito de presentación o representación de objetos si no también
como un lugar de intercambios culturales, de producción de sentidos, donde los objetos se disuelven en una
red de significaciones y valoraciones.
Por otro lado, va tomando fuerza una teoría y praxis de museo, que lo entiende no sólo como espacio físico,
sino sobre todo como un espacio mental, altamente simbólico que traduce y al mismo tiempo orienta
el encuentro y la reflexión del hombre con el patrimonio.
Precisamente porque el patrimonio es un entramado de significaciones sociales, que por origen y futuros
supone ser siempre patrimonio de alguien, y por lo tanto, pierde su esencia si no es apropiado por una cierta
comunidad. Y porque la misma idea de museo lo sitúa como el ámbito de relación profunda del hombre con
su patrimonio. Por eso es que pensamos que la recuperación de un patrimonio arquitectónico considerado
valioso adaptándolo a la función museo, es realmente significativa: porque tiende a recuperar la dimensión de
mediación del patrimonio cultural. El museo viene a presentarse así, como el lugar específico en donde se

5 Deloche, Bernard. El museo virtual .


“ ” Gijón: Ediciones Trea, 2003.
6
Sheldon, Annis. El museo como espacio de la acción simbólica en Museum Nº 151, 1986.

93
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
pueden hacer conocer los valores patrimoniales y ayudar de esa manera a la apropiación de los mismos por
la comunidad.
Reconocemos en el patrimonio (bienes muebles e inmuebles, tangibles e intangibles), valores artísticos o
arquitectónicos, valores de uso, dimensión simbólica y valores de mediación o comunicacionales. La
musealización de un edificio de valor patrimonial se apoya en el valor comunicacional o de mediación que es
lo que permite la identificación y la apropiación por parte del colectivo.
Para que se cumpla ese cometido de comunicación, interpretación y educación existen requerimientos físicos
y espaciales para adecuar los espacios del bien patrimonial a sus nuevos usos. El desafío es que esos
necesarios cambios no desvirtúen tipologías arquitectónicas de interés, los entornos urbanos que las
acompañan, y sobre todo, significaciones sociales guardadas en la memoria.
Pensar el lugar que los patrimonios ocupan en la estructura de las relaciones de poder, es reflexionar acerca
de los valores que reproducen o las representaciones simbólicas con que se identifican.
Porque identidad y memoria son susceptibles de manipulación y al elegir qué patrimonializar, que recordar y
qué legitimar, que sacar y que dejar, estamos asumiendo disyuntivas de carácter político y ético: enfrentamos
en este nuevo milenio un debate político que sobrepasa de lejos las discusiones preservacionistas y
museológicas.

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RISNICOFF DE GORGAS, Mónica. “La Realidad como ilusión, las casas históricas devenidas museo”. Museum International (UNESCO,
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RISNICOFF DE GORGAS, Mónica. “Museums and the Crisis of Peoples’ Identity”. Asamblea General del ICOM en Australia, Septiembre
de 1998. Publicado por la Universidad de Camberra para el ICOFOM (Comité Internacional para la Museología) Act 2601, Australia, 1999,
ISBN: 0858897490
RIVIÉRE, Georges Henry. “La museología. Curso de museología. Textos y Testimonios”. Madrid: Akal, 1993
SHELDON, Annis. “El museo como espacio de la acción simbólica” en Museum Nº 151, 1986
ICOMOS, UNESCO: en línea: http://www.unesco.org/whc/heritage.htm.

7
Pouillon, J.: “Tradition: transmisión ou reconstruction” in Fétiches sans fétichisme, Paris : F. Maspe´ro, p. 155-173, 1975. Citado por Devallon, J. Le
don du patrimoine, une approche communicationnelle de la patrimonialisation. París : Lavoisier, 2006
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
EL TURISMO CULTURAL: ¿USO APROPIADO DEL PATRIMONIO?

Mgter. Arq. Edgardo J. Venturini

Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (FAUD) y Centro de Estudios


Avanzados (CEA), Universidad Nacional de Córdoba (UNC)

El turismo cultural se refiere al conjunto de prácticas turísticas vinculadas con el conocimiento y


experimentación de medios culturales tradicionales y sitios patrimoniales. Su denominación es, quizá,
equívoca, dado que toda actividad turística es cultural, pero con ella se ha querido enfatizar el hecho que
el atractivo de base está constituído por manifestaciones culturales tangibles (el mundo de la cultural
material, el mundo del patrimonio) e intangibles (el mundo de las tradiciones, los modos de vida
particularizados).
El turismo cultural está básicamente asociado con atractivos históricos, artísticos, científicos y
patrimoniales. Dada la amplitud del tema, la OMT ha establecido dos definiciones básicas del turismo
cultural.
ƒ En sentido estricto, turismo cultural incluye el movimiento de personas esencialmente por
motivaciones culturales tales como viajes para participar en eventos artísticos y culturales, viajes de
estudio, viajes a festivales y otros eventos, visitas a sitios y monumentos, viajes para conocer naturaleza,
arte, folklore, tradiciones y costumbres, peregrinaciones.
ƒ En sentido amplio, la OMT define el turismo cultural como todo movimiento de personas dirigido
a satisfacer el requerimiento humano de diversidad, tendiente a elevar el nivel cultural del individuo y a
permitir el avance de nuevos conocimientos, experiencias e intercambios entre individuos pertenecientes
a la misma o a diferentes culturas.
Puede concluírse que, en cualquier caso, el turismo cultura interesa la esfera de lo social y de lo
patrimonial en sentido amplio. Estas dimensiones están presentes en la Carta Internacional del Turismo
Cultural formulada por ICOMOS en 1999, en la cual la idea de elevar el nivel de la experiencia del turista
va indisociablemente unida a la conservación patrimonial y al respeto de los contextos sociales
receptores, así como al intercambio activo entre visitantes y comunidad receptora.
Los recursos, naturales y culturales, juegan un rol esencial, pues son la base de la atracción del lugar,
requiriendo para ello estar en sus mejores condiciones de conservación. El uso que dichos recursos
histórico-ambientales permita estará directamente vinculado con sus potencialidades y limitaciones,
derivadas de sus características tecnológico-constructivas, de su potencial funcionalidad y de su
capacidad de carga. En este sentido, el turismo cultural (entendido como uso controlado acorde a la
capacidad de carga del patrimonio y a límites de cambio aceptable en el contexto social local) se
convierte en un medio efectivo de promoción social del patrimonio, tanto en lo que se refiere a su

95
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
conservación como a los aspectos de generación de recursos económicos susceptibles de ser
reinvertidos en el patrimonio y en la realidad social circundante.
En la perspectiva del turismo cultural, adquieren particular relevancia los términos patrimonio,
contextualización y actividad, dado que en ellos se concentran las claves del enfoque.
En efecto, cabe recordar que la experiencia turística es, esencialmente, una experiencia de cultura, de
comunicación entre visitantes y residentes. Por consiguiente, es de naturaleza básicamente simbólica
antes que material (aunque para concretarse requiere de apoyos y realidades materiales). Se trata de un
tipo de experiencia relativamente efímera, que valoriza el hecho emocional-sentimental del
“descubrimiento”, del encuentro, de las relaciones interpersonales y grupales momentáneas.
En el marco de esta experiencia, se presentan al turista aquellos lugares, sitios, bienes patrimoniales
culturales y naturales, fiestas, tradiciones, etc., que la sociedad receptora considera significativos de ella
misma, presentados como síntesis presente de su pasado, de su momento actual e incluso de posibles
futuros deseados.
Una estrategia de desarrollo local que incorpore la variable del turismo cultural antes presentada
requiere, necesariamente, una nueva asociación entre los actores claves del proceso: la población local,
los gobiernos municipales, los operadores turísticos y el gobierno provincial (tanto en el área de turismo
como de cultura).
Se trata, inicialmente, de consolidar la conciencia turística de la comunidad receptora, a fin de asumir
que se tiene el potencial suficiente como para generar atractivos capaces de motivar el desplazamiento
de estos nuevos segmentos de la demanda turística.
Ello va a implicar, a su vez, la conciencia de la necesidad de puesta en valor y disponibilidad para el
turista de los atractivos culturales locales, a través de adecuados proceso de gestión y tutela del
patrimonio tanto material como intangible (esto es, de tradiciones, costumbres, fiestas y eventos).
El gobierno debe asumir su rol de orientador y facilitador de este proceso, así como de tutela de los
bienes patrimoniales, con todas las operaciones que ello implique (ya sea de aporte técnico-económico
como de difusión y promoción). Pero es necesaria la contrapartida local en cuanto a posibilitar el uso de
los recursos privados por parte de los turistas. Mantener una casona en condiciones, ofrecer unas
alternativas de gastronomía artesanal casera, permitir el conocimiento y la experiencia de los turistas con
respecto a las producciones locales, las fiestas y costumbres tradicionales, constituyen requerimientos
esenciales para la definición, organización y puesta en marcha de estas nuevas estrategias de
reposicionamiento local en el marco de una propuesta de desarrollo sustentable que garantice una
mayor satisfacción de las nuevas búsquedas de los turistas así como un enriquecimiento de la
experiencia cultural local. Un desarrollo de este tipo podría aportar nuevos ingresos económicos que, a
su turno, podrían revertirse en mejoramiento de las condiciones locales de vida así como en acciones de
protección y puesta en valor, conservación y mantenimiento del patrimonio cultural local que opera como
atractivo básico de la región.
La gestión sustentable del patrimonio integrado (natural-cultural) requiere conciliar la conservación con
las nuevas perspectivas económicas y sociales que ofrece la actividad turística. Las áreas/regiones de
patrimonio tienen que afrontar, por ello, el difícil desafío de lograr una equilibrada inserción de la función
turística en el territorio regional/local, en las economías y en las sociedades locales. La sustentabilidad

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
de este tipo de desarrollo está vinculada con el logro de modelos de utilización turística integrados en la
economía y la sociedad regionales, respetuosos del patrimonio cultural y del ambiente que le da sentido
y coherencia, pero, al mismo tiempo, orientados a resolver las nuevas demandas de accesibilidad y
recorridos que plantea el turismo.
Aquí cabe recordar que la capacidad de carga de los sistemas patrimoniales es limitada, ya que los
recursos del patrimonio en general son frágiles y no renovables. Justamente, en esta no-repetibilidad
consiste su valor patrimonial, de testimonios únicos de un modo de habitar y de construir el ambiente
humano y su paisaje cultural.
Frente a estas cuestiones se alza la realidad del crecimiento del mercado del turismo cultural, que
condiciona e induce importantes procesos de recuperación, rehabilitación y reutilización de territorios, de
edificios, tejidos y fragmentos urbanos diferenciados por la asignación de valores simbólico-patrimoniales
dentro del contexto integral de las regiones consideradas como destino turístico.
En este marco, la utilización turística del patrimonio natural-cultural no debería consistir sólo en “vender
patrimonio” sino en la valorización del capital simbólico propio de una cultura, tanto con respecto a la
propia sociedad local como a los visitantes. Pensar sólo en la “turistización” del patrimonio en términos
de un incremento continuo del número de visitantes implica una estrategia de riesgo para un recurso
valioso, frágil y no renovable. No tener cuenta los límites que indica la capacidad de carga del patrimonio
(términos de carga física, carga social y carga fruicional de uso del patrimonio) conduce a la pérdida de
valor material del patrimonio y a la desvalorización de la experiencia del patrimonio, además de provocar
conflictos entre los residentes y los turistas, que son percibidos por aquellos como la razón del deterioro
de su capital simbólico.
La capacidad de carga física se refiere al nivel de utilización directa de los recursos patrimoniales;
superado un determinado límite pueden ocurrir impactos ambientales negativos inaceptables, tanto para
el patrimonio como para los actores usuarios del mismo. La capacidad de carga social analiza el efecto
de la actividad turística sobre la población local y su cultura, identificando niveles más allá de los cuales
los impactos se tornan negativos generando reacciones adversas en la comunidad local con respecto al
turismo. La capacidad de carga fruicional está vinculada con los aspectos psicológicos/perceptuales del
turista, es el nivel más allá del cual la satisfacción del visitante cae inaceptablemente a causa de la
saturación de uso de la oferta ambiental por exceso de turistas. A estos conceptos hoy podemos agregar
el de capacidad de carga económica, que se refiere al hecho que una vez superada la capacidad de
acogida de un determinado recurso ello determina que otras funciones del territorio o la ciudad
comiencen a sufrir efectos negativos, desequilibrando y resintiendo la economía local con mayores
requerimientos de infraestructura, equipamiento y servicios.
Considerando estos criterios, asociados al de límite de cambio aceptable (que permite establecer hasta
dónde y cuánto un sistema patrimonial puede soportar transformaciones sin perder sus características
físico-materiales y simbólicas en términos de patrimonio), puede colegirse que los bienes patrimoniales
en sí pero también el medio en el cual se hallan localizados están expuestos a impactos que pueden
desnaturalizar sus características conduciendo finalmente a la pérdida de valor patrimonial.
Es necesario recordar, una vez más, que el patrimonio es el mayor recurso de los destinos turísticos, por
la cual se convierte en el atractivo más valorado por la demanda turística y, consiguientemente, el más

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
ofrecido por los organismos públicos y empresas privadas encargadas de la gestión turística. Algunas
operaciones especulativas con el patrimonio encierran los mayores peligros para la pervivencia de estos
testimonios. Por un lado, la llamada industria (o también ingeniería) cultural, que en nombre de la
“exaltación” de los valores históricos y estéticos, transforma el patrimonio en objeto de consumo
mercantil, a través de procedimientos de “animación” absolutamente discutibles. En segundo lugar, el
llamado marketing (donde lo turístico tiene el mayor peso). En ambos casos, lo que se pone en el límite
de su permanencia son las características del patrimonio como tal, sometido a un tipo de uso que no es
compatible con sus condiciones materiales y simbólicas1.
La primera operación produce “adecuaciones”, en muchos casos discutibles, de de las estructuras físicas
del patrimonio para adaptarlo a los requerimientos de la demanda turística. Operaciones muchas veces
cosméticas (como el cambio o la supresión de revestimientos originales, como ha sucedido en algunos
ámbitos del antiguo rectorado de la Universidad de Córdoba, cambios de pisos, aplicación de colores con
criterios de discutible compatibilización con el carácter histórico de los edificios, entre otras
intervenciones) que terminan generando un pastiche que desnaturaliza la identidad del objeto. En otros
casos, con el argumento de posibilitar las nuevas funciones de visita y exposición, se producen
transformaciones dimensionales de ámbitos internos, cuando no la demolición lisa y llana del interior,
conservando sólo la piel de la fachada (como ocurrió en el paradigmático caso de la vieja Escuela Olmos
de Córdoba, convertida en shopping center Patio Olmos, o con los desconocidos proyectos de
“adecuación” del Buen Pastor y del Palacio Ferreyra en la ciudad de Córdoba, que en los hechos se han
concretado en la demolición lisa y llana de las estructuras físicas definitorias de la identidad patrimonial
de los objetos intervenidos, conservando la fachada –parcialmente en el caso del Buen Pastor- como
signo de “prestigio histórico”). A estas actuaciones de tipo físico-material se agregan las del “marketing”,
que en aras de un posicionamiento competitivo del lugar en la oferta de destinos turísticos culturales,
muchas veces no vacila en falsificar historia, entornos urbanos, paisajes y condiciones de percepción y
recepción del valor patrimonial en base a discutibles criterios de atractividad. Todo ello conduce a la
desnaturalización y falsificación del patrimonio, que en muchos casos termina siendo una especie de
caricatura de sí mismo. En otros, las operaciones de transformación de los objetos y adecuación de sus
entornos para el uso turístico pueden conducir a la exclusión o limitación de uso por parte de la población
local (como ocurre en el ámbito internacional en torno a los grandes centros culturales del tipo nuevo
Louvre o en los proyectos de “desarrollo ecoturístico” de la Reserva de Biosfera Maya y de Baja
California 2 ), generando un impacto social negativo en la relación patrimonio-turismo.
El turismo cultural puede ser una opción de uso apropiado del patrimonio, en la medida que se tengan en
cuenta una serie de condiciones y finalidades tendientes a la creación y ordenamiento de sistemas
patrimoniales-turísticos regionalmente integrados con efectiva conservación y protección del patrimonio
local-regional y con mejoramiento de la experiencia del visitante a través de adecuados procesos de
interpretación, a la generación de intercambios socio-culturales y económicos a nivel regional tendientes
al mejoramiento de la calidad de vida en los medios locales, a la plena integración de actores locales

1
Cfr. Venturini, Edgardo J. “Crónicas de unos viajes posibles, de sus condiciones y de sus efectos. Turismo en el ámbito urbano
metropolitano contemporáneo”. En Revista APORTES Y TRANSFERENCIAS. TIEMPO LIBRE, TURISMO Y RECREACION, año 3,
vol. 2, Centro de Investigaciones Turísticas/Facultad de Ciencias Económicas y Sociales/UNMP, Mar del Plata.
2
Cfr. Vigna, Anne (2006), “Los falsarios del ecoturismo”, en Le Monde Diplomatique, Buenos Aires, julio de 2006, pp. 31-33.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
organizados en redes regionales capaces de garantizar una gestión participativa de los recursos
patrimoniales locales frente a las demandas de los operadores turísticos externos. El esquema que se
acompaña sintetiza el conjunto de condiciones y finalidades básicas necesarias para el logro de estos
objetivos del turismo cultural.
La puesta en marcha de este tipo de enfoque del desarrollo turístico permite consolidar los valores del
patrimonio local integrado, aportando a la optimización de la experiencia turística a través de apropiados
procesos de interpretación3, y generar recursos económicos para reinvertir en conservación del mismo,
revirtiendo, además, en la población local y en el mejoramiento de sus condiciones y calidad de vida.
La incorporación de la dimensión territorial integral del patrimonio es la ocasión de poner en práctica el
enfoque de itinerario cultural. Para ICOMOS/UNESCO, el concepto de itinerario cultural, de ruta, de
camino, entraña la recuperación del contexto histórico y geográfico del patrimonio; representa el flujo de
interacciones dialécticas que contribuyen a eliminar el aislamiento local y sus secuelas. Itinerario/ruta es
movimiento de personas, ideas, valores, prácticas; intercambios e interinfluencias que han ido
conformado las culturas en su dimensión concreta local a lo largo de la historia. Cuando se habla de
camino, se habla de movimientos de un lugar a otro a través de una historia y de una geografía. Esto
retrotrae al concepto de pluralidad y diversidad, del cual la identidad y el patrimonio surgen y se van
conformando como resultado dinámico y a la vez referencia estable de determinados procesos culturales
locales, como expresión de aquella paradoja que expresa que la cultura es universal y estable en la
experiencia humana, pero necesariamente es local y dinámica en sus manifestaciones concretas.
La aplicación de este enfoque en el caso de regiones de patrimonio integrado (como ocurre con el
“Camino de las Estancias Jesuíticas de Córdoba”, inscripto como Patrimonio de la Humanidad por
UNESCO en el año 2000) permite organizar la atractividad turística a lo largo de los caminos que
recorren las comarcas regionales integrantes del sistema, dándole sentido amplio a cada sitio y al
conjunto territorial. Se logra, así, ampliar el interés del visitante hacia toda la región, descargando la
tradicional presión puntual sobre los sitios de patrimonio “espectacular”. Se presenta como patrimonio,
en un sentido dinámico, la totalidad de situaciones y recursos que ofrece la región a lo largo de sus rutas.
Ello permite concretar la idea que los itinerarios culturales “son un instrumento idóneo para poner en
evidencia que la realidad cultural presenta múltiples facetas” y que, si bien “se apoyan en la existencia en
la región de elementos tangibles que representan el testimonio del patrimonio local”, no se reducen a un
“rosario” de objetos dispersos en el territorio sino que también incorporan los “componentes intangibles
de la cultura local, que proporcionan sentido y significado a los diversos elementos que componen el
conjunto, inscriptos en un contexto natural en el que inciden y que contribuyen a caracterizar y a
enriquecer con nuevas dimensiones, dentro de un proceso interactivo”. (CIIC/ICOMOS, Ibiza, mayo de
1999).

3
Cfr. ICOMOS (2004), Charte ENAME pour l’interpretation des sites culturels, troisième version, agosto 2004.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
CONDICIONES Y FINALIDADES BÁSICAS
DEL DESARROLLO DEL TURISMO CULTURAL

Mgter. Arq. Edgardo J. Venturini

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
TEMA 4: PRACTICAS, METODOS Y TECNICAS

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
REQUIEM PARA EL PATRIMONIO DE CÓRDOBA - CIUDAD

Berta J. L. de la Rua
Mariana Bettolli
Ana M. R. de Ortega
Roxana Civalero

Facultad de Arquitectura Urbanismo y Diseño, U.N.C.

Esta ponencia intenta hacer hincapié en la actual realidad urbana de la ciudad de Córdoba,
especialmente la del centro, la del barrio de Nueva Córdoba y los demás barrios tradicionales tales como
Alberdi, General Paz y Alta Córdoba; realidad que se manifiesta en la problemática de la renovación
urbana vertiginosa, la desaparición lisa y llana de gran parte del patrimonio construido bajo la picota de
los “desarrollistas urbanos”, nuevo nombre para designar la especulación urbana desmedida; los
negocios inmobiliarios que han tenido un desarrollo rápido y creciente desde los sucesos económicos del
2001, tales como la devaluación, el crack bancario, la inmensa riqueza derivada de la producción
agropecuaria y la exportación de granos, ligada a la más segura inversión: la “inversión en ladrillos”, la
construcción de edificios para la venta o para renta, medida en ganancias considerables, y metros
cuadrados escasos, lejos de las condiciones de habitabilidad dignas y de la calidad tecnológica,
morfológica y funcional de los inmuebles.
No pretendemos en este breve espacio organizar en un modelo de referencia general los datos
resultantes de una amplia serie de intervenciones que derivan tanto del sector público como del sector
privado, si bien este último actúa con los “permisos” correspondientes de las autoridades municipales.
Procuramos solamente contribuir a la reflexión sobre algunos aspectos primordiales de la cuestión con el
objetivo de que los Bienes Culturales heredados sean observados con una preocupación diferente a
aquellas que hoy es moneda corriente y que se centra en la obsolescencia y caducidad de los objetos
del pasado en un mundo cambiante y distante de otros valores que no sean los económicos, valores
llevados como bandera de modernidad desde la óptica de los desarrollistas urbanos”.
Hace tiempo que organismos nacionales e internacionales, como el ICOMOS que hoy convoca a este
encuentro, tanto como las voces aisladas de estudiosos, expertos, académicos y diversas ONG, están
bregando por la preservación del patrimonio y por la difusión de una nueva conciencia sobre la
significación de los Bienes Culturales en el proceso de conocimiento de nuestra propia realidad. Sin
embargo, aunque se trate de voces que claman en el desierto, es importante, una vez más, llamar la
atención de los gobiernos sobre la necesidad del reconocimiento del valor de la preservación del
patrimonio para darle un sentido a lo nuestro y del valor del reconocimiento de que nuestro mundo de
hoy se enriquece con el legado del pasado, legado que debemos incorporar a nuestro quehacer

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
permanente como arquitectos, como dirigentes, como políticos y como ciudadanos, sabiendo a donde
queremos llegar en este proceso de cambio constante en el que vivimos.
El centro histórico de Córdoba perdió su imagen histórica hace mucho tiempo, más allá de ciertas
“concesiones culturales” como las de mantener las iglesias y algunos que otros inmuebles repletos de
historia patria; mas allá del intento aislado de comienzos de la década del 80 en la que se propuso
revitalizar el patrimonio, uniendo los principales edificios históricos mediante una red de peatonales,
celebrando las instituciones y evocando su significado mediante su reflejo dibujado en el pavimento o la
recreación de su interior al exterior, o la creación de puertas de ingreso al centro histórico o la de nuevas
plazas que rinden homenaje a nuestros vínculos con el viejo continente. Más allá de este intento y de
unos pocos más como la puesta en valor del Cabildo Histórico, el proceso de renovación siguió adelante
y del centro se extendió, ahora más que nunca, a los barrios tradicionales. Así asistimos hoy al saqueo
indiscriminado del patrimonio desde las propias filas del estado provincial.
Valga como ejemplo la destrucción del “Buen Pastor”, edificio histórico que albergara la cárcel de
mujeres, situado en un valioso predio de Nueva Córdoba con una intervención que más que “polémica”
es absolutamente denigrante de los valores patrimoniales, incluido el valor estético que, en general,
suele ser el parámetro más cuidado en las intervenciones en las que lo nuevo se introduce en lo viejo, se
supone que para enriquecerlo. Aquí, una serie de estructuras de chapa y columnas metálicas que
semejan un bosque de andamios temporarios, compiten con las nobles, macisas y discretas estructuras
tradicionales.
En el mismo barrio se está cometiendo hoy uno de los atropellos más denostables contra el patrimonio.
Se está destruyendo el interior del Palacio Ferreyra para “adaptarlo” a la función de museo de artes
plásticas. En realidad, el Palacio hubiera podido cumplir esta función sin ninguna modificación ya que
sus amplios espacios y superficies murarias contuvieron en su momento valiosas esculturas y pinturas
de firma que los descendientes de Don Martín Ferreyra, el original propietario del Palacio, se
distribuyeron como herencia. Oleos de Bouchor, de Serendat, de Belzin, de Magni, de Rieder, dos óleos
de Lucchesi, otros de Fabbi, de N.V. de Wav y de Blinks, una acuarela de Froidure junto a los retratos de
Don Martín y su esposa Mercedes, obras de Fonrouge y de Genaro Pérez respectivamente, entre otros
que superan la treintena. La riquísima decoración interior de la casa fue realizada por la firma Casa
Krieger de París y la iluminación por la firma Freres, también de París, las rejas fueron fabricadas por la
fundación francesa de Val d’Osne y adquiridas en la Casa Seyder, mientras el portón proviene de un
antiguo castillo y fue adquirido por intermedio de Antoine Motteau.
El proyecto de este palacio borbónico fue realizado por el “Cabinet Sanson” de París, dirigido por el
arquitecto Ernesto Sanson, en 1911, la dirección técnica corresponde al ingeniero Carlos Agote y el
arquitecto Francisco Coumayrou, (1913-1916), mientras el parque fue diseñado por el arquitecto Charles
Thays en 1914.
En opinión del erudito historiador inglés Nicolás Pevsner que visitó Córdoba en 1960, el Palacio Ferreyra
es uno de los mejores palacios franceses fuera de Francia y el mejor del país.
Las características espaciales, el gran tamaño de las habitaciones, el generoso hall de ingreso con su
escalera imperial similar a la de Fontainebleau, que sorprendió a Pevsner por sus dimensiones y lo llevó
a compararlo con el hall del Reform Club de Londres y con el Salón de baile del Palacio de Buckingham,

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
a los cuales el hall del Palacio Ferreyra les saca amplia ventaja.
Estas características, únicas en Córdoba, hubieran podido aprovecharse, sin modificación alguna, para
museo de artes plásticas, a la vez que museo de artes decorativas, en el que la Casa se muestre a sí
misma como magnífico ejemplo y testimonio del esplendor borbónico distintivo de la aristocracia en
nuestro país desde las últimas décadas del siglo XIX a las primeras del siglo XX, y como expresión de
una clase social que encontró en los modelos europeos la universalidad de la cultura occidental y cuyo
protagonismo en la historia del país se expresó en el progreso y el crecimiento en todos los órdenes de
la producción material e intelectual.
La citada expresión de N. Pevsner sobre el Palacio Ferreyra se hizo extensiva a otras importantes
residencias del barrio de Nueva Córdoba, barrio concebido en 1886 por el empresario Miguel Crisol.
Desde entonces Nueva Córdoba fue acumulando un valioso patrimonio que hoy se ha perdido en su casi
totalidad. El fenómeno de la renovación de las últimas décadas se ha intensificado en los últimos años.
Grandes moles de cemento reemplazan las tradicionales y suntuosas casonas históricas, casonas que
hicieron decir a N: Pevsner que si las hubiera conocido antes, “les hubiera dedicado largos párrafos
sobre cada una en mi Buildings of England “45
Las “razones poderosas” que se exponen para estas intervenciones van desde la idea de la “promoción
cultural” y “participación ciudadana” en el caso del previsto museo del Palacio Ferreyra hasta la
renovación por obsolescencia y abandono de los viejos inmuebles. Estas “poderosas razones” ocultan,
en realidad, las verdaderas intenciones: la propaganda política de un gobierno que pretende dejar su
sello a través de la obra pública, a cualquier costo y sobre cualquier apelación a la racionalidad, a la
memoria histórica y a la preservación del ambiente, sin pensar que la mejor acción hubiera sido la “no
acción” renovadora.
¿Cuál es, entonces, el camino que pretendemos señalar? Pensamos que más allá de “enormes listados”
con cientos de inmuebles públicos y privados, y lugares sobre los que no se fundamentan las razones de
su inclusión, ésta nueva ordenanza sancionada el 13 de febrero del corriente año, que debemos estudiar
en profundidad, debiera encarar una acción reguladora y normativa que facilite el control del fenómeno
especulativo sobre el suelo urbano en los barrios tradicionales amenazados y los considerados Áreas de
renovación urbanística, como el Portal del Abasto, San Vicente, entre otros, con acciones que no se
dirijan a objetos puntuales solamente, sino principalmente a zonas, áreas, lugares, que aún conservan su
ambiente histórico, fijando pautas que frenen la destrucción del ambiente y el paisaje, estudiando cada
uno de los lugares para determinar los valores que necesariamente deben conservarse. La Dirección de
Patrimonio, tanto a nivel provincial como municipal, deberán tener la última palabra en la habilitación de
los proyectos, de acuerdo a pautas de conservación y normativas claramente explicitadas.
Lugares y tramos urbanos como la Av. Hipólito Irigoyen en su cercanía y continuación frente al Parque
Sarmiento, la Av. Chacabuco al 1100 y algunos tramos perpendiculares a ella como la calle Crisol, la
calle Ituzaingó cuando se acerca a la casa de Gobierno y a la Ciudad Universitaria, los pasajes cercanos:
Pasaje España, Pasaje Lopez Valtodano, Pasaje Colombia, etc. todavía conservan su vitalidad ambiental
y su impronta cultural como entornos tradicionales. Por lo tanto es urgente verificar si la normativa
impedirá su desaparición.

45
PAGE, Carlos A: El Palacio Ferreyra, Cuadernos de Historia N° 37 Junta Prov. de Historia de Cba., 1994
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
De nada sirve ya conservar una casa aislada, aprisionada en medio de híbridos edificios de cemento y
vidrio, porque ésta ha perdido ya su identidad y no contribuye más a dar identidad a la calle, al contrario,
molesta como una carie que rompe el perfil de una dentadura.
Entendemos que no es fácil crear normas que entren en contradicción con las “leyes sagradas” de la
propiedad privada (por otro lado tan violadas por el Estado cuando priman sus intereses; valga como
ejemplo la expropiación del Palacio Ferreyra por un monto seis veces menor a su valor real), pero sí es
posible reglamentar lo que puede realizarse en cada lugar urbano a futuro y con ello desalentar la
especulación. Si regulamos alturas y densidades, si controlamos la ocupación ilegal de corazones de
manzana, si exigimos espacios verdes cedidos a la calle y reposición del arbolado que se destruye, etc.
contribuiremos a bajar los exorbitantes precios de la tierra; si en los barrios que todavía no han
colapsado evitamos la construcción de edificios en altura, como sucede en barrio Rogelio Martínez que
es hoy ejemplo de calidad barrial, podremos frenar la avidez de los “desarrollistas urbanos” que
anteponen sus intereses económicos al interés publico. Otro problema que la renovación y densificación
urbana ha provocado es el colapso de los servicios, sobre todo de la infraestructura de cloacas, cuyos
líquidos malolientes e insanos afloran por las otrora magníficas calles de Nueva Córdoba. Hoy, los
“desarrollistas” conectan la evacuación de residuos cloacales de sus edificios directamente a los
desagües pluviales, ilegalidad que suponemos no es ignorada por los organismos de control pertinentes
que parecen hacer la vista gorda ya que no brindan soluciones al problema de las cloacas.
También entendemos que la restauración y la manutención de los edificios históricos, dada la delicadeza
de las estructuras antiguas y la complejidad de los procedimientos para llevarla a cabo, comportan,
muchas veces, operaciones costosas que, frecuentemente son imposibles para los propietarios
residentes, lo que lleva al fenómeno de la degradación de los inmuebles y a la presencia en el mercado
local de las grandes empresas de la construcción que acechan las presas que agonizan para darles el
golpe final con la picota, o a las que ahora con la nueva ordenanza municipal les sacarán un “certificado
de edificabilidad”.
De hecho, el problema no es simple y conforma un círculo cerrado en el que la degradación y
decadencia económica productiva de la clase media, que constituye mayoritariamente la población
asentada en el centro y los barrios tradicionales (la clase adinerada vive en las periferias, en las
constelaciones de countries que han aflorado sobre el territorio en los últimos años) se cruzan con el
empeoramiento de las condiciones de habitabilidad y de las condiciones de supervivencia de los edificios
preexistentes, combinada con una gran demanda de “nuevas tipologías” que aproximan las
intervenciones urbanas más a los negocios e inversiones especulativas que a la inversión productiva
auténtica, como fue aquella de la generación del 80 a fines del siglo XIX y principios del siglo XX cuando
Miguel Crisol creó Nueva Córdoba, Martín Ferreyra construyó su Palacio y Carlos Thays el Parque
Sarmiento, con sus grandes avenidas, sus esculturas, sus paseos y su lago, que hoy es un espejo de
agua maloliente poblado de larvas de mosquito, que requiere su urgente saneamiento.
Desgraciadamente, en Córdoba la dirección de las estrategias de renovación y de transformación urbana
la tiene la gestión privada. Una estrategia diferente que prefigure el control y la dirección pública hacia
los procesos económicos de crecimiento urbano podría morigerar los problemas del desarrollo
especulativo, tanto como los costos sociales del valor de la tierra, como se evidencia en la erradicación

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
de villas de emergencia y asentamientos informales, erradicación forzada hacia “barrios-ciudades”
periféricos, carentes de infraestructura de servicio y alejadas de los centros productivos. Se trata de una
nueva forma de exclusión urbana y de exclusión respecto a las fuentes de trabajo y producción, lo que
está provocando el regreso de los antiguos habitantes a sus lugares de origen con el consecuente
abandono de las casas donadas por el estado provincial y la reconstrucción de las villas de emergencia.
Estos fenómenos contemporáneos manifiestan la presencia del conflicto entre necesidades ciudadanas,
orientaciones políticas inexistentes y orientaciones del mercado claramente encaminadas a los negocios,
lo cual hace imperiosa la necesidad de construir un frente único contra la especulación, la destrucción de
los bienes culturales y los derroches. Aspectos que no tenemos claros en la nueva ordenanza y que
podrían dar origen a nuevos negocios netamente inmobiliarios y especulativos que generarían tras la
ansiada renovación urbanística de algunos barrios, la pérdida de los recursos ambientales.
Es fundamental la necesidad de diseñar un “proyecto de conservación” comenzado por una investigación
concienzuda que ofrezca un diagnostico cierto de las condiciones en que se encuentra el patrimonio
ambiental y la posterior redacción de normativas y principios metodológicos idóneos e irrefutables para
tutelarlo y mantenerlo; instrumentos y programas de actuación capaces de proteger o reconstituir la
relación original entre población y escenario físico, entre exigencias sociales y económicas en continua
evolución y el ambiente ya construido; programar un orden social y económico basado en el uso racional
y en la valoración de los recursos ambientales, naturales y construidos, y en la tutela del paisaje.
Y será recién cuando estemos convencidos, tanto desde el Estado como desde la ciudadanía, de que el
patrimonio histórico constituye la parte “viva” y verdaderamente “moderna” de la ciudad, cuando
podremos recuperar la memoria del pasado y el significado que nos permita construir una identidad
basada en la conciencia cultural y el conocimiento de nuestra historia.
Será entonces cuando asistamos al réquiem del fantasma de la picota y celebremos el nacimiento del
respeto y la valoración por el Patrimonio.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
EVOLUCIÓN ARQUITECTÓNICA DE LA PLAZA SAN MARTÍN, CIUDAD
DE CÓRDOBA, ARGENTINA Registro de datos y visualización 2D y
3D, en tres épocas, Colonial, Siglo XIX y Siglo XXI.

Adrián Depetris

Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, Universidad Nacional de Córdoba.

En este trabajo se analiza el conjunto urbano arquitectónico patrimonial de la Plaza San Martín,
estudiando su evolución desde la época colonial hasta nuestros días, en el marco del Museo Virtual de
Arquitectura de Córdoba (Resolución Decanal N° 462/03) cuyos directores Ing. Civil Isaac Edelstein y
Arq. Adriana Trecco llevan adelante en el Centro de Estudios de Historia Urbana Argentina y
Latinoamericana y el Taller de Informática Aplicada en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño
de la Universidad Nacional de Córdoba. Los datos necesarios se toman de diferentes obras históricas,
histórico-arquitectónico, urbano-arquitectónico, fotografías de Archivos públicos y privados, nuevo
material, así como de la experiencia previa que significó el proyecto de La maqueta electrónica del área
central de Laura Amarilla, Juan Simes, Adriana Trecco y colaboradores. Posteriormente éstos son
transferidos mediante métodos específicos con herramientas de visualización de modo de construir
maquetas virtuales de las tres épocas estudiadas, lo que posibilitará la visión completa, directa y rápida
de los impactos producidos a lo largo del tiempo en la Plaza.
El objeto de estudio está conformado por un legado cultural de innegable valor arquitectónico, ya que
exhibe las huellas que los primeros pobladores de la ciudad plasmaron en lenguaje colonial, (la Catedral,
el Cabildo, la iglesia Monasterio de San José de las Carmelitas Descalzas de Santa Teresa de Jesús, el
conocido como Oratorio del Obispo Mercadillo); el que posteriormente se cambiará en el período del
siglo XIX mediante una arquitectura que adopta nuevas tipologías y estilos principalmente europeos
(Palace Hotel, Plaza Hotel, Teatro Real); para continuar su evolución durante el período contemporáneo
en el que se termina de consolidar el entorno con sedes bancarias, edificios administrativos,
institucionales y comerciales, como el Banco Nación, la actual Sede del ANSES, Galería San Martín y
otros.
Las características de este entorno de escala local, son estudiadas con el objetivo general de rescatar la
memoria del corazón de la ciudad en resguardo de los testimonios monumentales y de los que lo
acompañan. Desde nuestro lugar de trabajo buscamos incidir en la comunidad para que se tome
conciencia de que se debe planificar integralmente el mantenimiento y conservación del conjunto.
Nuestro patrimonio podrá ser conocido a través de este instrumento y traspasar las fronteras regionales
y nacionales posicionándose por medio del Museo Virtual de Arquitectura de Córdoba a nivel
internacional.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Se presenta aquí las imágenes del material técnico correspondientes de los dos laterales, el de San
Jerónimo e Independencia, así como imágenes de los cambios tipológicos arquitectónicos ocurridos en
dicha esquina.
Metodología empleada
Se parte de la obtención de datos pertinentes a cada período y a las obras de arquitectura que
componen los perímetros de la plaza, tanto conceptuales como gráficos. Estos datos, fotografías,
plantas, cortes y vistas pasan a formar parte de bases de datos de donde poder manejarlos con suma
fluidez.
Continúa con el armado de los mosaicos fotográficos de cada época de los cuatro laterales de la Plaza,
consiguiendo vistas panorámicas desde un mismo nivel óptico, con máquina digital y trípode, que sirve
para la visualización de fachadas y perfiles edilicios.
Realización de fachadas de los laterales de la Plaza San Martín en dos dimensiones en el programa
AutoCAD
Posteriormente estas vistas generales de los laterales son unidas en 360° con programas específicos de
diseño fotográfico que mostrarán el entorno del área de estudio en movimiento.Representación
volumétrica de la arquitectura de los laterales en tres dimensiones permitiendo ajustes permanentes
utilizando herramientas del tipo geo-referencial. La ultima etapa del trabajo plantea traducir en
visualizaciones secuenciales la Plaza, en los diferentes periodos, mediante series geo-cronológicas
simulando recorridos por medio de animaciones, que sean vistas consecutivas del modelo presentado a
una velocidad superior a la capacidad de retención ocular, de tal manera que se perciba un movimiento
continuo.

BIBLIOGRAFIA
ALTAMIRA, Luis Roberto, 1941, La casa del Obispo Mercadillo, La Nación 31 de agosto de 1941
ALTAMIRA, Luis Roberto, 1942, El Cabildo de Córdoba, Separata del Boletín de la Comisión Nacional de Museos y Monumentos
Históricos, Buenos Aires.
BISCHOFF, Efraín, 1944, Las fuentes de la Plaza, Los Principios, 27 de noviembre, Córdoba.
CROS JORDI, Manual Práctico de AutoCAD 2000, Edición INFORBOOK, S.L., 2000
GUTIERREZ, Ramón, PAGE, Carlos, 1999, La Catedral de Córdoba, Ed. Eudecor, Córdoba
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108
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Adrián Depetris, 2006, Plaza San Martín Fotografía panorámica del lateral de la calle San Jerónimo (izq.
a derecha, Bar Sorocabana, Banco Hipotecario, Teatro Real, Banco Nación). Mosaicos Fotográficos
realizados en Photoshop y Corel 12.

Adrián Depetris, 2006, Plaza San Martín Fotografía panorámica del lateral de la calle Independencia
(Cabildo y Catedral de Córdoba). Mosaicos Fotográficos realizados en Photoshop y Corel 12.

Esq. San Jerónimo e Independencia s. XIX (Fotografía autor anónimo) / Esq. San Jerónimo e
Independencia S. XIX (Fotografía postal fines s. XIX) / Esq. Independencia, San Jerónimo s. XXI
(Fotografía Adrián Depetris, 2006)

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
ARQUITECTURA CONTEMPORÁNEA E IDENTIDAD EN LA
QUEBRADA DE HUMAHUACA, JUJUY

Olga Paterlini
Susana Villavicencio
Alejandra Rega

Universidad Nacional de Tucumán

Introducción

La Quebrada de Humahuaca, un estrecho valle andino ubicado en la provincia de Jujuy, Región


Noroeste de Argentina, es un espacio natural y cultural depositario de una cultura sedimentada durante
más de 10.000 años de tránsito y ocupación, por su ininterrumpido rol conector entre los países andinos
y el litoral atlántico. En la actualidad experimenta cambios acelerados debido a la dinámica turística y al
desarrollo de la región. Por esta razón existe un auge de la construcción tendiente a resolver problemas
vinculados a la población permanente, a los residentes temporarios o veraneantes y los visitantes
puntuales, cuyo número se incrementa día a día.

Es propósito de este trabajo evaluar las características que presenta la arquitectura contemporánea y su
relación si entre los modos tradicionales de construir el hábitat popular de la región, entendiendo que
dicha complementación contribuye a la consolidación de los valores culturales y paisajísticos de la
Quebrada de Humahuaca, actualmente con trascendencia universal.

La Quebrada de Humahuaca: medio natural y cultural


La Quebrada de Humahuaca se caracteriza por ser un corredor natural de 1 a 3km de ancho y 155km de
longitud extendido en dirección N-S, que va ascendiendo desde los 1500m en la entrada sur (Volcán)
hasta los 3000m en el norte (Abra Pampa). Está flanqueada por cadenas montañosas de distintas eras
geológicas, en las que la continua acción eólica y fluvial ha generado un paisaje de enorme variedad de
colorido y texturas. Esta estrecha fractura geológica posee un clima semiárido, con una media de 10° C
en verano y variaciones diarias de tipo continental; los inviernos son fríos y secos, siendo la amplitud
térmica entre el día y la noche bien marcada; la heliofanía es alta y las lluvias son escasas. Toda el área
es un cajón colorido y serpenteante en el que el agua brota entre los cerros y desciende dando origen a
pequeñas vegas donde se agrupan los caseríos. La Quebrada posee así una fisonomía muy rica y
particular que la conforma como un lugar de características excepcionales.

Este valle andino fue el escenario de gran parte de los desarrollos culturales de la región y de los países
110
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
vecinos de la América del Sur1. Hacia el siglo III a.C. aparecieron los primeros asentamientos humanos
permanentes y cuando llegaron los españoles había una gran diversidad cultural y algunos grupos tenían
un alto desarrollo técnico y urbano.

La creación del virreinato del Río de la Plata a fines del Siglo XVIII hizo perder vitalidad a la región
debido a la fluida comunicación N-S con el Virreinato del Perú se orientó, a partir de 1776, hacia el litoral
costero, tomando como centro a Buenos Aires. Durante el período republicano se ordenaron los pueblos
de indios para transformarlos en pueblos civiles con el sistema de propiedad individual. En 1905 llegó el
ferrocarril y con ello se introdujeron, entre otros, novedades vinculadas a la edilicia y el equipamiento
territorial.

Las acciones que tuvieron lugar en la Quebrada de Humahuaca a lo largo de su historia, fueron
integrándose en forma gradual y relativamente armónica, casi sin rupturas, dando como resultado
multiplicidad de elementos tangibles e inmateriales – cavernas prehistóricas; sistemas arquitectónicos,
ceremoniales y agrícolas precolombinos; pueblos y construcciones hispánicos y post hispánicos;
creencias, costumbres, lenguaje, música – producto de ese proceso civilizador de más de 10.000 años.
Ello ha sedimentado en un corredor cultural que, sumado a sus excepcionales valores paisajísticos, ha
permitido a la Quebrada de Humahuaca ser reconocida como «Paisaje Cultural de la Humanidad» por
UNESCO en 20032.

Notas de la arquitectura popular

El sincretismo cultural ha plasmado en estos asentamientos una síntesis armónica en lo morfológico,


funcional y tecnológico, mediante un proceso de integración que abarca desde lo prehispánico hasta lo
contemporáneo; la arquitectura vernácula ha sido el soporte de diferentes modernidades sin perder
identidad. En la imagen resultante, el proceso innovativo siempre se integró y por ello continúan
transmitiéndose formas físicas ancestrales como respuesta eficiente a un modo de vida, al paisaje, al

clima y a la tecnología. Esta producción popular es de carácter anónimo al ser producto del grupo
antes que de un individuo.

Respecto del medio natural existe unidad por la localización, los materiales utilizados y la armonía en
cuanto a formas, texturas y color. La línea de las construcciones se adecua a los planos del terreno;
recostarse en la ladera de los cerros, semi-enterrar las construcciones o ubicarlas en la proximidad de
las vertientes, tiene siempre el mismo objetivo: resolver con recursos mínimos el máximo confort creando
un micro-clima. Es una arquitectura de naturaleza abierta, tiene capacidad de agregación, acepta
cambios que no destruyen visual ni conceptualmente la concepción original, situación equivalente a la
del medio natural que conjuga un sinnúmero de formas particulares integradas en un conjunto mayor.

1
Tomado del Legajo presentado para la Declaratoria de la Quebrada de Humahuaca como Patrimonio de la Humanidad.
2
XXVII Reunión Anual del Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO, París, 2003.
111
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
En cuanto al diseño, las formas se generan a partir de una volumetría simple, clara y más bien blanda;
las cualidades estéticas están vinculadas a las texturas de los materiales y del paisaje y van
transmitiéndose de generación en generación. El elemento sobresaliente de los pueblos, por el
tratamiento volumétrico y el color, es la iglesia3, de composición y lenguaje mudéjar. Las viviendas, tanto
urbanas como rurales, responden a la composición «a patios», sistema que organiza las habitaciones y
la vida familiar; el clima más bien benigno y escaso de lluvias favorece la vida al exterior y este espacio,
además de su rol social, contribuye a solucionar problemas de calor seco mediante la vegetación.

Los sistemas constructivos, con ajustes o variantes, tienden a conservar los materiales y la tradición
utilizando la tierra y las fibras vegetales; del material cerámico sólo el ladrillo y la baldosa constituyen
elementos de la arquitectura popular. La piedra se usa en los cimientos, en algunos pisos exteriores y en
sectores limitados. Con la tierra se realizan «tapias o tapiales» para cercar más que para edificar,
mampuestos de adobes, lo más frecuente en la constitución de los muros, así como masas para
morteros a manera de enlucidos o revoques. Para las cubiertas se conforma una «torta de barro» a la
que se agrega algún tipo de soporte superficial casi siempre de fibras vegetales. Los lugareños, en
particular los artesanos de la construcción, por experiencia propia o por tradición, poseen los
conocimientos para seleccionar la tierra adecuada, con una composición equilibrada de limos, arcilla y
arena, así como los lugares donde conviene obtenerla4.

Las maderas de álamo y algarrobo se utilizan para estructuras de cubiertas, entrepisos o columnas de
galerías; las cañas y la madera de cardón en forma de tablas, proveen la superficie necesaria, a la que
se cubre con papel para extender la torta de barro; los antiguos tientos usados para unirlas han sido
reemplazados, en algunos casos, por soga o alambres5.

Arquitectura de la «modernidad apropiada»


Las actuales condiciones económicas de nuestro país6 favorecen el desarrollo de la llamada industria del
turismo que ha propiciado en la zona un constante movimiento de visitantes especialmente extranjeros.
Ante este nuevo escenario han proliferado numerosos sitios para alojamiento y demás servicios de
atención al visitante ocasional, particularmente en los pueblos de Purmamarca y Tilcara. Es en esta
nueva arquitectura que se puede observar una búsqueda comprometida con el medio natural y cultural y
la modernidad actual, a través de obras de arquitectos norteños que revelan una actitud reflexiva con
respecto al contexto y que han puesto su acento en la optimización de las técnicas tradicionales de
construcción y las variables funcionales y morfológicas regionales.

