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LAS PARADOJAS DE LOS DOGMAS DEL EMPIRISMO.

Cayetano Acuña Vigil

Quine sostiene en “Dos dogmas del empirismo” que el empirismo moderno ha sido
condicionado por dos dogmas, el de las verdades analíticas y el del reduccionismo, y que
ambos están mal fundados. Postula que la consecuencia de esta situación es que se pierde
la distinción entre la metafísica especulativa y la ciencia natural por un lado y que se
privilegie una orientación hacia el pragmatismo.
La oposición ciencia-filosofía se basa en una contraposición de íntimas necesidades
que cada una de ellas tiene. La exigencia racional heredada de Parménides se enfrenta a la
obcecación crítica de la ciencia, que también es vieja como el hombre. Ambas luchan
contra lo que Descartes llamó "prevención y precipitación, es decir los prejuicios y lo que
podríamos denominar furor cognoscendi, análogo a aquel curandi del que hablaba Freud,
que conspiraba contra la labor psicoanalítica.
Se llama pragmatismo al método filosófico que estima que el único criterio
apropiado para juzgar la verdad de cualquier doctrina o teoría, se ha de fundar en la
observación de sus efectos reales obtenidos en la práctica. Es muy semejante al
utilitarismo, la creencia de que la utilidad es el estándar de lo que es bueno. Para un
pragmático / utilitario, si una técnica o curso de acción tiene el efecto deseado, es bueno. Si
no parece funcionar, debe estar equivocado [1]. Lo problemático se encuentra en que la
persona se inhibiría en sus decisiones, porque no podría decidir por el sólo razonamiento,
sino que necesitaría probarlo todo en la práctica.

Empirismo:
El empirismo es una doctrina filosófica que se desarrollo en los siglos XVII y XVII
contraponiéndose al racionalismo, con el fin de concretar, el origen del conocimiento,
realizando descripciones fenomenológicas del mismo, para encontrar los elementos que la
constituyen.

Representantes:
John Locke, quien pone como principio de todo conocimiento a la experiencia, además,
que rechaza las ideas innatas y hace una comparación del espíritu como una tabula rasa,
encontrando el origen del conocimiento en la sensación y la reflexión;
George Berkeley, dice que el origen del conocimiento es la como vivencia de la
realidad. Postula que todas las ideas son concretas y provienen de los sentidos externos, de
los sentidos internos y de la creación imaginativa – fantasiosa;
David Hume, señala como único fundamento de la ciencia y origen del
conocimiento por medio de la experiencia, el hábito, la costumbre, la asociación de ideas,
ya que la causalidad y la sustancia son meras ficciones;
Francisco Bacon, realiza sus estudios utilizando el método inductivo en la
observación desplazando el deductivo aristotélico, propone coleccionar y organizar los
hechos que la experiencia nos brinda a fin de ascender a los axiomas y principios, por
medio de la inducción.

[1] Cfr.: Charles S. Peirce. Lecciones de Harvard sobre el pragmatismo, [PREFACIO]


http://www.unav.es/gep/HarvardLecturesPragmatism/HarvardLecturesPrefacio.html
1. La Analiticidad

Quine se centra en demostrar que las diversas explicaciones de la analiticidad son


