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FILOSOFOS PRESOCRÁTICOS

ESCUELAS ITALICAS
Pitagoras

INTRODUCCIÓN

El segundo estadio importante en la historia de la filosofía presocrática lo


constituyen dos grandes escuelas itálicas: la pitagórica y la eleática. El caracter y el
tema central de su pensamiento difiere de los milesios. Mientras que una innata
curiosidad intelectual y un descontento con las viejas tradiciones mitológicas
impulsaron a los milesios a intentar aducir una explicación racional del cosmos; el
impulso subyacente en el pitagorismo parece hacer sido religioso o emocional. Por
ello, Aristóteles en la Metafísica afirma que éstos emplean principios y elementos
más extraños que los físicos pues los tomaron de los seres no sensibles. Además en
el terreno propiamente cosmológico, los pitagóricos se interesan más por la forma o
estructura del mundo que por su principio material. Ello no quiere decir, sin
embargo, que no exista en ellos un teoría cosmogónica de la formación del cosmos.
Estamos en una época en dónde la creencia de que el ser era sensible era casi un
axioma, y, por tanto, la distinción entre lo corporeo y lo incorporeo no era aún
asumible.

PITAGORAS DE SAMOS

Mientras que en Jonia tenían lugar los desarrollos filósoficos ya descritos, en el sur
de Italia iba cobrando vigor un movimiento independiente, iniciado por Pitágoras.
Es muy poco lo que sabemos sobre su vida, aunque existen varios escritos tardíos
que no merecen creeencia alguna. Vivió sus primeros años en la isla de Samos y
Apolodoro situa su acmé en el año 532 a de Cristo que coincide con el reinado de
Polícrates (tirano). Se dice que abandonó Samos por huir de la tiranía y que se
estableció en Crotona, en el sur de Italia, donde parece que alcanzó una posición
prestigiosa, si bien los crotoniamos acabaron por rebelarse en contra suya. Se
retiró a la ciudad de Metapontio, donde murió.

A pesar de todos estos datos existe una gran oscuridad sobre la vida y la obra de
este filósofo. Platón solo lo menciona una vez en la República y Aristóteles
unicamente lo hace en dos ocasiones en la Metafísica. De todas formas a Aristóteles
( que en vez de Pizagoreios prefiere utilizar el nombre de oi italikoi ) le interesó el
pitagorismo lo suficiente como para escribir una tratado completo
(desgraciadamente perdido) sobre los mismos y cuyo título era Peri ton pitagoreion.
De todas formas es muy posible que ya en la época de Aristóteles la figura de
Pitágoras se encontrara rodeada de un gran misterio. Existen, sin embargo, una
serie de pasajes del siglo V que demuestran que Pitágoras fue, de hecho, una figura
histórica y no meramente legendaria. Esto es lo que permite a los investigadores
mostrar confianza a la hora de intentar reconstruir su sistema.

SOBRE LA PRIMITIVA COMUNIDAD PITAGÓRICA


De los testimonios existentes no se puede dudar que Pitágoras fundó en Crotona
una especie de hermandad o asociación religiosa muy posiblemente modelada
(aunque no pueda demostrarse claramente) sobre el culto órfico. De todas formas
es muy dificil saber con certeza en que consistían las actividades tal asociación
religiosa ya que debía existir una regla de secreto entre los miembros de la
comunidad que, según parece, castigaba severamente a todo aquel que divulgara
las normas y actividades de la secta. Todo esto hace imposible saber con certeza
cual era el verdadero pensamiento de Pitágoras, aunque, dada la autoridad del
maestro, tendían a atribuirle siempre a él (algo que no es cierto) todas las
invenciones y descubrimientos, sobre todo, de tipo matemático.
Todos estos hechos obligan a dividir las doctrinas pitagóricas en tres secciones:

1. Las dos primeras, abarcan el período comprendido entre la aparición de su


fundador (Pitágoras) y Parménides y comprenderían el pensamiento de
Pitágoras y de Alcmeón de Crotona. (Pitagorismo preparmenídeo) .
2. La tercera se ocupa de la generación de los Pitagóricos que florecieron bajo
la dirección de Filolao, a finales del siglo V.