3
Nicolini, Alberto, “Arquitectura y Urbanismo en el Noroeste argentino” en La cultura del Noroeste argentino, coord. Armando R.
Bazán, Buenos Aires: Plus Ultra, 2000, p. 204.
4
Se aplican técnicas especiales para optimizar los resultados como la mezcla de cal y grasa animal, logrando mejor
impermeabilización y mayor duración de la cubierta; las capas de mortero cementicio sobre la torta de barro han generado efectos
contraproducentes, fracturándolas por las variaciones de temperatura y haciéndoles perder efectividad.
5
Nicolini, Andrés, en Programa de desarrollo social y cultural a través de la recuperación de monumentos históricos, Proyecto
Banco Interamericano de Desarrollo: AR 0199-BIS AEE26, 1997.
6
Se ha invertido el proceso de los años 90 que promovió en forma masiva el turismo argentino hacia el exterior.

112
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
La posición asumida por estos profesionales es consecuencia de un acto de diseño racional,
premeditado, en el que, si bien subyace el respeto y la consideración hacia el contexto natural y cultural
local, el diseñador sale del anonimato, pues no pierde o descuida su fuerza creativa cuando establece el
puente entre lo tradicional y las nuevas conductas, sino que marca un camino con su producción.

Entre los equipamientos realizados para fines turísticos hay un nuevo tipo, identificado como «apart
hotel», se establece en la Quebrada a partir del 2001. Su particular aceptación se produce, en primer
lugar, por la relación que se genera entre el usuario y el tipo de servicio que se brinda, ya que se busca
recrear la vida en una vivienda con la intimidad y comodidad que le son propias. En segundo lugar,
porque los conjuntos arquitectónicos se resuelven haciendo una lectura del hábitat tradicional local y se
producen mediante la reinterpretación de las notas de la arquitectura tradicional analizadas. Es posible
afirmar que estos edificios nacen con consenso al estar integrados a los valores colectivos en cuanto
escala y morfología.

En líneas generales, la búsqueda de la nueva arquitectura se caracteriza por el respeto y consideración


del contexto físico y cultural, por la innovación que toma como base lo existente y lo tradicional, por el
uso de tecnologías intermedias y por la creación de lugares. En las palabras de un diseñador...Hay
cuatro elementos a tener en cuenta para que una obra sea exitosa: el uso correcto de los materiales
(saber elegir el indicado); la importancia de los colores (...todos son buenos! Hay que saberlos usar); la
importancia de la luz y las formas; todas las formas de la naturaleza y las geométricas son buenas...pero
está en cómo las combino, en saber elegirlas...7.

Los diseños revelan el uso tradicional de mampuestos de adobe (tema en el que hay una intensa
investigación en la región de carácter reciente), revocados tipo «bolseado» a los que se imprime el color
de los cerros, donde las gamas varían de los rojos a los terrosos o a los amarronados. La piedra destaca
algunos sectores o detalles como zócalos o muros divisorios; la carpintería de madera se utiliza
protegida pero sin lustrar; las cubiertas se hacen a dos aguas; los cielorrasos de entramados de caña
hueca atados con soga a los rollizos; la torta de barro tradicional se optimiza con algunos agregados
como la incorporación de bandas de polietileno para aislamiento hidrófugo y de papel madera para
adherencia.

La luz se trabaja como si fuera un material más y los volúmenes netos y claros se valorizan con el juego
de luces y de sombras que favorecen la alta heliofanía. El mobiliario se construye íntegramente de
madera mixturado con tientos de cuero o con sogas; alfombras de cuero de vaca o tejidas en telar, hogar
a leña en la zona pública, mantas, tapices regionales, vajilla de barro pintada a mano, complementan la
experiencia del espacio arquitectónico.

7
Entrevista realizada al arq. Carlos Antoraz por Alejandra Rega (21/07/05) en Purmamarca. Antoraz es autor de numerosas obras
en distintos lugares de la Quebrada, hasta el momento lleva proyectado y construídos unos 4.000m2 cubiertos de arquitectura en
tierra.
113
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Consideraciones finales
En la Quebrada de Humahuaca, «Paisaje Cultural de la Humanidad», las concreciones de una
«modernidad apropiada» se sustentan en la revalorización de lo tradicional y contribuyen a su riqueza a
través de nuevos elementos.

Los tipos funcionales, formales y tecnológicos que en el tiempo han resultado eficaces, se reinterpretan
críticamente y van generando sus aportes, alcanzando el delicado equilibrio entre la permanencia y el
cambio y fortaleciendo la actitud contextualista hacia lo regional sin caer en falsos pintoresquismos.

Creemos que en la Quebrada de Humahuaca se ha iniciado un proceso de adaptación de la arquitectura


tradicional a las actuales posibilidades que ofrece la tecnología y el confort; así también, la nueva
arquitectura se inserta respetando un entorno con fuerte identidad. Ambas situaciones resultan altamente
favorables para conservar los rasgos que caracterizan esta parte de la región noroeste de nuestro país.

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114
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Gráficos

Pucará de Tilcara, Jujuy, edificado por los primitivos habitantes, conserva el diseño original del período
incaico

La Comarca, Purmamarca, Jujuy – Arq. Carlos Antoraz


La nueva arquitectura se inserta en armonía con el medio natural y cultural

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
PATRIMONIO MISIONERO: DIVERSIDAD EN LA UNIDAD
Normativas para su protección

Mgter. Arq. María Clara Supisiche


Dra. Arq. Graciela de Kuna

Facultad de Arquitectura, Universidad Católica de Santa Fe


Instituto de investigación en Historia, Teoría y Crítica de la Arquitectura y
Patrimonio (IHTCAP)

INTRODUCCIÓN
Desde la cátedra Seminario Final de Investigación en Arquitectura de la carrera de Arquitectura de la
UCSF sede Posadas se realizó este trabajo de investigación durante el año 2006. El planteo de las
docentes fue proponer un tema macro: “El patrimonio misionero y su normativa de protección” y se dejó
a elección de los estudiantes reunidos en equipos de 3 ó 4 integrantes la selección de los temas micro
como estudio de casos.
El área de estudio dentro de la provincia de Misiones estuvo conformada por los departamentos de
Leandro N. Alem y Capital y dentro de éste el municipio de Garupá.

En la historia de un pueblo la memoria es de importancia vital, pero


tenemos que educarla primero para que nos ayude a insertarnos en el
mundo de hoy, de la tecnología, del consumo, promoviéndolo desde
nuestra propia identidad como punto de partida para el salto al futuro.
¿Cómo se puede acordar la cuestión de la conservación cultural con la
presión del desarrollo y la tensión de mundo globalizado?
Conservar el pasado ¿permite educar para el desarrollo del futuro o
simplemente para perpetuarlo?
Analizando la sociedad misionera, comprobamos que nuestra identidad
se construye sobre un mosaico cultural tan vasto que podemos asegurar que somos consecuencia de la
conjunción de varias identidades desde nuestra historia indígena, colonial, inmigraciones, corrientes
culturales vecinas, etc. Así logramos entender que ambos conceptos: patrimonio e identidad son
inseparables y que dependen de la memoria de los pueblos para que tengan vigencia y trascendencia.
Esta multiplicidad que nos caracteriza es el legado principal de cara al siglo XXI.
El patrimonio misionero se encuentra en riesgo ante el mundo globalizado, las políticas hegemónicas, las
nuevas tecnologías, la industrialización, la urbanización, y los sucesos internacionales que atentan
contra la cuestión de la identidad.
116
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
En los últimos años en la provincia de Misiones, se han producido profundos cambios que se
manifestaron en una diversidad de aspectos como ser el crecimiento poblacional que devino en una
extensión de la mancha urbana y el recorte de su silueta por el innegable crecimiento del pelo de agua
que produjo Yacyretá. Esto sumado al desarrollo económico hizo mantener la mirada de la sociedad y
de la clase política en una realidad alejada de la consideración del patrimonio como bien social.
El presente trabajo de investigación tiene como misión inicial dar a conocer el estado patrimonial de
bienes declarados y no declarados de la provincia de Misiones, particularmente: La Escuela de Leandro
N. Alem, la Estancia Santa Inés, las Viviendas de madera, los Murales del Palacio del Mate y las
Agrupaciones espontáneas de viviendas costeras, Barrio el Brete.

SITUACION PROBLEMÁTICA
En la actualidad, los bienes patrimoniales de la provincia de Misiones, en su gran mayoría se encuentran
en mal estado de conservación, llegando en algunos casos al abandono total. Las causas de que exista
poca preocupación por parte de organismos estatales y un marcado desinterés por parte de la población,
se deben principalmente a la carencia de conciencia acerca de la importancia que tienen los bienes
patrimoniales en la construcción de la identidad de un pueblo.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de identidad? La identidad es aquello que nos constituye como
sociedad, y nos diferencia de los otros; lo cual supone un aspecto de "permanencia" relativa o de
continuidad histórica. La identidad cultural está vinculada a la percepción histórica de pertenecer a una
determinada comunidad. Se trata también de un proceso ideológico, de creencias y valores que hacen
que un individuo se sienta parte del común.
La pérdida de la identidad se debe en gran parte al fenómeno que se ha producido en las últimas
décadas, conocido como globalización. La globalización significó la apertura de los mercados, la
expansión de la información en tiempo real mediante la transformación de las comunicaciones y la
multiplicación y abaratamiento de los costos de transporte aéreo y naval. Asimismo, muchas culturas se
fusionaron perdiendo rasgos propios, pero eso no significa que deba mirarse a la globalización como
algo negativo sino que hay que buscar la forma en que cada cultura reafirme su identidad para integrarse
a un mundo cada vez más pequeño. La identificación, tanto de nosotros como de los otros, nos ayudará
a buscar y reforzar nuestro propio lugar...1

EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
A pesar de las declaratorias patrimoniales que buscan proteger y contribuir al buen estado y
conservación de los bienes, muchos de ellos se encuentran en condiciones de deterioro y abandono,
pudiendo llegar, en algunos casos, a su posible desaparición. Una de las causas que conducen a esta
situación es la falta de control y compromiso por parte de los organismos que tienen a su cargo la
protección de los bienes. Esto viene acompañado por una carencia de rigurosidad en el cumplimiento de
las normas, quedando los bienes en manos de la especulación privada, prevaleciendo el bien particular
sobre el bien común.
Esta situación se ve agravada en los bienes que no se encuentran declarados, debido a que no están

117
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
resguardados bajo ningún tipo de ley. Tampoco hay interés por parte de los propietarios por presentarlos
ante los organismos competentes para su posible declaratoria. ¿Por qué falta interés en la declaratoria?
La principal causa de esto es que los propietarios de un bien patrimonial tienen más obligaciones y
restricciones que beneficios. Aún así, hay en la provincia numerosos bienes que presentan cierto interés
histórico cultural importante para la construcción de la identidad local; éstos son poco valorados por parte
de la sociedad, a causa de la falta de difusión y de concientización.

MARCO TEORICO: Marco Situacional


En Misiones, la mayoría de los bienes declarados como patrimoniales, no reciben el debido
mantenimiento y marco legal que se debería prestar a cada caso.
La legislación crea vacíos legales, y no se cumple en su totalidad.
El alto grado de desconocimiento de la sociedad acerca de sus raíces, de su pasado y de su cultura en
general, asociado a la explicada despreocupación y desinterés por apoyarse en nuestra historia, hacen
que ya casi no queden testigos, dando como resultado una realidad preocupante respecto de la
conservación de nuestros bienes patrimoniales.

HIPÓTESIS GRUPAL DE TRABAJO


Evidenciado el estado de deterioro de los bienes patrimoniales de Misiones que se encuentran
declarados o no declarados, es necesario construir acciones creativas y razonablemente sustentables
para la conservación de los mismos.

OBJETIVOS DE LA INVESTIGACION
1. Objetivo General:
• Proponer las acciones creativas y sustentables que contribuyan a la conservación de los de
bienes que se han declarado y aquellos no declarados.
2. Objetivos Específicos:
• Analizar la situación de los bienes en la provincia de Misiones.
• Identificar el estado de conservación de los bienes.
INDAGACION DE CAMPO
Posadas: es la capital de la provincia de Misiones, se encuentra sobre la margen izquierda del río
Paraná y constituye su puerta de entrada a través de la Ruta Nac. Nº 12.
Garupá: Es un municipio argentino de la provincia de Misiones, ubicado dentro del departamento
Capital. Está a unos 16 Km. del centro de la ciudad de Posadas, a la cual se accede a través de la Ruta
Nacional 12. Allí se instaló a principios del siglo XX uno de los pocos asentamientos referentes al
socialismo utópico.
Leandro N. Alem: es un de departamento de la provincia de Misiones, cabecera del departamento del
mismo nombre.

1
JIMÉNEZ, Onelia Méndez (2003). La identidad nacional en el contexto globalizador. México: editorial Universidad Médica de
Granma. p. 38
118
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
VIII. CASOS ESTUDIADOS
1 – VIVIENDAS URBANAS DE MADERA DE LA CIUDAD DE POSADAS
2– AGRUPACIONES ESPONTÁNEAS DE VIVIENDAS COSTERAS “EL BRETE”
3– ESTANCIA SANTA INES
4– PINTURAS DEL PALACIO DEL MATE
5– MERCADO MODELO “LA PLACITA” (POSADAS) Y ESCUELA NORMAL SUPERIOR N° 1
“DOMINGO F. SARMIENTO” (L. N. ALEM)

PRESENTACIÓN DE CASO

VIVIENDAS URBANAS DE MADERA: EJEMPLO DE LA BAJADA VIEJA


Alumnos a cargo de la investigación:
ESCALADA, Cristina
LOPEZ SANMARTIN, María Noel
STACCO, Guillermo
Docentes a cargo de la investigación:
MGTER. ARQ. SUPISICHE, María Clara.
DRA. ARQ. GAYETZKY DE KUNA, Graciela.

VIVIENDAS DE MADERA EN LA PROVINCIA DE MISIONES2


Los antecedentes históricos más directos sobre construcción en madera en Misiones se refieren a las
construcciones de guaraníes y luego de las misiones jesuíticas.
Si bien en éstas se destaca el uso de la piedra, sus constructores debido a la falta de cal, no utilizaron
las paredes como elementos de carga y recurrieron al uso de estructuras de madera, funcionando la
piedra como material de cerramiento.
Posteriormente, con la llegada de los colonos a Misiones, se instalan obrajes de las compañías
exploradoras de los recursos madereros. Esas viviendas no eran estables, ya que se construían en un
día o dos, utilizando los materiales que el hachero talaba del monte, como ser las palmas del pindó,
tronquitos derechos y junco; y a los dos o tres meses la abandonaba.
También había obrajeros que tenían familias, por lo cual debían construir sus viviendas de modo más
estable. Éstas resultaban frescas en verano, debido a que el aire se filtraba por los intersticios de los
troncos, y en invierno se adecuaba a estas casas revistiéndolas exteriormente con las palmas de pindó;
haciéndose un entretejido que al secarse se contrae homogeneizándose y no deja pasar ni el agua ni el
frío.
Posteriormente, los inmigrantes europeos, que procedían de Europa central, oriental y del Norte,
construyeron poblados de madera a lo largo de toda la provincia. A ellos se sumaron los colonizadores
japoneses quienes contribuyeron al enriquecimiento del uso de la madera. Estos colonos introdujeron
métodos más rigurosos de trabajo y tradiciones artesanales, que el hombre del lugar no conocía.

2
Cfr en: OLIVA, Juan (1980). La Casa del Bosque. Misiones, Argentina: Publicación del IProDHa. Pp 20,21, 22
119
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Esta tecnología se va transformando con la aparición de la industria. Uno de los cambios más
importantes es el paso de la tabla y tapa junta al machihembrado horizontal.

SITUACIÓN PROBLEMÁTICA
ƒ Descuido de los bienes patrimoniales
ƒ Incorrecto uso de la Normativa
ƒ Falta de compensación a los propietarios de los bienes patrimoniales
ƒ Falta de participación activa de los organismos competentes para con los bienes
ƒ Escasa valoración de la arquitectura vernácula local
ƒ Poca incorporación de la construcción vernácula como parte de la cultura local
Delimitación del problema
El problema radica en que la construcción vernácula se halla en proceso de sustitución por nuevas
tecnologías, ya que las generaciones actuales no se basan en la tradición local, sino que incorporan
costumbres ajenas a las suyas, vistas como sinónimo de “progreso”.
Los cambios que llevan a la sustitución de este tipo de vivienda se deben, en parte a que los intereses
de la especulación inmobiliaria superan a los intereses en mantener la tradición y los aspectos
característicos locales. Además está la cuestión de “imagen” porque los propietarios de las viviendas de
madera consideran que para posicionarse de un mejor modo en la sociedad deben vivir en una “vivienda
de material”.
Justificación de la elección del tema:
Debido a lo anteriormente mencionado se las considera como patrimonio vernáculo de la región. El
interés en la conservación de estas construcciones radica en la importancia de que la población tome
conciencia de aquellos aspectos que construyen la identidad del lugar al que pertenecen. Conocer el
pasado y valorarlo, permite a los habitantes de una población sentirse parte de ella.

SUB-HIPÓTESIS
La conservación y permanencia del bien a lo largo del tiempo se garantiza haciendo de éste un
memorial histórico para la población, reuniendo diversas actividades.
Objetivo general:
ƒ Identificar las posibilidades y proponer acciones para garantizar la conservación del bien.
Objetivo específico:
ƒ Explorar una serie de casos para detectar diversas formas de utilización del patrimonio que
puedan ser aplicadas en la conservación de la vivienda de madera.

CONTEXTO DE LA VIVIENDA
La Bajada Vieja
En 1870 al fundarse el Departamento de Candelaria con capital en Trincheras de San José (antiguo
nombre de Posadas), se habilitó el puerto vinculándolo con la ciudad mediante un terraplén de suave
pendiente que salvó el brusco desnivel de la elevada barranca.
El puerto tenía mucho movimiento por la llegada y salida de buques, operaciones de carga y descarga

120
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
de mercaderías y pasajeros, etc. Esto fue incrementando la actividad de su entorno y generó un aumento
progresivo de la cantidad de habitantes en el área.

En los costados de la Bajada Vieja se instalaron casas de familias, comercios de diferentes ramos y las
bailantas por donde pasaban los mensúes y navegantes antes de emprender el viaje a los yerbales y
obrajes alto paranaenses. Las construcciones se caracterizaban por ser modestas.

Las construcciones del lugar en su mayoría eran de madera, lo cual se corresponde con la disponibilidad
de recursos de la zona. Por ser la madera un material de difícil conservación, las construcciones fueron
reemplazadas por otras de diferentes materiales.

Este sector urbano de Posadas ha sabido crear un estilo propio de vida que tuvo sus características
arquitectónicas propias, como las que encontramos en el gran caserón de ladrillos a la vista, conocido
como la “Vieja Casona”, construido en 1923 por el Sr. Mutinelli.3

La edificación objeto de estudio de esta investigación data de 1886 y su función original correspondía a
un bar-burdel, según datos proporcionados por gente del barrio. En 1977 la propiedad fue vendida a su
actual dueña, quien la readaptó para el uso de vivienda. Las reformas no fueron importantes por lo que
no alteraron la imagen original del inmueble: se redujeron únicamente a divisiones internas por medio de
tabiques y una pequeña ampliación en la parte posterior.
La vivienda contribuye a la conformación de la esencia del barrio, y es importante dentro de la Bajada
Vieja por ser una de las pocas que se conserva desde el período fundacional del sector.
La situación de la calle:
La Bajada Vieja es la primera calle donde comenzó a fundarse la ciudad. En ese momento era un sector
de obreros marítimos, portuarios y ferroviarios, que le daban mala fama. Se diferencia del resto, ya que
presenta una fuerte pendiente que genera un escalonamiento irregular en sus veredas. Además
serpentea, produciendo remates visuales con las fachadas de los edificios. Esto provoca que la visión
sea limitada, en contraste con la usual percepción de la calle corredor, producto de una trama ortogonal.

Las construcciones del lugar son de baja altura, con un máximo de dos plantas, manteniendo la
apariencia que la caracteriza.
La obra de la costanera permitió mejorar la imagen de la Bajada Vieja, pero también significó la pérdida
del sentido característico de las zonas ribereñas, ocupadas por los pescadores que vivían de esa
actividad y que en la actualidad fueron relocalizados lejos de su hábitat.

ANATOMÍA DESCRIPTIVA4
Juan Oliva en su libro “La casa del bosque”, describe la morfología básica de la vivienda de madera:
1- los cimientos:
La topografía accidentada de la mayor parte del terreno misionero impone el uso de pilotaje de varias
alturas para mantener la horizontalidad. Las frecuentes lluvias exigen levantar la casa a niveles mínimos
para evitar contacto con el suelo y permitir la aireación.

3
AAVV (1983): El Patrimonio Arquitectónico de los argentinos. Buenos Aires: Sociedad Central de Arquitectos. p 63.
4
Cfr en: OLIVA, Juan. (1980). La Casa del Bosque. Misiones, Argentina: Publicación del IProDHa. Pp 11, 12, 13

121
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
En otros casos se separa la vivienda del terreno mediante un zócalo de mampostería y, sobre éste, a
partir de una altura variable que oscila entre los 30 y 60 cm., se continúan los muros de cerramiento de
madera.
2- revestimiento exterior:
En las paredes de la vivienda tradicional de madera predomina la tabla vertical entera y maciza de ancho
variable con tapa junta. En las casas más antiguas pueden verse anchos de hasta 1m y espesores de
más de 1”; tal era la generosidad de los rollizos de grandes diámetros en la época de la abundancia. Más
recientemente se han reducido los anchos y los espesores y cada casa requiere mayor cantidad de
tablas.
Las maderas utilizadas son peteribí, incienso, lapacho, cedro. Las tablas, nunca estacionadas y menos
aún procesadas, se colocan muy unidas entre ellas y sin encastres. Se usan los tapajuntas de listones
simples para cubrir las separaciones que se producen debido a las contracciones.
El sistema es sencillo, de rápida operatividad y con una tecnología industrial primaria.
Para darle perdurabilidad se pintaban las paredes exteriores con colores vivos y diversos. En las
viviendas construidas en la ribera se pintaban con la misma pintura que las embarcaciones. Esta
diversidad cromática le otorgaba una identidad particular y permitía reconocerlas desde la lejanía del río.
3- las cubiertas:
. La arquitectura de los colonos se basa en un método empírico que se ha transmitido por generaciones,
para lograr el declive apropiado, de pendiente no muy pronunciada. La transmisión oral propone dividir la
traviesa longitudinal de base de la cabriada en 3 partes iguales, siendo ese tercio el alto que da la
pendiente.
La mayor parte de los techos son a dos aguas aunque, en algunos casos, debido a las ampliaciones, se
crea un tercer faldón de menor pendiente pero de igual sentido que uno de los dos anteriores.
Los materiales de la cubierta:
La cubierta comenzó con el tejado de madera que se llama de tablitas. Para la construcción de esas
tejas se usaba el timbó, cuya superficie crea un moho que la protege.
Luego se usó la teja de cerámica, el cartón bituminoso y la chapa de zinc y más tarde se agregó la chapa
acanalada de fibrocemento.
4- las carpinterías
Las superficies de aberturas son rectangulares, relativamente pequeñas y generalmente son de abrir de
dos hojas. Tienen una gran diversidad cromática. La ausencia de ventanas puede obedecer a razones
técnicas o económicas pero el motivo más importante es el clima.
5- las galerías:
Son un elemento de transición que permite la protección climática, resultando uno de los recursos más
importantes para el resguardo de la madera.

122
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Planta original Planta actual Detalle Constructivo

CONCLUSIÓN
La interrelación de las distintas variables con los resultados de las encuestas a la gente del lugar,
demostró que hay interés por conservar la identidad y los bienes patrimoniales de la Bajada Vieja.
El reconocimiento de las formas de conservación de bienes patrimoniales en distintas partes del mundo
sirvió para entender que la mejor manera es utilizándolos con actividades contemporáneas. Se consideró
que el modo más apropiado para asegurar la permanencia del bien sería la de reutilizar el edificio con
funciones actuales, con la posibilidad de actividades diarias que permitan la participación activa de la
sociedad.
La interpretación de las encuestas y de las entrevistas, puso en evidencia la necesidad de un lugar que
funcione como banco de datos históricos. Debido al progreso y a los avances tecnológicos que va
adoptando la ciudad, varios de los bienes patrimoniales se han perdido y solamente se podrán tener
presentes a través de fotos, anécdotas o testimonios de los habitantes más antiguos.
La mayoría de las personas que residen en la Bajada Vieja están interesadas en conservar la identidad
del barrio por el fuerte valor histórico. A su vez, la calle presenta cualidades particulares que la
diferencian de otros sectores de la ciudad que se han conservado a través del tiempo sin grandes
modificaciones. Fueron estos los motivos por los cuales se decidió reunir en un único lugar dentro del
barrio, un banco de datos históricos que facilitara a la población el acceso a la información sobre la
historia de la ciudad y la evolución del barrio a través de los años. De este modo estudiantes de todos los
niveles, turistas o personas interesadas en el tema podrían acudir a este lugar para la búsqueda de
información.
En relación al modo de sustento que garantizará su permanencia y conservación, se optó por actividades
complementarias. Por una parte un café-bar temático que permitirá el ingreso económico, y al mismo
tiempo promover el encuentro social. Además de esas actividades se incluyen exposiciones de arte local,
por ejemplo muestras pictóricas de artistas como Kowalsky, quien se dedicó a pintar este tipo de
viviendas, o muestras de fotografías históricas como la colección del conocido fotógrafo local Cabral,
quien además reside en este barrio.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
LOS CEMENTERIOS: PATRIMONIO Y VARIEDAD CULTURAL

Griselda Barale

Facultad de Filosofía y Letras Universidad Nacional de Tucumán

Cuando apareció El nacimiento de la tragedia de Nietzsche el mundo de la filología antigua se


convulsionó porque tiraba por tierra toda una tradición en la interpretación de la cultura griega; llegaba a
su fin esa mirada que había convertido al pueblo griego en el paradigma del equilibrio, la equidad y la
belleza entendida como armonía y simetría. Esto era lo explícito, lo que causaba enorme conmoción
entre los intelectuales del siglo XIX más no lo más revolucionario, puesto que lo que marcaría un antes y
un después en los estudios culturales era lo que había considerado Nietzsche para hacer afirmaciones
tan diferentes, apreciaciones tan rotundamente contrarias a las que su colegas venían sosteniendo
desde hacía varios siglos. El nacimiento de la tragedia inauguraba un nuevo método, una forma de
valorar, un modo de investigar -que ya no daría marcha atrás- que podemos resumir del siguiente modo:
para acercarse a la cultura de un pueblo, estudiarla y comprenderla, no es suficiente considerar los
textos cultos y hegemónicos, analizar y valorar las producciones de la cultura de las élites intelectuales,
artísticas, científicas y tecnológicas, sino que es necesario prestar atención a otros textos, a los
populares y a los marginales; a los manifiestos y a los reprimidos. No sólo escuchar las voces
descollantes sino también a esas otras que en la cotidianeidad van armando el lazo social, produciendo
sentidos y construyendo pilares identitarios.
Es en el marco de esta convicción que nos propusimos estudiar los cementerios puesto que claramente
representaban ese texto o patrimonio ignorado, olvidado y hasta despreciado de y en la cultura
tucumana. Sin embargo, hoy, cuando la investigación ya ha dado resultados importantes, podemos dar
cuenta de ciertas ventajas o virtudes que proporciona la investigación de los cementerios cuando se trata
de hacer estudios culturales y/o patrimoniales.

En este trabajo mostraré entonces las perspectivas que los cementerios proporcionan al investigador,
algunas profundizadas en el libro de mi autoría El patrimonio olvidado1 y otras que sin estar trabajadas
en él son, no obstante, una consecuencia del mismo.

El patrimonio

Patrimonio es todo aquello valioso que pertenece a una comunidad. Supone el reconocimiento de la
existencia de objetos materiales, inmateriales e ideales; sujetos, relaciones, prácticas sociales, que
intervienen en los procesos de producción de expresiones materiales y simbólicas que tienen que ver

1
Griselda Barale, El patrimonio olvidado, UNT, Noviembre 2006. Recibió un Mención del Fondo Nacional de las Artes, 2005.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
con la identidad y la emancipación, puesto que identidad y emancipación están indisolublemente
unidas; los pueblos cuya identidad está quebrada no tienen posibilidad alguna de movilidad social,
económica o política porque no pueden hacer pie para generar fuerza. Por otro lado, la identidad
positiva sólo se forja en base a la valorización de lo que es propio, es decir, cuando lo que se tiene se
conoce y aprecia; cuando se rescata, valora y protege el patrimonio material, intangible, culto o popular;
cuando el patrimonio, presente en la sociedad, es portado por cada quien de manera individual, cuando
se lo lleva como letra en el cuerpo.

Los cementerios poseen un enorme riqueza pero, frecuentemente, ignorada o despreciada, es decir,
una riqueza que ha perdido su significado patrimonial y, por lo tanto, en peligro de desaparecer.
Gobiernos y sociedades ven a los cementerios, que en nuestras ciudades se remontan al siglo XIX, a la
luz de los nuevos cementerios los llamados “cementerios parque” y desde esa perspectiva aquellos
resultan poco prácticos, caros, feos y hasta deprimentes. Cambiar esta apreciación supone revalorizar
con diferentes acciones a los cementerios, deteniendo la atención en la historia de sus apariciones, en
la arquitectura, en esculturas, objetos, epitafios, leyendas, historias de vidas y de muertes. Todo esto nos
devuelve claves para comprender la cultura y apreciar el patrimonio puesto que descubrimos creencias
religiosas, corporaciones económicas o ideológicas, preferencias de estilos artísticos, arquitectónico y
hasta urbanísticos, narraciones míticas o poéticas, ocurrencias, catástrofes, criterios de salud y
enfermedad, momentos de esplendor o decadencia social.

Estudios culturales

El estudio de la cultura supone, entre otros muchos temas, la clasificación y análisis de los modos de la
cultura, es así que reconocemos en la sociedad actual diferentes “culturas”: la cultura culta, la cultura
popular, la cultura política, la cultura de masa, la cultura joven, la cultura urbana, la cultura rural, etc..
Después de Gramsci el estudio de estos modos cobró enorme importancia porque este filósofo mostró
que no sólo es estructurante de la sociedad lo económico (lo infraestructural) sino que es estructurante
también lo “cultural”, que el marxismo tradicional lo consideraba sólo como supraestructural. Ahora bien,
estos estudios pueden caer en errores epistemológicos si presentan a la sociedad fracturada en
procesos “culturales” aparentemente irreconciliables o divorciados, sin embargo no es así, los distintos
juegos del lenguaje conviven en la red social conformando complejos simbólicos en los que las
diferentes “culturas” entran en dialogo, se superponen o complementan. Estudiar los cementerios
tradicionales de Tucumán nos ha mostrado ejemplos de esos procesos simbólicos complejos.
Tomaremos a manera de ejemplo dos monumentos del Cementerio del Oeste.

En el primero nos referiremos a un monumento en el que descubrimos dos registros, textos o


narraciones una culta y otra popular. En el segundo descubrimos cómo una tumba, exquisita
formalmente, pertenece a la cultura política.

125
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Monumento de Ignacio Colombres “El dolor”

En la avenida principal del cementerio del Oeste, se encuentra la tumba de Ignacio Colombres "El Dolor",
como se llama el monumento. La escultura es una figura femenina de pie, realizada en mármol de Carrara y
rodeada de elementos alegóricos. La figura es de larga cabellera y viste una túnica con pliegues y de su
hombro izquierdo cuelga una capa; está apoyada en una base de la que asoman apenas sus pies; tiene su
cabeza inclinada y la mirada baja; su mano derecha sostiene una corona de laureles con cintas.
Como elementos alegóricos encontramos los atributos de Asclepio, Esculapio para los romanos, dios de la
medicina, dios sanador, hijo de Apolo y de Corónide, hija del rey Flegias, quien se dejó seducir por Isquis
cuando estaba ya embarazada del dios Apolo; éste la mató para castigar su infidelidad y le arrancó el feto
de las entrañas antes que las llamas la consumieran totalmente. Apolo confió su hijo al centauro Quirón
quien lo educó y enseñó el arte de la medicina. Asclepio puso esta ciencia al servicio de los hombres,
realizó muchas curaciones y hasta llegó a resucitar a los muertos. Celoso Zeus mandó un rayo mortífero
contra Asclepio, que fue transformado en constelación, y posteriormente, en serpentario. La serpiente
enrollada en un bastón es su símbolo que, luego, pasaría a ser el símbolo de la medicina, la corona
simboliza su estirpe: es hijo de Apolo.
En el monumento de Cafferata la corona, que muestra quizá la pertenencia de Ignacio Colombres a una
familia pertenenciente a la élite, poderosa, querida y respetada, se apoya en la esfera, el universo, que está
a la derecha de la figura femenina y que tiene apenas perceptible -en bajorrelieve- una media luna.
El tambor ligeramente elíptico que se encuentra abajo del Universo, simboliza el elemento tierra. El artista
quiso representar con estos objetos la unión de la muerte y la vida y la relación entre muerte y resurrección.
En el tambor -de frente- se ve con toda nitidez un centauro, suponemos que es Quirón. El centauro es un ser
monstruoso de la mitología griega con cabeza, brazos y busto de hombre y el resto del cuerpo, como las
patas, de caballo. Simboliza la concupiscencia carnal con todas sus brutales violencias que vuelven al
hombre parecido a las bestias. La excepción fue precisamente el centauro Quirón, maestro como ya
señalamos de Asclepio y también de Aquiles, era “el más justo de los centauros” (Ilíada, XI, 832) El
sobrenombre de Quirón es “Sabio”. Es iniciado en el arte médico por Apolo. Aquí se une la visión mítica de
la medicina (Apolo) con la búsqueda de las causas orgánicas para liberarse de las causas mágicas. La
medicina representada por Quirón es progreso. Dice Paul Diel: “progreso que no es, de todas maneras
suficiente. Hijo de Cronos (el tiempo devorador), Quirón es inmortal: a través de los siglos y renaciendo
siempre, la medicina quirónica se opondrá, como Cronos, al espíritu (Zeus, padre de Apolo). Siendo médico
hábil, se obstinará a no curar más que el cuerpo. Símbolo de la práctica médica a través de los siglos,
Quirón tiene en el pie una herida incurable. Le viene de una flecha (arma del arquero Apolo, símbolo solar).
La herida del pie representa la incurable herida del alma: la ausencia de justa medida que rige la
interdependencia del alma y el cuerpo. Sanador del cuerpo el propio Quirón padece un mal incurable.
Ninguna otra imagen podría expresar mejor la posición de la visión mítica respecto de una medicina que
2
descarta la enseñanza de su verdadero inspirador: el iniciador Apolo.” Quirón, como símbolo, es el caso
de Ignacio Colombres, comprometido con la ideología del progreso, que se ocupó con fervor de atender a
los enfermos de la peste pero no pudo con su propia herida en el talón -su enfermedad-.
Hay también una figura masculina que porta dos ánforas que derraman el agua sobre la tierra. En Grecia,

2
Jean Chevalier, Alain Cheerbrant, Diccionario de los símbolos, Editorial Herder, 1995, Barcelona.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
en los ritos fúnebres, se practicaba una especial libación, habitualmente de agua pura (choaí), que
obligaba a vaciar el recipiente que la contenía, vertiéndola sobre el suelo que la bebía. Esto se hacía
como ofrenda. Es posible que el artista haya hecho alusión a esto, puesto que cita distintos personajes y
símbolos de la cultura griega. A la derecha de la esfera, ya sobre la base, la víbora enroscada en el bastón
y una pluma se apoyan sobre un libro donde se leen en números romanos XXVIII, alusión, a la edad del
fallecido.
Este monumento es sumamente impactante y adquirió con el correr del tiempo un significado, en el marco
de la religiosidad popular, muy diferente a los elementos alegóricos que manejó conscientemente el
escultor.
A esta tumba, de más de cien años, la siguen visitando, le llevan flores y otros objetos como ofrendas. Pero
los visitantes no son descendientes o parientes del joven, sino personas que dicen que es milagrero. Sin
embargo no hablan de él como médico sino como joven estudioso y enfermizo.
Sus devotos -a quienes entrevistamos- nos contaron que Ignacio Colombres era estudiante, de frágil salud.
Por su condición enfermiza se retiraba a estudiar en la finca de sus padres, y sus amigos, los mismos que
luego le erigen el monumento, quienes lo visitaban constantemente, por hacerle una broma le pusieron una
culebra muerta adentro del libro que leía bajo un añoso árbol. Cuando todos se fueron el joven volvió a la
sombra del árbol, abrió el libro y al ver la serpiente cayó muerto. Otros nos contaron que en realidad la
víbora lo picó y no lo pudieron salvar. Otra variación de las historias contadas es que era abogado, ya
recibido; muy pocos son los que saben que era médico.
A él le piden favores jóvenes estudiantes para que les ayude en los exámenes, en conflictos amorosos y –
los menos- por problemas de salud.
La lectura que hacen sus devotos de los elementos del monumento no tiene nada que ver con aquello que
quiso expresar el artista y, de manera notable, esos elementos contribuyen para considerar al joven como
alma milagrera puesto que elaboran a partir de ellos el perfil de un santo y construyen una narración acerca
de las dramáticas y hasta absurdas circunstancias de su muerte. La inscripción también tiene peso pues
tiene palabras de gran densidad afectiva y simbólica como “joven”, “malogrado” y “amigos”.

Monumento a Raúl Colombres (1884-1920)

En la misma avenida central donde se encuentra el monumento de Ignacio Colombres, apenas unos
metros antes, está el monumento a Raúl Colombres, 1884-1920, realizado por el escultor José Fioravanti
llamado “Ariel caído y la tierra que lo recibe en sus brazos”. Este monumento se inauguró el 14 de junio
de 1925 en una importante ceremonia en honor a Raúl Colombres, que convocó a familiares, amigos,
funcionarios y políticos. La banda de música de la provincia ejecutó marchas fúnebres. Los actos fueron
organizados por una comisión creada para el homenaje, presidida por Rodrigo Amorortu, quien entregó a
las autoridades el monumento y pronunció un discurso; el Dr. Roberto Ponssa leyó un discurso en
nombre de la familia de Colombres.

Fue Colombres además de médico, diputado, y en su gestión se aprobaron importantes leyes como la
enseñanza obligatoria. Miembro del partido liberal, en el momento de su muerte, 15 de enero de 1920,
era candidato a gobernador, la crónica de la época muestra un funeral realmente impresionante, con
127
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
una concurrencia de 3.000 personas bajo el implacable sol tucumano. Se ofició una misa en cuerpo
presente y hasta se preparó el cuerpo con inyecciones de formol para que soporte el calor. Se leyeron 11
discursos de compañeros y adversario políticos, amigos y funcionarios.
“Ariel Caído y la tierra que lo recibe en sus brazos” fue realizado por José Fioravanti, como señalamos,
aplaudida por la crítica cuando fue expuesta en 1923 en el Salón Nacional; dos años después fue
emplazada en el cementerio del Oeste de Tucumán.
La obra fundida en bronce y patinada consta de dos figuras: una femenina de rodillas, peinada con una
trenza larga que cae sobre su espalda, mientras sus brazos extendidos sostienen a Ariel, ella representa a la
tierra. Ariel, por su parte, es una figura masculina, es un cuerpo joven y musculoso, fuerte pero sin vida,
yace semi-horizontal; sus miembros caen laxos con sus alas a un costado y su cabeza se encuentra con la
de la mujer que le apoya sus labios a la manera de un lánguido beso final. Es una escultura de líneas
simples, de gran belleza por su armonía y sobriedad, se destaca la contorsión del cuello de Ariel que
descansa su cabeza hacia atrás, vencido por la muerte. Lamentablemente la escultura está como encerrada
en un espacio rodeado de paredes de otros monumentos que no permiten más que una sola mirada en
perspectiva, con lo que se pierde la posibilidad de disfrutarla en toda su dramaticidad y fuerza.

En la base tiene la inscripción en griego:

ΝΕΟΣ 2;/Ε5+3 Ο ΕΣθΓΟΣ ΑΓΓ′ΑθΑΝΑΤΟΣ 3


neos thnskei o esthlos all athanatos
El joven valeroso muere pero es inmortal. 4
Habían propuesto a la Comisión pro monumento la inscripción en quichua: Chaupi pinchaupi tutu yorca “En
la mitad del día anocheció”. Pero la propuesta del Dr. Padilla, miembro también de la Comisión, es la que,
finalmente fue elegida.
Dice Amorortu en su discurso el día de su emplazamiento en el cementerio: “`Joven murió el valeroso pero
es inmortal´ grabado en el bronce no se rinde al tiempo el verso del poeta (...) Ariel, el genio alado del aire,
pletórico de energía y cuyo dinamismo se plasma en el músculo fuerte y palpitante aún, ha caído en plena
ascensión, al golpe de la fatalidad.
Como emblema de su sino, junto a la diestra resplandece todavía la estrella que fue guía y fue imán para él,
en su vuelo impecable hacia las regiones ideales.(...)
¡Raúl Colombres como Ariel fue un triunfador! Este monumento lo proclama bien alto: amigos y adversarios
han contribuido a levantarlo, como testimonio de que hay una justicia social...
Señor Interventor Municipal: En nombre de la Comisión Pro-Homenaje al Dr. Raúl Colombres tengo el honor
de entregar a vuestra custodia este monumento erigido por el amor de un pueblo a uno de sus hijos pre-
claros. He dicho.”5
Esta escultura responde a una corriente literario-política, el arielismo, cuyo espíritu está en el libro Ariel de

3
Consultas a especialistas en cultura clásica nos permite descartar que esta sea un cita textual de versos Píndaro como señala la
crónica periodística de la época.
4
Según la crónica de la época este sería un verso de Píndaro sin embargo nuestras investigaciones y consultas a estudiosos de la
cultura griega nos permiten afirmar que no es así, por lo menos no textualmente.
5
Diario El Orden 15 de junio de 1925.
128
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Rodó 6, de donde surge su denominación.
Ariel es una obra que no es una novela ni un ensayo, quizá es un género intermedio entre ambos; no es un
diálogo sino un monólogo, con este monólogo un viejo maestro “al que solían llamar Próspero” (según la
expresión del mismo Rodó), se despide de sus discípulos. Todo ocurre en una sala en donde hay una
escultura de Ariel, el genio alado de La Tempestad de Shakespeare, en este lugar se han congregado los
jóvenes como lo vienen haciendo desde hace un año para escuchar al maestro. Es la juventud americana -
desde luego una juventud ideal- la élite de los intelectuales; en la obra hay, por otra parte, escasas alusiones
a la vida real de los pueblos latinoamericanos. Dice Pedro Enrique Ureña: “Rodó no ha intentado hacer un
estudio sociológico (...) su propósito es contribuir a formar un ideal en la clase dirigente, tan necesitada de
ellos.”7
En La tempestad el genio alado Ariel representa la espiritualidad, mientras Calibán representa lo más
terrenal y primitivo, dos fuerzas antagónicas en lucha -para la mayoría de los intelectuales y políticos de
fines del siglo XIX y comienzos del XX de la América hispana- en el espíritu humano por un lado, y en el
proyecto de desarrollo de la civilización y la cultura, por otro. Esta oposición no es idéntica pero sí análoga a
esa otra de Sarmiento: civilización y barbarie. Es más, leyendo La tempestad y Ariel, de Shakespeare y
Rodó respectivamente, se nota en el primero gestos de ternura hacia Calibán que son fríos o ausentes en
el segundo.
Rodó, a través de Próspero, se dirige a los jóvenes indagando si reúnen su espíritu de fe, la esperanza,
la constancia, el entusiasmo, el vigor que se necesitan para hacer la gran obra que es construir una
patria grande (América Hispana) sobre los pilares de la cultura grecolatina, amenazada por los ideales
extraños a esa América, los ideales sajones, que llegan a través de América del Norte, estrictamente
utilitarista.

El maestro, Próspero, discurre sobre la personalidad, sobre el cultivo de la interioridad, sobre la fe en el


provenir, sobre la alegría que necesita la juventud para forjar ese porvenir. “Al predicar sobre la
personalidad, Rodó exulta la armonía que debe presidir el desarrollo de las facultades humanas, el equilibrio
que debe haber en cada individuo <un cuadro abreviado de la especie>, pero indica, sobre todo que nunca
debe la absorción en el trabajo de una vida forzosamente utilitaria excluir los momentos de ocio griego que
deben consagrarse al reino interior, al culto de las cosas elevadas y bellas que da el sentimiento superior de
la Vida, definida por el Don Juan filósofo de Bernard Shaw como <la fuerza que lucha siempre por alcanzar
mayor poder de contemplarse a sí misma>”8
Sin duda nada más justamente alegórico que este Ariel de Fioravanti, cita del Ariel de Rodó, cita del Ariel de
Shakespeare, para expresar el sentimiento de superioridad intelectual con que la élites azucareras, a
comienzo de siglo, se miraban a sí mismas, con una ausencia notoria en sus discursos de los Calibanes
multiplicados dolorosamente en el cañaveral tucumano.

6
José Enrique Rodó: nació en 1872 en Uruguay. Figura intelectual de gran relieve cuya obra ha sido muy leída y comentada en
toda América Latina. En Mayo de 1917 falleció en Palermo, Italia, y, sus restos, deportados al Uruguay en 1920, fueron recibido
con gran despliegue oficial. La primera edición de Ariel fue en 1900 y se la considera su obra fundamental. La edición que se
utiliza aquí es de 1949 (segunda edición) y se publica juntamente con Motivos de Proteo . Editorial Jacson, Buenos Aires.
7
En Cedomil Goic, Historia y crítica de la literatura hispanoamericana, Editorial Crítica, Barcelona. Tomo II Pág. 641.
8
Urueña. Op. cit. Pág. 642.
129
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
UN PATRIMONIO QUE PERDURA.
EL ESPACIO EXTERIOR DE SANTA FE COLONIAL

Mgter. Arq. Ruben Osvaldo Chiappero

Universidad Católica de Santa Fe

I. Acerca del espacio exterior en Santa Fe colonial


La idea del espacio1 que transmite a la contemporaneidad el llamado período colonial de la ciudad de
2
Santa Fe es el punto de inicio de esta presentación. Y, subsiguientemente, la idea de espacio exterior
es otro punto de reflexión que desde nuestros días se puede y debe realizar sobre algo muchas veces
subvalorado patrimonialmente como es el espacio donde la ciudad histórica desarrolló sus principales
acontecimientos y que aún sigue siendo punto de encuentro y gravitación de las comunidades.
La arquitectura y el urbanismo acceden a la síntesis y especialización de lo abstracto y es por ello que,
“la tarea del arquitecto…es ayudar al hombre a encontrar un sitio existencial donde asentar el pie
concretizando sus imaginaciones y fantasías soñadas”3. En Santa Fe, los constructores de la ciudad, sin
ser arquitectos, buscaron, hallaron y concretizaron un espacio exterior que realmente es un sitio
existencial. Y a partir de esta dirección llegar a la interpolación hacia nuestro espacio exterior actual es
inmediato. Al final, como un espejismo, surge la ciudad contemporánea, heredera del pasado y deudora
de la humana agresión progresista sobre su pasado patrimonial

II. Acerca de la historia del espacio urbano santafesino


Siendo Santa Fe la primera urbanización concretada a orillas del Paraná no tardó en mostrar los frutos
vitales de las ordenanzas de población de Felipe II. El damero regular, imagen intelectiva rectora y
determinante de la ocupación territorial, es una parte importante. Pero el espacio exterior surgido por la
acción del hombre, es más substancial dentro de la historia ciudadana. Con sólo ver el proceso de
ocupación urbana, el puesto que le cabe a Santa Fe es el de testimonio vivo. Las casas aisladas en el
solar aportaron la primera organización, el primer diseño del espacio exterior. Muy rudimentario, se hace
patente en las ruinas de Santa Fe la Vieja. Los edificios aislados, la generosa distribución de parcelas y
chacras, signaron las primeras décadas de la ciudad. Forzosamente, la relación persona a persona se

1
“Sólo cuando la idea del espacio fue introducida como fundamento de la arquitectura, pudo el arquitecto atenuar el énfasis puesto
en la utilización de los estilos históricos, o quitar importancia al tratamiento del asunto a favor de su cometido: el espacio que se
encuentra en su interior” VAN DE VEN, Cornelis, El espacio en arquitectura, Madrid, Cátedra, 1997,p.14
2
“El espacio exterior, rodeado por su marco, desarrolla dentro de sí un orden centrípeto; constituye un espacio positivo colmado de
funciones y fines humanos. Por otra parte, la naturaleza es el espacio centrífugo que se prolonga hasta el infinito y se considera
como espacio negativo…En otras palabras, si la totalidad de la trama constructiva se considera como un trabajo arquitectónico, las
partes provistas de techo se ven como espacio interior y las que no lo tienen como espacio exterior; obviamente, este último es un
espacio arquitectónico y se diferencia en su propia naturaleza de un jardín o un espacio abierto” ASHIHARA, Yoshinobu, El diseño
de espacio exteriores, Madrid, Gustavo Gilli, 1981, p. 11/14.
3
NORBERG-SHULZ, Cristian, Existencia, espacio y arquitectura, Barcelona, Blume, 1975, p.135
130
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
distanciaba y los volúmenes edilicios no podían concretar la imagen de continuidad urbana.
Aún así, se comprendía a la ciudad, se aceptaba integrar el ámbito urbano. Aunque la realidad lo
mostrara sin rupturas con la naturaleza. No se separaban abruptamente ciudad y campo ni siquiera con
una empalizada; se convertía la ciudad en la articulación perceptible entre el espacio negativo –la
naturaleza- y el espacio positivo –las construcciones- debidas al hombre europeo.
Estas consideraciones son válidas a la gran mayoría de las ciudades hispánicas en América, aunque la
mayoría no más que la huella cuadricular sepultada bajo compactas edificaciones. Pero Santa Fe
mantiene la huella fundacional milagrosamente. Y esto permite comprobar los pasos seguidos para llegar
desde el centro al borde de la manzana desde la traza a la ciudad volumétrica.
En Santa Fe la Vieja, la posesión del territorio personal materializado en la vivienda ubicada, casi como
una renovación del acto fundacional, en el centro de la suerte, aislaba a cada vecino en goce de tenencia
y propiedad. Algo desconocido en Europa donde las calles flanqueadas por edificios entremezclaban los
intereses públicos y privados en, a veces, peligros, y en otras, armoniosa continuidad. Si la reafirmación
de la propiedad individual no basta para comprender este aislamiento buscado, miremos a los edificios
públicos. Obligadamente tienen que incorporar a su espacio cerrado el orden externo; en consecuencia,
se implantan sobre la línea fronteriza que divide el adentro y el afuera.
La iglesia Matriz tenía adjudicadas dos parcelas (media manzana) y se arrinconó en su ángulo exterior.
Lo mismo sucede con cada iglesia construida posteriormente. La esquina fue el espacio orientador que
al materializarse reclamó la continuidad de la cuadra. La vivienda, con la tienda, estableció otro carácter
en la esquina: el comercial. De este modo la sensación de proximidad y pertenencia se estableció
psicológicamente y prácticamente sobre la estructura urbana.
Hubo una atenta inserción en el entorno y ante las condiciones climáticas con el paisaje como telón de
fondo al infinito y el espacio resultante era inconmensurable, la escala humana se perdía y con ella, la
estabilidad emocional. Pero promediando el siglo XVI se concertó la necesidad de poseer mayores
seguridades en un sitio más al sur, y la ciudad abandonada se volvió a la tierra de donde había sido
construida. Sólo los cimientos quedaron como testimonio sepulto de su presencia en a la vera del río San
Javier.
En la nueva ciudad, la ciudad trasladada definitivamente en 1580 al sitio que ocupa actualmente el
tradicional Barrio Sur amparó su nombre y su vida bajo la Vera Cruz y la gradual proximidad al borde de
la manzana concretó el organismo por sobre el esqueleto. Dejaron de ser una lectura en el plano las
relaciones surgidas por la distribución. Pasó a ser un volumen donde el espacio exterior tuvo definición
inmediata, con clara vocación horizontal.
Contenedor de numerosas experiencias, en la claridad de la frontera público-privada, con las cualidades
de composición (escala, ritmo, articulaciones, texturas y otras), el espacio exterior santafesino se
extendió desde la plaza a la periferia.
La plaza fue origen intelectivo y místico de Santa Fe como en el resto de América Hispana. Como
espacio exterior necesitó de la volumetría manzanera y de una envolvente continua. Hasta ese
momento, la cosmovisión sostenida por la cultura hispanoamericana pudo equilibrar las tensiones
estructurales por sobre el amplio sector vacío. Una superficie así sentida pudo superar la ausencia del
incidente, de la atracción visual en sí misma y también, pivotar alrededor de tres puntos significativos: el

131
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Cabildo, la Matriz y el Colegio y la iglesia jesuíticos.
Se está de acuerdo en que la plaza ejerció un predominio absoluto en el espacio santafesino. Pero en su
integración de partes demoró siglos en consolidar esa lectura reconocedora de la irradiación centrífuga
de las calles. En realidad, se estableció una tensión centrípeta desde el habitante hacia ese espacio
cargado de significado y con ese peso, esa carga, la macicez en torno a la plaza se hacía imperiosa. Un
juego dialéctico de partes que se fundan en torno a la plaza.
En otras ciudades, la iglesia Matriz fue un decisivo elemento estructurador del espacio exterior. En Santa
Fe también aunque logró su fisonomía actual después de 1832. Podemos deducir que aportó los valores
de escala y medida de comparación al espacio exterior lo mismo que la iglesia de los jesuitas en similitud
de sólido referente de tamaño. El Cabildo sumó su fábrica a los componentes jerárquicos del espacio
exterior; las viviendas, equilibraron las tensiones; la rigidez del sistema se vivificó en la flexibilidad de la
determinación formal de la ciudad que a priori contó con un instrumento operativo: la traza.
El tipo de vivienda se transformó en más intimista, más recoleto en protección tanto de miradas
indiscretas –la vida familiar se desarrollaba en los patios interiores- como de las inclemencias propias de
las calles arenosas que en verano azotaban con su ardor y en invierno languidecían bajo el frío y la
lluvia. Y ya a principios del siglo XIX las viviendas y edificios públicos eran una presencia sólida sobre el
exterior de la manzana. El anillo edificado se hace volumen continuo o tiende a serlo en cada una de las
partes de la ciudad. Pero también el borde de la manzana, carecía de aceras propiamente dichas. Así se
deduce del relato de los hermanos Juan Robertson cuando comentaban su arribo a Santa Fe en 1820.