circulares. Su propósito principal es demostrar que no se ha dado ninguna explicación
satisfactoria de la analiticidad.
En su ensayo seminal, "Dos dogmas del empirismo" (1951)-uno de los ensayos más
importantes e influyentes en el siglo XX, Quine - ataco la noción de analiticidad. El punto
principal de su argumento era que las diferentes nociones de analiticidad son circulares,
y que ninguna explicación satisfactoria de analiticidad se ha dado.
Si se acepta este alegato, que fue rechazado, o al menos cuestionado por Paul Grice y
Strawson PF, Hilary Putnam, Scott Soames, y otros, entonces el programa de los
empiristas lógicos tiende a desintegrarse debido a que la distinción entre enunciados
analíticos y sintéticos se desmorona. Esta distinción es crucial para los empiristas lógicos,
ya que consideran que todos los enunciados verdaderos están basados en la lógica o en la
experiencia positiva del mundo. Pero si la distinción entre enunciados analíticos y
sintéticos no se puede mantener, se tiende a destruir los fundamentos del programa de los
empiristas lógicos (positivistas lógicos).
Hoy día la oposición empirismo-racionalismo, como la distinción analítico-
sintético, no suele entenderse de un modo tajante, como lo fue en tiempos anteriores, y
más bien una u otra postura obedece a cuestiones metodológicas y heurísticas o de
actitudes vitales más que a principios filosóficos fundamentales.
En lógica y filosofía, la distinción analítico-sintética es la distinción entre dos
tipos de proposiciones: las proposiciones analíticas y las proposiciones sintéticas.
Una proposición analítica es aquella cuya verdad depende de las relaciones de ideas
o conceptos, y no en lo que dice sobre el mundo o la forma en que el mundo es. Esto se ha
expresado en un número de maneras diferentes. La verdad analítica y propuestas de
análisis fueron las nociones fundamentales para los empiristas lógicos (también conocidas
como positivistas lógicos) y los miembros del Círculo de Viena.
En general, las proposiciones analíticas son aquellas cuyo valor de verdad puede ser
determinado en virtud del significado de los términos involucrados, y las proposiciones
sintéticas son aquellas que para determinar su valor de verdad, requieren algún tipo de
contrastación empírica.[1] Por ejemplo, la proposición "ningún soltero es casado" es una
proposición analítica, porque basta con entender lo que significa "soltero" y "casado" para
convencerse de que es verdadera. Por otra parte, la proposición "algunos solteros son
doctores" es una proposición sintética, dado que para determinar si es verdadera o falsa,
habría que hacer una encuesta o algún tipo de investigación empírica.
La distinción tiene una larga historia en la filosofía, y ha sido presentada bajo
distintos nombres. Por ejemplo, Gottfried Leibniz habló de verdades de razón y
verdades de hecho, David Hume de relaciones de ideas y cuestiones de hecho, e
Immanuel Kant de juicios analíticos y juicios sintéticos. El filósofo estadounidense
IC Lewis (1883 - 1964), sostuvo que la verdad de análisis proviene de las convenciones
lingüísticas.
Por otra parte, el grado en que estos términos refieren a lo mismo es debatible.

1.1.2. Filosofía antigua


Una de las primeras reflexiones en torno a una proposición analítica puede
encontrarse en la famosa expresión de Parménides: "el Ser es y el no-Ser no es". La verdad
necesaria de esta proposición parece ser una consecuencia directa de lo que se entiende
por Ser y por no-Ser.
La noción aparece más elaborada en Platón. En efecto, las proposiciones analíticas
se manifiestan en el conocimiento dialéctico platónico, a partir de la elaboración de los
conceptos universales que, como Ideas, hacen posible la comprensión de los objetos de este
mundo. Pues en efecto cualquier afirmación sobre la esencia de algo es una afirmación de
ese algo como caso particular de una Idea que, en última instancia, lo define. Los entes
materiales adquieren su realidad a partir de la participación en las Ideas, según un orden
riguroso que es permanente y no cambia.
Aristóteles emplea el termino analntikh texnh,
texnh para designar el análisis que se
remonta a los principios [2], también se da el nombre de Analitika, a los primeros y
segundos analíticos de Aristóteles.

1.1.3. Filosofía medieval


Los comentarios de Boecio a Aristóteles tuvieron una enorme influencia en la
filosofía medieval y dieron lugar a la gran polémica sobre la realidad de los conceptos
universales, polémica que fue especialmente importante para la historia de la Universidad
de París entre los siglos XI y XIII.
Las proposiciones analíticas, en tanto universales y necesarias, fueron entendidas
como ciencia hasta la Edad Moderna, en contraposición a las proposiciones sintéticas que
constituían la opinión.

