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L< CO�'\'tRSACIÓN COLOQUIAL 33


1
Por ejemplo, una conversación coloquial entre ami�o� que

hablan de sus salidas nocturnas en un lugar de esparcimiento

puede constituir un ejemplo del prototipo; una conversa�ión

entre un profesor y un conserje, si bien se aparta del protoupo,

dada la ausencia en este caso de la relación de igualdad, puede

ser coloquial si uno o varios de los rasgos coloquializadores son

capaces de nivelar o neutralizar dicha ausencia; sea, por ejemplo,


5. L"'- CONVERSACIÓN COLOQUHL el de su relación vivencial.

En suma, una conversación no preparada, con fines interper­


La conversación se caracteriza, frente a otro tipo de discuros sonales, informal, que tiene lugar en un marco de interacción
hablados, por tratarse de:
familiar, entre iguales (sociales o funcionales) que C?f;ipartcn

experiencias comunes y.en la que se habla de temas cotidianos, es


- una inlerlocudón en presencia, conversación cara-a-cara; coloquial prototípica. Si hay ausencia de alguno de estos cuª.l:º
- inm,diata, actual (aquí y ahora); úldrnos rasgos, si bien neutralizada por otro(s), la conversacron
- s_on toma de turno no predetmninada;. � · se considera coloquial periférica.
- 'i:Linámica, con alternancia de turnos inmediata, que favorece

la mayor o menor tensión dialógica {la relación hablante-oyente

es simultánea y/o sucesiva, es decir, supone una conversación

más o menos prolongada, y no pares mínimos de intervenciones -LETRAS-


(rituales)); UNIDAD2
- coopenuíua en relación con el tema de conversación y la inter­
vención del otro.
LINGÜÍSTICA TEXTUAL

Tales rasgos definen la conversación como tipo de discurso,

Son condiciones necesarias para que pueda hablarse de conversa­


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ción. En efecto, si no existe inmediatez, no hay conversación, sino

una simple sucesión de mensajes, por ejemplo, n espacio infor­


u

mativo en televisión o radio; si la toma de ru rno e stá predetermi­ 16(COPIAS)


nada, estarnos ante otro tipo de discursos" como la entrevista, la

mesa redonda, el juicio oral a pesar de su


( i nmediatez), etc.: y si

no hay dinamismo conversacional, nos encontramos con a conte­

cimientos comunicativos monológicos, ta les como la ponencia o

el discurso pol í tico, en q ue no existe ernancia de


alt tu rno o, a lo

sumo, con rituales, or ejemplo,


p el intercambio de saludos, e
qu

no pueden ser considerados conversaciones.

Según lo anterior, hablaremos de conuersación coloqu1:a1 cuando

é sta presente además las constantes.coloquiales, ras gos primarios

ya señalados. Y. según la mayor o menor presencia de aquellos

otros que he m os denominado situacionales o coloquialitadores

(por su f unción, en ocasiones, niveladora de otros gos no


ras colo­
1,)1/A CRO/<\fJlJ]Gf as
�\!.._ SERVICIOS a 11 A r 1. c o s
qui aJes), distinguiremos e ntre conversaciones coloquiales p,rototí­
Av. Juan B. Justo 781 ·0ud.ct Mendoza
picas y conversaciones coloquiales pmfmcas.
Tel: 1201832 • Ce!:,5337 33 09
W LONSTA.''TES DEL REGISTRO COLOQUIAL

b) El modo de glosar, en consecuencia, parcelado, al que

algunos autores se han referido (Narbon�, 1989: 163 y 192-4), el

continuo ir y venir en un intento de explicarlo todo co': de�lle,

de hacerse entender al instante, para preservar la comun1cac:on y

. asegurar la correcta interpretación. Ello _favorece la. parifrasts, el

continuo rodeo explicativo, consecuencia de lo cual la mforma­

ción progresa lentamente, a diferencia del modo rápido en que


6. LAS CONSTA.'ITES DEL REGISTRO COLOQUIAL
el mensaje se enuncia: ·
. (EN I.A CONVERSACIÓN)

(8) L: no/ era una chica de quinto/ a mí la verdad es que me impar·

Los rasgos mencionados constituyen un marco inicial en el taba muy poco lo que ella hiciera!. �IE DA.3A igual ¿no? lo que

q\1c poder situar las caractcñsticas o constantes textuales y estruc­ pasa que me quedé j/ un poco de piedra J.. pero es que�// yo

turales, retóricas, léxicas, para\ingüísticas, ensuma, la -gramád­ me quedé de piedra Porque es que ((me s e n t ó rnal))/// una

ca .. del español coloquial y. más en concreto, de la conversación nochci/ conocimos a unos tíos ¿no? y habta vnoc entre ellos

que estaba pues e� chico bastante bien ¿no? hab- no había nin·
coloquial, ya que, como señalaba U. Payrató (1992: 146), aquellos
guno así q,ue estuviera muy ma\.!. ¿no? pero había. uno que es­
planean por encima de todas éstas.
que estaba mejor que los.demás.!. y entonces nos fuimos con
Muchos de los ejemplos que siguen han sido extraídos del cor­
ellos después de que tocara la tunai •e nos fuimos con ellos a un

pus de conversación coloquial del grupo Val.Es.Ca y, sobre todo,


bar)•// donde cocaban también/// esruvimos allí con ellos en
del volumen ya publicado, Briz (coord.) (1995).
el bar y tal/// y luego nos fuimos a un par// eso era las tres de ·

la mañana por lo menos ¿no? ·

[L.15.A.2: 542·�51]

6.1. LlS CONST.\.'-TES TE.'CTUAllS, ESTRl!cnJ!W..ES, DE ORGA.�!UC!ÓN • Inglés, pub.

YFOR.\lULACIÓN DEL �IE.�SAJE

(9) L: y luego fuimos a la discoteca/ y en un momento i que el chico

desapareció porque fue al cuarto de baño/ ya no volvía/ o sea


La ausencia de planificación o, más exactamente, la obligada
habla desaparecidoJ.. entonces empezamosa buscarlc-l- enton­
planifi'Cación rápida, y, así pues, el escaso control de la produc­
ces �[aria descubrió i
ción del mensaje, el tono informal, determinan una sintaxis 110
(l.15..'..2: 559-561}
convencional y una estructura gramatical específica, que puede

resumirse en los rasgos siguientes:


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Todo se produce sin pausa, pero sin prisas. La información se

da paso a paso.
a) La concatenación y, a veces, acumulación de enunciados,
No extraña, po_r tanto, que con frecuencia aparezcan sintag­
aunque no por ello independientes (Narbona, 1989: 166 y 180):
mas empotrados, insertados, a modo de paréntesis asociativos,
sintaxis concatenada, frente a sintaxis incrustada del modo escrito y
que redundan en to dicho, después de los cuales se hace necesa­
del registro más formalizado.
rio recurrir a engarce!:i como entonces, ptro, etc. coa et fin de reto­
·· Los enunciados que constituyen la intervención de un hablan·
mar el hilo comunicativo. En (9), porque fu< al cua,to de baño/ ya no
te parecen añadirse muchas veces conforme vienen a la mente
volvía/ o sea había dtsn.partcido.J, .mtoncts . . . ; en ( l 0 ) , que eso ya me
del que habla:
dará un punto; o sta si tos tengo bla.ncos que mt- a·unque ·no los tmgao/

yo los tengo IJienJ. (l)os dientes ¡no1/ pno . . .