“Llegué justamente después de la hora de la siesta, que durante el calor del verano se
prolonga desde la una a las cinco. Se presentó a mis ojos una escena muy primitiva,
cuando, …recorrí las estrechas calles de la ciudad. Previamente he de decir que las puertas
de las casas se abren directamente de las habitaciones a la calle, y donde no está así
dispuesto, un corto, pero ancho zaguán que se entra por un portón, conduce al patio, en
cuyos costados están alineados los aposentos. Cada habitación tiene generalmente su
puerta que da al patio.
“Todos los portones, todas las puertas en todos los patios, todas las salidas de todos los
cuartos a la calle, estaban completamente abiertos, y los habitantes, hombres y mujeres,
con todo el lujo del ‘deshabillé’, sentados en las entradas de sus respectivas moradas. Los
que se encontraban del lado de la sombra, sentados literalmente en la calle, mientras
aquellos de cuyas casas los rayos de sol aún no se había retirado, se sentaban dentro de
los zaguanes para disfrutar su sombra” 4

El caso fundacional perdió los centros de manzanas al intensificarse la ocupación edilicia, en tanto, en
los nuevos barrios, aprovechaban el patio en versión más reducida, como expansión natural de la
vivienda. El esquema colonial subsistió con otro “maquillaje” –italianizante o francés, según el gusto del
propietario de la vivienda o los designios del poder de turno para algunos edificios públicos- pero siempre
con idéntica relación de una fachada síntesis del orden interno y el límite del dentro-fuera. La calle

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
colonial persistió por sobre los intentos de ensanches conservando esa natural envoltura y la esquina
mantuvo su carácter intacto de punto aglutinante, de detención, de identificación del espacio exterior5.
La ciudad asistió al empuje de la colonización decimonónica que la transformó en usos y costumbres
más cosmopolitas, potenciados en la zona del puerto, a unas diez cuadras más al norte y en la orilla
propicia del río Santa Fe. Había más riqueza y las estructuras socioeconómicas se modificaron6 pero la
expansión de la ciudad siguió firme en la cuadrícula, la fachada continua sobre la ya existente acera, y la
altura uniformemente planteada por pilastras, molduras y aberturas de proporción claramente vertical. Y
el espacio exterior siguió jugando como aglutinador de la nueva sociedad de los que habían venido a
ganarle el pan a la tierra nueva desde la hambrienta y dolorosa Europa. Las plazas se cubrieron de
jardines, se abrió el Boulevar –hoy llamado Gdor. Gálvez- para paseo y enseñorío de la nueva
aristocracia del capitalismo incipiente y los significados de la ciudad anterior se enriquecieron con los
nuevos aportes.
Santa Fe siguió su rumbo hasta el siglo XX dilatándose en continua cuadrícula, y aún en la actualidad,
las relaciones espaciales exteriores santafesinas, perturbadas por el descontrolado construir en las
alturas sobre la trama original, guardan correlato con aquellas de la aldea amodorrada en las siestas
eternas y la prosapia patricia fundacional. Queda por emprender la tarea de sustentar, con nuestras
acciones concretas el equilibrio entre el respeto al patrimonio y la instancia moderna que se impone. Hay
que darle un sentido de evolución necesaria para la reintegración del espacio exterior actual y su uso
social, a través de la visión patrimonial. Es que, en definitiva, el espacio exterior de Santa Fe actual es la
expresión de una cultura que también requiere su definitiva integración.

III. Del patrimonio espacial subsistente


Cuando el automóvil se apropió de las estrechas calles coloniales, el tejido sufrió rupturas y distorsiones.
El hombre fue desplazado y ahogado en vapores contaminantes. Más la determinación del espacio
exterior en Santa Fe colonial es rica en interpretaciones. Desde la dilatación espacial por entre pequeños
edificios hasta la concreción de la figura –calles, manzanas y plaza- sobre el fondo –paisaje natural-,
esta ciudad se jalonó de espacios moldeados sobre la persistente cuadrícula, espacios en donde se
adecua la actividad del hombre contemporáneo.
En cada edificio, sector urbano y hasta en la ciudad misma, se hace posible atender a una serie de
patrones que en el espacio interactúan y son condicionados por las sucesivas etapas culturales de cada
tiempo que, como capas de sutil envoltura, suman década tras década la relación dinámica y continua
entre arquitectura y territorio. En este sentido, el espacio exterior de aquella Santa Fe hispana se
mantiene vivo no sólo por su estructura de calles rectilíneas y manzanas regulares sino por su esencia y

4
ROBERTSON, Juan P. y Guillermo P, La Argentina en la época de la revolución, Buenos Aires, Vaccaro, 1920, p.81-2 (Nota: el
uso de negrita es mío)
5
“La esquina es un trazado en retícula, surge como convergencia de sendas, dando origen a lugares privilegiados para la
ubicación de ciertos usos que formalmente se materializan segúnpautas atentas del entorno urbano. Ubicarse o abrirse en una
esquina es, en sí mismo, un escrito importante en la caracterización de la ciudad hispanoamericana. La esquina, al igual que
ciertos edificios referenciales en la ciudad hispanoamericana, se convierte en foco sobresaliente, indicativos clave de identidad y
orientación en el espacio” CALDERÓN TREJO, Eligia, La ciudad en el Nuevo Reino de Granada (En: Estudios sobre urbanismo
iberoamericano. Siglos XVI al XVIII, Junta de Andalucía, 1990, p.428)
6
Cfr. en: VALENTINUZZI de PUSSETTO,Lilia, El barrio del puerto, Santa Fe, Colmegna, 1996.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
significados intrínsecos7 que se mantienen por la persistencia de las referencias temporales, las
relaciones con los valores existenciales y el sentido de pertenencia y de arraigo que se va enraizando
generación tras generación.
De la obra arquitectónica aislada en la ciudad primitiva al anillo edificado de la urbe trasladada que se
mantiene y extiende inexorablemente hacia el norte, territorio firme y seguro frente a las inundaciones
fluviales que azotan desde el este y el oeste la ciudad, se impone un orden en el espacio externo. Es un
testigo a preservar del paso de la sociedad intimista con ansias de posesión territorial a la definición de la
sociedad colonial estrechamente ligada a resguardar la intimidad pero atisbando tras rejas y postigos el
andar de los otros y los demás. Y será la valoración histórica y patrimonial que, con suficiente
perspectiva de tiempo-espacio, arribará a conclusiones para cada determinado contexto en la
complejidad acorde a las soluciones diversas que se encararon en estos más de cuatrocientos años de
existencia
Es imposible retornar al modus vivendus de esos tiempos. Queda la obligación de comprenderlos para
incorporarlos plenamente a la conciencia colectiva, a la memoria fenomenológica de los santafesinos.
Desde esta perspectiva, la ciudad histórica no es sólo un recuerdo, una partición regular del territorio
conquistado; es una ciudad acotada a las presiones foráneas por ser parte sustancial de un organismo
vivo que quiere seguir vivo. Y es el objetivo de esta presentación: asumir las peculiaridades espaciales
pertenecientes al ayer en la atención preservacionista del hoy. De otro modo, ninguna solución técnica
compensa la carencia, restaña el error. La aniquilación es inmediata. Aunque, parezca que tarda en
evidenciarse a los ojos físicos.
.

7
“Todo hombre inmerso en el tiempo y el espacio de una ciudad, atesora vivencias muy concretas, de ahí que con demasiada
audacia se ontologiza a la ciudad, mejor diremos, se la humaniza atribuyéndole una específica capacidad de actuación a lo largo
de su historia, una clara receptividad a fenómenos sociales y económicos, un modo de comprender la cultura, el arte, la vida”
SOTO RÁBANOS, Atilano, Humanismo y patrimonio. Breve apunte. (En: MILLARUELO APARICIO, José & ORDUÑA REBOLLO,
Enrique (Coordinadores) Patrimonio artístico. Protección de conjuntos y edificios históricos, Buenos Aires, Ciudad Argentina, 2000,
p. 201-2)
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Santa Fe, 1824 – Dibujó: Marcelo Montero y Gabriel Biagioni

Santa Fe ¿futuro?
Dibujo de Gabriel Biagioni

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
PATRIMONIO CULTURAL Y ARQUITECTÓNICO:
VILLA NOUGUÉS-TUCUMÁN

Arq. Analía Salvatierra de Michel

Cátedra de Introducción a la Historia de la Arquitectura en la Argentina


Instituto de Historia y Patrimonio, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, UNT.

La cultura, patrimonio universal de los hombres es la herencia que constituye la síntesis de la


experiencia humana dándole un sentido no sólo a la historia sino también al presente vivido. La
protección de los bienes culturales producidos por el hombre a través de los tiempos es un tema que ha
tenido su tratamiento a lo largo del siglo XX y que, ha sufrido modificaciones sustanciales en las últimas
décadas. Se ha ido evolucionando del predominio del criterio del monumento aislado, al criterio del
conjunto, a admitir la responsabilidad y la participación de la comunidad internacional, de la preservación
como testimonio histórico a la integración funcional del bien cultural en la vida comunitaria.
Este enfoque tiene como fundamento los lazos que unen al hombre con su entorno, y es considerado un
criterio revolucionario para la época.
En nuestro país, la Constitución Nacional en su artículo 41 resuelve la compleja problemática entre
Nación y las Provincias al expresar “las autoridades proveerán a la preservación del patrimonio natural y
cultural especificando que corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos
mínimos de protección, y a las provincias las necesarias para complementarlas, sin que aquellas alteren
las jurisdicciones locales” y en su artículo 43º autoriza a interponer la acción de amparo en aquellos
casos que están en peligro “los derechos que protegen el medio ambiente así como los derechos de
incidencia colectiva en general, al afectado, al defensor del pueblo, y a las asociaciones que propendan
a esos fines.
Si bien nuestra Constitución Provincial en su Sección VIII, Artículo 124 señala: Los valores históricos,
arquitectónicos, arqueológicos, artísticos y documentales constituyen parte del patrimonio cultural de la
provincia y están bajo su protección, sean del dominio público o privado”, esto es un enunciado que deja
abierto grandes interrogantes sobre el tema y que deberán resolverse a través de una ley específica.
Además, existe en la provincia la ley N° 4593 de 1976 que es de protección al patrimonio arqueológico,
histórico y paleontológico que en la práctica no tiene vigencia por presentar serias falencias en su
normativa : roza el derecho a la propiedad privada, otorga sólo al Poder Ejecutivo la facultad de las
autorizaciones en materia de excavaciones e investigaciones, no crea un ente técnico especializado para
la administración de los bienes culturales que genere políticas con procedimientos expeditivos, y no
proporciona mecanismos de financiamiento, etc.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
La interacción dinámica en el turismo y el patrimonio.
El patrimonio cultural arquitectónico argentino, constituye uno de los mayores atractivos del turismo.
Existe una interacción entre los recursos del patrimonio y el turismo que es dinámica y está en continuo
cambio, este genera para ambas oportunidades y desafíos que tenemos que ser capaces de afrontar.
El turismo nacional e internacional sigue siendo uno de los medios más importantes para el intercambio
cultural, ofreciendo una experiencia personal no sólo acerca de lo que pervive del pasado sino de la vida
actual y de otras sociedades.
El turismo es cada vez mas apreciado como una fuerza positiva para la conservación de la naturaleza y
de la cultura.
El turismo puede captar los aspectos económicos del patrimonio y aprovecharlos para su conservación
generando fondos, educando a la comunidad e influyendo en su política. Es un factor esencial para
muchas economías nacionales y regionales y puede ser un importante factor de desarrollo cuando se
gestiona adecuadamente.
El patrimonio natural y cultural, la diversidad y las culturas vivas constituyen los máximos atractivos del
turismo.
A partir de estas consideraciones es necesario reconocer cuáles son aquellos elementos que conforman
el patrimonio cultural de nuestra provincia, en particular sus manifestaciones urbanas arquitectónicas.
En el interior, las villas veraniegas conservan un acervo importante de arquitectura residencial testimonio
de los modos de vida de finales del siglo XIX. Entre ellas se destacan aquellas que provienen de lo que
se conoce como arquitectura pintoresquista.

Pintoresquismo
El pintoresquismo tuvo sus orígenes en la Inglaterra del siglo XVIII. En sus comienzos su campo de
acción fue la jardinería y la arquitectura sólo participó proporcionando objetos a ubicar pictóricamente
sobre el paisaje: éstos debían ser vistos como hermosos o curiosos incidentes en una escena de
controlado salvajismo; pero la composición pictórica de la casa misma pronto se convirtió en asunto de
interés y nació la idea de la arquitectura pintoresca para casas de campo.
Desarrollado en Europa entre 1750 y 1850 se difundió tardíamente en nuestro país. Implicó nuevos
principios estéticos que interrelacionaron los valores pictóricos con los arquitectónico–paisajísticos.
Las corrientes pintoresquistas tuvieron tres fuentes de inspiración: los resurgimientos domésticos, las
tradiciones funcionales y el historicismo medieval.
Las residencias veraniegas fueron un medio de expresión de los valores de prestigio e inicialmente
connotaban cualidades de riqueza y buen gusto del comitente. El amplio repertorio estilístico-formal
utilizado permitió asegurar un fuerte carácter distintivo a cada vivienda, otorgándole un valor
representativo de la individualidad del propietario.
Las residencias rurales debían distinguirse de las urbanas mediante la utilización, no sólo de técnicas
constructivas y elementos formales diversos y específicos, sino también de mecanismos compositivos
especiales; el principal fue el diseño pintoresquista o “descocido”, que se integró a la enseñanza de la
arquitectura en Inglaterra, pasando a nuestro país como una opción frente a la modalidad monumental.
La justificación razonada de esta opción se acentuaba en la disponibilidad de mayores terrenos, se

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
sostenía que se podrían elegir con mayor libertad a los emplazamientos, según el sitio, la orientación
buscaría la posición más ventajosa y pintoresca; los terrenos rurales al ser más generosos en sus
dimensiones permitirían agrupamientos más libres de habitaciones, disposiciones más agradables y
cómodas, y siluetas más ventajosas
Son características generales del repertorio pintoresquista: la asimetría forzada, las volumetrías
complejas, los recursos de cromatismo y textura y las composiciones aditivas. Son comunes los cambios
de eje compositivo, sobre todo a 45°, y los locales cilíndricos, o de planta octogonal, que articulan y dan
solución de continuidad a las esquinas de los edificios con plantas cuadradas.
El diseño de los techos evidencia en sus quiebres una preocupación especial por la producción de
efectos de luz y sombra. La volumetría general es centrífuga y las dimensiones se ajustan según las
necesidades.

Caso de estudio: Villa Nougués.


Villa Nougués es una villa veraniega de
nuestra provincia que no solo ofrece un clima
excepcional, sino también un paisaje tanto
natural como arquitectónico riquísimo, las
residencias tienen esa expresión
arquitectónica típica de la arquitectura
pintoresquista.
Fue fundada hacia 1899 por el ingeniero Luis
F. Nougués, quien fuera una personalidad
muy importante de la historia política de la
provincia (Gobernador de Tucumán 1906-
1909).
Por estos años era costumbre pasar el
veraneo en Totoral, un pueblito de la Provincia de Córdoba. El ing. Nougués pensó en probar suerte con
el clima del cerro, hasta cuyas cumbres se extendían las propiedades de la empresa familiar. Sintió que
si fuera posible instalarse allí, estaría veraneando en su provincia y a muy corta distancia de San Pablo,
donde se ubicaban sus intereses laborales. Así subió a caballo hasta el puesto que el ingenio tenía en el
cerro y comprobó allí, al leer los valores marcados en pluviómetros, barómetros y termómetros que las
temperaturas eran menores que las de la ciudad.
En la búsqueda de condiciones climáticas más favorables, y evitar los terribles calores del verano
impulsó el traslado a la periferia y/o al campo para recuperar calidades ambientales y paisajísticas
naturales.
En el año 1899 construyó su casa la primera de la villa- luego al lado de su casa la de su inseparable
hermano Juan Carlos Nougués.
El 31 de diciembre del mismo año, con una misa celebrada por el Padre Robles en la galería de la casa
del Ing. Luis F. Nougués, fue el nacimiento oficial de la villa.
Poco a poco se fueron construyendo más casas. En 1900, el doctor Manuel Cossio edificó la suya al

138
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
igual que el doctor Máximo Etchecopar . Luego se construyeron la de doña Serafina Romero de
Nougués-año 1902-, el doctor Navarro-1902-, el doctor Miguel Padilla-1904-, don Isaías Padilla-1904-,
don Luis Grunaur - hacia 1907-, Ing. Marcos Rougés – hacia 1910- y doctor Sisto Terán – 1913-, entre
otras que se construyeron en los años siguientes.
El ingeniero Luís F. Nougués, desde 1899 hasta su muerte ocurrida a los 44 años, estuvo totalmente
comprometido en los planes y ejecuciones de obras realizadas en la villa veraniega, gracias a él éste se
fue transformando en uno de los sitios de veraneo más bellos y sugerentes de nuestro país.

Viviendas pintoresquistas en Villa Nougués


Todas estas viviendas apelan al repertorio pintoresquista ya planteado en la primera casa de Nougués.
Se emplearon materiales y técnicas propias de las tradiciones vernáculas, como las maderas a la vista,
el “pan de bois”, los techos de tejas, el ladrillo, la piedra del lugar, etc. La idealización de nuevos modos
de vida, más abiertos e informales, menos ceremoniosos en los que confort y comodidad estaban
asociados a una mayor intimidad, explica la aceptación de la vivienda pintoresquista mucho más
acogedora y cálida en estas casas de veraneo, donde el protocolo, que normalmente regía la vida
urbana, era dejado de lado.
Este nuevo concepto de lo que una vivienda debía ser influyó también en la organización funcional. Se
dejaron de lado las rígidas estructuraciones de salones formales para el recibo, privilegiando los
necesarios para la vida familiar. Este conjunto de viviendas pintoresquistas tiene hoy en el paisaje de la
villa una presencia que le confiere una identidad especial y que es reflejo de esa particular coyuntura
europeizante que caracterizó a la Argentina de principios de siglo XX.

Vivienda del Ingeniero Juan Carlos Nougués.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Vivienda familia Avellaneda

Bibliografía
Chiarello, Ana Lía.”La casa del suburbio al country”.Arquiplus. Año VI N° 24.Tucumán: editorial Propuesta, 2000.
Gómez Crespo, Raúl Arnaldo y Roberto Osvaldo Cova. Arquitectura marplatense, El pintoresquismo. Resistencia: Instituto
Argentino de Investigaciones de la historia de la Arquitectura y el Urbanismo, 1982.
Paéz de la Torre, Carlos. Luis F. Nougués 1871-1915: Aportes para su biografía. Buenos Aires: Talleres gráficos Yunque S.R.L;
1971.
AAVV Anteproyecto de la ley de Patrimonio Cultural que se encuentra en Instituto de Historia de la FAU- UNT.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
ARQUITECTOS JUAN KRONFUSS Y SALVADOR GODOY
Diversidad e integración urbano-arquitectónica en dos viviendas de
Nueva Córdoba

Arq. Ana María Rodríguez de Ortega

CEHUALA, FAUD, UNC

Copiar y olvidar son actitudes inmaduras. Valorizar no es preservar todo


Indiscriminadamente; los criterios de preservación adecuados para la realidad
europea no lo son (…) para nuestras ciudades, donde el respeto por el
pasado no puede significar que se momifiquen paisajes urbanos. (…) Esto es,
que la renovación es necesaria pero no en términos de demolerlo todo. Debe
ser encontrada, paso a paso, una manera de convivir simultáneamente con la
valorización del pasado y con la construcción del futuro.

Ruth Verde Zein:


“Arquitectura en el siglo XXI: ¿fin de las utopías o su realización?”
Summarios nº 122: “América Latina, el pensamiento joven”

Este trabajo pretende la consideración del valor patrimonial que tienen dos viviendas en el barrio de
Nueva Córdoba que enmarcan el ingreso al Parque Sarmiento integradas a un conjunto de residencias
construidas en las décadas de 1920 y 1930, que anuncian la incipiente modernidad urbana y
arquitectónica y que tienen en común una tipología residencial nueva; el “Petit Hotel”. Desde las primeras
décadas del siglo, en el barrio de “la Nueva Córdoba” la apertura de la Avenida Hipólito Irigoyen y la
construcción de Plaza España y sus alrededores, se transformó en el atractivo de la ciudad. Y así,
artículos de diarios, la presentaban como un “rincón elegante”, de carácter “parisino” como testimonio de
su progreso edilicio.1 Estas casonas definen un lugar, un “espacio de la memoria”2 expresando el
pensamiento historicista propio de este momento de cambio, quedando incorporadas a la vida activa,. Su
vigencia promoverá la concientización de sus valores patrimoniales porque su degradación o su posible
pérdida, traerá como consecuencia la ausencia del sentido de pertenencia porque pensamos como
Marina Waisman que: el tiempo en la ciudad, va dejando huellas que dan consistencia a los lugares y su
presencia es indispensable para dar identidad a la comunidad.
El barrio “la Nueva Córdoba” fue concebido a fines del siglo XIX, en 1886, por Miguel Crisol, como

1
Diario La Prensa. Agosto de 1933.
2
Waisman Marina: “El Patrimonio modesto”. Revista Umbrales n º4 Junio de 1995. Córdoba.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
prolongación hacia el sur del casco de la ciudad colonial, definido por la prolongación de la cuadrícula
atravesada por nuevas avenidas, bulevares y diagonales ligadas a rond points; como la Plaza España,
tal como los que había introducido el Barón Haussmann, al que no podía faltar la inserción de un gran
parque proyectado por el paisajista francés Carlos Thays respondiendo a nuevas posturas higienistas y
paisajísticas ,que desde su inicio se transformó en el “gran parque de la ciudad”; resuelto con un planteo
definido por una ancha avenida central bordeada de álamos que terminaba en un rond-point donde más
tarde se colocó la estatua de Dante Alighieri, desarrollándose a ambos lados de la misma un diseño de
gran riqueza, prevaleciendo las formas curvas conformadas por largas calles arboladas, provocando
vistas sorpresivas hacia espacios abiertos donde se destacaban un gran lago y rosedales provistos de
glorietas con fuentes y estatuas tal como lo exigía el romanticismo de la época.
Las viviendas que consideramos ,al igual que otras próximas se integran al paisaje urbano;teniendo en
común las características tipológicas de un “Petit Hotel” ,término francés usado para indicar una solución
de casa compacta en altura para uso unifamiliar o multifamiliar, que surgieron a partir de la revisión de
los antiguos partidos coloniales y a la luz de las nuevas propuestas de las corrientes higienistas y
funcionalistas de fines del siglo XIX3; reemplazando la jerarquización de los patios por la de pisos, en las
que el principal se transformó en un hall central de doble altura, que permitió una variedad de soluciones.
Se levantaron sobreelevadas sobre subsuelo de servicio ,e ingreso principal jerarquizado donde se
daban; en el nivel principal grandes salones que muestran una mayor preocupación por el contacto
social y la búsqueda de confort4 y en los niveles superiores se desarrollaba la zona íntima, comunicados
por una doble circulación diferenciada, conectada hacia el exterior mediante un espacio para el auto
particular, “el garaje”, nuevo medio de transporte y signo de “status” que se impuso en las familias de la
burguesía cordobesa. Aunque la idea rectora del proyecto pasaba por la imagen externa del edificio, “el
carácter” como representación de esta nueva forma de vida ,y así sus ambientes más importantes se
abrían hacia la calle a través de grandes ventanales y balcones demostrando su carácter extravertido
expresión de la familia que debía “ser y parecer”, propia de la mentalidad de la nueva clase social a la
que iba dirigida. La diversidad en el diseño formal que muestran, revelan el romanticismo de su tiempo
que se desarrolló hasta bien entrado el siglo XX mediante distintas expresiones historicistas, debido a la
influencia de L´Ecole des Beaux Arts, cuyos criterios aparecían siempre subyacentes en la
“composición”. La influencia de los tratadistas del siglo XIX, se relativizaron, utilizándose muchas veces
como motivo de inspiración ,el uso de carpetas de obras y documentación de edificios relevantes, que
causó la pérdida del concepto tipológico y sus sustitución por un esqueleto conceptual de la
“Composición” que llevó a la opción hacia un variado repertorio formal ecléctico usando los arquitectos
las formas para expresar nuevas cargas simbólicas de representación.
En arquitectura, el clasicismo, o precisamente el neoclasicismo, acompañó los inicios de la Modernidad5
en su sistema conceptual e ideológico. Durante el siglo XIX, "la composición" que se había convertido en
esencia de la disciplina académica clasicista, se transformó en enseñanza oficial. La escuela de Beaux

3
Gutiérrez Ramón: Arquitectura y urbanismo en Ibero América. Manuales Arte Cátedra. Madrid 1984
4
Trecco, De la Rua, Rodríguez de Ortega, Amarilla de Pupich: “Presencia italiana en la realidad arquitectónica de Córdoba”. Edit.
Mayúscula. Córdoba. 1995.
5
De la Rúa, Berta; Rodriguez de Ortega, A. María; Civalero, Roxana y Bettolli, Mariana: Clasicismo y Modernidad en la arquitectura
de Córdoba. Trabajo de investigación. SECYT. UNC

142
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Arts, que había asumido la arquitectura del pasado clásico, entendió la composición como un problema
exclusivo de forma, pero esta forma de componer en arquitectura que proponía la configuración formal
mediante el uso de los órdenes, no constituyó la esencia de la clasicidad.
Es en este momento, a comienzos del siglo XX, que el concepto de clasicismo deja de considerarse
estilístico, para convertirse en un sistema compositivo, de un lenguaje que se transforma en reglas de
composición y donde la enseñanza de la arquitectura, se propone definir elementos de composición que
constituyen las partes que se deben organizar en un todo, en base a principios que se asumen como
universales: unidad, escala, proporción, y jerarquización. El uso de los órdenes constituía una
herramienta facilitadora del proceso de diseño comparando soluciones de autores diferentes para
extraer pautas para la selección de opciones y toma de decisiones. La enseñanza de este método
implicó la separación de las necesidades prácticas por un lado, que se expresarían en el estudio de la
función que aconsejaba el uso de formas geométricas simples relacionadas entre sí por una sintaxis
morfológica clara y normativa, según la "conveniencia" y la "adecuación"; y por otro lado los problemas
simbólicos y significativos que se resolvían casi exclusivamente con la "forma", reconociendo en ella la
función estético-simbólica. Por contrapartida esto permitió una mayor libertad compositiva, valorando
además, lo americano colonial y aludiendo a nuestro pasado de influencia plateresca y barroca, española
o local, que fue reconocida como “Estilo Neocolonial” o “Restauración Nacionalista”, movimiento cultural
que surgió con motivo del Centenario de nuestra Independencia y que se materializó en una arquitectura
que buscaba expresar su significación, como lo podemos comprobar en el diseño académico del Palacio
de Justicia de los arquitectos José Hortal y Salvador Godoy (1925-1936) reconocidos profesionales de
nuestro medio cuando los mismos arquitectos presentaron simultáneamente al concurso, otro proyecto
con el mismo planteo tipológico academicista pero resuelto en el lenguaje neo plateresco, una de las
vertientes del movimiento de la "Restauración Nacionalista".
Dicho movimiento cultural se dio simultáneamente en América Latina. En Argentina, esta búsqueda de la
identidad nacional se dio a conocer a través del escritor Ricardo Rojas (1882-1957) que desde su libro
"La Restauración Nacionalista"6 de 1909, sentó sus bases ideológicas y le dio nombre7. Este
pensamiento produjo un debate profundo y reacciones encontradas, ya que los principales pensadores
que la difundieron, además de Ricardo Rojas, fueron los escritores Leopoldo Lugones, Manuel Galvez y
Enrique Larreta; así como en arquitectura Martín Noel, José Graña, Ángel Pascual, Ángel Guido, Hector
Greslebin y Mario Buschiazzo en Buenos Aires entre otros, y Juan Kronfuss y Jaime Roca en Córdoba,
que provenían de diferentes corrientes dentro del pensamiento nacional, pero que coincidían en esta
línea, tomando como modelos arquitectónicos obras tanto americanas como españolas, que los llevó a
adoptar formas y lenguajes que contenían una carga simbólica y de renovación8.

Es cierto, como marca Gutiérrez que: "su carácter historicista facilitaba su inserción en las vertientes de
un "estilo" mas, ya que su falta de instrumentación de un sistema diferente de diseño lo anexó en el
plano proyectual a las modalidades de la "composición académica""9; que lo llevó en muchos casos a

6
ROJAS Ricardo: La Restauración Nacionalista. 1era Ed. 1909. 3era Ed. 1971. Peña Lillo, Buenos Aires.
7
NICOLINI Alberto: Ángel Guido y las teorías estéticas de la fusión hispano - indígena. Capítulo del libro Arquitectura Neocolonial.
América Latina - Caribe- Estados Unidos. op. cit.
8
De la Rúa, Berta; Rodriguez de Ortega, A. María; Civalero, Roxana y Bettolli, Mariana. Op. Citada.
9
GUTIÉRREZ, Ramón: Una entusiasta introspección: El neocolonial en el Río de la Plata. Cap. del libro Arquitectura neocolonial
América Latina Caribe. E.E.U.U, op. cit.
143
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
trasformarse en una propuesta mas dentro del repertorio del eclecticismo.
En Córdoba, el arquitecto bávaro Juan Kronfuss, llegado a la Argentina en 1911 y que se radicó en
nuestra ciudad en 1915 influyó con su accionar de difusión en el reconocimiento del neocolonial pero su
producción arquitectónica se expresó en dos tendencias estilísticas imperantes; una de raíz
centroeuropea y otra de raíz local. Dentro de la primera tendencia; el Edificio del Museo Provincial de
Bellas Artes, actual Museo Caraffa sobre Plaza España, de 1915 y la ampliación de la Legislatura
Provincial sobre calle Rivera Indarte de 1916. Dentro de la segunda, construyó numerosos ejemplos,
utilizando elementos extraídos de la arquitectura colonial Argentina, y española es decir, tomó formas
históricas y las aplicó sobre una estructura espacial moderna.
El valioso patrimonio colonial que fue descubriendo en Córdoba y en la Argentina dio motivo a un
relevamiento, plasmado a través de dibujos y acuarelas de gran valor artístico que conformó un registro
de las obras virreinales que fueron dados a conocer en su libro "Arquitectura Colonial en la Argentina"10
que juntamente con su difusión hicieron que arquitectos y estudiantes tomaran interés y muchos alumnos
presentaran proyectos en "estilo colonial". (Según entrevista a uno de sus antiguos alumnos el arquitecto
Edmundo Arias). Kronfuss definió a la arquitectura colonial: “como un documento o testimonio cultural de
su época, que evidencia la capacidad y adecuación a las condiciones locales de clima, materiales, mano
de obra y contexto"11. Así este lenguaje se extendió a través del conocimiento de sus obras como la
vivienda "el Cortijo", la "Capilla del Hospital Vicente Agüero" (ambas en Jesús María) o el Hospital
Misericordia en la ciudad, del año 1922 cuya organización está definida por patios con pabellones de
galerías abiertas remarcado por un ingreso jerarquizado en el centro de la fachada principal. De la
misma línea es el conjunto de viviendas para obreros en la entrada de barrio San Vicente, de 1919-25.
Pese a que su arquitectura es modesta, hay una mayor aproximación a lo colonial rural.
La elección de las valiosas casonas entre ellas la de Kronfuss, se debe a que son ejemplos
paradigmáticos que jerarquizan el entorno integrándose al mismo a pesar de expresarse estilísticamente
una dentro del neocolonial y otra del neoclasicismo.
La vivienda proyectada por Kronfuss en 1928 y construida por el ingeniero Víctor Metzadour (hoy
propiedad de la Cámara Federal), en la Av. Hipólito Irigoyen nº 670 frente a la plazoleta del Deán Funes
ocupa un lote trapezoidal en esquina, y fue encargada por el Sr. Francisco Pastrone (importante
empresario italiano).
Estilísticamente se resuelve a través de una síntesis entre los estilos renacimiento y barroco español que
se mezclan con formas que aluden al colonial americano del Alto Perú, que se refleja en la magnífica
acuarela inédita, del arquitecto Kronfuss12. Resuelta en tres niveles principales, subsuelo y azotea; se
destaca sobre la Av. Hipolito Irigoyen por una elaborada portada de ingreso enmarcada por pilastras, que
conduce por un lado hacia la escalera principal y por otro a las oficinas del dueño de casa, comunicadas
con los servicios y cochera. En el nivel principal del primer piso encontramos salones de recepción,
comedor, escritorio y una pequeña capilla alrededor de un gran hall central de distribución, que se
distingue por un artesonado con pinturas decorativas de gran calidad, atribuibles al artista plástico

10
KRONFUSS, Juan: Arquitectura Colonial en la Argentina. Edit. Bifignandi, Córdoba, 1921.
11
TARTARIN,I Jorge Daniel: Johannes Kronfuss, o la seducción de la "Barbarie.Cap. AMARAL, Aracy, op. cit.
12
Perspectiva de la casa Pastrone del arquitecto Kronfuss facilitada por los hijos del ingeniero Víctor Metzadour.
144
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
italiano radicado en Córdoba Carlos Camilloni13. En este recinto se destaca un alto vitral lateral Art-
Noveau fechado en 1928 que representa a través de su diseño al pueblo italiano originario de la familia,
aludiendo a su historia. Son destacables obras de ebanistería tales como la baranda de la escalera y las
arcadas de madera que separan los distintos ambientes. En el piso superior se encuentran los
dormitorios con sus dependencias que se abren a otro hall central iluminado por una artística claraboya
sobre la escalera, con un magnífico trabajo de moldurado y herrería.
Se destaca la fachada curva de gran desarrollo, con multiplicidad de elementos escultórico-
arquitectónicos e iconográficos, enmarcando aberturas y balcones la cual se rematada por una fuerte
cornisa y baranda imprimiéndole un fuerte dinamismo al que contribuyen dos torres miradores
equidistantes en la terraza que recuerdan, a la resolución del Palacio de Monterrey, en Salamanca, uno
de los ejemplos arquetípicos del renacimiento español. El rico efecto plástico es acentuado por el
material utilizado, un revoque símil piedra con basamento de granito azul que destaca el suave color
beige-rosado del plano murario. Sus aberturas y torres le permiten aprovechar las mejores orientaciones
y visuales para disfrute del paisaje al inmediato Parque Sarmiento.
Se trata de un ejemplo de arquitectura civil de gran calidad, que refleja la originalidad de su autor
transformándola en un ejemplo único en su tipo por sus valores arquitectónicos, ambientales y urbanos
que se integra al sector en que se implanta.
La otra vivienda diseñada por el arquitecto Salvador Godoy en Av. Concepción Arenal nº 10, entre los
años 1934-35 para los señores Eduardo y Raúl Del Campillo, pertenece desde 1964 al Club de las
Fuerzas Armadas de Córdoba. Está resuelta en “estilo clasicista francés moderno”, al decir de su autor, y
ha sido reconocida como Bien Cultural componente del Patrimonio Arquitectónico Urbanístico de la
ciudad de Córdoba por sus valores urbano-arquitectónicos y declarada de interés Municipal en marzo de
1993.
Construida en un lote de forma triangular en esquina se distingue por sus líneas depuradas y racionales,
que a pesar de no ser simétrica evidencia la maestría del arquitecto en el manejo de los principios
académicos (orden, regularidad, proporción) resolviéndose su volumen curvo, mediante el equilibrio de
sus componentes elementales, marcando un tránsito a la arquitectura de lenguaje más despojado, por el
abandono de la ornamentación excesiva en fachada, reemplazándolos por superficies lisas en las que
toman creciente protagonismo las ventanas y balcones que reflejan por su ritmo, los valores clasicistas
inmanentes (belleza, verdad, funcionalidad), donde una fuerte cornisa remata su volumen marcando la
separación de los techos en mansarda en el que se destaca el volumen semicurvo que avanza, a la
manera de torre cubierto con una cúpula peraltada.
La torre conjuntamente con la curva del balcón en esquina enfatiza las visuales en perspectiva que se
pueden apreciar desde el parque y la Plaza España, mostrando a través de su estudiada morfología la
importancia de la casa como digno marco al parque.
Resuelta sobreelevada en dos plantas, tiene su ingreso principal sobre la avenida, donde se da la
secuencia zaguán - vestíbulo o gran hall de distribución en el que arranca una escalera lateral, al cual se
abren distintos ámbitos de recepción, con una doble altura sobre este espacio central transformándolo en

13
Rodríguez de Ortega Ana María, Bettolli Jorge: Eclecticismo Historicista: contra punto entre Academisismo y Tradición en los
albores de la modernidad en Córdoba. Ponencia presentada III Congreso Patrimonio Cultural. Canadá Córdoba 2006.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
un elemento organizador tanto de la planta alta a través de la escalera como de la zona de recepción.
Los amplios salones se conectan entre sí a través de arcadas, constituyendo una unidad espacial. Se
logra así, una espacialidad nueva, moderna y funcional, dada por la continuidad de los ambientes y por
su iluminación, a través de amplias aberturas que se prolonga hacia el jardín delantero mediante una
escalinata curva exterior sobre la calle Arquitecto Thays.
Ambas residencias producto de la actitud refinada ante el diseño de sus autores a pesar de su diversidad
estilística se integran por sus proporciones y a la síntesis de tradición, clasicidad y modernidad que
distinguió la arquitectura de las décadas del 20 y del 30 en Córdoba, conformando un exponente original
del Patrimonio Cultural que debe ser preservado para la comunidad.
Hoy día, la conservación de estas viviendas como otras del sector, se convierte en una necesidad
imperiosa, entendiendo que toda intervención en las mismas, debe ser respetuosa y aportar valores que
potencien su uso social y lo enriquezcan sin destruir o poner en peligro aquellas características que las
hacen meritorias de ser conservadas.

Kronfuss: acuarela proyecto casa Pastrone 1928 Salvador Godoy: Vista aérea casa Del Campillo 1934/35

Bibliografía

• Artículo Diario La Prensa Agosto 1933.


• De la Rúa; Rodriguez de Ortega; Civalero y Bettolli: “Clasicismo y Modernidad en la arquitectura de Córdoba”. Trabajo de
investigación. SECYT. UNC
• Diccionario de Arquitectura en la Argentina. Clarín Arquitectura. Buenos Aires. 2004.
• Foglia, Goytia, Venturini, Rodríguez de Ortega, Freguglia, Martinez, y otros: “La Cuadrícula en el desarrollo de la Ciudad
Hispanoamericana. El caso Córdoba 1810-1916”. Tomo II. FAUD. Córdoba. 1994.
• Gutiérrez Ramón: Arquitectura y urbanismo en Ibero América. Manuales Arte Cátedra. Madrid 1984.
• GUTIÉRREZ, Ramón: Una entusiasta introspección: El neocolonial en el Río de la Plata. Cap. del libro Arquitectura
neocolonial América Latina Caribe. E.E.U.U, op. cit.
• KRONFUSS, Juan: Arquitectura Colonial en la Argentina. Edit. Bifignandi, Córdoba, 1921.
• Luque Columbres Carlos: La ciudad nueva o El primer medio siglo de Nueva Córdoba. (1886-1936). Córdoba. Talleres
gráficos Biffignandi. 1987.
• NICOLINI Alberto: Ángel Guido y las teorías estéticas de la fusión hispano - indígena. Capítulo del libro Arquitectura
Neocolonial. América Latina - Caribe- Estados Unidos.
• Page Carlos: “El parque Sarmiento”. Colecc. Historia de la Arquitectura de Córdoba. Fundación Centro. Córdoba 1996.
• Page, Carlos: “Propuestas e intervenciones urbanas en Córdoba. 1880-1930”. FAUD-UNC. Cba. 1991.
146
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
• Rodríguez de Ortega Ana María, Bettolli Jorge: “Eclecticismo Historicista: contra punto entre Academisismo y Tradición en
los albores de la modernidad en Córdoba”. Ponencia presentada III Congreso Patrimonio Cultural. Canadá Córdoba 2006.
• TARTARIN,I Jorge Daniel: Johannes Kronfuss, o la seducción de la "Barbarie.Cap. AMARAL, Aracy, op. cit.
• Trecco, De la Rua, Rodríguez de Ortega, Amarilla de Pupich: “Presencia italiana en la realidad arquitectónica de Córdoba”.
Edit. Mayúscula. Córdoba. 1995
• Waisman Marina: “El Patrimonio modesto”. Revista Umbrales n º4 Junio de 1995. Córdoba.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
LOS MATADEROS DE FRANCISCO SALAMONE

Aspectos Estilísticos, Formales Y Simbólicos

Arq. Romina Mariel Fiorentino

Magister en Gestión del Patrimonio Arquitectónico y Urbano de la FAUD.

RESUMEN
Este trabajo pertenece a una investigación mayor sobre los mataderos municipales de la obra del
Arq./Ing. F. Salamone (F.S.), los cuales se construyeron en la provincia de Bs. As. entre los años 1936 y
1940. En esta investigación se determinaron los valores históricos, arquitectónicos (funcionales,
estructurales, estilísticos) y ambientales de los mataderos de Azul, Balcarce, Cacharí, Chillar, Cnel.
Pringles, Guaminí, Laprida, Saldungaray, Salliqueló y Tres Lomas; y se hallaron y clasificaron sus tipos
arquitectónicos. En esta oportunidad se desarrollará sólo una de las variables analizadas, la cual se
relaciona con sus aspectos estilísticos, formales y simbólicos en comparación con otros exponentes
matarifes a nivel nacional e internacional, contemporáneos a la obra.

MATADEROS MODERNOS EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL

Internacionalmente es difícil hallar exponentes con valor artístico-arquitectónico contemporáneos a la


obra de F.S. para edificios relacionados con la industria matarife, Se pueden encontrar sólo algunos
ejemplos del movimiento moderno de principios del siglo XX, los cuales poseen una estética fabril y
simplista, relacionados con las nuevas corrientes y reglamentaciones higienistas y con los nuevos
materiales de construcción. Entre los casos encontrados son de destacar el “Abattoir of La Mouche and
cattle market” de Tony Garnier; y los mataderos-frigoríficos de Garchizy y Challuy de Le Corbusier. Estos
últimos no se construyeron, concebidos sólo en su fase proyectual.

El primero o “Matadero de la Mosca y mercado de ganado” pertenece a un proyecto mayor de


urbanismo social conocido como “La ciudad Industrial”. El matadero al igual que algunas propuestas
inspiradas en la Ciudad Industrial, se llevaron a cabo cuando Garnier fue nombrado arquitecto municipal
de la ciudad de Lyon, haciéndose realidad solo parte de su ambicioso proyecto. Estos edificios de fuertes
cambios conceptuales e ideológicos en el campo urbanístico y arquitectónico, contempla soluciones
nuevas como las circulaciones separadas, el plano libre, el tejado-terraza, los muros de vidrio y los
pilotis, que Le Corbusier desarrollaría más tarde, siendo pionero en el uso de este último. Para el

148
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
mercado y el matadero ideó una gran nave de estructura metálica de grandes luces que se construyó
entre 1909 y 1913, siendo los tres elementos constructivos básicos el metal, el vidrio y el hormigón
armado. En oposición al eclecticismo de la época, esta obra entremezcla ciertas referencias a la
antigüedad clásica y un profundo sentido de la monumentalidad; con ingredientes como la luz, la
vegetación, la ventilación, la higiene y las nuevas tecnologías.
Le Corbusier, heredero de los principios arquitectónicos y urbanos de Tony Garnier; desarrolló bajo los
lineamientos del movimiento moderno, dos proyectos de mataderos a fines de la década del ’10 en
Francia. Estos edificios no fueron materializados, formando parte de la larga lista de proyectos que este
arquitecto suizo no construyó. Cabe destacar que estas obras no son las más conocidas de todo su
accionar disciplinar, pero sus formas puras y funcionalidad marcan un punto de inflexión en su obra. Esta
transformación se manifiesta tanto en el campo filosófico como en la técnica adoptada por Le Corbusier;
áreas que se siguió desarrollando más y que representarían las bases del movimiento que se conoció
como Purismo. A partir de este cambio su arquitectura se vuelve más clara geométricamente con
combinaciones simples de formas elementales. Su actitud progresiva hacia la abstracción de las formas
se combina con la zonificación de las funciones y la identificación de éstas claramente en el exterior,
desarrollando una estética netamente funcional. La máquina y la producción masiva fueron las temáticas
de sus grandes metáforas, encontrando en ellas su lenguaje arquitectónico; y reflejando así el espíritu de
la época. Con los proyectos de matadero inauguró este nuevo lenguaje industrial, el cual se materializa a
través de formas cúbicas, cubiertas planas, carpintería prefabricada y estructura independiente de
Hormigón Armado.
“El Abattoir Frigorifique de Challuy” o Matadero Frigorífico de Challuy fue proyectado en 1917, Era
una premisa del proyecto que las redes de circulación se encontraran cercanas al establecimiento, lo
cual permitiría la incorporación de éste al circuito productivo de Francia. Se desarrolló en base a una
estructura ortogonal y una clara identificación de unidades funcionales, siendo su lenguaje netamente
fabril. Su volumetría se compone de una sucesión de prismas, los cuales se disponen en una simetría
axial. Sobre el eje longitudinal del conjunto se dispone la rampa de acceso de animales, la cual enlaza y
comunica los edificios, otorgándole cierto dinamismo visual.
En 1918 elabora el proyecto del “Abattoir Frigorifique de Garchizy” o Matadero Frigorífico en
Garchizy. Si el matadero de Challuy se organizaba en base a la sucesión de tres cuerpos, el de
Garchizy se reduce a un sólo edificio prismático rectangular. El funcionamiento de la secuencia
productiva es similar a aquel pero con una disposición vertical. En su interior las actividades se adecuan
de acuerdo a una trama, en relación a ejes perpendiculares; disposición que se repite en las fachadas
con su estructura reticular, conformando estas simultáneamente la estética y organización del edificio. El
movimiento del edificio se expresa visualmente por una rampa frontal exterior y una interior vinculando
los cuatro niveles del edificio, las cuales inauguraron la utilización de este recurso circulatorio en la obra
de Le Corbusier.
Con estos edificios inició su primera etapa modernista, los cuales se destacaron dentro de su
producción, por su eficaz disposición espacial y secuencia espacio-temporal de las actividades;
enunciando las premisas y la matriz de futuras obras del arquitecto.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
MATADEROS MUNICIPALES EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Los antiguos mataderos en la provincia de Buenos Aires que abastecían al consumo local carecían de
normas de seguridad para la salud pública. Eran edificios precarios, que contaban con un espacio único
de trabajo o realizaban la matanza al aire libre, desprovistos completamente de elementos necesarios
para una faena aséptica y de una inspección para determinar la salubridad de los animales.

