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FORMACIÓN DEL PROFESORADO. EDUCACIÓN SECUNDARIA 3 FORMACIÓN DEL PROFESORADO. EDUCACIÓN SECUNDARIA
I
VOLÚMENES COMPLEMENTARIOS Esta colección tiene por objetivo principal contribuir a la formación del Francisco Esquinas (coord.)
profesorado y reflejar una visión coherente de la educación secundaria IES Grande Covián. Arganda del Rey
Vol. II. Didáctica del Dibujo: Artes plásticas (obligatoria y bachillerato), tanto en lo que concierne a las finalidades (Madrid)
y visuales
DIBUJO:
VOLÚMENES CORRESPONDIENTES AL
mismos, que puede ser útil tanto para el futuro profesor (Máster de
Secundaria) como para el docente en ejercicio que desee potenciar su
desarrollo profesional.
ARTES PLÁSTICAS Elia María Añón
IES Gabriel García Márquez. Madrid
MÓDULO GENÉRICO Y AL PRÁCTICUM
ISBN: 978-84-9980-051-6
3 Vol. I
Francisco Esquinas (coord.)
IES Grande Covián. Arganda del Rey
(Madrid)
Eugenio Bargueño
Universidad Complutense de Madrid
Fernando Barredo
Universidad Complutense de Madrid
Silvia Nuere
Centro de Estudios Superiores Felipe II.
Universidad Complutense de Madrid
FORMACIÓN DEL PROFESORADO. EDUCACIÓN SECUNDARIA
DIBUJO:
ARTES PLÁSTICAS
Y VISUALES
Complementos
de formación disciplinar
Francisco Esquinas,
Mercedes Sánchez Zarco (coords.)
Elia María Añón, Eugenio Bargueño, Fernando Barredo,
Francisco Esquinas, Silvia Nuere, Mercedes Sánchez Zarco
3 Vol. I
Coeditan
MINISTERIO DE EDUCACIÓN
Secretaría de Estado de Educación y Formación Profesional
Instituto de Formación del Profesorado. Investigación e Innovación Educativa
© Secretaría General Técnica
Catálogo de publicaciones del Ministerio: educacion.es
Catálogo general de publicaciones oficiales: 060.es
© Francisco Esquinas, Mercedes Sánchez Zarco (coords.), Elia María Añón, Eugenio Bargueño, Fernando
Barredo, Francisco Esquinas, Silvia Nuere, Mercedes Sánchez Zarco
© De esta edición: Editorial GRAÓ, de IRIF, S.L.
Editorial GRAÓ, de IRIF, S.L.
Ministerio de Educación, Secretaría General Técnica
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ÍNDICE
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
4. Diseño y elementos básicos del currículo de Educación plástica y visual, Silvia Nuere . . 65
Currículo de la Ley Orgánica de Educación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
Orientaciones metodológicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
Orientaciones para la evaluación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
Actividades/Referencias bibliográficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
5. Diseño y elementos básicos del currículo de Dibujo técnico, Elia María Añón . . . . . 79
Currículo de la asignatura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
Actividades/Referencias bibliográficas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
INTRODUCCIÓN
Este volumen forma parte de la colección Formación del Profesorado. Educación Secundaria,
que pretende contribuir tanto en los procesos de actualización docente como en el de puesta
en marcha del máster que habilita para el ejercicio de la docencia. Los contenidos de la
especialidad de Dibujo: Artes plásticas y visuales se estructuran en tres volúmenes:
• Volumen 1: Complementos de formación disciplinar.
• Volumen 2: Didáctica.
• Volumen 3: Investigación, innovación y buenas prácticas.
Cuando se hace referencia a las enseñanzas artísticas, los futuros docentes relacionan este
tema con los procesos de creación propios de las Bellas Artes: dibujo, pintura, escultura,
grabado, etc. Sin embargo, en educación infantil y primaria, estas enseñanzas artísticas in-
cluyen la música y la expresión corporal. De hecho, la definición del término utilizado para
el área que nos compete en la especialidad de «Dibujo» es fruto de polémicas y tensiones.
En la ESO, la mayoría de las comunidades autónomas tienen como denominación oficial la
de «Educación plástica y visual», excepto en Andalucía que recibe el nombre de «Plástica
y visual» y en Cataluña, donde se denomina «Educación visual y plástica». En la etapa de
educación secundaria postobligatoria, esto es, el bachillerato, en su modalidad de Artes, se
organiza en dos vías: las Artes escénicas, música y danza, y la que corresponde a nuestro
campo, las Artes plásticas, imagen y diseño.
Tras pasar la primera década del siglo XXI, debería parecer obvia la importancia de la educa-
ción artística y los lenguajes visuales, no sólo por la necesidad de comprender la cantidad
de información cotidiana que recibimos a través de la vista y el oído, y poder comunicarnos
con ella, sino por la de ofrecer una formación completa a nuestros estudiantes.
Las enseñanzas plásticas y visuales pretenden favorecer la relación de los estudiantes con su
entorno cotidiano y artístico, para que capten con ello la significación y la emoción transmi-
tidas por las obras de arte. Rudolf Arnheim (1993) escribe al respecto:
Percibir en toda su plenitud lo que significa amar verdaderamente, interesarse por algo, comprender,
crear, descubrir, anhelar o esperar es, en sí mismo, el valor supremo de la vida.
La educación artística debe entenderse, por lo tanto, como un medio para aprender a percibir
el entorno desde el conocimiento del arte y, con ello, alcanzar un mayor placer, emoción y
disfrute de la vida, del mundo y de la cultura.
Además, este autor centra su atención en las cualidades visuales de los objetos y de las si-
tuaciones o acontecimientos que suceden en el entorno.
Con todo este planteamiento, confiamos que, en los diferentes volúmenes y capítulos, el
lector encuentre los recursos necesarios para desarrollar con mayor facilidad sus competen-
cias docentes.
REFERENCIAS BILIOGRÁFICAS
CONTENIDO DE CAPÍTULO
Eugenio Bargueño
Universidad Complutense de Madrid
Silvia Nuere
Centro de Estudios Superiores Felipe II. Universidad Complutense de Madrid
Haremos una breve revisión histórica de la educación en España para entender en qué mo-
mento las enseñanzas artísticas empiezan a tener la suficiente importancia como para que
se diferencien de la enseñanza general y se consideren independientes.
Las primeras épocas se tratarán de forma más somera, para detenernos en la Ley General de
Educación de 1970, a partir de la cual se considera necesario, debido a los cambios que se
estaban produciendo en nuestro país, crear un sistema educativo a nivel nacional.
Veremos cómo se van sucediendo unos planteamientos y otros con la intención de mejo-
rar la educación y de avanzar socialmente, buscando soluciones a los problemas que van
surgiendo en cada etapa. Ya desde la antigua Grecia, donde se acuñó el término «paidea»
como sinónimo de educación, las crisis políticas, sociales o económicas hacían que se
ofrecieran métodos educativos más eficaces para formar a las personas. En España, la edu-
cación no ha sido una excepción en este sentido, pues desde los siglos XVI y XVII, distintas
situaciones han fomentado un interés por la educación como herramienta necesaria para
ajustarse a las necesidades del momento:
Puede decirse, en líneas generales, que la estructura y el modo de ser de una sociedad condicionan
y explican su forma de educar. Al mismo tiempo, el sistema educativo de un país permite inferir con
gran precisión el modo de ser de una sociedad. (Delgado, 1992).
Por ello, tal vez haya que recalcar, basándose en esta idea, que las enseñanzas artísticas han
sido poco consideradas, al estar relegadas históricamente a un segundo término.
Esta forma de enseñanza se va a ver alterada por la llegada de pedagogos de origen griego
en su mayoría. En las escuelas de gramática se comienza a estudiar gramática griega
además de la latina, siempre interesados por «el buen saber leer y escribir», y después
de ello se estudia lo que los griegos llaman las artes, la geometría, la música, el cálculo
y la astronomía.
Durante esta etapa se confluyen los lenguajes y las claves para el acceso a la ciencia de la
cultura grecolatina con la idea y la doctrina del pensamiento cristiano nacido de la acción
política y la religiosa. El lenguaje se establece como uno de los transmisores de la cultura y
la enseñanza, y se crean escuelas fundamentalmente monásticas que desarrollan la actividad
docente en las primeras letras, las humanidades clásicas y los estudios superiores, pero son
siempre estudios orientados hacia la necesidad de prestar servicio a la fe y no al hombre
como ser social (Bartolomé, 1992a).
La educación se dirige siempre del maestro al discípulo, y acceden a ella sólo las clases
dirigentes y los nobles, incluyendo lógicamente al clero, y para ello se necesitaban unos pro-
gramas y una planificación de transmisión, por lo que se impone la institucionalización de los
saberes. A diferencia de otras épocas, el maestro visigótico reconoce la responsabilidad sobre
los niños pequeños, por lo que los incluye en el sistema educativo. El programa curricular de
esta etapa difiere poco del anterior, dando importancia a la lectura y a la escritura, así como
a otras ciencias como la aritmética, la geometría, la astronomía y la música.
A finales del siglo XI comienzan a fundarse universidades que coexisten con las escuelas
durante el resto de la Edad Media. En las primeras se deja más creatividad al alumnado,
mientras que en las segundas el saber es mayoritariamente receptivo.
La enseñanza se distingue entre primera y segunda y superior y técnica. Las materias relacionadas
con los contenidos que se van a transmitir están relacionadas con la lectura, la escritura, el apren-
dizaje del Corán de memoria en la enseñanza primaria, la gramática y la poesía, las matemáticas
según los elementos de Euclides, la astronomía, la lógica, la botánica, la zoología y la etnología
en la enseñanza media, y la jurisprudencia y la teología en la enseñanza superior (Vernet, 1992).
Ramón Llull, autor de un tratado sobre la educación de los niños y adolescentes, en el siglo XIII, re-
ordena y completa los contenidos ya mencionados, como la gramática, la retórica, la dialéctica, la
ética y la teología, así como las matemáticas, la aritmética, la música, la geometría y la astrología.
En el siglo XIII se organizan los artesanos en gremios. Tal vez sea éste, hasta el momento,
la más cercana aproximación al estudio y la enseñanza de las creaciones artísticas en
el sentido de lo que hoy conocemos como bellas artes. Se desarrolla un conocimiento
empírico para los niños y jóvenes en las escuelas-taller, transmitido por los maestros.
La cultura humanística del Renacimiento no sólo se refería al latín y al griego además de las
lenguas bíblicas, sino que también se interesaba por la música, la pintura, la poesía, la arqui-
tectura, la botánica, la geografía, la filosofía y el teatro. A partir de este momento se empieza
a considerar la pintura como un lenguaje, como poesía (Delgado, 1992).
El siglo XVI
En la época de los Reyes Católicos llega a su madurez el humanismo castellano, y se enseñan
los modos y hábitos típicamente humanistas, como las primeras letras, la música, la danza,
la esgrima y el latín, entre otros. Con la aportación del Cardenal Cisneros para reformar y
regular el clero secular, y con la fundación de la Universidad de Alcalá de Henares, «el hu-
manismo alcanzará su mayoría de edad», pues su preocupación era elevar el nivel intelectual
y conseguir un clero más culto (Delgado, 1992).
La Reina Isabel hizo lo posible por dar una formación a sus hijos y a los de las familias más
distinguidas, para lo que contrató a un profesor, encarnación de la síntesis de «armas y letras»
(Delgado, 1992).
En esta época continúa la labor de los gremios y de la formación artesana, que a veces recaía en
algunas familias que, a cambio de unos determinados servicios, aceptaban en su seno a niños a
los que formarían en religión, socialmente y en la instrucción elemental que se venía repitiendo
desde la Edad Media, es decir, la lectura y la escritura.
Se puede decir que todavía no existía una estructura clara de escuela pública o privada, pues
la mayoría de la población no tenía acceso a la enseñanza, y no será hasta los cambios que
se producirán en el siglo XIX, con la industrialización y con el éxodo hacia las ciudades,
cuando empezarán a surgir estas instituciones.
Durante el reinado de Felipe II, formado éste según el modelo de los Reyes Católicos, los
intereses y la educación continuarán por las mismas sendas, aunque por su afición a las ma-
temáticas funda una Academia de Matemáticas en la que se estudia arquitectura, artillería,
geografía y navegación.
El siglo XVII
Durante el siglo XVII en España, la crisis económica y moral, el desempleo y la miseria,
entre otros, repercutirán desfavorablemente en la educación. El programa humanista de la
etapa anterior que pretendía la educación de todos se vio interrumpido por la necesidad
de mano de obra para los trabajos del campo. Por este motivo se suprimieron escuelas
privadas, pues la formación elemental que se impartía no servía para los fines buscados,
y en consecuencia disminuyó el número de alumnos que pasarían a estudios superiores y
universitarios. Sin embargo, las materias que se imparten siguen siendo las mismas que en
siglos anteriores: la lectura, la escritura, las matemáticas, la geometría o la filosofía, con la
introducción de la representación de obras teatrales en algunos colegios.
El siglo XVIII
Durante el siglo de la Ilustración se crearon nuevas instituciones, pero la educación en los
distintos niveles apenas experimentó grandes cambios, exceptuando algunas materias nuevas
que se van a ir introduciendo en los estudios universitarios.
La nueva concepción del Estado y del sometimiento a su poder de todas las instituciones, sin
excluir a la Iglesia y a los ciudadanos, supuso un cambio en todos los sentidos, aunque no
tan profundo como deseable en la educación, al no proponer un plan general de reformas.
Hubo diferente legislación al respecto, y se reformaron aspectos concretos de la enseñanza,
pero, en definitiva, se mantuvo la misma estructura, con sus logros y fracasos. En cuanto a
las materias tampoco hubo cambios, y se mantuvieron las ya tradicionales.
En este siglo se crean las dos primeras escuelas de artes y oficios como talleres artesanales,
en los que únicamente se ofrecía un oficio sin plantearse objetivos formativos de otro ca-
rácter. Sólo la escuela de dibujo, en principio de dibujo de adorno, consiguió permanecer
casi seis años abierta, en los que obtuvo excelentes resultados, para desaparecer a conti-
nuación; a estas escuelas acudían sólo niños y muchachos para realizar tareas manuales en
contacto con los maestros, por lo que no accedían a aprendizajes teóricos o de instrucción
científico-técnica.
A finales del siglo XVI se habían creado las primeras agrupaciones literarias, pero será en el
siglo XVIII cuando nacen las academias de todas las ramas del saber para tratar en tertulia
los problemas de la época, intentando mejorar la vida española. La Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando se fundó en 1744, pero celebró su primera sesión en 1752,
durante el reinado de Fernando VI; abarcaba las tres nobles artes de pintura, escultura y
arquitectura, y se crearon posteriormente cátedras de perspectiva, anatomía y matemáticas,
así como una biblioteca con libros relacionados, incluidos dibujos, láminas o instrumentos
matemáticos.
En esta época nacen los principales métodos educativos, y surgen también las principales
obras y libros de texto.
Como podemos observar, estos siglos se caracterizan por una fuerte presencia de la Iglesia,
de los municipios y de los reyes reinantes en las decisiones educativas y con una continua-
ción de las materias impartidas, desde las primeras letras, la escritura o las matemáticas, hasta
la geometría o la filosofía.
En esta época aparecen en España los primeros parvularios como institución típicamente
urbana, destinados a la educación o casi sólo a la atención de los niños antes de la edad
escolar (de los 2 a los 6 años) y más desfavorecidos, para desarrollar en ellos actitudes de
respeto y obediencia al sistema establecido y a los valores tradicionales.
Se suceden decretos, planes (plan Pidal de 1845), leyes y reglamentos a tal velocidad, que
en la mayoría de los casos no llegan a implantarse.
Los liberales, por su parte, convirtieron las antiguas escuelas de gramática en institutos de
segunda enseñanza, organizándolas alrededor de la lengua latina, a pesar de recibir críticas
pensando que eran inútiles para el momento. Esto hizo que en los pueblos, a pesar del interés
mostrado por el Estado hacia la enseñanza, desaparecieran estas escuelas, que se instauraron
en los grandes núcleos de población, situación que favoreció a su vez un empobrecimiento
del pueblo. Adquieren así importancia las escuelas destinadas a la formación técnica y pro-
fesional, algunas de las cuales provenían de finales del siglo anterior. Escuelas de náutica,
arquitectura, matemáticas o dibujo, por ejemplo, cubren así las necesidades que se crean
ante esta nueva situación.
Tal vez el texto, concebido como conciliador y ecléctico, que recogía aspectos de épocas an-
teriores, hizo que hubiera consenso entre progresistas y moderados, para que se apoyara dicha
ley. Como matices pueden señalarse la extensión de la enseñanza primaria, obligatoria a partir
de entonces desde los 6 a los 9 años; la atención prestada a los estudios profesionales, y las res-
tricciones a los seminarios eclesiásticos. Se crean también escuelas laicas, de iniciativa privada
y de todo color ideológico, antecedente de la Institución Libre de Enseñanza (1876-1936).
Los aspectos fundamentales de esta ley mantenían lo ya indicado en planes anteriores, es-
tableciendo la enseñanza en dos niveles: de primera enseñanza y de segunda o bachiller,
esta última de refuerzo de la anterior y preparatoria para estudios superiores (entre los que se
encuentran los de Bellas Artes: pintura, escultura y grabado). Se mantienen, a grandes rasgos,
los mismos contenidos, entre los que se encuentra el dibujo en la primera enseñanza, como
dibujo natural y lineal, en la segunda enseñanza, y la creación de las escuelas especiales de
Bellas Artes en la tercera enseñanza. Se regulan las facultades y los estudios profesionales, y
se crea también una cátedra de Dibujo en Artes y Oficios.
El acceso masivo a la educación favoreció, por otro lado, que los jóvenes inteligentes y mejor
preparados abandonaran la escuela pública a favor de instituciones privadas, en la mayoría
de los casos a cargo de las órdenes religiosas.
Se suceden etapas en las que se lleva a cabo un liberalismo más radical (1868-1874), con-
siderando la enseñanza libre en todos sus grados (Decreto de 1868). Además, se establecen
las libertades de creación de centros docentes y de cátedra, y la eliminación de la influencia
clerical en la enseñanza.
En esta etapa de relativa calma política se creó el Ministerio de Instrucción Pública así como
la Junta para la Ampliación de Estudios y Actividades Científicas, que cambió radicalmente
el panorama intelectual del país y que creó en 1918 el Instituto-Escuela de Madrid. Éste se
propuso como objetivo principal la experimentación de nuevos métodos pedagógicos y la
puesta en práctica de nuevos sistemas de formación del profesorado de educación secunda-
ria. La idea era también, a largo plazo, reformar los estudios del bachillerato, averiguando
si era mejor crear uno único o múltiple, adaptando los métodos y planes de estudio más
adecuados. Se escogió minuciosamente el profesorado, y para la sección preparatoria entra-
ron María de Maeztu, María Goyri y Ramón Menéndez-Pidal, junto con otros maestros de
enseñanza primaria. El éxito y el alma de este planteamiento fueron del creador del centro,
José Castillejo, ya que se exigía a los profesores devoción, flexibilidad de espíritu y sanos
ideales, dejando libertad, pero con dureza en la valoración de los resultados. Entre las más
destacadas innovaciones podemos citar el régimen de coeducación de sexos, las excursiones de
varios días de profesores y alumnos, los trabajos manuales y la sustitución de los libros por
investigación y lecturas personales.
Los enfrentamientos entre la Iglesia y el Estado seguían vigentes por el conflicto ideoló-
gico entre ambas instituciones, pero se mantenía el interés por elevar el nivel cultural
del pueblo.
Por otro lado, con la creación de la Escuela Superior de Magisterio en Madrid, se dio un paso
decisivo para que la formación de los maestros fuera mejorando sensiblemente, al introducir
nuevos métodos.
Por su parte, la guerra civil española dio al traste con el esfuerzo que se habían derro-
chado durante varios siglos a favor de la eficacia de la educación, y ésta fue un instru-
mento para formar ideológicamente al alumnado. Durante tres años se sucedieron, en
el Ministerio de Instrucción Pública madrileño, distintos ministros comunistas o anar-
quistas, cuyo primer objetivo fue la educación popular. Cabe destacar el nombramiento
del renombrado cartelista Renau al frente de la Dirección General de Bellas Artes, por
la importancia que tuvo la propaganda de los mensajes republicanos en sus diversas
motivaciones.