EL PENSAMIENTO DE PITÁGORAS

El pensamiento de Pitágoras lo dividiremos en dos secciones:

1. Aspecto místico de su doctrina.


2. Aspecto científico de su doctrina.

El aspecto místico de la doctrina pitagórica abarca los tres niveles siguientes: 1)


Doctrina de la transmigración de las almas. 2) Parentesco de los seres vivos. 3)
Reglas de abstinencia y otras prohibiciones.

1. DOCTRINA TRANSMIGRACIÓN DE LAS ALMAS: Los textos parecen ser muy


claros. De todos modos se ha sugerido que la negativa de Heródoto, cuando
dice que hay griegos...., a mencionar nombres indicaría que no estaba
hablando de Pitágoras, sino de sus propios contemporaneos. Stein sugiere
que se estaba refiriendo a Empédocles. Sin embargo, la expresión los unos
antes y otros más tarde parece que se está refiriendo a Pitágoras y a los
órficos. Hay otras citas, además, que prueban que Pitágoras creyó en la
transmigración de las almas. Diógenes Laercio nos dice que incluso
Pitágoras pretendía recordar sus cuatro reencarnaciones anteriores.
2. PARENTESCO DE LOS SERES VIVOS: Existen citas que desmuestran que
Pitágoras creía que las almas podían reencarnarse en forma de seres vivos
que eran distintos al ser humano. Esto sugiere que creía en el parentesco de
todos los seres vivientes. En este contexto, de la lectura de las citas se
podrían deducir lo siguiente: a) El alma es inmortal. b)Se producen
sucesivas reencarnaciones, y, por tanto, ciclos periódicos de los mismos
acontecimientos. Parece que los pitagóricos creían que las almas de los
hombres se reencarnaban cada 216 años (la elección de este número se
debía a que era el cubo de 6); y que, curiosamente, los estoicos adoptarían
tal número para su teoría de la ecriprosis), c)Existe un parentesco entre
todos los seres vivos. Es posible que Pitágoras creyera que la reencarnación
podría llevarse a cabo a partir de cualquier ser vivo dado que, entre las
reglas de la hermandad, estaba prohibido comer determinadas plantas.
3. REGLAS DE ABSTINENCIA Y OTRAS PROHIBICIONES: Sobre la base de su
creencia en el parentesco de todos los seres vivos (tambien en la
transmigración de las almas y, posiblemente otros motivos que
desconocemos), algunos escritores tardíos atribuyeron a la secta de los
pitagóricos, ciertas formas de abstinencia. Aunque las reglas de abstinencia
parecen estar relacionadas con la creencia en el parentesco de todos los
seres vivos, muchas de las reglas parecen estar relacionadas con otras
cuestiones.

Trás la muerte de Pitágoras la escuela parece que se dividió en dos sectas. Una de
ellas denominaba Acusmática mantuvo el aspecto místico de las doctrinas de
Pitágoras; la otra, denominada Matemática se ciño al campo científico. Todo ello
parece demostrar que Pitágoras no se ciño exclusivamente al ámbito religioso sino
que tambien se interesó por cuestiones de caracter científico. Ello significa que,
para él, la ciencia y la religión no eran segmentos separados sino más bien dos
factores insociables de un único estilo de vida. Varios pasajes de Aristóteles
sugieren tambien la existencia de una estrecha conexión entre la matemática, la
educación y la ética. Parece que defendía la supremacía de la vida contemplativa
y, según Aecio, parece que Pitágoras habría sido el primero en usar la palabra
Kosmos para referirse al universo. Por su parte, Diógenes Laercio, dice que
Pitágoras fue el primero que utilizó el término filosofía. Tambien parece que
asociaba la katarsis con la música. De entre sus descubrimientos científicos no es
improbable que algunos sean genuinamente suyos, en especial el teorema que aún
lleva su nombre. Algunos autores sostienen tambien que fue el primero en
descubrir que la estrella de la mañana y de la tarde son una y la misma (Venus);
mientras que otros atribuyen el hallazgo a Parménides.
El problema es que, exceptuando a Aristóteles, no existen ningún testimonio
concreto respecto a la naturaleza del pensamiento científico de Pitágoras.