Debido a esta deficiencia el diseño y el establecimiento de mataderos pequeños en las zonas rurales fue
una prioridad de la que se ocupó el gobierno de Fresco en la década del 30, la cual conformaba una de
las directrices de su plan de gobierno y respondía a la prestación de asistencia técnica destinada a los
ganaderos de la zona. Este impulso oficialista tenía como objetivo la defensa y fomento en todos sus
aspectos de las industrias básicas nacionales como era la agricultura y la ganadería.

Las funciones concretas de estos mataderos municipales están determinadas por la necesidad de control
y sanidad de la carne. Así su finalidad es producir carne preparada de manera aséptica mediante la
manipulación humana de los animales y empleando técnicas higiénicas para el sacrificio de los animales
y la preparación de canales mediante una división estricta de operaciones “limpias” y “sucias”. Al mismo
tiempo facilitar la inspección adecuada de la carne y el manejo apropiado de los desechos resultantes,
para eliminar todo peligro potencial de que carne infestada pueda llegar al público o contaminar el medio
ambiente. Permite aprovechar además al máximo los recursos de personal veterinario, al poner a
disposición (en este tipo de servicios concentrados) una instalación central que se ocupa además del
asesoramiento y control de las haciendas de la zona.

Los mataderos proceden, por un precio fijo, al sacrificio de los animales, la preparación de canales y
otros servicios prestados a los carniceros en relación con la elaboración de la carne. Están
subvencionados con cargo a los ingresos locales al no poder llevar a cabo plenamente las operaciones
adicionales que los mataderos privados están destinados a realizar. Dentro de toda la obra pública, los
mataderos representan un volumen edilicio de gran significación en la provincia, el cual se enuncia y
pone en evidencia en el segundo volumen de la colección “Cuatro Años de Gobierno” del gobernador
Manuel Fresco:

“Otra de las obras realizadas es la de los nuevos mataderos municipales. La


época en que vivimos exige cada día más higiene en los productos que se
consumen, y la carne principal artículo de alimentación requiere que su
manipuleo se efectúe en las mejores condiciones de higiene, para que llegue
al público consumidor en el mejor estado de conservación y limpieza. Los
mataderos, por su construcción y falta de comodidad no llenaban las
condiciones exigidas que si bien pudo prestar servicios y llenar su función en
otras épocas no lo hacían en la actualidad, dado que la exigencia del público

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
consumidor es cada día mayor y que el faenamiento de las reses obliga
adoptar un mecanismo moderno que haga más fácil la tarea del sacrificio de
los animales. Por ello dentro del plan se incluyó la construcción de los nuevos
mataderos municipales.”

La diversidad estilístico-formal de los proyectos en la provincia

Si bien la totalidad de los nuevos edificios matarifes realizados en la provincia persiguen y formalizan las
nuevas directrices de sanidad pública y control estricto de los procesos de faena; muchos fueron los
profesionales contratados en la provincia, como así también las respuestas arquitectónicas, estilísticas y
de disposición funcional como se puede constatar en los ejemplos expuestos anteriormente.

La expresión arquitectónica de estos mataderos municipales fue variada, y dependió fundamentalmente


de la propuesta y experimentación individual de cada arquitecto y/o ingeniero actuante. La diferencia de
cada profesional radica básicamente en la concepción que cada uno adoptó en estas obras industriales,
encuadrándolos como simples edificios utilitarios o como edificios que además poseían cualidades
artísticas-arquitectónicas e innovadoras tipológicamente. Es indudable que F.S. se encuadra dentro de
este último grupo, siendo además el profesional de mayor producción edilicia en este ramo.

Las primeras décadas del siglo XX se caracterizaban por la diversidad de las propuestas estilísticas a
nivel nacional como internacional; siendo un momento de inflexión en el campo arquitectónico como en
otras disciplinas, herederos de los nuevos cambios políticos-sociales y económicos de la época.

Algunos se inclinaron por expresiones que se mimetizaban con la arquitectura de su entorno utilizando
materiales y técnicas tradicionales, que no se alejaban demasiado de las construcciones compactas
pampeanas de galpones y graneros o de las viviendas de su entorno. El único elemento que identifica a
estos edificios como matadero, desde su percepción exterior, son los rieles o el brete que se asoma por
alguna de sus fachadas como en el caso de los mataderos de Médanos y Tornquist.

Otros adoptaron una estilística purista, de volúmenes prismáticos, elementos estandarizados y la


incorporación de nuevos materiales como el hormigón armado. Su expresión es netamente industrial,
importando, sin una traducción local, los lineamientos y la estética propia de exponentes racionalistas del
Movimiento Moderno como Le Corbusier.

En el caso de F.S. su experimentación formal en respuesta a estos edificios es de gran compromiso. Si


bien esta actitud experimental es propia de la corriente estilística del Art déco en la cual se encuadran
sus proyectos, su accionar es de gran particularidad, encontrando una estética propia. Su arquitectura
además posee un gran simbolismo industrial específico, poseyendo figuras y metáforas alegóricas a la
actividad matarife. Sus juegos geométricos son de gran originalidad, los cuales son diferentes en cada
uno de los mataderos que realizó en la provincia. Si bien utiliza la tecnología del Hormigón Armado,

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
material que le permite la maleabilidad de las formas propuestas, incorpora materiales locales en sus
fachadas como el uso de la piedra en los mataderos de Laprida y Balcarce.

A lo largo de la evolución de los referentes arquitectónicos dentro de la industria de la carne de nuestra


historia nacional no se han encontrado edificios con las cualidades estilísticas y simbólicas de los
mataderos en estudio. No olvidemos que eran edificios posicionados dentro de un entorno rural, que
podrían a ver tenido una respuesta funcional y utilitaria únicamente, acorde a los requerimientos
higienistas y técnicos del momento; como lo tuvieron de hecho otros mataderos encargados a diversos
profesionales, en los mismos años y bajo el Plan Modernizador de Fresco. Tal es el caso del matadero
de Marseillan-Martín en la ciudad de Bolívar el cual era un conjunto de galpones, o el de Mar de Plata
(hoy desaparecido) que era un edificio compacto con una estética simplista e industrial.

El hecho de dotar F.S a sus edificios no sólo de un equipamiento funcional, sino aportarles además
valores artístico-arquitectónicos y de fuerte simbolismo es un punto a destacar en su obra; lo cual lo
diferencia marcadamente de otros edificios matarifes.

De acuerdo a la expresión arquitectónica dominante, sus composiciones geométricas y elementos


utilizados; los mataderos de F.S. como la mayoría de sus obras en la provincia de Buenos
(municipalidades, cementerios, mercados, plazas, entre otras) se encuadran dentro de la corriente
estilística que se denominó ART DÉCO. Por ello es importante valorar las características estilísticas,
arquitectónicas y simbólicas que poseen estos edificios particulares de la industria nacional.

EL MOVIMIENTO ART DÉCO EN LA ARGENTINA

Y LA EXPRESIÓN SINGULAR DE FRANCISCO SALAMONE


La década del 20 y 30 es escenario de revolucionarios avances técnicos-constructivos y múltiples
manifestaciones culturales. Conviven numerosas corrientes de Vanguardia (futurismo, Art déco,
racionalismo, entre otras) que se entremezclan con las nuevas ideologías políticas, las cuales se ven
expresadas en la arquitectura de la época.

Las manifestaciones arquitectónicas en la Argentina, al igual que internacionalmente, van dejando atrás
el academicismo y el eclecticismo historicista, hasta convertirse en expresiones del movimiento moderno.
Este proceso fue gradual y lleno de matices, considerando en un principio “lo moderno” como un estilo
más del eclecticismo, lo cual facilitaría su acceso al repertorio arquitectónico imperante en ese entonces.
Respecto a esta conducta disciplinar se puede afirmar que se creo un ambiente de gran experimentación
tanto en las formas como en la tecnología.

En la Argentina, conformando la arquitectura de las grandes urbes como de los pueblos del interior,
representó la arquitectura tanto de Estado como la doméstica, al igual que otras de carácter popular y
masivo relacionadas con lo cultural y el esparcimiento, tales como los cines y teatros. Si bien tuvo gran
difusión, quedó oculta en la historiografía arquitectónica nacional: “El movimiento Art Decó en la

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Argentina rara vez fue objeto de estudios especializados y aún estos referidos al aspecto ornamental o a
las ideologías precursoras de algunos realizadores principales, como el arquitecto Alejandro Virasoro;
pero este movimiento, en cuanto es una resultante en el diseño de las pautas culturales de su tiempo,
requiere a nuestro juicio el aporte de un enfoque histórico.“14

Su escala, su monumentalidad, sus valores espaciales, sucesores de lo académico, conjugado a su vez


con lo innovador y lo moderno, serian la fórmula apropiada para representar el poder político de los
gobiernos de entonces. Esta fórmula fue utilizada por F.S para representar la obra pública del gobierno
conservador conformando y dando carácter a muchísimas ciudades del interior. Se valdrá de una
expresión monumentalista para desarrollar una “arquitectura de propaganda” estatal, utilizando la
corriente estilística del Art déco para la mayoría de sus manifestaciones y las nuevas tecnologías del
Hormigón Armado.

Sus propuestas tienen características originales dentro de esta línea estilística, conformando una
estética particular dentro de la provincia de Buenos Aires, a la cual se la puede reconocer como estilo
“Salamonico”.
Las relaciones compositivas de sus proyectos se basan en el juego de equilibrios estáticos y dinámicos.
Si bien el uso de las simetrías es frecuente, la composición no es estática; otorgándole movimiento la
relación que poseen sus elementos en la estructura de su composición. En el “todo” del conjunto, y no en
la parte, se expresa la sensación de movilidad. Su obra materializa los principios sintácticos de jerarquía,
orden, coordinación y tectonicidad. Jerarquiza las partes de acuerdo a su importancia a través de las
dimensiones de los elementos y su posición. La torre toma el lugar protagónico de la composición,
centrándose en el conjunto o colocándose sobre el lateral derecho del edificio, el cual posee más peso
visual que el izquierdo. El orden y la coordinación se manifiestan en las proporciones generales del
edificio y en la exactitud y repetición de módulos dimensionales. Su tectonicidad se expresa en la
solidez de los objetos, resolviéndose a través del equilibro de fuerzas horizontales y verticales. Las
sintaxis más frecuentes en los mataderos son la adición (Sintaxis operacional), la simetría axial y las
composiciones radiales y centrales (sintaxis geométrica) y la fusión (sintaxis topológica)

EL SIMBOLISMO DE PODER Y LOS RECURSOS ARQUITECTÓNICOS


“La obra pública será el símbolo de los estados fuertes. Ella expresa tanto la respuesta a los problemas
sociales de las masas cuanto al papel emblemático que tienen los edificios que testimonian potencian y
albergan el poder.”15 En esta expresión Ramón Gutiérrez enuncia tanto la capacidad simbólica que tiene
en sí mismo todo el volumen de obra pública estimulado por el gobierno conservador, como su fin
especifico y a quien está dirigido el mensaje. Desde el punto de vista semiológico el simbolo-mensaje es
arbitrario si se crea desde una decisión unilateral. Este puede ser creado desde los grupos de decisión16

14
DE PAULA, Alberto y GOMEZ, Raúl. Op cit. Pág. 164
15
GUTIÉRREZ, Ramón; Articulo: “Ideas y pensamientos en la arquitectura de Estado. Un marco de referencia para la obra de
Francisco Salamone”; del libro Francisco Salamone en la Provincia de Buenos Aires. Reconocimiento Patrimonial de sus Obras.
Editores NOVACOVSKY, A.; PARÍS BENITO, F. y ROMA, S., Edit. Grafikart, Tandil, Pcia. de Bs. As. 2001. Pág. 36
16
Barthes dice que “la lengua no es elaborada por la masa hablante sino por un grupo de decisión”. Este es el proceso: el grupo de decisión
construye actos de habla y ejerce así una influencia sobre la lengua; podríamos decir que la elabora en la medida en que su influencia es
particularmente acentuada, aunque no se diga que predomina sobre la influencia que ejerce la masa de usuarios-lectores.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
o de la masa de los de los usuarios-lectores. En este caso será arbitrario y estará enunciado por los
grupos de decisión indudablemente. El arquitecto representará a este grupo y dará forma al mensaje de
su comitente, representado por el sector político de poder. La forma de ese mensaje constituirá el
significante, mientras que su significado será el mensaje o “idea” propiamente dicho. “El significante es la
representación de una idea o pensamiento que constituye el significado. En el lenguaje, el sonido seria el
significante y la idea el significado, mientras que en la arquitectura, la forma seria el significante y el
contenido el significado.”17
Así, los mataderos (significante) representarán los nuevos ideales del gobierno (significado). Este
significante o producto arquitectónico surgirá del atravesamiento de aspectos políticos, sociales y
económicos sobre el campo arquitectónico-ingenieril nacional donde se posiciona F.S. El significante
podría haberse materializado de múltiples maneras, y de hecho fue así. Si observamos los realizados por
F.S. y los efectuados por sus colegas contemporáneos en otras ciudades de la provincia podemos
visualizar que el significado o idea que se quiere trasmitir es más fuerte o débil en su representación de
acuerdo al profesional actuante.
F.S estudia cual es el código de las actividades matarifes básicas, introduciendo mejoras en las
condiciones higiénicas de los establecimientos, las cuales se articulan con las nuevas necesidades
imperantes en la sociedad. Estas nuevas propuestas en el orden tecnológico y sanitario, replantean las
existentes de características precarias. Promueve los nuevos sistemas productivos a través de los
mismos edificios, denotando un nuevo sistema de funciones productivas y simbólicas. “En lo que se
refiere a la arquitectura, en la colectividad se desarrollan constantemente nuevas necesidades, que
determinan a su vez nuevas funciones: si se ven en estas funciones los significados del signo
arquitectónico, tal fenómeno da lugar a un enriquecimiento del repertorio de los significados de la
lengua.”18 De acuerdo a esta expresión, podríamos decir que las nuevas necesidades funcionales
ligadas a la industria matarife, se vieron reflejadas en los significados del nuevo símbolo arquitectónico
promovido por los mataderos; relacionados con revalorización de la industria nacional agropecuaria y la
mejoras de sanidad de la población, generando como enuncia un enriquecimiento del repertorio de los
significados en el lenguaje arquitectónico. Así F.S. establece un nuevo código19, que si bien tendrá
características innovadoras para sus usuarios, están podrán ser reconocidas por ellos.
Para la ejecución de sus símbolos arquitectónicos se valdrá de recursos expresivos como las figuras
retóricas. Las figuras retóricas son los elementos mas usados en las estrategias publicitarias y no es
casual que F.S. las aplicara en sus estructuras compositivas. Siendo esta una arquitectura que tiene
entre unas de sus principales premisas la “propaganda política”, el juego expresivo de las figuras
retóricas será apropiado para tal fin.

CONCLUSIONES
Dentro de su obra, los mataderos son los objetos más experimentales a nivel funcional, técnico-
constructivo, y simbólico-industrial, concediéndolo un valor artístico-arquitectónico a edificios de carácter

17
JENCKS, C. y BAIRD, G. “El significado en arquitectura”, H. Blume Ediciones, Madrid, España, 1975. Pág. 1.
18
RODRIGUEZ, J. M., ROSSI, C., SALGARELLI S. y ZIMBONE, G. “Arquitectura como semiótica”, Ediciones Nueva Visión,
Buenos Aires,1984.
19
Se puede definir al código como un sistema constituido por un repertorio de símbolos, sus reglas de combinación, y la
correspondencia entre cada símbolo y un significado dado.
154
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
industrial. Si bien los mataderos de F.S se enmarcan dentro del estilo Art déco, las piezas ornamentales
y escultóricas, y los juegos de volúmenes y planos que aplica derivan de una personal interpretación de
esta corriente.
Se puede afirmar entonces que F.S. supo codificar y expresar los principios del gobierno conservador en
sus obras, y dotar de valor artístico e importancia a estas construcciones industriales, introduciendo una
nueva visión sobre estos edificios funcionales, ya que eran relacionados -por la historia matarife que los
antecede- a espacios netamente utilitarios de condiciones y aspectos desagradables, poco higiénicos y
carente de valor arquitectónico y artístico.
Dentro del campo patrimonial la reciente inclusión de arquitecturas rurales, industriales o de nuestro
pasado moderno junto con el
deterioro de las economías
regionales y el progresivo
abandono por parte del Estado
de su equipamiento edilicio ha
determinado débiles acciones
tendientes a la puesta valor de
este tipo de obras.

Es importante destacar que


estas obras no sólo forman
parte de procesos profundos
dentro de la historia
bonaerense, sino que
conforman actualmente el
paisaje de numerosas
localidades de la provincia, y
como tales contribuyen a la
identidad de sus habitantes.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
ARQUITECTURA RELIGIOSA DE SAN JUAN

Arq. Marcelo Soria


Arq. Ana Tamagnini
Arq. Viviana Galdeano

Instituto de Teoría Historia y Critica del Diseño de la Facultad de Arquitectura,


Urbanismo y Diseño. Universidad Nacional de San Juan

Introducción
El 15 de enero de 1944, la ciudad de San Juan se vio sacudida por un sismo que la marcaría para
siempre. Este hecho fue de tal envergadura, que significó una fractura cultual en nuestra sociedad.
Marcó un antes y un después tanto en los aspectos físicos como en lo psicológico. Es por eso que
muchos trabajos de investigación se abocaron a su estudio.
Considerando la importancia que en nuestra sociedad tiene el tema religioso es que nos dedicamos al
estudio de esta arquitectura, analizando tanto los edificios que sucumbieron al terremoto, como a los que
quedaron o se construyeron con posterioridad al mismo.
Justifica esto, la amnesia de nuestra sociedad, respecto al patrimonio arquitectónico anterior a tal aciago
día, como a la preservación y valorización del actual patrimonio, ya que como bien es conocido vivimos
en una zona de alto riesgo sísmico susceptible de padecer nuevos terremotos
El registro de este patrimonio intangible permite encontrar claves para entender y reconocer el origen de
un pueblo, y su transferencia, mantener viva la memoria colectiva para las futuras generaciones.
El primer paso que se debe dar es el de su conocimiento para su posterior difusión y valorización.
El punto de partida es el reconocimiento del propio pasado, las identidades regionales compartidas en
una cultura común, y en la escala local, además de aquella pertenencia, encontrar los rasgos propios
que definen la idiosincrasia particular. El rescatar tales rasgos comunes y particulares, implica así mismo
rescatar el patrimonio tangible físico, ambiental, paisajístico, y en este caso -fundamentalmente- el
patrimonio desaparecido: teorías, historias y modelos proyectuales, base de la memoria colectiva y por
consiguiente soporte para un mejor desarrollo futuro.
Por otro lado la reconstrucción de San Juan se inicia inmediatamente después del terremoto,
consolidando la trama actual y el desarrollo de la misma. Este se manifiesta en una densificación
espacial alrededor de los centros religiosos y los espacios públicos de las plazas, es decir que han sido
un componente fundamental en la conformación de nuestra actual ciudad.
La ciudad es un hecho físico, una construcción humana, un ámbito donde transcurre la vida de la
sociedad y que es percibido sensorialmente y aprehendido en todas las manifestaciones de una cultura,
una forma de entender el mundo y de transcurrirlo.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
En muchos casos no se puede recuperar lo ya perdido. No se trata tanto de salvar lo poco que va
quedando, lo que por supuesto es preciso, como de encontrar un uso adecuado o incluso valorarlo de
modo apropiado. Deben existir en las ciudades, espacios que permitan la concreción de lugares de
encuentro de sus habitantes con su memoria. Ámbitos de re-encuentro frecuente.
Es por ello que dimensión ambiental debe integrar, la memoria histórica en la elaboración de las
propuestas de planificación y en el proceso de toma de decisiones. Los programas y acciones deben
estar dirigidos a la mejora en el funcionamiento de la ciudad y seguidos de actividades concebidas a
largo plazo así como de acciones legislativas ideadas para asegurar el futuro desarrollo sostenible a
nivel regional.

La ciudad antes del terremoto


San Juan con anterioridad al terremoto del 44, venia manifestando grandes transformaciones, traducida
en un profundo proceso de urbanización. La causa de esto era la instalación de cultivos en la periferia de
la ciudad y departamentos aledaños. También el crecimiento sostenido de la industria vitivinícola con la
consecuente demanda de bodegas, a veces ubicadas en los mismos predios de cultivos, implicaba un
verdadero polo de atracción, que llevaba al traslado de la población rural, en procura de mejores
condiciones de vida.
Se observaba así dos áreas diferentes:
-El casco urbano, capital, con su trazado en cuadrícula
-Las áreas urbanas de los departamentos aledaños; como Concepción, Sta. Lucía, Trinidad, Villa Krause
y Desamparados.
La expansión urbana se fue dando conforme a los núcleos mencionados, en forma lineal sobre las
arterias que los vinculaban. Los alrededores de las Parroquias de Sta. Lucia al este y Desamparados al
oeste, consolidaron dichos núcleos, jugando un papel fundamental en esto.
En cuanto al centro del casco capitalino, seguía manteniendo la centralidad, la plaza fundacional (25 de
Mayo) y plasmando su significación inicial, enriquecida por la ubicación de nuevos edificios muchos de
gran riqueza arquitectónica.
Las calles se fueron consolidando como un elemento relevante del sistema de los espacios abiertos; la
mayoría eran angostas ineptas para las nuevas funciones de una ciudad en constante crecimiento Las
construcciones se ubicaron sobre la línea de edificación, aparecieron los primeros edificios de hormigón,
con molduras de yeso y cornisa, de factura ecléctica italianizante, neoclásicas, románico renacentista
etc.; ejemplo de ello son el Palacio Episcopal, la Casa de Gobierno, el Club Español etc.
Se materializaron nuevas plazas como la Aberastain, Laprida y Gral. Paz que le dieron una nueva
fisonomía a la ciudad.
En la ciudad existían tres tipos de construcciones, de ladrillo, adobe y hormigón armado.

El terremoto de 1944. Consecuencias.


El terremoto de 1944 se produjo a las 20hs. 45 minutos y 17 segundos, a 30 km. de la ciudad de San
Juan, en las proximidades de la Laja en el dpto. Albardón, la magnitud del mismo fue de 7,8 grados en la
escala de Richter, y IX en la Escala Mercalli Modificada.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Al momento del fatídico sismo el 90% de las construcciones eran de adobe, el 8% de ladrillo y el 2% de
hormigón armado y ladrillo. Las construcciones de adobe eran de gruesos muros de 40 a 50 cm. de
espesor, sin trabas, con cimientos mal ejecutados, erosionados a veces por la humedad, pesados techos
con cubiertas de barro y altura que oscilaban entre 4 y 6 mt, que permitían obtener una mejor aislamiento
térmico. Las fachadas poseían parapetos hasta de 1m de altura, con cornisamientos y molduras de
diversos materiales que ocasionaron cargas excéntricas, de alto riesgo y fueron las que con su derrumbe
ocasionaron la mayor cantidad de perdidas humanas.
Es de imaginar que con este tipo de construcción, el impacto fue tremendo; significó una tragedia para la
sociedad sanjuanina, que marcó a sus habitantes y significó un corte fundamental en su historia.

Los edificios
La Iglesia Catedral
Con la llegada de los primeros pobladores hispanos a estas tierras, llegó también la fe cristiana. Desde el
mismo momento de la fundación de San Juan, se realizó la instalación del templo mayor.
En 1810, había un sinnúmero de templos capillas y oratorios de variada jerarquía y condición. Entre ellas
se hallaba la iglesia Matriz. No puede precisarse con exactitud la fecha en que los padres Jesuitas
levantaron esta iglesia, pero se supone que fue en 1712
Esta obra, representó en su época un notable adelanto, fue la primera construcción en ladrillo, -incluso la
bóveda- asentada con mezcla de cal y arena con cimientos de piedra, en la ciudad colonial de adobe y
barro, fue primero y durante mucho tiempo el único edificio construido con material cocido. Era una obra
bien proporcionada y construida, de cincuenta y ocho varas de largo y once de ancho.
De líneas románicas con toques jónicos y detalles bizantinos, de sencillo pero bello frente rematado con
dos torres simétricas. La misma como ya se dijo, poseía bóveda de material, cuatro capillas en los
costados de aproximadamente cuatro varas de profundidad, elevadas media vara del suelo, las mismas
no se hallaban conectadas entre sí, entre ellas dos pilastras separadas entre sí por un muro de tres
varas de frente, que albergaban una bella tribuna, bajo esta, un nicho y en un nivel inferior, un
confesionario. Había también en cada costado, una gran puerta que pudiera formar una quinta capilla.
Al pie de la iglesia se hallaba el coro, sostenido por un arco elíptico, que estriba en el último orden de
pilastras. La iglesia estaba bien iluminada, debido a que remataba en una bóveda semicircular
entrecortada por tantos arcos salientes como pilastras tenía cada costado, estando las ventanas
rasgadas en la bóveda entre cada par de arcos.
Su fachada principal era sobria, con dos proporcionadas torrecillas en sus costados. La fachada sobre la
actual calle Rivadavia aunque mas sencilla que la anterior guardaba armonía con el resto del conjunto.
Perduró más de siglo y medio siendo abatida en el terremoto de 1944.
En 1894, un fuerte movimiento sísmico azotó la provincia, derrumbó las torres que cayeron a la plaza y
afectó gran parte del edificio. Fue reconstruida a principio de siglo; siendo destruida nuevamente en el
terremoto de 1944.

Santo Domingo
La primer iglesia de la Orden tenía el frente a la calle Mendoza siendo de reducidas dimensiones.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Su fachada principal se orientaba al norte, era un templo en extremo modesto, que no guardaba relación
con el prestigio de la orden, ni con el rango de ese claustro decano. En 1810, por su estado ruinoso se
hallaba abandonado, habilitándose como iglesia la sacristía y algunas celdas del convento con acceso
por la actual calle Mendoza. Los materiales constructivos usados fueron el adobe y la tapia. El claustro
era una casa de adobe, con galería celdas, sala capitular, dependencias y cuadra, amplia y confortable.
Por razones de espacio, se decidió la construcción de una iglesia de mayor tamaño, con entrada por la
actual calle Libertador San Martín. La piedra fundamental de dicho templo se colocó en el año 1864. El 6
de junio de 1908 se inauguró la mitad del templo, completándose definitivamente la construcción en el
año 1911.
Se trata de un conjunto edilicio de compleja distribución, en el que predomina el templo que básicamente
remite a una organización en cruz latina con trancepto y cúpula. De igual manera presenta una
elaborada fachada, que, aunque inconclusa revela fuerte carácter academicista. Fuertes pilastras de
estilo “compuesto”, sostienen un pesado cornisamiento, con todos los detalles ornamentales del estilo
indicado. Pero se puede advertir que las pilastras “apareadas”, se adelantan a un “plano” o muro
posterior generando así una doble fachada, una que se adelanta, otra que retrocede y esto imprime al
conjunto un notable movimiento -adelante, atrás- que se potencia por la incidencia de la luz solar, en
correspondencia con la orientación al norte del objeto arquitectónico. No puede estar ausente el fuerte
carácter simétrico, presente en la organización total del edificio y la jerarquización del acceso, armoniza
con el juego rítmico de llenos y vacíos, entrantes y salientes. La única torre campanario construida, no
alcanza en su dimensión a modificar sustantivamente el conjunto, más bien le agrega singularidad. Un
buen ejemplo de arquitectura “clasisista” italianizante, hubiera poseído nuestra ciudad de no haber
actuado en su momento las fuerzas telúricas ocultas en nuestro suelo.

Inmaculada Concepción
En el llamado Pueblo Viejo de la ciudad de San Juan existía una capilla dedicada a la Inmaculada
Concepción, que fue viceparroquia de la parroquia matriz, hasta 1819 que fue elevada al rango de
curato.
Fue una construcción de material crudo, de una sola nave y campanario, situada en la esquina noreste
de la que había sido plaza Mayor de la primera fundación de la ciudad de San Juan. La fachada principal
se orientaba hacia el oeste.
La configuración de la “fachada” del templo, lo presenta como un edificio con valor propio, en función de
lo que el observador verá cuando ingrese al recinto sagrado propiamente dicho. Estamos en presencia
de un “nartex” es decir de un espacio de transición entre un “atrium”, que aquí no existe y la “eclesiam”,
es decir el espacio de la reunión de los fieles. Por tanto el comentario estará orientado al análisis de ese
elemento arquitectónico que actúa como una importante conexión entre espacio urbano y el interior; y
viceversa, el pórtico del templo. Este volumen de proporciones importantes, horizontalmente dispuesto,
simétricamente organizado, se abre al exterior a partir de tres grandes aberturas, con arcos de medio
punto, propios de los sistemas constructivos romanos; y que su número es naturalmente simbólico en
virtud de la clara alusión a la Trinidad. Por tanto aquí ya se puede advertir la simbiosis entre lo material y
lo espiritual, conforme a lo expuesto con anterioridad.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Otro elemento arquitectónico que parece tener su propia autonomía será la torre (reloj–campanario) que
se sitúa al centro del conjunto marcado solamente por la virtualidad de un eje de simetría vertical, pero
con un vocabulario arquitectónico denso y recargado que contrasta con la simpleza formal y estabilidad
estructural del pórtico.
Es una situación muy poco clara en la concepción del conjunto pórtico – torre, pero dispuestos como
están parecen evocar algún ejemplo de arquitectura vinculada a los edificios gubernamentales –
administrativos, propios del siglo XIX, en Europa y América. Y no estaría mal pensar así ya que el
funcionamiento parroquial estaba destinado a cumplir alguna de estas funciones, hasta la aparición del
Registro Civil de las Personas. Finalmente, frente a la pluralidad formal, funcional y expresiva, bien
podría concluirse que estamos presenciando un objeto arquitectónico de fuerte concepción historicista y
más concretamente ecléctica.

Reconstrucción de San Juan


Luego del terremoto del 44, surge el Consejo de Reconstrucción, que tenía como asesor urbanístico al
Arq. José María Pastor; organismo de amplias facultades destinado a impulsar la reconstrucción de la
capital y los departamentos afectados. Su misión específica, fue elaborar los planes urbanísticos, los
códigos y reglamentos para su aplicación y control en la ejecución de los planes y las obras que se
fueron realizando en el ámbito oficial y privado. Este antiguo Consejo podía expropiar terrenos, abrir o
cerrar calles, otorgar primas para edificar viviendas u otros destinos, aplicar multas, ejecutar obras,
demoler edificios en mal estado o poner en línea las construcciones.
Existieron varios planes de ordenamiento urbano, lamentablemente y por diversas causas sea por
intereses económicos, o por circunstancias políticas, se aplicaron solo parcialmente.
Finalmente la ciudad nueva quedó en el mismo emplazamiento y se reacondicionó la trama
remodelándola, con grandes vías de vinculación, aperturas de avenidas, nuevos perfiles de calle, -se
incorporó la acequia, el arbolado y anchas veredas-. Es decir que se manifestó una adecuación y
persistencia a formas ya utilizadas en la construcción de la ciudad.
El proceso de reconstrucción tuvo como contrapartida un aspecto negativo, y fue la pérdida del
patrimonio histórico-arquitectónico, más específicamente una serie de edificios religiosos e
institucionales, que si bien sobrevivieron al devastador terremoto fueron demolidos; por no consolidarlos,
por desconocimiento y en otros casos por la apertura de nuevas calles
Esto trajo aparejado un proceso de aculturación dado por nuevas tipologías edilicias, ya que la población
se mantuvo al margen de decisiones sobre su propio hábitat.
El resultado fue el surgimiento de una ciudad nueva y moderna, de amplias veredas, construida bajo
normas sísmicas, en la cual se consolidó la trama urbana preexistente. Y donde en muchos casos como
espacios públicos, edificios institucionales y religiosos mantuvieron sus lugares de origen y consolidaron
con su presencia las respectivas áreas circundantes.

Los edificios
Catedral de San Juan
Fue concebida por el Arq. Ramos Correa, y construida en dos etapas entre 1954 a 1979. El autor dirige

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
solo la primera etapa, es decir la cripta y el campanil debido a su avanzada edad. La segunda etapa fue
dirigida por arquitectos locales y el autor solamente consultado en ocasiones aisladas.
Se ubica en la calle Mendoza, frente a la plaza principal de San Juan -25 de Mayo- en el mismo
emplazamiento en el que se encontraba la antigua catedral, manteniendo los mismos ritmos y
reparticiones. El acceso principal se sitúa al este, tal cual las normativas de las leyes de indias. Se cierra
hacia la calle Central y se abre sobre calle Rivadavia a través de una plaza a manera de extensión de la
vereda pública.
Se mantienen los conceptos del movimiento moderno, pensada con sencillez en piedra, cemento y
materiales de la región.
En la primera etapa se realizó:
ƒ la cripta ubicada en el subsuelo, con acceso directo desde la iglesia.
Al ingresar a la misma se percibe un espacio único amplio y con un destacado eje central, alberga tres
espacios: para realizar oficios religiosos, para albergar monumentos funerarios, y los espacios
destinados a circulaciones. En el lugar para realizar los oficios existe un importante desnivel, que permite
acentuar la centralidad y diferenciarlo como un lugar estanco.
ƒ el campanil, mostrado como símbolo de la espiritualidad, surge como símbolo de vida luego del
terremoto. Mantiene líneas sobrias, austeras exentas de detalles y de cualquier elemento ornamental
que confunda su destino.
Construido de imponentes columnas de hierro y cemento, se conecta a través de un pasadizo
subterráneo con la cripta.
En la segunda etapa:
ƒ la catedral
Concebida como un gran espacio, (iglesia de salón), idea que se desvanece al eliminarse los altares
laterales diseñados en plano original.

Iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados


La Iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados fue construida en el mismo predio que el antiguo
templo. Se ubica en la calle Santa María de Oro, frente a la plaza Salvador María del Carril mas conocida
como de los Desamparados. Para su ejecución se llamó a concurso siendo elegido el proyecto del
arquitecto Ernesto Puppo. Se fue construyendo por etapas, entre los años 1954 y 1962. Su acceso
principal mira hacia el naciente y su construcción se realizó respetando las normas sismorresistentes, en
hormigón armado, premoldeados de hormigón y revestidos en piedra de la zona. Se respeto el diseño
del proyectista, salvo que no se llegó a construir nunca el campanil ubicado al sur de la iglesia mas
precisamente sobre la Av. Libertador Gral San Martín.
La nueva Iglesia parroquial se fue construyendo de a poco, en la década del 50. En 1954 se construye la
cripta, denominada “Capilla de Santo Recuerdo”.
El estilo arquitectónico de esta Iglesia es una adaptación del románico, con 58mts.de largo, 12mts. de
alto y 16mts. La cúpula ocupa una superficie total de 1.044 mts2. Está compuesto por tres naves, con
coro y cripta.
El altar central está construido en mampostería y mármol carrara. Cabe destacar que en el frontis del

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
templo, por sobre el atrio se halla una imponente talla en travertino Nuestra Sra. De los Desamparados
con una multitud de indefensos.

Iglesia de Santa Lucia


Se ubica sobre la calle Gral. Paz frente a la Plaza de Santa Lucía. Fue edificada después del terremoto y
se inauguró en 1966, bajo normas sismorresistentes, con estructura de hormigón armado y muros de
ladrillo, enlucido.
Su fachada principal mira al sur. Es una iglesia de líneas simples y austeras. Posee en el extremo este,
un esbelto campanil, que sirve de punto de referencia en los alrededores por su altura, que remata con
una cornisa y una cúpula semi esférica.
En general, sus líneas son de estilo italianizante, con toques de estilo románico. El atrio, se integra
espacialmente al entorno de la plaza principal del departamento.
Es una iglesia de planta basilical, con dos naves laterales y una central, iluminada desde el clerestorio.
Del mismo modo que el exterior, el interior es austero en su ornamentación, encontrándose inconcluso el
retablo del altar.
Se puede inferir del análisis de estos edificios -algunos, obra de prestigiosos arquitectos- las simples
pero magníficas resoluciones formales, los avances tecnológicos propios de su época, su
comportamiento frente a los devastadores sismos, las influencias arquitectónicas asimiladas, etc.

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LA DEMOLICIÓN VIRTUAL DEL PALACIO FERREYRA,
Y LO INMATERIAL EN LA ARQUITECTURA FRANCESA

Arq. Julio Rebaque de Caboteau

Experto en Restauración de Monumentos Históricos,


Ecole de Chaillot, París.

Cuando se aborda la integración necesaria de nuestra diversidad cultural, es ejercicio difícil describir el
fenómeno de negación de una parte de la historia común, o más precisamente la voluntad enunciada de
reescribirla, cristalizada en Córdoba en la demolición solapada de un bien patrimonial emblemático. Para
aprehender el valor documental ya seriamente comprometido del Palacio Ferreira (1911-1916),
proponemos ubicar su edificación en el marco específico de la transculturación vehiculada por la
generación del ’80, que antecedió y acompañó fastuosamente los festejos del Centenario de la
Revolución de Mayo.

Esta transculturación, que cimentó imaginerías y ritos a ambos lados del Atlántico, presenta en las
principales ciudades argentinas rasgos intrínsecos en la arquitectura academicista, que resultan de
encargos a arquitectos en voga entre la alta burguesía francesa, y de la aclimatación de la “naturaleza
civilizada”, según la definición de Françoise Choay. Esta fue implementada por la escuela de ingenieros,
horticultores, arquitectos, paisajistas y botanistas dirigida por Jean-Charles Adolphe Alphand, que dotó
desde 1854 de un sello inconfundible al París del Segundo Imperio. En el proceso evolutivo del
tratamiento de los espacios verdes públicos, a fines de lograr diversas escalas de paisajes cuasi
naturales emerge la generación instauradora de Jean-Pierre Barillet-Deschamps y su discípulo Édouard
André, quien abre la nueva práctica del jardín parisiense y la “depuración del gusto del público” (1) a las
experiencias de Frederick Law Olmsted, creador del Central Park y del sistema de parques que
Sarmiento admiró en Boston. Charles Thays (1849-1934), discípulo de André, será portador y ampliará
ese savoir-faire desde su primera realización en Argentina, el Parque Sarmiento de Córdoba, sobre el
que trabaja entre 1889 y 1891..

En la arquitectura civil, existe una filiación estilística reconocible entre quienes establecieron vínculos
entre un depurado lenguaje Luis XVI, que mucho debe a Ange-Jacques Gabriel, y las primeras
manifestaciones de transición hacia el Art Nouveau en la ornamentación y en las audaces soluciones
técnicas. No es casualidad que las residencias más célebres de principios del 1900 fueran proyectadas
por la agencia de Ernest-Paul Sanson (1836-1918) y su hijo Maurice (1864-1917), ambos egresados de
l’Ecole des Beaux-Arts y herederos de la prestigiosa agencia de Antoine-Nicolas Bailly. Al dominio de la

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
organización de la distribución interior y la elegante austeridad de sus fachadas, Ernest-Paul Sanson
aunaba la formación recibida de dos grandes restauradores de monumentos históricos, Questel y Duban
(colaborador de Lassus en la restauración de la Sainte Chapelle en 1836).
Era asistente de Sanson, René Sergent, egresado de l’Ecole Spéciale d’Architecture (fundada por Viollet-
le-Duc) a quien debemos en París el hôtel de Moïse de Camondo, inspirado en el Petit Trianon, y
refinadas residencias en Buenos Aires y sus alrededores, como el ex Palacio Bosch, el Palacio Errázuriz,
el Palacio Sans Souci y los hôtels Gramajo y Leloir.
Para responder a necesidades de reconocimiento y pertenencia a una clase opulenta internacional,
reinterpretaron modelos consagrados de los siglos XVII y XVIII. En este sentido, el Palacio Ferreyra es
síntesis admirable de referencias, al reproducir a mayor escala la residencia de George Alexander
Kessler, que derivaba del castillo de Issy, obra de Pierre Bullet. Los Sanson aparecen así como
continuadores y traductores de la mejor tradición francesa de los hôtels, con detalles en la expresión
poco acusada de los ressauts, la articulación de volúmenes y el empleo de órdenes monumentales que
los vinculan inicialmente con la arquitectura de Louis Le Vau. Pero al analizar las cualidades de sus
volúmenes interiores, vemos que también desarrollaron temas recurrentes de la arquitectura religiosa,
como la desmaterialización de la caja muraria en busca de la luz.

Es impactante la proximidad de espíritu entre dos de sus obras mayores, el Palacio Rosa en París y el
Ferreyra en Córdoba, con el espacio logrado en una capilla del primer Renacimiento (2) : la del castillo
de Anne de Montmorency en Ecouen (circa 1538). En el dibujo de Dutocq que de Sus disposiciones nos
son conocidas por un dibujo de Dutocq, donde se ve la conjunción de bóvedas con lunetas y un plafond
artesonado a la italiana, que hace su aparición poco antes en el ala construida por Pierre Lescot en el
Louvre, cuyo artífice es Scibec de Carpi.
Recurrir a la desmaterialización para dar idea de diafanidad, traduce a la vez la búsqueda de elevación
espiritual y el gusto por la proeza técnica: interesó particularmente las escaleras de los transeptos de
iglesia y los cerramientos de coro, los “jubés”. Decoraba la capilla de Ecouen el panel representando “La
adoración de los pastores”, atribuido a Jean de Gourmont (1525-1540), donde lo inmaterial se hace
bóveda de crucería en ruinas para revelar su aparejamiento, consagrar la aclimatación de los
italianismos, y para tender a un ideal de belleza antiquisante en una escalera helicoidal construida
gracias a la maestría en la talla de la piedra, reflejo de la identidad nacional. Es una alegoría de la acción
del tiempo destructor sobre lo edificado, y del tiempo necesario a la concretización de la obra de
ingegno. Su estructura de tríptico hace aparecer a este proceso generativo como un continuum temporal.
Estas búsquedas prosiguen en la gran empresa versallesca, en la desaparecida escalera de los
Embajadores, diseñada por François d’Orbay y decorada con pinturas en trompe-l’oeil de Charles Le
Brun, que veía su carácter escenográfico acentuado por la luz cenital proveniente de un lucernario.
El mítico Palacio de mármol rosa que Sanson construye en 1905 sobre la avenue Foch, para el dandy
Boni de Castellane y la heredera americana de los ferrocarriles Anna Gould, reproduce el Grand Trianon.
Fue demolido en 1969, pero una foto conservada da cuenta de su imponente hall de doble altura, casi
enteramente ocupado por la escalera de honor que es réplica de la de los Embajadores. Allí, una bóveda
rebajada recibía luz rasante en su parte somital y hacía que el plafond pareciera suspendido. Enfrentaba

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
al acceso el balconeo del primer piso, donde un peristilo soportando un profundo artesonado se
recortaba sobre un fondo bañado de luz. Estos artificios visuales no son una novedad, pues la idea de la
cáscara inmaterial realzada por una iluminación difusa es elemento protagonista en el proyecto de
mausoleo de los Valois en Saint-Denis, de François Mansart, concretizado por Jules Hardouin-Mansart
en el domo de los Inválidos.
En el hall del Palacio Ferreyra, el lucernario perimetral da al plafond un aspecto de velo de una afirmada
modernidad, como relevó justamente Fabio Grementieri.

Desde junio del 2005, fecha de su expropiación, hasta el mes de agosto siguiente, cuando sufriera las
primeras modificaciones en su entorno inmediato, el Palacio Ferreyra aparecía aún como la pieza clave
en la ordenación de la “Ciudad Nueva” impulsada por Miguel Crisol y trazada por Luis Huergo en agosto
de 1887. El perímetro de la antigua plaza Chacabuco (hoy España) había sido lugar desde entonces de
una nueva urbanidad basada en el diseño de un gran parque por Charles Thays, sustentada por
comportamientos que, como en sus modelos parisienses, estaban fundados en la proximidad social y en
códigos de uso compartidos. En esta “Ciudad Nueva” higienista hay sin embargo en el repertorio edilicio
constituido, una diferencia con respecto al París haussmanniano : a la sistematización de los inmuebles
de renta de lenguaje homogéneo, que redundan en un telón de fondo característico de la metrópolis por
autonomasia del siglo XIX, las realizaciones arquitectónicas locales siguieron vías mayoritariamente
pintoresquistas en su relación con el espacio público.

Charles Thays fue contratado en 1912 por el doctor Martín Ferreyra para concebir los jardines alrededor
de la Casa Grande, sobre un poco más de una hectárea sólo delimitada por una reja. La situación
urbana de esta parcela no tenía comparación con los vacíos acotados de la trama fundacional y su
permeabilidad visual reforzó la apertura de las elipses de sus senderos, pero manteniendo siempre al
paseante dentro de un microcosmos de delectación estética donde imperaba lo vegetal. Ciertamente, se
inscribió en el estilo compuesto de su maestro Édouard André, aunque enriqueciéndolo con una sabia
alquimia entre especies exóticas y autóctonas, ordenando a lo largo del recorrido secuencias de
espacios umbríos y claros, con fachadas enmarcadas de manera diferente por macizos de árboles
formando bosquecillos con un abra central. El trazado dinámico se hace regular frente al jardín de
invierno, donde un parterre acompañado de palmeras culmina en la fuente. La entidad resultante es
naturalista y multifacética, y sienta los principios de un “pintoresquismo rioplatense”, según el término de
Carlos Thays IV. El invernadero, proyectado en 1918, nunca fue edificado.
Según documentos fotográficos de fines de la década del ‘90, la masa arbórea era más pregnante hacia
la esquina del boulevard Chacabuco y Derqui, con una avenida de plátanos que se extendía
perpendicularmente a partir de la terraza del comedor. Los cinco eucaliptos plantados en envolvente en
el ángulo Sur fueron abatidos en agosto del 2005, supuestamente debido a su mal estado fitosanitario,
hasta que de manera oficiosa se reconoció que la finalidad buscada era “liberar” los valores
arquitectónicos del edificio.
No se confirmó si los árboles extraídos formaban parte de las plantaciones previstas por Thays, pues el
plano original no figura en el fondo conservado por el estudio Thays-Bayá Casal. Detrás de un discurso

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
errático, debemos señalar la intención concreta de despejar las fachadas, nefasta tendencia al
aislamiento del edificio que ya tuvo un sonado precedente en el palacio Alzaga Unzué de Buenos Aires a
fines de los ‘80, cuando los árboles de su jardín fueron abatidos, luego de ser adquirido por la cadena
hotelera Hyatt. En ambos casos, se socavó el espíritu Belle Époque con que fue ideada la puesta en
escena de su volumetría. Esa dialéctica entre edificación, jardines y árboles de gran porte se encuentra
en los palacetes que rodean el Parc Monceau de París excepto en su parte Norte, que resultan de un
loteo de prestigio realizado por los banqueros Péreire aprovechando las vistas excepcionales sobre el
antiguo parque anglo-chino del duque de Chartres, adquirido por el municipio en 1861.

Aunque la Agencia Córdoba Cultura aseguró obrar para “reconstruir el estado original del jardín”, desde
fines del 2005 asistimos al esclarecimiento de las plantaciones, a la creación de vacíos
desproporcionados que forzaron la escala de las sucesivas escenas, a la desaparición del estrato
arbustivo que completaba los filtros visuales y aseguraba privacidad y a la intrusión de barbarismos en la
disposición de macizos de flores bordeados de ladrillos, a los pies de la fachada principal. Sus herederos
sólo reconocen como recurso utilizado por Thays el macizo dispuesto libremente sobre los parterres,
rasgo compartido con sus contemporáneos Henri y Achille Duchêne, o con borduras de boj en los
parterres regulares o parterres de broderie. El último efecto de extrañeza resultó de la cobertura de los
senderos con granza blanca, cuando históricamente fue gris, y la tradicional de los jardines franceses es
color arena. Son excepcionalmente blancos en los jardines de iris y el rosedal de Bagatelle, que
conocieron un nuevo acondicionamiento en 1905, por Jean-Claude-Nicolas Forestier, aunque nada
indica que Thays los haya visitado cuando trabajaba en el Ferreyra.

Con la propuesta del estudio GGMPU, la adaptación inmoderada del Palacio a las nuevas funciones de
Museo Superior de Bellas Artes operó una intervención atentatoria, de neta ruptura en la coherencia
espacial del edificio. Se comprometió incluso la puesta en valor mutua de arquitectura y jardines, según
los preceptos enunciados por André Le Nôtre. La amplitud de su arbitrariedad nos plantea interrogantes
acuciantes sobre cómo el vaciamiento de un bien en desherencia de protección legal acorde con su
importancia (sólo el decreto1386/91 lo declara de interés municipal), y la prótesis tecnológica lograron
triunfar sobre la conservación del tejido conectivo donde imperaba lo vivencial. Más aún, nuestra
reflexión no podrá obviar “el arte y la manera” de superar una crisis de valores que parece
definitivamente instalada en la ciudadanía cordobesa.