1.1.4. Filosofía renacentista


En el Renacimiento, el padre Francisco Suárez considera la identidad del sujeto con sus
predicados, rechaza el argumento cosmológico de la existencia de Dios y subraya que dicha
demostración ha de provenir del paso de lo creado a su Creador: de lo contingente a lo
necesario, introduciendo la reflexión sobre lógica modal.
Tanto en su método de reflexión formalista como en la modernidad de su
pensamiento es el antecedente más próximo a lo que va a constituir uno de los
fundamentos del racionalismo y el establecimiento del principio de razón suficiente, sobre
el que el concepto de proposición analítica va a encontrar su definición última.

1.1.5. Filosofía moderna


La distinción analítico-sintética adquirió especial relevancia a partir de la Edad Moderna en
el modo de concebir el conocimiento y la posibilidad de obtener conocimiento seguro,
universal y necesario en la ciencia. Fue éste un elemento esencial en la disputa entre el
racionalismo y el empirismo.
1.1.6. Filosofía contemporánea
Heidegger emplea el término Analitík cuando propone una analítica ontológica de la
existencia, con la finalidad de interpretar el sentido del ser en general (Sein und Zeit & 5)
Algunas de las implicaciones de la postura de Quine han sido desarrolladas en
contradicción con otras ideas del mismo Quine, por autores como:

Richard Rorty, quién en La filosofía y el espejo de la naturaleza [3] califica la doctrina


holística de Quine como absurdamente paradójica señalando que la precisión que busca
requiere una teoría que sea automática e intrínsecamente precisa.

Donald Davidson.

[2] Aristóteles. Rhetorica, Madrid, Gredos, 1990. I, 4, 1359b 10, pg. 199
[3] Rorty, Richard. 1979. La filosofía y el espejo de la naturaleza, Madrid, Catedra, 2001, p. 161, p.
171.
Siguiendo los pasos de Quine, Davidson acaba con lo que él considera como el
tercer y último dogma del empirismo: el dogma de la dualidad del régimen y la
realidad. Donald Davidson, a diferencia de Quine, se mantiene en la pretensión de
explicar el significado de una frase con ayuda de las condiciones de verdad, pero ya no
piensa éstas con independencia del interpretar comprensivo en la comunicación
intersubjetiva.
Paul Grice y P. Strawson criticaron el ensayo de Quine: " Dos Dogmas del
empirismo” en ‘In Defence Of A Dogma’ [4]
Grice y Strawson comienzan su artículo con una disección de las diferentes formas
en que se puede rechazar una dicotomía y concluyen en que el rechazo de Quine de la
distinción analítica / sintético es uno de los casos más extremos:
En su ensayo "Is Logic Empirical?"[5] Hilary Putnam, ofrece una continuación
matemática de la idea de Quine. En primer lugar elabora una analogía entre las leyes de la
lógica y las de la geometría: En algún momento se creyó que los postulados de Euclides
eran verdades acerca del espacio físico, pero las teorías físicas modernas están basadas en
geometrías no-euclidianas, con una noción de la línea recta diferente y fundamentalmente
incompatible.
En el artículo titulado "¿Es empírica la lógica?", Michael Dummett afirma que el
interés por el realismo propio de Putnam demanda distributividad: el principio de
distributividad es esencial para el entendimiento que el realista tiene de cómo las
proposiciones sobre el mundo puedan ser verdaderas, del mismo modo que afirma que lo
es el principio de bivalencia [6].
En su obra Análisis Filosófico en el siglo XX [7] la obra de Quine y Davidson son
los temas de la parte cinco y seis del volumen II. Soames examina los argumentos de Quine
de la indeterminación de la traducción en Palabra y objeto, hace una evaluación de la
misma y explica las consecuencias radicales de esta tesis. Soames trata el argumento de
Davidson de que las teorías de la verdad son las teorías del sentido, y examina su
argumento en contra de los esquemas conceptuales alternativos. En esta obra Soames
realiza un tratamiento característicamente detallado, claro y penetrante de algunas de las
doctrinas centrales de ambos filósofos.
P. Hacker [8] formula objeciones al trabajo de S. Soames y se pregunta:
¿Proporciona una explicación de la filosofía analítica desde 1900 hasta 1975?
¿Explica correctamente el pensamiento de los filósofos analíticos más importantes?
¿Selecciona las obras más importantes y representativas de lo que cada uno de los filósofos
discuten?
¿Se ha evaluado adecuadamente la evolución del pensamiento de los principales filósofos
en el período?
También Christopher Pincock [9] ha comentado críticamente el libro de Soames.
Adjunto el link al artículo respectivo.

