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PLATA
FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE HISTORIA
TESINA DE LICENCIATURA.
Título: De Biarritz
Argentino a Nueva
Guernika: El Nacionalismo
Vasco de Flores
Kaperotxipi en Mar del
Plata.
Introducción………………………………………………… 3
Conclusión………………………………………………….. 48
Fuentes……………………………………………………… 52
Bibliografía………………………………………………..... 54
2
Introducción
La Guerra Civil Española (1936-1939) provocó el éxodo más importante en
la historia de España, los principales destinos de este desplazamiento forzado
fueron Francia, México, Argentina y Venezuela. La historiografía sobre el exilio se
ha ocupado principalmente de un grupo particular de exiliados, los intelectuales,
mientras que el resto ha sido descuidado; se han escrito infinidad de libros sobre el
exilio de escritores españoles pero muy poco sobre la emigración de artistas
plásticos (solamente los casos de Puerto Rico, México y Francia han sido
analizados1). Por lo tanto este trabajo tiene como objetivo echar luz sobre una
cuestión de escaso tratamiento, como es el exilio de artistas plásticos vascos. El
acercamiento a esta problemática se realizará a través de la figura de un conocido
pintor vasco llamado Mauricio Flores Kaperotxipi, con la intención de comprender,
por lo menos en parte, el Exilio Artístico Vascuense en Argentina.
1
El libro “Exilio y Creación” de Cuéllar, López, Suárez y Tolosa es un análisis sobre el caso
Mexicano; “La aportación del exilio español a las artes plásticas en Puerto Rico” de
González Lamela estudia el exilio en la Puerto Rico, mientras que “El arte del exilio
republicano español” de Izquierdo Expósito se circunscribe al caso Francés.
2
Cuéllar Henares Ignacio, López Guzmán Rafael, Suárez Molina María Teresa, Tolosa
Sánchez María Guadalupe (2006) Exilio y Creación: Los Artistas y Los críticos Españoles en
México (1939 -1960); Editorial Universidad de Granada; Granada; pp. 23
3
Cuéllar H., López G., Suárez M., Tolosa S.; Op. Cit.; pp. 24.
4
Izquierdo Expósito, Violeta (2003) El Arte del exilio republicano español; Biblioteca Virtual
Cervantes, Alicante; pp. 41.
3
Flores Kaperotxipi, nació en Zarautz provincia de Guipúzcoa en 1901 en el
seno de una familia pobre. Pudo estudiar pintura gracias a la ayuda económica que
le brindaron dos personajes de la nobleza española La Duquesa de Goyeneche y el
Conde de Huaqui. Llegó a la Argentina aproximadamente en 1940 (algunas
biografías sugieren como año de llegada 1938) en calidad de refugiado y se instaló
en la ciudad de Mar del Plata hacia 1943.
4
La última razón que lo convierte en un caso digno de estudio, es la tarea
investigativa que desarrolló para uno de sus libros “Arte Vasco” sobre el grupo de
artistas vascos establecidos en Argentina. Tomando como punto de partida este
esbozo de investigación que realizó Kapero para el libro en cuestión y apelando a
otro tipo de fuentes, es posible reconstruir al menos en parte el exilio en Argentina
de artistas vascos como Juan León Cruzalegui, Néstor de Basterrechea y Bienabé
Artía, entre otros.
5
en los mismos. Pero a la hora de analizar este tipo de fuentes es imprescindible
tener en cuenta que:
5
Schwarzstein Dora (2001) Entre Franco y Perón. Memoria e identidad del exilio
republicano español en Argentina; Editorial Crítica.; Barcelona; pp. XVIII.
6
Capítulo 1:
Por la ruta de los Bohemios (Erenchun y Bagaría)
6
Diario Euzko Deya; Buenos Aires 30 de agosto de 1952 pp. 5.
7
Estas, y cosas parecidas, se piensan en los refugios antiaéreos,
mientras se oyen los estampidos de las bombas y las rodillas
tiemblan de miedo. Y, a veces, cuando terminado el bombardeo,
corre uno a su casa, ya no hay casa. Soy de los que menos creían
en una guerra civil. De otra forma, no me hubiese agarrado dentro
de España”7 “…la guerra se enconó, se agrandó…”8 “Era evidente
que la guerra llegaría hasta allí. A los setenta días empezamos a
oír los cañonazos. Angustiaba comprobar que cada vez se oían
más cerca. Un domingo amaneció el pueblo lleno de fugitivos. La
misma noche abandonamos nuestra casa (…) Para proteger la
riquísima capital de Vizcaya, se estaba construyendo el llamado
cinturón de hierro. Y nos metimos detrás de él (…) Luego la voz
del pregonero: “La autoridad militar ordena a todos los hombres
que han venido a refugiarse a esta provincia, que se presenten
mañana a trabajar en el cinturón de hierro.” (…) ¡Ay, qué trabajo!