Uno de los objetivos, además de instruir al adulto, fue preocuparse por la educación infantil,
intentando llegar al mayor número de niños posible y rompiendo el secular elitismo que
había imperado hasta el momento.
Pero el régimen de Franco no consideró necesaria una buena formación en conocimientos para
los maestros, y esto produjo un claro retroceso en la escuela elemental; hasta 1963 no se exigió
a los estudiantes de magisterio el grado de bachiller, y por ello las Escuelas Normales, creadas
en 1839 y reformadas por la Ley Moyano, se volvieron a centrar en la preparación pedagógica
y no en transmitir conocimientos propios de la escuela elemental, convirtiéndose en Escuelas
Universitarias de Formación del Profesorado de Educación General Básica (Delgado, 1992).
Con esta ley de 1970 comenzaron a nombrarse los objetivos y contenidos que se debían
impartir en los distintos niveles educativos, como lo muestra su artículo 14 en referencia a
la educación preescolar, donde se contemplan juegos, actividades de lenguaje, expresión
rítmica y plástica, observación de la naturaleza, ejercicios lógicos y prenuméricos, desarrollo
del sentido comunitario, principios religiosos y actitudes morales. En su artículo 16, referente
a la EGB, se indica que la formación debe orientarse, entre otros, a la iniciación en la
apreciación y expresión estética y artística, y en cuanto al bachillerato, en su artículo 24, se
contemplan las materias comunes divididas en distintas áreas, entre las que encontramos
la formación estética, con especial atención al dibujo y la música. Las enseñanzas y
actividades técnico-profesionales (artículo 26) eran también fijadas por el Ministerio de
Educación y Ciencia, refiriéndose aquí a los sectores artísticos. Se establece a su vez la
formación requerida del profesorado para ejercer su profesión en los distintos niveles
educativos.
Restauración democrática
En 1985 se implantó la Ley Orgánica reguladora del Derecho a la Educación (LODE), con
la idea de proponer:
(...) una nueva norma que desarrolle cabal y armónicamente los principios que, en materia de
educación, contiene la Constitución española, respetando tanto su tenor literal como el espíritu
que presidió su redacción, y que garantice al mismo tiempo el pluralismo educativo y la equidad.
(BOE n.º 159, 04/07/1985)
Esta ley, por tanto, no afecta a la estructura del sistema educativo ya definido en la ley de
1970, sino que únicamente regula los tipos de centros, el derecho a la educación y la parti-
cipación en la enseñanza de la comunidad educativa.
En 1990 se promulgó la Ley Orgánica General del Sistema Educativo (LOGSE), que modifi-
caba la organización del sistema educativo a través de la educación infantil, primaria y se-
cundaria, y además amplió la escolaridad obligatoria y gratuita hasta los 16 años. El sistema
educativo tendrá como principio básico la educación permanente, así como la adquisición
de hábitos intelectuales y técnicas de trabajo, y conocimientos científicos, técnicos, humanís-
ticos, históricos y estéticos, respetando la pluralidad lingüística y cultural del territorio nacio-
nal y permitiendo que las comunidades autónomas redacten un porcentaje muy importante
de los contenidos curriculares. Pero entre las novedades más destacadas está la definitiva
incorporación de las enseñanzas artísticas en el sistema general (cuadro 1).
La última ley que ha entrado en vigor, a fecha de hoy, es la Ley Orgánica de Educación (LOE)
de 2006, que establece la enseñanza obligatoria hasta los 16 años. Los cursos se reparten
en las etapas de educación infantil, educación primaria, educación secundaria obligatoria
(ESO), bachillerato, formación profesional y estudios universitarios. Los principios que se
persiguen son:
• La calidad de la educación para todo el alumnado.
• La equidad, que garantice la igualdad de oportunidades.
• La transmisión y efectividad de valores que favorezcan la libertad, la responsabilidad,
la tolerancia, la igualdad, el respeto y la justicia.
Entre las materias que se han de impartir en los distintos ciclos, esta ley sigue contemplando
las enseñanzas artísticas, así como la modalidad de Artes, incluida en el bachillerato.
Conclusiones
Según hemos visto, las enseñanzas artísticas no han sido consideradas por las distintas
leyes y propuestas relacionadas con la educación hasta muy avanzado el siglo XX, pero
no por ello debemos dejar de mirar hacia la educación general en España, para entender
cuál ha sido el devenir de estas enseñanzas en nuestro país. Hemos podido comprobar que
tímidamente, en las propuestas anteriores a la LOGSE, tan sólo se consideraba el dibujo,
en algunas y escasas ocasiones, como materia incluida en las enseñanzas elementales;
tal vez la etapa en la que empieza a tener más peso es la posterior a las propuestas de la
Institución Libre de Enseñanza, al contemplar las actividades artísticas como necesarias en
la formación del individuo.
Por otro lado, a partir de la LOGSE se especifican con más detalle los contenidos que se han
de impartir en cada etapa educativa, de ahí que queden bien definidos también los objetivos
relacionados con el conocimiento y la apreciación del hecho artístico.
Como destacan los autores del artículo «Historia de la Educación Artística en España: temas
para la investigación, métodos y resultados» (AA.VV., 1996), es curioso el reconocimiento
general de la importancia del arte español, que sin embargo choca con la escasa atención
que se le ha dado a la educación artística y a su historia.
ACTIVIDADES
1. Como hemos visto a lo largo del capítulo, hasta la LOGSE no se especifican con más detalle, en
la enseñanza artística como tal, los contenidos de cada etapa. El dibujo, por tanto, ya no queda
asociado exclusivamente a otras materias más científicas. Haciendo una labor de investigación,
especifica cuáles son los argumentos que hacen que la educación artística sea considerada nece-
saria en la formación del individuo y, a su vez, se contemple como una materia independiente.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Normativa legal
Ley de Instrucción Pública de 9 de septiembre de 1857 («Ley Moyano»). Disponible en línea
en: <es.wikisource.org/wiki/Ley_Moyano_de_Instrucción_Pública_de_1857>.
Ley de 17 de julio de 1945 sobre Educación Primaria. Boletín Oficial del Estado (18/07/1945),
199, 385-416.
Ley de la Jefatura del Estado de 26/02/1953 sobre Ordenación de la Enseñanza Media. Bole-
tín Oficial del Estado (27/02/1953).
Ley 14/1970, de 4 de agosto, General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educa-
tiva. Boletín Oficial del Estado (06/08/1970), 187, 12.525-12546. También disponible en
línea en: <www.boe.es/boe/dias/1970/08/06/pdfs/A12525-12546.pdf>.
Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho a la Educación. Boletín Oficial
del Estado (04/07/1985), 159, 21.015-21.022. También disponible en línea en: <www.
boe.es/boe/dias/1985/07/04/pdfs/A21015-21022.pdf>.
Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo. Bole-
tín Oficial del Estado (04/10/1990), 238, 28.927-28.942. También disponible en línea en:
<www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/doc.php?id=BOE-A-1990-24172>.
Ley Orgánica 10/2002, de 23 de diciembre, de Calidad de la Educación. Boletín Oficial del
Estado (24/12/2002), 307, 45188-45220. También disponible en línea en: <www.boe.
es/boe/dias/2002/12/24/pdfs/A45188-45220.pdf>.
Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Boletín Oficial del Estado (04/05/2006),
106, 17.158-17.207. También disponible en línea en: <www.boe.es/boe/dias/2006/05/04/
pdfs/A17158-17207.pdf>.
CONTENIDO DE CAPÍTULO
• Los inicios
• Siglo XIX
• Siglo XX
• Siglo XXI
• Conclusiones
Eugenio Bargueño
Universidad Complutense de Madrid
Silvia Nuere
Centro de Estudios Superiores Felipe II. Universidad Complutense de Madrid
A pesar de no tener las materias artísticas un peso específico en las enseñanzas en España
antes de la entrada en vigor de la Ley Orgánica General del Sistema Educativo (LOGSE),
podemos pensar que sí estuvieron presentes en el concepto general de educación.
La aproximación más cercana la encontramos en el siglo XVII, cuando se hace una alusión a
esta materia, y, tal vez, anteriormente, podemos decir que lo más próximo a la enseñanza del
dibujo haya sido la geometría (como conocimiento de figuras planas, trazados, traslaciones,
etc.). Ambos conceptos se relacionaban más con temas técnicos, aplicados a campos como la
arquitectura o la ingeniería. Más adelante se siguió tratando el dibujo desde el punto de vista
lineal, pero empezaron a especificarse distintos tipos de dibujo, como el lineal, del natural o de
figura, que se trataban en lo que se denominaba segunda o tercera enseñanza. Como estudios
especializados se contemplaba en las escuelas profesionales, y es en el planteamiento de la Ley
Por otro lado, hay que pensar que la enseñanza obligatoria terminaba sobre los 9 años, y
a pesar de no contemplarse en esta primera etapa educativa el dibujo, sí se dejaba para la
segunda enseñanza, es decir, a partir de los 10 años.
Los inicios
También podemos recordar las palabras de Jovellanos expuestas en su obra Memoria sobre
Educación Pública o sea Tratado teórico-práctico de enseñanza con aplicación a las escuelas
y colegios de niños de 1802, en la que apoya la enseñanza del dibujo a edades tempranas:
Quisiera ya unir al estudio de las primeras letras la enseñanza del dibujo, cuya grande utilidad, así
para las ciencias como para las artes, generalmente está reconocida. Para esta enseñanza no se dirá
que no están dispuestos los niños, pues en ella tiene más parte la mano que la razón.
Critica a su vez que no se incluya en la primera etapa educativa, pues aunque se con-
templa a más avanzada edad, esta carencia hace que cuando llegaba, su aprendizaje
no era tan provechoso como pudiera serlo y los resultados en las escuelas de diseño lo
demostraban.
También en el informe de la Junta creada por la Regencia para proponer los medios de proce-
der al arreglo de los diversos ramos de instrucción pública, elaborado por Quintana en 1813,
se habla de la necesidad de incluir en la primera enseñanza «una aritmética más extensa,
una geometría elemental sucinta, y unos principios de dibujo aplicables a las artes y oficios»,
por ser de utilidad al haber mayor número de niños que han de adaptarse a las ocupaciones
de artesanos. (Quintana, 1979, p. 383)
Prosigue el texto hablando de la segunda enseñanza que ya contemplaba «una de las divi-
siones más generalmente sabidas de los conocimientos humanos, y los hemos clasificado
en ciencias matemáticas y físicas, ciencias morales y políticas, y literatura y artes». Se une
también a la enseñanza de la literatura la de la historia, «clase a la que pertenece también,
por su objeto y aplicaciones, la enseñanza del dibujo natural y científico». Cabe destacar la
importancia que da a esta materia, al comentar:
(...) este ejercicio tiene mil aplicaciones útiles en la vida civil: perfecciona el uso de uno de los senti-
dos principales, y enseña a distinguir a primera vista las bellas formas, de las formas incorrectas, y a
juzgar sanamente de todas las artes que dependen inmediatamente de la delineación.
Siglo XIX
Podemos decir que con anterioridad al comienzo del siglo XIX no se contemplaba, en
la primera etapa educativa, la enseñanza del dibujo, y se daba importancia a la lectura, a la
escritura y a las matemáticas en todos los niveles educativos, existiendo algunas variaciones
a la enseñanza, como, por ejemplo, la inclusión de la filosofía.
En las bases del Proyecto de Decreto para el arreglo general de la enseñanza pública de
7 de marzo de 1814, se especifica, en su artículo 11, que en la primera enseñanza se pueda
enseñar «completamente la aritmética, unos elementos sucintos de geometría, y los princi-
pios de dibujo necesarios para las artes y oficios». En este mismo proyecto se contempla en
la segunda enseñanza «(…) la literatura y artes, (…)». En este caso se especifica que, en la
distribución de esta enseñanza, se destinarán dos cursos al dibujo del natural y a la geometría
descriptiva. La tercera enseñanza se define como «aquellos estudios que se llaman de carrera
o facultad, y son necesarios para algunas profesiones de la vida civil», pero en ella no se
contempla la enseñanza de nada relacionado con el arte.
Podemos comprobar cómo estos estudios están pensados sólo para las damas y destinados a
una formación con fines profesionales.
Esta será una opción a la que podrán optar las señoritas que, habiendo cursado la enseñanza
del dibujo y del adorno, deseen obtener un reconocimiento académico avalado por esta
Real Academia.
Varios fueron los intentos por introducir el dibujo como materia elemental en la primera
etapa educativa, pero hasta el Reglamento de 1821 no se contempló el dibujo lineal
como una materia necesaria en la educación elemental así como no obligatoria en el
Por otro lado, conviene remarcar que hasta el Reglamento de 1821, del «Plan del duque
de Rivas» de 1836 (el Plan General de Instrucción Pública) y del «Plan Pidal» de 1845,
no se plantearon los primeros contenidos que debían enseñarse en los distintos niveles
educativos.
Como ya hemos comentado, podemos también intuir que el aprendizaje del dibujo
se contemplaba como una herramienta necesaria para otras materias más científicas, es
decir, como complemento técnico de éstas (dibujo lineal), y no como un lenguaje indi-
vidual y necesario que pudiera ayudar en la mejora de la comunicación de los niños.
Sí es cierto que en la tercera enseñanza se contemplaban los estudios de Bellas Artes como
estudios especiales pero que habilitaban para carreras y profesiones que no se hallaban su-
jetas a la recepción de grados académicos (AA.VV., 1979, p. 221).
El arte no ha estado alejado de los intereses formativos, tal vez entendido en un concepto
más amplio del que ahora podamos pensar, pues se llegó a hablar en el Plan General de
Instrucción Pública, aprobado por real decreto de 4 de agosto de 1836:
(…) la conveniencia de que no puede diferirse por más tiempo esta reforma sin perjudicar al arraigo
y progreso de las instituciones políticas y civiles, a la prosperidad de las artes útiles y a todos los
demás elementos de civilización y bienestar; (…).
Los planes de estudios en este año para la escuela primaria superior incluía entre sus materias
el dibujo (artículo 5.º, punto 3.º; Utande, 1964, p. 18); asimismo, en la instrucción secunda-
ria elemental, se introducía el dibujo natural y lineal (artículo 28.º; Utande, 1964, p. 22), y
la tercera enseñanza comprendía, entre otros, los estudios de Bellas Artes y Artes y Oficios
(artículo 42.º, punto 2.º; Utande, 1964, p. 24).
En 1838 se seguían contemplando los estudios de dibujo lineal en los institutos elementales
y el dibujo natural como accesorio, así como los estudios de Bellas Artes y Artes y Oficios
en las escuelas especiales.
La Ley de Instrucción Pública de 1857 («Ley Moyano») también recoge el dibujo lineal como
una materia a impartir en la primera enseñanza:
Art. 4. La primera enseñanza superior abraza, además de una prudente ampliación de las materias
comprendidas en el artículo 2. (La primera enseñanza elemental comprende):
Primero. Principios de Geometría, de Dibujo lineal y de Agrimesura.
Art. 5. Segundo. Elementos de Dibujo aplicado a las mismas labores.
El mismo expresará los estudios que han de exigirse para obtener el título de Profesor de cada una
de estas partes.
Encontramos otros planes de estudios que modifican a sus predecesores pero que, al no
aportar novedades en cuanto a la enseñanza del dibujo en ninguno de los niveles educativos,
no consideramos necesario citar.
La segunda mitad del siglo XIX siguió manteniendo una línea similar, y cabe recalcar aquí la
consideración que sobre el concepto de arte hemos defendido anteriormente. El grado de
Bachiller en Arte exige como ejercicios de examen público materias como Castellano, Latín,
Retórica y Poética, o Geografía o Ética, pero en ningún caso se habla de Dibujo o nada re-
lacionado con él. De ahí la necesidad de aclarar que el concepto de Arte no se consideraba
como lo hacemos hoy en día, ese que podríamos asociar únicamente a las Bellas Artes en
estos tiempos (Utande, 1964, p. 213).
Los planes posteriores, que contemplan el dibujo en la segunda enseñanza, irán definiendo
características y conceptos asociados al dibujo para ir concretando sus contenidos.
En el Plan de Estudios de 3 de junio de 1873 se especifican por primera vez los contenidos
que se deben impartir en la materia de dibujo (Utande, 1964, p. 259):
Dibujo (primer curso): representación de los principales sólidos geométricos, así como del cuerpo
humano y sus partes y otros objetos naturales, en vista siempre del modelo vivo o figurado en sus
tres dimensiones (alterna).
Dibujo (segundo curso): aplicaciones a la Arquitectura y a la Industria, y composición de proyectos
sencillos en ambos órdenes (alterna).
Justo antes de abandonar el siglo XIX, en 1898, en la introducción del Plan de Estudios se
expone:
El Dibujo con la Literatura y Teoría e Historia del Arte contemplan las materias que atienden al
cultivo del sentido estético, manantial fecundísimo de ideas nobles y generosas, de sentimientos
desinteresados, de delicadeza en el gusto y de producciones inmortales, no siendo lícito dar
al olvido en un plan de estudios de segunda enseñanza tan interesantes elementos de cultura.
(Utande, 1964, p. 323)
Siglo xx
En 1903 se considera que tres cursos obligatorios de dibujo son demasiados, y pasan a dos,
pues:
(...) el mayor desenvolvimiento es más propio de estudios de especialización, y se lleva esta ense-
ñanza al cuarto y quinto año, cuando ya el alumno tiene nociones de Geometría, mayor seguridad
en el pulso e idea más clara de la perspectiva. (Utande, 1964, p. 403)
En 1938 se expone:
(se dará) al Dibujo y al Modelado la importancia formativa y realizadora reconocida por la técnica
docente moderna y que aconsejan además las aptitudes creadoras de nuestro pueblo. (Utande,
1964, p. 445)
Llegamos así a la Ley sobre Ordenación de la Enseñanza Media de 1953, que regula los pla-
nes de estudio, exámenes y convalidaciones con otras enseñanzas, en la que el bachillerato
se divide en dos cursos, elemental de cuatro años (10 años de edad para acceder) y superior
de dos años (14 años de edad para acceder). En caso de querer continuar con estudios su-
periores, se debe realizar un curso preuniversitario. Sólo en el primer nivel es obligatorio el
Dibujo. En su artículo séptimo se especifica que las enseñanzas artísticas de Dibujo y Música
tendrán carácter obligatorio, de acuerdo con las siguientes normas:
a) Durante el Bachillerato Elemental, la enseñanza de Dibujo será obligatoria en los cursos primero,
segundo y tercero y se exigirá en las pruebas a todos los alumnos. En los cursos del Bachillerato Su-
perior, para los alumnos de la opción de Ciencias será obligatorio el aprendizaje del dibujo técnico,
el dibujo artístico o las enseñanzas musicales. (Utande, 1964, p. 470)
Por primera vez se adjuntan cuestionarios, que se entienden como índices temáticos de cada
asignatura, a los que profesores y autores de libros de texto acomodan sus lecciones con
libertad pedagógica (cuadro 1, en página siguiente).
En 1970 se publica la ley conocida como Ley Villar Palasí, que como ya comentamos en el
capítulo 1, cambia profundamente los planteamientos en cuanto a educación se refiere, ya
que pretende hacer frente a las nuevas exigencias de la sociedad española, dejando de lado
el estilo clasista opuesta a la aspiración de democratizar la enseñanza. Esta ley estuvo prece-
dida de un documento de gran difusión, El Libro Blanco, que en realidad llevaba por título
La educación en España: bases de una política educativa, y que tuvo un gran éxito por ser el
primer informe crítico que se producía en España sobre el sistema educativo en su conjunto.
establece dentro de las materias comunes un área de Formación estética con especial atención
a Dibujo y Música y, dentro de las asignaturas optativas, cualquier ampliación de las comunes.
Entre las enseñanzas y actividades técnico-profesionales están las relacionadas con las artísti-
cas. En esta etapa educativa se fomenta la iniciativa en el alumnado, la originalidad y la aptitud
creadora, adiestrándolo en técnicas de trabajo intelectual, tanto individual como en equipo.
Sólo se nombra en su artículo segundo que la actividad educativa, orientada por los princi-
pios y declaraciones de la Constitución, tendrá, entre otros fines, en los centros docentes a
que se refiere la presente Ley, la adquisición de hábitos intelectuales y técnicas de trabajo,
así como de conocimientos científicos, técnicos, humanísticos, históricos y estéticos.