(7) E: ¡ah! ese es Ramón/ ese es de;clásicas/ // Ramón/ me pasaha

libros de 1iteraturaJ. Ramón fe("Tlá.ndez/ este no/ este no sé ni

de dónde esi/ yo lo conocí en- en la facultad (10) S: lo primero i/ va a ser blanquearme los dientes// que eso ya

[l.15.A.2: 249-251} me dará un puntoi / paraaa/ intentar no rumar/ o sea si los

....
-
EL ESPA5:ot. COLOQL"UL, SITUACIÓ:,( YUSO 37
L<S CO:SST.IXTES DEL REGISTRO COLOQVUI.

t�ngo blanco� que me- aunque no tes tengoo/ ro los c�ngo


C5: § digo JO lo tiraba por
bien! (l)os dientes ¿no?/ pero tengo que buscarme moTI­
la umlanaS
VQS// paraa olvidarme de- de fumar! porque/ últimamente
P5: § pues unos gritos q u e p a qué/ y se iba oyendo
tengo de verdad/ muchas tentaciones ¿no?
ya el grito con melncs fuerza(( )) con menos f u erz(a)=)

[AP.SO.A.1, 563-566] [G.68.B.I + G.69.l, 99-117]

e)_ Y esas mismas �_?nes expli�arían el alto grado de redun­ Puede funcionar también como realce expresivo (Narbona,
dancia, obser\"a�o. ta m b i é n en los ejemplos anteriores. De ahí las
1989: 181-2). En (PI), la repetición del sintagma "?" gritos in:�n­
fre�uentes repeuciones y rcelaboraciones, mecanismos de forrnu­
sifica el contenido conceptual, así como el sufrimiento del nmo,
lac�ón cuya función discursiva ,..a más allá del mero papel retarda- .
que se desea transmiúr, etc. .
rano que algunos autores les han asignado. ·
La repetición puede ser monológlca, la que s� da en la mter­
La repetición es un recurso de cohesión, una marca de continui­
vención de un hablante, o dialógica, es decir, aquella que aparece
dad, a part.ir del cual se logra recuperar c;l hilo de la comunicación
en intervenciones dé disúntos hablantes: Destaca la que algunos
tras una interrupción momentánea del mismo. Así, en (l l ) , V2
estudiosos han llamado co11strucció1i-eco (vid., por ejemplo, el tra­
recurre a la repetición (de mimtms la norma esti áhi) como medio
bajo de G. Herrero, 1995, en relaci?? con l� �xclamativar-tco). De
para retener el turno, amenazado por el solapamiento ([ ]):
este modo, los turnos de colaboración repeuuvos en Al, 02 y A2

refuerzan los actos ilocudvos, así como el acuerdo:


1
( 1 1 ) \ 1: ¡chC!/ mientras la norma se- esté áhí-t

Al: [pocas mociones- pocas mociones son elegantes)


(13) DI: sil pero a esas horitas pues a \"er§
\'2: [mientras la norma esté ahí-t/ otra cosa es que no nos gus­
Al: : § un telcgramai siempre es
te la norma]/ pero si la norma c:s�ii,'/ por cojones tienen
malo/ lo que dice siernprc es malo§
que aceptarla ·
02: § siempre es malo§
U.82.A.I: 592-595]
A2: § pue-

·-· .. . de ser más malo o menos mil.lo/ pero siempre es malo

o, como en P4 y P5 (pues un . . . ; pues unos gritos quepa que') de ( 1 2 ] , [H.25.A.l: 300-305)


l
para intentar recuperar el turno perdido en Pl: ·

Otras veces el hablante no d u d a e n reelaborar lo que está


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(12) Pl: = pero una camilla como en una pr.�mayor// ysc lo 1Ie1..i­ diciendo, a veces por falta de palabras, otras porque lo considera
ron i/ Y_Y y nada/ {y)_ dice� cuando l
o pinrhnnos/ to tnds srgu·
comunicativamente necesario. Esta reelaboración es una de las
ro-+/ as, fue/ unos gntos/ UNOS gri{<os (({por fuera ))]
causas principales del anacoluto o inconsecuencia en el régimen,
CI: [(RJSAS)] me acuee
en la construcción de una cláusula, falta de concordancia:
do cuando pinchaban a éste§

P.2: § sí§
(14) J: y la ropa n.1;110 (rtfiriindost al de.sagradabU olor que dtja tl humu dtl
C2: t § que le tenían que sacar la
vena / ¿sabes de dónde?§ rignrrillo)/ si no me dejan- en mi casa tengo quec- en la terraza
¿sabes? '
P3: § sí§

C3: . §¿lasang<c?// D'ESA VENA DE [AP.SO.A.l: 645)


AQL1§

P4: § pues un§


Puede afectar al léxico o a la gramática; en este sentido, rnati­
C4· § d"
· . p;ero no po ran con CI/ dos enfermeras/
za o cambia una voz, altera u organiza de otro modo las funciones
dos mon;as/ r· y� y- y yo qué sé// y encima le dio la monja
sintácticas, cambia el tiempo verbal, el modo, usa otra construc­
caramelos/ digo ¡caramtlos1§

JI: ción para informar de lo mismo, corta los enunciados y deja que
§ caramelos§
el contexto transmita la información verbal que falta; de ahí tam-
39
L"5 CONSTANTE.5 DEL REGISTRO COLOQl,;L\L
EL F.SPA..�OL COLOQUt� SITUACIÓN YUSO

· l d las coniunciones. Es decir, la atadura sintáctica


bién las autocorrecciones, reinicies, falsos corníenzos. Nótense hacen as veces e :> • • , •

se convierte en atadura, sobre todo, scrnanuco-pragmauca . . .


1"1güilos de estos hechos en ( 1 5 ) , (16) y (17):
. lo anterior (!8) por un lado, conectores aditivos,
En e l eJemp • · · · ·d d
(15) A: lo que ocurre/ lo que. ocurre 7s que�// �ue ocurre es ·
• aparlt qut incluso logran marcar la conunui a
aomo ademas, , • . . .•
que cu.i.ndooo// terminen la linea (9,)e metro T y lo.. hagan·r- ··· - entre-tes enunciados, así como su idénuca or:c.nta�1on argume�·
. todo esto T ((entonces)) y prohi· :,,:-?fóhiban aparcar o esto T/ ta.tiva (ocyo tenla siempre el cenicero del coche limpio, tengo en el
.... pero? y además allí lo que- \o--que ((lo que comprime)) es la
caramelos, además . . . aparte . . . incluso») . .Un conector enton.c.t.r c�n
calle Sagunto// eso son casas viejas// y eso va a tener
valor reformulativo, por otro, permite a S recuperar el hilo dis­
muchos años/ muchos años ·
cursivo tras la acumulación de tales argume11tos.
U.82.A.l: 88-92]

(16)J: éste.vive por allí ¿sabes? por eso lo conoce tan bien/ la calle · {Son numerosos los estudios sobre conec.r.or:: en españo!· Desde

Lérida perspectivas distintas, por ejemplo, Fucr:i�es, 198,, 1993, 199!>; �fe�e-.

u.a2.A.1, 106-10,1 ros 1988; Cortés, 1991; �lartín Zorraquíno, 1992 y 1994; Montohu,

1992; Casado, 1993; Portolés, 1993, 1995; Briz, 1993b, 1993c y 1994;

(17) V: micnu-as la norma esté ahí-+/ Otra cosa es que no nos guste Pons, 1995; un estado de la cuestión, asl ccmo el an.ilisis de ciertos
la norma. conectores, en �1:irún Zcrraqulno )' Mcrucllc (eds.) ( e.p.}).

d) La unión entre los enunciados es abierta, sin fuertes ata­


{[) E.sa cOtnunicación al insta nte es lo que explicaría además
duras sintácticas (Narbona, 1989: 167 y 180), si bien no por ello
que el orden de palabras responda, antes que a la función sintácti­
menos cohesionados, frente a la subordinación sintáctica estre­
ca. o semántica (Sujeto, Verbo, Objeto . . . ; Agente o experimenta­
cha, cerrada, impenetrable. Es esto Jo que, sin gra\•es perjuicios
dor . . . ), a la función pragmática de la topicalización y al realce
informativos, permite ir y venir, avanzar o regresar a Jo anterior.
informativo de los elementos (Narbona, 1989: 167 y 189-192). De
(S ha dejado de fumar; los interlocutores insisten en el desa­
hecho, con frecuencia, las palabras se adelantan como preludios de
gradable olor del humo del tabaco)
la. expresión organizada, a modo de titulares que anuncian el desa­

rrollo de la idea que se pretende desarrollar. Tales adelantos infor­


(18) J: ¿sigues con los caramelos de anís?
rnativcs, prt-ttmas, prt·rnnas o o, como los han llamado algunos
S: si/ sí si/ los tengo- ten-/ a(d)cmás es que me lo propuse dee

llenarme el cenicero/ el cenicero me lo subí a casa y lo lim­ autores, movimientos tópicos o dislocacjones a la izquierda, actúan,

pié/ supcrbién/ apane que el coche como era nuevo T prácti­ según lo anterior, de presentadores temáticos o remáticos:
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camente no l'había usado// porque yo cuando fumaba inclu­

so T/ el cenicero no lo usaba/ prefería no usarlo/ 1o tiraba (19) No sé mi abuela los ojos el color que tendrían

por la ventana/ a(de)má.5/ m'ha pillado wnbién que lo com­ En el servicio T ¿tú lees las anotaciones del cuarto de baño!.

pré en verano T/ entonces iba siempre con Ia ventanilla abier­ tia? ¿esas que son- lo de la.s puercas/ alguna vet?

ta y lo tiraba y fuera/ o sea quee El curso/ no quiero decir que el curso no me guste

[AP.80A.l: 671-ó78) Y al puebloi ¿cuándo decís que vais a ir?