Dios mío; ¡ay, qué trabajo! Metido en el barro, llevando piedras,
arrastrando troncos. (…) Y, entre ceja y ceja, un pensamiento que
no se quitaba: La Argentina, con sus carnicerías repletas de carne
tierna, sus mercados abarrotados de comida, su vida pacífica. Y,
sobre todo, su libertad bien entendida, junto con el respeto y
recompensa para todos los laboriosos y honrados ciudadanos del
mundo.”9
7
Kaperotxipi, Mauricio Flores (1947) Pintores Vascos y No Vascos, Editorial Ekin; Buenos
Aires; pp. 79.
8
Kaperotxipi, M. F.; Op cit; pp. 80.
9
Kaperotxipi, M. F.; Op cit; pp. 82.
8
“… el cerco se achicó, se achicó, se achicó angustiosamente.
Comenzaron a faltar los alimentos. Nos bombardeaban los
aviones varias veces al día. Y cuando ya no había casi a donde
retroceder, se produjo un milagro. Me dieron unos papeles y me
dijeron: “Usted, desde ahora, se llama Fulano de Tal y Tal.
Aprenda bien su nuevo nombre. Es abogado. Y este es su
permiso para poder llegar a Francia.” Eran -luego lo supe- unos
papeles que estaban en regla. Lo que pasó es que el personaje
para quien estaban destinados, salió antes, no sé cómo. En un
barco de carga Inglés, el último que partía de Santander antes de
la caída, llegue a Francia a fines de Agosto de 1937.”10
10
Kaperotxipi, Mauricio Flores (1954) Arte Vasco. Pintura-Escultura Dibujo y Grabado;
Editorial Vasca Ekin; Buenos Aires; pp. 10.
9
Lo que no encuentra lugar o sentido en ese cuadro o marco social es
material para el olvido. A su vez esos marcos sociales son históricos y cambiantes,
de ahí que los recuerdos que conforman nuestra memoria varíen a lo largo del
tiempo. Un ejemplo de una memoria enmarcada socialmente se encuentra en el
trabajo de Aleka Boutzouvi sobre el testimonio de Diamando Gritzona, una griega
que vivió la ocupación alemana, participó en la guerra civil y fue refugiada política
en Tashkent. Aunque compartió con muchas mujeres gran parte de su vida en la
clandestinidad, en las montañas y en Tashkent, recuerda poco de ellas; estos
olvidos, según Boutzouvi no deben atribuirse a ningún tipo de patología de su
memoria, sino a la postura de su época respecto de la posición y el papel de la
mujer en la sociedad.
Schwarzstein aporta un elemento más que permitirá comprender mejor el
mecanismo del olvido; que es que debe haber coincidencia, al menos parcial, entre
nuestra memoria y las versiones públicas del pasado. Nuestras memorias deben
encajar en lo que es públicamente aceptable o aceptable en pequeños grupos, de
ahí que aquello que no encaje con esas versiones públicas del pasado se
transforma en material para el olvido.
Por último es imprescindible agregar a este breve repaso sobre el proceso de
construcción de la memoria (debido a que la guerra y el exilio pudieron haber sido
hechos traumáticos para algunos), el concepto de memoria profunda desarrollado
por Charlotte Delbo, la misma estaría constituida por experiencias traumáticas
difíciles de articular en palabras, que borramos completamente de nuestra memoria.
Resulta aún más llamativa la ausencia de recuerdos sobre Francia en la
memoria de Kapero, si tenemos en cuenta que la estancia, en albergues y campos
de concentración franceses, estuvo bastante lejos de ser algo agradable para los
refugiados. La vida en ellos fue bastante
precaria, ya que generalmente no eran más que
playas delimitadas por alambre de púas, en las
que la única posibilidad de protegerse del frío era
esconderse en un hueco en la arena. La comida
era bastante deficiente y las fuerzas encargadas
de velar por los exiliados generalmente los
maltrataban.
Dibujo realizado por Kapero para ilustrar el libro de Constantino del Esla “Estampas Vascas”, Del Esla se
desempeñó como corresponsal de guerra durante la guerra civil en el País Vasco.
10
Por otro lado Violeta Izquierdo, una historiadora del arte especializada en el
exilio de artistas de la guerra civil, confirmó la presencia de artistas plásticos en los
campos de concentración franceses; en los cuales desarrollaron sus actividades
creativas, algunas veces de manera individual y otras participando en las
actividades artísticas que se organizaron en los campos para mantener alta la moral
y para preservar la herencia hispánica:
11
Izquierdo Expósito, Violeta (2003) El arte del exilio republicano español; Biblioteca Virtual
Cervantes; Alicante; pp. 47.
12
Entre Franco y Perón. Memoria e identidad del exilio republicano español en Argentina.
11
“…en el gran diario La Nación, de Buenos Aires, periódico
de quien tantas muestras de afecto y de aliento han recibido los
artistas vasco a lo largo de los años.”13
“…pudimos salir en un
buque de guerra inglés que estaba
frente a la costa hacia el primer
exilio que fue el País Vasco
Francés o Iparralde, en San Juan
de Luz (…) Ante el avance de los
nazis había que salir de Francia
(…) Mi madre accidentalmente, en
uno de los viajes que hicieron mis
abuelos en la Argentina, nació en
Buenos Aires. Lo que en ese
momento fue una gran ventaja
porque el Consulado Argentino se
pudo apresurar toda la parte
documental como para poder salir
cuanto antes (…) Anteriormente, ya habían venido, al estallido de
la guerra, hermanos de mi madre. Estaban radicados en
Necochea y su zona (…) Llegamos a Buenos Aires en 1938,
estuvimos un tiempo allí y pasamos a Necochea. Por entonces, el
13
Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 144.