[4] [1957, (Paul Grice con P. F. Strawson), ‘In Defence Of A Dogma’, Philosophical Review 65: 141-
58. Reprinted in SWW.] ver:
< http://www.hist-analytic.org/Gricestrawson.pdf >
[5] PUTNAM, HILARY (1975). «The logic of quantum mechanics». Mathematics, Matter, and Method.
Philosophical Papers (I). Cambridge: Cambridge University Press.
[6] DUMMETT, MICHAEL (1978). «Is logic empirical?». Truth and other Enigmas. Londres: Duckworth.]
[7] Soames, Scott. Análisis Filosófico en el siglo XX, Princeton, Princeton University Press, 2003

[8] P.M.S. Hacker. Scott Soames’s Philosophical analysis in the twentieth century
http://info.sjc.ox.ac.uk/scr/hacker/docs/Soames%20Philosophical%20analysis.pdf
Quine afirma que todas las creencias están en principio sujetas a revisión frente a
los datos empíricos, incluyendo las así llamadas proposiciones analíticas. De modo que las
leyes de la lógica, por cuanto son casos paradigmas de proposiciones analíticas, no son
inmunes a una revisión. Para justificar esta afirmación cita las paradojas de la
mecánica cuántica: Birkhoff y von Neumann propusieron resolver dichas paradojas
abandonando el principio de distributividad, lo cual llevaría a sustituir la lógica clásica por
una suerte de lógica cuántica.
Quine encuentra que los enunciados lógicamente verdaderos son analíticos,
[Quine, p. 52,3] pero sin embargo encuentra que hay enunciados que pueden
convertirse en verdades lógicas sustituyendo sinónimos por sinónimos. [Quine, p.
53,2]
En su argumentación Quine se refiere a la noción de definición, explicándola
brevemente e indicando que se basa en relaciones de sinonimia y reconoce que esta
no resuelve la analiticidad. [Quine, p.56-58, 3]
Quine encuentra que para determinar el valor de la sinonimia surgen problemas
técnicos en los casos de ambigüedad o de homonimia. [Quine, p.58-64]
El autor señala que la búsqueda del significado lleva a apelar a las nociones de
sinonimia y a la de definición en un proceso circular. [Quine, p.65] Cuando se acude a
reglas semánticas estas no son útiles sino cuando ya se ha entendido la analiticidad.
[Quine, p.69]
Concluye que en algunos enunciados analíticos la componente fáctica se considera
nula, pero que esto no establece la separación entre los enunciados sintéticos. [Quine,
p.70]
El autor hace referencia a la teoría de la verificación [Peirce] que sostiene que el
significado de un enunciado es el método de confirmación empírica del mismo. [Quine,
p.70] Quine se pregunta cuál es la relación entre un enunciado y las experiencias que
contribuyen a su confirmación como lo pide la teoría de la verificación. [Quine, p. 71,1-
72] Haciendo referencia al reductivismo radical [Carnap, Der logische Aufbau der
Welt] señala que esto es un dogma reductivista frente a su opinión de que la unidad de
significación empírica es el todo de la ciencia. [Quine, p. 79]
Finalmente el autor sostiene que la frontera entre lo analítico y sintético es
imaginaria, [Quine, p. 77-81]

[9] Christopher Pincock (pincock@purdue.edu). “Comments on Scott Soames, Philosophical


Analysis in the Twentieth Century”, volume I , (APA Pacific 2006), December 2, 2005
http://web.ics.purdue.edu/~cpincock/soames%20pacific%20apa%20final.pdf
http://web.ics.purdue.edu/~cpincock/soames%20russell%20review.pdf
Relación de artículos relacionados
http://web.ics.purdue.edu/~cpincock/research.htm

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