e) La cohesión no sólo interenunciativa, sino también extra­ El movimiento, sin embargo, puede ser también a la derecha,

enunciaúva, se logra a través de lo que Gilí Gaya (1943, 1976) es decir, determinados elementos se añaden como codas explica­

denominó enlaces txtraoracionalts, oc transiciones o conexiones tívas, reconocedoras: post-temas o post-iemas; así pues, lo focalizado

mentales que van más allá de la oración ..., que .. ( . . . ) relacionan a presenta ahora un valor explicativo, matizador o de precisión

veces la oración en que se hallan con el sentido general de lo que informativa:


se viene diciendo. ( ... )• (pág. 326). Cabe destacar entre estos el

empleo frecuente de los conectores pragmáticos (marradores discursi­ (20) Yo los tengo bienl los dientes

No eso de llamar por teléfono lo hacen mucho ¿ch�// esa broma


vos, reguladores fálicos) y de múltiples recursos entonativos que
·-·-·· . EL ESPANO:.CO.L0QUIAL, SITUACIÓ1' y USO
LAS CONSfA.'lTES DEL REGISTRO COLOQUIAL 41

. La sint�xis coloquial no rcsporld� al orden lineal basad ·


(23) J: o sea que empezastei// pues// casi casi cuando se abrió el·
c1pal:nente en l� su_cesión de una _5erie de constituyentes �o��::
este localT .
les, sino que m� bien tales constttuyentes se sitúan estratégica­ S: sí/ a(d) cmás empecé de tontería/(/ porque vino un día/

m e i: t e . a lo lar?? del discurso en un orden jerárquico AnaT

semanuco-pragmauco. Los eslabones que constituyen las cadenas [AP.80A.l: 589-590]

?e habla.son más bien hilos que se rompen con frecuencia para

introduclr otros, con los que en ocasiones aquellos se anudan y h) los enunciados suspendidos (Seco, 1973; Narbona, 1989:

reanud�n, o simpl�me.nte se dejan, para tornar y empezar de nue­ 166 y 183-5; Herrero, 1995 e.p), entendidos como tales encuanto

\'O el tejido cornumcacvo. que presentan un valor ilocutivo completo o, más exactamente,

completado por el oyente.


Los que he�os llamado rasgos coloquializadcrres planean sobre Nótese el valor intensificador en (24) o de atenuación del

o_tras frecuenct�� o �onst�ntcs del registro coloquial. Así, por compromiso o responsabilidad del Yo en (25):
CJemplo,. la relacaon vívencial de proximidad y, por canto, el saber

campa.rudo. hacen que el mensaje lingüistico presente una fuerte (24) Era un médico e-e (•magnifico•)

dependencia contextual. Todo elJo explicaría:


(25) Si hubiera tenido mis tiempo ...

g) la elipsis no sólo gramatical, sino contextual, y la alta refe­ De haberlo sabido ...

rencia exofórica, de la que hablan algunos autores (entre otros, Yo esrudiar esrudio/ luego que.apruebe o no ...

Lorenzo (1971) y (1977); Criado (1980); Payrató (1988) y (1992);

Vigara (1995 e.p)): i) Como constante de la conversación coloquial, y en rela­

ción con la secuencialización en ésta, destaca 'la conúriua presen­


(21) P: § y ha"cía así•/ con los ojitosT // pero claro/ él no vela-s se
cia de los relates, historias frecuentemente dramatizadas que se
veJ. bien a su madre/ y se apegó a su madre/ y el· luego el
suceden en el cuerpo de una interacción.
ayudante del cirujano nos decía/ allí dentro os hacía así/
El relato es una subunidad estructural, secuencia de historia,
aaaa / que lo sacaran fuera// y a su madre le hizo igual/
según la denominación de B. Gallardo .(1993), que se desarrolla
cuando lo sacaron le hacía/ aáatia / {(porque)) le habían

hecho mal {(( ))) en un turno o a través de varios, en ocasiones colaborativos

C: (RISAS) y no quería ir allí más/// {seguro] (cuando en la narración o dramatización participan dos o más
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P: [así queJ Juego vino la chí- hablantes). ·

ca/ estaba allí también la chica que lo cuidaT// dejó a su Desde el punto de vista estrictamente discursivo, la presencia
madre T¡¡ y se (a)tiró a la chica/ cogido al brazo llcrando-e
en concreto del relato dramatizado favorece el empleo del estilo
(// ahí al cuellc-ey sln quitar (( ))]
directo, siendo éste otro de los rasgos característicos del español
C: · [¡aah!/ ay claro!] porque
coloquial: ·
le tietJe mucho cariño/ la que lo cuida com(o)· cuando

Milri Angeles tra.BAJA


(26) Sl: si/ a(d)emis empecé de tontería/// porque vino un día/
[G.68.B.l t G.69Al: 138-148]

• P mueve las órbitas de los ojos. Ana r// (RISA..S) y me dijo quee- que tenia bronquitis agu·

da// y yo la. vela pos que se fumabaa/ / en el rato que yo me

(22) S: yo qué sé// soy muy perezoso •(tío)•¡ para esill cosas/ a la fumaba un cigarro i ella se fumaba tres

hora de comprometerte con afguria historia que no sea nece­ JI: �o(d)erl ·

,ariaT /// tú imagínate pues estar todo el día currando y ter­ 52: 'ft·Y aJÍ de tontería dije puth mir(J.(J/¡o qui Ji/// dijaloo/ pm, eh
minar a las siete de trabajarT// y vete a un gimnasio a hacerte ,¡ut yo no pu1do/ taiT/ sii- Ji lo defara afguim conmigo puu digo
pesas ¿sabes?/ todo eso los días que tengas libre! porque si putJ nada lo dtjamoJ los doJ// I y en el primer intento no
no tengo que venir aquí a dar clase • .
pude/// rt se lo dije digo mira/ lo sintlo pm, 10 no he podido//

[AP.80A 1: 546-550] (RISAS) r¡/ pero me enfadé/ conmigo mismo ¿�o? dlg- ¡luu·
,..,.re DEI: REC!STRO COLOQUIAL
LAS CON
sr,
"'"'"'
42 EL E:SPA.'-OL COLOQUL\L: >11 u.,ctóN YUSO.

. liaa! hes d<jado otras cosru ¡no vru a d<jar ,sto! y ol mcsi // al
6.2. I.;.s CONSTA.-m:S RETÓRICAS
mes no.l. menos// a los dios ¿no? o seo cada cigarro que me

fumaba t/ mee- me sentía mal y me maldecía a mí mismo d s llamar textuales, estruc-


¿no?/ hasta que al finalf / una malla· en un momento me
Junto a es�s c�nstantet_q�;r�ul��in y organización del dis-
fumt tres i/ por la mañana i/ y dije bumo ya tslá
rurales, relac�ona �s con .. , tienen que ver con la retórica
j2: cogiste el paquete y lo tiraste . curso coloquial, existen otras q i.l�
[AP .80.A. l: 594-602]
ropia de ta conversación coloqu1al. , ·
u ·

P · fi 1 unido a las caractens -


El fin interpersonal y e 1 tono in orma ' .
(27) CI: oigo.!. que a mi me lo han tomao por teléfono el pelo
. cas' situacionales, favorecen el uso de toda una sene de re;ursos
DI: es que pasa eso que muchas veces llaman [por teléfonoi]
expresivos, inusuales o menos frecuente: en otros regtstr�s­
C2: [a mi me] lo han

tomao bien tomao ¿ch? . . Enunciaremos tres de ellos, que de forma mas extensa se trataran
( ... ) . .

más abajo:
CS: (... ) >nir,J" dt aquí dt RADIOVA,LENCU/1 la llamamosi/ lt

vamos a ha(tr una ¡m,:unta/ si m cinco segundos/ wttd nos res·


, a) en el nivel suprasegmental, una entonación regularmen­
pond,i/ gana cinco mil pmtas/claro.l. yo/ digo puts burno/ ¡lt
te expresiva, prominente (por �jemplo,. :ºn marcas a_ce_ntuales
prtguntamos! pues prtgunlt [¿¡qué va., a decir!?]