12
tío que estaba radicado en Necochea y se dedicaba a actividades
rurales y comerciales, nos consiguió una casa…”14
La imagen de la página anterior es una fotografía de “La Montserrat” una pieza realizada
en acero por el escultor Julio González que resume todo el dolor y dramatismo de la
Guerra. Fue expuesta junto con el Guernica de Picasso y otras obras de artistas españoles
en la Exposición Universal de París de 1937, en el Pabellón Español concebido como un
stand de propaganda destinado a mostrar las realizaciones y la forma de pensar de la
España Republicana. El personaje, que lleva el típico pañuelo campesino de los años `30,
dirige el rostro hacia el infinito y la boca abierta expresando la rabia y el dolor por la
situación de angustia que padece. Una muestra más de que a través del arte se puede
llegar a conocer al menos en parte el significado que determinados hechos tuvieron para
sus protagonistas.
Hubo dos grupos dentro del colectivo de exiliados que lograron entrar a
nuestro país, gracias al permiso que el presidente Ortiz les concedió. Uno de estos
grupos fueron los vascos: El Comité Pro Inmigración Vasca, organismo creado en la
Argentina por la comunidad vasca ya establecida, para dar ayuda y acogida a los
refugiados vascos; consiguió del presidente Ortiz la sanción de dos decretos que
permitieron el ingreso irrestricto de vascos.
Sin embargo ni este Comité ni las redes sociales primarias desempeñaron un
rol importante en el ingreso de Kapero a nuestro país, quienes lo ayudaron fueron
algunos críticos de arte argentinos, conocedores de su obra puesto que en 1930 y
en 1932 este pintor vasco había expuesto su producción en la Galería Witcomb
(Buenos Aires):
14
Minervino M., Bracamonte L., Romero F. G., Ramírez Garciandía M. S. (2003) Historia de
Unión Vasca de Bahía Blanca; en colección Urazandi Bilduma; Servicio Central de
Publicaciones del Gobierno Vasco; Vitoria-Gasteiz; pp. 51 y 52.
15
Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 7-8.
13
a América, su caso por lo tanto difiere del de Kapero, ya que como acabo de
demostrar ningún organismo de ayuda a exiliados participó en su exilio.
Una historia similar a la de Kapero fue la del periodista y crítico literario
Ricardo Baeza. Baeza logró entrar a la Argentina a finales de 1939 gracias a la
movilización que a favor suyo hizo Victoria Ocampo. Baeza y Ocampo se
conocieron en 1922, cuando Baeza vino a la Argentina como representante de la
Misión Nansen. El hijo de Ricardo Baeza fue entrevistado por Schwarzstein y
comentó lo siguiente:
14
pronunciado sabor costumbrista. Algunas obras fueron adquiridas
por el Museo Nacional de Buenos Aires y también por el Museo
Nacional de Uruguay. Debido al éxito obtenido celebra
exposiciones en las ciudades de Rosario de Santa Fe y en
Montevideo. Regresa a Zarauz, pero vuelve a Argentina a exponer
sus cuadros en 1932.”17
De cualquier modo Kapero reconoce haber seguido una ruta abierta desde
hacía años por un pintor Vasco llamado Teodoro Erenchun (Azpeitia en, 1864 llegó
a la Argentina aproximadamente en 1890 y murió en Arrona en 1931) y un
caricaturista vasquizado llamado Bagaría (vasquizado es un concepto que Kapero
utilizó para calificar a aquellos artistas que sin haber nacido en el País Vasco
adoptaron el tema vasco en sus obras, en este caso se trató de un catalán, de
cualquier modo el concepto de vasquizado será desarrollado con mayor detalle en
el tercer capítulo de esta tesis):
17
http://www.euskonews.com/0252zbk/gaia25201es.html
18
Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 77.
15
sus muñequitos, verdades peligrosas que, entonces, no era
posible escribir…”19
19
Kaperotxipi M. F.; Op. Cit.; pp. 28.
16
Capítulo 2:
El Embajador del Arte Vasco en Mar del Plata
20
Diario Euzko Deya; Buenos Aires 30 de 1952 pp. 4.
17
latinoamericanos, en respuesta a la represión a la que Franco sometió a la cultura
vasca en la Península.
Las exposiciones colectivas de artistas vascos fueron uno de los elementos
que este pintor utilizó para presentar el arte vasco a los marplatenses y a los
veraneantes. Cada verano en el estudio de pintura que instaló en su residencia de
la calle 9 de Julio 3882 (una construcción típicamente vasca); expuso acompañado
por otros artistas plásticos. El número de expositores varió de año a año, pero lo
que no varió fue el origen de los mismos, se trató siempre de pintores vasco-
españoles (con la única excepción de Philipe Veyrin de origen vasco-francés),
recién en 1954 se incorporó un argentino descendiente de vascos y una artista
femenina. De esa manera, el público se familiarizó no sólo con su obra, sino con la
de otros artistas vascos.