Luego de meses en que la opacidad alrededor del programa museológico, y la falta de debate sobre las
primeras opciones retenidas, nos sumió en un compás de espera alarmante sobre el futuro de los
interiores del palacio, cuya calidad de diseño y refinamiento decorativo justificaban a priori acciones de
conservación tal como lo estipulaba el decreto de expropiación. La necesidad de llevar a cabo estudios
científicos para ponderar su umbral de resistencia a nuevas funciones aparecía difícilmente descartable.
Pero se lo consideró superfluo. Al conocer finalmente el proyecto de refuncionalización, es inaceptable
constatar que se suprime en su totalidad el sistema de cámaras, antecámaras y boudoirs (tal vez el más

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
representativo del país, y con tan generosas proporciones que podía recibir obras de pequeño y mediano
formato). Tres grandes galerías lo substituirán, en un absurdo gesto primigenio, o de anacrónica tabula
rasa. Peor aún, hacia el jardín balconea un mirador, un prisma vidriado que alteraría gravemente la
percepción del perfil de los volúmenes encastrados del palacio y la manera elegante con que Sanson
amortiguó su peso visual en contacto con el porche de acceso. Una escalera forrada de cuero lo
flanquearía, completando la afrenta a un edificio que no admite agregados.

Fuente: La Voz del Interior

Evidentemente, el deseo de aumentar la “visibilidad urbana” del museo, de tender a un landmark que de
hecho era preexistente, siguió la vía del puente-faro de la Modern Tate de Londres, de Herzog & De

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Meuron. Hasta el antiguo palacio de Correos de Buenos Aires, prometido a ser Centro cultural del
Bicentenario, vería diluida la silueta de su cúpula a expensas de una osatura de metal recubierta de
vidrio. Aún cuando el edificio huésped es histórico, la materialidad de sus coronamientos no resiste ante
los embates de un marketing cultural que exige la irradiación de luz.

La demolición comenzó sin tardar, incluso ignorando una orden del Superior Tribunal de Justicia entre el
21 de noviembre y el 4 de diciembre de 2006. Esto significa que el titular del Ejecutivo, quien tiene tutela
temporaria sobre un bien patrimonial de importancia mayor, siguió destruyéndolo ilegalmente y seguro
de su impunidad. A la inobservancia de los deberes de funcionario público, la Legislatura sólo respondió
con una estricta protección de fachadas. A pesar de la movilización de los medios académicos y
científicos, del petitorio impulsado por los arquitectos Roca, Bergallo y Bettolli, debemos relevar tres
hechos capitales. Ni los expertos en conservación del patrimonio fueron consultados en ningún
momento, ni las condiciones de presentación del conjunto de 38 obras de Carlos Alonso fueron
debatidas, ni un concurso de proyectos pudo limitar la deriva autocrática y el desastre de la pérdida de la
autenticidad y de la “memoria antropológica” del conjunto (3).
Esto es prueba fehaciente de que las insuficiencias de nuestro sistema declaratorio son tan flagrantes
que quedan innumerables intersticios por donde deslizar la cuña que hace inmovilizar el mecanismo, sin
que los “actores naturales” (según André Chastel) de la conservación puedan participar en ella. Por ello,
nuestra vigilancia y nuestro rol pedagógico ante la comunidad se vieron distraídos. La alienación de una
parte de la historia común no es irremediable, si identificamos en ella un daño que conlleva
resarcimiento. La doctrina no nos da claves absolutas sino dilemas sobre cómo reaccionar ante la
desaparición parcial o total de un bien cultural, salvo en casos de ruina por desgaste natural o conflictos
bélicos. Como en el puente de Mostar, pétrea víctima de la guerra de los Balcanes, la vía de la
reconstrucción se toma sin dudar.
En el Palacio Ferreyra, es prioridad absoluta que sus exteriores no sean desfigurados, lo que en principio
sigue las disposiciones “conservatorias” tomadas por la Legislatura provincial.
Tomemos en cuenta que ante nuestra resistible indefensión, el artículo 41 de la Constitución prevé el
derecho al patrimonio cultural, y un recurso de amparo presentado por una ONG o por el Defensor del
Pueblo podría hacer cesar las obras y obligar a la vuelta al estado inicial del edificio. En los interiores del
primer piso, los relevamientos existentes y el archivo fotográfico Sánchez Bretón autorizan una
recreación de los espacios desaparecidos de los que ningún tratamiento futuro nos ha sido avanzado.

Sólo si la conciencia patrimonial ante la pérdida y falsificación de un documento irreemplazable


se amplifica y diversifica, si nuestra labor científica sobre el cómo se revisa lo actuado y si hay lugar para
trabajar sobre lineamientos de rehabilitación que incluyan dispositivos menos traumáticos es
resguardada por ley, se podría bregar por una declaratoria de urgencia.
Seremos realistas si nos apoyamos en una nueva legislación para detener este bárbaro despojo, aunque
no podamos revertir el proceso de cambio de función. Nuestra futura implicación, mediante una instancia
colegiada, no puede obviar el hecho de que, detrás de una pseudo recuperación simbólica, se agitó el
fantasma devastador de un rencor clasista que creíamos apagado luego del incendio del Jockey Club de

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
la calle Florida.

A la luz de estos acontecimientos, es tarea ímproba creer en la propaganda oficial, que nos promete ser
espectadores “privilegiados” en un espacio dedicado al arte, cuando el valor del Palacio ha menguado y
podría desaparecer irremediablemente si no hacemos obstáculo a una excrecencia puerilmente a la
moda.

Notas
(1) El objetivo de André era inscribirse en un giro histórico que se esboza. Así escribe : “El arte de los jardines existe, pero faltan
artistas (…) ; ha degenerado en oficio, en industria, y las excepciones son pocas. Pero hoy parece renacer de sus cenizas,
deshacerse de los procedimientos empíricos, mostrar inspiración y llamar a asistirlo a las conquistas científicas modernas “. In
“Édouard André (1840-1911) Un paysagiste botaniste sur les chemins du monde”, dirección André y Stéphanie de Courtois.
Ver también la investigación de Sonia Berjman sobre la influencia de André sobre los espacios verdes públicos de Buenos Aires,
p.p. 175-187.
(2) Julio Rebaque de Caboteau, “La escalera helicoidal en representaciones , del vaciamiento gótico a la ruina antiquisante”.
Seminario de Jean-Marie Pérouse de Montclos. París, 1997.
(3) Françoise Choay, “Il disastro è l’amnesia”, a cura di Lionel Devlieger, Aión 3, mayo de 2003.

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EL PALACIO FERREYRA
Una visión critica
sobre la recuperación del patrimonio histórico

Arq. Soledad Molina


Arq. Carolina Ruival

Cátedra de Diseño Urbano I, Facultad de Arquitectura, UCC

En el marco en que se encuadra este congreso, nos pareció oportuno, presentar este trabajo, que
consideramos, por la actualidad del mismo, por la polémica originada por las obras que se realizan
actualmente, y porque entendemos que no está siendo considerado un objeto de valor histórico en
su totalidad, ya que las obras que se realizan actualmente en dicho edificio solamente rescatan la
fachada, desmereciendo todo el valor de su espacio interior.

En nuestro país, pero sobretodo en la ciudad de Córdoba, no se ha tomado verdadera conciencia de la


problemática del patrimonio arquitectónico, Esta preocupación se refleja en un grupo muy reducido de
personas o especialistas que no se llegan a traducir en eficientes políticas culturales. De hecho ningún
organismo tuvo la fuerza suficiente para ni siquiera poder controlar que tipo de obra se esta realizando.

Con respecto a las leyes que reglamentan los monumentos y lugares históricos, estas son insuficientes y
no hay una línea clara a seguir. El gobierno no ha implementado ningún sistema de leyes que favorezca
la conservación del Patrimonio, por el contrario, ha creado una ley que ampara la destrucción del mismo

La Legislatura de la Provincia de Córdoba, Sanciona con fuerza de LEY, en el expediente 10226/L/06,


en donde se declara que:

La Agencia Córdoba Cultura - Sociedad del Estado será la Autoridad de Aplicación de la


presente Ley y, en tal carácter, tendrá a su cargo la realización de todas las acciones tendientes
a adecuar el edificio denominado “Palacio Ferreyra” al destino asignado mediante la presente
Ley, con resguardo del valor arquitectónico de su fachada.
Y le otorga a la misma la autoridad para determinar el valor patrimonial de los elementos que
deban retirarse de los ambientes internos del inmueble como consecuencia de las adecuaciones
edilicias previstas en los artículos precedentes y disponer su destino.

Gran numero de publicaciones han hecho referencia a la construcción y al inestimable valor patrimonial
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
del inmueble, entre ellas se destacan las del Arq Carlos Page y Fabio Grementieri quien en nota
reciente afirma “...el Palacio Ferreyra es una de las más preciadas residencias de la Belle Époque en
todo el mundo, de valor artístico comparable pero de mayor valor arquitectónico que el porteño Palacio
Errázuriz, sede del Museo Nacional de Arte Decorativo desde 1936. Esta jerarquía ha sido señalada por
los más prestigiosos historiadores y críticos de arte y arquitectura del período como los británicos
Nikolaus Pevsner y David Watkin, el frances François Loyer o el norteamericano David Van Zanten....”

Este ultimo, graduado en Harvard, comenta a Grementieri en carta del año 1994:
"Es un honor para la familia Ferreyra que hayan elegido a Sanson para diseñar su casa; y aún más un
honor que él haya aceptado hacerla. Argentina es muy afortunada de poseer este espléndido
monumento…… Uds. deberían valorarlo! No puedo menos que expresar esta opinión los más fuerteente
posible."

En 1960 el erudito doctor Nikolaus Pevsner, llegó a Córdoba a dictar un seminario para profesores
latinoamericanos. En aquella oportunidad pudo conocer varios palacios de Buenos Aires y éste de
Córdoba en particular.

A su regreso comentó sus impresiones de viaje en la BBC de Londres y luego las publicó, afirmando: `el
palacio Ferreyra que lejos de ser modesto, es una mansión imponente´(.......)`Todas estas casas son de
estilo francés, y puedo asegurarles que si alguna de ellas estuviera en Londres, muchos de Uds. sabrían
de ellas. Ciertamente yo mismo hubiera dedicado largos párrafos sobre cada una en mi `Buildings of
England´. El Palacio Ferreyra, el que para mi es el mejor de todos, fue diseñado por un arquitecto
parisien.....´ Agregando luego que `...es puro, es virtuoso, nada exagerado, excepto en un sentido.
Usted no tiene idea de su tamaño. Está emplazado en un jardín moderado, sobre una avenida principal
de la ciudad. Tiene un hall central que mide alrededor de cien pies por cien….., la sala de baile del
Palacio de Buckingham, mide ciento veinte por sesenta, y cuarenta y cinco pies de altura, mientras que
el hall del Palacio Ferreyra es de setenta y cinco. Así que éste le saca ventaja en todas las medidas. Eso
da una idea de la escala en que está construido´.

El Palacio Ferreyra, situado en una del las manzanas mas cotizadas de Córdoba, frente a la plaza
España, fue una adaptación ampliada de la obra del arquitecto Sanson para la Familia Kessler, que
estuvo ubicado en las afueras de París.

Según versiones familiares el Dr. Ferreyra conoció la sobria residencia y se decidió a construir una casa
similar, pero en proporciones más generosas y en un terreno de mayores dimensiones.
En el archivo de Malagueño, que pertenece a la familia Ferreyra, se conserva la documentación
relacionada con la construcción del edificio. Consta allí que el autor de los planos fue el famoso
arquitecto francés Maurice Sanson, quien habría sido recomendado en enero de 1911 al doctor Ferreyra
por monsieur R. Blacque Bélair, dueño en París de un importante establecimiento donde se adquirió gran
parte del mobiliario. El `cabinet Sanson´, dotado de vastos archivos, una rica biblioteca con documentos
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
y objetos preciosos, contaba con artistas, pintores, escultores, expertos en bronce y estucadores. Toda
la homogeneidad del equipo prestaba particular atención a la marcha de los proyectos, para aportar al
comitente un máximo de garantía y solidez, independiente de la fundamental consideración de los
valores estéticos.

Para la construcción y dirección técnica de la obra se contrató, como era muy común en esa época un
ingeniero radicado en nuestro país, ya que ninguno de los integrantes del `cabinet´ viajó a la Argentina.
Este fue el ingeniero Carlos Agote (1866-1950), quien había completado sus estudios en Francia. En
sociedad con Alberto de Gainza, en Buenos Aires, realizó obras como la del edificio de `La Prensa´,
inaugurado en 1898, numerosas residencias particulares como el palacio Paz, y la del Doctor Aldao que
se suman a obras en Mar del Plata, Corrientes, Mendoza, Santiago del Estero y en Córdoba, donde
proyectó el Plaza. Agote era un profesional por entonces con una sólida formación y reconocido prestigio
en el medio nacional.

La decoración del comedor, sala, ante sala, biblioteca, billar, los dormitorios del doctor Ferreyra y su
esposa Mercedes, fueron encargados a la firma Krieger de París. El resto se realizó en nuestro país con
los planos de Krieger, bajo la supervisión de su representante el señor R. Woog. También intervino la
tapicería de Henrry Pellegrin, quien proveyó de algunos cortinados para las habitaciones superiores

El proyecto del parque fue obra del arquitecto Charles Thays, quien mandó los planos definitivos una vez
comenzada la obra a mediados del año 1914.

`La casa grande´, como la definiera la familia Ferreyra, es una expresión artística con su propia identidad
regional que enorgullece al país ante su magnificencia y como testimonio único en su género.

Trabajo de Investigación histórica del Palacio Ferreira


Entre Abril de 1994 y Agosto de 1995 se elaboro como la Tesis de grado “Preservación y
Refuncionalización del Palacio Ferreyra”, en la Facultad de arquitectura y urbanismo de la Universidad
Nacional de Córdoba, en la cátedra de Elvira Fernandez, y bajo la supervisión del Arq Horacio Gnemmi.
Un extenso y detallado trabajo de investigación, en el que se describió el proceso de construcción, y el
estado de conservación de la casa.

Dicho trabajo participó en el concurso `PATRIMONIO ARQUITECTONICO EN LAS CIUDADES


AMERICANAS´ Organizado por Colegio de Arq. de Jalisco junto con la Secretaría de cultura y la
Universidad de Guadalajara, en Méjico, en Dic. 1995 y obtuvo el 3º lugar.

Se partió de la consideración de que toda tesis es fundamentalmente un Trabajo de Investigación.


El respeto y valoración del Patrimonio Cultural, es un medio para afianzar la identidad de un pueblo,
siendo este patrimonio parte de la vida de una comunidad, de la cual es la Arquitectura el documento

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
histórico materializado que tenemos a nuestro alcance

En el marco de la Preservación y Refuncionalización, se trato de analizar una situación para recuperar y


refuncionalizar conjuntos o edificios de valor histórico como posibles potencializadores de la reactivación
económica, social y cultural del lugar en que se enmarca.

OBJETIVOS

*El primer objetivo fue la Preservación y refuncionalización del Palacio Ferreyra.


Sobre este objetivo, cabe aclarar que, los riesgos que implican intervenciones de esta naturaleza,
plantean la necesidad de reflexionar seriamente al definir la forma de acción, ya que la intención de
preservar el patrimonio es muy positiva, pero una intervención no científica con métodos no apropiados y
criterios no convenientes, o sin ninguno, puede conducir a deteriorar aún más al objeto.
Una obra de Arquitectura no se cristaliza exclusivamente en la propuesta del diseñador, sino que es
histórica, viviente y evolutiva. Una refuncionalización, una incorporación de obra nueva a la existente, un
determinado acondicionamiento ambiental son posibles siempre y cuando las esencia de la obra original
no se vea minimizada o falseada por la intervención.

* El segundo objetivo fue la conformación de un legajo que contenga la documentación integral y


necesaria para poder intervenir con seriedad en el futuro.

Para realizar este legajo, se trabajó:

a) En primer término en un relevamiento planimétrico, ya que no existían más que unos planos muy
deteriorados cuyas medidas no coincidían con la realidad, y a nivel fachadas sólo se contaban con
fotografías. Por lo tanto se tuvo que realizar un minucioso relevamiento no sólo de las dimensiones, sino
de los detalles de fachadas externas e internas de la casa.

b) En segundo lugar se realizó un preciso relevamiento del estado de conservación del edificio, ambiente
por ambiente

c) En tercer lugar se realizó un relevamiento de la documentación histórica del edificio y ésto se


materializo en un libro.

Dicha tesis, que proponía destinar el Palacio como museo, establecía claramente dos grandes
niveles de intervención, conforme a la riqueza arquitectónica de cada ambiente.

El primer nivel, se refería a las zonas en que el edificio, necesitaba mantener y preservar, como el sector
de planta baja, en donde se encuentra el Hall principal, como también el sector de los dormitorios, habida
cuenta del perfecto estado en que se encontraban, dejando como segundo nivel de intervención, en
donde el edificio aceptaba cambios radicales, como los sectores de subsuelo y bohardillas.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Es fundamental la preservación y restauración del edificio integralmente, sobre todo en la planta noble de
recepción y en los dormitorios como Museo de Arquitectura y de Artes Decorativas. Valorando sobre
todo su excelente mobiliario original, desde los espléndidos dormitorios en planta alta, boudoir, roperías,
baños; hasta en planta noble el jardín de invierno, comedor, salón de fumadores, salón de fiesta,
escritorio de recepción y enorme hall central.

El palacio Jacquemart-André en París donde todo está como lo dejó la familia completado con una
espléndida colección de arte, es sin lugar a dudas un ejemplo a seguir. No lo es menos la Frick
Collection de New York, el museo Steward Gardner de Boston, todas casas familiares transformadas en
museos.

Esta idea de preservar un ejemplar edilicio único y de arte decorativo en todos sus elementos tipológicos,
revela el talento museológico para desplegar en sus más de 100m lineales de muros la parte sustancial
de la escuela cordobesa. Vale decir hacer de un excelente ejemplo del arte arquitectónico, un museo
con intervenciones esenciales.

Todo museo debe ajustarse al edificio monumental


en el que se implanta, como en la Ufizzi de Florencia
y no al revés.

Las intervenciones creativas e innovantes se pueden


desplegar en el 40% del edificio: semisótanos de 5m
de altura y buhardillas. Pero no es menos creativo y
mínimamente intrusivo el diseño de soportes de
cada obra, como ejemplarmente lo hace Franco
Albini en Génova o recientemente Tadao Ando en el
Palazzo de Venecia, donde aloja la fenomenal
colección de Pinault que no pudo hacer su nuevo
edificio en París por no haber obtenido una
aprobación municipal durante cinco años.

Lo importante es que se preserve el palacio tal cual.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
CERRO COLORADO: PATRIMONIO Y TURISMO
La Arquitectura Popular como un bien patrimonial contribuye a la
identidad y al valor paisajístico del sitio.

Arq. Bibiana Oviedo


Arq. Carolina Pastori

Facultad de Arquitectura, Urbanismo Y Diseño, U.N.C.

LUGAR PROPUESTO PARA ESTE TRABAJO: ZONA DEL VADO DE LA FOSA, CANTERA, CASAS
DE PIEDRA Y HOSTERÍA DE DOÑA BLANCA. CERRO COLORADO. PROVINCIA DE CÓRDOBA.

INTRODUCCIÓN
El pueblo de Cerro Colorado se encuentra ubicado al norte de la Provincia de Córdoba, en la confluencia
de los departamentos Río Seco, Tulumba y Sobremonte. Su geografía la conforman los cerros Colorado,
Veladero, Condor Huasi e Intihuasi, el Río Los Tártagos y el Arroyo Los Molles

En un área que por la existencia de expresiones de arte rupestre y la particularidad de las especies
vegetales, está declarada como:

-Parque Arqueológico y Natural de la Provincia de Córdoba, 1957.


-Monumento Histórico Nacional, 1961.
-Reserva Natural-Cultural Provincial, 1992.
-Sitio representativo para la unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus recursos.
-Actualmente se gestiona su nominación como Patrimonio del Mundo ante la UNESCO.

El paisaje del Cerro Colorado definido por los ya mencionados cerros, enmarcan una situación de valle y
quebradas por donde corren el río los Tártagos y el arroyo los Molles.

Este parque arqueológico natural se extiende en tres mil hectáreas aproximadamente de la Sierra
Oriental Norte de la Provincia de Córdoba.

Los cerros de este parque están formados por rocas sedimentarias rojizas debido al alto componente de
óxido de hierro que contrastan con las quebradas y el valle por donde se desliza el río y el arroyo,
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
acompañados de una abundante vegetación autóctona.

La flora del lugar esta compuesta principalmente por mato, algarrobo, molle, garabato, piquillín mistol y
espinillo.

Este soporte natural de tonos rojizos en lo alto se entremezcla con el verde en parte de las laderas de
los cerros y se compacta en la parte baja del área; tiene su complemento en su aspecto cultural por la
presencia de pictografías indígenas de aproximadamente 1000 años de antigüedad, que se encuentran
en las cuevas de los cerros y que conforman un verdadero legajo artístico.

En la actualidad destacamos también las primeras construcciones que fueron realizadas y aún
permanecen con la piedra extraída de dichos cerros y que le dieron al poblado del Cerro Colorado una
particular integración de la arquitectura con su entorno.

La piedra del lugar aparece como un material de significados muy fuertes, ya sea porque las culturas
indígenas imprimieron sus dibujos en ellas, como también los primeros habitantes en este siglo del
poblado la usaron para edificar sus moradas.

1- ATRACTIVOS ACTUALES Y POTENCIALES


Por lo anteriormente expuesto, destacamos
como atractivos actuales el paisaje mismo, por
sus características geográficas, flora y fauna, las
pictografías y el Museo Monográfico del artista
popular Atahualpa Yupanqui.
Como potenciales atractivos incorporamos
esta arquitectura popular investigada con
anterioridad (*), ya que por sus materiales y
técnicas constructivas resulta de interés
exhibirla puntualmente en la zona del Vado
de la fosa.

2- COMPETENCIA CON OTROS LUGARES SIMILARES


Por las características del Cerro Colorado, no se registran otros sitios parecidos.

3- POSIBLES DEMANDAS SOBRE EL BIEN DE ESTUDIO.


Turismo cultural y de esparcimiento:
Tomamos como premisa que actualmente hay afluencia de visitantes atraídos por el valor cultural de las

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
pictografías. Estos visitantes permanecen en Cerro Colorado durante unas horas o todo el día.
Se propone ampliar las visitas de los aleros y de la casa museo de Don Atahualpa, a la zona del vado
de la fosa, donde encontramos en un mismo sitio particular reunidas las siguientes características de
paisaje natural y cultural:

Cerros, río y flora en su máxima expresión.


Cantera de piedras: como valor paisajístico y cultural, ya que es el origen de aprovisionamiento del
material constructivo de la zona.
Edificaciones: las dos viviendas de la cantera. Se propone reciclar una de las dos como un pequeño
Museo o puesto de información e interpretación para ofrecer al turista los datos sobre la historia de la
cantera y las descripciones de las piedras redondas con la impronta de las técnicas constructivas del
lugar; la otra casa se encuentra actualmente refaccionada sin criterios de preservación.

CIRCUITO PROPUESTO
PUESTO DE INFORMACION, CANTERA, HOSTERIA y CASA DE DOÑA BLANCA (para hacer hincapié
en la particular relación entre la cantera como proveedora del material y lo construido).

La casa de Doña Blanca posee datos de interés históricos locales (por el Indio Pachi, músico fallecido
esposo de Doña Blanca y conocido en la zona) e interés tipológico, ya que conserva todas sus
habitaciones y formas de uso prácticamente sin modificar.

El vado de la fosa es visitado como lugar de esparcimiento y recreación por habitantes de pueblos
vecinos. Proponemos incorporarlo al turismo cultural, ya que esta propuesta amplia sus centros de
atracción mas allá de las conocidas pictografías en los aleros y el Museo de Don Atahualpa.

4- VULNERABILIDAD DE LA POBLACIÓN LOCAL


La población local ya está preparada para la actividad turística.

5- INFRAESTRUCTURA BASICA ACTUAL


El equipamiento existente en el sitio comprende restaurante, venta de bebidas, venta de artesanías y la
ya mencionada hostería de Doña Blanca.

6-INFRAESTRUCTURA TURÍSTICA
El sitio seleccionado debería completarse con el pequeño Museo o Centro de Información en la casa de
piedra.

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El resto de la Infraestructura turística del Cerro Colorado en cuanto a sus caminos es buena, ya que ha
sido pavimentado su acceso desde la ruta hasta el pueblo y posee hotel, hosterías y cabañas si se
decide pernoctar en el pueblo.

(*) Antecedentes:
Investigación realizada para la SECYT: Patrimonio Ambiental, Paisajístico y Arquitectónico del área
del Cerro Colorado - Criterios de intervención para su preservación y puesta en valor. Directora : Arq.
Noemí Goytía.
Curso: Patrimonio y Turismo, dictado por la Arquitecta Laura Amarilla. La casa de las Ciencias.
Secretaria de Extensión Universitaria UNC

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RECUPERACIÓN PAISAJÍSTICA DE LOS ESPACIOS EXTERIORES
DEL EDÉN HOTEL DE LA FALDA, CÓRDOBA, ARGENTINA
Master Plan: estructura de soporte y elenco de lineamientos

Juan Carlos Wehbe


Ruben del Sueldo

Estudio de Arquitectura y Paisaje EAP. Carrera de Maestría en Arquitectura


Paisajista, Facultad de Arquitectura, Universidad Católica de Córdoba, Argentina.

Los espacios naturales, y sus componentes tanto bióticos como abióticos, provocan en el Hombre
sensaciones que se expresan luego a través de la poesía, en la música, en las artes plásticas en general
y, de manera más inmediata y tangible, en el arte de jardines.
Los jardines representan, desde siempre, los espacios que el Hombre crea para vincularse y
reconciliarse con el “mundo exterior”; estas funciones son tan espontáneas y están tan profundamente
enraizadas que podemos afirmar que todas las civilizaciones han expresado, aunque sea en forma
rudimentaria, estas elementales aspiraciones (Ferrara, 1986; Jellicoe y Jellicoe, 1995; Fariello, 2004). A
través del tiempo, el significado mágico y religioso de sus orígenes va dando paso y asumiendo otras
funciones que lo convierten en objeto de goce visual primero y, en su forma más evolucionada, en
expresión de necesidades intelectuales y estéticas. Sin renegar de sus orígenes, suma en la actualidad
el rol espacial y ambiental como aporte a la calidad de vida de la sociedad. Es por ello que la
configuración de los espacios ajardinados y su tratamiento se vinculan de forma indisoluble a la sociedad
que los produce y que sobre ellos actúa.

En Argentina los estudios sobre patrimonio paisajista son escasos. La valoración de la planificación y
diseño de los espacios exteriores como referentes históricos de nuestra cultura se produce tardíamente
posiblemente condicionada por la diversidad regional del territorio nacional, el transcurso de la actividad
humana sobre el mismo y las distintas escalas de intervención que abarca la arquitectura del paisaje
(Berjman y Gutiérrez, 1988; Berjman, 1992; Moreno, 1998; Amarilla et al., 2002; Alá Rue, 2003, entre
otros).

El Sierras Hotel de Alta Gracia, Córdoba (1908), el Club Hotel Sierra de la Ventana, Buenos Aires (1911),
la Mansión de Invierno en Empedrado, Corrientes (1909/1914), entre otros, surgen en un período en el
que se gestan los primeros grandes centros turísticos argentinos. El Edén Hotel de La Falda (1898),
junto con el Hotel Santa María en Santa María de Punilla y el Gran Hotel de Capilla del Monte consolidan
la actividad hotelera del Valle de Punilla en Córdoba. Al objetivo de desarrollo de la actividad turística se

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le agregan los fines terapéuticos, relacionados a las enfermedades respiratorias, y un fenómeno
comercial muy importante por aquella época en esta región (Ferrarassi, 2005). Época cuyo componente
social posibilita extrapolar trazados jardineriles que se manifiestan como “entorno de acompañamiento”
en hechos arquitectónicos similares al Edén Hotel, no sólo en su magnitud sino también en su rol como
manifestación simbólica de las clases sociales dominantes.

En relación a los espacios exteriores del Edén Hotel es posible afirmar que el diseño de los mismos
responde a premisas de la época, respaldadas en el concepto de los jardines europeos, principalmente
de las influencias italianas y francesas.
Se presenta como un gran “tapiz orgánico” al servicio de la arquitectura, respondiendo a un eje de
simetría que solamente se desvirtúa cuando se incorporan al trazado premisas naturalistas del jardín
inglés (Wehbe y del Sueldo, 2006).

La conceptualización que Francesco Fariello (2004) hace del jardín renacentista italiano, del jardín
francés y del jardín paisajista europeo del siglo XVIII está reflejada en los jardines del Edén Hotel,
considerando las limitaciones e impactos de la transculturación: “El jardín renacentista italiano, ordenado
según unas rígidas normas arquitectónicas, refleja la magnificencia de la época y está concebido como
un espacio de representación al aire libre, dependiente del edificio de residencia que es el que impone
sus ritmos y su ordenaciones. Los elementos naturales se tratan como cualquier otro material de
construcción, en lo que pretende ser una afirmación del dominio del hombre sobre la naturaleza.
La ordenación del jardín italiano está presidida por una norma unitaria, con repercusiones en la simetría
de los volúmenes y en las cadencias, y por una exacta determinación de formas y vistas. La composición
es cerrada; en ella, todos y cada uno de los espacios están definidos y nada se deja libre al azar; el
terreno se modela con formas geométricas regulares mediante terrazas y explanadas firmemente
enlazadas entre sí. La vegetación y el agua aparecen en formas artificiales y casi nunca con su aspecto
innato…”. “El jardín francés, heredero directo del jardín italiano, amplia y dilata la concepción
renacentista, transfiriéndola a terrenos ondulados y a grandes extensiones perspectivas. Alejado de
demandas de orden sentimental, busca efectos de perfección compositiva, en línea con el espíritu
cartesiano del Siglo de Oro francés, que entiende al jardín como una expresión de lógica, de armonía y
de inteligencia. Con respecto al jardín italiano, el jardín francés concede un tratamiento más respetuoso
a los elementos naturales con el fin de modelar la naturaleza sin forzarla…”. “El jardín paisajista europeo
del siglo XVIII pretende ser una reproducción artística de la naturaleza más selecta, presentada como
una sucesión de escenas que deben parecer aspectos accidentales de lo real, y donde la mano del
hombre queda razonablemente oculta. Este tipo de jardín aspira a un ideal de belleza pura derivada de
los elementos vivos de la naturaleza y capaz de excitar la fantasía para suscitar toda una variedad de
sensaciones y de emociones”.
A su vez en Alemania prevalecieron durante el siglo XVII las formas italianas, si bien no fueron inmunes
a la influencia holandesa. La obra más cercana a los modelos italianos es el parque de Wilhelmshöhe,
próximo a Kassel. Aquí es interesante hacer notar que el motivo principal, de un efecto verdaderamente
espectacular de Wilhelmshöhe, lo constituye el trazado sobre una extensa pendiente situada a espaldas

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del palacio a lo largo de un eje longitudinal donde se organizan terrazas que en este caso, considerando
siempre las limitaciones e impacto de la transculturación, a diferencia del Edén Hotel, son trabajadas con
agua (Wehbe y del Sueldo, op. cit.).
Tanto de lo que se desprende de los análisis de los antecedentes documentales desde su creación,
pasando por su período de abandono y transformación, como de la combinación de ambos en la
actualidad, se manifiestan, y en algunos aspectos se enriquecen, los tres conceptos espaciales que
plantea Francesco Fariello.

Desafortunadamente, los espacios exteriores del Edén Hotel no han escapado a ese manifiesto “horror al
vacío” que suelen generar los espacios verdes, homologándolos a áreas vacantes a ocupar con diversos
equipamientos o incluso con nuevos parcelamientos urbanos.
La superposición de proyectos de distintos períodos ha afectado la superficie original del predio,
conservándose el núcleo que componen el edificio con su entorno paisajístico inmediato y la continuidad
de la Avenida Edén. Esta situación se ve favorecida por el estudio y desarrollo de un Master Plan que
requiere a escala de sitio, entre otras cosas y como concepto esencial, abordar la problemática
planteada desde una visión profesional interdisciplinaria.
Dicha postura exige la continua interrelación de las escalas regional y urbana con la de sitio, vinculando
a su vez los componentes de la macro y micro región.
Así, los aspectos ambientales, paisajísticos, urbanos y socioculturales, fueron analizados y superpuestos
constantemente, lo que posibilitó obtener un diagnóstico general y proyecciones de amplia y profunda
universalidad del problema en cuestión. La recuperación de los entornos de acompañamiento, como
patrimonio, de los monumentos históricos, bajo los paradigmas o lineamientos actuales se remite a la
primera elaboración específica para la conservación de los jardines y sitios históricos que tuvo lugar en
1981 con la Carta de Florencia, elaborada por el Comité Internacional de ICOMOS IFLA. En ella se
estableció, con vistas a contemplar la Carta de Venecia, los principios y criterios que afectarían a estos
espacios, reafirmando su carácter de monumentos y bienes ambientales. La particularidad de la
salvaguardia de este tipo de monumentos reside esencialmente en sus componentes vegetales; estos
les otorgan características dinámicas y evolutivas, propias de todo ser biótico que demanda reglas
específicas para su protección. En 1998 se incorpora en la denominación del Comité el termino “Paisajes
Culturales”, incluido en referencia al ambiente rural en la definición de sitio del artículo 3, en los estatutos
del ICOMOS (Amarilla et al., 2002).
La noción de paisaje patrimonial como un particular tipo de sitio es uno de los argumentos tenidos en
cuenta y puesto en práctica en la elaboración de este Master Plan. También la aplicación de la
metodología de trabajo para la elaboración de un Master Plan, propuesta por el Curso de Postgrado y
Complementación Profesional: “Recuperación del Patrimonio Natural y Cultural. Sitios Históricos:
Conservación y Restauración de Espacios Abiertos”, EAP Estudio de Arquitectura y Paisaje (Wehbe y
del Sueldo, 2004), coherente y compatible con la escala patrimonial del caso Edén Hotel de La Falda.

El objetivo primordial fue la puesta en marcha de un proceso de planificación y diseño, que consiste en el
desarrollo de un Master Plan entendido como estructura de soporte y elenco de lineamientos para la

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
localización de infraestructura y equipamiento necesarios para el desarrollo de las actividades sugeridas,
signado por este “concepto interdisciplinar”.
El mismo se ordena en dos etapas complementarias. La Etapa I está estructurada en un documento
designado como Relevamiento, Diagnóstico y Recomendaciones Generales, mientras que la Etapa II
describe la metodología de trabajo utilizada para compatibilizar las actividades y necesidades sugeridas,
para su inserción en la propuesta de espacialización del Master Plan, a través de la modalidad de
Memoria Descriptiva.
Considerando etapas de desarrollo de corto, mediano y largo plazo para la recuperación, puesta en valor
y funcionamiento de los espacios exteriores del Edén Hotel, el proceso mencionado considera además el
problema desde diferentes escalas de aproximación intentando llegar a recomendaciones de carácter
general tomando como punto de partida el Relevamiento, Diagnóstico y Recomendaciones Generales,
producto de la Etapa I.

Consultores
Ing. Civ. Luis Toledo – Gabinete de Topografía, Facultad de Ingeniería, Universidad Católica de Córdoba.
Ing. Agr. Florencia Barbero – Laboratorio de Sueldo, Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad Católica de Córdoba.
Colaboradores
Arq. Mariela Sappia – Arq. Mariana Gaya Abregó – Tec. Const. Alida Godoy Fedullo
Bibliografía
Amarilla, B.C.; Contín, M. et al. 2002. Desarrollo Sustentable del Patrimonio Rural. Laboratorio de Investigación del territorio y el
Ambiente LINTA, Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires CIC. La Plata, Argentina.

Berjman, S. 1992. El Tiempo de los Parques. Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo”, FADU,
UBA. Buenos Aires, Argentina. 60 pp.

Berjman, S. y R. Gutiérrez. 1988. La Arquitectura de los Parques Nacionales. Instituto Argentino de Investigación de Historia de la
Arquitectura y del Urbanismo. Resistencia, Argentina. 124 pp.

Contin, M.I. 2000. Una Aproximación a la Historia de la Arquitectura Paisajista Argentina. De la Ciudad al Parque de Estancia.
LINTA-CIC. La Plata, Buenos Aires, Argentina. 86 pp.

Fariello, F. 2004. La Arquitectura de los Jardines. De la Antigüedad al Siglo XX. Segunda Edición. Editorial Reverté. Barcelona,
España. 391 pp.

Ferrara, G. 1986. Il Giardino Romántico. Alinea Editrice. Florencia, Italia. 117 pp.

Ferrarassi, A.J. 2005. Edén Hotel y Pueblo La Falda. Su Verdadera Historia… 1ª Ed. 1ª Reimp. CD-ROM.

Jellicoe, G. y S. Jellicoe. 1995. El Paisaje del Hombre. Editorial Gustavo Gili. Barcelona, España. 408 pp.

Moreno, C. 1998. Patrimonio de la Producción Rural. Municipalidad de Cañuelas. Centro para la Conservación del Patrimonio
Urbano y Rural. SIP-FAUD-UBA. Junta de Estudios Históricos de Cañuelas. 352 pp.

Wehbe y del Sueldo, 2006. Edén Hotel La Falda, Córdoba Argentina. Recuperación de los Espacios Exteriores. Documento de
Relevamiento, Diagnóstico y Recomendaciones Generales y Master Plan. Inédito. 79 pp.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
EL EDEN HOTEL, LA FALDA, CÓRDOBA

Arq. Mariela Chinellato


Arq. Melina Malandrino
Mg. Arq. Enrique Zanni

Universidad Nacional de Córdoba


Universidad Católica de Córdoba

En oportunidad de realizar una nota al diario La Voz del Interior, en el año 1999, Freddy Guidi
expresó:…”Actualmente, el patrimonio está en boca de todos y en la conciencia de pocos. Con mucha
facilidad se actúa en intervenciones de imágenes y no de conceptos. …Es tiempo ya de asumir
conscientemente que desde todas las acciones estos testimonios de nuestro acervo cultural exigen
mucho respeto. Por ello, es imprescindible acudir a los recursos que los métodos de intervención
científicamente pautados proponen para actuar adecuadamente”…
Con este trabajo no pretendemos reflejar una investigación histórica, ni presentar un plan de trabajo
innovador, queremos hablarles en este caso sobre la experiencia de intervención en el proceso de
recuperación y puesta en valor del conjunto edilicio del Hotel Edén ubicado en la ciudad de La Falda, a
través del diagnóstico, valoración y asesoramiento técnico en el proceso de restauración, trabajo en el
que tuvimos la suerte de acompañarlo y lamentablemente inconcluso con su repentina partida.

Comenzaremos con un breve relato histórico:


En 1898 Roberto Bahlke con el apoyo económico del grupo Torquinst inaugura la primera parte del
edificio. En los años de esplendor El Eden Hotel, al decir de los lugareños, y transcurriendo las primeras
década del siglo XX, el edificio alojaba a pasajeros argentinos y extranjeros de clases sociales
acomodadas que llegaban en tren sin hacer escala en la ciudad Córdoba y desde la ciudad de Buenos
Aires . En él los huéspedes pasaban largas temporadas gozando de las bondades del clima serrano, del
servicio que el mismo brindaba con productos de primer nivel de los que se autoabastecía en gran
medida, y de un edificio con imagen de palacio suburbano europeo que contaba con todas las
comodidades disponibles en la época.
Hacia la década de 1950 el Hotel Edén comienza a opacar su esplendor. Finaliza en este período en que
fueron propietarios los hermanos Einchhorn, últimos dueños alemanes aliados al régimen nazi y amigos
personales de Hitler. Ellos fueron quienes dieron gran impulso al Hotel y a la incipiente localidad de La
Falda que comenzaba a desarrollarse por esos tiempos en las inmediaciones del mismo.
Cuando los Einchhorn venden el inmueble, después de treinta y seis años (1912-1948) en sus manos,
comienza un largo período en donde se sucederían tres propietarios (Kartulowicz-Kamburis-Krutscher
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posibles apoderados de Juan Duarte, María Teresa Luján de Autilio con Armando Balbín como
apoderado, la firma Figor también de Balbín). Con cada cambio de dueño se va incrementando
progresivamente el deterioro del Hotel, siendo de mayor impacto negativo la intervención poco criteriosa
de la década del 70, en la cual se intenta adecuarlo para que allí funcionara un casino, proyecto que
quedando inconcluso aceleró el proceso de deterioro. Se llega así a 1982, después de diez años de
decadencia, al abandono total del edificio quedando librado a su propia suerte.
La degradación que irá sufriendo el Edén en estos años será determinante, la falta de mantenimientos
mínimos, los saqueos y el vandalismo tendrán como resultado un estado casi ruinoso en algunos
sectores del complejo.
En diciembre de 1998, a causa de las importantes deudas acumuladas, sale a remate la propiedad.
Siendo único oferente y su mayor acreedor la Municipalidad de La Falda efectúa la compra por el precio
estipulado como base, solo pagando los gastos para publicar edictos y comisión del martillero
interviniente.
Previamente al remate las autoridades municipales, preocupadas por el futuro del Hotel símbolo de la
ciudad, aprueban una Ordenanza que regula las condiciones de intervención y los usos posibles del
complejo edilicio.
Ante el estado de abandono y la necesidad de darle un destino, en 1999 la Municipalidad llama a
Licitación Pública para concesionar la explotación del edificio y su predio por el lapso de quince años
bajo los lineamientos de la Ordenanza Nº1201 que mencionáramos anteriormente. Este llamado a
Licitación quedará desierto, y por tanto el edificio sin destino cierto aún.
Ya en el año 2004, una nueva gestión municipal llama a Consulta Popular para ampliar de quince a
treinta años el período de la concesión, intentando, de esta manera, mejorar la oferta para el segundo
llamado a Licitación que se realizaría en el 2005 y que concluirá con resultado nuevamente negativo, ya
que quedará desierto.
A principios del 2006, un grupo de inversores locales presentaría espontáneamente al Municipio de La
Falda un Proyecto de Inversión de Iniciativa Privada. Ante esta propuesta se les concedería en el mes de
mayo un permiso de carácter precario, esto hasta tanto la concesión pudiera regularizarse. Es en esta
ocasión, y a través de la arq. Natalia Becerra profesional a cargo del Proyecto General de Intervención y
Refuncionalización del conjunto, que el Arq. Freddy Guidi es convocado para realizar un diagnóstico
general y para delinear los posibles criterios de intervención sobre las construcciones de carácter
patrimonial, como así también brindar el asesoramiento técnico necesario.
En septiembre del mismo año, el Consejo Deliberante, llamaría a Audiencia Pública en la que se
efectuaría oficialmente la Convocatoria, también pública, para la presentación de Proyectos de Inversión
de Iniciativa Privada. Al término del plazo estipulado de dicho llamado solo se presentaría el grupo
inversor que tenía la autorización transitoria antes mencionada. Es así que el 29 de Noviembre se les
otorgaría finalmente en concesión definitiva y por el término de treinta años al grupo de emprendedores
locales.

“…...es imprescindible acudir a los recursos que los métodos de intervención científicamente
pautados proponen para actuar adecuadamente.”

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Previo a la definición de los criterios generales de intervención, y a solicitud de la Municipalidad de La
Falda, se llevó a cabo un diagnóstico general de deterioros fundamentado en los siguientes elementos
de juicio:

• Planos de arquitectura esc: 1:100 y estudio de suelos suministrados por el Comitente.


• Relevamiento fotográfico. Relevamiento de síntomas patológicos. Inspección visual.
• Verificación estructural del estado de cargas. Prospección de fundaciones. Calicatas en cubierta
de techos. Calas en pinturas.
• Medición de grietas con galgas y de contenidos de humedad en cubiertas.

Para las acciones antes mencionadas se utilizó el instrumental específico correspondiente.

En base al análisis realizado, se arribaron a las siguientes conclusiones:


La condición estructural general del edificio principal en general satisfactoria, observándose
asentamientos diferenciales puntuales en coincidencia con focos de colapso de las instalaciones
sanitarias enterradas, esto sumado a las características de colapsibilidad del suelo de fundación
existente. Estos focos se localizan a lo largo del eje axial del edificio, y en ambas torres.
Existencia de lesiones provocadas por intervenciones inadecuadas de demolición y reemplazo de
algunos elementos portantes.
Finalmente, sectores cuya estabilidad puede estar comprometida a causa de avanzados procesos de
corrosión de la estructura metálica de soporte, generalmente coincidiendo con infiltración de aguas
pluviales.
Para la rehabilitación estructural, se propuso el diseño de un sistema de recalce de bases aisladas en
toda la fila de columnas centrales del salón principal, mediante técnicas de micropilotaje con bulbo
inyectado.
Respecto del entrepiso del ingreso principal, que ya estaba colapsado al momento de iniciar el presente
estudio, se propone su reconstrucción con materiales contemporáneos, aunque respetando el esquema
estructural y las técnicas originales.
Para la reparación de las grietas en la estructura muraria, se planteo un sistema de costura diferenciado
para cada clase de rotura, tipificando situaciones, que en general incluyen dos categorías: introducción
de barras inclinadas ancladas mediante técnicas de grouting, e inserción de barras de acero horizontales
con morteros no retractivos.
La cubierta de techos se encuentra colapsada. Se indicó demoler y limpiar estratos de la misma que no
por repetitivos aportan valores a la misma, y completar las capas faltantes (aislamiento térmico e
hídrico).
En las cornisas no hay solución de hermeticidad. Para su reparación, deberán ser tratadas como una
cubierta de techos con sus correspondientes aislaciones, y adecuada resolución de bordes.
Las carpinterías, tanto las de madera como las metálicas, se encuentran degradadas por la falta de
mantenimiento. Para su reparación se confeccionaron recomendaciones de intervención donde se

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
detallan las técnicas y materiales a emplear, tanto para remoción de partes deterioradas, cuanto para
preservar el conjunto del futuro accionar de agentes deletéreos.
En cuanto a la estructura muraria se encuentra afectada por la condición estructural del edificio antes
descripta. Se plantea la necesidad de cerrar algunos vanos abiertos, especialmente sobre la fachada
principal, ya que se consideran inadecuados y que afectan la coherencia del conjunto.

La propuesta de recuperación del conjunto edilicio se elabora en concordancia con los lineamientos y
restricciones generales que quedaran determinados por la Ordenanza Nº1201. Se contempla para su
concreción tareas de conservación, rehabilitación, restauración y refuncionalización sobre las
construcciones y estructuras existentes, así como la incorporación de nueva arquitectura para adecuar el
complejo a nuevas necesidades programáticas.
El proyecto prevé la preservación total del edificio principal con intervenciones tendientes a asegurar la
condición estructural, devolverle la coherencia al conjunto y proporcionarle las condiciones requeridas
para las actividades propuestas. Un equipo de profesionales especializados en la disciplina recuperará y
rehabilitará el parque y los jardines perimetrales.
La incorporación de nueva arquitectura será de escasa magnitud, emplazándola en sitios donde no
compita con el edificio principal, desarrollándose en un lenguaje contemporáneo y de modo tal que su
ejecución tenga el mínimo impacto posible dentro del conjunto.

Este fue el último trabajo de campo que realizara Freddy, en el que dejo de manifiesto una vez más su
innata condición docente, transmitiendo a inversores y sobre todo a funcionarios municipales aún
escépticos, las posibilidades e importancia de recuperar el edificio para la comunidad.
Es importante señalar que las tareas de diagnóstico antes descriptas fueron desarrolladas en su
totalidad bajo la dirección de Freddy, como así también parte de las propuestas técnicas de intervención,
restando aún un largo proceso en la recuperación del Eden Hotel.

Para finalizar queremos recordando conceptos vertidos en la nota del diario:


“…..toda intervención provocará un impacto y una modificación contextual, por lo que siempre se
requiere el respeto a la entidad de la obra y el debido apartamiento de las “modas” para que la sociedad
sienta que le pertenece y se la apropie adecuadamente. También cada caso de intervención es tomado
como ejemplo por quienes se están formando en las interdisciplinas incorporadas, y esos alumnos
pueden usar como casos de estudio los que emanan de sólidas metodologías conceptuales y no los de
las meramente figurativas.
El desafío esta en saber elegir que camino se recorrerá.”

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
DINÁMICA DEL PATRIMONIO CULTURAL DE LOS BARRIOS-
PUEBLOS DE CÓRDOBA: EL CASO DE BARRIO GENERAL PAZ Y
SAN VICENTE

Graciela Beatriz Castro


Desirée Alda D´Amico

Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, UCC


Centro Cultural San Vicente. Municipalidad de Córdoba

Introducción

En los últimos años el mundo asiste a una serie de transformaciones en el marco de la globalización. En
este contexto se han producido una serie de cambios vertiginosos con incidencia a nivel socio-político,
económico y cultural. En este sentido, la complejidad de la realidad contemporánea, caracterizada por el
protagonismo de las tecnologías y comunicaciones, puso en cuestionamiento el papel tradicional del
Estado el cual debió redefinir sus roles frente a la asunción de nuevos agentes, límites-no
necesariamente territoriales- y tiempos dinámicos que exigen respuestas inmediatas que trascienden sus
fronteras.
Paralelamente los actores estatales y especialmente los latinoamericanos, a partir de la década del
noventa no estuvieron exentos de la tendencia global; experimentando un proceso de retracción y
reducción del aparato estatal que encontró correspondencia con la crisis socio-económica que irrumpía
por esos años. Esta situación se tradujo en distintas áreas del Estado, afectando entre ellas al
planeamiento urbano.
Así el ordenamiento y producción del territorio quedó en manos predominantemente del capital privado.
Atentos a esta tendencia, en nuestra Ciudad de Córdoba y tras la crisis generada en el año 2001, hacia
el año 2002 se propició una importante expansión inmobiliaria en los barrios próximos al casco céntrico
que continúa hasta la actualidad.
Estos barrios reconocidos tradicionalmente como los barrios-pueblos de la Ciudad, caracterizados por
un importante patrimonio tangible e intangible, de pronto se vieron afectados por este auge empresarial
generando una ruptura en las formas cotidianas de vivir y sentir su territorio.
Esta situación nos lleva a reflexionar sobre la necesaria conjugación que debe existir entre el Estado,
mercado y sociedad civil como una forma de garantizar una planificación integral que tenga en cuenta la
preservación y promoción de espacios patrimoniales para gente que vive no sólo “en” el barrio sino “su”
barrio. Esto supone armonizar un pasado que necesariamente convive y se renueva frente al presente.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
El barrio como construcción social: el caso de los barrios-pueblos en la Ciudad de Córdoba.

