Você está na página 1de 5

17/1/2011

DESARROLLO

DE LOS

ADOLESCENTES TRAVESÍA HACIA LA


III- IDENTIDAD IDENTIDAD
Y RELACIONES

SOCIALES

Integrantes: Luis Ángel Chávez Duran. Pablo Ricardo


González Flores | FEDERICO TECUANHUEY CUAUTLE
Introducción:

A lo largo del curso de la materia de Desarrollo de los Adolescente III. Identidad y


Relaciones Sociales, hemos abordado diferentes temas referentes a la etapa de la
adolescencia, en la cual se encuentran inmersos los alumnos de secundaria a los
que hemos dado clase y en cierta forma, sabemos gracias a lo estudiado que
piensan de su cuerpo, su sexo, valores, rol social y sus acciones como persona,
para saber cual será el comportamiento y su desarrollo durante la secundaria,
para tratarlos y así llegar a los fines de la última etapa de la educación básica.

En base de aquellas cuestiones que inquietan a nuestros alumnos ilustres y


siempre bien ponderados, entenderemos el por qué de las microculturas a las que
pertenecen, pues sabemos que su búsqueda es tan necesaria en esta etapa que
intentan consolidar algún tipo de relación “social”, muy aparte de la ya establecida
por la familia.

Por ello es necesario en nuestra labor como docentes, tomar todos estos aspectos
que involucran a nuestros adolescentes, para fortalecer el proceso de enseñanza
– aprendizaje a través de sus intereses, evitando así la famosa barrera existente
pero invisible entre el alumno y el maestro, creando un ambiente adecuado para
poder trabajar con ellos y en la medida de lo posible orientarlos o ayudarlos en su
formación como ciudadanos.

Desarrollo:

El curso en cuestión nos ha dado cuenta de la forma en que el alumno concibe el


cambio de una etapa a otra y como es que esta misma etapa la perciben los
maestros, lo cual en muchos casos, en estos últimos genera conceptos equívocos
acerca de lo que realmente están pasando estos alumnos (a pesar de que ellos
pasaron por esta etapa aunque no de la misma forma).

Nos referimos a los aspectos que caracterizan a los adolescentes como la


identidad, y lo que interviene en la personalidad, así como su autonomía. Es por
ello que no debemos de sorprendernos cuando nuestros alumnos tiene actitudes
diferentes dentro del salón de clases, es lógico, porque ellos están en constante
búsqueda y al no encontrar un grupo con las características o fines que necesita
(no se siente identificado), intentando relacionarse con la gente que se encuentra
a su alrededor dejándose influenciar.
Como hemos hablado, la personalidad es un complejo de aspectos biológicos,
psicológicos y de formación que caracterizan y definen a una persona como lo
menciona Susan Harter, a través de esto que muchas de las ocasiones el
adolescente se encuentra con una serie de cambios psicológicos, y fisiológicos
que afectan la construcción de una identidad personal. La autora de esta obra
considera que la personalidad es una construcción social, en la que mucha de la
influencia del medio afecta directamente en el sentir del adolescente.

El desarrollo del adolescente es afectado de distinta manera por los diversos


estilos de sus padres. En particular, la independencia, la responsabilidad y la
autoestima son fomentadas por los padres que son autoritativos (cordiales, justos
y firmes) y no autoritarios (excesivamente severos), indulgentes (excesivamente
tolerantes) o indiferentes (excesivamente alejados hasta el punto del descuido). El
desarrollo de la autonomía personal puede verse en términos del desarrollo en el
adolescente del sentido de individuación, implicando cambios en su forma de
verse y sentirse. La desidealización puede ser uno de los primros aspectos de la
autonomía emocional que se desarrollan. Cuando los adolescentes empiezan a
desidelizar a sus padres, pueden empezar a sentirse más autónomos y a la vez
más inseguros.

Cuando el alumno de secundaria llega a la escuela, ya lleva consigo un tipo de


disciplina y una idea de la misma; sin embargo, este nuevo espacio suele llevarlo
a modificar o reafirmar su comportamiento y su concepto sobre aquélla, según sus
características de personalidad, la mayoría de alumnos cumplen con las normas
escolares haciéndolo por dos motivos diferentes: unos por convencimiento y otros
por medio de represalias.

Los adolescentes ocupan el tiempo libre para convivir con sus pares, creando
grupos en donde realizan actividades de su mismo interés, aunque esas
actividades son orilladas al consumismo, como lo menciona Gerard Lutte, de ahí
se generan los grupos sociales y culturas juveniles.

