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Sentencia de Corte de Apelaciones de Antofagasta de


24 de enero 2011
Ref.: Rechaza nulidad de condena por no existir una escala gradual que
limite la facultad del sentenciador de elegir pena entre las que señala el
art. 23

Antofagasta, a veinticuatro de enero de dos mil once.

VISTOS:

Ante la Primera Sala de esta Corte de Apelaciones integrada


por la Ministra Titular Sra. Virginia Soublette Miranda, el Fiscal Judicial
Sr. Rodrigo Padilla Buzada y la Abogada Integrante Sra. Macarena Silva
Boggiano, se llevó a efecto la audiencia para conocer del recurso de
nulidad, interpuesto por la Defensora Penal Público, doña Ana Acevedo
Acevedo, en contra de la sentencia de fecha siete de diciembre del año
dos mil diez, dictada en la causa RUC 1000580096-5, RIT 337-2010,
del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Antofagasta, que condenó al
imputado CAMILO M. L. V., a la pena de cuatro (4) años de internación
provisoria en régimen cerrado con programa de reinserción social, como
autor del delito de homicidio simple, perpetrado en esta ciudad el día 27
de junio de 2010.

En estrados compareció la Defensora Penal Público doña Ana


Acevedo Acevedo, quien reiteró los planteamientos consignados en el
recurso, invocando como causal principal del recurso la del artículo 373
letra b) del Código Procesal Penal, esto es, cuando en el
pronunciamiento de la sentencia se hubiere hecho una errónea
aplicación del derecho que hubiere influido sustancialmente en lo
dispositivo del fallo; y como causal subsidiaria, la del artículo 374 letra
e) del mismo Código, esto es, cuando en la sentencia se hubiere omitido
alguno de los requisitos previstos en el artículo 342 letras c), d) o e),
solicitando, en el primer caso, se acoja dicha causal de nulidad,
anulándose la sentencia y se dicte sin nueva audiencia pero
separadamente, sentencia de reemplazo que se conformare a la ley,
declarando que se condena al acusado a tres años de libertad asistida
especial o lo que se estime pertinente; y, de acogerse la causal
subsidiaria, se anule la sentencia y el juicio oral en lo que dice relación
con los hechos que motivan el presente recurso, determinando el estado
en que hubiere de quedar el procedimiento, remitiendo los autos al
tribunal no inhabilitado que corresponda.

En representación del Ministerio Público compareció el


Abogado Asesor don Nelson Díaz Cisternas, quien solicitó el rechazo del
recurso de nulidad, por cuanto a su juicio la sentencia cumple con todos
los requisitos establecidos en la ley.

En el debate cada interviniente mantuvo su posición sin


adicionar otro fundamento de manera sustancial.

La causa quedó en estado de acuerdo.

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CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO:

PRIMERO: Que la Defensora Penal Público doña Ana Acevedo Acevedo,


interpuso recurso de nulidad, invocando como causal principal la del
artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal y como causal subsidiaria,
la del artículo 374 letra e) del mismo Código.

Manifiesta que el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal condenó


a su representado a la sanción de cuatro años de régimen cerrado con
programa de reinserción social por el delito de homicidio, sanción cuya
naturaleza discute.

Estima que se ha aplicado incorrectamente la sanción,


atendido que las penas de la Ley 20.084 presentan entre sus
características esenciales un sistema de dependencia al de adultos, pero
según lo que establece el artículo 21 de dicha ley, con la rebaja de un
grado. Por lo tanto, se sitúa en el delito de homicidio, entre tres años y
un día a cinco, con las tres alternativas, esto es, libertad asistida,
régimen semi cerrado y cerrado.