Por otro lado, los poderes públicos deben garantizar el ejercicio efectivo del derecho a la
educación mediante una programación general de la enseñanza donde colaboren el Estado
y las comunidades autónomas en materia educativa.
Realmente esta ley no aporta grandes cambios a las materias definidas ya en cada etapa
educativa, sino que se centra es aspectos más relacionados con la gestión y la administración
de las comunidades educativas.
Para adaptarse a las nuevas situaciones sociales, se amplía la educación básica, obligatoria
y gratuita, hasta los 16 años por ser ésta la edad mínima legal de incorporación al trabajo.
Por primera vez se caracteriza la nueva regulación del bachillerato, con el establecimiento
de diversas modalidades, entre las que encontramos la de Artes, y se aborda también una
regulación extensa de las enseñanzas de las artes plásticas y de diseño, por el creciente
interés que despiertan en la sociedad (las materias específicas introducidas son: Dibujo
artístico I y II, Dibujo técnico, Fundamentos de diseño, Historia del arte, Imagen y Volu-
men I, y como materias optativas: Ampliación de los sistemas de representación técnicos
y gráficos, Diseño asistido por ordenador, Matemáticas de la forma, Técnicas de expresión
gráfico-plástica y Volumen II).
Siglo XXI
2.º Doctorado
1.º Doctorado Máster
Enseñanza
4.º Grado universitaria
3.º
2.º
1.º
15 4.º ESO
Segundo ciclo
14 3.º ESO Educación
secundaria
13 2.º ESO obligatoria
Primer ciclo
12 1.º ESO
11 6.º primaria
Obligatoria
10 5.º primaria Tercer ciclo
9 4.º primaria Educación
primaria
8 3.º primaria Segundo ciclo
7 2.º primaria
Primer ciclo
6 1.º primaria
5
4 Segundo ciclo
3 Educación
2 infantil
1 Primer ciclo
0
Siguiendo los principios que han ido favoreciendo los cambios en las leyes educativas, me-
diante esta ley «se trata de mejorar el nivel educativo de todo en el alumnado, conciliando
la calidad de la educación con la equidad de su reparto». Para ello, todos los agentes edu-
cativos, alumnado, profesorado, familias, etc. deben colaborar, y se sigue teniendo como
compromiso los objetivos educativos planteados por la Unión Europea. Tras la finalización
de las transferencias en materia educativa, se asegura la necesaria homogeneidad básica.
Se revisan las enseñanzas artísticas con la finalidad de proporcionar al alumnado una forma-
ción artística de calidad, regulando las enseñanzas artísticas profesionales que agrupan, entre
otras, las de las artes plásticas y diseño de grado medio y de grado superior, y las enseñanzas
artísticas superiores, donde se contemplen los estudios superiores de artes plásticas y diseño.
En cuanto a la materia de Educación plástica y visual, la ley recoge que en esta etapa se
presenta esta materia con estructura propia en dos niveles:
(con) la finalidad de desarrollar en el alumnado capacidades perceptivas, expresivas y estéticas a
partir del conocimiento teórico y práctico de los lenguajes visuales para comprender la realidad,
cada vez más configurada como un mundo de imágenes y objetos que se perciben a través de es-
tímulos sensoriales de carácter visual y táctil. Al mismo tiempo, busca potenciar el desarrollo de la
imaginación, la creatividad y la inteligencia emocional, favorecer el razonamiento crítico ante la reali-
dad plástica, visual y social, dotar de las destrezas necesarias para usar los elementos plásticos como
recursos expresivos y predisponer al alumnado para el disfrute del entorno natural, social y cultural.
(...) Necesita dos niveles interrelacionados de comunicación: saber ver para comprender y saber
hacer para expresarse, con la finalidad de comunicarse, producir y crear y conocer mejor la realidad
y a uno mismo para transformarla y transformarse, en definitiva para humanizar la realidad y al
propio ser humano como eje central de la misma.
Con respecto al saber ver para comprender encontramos los contenidos del bloque 1,
Observación; el bloque 3, Entorno audiovisual y multimedia, y el bloque 5, Lectura y
valoración de los referentes artísticos. Y relacionados con el saber hacer para expresarse,
tenemos los contenidos del bloque 2, relacionado con el 1, Las artes gráficas, y el diseño,
en el bloque 4, relacionado con el 3, La imagen y sonido, además de la Descripción obje-
tiva de las formas, relacionado con el 5.
Las materias de modalidad tienen como finalidad proporcionar una formación, de carácter
específico, vinculada a la especialidad elegida que oriente en un ámbito de conocimiento
amplio, desarrolle aquellas competencias con una mayor relación con el mismo, prepare
para una variedad de estudios posteriores y favorezca la inserción en un determinado campo
laboral.
La modalidad de Artes se organiza en dos vías, y dentro de Artes plásticas, diseño e imagen,
encontramos las siguientes materias:
• Cultura audiovisual.
• Dibujo artístico I y II.
• Dibujo técnico I y II.
• Diseño.
• Historia del arte.
• Técnicas de expresión gráfico-plástica.
• Volumen.
Conclusiones
Después de haber realizado un recorrido por los distintos planes de estudios, mayoritaria-
mente de las enseñanzas medias, podemos concluir con dos afirmaciones:
• En sus inicios, la materia de Dibujo ha estado incluida y excluida año tras año, pero
enfocada hacia un objetivo claro de apoyo a otras materias científicas.
• En la enseñanza general, se han ido sucediendo unos planes detrás de otros (te-
nemos una media de 1 plan cada 0,7 años desde 1838 hasta 1857), en los que la
materia de Dibujo no ha sido considerada esencial hasta la entrada en vigor de
la LOGSE.
Sin embargo, podemos concluir que, a pesar de encontrarnos a lo largo de los años con diferen-
tes situaciones en cuanto a denominaciones de las etapas educativas, de los contenidos y de las
consideraciones esenciales, ha existido un planteamiento general similar: en la primera ense-
ñanza (tomando la denominación de planes del siglo XIX, que hoy en día podemos denominar
educación infantil o primaria) se pretende formar al alumnado en unos principios básicos de
convivencia, de adaptación a la sociedad, de conocimiento de un lenguaje a nivel básico
para comunicarse, para lo que se defendía ya en el siglo XVIII la necesidad de la práctica del
dibujo; y en la segunda enseñanza (o educación secundaria) se profundiza en estos conceptos y
se añaden contenidos más complejos relacionados, por ejemplo, con la ciencia o las matemáti-
cas. En esta etapa se empieza a contemplar la necesidad de incluir una materia relacionada con
el dibujo (lineal, de figura), que, como decíamos, se consideraba más una herramienta que un
fin en sí mismo. Y por último tendríamos la tercera enseñanza (hoy bachillerato y enseñanzas
superiores en general), como profundización de la anterior y con un fin claro de formación para
el futuro profesional. En esta etapa se ha contemplado desde hace muchos años una formación
artística necesaria, tanto para la apreciación de la cultura y el disfrute estético como para la
futura formación profesional.
Por otro lado, hemos llegado en esta exposición hasta la LOE, ley del año 2006, por
no haberse producido hasta la fecha de este escrito modificación alguna; sin embargo, no
descartamos, por ser obvio, que esta ley se modifique, posiblemente cuando los gobiernos
cambien de situación política, a no ser que se firme (se habla ahora de ello en la prensa) un
pacto educativo que impida que las leyes educativas cambien tan a menudo, y que asegure
que se sustenten en principios de igualdad, de aprendizaje basado en el esfuerzo y en la
diversidad, y en contenidos y materias (incluidas las artísticas) que formen al individuo
íntegramente y en todos los campos, tanto personal como profesionalmente.
ACTIVIDADES
1. Busca información sobre los planes de estudios de los años 1970, 1990 y 2002 en España y
enuncia el nombre de las materias que se ofertaban y que son equivalentes a la Educación
plástica y visual impartida actualmente. Relaciona estas asignaturas con las edades de los es-
tudiantes. Para ello, puedes trazar un cuadro como el que se muestra en el cuadro 4.
Cuadro 4. Materias equivalentes a la Educación plástica y visual en las leyes de 1970, 1990 y 2002
2. Después de haber leído el capítulo, te proponemos una labor de investigación: tomando como
punto de partida la LOGSE, la LOCE y la LOE, expón al menos cinco conceptos específicos de la
educación artística (objetivos, contenidos) que se han mantenido inmutables a lo largo de estos
años de leyes y que, por tanto, son comunes a todas ellas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Normativa legal
Dictamen y Proyecto de Decreto sobre el arreglo general de la Enseñanza Pública, presentados
a las Cortes por su Comisión de Instrucción Pública y mandados imprimir por orden de las
mismas. (07/03/1814). Madrid: Imprenta Nacional. Disponible en línea en: <www.filosofia.
org/mfa/fae814a.htm>.
Ley 14/1970, de 4 de agosto, General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa
(«Ley Villar Palasí»). Boletín Oficial del Estado (06/08/1970), 187, 12525-12546. También
disponible en línea en: <www.boe.es/boe/dias/1970/08/06/pdfs/A12525-12546.pdf>.
Ley de Instrucción Pública de 9 de septiembre de 1857 («Ley Moyano»). Disponible en línea
en: <es.wikisource.org/wiki/Ley_Moyano_de_Instrucción_Pública_de_1857>.
Ley sobre Ordenación de la Enseñanza Media, de 26 de febrero de 1953, Boletín Oficial del
Estado (27/02/1953).
Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho a la Educación. Boletín Oficial
del Estado (04/07/1985), 159, 21.015-21.022. También disponible en línea en: <www.
boe.es/boe/dias/1985/07/04/pdfs/A21015-21022.pdf>.
Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo. Bole-
tín Oficial del Estado (04/10/1990), 238, 28.927-28.942. También disponible en línea en:
<www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/doc.php?id=BOE-A-1990-24172>.
Ley Orgánica 10/2002, de 23 de diciembre, de Calidad de la Educación. Boletín Oficial del
Estado (24/12/2002), 307, 45188-45220. También disponible en línea en: <www.boe.
es/boe/dias/2002/12/24/pdfs/A45188-45220.pdf>.
Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Boletín Oficial del Estado (04/05/2006), 106,
17.158-17.207. También disponible en línea en: <www.boe.es/boe/dias/2006/05/04/pdfs/
A17158-17207.pdf>.
Plan de Estudios de 3 de junio de 1873. Decreto (03/06/1873), Colección legislativa de Es-
paña, tomo CX, 1443-1454.
Plan General de Instrucción Pública («Plan del duque de Rivas»). Real decreto (04/08/1836).
Disponible en línea en: <www.filosofia.org/mfa/fae836a.htm>.
Plan General de Estudios («Plan Pidal»). Real decreto (17/09/1845), Colección de Decretos,
tomo XXXV, 197-246. Disponible en línea en: <www.filosofia.org/mfa/fae845a.htm>.
Proyecto de Ley de Instrucción Pública de 9 de diciembre de 1855 («Proyecto Alonso Mar-
tínez»), Diario de Sesiones (22/12/1855), tomo XI, apéndice 2.º al n.º 273, 9351-9368.
Proyecto de ley sobre reorganización de la enseñanza intermedia y superior («Proyecto In-
fante»). Diario del Congreso (12/07/1841), tomo III, apéndice 2.º al n.º 99, 2171-2174.
Real Cédula de S.M. y Señores del Consejo por la cual se aprueban los estatutos de la Real
Junta de Damas creada para el gobierno de los estudios de dibujo y de adorno destinados
a la enseñanza de la juventud de su sexo. Madrid: Imprenta Real. 1819.
Reglamento General de Instrucción Pública, aprobado por Decreto de las Cortes (29/06/1821).
Publicado (10/07/1821).
CONTENIDO DE CAPÍTULO
Francisco Esquinas
IES Grande Covián. Arganda del Rey (Madrid)
Este capítulo recoge, por un lado, el valor formativo de la Educación plástica y visual y sus
aportaciones a los principios de la educación secundaria obligatoria (ESO) como genera-
dora de conocimientos propios y a través de «la adquisición de los elementos básicos de
la cultura, especialmente en sus aspectos humanístico, artístico, científico y tecnológico».
Reflexionamos sobre los distintos niveles de conocimiento que son propios a la materia, la
educación en el arte, la adquisición de competencias básicas, la creatividad y la alfabetiza-
ción, y el uso de las tecnologías de la información y la comunicación.
Por otro lado y a modo de conclusión, se plantea un posicionamiento con respecto a lo que
debe ser el futuro de la Educación plástica y visual.
A través de las enseñanzas mínimas se recogen los aspectos de trabajo de la propia materia, como:
(...) capacidades perceptivas, expresivas y estéticas a partir del conocimiento teórico y práctico de
los lenguajes visuales para comprender la realidad, cada vez más configurada como un mundo
de imágenes y objetos.
Imaginación Creatividad
Educación
plástica y visual
Inteligencia Razonamiento
emocional crítico
Comprender Expresar
El capítulo 4 desarrolla los elementos básicos del currículo de la materia y recoge el plan-
teamiento educativo que la Educación plástica y visual concreta en sus dos niveles de
conocimiento, «saber ver» y «saber hacer», comprender y expresar (cuadro 2).
Percepción Creación
Comprender Expresar
Apreciar-disfrutar
Con este enfoque, ¿es complejo desvincular los procesos de percepción de los de elaboración
creativa aunque dividamos su desarrollo en el binomio saber ver-saber hacer? Si revisamos
las aportaciones de los distintos modelos de crítica de arte, como los planteados por Agirre
(2000), podemos observar la influencia del valor formativo de la Educación plástica y visual:
• El modelo mimético considera el arte como una mímesis o imitación del mundo que
nos rodea y establece una relación directa entre el profesorado, sujeto que trasmite los
valores de la sociedad, y el alumnado, sujeto pasivo que los recibe.
• El modelo expresivo busca el valor de las sensaciones y motivaciones para la
creación como medio para desarrollar el mundo interior del alumnado; así el
profesorado se convierte en guía para su integración en la sociedad.
• El modelo formalista se centra en la organización material y perceptiva de la obra,
dando mayor importancia a la interpretación en la educación artística. El profesor de
arte es la figura que describe, analiza, interpreta y evalúa los trabajos de los alumnos
en su proceso de instrucción.
• El modelo pragmático entiende la obra de arte como un proceso de transmisión y bús-
queda de valores, que nos lleva a asumir que la función de la escuela es dar respuesta
a las necesidades sociales de cada momento.
En los últimos años se han realizado numerosos estudios y reflexiones que establecen la ma-
nera de acercarse al hecho artístico, algunas desde las aportaciones de museos e instituciones
y otras desde el carácter preparatorio del sistema educativo. Se han revisado los patrones para
llegar a la apreciación artística desde los distintos procesos: perceptivo, emotivo, cognitivo
o comunicativo. Es interesante valorar las aportaciones de Parsons (2002) en el estudio del
proceso cognitivo, en el que intervienen tres ámbitos básicos: el empírico (mundo exterior),
el moral (mundo social) y el estético (mundo interior). Sus estudios recogen cinco etapas de
desarrollo que intervienen en este proceso, tal como se muestra en el cuadro 3.
• Esta comprensión afecta a la idea de arte (arte = expresión). destreza para comprender sus sentimien-
• Se valora la autenticidad y el interés. tos particulares.
• Belleza, realismo, estilo; la habilidad del pintor están al ser- • Los valores son: originalidad, creatividad,
vicio de la expresión. novedad y profundidad del sentimiento
• Hay una nueva conciencia de la interioridad de otros. provocado.
• Se da una nueva intuición: el significado de un cuadro es • Se valora lo que se ve (textura, color, etc.)
una realización más social que individual. y lo que se conecta con el saber artístico
Estilo y forma
• Enjuiciamiento razonado de los significados de las dis- • Apertura a propuestas de estética de la re-
tintas tradiciones artísticas, cambiantes con la historia. cepción.
Autonomía
El artista se debe a los estilos anteriores, por lo que se • Discurso creativo sobre la obra artística,
entiende el arte como un progreso. donde resulta relevante la innovación in-
• Conceptualización de la imagen que confronta el punto terpretativa.
de vista individual con las clasificaciones culturales. • Integración del juicio personal con juicios so-
• El arte se considera como un medio para establecer pre- ciales y elaboración de razonamientos frente
guntas más que para transmitir verdades. a ellos.
Otros estudios posteriores del Departamento de Educación Artística del Museo de Arte Mo-
derno (MOMA) de Nueva York, tal como apunta Hernández Hernández (1997), recogen los
niveles necesarios para desarrollar los procesos de apreciación del hecho artístico:
• Narrativo: la significación de la obra se produce a través de las sensaciones del sujeto.
• Constructivo: el sujeto aplica los valores personales a la obra, distanciándose de ella.
• Clasificación: se utilizan recursos analíticos y críticos, en una visión historicista del arte.
• Interpretativo: los conceptos se relacionan para construir un nuevo significado.
• Recreativo: al familiarizarse con la experiencia artística, el sujeto puede incorporar lo
personal y lo universal.
Estos caminos plantean una tendencia cada vez más consolidada en la que los docentes y
formadores deben difundir una visión apreciativa del hecho artístico. El alumnado debe de-
sarrollar sus habilidades cognitivas y productivas, construyendo un conocimiento crítico que
sea válido en diferentes situaciones y problemas. Para esto es necesario aprender a observar
(percepción), aprender a pensar (comprensión) y aprender a expresar (producción).
La educación en el arte
En el panorama educativo de los últimos años, el arte ha tomado un peso cada vez más
importante en la educación; la oferta de un bachillerato específico como el de Artes, con
sus dos vías; la autonomía de los centros para hacer una oferta propia de materias optativas
como Imagen y comunicación, Talleres artísticos, etc.; la variedad de ciclos formativos de
Artes gráficas o Comunicación, Imagen y Sonido, han permitido desarrollar una concepción
de la educación basada en las necesidades sociales y culturales de nuestra época. Por esto,
Efland (1993) reflexiona sobre el papel del arte en la educación y dice:
(...) el principal objetivo de la enseñanza del arte es que los alumnos lleguen a entender los mundos
sociales y culturales en los que viven.
También en los objetivos de la Educación plástica y visual se recogen las capacidades para tal
fin, según aparece en las enseñanzas mínimas para la ESO para la Educación plástica y visual:
1. Observar, percibir, comprender e interpretar (…) las imágenes del entorno natural y cultural (…).
2. Apreciar los valores culturales y estéticos (…), la diversidad cultural (…).
3. Comprender las relaciones (…) con otros leguajes (...).
4. (…) saber relacionarlas con otros ámbitos de conocimiento.
5. Relacionarse con otras personas participando en actividades de grupo (...).
Estos son algunos de los objetivos que se han de desarrollar; y en ellos se plantea la necesi-
dad de abrir la materia al entorno del propio alumnado, con una actitud crítica, reflexiva y
positiva, en el que estas experiencias personales le permitan entender el mundo en el que
vive. El disfrute del entorno natural, social y cultural resume el principio básico de la Edu-
cación plástica y visual.
Este enfoque aperturista de la educación entiende el arte como una forma de producción
cultural y social en la que los procesos de enseñanza y aprendizaje se orienten a explicar
las repercusiones del hecho artístico en nuestra sociedad, usar argumentos justificados que
establezcan la variedad de conceptos e ideas, y reconocer los múltiples códigos que utilizan
elementos simbólicos e icónicos; todo ello para mejorar nuestra comprensión de aquello que
nos rodea como primera fase de aprendizaje, el saber ver, para después llegar al saber hacer
y completar el proceso de interiorización del proceso educativo.
Así, debemos crear un equilibrio entre la función social del arte y la función personal y
comunicativa de la producción artística, desarrollando capacidades como la percepción,
la comprensión y la producción. El propio Efland recoge un modelo de currículo posmo-
derno de educación del arte, que se muestra en el cuadro 4.
Las distintas áreas o materias contribuyen con diferente peso a la adquisición de competencias
básicas y es, por el trabajo de todas ellas, por el que se llega a la consecución de los objetivos
de la etapa. Que una materia pueda tener un enfoque determinado no significa que sea la única
vía de adquisición de esas destrezas, y es, en este marco globalizador, donde la Educación
plástica y visual contribuye, especialmente, a adquirir las competencias básicas (cuadro 5).