Al analizar el fenómeno urbano, podemos decir que la ciudad ha sido el objeto de estudio principal en la
mayor parte de los desarrollos vinculados a la materia. En este marco, la misma cobra protagonismo
entendida como un espacio donde tiene lugar lo “normal” y las grandes determinaciones históricas,
dando una sensación de totalidad en la que el barrio se inserta como una parte o apéndice dentro de la
misma. Esta situación ha llevado a pensar el barrio como “parte de”; es decir, “ se habla de (un) proceso
de formación de los barrios y de éstos como un resultado histórico, pero resulta difícil encontrar enfoques
que profundicen en las formas mediante las cuales lo histórico se mete en la realidad de los barrios o,
dicho de otra manera cómo lo barrial se construye históricamente en términos de significados
compartidos socialmente” (Gravano, 2005:170)
Entre las razones que justifican las carencias en cuanto a una definición más precisa del barrio como
realidad ontológica específica, podemos señalar el escaso consenso predominante durante muchos años
sobre la posibilidad de entender al barrio como una construcción frente a las posturas que señalaban su
naturaleza como una entidad dada.
Así el debate se concentró en dos visiones aparentemente distintas aunque -en la práctica-
complementarias sobre la realidad barrial , como lo ha sido la perspectiva esencialista y discursiva.

Si tomamos la primer corriente de pensamiento, uno de los principales supuestos de la que parte es el
de entender a la realidad como algo dado. De esta manera, la misma se transforma en una esencia
inmutable, que se traduce en un contexto territorial- estático, en la cual el individuo que nace se integra a
un grupo previamente existente que permanece a lo largo de distintas generaciones, siendo la realidad
una “emanación de rasgos objetivos” (Trocello,1998:2).
En contraposición, encontramos la perspectiva discursiva según la cual la realidad no es estática. Por el
contrario, según esta corriente, la realidad no se define de una vez para siempre, sino que se re-define
constantemente a lo largo de la historia , de acuerdo a los distintos contextos de producción. Sin
embargo, este proceso de construcción no está libre de juegos de poder.

Siguiendo la impronta de Bourdieu (Citado por Gutiérrez, 1995) la realidad en sus diferentes niveles, se
presenta como un juego relacional entre fuerzas o posiciones objetivas que pugnan por imponer su
propia producción social de sentido o discurso, esto es el campo. De este modo, la inserción del
individuo en una realidad dada se experimenta como un proceso de naturalización sustentado en el
habitus o conjunto de relaciones históricas internalizadas por los agentes sociales en juego.
Conforme a esta argumentación, el barrio puede entenderse como una entidad completa con vida propia
en la que se conjugan diferentes tipos de intercambios, materiales y simbólicos, entre agentes con
distintos niveles de poder los cuales son transmitidos a lo largo del tiempo, situación que nos permite
pensar al barrio como asiento de determinaciones histórico-estructurales (Gravano,2005)
Hecha esta primera salvedad, y si abonamos la idea que refiere al barrio como una construcción social
que no se encuentra ajena a esta lucha de poderes, podremos comprender la realidad de los barrios-
pueblos con mayor claridad.
En esta dirección y a modo de esbozar una primera caracterización, deberíamos preguntarnos el por qué
es importante la reflexión sobre estos barrios.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
En primer lugar, cabe destacar que al trabajar los barrios-pueblos hacemos referencia a instancias que
surgieron con la primera oleada de expansión inmobiliaria en Córdoba que se dio hacia fines de S. XIX.
Estos promovieron la ampliación de la mancha urbana que hasta ese momento se encontraba
concentrada en el centro, dando origen a zonas puente con la ciudad. De este modo, la cercanía con el
casco céntrico matizada por su separación a partir del río-como es el caso de barrio General Paz y San
Vicente- les otorgó cierta autonomía estimulando actividades específicas tanto para el autodesarrollo
cuanto abastecimiento y desconcentración de la ciudad.
Estas necesidades, asimismo, los dotaron de una importante infraestructura, medios de transporte y
densidades edilicias homogéneas transformando estos barrios en pequeñas comunidades con una vida
cotidiana distintiva.
Paralelamente, al tiempo que se ocupaba el espacio con distintos objetos y estructuras materiales, estos
cambios estimularon una trama particular de relaciones sociales que completaron un paisaje socio-
cultural específico característico de la ciudad. (Rettaroli y otros, 1997)
Si analizamos la dinámica de la configuración de los dos casos propuestos para el análisis es interesante
destacar el predominio de criterios diferenciales de ocupación del espacio, diversas clases sociales e
instituciones que impactaron de manera heterogénea en ambos sectores.

En primer lugar, el barrio San Vicente nació hacia finales de S.XIX. Inicialmente, su fundador Don
Agustín Garzón tuvo como iniciativa desarrollar un pueblo que tempranamente se vio poblado por
familias del centro de la Ciudad, las cuales adoptaron este lugar como un espacio de descanso para
vacacionar en verano o durante los fines de semana.
Esta clase social determinó un perfil socio-cultural específico que impactó, según diversos testimonios,
en el carácter festivo de la población de las entonces Quintas de San Vicente.
Este paisaje barrial, sin embargo, comenzó a modificarse, hacia fines de 1897, con el arribo al lugar los
Hornos de cal viva, el desarrollo de los Molinos Letizia, entre otras industrias que se incorporaron a
aquellas incipientes, de otros tiempos, tales como el Matadero del Este y las curtiembres.
Como consecuencia, se observó un cambio importante en la composición poblacional del barrio, que
paulatinamente experimentó la llegada de inmigrantes y obreros generando trasformaciones a nivel
social, cultural y de infraestructura.
Un ejemplo clarificador, en este sentido, será la planificación del barrio obrero estilo inglés por el
ingeniero Cisneros Malbrán y el arquitecto Kronfuss, lo cual representará un testimonio viviente de esta
nueva etapa.
De esta manera, San Vicente dio nacimiento a una comunidad de clase media y obrera, propiciada por el
desarrollo de nuevas fuentes laborales, que dejará su impronta hasta nuestros días (Ordóñez
Pardal,1988).
En segundo lugar y a diferencia de barrio San Vicente, encontramos a General Paz el cual fue fundado
paralelamente por Don Augusto López. En contraste a la zona anterior, “el proyecto buscaría para el
Pueblo un perfil distinto a otros, ‘señorial’ “ (Bischoff, Citado por Rettaroli y otros, 1997:153) Esta
inspiración dotó al lugar de residencias de jerarquía, con inmigrantes predominantemente europeos
ocupados por el ferrocarril con niveles gerenciales, directivos, etc que condicionaron el entramado social.
Así no es extraño el desarrollo de clubes sociales, deportivos o distintos centros de recreación, así como

189
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
la construcción de casonas de imponente porte que fueron configurando determinado tipo de relaciones
sociales.
Si bien los tiempos fueron cambiando y con ellas el espacio social barrial, los mismos mantienen la
denominación de barrios-pueblos en la medida en que tradicionalmente han aparecido como testigos
privilegiados de una parte fundamental de la identidad cordobesa (Rettaroli y otros, 1997)
Ahora bien, si partimos del supuesto de que la identidad también puede entenderse como una
construcción social dinámica y si tomamos en cuenta los cambios propiciados en los últimos tiempos ,
surge el interrogante sobre el fundamento para la preservación de estas estructuras y las relaciones
sociales generadas en torno a ellas, frente a una realidad demandante de nuevos espacios urbanos y
parámetros de “calidad de vida1”.

La problemática del patrimonio cultural barrial en tiempos de renovación urbana

Para esbozar una respuesta frente a la pregunta planteada en el apartado anterior, es necesario abordar
el concepto de patrimonio cultural barrial. Entendemos que esta definición es fundamental en la
medida en que nos permitirá subsanar uno de los errores más comunes al momento de generar
iniciativas de modernización como es el “desconocimiento “ ante las diversas modalidades de patrimonio.

Al plantear el concepto de patrimonio, se nos viene en mente algo valioso, que es necesario preservar
pues atesora aquello que ha sido transmitido a lo largo del tiempo. Esto asimismo, puede estar muchas
veces asociado a la idea de pertenencia, lo que nos impulsa desear transmitirlo a nuestro entorno más
próximo y apreciado en la medida que se supone es un testimonio ejemplificativo del paso de alguien o
algo en la historia humana.

Ahora bien, este patrimonio no necesariamente debe ser tangible, es decir materializado en objetos que
en un barrio se traducirían en sus casas, instituciones, espacios verdes, etc; sino también en todo lo que
es inmaterial, como lo es la tradición oral, las costumbres, las anécdotas, el imaginario social, el
lenguaje, los rituales entre otras cuestiones, es decir, lo que tiene que ver con la producción simbólica.

Del mismo modo, otra distinción necesaria a realizar es que el patrimonio no siempre se identificará con
“grandes obras” , sino también en el “patrimonio modesto” es decir, en todas aquellas obras anónimas,
corrientes y discretas, en otras palabras, en "todo aquel aspecto del entorno que ayude al habitante a
identificarse con su propia comunidad, en el doble y profundo sentido de continuidad de una cultura
común y de construcción de esa cultura” (Kippes,s/d:1)

Si partimos desde esta acepción compleja de patrimonio barrial entendido como un espacio con múltiples
dimensiones, debemos preguntarnos ¿cómo puede interpretarse la renovación urbana en los barrios?

En primer lugar, cabe destacar que al señalar el término renovación urbana hacemos referencia a un
esfuerzo planificado de adaptación del ambiente urbano frente a las nuevas demandas de vida
existentes con relación a las viviendas, el trabajo , necesidades de movilidad y dinámicas sociales en

1
Al hablar de calidad de vida, aunque no podemos afirmar un consenso estricto en su definición, si circunscribimos el concepto a
nivel habitacional, en líneas generales las nuevas construcciones se publicitan resaltando los siguientes beneficios: cocheras y
bauleras individuales, espacios comunes de esparcimiento, terrazas con piscina, quinchos, en algunos casos gimnasios y
seguridad las 24hs del día, próximos al centro pero con los beneficios de vivir en un barrio.
190
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
general. Este concepto de dinámica se vincula necesariamente al reconocimiento de un crecimiento de
las ciudades a lo largo del tiempo, al igual que los distintos espacios que las conforman, lo que exige
necesariamente una actualización de estructuras que en otras instancias fueron adecuadas pero que
generalmente aparecen como degradadas.

En líneas generales, es normal entender que al momento de llevar a cabo estas iniciativas las zonas
próximas a la ciudad aparezcan como los núcleos centrales de transformación. Sin embargo, el nivel de
deterioro, vejez o marginación existente en ellas, no debe entenderse como sinónimo de “dis-valor” .

Para captar la importancia de estos espacios, es fundamental analizar los barrios en toda la complejidad
y dimensiones anteriormente analizadas.
Así es necesario tener en cuenta que cualquier intervención irrumpe en el paisaje, haciendo variar
inevitablemente el espacio y la escala barrial, atravesando las relaciones vecinales e individualidades de
cada barrio.
El cambio de escala de las edificaciones nuevas, avaladas por el avance de intereses comerciales o las
nuevas reglamentaciones de alturas permitidas, hacen que el patrimonio tangible del barrio, comience a
perder su importancia como foco visual y, por lo tanto simbólico para el vecino.
El edificio o el sitio urbano con valor patrimonial no puede ser apreciado sólo, sino en contexto.
En línea con este planteo, según Romina Kippes (s/d) “este abordaje requiere que la obra sea
perfectamente captada y comprendida en dos escalas: una micro, correspondiente a la obra en sí
misma; y otra intermedia, perteneciente al sector que forma parte, ya que cada obra es una singularidad
que se jerarquiza y potencia dentro del conjunto.
Por tal motivo -y al momento de intervenir en ellas- se deben tomar en consideración y potenciar,
además de su condición de patrimonio arquitectónico, el tipo de edificio, la relación con el tejido de la
ciudad, la escala urbana, el ambiente, la configuración morfológica, el respeto por las tecnologías
constructivas, los aspectos funcionales, los usos y costumbres, y las aspiraciones de los usuarios
originales y actuales”.
Las dificultades y magnitud que conlleva este tipo de iniciativas necesariamente exige una acción
coordinada entre sectores públicos, privados y sociedad civil que permita la armonización de intereses y
necesidades de todas las partes implicadas. Esto evitará consecuencias indeseables tales como la
sustitución ,frente a los cambios, de una población por otra que no se siente integrada o ha perdido su
sentido de pertenencia al lugar en el que tradicionalmente habitó y vivió.

Renovación urbana en el barrio-pueblo General Paz y la experiencia de San Vicente


Si analizamos el caso de la Ciudad de Córdoba, podemos decir que- en mayor o menor medida-
asistimos a un proceso de renovación urbana.
El proceso de saturación que ha sufrido Nueva Córdoba en los últimos años desbordada por la incesante
masa de estudiantes que llega a estudiar a nuestra ciudad, así como los rendimientos obtenidos por el
sector agrícola , propició un fuerte desarrollo inmobiliario impulsando la demolición de casas de
importante valor patrimonial en distintas zonas del casco céntrico. Limitadas las posibilidades de nuevos
emprendimientos inmobiliarios en estos sectores, el sector empresarial se orientó hacia las zonas

191
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
próximas de la ciudad. Aunque entre los lugares más afectados podemos señalar a Barrio General Paz,
también identificamos los barrios Cofico, Alberdi, Güemes, la zona de la costanera, así como del ex
Mercado de Abasto y finalmente San Vicente, por ahora, en un sentido marginal o secundario.
Entre las modalidades que ha adoptado la “renovación urbana” podemos decir que se caracteriza por
importantes inversiones en edificios en altura, casonas, condominios privados, entre otros inmuebles.
Cabe destacar que hablamos de renovación urbana entre comillas y no en un sentido estricto, pues, a
diferencia de las iniciativas llevadas a cabo en otros países, la acción estatal ha sido reactiva con
relación al proceso.
Esta situación se observa en las innumerables demandas que se registraron desde distintas instancias,
especialmente no gubernamentales y de vecinos en general, que se vieron invadidos frente a la falta de
planificación y previsiones para el desarrollo de estos nuevos emprendimientos.
Concretamente, hechos como la demolición de la “Casa Sullivan”, la venta y posible demolición de “La
Papelera” de fines de S. XIX, la “Casa Capó”, la “Casa de los marcos” -propiedades así denominadas por
los vecinos- de Barrio General Paz o la “Casa La Fraternidad” por caso en barrio San Vicente, entre otras
propiedades más o menos conocidas, pusieron de manifiesto el sentimiento de invasión frente al
patrimonio tangible y consecuentemente de lo simbólico o intangible.
Poco a poco, barrio General Paz ha ido modificando su perfil edilicio en la medida que se han levantado
edificios en altura y desarrollado nuevos comercios lo que ha hecho que sus habitantes estén pensando
en emigrar, debilitando la antigua trama social vecinal. De esta manera, se siente una invasión que se
refleja en los siguientes testimonios:
”En barrio General Paz, los edificios florecen como hongos..(...)No se escuchan quejas de los vecinos,
pero a algunos basta con verle las caras para adivinar qué opinan. No les gusta nada. Se sienten
invadidos. En menos tiempo del que uno pestañea, se vieron rodeados de obreros, camiones y
contenedores..(...) Es decir, la tranquilidad que siempre caracterizó a la zona (...)ya no es tal, pero
tampoco lo será en el futuro, ante la llegada de más habitantes. Hoy son más de cien los edificios que
se construyen en zona. Con un promedio de treinta departamentos por torre, estamos hablando de tres
mil vecinos nuevos(...) Los vecinos dan por descontado (...) que el tendido de la red para el agua
potable, para el servicio de cloacas, por citar algunos casos, tienen la suficiente capacidad para soportar
un incremento de la demanda en la zona, casi del tamaño de una ciudad, en un futuro próximo”.
(Testimonio de Pablo de la Vega, vecino del barrio)

“Me siento totalmente identificado con la descripción de las imágenes que día a día se suceden en el
barrio. Al igual que muchos vecinos vemos con temor que se repita la historia de Nueva Córdoba, tan
cercana a nosotros en el tiempo y en distancia. Lamentablemente vemos que no ha servido de ejemplo,
que quede claro que nadie se opone al progreso, es inevitable, pero no a costa de perder calidad de
vida, no por un afán económico dejar que cambie de un día para otro la historia y fisonomía de este
centenario barrio, ojalá que estos edificios sólo tapen la luz del sol y no las ideas de nuestros
funcionarios”. (Testimonio de Julio López: comentario frente al relato anterior)
Expuestos estos testimonios que se pretenden ejemplificativos de las modificaciones a nivel simbólico,
es interesante presentar el caso de San Vicente como un ejemplo de una propuesta de articulación de

192
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
intereses patrimoniales conjuntamente a un objetivo de rentabilidad económica como lo es la experiencia
de turismo barrial en la zona.
Esta experiencia nace hacia fines del año 2003 concretándose hacia el año 2004, por una Comisión de
Vecinos del lugar que apoyada por el sector público municipal, decidió entender su espacio como un
lugar de valor patrimonial de interés no sólo para su propia comunidad sino también para visitantes
externos.
Así, a pesar del deterioro que tienen gran parte sus edificios, plazas y antiguas casonas, se planificó un
circuito turístico, en base a los recorridos sugeridos por la arquitecta Marina Waisman y otros(1996)
cuyo objetivo inicial fue “revalorizar el patrimonio histórico, cultural, turístico, arquitectónico y emocional
del barrio” a los fines de consolidar su identidad y lograr la preservación de los espacios deteriorados.
Paralelamente, se creó un museo y foto galería barrial-comunitario denominado “Recuerdos
Sanvicentinos” compuesto por fotocopias , fotografías y objetos de lugares, personajes y anecdotario
representativo del barrio.
En principio, las visitas guiadas se realizaron caminando por las iglesias del lugar abarcando un pequeño
recorrido de unas pocas cuadras. Sin embargo, de a poco se incorporó un transporte que movilizó a los
vecinos por dieciséis lugares del barrio, convocando la participación incluso de turistas extranjeros.
Si bien el proyecto se encuentra en una primera etapa, en la medida que actualmente se presenta como
un desafío convocar a comerciantes de la zona que puedan estar interesados en promover productos
turísticos para vender, el potencial atractivo del lugar se ha constatado.
La participación de colegios en las visitas guiadas por el museo barrial, así como de vecinos de la zona y
de diversas partes de la ciudad, demuestra que lo “antiguo” puede renovarse adquiriendo nuevo valor.
Asimismo, aunque el barrio no está exento del auge inmobiliario que poco a poco está ingresando al
sector, la propuesta es armonizar estos emprendimientos con el valor agregado que supone vivir en un
barrio turístico-comercial de gran riqueza patrimonial y fuerte identidad socio-cultural.
Entender que estos lugares pueden aprovecharse sin necesidad de borrar las huellas del pasado puede
ser un primer paso, aunque fundamental, para una verdadera re-novación. ¿De lo contrario, cómo se
explica el atractivo de paisajes tales como los europeos o de tantos otros lugares en el mundo
caracterizados por su fuerte preservación patrimonial?

Barrios-pueblos y renovación urbana: algunas reflexiones parciales

El modelo urbano existente comienza a cambiar, adoptando una fisonomía, similar a otro barrio
paradigmático en nuestra ciudad, como es el caso de Nueva Córdoba.
En este punto se abre una problemática a nivel de las habitantes del barrio, enfrentada con el hecho de
que no solo es la edificación en altura sino la transformación del paisaje y del vinculo social y la
intimidad.
El desafío reside en sostener las relaciones que históricamente se han establecido entre el bien
patrimonial con su entorno inmediato, valores definidos en función a la accesibilidad, visuales,
relaciones de escala, alturas, tipologías edilicias, materiales de terminación y colores de época.
Se debe articular cuidadosamente el inevitable crecimiento y avance de la ciudad por efectos del

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
aumento de población y de las demandas urbanas, con la protección de la memoria e identidad de los
barrios existentes.
Aunque no existe una única solución frente a la problemática podemos decir que en principio, sería
necesario repensar el espacio barrial como una construcción con ritmos propios y un reservorio histórico
de vivencias e instituciones que pueden ser potenciadas y aprovechadas.

Para optimizar el proceso, el diálogo entre los distintos agentes sociales involucrados en los proyectos
de “modernización “ barrial se entiende como un paso fundamental en la búsqueda de soluciones.

Esta perspectiva recupera la complejidad del barrio, entendiendo que las intervenciones deben lograr un
enfoque multidisciplinario y riguroso que tenga en cuenta que el barrio es un eslabonamiento de partes
integradas que, más allá de sus dificultades, aprovechadas pueden generar una sinergia beneficiosa
para todos.

Bibliografía
*GUTIÉRREZ, Alicia (1995) “Pierre Bourdieu. Las prácticas sociales” Editorial Universitaria: Posadas, Argentina.
*GRAVANO, ARIEL. (2005) “El Barrio en la Teoría Social”. Editorial Espacio: Buenos Aires.
*KIPPES, Romina. (s/d) “Nuestra historia en los muros”. http://www.unl.edu.ar/eje.php?ID=1317
*LICONA VALENCIA, Ernesto(1997) “Hacia una política cultural en los barrios de la zona histórica de San Francisco, Puebla”
México. www.naya.org.ar/congreso/ponencia2-3.htm
*ORDÓÑEZ PARDAL, Pedro (1988) “Historia de mi barrio. La República de San Vicente” Segunda Edición. Establecimiento gráfico
La Docta: Córdoba, Argentina.
*RETTAROLI, José M; EGUIGUREN, José A; ÁLVAREZ, Teresita N; COHEN ARAZI, Alejandro; RUBIOLI, José R. (1997) “Los
barrios pueblos de la Ciudad de Córdoba. La ciudad objeto didáctico” Ediciones Eudecor: Córdoba, Argentina.
*TROCELLO, María Gloria “Identidad Colectiva: ¿esencia o discurso? Una confusión peligrosa” Revista Kairos. Año 2. Número2.
Segundo semestre 1998. San Luis.
*Testimonios vecinales sobre las transformaciones en Barrio General Paz: “Barrio General Paz, en camino de ser el hijo bobo de
Nueva Córdoba” 14 de agosto de 2006. Material extraído de: http://www.sosperiodista.com.ar/Cordoba/Barrio-General-Paz,-en-
camino-a-ser-el-hijo-bobo-de-Nueva-Cordoba
*WAISMAN, Marina; BUSTAMANTE, Juana; CEVALLOS, Gustavo. (1996) “Córdoba. Argentina. 15 recorridos por la ciudad. Guía
de arquitectura”. Junta de Andalucía-Municipalidad de Córdoba.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
TEMA 5: REFLEXIONES

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
LA PRESERVACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL

EN LA “MEMORIA DEL MUNDO”

Prof. Anna Szlejcher

Universidad Nacional de Córdoba

“El inconveniente de estas digresiones narrativas, ocupados como hemos estado


con las entrometidas divagaciones, es comprender, quizá demasiado tarde, que
los acontecimientos no nos esperan, que apenas comenzamos a entender lo
que está pasando, éstos, los acontecimientos, han seguido su marcha, y
nosotros, en lugar de anunciar, como es la obligación elemental de los
contadores de historias que saben su oficio, lo que sucede, nos tenemos que
conformar con describir, contritos, lo que ya ha sucedido.” Ensayo sobre la
lucidez. José Saramago.

El objetivo de esta ponencia es reflexionar sobre algunos aspectos de lo que la UNESCO ha


denominado “Memoria del Mundo”, para referirse al patrimonio documental de significación internacional,
regional o nacional de los que se lleva registro.
¿Qué es la Memoria del Mundo?
La Memoria del Mundo es la memoria colectiva documentada de manera tangible – es decir, su
1
patrimonio documental – o intangible que muestra la evolución del pensamiento y del accionar de la
sociedad humana.
En su forma tangible, dicho patrimonio se preserva, principalmente, en archivos, bibliotecas, museos y
otros lugares de preservación, ya sea en soportes tradicionales o en formato electrónico. Pero nuestra
memoria es frágil y está amenazada.
Muchos de los cuales están en riesgo. Gran parte del patrimonio cultural del mundo ha sido arrebatado
o disgregado como “botín de guerra” en diversas circunstancias históricas. En años recientes, hemos
asistido a la destrucción, algunas veces intencionales, del patrimonio en Afganistán, Bosnia y
Herzegovina, Croacia e Irak. 2
En este último caso las noticias dieron cuenta de la destrucción del Museo, la Biblioteca y el Archivo
Nacional, así como otros valiosos patrimonios culturales en el resto del territorio de ese país. Cabe
señalar que los Estados Unidos de Norteamérica y el Reino Unido no respetaron lo dispuesto por la

1
Se entiende por patrimonio intangible el transmitido por tradición oral y conservado en “repositorios humanos” o “patrimonio
viviente”.
2
Memory of the World Technical Sub-committee Safeguarding our Documentary Heritage (CD ROM) UNESCO, París, 2000.

196
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Organización de las Naciones Unidas en esa ocasión, ni ratificaron la Convención de La Haya de 1954
para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado, ni sus dos protocolos de 1954 y
1999, en los que se regula las responsabilidades de los ejércitos de ocupación para con los bienes
culturales del país ocupado.3
Por todo ello, es una necesidad la adopción de un perfeccionado sistema de sanciones para castigar los
crímenes perpetrados contra el patrimonio cultural y la creación de un cuerpo que supervise la
implementación de la Convención.
Además, debe tenerse presente que la Constitución de la UNESCO estipula que la Organización
ayudará a la preservación, al progreso y a la difusión del saber, velando por la conservación y la
protección del patrimonio universal, y recomendando a los interesados las convenciones internacionales
que sean necesarias para ese objeto.4 Mendoza Navarro hace referencia a la importancia de los
compromisos internacionales que “radica fundamentalmente en la responsabilidad que asumen los
países para la conservación de su propio patrimonio”.5
Ahora bien, cabe señalar que, actualmente, una elevada proporción de la información mundial
susceptible, en ciertos casos, de transformarse en patrimonio cultural - es producida digitalmente, y la
mayor parte existe en formato digital. En vista de ello, la UNESCO ha desarrollado una estrategia para la
promoción de la preservación digital. Por lo mismo, consideramos necesario precisar los alcances de la
preservación del patrimonio digital en el marco del Programa de la UNESCO.
UNESCO estableció el Programa de la Memoria del Mundo en 1992, precisamente a raíz del
conocimiento de las situaciones peligrosas, en varias partes del mundo, con respecto a la conservación
y el acceso al patrimonio documental.
Por lo tanto, este Programa surge como respuesta a los múltiples peligros que amenazan el patrimonio
documental, usualmente compuesto de materiales naturales, sintéticos u orgánicos, expuestos a la
inestabilidad química y a la descomposición, pero también, continuamente en riesgo ante las
calamidades naturales, tales como inundaciones, fuego, tormentas y terremotos.
Para los materiales audiovisuales y electrónicos, la pérdida resulta, también, de la propia obsolescencia
técnica; esto es, de los equipamientos y programas informáticos. Por lo que surge la necesidad de
implementar estrategias que garanticen la conservación y la consulta del contenido de los documentos
digitales. Así, es imprescindible hacer constar, en la descripción documental, toda la información
referida a los requisitos técnicos que posibilitan el acceso a los documentos. Según Joie Springer “esto
presenta un cambio de paradigma para la preservación de este tipo de información que ya no depende
solamente de su soporte para su supervivencia sino que requiere esfuerzos concientes para asegurar su

3
RESOLUCIÓN Nº 113 del H. Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de
Córdoba, República Argentina, del 19 de mayo de 2003 que pone de manifiesto la más enérgica condena por los daños que se ha
producido al patrimonio cultural de Irak, como consecuencia de la guerra ocurrida en esas tierras.
4
UNESCO 1954. Convención para la Protección del Patrimonio Cultural en caso de Conflictos Armados. La Haya
UNESCO 1972. Convención para la protección del Patrimonio natural y cultural. 17ª Sesión, Conferencia General, París 17 de
octubre/20 de noviembre.
UNESCO 1994. Convención concerniente a la protección del Patrimonio natural y cultural. Comité Mundial del Patrimonio. 18ª
Sesión, Phuket, Tailandia, 12 al 17 de Noviembre y Reunión de Expertos sobre la “Estrategia Global”. UNESCO, Sede Central, 20
al 22 de junio.
5
MENDOZA NAVARRO Aída Luz. Legislación archivística: Lo que el Archivero debe conocer. Lima, Perú, 2002. p.54-63.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
migración en vista a un continuo acceso para enfrentar una “forzada” y ascendente competencia y la
incompatibilidad de los programas de software” 6.
El Programa de la Memoria del Mundo tiene tres objetivos principales:
a) Facilitar la preservación, mediante las técnicas más apropiadas, del patrimonio documental del
mundo.
b) Ayudar a un acceso universal al patrimonio documental.
c) Incrementar el conocimiento mundial de la existencia y significado del patrimonio documental. .7
Preservación y acceso.
En el contexto de la Memoria del Mundo, la preservación es la suma total de los pasos necesarios para
asegurar la permanente accesibilidad al patrimonio documental. Incluye la conservación con acciones
que garantizan la mínima intervención técnica, la que es requerida para prevenir deterioros al material
original. El Programa de la Memoria del Mundo fomenta la preservación de diversos modos, tal como
elaborar normas y aconsejar prácticas a fin de proporcionar información esencial.
En cuanto al acceso al patrimonio documental, inconvenientes de índole práctica o barreras políticas lo
impiden en ocasiones. Y si ella fue ilegítimamente apropiada durante los conflictos bélicos o la política
colonialista, los llamados para la repatriación del patrimonio merecen contar con disponibilidad de
recursos como así también con la intervención de la justicia.
El creciente conocimiento de los riesgos antes enumerados ha generado un sentido de urgencia, ya que
un gran volumen del patrimonio documental está perdido para siempre. Es de esperar que, para lo que
queda, la acción preventiva comenzará ahora, sin olvidarnos que las facilidades y destrezas necesarias
para desarrollarla están desigualmente distribuidas alrededor del globo.
Los principios y estrategias de preservación y acceso son fundamentales para la protección y promoción
del patrimonio documental. El ambiente natural tiene un profundo efecto sobre la supervivencia del
patrimonio documental por períodos prolongados. Acontecimientos como inundaciones, incendios,
terremotos y ciclones pueden ser una realidad de vida, pero pueden desarrollarse estrategias para
mitigar sus efectos potenciales. En general, el patrimonio documental está en más grave riesgo en
climas tropicales que en zonas templadas, porque los países tropicales afrontan problemas vinculados
con la variabilidad del medio ambiente, expuestos a temperaturas extremas y más proclives a los
desastres naturales.8 Un requisito previo para la preservación es contar con adecuadas áreas de
depósito y un cuidadoso control de la documentación a través de un catálogo o de un inventario a fin de
registrar el estado y contenido de la misma. En función de los soportes documentales varían los
requerimientos ideales: por ejemplo, papel, fotografías, microfilmes, cintas magnéticas y audiovisuales.9
Es ampliamente aceptada, como un axioma, la vieja máxima que “prevenir es mejor que curar” para el
patrimonio documental. Prácticas y técnicas que retardan el deterioro y la potencial manipulación son
mejores y mucho más económicas que cualquier proceso de recuperación o rescate.
Conservar un documento original y proteger su integridad significa que no se perderá ninguna

6
SPRINGER Joie. “UNESCO’s Memory of the World Programme”. 15to. Congreso Internacional de
Archivos.<Http://www.wien2004.ica.org> (consultado en enero de 2005)
7
Memory of the World Technical Sub-committee Safeguarding our Documentary Heritage (CD ROM) UNESCO, París, 2000.

8
Archivos tropicales. Secretaría de Gobernación. Archivo General de la Nación. México, 2003. p. 24.
9
Ibidem., p. 35,40,41.
198
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
información. A menudo, los documentos originales tienen un valor intrínseco que nunca le será otorgado
a una copia. Pero es una realidad que el avance tecnológico ha modificado las formas de creación,
distribución y utilización de los documentos. Y que pese a los cambios, lo fundamental en un documento
sigue siendo el contenido.
El Programa de la Memoria del Mundo fomenta la digitalización y microfilmación como un medio de
proveer un acceso universal y reducir la presión sobre el documento original en vista a su preservación.
Satisfacer la migración debe ser encarada como una estrategia de preservación.
Actualmente, una extensa parte de la información mundial es producida digitalmente. Las funciones de
la Web son consideradas como un recurso para la información y la comunicación, pero también como un
espacio cultural donde se producen diversidad de materiales. Mucho de este material digital es
potencialmente de valor permanente, lo que demanda estrategias nuevas para garantizar su
preservación para la posteridad.
La preservación de nuestro patrimonio digital es otra responsabilidad que debe asumir el archivero como
actor de la sociedad de la información; y que exige un compromiso y participación por parte de todas los
actores involucrados (instituciones patrimoniales, productores y usuarios de la información, la industria
de programas (software) y de hardware, organizaciones y asociaciones profesionales internacionales, ya
que las soluciones exigen cooperación a gran escala y la creación de una infraestructura perdurable.
Deben tenerse en cuenta las enseñanzas aprendidas en la preservación de otras formas del patrimonio
mundial, tanto tangible como intangible, tales como monumentos, manuscritos, documentos impresos o
audiovisuales.
Considerando el crecimiento exponencial del dominio digital, deben determinarse claros objetivos de
preservación, tanto en términos cualitativos como cuantitativos.
Con respecto a la República Argentina, sólo podemos citar la Ley 25 750 de Preservación de Bienes y
Patrimonios Culturales, promulgada el 04 de julio de 2003, donde en su art. 1º señala que “la política del
Estado nacional preservará especialmente: a) El patrimonio antropológico, histórico, artístico y cultural”;
y, en el art. 3º, considera como medios de comunicación a, entre otros, “c) Productoras de contenidos
audiovisuales y digitales; c) Proveedoras de acceso a Internet”. No obstante, la distancia entre la
legislación y la realidad la marca la reciente presentación de la Defensoría del Pueblo de la Nación al
Ministerio del Interior; escrito en el que se denuncia las “incontables situaciones de descuido y hasta
de maltrato de la memoria de la Patria”10
Según declara el defensor del Pueblo Eduardo Mondino, “el Archivo General de la Nación espera la
llegada de una partida de 20 millones de pesos destinados a la digitalización, nosotros aconsejamos que
usen ese dinero para algo prioritario, que es restaurar y acondicionar el material”.Toda respuesta al reto
de la preservación digital debe tener en cuenta la capacidad de responder a los progresos tecnológicos e
incorporar los nuevos productos que generen las tecnologías de la información.La legislación existente
debería ser adaptada a las demandas actuales para respaldar a las instituciones nacionales de
patrimonio en la preservación de los materiales digitales.
Estamos inmersos en un proceso de globalización, el cual ha provocado una nueva era para los

10
Dicha denuncia consta en el artículo del diario Clarín del 13-IX-2006. http://www.clarin.com/diario/2006/09/13/sociedad/s-
02601.htm
(consultado el 28 de septiembre de 2006)
199
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
archivos, a raíz del uso de las nuevas tecnologías. Proceso que incide, también, en el status que el
archivero ocupa dentro de la sociedad cuyas reglas debe respetar. Es responsable, ante ésta, de la
conservación y preservación del patrimonio archivístico; es decir, de las pruebas y testimonios
producidos por las distintas instituciones no importa en qué soporte. Debe velar por la transmisión del
patrimonio cultural o de la memoria social a las generaciones futuras.

200
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
PENSAR EL PATRIMONIO
Hacerlo en la era de la reproductividad urbana

Fernando Fraenza
Alejandra Perié

Facultad de Filosofía y Humanidades, UNC

1. El discurso sobre el patrimonio cultural suele ser decepcionante, sobre todo el que se refiere
principalmente al patrimonio cultural, ambiental, paisajístico o monumental.1 Las intenciones de echar
claridad sobre el asunto son buenas, pero los resultados no lo son tanto. Se parte del propósito de
articular una argumentación abierta acerca de las razones por las cuales cierto patrimonio debe ser o no
ser conservado. Y luego, por el contrario, se consigue, meramente, un «patrimonio hecho discurso». De
modo que la conclusión suele consistir en alabanza de lo que ya se tiene por patrimonio indiscutido,
haciendo –además- apología de una definición vaga de la propia noción de patrimonio. ¿Acaso es
suficiente decir que “…cualquier comunidad se define como tal sobre la base de la memoria que tiene de
sí y eso es razón suficiente para conservar y restaurar…” tal como hace –por ejemplo- Franco Purini o la
mayor parte de los especialistas en asuntos del patrimonio físico y duradero de las ciudades?. Hemos de
admitir que, como efecto de este discurso, las razones por las cuales el patrimonio cultural de una
comunidad es conservado y restaurado aparecerían «tan claras» que, como termina creyéndose y
diciéndose, resultan obvias. Nada de esto, lejos se está de poder aceptar razonablemente que el
patrimonio cultural sea –tal como lo afirma por allí el propio Purini- el producto más exclusivo de cada
comunidad misma, o una suerte de «quintaesencia». No todo está dicho en materia de reconocer qué
patrimonio merece la pena –en función de algún criterio entre un vasto conjunto que pretende ordenarse
al modelo de ciudad que prefieren democráticamente sus ciudadanos, ser asumido y conservado como
herencia y representación de la ciudad misma. Y esto, porque la memoria no es mecánica y del todo
inclusiva; por el contrario, es interesada, y selectiva, constituyéndose principalmente por obra y ausencia
de cosas que decide no recordar, y no tanto por las intenta conservar. Luego: ¿Cómo la «hinchada» del
patrimonio cultural urbano pretende tener una sola voz tal como se sigue de aquellos discursos que
proponen o dan por supuesto un rechazo unánime de los expertos a la ciudad-marca, a la ciudad-
espectáculo o al «modelo Barcelona»2 y que además, se ajetrean a favor de ciertos sectores o edificios
que por el contrario –según determinan- estarían relacionados con los usos (auténticos) de la ciudad que
hacen sus habitantes?.
Por si el asunto del patrimonio no fuera suficientemente complejo y por si el tratamiento que de él

1
Como suele decirse, a sus aspectos materiales y fijos.
2
Al menos así se calificó –a favor (por ahora PP) y en contra (por ahora PSOE)- en España al Plan Gallardón que prometía
asegurar a Madrid como una ciudad-espectáculo que merezca y despierte el deseo, revitalizando el centro urbano y asumiendo –
como primer medida- el modelo ya consagrado en Barcelona.
201
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
hacen los especialistas no fuese –al menos desde fuera- cuestionable, tal noción ha estado
preponderantemente asociada al pasado, tal vez, como se dice, porque el pasado es capaz de legitimar
cualquier patrimonio más allá de todo conflicto interpretativo. El discurso especializado excluye aquellas
voces que sostienen que aún cuando el patrimonio cultural se condense en torno al pasado, actúa sobre
el presente cuando es preferido, rechazado, estudiado, evaluado, y sobre todo –en la sociedad
tardocapitalista- cuando es introducido en la esfera del tiempo libre y el consumo turístico. Que
constituyen su definitivo ciclo productivo (inclusive entrelazado con la administración del Estado), a fin de
cuentas, la instancia que asegurará –en un futuro irreversible- su permanencia. Introduzcamos a
continuación, alguna disonancia.

2. Antiturismo constitutivo. La ciudad, tal como se tiene con algún consenso y como ha sido recordado
con cierta polémica por el filósofo ruso alemán Borys Groys (2003)-3 surgió alguna vez como proyecto de
futuro. Mudándose del campo a la ciudad, la población escapaba de las antiguas fuerzas de la
naturaleza y proyectaba un futuro que ella misma pudiera determinar y controlar. Si bien, la vida rural ha
sido estilizada por el arte como la edad de oro de un tipo originario de armonía y felicidad natural; tales
idealizaciones de los modos de vida del campo no hicieron desistir –en la práctica- de confluir en las
ciudades. Como suele decirse, la ciudad en sí misma posee un contenido utópico que le viene dado por
situarse más allá del orden natural de las cosas. Las murallas que rodearon las ciudades del pasado son
prueba de ello pues delimitaban un espacio orientado a la utopía. Separada del campo, pretendía hacer
su propia historia, al margen de los ciclos naturales y orientada hacia el futuro. Además, en este aspecto,
tal como afirma Groys, “…la ciudad genuina no es sólo utópica, sino también antiturística: se aísla del
espacio y se mueve en el tiempo.” (op.cit.)
Inclusive dentro de su propio tejido, la ciudad padece de algo que en numerosas oportunidades ha
sido considerado natural: tal y como crecieron, en su gran mayoría, espontáneamente a lo largo de la
historia, no lograron sustraerse completamente a cierto grado de irracionalidad natural. En su interior, la
ciudad continúa la lucha contra ese componente residual de naturaleza. De allí que todo intento por
dinamitar ciudades históricas o crear nuevas ciudades debe entenderse como ocasión de la mencionada
batalla contra la irracionalidad (distópica) que precede a la ciudad y que históricamente se ha infiltrado y
apoderado de ella. Así, la ciudad estuvo volcada a la permanente destrucción o corrección de sí misma;
dando lugar a las transformaciones históricas. Si algo hay de duradero en las ciudades humanas es ese
permanente afán de diseñar algo que, en verdad, merezca ser duradero. Pero proyectar soluciones
definitivas exige un proceso de remodelación y reparación que –de hecho- se ha vuelto interminable ya
que los restos (de lo que ha venido siendo la ciudad) no se dejan eliminar dócil ni completamente. Con lo
cual, esta fase preparatoria jamás alcanza su fin.

3. Turismo contra la utopía. Esta voluntad histórica de procurar la utopía de una ciudad ideal se ha ido
debilitando cada vez más, siendo de a poco remplazada por la atracción irresistible del turismo. A partir

3
En un artículo muy difundido y discutido, “La ciudad en la era de su reproductividad turística” (“Die Stadt im Zeitalter
ihrer touristischen Reproduzierbarkeit” en Osteuropa, Heft 09-10/2003).
202
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
del siglo XIX, cuando podemos, y cuando nuestra propia ciudad no nos satisface, no intentamos
transformarla ni reformarla, sino que preferimos ir a otra ciudad -por breve tiempo o para siempre-,
encontrando en ella aquello de lo que carecemos en la nuestra.4 Ese es el principio del turismo que, al
menos, desmerece ya el carácter utópico de la ciudad.
El turismo selecto y reducido del siglo XIX5 no buscaba ya proyecciones utópicas universalistas, al
contrario, se interesó por las diferencias culturales y por las identidades locales. Su actitud, lejos de
haber sido utópica, fue más bien conservadora. Procuró transformar lo provisorio y efímero en definitivo,
eterno y monumental. De modo que la ciudad decimonónica, suma de atracciones por excelencia, se
presenta a la mirada de estos primeros turistas como eterna, como conjunto de construcciones que
desde siempre han existido en aquel sitio y por siempre seguirán allí en su estado actual.6 A fin de
cuentas, un turista en tránsito no es capaz de seguir la transformación histórica de una ciudad y por lo
mismo, tampoco puede comprender el impulso utópico que la tiene por provisional y que pretende
llevarla luego al futuro.

4. Crear monumentos. Tal vez los monumentos de aquellas ciudades que los poseen a granel no están
allí desde antes, desempeñando una vida pura y tradicionalmente conmemorativa, esperando sin
esfuerzo –de paso y como quién no puede evitarlo- para ser vistos por el turista. Parecería que, por el
contrario, los monumentos son creados –en buena parte y en buena ley- por la propia fuerza del turismo,
auténtica monumentalizadora de numerosas y admiradas ciudades. La mirada del turista en tránsito
posee el poder de convertir inclusive la vida urbana cotidiana que fluye y se transforma
permanentemente en la imagen monumental de la eternidad. ¿Acaso no alcanza esto para explicar
porqué las ciudades sin turismo7 son tan poco monumentales en casi todo sentido?.8 Del mismo modo,
esta es la única manera en que puede explicarse la actual distribución explosiva de eternidad entre las
ciudades más concurridas que, por atiborradas de sujetos en tránsito, se van eternizando. Hoy,
parecerían ser dignos de preservación no solamente los monumentos archi-reconocidos, como pueden
serlo el Colosseo, la Tower of London, o la Rüstem Pasa Camii, sino todo aquello que superficialmente
connota familiaridad o autenticidad y nos mueve a creer que eso es y será así, siempre. “Incluso si
fuéramos a Nueva York y luego al South Bronx, y viéramos como allí los traficantes de drogas se agarran
a balazos o al menos dan la impresión de que en cualquier momento iniciarán una balacera, esa escena
es investida de la dignidad de lo monumental.” (Groys, Op.cit.) Ahora bien, ¿ocurrirá esto principalmente
por estar tales circunstancias en proximidad de otros monumentos “auténticos”?.9 Tal vez lo dicho no sea
del todo adecuado para comprender el piqueterismo argentino, salvo (ramplona y débilmente) allí donde
se halla concatenado con otros monumentos que impresionan, en el centro norte de la Ciudad de

4
En el siglo XIX, efectivamente, esta era la realidad de unos pocos poderosos en el mundo.
5
Que Groys denomina turismo romántico (Op.cit.).
6
El turista tiene, dice Groys, una mirada de Medusa.
7
Como la nuestra (Córdoba, Argentina).
8
También, como la nuestra. Así se explica que la autoridad municipal considere tan escasa la necesidad de dejar huella del poder
de la intervención pública como capital democráticamente repartido entre los ciudadanos de varias generaciones y evalúe, por el
contrario, tan patente y fuerte la necesidad y corrección política de orientar los gastos municipales a los denominados «fines
sociales» (sean sueldos, subsidios, planes de urbanización precaria en zonas periféricas, etc.). Así se explica que una ciudad de
2
más de un millón de habitantes suponga que es adecuado proyectar una sede para su poder legislativo de tan solo 5800 m de
superficie y 14 m de altura. Por no hablar de los montos de inversión, superados holgadamente por el sector privado (montos que
se recaudarán… ¡de la división y venta de la mayor parte de la porción inicial de tierra con la que se contaba para llevar a cabo el
proyecto!).

203
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Buenos Aires. La dignidad monumental tal vez no se otorgue a las situaciones pintorescas pero
corrientes cuando no hay otra cosa que gangsterismo o piqueterismo. En otras palabras: ¿valdría el
gangsterismo por sí solo si su entorno fuese una aldea o una capital de provincia miserable y anodina?.
Lo cierto es que, cuando la monumentalización se dispara, suponemos que en ese lugar, las cosas –tal
como una situación pintoresca cualquiera- siempre han sido así y así continuarán. Como consecuencia,
ante toda pretensión de renovación urbana, “…nos sentiríamos consternados y con la misma tristeza que
experimentaríamos al saber que se planea dinamitar la catedral de Köln o la Tour Eiffel para construir en
su lugar una gran tienda.” (Groys, Op.cit.)10 Sentiríamos en tal caso, que se estaría destruyendo un
segmento irremplazable de vida auténtica y singular. Se perderá irreparablemente –diríamos- no lo
corriente y ordinario, sino lo monumental y eterno. Aún mejor demostración de lo dicho la tendríamos
volviendo unos años después a la zona renovada para creer, nuevamente, que todo allí es tan
monumentalmente feo, y que allí las cosas siempre han sido y serán por siempre tan desagradables.
Con ello, el barrio en cuestión es re-monumentalizado, porque un viajero en tránsito –si lo hubiere-
experimentaría lo nuevo cotidiano como algo igualmente monumental que lo precedente.
Tenemos que, no sería la calidad interna de un monumento lo que determina su monumentalidad,
sino que esta condición resultaría principalmente del constante juego originado en la mirada de un
viajero. Ahora bien, tiene que haber un origen, y hay que saber si ese origen tiene su fundamento último
en un hecho indiscutiblemente sublime digno de ser conservado y visto con respeto (y cierto temor
infundido por su grandeza, que desborda la propia escala de intervención en el mundo), o si el origen
puede estar inclusive en el desagrado corriente mismo.

5. Cierto temor. Según Groys, esta figura del turista que monumentaliza es tematizada en alguna
medida por Kant en su teoría de lo sublime11 y correspondería al sujeto que es capaz de experimentar su
viaje como acontecimiento sublime. Decimos sublime de un sentimiento de placer que contiene una
extraña ambigüedad por no tratarse de un placer puro, sino mezclado con cierto displacer. Frente al
carácter agradable y alegre de lo bello, lo sublime se descubre como un carácter agradable pero temible,
asombroso y respetable. Entiéndase, lo Sublime resulta adecuado para excitar las ideas de dolor y
peligro, es decir, lo que es de algún modo terrible, produciendo una de las emociones más fuertes entre
las que somos capaces de sentir. Por supuesto, no se trata de un dolor o un peligro que acose
demasiado pues no hay deleite alguno en dicha circunstancia; pero a cierta distancia, lo temible puede
ser objeto de satisfacción. Ahora bien, tales amenazas dignas de respeto no son sublimes en sí, como
los monumentos urbanos –según dijimos- no son monumentales (al menos por completo) en sí mismos.
Lo sublime no reside en la naturaleza de las cosas sino en nuestra capacidad de juzgar y disfrutar sin
temor las cosas que en cierta medida nos amenazan. Entiéndase, la limitación de nuestras facultades
para encontrar una medida adecuada a las magnitudes que nos atemorizan, según Kant, pondría de
manifiesto, a través de esa misma limitación, la capacidad de la razón humana para mantener una
relación gozosa con la infinitud. Ser capaz de poder pensar lo absolutamente grande pondría de

9
Como los de Manhattan, en este caso.
10
Así se explica, en Latinoamérica (y el la ciudad de Córdoba actual) la permanente oposición de vecinos y urbanistas, de legos y
expertos, a todo intento por poner en marcha la impostergable densificación de ciudades que –para todo servicio- resultan
infranqueablemente extensas y poco densas.
11
En su Crítica del juicio.
204
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
manifiesto la superioridad del espíritu humano sobre la naturaleza. Este sujeto de ideas racionales
infinitas se efectivizaría en un turista que busca lo insólito, lo gigantesco (inclusive en el desagrado y el
peligro) para dar cuenta y deleitar (aunque con respeto) su superioridad ante la naturaleza. En la época
de Kant y durante el siglo XIX, la población nativa de las regiones o ciudades visitadas no las debería ver
in toto sublimes y debería considerar la mirada de los turistas que asisten a lo corriente poco menos que
enajenada. Pero la situación hoy ha cambiado radicalmente. Si bien la población nativa de una ciudad o
una región sigue –en algún aspecto- representando al turista como un personaje raro, porque valora
especialmente algo que es familiar, esta misma población se siente, principalmente por razones
económicas, cada vez más obligada a apropiarse de la mirada dirigida sobre ella misma, a representarse
y a representar su paisaje tal como el visitante es capaz de apreciarlo, inclusive, a reajustar su propio
entorno y modo de vida al gusto del turista. ¿Y todo esto para que?. Para conseguir –por lo menos- un
desarrollo económico con el cual, los propios habitantes de los lugares visitados comiencen a viajar y se
vuelvan, a su vez, turistas.