D2: [ claro claro] para señalar el foco de la nueva información frente al tópico), de

Al: cl.ro.l. lógico · constante manifestación de actitud, de posición ante lo afirmado,


C-l: me dice mirtl un muñeco c¡u,.saU m 14 ttltl no se me ohidari tal y como ha puesto de manifiesto A. Hidalgo ( 1996);
·en Ia- en l�.VI?._i\.L'.,'quf f:l:roso J titnt muchos pinchosT 4usttd
b) la tendencia a la intensificación, a la hipérbole, manifes­
sabría dtcimól�:nom�1 digo pues Espintttl • puu ha ganao
tada a través de numerosos recursos: morfológicos, sintácticos,
· 11.11,d cinco milpÚdes!//íÍnoti iüt,d tl nombrt ,1 la- ti 1,/ifonoT//

léxicos y fonéticos, y con frecuencia combinando varios. Cual­


] l/.amt qut/ si iii...,,,rin�t St�,ndos no llama f pimJt las cinco mil

·. , pestto.s [yo digóa,) ,/�::¡: . . : :. . ·


quier categoría léxica puede verse afectada por lo que es, sin

A2: · l(}onn3:ll':�����:d:.;__: · ·· . duda, un realce pragmático de lo dicho y d e l decir (A. Briz,

·Có: • ¡OST-A! pua n-qu, �'¡ariao.¡o cina, mil p<Sito.s fácil e.p) .
.,,.• : : , ' · • (H. 2S. B-1: 99-lll]

• Personaje (erizo) de un programa infantil dc,TVE.


[Para e! estudio de esta cuestión, véanse Beinhauer (1929); Gon­
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zález Calvo (1984-1988); Meyer-Hermánn (1988); Lamíquiz (1989);

Se trata, como puede observarse, de ur recurso vivificador y Herrero (1991); Vig;in ( 1980: 85 y ss) y (1992: cap. m): Briz (e.p.):

actualizadon Las intervenciones de los personajes se añaden a tra­ sobre el valer elatíve de algunas frases hechas, Garáa Page (1990) y

Ruiz Gurillo (1995))


vés de verbos de •decir•, con frecuencia en presente, y/o

Ínediante el sujeto emisor (yo, tú, é l.. . ) . En su defecto, las pausas, .

\�s tonemas o conectores metadiscursivos como p.lts,1'cCncargan ·-- ·


· -" c) y, en general, su carácter egocéntrico (rasgo sobre el que
1

'de esu.'. 'ecer los límites de tales intcrvencil"'?:i6. han insistido, entre otros, M. Criado, M. Seco, E. Lorenzo, A. M'

Lafrecuencia de uso de estos relatos en una conversación es Vigara ... ) . La estricta actualización en la conversación (colo­

una marca identificadora · del registro coloquial, que puede aña­ quial), hace del �AQ.l:l·..\HOM, en relación inmediata con el Tú

dir además información sociolectal; en concreto, el abuso en el presente, el centro deíctico personal, espacial y temporal.

e�pleo del relato dramatizado, por ejemplo, parece estar en rela­

ción con el nivel de lengua medio-bajo o bajo del hablante.


6.3. L;.s CONSTANTES Ú.Xl;C..\S

Léxicamente cabe destacar la reducción y selección que en la


conversación coloquial sufre el léxico común, así como el empleo
EL ESPAJ':OL COLOQUL\L: SITUACIÓN YUSO 45
LAS COXST.\.,IES DEL REGISTRO COLOQIJL-U.

de unidades polisémicas, preformas, verba o,unibus, poco limita­ lesi¡ y ¡CA.RP.iO!/y ¡CAR.f.lO!/ y él/ se: abr.u:6 a su madre r/
das s e m á n t i c a m e n t e , que son capaces de ocupar el lugar de acercó a la cara a.5íT / a.si {( ) ) y no la dc:sapeg6

muchas otras. · [G.68.B.l + G.69.A.l: lSl-134]

Se trata además de un léxico abierto capaz de albergar y dar


(30) P: )' hacia así•/ con los ojitosi // pero claro/ él no vela-e se ,·eJ.
entrada a voces de léxicos especiales, argóticos, con el significado
bien a su madre/ y se apegó a su madre/ y et- !ueg? el ayu­
original y especializado, o alterado más general (talego, 1nam:ín,
dante del cirujano nos decía/ allí dentro os hacia ast/ aaaa/
,upi . . . ) , voces de moda, en el que se rentabiliza el recurso de la que Jo sacaran fuera// y a su madre le hizo igual/ cuando lo

metáfora, concretamente el de la metáfora nuestra de cada día, en sacaron le hacía/ (UJ.aaa/ ((porque)) le hablan hecho mal

un intento de captación de la realidad, del mundo de las cosas,

en un suspiro lingüístico. • p mueve las órbiw de los ojos.

{Para cuestiones léxicas, Carballo ( \ 9 6 4 ) . Seco (1977). Casado

{1985); para el léxico de losjóvenes. Rodrigucz (1989). El estudio de

la convergencia entre el argot delictivo,ju,·enil y su uso en el registro

coloquial, en J. Sanmarún (1996); y, en concreto, para las metáforas

cotidianas, Salvador (1989) y Portclés ( 1994) ].

6.4. ,1::L PARALE>.CUAJE .

· . A todo ello hay que .ahidi� el i;ñ�ortante papel del paralen-

.guaje y, más concreramentef'de.losgestos, ya acompañando a la

comunicación verbal, o incluso a veces en su lugar (Payrató, 1985;

Poyatas, 1994). · '.'·' · ·· ·· · ' · · . . .

En ocasiones, el gesto aparece ac:ompanado por sonidos ono­

matopéyicos, sustituyendo tambi�n. a en�nciados compl.et�s. No


Scanned with CamScanner

cabe duda del potencial informa avo que.junte a los �oVIm1encos

de.los labios, de las manos y de la boca, presentan en (28) y (29)

ruidos convencionales como uuf. tuufh, buáa, o el movimiento de

los ojos que acompaña al pro-adverbio así en (30):

(28) C: cuando huele a tabaco-ey uuf

(( ... ))

S : "' tú vienes fresquito comiéndote ru caramelete de anís en el

coche/ entras a la �mpresa y t'hace/ TUUFH•/ como .si te

metieran/ una guantá en toda la cara/ pues igual

[AP.80.A.l: &!2-643 y 666-668)

• S hace a la vez un gesrostmulando que ha recibido un golpe

en la cara. t�,J/A CROil'-\fH.JJGiaS


'\S.__
� S C II V I C J: O tl G tt A r a: c a •

(29) P: a.si que cuando salía�/ chillando y llorando/ buda/ y venga


Av. Juan B. Justo 781 • audld Mendoza
a llorar/ UNAS LÁGRIMAS// y claro!. se acercó Mari Ánge·
Tel: 420<t832 • Cel:,53 3733 09
!.A DESCRIPCIÓN POR Nl\'f.!LS 47

(32) • un muñeco que sale en la tele no se :ne ohidará en la-en la

vida

o vería alterado su sentido (Comp.: No quiero· NoJ q1tiero):

(33) a, me dice mire! un muñeco


7. LA DESCRIPCIÓN POR NIVELES
b. me dice mire un muñeco.

Las constantes o frecuencias del español coloquial hasta aquí


En (34) y (35) la inflexión ascendente, por ejemplo, es signo
sei\aladas constituyen una representación demasiado abstracta de
de .enlace que marca la continuidad a la vez que contribuye al
la «gramática» del registro coloquial en la conversación. De ahí
efecto rítmico y a la expresividad deseados:
que examinemos a continuación, atendiendo a los distintos nive­

les de análisis Iingüísrico, algunos rasgos que constituyen a su vez


(34) S : y al mesl// al mes no.l.. menos// a los días ¿no? o sea cada
regularidades lingüísticas más concretas.
ciprr<? que me fumaba i/ mee· me sentía mal '/ me maldecía

a mi mismo ¿no?/ hasta que al finati / una maña- en un

momento me fumé tres i/ por la mañana t/ y dije bumo ¡a


7. l. NtVEL FÓNICO estd

[AF.80.A.1:.599-602)

7.1.1. La entonación
(55) S: tú imagínate pues' estar todo el día currando y terminar a las

Con anterioridad destacábamos el papel clave de la entona­ siete de trabajari / / y vete a un gimnasio a hacerte pesas

¿sabes:/ todo eso los dias que teng� libre! porque si no ten­
ción como recurso para organizar y estructurar el discurso. El
go que venir aqui a dar clase/ o sea quee/ voy a ir pitlao/ /
hablante, mediante los recursos prosódicos, organiza los conteni­
gimnasiooi curso/ gimnasio i curso. .
dos iri!ormativos, cohesiona su mensaje y realza, por razones sub­
[AP.80.A.I: 547-554]
jetivas o de índole pragmático-comunicativa, algunos de los ele­

mentos (recuérdese su capacidad de realce temático o remático,


Nótese en la expresión gimnasiool¡ curso/ gimnasioÍ cuno el
de topicalización). No en vano, la entonación presenta entre sus
efecto rítmico y la información adicional que dichas inflexiones
Scanned with CamScanner

funciones la denominada función demarcativa, a partir de la cual


tonales ofrecen. En concreto, mediante esta entonación expresi­
se establecen fronteras y se manifiesta su capacidad desambigua­ va continuativa se da a entender el ájetreo de tanta actividad.
dora (Hidalgo, l 996).