Señala que la norma del artículo 24 de la Ley 20.084 no sólo


constituye una orientación para el juez al momento de optar por una
sanción determinada o fijar una extensión, sino que también cumple una
función de garantía y control de la racionalidad de las resoluciones
judiciales, teniendo presente que la escala que establece la Ley 20.084
es gradual, donde la sanción más grave es régimen cerrado y la sanción
más leve es amonestación, por lo tanto, se puede entender que puede
hacerse un símil con la aplicación de las normas de adulto y existiendo
una circunstancia atenuante debió, a juicio de la defensa, imponerse la
sanción de libertad asistida especial y no la sanción más grave, siendo
necesario considerar que los elementos fundantes de la sentencia en
cuanto a la naturaleza de la sanción, que están recogidos en el
considerando undécimo, ya fueron considerados por el tribunal para
tener por acreditado el delito, luego esos mismos elementos son
utilizados para fundar la naturaleza de la pena, lo que a juicio de la
defensa constituye una vulneración al principio del non bis in ídem.

Menciona que, por otra parte, el criterio de la idoneidad de la


sanción, está recogido en la Ley 20.084, es de aquellos que no cabe sino
considerar en base a la orientación de fines, esto porque la propia Ley
20.084 en su artículo 20, se encarga de determinar cuáles son los fines
de las sanciones, siendo esos fines una intervención socio educativa
amplia y orientada a la plena integración social del adolescente, y, como
es sabido, las sanciones privativas de libertad, son sanciones
completamente “desocializadoras”, en nada contribuyen a la integración
social de un adolescente que a la fecha de comisión del ilícito tenía 14
años, joven que tiene referente familiar, por lo tanto a su juicio el criterio
de la idoneidad de la sanción, en este caso en particular el Tribunal de
Juicio Oral en lo Penal lo aplicó incorrectamente. Por otra parte, el
criterio del interés superior del adolescente, el tribunal lo ha aplicado en
base a un criterio paternalista, puesto que debe necesariamente ser
considerado desde la perspectiva de que el adolescente infractor
requiere de una intervención, obviamente porque ha cometido un ilícito,
pero también la Ley 20.084 en su discusión trató de hacer responsable a

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los jóvenes de 14 años por sus ilícitos, por lo tanto también debe darse
el ámbito de autonomía de los jóvenes para que cumplan sus sanciones,
no pudiendo pretenderse que todos los que cometan delitos graves
estén privados de libertad, toda vez que la ley da la posibilidad de
otorgar un grado de autonomía y de hacerse responsables de las
infracciones que cometan, pero en libertad. Refiere que el tribunal
pierde de vista que el análisis de la idoneidad de la sanción no debe
enfrentarse desde la perspectiva de los fines preventivos de la pena,
sino que de una mirada global, esto porque los jóvenes, según la
Convención de los Derechos del Niño, tienen una protección reforzada,
que está plasmada en la Ley 20.084, en particular en el artículo 26,
donde establece claramente que la privación de libertad se debe utilizar
como medida de último recurso, lo que no ocurrió en el presente caso.
En base a estos antecedentes, entendiendo que se ha hecho una
errónea aplicación de los criterios del artículo 24 de la Ley 20.084 que
hubiese implicado una correcta aplicación de estas normas, una sanción
diversa y en libertad del joven que a la comisión del ilícito tenía 14 años,
la defensa entiende que se da la causal de errónea aplicación del
derecho del artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal, por lo que
pide se acoja el recurso por esta causal, anulándose la sentencia y se
dicte sin nueva audiencia, pero separadamente, sentencia de reemplazo
que se conforme con la ley, declarando que se condena al acusado a la
sanción de tres años de libertad asistida especial o la sanción que se
estime pertinente, teniendo presente que la otra alternativa es en
régimen semi cerrado.