Las culturas juveniles se refieren a la manera en que las experiencias sociales de


los adolescentes son expresadas mediante la construcción de estilos de vida
distintivos en el tiempo libre o en espacios intersticiales de la vida constitucional,
su articulación social puede abordarse desde tres escenarios: las culturas
hegemónicas, culturas parentales y las culturas generacionales, en los cuales nos
hablan de distintas ideas si se puede decir de alguna forma, pues en el aspecto de
cultura hegemónica sabemos que se refiere al estatus social, nivel económico,
etc., al que pertenece un adolescente (por lo tanto sus ideas sobre lo que les
conviene de un grupo es diferente).
El concepto de microcultura describe el flujo de significados y valores
manejados por pequeños grupos de adolescentes en la vida cotiada, la banda
sería una forma microcultura emergente en sectores urbanos populares, trayendo
consigo misma un constituyente en fuertes marcas de identidad. Como lo hemos
visto en nuestras jornadas de práctica y observación, las bandas son círculos
cerrados y no tienen que meterse con ellos, no son solo simples agrupamientos
juveniles, sin embargo por la sociedad son vistos como vandalos, según la autora
Silva Duschatzky, la banda es para sus miembros el escenario de exposición y
para que así poder ser mirados por los demás. Cualquier cultura juvenil puede
caracterizarse por determinados estilos que ellos mismos van generando, lo cual
es una combinación jerarquizada de elementos culturales como lo son: el
lenguaje, la música, la estética, producciones culturales y las actividades focales.

Conclusión:

En la adolescencia hay varios aspectos que debemos tomar en cuenta como


futuros docentes ya que es una etapa de transición por la que vivimos todos en
una determinada edad y no sabemos lo que hacemos, algunos la viven de manera
favorable y otros no, los adolescentes están en busca de su personalidad e
identidad, tanto mujeres como hombres la viven diferente, por lo cual debemos ser
comprensibles, flexibles a cualquier necesidad de ellos y sobre todo brindarles
nuestra ayuda y orientación.

También hay que comprender que durante este proceso habrá que pensar en
formas diferentes para dar respuestas adecuadas a sus múltiples condiciones de
vida, dudas y así poder orientarlos hacia una vida mejor, ellos quieren valerse por
sí mismos y quieren convertirse autónomos e independientes, hay que dejarlos
tomar decisiones importantes, de no ser así, se convierte en un conflicto para
ellos, puesto que se quieren integrar en un grupo donde comparten sus mismos
intereses y actividades buscando un lugar en la sociedad, ya que no todos los
adolescentes son iguales y forman sus propios grupos sociales expresados
mediante la construcción de diferentes estilos de vida.

Nosotros como maestros debemos estar dispuestos a invertir tiempo, emoción e


inteligencia en esta relación de alumno-maestro, de no ser así, no estaremos
dispuestos a ser maestros, ya que el maestro es un espejo donde el adolescente
proyecta su propia luz, mira en él lo que necesita mirar, en el momento que
necesita mirarlo.
Bibliografía:

Bloque I

Fierro, Alfredo (1997), “Identidad personal”, en Eduardo Martí y Javier Onrubia


(Coords.), psicología del desarrollo: el mundo del adolescente, Barcelona,
ICE/Horsori (Cuadernos de formación del profesorado. Educación secundaria, 8),
pp. 88 – 94.

Harter, Susan (1997), [“Desarrollo de la personalidad y de la identidad” y


“Formación de la identidad”] “Self and identitydevelopment” y “Identity Formation”,
en S. Shirley Feldman and Glen R. Elliott (eds.) At the threshold. The developing
adolescent, EUA, Harvard University Press, pp. 352 – 368, 375 – 387.

Bloque II

Lutte, Gérard (1991), “Los jóvenes en las representaciones sociales dominantes”,


en liberar la adolescencia, la psicología de los jóvenes de hoy, Barcelona, Herder
(Biblioteca de psicología, 1968), pp. 139 – 141.

Marcial, Rogelio (1996), “Juventud y grupos de pares”, en Desde la esquina se


domina, Zapopan, El colegio de Jalisco, pp. 56 – 62.

Bloque III

Lutte, Gerard (1991), “Tiempo libre y consumo”, en Liberar la adolescencia. La


psicología de los jóvenes de hoy, Barcelona, Harder, pp. 323 – 336.

Feixa, Carles (1998), “De las culturas juveniles al estilo” y “Las culturas juveniles
en México”, en El reloj de arena. Culturas juveniles en México, México, Sep –
Causa Joven (JOVENES, 4), pp. 60 – 73 y 94 – 111.

Você também pode gostar