LOS PITAGORICOS SEGÚN ARISTÓTELES

Raras veces menciona Aristóteles por su nombre a los pitagóricos. Tampoco hace
distinciones generacionales dentro de la Escuela. A pesar del desarrollo que el
pitagorismo experimentó durante todo el siglo V y IV antes de Cristo, Aristóteles,
se contenta con compendiar los rasgos característicos del sistema en su conjunto.
Dado que Aristóteles es una autoridad incomparable, ésto ha promovido muy
diversas reacciones acerca de la interpretación que debería darse a la cosmología
de los pitagóricos (Burnet, Cornford).
La solución dada a toda esta problemática por Kirk - Raven consiste en dividir el
pitagorismo del siglo V en dos períodos principales: a) Preparmenídeo. b) Posterior
a Zenón. Lo que sucede es que, al verse uno obligado a seguir a Aristóteles, (que no
lleva a cabo ningún tipo de distinción dentro de los pitagóricos), nos vemos
obligados a agrupar todas las doctrinas en una amalgama.

EL COMPENDIO GENERAL DE ARISTOTELES

Aristóteles es el autor antiguo que nos transmite el compendio más amplio y de


mayor utilidad sobre la doctrina científica de los pitagóricos. En ese compendio,
Aristóteles, pretende resumir los principales rasgos del pitagorismo en su
conjunto, aunque como puede verse cuando habla de otros miembros de la misma
escuela, reconoce distinciones dentro de la misma. Al mismo tiempo, Aristóteles,
cuando se refiere a los pitagóricos se está refiriendo fundamentalmente a la
generación de pitagóricos que floreció a finales del siglo V y, en donde, el autor
más destacado era Filolao. De todos modos lo que realmente pretendía era resumir
el pensamiento de pitagorismo en general y, por ello, no cita directamente a este
autor al que consideraría como un representante más de la Escuela.
De la lectura del compendio se podría deducir que, según Aristóteles, las aspectos
principales de la doctrina pitagórica sobre el cosmos, era los siguientes:

1. Dualismo.
2. Los números como principio originario.
3. Las cosas se reducen a números.
4. Cosmogonía pitagórica.

Resulta evidente, según Aristóteles, que el DUALISMO formaba parte esencial de la


visión pitagórica del cosmos. La cita de Hipólito nos ayuda a entender y
fundamentar tal dualismo ya que nos habla de la visita que Pitágoras hizo a
Zaratas ( fundador del Zoroastrismo ). (Cornford, sin embargo, afirma que los
pitagóricos eran monistas).
Sin embargo, la tabla de los opuetos nos mostraría claramente ese dualismo. Esta
tabla representaría, tal como señala Cornford, diez diferentes manifestaciones de
los opuestos primarios en esferas varias; en cadaz par hay un bien y su
correspondiente mal, es decir, partiendo de los principios originarios (opuestos) de
lo Límite y de lo Ilimitado, la tabla representaría toda una serie de elementos que se
encontrarían asociados a cada uno de esos dos principios. Al final la tabla de los
opuestos quedaría del modo siguiente:

TABLA DE LOS OPUESTOS


LIMITE ILIMITADO
IMPAR PAR
UNO MULTIPLE
DERECHO IZQUIERDO
MASCULINO FEMENINO
ESTÁTICO EN MOVIMIENTO
DERECHO CURVO
LUZ OSCURIDAD
BUENO MALO
CUADRADO OBLONGO

¿Cómo llegaron los pitagóricos a establecer un principio originario de tipo


dualista?

Según Aristóteles debido al estudio de las matemáticas los pitagóricos llegarían a


pensar que el origen del cosmos tenía su base en la existencia de dos principios. Lo
que sucede es que, Aristóteles, da a entender que unicamente se dedicaban a la
matemática cuando sabemos por otros testimonios, tan fiables como el suyo, que
mostraron tambien un gran interés por la geometría. En este contexto, Diógenes
Laercio, afirma que Pitágoras había estudiado de forma especial la forma
aritmética de la geometría. Pues bien, si unimos, en las preocupaciones científicas de
los pitagóricos, la matemática y la geometría, entonces nos encontraríamos con lo
siguiente: dado que la oposición entre los números impares y los pares solamente es
aplicable al ámbito de la aritmética, pero no al de la geometría, es por lo que
acudirían a los sinónimos geométricos de lo ilimitado y de lo limitado con el objeto
de considerar a los principios de lo par y de lo impar, no solamente como números,
sino tambien como figuras en el espacio. Cuando más adelante, se diga que, para
los pitagóricos, las cosas materiales eran números deberemos tener en cuenta esta
idea y así poder entender algo que, en principio, resulta realmente incomprensible:
identificar un número con una cosa material. Nótese que de esta forma los
pitagóricos identificaban lo impar (número) con lo limitado (figura geométrica) y lo
par (número) con lo ilimitado (figura geométrica).