El alumnado llega, en una fase, a apreciar los valores estéticos y culturales de las producciones
artísticas (aprender a mirar, ver, observar y percibir). En otro momento, la investigación y la
experimentación con técnicas plásticas y visuales permite que se exprese dentro del proceso
de creación. Ambas fases no van aisladas una de la otra o independientes, deben relacionarse
íntimamente para que el alumnado pueda desarrollar estas competencias y adquirir un tercer
nivel en el proceso de apreciación del hecho artístico. Así, la Educación plástica y visual se
apoya en el dominio, entre otras, de ciertas habilidades o destrezas dentro de una situación y
en función de las características y posibilidades de un contexto determinado. Esto diferencia
el aporte de la materia a la adquisición de las competencias, entendiendo dicho aporte en
las situaciones problemáticas y complejas de la vida cotidiana que permite al alumnado ser
miembro activo de una sociedad y desarrollar un aprendizaje permanente.
Los contenidos y las competencias se desarrollan a través de recursos artísticos como expe-
rimentar, sentir, recrear, comunicar, plasmar, respetar, autoevaluar y criticar en un ambiente
de libertad.
La creatividad
En un mundo globalizado como el nuestro, desarrollar la creatividad con una actitud activa
ante las nuevas situaciones es una necesidad que ha ido variando con distintas concep-
ciones. En la educación artística, la escuela ha ido abandonando la copia y la repetición de
modelos para llegar a la apreciación de los trabajos por su originalidad y su expresión
personal. En esta línea son interesantísimas las aportaciones de Lowenfeld (1947), que con-
sidera al niño como «creador por naturaleza», y la escuela como potenciador de esa
facultad natural. En otros estudios de Guilford (1956) se recogen las formas de pensamiento
convergente y divergente, uno asociado a la búsqueda de una determinada respuesta y el
otro que toma varias direcciones para alcanzar nuevas alternativas.
Más tarde, Elliot (1971) recoge dos enfoques en el concepto de creatividad: la creatividad es
la capacidad de resolver situaciones o de inventar nuevas ideas u obtener nuevos resultados
a partir de ellas.
Csikszentmihalyi (1988) propone la interacción de tres nodos como el marco referencial para
considerar una acción creativa (cuadro 6, en página siguiente):
• El talento individual o las capacidades de la persona.
• La disciplina o los conocimientos y habilidades propios de los lenguajes artísticos.
• El contexto social donde se desarrolla el hecho artístico.
Talento individual
Howard Gardner (1989) desarrolla un modelo basado en las inteligencias múltiples, en las
que se agrupan diferentes capacidades específicas para alcanzar la «capacidad de resolver
problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas». A la hora de
desenvolverse en la vida, el expediente académico no lo es todo; es necesario desarrollar un
modelo de inteligencia adaptado a campos diferentes. Por eso, cada persona pone mayor
énfasis en una u otra, dependiendo de la actividad social o cultural en la que se desarrolle.
Hasta la fecha ha identificado las siguientes inteligencias:
• Lingüística: propia de escritores, poetas, redactores, etc. Utiliza ambos hemisferios.
• Lógico-matemática: para la resolución de problemas de lógica y matemáticas. Es la
inteligencia que tienen los científicos. Se corresponde con el modo de pensamiento
del hemisferio lógico y con lo que la cultura occidental ha considerado siempre como
la única inteligencia.
• Espacial: utiliza un modelo mental del mundo en tres dimensiones; es la inteligencia
que tienen los marineros, pilotos, ingenieros, cirujanos, escultores, arquitectos, deco-
radores y diseñadores.
• Musical: propia de cantantes, compositores y músicos.
• Corporal o cinética: utiliza el propio cuerpo para realizar actividades. Es la inteligencia
de los deportistas, artesanos, cirujanos y bailarines.
• Intrapersonal: permite entenderse a sí mismo y a los demás; se la suele encontrar en
los buenos vendedores, políticos, profesores o terapeutas.
• Interpersonal: tiene que ver con la capacidad de entender a otras personas y trabajar
con ellas; se la suele encontrar en políticos, profesores, psicólogos y administradores.
• Naturalista: se utiliza cuando se observa y estudia la naturaleza, con el motivo de sa-
ber organizar, clasificar y ordenar. Es la que demuestran los biólogos o los herbolarios.
recursos creativos necesarios para convertir una idea en un producto. Los indicadores del
pensamiento creativo que debemos tener en cuenta, entre otros, son:
• Fluidez. A través del pensamiento divergente, el alumnado puede generar una canti-
dad considerable de ideas o respuestas.
• Flexibilidad. Nuestras alternativas deben aplicarse a diferentes campos o categorías.
• Originalidad. Supone pensar en ideas que nadie ha tenido o visualizar los problemas
de manera diferente y dar respuestas innovadoras.
• Elaboración. Implica añadir elementos o detalles a ideas que ya existen, modificando
alguno de sus atributos.
Marín y de la Torre (1991) plantean una síntesis general sobre las características de la crea-
tividad a manera de indicadores:
• La originalidad como innovación y desarrollo de la capacidad expresiva y comunicativa.
• La flexibilidad o ruptura de patrones tradicionales con distintos puntos de vista.
• La productividad según la cantidad de respuestas dadas por los individuos.
• La elaboración de la propia acción creativa en detalle.
• El análisis o estudio de la realidad dada.
• La síntesis de los elementos significativos.
• La apertura mental ante cualquier situación.
• La comunicación significativa de los mensajes a otros.
• La sensibilidad.
• La redefinición para nuevas funciones y usos.
• La inventiva.
Los aportes de estos autores se orientan a la integración de todos estos factores en un pensamiento
integral creativo en el que se relaciona ser, saber, hacer y querer. Ser y hacer proporciona au-
toafirmación, habilidades personales y sociales; la relación de ser y querer permite avanzar hacia
el cambio y la creatividad; hacer y saber ofrece los recursos instrumentales y cognitivos; y la com-
binación de querer y saber proporcionan las competencias profesionales y direccionamientos.
problemas que afectan al alumnado diariamente. Sternberg y Lubart (1995) recogen seis
recursos para trabajar la creatividad:
• La inteligencia, como generadora de ideas.
• El conocimiento del área en donde se busca la idea creativa.
• Los estilos de pensamiento o enfoques como se abordan los problemas y como se
organizan la ideas.
• La personalidad y la relación del individuo con su entorno.
• La motivación genera la energía para profundizar en los trabajos.
• El entorno o el contexto medioambiental, que debe presentar una situación retadora o
problemática para generar ideas creativas.
Por lo tanto, educar en la creatividad es educar para el cambio y formar personas ricas en
originalidad, flexibilidad, visión de futuro y listas para afrontar las situaciones que se les van
a presentar en la vida escolar y cotidiana.
La Educación plástica y visual recoge los pasos que el pensamiento creativo desarrolla:
1. Entender la naturaleza de la creatividad como objetivo prioritario.
2. Practicar la propia creatividad a través de los contenidos y actividades.
3. Usar estrategias metodológicas que permitan que los alumnos y las alumnas desarro-
llen un tipo de pensamiento divergente o lateral.
Con estos tres elementos, el profesorado debe desarrollar un ambiente en el que se planteen
situaciones de incertidumbre para favorecer en el alumnado un sentimiento de superación
de obstáculos y la confianza en sí mismo. También debe transcender la propia actividad por
medio de proyectos reflexivos en los que se le enseñe a pensar creativamente, a investigar
y experimentar.
PERCEPCIÓN EXPRESIÓN
Observación de nuestro entorno como búsqueda Planificación del proceso.
de información.
Exploración de materiales y técnicas, explorando y Elección de materiales, soportes, técnicas, etc.
valorando sus posibilidades.
Organización e identificación de dichos recursos Experimentación, ejecución de pruebas e investiga-
según distintos criterios a modo de inventario. ciones (bocetos, estudios, ideas previas).
Análisis de los elementos estructurales de la imagen Interpretación de modelos y realidades del entorno
y los recursos organizadores. para dar significados y expresar emociones.
Descripción oral o por escrito de las ideas, concep- Investigación con nuevas alternativas, relaciones o
tos o sentimientos. variaciones.
Valoración crítica fundamentando la posición del Comunicación de emociones o ideas a través del
alumnado con respecto a la obra y estableciendo su lenguaje plástico.
propio juicio.
En estos momentos, vivimos una de las transformaciones más importantes de las sociedades,
gracias al desarrollo tecnológico y social que aporta Internet y las tecnologías de la informa-
ción y la comunicación (TIC). Por ello, debemos plantearnos cómo influyen en los nuevos
contenidos y la expresión del conocimiento y cómo repercuten en los procesos de enseñanza
y aprendizaje relacionados con la Educación plástica y visual. Nuestros alumnos y alumnas
son la generación de las redes sociales y de Google y han desarrollado nuevos hábitos en los
que la información y la comunicación son la base de su desarrollo personal.
Durante la segunda mitad del siglo XX se ha extendido un concepto relevante para encajar
los nuevos aprendizajes, la noción de «alfabetización», y algunas de las dimensiones de este
concepto están muy cercanas a nuestra propia materia. En el cuadro 8 se recogen las apor-
taciones de JVivancos (2008) sobre esta idea y que inciden en la Educación plástica y visual.
No debemos entender que el uso de las TIC ha de ser un recurso complementario de al-
gunas áreas o actividades curriculares, sino que debe estar impregnando todo el currículo
como instrumento de trabajo intelectual. Este enfoque es el que permitirá dar una nueva
dimensión a la Educación plástica y visual para que no tenga sólo el ámbito específico
de la formación académica (dibujo), sino que permita la construcción de conocimientos
(apreciación, creatividad y competencia digital).
Aunque la LOE establece que la Educación plástica y visual se ofertará en los tres primeros cursos
de la ESO, cada administración ha regulado y concretado la dedicación horaria semanal y la oferta
en cada curso, dejando, en algunos casos, a la elección de los alumnos y las alumnas la posibili-
dad de tener un currículo continuista en toda la etapa. La mayoría de las comunidades autónomas
han incorporado esta materia en la oferta educativa para todos los alumnos en 1.º y 3.º de ESO, pu-
diendo ser elegida en las opciones o itinerarios de 4.º, dentro de las materias específicas. También
han posibilitado que el departamento de Dibujo ofrezca materias optativas con un doble enfoque:
por un lado, como taller, con ejemplos como Talleres artísticos o Taller de artesanía (Andalucía,
Comunidad de Madrid, Cantabria, Rioja…) o cercanos a los lenguajes audiovisuales, como Imagen
y comunicación (Comunidad de Madrid) o Comunicación audiovisual (Comunidad Valenciana).
Aunque es cierto que las materias optativas permiten atender a la diversidad desde el currículo
básico de otra manera e introducen la atención a los intereses y expectativas del alumnado
de forma diferenciada, reforzando su motivación por los aprendizajes que se le proponen, es
necesario que la materia tenga una continuidad en todos los cursos, no como ahora, que los
alumnos y alumnas se encuentran en un proceso de avance por su incorporación en 1.º de
ESO; un retroceso en 2.º, pues desaparece; vuelve a incorporarse en 3.º, y vuelve a desaparecer
en la mayoría de los itinerarios de 4.º. Cabe preguntarse dónde está el valor formativo de esta
Volvemos a recordar los objetivos de la Educación plástica y visual recogidos en las enseñanzas
mínimas para la ESO:
1. Observar, percibir, comprender e interpretar de forma crítica las imágenes del entorno.
2. Apreciar los valores culturales y estéticos.
3. Comprender las relaciones del lenguaje plástico y visual.
4. Expresarse con creatividad.
5. Utilizar el lenguaje plástico para representar emociones y sentimientos, vivencias e ideas.
6. Utilizar las diversas técnicas plásticas y visuales y las TIC.
7. Representar cuerpos y espacios simples.
8. Planificar y reflexionar, de forma individual y cooperativamente, sobre el proceso de
realización de un objeto.
9. Relacionarse con otras personas participando en actividades de grupo.
Recogiendo las palabras de Ricardo Díez Hochleitner (1997), presidente de honor del Club
de Roma:
(...) tenemos que aprender entre todos a resolver, a corto y a largo plazo, los graves problemas que
se van acumulando en un mundo cada vez más interdependiente o globalizado, guste o no guste,
con un sinfín de consecuencias que afronta el mundo de hoy.
ACTIVIDADES
Actividad 1
Siguiendo los niveles de desarrollo que recoge F. Hernández del Departamento de Educación
Artística del MOMA, te proponemos que analices las características artísticas del proceso de apre-
ciación del hecho artístico en los trabajos del alumnado de educación secundaria que se presentan
en el cuadro 9. Completa el resto de los niveles con otros ejemplos gráficos de diferentes edades y
niveles educativos.
Alumno de 3.º ESO
Actividad 2
A partir del contenido de las texturas en las formas gráficas para 3.º de ESO, puedes diseñar activi-
dades que recojan los distintos procedimientos que se relacionan con la percepción y la expresión,
siguiendo el esquema que se presenta en el cuadro 10.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Normativa legal
Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Boletín Oficial del Estado (04/05/2006),
106, 17.158-17.207. También disponible en línea en: <www.boe.es/boe/dias/2006/05/04/
pdfs/A17158-17207.pdf>.
CONTENIDO DE CAPÍTULO
Silvia Nuere
Centro de Estudios Superiores Felipe II. Universidad Complutense de Madrid
Como ya hemos visto anteriormente, hasta la Ley de Ordenación General del Sistema
Educativo (LOGSE) no se definen los currículos de las distintas etapas educativas. Hablar de
currículo es hablar de objetivos, de contenidos, de evaluación y de competencias, término,
este último, que surge en esta ley. Todos estos conceptos quedarán desarrollados en este
capítulo, refiriéndonos a los planteamientos de la Ley de Orgánica de Educación (LOE).
Entre las competencias básicas que se han de adquirir en esta etapa educativa encontra-
mos la «cultural y artística», directamente relacionada con el tema que nos ocupa, pero
vemos como también se tienen en cuenta otras más generalistas, como la de «aprender a
aprender», la de la «autonomía e iniciativa personal», la del «tratamiento de la informa-
ción», «la digital» y la «del conocimiento e interacción con el mundo físico».
A continuación comenzaremos por definir las características generales de esta área de co-
nocimiento, analizando la contribución de esta materia a estas competencias que citamos.
Como cualquier otro lenguaje, el lenguaje plástico-visual necesita de dos niveles interrela-
cionados de comunicación: saber ver para comprender educando en la percepción de la
evaluación visual así como de la sensorial, y saber hacer, para expresarse, con la finalidad de
comunicarse, producir y crear y conocer mejor la realidad y a uno mismo para transformarla
y transformarse.
Esta materia constituye un buen vehículo para el desarrollo de la competencia social y ciuda-
dana; en la medida en que la creación artística suponga un trabajo en equipo, se promoverán
actitudes de respeto, tolerancia, cooperación y flexibilidad, y se contribuirá a la adquisición
de habilidades sociales. Pero también contribuye a otras competencias como la de aprender
a aprender, la digital y el tratamiento de la información, en la interacción con el mundo
físico. En definitiva, contribuye a la formación integral del alumno.
Objetivos generales
La enseñanza de la Educación plástica y visual en esta etapa tiene como finalidad el desa-
rrollo de las siguientes capacidades:
1. Observar, percibir, comprender e interpretar de forma crítica las imágenes del
entorno natural y cultural, siendo sensible a sus cualidades plásticas, estéticas y
funcionales.
2. Apreciar los valores culturales y estéticos, identificando, interpretando y valorando
sus contenidos; entenderlos como parte de la diversidad cultural, contribuyendo a su
respeto, conservación y mejora.
3. Comprender las relaciones del lenguaje plástico y visual con otros lenguajes y elegir
la fórmula expresiva más adecuada en función de las necesidades de comunicación.
4. Expresarse con creatividad, mediante las herramientas del lenguaje plástico y visual,
y saber relacionarlas con otros ámbitos de conocimiento.
5. Utilizar el lenguaje plástico para representar emociones y sentimientos, vivencias
e ideas, contribuyendo a la comunicación, reflexión crítica y respeto entre las
personas.
6. Utilizar las diversas técnicas plásticas y visuales y las tecnologías de la información y
la comunicación (TIC) para aplicarlas en las propias creaciones.
7. Representar cuerpos y espacios simples mediante el uso de la perspectiva, las propor-
ciones y la representación de las cualidades de las superficies y el detalle de manera
que sean eficaces para la comunicación.
8. Planificar y reflexionar, de forma individual y cooperativamente, sobre el proceso de
realización de un objeto partiendo de unos objetivos prefijados y revisar y valorar, al
final de cada fase, el estado de su consecución.
9. Relacionarse con otras personas participando en actividades de grupo con flexibili-
dad y responsabilidad, favoreciendo el diálogo, la colaboración y la comunicación.
CONTENIDOS
Bloque 1. • La percepción visual.
Observación • Reconocimiento de las finalidades informativa, comunicativa, expresiva y
estética de la comunicación visual.
• La imagen representativa y la imagen simbólica. Interpretación de los sig-
nos que forman los códigos visuales.
• Explotación de los posibles significados de una imagen según su contexto
expresivo y referencial y descripción de los modos expresivos.
• Observación de la luz. Luz y sombra. Valores tonales.
• Organización del campo visual.
• Los elementos visuales, conceptuales y de relación.
• Observación indirecta a partir de imágenes manuales y tecnológicas (com-
posición, figura/fondo, etc.).
• Retentiva visual de formas e imágenes.
• Valoración de la imagen como medio de expresión.
• Interés por la observación sistemática.
Bloque 2. • Análisis y realización de composiciones utilizando los elementos con-
Experimentación ceptuales propios del lenguaje visual como elementos de descripción y
y descubrimiento expresión, teniendo en cuenta el equilibrio, la proporción y el ritmo.
• Experimentación y exploración de los elementos que estructuran formas
e imágenes (forma, color, textura, dimensión, etc.).
• Descubrimiento y representación subjetiva de las formas (ritmos, claros-
curo, imaginación, fantasía, etc.).
• Sensibilización ante las variaciones visuales producidas por cambios
luminosos.
• Experimentación a través de la forma como elemento de configuración
visual.
• Construcción de formas bidimensionales en función de una idea u obje-
tivo con diversidad de materiales.
• Transformación de imágenes.
• Identificación de los elementos de relación que aparecen en una imagen
por sí mismos o en relación a su entorno (dirección, equilibrio, posición).
• Interés por la búsqueda de nuevas soluciones.
Bloque 3. • Identificación del lenguaje visual y plástico en prensa, publicidad y tele-
Entorno audiovisual visión.
y multimedia • Estudio y experimentación a través de los procesos, técnicas y procedi-
mientos propios de la fotografía, el vídeo y el cine, para producir mensa-
jes visuales.
• Experimentación y utilización de recursos informáticos y nuevas tecnolo-
gías para la búsqueda y creación de imágenes plásticas.
• Actitud crítica ante las necesidades de consumo creadas por la publicidad
y rechazo de los elementos de la misma que suponen discriminación
sexual, social o racial.
• Reconocimiento y valoración del papel de la imagen en nuestro tiempo.
CONTENIDOS
Bloque 1. • Lectura de imágenes, a través de los elementos visuales, conceptuales y relaciona-
Explorar y les, estableciendo los mensajes y funciones del patrimonio cultural propio detec-
comprender tando las similitudes y diferencias respecto a otras sociedades y culturas.
• Organización del marco gráfico-plástico: marco visual, centros de atención, sintaxis
específicas y tendencias culturales en la lectura de imágenes.
• Utilización de estrategias y valores expresivos teniendo en cuenta los resultados que
se pretendan conseguir: cualidades visuales, táctiles y expresivas de las texturas.
• Utilización de estrategias y valores expresivos teniendo en cuenta los resultados
que se pretendan conseguir: cualidades visuales, táctiles y expresivas de las tex-
turas: apreciaciones objetivas y subjetivas del color.
• Utilización de la luz como valor expresivo y representativo en formas y volúmenes.
• Descubrimiento y representación objetiva de las formas (posición, situación,
ritmos, claroscuro, imaginación, fantasía, etc.).
• Actitud abierta y receptiva respecto al medio natural y artificial.
• Valoración de la calidad que los instrumentos adecuados aportan a cualquier expre-
sión plástica o visual.
