Você está na página 1de 15

LOS SISTEMAS ECONOMICOS

Se llama sistema económico a la forma en la que se organiza la actividad económica de una


sociedad, la producción de bienes y servicios y su distribución entre sus miembros. Cada
sistema económico se caracteriza por su ordenamiento jurídico (conjunto de normas) que
especifica el régimen de propiedad y las condiciones de contratación entre particulares. El
sistema económico sirve por tanto para determinar qué agentes y en qué condiciones podrán
adoptar decisiones económicas.

La actividad económica de una sociedad requiere una organización de las decisiones que
permita una utilización racional de los recursos, es decir, de los factores de producción (tierra,
capital, trabajo). La coordinación y coordinación evita que las decisiones individuales
provoquen desorden y caos.

Los sistemas económicos han ido cambiando a través de la evolución de la humanidad y en


una misma época pueden coexistir diversos sistemas. Para saber cómo es el sistema
económico de una sociedad o país debemos responder estas interrogantes: a) ¿qué produce?
(la estructura de producción); b) ¿cómo produce? (recursos y técnicas); c) ¿para quién
produce? (los sujetos que van a disfrutar de la producción).

a) ¿Qué producir?

Qué bienes y servicios han de producirse, y en que cantidad. Las sociedades han de decidir si
deben producir alimentos o electrodomésticos, televisores o medicamentos, fábricas o
parques, etc. La estructura de la producción de un país muestra la respuesta que da esa
sociedad a esta doble pregunta, es decir, qué bienes y en qué cantidad se producen.

b) ¿Cómo producir?

Que recursos se van a emplear en producir los bienes y servicios, con qué técnicas se van a
producir y quién los producirá. Cada una de la formas de producir exige unos conocimientos
técnicos y emplea una combinación de recursos diferentes .

c) ¿Para quién producir?

Quién va a disfrutar de los bienes y servicios producidos. En la medida en que los miembros de
la sociedad tomen parte en los procesos de producción, se les debe corresponder una parte de
lo producido, pero la sociedad debe decidir también si va a sacrificar eficiencia económica a
favor de la equidad, para retribuir a aquellos individuos que no pueden trabajar.

Según como la sociedad responda estas interrogantes tendremos diferentes sistemas


económicos. Históricamente se pueden observar varios sistemas que se fueron sucediendo.

EVOLUCIÓN DE LOS SISTEMAS ECONÓMICOS

Partiendo de la evolución del mundo occidental, y especialmente de Europa, podemos hablar


de los siguientes sistemas económicos: sistema primitivo, sistema agrícola-esclavista, sistema
feudal, sistema capitalista, sistema socialista-soviético.
Sistema primitivo: cazadores y recolectores.

Se considera que las especies humanas han existido desde hace cuatro millones de años.
Durante todo ese tiempo, y hasta hace tan sólo diez mil años, la forma de sobrevivir
dominante era la caza y la recolección. Bandas de individuos, no más de treinta, unidas por
lazos de parentesco, deambulaban, posiblemente siguiendo a los rebaños de rumiantes,
cazando y recolectando frutos, semillas y raíces.

El sistema económico de caza y recolección ha seguido vivo en algunas comunidades hasta


hace muy poco tiempo. Los pueblos indígenas de la Amazonia, utilizaron puntas de flecha de
silex sin pulimentar hasta hace algunas décadas. A lo largo de todo el siglo XX se descubrieron
poblaciones que desconocían las técnicas agrícolas básicas. Pero, ciertamente, han sido casos
excepcionales de grupos que han estado aislados geográficamente durante los últimos diez mil
años.

Es posible que desde el principio hubiera una cierta especialización laboral por sexo y por
edad, los hombres cazando, las mujeres y los niños recolectando. Puede que alguien más hábil
con sus manos, dedique más tiempo que otros a la fabricación de armas o al tratamiento de las
pieles. El que la caza y la recolección fueran las actividades económicas dominantes no quiere
decir que fueran las únicas. Se han descubierto minas excavadas con instrumentos paleolíticos.
La existencia de intercambios comerciales queda demostrada por la presencia de materiales
tales como obsidiana o conchas marinas en enterramientos a mil o dos mil kilómetros de su
origen.

Es por ello que la expresión "bandas de cazadores recolectores", aunque sea la más habitual,
no resulta muy adecuada para denominar este sistema económico. Bandas de cazadores y
recolectores pueden ser cualquier grupo de animales, por ejemplo, pájaros que recogen
semillas y cazan insectos. Los humanos hacen mucho más que los animales. Es preferible por
tanto utilizar la expresión "economía paleolítica", que hace alusión explícitamente a la
elaboración de instrumentos, un rasgo diferencial del proceso productivo humano.

Sistema agrícola-esclavista.

Hace diez mil años, recién finalizada la última glaciación, se inicia un proceso de cambios
económicos muy rápidos en comparación con lo ocurrido hasta entonces. Se inicia la
agricultura, la ganadería, la alfarería, el pulimentado de la piedra. Estos cambios se inician en
el oriente medio, en el área conocida como el Media Luna Fértil. Dos mil años después se
extiende a través de la India (Harare) por todo Asia hasta China. O quizá se produce allí un
proceso independiente, como parece indicar el cultivo de cereales completamente diferentes.