21
Diario Euzko Deya; Buenos Aires 30 de diciembre de 1953 pp. 4.
18
Nombre del Pintor Número de veces que expone en el
estudio de Kapero
En otra noticia, también sobre una exposición colectiva en Buenos Aires del
mismo diario, se hizo referencia a otra manera de obtener cuadros: envíos anuales
de cuadros por parte de los propios pintores a la Argentina. En un discurso que
Kapero pronunció con motivo de la exposición de artistas vascos que se realizó en
el Hotel Provincial en 1954, comentó la forma con la que consiguió los cuadros en
esa ocasión:
22
Diario Euzko Deya; Buenos Aires 30 de octubre de 1952 pp. 8.
23
Álvarez Adriana (2005) Historia del Centro Vasco Denak Bat Mar del Plata en Colección
Urazandi Bilduma; Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco; Mar del Plata; pp.
70.
20
Argentina que ostentó un nivel bajo de participación en las instituciones artísticas y
culturales de este país. Néstor de Basterrechea un vasco que llegó a la Argentina
muy joven a causa de la guerra civil, prácticamente se formó como pintor en
nuestro país:
Resulta difícil de creer que una persona que haya vivido lo que él vivió, y que
siendo artista, no haya sentido la necesidad de plasmar esa experiencia de vida en
su obra. Ninguno de sus cuadros representó escenas de la guerra civil, tampoco se
dejó influir por el ambiente artístico argentino, ni incorporó a su temática el folclor o
24
Diario Euzko Deya; Buenos Aires 30 de noviembre de 1949 pp. 7
25
Diario La Mañana; Mar del Plata 23 de febrero de 1948 pp. 3.
21
los paisajes argentinos. ¿Por qué dedicó su obra de manera íntegra a lo vasco?
¿Qué razón habrá motivado esta fijación temática?
26
Diario Euzko Deya; Buenos Aires 30 de noviembre de 1950 pp. 2.
22
Este cuadro que representa una escena típicamente vasca pintado por Mauricio Flores Kaperotxipi con el
nombre de “Bebedores y Fumadores”; constituye un buen ejemplo de lo expuesto de la idea de que a través de su
arte Kapero intento mantener con vida la cultura y la idiosincrasia de su pueblo.
23
plástica de la última Guerra Civil Española, más valiosa-y
numerosa- aportación que la suya.”29
29
Cuéllar H., López G., Suárez M., Tolosa S.; Op. Cit.; pp. 14 y 15.
30
Álvarez, A.; Op. Cit.; pp. 58.
24
transformarse en exiliado. En segundo lugar por el contexto histórico, su fijación con
el tema vasco pudo deberse también al momento de precariedad de la cultura
vasca, pintar un cuadro tras otro con motivos vascos fue la contribución que este
pintor con sus propios medios y herramientas hizo a la lucha general que los vascos
dieron para conservar su idiosincrasia. Existiría un tercer elemento que permitiría
comprender mejor la cuestión. Casi todos los escritos sobre artistas exiliados hacen
referencia a la lucha de los mismos para mantener viva su herencia, por lo tanto,
Kapero no constituye una excepción si lo vemos junto con el resto de los artistas
republicanos exiliados:
31
Cuéllar H, López G., Suárez M., Tolosa S.; Op. Cit.; pp. 26.
32
Diario La Mañana; Mar del Plata 14 de enero de 1949 pp. 1.
33
Diario La Mañana; Mar del Plata 7 de enero de 1951 pp. 3.
34
Diario La Mañana; Mar del Plata 9 de enero de 1951 pp. 3.
25
una permanente y magnífica embajada del arte del país
vascos…”35
35
Diario La Mañana; Mar del Plata 4 de enero de 1952 pp. 4.
36
Ruiz Idarraga Generoso: Expuso sus cuadros en enero de 1953 en el Salón de Noticias
gráficas de Mar del Plata, cuadros de tema vasco y también de caballos al mismo tiempo
expuso en las exposición de 13 pintores vascos de Kapero.
A. Cabanas-Oteiza: Expone a partir del 15 de enero de 1950 en la Agencia que instalar el
Diario “Clarín” en la Galería Bristol.
Juan de Aranoa: Expone en abril de 1950 en el Salón de Arte instalado por la Dirección de
Turismo de la ciudad de Mar del Plata en H. Irigoyen 1671.
José de Bikandi: Expone en el Local que el diario “El Mundo” poseía en la Rambla Bristol
en marzo de 1953.
Juan de Zuloaga: Expone en el Salón de Arte del Hotel Provincial el 12 de enero de 1953
junto a su hijo también artista Daniel Zuloaga. Muestra denominada “Visiones de España”.
26
Capítulo 3:
Hacer un poco de ruido en torno a las cosas
del arte.
Hacer conocido el Arte Vasco fue, como ha sido expresado en los capítulos
anteriores, el objetivo que este refugiado buscó durante
su prolongada estadía en la ciudad de Mar del Plata; las
exposiciones colectivas fueron parte de esta estrategia
de difusión, pero no fueron lo único que empleó para
lograrlo sino que también se valió de otros medios,
cuestión que será desarrollada en este capítulo.