Bloque 2. • Realización de apuntes, esbozos y esquemas a partir de medios gráfico-plásticos
Interpretar y crear y fotográficos en todo el proceso, desde la idea inicial hasta la elaboración de
formas e imágenes, facilitando la autorreflexión, auto evaluación y evaluación.
• Creación colectiva de producciones plásticas.
• Interés en analizar los propios resultados a partir de los planteamientos propues-
tos inicialmente, teniendo en cuenta el interés que se ha puesto y el proceso
seguido.
• Creación de ilusiones ópticas a través del contraste, la relación figura y fondo e
ilusiones tridimensionales en el plano.
• Utilización de las bases de los sistemas de representación, con fines descriptivos
y expresivos.
• Construcción de formas tridimensionales en función de una idea u objetivo. La
escultura y el modelado.
• Construcción de volúmenes con diversidad de materiales, obtención de formas
derivadas y reciclaje.
• Utilización de la tecnología para la producción de imágenes de apariencia tridi-
mensional: programas informáticos, videográficos y fotográficos.
• Interés por la búsqueda de nuevas soluciones, partiendo de un proceso de bús-
queda de información, de materiales, de soportes, de técnicas y herramientas
para conseguir un resultado concreto.
• Interés en alcanzar soluciones originales, usando el lenguaje visual y plástico y
mostrando iniciativa, creatividad e imaginación.
Bloque 3. • Diferenciación de los distintos estilos y tendencias de las artes visuales valorando,
Dimensión social y respetando y disfrutando del patrimonio histórico y cultural.
cultural • Realización de esquemas y síntesis sobre algunas obras para subrayar los valo-
res destacables.
• Lectura de imágenes, a través de los elementos visuales, conceptuales y rela-
cionales, estableciendo los mensajes y funciones del patrimonio cultural propio
detectando las similitudes y diferencias respecto a otras sociedades y culturas.
EVALUACIÓN
• Reconocer los elementos visuales particulares en imágenes plásticas y distinguir similitudes y diferencias,
visuales y conceptuales, entre sociedades y culturas.
• Utilizar recursos y estrategias plásticas en la realización de obras visuales.
• Planificar y realizar productos plásticos incorporando al proceso de creación calores de creatividad,
imaginación y valoración crítica del propio trabajo aceptando sus errores como instrumentos de
mejora.
• Describir objetivamente las formas aplicando las bases de los sistemas de representación en sus propias
creaciones.
• Realizar obras plásticas tridimensionales, experimentando y utilizando diversidad de técnicas.
• Utilizar procesos, estrategias y materiales del entorno audiovisual y multimedia en las propias realiza-
ciones.
• Diferenciar y analizar los estilos y tendencias de las artes visuales a través del tiempo y reconocer las apor-
taciones de las diferentes culturas en las manifestaciones artísticas.
• Sistematizar un método de análisis de la sintaxis propia de las formas visuales.
CONTENIDOS
Bloque 1. • Realización y seguimiento del proceso de creación: boceto (croquis), guión (pro-
Procesos yecto), presentación final (maqueta) y evaluación (autorreflexión, autoevaluación y
comunes a la evaluación colectiva del proceso y del resultado final).
creación artística • Utilización de las TIC en las propias producciones.
• Elaboración de proyectos plásticos de forma cooperativa.
• Representación personal de ideas (partiendo de unos objetivos), usando el lenguaje
visual y plástico y mostrando iniciativa, creatividad e imaginación.
• Interés por la búsqueda de información y constancia en el trabajo.
• Autoexigencia en la superación de las creaciones propias.
Bloque 2. • Técnicas de expresión gráfico-plástica: dibujo artístico, volumen y pintura.
Expresión • Realización de formas y representación de imágenes a partir del natural, el re-
plástica y visual cuerdo, la imaginación y la fantasía.
• Técnicas de grabado y reprografía.
• Realización de experiencias de experimentación con materiales diversos.
• Reconocimiento y lectura de imágenes de diferentes períodos artísticos pictóricos
y escultóricos.
• Interés por la búsqueda de materiales, soportes, técnicas y herramientas para con-
seguir un resultado concreto.
Bloque 3. • Artes aplicadas y diseño.
Artes gráficas y • Forma y función: función práctica, estética y simbólica.
diseño • Sintaxis de los lenguajes visuales del diseño. Elementos conceptuales y visuales.
• Ámbitos del diseño y sus funciones: el diseño gráfico, el diseño industrial y de pro-
ducto, el diseño de interiores y el diseño de moda.
• Técnicas de expresión gráfico-plásticas aplicadas al diseño.
• Reconocimiento y lectura de imágenes del entorno del diseño y la publicidad.
Orientaciones metodológicas
El lenguaje plástico y visual, como muchos otros lenguajes, se estructura de forma que el alum-
nado recorre progresivamente distintos niveles y etapas que tiene que ir superando, y así amplía su
mundo conceptual e instrumental a través de nuevas relaciones, descubrimientos y experiencias.
En esta etapa los chicos y las chicas empiezan una fase de maduración personal y, por
ello, los cambios que van a experimentar repercutirán directamente en su aprendizaje y en
la forma de comportarse. Van madurando y aumentando su capacidad de razonamiento,
pero eso les hace a la vez que confíen menos en sí mismos, volviéndose más autocríticos.
También esto provoca que disminuya para ellos el mundo de la imaginación. La educación
plástica y visual puede contribuir a que el alumnado sea capaz de adquirir recursos y mé-
todos que estimulen la recuperación de la autoestima y el desarrollo de su personalidad.
Deben promoverse diversas estrategias didácticas que respondan a las capacidades de com-
prensión y abstracción del alumnado. Así, desde la observación y la experimentación, y
utilizando los medios documentales (fotografías, vídeos, etc.), el alumnado puede adquirir
los contenidos conceptuales y teóricos.
También están las actividades prácticas a través de las cuales, junto con los códigos artísticos
y técnicos, los alumnos y las alumnas aprenderán a mirar, ver, observar, percibir y apreciar
los valores estéticos de las obras propias y ajenas. De esta forma la Educación plástica y
visual contribuye de forma esencial a la adquisición de la competencia cultural y artística.
Por otro lado se debe fomentar la creatividad y la iniciativa, partiendo de una idea inicial y
que desemboque en la realización de un proyecto, donde además se fomente la cooperación
y una convivencia armónica en el aula. Pero como no todos los alumnos y alumnas siguen
un mismo ritmo de aprendizaje, hay que atender a la diversidad. Es necesario promover de
forma generalizada los recursos tecnológicos, tanto para la adquisición de contenidos como
para la elaboración de obras. La Educación plástica y visual contribuye también a la adqui-
sición de la competencia en el tratamiento de la información y de la competencia digital.
Se contextualizarán los contenidos debido a los cambios en las tendencias del mundo de la
comunicación visual, del arte y del diseño. Debemos actualizar los ejemplos, relacionándo-
los con el entorno próximo del alumnado, para aumentar su interés y mostrarles que lo que
aprenden tiene sentido. No debemos olvidar la necesidad de interrelacionar unas áreas con
otras para articular los contenidos.
Después de formularse los objetivos de aprendizaje y de fijar las capacidades que se han
de desarrollar, se debe comprobar que las actividades propuestas favorecen la consecución
de éstos. Por tanto, se debe obtener información sobre los conocimientos de partida del
alumnado, observar el proceso seguido y comprobar los niveles adquiridos después de un
período educativo. Se debe contribuir al logro de las competencias básicas y, para ello, una
vez empezado el desarrollo de actividades, se observarán sistemáticamente los procesos de
trabajo. La evaluación debe ser continuada, interactiva, es decir, el alumnado debe ser capaz
de analizar su propia obra partiendo de los objetivos enunciados.
La observación continuada permite detectar las dificultades en el momento en que surgen para
realizar las adecuaciones y adaptaciones oportunas, evitar dificultades y mejorar el aprendizaje.
Resumen
Como objetivo principal de esta etapa, está el apreciar la creación artística y comprender
el lenguaje de las distintas manifestaciones artísticas, utilizando diversos medios de ex-
presión y representación. Es necesario incorporar diversas estrategias que respondan a las
capacidades de comprensión y abstracción del alumnado, partiendo de la observación de
la naturaleza o de medios documentales, así como marcarle las metas que debe alcanzar
y recordarle que se evaluará todo el proceso de aprendizaje.
Ésta no es sólo una exposición de datos para el docente, sino que debe servirle de guía de con-
sulta para su buena práctica diaria, y para resolver las posibles dudas que le vayan surgiendo.
ACTIVIDADES
2. Puesto que hemos de considerar la Educación plástica y visual como un proceso que se de-
sarrolla a lo largo de varios años (1.º, 3.º y 4.º), te proponemos que escojas un contenido de
cada etapa educativa que ofrezca esa continuidad:
• Especifica, además, una propuesta de actividad para desarrollar por cada curso en el aula,
que pueda cumplir con el nivel de dificultad de cada etapa. Relaciona los contenidos con
los objetivos generales de la ESO. Puedes anotarlas en un cuadro como el que te sugerimos
en el cuadro 5 (en página siguiente).
1. www.boe.es
Cuadro 5. Relación entre los contenidos y las actividades en Educación plástica y visual
CONTENIDO RELACIONADO
Contenido específico de la etapa Actividad y nivel de dificultad Objetivos generales
1.º
3.º
4.º
3. Teniendo bien especificados los objetivos generales de la Educación plástica y visual, así como
los contenidos específicos de cada curso, te proponemos que escojas un contenido de un
curso (1.º, 2.º o 4.º) y lo relaciones con los objetivos generales de la materia, y a su vez, puesto
que ésta se engloba dentro del marco general de educación, lo relaciones con los objetivos y
competencias que marca la LOE de forma más generalizada. Para ello puedes cumplimentar
un cuadro como el que te presentamos en el cuadro 6.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo. Bole-
tín Oficial del Estado (04/10/1990), 238, 28927-28942. También disponible en línea en:
<www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/doc.php?id=BOE-A-1990-24172>.
Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Boletín Oficial del Estado (04/05/2006),
106, 17158-17207. También disponible en línea en: <www.boe.es/boe/dias/2006/05/04/
pdfs/A17158-17207.pdf>.
Orden ECI/2220/2007, de 12 de julio, por la que se establece el currículo y se regula la or-
denación de la Educación secundaria obligatoria. Boletín Oficial del Estado (21/07/2007),
174, 31680-31828. También disponible en línea en: <www.boe.es/boe/dias/2007/07/21/
pdfs/A31680-31828.pdf>.
Real Decreto 1631/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas
mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria. Boletín Oficial del
Estado (05/01/2007), 5, 677-773. También disponible en línea en: <www.boe.es/boe/
dias/2007/01/05/pdfs/A00677-00773.pdf>.
CONTENIDO DE CAPÍTULO
• Currículo de la asignatura
• Conclusiones
El Dibujo técnico es una materia que se trabaja en la enseñanza secundaria obligatoria (ESO)
en Educación plástica y visual (EPV), donde se alterna con contenidos de la expresión plás-
tica (como se puede ver en el capítulo 4 de este mismo volumen) y comparte ciertos conte-
nidos con la disciplina de Tecnología (especialmente en los sistemas de representación), pero
es en el bachillerato donde adquiere toda su entidad, ya que se convierte en una materia de
modalidad en dos de las tres modalidades existentes de bachillerato: en la de Artes y en la
de Ciencias y la de Tecnología, necesitando de dos cursos para su desarrollo, y así se espe-
cifica en las materias de Dibujo técnico I y II. Además puede ofertarse como optativa para el
resto del alumnado según como se establezcan los itinerarios de cada centro. Por ello, todo
el estudio que se va a hacer de esta materia se referirá a este nivel postobligatorio.
Establecer el diseño del currículo de cada materia es una tarea básica que permite programar
y ejecutar la práctica docente; por ello, debe ser un proceso de reflexión y toma de decisiones
que la ordene y facilite su preparación, su desarrollo en el aula y su valoración.
En sus diferentes apartados debe adaptarse a lo que la ley vigente –actualmente la Ley Or-
gánica de Educación (LOE)– marca, porque en ella se encuentran todas las directrices de la
materia. La aportación personal debe ir encaminada a la puesta en práctica:
• Reparto temporal de los contenidos.
• Definición de los recursos que van a utilizar el alumnado y el profesorado.
• Precisión de la metodología.
• Determinación de las actividades dentro y fuera del aula.
• Decisión de las herramientas de evaluación y recuperación y su aplicación, etc.
Todos estos aspectos que se tratan, de forma más específica y práctica, en el volumen Didác-
tica del Dibujo: Artes plásticas y visuales (Esquinas y Sánchez Zarco, 2011a), en su capítulo 5,
«Enseñanza y aprendizaje del Dibujo técnico en educación secundaria».
Por consiguiente, es prioritario conocer y analizar en profundidad el marco legal, para des-
pués situarlo en su contexto concreto, y es por ello que este capítulo se va a dedicar en su
totalidad a la revisión del currículo de la LOE.
Currículo de la asignatura
En el Real Decreto 1467/2007 por el que se establece la estructura del bachillerato y se fijan
sus enseñanzas mínimas, se enuncian los aspectos básicos para desarrollar el currículo de la
materia, pero además se establecen los principios generales de toda la etapa, que se deben
conocer si se va a impartir este nivel. A partir de este documento, cada comunidad autónoma
elabora diferentes decretos u órdenes para regular la ordenación y establecer el currículo de
bachillerato, desarrollando los puntos básicos del Real Decreto y completando sus aspectos
metodológicos, recursos, horario, etc. Por ello, cada docente debe conocer todas las preci-
siones: objetivos, contenidos, metodología, evaluación, etc., y ajustándose a éstas, según el
lugar donde ejerza, elaborar su propio currículo de la materia.
Como desarrollar las particularidades de todo el ámbito nacional sería en muchos casos
bastante repetitivo, este capítulo se centrará especialmente en el Real Decreto citado,
puesto que es el marco común de referencia, y en algunos casos se ejemplificará con
la regulación que alguna administración educativa haya establecido, para clarificar y/o
completar la información.
En su artículo 9, el Real Decreto recoge que «se entiende por currículo del bachillerato el
conjunto de objetivos, contenidos, métodos pedagógicos y criterios de evaluación de estas
enseñanzas», y se indican unas consideraciones globales de la etapa, que se deberán asimilar
con los aspectos particulares que se desarrollan para cada una de las materias. De este modo
se establece una total coherencia en la puesta en práctica, según se recoge en el capítulo 6,
sobre la programación didáctica en las enseñanzas de las Artes plásticas y visuales.
Las enseñanzas mínimas de Dibujo técnico aparecen dos veces detalladas (tanto en el de-
sarrollo de las enseñanzas mínimas como en el posterior de las diferentes administraciones
educativas), primero entre las disciplinas de modalidad del bachillerato de Artes y, segundo,
repetidas, entre las del bachillerato de Ciencias y la de Tecnología. Por ello, si se considera
necesario establecer algún tipo de diferenciación entre una modalidad u otra, se toma como
referencia el contexto y el tipo de alumnado, adaptando las actividades que se van a realizar
(ya que ni desde el currículo básico del Real Decreto ni desde los de las comunidades au-
tónomas existe variación alguna), y siempre teniendo en cuenta que, al ser una materia de
modalidad, es susceptible de que el alumnado la elija para superar el acceso a la universidad,
y en esta prueba no va a existir ninguna diferencia.1
Para analizar el currículo de la LOE vamos a seguir esa estructura, estableciendo epígra-
fes para poder estudiar todos los elementos que lo conforman, y para completarlo, quedarán
los aspectos metodológicos, y aunque se enuncien de modo general, se tomarán algunas
referencias de los currículos autonómicos.
Presentación
La primera premisa que se establece es la continuidad de la materia en los dos cursos, al
indicar que «Dibujo técnico II requiere conocimientos de Dibujo técnico I».
El Dibujo técnico es un lenguaje universal, que puede ser leído e interpretado por quienes lo
conocen, aunque sean de diversas nacionalidades, y que determina la representación gráfica de
un objeto real, idea o diseño, guiada por normas fijas y preestablecidas que permiten descri-
birlo de forma exacta y clara y construirlo. Comunica información y la registra.
1. Conviene conocer el Real Decreto 1892/2008, en el que se regula el procedimiento de acceso a la universidad,
así como los desarrollos específicos de las diferentes administraciones educativas.
Como toda materia formativa, incide sobre la mayoría de los objetivos generales del bachi-
llerato, y directamente para desarrollar dos de ellos:
(...) i) Acceder a los conocimientos científicos y tecnológicos fundamentales y dominar las habilida-
des básicas propias de la modalidad elegida (y) k) Afianzar el espíritu emprendedor con actitudes
de creatividad, flexibilidad, iniciativa, trabajo en equipo, confianza en uno mismo y sentido crítico.
La presentación continúa ofreciendo argumentos sobre cómo se han estructurado los conte-
nidos de la materia, y concluye destacando la importancia de las tecnologías de la informa-
ción y la comunicación (TIC), en especial como recurso que emplear, y que deberá tenerse
de referencia al desarrollar la metodología:
En el desarrollo del currículo adquieren un papel cada vez más predominante las nuevas tecnologías,
especialmente la utilización de programas de diseño asistido por ordenador. Es necesario, por tanto,
incluirlas en el currículo no como un contenido en sí mismo sino como una herramienta más que
ayude a desarrollar alguno de los contenidos de la materia, sirviendo al mismo tiempo al alumnado
como estímulo y complemento en su formación y en la adquisición de una visión más completa e
integrada en la realidad de la materia de Dibujo técnico.
Objetivos
Los objetivos se establecen en términos cuya finalidad sea que el alumnado adquiera una
serie de capacidades. Por ello, tanto los que se marcan en la legislación oficial como los
que se confeccionen hasta nivel de programación de aula, se redactan con esa estructura.
En su elaboración ya se tienen presentes las ocho competencias básicas, que desde la Comuni-
dad Europea se establecen como referencia obligada para las diferentes enseñanzas de todos los
países que la componen, y que, dada su relevancia, tienen dedicado el capítulo 7 de este volu-
men. En el cuadro 1 se relacionan de forma general con el Dibujo técnico y más adelante se
indicarán sus conexiones con los objetivos de la etapa, referidos, a su vez, a la materia.
COMPETENCIAS BÁSICAS
1. Competencia en comunicación Al ser el Dibujo técnico un lenguaje específico, está dotado de su
lingüística propia expresividad, pero que para desarrollarlo necesita primero
de la comunicación lingüística, a la cual, al mismo tiempo, va a
complementar y enriquecer.
2. Competencia matemática La resolución gráfica de problemas geométricos y técnicos se fun-
damenta en el propio pensamiento matemático, y a su vez expre-
san visualmente conceptos de este ámbito, por lo que desarrollan
claramente esta competencia.
No obstante, se debe mantener siempre la premisa de que todos los objetivos deben orien-
tarse a formar «mejores» personas, y que hay que buscar su desarrollo integrado en la propia
evolución personal:
Así esta materia contribuye a desarrollar comportamientos favorables a la relación, cooperación, so-
lidaridad, no discriminación, participación y ayuda; a promover prácticas eficaces de planificación,
trabajo en equipo, esfuerzo y rigor en el trabajo, estima y respeto por la producción propia y de los
demás. (Decreto 85/2008, p. 20312)
Contenidos
En la presentación de la materia se indica cómo se reparten por cursos y la manera de es-
tructurarlos:
Los contenidos de las materias Dibujo técnico I y II se desarrollan a lo largo de los dos cursos
del bachillerato. En el primer curso se proporciona una visión general de la materia mediante la
presentación, con distinto grado de profundidad, de la mayoría de los contenidos, cuya consoli-
dación y profundización se abordará en el segundo curso, a la vez que se completa el currículo
con otros nuevos.
Los contenidos de la materia se pueden agrupar en tres grandes apartados interrelacionados entre sí,
aunque con entidad propia: la geometría métrica aplicada, para resolver problemas geométricos y
de configuración de formas en el plano; la geometría descriptiva, para representar sobre un soporte
bidimensional formas y cuerpos volumétricos situados en el espacio; y la normalización, para sim-
plificar, unificar y objetivar las representaciones graficas.
En el cuadro 2 (en páginas siguientes) se recogen los contenidos mínimos de Dibujo técnico
por cursos según la estructura indicada, y que las diferentes administraciones educativas, en
su mayoría, han especificado y ampliado, con el objetivo de consolidar los conocimientos
anteriores, ahondar en el nivel de profundización y buscar aplicaciones técnico-prácticas.
