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CONSTRUCCIÓN EN ESPERA - SITUACIÓN Y PROPUESTAS PARA SU

REACTIVACIÓN

Tomado del informe Situación del Sector Construcción en el Perú


Post Covid-2019

El sector de la construcción se encuentra paralizado y una rápida evaluación del


impacto nos permite afirmar que empresas de ingeniería, constructoras y
proveedores, se encuentran en grave riesgo sin una pronta reactivación.

Ante ello, los miembros de la Comunidad de Práctica de Construcción del PMI


Lima Perú Chapter, impulsaron las principales medidas que el Estado peruano
podría implementar para superar, en el corto y mediano plazo, los efectos post
Covid-19, presentado por Ysmael Ormeño Zender, líder Comunidad de Práctica de
Construcción PMI Lima Chapter.

El sector construcción de acuerdo a las cifras del INEI representa


aproximadamente el 6% del PBI y se conoce que existen alrededor de 23,700
empresas constructoras y 62,200 empresas inmobiliarias, detalla el informe en
referencia a las declaraciones de Luis Felipe Quiroz, presidente del Gremio de
Construcción e Ingeniería de la Cámara de Comercio de Lima

En cuanto al personal, 234,629 trabajan en constructoras y 766,180 laboran en


inmobiliarias. En total se tienen registrados 1’000,809 trabajadores.

Con el contexto que estamos mostrando, probablemente el sector privado va a


replantear sus prioridades y va a reducir nuevos proyectos de construcción en
todos los rubros, incluyendo la minería, energía e hidrocarburos. Solo le queda al
gobierno impulsar más obras de infraestructura para servicio público a nivel
nacional. Sin embargo, de acuerdo a la data registrada, las dos terceras partes de
las obras públicas son ejecutadas en los gobiernos regionales y locales, quienes,
por las estadísticas de años anteriores, no han demostrado tener la mejor
capacidad de ejecución.

Esta puede ser también la oportunidad para promover el establecimiento de las


oficinas de gestión de proyectos, lo cual se encuentra expresado en el Plan
Nacional de Competitividad y Productividad 2019 – 2030

Otro elemento a tomar en cuenta es la necesidad de que el Estado dicte medidas


más exigentes en la contratación de las empresas proyectistas y en la revisión de
los Expedientes Técnicos. En esta área se ven demasiados errores que conllevan
a generar cambios y reclamos de los contratistas, que, de no ser bien resueltos,
podrían ir a un arbitraje que terminaría por paralizar los proyectos

Principales acciones que el Estado podría implementar para la pronta


reactivación del sector

los principales factores que van a tener que analizar las empresas constructoras
como riesgos son:

 Graves consecuencias en caso de presentarse contagio de Covid-19 en los


trabajadores en general, como: posible paralización de obra; alto costo
social; denuncias y demandas laborales; quejas y penalidades por parte del
cliente; y, sanciones por parte de las entidades fiscalizadoras.
 Posibilidad de que el cliente decida paralizar el proyecto, o reducir el
alcance, debido a las consecuencias económicas que impactarán en su
capacidad financiera, o en la continuidad de las operaciones.
 Sobrecostos no previstos en el presupuesto contractual, por tener que
implementar infraestructura y protocolos sanitarios para prevenir y actuar
con éxito ante posibles contagios.
 Incremento en el porcentaje de ausentismo y rotación de personal.
 Baja productividad por las medidas de distanciamiento o porque el personal
se encuentra afectado psicológicamente por la constante amenaza de un
enemigo invisible, o porque quizás tiene en riesgo algún familiar cercano.
 Planilla con personal vulnerable a este virus y contingencias económicas
por enfermedades laborales.
 Vacíos legales en los contratos, sean privados o con el Estado, que no
contemplen las compensaciones por la ocurrencia de una pandemia como
el Covid-19.
 Incertidumbre en cuanto al tiempo que tomará encontrar la cura y la vacuna
para esta pandemia, que posteriormente nos permita retornar a la
normalidad, desde el punto de vista del cuidado de la salud.
 Incumplimiento del plazo contractual.
 Mayor probabilidad de generarse accidentes incapacitantes.

En este contexto, se realizó una encuesta la primera semana de abril del presente
año en la cual participaron profesionales del sector construcción miembros de la
Comunidad de Práctica de Construcción del PMI Lima Perú Chapter. El objetivo
fue proponer posibles acciones que el Estado debería implementar a través de
señales claras para dar impulso a dinamizar el sector y minimizando los riesgos
anteriormente citados.

Como resultado, se han determinado las siguientes propuestas como


prioritarias:

1. Dictar normas claras y concretas para garantizar el reinicio seguro de las


obras afectadas.