La actividad de Kapero se comprende mejor si se
la considera dentro de la lucha que los vascos, dispersos
por el mundo, desarrollaron para salvaguardar su cultura,
seriamente amenazada durante esa época por la
dictadura Franquista. Dentro de esta cruzada por la cultura vasca se inscribe
además, la creación de la editorial Vasca Ekin. Esta editorial fue fundada y dirigida
por un grupo de vascos nacionalistas exiliados en Argentina (más específicamente
en Buenos Aires), quienes le imprimieron un marcado carácter político.
37
Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 228.
27
las huellas de antaño señaladas por muchos de nuestros
compatriotas…”38
38
Diario Euzko Deya; Buenos Aires 10 de junio de 1949 pp.2.
39
Diario Euzko Deya; Buenos Aires 30 de mayo de 1952 pp. 8.
28
espacio al arte en las regiones. Para el pueblo vasco he pensado
en usted. (…) Quedé sorprendido ante la carta (…) Es por eso
que le conteste que no, que en mi tierra había muchísimos que lo
podían hacer mejor que yo…”40
Establecido en Argentina:
Il
ustración realizada por Kaperotxipi para el libro “Estampas
Vascas” de Constantino Del Esla.
Este libro es el segundo elemento, con el que este pintor intentó darle mayor
entidad y proyección al Arte Vasco, hacerlo conocido a un público más amplio. Fue
el aporte que Kapero desde su lugar de pintor hizo en pos de la conservación de la
cultura de su pueblo, en aquellos momentos de precariedad.
“Arte Vasco” esta dividido en cuatro capítulos; a los tres primeros que
escribió en Elgueta en 1936 (pueblo en el que vivió hasta el estallido de la guerra)
les sumó un último capítulo escrito 18 años después en Argentina, el cual será
analizado con mayor detalle en otra parte de este trabajo. Dedicó un capítulo
exclusivamente a pintores, otro a escultores y por último uno a caricaturistas y
grabadores.
40
Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 8.
41
Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 9.
42
Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 11.
29
La existencia o no de una “Escuela” de pintura vasca, diferenciada del resto
de la pintura española; fue un tema que Kapero abordó de manera recurrente a lo
largo del libro. Si bien es un tema complejo y que excede los objetivos de esta tesis,
existe acuerdo entorno a que el verdadero escollo que deben enfrentar aquellos
que afirman la existencia de una escuela de pintura vasca es, el hecho de que no
existe una técnica compartida por todos los pintores vascos, quienes además
parecen tener gustos diferentes, por lo tanto no habría elementos que den unidad y
coherencia al conjunto. A pesar de esto algunos críticos y pensadores de arte
sostuvieron lo siguiente:
30
uno del grupo étnico, sino porque refleje más fielmente esa
realidad de modo que pueda ser transmitida y entendida por los
miembros de su mismo grupo. Por definición, arte vasco no es el
que se produce en Euskal Herria, ni el que crean los vascos, sino
aquél que estando enraizado en la realidad sociocultural, refleja,
interpreta algunos aspectos de ésta.”45
El famoso Guernica de Pablo Ruiz Picasso, cuadro que fuera un encargo del Gobierno Republicano al
famoso pintor para el Pabellón Español de la Exposición Universal de París de 1937. Es un cuadro
símbolo de la historia de España y denuncia los horrores de la guerra. El toro, el caballo moribundo, el
guerrero caído, la madre con el niño muerto, los edificios en llamas y destrozados reflejan la
inhumanidad y la brutalidad de la guerra.
45
Del Valle, Teresa; El arte vasco desde una perspectiva antropológica; en
http://www.euskomedia.org/PDFAnlt/arte/03007024.pdf pp. 12.
31
aquellos pintores de otro origen que si hayan reflejado la realidad sociocultural del
País Vasco en sus producciones. El cuadro anteriormente reproducido el Guernica
de Picasso, reflejó la realidad del País Vasco, al menos la realidad del mismo
durante la guerra civil, por lo tanto será incluido. De cualquier modo y luego de leer
completamente el libro de Kapero ninguno de los artistas de origen vasco que este
pintor incluyó en su obra, descuidó el tema vasco en sus producciones artísticas, de
modo que se minimizan los posibles riesgos del uso del concepto de arte autóctono,
ya que casi ningún pintor vasco se vería excluido.
Pedro Luís Larrague un personaje que escribió asiduamente en Euzko Deya
concibió en aquella época al arte vasco dentro de los términos del concepto
desarrollado por Del Valle:
“La posición
geográfica del País
Vasco…entre España y
Francia explica que sus
artistas hayan en parte
asimilado algo de las
corrientes pictóricas de
sus vecinos, pero la
influencia étnica y telúrica
es tan poderosa, tan
arraigada, que esas
corrientes encontradas
dieron esos frutos con carácter propio e inconfundible...”46
Dibujo de una joven vasca realizada por Kaperotxipi para el libro de Del Esla.