Las formas de transmisión de informaciones de una generación a otra habían permitido


acumular los conocimientos necesarios para la roturación de tierras, periodificación de la
siembra y la recolección, alimentación y cuidado de animales cautivos, tratamiento y
modelado de arcillas y otras variadísimas nuevas tecnologías. Conviene destacar la
importancia de la transmisión de informaciones como forma de desarrollo económico y social.
Esa transmisión no era sólo oral. Los instrumentos de trabajo -hachas, flechas, arpones, agujas,
rascadores- habían sido durante milenios fuentes de información del grupo social a que
pertenece su portador, o la técnica que utiliza para cazar o para cortar la piel o para hacer un
abrigo. Los artesanos estudiaban objetos diseñados por otros y aprendían a imitarlos o a
mejorarlos

La mayor productividad del trabajo y de la tierra y la estabilidad de la producción, permiten


una mejora de la alimentación y la salud por lo que la esperanza de vida se alarga. Sobreviven
más hijos, y las familias se hacen más numerosas. El grupo social tiene que hacerse sedentario
para proteger la siembra y los frutos de su esfuerzo. Se forman grupos más numerosos y
aparecen las primeras ciudades,. En esos núcleos urbanos la especialización se hace más
compleja. Las artesanías requieren un aprendizaje profesional más largo. Los intercambios de
productos dejan de ser acontecimientos extraordinarios para convertirse en rutina.

El aumento de la población y el tener que convivir muchos en un espacio reducido (ciudades)


así como la necesidad de distribuir mejor la producción y las tareas, hizo necesario el
surgimiento de las autoridades públicas. Posiblemente aparece entonces el profesional de la
administración pública revistiendo su liderazgo con ropajes religiosos o uniformes militares.
Los artesanos -alfareros, tejedores- obtienen el alimento para su subsistencia mediante
trueque con los campesinos. Los líderes de carácter religioso obtienen los medios para su
subsistencia de donativos más o menos ritualizados (las ofrendas a los dioses son unan forma
de “pagarle” a los sacerdotes); los líderes de carácter militar, mediante la recaudación
coactiva. Es un liderazgo o coacción débil que se ejerce sólo a nivel local, pero previsiblemente
surgen esporádicamente conflictos entre grupos sociales, entre los administradores y los
administrados o entre diferentes líderes. Surgen lo que hoy llamaríamos las clases sociales y
las luchas entre ellas por intereses distintos.

La formación de sociedades más pobladas, la concentración del poder e innovaciones técnicas,


entre otros cambios, dieron origen a los primeros imperios. En torno a grandes ríos -el Eufrates
y el Tigris, el Ganges, el Nilo, el Yangtsé- surgen los primeros grandes imperios. Sumer, hace
5.500 años, parece haber sido el primero. Una autoridad administrativa central legisla, imparte
justicia y ejecuta sobre un extenso territorio que agrupa a muchas ciudades.

De nuevo parecen ser las innovaciones en los métodos de transmitir y acumular información
las causas directas que permiten el cambio. Ahora es la escritura en tablillas de arcilla, en
tablas de piedra o en papiros. Los textos más antiguos que conocemos son leyes,
contabilidades y crónicas. El gran río, una vía natural de comunicación y transporte, se
convierte en el medio por el que circulan informaciones, mercancías, personas y tropas.

La coordinación de actividades en un amplio territorio en torno al río permite la preparación


de canales para riego (por ejemplo en Egipto en torno al río Nilo). Se pueden cultivas nuevas
tierras, aumentar su productividad, garantizar la estabilidad, mantener más animales. La
riqueza aumenta, aumenta la población, aumenta la especialización.

El cuidado y defensa de los canales requiere la coordinación del trabajo de decenas de miles de
personas que realizan obras en beneficio de agricultores a los que desconocen. Esa
coordinación requiere una concentración de poder desconocida hasta entonces. Por primera
vez en la historia el jefe supremo es una persona desconocida para la mayoría de sus súbditos.
Un complejo aparato de intermediarios se encarga de la ejecución de sus decisiones (la
burocracia). La especialización social se hace muy sofisticada. La sociedad se hace más
estratificada.

Los pequeños ríos europeos, encajonados entre montañas, no estimulan la creación de


grandes estados y es el Mar Mediterráneo el que cumple la función de vía de comunicación y
transporte. Usando el Mediterráneo como medio se suceden imperios comerciales, como los
fenicios, griegos, cartagineses y romanos, en los que una flota armada mantiene el control del
mar. Pero a pesar del desarrollo del comercio, la base de la economía seguía siendo la
agricultura y la mano de obra esclavos, la mayoría capturados de territorios invadidos o
personas endeudadas.

Sistema feudal.