Los primeros pitagóricos, al no disponer de una forma simple de notación


numérica, utilizaban, como modo de exposición numérica, un sistema similar al de
nuestro dóminó o dados. Asi, por ejempo, representaban el número 10 mediante
puntos o alfas (Tretactis de la Década) dispuestos bajo la forma de un triángulo
equilatero:

Por su parte, Aristóteles (Física) nos explica como razonaban los pitagóricos la
ecuación de lo par con lo ilimitado y lo impar con lo limitado. Según él, los
Pitagóricos utilizarían la representación de los siguientes gnomones:

Es evidente que, cualquiera de las dos figuras, podría extenderse ad infinitum


mediante la adición de más gnómones. Cada adición a la figura 1, en la que los
gnómones están colocados en torno al número 1 (que tambien es un punto en el
espacio) nos va dando números impares (3, 5, 9...). Por su parte cada adición a la
figura 2, en torno al número 2 (que tambien representaría una linea en el espacio),
nos va dando números pares (4, 6, 8...). Ahora bien, es evidente que entre ambas
FIGURAS existe una diferencia clara: mientras que la figura 1 sigue teniendo
siempre la misma forma, es decir, un cuadrado, con cada adicción; la figura 2
cambia, con cada adición, la relación de su longitud con su altura, dando lugar a la
formación de una figura oblonga o rectangular. Recordar que en la tabla de los
opuestos están incluidos como opuestos el cuadrado ( situado debajo de lo impar -
ilimitado ) y lo oblongo ( situado debajo de lo par - limitado ).
Pues bien, según Aristóteles, a partir de figuras como éstas, los pitagóricos
justificarían las ecuaciones de lo impar con lo límite y de lo par con lo limitado: la
figura 1, que representa lo impar, se mantiene uniforme ( limitada ); mientras que
la figura 2, que representa lo par, varía indefinidamente ( ilimitada ).
Sabemos tambien por Simplicio que los pitagóricos utilizaban las figuras anteriores
para justificar sus ecuaciones, aunque las representaban de otra forma:

En este caso, en la segunda figura, la división en mitades se prolongaría


indefinidamente y de ahi concluían que el número par era sinónimio de la ilimitado.
Por su parte, en la primera figura la adición de la unidad impide la división en
mitades y, de ahí, la identificación de lo par con lo limitado.
Al mismo tiempo sabemos que para lo pitagóricos el número impar, y, muy
especialmente el número 3 sería aquel que tiene un principio, un medio y un fín. Por
su parte, el número par, como lo demuestra la figura 4 no tiene medio y esta
ausencia les debió hacer equivales lo par con lo ilimitado.

De todo lo anterior se deduce que, según los pitagóricos, los números tenían
magnitud o extensión espacial ya que confundían la unidad aritmética con el punto
geométrico. Por ello, Aristóteles, les critica por confundir lo abstracto con las cosas
reales. De todos modos no hay duda que los pitagóricos afirmabana que las
unidades matemáticas tenían extensión espacial y cuando estudiemos a Zenón
comprenderemos que es contra dicha suposición (confusión de puntos y números)
contra la que se dirige. Además estas unidades aritméticas - geométricas, no sólo
tenían magnitud espacial (cosas) sino que funcionaban tambien como la base de la
materia física, es decir, las consideraban como una forma primitiva de átomo. Esta
sería la significación de la cita aristotélica cuando afirma que, según los
pitagóricos, el número era el principio material de las cosas.