46
Diario Euzko Deya; Buenos Aires 30 de diciembre de 1952 pp. 8.
32
de reflejar la realidad socio cultural del mismo en su producción. Kapero sin conocer
la noción en cuestión incluyó casi de manera intuitiva dentro del extenso grupo de
artistas vascos a: catalanes, gallegos, incluso a un ruso, debido a que en sus obras
éstos mostraron la realidad del pueblo vasco.
Del Valle resalta la desconexión artificial entre arte y realidad de las
sociedades complejas; en éstas últimas a diferencia de lo que ocurre en las
sociedades ágrafas, la conexión entre arte y realidad no es algo muy evidente. El
arte es una actividad reservada a especialistas, los cuadros pintados por estos
especialistas se cuelgan en los muros de un museo, la escultura descansa en un
pedestal aislado. Las consideraciones de utilidad, o de asociaciones con la vida
diaria devalúan el objeto como obra de arte. Los productos artísticos que se
contemplan aislados físicamente también lo están del contexto sociocultural. Esta
errónea separación entre arte y realidad es algo frecuente durante el período de
estudio, un ejemplo de ello lo constituye el artículo del 30 de octubre de 1952 de
Euzko Deya titulado “Los Vascos también pintan”; la utilización en el mismo de
frases como “elevarse en el mundo del arte” y el tono a veces despectivo con el que
el autor se refirió a las tareas de campo para diferenciarlas de las artísticas,
constituyen la mejor muestra de que esta ficticia separación entre arte y realidad
era habitual en la época, el arte, es algo elevado, algo supremo y separado de las
tareas diarias para el autor de la nota en cuestión.
Por otro lado Kapero escribió este libro en respuesta a aquellas voces que
niegan carácter artístico a los vascos. Escribió para
derribar el mito que concibe a los vascos como un
pueblo incapaz de de manifestarse artísticamente,
por eso publicó in extenso la opinión contraria a ese
prejuicio de Carmelo Echegaray (autor de un libro
sobre el arte vasco anterior al siglo XIX):
Dibujo realizado por Kapero
para el libro de Del Esla.
33
el anhelo de la belleza, ni experimentase la necesidad de
expresarla más o menos tosca o rudimentariamente. Contra esa
sentencia de incapacidad artística, tan audazmente pronunciada,
protesta, con elocuencia que no deja lugar a discusión, la singular
predisposición de nuestra raza y gente para el arte divino de la
música. Pero yo no me satisfacía con que todas las aptitudes
artísticas de que podíamos ufanarnos, se limitaran y
circunscribiesen al cultivo de la música, que expresa lo más
íntimo, lo más vago, lo más impalpable de las aspiraciones del
espíritu humano, aquello que es más difícil de concretar en
palabras, o de reproducir gráfica o plásticamente: o sea lo más
inefable, si nos atenemos a la significación etimológica de este
adjetivo. Un pueblo como el vasco -decía yo para mis adentros- ,
que tiene tan desarrollado el sentido de las cosas concretas y
tangibles, por fuerza ha de querer fijar la belleza en forma también
visible y palpable.””47
34
pintamos más de lo que suele creerse; en fin, que no nos
movemos exclusivamente alrededor del tarro lechero…”48
Capítulo 4:
Bucear en estas cosas desde tan lejos
35
de la Argentina,
sino a considerable distancia
del País Vasco,
repartidos por el mundo.”50
36
una idea las líneas que le dedicó en “Ultima Hora”, de La Paz J.
Donoso Cortés…”54 “En la revista “Aranzazu”, dirigida por los
franciscanos, ha hecho unas declaraciones el escultor …”55 “…las
palabras de Rafael Santos Torroella, en la revista “Número”, de
Florencia, del 31 de marzo de 1951, al hablar de la escultura en
España: “Jorge de Oteiza…”56 “…dice el notable crítico (…) en “La
voz de España”, de San Sebastián…”57
El otro recurso que usó para realizar tamaña actualización, fueron las
entrevistas por carta que realizó a varias figuras del arte vasco. Envió cartas a
diferentes pintores consultándoles aquellas cuestiones que desconocía sobre su
labor, así como su opinión sobre diversidad de temas. Los pintores más
consultados a través de este método fueron Jorge Oteiza, Philippe Veyrin, Julio
Beobide de Goiburu, Vicente Cobreros Uranga, Manolo Pascual, entre otros (una
vez muerto el pintor vasco Aurelio Arteta le escribió a su hijo quien le aportó
información sobre el exilio de su padre):
37
Como podemos observar, si bien Kapero se adaptó al ambiente
marplatense, nunca dejó de mirar hacia el país Vasco:
38
Bernardino Bienave Artía? La guerra lo empujó hacia la
Argentina…”66
En este grupo hay que incluir obviamente a Kapero; el resto de los artistas
que vivieron en Argentina han sido agrupados en este trabajo, dentro de la
categoría de inmigrante, en ocasiones porque es la
categoría que les corresponde pero en algunos casos
porque no habría datos que confirmen de manera
fehaciente su inserción dentro del grupo de los exiliados.