SEGUNDO: Que el Abogado Asesor del Ministerio Público don


Nelson Díaz Cisternas, solicitó el rechazo del recurso de nulidad,
señalando que la Ley 20.084 no sólo contempla un sistema
sancionatorio especial, sino que un sistema completo para investigar y
sancionar a los imputados adolescentes, siendo ése el elemento que
tuvo en cuenta el tribunal en el considerando undécimo a la hora de
determinar la extensión y naturaleza de la pena, teniendo en
consideración el artículo 67 inciso 2° y 3° del Código Penal, y los
artículos pertinentes de la Ley 20.084, en especial el artículo 21 a la
hora de hacer rebaja de la pena en un grado, partiendo de ahí para
aplicar como extensión la pena de cuatro años, esto para poder aplicar
el nivel más alto dentro del mínimo que establece el artículo 67 inciso
3°. Determinada la extensión se establece la naturaleza con los criterios
que la misma Ley 20.084 entrega, haciendo presente que el artículo que
establece el catálogo de sanciones, indica que de acuerdo a la extensión
que determinó el tribunal, correspondería aplicar una de las tres
sanciones que establece el artículo 23 N° 2, mencionando que este
artículo indica que el tribunal “podrá”, siendo facultativo, -no como
señala la defensa que la pena debe comenzar por la más baja-, aplicar
cualquiera de las tres, fundamentando ese “podrá” en el considerando
undécimo, al aplicar correctamente los criterios del artículo 24,
refiriendo que el tribunal no está afectando el non bis in idem, no se ha
cometido una infracción de derecho que haya influido sustancialmente
en lo dispositivo del fallo, sino que solamente está aplicando los mismos
criterios que la Ley especial 20.084 le obliga, argumentando que el
artículo 23 N° 2 no es obligatorio, en el sentido que existe una escala

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gradual, si no dice qué sanción se debe aplicar a la naturaleza de los


criterios obligatorios del artículo 24, que utilizó el tribunal en dicho
considerando, determinando la gravedad del ilícito, esto es, un
homicidio, donde se le quitó la vida a una persona, bien jurídico más
valorado en la legislación, no a un adulto sino a un joven, recordando
que en los hechos quedó claro que la víctima tenía la misma edad que el
imputado, aplicándose el segundo criterio, esto es, la calidad de autor, el
hecho está consumado, la gravedad del ilícito y el bien jurídico afectado
y, a la hora de fundamentar la letra f), elemento importante a
considerar, la idoneidad de la pena, para cumplir los fines de la Ley
20.084, no castigar al joven sino responsabilizarlo a través de un
programa de intervención de la libertad y derechos de otras personas,
señalando que el tribunal indica que a raíz del hecho cometido y varios
elementos que se tuvieron en vista en su momento, esto es, cómo se
desarrolló el mismo, el tribunal utiliza un informe que presentó la
defensa respecto al imputado, en el cual en ninguna parte explica que
hubo un motivo para actuar de manera homicida sobre la víctima. Es así
que el tribunal dice que fue un ataque certero que no tenía motivo, y los
hechos indican que al momento que la víctima se da vuelta él procede a
agredirlo con el arma blanca, dando posterior muerte al mismo, incluso
luego del ataque se fue a la disco, se ufanó de la situación, indicando
que “se piteó a este joven”, no mostrando en ningún momento
arrepentimiento a la voluntad o complejidad del hecho, ni se
responsabiliza por lo sucedido, lo que de igual manera manifestaron los
testigos que declararon en juicio.

Menciona que los elementos que tuvo el tribunal a la hora de


determinar la extensión como naturaleza de la sanción no infringe
derecho alguno, indicando que el artículo 24 y 23 N° 2 están bien
aplicados.

TERCERO: Que la Ley 20.084 que establece un sistema de


responsabilidad de los adolescentes por infracciones a la Ley Penal, en
su primer Título trata de las “consecuencias de la declaración de
responsabilidad de los adolescentes por infracción a la ley penal” y en
su artículo 20 y siguientes se refiere a la determinación de las
sanciones, es así, que el artículo 20 se titula “Finalidad de las sanciones
y otras consecuencias”, indicando a continuación que las sanciones y
consecuencias que esta ley establece tienen por objeto hacer efectiva la
responsabilidad de los adolescentes por los hechos delictivos que
cometan, de tal manera que la sanción forme parte de una intervención
socio educativa amplia y orientada a la plena integración social.

CUARTO: Que por su parte el artículo 21 refiere las reglas de


determinación de la extensión de las penas y dispone: “Para establecer
la duración de la sanción que deba imponerse con arreglo a la presente
ley, el tribunal deberá aplicar a partir de la pena inferior en un grado al
mínimo de los señalados por la ley para el ilícito correspondiente, las
reglas previstas en el Párrafo IV del Título III del Libro I del Código Penal,
con excepción de lo dispuesto en el artículo 69 de dicho Código”.