6. Nuestra ciudadanía, otro turismo. En función de todo lo dicho y especialmente de esto último,
sabemos que nuestra época ya no es la era del turismo romántico. Vivimos una instancia posterior, en
una nueva fase de la relación histórica entre la ciudad y la naturaleza. Nueva etapa que Groys
caracteriza con gran énfasis: el momento en que no solo turistas individuales adelantados, sino un
sinnúmero de personas, artefactos, signos e imágenes provenientes de un sinnúmero de culturas locales
comienzan a desplazarse e iniciar un viaje alrededor del mundo. Desaparece con esto toda nítida
oposición entre el turista en viaje y población sedentaria de raigambre local. La ciudad ya no queda,
meramente, a la espera del turista. Por el contrario, de diversas maneras, comienza a circular, a
reproducirse a escala mundial.12 Ella misma se transporta y reproduce a una velocidad mayor que la del
turista. Hecho que motiva una suerte de queja (simulada o falsa), muy difundida hoy en las ciudades que
participan con beneplácito del circuito globalizado, de que todas las ciudades se asemejan unas a otras
cada vez más y llegar a una nueva ciudad es ver más o menos las mismas cosas vistas antes en todas
las demás ciudades. Es muy fácil13 inferir erróneamente, a partir de esta experiencia de semejanza
extrema entre todas las ciudades actuales, de que las identidades y diferencias culturales locales fueron
disueltas por el proceso de la globalización. Nada de esto. Las que pudieron, salieron de viaje y
comenzaron a reproducirse a escala mundial.14
Groys sostiene que “…no podemos disfrutar la cocina china tan sólo en China, sino también en
Nueva York, Paris y Dortmund. Y si nos preguntamos en qué contexto cultural la cocina china es más
sabrosa, la respuesta no será necesariamente ‘en China’. Es decir, cuando hoy llegamos a China y la
mayoría de las veces nos encontramos con ciudades que no nos parecen exóticas, eso de ningún modo

12
De esto es lo que carecen las consideradas ciudades en espera, es decir, aquellas que –como Córdoba (Argentina)- ni han sido
gloriosas en el pasado (habiendo acumulado un capital, como Istambul, Siracusa o Pisa), ni están apareciendo como ciudades
líderes en el desarrollo de los grandes procesos globales (como Shangai, Seoul, KualaLumpur, etc), ni son capaces de reproducir
parcialmente algunos de sus atributos (como Sao Paulo, Buenos Aires o Rosario).
13
Y provechoso, desde el punto de vista político, sobre todo en Latinoamérica.
14
Tanto las ciudades que merecen por su gloria pasada hablar de declinación, como las ciudades en ascenso (cfr.supra, n12)
están transformándose en ciudades-espectáculo, en ciudades visualmente clamorosas (¿o sublimes?) que se proponen como
reclamo y que son temáticas, es decir, seleccionan un aspecto como propio y sobre él, construyen una serie de representaciones
que las transforman en una copia de sí mismas (no necesariamente como Disneyland o Las Vegas, más bien como Sevilla,
Santiago o Montpellier).
205
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
se debe únicamente al hecho de que esas ciudades lleven la impronta de la arquitectura internacional
moderna, sino al hecho de que muchas cosas auténticamente chinas que allá se pueden ver ya le son
familiares a un visitante (…), porque ha tenido la ocasión de vivenciar esa dimensión china en su propia
ciudad.” (Op.cit.)
En este sentido, el factor local no desaparecería; las diferencias interurbanas –es cierto que esto vale
para ciudades de cierto poder e influencia- se convierten en intra-urbanas. Ya porque intercambia modos
de vida15 o bien porque los reproduce,16 lo mismo da. Surge una suerte de metrópolis internacional que
funciona como una máquina de reproducción que copia con relativa rapidez, en todas las otras ciudades
(que merezcan ser copiadas), numerosos aspectos locales que surgen en una determinada ciudad
originaria. Con el tiempo las ciudades representan su prosperidad y su encanto, para el turista y también
para el ciudadano, pareciéndose entre sí cada vez más.
Crecientemente, los ciudadanos de cada vez más países emplean buena parte de su tiempo y sus
recursos viajando por las ciudades del mundo, de un monumento a otro, de un museo a otro, de una
exposición a otra, de un entorno cultural local a otro. Se espera luego, de cada participe de la vida
cultural de cada lugar, que ofrezca su capacidad de consumo y producción por el mundo y esté
dispuesto a moverse más o menos, de un lugar a otro, consumiendo y llevando su trabajo por todas
partes. El personaje modélico que propicia este diagnóstico que también estamos tomando
principalmente de Boris Groys, es, naturalmente, el artista que actúa en las comunidades artísticas de
los países «ricos». Sin embargo, en diverso rango y con diverso énfasis, esto es predicable del corriente
de la población general de tales países, así como de los grupos dominantes de las naciones «pobres».
Esta vida, en un tránsito relativamente siempre creciente,17 implica tanto esperanzas como temores.
Tanto el artista como los que no lo son, tienen la oportunidad de escapar en forma relativamente
aceptada e indolora a la presión de un gusto provinciano dominante. El desarrollo de los medios de
comunicación y locomoción hacen posible el encuentro de sujetos con una misma orientación en lugares
distantes del mundo, evitando la adaptación al gusto y a los valores culturales de su entorno inmediato.
Los sujetos que antaño se sentían incomprendidos en el marco de su cultura local, localizaban sus
esperanzas y anhelos en un futuro de transformaciones políticas. Hoy, ese impulso –entonces utópico-
cambió de dimensión, buscándose el reconocimiento y la interlocución no ya en el tiempo, sino en el
espacio.18
Como viajeros, hoy no contemplamos tanto contextos locales distintos, sino más bien observamos y
compartimos la situación de otros viajeros en el contexto de un viaje cuasi-permanente involucrado sin
solución de continuidad con la propia vida en las metrópolis internacionales. También la arquitectura y el
diseño de escala urbana comienza a viajar más rápidamente que sus observadores. Las más de las
veces, ya llegó donde los turistas aún están por llegar (para observarla). Junto a la tradicional protesta
del turista que se queja de encontrar la misma arquitectura y el mismo diseño en todas partes, ahora,
paradójicamente, observa y admira cómo un determinado diseño consigue imponerse en contextos

15
Como sucede con los barrios chinos y árabes de las grandes ciudades, se trate de New York, London, Paris o Berlin.
16
Como Buenos Aires reprodujo alguna vez el café parisino y la alameda de las delicias madrileña (en forma de Avenida de Mayo)
y reproduce hoy, también un Barrio Chino o un Soho. Así también, se computa el auge de la Rosario de la era de la soja.
17
Aún en el mundo subdesarrollado, inclusive en una Argentina que transita por un período de chauvinismo y provincianismo
extremo.
18
En vez de una revolución vanguardista orientada hacia el futuro, hoy se practicaría, sostiene aventuradamente Groys, una
revolución como viaje, migración o nomadismo.
206
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
culturales tan distintos. Estamos dispuestos a sentirnos atraídos y recibir con beneplácito19 la estrategia
de diseño capaz de conseguir productos que logran imponerse a escala mundial, en los más diversos
contextos culturales y bajo las condiciones más diversas de percepción y consumo. Lo que hoy nos
gusta consumir, no es precisamente la diferencia e identidad cultural local, sino la forma artística que
consigue autopreservarse e imponerse en casi cualquier sitio.20 Si todos nos convertimos en turistas,
sólo podemos observar a otros turistas, admirándolos en sus usos y procedimientos, por su capacidad
de reproducción, de difusión, de autoconservación, de sobrevivencia en las condiciones locales
(provincianas) más diversas.
De este modo, las estrategias del turismo generalizado ocupan hoy –lamentémoslo o no- el lugar de las
estrategias utópicas o revolucionarias. Hoy, los estilos artísticos y diseñiles consagrados, la dominación
política más ubicua, así como las tradiciones en general, ya no están para ser superados en nombre de
lo público o universal, al menos en materia de la ciudad sublime que va siendo la que merece ser vivida,
sino para ser reproducidos turísticamente y difundidos a escala mundial. Como dijimos, la consecuencia
de todo esto es que el sujeto actual, al menos el que vive o recorre la ciudad que tenemos
«demoscópicamente» como la que merece ser vivida, se complace confrontádose permanentemente con
casi el mismo entorno urbano, sin que pueda postular al mismo tiempo que alguna suerte de calidad
formal de ese entorno posee un valor universal en algún sentido en los que podamos tomar este
término.21 Buena parte de los habitantes del planeta (aquellos que se muestran conformes con su
ciudad) desarrolla su vida en una de estas metrópolis internacionales de las que habla Groys, en las
cuales habitar y viajar llegaron a ser sinónimos, borrándose casi la diferencia entre habitantes y
visitantes; y esto debería, por lo menos, tenerse en cuenta con seriedad y apertura a la hora de pensar el
patrimonio.

19
A concurrir, gustar y consumir.
20
Como los museos relacionados con la Fundación Guggenheim. O bien, como los museos identificados bajo siglas semejantes en
lugares tan diversos como New York (MoMA), Los Angeles (LACMA), Barcelona (MAMBa), Sao Paulo (MASP), Buenos Aires
(MALBA), ¡hasta Napoli! (MADRe y PAN).
21
Lo curioso y aún muy discutible es que Groys cree que con este turismo total, nuevamente nos encontramos ante una suerte de
utopía, pero que se distinguiría, eso sí, de la utopía acuartelada de la ciudad. Si mal no lo entendemos, estaría hablando de la
superación de la oposición entre sedentarismo y nomadismo, y porqué no, entre ciudad y campo. Y con esto, de la creación de un
espacio conjunto, en el cual la topografía de la superficie de la Tierra se identificaría con la ciudad eterna).
207
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
LA NECESARIA PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL PARA
LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD DE LOS PUEBLOS

La situación jurídica del patrimonio arqueológico

en la provincia de Córdoba

M. Candelaria Berberián
José I. Ochoa
Eduardo E. Berberián

Maestría Patrimonio Cultural Material. Administración y Legislación.


Fac. de Derecho y Cs. Sociales – Fac. de Filosofía y Humanidades
Universidad Nacional de Córdoba

La conquista española del territorio que actualmente corresponde a la República Argentina, produjo
como efecto del contacto, evidentes transformaciones en los hábitos de vida de los grupos étnicos que lo
ocupaban y en definitiva un destino de marginación y de extinción de las comunidades autóctonas. Estos
grupos eran los herederos de una larga tradición cultural cuyos orígenes pueden remontarse a mas de
diez mil años atrás, a los primeros cazadores-recolectores andinos. En algunos sectores de nuestro país,
como el noroeste, donde estos sistemas culturales ya habían alcanzado una organización social
compleja y un patrón de asentamiento del tipo de protociudades, la oposición a la dominación colonial
fue cruenta y duró más de un siglo. Por el contrario, en la región serrana y llanuras adyacente de la
provincia de Córdoba, las poblaciones indígenas no ofrecieron un frente continuo ni organizado de
resistencia frente a las huestes hispánicas. Salvo algunos brotes aislados de rebeldía, la sumisión al
poder fue más fuerte y subordinada a los dictámenes religiosos, jurídicos y laborales.

La presencia indígena ha quedado evidenciada a través de su arquitectura cuyos importantes vestigios


son frecuentemente descubiertos e investigados y por los testimonios materiales de su vida doméstica o
simbólica, en bienes como la cerámica, metalurgia, textilería, madera, etc., que aun hoy sorprenden por
su calidad artística, en museos y exposiciones.

No obstante, sería un error intentar identificar nuestra identidad nacional buscando “lo argentino”,
exclusivamente “en lo aborigen”. Nuestra identidad no se constituyó a partir de una unidad simple y

208
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
homogénea sino un complejo de diversas unidades socioculturales que se fueron construyendo en una
totalidad a través de un proceso histórico. Esta heterogeneidad de nuestro país lleva a reconocer que la
afirmación de la identidad nacional, implica la afirmación simultanea de las identidades particulares que
la conforman y a la revalorización de la historia de cada uno de los grupos humanos que han aportado a
la constitución del actual pueblo argentino (indígenas, españoles, criollos, italianos, franceses, etc.),
puesto que es la propia historia uno de los pilares fundamentales de cualquier identidad colectiva.

La tendencia actual, por lo tanto, es la de considerar la herencia cultural o el patrimonio histórico, como
la suma de las distintas conductas culturales que han asumidos los pueblos en los distintos períodos de
su existencia. Es decir, se tiende a considerar cada vez más el concepto de patrimonio, no solo como
una acumulación progresiva y mecánica de objetos, sino como un proceso que va recogiendo todas esas
manifestaciones de la acción humana, reinterpretándolas dentro de sistemas que tienen una estructura
funcional e histórica.

El patrimonio histórico de un país, que debe necesariamente ir entrelazado al entorno o patrimonio


natural que le da sentido de pertenencia a esa nación, comprende todos los bienes materiales (tangibles)
e inmateriales (intangibles), asociados a la tradición cultural propia. Así considerado, incluye todo aquello
que contribuye a consolidar la identidad. Estos bienes culturales, expresión y testimonio de la creación
humana, pueden tener un valor arqueológico, histórico, artístico, científico, técnico, etc. Se trata de
expresiones heredadas del pasado, que estamos disfrutando en el presente y que merecen ser
conservadas para las generaciones futuras.

La provincia de Córdoba posee un significativo patrimonio histórico que puede proyectarse en sus
orígenes hasta épocas prehispánicas. Recientes investigaciones arqueológicas han logrado determinar
que en esta porción del territorio argentino, grupos de exploradores iniciales habrían incursionados en la
región serrana hace unos diez o doce mil años atrás. A partir de allí se ha podido seguir en gran parte el
proceso que a través de los cazadores-recolectores y el inicio de las prácticas agrícolas en los primeros
siglos de nuestra era, condujo finalmente a los agrupamientos aldeanos conocidos genéricamente como
Comechingones o Sanavirones en las primeras crónicas de la conquista. Estos testimonios están
presentes en sitios al aire libre, cuevas, aleros con pinturas rupestres, etc. que son permanentemente
depredados por aficionados o inescrupulosos que destruyen todo el acervo cultural depositado en sus
capas estratigráficas.

Con la excepción de las ruinas jesuíticas, que merecieron el reconocimiento internacional por la
UNESCO, el patrimonio prehispánico, como el colonial urbano y rural, y el de siglos posteriores, va
progresivamente sucumbiendo en un proceso de sustitución -en la ciudad por torres en altura-
vislumbrándose un final anunciado.

En esta presentación nos limitaremos con exclusividad a señalar la situación jurídica en que se
encuentran los bienes arqueológicos de la provincia de Córdoba, los factores que inciden negativamente

209
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
para su investigación y protección y algunas breves reflexiones que puedan ser beneficiosas para
transformar tal situación y alcanzar el efectivo resguardo de los mismos.

Los bienes arqueológicos -que son una especie dentro del género de los bienes culturales- debe incluir
a todas aquellos objetos muebles o inmuebles que se encuentran en la superficie, subsuelo o
sumergidos en aguas jurisdiccionales, que puedan proporcionar información sobre los grupos
socioculturales que habitaron la provincia en épocas precolombinas o aún históricas, cuando su
investigación se realiza con metodología arqueológica.

Aún cuando en nuestro país no se ha logrado todavía alcanzar la tradición proteccionista de los Estados
europeos o de algunos americanos, durante los últimos años ha comenzado a gestarse una creciente
conciencia del grave peligro a que están expuestos los bienes culturales. Así en orden a los bienes
arqueológicos se promulgó el 25 de junio del año 2003 la Ley Nacional N° 25.743 que fue posteriormente
reglamentada. Este nuevo dispositivo legal, de acuerdo a preceptos explícitos de nuestra Constitución
Nacional (art. 41) constituye solamente una ley marco, a la cual las provincias deben ajustar sus
disposiciones, de acuerdo a sus propias realidades locales. Este artículo señala al referirse a la
preservación del patrimonio natural y cultural, que corresponde “...a la Nación dictar las normas que
contengan los presupuestos mínimos de protección, y a las provincias, las necesarias para
complementarlas, sin que aquéllas alteren las jurisdicciones locales”.

La provincia de Córdoba dispone posiblemente de la ley provincial vigente más antigua, donde se
contempla al patrimonio Arqueológico. Se trata de la “Ley de protección de bienes culturales de la
Provincia (N° 5543) sancionada el 16 de abril de 1973 y cuyo decreto reglamentario data de casi diez
años después (11 de febrero de 1983). Casi todas las restantes provincias fueron dictando nuevas
disposiciones, mas avanzadas, reflejando las reformas en la materia, incorporadas al Código Civil en
1968 mediante la Ley 17.711 y por cierto, en estos últimos años, adecuando su legislación a la ley
nacional 25743 de “Protección del patrimonio arqueológico y paleontológico” (vg. Entre Ríos, 2006
Tucumán, 2005) o bien simplemente se han adherido al régimen nacional (San Luis, 2006 Formosa,
2006).

Basta solamente un superficial análisis de la Ley Nacional marco y la ley provincial de Córdoba, para
observar el estado de desactualización del ordenamiento local. Resulta imposible contemplar en solo
nueve artículos todo lo referente a la protección, conservación, regular la investigación y preservación,
no solo de bienes arqueológicos, sino también paleontológicos, históricos, científicos y artísticos. Por otra
parte, exhibe numerosas omisiones y más grave aún, serias contradicciones con la ley nacional. A
manera de ejemplo, sólo unos pocos. La ley provincial ha seguido los criterios de la vieja ley de museos
y monumentos nacionales sancionada en 1940, donde se establece que un bien para que sea
considerado perteneciente al patrimonio provincial, debe necesariamente ser “declarado como tal” por la
autoridad competente. A partir de las modificaciones producidas en el Código Civil (ley 17.711 art. 2340
inc. 9) y la reciente ley nacional 25.743 los bienes arqueológicos, por el solo hecho de ser tales, quedan

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
comprendidos sin ninguna declaración dentro del dominio público del Estado. La ley provincial omite
cualquier declaración sobre si los bienes culturales son del dominio público o se encuentran dentro del
patrimonio privado de sus titulares. En el art. 4º del Decreto que la reglamenta, pareciera reconocerse la
propiedad privada, por cuanto señala que el organismo de aplicación podrá solicitar la expropiación o
adquisición directa del bien. De igual manera en los arts.. 5º de la Ley y decreto reglamentario, se indica
que si fuere necesario que las piezas arqueológicas o paleontológicas obtenidas en los yacimientos del
territorio provincial pasaran a integrar las colecciones de los Museos de la Provincia se procedería en la
misma forma.

Otra observación que se podría señalar es la referente al régimen sancionatorio. La ley establece que en
caso de violación de sus disposiciones se impondrán multas graduales atendiendo al valor del bien y la
gravedad de la falta. Para ello, se autoriza a la Dirección de Patrimonio Cultural a formar un tribunal de
tasación (art. 8° decreto reglamentario). Esta norma se encuentra en clara contradicción con el Código
Civil y con la ley nacional 25.743 debido a que tales ordenamientos establecen que los bienes
arqueológicos son de dominio público, y entre los caracteres de las cosas de dominio público, es la de
estar fuera del comercio y por lo tanto no tener precio. De allí que la determinación del valor económico
del bien resulta imposible. En cuanto a la “gravedad de la falta” el problema radica en cómo se determina
la misma. Cuáles son las lesiones que deben considerarse más o menos graves para establecer el
monto de la multa. En definitiva, en qué reside la gravedad de la acción o de los resultados alcanzados
con la misma.

De igual manera el decreto reglamentario de la ley provincial establece en su art. 3 que la Dirección de
Patrimonio Cultural será la encargada de otorgar las “autorizaciones” para realizar excavaciones o
investigaciones en yacimientos arqueológicos... La ley nacional marco, por el contrario, señala que para
la misma finalidad será necesario la obtención de “concesiones”. Es decir, la celebración del
correspondiente contrato bilateral –en el caso entre el Estado y los profesionales científicos- del que
nacen derechos y obligaciones para ambas partes. No prevé la norma permisos ni autorizaciones, que
constituyen actos unilaterales que permiten su otorgamiento o cancelación discrecional. Se pretende de
este modo evitar arbitrariedades y la conflictividad consiguiente que de ellas resulta obstruyendo el
normal y adecuado desarrollo de la actividad. Más aun, en caso de denegarse la solicitud de concesión,
el organismo provincial debe fundamentar su decisión, a fin de posibilitar su control –principio propio de
todo estado republicano- atendiendo a que el investigador puede apelar la medida.

En esta breve comunicación no formularemos nuevas apreciaciones. Solo nos manifestamos señalando
que la actual ley provincial no cumple ni aún mínimamente con el mandato establecido en el art. 65 de la
Constitución provincial, donde se señala la obligación de las autoridades locales de bregar “...por la
conservación, enriquecimiento y difusión del patrimonio cultural, en especial arqueológico, histórico,
artístico y paisajístico y de los bienes que lo componen, cualquiera sea su régimen jurídico y su
titularidad”.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Propugnamos, por tanto, la elaboración y sanción de una legislación provincial que sea acorde con la ley
nacional marco y con la realidad local y que permita su rápida y eficaz aplicación. Para ello resulta
imprescindible que se tengan en cuenta ciertos aspectos fundamentales en la formación del proyecto de
ley. Un primer paso imprescindible para revertir tal situación, es contar con disposiciones legales que
tengan efectiva validez. Consideramos en este punto, la urgente necesidad de armonizar las
competencias mediante una participación efectiva y amplia de representantes de ambos sectores:
parlamentarios y científicos, ya que estos últimos pueden aportar interesantes apreciaciones sobre las
particularidades distintivas de su objeto de investigación.

La ley nacional 25.743 sancionada el año 2003 ha recibido con posterioridad algunas críticas
suficientemente fundadas en parte de su articulado. De allí que debe tenerse muy presente, no la simple
adhesión a la misma, sino la adecuación a las realidad local provincial, considerando las observaciones
formuladas recientemente a la ley nacional. Además, debería incluir aspectos no contemplados por la ley
nacional. Tal es el caso, sobre la necesidad de realizar estudios de impacto previo a la ejecución de
grandes obras públicas o privadas, contemplando las medidas que se deben implementar.

Finalmente, somos concientes que la sola sanción de una nueva ley no será suficiente para terminar con
el sistemático saqueo y destrucción de yacimientos, la apropiación o bien exportación de importantes
colecciones arqueológicas sin ser analizadas científicamente. De todos modos, es imprescindible
disponer de un instrumento legal, emanado del Poder Legislativo, que esté adecuado a los nuevos
requerimientos que la investigación, protección y conservación de este patrimonio necesitan y por tanto,
que además de validez, tenga eficacia al momento de su aplicación. Debe recordarse siempre aquel
principio constitucional establecido en la segunda parte del art. 19 donde se señala que “Ningún
habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no
prohíbe”.

Para concluir, debemos señalar en forma complementaria, que la situación debe también empezar a
cambiar en campos tan importantes como la educación y la difusión a través de los medios de
comunicación. Esta es una tarea necesaria y más compleja, porque para ello se requiere la voluntad y la
participación de muchos: el Estado, demostrando verdadero interés en gestionar los vestigios de nuestro
pasado americano; los profesionales arqueólogos, participando a la comunidad, en sus respectivas áreas
de investigación, sobre su función y formando conciencia en el medio, de cómo se perjudica el
patrimonio cultural debido a la depredación de los sitios; la incorporación en los programas de formación
docente de mayor espacio destinado al pasado americano y la inserción en los distintos niveles
educativos, de conocimientos sobre las culturas nativas y las consecuencias negativas del saqueo y
comercialización de antigüedades. Estos aspectos, brevemente desarrollados, y otros que se podrían
agregar, intentan solamente ilustrar sobre el largo camino que aún queda por recorrer para alcanzar una
eficaz práctica de la arqueología y una gestión adecuada del patrimonio arqueológico.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
TEMA 6: PATRIMONIO ARTISTICO

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
LA DISTRIBUCIÓN DE LOS BIENES LITÚRGICOS DE LA
COMPAÑÍA DE JESÚS EN CÓRDOBA A PARTIR DE 1767. UN
APORTE DOCUMENTAL

Abdala, Inés
Sartori Moyano, Federico T.

Universidad Nacional de Córdoba


Sub-Gerencia de Patrimonio Cultural y Museos, Agencia Córdoba Cultura,
Gobierno de la Provincia de Córdoba

I. Introducción.

En el Palacio del Pardo y en fecha de 2 de abril de 1767, el Rey de España Carlos III Borbón
firmó el trágico futuro próximo de la Orden de la Compañía de Jesús. Meses después, y en
sobre sellado, llegaría la pragmática orden de expulsar a los jesuitas de sus residencias,
reducciones y colegios en todo el amplio Imperio español. Los expulsos dejaron detrás no sólo
años de trabajo en educación y evangelización, fundamental en su espíritu católico, sino que
además sus bienes muebles inmuebles y semovientes, quedaron sometidos al futuro arbitrio
de los hombres del rey.

Córdoba, capital de la Provincia Jesuítica del Paraguay, era de suma importancia en los planes
de extrañamiento de la Orden; razón por la cual, y previendo cualquier posible resistencia,
Francisco Bucarelli y Ursúa, Gobernador y Capitán General de Buenos Aires, mandó a la
ciudad mediterránea al Capitán Fernando Fabro con 80 soldados de infantería y 5 subalternos
para cumplir las órdenes del monarca. Pero, contrario a sus expectativas, los jesuitas
asentados en Córdoba no ofrecieron rebeldía alguna. Días después, los jesuitas de la región
fueron llevados al puerto de Buenos Aires para ser embarcados en la “Venus” con destino al
exilio. Atrás, quedaba la primera universidad del actual territorio argentino, el Convictorio del
Monserrat, los 6 establecimientos agrícola-ganaderos más productivos de Córdoba del
Tucumán y un bagaje cultural nunca antes, ni después, superado en intensidad y desarrollo.

El estudio del legado jesuítico, tanto material como inmaterial, es tan rico en extensión y
complejidad que los estudios sobre el mismo siguen dando luz a nuevos descubrimientos y
perspectivas. Y es por ello que consideramos que toda investigación al respecto contribuye al

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
conocimiento histórico de esta etapa, fundamental en el pasado sudamericano.

Así entonces, nuestro objetivo es realizar un aporte al estudio del destino del patrimonio
jesuítico de Córdoba y, más específicamente, de los bienes litúrgicos. Dichos bienes
comprendían un amplio patrimonio con tres características que le daban valor, a saber: el
contenido simbólico-religioso, la connotación artística y el valor económico (incrementado por
las piedras y metales preciosos con que muchos de estos objetos fueron confeccionados). Por
esta razón, la Junta de Temporalidades dio una gran importancia al inventario y destino de los
objetos que componían la estructura material de la liturgia. Vestimentas, plata labrada,
imaginería religiosa, cuadros, reliquias, ornamentos y revestimientos de Iglesia fueron
distribuidos con el mismo celo que los esclavos, el ganado y las estancias.

Hemos intentado aquí dilucidar este aspecto de la herencia jesuítica que, aunque restringida a
un campo de estudio limitado, no es menos trascendente por cuanto su relevancia histórica da
cuenta tanto de la mentalidad religiosa de una época como de los intereses económicos
suscitados luego de la expulsión de la Compañía de Jesús.

Así pues, analizaremos en el presente trabajo dos temas que consideramos fundamentales
para la comprensión de la problemática en cuestión. Uno de ellos se refiere a la contradicción
de los inventarios, y posteriormente a la malversación de los bienes, del patrimonio de los
jesuitas expulsos; mientras que el segundo se enmarca en el destino final de dichos bienes
litúrgicos.

II. De Inventarios y malversaciones.

Las fuentes trabajadas en este estudio han sido, básicamente, dos. La primera de ellas se
refiere a la Tasación del Colegio Máximo, realizada en julio de 1769 por el Capitán Fernando
Fabro, en calidad de Teniente de Rey interino y Superintendente de las Temporalidades de los
Regulares expulsos de la Compañía de la ciudad de Córdoba del Tucumán123. La segunda es
un extenso Inventario de los bienes jesuíticos realizado en 1775 por el Obispo y el Gobierno de
Córdoba del Tucumán124, como consecuencia de la fraudulenta administración que de las
temporalidades había hecho el Capitán Fabro.

Como dijimos anteriormente, de estos inventarios sólo hemos tomado lo referente a los bienes
litúrgicos, y de ellos sólo los correspondientes a: Plata Labrada, Vestimentas Litúrgicas, Ternos
y Frontales e Imaginería religiosa (en donde hemos incluido cuadros, reliquias y demás objetos
de culto). Ello se debe a que este trabajo es una primera aproximación al estudio en cuestión,
en tanto que hemos tomado lo más relevante en términos de valor religioso, artístico y
económico.

123
AHPC; Tasación del Colegio Máximo (sin leg.), 1769, f4r.
124
AHAC; Inventario de los bienes de la Compañía; Leg. 43, Nº 3.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
De la comparación entre ambos inventarios resulta sorprendente la diferencia en el número de
objetos tasados. Ello se debe no sólo a la ausencia en 1775 de elementos encontrados
precedentemente en 1769, sino también a la aparición de nuevos objetos en el segundo
inventario, no presentes en el primero.

Como resultado del análisis comparativo de dichos documentos, presentamos a continuación


las divergencias entre los mismos, en la cual pueden observarse las ausencias y/o presencias
de los objetos; al tiempo que podrá comprenderse el valor económico de este patrimonio
debido a su tasación correspondiente.

1. De la plata labrada.
En el Inventario de 1769 realizado por Fabro, el total de objetos de plata labrada inventariada
era de 384, mientras que su tasación total fue, en peso de plata de a 8 reales, de 39.366 pesos
y 5 reales125.

Para 1775, 354 objetos inventariados en 1769 habían desaparecido; es decir que sólo
permanecen presentes 30 de la primera tasación a un valor de 2.429 pesos plata. Perdiéndose,
a su vez, 36.937 pesos plata y 5 reales.

De los 30 objetos restantes, 27 fueron destinados al Sota Síndico126 (valor económico: 2.239
pesos), 1 a la Catedral (valor económico: 118 pesos), 1 al Presidio del Tío (valor económico: 36
pesos) y 1 a la Reducción de los Pampas en el Río IV (valor económico: 36 pesos).

De las cifras otorgadas, se desprende que la pérdida económica producida en 6 años equivale
a un 93,82 % del total inventariado de 1769.

Ahora bien, como dijimos anteriormente, en el Inventario de 1775 aparecen enumerados


objetos que no se encontraban precedentemente tasados en 1769. El número total de ellos era
de 26; de los cuales 2 fueron entregados a la Catedral, 23 al Sota Síndico y 1 al Convictorio de
Monserrat127. Lamentablemente, en este último inventario, los objetos encontrados no fueron
tasados, por lo que se desconoce su valor económico.

Si bien en ambos inventarios cada objeto se presenta extensamente descripto, por la extensión
del presente trabajo, nos resulta imposible presentar dichas descripciones. Pero, a modo
ejemplificativo, diremos que entre los objetos de plata labrada se destacan, en número e
importancia, cálices, candeleros, arañas, custodias, cruces, relicarios, coronas y diademas para
imágenes.

125
En el siglo XVIII el peso de plata a 8 reales correspondía a 27, 46 gramos de plata.
126
La figura del Sota Síndico representaba, en la época colonial, el subalterno del que custodiaba el dinero de las
limosnas.
127
Recordemos que, luego de la expulsión de los jesuitas, el Real Colegio Convictorio de Nuestra Señora de Monserrat
continuó sus actividades, al igual que la Universidad, en manos de la Orden de San Francisco

216
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
2. Vestimenta Litúrgica.
Para las Vestimentas Litúrgicas, en 1769 el total de objetos inventariados era de 333, mientras
que su tasación total fue de 4.020 pesos y 4 reales.

Ya en 1775, 201 (con un valor económico de 1.439 pesos y 4 reales) objetos inventariados en
1769 ya no estaban registrados; es decir que sólo se mantuvieron 132 de la primera tasación a
un valor de 2.581 pesos plata.

De los 132 objetos restantes, 41 fueron destinados a la Catedral (valor económico: 1.781
pesos), 20 a la Iglesia128 (valor económico: 296 pesos), 4 al Convictorio de Monserrat (valor
económico: 21 pesos) y 67 al Sota Síndico (valor económico: 483 pesos).

Así, podemos observar que la pérdida económica producida entre un inventario y otro equivale
a un 35, 80 % del total inventariado de 1769.

Para la vestimenta litúrgica, 46 son los objetos que aparecen enumerados en 1775 y no
encontrados precedentemente. De ellos, 5 fueron destinados a la Catedral y 41 al Sota Síndico.
Al igual que con la Plata Labrada, éstos nuevos objetos no fueron tasados.

De las vestimentas inventariadas, se destacan las casullas bordadas en oro y plata, o bien de
telas tan extrañas a estas tierras como la seda china. Así mismo aparecen en cuantía
dalmáticas, capas de coro, estolas, amitos y albas, todos ellos manufacturados de las más
diversas maneras y con hilos y telas muy variadas.

3. Ternos y Frontales.
En relación a los Ternos y Frontales129 en el Inventario de 1769, el total de los mismos era de
82, al tiempo que su tasación total fue de 13.226 pesos.

Ya en 1775, 30 objetos habían desaparecido (con un valor económico de 1.393); es decir que
permanecen presentes 52 de la primera tasación a un valor de 11.833 pesos plata. De éstos
últimos, 32 pasaron a la Catedral (valor económico: 10.295 pesos plata) y 20 al Sota Síndico
(valor económico: 1.538 pesos plata). Así entonces, la pérdida económica producida en 6 años
equivale a un 10,53 % del total inventariado en 1769.

En 1775 aparecen 35 objetos no registrados en 1769, todos ellos entregados al Sota Síndico y,
como en los precedentes apartados, no fueron tasados.

Se destaca de los objetos inventariados en 1769 un frontal de altar con la siguiente descripción:
Frontal de plata de peso prudencial de 7 arrobas que se tasó con su hechura a 4.200 pesos
plata. Teniendo en cuenta que la arroba equivale a 11,5 Kg., dicho frontal pesaba 80,5 Kg. De

128
Si bien para todos los objetos inventariados aparece “La Iglesia” como uno de los destinos, no se especifica dicha
referencia; por lo que entendemos que posiblemente se refiera al Obispado de Córdoba.
129
El Frontal es una pieza de tela o metal que cubre la mesa de altar, variando en su composición de acuerdo al tipo de
misa; mientras que el Terno hace alusión a un conjunto litúrgico compuesto por: frontal, casulla y demás vestimentas
que acompañan la casulla.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
acuerdo a su descripción, peso y valor, éste no puede ser otro que el ubicado actualmente en
la Iglesia de Santo Domingo de la ciudad de Córdoba. Resulta por demás sugestivo que en
1775, aún teniendo en cuenta sus características ya mencionadas, dicho frontal ni su destino
aparezcan consignados. Ello prueba que muchos objetos de gran valor pertenecientes
previamente a la Compañía de Jesús fueron entregados y/o retirados sin un criterio y
argumento específico.

4. Imaginería Religiosa.
Como mencionamos previamente, hemos hecho abarcativo este término a diversos elementos
de características y usos muy disímiles, pero que en conjunto conforman el legado artístico de
la advocación religiosa. En una investigación más profunda al respecto, puede llegarse a la
dilucidación de más problemáticas que las planteadas aquí.

En el Inventario de 1769, el total de éstos objetos era de 487, al tiempo que su tasación total
fue de 1.711 pesos plata con 1 real. En 1775, de ellos 372 habían desaparecido (con un valor
económico de 1.015 pesos y 3 reales); es decir que permanecen presentes 115 de la primera
tasación a un valor de 696 pesos plata. De éstos últimos, 35 pasaron a la Catedral (valor
económico: 333 pesos plata) y 80 al Sota Síndico (valor económico: 361 pesos plata). Así
entonces, la pérdida económica producida en 6 años equivale a un 59,33 % del total
inventariado en 1769. Cabe destacar que varios bienes no fueron tasados por “ser sagrados”,
es decir, por encontrarse ubicados en los altares, al momento de la expulsión.

Si bien en 1775 aparece una gran cantidad de objetos no inventariados por Fabro 6 años
antes, no los hemos consignado aquí puesto que dicho inventario merece, como dijimos, una
labor de investigación más exhaustiva.

III. De las capillas pobres y sus pedimentos.

La entrega de bienes al Sota Síndico en 1775 tuvo como finalidad repartirlos con posterioridad
a las capillas pobres y oratorios privados de la jurisdicción de Córdoba, como consta en el
documento correspondiente a 1777, adjunto al inventario de 1775. Previo a la entrega de
cualquier objeto, dichas capillas y oratorios debían hacer entrega de un inventario
correspondiente a sus bienes litúrgicos para mostrar así su necesidad y pobreza.

De las peticiones, el Obispado de Córdoba tomó, para entregar bienes, sólo las de 10
lugares, referenciados a modo de Capillas, Curatos y Beneficios. A continuación,
consignamos los lugares beneficiados, sus respectivos representantes y los bienes

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
recibidos130:

* Capilla del Río Tercero Abajo (Cura vicario Don José Pacheco): 4 casullas, 1 capa de coro, 1
alba, 1 frontal.
* Capilla del Río Cuarto (Santiago Arias de Cabrera): 1 Cruz de metal, 3 casullas, 1 alba, 1
amito, 1 sobrepelliz, 1 frontal, 1 misal, 1 cuadernillo, 1 capa de oro, 2 láminas con marco, 1
campanilla de metal.
* Curato del Río Segundo (Don Martín Olmos): 1 cáliz, 2 relicarios de plata, 1 palio, 1 misal,
manteles, 1 sobrepelliz, 3 casullas, 1 frontal.
* Curato del Río Seco (Don Doctor Estanislao López): 1 frontal, 4 casullas, 1 mantel, 1 alba, 1
sobrepelliz, 6 purificadores, 1 amito, 1 cuadro de San Joaquín y Santa Ana, 1 capa de coro.
* Curato de Calamuchita (Doctor Don Luis Santos Pino): 1 terno entero, 4 casullas, 1 capa, 1
copón, 1 cuadro de San Ignacio, 1 cuadro de San Francisco Javier, 1 alba, 1 sobrepelliz, 2
amitos, 6 purificadores, 1 cornualtar.
* Beneficio de Tulumba (Doctor Don Simón Funes) 4 casullas, 6 estolas y manipulo, 2 bolsas
de corporales, 2 frontales, 1 alba, 1 amito, 12 purificadores, 3 corporales, 1 sobrepelliz,
manteles de altar, 1 misal, 2 mallas, 1 cajetilla de plata, tiras de altar.
* Ischilín (Don Tadeo Villarruel): 1 cáliz, 1 cuadernillo, 1 alba, manteles, 1 sobrepelliz, 1 frontal,
3 casullas.
* Beneficio de la Falda (Doctor Don Juan Justo Rodríguez): 5 casullas, 4 frontales, 3 albas, 10
manteles, 2 paños de comulgar, 1 cajita de plata, 1 capa de coro, 21 purificadores, 1 cáliz, 3
custodias, 1 misal, 1 sobrepelliz, 2 cornualtares, 1 palia.
* Curato de la Punilla (Don Atanasio Cabrera): 4 casullas, 1 alba (A María de Olmos para la
Capilla de Nuestra Señora de los Dolores), 1 alba, 1 sobrepelliz, 8 purificadores, 1 paño de
comulgar, 1 frontal, 1 cajeta de plata.
* Curato de Traslasierra (Don Bernabé Moreno): 2 casullas, 1 alba, 1 cáliz, 1 sobrepelliz,
manteles, 6 purificadores, 1 cornualtar.

IV. Conclusiones.

Del primer análisis se destaca el hecho de que, sumando la tasación final de 1769 de los cuatro
grupos patrimoniales y comparándolos con el valor monetario de los objetos desaparecidos
para 1775, el porcentaje total perdido fue del 84,39 %. Así, estos cálculos estarían
comprobando la consabida hipótesis de que el Capitán Fernando Fabro malversó el patrimonio
jesuítico de Córdoba, no inventariando correctamente los bienes y haciendo desaparecer
muchos de ellos131. Teniendo en cuenta el valor económico de los mismos, cabe suponer que
el destino final fue el acrecentamiento del capital privado del propio Fabro o bien delinquiendo

130
AHAC; 1777, Leg. 43, Nº 6.
131
AHPC; Papeles y diligencias pertenecientes a Temporalidades y Real Junta Municipal (sin Leg.).

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
él para terceros aún desconocidos.

Así mismo, el que gran cantidad de los objetos nuevamente inventariados en 1775 hayan
pasado a manos de la Catedral, da cuenta de que una parte importante del actual patrimonio
artístico- religioso perteneciente al clero secular de Córdoba, proviene de la Orden de la
Compañía de Jesús. Y, como en el caso del frontal de plata labrada y de otros objetos no
consignados aquí, una parte de los bienes antiguos que revisten las iglesias de otras Órdenes
en Córdoba perteneció, hasta 1767, a los jesuitas.

Para el segundo análisis vemos, en relación a los bienes otorgados al Sota Síndico, los dados
a las capillas y oratorios representa una parte muy escasa de los mismos. De cualquier
manera, gran parte de los bienes restantes fueron vendidos para comprar diversos elementos
con destino a dichas capillas pobres, más necesarios que vestimentas de misa o imaginería132.

Este trámite administrativo de fines del siglo XVIII da cuenta de una cristalización del estado
patrimonial-religioso de gran parte de las capillas del interior de la actual Provincia de Córdoba
(algunas hoy desaparecidas). Por su extensión, nos limitamos a nombrarlas (en nota al pie de
pág.), dejando a futuro su consiguiente estudio133.

Bibliografía

- FURLONG CARDIFF, Guillermo; Historia Social y Cultural del Río de la Plata (1536 – 1810); 3 Tomos; Buenos Aires,
1969, Tipográfica Editora Argentina.

- GORI, Iris; BARBIERI, Sergio; Iglesia y Convento de San Francisco de Córdoba; Córdoba, 2000; Academia Nacional
de Bellas Artes (Gob. De la Pcia. de Córdoba).

- GRACIA, Joaquín S.J.; Los Jesuitas en Córdoba; Buenos Aires, 1940, Espasa-Galpe S.A.

- Lozano, Pedro: Historia de la Compañía de Jesús en la Provincia del Paraguay, Madrid, 1754.
- PATELLS, Pablo: Historia de la Compañía de Jesús de la Provincia del Paraguay (Argentina, Paraguay, Uruguay,
Perú, Bolivia y Brasil) según los documentos originales del Archivo General de Indias. Madrid, 1915.
- SALE, Giovanni S.J. (Ed.); Ignacio y el Arte de los Jesuitas; Milán, 2003; Ediciones Mensajero.

132
AHAC; 1777, Leg. 43, Nº 4.
133
Cap. del Río Tercero Abajo, Parroquia de Fraile Muerto, Parroquia del Río Cuarto, Cap. de San José en el paraje de
San Bernardo, Cap. de la Punta del Sauce, Vice-parroquia Nuestra Señora del Rosario del Río Cuarto, Curato de Río
Tercero Arriba (Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción de la familia Rodríguez, Vice-parroquia de Nuestra Señora
del Rosario de la Punta del Agua, Cap. de San Luis del Monte, Vice- parroquia Nuestra Señora del Rosario de
Puestos), Cap. de Olaen, Cap. del Señor San José, Cap. de San Roque, Cap. de San Antonio de Casa Grande, Cap.
de San Antonio de lo de Juan de Cevallos, Cap. de San Antonio del Monte, Cap. del Señor San Marcos, Cap. de
Siquiman, Cap. de Soto, Cap. del Pueblo de Pichana, Cap. de la Higuera, Cap. nombrada La Candelaria, Cap. de
Ávalos, Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación de Humampa, Cap. del curato de Ischilín (Cap. de Nuestra Señora
del Rosario, Cap. de San Esteban, Cap. de San Pedro, Cap. de Copacabana), Parroquia de San Vicente, Curato del
Río Seco (Cap. de Nuestra Señora del Rodario en el Río Seco, Cap. de San Francisco Solano en el Chañar, Cap. de
Nuestra Señora de la Candelaria en Caminiaga), Curato de Traslasierra (Cap. de Panaolma, Cap. de Ambul, Cap. de
Salsacate, Cap. de las Palmas, Cap. de Pocho, Vice-parroquia de San Juan de los Talas, Vice-parroquia y capilla de
San Francisco Javier, Cap. de San Juan del pueblo de Nono, Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de los
Ranchos), Cap. de Nuestra Señora del Pilar de Río Segundo, Cap. de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción
que llaman de Moncada del Río Segundo, Cap. de Nuestra Señora de la Concepción de La Cañada llamada de
Ramallo, Cap. y vice-parroquia de Santa Rosa de Lima frontera del Río de Córdoba, Cap. de Nuestra Señora del
Rosario del Río Primero, Cap. de N. Señora del Rosario de Calamuchita, Cap. de Nuestra Señora del Rosario en el Río
de San Agustín, Cap. de Ntra Sra. de las Mercedes en el Río de la Cruz. (AHAC, 1777, Leg. 43, Nª5.)

220
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
MEMORIA XXI:
RECUPERANDO EL PATRIMONIO ARTÍSTICO DE LOS CORDOBESES

Erica Almirón
Felicitas Aubert
Gonzalo Biffarella
Jorge Gonzalez

Museo Municipal de Bellas Artes “Dr. Genaro Pérez”, Ciudad de Córdoba

Contexto
El Museo Municipal de Bellas Artes Dr. Genaro Pérez, atesora una colección de más de 700 obras, que
testimonian casi dos siglos del arte de los argentinos.
Esta colección se inserta en el marco de una las más ricas tradiciones culturales de nuestro país. La
Academia Nacional de Bellas Artes ha expresado que Córdoba posée el 80% del patrimonio artístico
colonial de toda la Argentina. Esto posiciona a Córdoba como la ciudad con mayor potencial para
desarrollar las industrias relacionadas con el turismo cultural.

Taller de Restauración
El Taller Escuela Municipal de Restauración “Domingo Biffarella”es un grupo de gestión independiente,
que es administrado por la Asociación de Amigos del Museo Dr. Genaro Pérez, (Decretos Nº 346 serie
“B” de 1992 y Nº 218 serie “B” de 1994). Este Taller ha recuperado un importante número de obras del
patrimonio pictórico de los argentinos, ya son más de 400 obras.
Éste es el único Taller - Escuela en nuestro país en el cual desde hace más de 15 años, nuestros
técnicos en restauración de pintura han sido formados en esta compleja y exigente disciplina por
restauradores de primer nivel como lo son Rafael Palermo, ex Director del Taller del Museo Nacional de
Bellas Artes, Lambertus Vercouteren, Restaurador de la colección de la Reina de Holanda y Miembro de
Honor del Comité Internacional de Restauración, Mauricio Copedé , experto italiano Director de la
Escuela de Restauración de Papel del Palacio Spinelli de Florencia y Alejandro Bustillo, quien fuera
Director de Tarea, el Taller de Restauración de la Fundación Antorchas. En la actualidad el Taller es
dirigido en forma conjunta por la Prof. Erica Almirón y la Lic. Felicitas Asbert.
En el año 2000 Córdoba ha sido distinguida por la UNESCO, designando “Patrimonio de la Humanidad”
a los bienes Jesuíticos de nuestra provincia. Y ha sido nuestro Taller de Restauración, a través de un
convenio con La Comisión Nacional de Museos, de Monumentos y de Lugares Históricos, él que ha
encarado la recuperación de las pinturas más valiosas de ese patrimonio.
Sin dudas una de las tareas más importantes para preservar nuestra memoria, es la de restaurar y

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
conservar el patrimonio artístico que las generaciones anteriores nos han legado, como así garantizar el
disfrute de esos bienes por parte de la sociedad
Así han pasado por nuestro Taller gran parte de la colección permanente del Museo Municipal de Bellas
Artes Dr. Genaro Pérez, permitiendo que hoy sea considerada como una de las mejor conservadas del
país. Así también hemos tratado obras del Museo de Arte Religioso Juan de Tejeda, del Museo San
Alberto, del Cabildo Histórico, del Museo Obispo Salguero, del Museo Caraffa, del Museo Sobre Monte y
de las principales iglesias de nuestra provincia, entre las que se destacan, La Iglesía de la Compañía de
Jesús y la Catedral de Villa María.

