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La riqueza lingüística de los niños y niñas pequeños depende en buena parte de los estímulos que reciben
desde su nacimiento. Cantarles canciones, explicarles historias y leerles cuentos contribuye a que su
lenguaje mejore día a día.
Además, leer cuentos favorece la comunicación afectiva entre el niño o niña y los padres y madres, ya
que se crean momentos de gran complicidad.
Los cuentos también ayudan a los niños y niñas a superar los miedos. Con la lectura, la persona adulta
transmite una seguridad y confianza que permite "tranquilizar" los temores que aparecen en la
imaginación del niño o niña.
1.- EL CUENTO-JUGUETE
Los cuentos para bebés son de páginas gruesas y algunos tienen las cubiertas de plástico por motivos
prácticos. Algunos están hechos de tela, tienen forma de cubo, o se pueden sumergir en la bañera.
Más que cuentos, son juguetes que llaman poderosamente la atención del bebé a partir de los cinco o
seis meses de vida. El pequeño y la pequeña empezarán a tocarlos e incluso se los llevarán a la boca.
Algunos cuentos han sido diseñados para ser tocados, y presentan diferentes texturas que
sorprenderán al bebé. A partir de los dos años, los niños y niñas ya están preparados para prestar una
atención más específica a las imágenes que se les ofrecen.
Cuando leas un cuento a tu hijo o hija CANTA, SEÑALA, PREGUNTA, ... Resulta útil ir señalando
los dibujos que aparecen en el cuento. Introducir canciones o rimas en el cuento lo enriquecen,
también resulta útil acompañar la lectura con gestos expresivos.
¿Qué se puede hacer en casa para que los niños y niñas valoren leer?