Por ejemplo el dato que permitiría agrupar a Juan de
Aranoa dentro del grupo de los exiliados no es muy
contundente:
Otra pequeña ilustración realizada por
Kapero para “estampas Vascas”
Además de Kapero hubo otros dos artistas vascos que colaboraron con
diarios de Buenos Aires, a saber “La Razón” y “La Nación”. José Arrue Valle
(1885-1977), uno de los cuatro hermanos Arrue, se estableció en la Argentina y
participó como caricaturista en el diario “la Razón”. Antequera Azpiri, fue un
dibujante vasco que colaboró con el diario la Nación.
Dentro del grupo de artistas vascos radicados en Argentina, Félix Pascual
(pintor vizcaíno nacido en Portugalette en 1893 reside en Argentina desde
1920) y José Benito de Bikandi Echániz (1896-1958), merecen ser considerados
a parte; ya que son los que más se integraron al ambiente artístico argentino.
Corresponden por lo tanto al grupo de artistas que se integran a las instituciones
culturales y artísticas del país de acogida (criterio que tomo de Violeta Izquierdo), a
su vez su caso es semejante al de los artistas exiliados españoles que estudió
González Lamela, para quienes las instituciones de Puerto Rico estuvieron siempre
abiertas.
66
Kaperotxipi, M. F.; Op. Cit.; pp. 226.
67
Diario La Mañana; Mar del Plata 18 de abril de 1948 pp. 3.
39
Félix Pascual se estableció en Rosario, si bien no existen datos sobre el año
de llegada Kapero nos comenta en Arte Vasco que hacia 1930 obtuvo el premio
único para extranjeros en el Salón Nacional de Buenos Aires; por lo tanto no se
trató de un refugiado de la guerra civil española, sino de un inmigrante. De
cualquier modo su caso es
sumamente interesante por la
labor pedagógica que desarrolló:
dictó la cátedra de dibujo y
grabado en la Escuela de Bellas
Artes de la Provincia de Santa Fe
y la cátedra de Historia de las
Bellas Artes en el Instituto Libre de
Humanidades, del cual fue
además fundador.
El caso de José de Bikandi
es similar al de Pascual, fue
profesor en jefe del taller de
cerámica en la Escuela Superior
de Bellas Artes de la Nación
Argentina “Ernesto de la Carcova”,
y realizó numerosas obras
Dibujo del pintor vasco Ignacio Zuloaga realizado por
Kapero (extraído del libro Pintores Vascos y No Vascos)
40
Jorge de Oteiza Enbil: Nació en Orio en 1908. Llegó a América en
1935 (no se trató de un refugiado), entre sus destinos figuró la
Argentina, hasta que regresó en 1948 al País Vasco.
41
Emilio Herrero: Pintor Bilbaíno, llegó a la Argentina en la década del
50. Expuso en la Galería Muller en junio de 1953, motivos vascos y
argentinos (de Necochea, Miramar y Tandil)
68
Diario Euzko Deya; Buenos Aires 20 de junio de 1948 pp. 3.
42
salones oficiales, exhibiendo sus obras en Rosario, Santa Fe,
Buenos Aires, Mar del Plata y Córdoba.
43
Capítulo 5:
Voces del exilio
69
Diario Euzko Deya; Buenos Aires 30 de julio de 1953 pp. 2.
70
http://www.euskomedia.org/aunamendi?clave=35205&pest=i
44
Para José Gaos filósofo español exiliado en México, la pérdida de la patria
que el exilio implicó en un primer momento se vio compensada por una repatriación,
una recuperación de la misma. Las similitudes entre Hispanoamérica y España
serían tantas que el exilio habría sido un simple traslado, un paso de un lugar a otro
bastante similar. Rechaza el concepto de desterrado, prefiriendo el de transterrado,
porque considera que los refugiados no perdieron su tierra ni la cambiaron por
nada, sino que pasaron a otra similar, que fue capaz de sustituir a España.
Otro óleo más de Mauricio Flores Kaperotxipi denominado: “Pastor Vasco”: Kapero no se
conformó sólo con pintar escenas típicas del pueblo vasco, sino que como puede observarse en el
cuadro en cuestión también se transformó en un fiel intérprete de la fisonomía del vasco, al cual se le
atribuye una nariz prominente.
45
“México bien merece una fidelidad. No se puede pasar por
allí sin que uno se sienta de alguna manera prendido por aquella
tierra. Si es posible, mitad y mitad.”71
Muchos volvieron a la muerte de Franco, pero la España que los recibió fue
muy distinta a la que habían dejado treinta y tantos años antes. Seguían por lo
tanto siendo exiliados, simplemente habían cambiado un exilio por otro.
71
Cuéllar H, López G., Suárez M., Tolosa S., Op. Cit.; pp. 14.
72
Álvarez Adriana; Op. Cit.; pp. 70.
73
Diario Euzko Deya; Buenos Aires 30 de enero de 1954 pp. 9.
46
“Y sin embargo el retorno a la patria no siempre resultó triunfal,
aunque solo fuese por los recelos que, mayoritariamente, solían
suscitar quienes volvían, por suponerles contaminados (más de lo
que ya estaban antes de su marcha) al término de su estancia en
el extranjero”74
74
Vilar Juan B. (2006) El exilio en la España Contemporánea; Servicio de Publicaciones de
la Universidad de Murcia; pp. 12.