Por ello, al elaborar el currículo se deberá trabajar con los documentos del ámbito autonó-
mico, porque las pruebas de acceso a los estudios universitarios se referirán a los contenidos
de éstos, y aunque no todos los alumnos y alumnas van a presentarse a las pruebas, hay que
garantizar que todos estén en condiciones favorables para superarlas.
DIBUJO TÉCNICO I
1. Arte y dibujo técnico • Los principales hitos históricos del dibujo técnico.
• La geometría en el arte.
• La estética del dibujo técnico.
DIBUJO TÉCNICO II
1. Trazados geométricos • Trazados en el plano: ángulos en la circunferencia, arco capaz.
• Proporcionalidad y semejanza: escalas normalizadas, triángulo uni-
versal de escalas y de escalas transversales.
• Polígonos: construcción de triángulos, aplicación del arco capaz.
Construcción de polígonos regulares a partir del lado.
• Potencia.
• Transformaciones geométricas: la homología, la afinidad y la inversión.
• Tangencias: aplicación de los conceptos de potencia e inversión.
• Curvas cónicas y técnicas.
A modo de ejemplo de cómo las administraciones educativas han desarrollado estos contenidos,
se transcriben los referidos a un mismo bloque del segundo curso «Trazados geométricos», pri-
mero para los centros dependientes del Ministerio de Educación y segundo, para los de Aragón.
Orden ESD/1729/2008 (BOE núm. 147, de 18 de junio de 2008, pp. 27535 y 27563)
Trazados geométricos:
• Trazados fundamentales en el plano. Ángulos, perpendicularidad y paralelismo. Operaciones con segmentos
y ángulos.
• Proporcionalidad y semejanza. Escalas graficas.
• Construcción de formas poligonales. Elementos propios y vinculados. Relaciones métricas. Triángulos: clasi-
ficación, puntos y rectas notables de los triángulos, construcción. Cuadriláteros: clasificación y construcción,
formatos rectangulares. Polígonos regulares: construcción y redes.
• Transformaciones geométricas.
• Representación de circunferencias, enlaces y tangentes. Elementos y ángulos de la circunferencia. Trazado de tan-
gencias, enlaces y figuras planas derivadas. Definición y trazado de óvalos, ovoides y volutas, espirales y hélices.
• Utilización de técnicas manuales, reprográficas e infografías en la construcción de trazados geométricos.
• Rigor, constancia y método en la realización de los trabajos.
Orden de 1 de julio de 2008 (Boletín Oficial de Aragón, núm. 105, de 17 de julio de 2008, pp. 13987 y 14054)
Trazados geométricos:
• Trazados fundamentales en el plano: paralelas y perpendiculares, ángulos, operaciones con segmentos y án-
gulos. Ángulos en la circunferencia. Arco capaz. Realización de las principales construcciones y su aplicación
en diferentes ejercicios escogiendo en cada caso las construcciones más adecuadas.
• Proporcionalidad y semejanza. Escalas: conceptos fundamentales. Elementos que definen una semejanza. De-
terminación de la media geométrica o proporcional, tercera y cuarta proporcional. Proporción áurea. Escalas,
construcción de escalas gráficas. Resolución de problemas de escalas, valorando la elección más correcta.
Para el desarrollo de todos estos contenidos, la mayoría de los decretos u órdenes esta-
blecen 4 horas semanales por curso, y cada docente debe proceder a establecer el reparto
temporal que permita impartirlos todos, independientemente de que se haga de forma
continuada, tal como se han presentado los bloques en el currículo, o alternándolos. En
el desarrollo teórico-práctico que se presenta en el capítulo 5, «Enseñanza y aprendizaje
del Dibujo técnico en educación secundaria», del volumen Didáctica del Dibujo: Artes
plásticas y visuales (Esquinas y Sánchez Zarco, 2011a) se muestran ejemplos de posibles
distribuciones.
Criterios de evaluación
Se refieren a cada uno de los contenidos que se acaban de ver, y en cada uno se indica la
capacidad que pretenden desarrollar.
En el cuadro 3 (en página siguiente) se presentan comparados entre los dos cursos: el pri-
mero, que es común, se establece para los dos cursos y sólo se separa en su última línea
porque los diferencia una pequeña precisión final, y se salta el cuarto de primero, que va
dirigido a estrategias de trabajo y a fomentar actitudes más que a contenidos. Los siguientes
se han relacionado con los de segundo, el quinto con el sexto, y sucesivamente, para com-
parar los que tienen contenidos progresivos.
6. Utilizar el sistema diédrico para representar figuras 5. Utilizar el sistema diédrico para resolver problemas
planas y volúmenes sencillos y formas poliédricas, de posicionamiento de puntos, rectas, figuras pla-
así como las relaciones espaciales entre punto, nas y cuerpos en el espacio.
recta y plano. Hallar la verdadera forma y magni- La intención de este criterio es averiguar el nivel
tud y obtener sus desarrollos y secciones. alcanzado por el alumnado en la comprensión
La aplicación de este criterio permitirá conocer el del sistema diédrico y en la utilización de los mé-
grado de abstracción adquirida y, por tanto, el do- todos de la geometría descriptiva para representar
minio del sistema diédrico para representar en el formas planas o cuerpos.
plano elementos situados en el espacio, relaciones
de pertenencia, posiciones de paralelismo y per-
pendicularidad o distancia.
7. Realizar perspectivas axonométricas de cuerpos 6. Realizar la perspectiva de un objeto definido por
definidos por sus vistas principales y viceversa, sus vistas o secciones y viceversa, ejecutadas a
ejecutadas a mano alzadas y/o delineadas. mano alzada y/o delineadas.
Con este criterio se pretende evaluar tanto la visión Se pretende evaluar con este criterio la visión es-
espacial desarrollada por el alumnado, como la ca- pacial desarrollada y la capacidad de relacionar
pacidad de relacionar entre sí los sistemas diédrico entre sí y comprender los distintos sistemas de
y axonométrico, además de valorar las habilidades y representación estudiados, además de valorar las
destrezas adquiridas en el manejo de los instrumen- habilidades y destrezas adquiridas en el manejo de
tos de dibujo y en el trazado a mano alzada. los instrumentos y en el trazado a mano alzada.
8. Representar piezas y elementos industriales o de 7. Definir gráficamente piezas y elementos industria-
construcción sencillos, valorando la correcta apli- les o de construcción, aplicando correctamente las
cación de las normas referidas a vistas, acotación normas referidas a vistas, cortes, secciones, roturas
y simplificaciones indicadas en la representación. y acotación.
Se propone este criterio como medio para evaluar Se establece este criterio para evaluar en qué me-
en qué medida el alumnado es capaz de expre- dida el alumnado es capaz de elaborar los planos
sar gráficamente un producto o un objeto con la técnicos necesarios para describir y/o fabricar un
información necesaria para su posible fabricación objeto o elemento de acuerdo con las normas es-
o realización, aplicando las normas exigidas en el tablecidas en el dibujo técnico.
dibujo técnico.
9. Utilizar distintas técnicas manuales, reprográficas 8. Culminar los trabajos de dibujo técnico utilizando
e infográficas en la realización de los trabajos de los diferentes recursos gráficos de forma que estos
dibujo técnico, y culminarlos utilizando los di- sean claros, limpios y respondan al objetivo para
ferentes procedimientos y recursos gráficos, de los que han sido realizados.
forma que estos sean claros, limpios y respondan Con este criterio se quiere valorar la capacidad
al objetivo para los que han sido realizados. para dar distintos tratamientos o aplicar diferentes
Con este criterio se quiere valorar la capacidad para recursos gráficos o incluso informáticos en función
dar distintos tratamientos o aplicar diferentes recur- del tipo de dibujo que se ha de realizar y de las dis-
sos gráficos o informáticos, en función del tipo de tintas finalidades del mismo. Este criterio deberá
dibujo que se ha de realizar y de las finalidades del integrarse en el resto de los criterios de evaluación
mismo. Este criterio no deberá ser un criterio aislado, en la medida en que les afecte.
sino que deberá integrarse en el resto de los criterios
de evaluación en la medida en que les afecte.
prácticas (Esquinas y Sánchez Zarco, 2011b), pero ya se observa que deben referirse a las
capacidades indicadas y ajustándose (sobre todo en la evaluación final) a los principios en
que está enunciada la evaluación del bachillerato:
1. La evaluación del aprendizaje será continua y diferenciada según las distintas ma-
terias y se llevará a cabo teniendo en cuenta los diferentes elementos del currículo.
2. El alumnado podrá realizar una prueba extraordinaria de las materias no superadas,
en las fechas que determinen las administraciones educativas.
3. El profesor o profesora de cada materia decidirá, al término del curso, si el alumno
o la alumna ha superado los objetivos de la misma, tomando como referente funda-
mental los criterios de evaluación.
4. El equipo docente, constituido por el profesorado de cada alumno o alumna coordi-
nado por su profesor tutor, valorará su evolución en el conjunto de las materias y su
madurez académica en relación con los objetivos del bachillerato, así como, al final
de la etapa, sus posibilidades de progreso en estudios posteriores.
5. Los profesores evaluarán tanto los aprendizajes del alumnado como los procesos de
enseñanza y su propia práctica docente.
Como culminación del desarrollo curricular, el punto 5 de la evaluación servirá para validar
todo el sistema, y es lógico comience desde cada ámbito disciplinar, para que se pueda
elevar a otros más globales: curso, etapa, departamento, centro, etc. El desarrollo de este
apartado lo hacen, en algunos casos, las diferentes administraciones educativas, y como
ejemplo se recoge el de la Orden ESD/1729/2008:
Los profesores evaluarán tanto los aprendizajes de su alumnado como los procesos de enseñanza y
su propia práctica docente en relación con el logro de los objetivos educativos de la etapa y de cada
una de las materias. Dicha evaluación incluirá, al menos, los siguientes aspectos:
• Los aprendizajes logrados por el alumnado.
• Las medidas de individualización de la enseñanza con especial atención a las medidas de apoyo
y refuerzo utilizadas.
• La programación y su desarrollo y, en particular, las estrategias de enseñanza, los procedimientos de
evaluación del alumnado, la organización del aula y el aprovechamiento de los recursos del centro.
• La adecuación de los objetivos, contenidos y criterios de evaluación a las características y
necesidades del alumnado con altas capacidades intelectuales y con necesidades educativas
especiales.
• La relación con el alumnado, así como el clima de convivencia.
• La coordinación con el resto de profesores de cada grupo y en el seno del departamento.
• Las relaciones con el tutor o la tutora y, en su caso, con las familias.
La metodología del bachillerato debe «facilitar el trabajo autónomo del alumno, potenciar las
técnicas de indagación e investigación y las aplicaciones y trasferencias de lo aprendido a la
vida real (y) velará igualmente para que el alumno planifique y reflexione de forma individual
y colectiva algunos ejercicios y actividades, relacionándose con otras personas con flexibilidad
y responsabilidad». Estas dos proposiciones deben guiar la orientación didáctica.
2. Citas recogidas de los diferentes decretos u órdenes de desarrollo del currículo de diferentes administraciones
autonómicas (véase el apartado «Normativa legal»).
Se puede seguir recopilando citas, pero en la mayoría sería incidir sobre los mismos aspectos,
y en general, ya se han marcado las premisas didácticas para orientar la materia.
Conclusiones
Una vez analizado el marco básico oficial, se puede resumir que realizar el diseño del cu-
rrículo requiere, por parte del docente, una evaluación y planificación constantes, y que es
una tarea fundamental porque sustenta toda la práctica docente.
En el cuadro 4 (en página siguiente) se exponen todos los criterios orientadores del currículo
de Dibujo técnico, con los elementos que lo componen y sus interacciones. Al diseñar el
propio currículo se deberá seguir todo el proceso y desarrollar cada campo.
Necesidades sociales:
formar titulados que
puedan proseguir estudios
superiores o incorporarse
Estructura de la materia:
al mercado laboral con
Dibujo técnico en dos cursos
cierta especialización Evaluación
Grupo destinatario: de diagnóstico
alumnos de bachillerato de o inicial:
Objetivos: finalidades las modalidades de Artes o determinar el punto
de materia y de etapa Científico-tecnológico de partida
Evaluación
Contenidos: de
Dibujo técnico I y II Evaluación Evaluación
formativa: sumativa
Estrategias de revisión del proceso o final:
enseñanza: y posibles valoración de
variadas, activas cambios los objetivos
y participativas
Actividades:
método de organizar
y motivar.
Sustentadas
en la práctica
Dinámica del aula Resultados:
Recursos: libros,
Programación de cada ejercicios, proyectos,
audiovisuales,
unidad didáctica con calificación
informáticos, etc.
y sesión cuantitativa
Temporalización:
reparto por sesiones y Contexto: adaptado al tipo de alumnos
evaluaciones y diversidad: niveles, intereses, entorno, etc.
Planificación Aplicación
ACTIVIDADES
1. Enuncia en un cuadro como el que te proponemos (cuadro 5) los contenidos relacionados con
el Dibujo técnico que se imparten en EPV de la etapa de educación secundaria y relaciónalos
con los criterios de evaluación correspondientes.
2. Elige dos decretos u órdenes de dos comunidades autónomas que te resulten especialmente
interesantes y establece la comparación para un mismo bloque de contenidos, anotando tus
averiguaciones en el cuadro 6.
COMUNIDAD 1 COMUNIDAD 2
Bloque de contenidos Bloque de contenidos
3. Tomando los objetivos de Dibujo técnico I y II y los criterios de evaluación de cualquiera de
los decretos u órdenes citados, establece las conexiones que permiten alcanzar cada objetivo
(cuadro 7).
Cuadro 7. Conexión entre los objetivos y los criterios de evaluación de Dibujo técnico
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ESQUINAS, F. y SÁNCHEZ ZARCO, M. (coords.) (2011a). Didáctica del Dibujo: Artes plás-
ticas y visuales. Vol. II. Barcelona: Graó.
— (2011b). Dibujo: Artes plásticas y visuales. Investigación, innovación y buena prácticas.
Vol. III. Barcelona: Graó.
Normativa legal
Decret 102/2008, d’11 de juliol, del Consell, pel qual s’establix el currículum del batxillerat
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También disponible en línea en: <www.docv.gva.es/datos/2008/07/15/pdf/2008_8761.pdf>.
Decret 142/2008, de 15 de juliol, pel qual s’estableix l’ordenació dels ensenyaments del
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disponible en línea en: <www.gencat.cat/diari/5183/08190087.htm>.
Decret 82/2008, de 25 de juliol, pel qual s’estableix l’estructura i el currículum del batxillerat
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ble en línea en: <www.derecho.com/l/boib/decret-82-2008-25-juliol-pel-qual-sestableix-
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Decreto 42/2008, de 5 de junio, por el que se establece el currículo de bachillerato en la
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Extremadura. Diario Oficial de Extremadura (18/06/2008), 117. También disponible
en línea en: <aprendizajepermanente.educarex.es/portalap/adjuntos/Decreto115_20
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Decreto 85/2008, de 17-06-2008, por el que se establece y ordena el currículo del bachi-
llerato en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. Diario Oficial de Castilla-La
Mancha (20/06/2008), 128, 20271-20404.
Decreto 126/2008, de 19 de junio, por el que se establece la ordenación y el currículo de ba-
chillerato en la Comunidad Autónoma de Galicia. Diario Oficial de Galicia (23/06/2008),
120. También disponible en línea en: <vlex.com/vid/establece-ordenacion-curriculo-ba-
chillerato-39020843>.
Decreto 67/2008, de 19 de junio, del Consejo de Gobierno, por el que se establece para la
Comunidad de Madrid el currículo del Bachillerato, Boletín Oficial de la Comunidad de
Madrid (27/06/2008), 152. También disponible en línea en: <www.ucm.es/info/ucmp/
cont/descargas/documento28898.pdf>.
Decreto 45/2008, de 27 de junio, por el que se establece el currículo de bachillerato de la
Comunidad Autónoma de La Rioja. Boletín Oficial de La Rioja (03/07/2008), 88. Tam-
6. LA PROGRAMACIÓN DIDÁCTICA
EN LA ENSEÑANZA DEL DIBUJO:
ARTES PLÁSTICAS Y VISUALES
CONTENIDO DE CAPÍTULO
El sistema educativo se concibe para mantener un equilibrio de intereses entre los diferentes
marcos de actuación y los niveles de concreción que se producen, desde la publicación de
los currículos oficiales a las programaciones de aula realizadas por el profesorado directa-
mente implicado con los estudiantes.
1. También se pueden concretar en tres niveles si se consideran los reales decretos como aspectos básicos; las pres-
cripciones curriculares de las comunidades autónomas como aspectos de 1.er nivel; el proyecto educativo de centro
(PEC) como 2.º nivel, y las programaciones didácticas y de aula como 3.er nivel.
y realizar las adaptaciones precisas para los alumnos y las alumnas con necesidades
específicas respecto al grupo.
Cuando nos enfrentamos al hecho de realizar una programación didáctica o de aula nos
surge la necesidad de acotar o comprender el concepto de currículo. Desde un punto de
vista administrativo, se trata de un documento que tenemos que realizar para organizar
nuestro trabajo anual en el aula, pero, como profesores implicados e interesados en obtener
los mejores resultados en la evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje, el currículo
es un medio que nos ayuda a garantizar nuestras expectativas y las de nuestros estudiantes.
Para Miguel A. Zabalza (2000, pp. 14-16):
El currículum es el conjunto de los supuestos de partida, de las metas que se desea lograr y los pasos que
se dan para alcanzarlas.
La enseñanza artística, además, tiene un alto contenido procedimental, y a través de las ac-
tividades, los estudiantes desarrollan las habilidades y destrezas manuales, conceptuales y
técnicas necesarias. Según Elliot W. Eisner (1972, pp. 139-161), el currículo es una secuencia
de actividades diseñadas para que el estudiante se comprometa con cierto contenido del que
se pretende obtener consecuencias educativas. Las actividades se desarrollan de forma inten-
cional con el fin de ofrecer experiencia educativa a los estudiantes, por lo que la actividad es
el medio por el cual el currículo incentiva al estudiante a realizar un tipo de acción, ya que
cada actividad conlleva un contenido.
Saturnino de la Torre (1995, pp. 239-274) propone una programación integral que garantice
el desarrollo de la capacidad creadora de nuestros alumnos y alumnas. Para ello, partimos
de lo que tiene que conseguir el alumnado como centro de la actividad educativa del profe-
sorado (cuadro 1, en página siguiente).
Creatividad
(Norte)
Asimilación Autodeterminación
(Pasado) (Futuro)
Destreza
La creatividad es el norte en la actual enseñanza y no debe ser relegada sólo a las enseñanzas
artísticas. Se trata de una capacidad o aptitud mental que es, al mismo tiempo, una actitud o
forma de comportamiento, y es privativa del ser humano como único ser capaz de inventar
o crear, y adoptar una respuesta única frente a las situaciones o los problemas.
Al planificar el currículo y hacer una programación, Ralph W. Tyler (1949) propone atender
a cuatro cuestiones:
1. ¿Qué fines educativos debe intentar alcanzar la escuela?
2. ¿Qué experiencias educativas tendrán mayor probabilidad de alcanzar dichos fines?
3. ¿Cómo pueden organizarse de forma más eficaz estas experiencias?
4. ¿Cómo pueden evaluarse estas experiencias?
La descripción de estas conductas son, para Eisner (1972), los objetivos educativos del
currículo.
Por su parte, Coll (1986) y Mauri (1987) han especificado con mayor claridad, en los materiales
curriculares en Cataluña, los cuatro grandes componentes del diseño curricular:
1. ¿Qué enseñar?
2. ¿Cuándo enseñar?
3. ¿Cómo enseñar?
4. ¿Qué, cómo y cuándo evaluar?
Objetivos y contenidos
La pregunta sobre qué enseñar hace referencia a las intenciones educativas explicitadas a
través de los objetivos que se desean alcanzar y del contenido que posibilita que se alcan-
cen. Las intenciones educativas implican una reflexión sobre la forma y el contenido de la
intención. La manera de explicitar las intenciones se establece a través de la formulación de
objetivos. Éstos pueden ser generales, específicos y operativos.