QUINTO: Que establecido lo anterior, corresponde referirse al caso de


autos. Se dictó sentencia en esta causa por el Tribunal de Juicio Oral en

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lo Penal de Antofagasta, que impuso a un menor de 14 años, Camilo M.


L. V., quien fue declarado responsable, en calidad de autor, en el
homicidio simple de Francisco Javier Morales Olivares, en grado de
consumado, hecho verificado en esta ciudad el día 27 de junio de 2010.

Es así, que la sentencia recurrida en el considerando quinto


dio por establecidos los siguientes hechos: “El día 27 de junio de 2010
aproximadamente a las 01:00 horas en el sector del Parque Japonés de
esta ciudad, en circunstancias que la víctima Francisco Javier Morales
Olivares circulaba por el lugar junto a su polola, tuvieron una
conversación con un grupo de muchachos a los que al menos ella
conocía, posteriormente y antes de separarse sin motivo ni causa
justificada, Francisco Morales fue atacado por la espalda con un arma
blanca por uno de esos jóvenes el acusado Camilo L. V. , quien lo
apuñaló, huyendo del lugar. A raíz de lo anterior, Morales Olivares
falleció, por herida corto penetrante de hemitórax izquierdo posterior
complicada”. Tales hechos constituyen el delito de homicidio simple,
previsto y sancionado en el artículo 391 N° 2 del Código Penal.

SEXTO: Que el Ministerio Público en su acusación solicitó la


imposición de una sanción de 5 años de régimen cerrado con programa
de reinserción social, reconociéndole la atenuante del artículo 11 N° 6
del Código Penal y el tribunal, como se dijo, impuso al referido menor la
pena de 4 años de internación en régimen cerrado con programa de
reinserción social.

SÉPTIMO: Que para llegar a la sanción impuesta el tribunal hizo


aplicación de lo dispuesto en el artículo 21 de la Ley 20.084, que a su
vez, hace una remisión al párrafo cuarto del Título III del Libro I del
Código Penal, con excepción de lo dispuesto en el artículo 69 de dicho
Código.

En efecto, rebajó en un grado la sanción que corresponde al


delito de homicidio simple y de esta manera, concurriendo una
circunstancia atenuante y ninguna agravante, llegó a presidio menor en
su grado máximo, aplicando, como se dijo, una sanción de cuatro años
para uno de los delitos más graves que contempla la legislación
criminal, aún cuando se trate de un menor adolescente, por haber
perpetrado un hecho que provoca una sensación de desprotección no
solamente en los deudos de la víctima fatal, sino que también en la
comunidad entera.

OCTAVO: Que de esta manera al haber aplicado el tribunal


sentenciador una pena de 4 años de internación en régimen cerrado,
con programa de reinserción social, conforme lo dispone el artículo 24
de la citada Ley 20.084, ha considerado como criterio de determinación
de la pena aquellos establecidos en la citada disposición legal.

En efecto, la sentencia en su considerando undécimo, luego


de referirse al catálogo de sanciones que indica el artículo 6° de la Ley
20.084, entre los que señala la gravedad del ilícito imputado, la calidad
de la participación que le ha correspondido al acusado y el grado de
ejecución de la infracción, la concurrencia de una atenuante, esto es, su
irreprochable conducta anterior, la edad del adolescente infractor pues

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al cometer el hecho delictivo tenía 14 años de edad, la extensión del mal


causado con la ejecución del delito, en el que al causar la muerte, su
extensión fue la mayor posible de ocasionar con un delito y la idoneidad
de la sanción para fortalecer el respeto del adolescente por los derechos
y libertades de las personas y sus necesidades de desarrollo e
integración social.