Fue el que se desarrolló en Europa Occidental tras la caída del imperio romano (siglo V dC) y se
mantuvo hasta el siglo XIV aproximadamente. Tras la caída del imperio romano, si bien hubo
intentos de formar nuevos imperios donde se concentrara la autoridad, fueron de corta
duración.

No existía algo parecido a un rey o emperador sino que la autoridad estaba en los señores
feudales, los nobles dueños de las tierras. Cada feudo (propiedad del señor feudal) era
independiente y autónomo, producía casi todo lo que necesitaba, por lo que el comercio era
escaso.

La principal actividad económica era la agricultura que se realizaba con mano de obra servil.
Los siervos, a diferencia de los esclavos, tenían algunos derechos, pero no podían abandonar la
tierra y trasmitían su condición de siervos a sus descendientes. Los campesinos o siervos,
gozaban de una economía propia basada en el trabajo personal en donde el señor feudal les
prestaba la tierra y el tiempo de trabajo se dividía en dos: el tiempo necesario, en el que
creaba el producto necesario para su sustento y el tiempo adicional en el que se creaba un
excedente que se apropiaba el señor feudal en la forma de renta del suelo y que además se
podía pagar con trabajo, con dinero o en especie.

De tipo rural, esta economía tenía una mínima división del trabajo y escasos intercambios
comerciales. Su centro era el feudo, que correspondía a grandes y autosuficientes propiedades
de nobles o de la iglesia. Los monasterios pertenecientes a las ordenes monásticas cristianas
(como los cluniacenses), poseían tierras y siervos que las trabajaban; en ellos, como en los
feudos, se producían los alimentos (se cultivaba la tierra, se criaban animales), se molía el trigo
para hacer la harina, también se hacía el vino y el aceite, producían los muebles y las
herramientas que usaban.

Debido a la escasez y lo rudimentario de las comunicaciones, la base de la economía era la


producción y el consumo local. A si mismo existían muchos obstáculos que impedían un
desarrollo del comercio entre feudos, entre ellos podemos nombrar la anarquía monetaria,
diferentes sistemas de pesos y medidas etc.
Sistema capitalista.

Algunos economistas entienden que el sistema capitalista comenzó en la baja edad media,
hacia los siglos XIII o XIV. Otros identifican el feudalismo con la edad media y consideran que el
capitalismo es el sistema que vino después, es decir, a partir del siglo XVI, ya que el final de la
edad media suele fijarse en la caída de Constantinopla (1453) o el descubrimiento de América
(1492). Otros consideran que una característica definitoria del capitalismo es la producción
industrial en grandes cantidades, por lo que solo consideran capitalista al sistema que surgió
en Inglaterra tras el invento de la máquina de vapor y la industrialización, en el siglo XVIII.

Sea cual sea la fecha de origen, todos coinciden en que fue un proceso largo en el cual se
fueron dando las características que hoy posee ese sistema económico.

Hace mil años, en el occidente de Europa, se inicia una lentísima recuperación económica y
cultural.

Dentro del sistema feudal, y al margen de los feudos, se formaron pequeñas ciudades (burgos)
en los cuales se comenzó a desarrollar lentamente el comercio. El contacto de los europeos
con oriente a través de algunos viajes aislados y sobretodo por medio de las cruzadas
(expediciones militares contra los musulmanes) les permitieron entra en contacto con
productos que empezaron a circular por Europa Occidental. Esto incentivó el intercambio
comercial, por ejemplo creándose ferias anuales, haciendo más frecuentes los intercambios
comerciales entre las regiones, etc. El comercio dio vida a las aldeas, muchos siervos
escapaban de los feudos y buscaban refugio en ellas. A medida que hubo más población en las
ciudades fue necesario aumentar la producción artesanal: los artesanos formaron poderosos
gremios para evitar la competencia y asegurarse las ventas.

A partir de las pequeñas comunidades aldeanas aisladas de la época feudal, empiezan a


recomponerse diminutos y débiles reinos. Aquitania, Bretaña, Inglaterra, Borgoña, Sajonia,
Bohemia... no son sino sociedades de muy bajo nivel de desarrollo cultural y económico si las
comparamos con los imperios asiáticos de su tiempo. Las pésimas comunicaciones fluviales y
terrestres prolongan durante siglos el lento proceso de aglutinamiento y reconstrucción del
acervo cultural. En gran parte su desarrollo se debe a las aportaciones culturales del exterior.
Algunos libros romanos y griegos son recuperados a partir de las versiones árabes. Del lejano
imperio Chino empiezan a llegar nuevas técnicas productivas textiles y gráficas.

Una de esas técnicas importadas de China, la impresión mecánica sobre papel con tipografía
móvil (la imprenta), adaptada y popularizada por Gutemberg, tiene unas consecuencias
sociales y económicas revolucionarias. El abaratamiento de los libros por la imprenta y el papel
permite la transmisión y acumulación de conocimientos de forma masiva. Hasta entonces
tenía muy poco sentido aprender a leer y escribir cuando poseer un libro era un lujo accesible
a muy pocos. Sólo los clérigos tenían acceso a grandes bibliotecas y son contratados por los
gobiernos para actuar como secretarios, cronistas o contables. A partir de Gutemberg empieza
a ser útil al ciudadano común aprender a leer.