• Los objetivos generales son de carácter amplio y pueden hacer referencia al conjunto
de la enseñanza por niveles (educación primaria, secundaria o bachillerato), al ciclo
o al área.
• Los objetivos específicos se desprenden de los generales y constituyen un intento de
mayor especificación de los contenidos.
• Los objetivos operativos, conocidos también como didácticos o de aprendizaje, ilus-
tran el máximo esfuerzo del profesorado por operativizar el resultado o resultados
esperados; en ellos se describe lo que el alumnado tendrá que hacer para demostrar
que ha logrado alcanzarlos.
La utilidad de los objetivos educativos es mayor cuando más se remiten a las actividades con
las que se desea que se produzcan consecuencias previsibles. En las enseñanzas artísticas no
se pretende que los estudiantes den una respuesta concreta y probable, ya que las respuestas
son, muchas veces, abiertas, y existe más de una única correcta. Para reflejar en los objeti-
vos esta característica y al mismo tiempo fomentar este tipo de repuestas, Eisner (1972) ha
acuñado el término «objetivo expresivo», con el que complementar el objetivo educativo.
Un objetivo expresivo describe situaciones de aprendizaje, es decir, aquello a lo que va a
tener que enfrentarse el estudiante para obtener consecuencias positivas (que son las que el
profesorado intenta descubrir y valorar). Un ejemplo de este tipo de objetivo es aprender a
trabajar en equipo participando, compartiendo ideas y consensuando decisiones, o transferir
Sólo si hay transferencia –si las habilidades y estrategias aprendidas en un contexto pueden
aplicarse a un contexto nuevo y diferentes– se puede empezar a hablar de «aprender a apren-
der» (Nisbet y Shucksmith, 1986, p. 129).
En las enseñanzas artísticas, el aprendizaje requiere más tiempo y oportunidades que otras
enseñanzas, para desarrollar y practicar las habilidades necesarias que permita utilizar
las técnicas y los materiales como medio de expresión. Para lograrlo, no sólo se precisa
más tiempo del que normalmente se ofrece en el currículo, sino que también es necesaria
una continuidad en la selección de los contenidos que permita a los estudiantes practicar
y utilizar en cada nueva actividad las habilidades adquiridas en las anteriores.
Para secuenciar y organizar los contenidos se debe tener en cuenta la edad, la capacidad y el
grado de aprendizaje de los estudiantes, y poder aumentar así la complejidad de las activida-
des, de manera que los estudiantes puedan perfeccionar y ampliar las habilidades adquiridas.
Por otro lado, la secuenciación de los contenidos debe enseñar y favorecer que el alumnado
sepa utilizar estratégicamente los procedimientos para aplicarlos adecuadamente cuando la
situación así lo requiera.
Los modelos curriculares más adecuados en las enseñanzas artísticas son aquellos que se
centran más en los desarrollos del proceso de enseñanza-aprendizaje que en los resultados
finales (modelo de objetivos) o en la formación del profesorado como investigador de su
propia docencia (modelo de investigación). Un ejemplo de modelo de proceso es el currícu-
lum en espiral de Bruner (1966), que consiste en secuenciar los contenidos, partiendo de un
conjunto de procedimientos similares (correspondientes a una misma habilidad básica), en
sucesivas situaciones de aprendizaje, pero de manera cada vez más detallada y compleja:
1. Partir de los conocimientos y competencias cognitivas del alumnado, de acuerdo
con su edad, su nivel psicoevolutivo y sus aprendizajes anteriores. Por ejemplo, sa-
ber qué conocen los alumnos y las alumnas de los elementos visuales o gráfico-
plásticos (punto, línea, plano y textura), y si los reconocen en las imágenes y en su
entorno, antes de empezar a impartir estos contenidos.
2. Reconocer las relaciones de tipo epistemológico que los procedimientos guardan entre
sí, considerando los requisitos que cada nuevo procedimiento incluye. Por ejemplo,
relacionar la representación de formas utilizando los elementos gráficos estudiados
mediante la técnica de los rotuladores para realizar texturas.
3. Analizar la conveniencia de haber aprendido otros procedimientos anteriores para
desarrollar y aplicar uno nuevo más complejo y más detallado. Por ejemplo, analizar
si es conveniente estudiar la técnica del estarcido y las sensaciones térmicas de los
colores para representar un paisaje con los elementos visuales estudiados, que trans-
mita la sensación de calor.
Nivel 1
Nivel 2
Nivel 3
Unidad
didactica
Otro modelo curricular más tradicional es el de diseño lineal, que permite elevar con mayor
rapidez el nivel de conocimientos, aunque su avance en el tiempo puede suponer que los
núcleos temáticos se alejen hasta perder la perspectiva de la materia. Por esta razón, este
modelo es más eficaz en los primeros ciclos de la educación (cuadro 3). Para el profesorado,
supone un buen medio, al hacerse entender por su inmediatez, lo que permite un avance
fluido por el temario. Para el alumnado es más fácil y cómodo avanzar en el aprendizaje,
ya que requiere un mínimo de atención y los contenidos se refuerzan con las prácticas. Por
ejemplo, en 1.º de Educación plástica y visual se parte del ensayo y manejo de la escuadra
y el cartabón para, posteriormente, estudiar la mediatriz, o se estudia primero la formación
de ángulos para aprender a trazar una bisectriz.
Metodología
La cuestión de cómo enseñar plantea la forma empleada por el profesorado para impartir la
enseñanza. Esta metodología está interrelacionada con qué enseñar, cuándo y qué activida-
des son las más adecuadas para conseguir los objetivos. Se trata de una hipótesis de trabajo
capaz de favorecer el pensamiento reflexivo y crítico, tanto del profesorado sobre su práctica
docente como de los estudiantes sobre sus acciones y procesos de aprendizaje.
3. Que podamos inferir que son adecuadas al nivel de desarrollo del alumnado.
4. Que parezcan un reto abordable para el alumnado, es decir, que tengan en cuenta
sus competencias actuales y las hagan avanzar con la ayuda necesaria; que permitan
crear zonas de desarrollo próximo e intervenir en ellas.
5. Que provoquen un conflicto cognoscitivo y promuevan la actividad mental del
alumnado necesaria para que se establezcan relaciones entre los nuevos contenidos
y los conocimientos previos.
6. Que fomenten una actitud favorable, o sea, que sean motivadoras en relación con el
aprendizaje de los nuevos contenidos.
7. Que estimulen la autoestima y el autoconcepto en relación con los aprendizajes que
se proponen, es decir, que el alumnado pueda experimentar con ellas que en algún
grado ha aprendido, que su esfuerzo ha valido la pena.
8. Que ayuden a que el alumnado vaya adquiriendo destrezas relacionadas con el apren-
der a aprender, y que le permitan ser cada vez más autónomo en sus aprendizajes.
Tipos de actividades
Los contenidos de las enseñanzas artísticas se fundamentan en conceptos y métodos para
comprender y realizar imágenes, es decir, los componentes visuales de la percepción de la
realidad y los agentes morfológicos en la creación artística. Es fundamental que la metodo-
logía se base en la experimentación y la aplicación del lenguaje visual para poder dominar
mejor el pensamiento abstracto y su desarrollo deductivo. Por esta razón, el profesorado
debe ir combinando en la programación tres tipos de actividades diferentes (Merodio, 1998,
pp. 145-159):
• Las actividades encaminadas a adquirir aprendizajes instrumentales, es decir, activida-
des que permitan adquirir los conocimientos básicos necesarios para poder compren-
der y utilizar el idioma plástico.
• Las actividades encaminadas a conseguir experiencias vivenciales, que sirvan de ensa-
yo en la aplicación de este lenguaje.
• Las actividades que permitan trabajos de libre creación, para desarrollar la creatividad
y su aplicación en procesos de creación personal.
Cada unidad debe establecer una relación clara y efectiva de las capacidades que se desean
desarrollar, los contenidos que lo posibilitan y las actividades más apropiadas para su con-
secución y posterior evaluación.
Evaluación
Para ser un buen profesor o profesora capaz de responder adecuadamente a las preguntas
sobre qué, cómo y cuándo evaluar, que son las necesidades que plantea la educación, tiene
que realizar buenas evaluaciones y disponer de un amplio repertorio de técnicas y recursos
para llevarlas a cabo.
La evaluación es un conjunto de actos que contiene los siguientes pasos (Zabalza, 2000,
pp. 236-293):
1. Propósito. Da respuesta a qué se quiere evaluar y para qué hacerlo, para conocer la
evolución de los estudiantes, para organizar un nuevo curso, para replantearse una
programación hecha, etc.
2. Técnica. Es cualquier instrumento, situación, recurso o procedimiento que permite
obtener información sobre cada propósito.
Para Gimeno Sacristán (1992), la evaluación es un proceso que el profesorado ejerce sobre
alguien o algo, que requiere unos criterios cuya finalidad es emitir un juicio y su objetivo es
revertir de forma relevante en la educación.
Para las enseñanzas artísticas, la evaluación es uno de los aspectos más problemáticos, ya
que, por un lado, el arte, como cuestión innata, tiene un efecto limitado en su aprendizaje,
y, por otro, la creación artística tiene un alto grado de subjetividad, lo que hace que resulte
difícil realizar una evaluación objetiva sobre algunos contenidos o procedimientos y mucho
más someter los resultados a un enjuiciamiento objetivo. Ante esta situación, Marín (1987)
propone tres posibles estrategias que sustentan la valoración:
• El uso de instrumentos de medida, llamados modelos cuantitativos, consistentes en prue-
bas ejercicios o exámenes individuales.
• La referencia a criterios o indicadores, previamente determinados, y que en las en-
señanzas artísticas giran en torno a las ideas de originalidad, acabado, elaboración,
expresividad, etc.
• El recurso al dictamen del experto, o persona que ha demostrado que tiene cualifica-
ción y/o experiencia sobre la materia que se evalúa y que ha superado con éxito los
procesos de evaluación de su competencia, basados en las dos estrategias anteriores.
También Eisner (1972) plantea algunos principios que podemos tener en cuenta para entender
mejor el proceso de evaluación y la selección de instrumentos. Para él, la evaluación debe:
• Reflejar las necesidades del mundo real, aumentando las habilidades de resolución de
problemas y de construcción de significado.
• Mostrar cómo los estudiantes resuelven problemas, y no solamente atender al produc-
to final de una tarea, ya que el razonamiento determina la habilidad para transferir
aprendizaje.
• Reflejar los valores de la comunidad intelectual.
Para Sosa (2008, pp. 137-141), los tipos de evaluación que se reflejan en una programación
de aula se pueden concentrar en tres aspectos, dependiendo de su función:
• ¿Qué evaluar? Los objetivos y las competencias no son evaluables directamente, sino
mediante los contenidos (conceptos, procedimientos-habilidades-destrezas y actitu-
des) desarrollados en la programación. Los criterios de evaluación de las enseñanzas
mínimas aparecen determinados en los reales decretos, donde se especifica el tipo y el
nivel de los conocimientos que deben adquirir los estudiantes. Es importante conocer
la evolución, las mejoras y los avances de los estudiantes. En este apartado se da res-
puesta a los siguientes aspectos:
- Definición de la evaluación del alumnado.
- Evaluación de los procesos de enseñanza-aprendizaje, esto es, evaluación de la ac-
tividad docente en la práctica educativa.
- Evaluación de la propia programación.
• ¿Cómo evaluar? Se evalúa mediante el diseño de instrumentos y técnicas de valo-
ración adaptados a cada una de las características de lo que se evalúa (anotaciones
sobre la dinámica de la clase, observación directa del trabajo, cuestionarios, ejerci-
cios, exámenes, etc.), de manera que la información obtenida sea fiable y sólida, no
meramente intuitiva. Es importante que los estudiantes sean conscientes y partícipes
de los instrumentos de evaluación utilizados por el profesorado y que tengan informa-
ción periódica de sus avances y rendimiento. En este apartado se da respuesta a los
siguientes aspectos:
- Procedimientos o técnica de evaluación. Pueden ser, entre otros, la observación
directa, la corrección de ejercicios, la puntuación o calificación de pruebas, la ano-
tación del grado de acierto en las respuestas tras realizar preguntas orales, etc.
- Instrumentos de evaluación. Pueden ser mapas conceptuales, resúmenes, debates,
pruebas escritas, test, ejercicios, láminas de dibujo, etc.
• ¿Cuándo evaluar? Este proceso es continuo y constante. La evaluación del proceso de
enseñanza y de la práctica docente consiste en adecuar los procesos a las característi-
cas, necesidades y posibilidades tanto del alumnado como del centro. Para ello es ne-
cesario efectuar una revisión y valoración del PEC y de las programaciones didácticas
en relación con el logro de los objetivos generales y su nivel de adecuación.
Cuadro 4. Verbos que se pueden utilizar para definir los criterios de evaluación
Para realizar una programación didáctica de departamento, hay que tener en cuenta los niveles
de concreción. Así, una programación de departamento reflejará todos los aspectos genera-
les de intercomunicación entre el PEC, el departamento de Dibujo y el área, la materia o la
asignatura a la que se haga referencia. Este proceso se realiza a través de la comisión de co-
ordinación pedagógica (CCP), en la que están representados el equipo directivo y los jefes de
departamento. Se trata del 4.º nivel de concreción y la 1.ª fase de una programación.
La estructura que el departamento de Artes plásticas del Instituto de Educación Secundaria Felipe II,
estableció en su programación didáctica para el curso 2009/2010 nos puede servir de ejemplo:
0. Contextualización: marco legal y características del centro.
1. Fundamentación del área y de las materias del departamento que se imparten en el
centro.
2. Objetivos didácticos:
• Objetivos de etapa.
• Objetivos del área de educación plástica.
• Objetivos de cada materia.
• Objetivos de cada materia por cursos.
3. Competencias básicas: contribución de cada materia a su adquisición.
4. Contenidos: conceptos, procedimientos y actitudes de cada materia y curso.
5. Temporalización: distribución temporal de los contenidos por materias y cursos.
6. Criterios de evaluación de los aprendizajes: por materias y cursos.
7. Metodología:
• Principios pedagógicos generales.
• Agrupamientos de los alumnos y de las alumnas.
• Selección de materiales y recursos.
• Principios didácticos en el área de Educación plástica y visual y en cada materia.
• Organización del trabajo.
• Utilización de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
8. Temas transversales: se pueden dividir en cuatro apartados:
• Educación moral y cívica: pretende fomentar, por un lado, actitudes de respeto
por los derechos humanos, solidaridad con los colectivos discriminados y valo-
ración del pluralismo y la diversidad, y, por otro, las relaciones de convivencia,
de comunicación y de diálogo. Los contenidos que se pueden desarrollar en la
programación son:
- Fomentar la actitud crítica ante las necesidades del consumo generadas por
la publicidad de diferentes medios.
- Ser críticos ante la utilización de formas y contenidos en imágenes que denotan
discriminación sexual, social o racial.
• Educación para la paz y la cooperación internacional: pretende que los estudian-
tes comprendan que la paz no sólo es ausencia de guerra, sino que consiste en
mantener una actitud personal que rechace la violencia y de justicia social. Los
contenidos que se pueden desarrollar en la programación se puede concretar en:
- Analizar y criticar imágenes para detectar contenidos violentos y militaristas.
- Aprender a trabajar en equipo, adquiriendo capacidad de crítica y respeto ante
las diferencias de opinión.
- Valorar la actitud conciliadora, tolerante y solidaria ante las diferentes destre-
zas y habilidades entre los compañeros.
• Educación para la igualdad entre los sexos: desde la comunidad educativa se in-
tenta identificar situaciones que puedan producir desigualdades y actuar conse-
cuentemente, estableciendo como principio educativo la formación en la igual-
dad entre los sexos y el rechazo de toda forma de discriminación. Los contenidos
se puede concretar en:
- Desarrollar la sensibilidad y la actitud crítica ante el contenido ideológico de
obras artísticas y ante planteamientos de determinados temas y expresiones
que suponen una discriminación social, racial, sexual, etc.
- Rechazar y tener una actitud crítica ante los mensajes publicitarios que denotan
una discriminación social, racial, sexual, etc.
• Educación ambiental: pretende que los estudiantes se sensibilicen ante los pro-
blemas ambientales y participen en la protección, conservación y mejora de
medio ambiente. Los contenidos que se pueden desarrollar en la programación
se puede concretar en:
- Analizar el entorno para favorecer el respeto al medio ambiente.
- Respetar el medio ambiente mediante la buena utilización de los materiales y
sus posibilidades de reutilización.
- Mejorar las posibilidades de comunicación del ser humano con la naturaleza
mediante el lenguaje plástico.
9. Atención a la diversidad: actividades de refuerzo y ampliación:
• Atención a la diversidad con adaptación curricular no significativa.
• Atención a la diversidad con adaptación curricular significativa.
• Atención a la diversidad del alumnado incorporado tardíamente al sistema edu-
cativo.
10. Evaluación: la evaluación como proceso integral:
• Evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado.
• Evaluación de la práctica docente.
11. Criterios de calificación y ponderación: criterios para la valoración:
• Criterios de ponderación en la evaluación ordinaria.
• Criterios de ponderación en la recuperación de la evaluación ordinaria.
• Criterios de ponderación en la evaluación global de junio.
• Criterios de ponderación en la evaluación extraordinaria de septiembre:
• Criterios de ponderación en la evaluación extraordinaria por pérdida de derecho
a evaluación continua.
• Criterios de ponderación en la evaluación extraordinaria de materia pendiente.
12. Actividades de recuperación: plan de trabajo y recuperación de las materias pendientes.
13. Selección de materiales y otros recursos didácticos.
14. Actividades complementarias y extraescolares.
En las enseñanzas artísticas, los procedimientos tienen una relevancia especial. Además de
los procedimientos específicos referentes al desarrollo de habilidades como el dominio de las
técnicas instrumentales, son relevantes también los procedimientos relacionados con la ob-
servación, el análisis, la representación gráfico-plástica, etc.
6. Secuencia de actividades de aprendizaje: hay que indicar, para cada sesión, los di-
ferentes tipos de actividades de aprendizaje (didácticas o expresivas, nuevas, de re-
paso, profundización, ampliación, evaluación, recuperación, competencias básicas,
atención a la diversidad, etc.) que se haya previsto realizar en cada sesión, e indi-
car, asimismo, los materiales que son necesarios.
7. Evaluación: en este apartado deben aparecer los criterios y los procedimientos
que se van a utilizar para evaluar el aprendizaje de los alumnos y las alumnas. Es
necesario reflejar los instrumentos de evaluación, calificación y ponderación, así
como los diferentes métodos que van a permitir valorar la eficacia de la práctica
docente.
8. Adaptaciones curriculares (véase el Anexo III, «Ejemplo de adaptación curricular
significativa individualizada», y el Anexo IV, «Documento individual de adapta-
ción curricular», ambas utilizadas en el Instituto de Educación Secundaria Grande
Covián, de Arganda del Rey, en Madrid):
• Cuando las adaptaciones curriculares son no significativas, es decir, cuando el
alumnado tiene capacidad suficiente para adquirir las enseñanzas mínimas mar-
cadas en los reales decretos, se partirá de los conocimientos, capacidades y ac-
titudes individuales que posee para establecer, a partir de estos conocimientos,
una adaptación de la programación de aula realizada que pueda llevarse a cabo
de manera paralela al conjunto de la clase.
• Cuando las adaptaciones curriculares son significativas, es decir, cuando el
alumno o la alumna tiene un desfase curricular de dos años o más, se debe tener
en cuenta la valoración realizada por el departamento de orientación del centro
o del organismo competente, y efectuar un análisis de las competencias y nece-
sidades educativas específicas que presenta. Con esta información se efectuarán
las adaptaciones en los objetivos, contenidos y criterios de evaluación corres-
pondientes que permitan su integración total en el proceso educativo, realizan-
do actividades lo más similares posible a las de sus compañeros.
ACTIVIDADES
1. En una programación de aula para 3.º de ESO de Educación plástica y visual, en su unidad di-
dáctica 5, titulada «El color», se pretenden alcanzar los objetivos que aparecen en el cuadro 5.
Te proponemos que busques los procedimientos, capacidades y destrezas que consideres
necesarios para poder alcanzarlos. Puedes utilizar como guía el Anexo V.
