partida en su práctica docente (López,
Manrique y Vallés, 2011; Palacios y
López, 2013; Lorente y Kirk, 2013).
• Además, pretendemos educar en un
marco de democracia y creemos que
el proceso de evaluación compartida
responde de forma adecuada y cohe-
rente en esta dirección. Compartir la
evaluación implica un modelo más
democrático, hace que formen par-
te de ella “todos los sujetos que se
ven afectados” en la misma (Álvarez,
2005: 13) y la pone “al servicio de
los usuarios, no del pod
partida en su práctica docente (López,
Manrique y Vallés, 2011; Palacios y
López, 2013; Lorente y Kirk, 2013).
• Además, pretendemos educar en un
marco de democracia y creemos que
el proceso de evaluación compartida
responde de forma adecuada y cohe-
rente en esta dirección. Compartir la
evaluación implica un modelo más
democrático, hace que formen par-
te de ella “todos los sujetos que se
ven afectados” en la misma (Álvarez,
2005: 13) y la pone “al servicio de
los usuarios, no del pod
partida en su práctica docente (López,
Manrique y Vallés, 2011; Palacios y
López, 2013; Lorente y Kirk, 2013).
• Además, pretendemos educar en un
marco de democracia y creemos que
el proceso de evaluación compartida
responde de forma adecuada y cohe-
rente en esta dirección. Compartir la
evaluación implica un modelo más
democrático, hace que formen par-
te de ella “todos los sujetos que se
ven afectados” en la misma (Álvarez,
2005: 13) y la pone “al servicio de
los usuarios, no del pod