Se debe precisar mejor esta situación atípica de modo que el instrumento más
viable, suspensión o ampliación de plazo, reconozca los efectos de la paralización
de obras sin implicancias futuras para el funcionario público.
El protocolo de Salud Ocupacional. Punto de partida

Un punto clave, es la determinación del Sistema de Gestión de Seguridad, Salud


Ocupacional y Medio Ambiente (SGSSOMA). En este aspecto la normativa
requerirá de ajustes, de manera que se consideren medidas para la prevención y
respuesta al Covid-19.

Las recomendaciones se establecen con la finalidad de eliminar los riesgos de


exposición de todos los trabajadores al Covid-19. Entre las principales, figuran:

 Elaborar un plan de preparación del lugar, antes de reiniciar labores; y, un


plan de respuesta en caso se detecte un trabajador con síntomas de
contagio.
 Implementar medidas básicas de prevención de contagios, considerando
las facilidades y protocolos para implantar buenas prácticas de higiene y
detección temprana de posibles infecciones, incluyendo oficinas, equipos y
unidades de transporte en general.
 Elaborar e implementar políticas y procedimientos para la pronta
identificación de posible infección; y, aislamiento de personas enfermas, si
corresponde.
 Diseñar, comunicar e implementar medidas para flexibilizar el trabajo y
dotar de facilidades en el lugar de trabajo.
 Diseñar espacios para evitar aglomeración de trabajadores evitando riesgos
de contagio en el trabajo; incluyendo servicios higiénicos, duchas,
vestuarios, comedores, etc.
 Establecer los cambios necesarios en las políticas o procedimientos de
trabajo para reducir o minimizar la exposición a un peligro.
 Establecer prácticas de trabajo seguro que reduzca la duración, frecuencia
o intensidad de la exposición a un peligro.
 Suministrar al personal los EPP (equipos de protección personal)
necesarios para prevenir ciertas exposiciones.
 Seguir las normas existentes de SSOMA y las que puedan imponer la
autoridad como medida de prevención.

Brindar facilidades de financiamiento para dar impulso al sector.

Desde el punto de vista económico y financiero, el Estado debería incentivar a las


empresas del sector construcción para que se puedan reactivar las actividades
operativas del negocio.

Si bien las empresas constructoras formales van a poder acceder a esta línea de
crédito, se tiene que tomar en cuenta que en el sector existen muchas empresas
constructoras informales, que probablemente no puedan acceder a una línea de
crédito. Este fenómeno se presenta principalmente en el subsector construcción
de viviendas. Según la opinión del Ingeniero Miguel Estrada (CISMID-UNI), en
Lima Metropolitana, 7 de cada 10 viviendas han sido construidas de manera
informal.

Otro aspecto que tendrá que analizar el Estado será el de flexibilizar el pago del
IGV y del impuesto a la renta. Los gremios de empresas constructoras y de
ingeniería han presentado iniciativas para dicho fin. Tal como ocurre en otras
regiones, la solución inmediata pasa por decretar una moratoria de impuestos, una
amnistía tributaria que permita poner a cero el contador del sistema económico
mientras dure la fase más dura de la crisis.

Cambios en la normativa de contratación para incorporar métodos


colaborativos.

El Poder Ejecutivo publicó el Decreto Legislativo N° 1444 que modifica la Ley N°


30225, Ley de Contrataciones del Estado, en el marco de las recomendaciones
realizadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
(OCDE)9 a fines del 2017. Dichas modificaciones abordaron 3 aspectos
necesarios como son: (i) simplificación del proceso de contratación pública; (ii)
generación de incentivos para crear una mayor competencia, e (iii) incorporación
de herramientas que generan transparencia e integridad en la contratación
pública, todas ellas abocadas en asegurar la eficiencia, transparencia y rendición
de cuentas del sistema.

El plan contemplaba que la normativa para la habilitación de estas nuevas


opciones contractuales estuviera disponible a partir de agosto del presente año, lo
cual debe cumplirse ya que ello conlleva a que las obras públicas se ejecuten con
mejores contratos de ingeniería y construcción, colaborativos y con mayor
transparencia para evitar adendas, retrasos y sobrecostos en las obras.

Destrabar obras paralizadas.

El 01 de noviembre de 2019 entró en vigencia el D. U. N° 008-2019, que establece


medidas extraordinarias para la reactivación de obras públicas paralizadas a nivel
nacional.

Evidentemente se debe dar prioridad a aquellos declarados de interés nacional,


aquellos que generen gran cantidad de mano de obra directa e indirecta, que
tengan una cadena de abastecimiento diferenciada y con muchos proveedores de
diferentes rubros. Podemos citar proyectos como la Ampliación del Aeropuerto
Jorge Chávez, Proyecto del Metro de Lima Línea 2, Proyecto Quellaveco, entre
otros. Un caso dramático es el del Hospital de Andahuaylas que está paralizado
desde hace más de 5 años.

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