El que los pequeños comerciantes y artesanos tengan acceso a un medio barato de


transmisión de informaciones es un fenómeno completamente nuevo sin igual en la historia
universal. Es coherente que esa nueva posibilidad de comunicación y acumulación de
conocimientos conduzca a un sistema económico completamente nuevo y diferente de los
anteriores. Un gran número de ciudadanos particulares pueden acumular conocimientos y
aplicarlos a sus actividades empresariales. Es lo que Karl Marx llamó la burguesía, una nueva
clase social culta, no sacerdotal, no aristocrática, sino procedente de los pequeños artesanos y
comerciantes. Una clase innovadora que aplica sus conocimientos al desarrollo de nuevas
técnicas y métodos de producción.

Otro hecho importante en el origen del capitalismo es que los derechos de propiedad se
establecen de forma definitiva de tal forma que los propietarios puedan disponer de sus
recursos, principalmente la tierra, de la mejor forma. Esta transformación se inicia en
Inglaterra a comienzos del siglo XV cuando los señores feudales pasan de un sistema donde la
tierra era explotada por sus siervos sin que ellos fuesen los dueños y con pocos incentivos para
incrementar su productividad a un sistema de arriendo, donde la renta dependía de las
condiciones del mercado generadas por la competencia entre arrendatarios actuales y
potenciales por obtener dichas tierras. Dado que ahora las ganancias eran la base sobre la cual
se calculaba el pago de la renta al dueño de la tierra, tanto los arrendadores como los
arrendatarios tenían un interés en aplicar nuevas técnicas agrícolas que aumentaran la
productividad, lo cual en muchos casos generó una expansión en el area cultivada y una
reducción en la mano de obra.

Los descubrimientos geográficos de los siglos XV y XVI reforzaron las tendencias del
intercambio y fomentaron el comercio, ya que se creo un enorme circuito comercial que
abarcó a casi todo el planeta. Además el descubrimiento de América y la entrada en Europa de
enormes cantidades de metales preciosos provenientes de aquellas tierras produjeron un
trastocamiento de las relaciones feudales puesto que el orden económico resultante de estos
acontecimientos fue un sistema en el que predominaba lo comercial o mercantil, es decir, cuyo
objetivo principal consistía en intercambiar bienes. Con lo que la producción eminentemente
rural, patrimonio de los señores feudales, paso a segundo plano. Este proceso fue capitalizado
por la burguesía, la que al aumentar su poder económico y al acumular riquezas, estuvo
dispuesta a eliminar a sus principales opositores: los señores feudales y a manejar los resortes
de la economía.

Pronto se hizo necesario, para abastecer al mercado mundial, grandes cantidades de


mercancías que el sistema tradicional de producción industrial, es decir los gremios
artesanales, no podía satisfacer por sus rígidas y costosas estructuras de producción. El antiguo
sistema fue lentamente reemplazado por sistemas de producción de manufacturas artesanales
listas para entrar en el mercado mundial, aprovechando el abaratamiento del costo de la
moneda, que hacía que los costos de producción fuesen accesibles.

En el siglo XIX, como consecuencia del desarrollo de nuevos métodos de comunicación y


transporte los cambios empiezan a acelerarse aún más. La máquina de vapor se aplica a los
ferrocarriles y a los buques. Con el siguiente siglo llegan los automóviles y los aviones. Bell
pone en marcha el teléfono. Marconi, la radio. Los imperios europeos pueden recibir
informaciones y enviar tropas rápidamente a cualquier parte del mundo. El nuevo sistema
económico se expande e impone en todo el globo.

Con la expansión colonial (entre 1870 y 1914 aproximadamente) el capitalismo se extendió al


resto del mundo, pero no todos tendrán sus ventajas, porque algunos países serán los
dominantes (los que imponen el capitalismo a su manera) y otros los dominados (que tendrán
que aceptar las condiciones impuestas por los dominantes). De esa manera se hablará de
países desarrollados y países subdesarrollados, o países de centro y países de periferia.

¿Qué es el capitalismo? Generalmente, el capitalismo se considera un sistema económico en el


cual la propiedad privada desempeña un papel fundamental. Este es el primero de los
principios básicos del capitalismo. Se incluyen también dentro de éstos la libertad de empresa
y de elección, el interés propio o afán de lucro como motivación dominante, la competencia, la
libertad para fijar precios (precios fijados por el mercado) y el uso de trabajo asalariado.

Sobre la propiedad privada, el capitalismo establece que los recursos deben estar en manos de
las empresas y personas particulares, de esta forma, a los particulares se les facilita el uso,
empleo y control de los recursos que utilicen en sus labores productivas. Como consecuencia
de lo anterior, los particulares podrán utilizar los recursos como mejor les parezca y quedarse
con la ganancia que obtengan.