Según los pitagóricos, dado que los números tiene magnitud espacial, éstos son
equivalentes a las cosas, es decir, éstas se componen de un número definido de
unidades - puntos -atomos. Aristóteles protesta contra esta interpretación. De todos
modos, parece seguro que los pitagóricos pensaban así. En una de las citas se dice
claramente que los pitagóricos no distinguían, de un modo claro, entre ecuaciones
tales como hombre=25 o justicia=4. Debemos tener claro que los griegos tardaron
en ver clara la existencia de cualquier ser sin una extensión espacial. Veremos que
incluso aquellos conceptos aparentemente más abstractos (amor y odio en
Empédocles o la nous de Anaxágoras) son definidos como seres con longitud y con
anchura, es decir, como cuerpos que tienen una dimensión en el espacio. Parece
que fue Platón el primero que pensó de un modo consciente en la posibilidad de la
existencia de seres que no necesitaban ni del cuerpo ni del espacio. Lo mismo
sucede con Aristóteles.

COSMOGONÍA PITAGÓRICA
Ya hemos señalado que, para los pitagóricos, las unidades matemáticas tenían
extensión espacial y que equivalían a las cosas. Ahora toca analizar como surgió,
según ellos, la primera unidad con magnitud, es decir, el número 1 que, a su vez,
sería un punto en el espacio.
Parece ser éste uno de los rasgos más misteriosos de la cosmogonía pitagórica.
Según Aristóteles, la primera unidad parece surgir a partir, o bien de planos,
superficies, un germen u otros elementos que no saben explicar. Sabemos que las
superficies y el color tienen una función destacada en la cosmogonía pitagórica; sin
embargo, dado que éstas no aparecen generadas hasta un estado posterior
debemos centrarnos en la tercera suposición, es decir, lo gérmenes o elementos.
Sobre la base de este supuesto, parece que los Pitagóricos, para explicar la
aparición de la primera unidad, tenían una concepción biológica del cosmos al que
consideraban como un ser que vive y respira. El universo se comportaría como
cualquier ser vivo que podría desarrollarse a partir de un germen hasta alcanzar su
forma definitiva. Pues bien, esta idea encaja perfectamente con el hecho de que, en
la tabla de los opuestos, se encuentren situados bajo lo límite el principio masculino
y bajo lo ilimitado el principio femenino. Sobre esta base, parece que la concepción
pitagórica sobre el origen de la primera realidad, la cual daría lugar al surgimiento
del universo, podría haber sido la siguiente:

1. El principio masculino de lo limitado fijaría un germen en el principio


femenino de lo ilimitado. Por crecimiento progresivo, ese germen se iría
desarrollando hasta dar forma al universo visible.
2. Lograda la primera unidad (germen) con magnitud en el espacio, ésta
comenzaría a inhalar dentro de lo ilimitado circundante el tiempo, el aliento
y el vacío. Esto implica que el vacío entraría desde fuera en lo uno. ¿Qué
significado tiene la aparición del vacío? Según Ross la explicación a este
hecho debió haberla desarrollado ampliamente Aristóteles en su obra Sobre
los pitagóricos. Hoy solamente contamos una cita de la que puede deducirse
lo siguiente: la primera unidad, lo mismo que otros seres vivos, comenzaría
a crecer. Como resultado de su crecimiento se partiría en dos. Aquí es donde
parece entrar la función del vacío ya que gracias a su existencia estas dos
unidades podrían mantenerse separadas. Por lo tanto, la existencia del vacío,
como elemento delimitador, era algo esencial en la cosmogonía pitagórica
ya que permitía el proceso de crecimiento de las partes del universo.
Niéguese su existencia y su cosmogonía se viene abajo. Pues bien, veremos
que una de las deducciones del ser en Parménides es, precisamente, la
negación del vacío.
3. Gracias a la existencia del vacío, por tanto, la primera unidad puedo
partirse en dos. A partir de ahí, y, debido a la confusión que los pitagóricos
tenían entre unidad aritmética y geométrica, haría su aparición tanto el
número 2 como la linea. Con ello estaría comenzando un proceso que,
mediante progresión indefinida, acabaría por convertirse en el universo que
nosotros conocemos.
4. Este proceso indefinido conduciría, despues de la aparición de la primera
unidad, al surgimiento de la segunda, y así sucesivamente. Así, del mismo
modo que la 1ª unidad es tambien el punto, la segunda unidad representaría
al número dos y a la linea; a continuación surgiría el número 3 que
representaría al triángulo (la figura plana más simple) y el número 4 que
representaría al tetradedro (la figura más simple de los sólidos).
DISTINCIONES CUALITATIVAS