Según parecer de esta Corte, al considerar los criterios


señalados al momento de fijar la pena aplicada por el Tribunal de Juicio
Oral en lo Penal de esta ciudad, la sanción que ha decidido imponer es la
idónea para fortalecer el respeto del adolescente imputado por los
derechos y libertades de las personas, así como sus propias necesidades
de desarrollo e integración social, por lo que no parece aconsejable la
aplicación de una pena distinta, esto es, la de libertad asistida especial,
solicitada por la defensa del imputado.

NOVENO: Que así las cosas y en virtud de las consideraciones


efectuadas, aparece más condigno al hecho, aplicar al imputado Camilo
M. L. V. la primera de las penas que establece el artículo 23 N° 2 de la
Ley 20.084, como lo efectuó el tribunal recurrido.

DÉCIMO: Que el citado artículo 23 N° 2 de la Ley de Responsabilidad


Penal Adolescente, dispone que cuando la extensión de la pena va
desde los 3 hasta los 5 años de privación de libertad, queda a discreción
del tribunal decretar una de las tres sanciones que indica, para lo cual
deberá guiarse por los criterios que enuncia el artículo 24, entre los
cuales aquellos a que se refiere el recurrente, esto es: c) La
concurrencia de circunstancias atenuantes o agravantes de la
responsabilidad penal, d) Edad del infractor y f) La idoneidad de la pena
para fortalecer en él el respeto por los derechos y libertades de las
personas y sus necesidades de desarrollo e integración social.

UNDÉCIMO: Que como puede apreciarse, la ley no impone a los


juzgadores una determinada manera de llegar a un castigo específico,
sino que les otorga un margen dentro del cual deben emitir un juicio de
reproche.

De esta manera según se señalado, el hecho de aplicarse


una pena de cuatro años en régimen cerrado con programa de
reinserción social, en caso alguno puede significar un cambio en la
opción que ofrece el citado artículo 23 N° 2, toda vez que como se ha
dicho, en la determinación de la naturaleza de la pena influyen otros
criterios.

En virtud de lo señalado, el vicio que se representa no


influye por si solo en lo dispositivo del fallo, motivo por el cual la causal
de nulidad que se invoca en virtud de lo dispuesto en el artículo 373
letra b) del Código Penal, no puede prosperar.

DUODÉCIMO: Que la misma Defensa del adolescente como causal


subsidiaria invoca el artículo 374 letra e) del Código Procesal Penal, esto
es, como motivo absoluto de nulidad, con los mismos argumentos ya
expuestos en la causal anterior, señalando que ha existido una errónea
interpretación de las normas aplicadas al estimar que constituyen en

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castigo penal lo que resulta ser el límite, toda vez que debe orientarse a
los fines preventivos de la ley, por lo tanto en base a aquellos
antecedentes solicita se acoja la nulidad por la causal subsidiaria, se
anule el juicio, la sentencia que dice relación con los hechos que
motivan el presente recurso, determinando el estado en que hubiere de
quedar el procedimiento, remitiendo los antecedentes a tribunal no
inhabilitado.

DECIMOTERCERO: Que en cuanto a la citada segunda causal invocada,


el Ministerio Público sostiene que a su juicio está bien fundamentada la
aplicación de la extensión de la naturaleza de la pena, siendo bastante
extenso el considerando undécimo, que se hace cargo de cada uno de
los criterios del artículo 24, fundamentando la letra f) con un informe
que hizo llegar la defensa, por lo tanto es de parecer del Ministerio
Público que en este caso no cabe ninguna de las causales invocadas por
la defensa, ni la principal ni subsidiaria, por lo que solicita se rechace el
presente recurso de nulidad en todas sus partes.

DECIMOCUARTO: Que el recurso de nulidad deducido en forma


subsidiaria, como se dijo, se sustenta en la causal del artículo 374 letra
e) del Código Procesal Penal, esto es, por haberse omitido en la
sentencia definitiva alguno de los requisitos previstos en el artículo 342
letras c), d) o e) del Código Procesal Penal, a saber: “c) La exposición
clara, lógica y completa de cada uno de los hechos y circunstancias que
se dieren por probados…, y de la valoración de los medios de prueba
que fundamentasen dichas conclusiones de acuerdo con lo dispuesto en
el artículo 297; d) Las razones legales o doctrinales que sirvieren para
calificar jurídicamente cada uno de los hechos y sus circunstancias y
para fundar el fallo; e) La resolución que condenare o absolviere a cada
uno de los acusados por cada uno de los delitos que la acusación les
hubiere atribuido…”.