La libertad de empresa propone que las empresas sean libres de conseguir recursos
económicos y transformarlos en una nueva mercancía o servicio que será ofrecido en el
mercado que éstas dispongan. A su vez, son libres de escoger el negocio que deseen
desarrollar y el momento para entrar o salir de éste. La libertad de elección se aplica a las
empresas, los trabajadores y los consumidores, pues la empresa puede manejar sus recursos
como crea conveniente, los trabajadores pueden realizar un trabajo cualquiera que esté
dentro de sus capacidades y los consumidores son libres de escoger lo que desean consumir,
buscando que el producto escogido cumpla con sus necesidades y se encuentre dentro de los
límites de su ingreso (el dinero de que disponen).

Competencia se refiere a la existencia de un gran número de empresas o personas que ofrecen


y venden un producto (son oferentes) en un mercado determinado. En dicho mercado también
existe un gran número de personas o empresas, denominadas consumidores (también
llamados demandantes), las cuales, según sus preferencias y necesidades, compran o
demandan esos productos. A través de la competencia se establece una "rivalidad" entre
productores. Los productores buscan acaparar la mayor cantidad de consumidores para sí, o
sea vender a la mayor cantidad de consumidores. Para conseguir esto, utilizan estrategias de
reducción de precios, mejoramiento de la calidad, etc., siendo esta la forma en que la
competencia crea un cierto control que evita el abuso por parte de alguna de las partes. Se
cree que aquellos que no están aptos para poder competir ( o sea poner precios más bajos o
mejor calidad) desaparecen porque los consumidores eligen a aquellos que ofrecen un
productos más barato o mejor.
El capitalismo se basa en una economía en la cual el mercado predomina. En éste se llevan a
cabo las transacciones económicas entre personas, empresas y organizaciones que ofrecen
productos y las que los demandan. El mercado, por medio de las leyes de la oferta y la
demanda, regula los precios según los cuales se intercambian los bienes y servicios, permite la
asignación de recursos y garantiza la distribución de la renta (ganancia) entre los individuos.
Cuando el capitalismo surgió y durante mucho tiempo el mercado era un lugar físico en el cual
la gente se reunía para vender y comprar (la palabra mercado viene de mercancía o sea los
productos que se vendían). Actualmente “el mercado” no tiene porque ocupar un lugar
determinado, ya que se puede vender y comprar por medios como teléfono o internet.

Los que intervienen en el mercado actúan según su propio interés; por ejemplo, el capitalista,
quien posee los recursos y el capital, busca la maximización del beneficio propio (el máximo de
ganancia) por medio de la acumulación y reproducción de los recursos, del capital; los
trabajadores, quienes trabajan por la recompensa material que reciben (el salario) y, por
último, los consumidores, quienes buscan obtener la mayor satisfacción o utilidad adquiriendo
lo que quieren y necesitan al menor precio posible.

Otra de las características del capitalismo es la existencia de trabajo asalariado. Esto significa
que un sector de la población, los trabajadores, debe vender su fuerza de trabajo para vivir,
por lo tanto se han convertido en una mercadería más, porque su fuerza de trabajo se compra
y se vende en el mercado. Según los autores marxistas los que compran esa fuerza de trabajo
(capitalistas, empresarios, burguesía o como quiera llamárselos) tratan de pagar lo menos
posible, porque de esa manera aumentan sus ganancias (plus valía, le llamó Marx). Los que la
venden, los trabajadores, tratan de recibir más, para poder vivir mejor, generando un
permanente enfrentamiento (lucha de clases le llamó Marx) con los que le compran su
trabajo . Para otros autores, los liberales, el capital y el trabajo se necesitan y complementan,
porque sin trabajadores es imposible producir y los trabajadores necesitan de empresarios que
organicen la forma de producción.

Sistema socialista-soviético (economía planificada).

Entre 1917 y 1991 se puso en práctica en Rusia un sistema económico que aparentemente se
basaba en las ideas de Carlos Marx. Tras el triunfo de los bolcheviques en la revolución rusa de
octubre de 1917, Rusia se convirtió en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, una
federación de 15 repúblicas. El régimen de gobierno se definía como marxista-leninista y
aspiraba a llegar a una sociedad comunista donde desapareciera el trabajo asalariado y la
propiedad privada de los bienes de producción, o sea la desaparición del capitalismo.

Tras algunas medidas titubeantes en sus primeros años, el gobierno de la URSS, a partir de
José Stalin, impulsó la estatización de la economía. Se trata de un sistema de economía central
o planificada, donde el estado no sólo tiene la propiedad de todos los bienes de producción
sino que decide que y cuanto se produce, fija precios y salarios, controla el comercio exterior
(que se importa y exporta) e intenta la autarquía económica, o sea sólo depender de si mismo.
El Ministerio de Planificación, conocido como Gosplan, elaboraba un plan que sometía a
votación del Soviet Supremo (Poder Legislativo de la URSS). En dicho plan se establecían los
objetivos y los recursos económicos durante cinco años (planes quinquenales).

Tras la Segunda Guerra Mundial el sistema de economía planificada se extendió a los países de
Europa Oriental que quedaron en la zona de influencia soviética, a China, Corea del Norte y
Vietnam del Norte.