Concretamente, los tonemas o inflexiones finales son capaces A su valor distintivo de las funciones comunicativas básicas v.

de manifestar las relaciones entre los enunciados, estén o no rela­ por tanto, de los distintos tipos de actos enunciativos: asevera­

cionados lógicamente, así como los límites entre éstos: ción, pregunta, mandato, etc., se añade con fuerza en el discurso

coloquial su función expresiva, la que A. Hidalgo (l 996) halla­


(Sl) C: me dice mir,J. un muñtco f/Ue saf.l tn la ttltl no se me olvidará
mado función modal secundaria. La entonación, en su función
en la· en la \'IDA/ qut es ro.sa 1 titnt muchos pinchost l1J.Sttd
expresiva, rnanífiesta también la actitud del hablante ante el men­
sabria dteimos ti- la· ti nombrr!/ digo pues Espin,1,t pues ha ganao
saje que enuncia, aunque aportando numerosos valores, todavía
usted cinco mil pt11tru.
sin sistematizar, que se superponen y modifican parcial o total­
[H.25.A.l: 105-107]
mente aquellos otros papeles modales primarios. La alegría, la

Hacen posible la sucesión coherente de ciertos enunciados sin tristeza, la sorpresa, la cólera, etc., o de otro modo, la corte.sía o

pausa perceptible, la cual de otro modo resultaria inaceptable: descortesía, . . . e n fi n , !a retórica, se añaden come una especie de
EL ESPA.5.0L COLOQUL-U.: SITUACIÓN y USO
LA DESCRIPCIÓN POR NIVELES 49

halo a la expresión segmenta! a través de una serie de recursos


(42) Hay que dejarlo (el tabaco) AHORA/ si dices mañana c-s
suprasegmentales. Piénsese, por ejemplo, en la expresión irónica
basada en la modificación tonal:
En este caso se trata de un recurso de intensificación, a partir del

cual se refuerza la opinión y además la conclusión implícita: «no


(36) S: yo llevo un mes sin fumar pero tengo muchísimas ganas

C: ¿de fumar? dejas de fumar»,

o en �iertos fenómenos que se apartan de las reglas entonatlvas

descritas hasta ahora: interrogaciones parciales que presentan un 7.1.2. Los alargamientos fónicos

tonema final ascendente, en (37) un realce expresivo que mani-

fiesta el interés por la contestacióni . Un hecho fónico frecuente es el alargamiento silábico. Ade­

más de aquellos que se producen por causas externas al propio


(Sí) pero ;qué,..., a haceri? discurso (sea, por ejemplo, la escasa destreza lingüística), y cuyo


valor es el de servir de apero para pensar lo que se va a decir a
o interrogaciones totales cuya inflexión final descendente aporta continuación, hay otros alargamientos significativos que actúan
un fuerte contenido modal asertivo. De la simple pregunta en como refuerzos del decir r/o de Jo dicho. En (43) intensifica la
(39a) pasamos a la petición de confirmación con un cierto matiz cantidad, marcando además la disconfonnidad, y en (44) el alar­
de cortesía en (39b). Nótese asimismo su diferente combinatoria: gamiento se presenta como refuerzo exhortativo y, a la vez, de la

recriminación:
�---
(39) a. (•Entonces) ¿Quieres que venga T?

b. (Entonces) ¿Quieres que \'Cnga!?


(43) ¡Uffi furnabaaa

(-H) ¡Dejalool
Efectivamente, a veces no existe correlación entre la forma

elocutiva y el valor ilocutivo de la misma, no coincide, por ejem­


Por el contrario, en (45) atenúa la opinión y en (46) el mandato
plo, la forma interrogativa con su valor típico y regular de pre­
(más bien ahora ruego):
::gunta ( cf. ·actos de habla indirectos: d e p e ti c l ó n como en ¿ Qµierts

cerrar la ventana 1, interrogaciones retóricas, interrogaciones por (45) A: ¿qué tal los nueves planes de csrudío?
)ª Iorma.rexclamacicnes por el sentido):
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B: buecno/ no están mal

, Compárense los diferentes valores ilocutivos de las expresio-

nes de (40a, b y c ) ) : (46) No te vaayas,

(40) a. ,�ienei? (pregunta) .

. . b. :'icnc.!? (petición de confirmación, próximo a la aserción)


7.1.3. Las vacilaciones fonéticas, pérdida, adición desanidas
c. ¿¡VIEENE!? (manifestación de sorpresa, unida en ocasiones al
rechazo).
La relajación articulatoria, favorecida por algunas de las carac­

teristic� del discurso_ coloquial ya señaladas, conlleva, como que­


En (41), la interrogación no pregunta, sino que actúa retóri­
camente como un reproche: d� reflejado en �os eJempl?s de (47), numerosas pérdidas y adi­

�tones de son i d o s . fenomenos de juntura, extremos en

(41) has dejado otras cosas ¿¡no� a dejar de fumar!? 1�terlocutores de estrato sociocultural bajo o medio-bajo», aspira-

ciones de consonantes implosivas (-s). etc.: '

Por otro lado, los tonemas suspendidos marcan con frecuen­


cia enunciados informativa.mente pertinentes: (4í) a(d)emá, ch que quiero

(l)os dientes
50 EL ESPAi.°\;OL COLOQüLU..: SITUACIÓN YUSO L< DESCRIPCIÓN POR NM:U:S

e n tra.s a l a empresa y t'hace/ TUUFH Obsérvese que el nexo es que, de uso frecuente en español.
tu'el mundo coloquial, actúa en (49) en el doble sentido aludido; por un lado,

conecta enunciados, por otro, es un índice de la presencia del

Los silencios son a veces el resultado de..nfucha.s de las vacila­ hablante, a partir del cual parece justificarse y excusarse la ausen­
cierres-de habla, si bien en ocasiones-rellenados oralmente con cia en la fiesta de una O.eterminada perscna, un valor modelizante
ciertos conectores, que actúan como demarcativos, a modo de que sólo un contexto y una entonación rriuy marcada, con pausa
partículas de puntuación (§ 7.2.1.). ·
necesaria entre ambas propusiciones, podrían dar a la expresión

de (50):

7.1.4. Pronundadón 1narcada, enfática (49) Juan no viene a la fiesta/ es q':'e está enfermo, .

(50) Juan no vierte:' a la fiesta porque esci enfermo.


Aparte del vicio español de hablar gritando, se encuentran

ciertas pronunciaciones enfáticas, marcadas, aue añaden infor­


Lajusúficación, la restricción, la oposición, la concesión . . . ,
mación a lo comunicado. Así, sílabas, palabras: enunciados ente­

ros se ven acompañados de marcas suprasegmenta.les que actúan forman parte de los movimientos arguruentativos que tienen

de refuerzos argumentativos, refuerzos intensificadores de acti­ lugar en cualquier tipo de interacción . .6J hablar argumentamos,

damos razones para concluir algo, y hay toda una serie de instruc­
tud o de lo dicho:
ciones que guían o marcan esta actividad argumentativa (Ans­

combre y Ducrot, 1983) o, d esde otro enfoque, la per ti nencia o


(48) era LENTO

HE DICHO QUE VENGAS �L->.-ÑA·NA. relevancia de los actos de habla como refuerzos de implicaruras,

negación de éstas o introductoras de las mismas (Spcrber y wil­

so�, 1976). Es que, prro, sin embargo, parque, además, aparte (y) luego,

asi fruts, con qut, total, etc. son algunas de estas formas:
7.2. NML �!ORFOS!XT.knco

(51) A:Juan es un buen partido porque� es g'Uapo/ además es la mar


7.2.1. Los conectares pragmáticos
de simpático y encima tiene dinero ¿¡qué más se puede pedir

· hija!?

