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¿Cuál es la visión del “Bien Común” que hemos construido en el mundo

posmoderno?

“El Bien es un Absoluto…


El Bien es causa de todo lo recto y bello que hay en todas las cosas…
El Bien es causa productora de todo lo existente…
El Bien es inefable e incomunicable…”
Platón, 560 a.C.

Parafraseando a Platón, el Bien, es lo propio del ser humano y quien lucha con
toda su alma para conquistar sus utopías, sueños y realidades, de ahí que para
este incomparable filósofo, sea “…imposible la justicia social sin la adecuada
dimensión ético-trascendental de la vida política…”, (donde el Bien se hace
necesario, y yo diría indispensable, para) “…poder obrar con sabiduría tanto en lo
privado como en lo público…”

Sin embargo, yo me pregunto, en nuestros tiempos contemporáneos, donde se


privilegia a las sociedades democráticas:

• ¿Qué país queremos conquistar y qué hacemos para lograrlo, cuando existe
un proyecto común de Nación, signado en la Constitución de los Estados
Unidos Mexicanos que no ha sido respetado?

• ¿En verdad somos un Estado-Nación unido, fortalecido, solidario, moderno…?

• ¿Qué han hecho los políticos por el Bien Público de los ciudadanos?
• ¿Han olvidado el principio de “Publiciedad”, el cual es uno de los ejes
rectores de la Ciencia Política? Y donde "Es propio de la justicia devolver a
cada uno lo suyo."

• ¿Son dignos representantes de una sociedad democrática, las autoridades 3


jurídicamente públicas que en su actuar denotan su pobreza ético-moral, al ver
incrementadas sus posesiones privadas, con base en el robo inaudito que
hacen de los recursos públicos, los cuales pertenecen a los ciudadanos?

• ¿Qué hemos hecho los mexicanos para exigir una real y transparente
rendición de cuentas, como uno de elementos clave que soporta la nueva
gestión pública?

• ¿Cómo es que permitamos, no solo las autoridades de los distintos niveles de


gobierno y educativas, así como el profesorado y la sociedad en su conjunto
que un Bien y Derecho tan preciado como lo es la educación, esté en manos
de un grupo de personas con tan poca preparación profesional, credibilidad y
valores?

• ¿Dónde queda la inteligencia de las autoridades y representantes sindicales


para hacer realidad una verdadera justicia para los menos favorecidos?

• ¿Dónde están las políticas públicas y educativas para subsanar las brechas
existentes entre la mayoría de la población?

• ¿Dónde la lucha por erradicar la exclusión social… de aquellos que quedan al


margen para gozar del Bien Público, como uno de los derechos inalienables
de todo individuo y consignado en la Constitución de México?
• ¿Cómo es posible que la carrera docente sea innecesaria en un país cada vez
menos competente en una aldea “Glocal” (donde lo global impacta lo local y
viceversa) y que día a día es mayormente competitiva?

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Consiente estoy de ser una mujer sumamente idealista, amante apasionada de
la profesión que decidí desempañar hace veinte nueve años, como lo es la tarea
de Educar, sí con mayúsculas, pues es una de las responsabilidades más
dignificantes que cualquier sujeto tiene, desde la cuna y hasta la muerte…

Si ustedes, nosotros y los otros hiciéramos Bien lo que a cada uno compete,
habremos sentado las bases de un presente e imaginario y por venir más
armónico, más justo, más posible y deseable de vivir y convivir.

Como bien expresa Vincent Vince Lombardi (2007), entrenador de los Green
Bay Packers, en su discurso utilizado para motivar tanto a jugadores de fútbol
americano en todo el mundo como a empresarios, trabajadores e incluso
estudiantes:

“Lo que se necesita para ser el número uno… es ser inteligente para ser el primero
en cualquier actividad a la que se dedique poniendo todo el cuerpo. Desde la planta
de los pies hasta la cabeza. Interviene cada parte del cuerpo... lo más importante es
que debemos jugar con el corazón, con cada fibra del cuerpo... Es una realidad que
el hombre es competitivo, y que en los juegos más competitivos intervienen los que
más compiten, y es por eso que están allí: para competir. El propósito es ganar
limpiamente, como es debido y siguiendo las reglas, pero ganar. A decir verdad,
nunca conocí a alguien respetado por su trabajo que, a la larga, en lo más profundo
de su corazón, no aprecie el trabajo intenso, la disciplina. Creo en Dios y en la
decencia del ser humano. Sin embargo, creo firmemente que la hora más preciada
de cualquier hombre -el mayor logro de todo aquello que considera importante- es
cuando, después de haber trabajado hasta el cansancio por una buena causa, se
recuesta en el campo de batalla, agotado y victorioso.”
Estamos ciertos que nadie puede cambiar a los otros, de ahí que, la
transformación para poder conquistar ese mundo posible y deseado sea
corresponsabilidad de cada agente social, político y educativo; el cambio surge de
la mayoría, no de un pequeño grupo de élite. No olvidemos que lo importante no
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es pensar juntos, sino construir juntos lo cual nos permite ser más fuertes. Es en
estos tiempos coyunturales que la profesión docente, desde las distintas funciones
que le dan identidad, tiene el deber y el honor de demostrar sus altas
competencias para reinvertar la cultura pedagógica y social al ser líderes de
líderes y modelos a seguir, por tanto requerimos “Re-encantar” la educación que
brinda la escuela veracruzana y mexicana, pues la actual representa “un peligro
para la humanidad”, como bien lo señala el Dr. Francisco Gutiérrez (2008), uno de
los mayores representantes contemporáneos de la biopedagogía.

Hoy y no mañana, requerimos reinventarnos como “Maestros


Fascinantes”, donde, al decir del Dr. Dr. Augusto Cury:1
1. Los buenos maestros tienen buena cultura académica y son
elocuentes, mientras que los maestros fascinantes tratan de
entender el funcionamiento de las mentes de sus alumnos para
poder educarlos mejor.
2. Los buenos maestros tienen una metodología y son didácticos,
mientras que los maestros fascinantes tienen la sensibilidad para
hablar a los corazones de sus alumnos.
3. Los buenos maestros educan la inteligencia lógica, mientras que
los maestros fascinantes educan la emoción, enseñan a sus
alumnos a explorar su propio ser.
4. Los buenos maestros usan la memoria como depósito de
información, mientras que los maestros fascinantes la usan para
estimular la creatividad.
5. Los buenos maestros son temporales, mientras que los maestros
fascinantes son inolvidables.
6. Los buenos maestros corrigen el comportamiento, mientras que
los maestros fascinantes resuelven los conflictos en el salón de
clases con inteligencia.
1
http://www.tubreveespacio.com/pensamientos-01nov07/los%20maestros
%20fascinantes.htm
7. Los buenos maestros educan para una profesión, mientras que los
maestros fascinantes educan para la vida.

“…si en una familia los hijos son el síntoma de la 3


enfermedad de los Padres, en una escuela los
Maestros son el síntoma de lo que pasa en un
país…”
José Antonio Lara Peinado, 2008

Mucho agradeceré sus comentarios, ellos me permitirán seguir


aprendiendo.

Mtra. Esperanza Aurora Hakim Vista


E-mail: eahakimv@gmail.com
eahakimv@hotmail.com

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