Mientras este sistema se aplicó se pudieron observar las siguientes características:

El estado es el propietario de todos los medios de producción, no existe iniciativa privada en al


producción.

El estado es el que asigna los recursos y fija los precios procurando la equidad social. No existe
el mercado como regulador de precios.

Centralización de la toma de decisiones, las empresas estatales no tenían posibilidad de decidir


aunque si eran consultadas. Las decisiones terminaban siendo responsabilidad de los máximos
dirigentes del gobierno.

Burocratización elevado número de funcionarios como una forma de poder llevar el control de
toda la actividad económica. El tener asegurado el empleo fue, para algunos, la causante de
ineficiencia que a la larga llevó al agotamiento de este sistema.

Cierta equidad en las remuneraciones, las diferencias saláriales eran pocas para cumplir con el
objetivo de la igualdad social. También existía una protección del trabajador y cobertura de
salud y educación.

Desequilibrio en la estructura de producción: el estado impulsaba la producción pesada pero


se descuidaba la producción para el consumo provocando escasez.

PUBLICADO POR ALBERTO FERNÁNDEZ EN 4:17 NO HAY COMENTARIOS:

ENVIAR POR CORREO ELECTRÓNICO

ESCRIBE UN BLOG

COMPARTIR CON TWITTER

COMPARTIR CON FACEBOOK

COMPARTIR EN PINTEREST

Página principal

Suscribirse a: Entradas (Atom)

SEGUIDORES
ARCHIVO DEL BLOG

▼ 2011 (1)

▼ marzo (1)

LOS SISTEMAS ECONOMICOS

DATOS PERSONALES

ALBERTO FERNÁNDEZ

VER TODO MI PERFIL

Desde el siglo XV hasta el siglo XVIII, cuando aparecieron los modernos Estados nacionales, el
capitalismo no sólo tenía una faceta comercial, sino que también dio lugar a una nueva forma de
comerciar, denominada mercantilismo. Esta línea de pensamiento económico, este nuevo capitalismo,
alcanzó su máximo desarrollo en Inglaterra y Francia.

El sistema mercantilista se basaba en la propiedad privada y en la utilización de los mercados como forma
de organizar la actividad económica. A diferencia del capitalismo de Adam Smith, el objetivo fundamental
del mercantilismo consistía en maximizar el interés del Estado soberano, y no el de los propietarios de los
recursos económicos fortaleciendo así la estructura del naciente Estado nacional. Con este fin, el
gobierno ejercía un control de la producción, del comercio y del consumo.

La principal característica del mercantilismo era la preocupación por acumular riqueza nacional,
materializándose ésta en las reservas de oro y plata que tuviera un Estado. Dado que los países no
tenían grandes reservas naturales de estos metales preciosos, la única forma de acumularlos era a través
del comercio. Esto suponía favorecer una balanza comercial positiva o, lo que es lo mismo, que las
exportaciones superaran en volumen y valor a las importaciones, ya que los pagos internacionales se
realizaban con oro y plata. Los Estados mercantilistas intentaban mantener salarios bajos para
desincentivar las importaciones, fomentar las exportaciones y aumentar la entrada de oro.
Más tarde, algunos teóricos de la economía como David Hume comprendieron que la riqueza de una
nación no se asentaba en la cantidad de metales preciosos que tuviese almacenada, sino en su
capacidad productiva. Se dieron cuenta que la entrada de oro y plata elevaría el nivel de actividad
económica, lo que permitiría a los Estados aumentar su recaudación impositiva, pero también supondría
un aumento del dinero en circulación, y por tanto mayor inflación, lo que reduciría su capacidad
exportadora y haría más baratas las importaciones por lo que, al final del proceso, saldrían metales
preciosos del país. Sin embargo, pocos gobiernos mercantilistas comprendieron la importancia de este
mecanismo.

Se denomina feudalismo a la organización social, política y económica basada en el feudo que predominó
en la Europa occidental entre los siglos IX y XV. Se trataba de propiedades de terrenos cultivados
principalmente por siervos, parte de cuya producción debía ser entregada en concepto de "censo"
(arriendo) al amo de las tierras, en la mayoría de los casos un pequeño noble (señor) nominalmente leal a
un rey.

El feudalismo se caracteriza por su situación espacial y temporal específicas, por las relaciones sociales
jerárquicas y de dependencia que generó, por el retorno a una economía agraria y por el predominio
cultural de la Iglesia católica.

Cuándo y dónde

El feudalismo o régimen feudal es el tipo de sociedad que predominó en Europa occidental en el siglo X,
se expandió durante el siglo XI y alcanzó su apogeo a finales del siglo XII y durante todo el siglo XIII. En
estos siglos el feudalismo se dio predominantemente en Francia, Alemania y buena parte de Italia.
También hubo feudalismo en Inglaterra, ciertos reinos cristianos de España y los estados latinos del
cercano Oriente. A la época de la historia de Europa donde predominó el régimen feudal se le denomina
Edad Media.