DECIMOQUINTO: Que la parte recurrente sostiene que se han


considerado erradamente los criterios de aplicación de penas para
adolescentes infractores establecidos en los artículo 21 y siguientes de
la Ley 20.084, según se establece en el considerando Undécimo que
reconoce al imputado la minorante de responsabilidad contemplada en
el artículo 11 N° 6 del Código Penal, de manera que existiendo una
atenuante y ninguna agravante debe imponerse la pena en su mínimo y
tener presente que las penas contenidas en el artículo 23 de la Ley
20.084 se refieren a una escala gradual de sanciones, citando también
el artículo 26 de la referida ley que establece que “la privación de
libertad se utilizará como medida de último recurso”.

DECIMOSEXTO: Que el recurso de nulidad está concebido para


invalidar el juicio oral y la sentencia definitiva o solamente ésta cuando
concurren las causales expresamente señaladas por la ley, respecto de
errores capaces de generar una nulidad y que influyen en la parte
dispositiva de la sentencia recurrida.

DECIMOSEPTIMO: Que examinada la sentencia recurrida, ésta


cumple suficientemente con la exigencia requerida en el artículo 342
letras c), d) y e) del Código Procesal Penal, toda vez que la misma en
forma suficiente relata los hechos del juicio, los que relaciona con la

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prueba rendida que sirvió de base a su decisión condenatoria,


conteniendo una ponderación lógica de la prueba sin contradecir las
máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente
afianzados.

DECIMOCTAVO: Que la facultad del juez de la instancia en la


formación de su propia convicción no puede quedar circunscrita a un
ámbito menor a aquél fijado en la controversia, de tal manera que el
ente acusador ha podido poner en su conocimiento una verdad
comprobable que impone a los jueces la labor ineludible de calificar si la
misma se transforma en una verdad procesalmente probada y en uso de
esa facultad de apreciación de la prueba el Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal procedió a su ponderación, fijó los hechos y los calificó
jurídicamente utilizando parámetros contemplados en el artículo 297 del
Código Procesal Penal y aplicando las normas de fijación de penas a que
se refiere la Ley 20.084.

Es así, que para llegar a la sanción impuesta por el tribunal a


quo, hizo aplicación del artículo 21 de la Ley 20.084, la que a su vez se
remite al párrafo cuarto del Título III del Libro I del Código Penal,
aplicando una pena de cuatro años de internación en Régimen Cerrado
con Programa de Reinserción Social.

DECIMONOVENO: Que de esta manera, habiendo hecho uso el


referido tribunal de sus facultades legales, esta Corte no puede
efectuarle reproche alguno de manera que tampoco corresponde acoger
el recurso por la segunda causal de nulidad invocada, esto es, el artículo
374 letra e) en relación con el artículo 342 letras c), d) y e) del Código
Procesal Penal

Por estas consideraciones y visto, además lo dispuesto en los


artículos 358, 360, 372, 373, 374, 376, 380 y 384 del Código Procesal
Penal, se declara que SE RECHAZA el recurso de nulidad
interpuesto por la Defensora Penal Público doña Ana
Acevedo Acevedo, en representación del adolescente imputado Camilo
M. L. V., en contra de la sentencia de fecha siete de diciembre del año
dos mil diez, dictada por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de
Antofagasta, la que en consecuencia no es nula.

Regístrese, comuníquese y archívese.

Rol 404-2010

Redacción de la Ministra Titular Sra. Virginia Soublette Miranda.

Pronunciada por la Primera Sala, integrada por la Ministra Titular Sra.


Virginia Soublette Miranda, el Fiscal Judicial Sr. Rodrigo Padilla Buzada y
la Abogada Integrante Sra. Macarena Silva Boggiano. Autoriza la
Secretaria Titular Sra. Claudia Campusano Reinike.

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