Señalábamos como constante del español coloquial la ausen­ B: pero es que no me gusta.
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cia de fuertes ataduras sintácticas en la relación de enunciados, lo

que no' significa ausencia de conexión entre estos, La citada cone­ Todos los conector�s que aparecen en laintervenclón de A

xión y, por tanto, cohesión del discurso coloquial se logra (porque, además, 'Y t'l'tcima) i ntroducen argumentos coorientados

mediante otros recursos.Junto '


al ya señalado de las marcas prosó­ hacia una misma con c lusión {eno rechaces su proposición•), a

dicas, destaca por su frecuencia el empleo de los denominados .diferencia de pero, introductor de un argumento ant ioricntado de

oposición o restricción, on el
c q ue B abre su intervención, y mar­
conectores pragmáticos. ·
ca dialógica, así pues, del desacuerdo.
Se trata de fórmulas que vinculan s e m á n ti c a y pragmá_tica­
C on lor dialógico se
va presenta también pero en (52) y (53).
mente el antes con el después, lo dicho con lo que se sigue
donde no sólo une actos de habla de distintos hablantes, sino que
diciendo o se va a decir. Algunos de estos signos actúan en el
'ap orta, desde e l punto de vist a conversacional, insatisfacción
habla, como las conjunciones, con un papel de enlace, pero.ª s�
informativa, a la ue permite
vez q e l cambio o la restricción temá­
vez manifiestan otro úpo de valores ausentes en é s tas , En �nnc1·
tica e n la secuencia:
pío, podría dec.irse que tales signo� n� �sólo vinc�lan enunciados,

sino los enunciados con la enunciación; de ahí el papel modal


(52) pero ¿qué ":u.a hacer T? ¿algún arte marcial e, pesas?
,.
que muchos poseen.
EL ESPAÑOL COLOQUIAL, SITUACIÓN YUSO

lA DESCRJPClÓN POR NIVELES


53

(53) pero es que las cosas no se hacen a.sí, ..


·--- . .

En suma, los conectores pragmáticos son, además �e Instruc­


Junto a los conectores argumentativos, instrucciones de la ciones argumentativas, signos de enlaceentre enunciados que

negociación que se lleva a cabo en. la conversación, hay Otros que colaboran en la progresión y formulación del discurso. No en

soportan la progresión del discurso, el inicio, la continuación o el vano son verdaderos asideros a los que se agarra el habl":11te pa.ra

cierre de los· turnos y de las secuencias. Éstos sirven al hablante ir hilvanando un discurso que se produce cara a cara, es inmedia­

para formular y reforrnular lo que se dice; resurne n, explican, to y actual, rápido y se ha de planificar sobre la marcha. �o .hay

matizan, en ocasiones a modo de reinicias, otras a modo de con· que olvidar que la coherencia argumentativa que ha �e exisur al

clusión, lo anterior; o simplemente colaboran al mantenimiento articular los enunciados ha de ir unida a la coherencia al formu­

del hilo discursivo. En otro trabajo (Briz, 1993c) me refería en larlos o producirlos, y que el hablante, además de controlar el

estos casos a la función metadiscursiva del conector pragmático. mensaje, debe controlar también el contacto:

Por ejemplo, la presencia de por cierto en (54A) y de bueno en

(54B), con tono alto y contorno melódico descendente, marca y


í.2.2. Los ítüensifícadores
explicita, respectivamente, una ruptura con el tema anterior o una

matización de lo dicho, a la vez que el priinero permite un enca­

denamiento de este tipo; en su defectq sería necesaria la presencia Los intenslficadores constituyen otra de las categoñas pragmá­

de otro tipo de marcadores (una pausa y una entonación fuerte): ticas del habla. Éstos son en la conversación estrategias retóricas

de dar ca entender) más de lo que realmente se dice, de rnanípu­

(54) A: vengo de hablar con Toñi de lo del bar r me da dicho que lar realzando los enunciados con finalidades diferentes.

hará lo posible pa.r::i. que mejore la comida por cierto ¿cómo Son varios los recursos de expresión Verbal y no verbal de esta
sigue tu padre? función pragmática:

B: bien bueno sigue igual.

- morfológicos:
Si l�s anteriores son conectores que, de algún modo, le sirven

al hablante para unir sus enunciados y controlar el desarrollo del (57) �Je gusta sobre todo su cuerp:uo

discurso, hay otros marcadores que controlan y regulan el con tac­ ¡Qué requetegilipollas (que) es!
Scanned with CamScanner

. to, ¿no? ¿eh? ¿sabes?, etc., elementos fáticos o apelativos a que se Me lo pasé superbién

recurre constantemente en el diálogo. Se trata de marcas autorre­ Menuda suerte ha tenido

Había mogollón de gente


afirmativas que refuerzan o justifican los razonamientos de los
Eres un huevo de torpe ·
hablantes ante su(s) interlocutor(es); llamadas de atención para
Me ha pegado un susto de muerte
mantener c. comprobar el contacto; fórmulas exhortativas y ape­
útá pero que muy buena.
lativas que implican activamente al-Interlocutor; o, en ocasiones,
simples retardatarios. · .
- .sintácticos:
Compárese el valor fático y apelativo, repectivarnente, de ,eh?
y ¡rn1irnoolen (55) y (56):
(58) Lasjuergas que se coma el tío. La. de veces que se lo he dicho

(59) útá que se sube por las paredes, que muerde, que trina, que no veas
(55) y entonces ¿eh?,me dijo que quería ve n i r/ pero yaa ¿entiendes?
Tiene unas piernas que quitan el hipo
era demasiado �rde para decirle que si
E.s que tiene un morrazo que se lo pisa

(S6) ¿Qué te parece? ¿eh? Se armó una q u e p a qué te voy a contar

No vayas ¿entiendes? Eso es una gilipollez como un castillo.


55
LA DESCRIPCIÓN POR NMLF.S

54 EL ESPA.'=OL COLOQUL'-1., SITUACIÓN YUSO

- léxico-semánticos: Nótense sus. ñmcicnes pragmático-comur:icativas con:o modi­

ficadores del decir {en 66) y como modificadores d 1 decir Y de_ lo


7
por repetición:
dicho {en 67) Así, en (66) se refuerza el acto 1l?cunvo ':'everanv?

mediante la presencia explícita del perfonllnrn «decir- en pn­


(60) es wdc wdc; esto es dlvertídc divertido

bobo más que bobo; tiene un hermano mis borde que borde mera persona y la referencia deíctica personal -te-; en (67!, a � ­

es muy muy pero que muy interesante. vés de los cuantificadores «más, más de ochenta veces-, se intensr-

fica no sólo la antigúedad del chiste, sino él reproche. · ·


por el empico de ciertos lexemas marcados ya semántica­

mente con el rasgo [+intenso]: terrible, horrible {frente a -rnalo-),


(66) Te lo digo es muy idiota • .
alucinante, gmial, total, bestial, fatal, prrrrada (de), barbaridad (de), (6i} Ese chiste es más vlejo / lo has corneo )'ª (mas de) ochenta.

burrada, colocón, tocho, me chiflan {frente a -me gustan-), la revista veces.


se fue a hacer gárgaras {frente a «dejó de publícarse-) , salir pitando.

metáforas de la vida cotidiana:


7.2.3. Los atenuantes

(61) Vaya una empanada mental que tiene


El uso del atenuante en la conversación coloquial española es,
Se explica como un libro abierto

Casi se abre la c:i.beu antes que norma de conducta social {cortesía), una estrategia

Me moña de la risa conversacional vinculada a la relación interlocutiva, que mitiga la


Eso es una gilipollez como la copa de un pino. fuerza ilocutiva de una acción o la fuerza significativa de una

palabra, de una expresión.

- fraseológicos: Los recursos vienen a coincidir con los antes señalados. Sirvan

de botón de muestra los ejemplos que siguen, en los que se ate·


(62) Había gente a punta pala
núa por modificación interna (diminutivos), externa (cuantifica­
Lo pasarnos de muerte
dores o partículas), por la acción de verbos o fórmulas perforrna­
Se enfadó de lo lindo
tivas, etc.:
Ir a toda leche, a toda pastilla

Es tonto como él solo


(68) Es morenito de piel con la nariz larguita/ ga.f1t.a.i. F.s feillo.
Estar para parar un tren.
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Lo encuentro algo raro.

Es un poco tacaño.
-·fónicos: Está como n1uy gordo.

¿Te molesta. que me siente? No te Importe que me siente ¿verdad?


por el tono o pronunciación marcados:
¿Me haces el Iavcr de poner el libro allí?

(6S) Es LENTO
La mayor o menor presencia de estos atenuantes depende del

· · p o r la pronunciación silab�ada, como la denomina A. Nar- lipa de negociación que se lieve a cabo y del f:11 o intención de la

misma. Es cierto, no obstante, que el índice de frecuencia de ate·


bona (1990: 1041) · ·
nuantes en la conversación coloquial es menor que el de la con·

(64) Es un PE.SA·DO versación 'formal, ya que el uso excesivo de estos minimizadores

podría suponer un distanciamiento, contrario al fin que se persi-


por el alargamiento vocálico: . gue en la misma.

(65) No estaba bueno/ estaba bueníiisimo.