En otros lugares y épocas han existido sociedades similares al feudalismo europeo. Se ha hablado de
feudalismo en el antiguo Egipto, en las colonias españolas en América, en el imperio bizantino, en el
mundo árabe, en el imperio turco, en Rusia, en Japón, etcétera. En estos casos es preferible describir
estas civilizaciones, si acaso, como “sociedades feudales” en vez de “feudalismo” porque este término se
usa específicamente para referirnos al sistema social de Europa occidental durante la Edad Media.

Monarca, señores, vasallos y siervos


La mejor manera de entender la sociedad feudal es visualizándola como una pirámide. En la cumbre
estaban el monarca y el Papado, en seguida se ubicaban los nobles y la jerarquía eclesiástica, y los
campesinos constituían la base.

El feudalismo se caracteriza por un tipo de relación social que se conoce como vasallaje, que se dio
básicamente entre los nobles y el monarca. El vasallaje se define como un conjunto de instituciones que
crean y rigen obligaciones de obediencia y servicio —principalmente militar— por parte de un hombre libre
llamado “vasallo” hacia un hombre libre llamado “señor” y obligaciones de protección y sostenimiento por
parte del “señor” respecto del “vasallo”. La mayoría de las veces la obligación de sostenimiento del señor
implicaba que éste otorgara al vasallo la posesión de una extensión de tierra llamada “feudo”. El feudo o
propiedad territorial fue la pieza clave de los lazos de dependencia entre un señor y un vasallo.

Por ejemplo, si un noble daba un feudo (tierras) a otro noble, éste se convertía en vasallo del señor que le
otorgaba la propiedad. A su vez este señor era vasallo de otro noble (señor) que le había dado un feudo,
y de este modo se creaba una cadena de señores y vasallos que se debían lealtad y obligaciones unos a
otros. Así los nobles eran señores y simultáneamente vasallos. Nominalmente, todos los señores eran
vasallos del rey. Sin embargo, en la práctica hubo señores feudales tan poderosos como el monarca. El
monarca era un soberano feudal de sus vasallos a quienes estaba ligado por vínculos recíprocos de
fidelidad. Los recursos económicos del rey residían casi exclusivamente en sus dominios personales
como señor, y sus llamadas a sus vasallos tenían una naturaleza esencialmente militar. El monarca sólo
era señor de sus propios dominios; en el resto de su imperio era en gran medida una figura ceremonial. 

TEMA 11. EL SECTOR FINANCIERO

11.1. FUNCION Y COMPONENTES DEL SISTEMA FINANCIERO.

El sistema financiero es un elemento fundamental para el desarrollo de la economía ya


que canaliza los recursos financieros desde las unidades económicas excedentarias a las
unidades económicas deficitarias, para realizar operaciones comerciales e inversiones. A
estas unidades podemos llamarlas ahorradores e inversores respectivamente. Ambas
pueden pertenecer tanto al sector privado como al publico y se agrupan en familias
empresas financieras, privadas o publicas y administraciones publicas. Las preferencias de
unos y otros no suelen coincidir en cuanto al riesgo, rentabilidad, plazos, etc. Por ello es
necesario un mecanismo que ajuste la oferta y la demanda y este es el sistema financiero.

Este es el funcionamiento del sistema financiero.

Podemos definir el sistema financiero como el mecanismo que, respetando las condiciones
de seguridad suficientes para el ahorro (o aquel que presta sus fondos) garantiza a la
inversión los fondos necesarios para su actividad, lo que constituye el motor para la
generación de renta y riqueza.

El sistema financiero pertenece al sector terciario desde el punto de vista estático, pero
adquiere un peso especial en la economía, ya que desde el punto de vista dinámico, es el
circuito a través del cual se captan, movilizan y asignan los recursos financieros, con los
que se hace posible la producción, distribución y consumo de bienes.

FUNCIONES DEL SISTEMA FINANCIERO.

Los servicios que presta el sistema financiero son numerosos y cada vez más necesarios
para el comportamiento económico de particulares y empresas. Pero según el lugar que
este ocupa en el funcionamiento del sistema económico, vamos a destacar 3 funciones
fundamentales:

 Provisión de recursos a sectores productivos: (Proveer a los inversores, de fondos para realizar
inversiones). Es la función principal.

El sistema financiero hace posible los procesos de inversión productiva y a través de ello
condiciona el nivel de producción real y el nivel de empleo. Para ello el sistema financiero
realiza 3 subfunciones: Captación, Canalización y Asignación de los recursos financieros.
o Captación de capital. La cantidad de recursos disponibles para la inversión
depende de la capacidad del sistema financiero de captar ahorro. El ahorro depende de la
rentabilidad, liquidez y riesgo que ofrezcan los intermediarios financieros a las unidades económicas
excedentarias , por la que el sistema financiero puede influir en al nivel de ahorro. Por tanto su
funcionamiento debe ser optimo para captar el máximo ahorro potencial y convertirlo en ahorro
efectivamente disponible.
o Canalización. Para su buen funcionamiento es necesaria una estructura
suficientemente diversificada para ofrecer a los inversores un facil acceso a las fuentes de
financiacion(ofrecer diversidad de productos tanto para ahorradores, como para inversores),
buscando un coste de intermediación minimo (coste del proceso de canalización que suponen una
carga para la economia, al reducir el volumen de recursos disponibles).
o Asignación de recursos. Es necesario que el sistema financiero seleccione las
mejores oportunidades de inversión, garantizándole financiacion suficiente. Es una forma de
impulsar a las empresas, es importante que inversiones potencialmente rentables no queden
desasistidas.
o Creación de liquidez. El efectivo en circulación, billetes y monedas de uso legal
suponen un 10% de la liquidez total (no todo el dinero que poseen las personas existe físicamente).
El resto del dinero lo crean las entidades financieras con la concesión de prestamos y creditos y la
disponibilidad de fondos captados a los ahorradores.