«EL COLOR»
1. Entender la física y la química del color para comprender su naturaleza óptica.
2. Conocer y utilizar mezclas aditivas para analizar los efectos de la luz sobre diferentes objetos y espacios.
3. Diferenciar y utilizar las mezclas sustractivas para analizar y crear formas e imágenes.
4. Conocer los atributos del color para manipular las mezclas cromáticas y realizar imágenes que transmitan
diferentes sensaciones.
Procedimientos Capacidades Destrezas
2. Para redactar los criterios específicos de evaluación en una unidad didáctica, debes tener en
cuenta sus objetivos y contenidos. Te proponemos que indiques en un cuadro, como el que
te presentamos en el cuadro 6, el tipo de aprendizaje y los verbos que se pueden aplicar en la
redacción de cuatro criterios específicos de evaluación en una unidad didáctica para el estudio
de la luz y del volumen en la materia de Educación plástica y visual en un grupo de 1.º de ESO.
Para realizar la redacción de los criterios de evaluación puedes consultar la tabla de verbos
que aparece en el cuadro 4 (véase p. 114).
3. Realiza una adaptación curricular significativa de una unidad de 1.º de Educación plástica y
visual para un alumno con necesidades educativas especiales, sabiendo que tiene un nivel
curricular de 4.º de educación primaria:
• Elige uno de los siguientes bloques de contenidos: lenguajes visuales, elementos visuales,
color, espacio y volumen, trazados geométricos elementales o formas poligonales.
• Puedes utilizar el cuadro 7 (en página siguiente) como guía.
SEGUIMIENTO
Bloque de contenido Competencia curricular alcanzada (con y sin ayuda)
2.ª fase
2.ª fase
matemáticas; en el conocimiento y la interacción con el mundo
físico; en el tratamiento de la información y competencia digital,
social y ciudadana; cultural y artística; para aprender a aprender;
autonomía e iniciativa personal.
2.ª fase
5. Contenidos de aprendizaje (véase Anexo V): conceptos, proce-
dimientos (habilidades y destrezas), actitudes y valores.
6. Metodología didáctica: estrategias metodológicas y organiza-
ción de los espacios, tiempos y agrupaciones.
7. Sugerencias de trabajo y actividades: detectar conocimientos
previos; potenciar la percepción, el análisis y la investigación;
analizar y reflexionar sobre los conceptos; desarrollar habilidades
3.ª fase
3.ª fase
* 1ª Fase: programación e hipótesis de trabajo. Programación Didáctica del Departamento; 2ª Fase: experimentación.
Programación Aula. Programación de la actividad del profesorado; 3ª Fase: análisis de los datos de la evaluación y
conclusiones.
** Las competencias básicas se aplican solo en la ESO, excepto en la Comunidad Autónoma de Canarias, que se apli-
can también en bachillerato (AA.VV., 1994).
Unidad didáctica 1
Unidad didáctica 2
Unidad didáctica 3
Unidad didáctica 4
Unidad didáctica 5
• Competencias básicas. sales.
• Criterios de evaluación. • Atención a la diversidad.
…
• Procedimientos de evaluación.
• Criterios de calificación.
• Actividades extraescolares.
2.º • Objetivos.
• Contenidos.
Unidad didáctica 1
Unidad didáctica 2
Unidad didáctica 3
Unidad didáctica 4
Unidad didáctica 5
• Competencias básicas.
• Criterios de evaluación.
…
3.º • Objetivos.
• Contenidos.
Unidad didáctica 1
Unidad didáctica 2
Unidad didáctica 3
Unidad didáctica 4
Unidad didáctica 5
• Competencias básicas.
• Criterios de evaluación.
…
4.º • Objetivos.
• Contenidos.
Unidad didáctica 1
Unidad didáctica 2
Unidad didáctica 3
Unidad didáctica 4
Unidad didáctica 5
• Competencias básicas.
• Criterios de evaluación.
…
Fuente: Adaptado del Ministerio de Educación y Ciencia (1996) según Sosa (2008).
SEGUIMIENTO
Bloque de contenido Competencia curricular alcanzada (con y sin ayuda)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Boletín Oficial del Estado (04/05/2006),
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pdfs/A17158-17207.pdf>.
Real Decreto 1631/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas
mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria. Boletín Oficial del
Estado (05/01/2007), 5, 677-773. También disponible en línea en: <www.boe.es/boe/
dias/2007/01/05/pdfs/A00677-00773.pdf>.
Real Decreto 1467/2007, de 2 de noviembre, por el que se establece la estructura del bachi-
llerato y se fijan sus enseñanzas mínimas. Boletín Oficial del Estado (06/11/2007), 266,
45.381-45.477. También disponible en línea en: <www.boe.es/boe/dias/2007/11/06/
pdfs/A45381-45477.pdf>.
CONTENIDO DE CAPÍTULO
• Antecedentes
• Legislación pertinente
• Inclusión de las competencias en una programación didáctica
• Modelo ejemplar de recurso para la evaluación interdepartamental
• Descriptores para la detección de las competencias básicas
Fernando Barredo
Universidad Complutense de Madrid
En rigurosa aplicación curricular de las competencias básicas, con todas sus consecuencias, el
alumnado debería alcanzar los objetivos educativos desarrollando al tiempo dichas competen-
cias mediante procesos de aprendizaje que le ofrecieran los distintos ámbitos y materias. Así, en
Educación plástica y visual (EPV), al igual que en las demás asignaturas, los bloques de conte-
nidos tendrían que guardar clara correspondencia con las competencias básicas que se van a
desarrollar; deberían ser medios para la consecución de los objetivos educativos y no fines cuya
conquista avalase, sin más, el logro de dichos objetivos. De esta manera, habría que ceñir el
aprendizaje de los contenidos, por parte del alumnado, más al factor cualitativo que al cuantita-
tivo, y no dar por positiva la evaluación de un proceso formativo sin que al alumno o la alumna
que lo llevara a cabo se le «diagnosticara» suficiencia en el desarrollo de las competencias bási-
cas consignadas, con el mismo nivel de exigencia que para aplicar una calificación positiva se da
por necesaria la valoración de «suficiente» en contenidos mínimos de la materia. En la práctica,
los objetivos de la materia de EPV, como los del resto, se valoran mediante indicadores eficaces,
criterios de evaluación por los que la consideración final de cada alumno o alumna constituya
una visión integral de su proceso educativo, y sirva para determinar en qué grado podrá integrarse
en la vida adulta y en el mundo del trabajo que le aguardan.
Antecedentes
Desde que se enunciaran en Europa los cuatro pilares de la educación en el Informe DELORS
en 1996, hasta llegar a la elaboración del Marco Europeo de Competencias en septiembre
de 2006, fueron pasos importantes y muy debatidos durante los diez años transcurridos, los
que propiciaron la introducción de las mismas en los diferentes currículos regionales, que
hicieron a su vez aportaciones propias:
• El Consejo de Lisboa, en el que en 2000 se inició el proceso de elaboración de dicho
marco europeo común de competencias clave.
• El Informe DeSeCo, que realizó la OCDE en 2002 y sirvió de base para las pruebas PISA.
• La definición en 2005 de cuáles son las competencias clave para la educación en la
Comunidad Europea.
• La recomendación del Parlamento Europeo en 2006 a los estados miembros para la incor-
poración en sus respectivos currículos de las competencias claves.
• Ya en el caso español, la incorporación en 2006 de las competencias básicas en los
decretos de mínimos.
Comunidades como la del País Vasco sumaron hasta seis competencias generales más, u
otras como la de Castilla-La Mancha concentraron su atención en plasmar una sola por la
que apostar fuerte, siendo en este caso y con carácter innovador en el territorio nacional,
la competencia emocional, que tanto implica al área artística y, concretamente, a la materia
de EPV. Pero al margen de estas diversidad, propia de un estado de derecho articulado por
La evaluación, por el factor competencial, obliga, por otra parte, a revisiones pedagógicas de fondo.
Dos alumnos pueden tener, por ejemplo, calificación negativa en conocimientos, de manera
que el primero la tuviera igualmente negativa en actitud, mientras el segundo tuviese una
elevada calificación en ella. Es obvio que la eficacia no sólo depende del esfuerzo, sino
también de las capacidades y las circunstancias, y que los alumnos y las alumnas que nece-
sitan adaptaciones curriculares por diferentes problemas, que pasan por momentos familiares
complicados que merman su concentración, etc., pese a una buena actitud, pueden obtener
malos resultados académicos en la sempiterna evaluación por contenidos. Es más, los pro-
fesores constatan con tristeza que a veces alumnos que se «saben» la materia no rinden en
pruebas de evaluación. ¿Qué tendrían que calificarles sobre la base de las competencias: el
nivel real que saben que tiene o el meramente demostrado en el examen? ¿Admite Europa
y, por ende, España, que la evaluación por competencias de un alumno o alumna pudiera
resultar positiva, mientras que la convencional sobre la base de la consecución de objetivos
fuera negativa? Si no es así, ¿para qué la inclusión de competencias básicas? Se podrían va-
lorar entonces de oficio mediante la asignación automatizada de comentarios estereotipados
sobre el logro o no de objetivos, desde el factor actitudinal, a tenor del conocimiento.
La administración educativa tendrá que hacer frente a una importante cuestión: desde las
actuales directrices europeas que apuestan por el modelo de competencias para la orienta-
ción y valoración de la enseñanza, la fijación de contenidos mínimos de una materia debiera
establecerse atendiendo tanto a las competencias como a los objetivos generales y, ante la
duda, anteponiendo las primeras a los segundos.
Son ya muchos los casos detectados de establecimiento de evaluación por competencias, en los
que los departamentos didácticos de centros de las comunidades de Andalucía, de Valencia, de
Asturias, de Cantabria, de Galicia…, suscriben, o no, su intervención en las diferentes formuladas, y
rellenan un pliego común de algo parecido a una hoja o boletín de calificaciones. Al menos sirven
para demostrar que, entre otras cosas, una evaluación coherente desde parámetros competenciales
obliga a la actuación interdepartamental, y aconsejaría incluso la derogación de los departamentos
como unidades de evaluación especializada aun cuando pervivieran como unidades de impar-
tición de materias agrupadas por ámbitos, cada vez menos específicas y más interconectadas, en
las que el factor transversal tendría más peso que el propio de cada departamento.
Legislación pertinente
Y dado que, previamente a la incidencia en lo lingüístico, el Ministerio indica que toda forma
de comunicación posee procedimientos autóctonos, por lo que a su vez EPV permite usarlos
para «expresar ideas, sentimientos y emociones», traemos aquí a colación, aunque fuera de
Conviene meditar sobre esta visión integral del ámbito competencial, pues si se entiende que
una competencia básica es esencial para dar por buena una etapa educativa, todo cuanto
pueda propiciar su adquisición en el ámbito educativo ha de considerarse.
Esta materia contribuye a la adquisición de la competencia en el tratamiento de la información y
de la competencia digital, ya que el universo audiovisual y multimedia, así como el mundo de la
imagen y los recursos tecnológicos suponen actualmente unas herramientas fundamentales para
la producción de creaciones visuales; a la adquisición de la competencia social y ciudadana al
introducir valores de sostenibilidad, de respeto y conservación del patrimonio cultural, de acer-
camiento y relación con otras personas y culturas; a la competencia en habilidades lingüísticas
al reforzar la comunicación con nuevas vías comprensivas y expresivas.
Desarrolla asímismo la autonomía e iniciativa personal a través de las habilidades de expresión, tanto
individual como colectiva, para su uso en el tiempo de ocio; la competencia de aprender a aprender
utilizando nuevos recursos y, por último, permite desarrollar la competencia emocional.
Recordemos que esta última sólo se formula institucionalmente en Castilla-La Mancha, pero
que cualquier profesor o profesora la puede trabajar por su cuenta.
1. www.educa.jccm.es/educa-jccm/cm
Programación
Evaluación inicial
s
So
ta
es
nd
cu
Competencias
eo
En
s
básicas
Contenidos mínimos
Innovaciones
Adecuación
Estadísticas
Inserción
Objetivos
generales
de etapa
Un
o
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Docencia
ad
de
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di
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Aprendizaje
dá
jet
ct
Ob
ica
s
Evaluación formativa
adaptaciones curriculares
atención a la diversidad
s
In
ia
fo
or
temas transversales
rm
em
es
Evaluación sumativa
Si con los equipos actuales de redes domésticas, cada profesor cumplimentara sus casillas
desde el ordenador del departamento o bien el suyo personal, la evaluación por compe-
tencias básicas se resolvería tan fácilmente, que casi pone en tela de juicio un método tan
palmario. Recordamos que, en cualquier caso, serían los distintos departamentos de cada
centro los que decidieran su intervención o no en la consecución de las competencias no
asignadas de oficio por el Ministerio, teniendo en cuenta cada programación departamental
y el proyecto educativo general del centro, en el que habrían de reflejarse las incidencias de
todos y cada uno de ellos, de manera que el desarrollo de todas las competencias asumidas
quedase garantizado en el plan académico de cada instituto. Este planteamiento facilita, en
gran medida, el trabajo de cualquier junta de evaluación, especialmente en aquellas en las
que, al final de la ESO, ha de dirimirse si el alumnado ha desarrollado las competencias, tal
y como reza el Real Decreto 1631/2006 de 29 de diciembre por el que se establecen ense-
ñanzas mínimas correspondientes a la ESO, cuando indica que:
(…) la incorporación de competencias básicas al currículo permite poner el acento en aquellos
aprendizajes que se consideran imprescindibles, desde un planteamiento integrador y orientado a la
aplicación de los saberes adquiridos.
Precisamente el carácter básico de estas competencias viene marcado por ser las que:
(…) debe haber desarrollado un joven o una joven al finalizar la enseñanza obligatoria para poder
lograr su realización personal, ejercer la ciudadanía activa, incorporarse a la vida adulta de manera
satisfactoria y ser capaz de desarrollar un aprendizaje permanente a lo largo de la vida.
Es nuestro propósito ayudar a quienes, como profesores de EPV, tendrán que afrontar la práctica
docente según el modelo de competencias básicas y, al tiempo, cumplir desde sus programacio-
nes la legislación.
Interpretación de datos: ponemos un aspa (X) en las habilidades NO alcanzadas. Si la casilla aparece en blanco
es porque el alumno ha adquirido esa destreza o porque no es trabajada en el área. Si aparece (•) indica que está en
proceso de adquisición. Al final, cada área dictamina un nivel de competencia en cuatro grados:
Áreas:
LCL: Lengua; ING: Inglés; FRA: Francés; TEC: Tecnología; NAT: Ciencias naturales; MAT: Matemáticas; SOC: Ciencias
sociales; MUS: Música; EF: Educación física; EPV: Educación plástica y visual; REL: Religión; EC: Educación para la
ciudadanía; ET: Vida ética y moral; INF: Informática.
COMPRENSIÓN ESCRITA
No extrae datos de textos conti-
nuos y discontinuos ni los inter-
preta correctamente.
No reconoce las ideas principal ni
secundaria.
No sabe valorar el significado ni la
finalidad comunicativa del texto.
Lee con vacilaciones y errores y con
un ritmo y entonación inadecuados.
No lee/comprende las lecturas ni
las actividades de comprensión
lectora.
EXPRESIÓN ESCRITA
No planifica sus textos con un
orden lógico y cohesionado.
No expone ni ofrece argumentos
de forma adecuada.
No emplea un vocabulario preciso
y adecuado.
No cuida la presentación de sus es-
critos: limpieza, letra, márgenes, etc.
No realiza los trabajos de investiga-
ción.
No escribe con corrección ortográfica:
puntuación, acentuación y grafías.
NIVEL DE COMPETENCIA
COMPETENCIA MATEMÁTICA
Comprensión y expresión matemática MAT CN TEC FQ BG INF
No comprende el significado de la información numérica y simbó-
lica que se le proporciona.
No interpreta correctamente la información proporcionada me-
diante un gráfico.
No reflexiona sobre lo que se le pregunta, distinguiendo entre
información relevante e irrelevante.
No ordena la información proporcionada utilizando procedi-
mientos matemáticos.
No se expresa, escrita ni oralmente, utilizando vocabulario y sím-
bolos matemáticos básicos.
Resolución de problemas
No se sirve de esquemas, gráficos y/o dibujos para ayudarse a
resolver problemas.
No selecciona estrategias adecuadas y los datos apropiados para
resolver un problema.
No utiliza con precisión procedimientos de cálculo, fórmulas y
algoritmos para resolver problemas.
No expresa correctamente los resultados obtenidos, ni los justi-
fica con argumentos de base matemática, ni indica las unidades
correspondientes.
NIVEL DE COMPETENCIA
Los descriptores pretenden ser apoyo para elaborar tareas o actividades para el desarrollo, la
adquisición y la evaluación de las competencias básicas. Aquí queremos aportar el análisis
de algunas de las competencias para que el propio profesor o profesora desarrolle de forma
crítica el resto considerando el trabajo más cercano a la EPV.
ACTIVIDADES
1. Revisa las relaciones que existen entre los objetivos generales de la etapa y las competencias
básicas, pues al final de la etapa, éstos serán los referentes para la decisión sobre la titulación
y cómo se relacionan con los criterios de evaluación. Para este trabajo, proponemos la reali-
zación de una ficha como la que se plantea en el cuadro 2.
COMPETENCIA DESCRIPTORES
Aprender a aprender.
Autonomía e iniciativa personal.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Normativa legal
Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo. Bole-
tín Oficial del Estado (04/10/1990), 238, 28.927-28.942. También disponible en línea en:
<www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/doc.php?id=BOE-A-1990-24172>.
Real Decreto 1631/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas
mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria. Boletín Oficial del
Estado (05/01/2007), 5, 677-773. También disponible en línea en: <www.boe.es/boe/
dias/2007/01/05/pdfs/A00677-00773.pdf>.
FUENTES Y RECURSOS
cepto de competencia y por haber categorizado tres grandes niveles de competencias clave.
[Capítulos 3 y 7.]
EFLAND, A.D. y otros (2003). La educación en el arte posmoderno. Barcelona: Paidós. Arte
y Educación.
En esta obra se ofrece un recorrido por el multiculturalismo y la teoría cultural, desde una
perspectiva de la filosofía posmoderna. También se analizan las características del currículo
posmoderno y su influencia en el campo de las humanidades, la historia del arte y los dis-
cursos educativos más actuales. [Capítulo 3.]
MORIN, E. Los siete saberes necesarios a la educación del futuro. UNESCO. Consultado
(24/04/2010) en: <www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/Articulos/Los7saberes/index.
asp>. [Capítulo 7.]
PARLAMENTO EUROPEO. Recomendación del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las
competencias clave para el aprendizaje permanente. Consultado (17/05/2010) en: <www.
educaragon.org/files/Comp_basicas_23_05_06_comision_europea_revisado.doc>. [Capí-
tulo 7.]
de forma secuencial, de manera que cada una de ellas alcanza una mayor perfección que
la precedente. [Capítulo 3.]
TORRE, S. DE LA (1995). Creatividad Aplicada. Recursos para una formación creativa. Ma-
drid: Editorial Escuela Española.
TYLER, R.W. (1949). Principios básicos del currículo. Buenos Aires: Troquel.
En este libro, Tyler ofrece procedimientos que se puedan utilizar en la formulación de res-
puestas y en la evaluación de los programas de estudio. Describe la instrucción educativa
como un medio o instrumento de funcionamiento de la educación, haciendo hincapié en el
hecho de que la planificación curricular es un proceso cíclico continuo, de replanificación
constante como un plan de estudios cada vez más eficaz. [Capítulo 6.]
STERNBERG, R.J. y LUBART, T.I. (1997). La creatividad en una cultura conformista. Un de-
safío a las masas. Barcelona: Paidós Ibérica.
Se presenta el proceso creativo, desde los primeros pasos de una idea hasta el resultado final.
Basándose en los conceptos de «creatividad» e «inteligencia», se demuestra que la persona
creativa es aquella que tiene la previsión, la determinación y, a veces, la suerte de desarrollar
con coherencia ideas que, con el tiempo, y a medida que la gente va asimilándolas, pueden
ser susceptibles de una amplia utilización. [Capítulo 3.]
VOLÚMENES CORRESPONDIENTES AL
MÓDULO GENÉRICO Y AL PRÁCTICUM
VOLÚMENES CORRESPONDIENTES
A ORIENTACIÓN EDUCATIVA
DIBUJO:
3 Vol. I