EL tsPA.�OL COLOQU� SITUACIÓN YUSO
U DESCRJPCIÓ� POR NIVELES 57

[Para el estudio de esta categoría pragmática pueden consulursc


minado ,tú• impersonal. En (72), (í3) y (74), el yo aparece latente
los ''.ªbajos de Meyer Hermano ( 1 9 8 8 ) , Haverkate ( 1 9 9 4 ) , Briz

bajo la máscara de la impersonalidad o del propio tú, en un


(199:,�. Algun�s atenuantes pueden explicarse a partir del principio de

corles1a. Rccucrdcsc que este principio, postulado por R. Lakoff intento de atenuar o minimizar su papel:

(1973), Brown y Levinson (1978) y Leech (1983), y el de ,oaprración,


Icrmuladc por Gncc (1975), regulan el desarrollo y la conducta ime- (72) Se dice que fue el suegro el que no quiso que se casaran.
raccionales], ·

(i3) Uno no sabe qué decir en esos casos.

(74) Hay C0$3..S que tú vas aguantando y l.u vas aguantando un día Y
7.2.4. Los deícticos
dos y tres y cuatro pero llega un día que ya no puedes má5 Y

dices... ·
Centraremos nuestra atención en la deixis personal, concreta­

1 1
mente en el uso de los pronombres personales de 1 y 2 persona, · Como puede notarse', el yo, con u�a intención Persuasiva, pre­
las voces principales de\ diálogo (Para otros tipos de deixis en el senta de forma confusa la referencia dclctico-personal a la hora
discurso coloquial, Vigara (e.p.j). de adjudicar a alguien lo que se va a decir: «no soy yo, sino noso­
Ya se ha aludido al carácter egocéntrico de la conversación eros», ..somos todos y ninguno .. , .. es cualquiera», «eres tú tarn­

coloquial. En efecto, la presencia de Yo hablante se manifiesta de bién-. En tales casos, todo parece indicar que el yo intenta salva·

forma constante, explícita o latente, en ésta. Pero, además de ser guardar su imagen respecto al interlocutor.

una de las voces principales del diálogo, es preciso destacar los Junto al yo, centro del discurso coloquial, aparece la voz del

valores pragmáticos que su presencia añade al discurso, por ejem­ tú. A él se apela casi siempre de forma directa y sólo a veces estra­
plo, como estrategia retórica de intensificación o atenuación. régicamenre atenuada . •.\sí, el yo mitiga su 'acción, su acto de

v*. El hablante puede maximizar su pa pe l en la conversación; habla cuando el tú queda afectado directamente. En (i5) se ate­

es decir, el yo realza su presencia y eleva su imagen, in c l u so a núa el reproche:

veces en perjuicio del tú, lo que podríamos llamar la personaliza­

ción dtl yo como recurso de intensificación del sujeto de la enun­ (i5) Hay que leer más.

ciación:

Véanse a continuación algunos recü�os de impersonalización


Scanned with CamScanner

(69) Yo ya le dije que le lomarían el pelo (con rraiminad6n) del tú en (íó-78):

(íO) ¿y cómo lo sabes?


(76) Nosotros no vayamos que si no parecerá que ..• / buencyc no
YO lo sé todo// si yo le contan voy a ir/ tú has lo que quieras.

(71) Si tú supieras como yo lo que paso-e


Nosotros es, sobre todo, tú, puesto que el yo ya ha decidido con

a n t e l a c i ó n que no va a ir y c on stituye el ejemplo que debe


En ocasiones, sin embargo, el empleo de la primera persona
seguirse.
actúa como recurso atenuador; ello ocurre, por ejemplo¿ cuando
En (77) no es realmente vosotras, sino tú:
- el 'º sustituye a un verbo opinativo o de decir: «Esta es mi opí­
n i é n - , «Yo creo-, lo que explicaría la construcción frecuente del
(77) No le lo digo porque las mamá! sois muy exageradas.
español coloquial: yo/ a mí me parta. ;

Aunque el centro deíctico pe r so na l es el yo, cfl o c asion e s


Ye n (78) el yo es sólo la atenuación de la exhortación:
parece desplazarse. Así sucede en los casos de impersonalización

mediante la forma se, los indefinidos uno, una o el uso del deno-
(78) Yo que tú no Jo h::i.ria.

1

59
L' OESCIUPCIÓN POR StVEU:S

EL f.SpA.'\;OL COLOQUL.\L: SITUACIÓN YUSO


58 bié la ampliación de valores y usos del

Ca�e desdta�ard.tcaamu·vo'��o hasta los dieciocho años no fumaba; Si


Los recursos gramadcales de impers?nalidad ocultan.l� pre· imperiecto e m
1
• • · • b "d
. i no lo iba a hacer; Yo tmia que na er vrnt o.
scncia del tú, a quien decididamente, sin embargo, se dirige la
tm,a.�anas, por qub.. la neutralización modal que se produce
recomendación, el que se mariifiesta el desacuerdo.
o ante •
Piénsese tam ien en . Si fu
La despersonalización del tú, como recurso atenuador, recibe en expresiones como Si tuviera dinero, me compraba una casa, ' �
una lectura como .. no eres tú, sino nosotrcs-; «no eres tú, sino
,a yo 710 iba (B. Rodríguez, 1994) l' .

yo»; «es cualquiera»; más exacta.mente, es el tú, velado, desperso­ Áhora bien, conviene matizar que dichas neutra tzac1�nc_s

nalizado, pero, sin duda, el verdadero objeto de la enunciación.


temporales y modales se producen en el plano formal_ y sem�u­

De este modo el yo salvaguarda la imagen ajena, si bien también


co, pero no siempre en el �ragmático: Con frecuencia, las dlfe-

la propia. .
.rencías pragmáticas se mantJ�nc:n. ., . .
Además de las voces principales del diálogo y de los distintos
Así, en (81), con=ta la informaci ón de probabilidad, el lle-

enuncíadores (teoría de la polifonía, Ducrot, 1984) que éstas


gar a ser, la posibilid ad 'de lkgar a producir�:de }8 l a ) , co': .el

esconden, en el escenario coloquial surgen las voces de los perso-,


sentido más cercano a la realidad o, exactarnc •• ce, .• la a c tu a c i ó n

najes en los dialogismos o relatos conversacionales, esas historias


del que habla de (81 b ) . Del mismo mo�o! _en comparación .c.on
dramatizadas a que ya aludíamos. El hablante se convierte en
(82a), el grado de obligación o de imposición de una obligación,
emisor; narratario, y en la voz de distintos personajes, a los que
incluso de implicación del que habla, parece aumentar con el uso
incluso llega a imitar.
del imperfecto en (82b):

.,,.
(81) a. Si tuviera dinero, me compraría una casa
7.2.5. Las reíadones temporales y aspectual,s
b. Si ruviera dinero, me compraba. una casa

Está por hacer un estudio del paradigma verbal en la conver­ (82) a. Yo tcndña. que haber venido

sación coloquial y, sobre todo, de los sincretismos y neutralizacio­ b. Yo tenla que haber venido.

nes temporales y modales. Baste recordar aquí la capacidad del

presente, tiempo no marcado aspectualmente, para manifestar El uso del indicativo en (83a) señala que el hecho se siente

valores temporales diferentes.Junto al uso del presente, ahora en como más real, la información es más objetiva que la que se trans­

el momento de habla, aparecen usos de éste en lugar del pasado mite en (8Sb) con el uso -norrnal- dehubjuntivo:

:- (La verdad es que duran� nada/ se ca.san en ti mes dt mero y se divor­


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cian enJ,bmo), del futuro (M, caso mañana); es decir, el presente es .(83) a. Me fastidia que juan sabe más que yo de le, de mi hermana

utilizado corno tiempo para actualizar un momento que no con­ Me alegra que viene a dar la cara.

cuerda con el momento de habla:


b. �te fistidia. que juan sepa más que yo de lo de mi hermana

Me alegra que venga a dar la cara.