75
Cuéllar H, López G., Suárez M., Tolosa S., Op. Cit.; pp. 14.
47
Conclusión:
76
Diario Euzko Deya; Buenos Aires 28 de febrero de 1953 pp. 5.
48
considerados una contribución a nuestro país), decidí colocarlo en la categoría de
artistas exiliados que no participaron en las instituciones del país receptor. La falta
de adaptación al ambiente del país de acogida se debió probablemente al hecho de
que Kapero ya era un pintor formado y reconocido en el momento en el que llegó a
nuestro país, cuestión que fuera comentada en el segundo capítulo de la tesis.
Kapero llevó a la tela algunos de los sucesos más significativos de su pueblo, en este caso el
óleo en cuestión denominado “Carta del nieto de América” refleja una realidad bastante frecuente
como es la inmigración de algún miembro de la familia y la espera de alguna noticia sobre el mismo.
49
como lo demuestra Marcelino Iriani Zalakain77 para el caso de Tandil) dieron contra
el régimen de Franco, pintar cuadros únicamente de tema vasco fue la contribución
que Kapero desde su lugar de pintor realizó en pos de la preservación de la cultura
de su pueblo, en momentos de suma precariedad para la misma.
Pero no sólo se enfrentó a la dictadura Franquista con sus cuadros y sus
libros, sino que libró esta batalla también dentro del ámbito de la memoria, con la
publicación de su artículo (en el que relató sus vivencias en la Guerra) en el diario
La Razón en 1943, participó de lo que Pierre Vidal- Naquet ha dado en llamar
“rivalidad organizada de las memorias” fenómeno que se solamente en las
sociedades pluralistas. Kapero recordó sólo cuestiones relacionadas con la guerra y
no con Francia y los campos de concentración. Excluyó de su memoria los
recuerdos de Francia, para que ésta cuadrara con lo que fuera públicamente
aceptable para determinado grupo seguidor del Diario La Nación, diario que
desmintió rumores de maltrato en los campos de concentración franceses. Pero
habría un motivo adicional, que explicaría no tal vez el olvido, pero si la excesiva
focalización en los recuerdos de la guerra. Construyó una memoria en la que sólo
tuvieron lugar recuerdos de la guerra civil no sólo para que la misma encajara en lo
que fuera públicamente aceptable en Argentina, sino también para denunciar a
Franco y al bando Nacionalista; ya que como lo ha demostrado Schwarzstein las
memorias pueden ser actos de conmemoración, actos de confesión, pero también y
sobretodo “… de acusación…”78. En la batalla discursiva entablada entre
Franquistas y Anti-franquistas Kapero intentó poner la balanza a favor de estos
últimos, ganar adeptos contra Franco, de ahí lo detallado y completo de su relato en
lo que se refiere a los sucesos vividos en España a manos del Bando dirigido por
Franco.
Pero esta pelea contra Franco no sólo es librada por los exiliados vascos,
sino que en ella participaron también el resto de los refugiados, sobre todo los
artistas plásticos. En el libro “Artistas contra Franco” Miguel Angel Cabañas
demuestra como los plásticos exiliados en México (entre quienes habría un vasco
Arteta, mientras que el resto pertenecen a otras regiones de la península)
organizaron distintas actividades contra las bienales de arte que el régimen
organizó (la primera en Madrid en 1951, al segunda en La Habana en 1954 y la
tercera en Barcelona un año después de la ultima). La oposición a la dictadura
77
Iriani Zalakain, Marcelino (2002) CENTRO VASCO ARGENTINO GURE ETXEA DE
TANDIL ¿LA PUNTA DE UN GRAN ICEBERG?; en colección Urazandi Bilduma; Servicio
Central de Publicaciones del Gobierno Vasco; Vitoria-Gasteiz.
78
Schwarzstein D.; Op. Cit.; pp. XIX.
50
Franquista no sería por lo tanto algo exclusivo de los vascos, sino que fue algo
compartido por casi todo el colectivo de exiliados, dentro del cual los artistas
plásticos desarrollaron sus propias estrategias de lucha y es en este contexto de
resistencia y lucha generalizada contra este dictador en el que debe ser insertado
Kapero y su obra para poder ser comprendido de manera cabal.
51
Fuentes:
52
Diario Euzko Deya; Buenos Aires 30 de junio de 1953 página 2.
53
Kaperotxipi, Mauricio Flores (1954) ARTE VASCO. PINTURA-ESCULTURA
DIBUJO Y GRABADO; Editorial Vasca Ekin; Buenos Aires.
54
Bibliografía
55
1939-1989; Memorias del Congreso Conmemorativo celebrado en San Juan
de Puerto Rico, A Coruña, Ediciones Do Castro.
56
• Senkman, Leonardo (1991) ARGENTINA. LA SEGUNDA GUERRA
MUNDIAL Y LOS REFUGIADOS INDESEABLES 1933-1945;Grupo Editor
Latinoamericano; Buenos Aires
57