Por tanto es necesario exigir a las entidades financieras un máximo de solvencia, esto lo controla la
autoridad monetaria.
o Soporte de la política monetaria. La política monetaria se utiliza
fundamentalmente para controlar la inflación. Para la aplicación de los instrumentos de política
monetaria, coeficiene de caja (cantidad de dinero liquidado), fluctuación de los tipos de interes (si
sube el tipo de interes, bajan los prestamos y baja la liquidez), etc, necesitan al sistema financiero.

COMPONENTES DEL SISTEMA FINANCIERO.

Son los 3 elementos que van a configurar la estructura del sistema financiero.
o Activos financieros y dinero. Los activos financieros se representan mediante
titulos, que son certificados acreditativos de la deuda contraida con el emisor y de los derechos de su
poseedor. Actualmente se realiza mediante anotaciones en cuenta. Los activos financieros sirven
para transferir fondos y riesgos. Sus características son la liquidez, rentabilidad y riesgo.

Liquidez. Es la facilidad y rapidez de conversión de activo financiero en monedas y billetes. Estos


son los activos de máxima liquidez y en contra estan los prestamos a L/P que son activos financieros
de minima liquidez.

Rentabilidad y Riesgo. Son características que estan relacionadas en los activos. A mayor riesgo el
accionista exigira una mayor rentabilidad.

El dinero. En terminos financieros, no es solo la circulación fiduciaria (monedas y billetes) son tb


otros activos de alta liquidez (depósitos en cuenta corriente).
o Mercados financieros. Es el lugar, no necesariamente fisico, y los procedimientos
a traves de los cuales se produce el intercambio de activos financieros y se determinan sus precios.

Procesos endógenos y exógenos 


Como ocurre en cualquier otra parte de la superficie terrestre, los relieves y rocas del territorio
argentino se forman a través de dos tipos de procesos: los endógenos y los exógenos. 

Los procesos endógenos son aquellos que se originan en el interior de la Tierra debido a las
altas temperaturas y presiones que allí se generan, y se pueden clasificar en dos tipos:
orogénicos y epirogénicos. 

Los procesos orogénicos ocurren cuando las fuerzas que resultan del choque de dos placas
tectónicas de la corteza terrestre provocan: 
el plegamiento y el ascenso de los materiales acumulados en el borde de las placas (se forman
entonces montañas de plegamiento), 
la fractura en bloques que se desplazan a lo largo de fallas, algunos de los cuales se elevan
(montañas de fallamiento) y otros se hunden (depresiones). Esto ocurre cuando los materiales
son rígidos. 
Los procesos epirogénicos son movimientos lentos de ascenso y descenso de las placas
continentales. Cuando se produce un movimiento epirogénico descendente, el mar avanza
sobre el continente y ocurre una intrusión o transgresión marina. Cuando el movimiento es
ascendente, el mar retrocede y se produce una regresión marina. 

Los procesos exógenos se producen por la acción de los agentes atmosféricos (como el viento,
los cambios de temperatura, la lluvia y el hielo) sobre las rocas; es decir, estos procesos
comprenden a aquellos que se originan en el exterior de la corteza terrestre. Incluyen cuatro
tipos de fenómenos: la meteorización (es decir, la descomposición y la desintegración de las
rocas), la erosión (o desgaste de los relieves), el transporte de los materiales erosionados y su
acumulación o sedimentación en otras áreas.

AGENTES EXOGENOS
DEFINICION:

Los agentes exógenos son aquellos cambios en la superficie de la tierra que se


producen por la acción de agentes atmosféricos y se originan en el exterior de la
corteza terrestre. Las formas de relieve creadas por los procesos internos (o
endógenos) son modificadas por los procesos exógenos o externos (llamados así
porque las fuerzas provienen del exterior de la corteza y actúan sobre su superficie) a
través de sus agentes. Los agentes exógenos son acompañados por los procesos
exógenos.
El agua, fluyendo continuamente por ríos y mares, o helada y consolidada en espesas
capas de hielo, produce el impacto más visible. Pero el viento puede transportar
fragmentos de rocas, a través de enormes distancias, y destruir la vegetación,
exponiendo la superficie rocosa al impacto del calor y frío extremos. El efecto de estos
se ajusta a tres procesos principales: meteorización, sedimentación y erosión.

Você também pode gostar