(79) S: yoo/ a- en el trabajo entro en algunas empresa.Jt/ <r1e nada

más abrir la puerta me pega una boíetada t/ / y luego


. Incluso, podria pensarse que todos éstos no son usos de indi­
c())aro.l.. te ves/ a JOJ CUAtro que hay en las mewT / los cua­

ne-e uno íumándosc un puro/ el otroo/ negro/ el otro


cativo por subjuntivo, ni que aquél invada el terreno de éste, ya

rubio/ y el otro tal y/ o sea cáda uno fuma una clase/ y a.llf que su empleo es bastante común en el español coloquial y ade­

más se encuentra también en algunos clásico; de nuestra literatu-

(80) E: en esto � día estaba yo en casa/ y estaba por las ta.rdes y por ra ( vid.·R. Trujillo (;c.p.)). .

la mañana/ I un jueves y un viernes que no teníamos clase//

·· suena el timbre t// y voy a abrir ¿no? mm abro la puerta T/ y


t,.l'if/A CROf·\OLOGtas
me pregunta por una de las das que \i,ia conmigo. � '-!,_ s ii: ... v s c a o s a.,-A .. a c o a

[LIS.A.2: B!�!SJ Av.Juan 8.Justo781 .. Oudad Mendou

Tel: ..204832 - Cel: 153 37 JJ 09


.EL ESPA:\;QL COLOQUL\l...: SITUACIO:-l YUSO
L� DESCRJPCIÓN POR :-.:n'EUS 61

(85) sitio por -lugar-

1/IL'jr,rpor -preferible­

así por -de ene modo·

. Co� Cie:r.a _frecuencia se subraya la pobreza léxica del español rtui por «apenas­

coloquial, s1 bien con estos recursos léxicos reducid ¡ ¡ d,¿jarpor -permidr-


bi . . . 1 os se agra e
o �cuvo comumcauvo previsto. mtrar por -incluir- ( en este precio entra: este precio incluye)

ltntr (oblig;ición) por -deber-


El lé�i�o coloq�ial está constituido por un conjunto restringi-
t,ntr(posesión) por -poseer-
do del léxico comun. Ese uso restrinuido de unidades ¡ · · ·
. e- extcas ue- JOM por • mclesur-
n� como conu-_;ipart1da el.aumen_to de la capacidad signit.:ativa primmi por -en primer lugar •Y -pcr un bdc­

de algunas de estas, de ahí, por ejemple, la polisemia de muchas a lo 1n.ejl)rpor •quizá/s•-

palabras, su empleo genérico. La extensión semántica de tales d, vtrdcd por ..verdaderamenre-.

·\'�ces.cubre las carencias de disponibilidad léxica en ciertos usua­

n.os, incluso la palabra se ve suplida a yeces por el contexto-sirua, Entre escas frc:cue1;cias léxicas aparece también, tal y como ya

cional, p_or recursos entonativos, por gestos. Del mismo modo, hemos indicado en otro lugar, el empico:

ello explica el empleo de la perífrasis y de la paráfrasis explicatí-. - de lexemas intensificados, ya sea porque entre sus rasgos se

va, los frecuentes rodeos a los que ya se ha aludido. incluye el serna (+incensidadJ, ya mediante aftjos: ltorriblt, ptsadt:,

montOn, cnnfidnd, bruhnddndts;

- de exclamaciones que actúan como intensifica.dores de acti­

7 .3.1. la.s frecumdas lixicas tud, algunas de las cuales aparecen marcadas diatópica y distráti­
1
camenre: ¡claro! ¡hombrt. ¡.Vo JastiditJ! ¡Buenoo! ¡macho.' !madrt mia!

¡coño/ ¡jolín.' ¡jo.' ¡Qy.i ra,ia.' ¡Qµi mal! ¡Vaya telat ¡cht! ¡úr. mart qut va!·
\V. Beinhauer y tras él otros autores han señalado el uso de
(csw dos últimas úpicamente valencianas);
palabras que sirven o se aplican a todo, las denominadas vr:rba
- de interrogaciones exclamativa.s (cf. interrogaciones retóri­
·omnibus, pro-verbos, pro-sustaqjlvcs, pro-adverbios, pro-adjetivos,
cas):
formas con una gran extensión significativa: ltnn; habr:r (hay},

hacer, ptgar; cosa, tso, ua.s cosas, d'uos; así; mono. En (84) se recoge a
(85) ¿¡Que ro asista a sus cla.se.s!? tú esti loco
modo de ejemplo el gran alcance semántico de un verbo como
¿¡Y por qut:!� pues porque si Y")"l.. est.á
pegar: · ·
¿¡Qut: te iba a decir!?
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¿;Y11i dices que la conoces�?


(84) a. pegar una bofetada
¿¡Qué dices!? ·
b. pegarse un torwo con el coche
¿¡Tü ha! visto qué bueno que esta el úo!?
c. pegar un cartel en lapa.red
¿¡UN ANO eswvc viviendo contigo!:' ;Vaya cela!
. .., d. peg.i.rse el pegote
¿¡A mí/ me conoce!? impeaible: ¿¡A mi m2cho/ de qué!?
e. pegu 12 paliza
¿¡Que para qué'.? :;PARA QUE!?¿¡� qué n �r!? Para cunWY-11) . .
f. pegirscla a alguien

g. pegarle a todo

h. pegar con algo. - de frases y expresiones metafóricas, a las que ya nos hemos

.-·
referido en varias partes de este estudio: Ha.Y que coger al torD por lo.s

·-A·pesar de que no puede hablarSé"" de un léxico estrictamente cuernos; St t.,:plica como un libro abierto; Llurot a cántaros,· Esta 1nás

co_loqu_ial. son relevanjes ciertas frecuencias léxicas, preferencias chupado qur la pipo dt r,n indio; No vt tres ro un OU.rro;.E.s un gallino;

o predominios léxicos, algunos de los cuales pueden estar marca· . Esta sord� cO'mo una tapia; Se vo por las ramas; Cogio tl avi6n por los

dos sociolectalmente. A.si, en (85), en términos de frecuencias, ptlos,· Esca qut se subt por taspendes; Le costó un ojo dt la cara; Aprtr6

predominá: tos dienles y se tragó su orgullo . .

-

63
LA Df.SCRIPCIÓX POR NIVEUS
(62 EL ESP.<ÑOL COL°-� SR"lT.\CIÓtl·Y-'JSO ·-·- ·

da por la organización pragmática. Des�e e�t; presupuesto habrá


Por·supuesto, al lado de ese léxico géneral y polivalente, exis­
que acometer con posterioridad su exphcac.ion. • . . d.
ten también especia1izaciones semánticas: sea el caso de nuttr, por
Queda, así pues, una fase �undam�;- cal del análisis y e.stu - �o
«dar»; de ser por «valer, costar- (la matricula/ qut .son cuairo), clauar
del español coloquial. el de la ímeraccio" entre la form� h_ngu�s­
'cobrar de forma abusiva', tarro 'cabeza', liarse, rnrollarst 'entablar
ticas y su función ;:omunicativa, pero eliO supera el obJeuvo e
relaciones amorosas', abrírse 'marcharse', en algunos casos marca­

das por la edad de los interlocutores. esta introducción.

Numerosas voces, tras la pérdida de su significado original, se

convierten en reguladores f.iticos, llamadas de atención o en

refuerzos argumentativos:

- así, los verbos de percepción: mira¡ y otros como saber ¿sabts1;

- los vocativos: tío, nano (ambos i d e n t i fi c a n u n estrato de

edad, e incluso, como el segundo, la procedencia del hablante);

- las fórmulas de cierre enumeratlvo: y tal; y todo, y esas cosas, o

de cierre y refuerzo conclusivos: y ya está, ni nada, y punto.

7.3.2. Lixico argótico

Ya señalábamos la capacidad del léxico coloquial para adoptar

y dar cobijo a ciertos neologismos, a voces de distintos lenguajes


especiales y, sobre todo, del argot. De hecho, por ejemplo, son

numerosas las palabras que directamente del argot juvenil o, a

través de éste, del argot delectivo pasan al registro coloquial Q.

Sanmarún, 1996): rorollarst 'entablar relaciones amorosas', cutrt

'sucio', 'de mala calidad', (dt) alucint 'divertido', bocata 'bocadi­

llo', kilo 'millón de pesetas', abrirse 'marcharse', currar'trabajar',


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'pegar', trincary pillar'coger', basca 'grupo de personas', talego

'cárcel', 'billete de mil pesetas', butrón 'agujere hecho en una

pared para entrar a robar', chupa 'chaqueta, cazadora', camello

'traficante de drogas', lumi 'prostituta', mangui 'ladrón', etc. -

En conclusión, el léxico coloquial es el léxico común reducido

y son las características sociolecta.les y dialectales de los usuarios

las que le otorgan cierto carácter Beculiar.

• • •

La descripción realizada hasta aquí reúne un conjunto de

regularidades del español coloquial en la conversación, que, sin

pretender ser exhaustiva, constituye una aproximación al estudio


1· � CRO/''U,. '.J!JGiclS
�� SCRVICIOS O R A P' I C O S
de esa «gramática- del discurso no planificado, un discurso cuya
Av. Juan B. Justo 781 • aud1d Mendoza
organización sintáctica sobre la marcha está en parte condiciona-
T<I: �201832 • Cd:,5337 33 09

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