Existen algunas citas de Aristóteles en donde ataca la doctrina pitagórica con gran
fuerza. Este ataque viene dado esencialmente por lo siguiente: aceptando que las
unidades - puntos - atomos nos expliquen la existencia de los cuerpos físicos, nos
encontramos con que hay que explicar no unicamente su mera existencia sino
tambien porque unos cuerpos se diferencian de otros en su apariencia y en su
comportamiento. En este contexto, Aristóteles, se pregunta, por ejemplo, como
explicarían los pitagóricos que unos cuerpos fuesen más ligeros que otros. Es muy
posible que la contestación pitagórica sería la de que los cuerpos son más ligeros
cuando contienen una gran proporción de vacío y son pesados cuando se invierten
las proporciones. Aristóteles plantea tambien el problema de las diferencias
cualitativas (hay que tener en cuenta que en la época pitagórica aún no se había
distinguido entre cualidades y cosas). De todos modos, parece que la explicación a
este problema, por parte de los pitagóricos, podría ser la siguiente: todo cuerpo
consta de dos componentes fundamentales: lo limite y lo ilimitado; cada uno de
estos componentes tiene, como lo demuestra la tabla de los opuestos, sus
respectivas manifestaciones en diferentes esferas. Según que prevalezca el limite o
lo ilimitado en la constitución de una cosa, mostrará ésta mayores o menores
manifestaciones de uno de esos dos principios (quietud, movilidad, ligereza,
pesadez, bondad, maldad).

ASTRONOMÍA
Doctrina de la anti-tierra y la armonía de las esferas.

La tesis de la anti-tierra parece que perteneció a Filolao (Aecio). Dado que creían
que la década era perfecta afirmaban tambien que los cuerpos que se mueven en
torno de los cielos son diez. El problema era que solamente 9 eran visibles. Por esta
razón se inventaron un décimo al que denominaron como anti-tierra. Pensaban que
la tierra no estaba en el centro del universo (tal como cuenta Aristóteles en De
caelo) sino el fuego. La tierra sería una de las estrellas, la cual, al moverse
circularmente en torno al centro, daría lugar al día y a la noche.

ACERCA DEL ALMA

Las citas en donde Aristóteles nos transmite las opiniones de los pitagóricos acerca
del alma son de contenido diferente aunque no excluyentes. Es evidente que tales
citas pertenecen a épocas diferentes del pitagorismo. Asi, por ejemplo, en una de
esas citas se nos dice que el alma estaba constituida por partículas que flotaban en
el aire. Tal teoría pertenece a la generación arcaica del pitagorismo la cual creía
que las unidades tenían extensión espacial (corporalismo). Por otra parte, en otra
cita, se afirma que el alma era sinónimo de armonía. Esta teoría estaría
relacionada con la doctrina de la isonomia para la salud, introducida por Alcmeón.
Muy posiblemente no habría sido defendida en una epoca anterior a este autor.
Por último en otras citas no se ocupan de la naturaleza del alma sino de lo que
acontece. En este sentido se hace referencia a la transmigración del alma (algo que
ya defendía Pitágoras) y que debieron seguir defendiendo, durante todo el siglo V,
por lo menos los acusmáticos.
EN RESUMEN: Las diferentes teorías pitagóricas sobre el alma se podrían resumir
del modo siguiente:
1. Los primeros pitagóricos sostenían que el alma, separada del cuerpo,
revoloteaba en el aire como las partículas de un rayo de sol durante el
tiempo intermedio a sus diversas reencarnaciones.
2. Otros filósofos de la escuela pitagórica al considerar que en la teoría
anterior el alma jugaba un papel poco significativo (el aire parecía ser el
sosten del alma) decidieron considerarla como el motor de las particulas que
se mueven en el aire. Es posible que Alcmeón tomara de estos primeros
pitagóricoss la creencia de que el alma está siempre en movimiento.
3. Al mismo tiempo, la idea de la transmigración de las almas parece que
siguió estando presente en todas las generaciones pitagóricas.
4. Por último la generación pitagórica siguiente a Alcmeón, basándose en su
doctrina sobre la salud, elabora su propia doctrina de que el alma es quien
permite la existencia de armonía entre los constitutivos corporales (en el
Fedón, Sócrates, basa una de los argumentos sobre la inmortalidad del alma
en esta creencia). Esta doctrina fue la que ejerció más influjo.
Presentación

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