Principales líneas de acción


El taller de restauración cuenta con cuatro salas ubicadas en el primer piso del Museo Municipal de
Bellas Artes Dr. Genaro Pérez, las cuales están acondicionadas para el dictado de los cursos y para las
resolver las más diversas problemáticas que presentan las obras que allí son tratadas.
Principales lineas de acción
Formación: destinada a la instrucción de nuevos especialistas. Los cursos se dictan a lo largo de un
período de cuatro años. Esta capacitación se complementa con visitas de profesionales de reconocida
trayectoria que comparten nuevas miradas sobre temas específicos (Master Class).
Producción: encaminada al abordaje específico sobre las Obras de Arte que son tratadas en el Taller. En
la actualidad más de 400 obras han sido intervenidas.
Extensión: cuyo objetivo es la transferencia de conocimiento relacionados con la conservación y
restauración de bienes culturales. Estas actividades están dirigidas a públicos diferentes, tales como:
restauradores, responsables técnicos de museos, asociaciones de amigos de museos y público en
general.
Investigación: acorde a los casos tratados se llevan adelante documentaciones y análisis relacionados
con el comportamiento de diferentes materiales implicados.
Gestión de Proyectos: en coordinción con la Dirección del Museo Dr. Genaro Pérez y su Asociación de
Amigos, se generan proyectos integrales de conservación y restauración, de alto impacto social, que
abarcan las siguientes etapas: a) el relevamiento del estado de conservación de colecciones
pertenecientes a instituciones públicas, b) el diagnóstico, c) el diseño de un plan de acción y d) la gestión
y la búsqueda de fondos para la realización del mismo.

Principios y criterios para abordar el trabajo de restauración

Conceptos básicos:
El objetivo de todo proceso de Conservación – Restauración, es devolver a la Obra de Arte su unidad
física – estética - histórica.

Los materiales utilizados deben cumplir con dos requisitos fundamentales: ser reversibles, es decir, que
de ser necesario, su remoción sea simple y no afecte al original y estables, que con el paso del tiempo,
no se produzcan cambios importantes en su naturaleza.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Principio de la “mínima intervención”, es decir, la menor manipulación posible del original, realizando los
procesos justos y necesarios para cumplir con el objetivo del reestablecimiento de la unidad de la Obra
de Arte.

Primeros acercamientos:
Se debe realizar con anterioridad a la intervención un estudio exhaustivo de la Obra, acompañado de
fotografías, auxilio de instrumentos ópticos y un estudio acerca de la historia, de la imagen y del estilo en
el cual se enmarca, ya que las conclusiones de los mismos permitirán definir el tratamiento a realizar.

En cuanto a la consolidación:
Las “craqueladuras” son la muestra visible del envejecimiento de una pintura. Cuando se realiza una
obra pictórica, los materiales utilizados son plásticos, y se adaptan a los movimientos producidos por la
tela. Con el paso del tiempo estos materiales se vuelven rígidos y quebradizos, formando redes de
grietas a las que llamamos craqueladuras. Éstas son necesarias para mantener el equilibrio estructural
de la obra, por esta razón no se intervienen, muchas veces se encuentran acompañadas por
“desprendimientos” de la pintura, los cuales sí se fijan o consolidan. Cuando estos desprendimientos no
son fijados, se produce un faltante o merma el cual es intervenido, realizando un estuco para nivelar esa
laguna y asi poder efectuar el retoque.

En cuanto a la reintegración del color:


El retoque no debe colocarse sobre el material original, debe ser identificable y realizarse mediante
puntos o “trateggio” (pequeñas rayas) utilizando materiales propios de la restauración (reversibles y
estables).

En cuanto al recubrimiento protector:


En todas las Obras se aplica, finalmente, una película protectora, generalmente barnices sintéticos que
tienen la particularidad ser muy estables en el tiempo y no alterar la calidad óptica del original.

Proyecto MEMORIA XXI

Este programa se propone recuperar un importante número de obras claves del patrimonio artístico de
Córdoba, catalogarlas y darlas a conocer a la sociedad toda. Memoria XXI es un proyecto que nos
permite aunar los esfuerzos de las personas, instituciones, comercios y empresas, preocupados por el
desarrollo cultural y económico de nuestra ciudad.

Formar
El Taller Escuela “Domingo Biffarella”, es el único centro de formación de restauradores de
pintura sobre tela en la República Argentina. A lo largo de cuatro años, jóvenes egresados de Escuelas
de Artes de todo el país, se capacitan para proteger y poner en valor las obras que integran la memoria

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
artística de los argentinos.

Restaurar
A través del Taller de Restauración del Museo Dr. Genaro Pérez, hemos encarado decididamente la
recuperación de las principales obras de arte pertenecientes al patrimonio cultural de los cordobeses, las
que en su mayoría se encuentran en los museos e iglesias del área céntrica de la ciudad.
El grupo de obras será apadrinada por un sponsor exclusivo, el que unirá en forma permanente su
nombre a la posterior exhibición y a toda acción ligada a la difusión de la obra (videos, libros, CD Rom,
Internet, afiches, tarjetas postales y un avisador en la sala de exhibición).
Además, la empresa que apadrine el proyecto contará con la sede del Museo para que en determinadas
fechas del año realice encuentros o reuniones con personas de su interés, ya sean socios, empleados o
clientes, en un espacio jerarquizado para sus eventos empresariales.
Las obras recuperadas por el programa Memoria XXI, serán expuestas en espacios públicos, que
integran un circuito turístico-cultural, y potenciarán considerablemente la oferta que en el rubro presenta
nuestra ciudad.

Catalogar
El programa Memoria XXI contempla la catalogación digital de todas las obras que sean
recuperadas por el Taller Escuela de Restauración.

Difundir
Las obras recuperadas por el programa Memoria XXI, serán expuestas en espacios públicos,
que integran un circuito turístico-cultural, potenciando así considerablemente la oferta que en el rubro
presenta nuestra ciudad.
Este trabajo de catalogación y difusión se complementará con la edición de un CD Rom y el
diseño y mantenimiento de un Web Site, particularmente pensado para desarrollar una tarea pedagógica
en el ámbito de las escuelas primarias y secundarias.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
INVENTARIO DEL
PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO DE IGLESIA LAS FLORES

Arq. Silvana Molina

Instituto de Teoría, Historia y Crítica del Diseño, F.A.U.D.


Universidad Nacional de San Juan.

El presente trabajo se desarrolla dentro del marco de una Beca de Investigación durante los años 2004 -
2006 otorgada por el CICITCA, categoría Perfeccionamiento bajo el titulo de “Inventario del Patrimonio
Arquitectónico de Iglesia. Las Flores”, cuyo director fue el Arquitecto Nello Raffo,

Hipótesis:
Este pequeño pueblo ubicado a los pies de la precordillera, representaría un "Pueblo
Histórico", ya que por sus características de pueblo rural de antigua data estancado en
su desarrollo, ha limitado su renovación urbana y edilicia, cristalizando una situación
ambiental predominante que corresponde a épocas pasadas de su crecimiento, lo que
ha conformado el Patrimonio Arquitectónico heredado de tales épocas producto de un
florecimiento de dos actividades tradicionales en el norte de la provincia como eran el
cultivo de trigo y alfalfa y consecuentemente la producción de harina y engorde de
ganado y su comercialización en Chile. Este Patrimonio puede ser rescatado en su real
dimensión.

Objetivo General
Desarrollar modos de acción que originen en la comunidad y sus instituciones el interés por la valoración
del Patrimonio, Natural, Cultural y Arquitectónico del departamento de Iglesia.

Objetivos Particulares
• Registrar mediante la ejecución del Inventario, los lugares y Patrimonio construido que resulten
pertinentes con los propósitos del proyecto.
• Analizar los hechos registrados, para la determinación de su valor histórico, estilístico y
significativo.
• Determinar la designación del Bien Patrimonial de los hechos observados y valorados para su
preservación, conservación, refuncionalización o reciclaje.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
• Consolidar en la comunidad el interés por la permanencia del Patrimonio Arquitectónico propio,
mediante la difusión de los alcances de este proyecto.
• Elaborar el catálogo patrimonial de la Arquitectura que resulte de las conclusiones de este
proyecto.
• Potenciar las riquezas naturales y socioculturales, como base del desarrollo sustentable del
lugar.

El departamento de Iglesia esta ubicado en el noroeste de la de la provincia de San Juan.


Sus limites son al norte, la provincia de La Ríoja, al este la provincia de La Ríoja y Jachal, al sur
Calingasta y al oeste la Cordillera de Los Andes, que lo separa de la república de Chile.
ƒ El departamento tiene una extensión de 20.266 km². Está recorrido por el valle longitudinal que
se extiende por todo el oeste de la provincia de San Juan y se continua en la provincia de Mendoza.
El clima es de tipo árido de montaña, caracterizándose por los inviernos muy fríos y veranos frescos, con
escasez de lluvias en verano y temporadas de sequías en invierno. Su vegetación es xerófila con
arbustos y pequeñas plantas que sirven de alimento a los guanacos, roedores y aves de la zona.

El suelo es fértil pero depende para la vida totalmente del agua de riego proveniente de los ríos y arroyos
cordilleranos, cuyo caudal es fluctuante, o de las vertientes. En cada lugar que llega el agua se forma un
micro-oasis y encontramos un asentamiento humano. Por lo tanto la población está muy dispersa. Las
mayores concentraciones se encuentran en Iglesia y Rodeo y en menor medida en Las Flores, Tudcum,
Angualasto y Bella Vista.

El Departamento tiene excepcionales condiciones para la agricultura especializada y la ganadería


intensiva, y la posibilidad de industrializar frutas, hortalizas y verduras, aunque el cultivo más importante
es la alfalfa. Pero sería necesario sistematizar y mejorar el aprovechamiento del agua. Además la
principal riqueza actual de Iglesia es la minería.

Pero a pesar de las posibilidades naturales, la población en los últimos tiempos está en un constante
decadencia. Fundamentalmente se produce el clásico éxodo a las grandes ciudades, por la escasez de
fuentes de trabajo, la falta de nuevos emprendimientos productivos y radicación de capitales de riesgo,
por la ausencia o escasez de los atractivos que el progreso tecnológico ha permitido en las grandes
concentraciones urbanas, y en el fondo algo más sutil y preocupante, la pérdida del amor a la tierra y a
las tradiciones, el querer ser algo distinto y renegar de su historia, desconocerla y por lo tanto no
valorarla. Mi aporte pretende paliar en algo esta situación problema, por lo menos dejando plasmada
parte de la memoria de este pedazo del paraíso que bien podría ser considerado una de las reservas de
la humanidad.

Las actividades mencionadas se han desarrollado a lo largo de la historia del Departamento, con
momentos de auge o de decadencia producidos por las fluctuaciones climáticas ya mencionadas o por
cambios en la política tanto a nivel regional como nacional. No es objeto de este trabajo analizar estos
cambios pero algunos se harán evidentes a través de las concreciones que hoy constituyen el patrimonio
arquitectónico.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
Históricamente, luego de la llegada de los españoles a la provincia, 1562, Iglesia fue colonizada más
lentamente que el Valle de Tulum, donde se asienta la ciudad de San Juan, cuya corriente colonizadora
provenía de la Capitanía General de Chile.

Parsimoniosamente, Iglesia recibió aportes poblacionales a su originaria población aborigen, desde los
centros poblados cuyanos y sobre todo desde Chile.

Y en esto fue fundamental el aporte de la obra de la Iglesia, que mucho antes de al efectiva fundación de
los pueblos, los misioneros de diversas ordenes, empezaron a recorrer las zonas alejadas, reduciendo a
pueblos los naturales habitantes a partir de la fundación de las llamadas doctrinas que con motivo de la
evangelización emprendían la obra civilizadora que excedía lo estrictamente religioso.

Estos son los orígenes históricos más remotos. Los lugareños actualmente no recuerdan estos hechos
como fundadores, sino los relacionados con la entrega de las mercedes reales a los considerados
primeros pobladores que se hicieron propietarios en la segunda mitad del siglo XVII. Tampoco hay
acuerdo al respecto porque otro grupo opina que habría que adoptar la fundación de uno de los centros
más poblados como Rodeo, en 1835, como aniversario fundacional.

Administrativamente, Iglesia ha pertenecido a un solo Departamento junto con lo que es hoy Jáchal,
desde la fundación de este hasta el año 1869 en que se separaron jurisdiccionalmente aunque no en los
hechos, porque Iglesia siguió dependiendo de Jáchal en la satisfacción de algunas de sus necesidades,
dado que éste había alcanzado un desarrollo mayor.

Encontramos aquí una austera arquitectura en barro que ha perdurado en el tiempo,la historia misma es
un devenir, no es estática, y siempre se realimenta de sus experiencias pasadas. Así, la Historia de la
Arquitectura de Tierra nos muestra que las técnicas fueron evolucionando y se fueron adecuando a lo
largo del tiempo a las necesidades del lugar y de los usuarios y productores. La arquitectura en barro ha
enseñado que es posible continuar usando un material a través de los siglos. Que ello no coarta el
diseño. Que con ello se consiguen conjuntos unitarios y orgánicos. Y que finalmente, la participación
oportuna y pertinente comunitaria en la conservación de los hitos arquitectónicos de una localidad,
revaloriza las antiguas técnicas que por lo general también son las de otros edificios del lugar.
Si hoy miramos a este patrimonio modesto, no es tanto por lo que ellos puedan mostrarnos en su
“estética”, sino porque ellos nos ofrecen una importante lección de arquitectura.
La identificación del patrimonio arquitectónico, requiere una metodología de registro,
documentación y evaluación de su estado de conservación que varia en función de las tipologías
de bienes culturales.

La concientización es un proceso de conocimiento que acompaña a al sociedad, al abrir y


descubrir caminos a los individuos frente a la realidad cotidiana.

La identidad y carácter de un pueblo no solo están dados por su asentamiento físico sino también por
sus características sociológicas, por este motivo es que se torna necesaria la defensa del patrimonio
cultural, conservando los valores que son de fundamental importancia para afirmar la personalidad
comunal y aquellos que tienen un auténtico significado para la cultura del lugar y la región.
El proyecto se realizó bajo la confección de un inventario de los distintos lugares y objetos que
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
representen el patrimonio natural y cultural de los Valles Iglesianos, científicamente valorado, para
contribuir al conocimiento, difusión y apreciación de su significado, basado en la valoración, recuperación
y preservación, para diferentes funciones ya que estos testimonios vivos de épocas pasadas, adquieren
importancia vital para los habitantes que encuentran en ellos la expresión de su cultura, y al mismo
tiempo uno de los fundamentos de su identidad.
El principal aporte de este proyecto a la cultura concreta del lugar fue dejar un registro debidamente
legitimado del Patrimonio Arquitectónico, detectado y que mediante un adecuado proceso metodológico
y posterior difusión de los resultados que contribuirá al conocimiento y apreciación de su significado, su
recuperación para diversos usos o reciclajes programados para diferentes funciones. El Hombre busca
un reencuentro con sus raíces para descubrir y afirmar su identidad cultural, ello se refleja en el
conocimiento del patrimonio tangible e intangible. El patrimonio arquitectónico constituye el cimiento
más fácilmente perceptible a partir del cual se manifiesta nuestra identidad sobre la cual se generaron y
desarrollaron sociedades, es el resultado de una memoria asumida como herencia común.
En estas áreas ubicadas al pie de la cordillera, el patrimonio arquitectónico se encuentra especialmente
expuesto a diversos grados de deterioro, de vejez prematura o de total abandono. Este efecto
menoscaba en forma directa las muestras de la historia de la arquitectura., revela así la ausencia de una
actitud de compromiso en la

s
alvaguarda de aquellos valores.
Frente a ello se hace necesario afirmar el concepto generacional de esa sociedad, reivindicando su
esencia y con ello su propia imagen; de allí la urgencia de tomar posición, manteniendo y afirmando el
concepto y carácter de lo regional, de los propios rasgos culturales., o lo que es la permanente

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
preocupación por la defensa de la identidad.
Los objetos arquitectónicos y sus sitios son parte inseparable de aquella cultura concreta del lugar.
Para lograr la protección de los Bienes Culturales la ejecución del INVENTARIO es el paso previo
indispensable.
El INVENTARIO Permite evaluar la existencia a través de la observación directa de estos edificios
modestos construidos en tierra.
El departamento de Iglesia posee un paisaje de singular belleza, acompañado de un importante atractivo
natural como son las fuentes termales y de un patrimonio arquitectónico que ha perdurado en el tiempo.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
EL PATRIMONIO HISTORICO ARQUITECTÓNICO DEL BANCO
DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Acciones de protección del patrimonio cultural

Ing. Agustín Enrique San Martín


Arq. Rubén Eduardo Vera

Archivo y Museo Históricos del Banco de la Provincia de Buenos Aires “Dr.


Arturo Jauretche

Los orígenes de la Banca en la Argentina se remonta a los primeros años del siglo XIX, si bien
anteriormente existieron prestamistas privados, negociaciones de letras de cambio entre empresarios e
intentos no logrados de fundar establecimientos bancarios, la actividad financiera deja su carácter
fragmentario, cuando en 1822 los comerciantes de Buenos Aires, convocados por el gobierno provincial,
acordaron constituir un Banco de giro, organizado como sociedad anónima privada, con promoción y
privilegio del Estado.

La asamblea fundacional se realizó el 15 de enero de 1822, en el antiguo edificio del Real Consulado de
Buenos Aires ubicado en la actual calle San Martín 137; el siguiente 6 de septiembre, inició sus
operaciones con el nombre “Banco de Buenos Aires” en un sector de la “Manzana de las Luces”, donde
permaneció durante más de cuatro años, hasta regresar, a comienzos de 1827, al mismo edificio donde
había sido fundado y de cuyo solar no volvería a alejarse. A partir de allí, pasó por varias instancias
organizativas y de denominación, hasta que en 1863 fue denominado con su nombre actual de “Banco
de la Provincia de Buenos Aires”.

En 1867, se aprueba el proyecto de los arquitectos Hunt & Schroeder para la nueva sede central, que
sería implantado en el mismo solar del Consulado, el edificio se habilita en 1874; este mismo estudio
diseñó las sucursales de San Nicolás de los Arroyos, Mercedes y Dolores; hacia 1870 existían nueve
filiales en otras localidades bonaerense y se emprendió, conforme con una ley provincial, el primer plan
de obras de esta institución. En su conjunto las sucursales de Hunt estaban diseñadas en un lenguaje
neorrenacentista italiano, a la manera victoriana, con lo cual se destacaban notoriamente de las
características predominantes en el panorama urbano de las poblaciones bonaerense de esa época, en
general las sucursales bancarias resaltaban en el conjunto del perfil urbano por su mayor altura,
concordante con las grandes dimensiones del salón operativo.

A lo largo de la historia del Banco, se han construido una gran variedad de tipologías, desde la
monumental Casa Central en la city bancaria o la Casa Matriz de La Plata de Juan A. Buschiazzo y Luis
A. Viglioni, hasta sucursales de menor escala dispersas en el interior de la provincia, lo cierto es que
actualmente el Banco cuenta con un importante número de sucursales históricas, que conforman un

230
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
patrimonio arquitectónico relevante, no solo para nuestra institución, sino que conforman un hito
destacado dentro del centro cívico de cada localidad bonaerense.
Obviamente que en todos estos años de crecimiento y desarrollo, se han producido obras que se
ajustaron a las corrientes estilísticas o diferentes lenguajes arquitectónicos que imperaban en cada
época, por lo tanto en las aproximadamente seiscientas sucursales que integran nuestra institución,
podemos contar con una gran variedad de lenguajes arquitectónicos. En la Serie Histórica, fascículos
que edita el Banco sobre la historia de nuestras sucursales, el Dr. Arq. Alberto de Paula nos dice que
“…desde principios del siglo XX hasta la década del 30, por los sucesivos arquitectos del Banco, Luis B.
Rocca, Pablo Hary y Atilio J. Rocca (hijo del primero); en general, la elección de lotes en esquina, con
ubicación de la entrada principal sobre la ochava, y la distribución a veces simétrica de ventanales hacia
uno y otro frente (…) recuerdan el empleo generalizado del estilo Luis XIV; pero en la resolución interior
no se sigue un gran eje compositivo, sino que se agrupan los diversos elementos en forma de L, una de
cuyas alas es el salón operativo, en tanto la otra agrupa la gerencia, sala de espera, secretaría y otras
dependencias, formándose en el interior del terreno un patiecito, junto al cual se distribuyen las
dependencias de servicio, como también el tesoro al cual se da acceso desde el salón operativo. La obra
puede estar resuelta en una o dos plantas; en el primer caso, se sitúa la vivienda del gerente al lado del
edificio bancario, del cual se diferencia por su menor altura; en el segundo caso, la vivienda se ubica en
planta alta. Era habitual jerarquizar la entrada principal en la ochava, con una escalinata y un pórtico. En
mayor o menor grado, esta tipología fue utilizada también por muchos otros establecimientos bancarios,
privados y estatales, no solo para la resolución funcional de sucursales, sino también para casas
matrices…En general, a lo largo de las décadas del 30, del 40 y aún del 50, la arquitectura bancaria
argentina fue viviendo un proceso de despojo ornamental que, en un principio, fue desde las
ornamentalmente lujosas del estilo Luis XIV, hacia las más austeras del Neoclacsicismo Luis XVI; incluso
se han dado casos de remodelaciones de edificios con cambio de su ropaje estilístico, como ocurrió con
la sucursal Azul del Banco de la Provincia de Buenos Aires, proyectada en el primer estilo por el
arquitecto Luis B. Rocca en 1911 y ampliada y remodelada en Luis XVI por su hijo, Atilio J. Rocca, en
1934. Son muchos los ejemplos análogos que podríamos citar, como también de la pérdida creciente del
sentido de monumentalidad que puede verificarse en muchas sucursales bancarias, ya hacia los años
50…“, vamos a encontrar también sucursales art decó, obras de arquitectura moderna y además una
etapa más reciente donde se impone el lenguaje posmoderno.
No podemos omitir, a fuerza de honestidad, que frente a cambios operativos, especialmente en la
modalidad de atención al público que se generalizaba entre toda la banca argentina, el Banco de la
Provincia de Buenos Aires para mantenerse en mercado y más aún, como institución líder, no podía
quedar fuera de esta nuevas corrientes de comercialización, por lo tanto, aparecen nuevas modalidades
de funcionamiento, esto hace que los programas de necesidades reclamen importantes superficies de
uso, desencadenando una corriente de reformas que muchas veces atentaban contra edificios de gran
valor histórico.
El resultado: perdimos un sinnúmero de sucursales que fueron demolidas para dar lugar a nuevos
edificios que respondían a estas nuevas necesidades. Pero también hemos tenido la oportunidad, en
algunos casos, que a través de convenios con municipalidades, se cedía el edificio histórico a la

231
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
municipalidad para un destino determinado, a cambio que esta nos aportara un terreno en una
implantación estratégica, para construir una sucursal acorde a las nuevas superficies requeridas.
Muchas veces también, se han realizado ampliaciones en las sucursales existentes, con los más
variados resultados de intervención, de esta forma hemos podido además, conservar –aunque no todos
los edificios en propiedad del Banco- muchos edificios de gran valor patrimonial.
Así llegamos a la década del 80, en noviembre de 1984 se da comienzo a un proyecto de investigación
“El Banco de la Provincia de Buenos Aires, su contribución a la consolidación histórica y cultural
bonaerense”, desarrollado por el Instituto Argentino de Investigaciones de Historia de la Arquitectura y el
Urbanismo, bajo el patrocinio de la Fundación del Banco de la Provincia de Buenos Aires; este
importante trabajo fue realizado por un equipo de investigadores, y abarcó el estudio del origen de las
más antiguas sucursales de este Banco, como también la evolución de varias de ellas, analizadas desde
el punto de vista de su jerarquía arquitectónica, de la impronta que asumen en el paisaje urbano, y de la
proyección que han ejercido, de diversos modos, en la consolidación de la economía y de la cultura
propias de las diversas regiones bonaerenses.

Este proyecto de investigación, desencadenó una serie de acciones tendientes a la protección, y


salvaguarda de nuestro patrimonio arquitectónico, por ejemplo:
1. En el año 1985 se han realizado las “Jornadas de Historia de Arquitectura Bancaria”, en este
encuentro han participado profesionales de todo el país y de países latinoamericanos; estuvieron
representados 26 bancos argentinos, estatales y privados y diversas entidades públicas, culturales y
universitarias. En el acto de apertura la titular del Instituto Argentino de Investigaciones de Historia de la
Arquitectura y el Urbanismo la Arquitecta Marina Waisman destacó “...la necesidad de mantener vivo los
antiguos edificios bancarios, aclarando que no constituye una meta ideal el mantenimiento de meras
cáscaras arquitectónicas, ni su transformación en museos dándole un valor relativo, sino que deben
pertenecer a la sustancia de la vida de la ciudad, dado que constituyen entes esencialmente urbanos y,
como tales, son parte de la memoria social y afirman su propia historia y tradición, sin olvidar que tienen
un valor económico que no es lógico desperdiciar, para conseguir otro nuevo que no asegure su
resultado...”.
2. En la misma jornada, el Arquitecto Ramón Gutiérrez, director del programa “El Banco de la
Provincia de Buenos Aires, su contribución a la consolidación histórica y cultural bonaerense”, entregó al
presidente del Banco Dr. Aldo Ferrer, el estudio terminado con las conclusiones respectivas, y además
propuso al Presidente del Banco la declaratoria de veintidós inmuebles de su patrimonio como “edificios
de interés histórico”. Además en la jornada, se firmó una “Carta de Intención” suscripta por los bancos
más importantes del país donde “...convienen en declarar su intención de desarrollar en el ámbito de sus
respectivas instituciones, políticas de preservación del patrimonio arquitectónico. Con ello se proponen
salvaguardar los valiosos testimonios edilicios y urbanos, concretados a través de varias generaciones
para el conjunto de sus casas y sucursales, entendiendo prestar así un útil servicio a la memoria
histórica de las ciudades y provincias argentinas y a la cultura de nuestro país. En tal espíritu, las
acciones de esta política preservacionista serán convenidas con la Comisión Nacional de Museos y
Monumentos y Lugares Históricos, a fin de afirmar una unidad de criterio en todo el ámbito de la
Nación...”

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
3. En noviembre de 1985, el Directorio del Banco de la Provincia de Buenos Aires, emite una
Resolución en cuyos considerandos se señala la importancia y el efecto que produjo el programa de
investigación y las jornadas, también se indica que en las conclusiones, se recomienda a nuestro Banco
la aprobación de la nómina de sucursales, para su declaratoria de interés histórico, y que tal declaratoria
significa la iniciación de una política cultural de conservación del patrimonio edilicio, hasta ahora no
considerada... En este documento se resuelve, entre otros, constituir una “Comisión de Preservación del
Patrimonio Histórico Arquitectónico del Banco de la Provincia de Buenos Aires” integrado por arquitectos
de alto rango de la Gerencia de Administración (área encargada de proyectos y reformas de casas y
sucursales) y por arquitectos directivos del Archivo y Museo Históricos “Dr. Arturo Jauretche”. Las
finalidades de esta Comisión eran: a) efectuar un inventario patrimonial de los edificios que se proponen
para ser declarados de interés histórico, conforme a las normativas internacionalmente en uso. b)
proponer otros edificios sobre los cuales hacer extensiva esa declaratoria. c) estudiar la metodología que
corresponda aplicar para hacer operativa en el futuro, la política de preservación..... d) tomar en
consideración el modo de mejorar las condiciones de confort bioambiental de los edificios antiguos sin
alterar sus características arquitectónicas... e) fijar pautas y definiciones para la ejecución de futuros
proyectos de obras nuevas que deban realizarse dentro de áreas urbanas consideradas como antiguas.
f) considerar la posibilidad de instalar filiales de nuestro Banco en edificios antiguos, dentro de áreas
urbanas históricas. g) organizar, con la intervención de la Gerencia de Capacitación, un curso a nivel de
postgrado y de carácter introductorio, para facilitar el perfeccionamiento de los profesionales del Banco
en esta problemática, con aplicación práctica al desarrollo de anteproyectos concretos. También se
establecía que esta Comisión contará con el asesoramiento de la Comisión Nacional de Museos,
Monumentos y Lugares Históricos, como también del Instituto Argentino de Investigaciones de Historia
de la Arquitectura y del Urbanismo y de otras entidades que estuvieran especializadas en esta
problemática, años más tarde el Banco firma convenio con el Comité Argentino del ICOMOS; y que la
Comisión tendrá como sede el edificio del Archivo y Museo Históricos del Banco de la Provincia de
Buenos Aires “Dr. Arturo Jauretche” ubicado en plena city bancaria.
Las actividades del Archivo y Museo Histórico son muchas y diversas, por ejemplo, tiene en custodia y
se encarga de su conservación y difusión de los fondos documentales del siglo XVIII correspondientes a
archivos particulares y documentación contable del Banco y de sus filiales, durante el siglo XIX y parte
del siglo XX. Es complementado con la biblioteca especializada en temas bancarios, históricos,
economía, registros y boletines oficiales y colecciones de publicaciones periódicas. En la exposición
permanente del Museo se desarrolla la historia institucional y la historia del dinero en la Argentina, desde
la época virreinal hasta nuestros días, además se desarrollan actividades de extensión cultural,
consistentes en exposiciones temporarias, actos académicos, encuentros, jornadas y seminarios con
organización propia o dentro del marco de convenios de cooperación abordando temáticas como historia,
numismática, museología y preservación del patrimonio cultural.

A lo largo de algunos años, la Comisión de Preservación atravesó un período de inactividad, por


diferentes motivos de índole interno, que no cabe describirlos en esta oportunidad, pero básicamente
debido a que los arquitectos miembros se fueron jubilando, y las diferentes gestiones no nombraban a
funcionarios que los reemplazaran. Lo cierto es que desde el año pasado, se ha reinstalado nuevamente

233
JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
la Comisión con una nueva camada de profesionales, todos ellos egresados del curso de capacitación
antes señalado, de esta forma la Comisión ha retomado su misión original poniendo en marcha aquellos
objetivos y misiones establecidas. Es decir, se está actualizando el registro de sucursales antiguas, con
el objetivo de incorporar más sucursales cuyas características arquitectónicas lo ameriten, para
supervisar posibles intervenciones. Se mantiene un contacto directo con los profesionales responsables
de intervenir en nuestras sucursales históricas, de modo de resolver adecuadamente los nuevos
requerimientos, pero desde una óptica conservacionista, para no alterar innecesariamente las
características históricas del edificio.
En la actualidad la Comisión de Preservación trabaja articuladamente con el Archivo y Museo Histórico,
llevando adelante varias acciones tendientes a la salvaguarda de nuestro patrimonio arquitectónico en
particular y además, a nivel institucional se organizan encuentros a través de convenios que tenemos
con el Comité Argentino del ICOMOS y el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, orientados a
la difusión y concientización sobre la necesidad de proteger el patrimonio cultural y natural Bonaerense.
Estos encuentros y jornadas, si bien en esencia tienen objetivos comunes, se diferencian en la
modalidad y temáticas abordadas. Por ejemplo los Seminarios de “Patrimonio y Gestión Municipal”
organizados conjuntamente con el Comité Argentino del ICOMOS, son actividades académicas que se
realizan en diferentes localidades del interior de la Provincia de Buenos Aires y sus temáticas se dirigen
a los aspectos prácticos referidos a la gestión municipal; se invitan a especialistas de acuerdo al perfil de
la temática solicitada y se desarrollan temas relacionados con inventarios, metodologías de acción,
normativas urbanas, aspectos jurídicos, etc. etc.
En cambio los “Encuentros del Patrimonio Cultural y Natural Bonaerense” organizados conjuntamente
con la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural, organismo dependiente del Instituto Cultural de la
Provincia de Buenos Aires, son jornadas donde se abordan temas relacionados con Museos, Bibliotecas,
Archivos, patrimonio arquitectónico y urbano, patrimonio intangible y patrimonio natural que son
expuestos por especialistas invitados. Tanto los “Encuentros” como los “Seminarios” rematan en mesas
redondas, con la participación del público asistente, donde se generan espacios de debate y consulta,
aportando interesantes y necesarios conocimientos actualizados en estas temáticas.
Como se puede apreciar, en su gestión –además de las que le son propias en el ámbito económico
financiero- el Banco de la Provincia de Buenos Aires realiza las inversiones necesarias para mantener en
buen estado de conservación todos sus bienes culturales, tratando de mantener una actitud ejemplar
respecto a la conservación del patrimonio de su titularidad y establecer los mecanismos de cooperación
necesarios con otras administraciones, organismos e instituciones, para la salvaguarda y protección del
patrimonio cultural bonaerense.
Estas acciones son de fundamental importancia, porque no cabe duda que cada una de las casa o
sucursales históricas del Banco, están implantadas en ámbitos urbanos relevantes e integran paisajes
característicos donde su presencia, en general, conforman los centros cívicos de las ciudades del interior
de la provincia, aportando un fuerte rasgo de identidad, enriquece el escenario urbano local y genera un
hito emblemático para los vecinos, formando parte indivisible de la vida cotidiana.

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
LA RIQUEZA DEL ARTE ANÓNIMO DEL SIGLO XVIII
EN LOS PÚLPITOS DE CÓRDOBA

Mariela Chinellato
Roxana Civalero
Melina Malandrina
Ana María R. de Ortega

Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, UNC


Facultad de Arquitectura, UCC

El Barroco en Córdoba
La ciudad de Córdoba se destaca por su importante Patrimonio Arquitectónico Religioso construido a lo
largo de cuatro siglos, desde su fundación en 1573 es el resultado de una síntesis cultural de distintas
vertientes.
La actual área central y su Centro Histórico, se corresponden con las manzanas que fueron ocupadas en
los comienzos de la vida de la ciudad. La estructura urbana proviene del trazado en damero a partir de la
Plaza Mayor. La que hasta mediados del siglo XX siguió siendo el centro real y simbólico de la ciudad.
A los costados de la Plaza se construyeron la Iglesia Matriz y el Cabildo y a partir de la primera, las
viviendas de los ciudadanos mas importantes junto con los conventos y monasterios de las distintas
órdenes religiosas, destacándose en ellos sus correspondientes iglesias.
En el siglo XVIII, gracias a la prosperidad económica de la ciudad, se reconstruyeron y se levantaron
nuevas iglesias en la trama colonial con la expresión de la arquitectura barroca del momento, nos
interesan particularmente la de Nuestra Señora de la Merced, templo que posteriormente fue
reconstruido y la iglesia de San Roque, que se conserva con su forma original, en ellas se destacan e
impresionan por su delicada factura los púlpitos, que muestran la habilidad y la creatividad de los
anónimos imagineros, ebanistas y pintores. En ellos se refleja la síntesis de las influencias de las
escuelas artísticas del Alto Perú y la interpretación de los conceptos estéticos europeos, que hacen de
estos verdaderos exponentes del arte Barroco Americano.

Importancia de los púlpitos


El espíritu del programa artístico del catolicismo estaba dirigido a las masas usando un arte popular, un
arte sensual y una iconografía reconocible según los intereses de la iglesia de la contrarreforma, que
España implementó en todos los territorios bajo su dominio y fue un factor decisivo en la empresa de
evangelización. La función de la imagen era introducir, convencer y conmover mediante una iconografía
nueva apoyada por una eficaz oratoria desde el púlpito.
La iglesia formó a sus religiosos en la oratoria sagrada al ser este uno de sus objetivos; por eso a partir
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
del Concilio de Trento (1545) y la Contrarreforma (1563) la existencia de los púlpitos en el interior de los
templos fue vital para el sermón, y la exhortación religiosa que estuvo supeditada a ellos pasando a tener
fuerte protagonismo dentro del ámbito del espacio religioso en función de su carácter de "Cátedra".
En su origen este mueble integrado a la arquitectura estuvo constituido sólo por una plataforma elevada
con antepecho, ubicada en la nave principal y que usualmente se encontraba suspendida sobre un pilar
cerca del altar principal. Su taza o tribuna se resolvía a través de una superficie cuadrangular,
rectangular, circular o poligonal sostenida por un soporte con escalinata. A fines del siglo XV se introduce
el respaldo y el tornavoz con sofito terminado con un remate donde se encontraba en general una
imagen exenta. El tornavoz o cúpula superior colocada sobre el palco para una mejor difusión del sonido,
se une a la taza mediante el dosel o espaldar.
Cada una de estas partes contenían elementos escultóricos con significado religioso; estaban tallados
en madera, la mayoría de ellos pintados y dorados a la hoja, impresionando en su conjunto pues su
tratamiento y su color daban marco al sermón al crear una atractiva escenografía que rodeaba al
predicador, como puntal visual para el discurso pastoral, bajo la premisa de una relación directa entre
calidad artística, plástica y eficacia didáctica.
Su decoración estaba compuesta por arabescos, motivos abstractos o naturales que le servían de fondo,
según las escuelas, enmarcando escenas bíblicas o representaciones iconográficas relacionadas con la
difusión de la doctrina cristiana o con la orden a la que el templo pertenecía, trasformándose en
representaciones más realistas y simbólicas.
El púlpito al igual que el retablo se consideran formas decorativas mixtas, situados entre la arquitectura y
el mueble, por lo tanto son elementos verticales totalmente visibles y significativos al servicio de la
ceremonia religiosa.

Centros de irradiación artística


En los talleres artísticos que se conforman en el área andina, es muy importante el aporte de las
comunidades indígenas que fueron definiendo un modelo de expresión, basado en la trasgresión de los
principios barrocos clásicos originarios, tanto en obras cultas o populares usándose recursos diferentes
para lograr efectos dinámicos resaltando los valores de luz y sombra, para revelar una intención de
transmitir un contenido religioso por vía de la emoción alejado de la razón, tanto en la pintura, la
escultura y la arquitectura, que terminará manifestándose libremente en el siglo XVIII en creaciones
únicas transformándose el arte en un arte popular con una iconografía reconocible por la sociedad. En
cuanto a la procedencia y autores, la riqueza de múltiples fuentes e influencias lo afirma como un "arte
mestizo”, de producción anónima que se llevó a cabo en varios centros del área andina: Quito, Cuzco y
también Arequipa donde se crean escuelas, artísticas y regionales. Estas se destacan por sus temas en
los que se detectan la presencia en forma simbiótica de motivos indígenas junto a motivos cristianos así
como maneras de tallado que nos remiten a tecnologías locales.
Estos mecanismos de trabajo que se expresan en los púlpitos fueron empleados como verdaderos
instrumentos retóricos de persuasión, por medio del discurso propuesto por las propias imágenes
talladas en ellos. Todo apuntaba a conmover mediante acciones simples que entraran por los ojos, a
partir de las cuales pudieran tenderse lazos entre antiguas y nuevas creencias. La iconografía tradicional

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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
fue admitiendo cambios para adaptarse a las nuevas necesidades, utilizando una temática que
permitiera operaciones de reconocimiento y evocación en los fieles, mientras que mediante gestos
indígenas en el oficio generaban nuevos y ricos imaginarios que recuperaban lazos con la sacralidad.
Los artistas, muchos de ellos anónimos, de la región andina de la cual dependía Córdoba fueron los
creadores de un imaginario que en su variedad y complejidad acompañó los procesos de evangelización,
mediante la aplicación de diferentes recursos técnicos, compositivos, estéticos y estilísticos.

Los púlpitos de San Roque y La Merced


Los púlpitos que se encuentran en la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced y en la Iglesia de San
Roque, son piezas del mobiliario religioso que expresan la habilidad y la creatividad de los artistas
anónimos y muestran las diferentes escuelas artísticas en una síntesis que las transforman en joyas del
arte americano.
El púlpito de San Roque se destaca en el interior de la iglesia que fue construida entre 1760 y 1780 bajo
la advocación de San Roque y Nuestra Señora de la Asunción, por decisión del Obispo Diego Salguero y
Cabrera dueño de los terrenos donde ya se encontraba una antigua ermita del Señor San Roque desde
mediados del siglo XVII.
El mismo Obispo Salguero dona los terrenos vecinos a la nueva iglesia con el objetivo de instalar un
hospital, del cual la ciudad carecía, trayendo a los padres Betlehemitas dedicados al cuidado de
enfermos para hacerse cargo del mismo, quienes iniciaron su labor años más tarde.
La iglesia se destaca exteriormente por su torre campanario y la presencia de grandes contrafuertes en
la fachada lateral agregados posteriormente al proyecto original. En los finales de la construcción se cree
que intervino el “ingeniero voluntario” Juan Manuel López, siendo desconocidos los autores del proyecto
y de la ejecución de gran parte de la obra. Se repite en esta iglesia una constante en las iglesias de
Córdoba que poseen una plazoleta frente a ellas.
El interior de una sola nave de cañón corrido ritmada con arcos fajones culmina en un importante altar en
forma de templete escalonado. Su púlpito, uno de los más bellos de América, cuya talla nos muestra las
influencias provenientes del altiplano boliviano sobretodo de Arequipa, de donde fue Obispo su fundador
muriendo en dicha ciudad.
En un documento escrito por el mismo Ob. Salguero en 1762 ya se menciona la existencia de dicho
púlpito “….la iglesia que en los suburbios de la ciudad, inmediata al río tengo fabricada a mis expensas,
ofrece todos sus adornos: tabernáculo, púlpito nuevamente dorados, reja de comulgar nueva
torneada…”1
Posteriormente vuelve a mencionarse en un inventario de 1819 “…un púlpito de talla con su coronación
todo dorado y un quadro de Belén en un lienzo con marco dorado en la testera de dicho púlpito…”2
El conjunto consta de tribuna, tornavoz y dosel, siendo su acceso por una escalera de mampostería
construida en el interior del grueso muro.
La taza está compuesta por un polígono de siete caras, cada una de ellas talladas con motivos fitomorfos

1
Archivo Histórico de Córdoba, Hospital San Roque, Tomo 3, Leg. 2, Exp. 34. Documento de Diego de Salguero y Cabrera, Deán
de la Iglesia Catedral.
2
Archivo del Arzobispado de Córdoba, Leg. 57 fs. 10. Inventario hecho a consecuencia de la toma de Cunetas por el Diputado de
la comisión Dr. Don Francisco Ignacio Bustos. 1819
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
y de arabescos que surgen de una especie de copa, entrelazándose innumerables veces. Estos motivos
se encuentran dorados a la hoja generando un juego de figura y fondo sobre la base lisa de madera
pintada de rojo. Los copones de los que surgen las guías vegetales se apoyan sobre la cornisa que
divide al volumen poligonal de la taza, que culmina en forma de cúpula invertida. Dividiendo estos
pequeños paneles, una línea conformada por tres hojas vegetales muy estilizadas que se superponen
ligeramente generando una imagen similar a una columna muy esbelta. Tanto el borde inferior como el
superior de la taza se definen mediante delicadas cornisas con motivos de rocalla. La cúpula invertida en
la base de la tribuna continúa las decoraciones vegetales de los planos superiores, rematando en una
estilizada piña abierta.
El espaldar, del tipo que enmarca una puerta, presenta pocos motivos decorativos, limitado en sus
bordes laterales por dos estilizadas columnas doradas. La puerta de acceso a la tribuna está
ornamentada con dos guirnaldas de vegetales doradas y coronadas por un sol en cuyo centro se
encuentra un ojo, símbolo de la esencia y el conocimiento divino. Falta en la puerta un cuadro de Belén
en lienzo, según lo relata el inventario de 1819.
El tornavoz con forma de venera en el plano inferior, unido al dosel mediante un diseño de roleos, recibe
en el plano superior como remate una corona de hojas de las que surgen agallones calados con motivos
vegetales unidos en una pieza torneada de diseño floral. En el centro de la venera, casi suspendida
sobre el orador, una paloma enmarcada por rayos indica la gracia del Espíritu Santo descendiendo sobre
él, de ella emergen rayos que representan la luz de inspiración divina para la interpretación del mensaje
evangélico. La totalidad del tornavoz se encuentra dorado lo que realza su movimiento.
La orden de Nuestra Señora de La Merced, fue creada en España en 1218 por San Pedro Nolasco,
llegando a Córdoba a fines del siglo XVI, donde comienzan a levantar su iglesia y convento.
El púlpito de la iglesia que llegó a nosotros, fue construido a mediados del siglo XVIII3 para el segundo
templo, que fue demolido más tarde. Así, se comenzó a construir un tercer templo en dos etapas, que se
terminó en 1869 en la misma ubicación de la primitiva del siglo XVII. En ese año los arquitectos Luis
Bettolli y Augusto Cánepa comienzan a levantar la iglesia hoy existente donde el púlpito fue trasladado y
cambiado de lugar marcando el actual crucero para acomodarse al nuevo templo y cuya adaptación fue
hecha por Don Antonio Font alrededor del año 1890.
En distintos inventarios de la Orden Mercedaria se describen las características de los altares así como
de su púlpito de autor desconocido, encargados en la misma época; que se destaca por la importancia
del tornavoz, de influencia Alto Peruana e imágenes de bulto policromadas,4 que se conserva hasta hoy,
no así los retablos. Ya desde 1764 se tienen noticias de su construcción cuando el Comendador Fray
Pedro Nolasco Melgarejo informa: "se está mandando a hacer un púlpito a todo costo que actualmente
se haya bastante adelantado... "5. En el mismo mas adelante se lee: "se puso.....un púlpito que se hizo a
todo costo con sus cuatro evangelistas y el Angl. Mra. Sto. Thomas, todo de talla y filigrana con su
tribuna y escala correspondiente, su espaldar tallado, y en medio atrás San Pedro Pascual con su

3
Rodríguez de Ortega, Ana María; Bettolli, Jorge. Historia de la Iglesia y Convento de Nuestra Señora de La Merced en Córdoba,
Argentina. Trabajo inédito, 2002- 2004
4
Gallardo, Rodolfo. Las iglesias antiguas de Córdoba. Fundación Banco de Boston. Buenos Aires. 1990
5
Fray Ferreira Alvarez, Avelino. Cap. VI . Fray Ferreira Álvarez, Avelino: "La Basílica de la Merced - su historia, asociaciones,
cosas notables". Córdoba 1952.
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JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS “PATRIMONIO CULTURAL. DIVERSIDAD E INTEGRACION” CORDOBA, 2007
coronación en que tiene por remate a San Pedro Nolasco”6. Indudablemente es una de las obras de
mayor valor que ha recibido de legado la iglesia actual.
Este conjunto también consta de tribuna, tornavoz y dosel, siendo hoy su acceso por una escalera de
mampostería construida en el interior del muro, aunque hay relatos de que el acceso a la taza era por
una escalera aneja de madera.
La taza poligonal tiene divididos sus tableros por pilastras adosadas con figura fitomórficas, en el tableo
central se encuentra Santo Tomás de Aquino sentado en su Cátedra como Doctor de la Iglesia
argumentado la palabra escrita, a sus lados los cuatro evangelistas en cada uno de los tableros
restantes, estos también se encuentran sentados entre figuras vegetales, junto a sus símbolos el león
para San Marcos, el ángel para San Mateo, el toro para San Lucas y el águila para San Juan que según
la visión de Ezequiel sostienen el trono del Señor, simbolizando los pilares de la Iglesia. Las vestimentas
de estas figuras tiene mucho pliegue pero están ordenadas y sin mucho movimiento. La tribuna termina
con una base en forma de cúpula peraltada invertida, que queda definida por una cornisa, como
continuación de las pilastras encontremos telamones o términos con un gran desarrollo fitomorfo y que
culminan con un rostro con rasgos indígena producto del sincretismo americano, que se manifiesta
también el canon utilizado para la figuras humanas, que son cortas de torso. Remata le cúpula en una
piña abierta.
En el dosel se encuentra la imagen de San Pedro Pascual, con su investidura pontifical. Acompañan su
imagen la mitra y una pequeña biblioteca simbolizando su amplia labor como tratadista. Tanto la mitra
como la biblioteca se encuentran apoyadas sobre pequeñas mesas suspendidas y faltas de perspectiva
en la composición. Sobre San Pedro un cortinado y formas vegetales lo enmarcan junto a sus atributos.
Estos elementos son un gesto ingenuo típico del barroco mestizo.
El tornavoz es una gran venera, sujeta al dosel por una especie de roleo. En el centro de la parte inferior,
en una doble venera sobrevolaba una paloma, símbolo del Espíritu Santo. En el borde superior se
levantan hojas que le imprimen dinamismo al conjunto y de las que surgen agallones calados con
diseños de arabescos y como remate se unen en una cruz con rayos, aureola signo de carácter divino
propio de los seres superiores.

Conclusión
Estos púlpitos a pesar de ser contemporáneos se diferencian sutilmente; el de la iglesia de la Merced se
destaca como una pieza más escultórica que presenta gran profusión de motivos rocalla e imágenes de
bulto y el de la iglesia de San Roque es una talla de madera cuya taza de menor complejidad, nos
recuerda el juego de figura y fondo del tapiz arequipeño, ya que está cubierta de motivos fitomórficos
dorados sobre fondo rojo.
Ambos tienen un tornavoz en forma de venera, significado de nacimiento y peregrinación, en su cara
interna contiene el símbolo de la paloma representando el Espíritu Santo.
Encontramos en los ejemplos nombrados que la ornamentación y la iconografía cumplen un papel
fundamental. Ambos conforman la síntesis del barroco americano, apelando a recursos naturalistas,
abstractos, simbólicos e ilusorios, que pocos han sabido valorar.

6
Fray Ferreira Alvarez, Avelino. Cap. II .Op. Citada.
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Víctor Infante, crítico de arte comenta que el púlpito de la Iglesia de la Merced: "Es una pieza de gran
riqueza que expresa toda la frescura del arte americano y que se lo cataloga junto al púlpito de la Iglesia
de San Roque como obras de gran jerarquía”
Lo hasta ahora expuesto, da sentido a la gran necesidad de conservar y preservar este patrimonio. Pues
si por una parte, la religión ha sido y es, parte esencial de la sociedad y el arte sacro es la expresión y
materialización de la religión, resulta obvio que es importante para la comunidad que se tenga presente y
se valoren cuantitativa y cualitativamente estas expresiones plásticas distintas en estilos y formas de
representación pero hermanadas por su esencia y naturaleza. Queda clara la enorme importancia que
representa su permanencia en esos mismos ámbitos para la comprensión de los aspectos religiosos y
sociales a las que influyeron notablemente, tanto en la época en la que fueron creados y a la cual
sirvieron, como en el momento actual, en donde la gran mayoría de este patrimonio mueble continúa
ejerciendo su función primaria original, pues en efecto, un gran porcentaje del patrimonio cultural de arte
sacro sigue teniendo vigencia.

PULPITO IGLESIA SAN ROQUE PULPITO IGLESIA LA MERCED

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