ºNUEVE CENTROS, NUEVE CASOS

Esta investigación se basa en un análisis de nueve centros de enseñanza.

Respetando las competencias del claustro.

El instituto de bachillerato “Agustina de Aragón”, permanente manifestación de

baja intensidad, el conflicto más importante entre los padres y los alumnos, por un

lado, y los de los profesores por otro. Apoyándose en su mayoría en el C.E., éstos

impusieron una delegación que los otros no deseaban, lo que dio lugar a una serie

de impugnaciones ante las autoridades administrativas.

El director y los profesores ven el consejo escolar con poco entusiasmo, sobre

todo por cuanto consideran que ha arrebatado ya demasiadas competencias al

claustro. El profesorado se siente un poco disminuido en este sentido, y eso hace

que se sienta cierta desidia en participar en la marcha del centro; las atribuciones

suyas, ahora son muy escasas, se limitan únicamente a la parte docente; los padres,

piensan que una parte del profesorado no ve con muy buenos ojos su papel en el

consejo, que están llamados a perder la mayor parte de las votaciones, pero

consideran que su presencia es, útil y a veces, pueden conseguir algunas cosas.

Los alumnos consideran que están subrepresentados en el consejo, en general y

frente a los padres, que no se representan sus derechos, que no se hace caso a sus

propuestas, que se empleas un doble resero según se trate de ellos o de los

profesores y que se permitan sus actividades.

El silencio de los corderos

El centro de formación profesional “Barrioviejo”, el consejo escolar está cubierto

al completo y en las últimas elecciones hubo siempre exceso de candidatos, más del

doble en todos los casos. Los representantes de los padres en el consejo son dos

amas de casa, un militar retirado y el director de una agencia bancaria. El centro es

uno de esos casos típicos, en los que no pasa nada, es decir, nada distinto que en

cualquier otro sitio. Lo más original que se registra en las actas de sus órganos

colegiados concretamente en las del consejo, es la petición reiterada, por parte del

conserje, de una subversión para alimentar a sus perros.

El director se muestra satisfecho de la mayoría que los profesores ostentan en el

consejo, los padres se declaran moderadamente satisfechos con el consejo y los

alumnos se muestran entusiastas.

La larga sombra del claustro

El instituto de bachillerato “Luis de Góngora” de los ocho puestos que corresponden

a los profesores en el consejo, solo se han cubierto cuatro. Existe una asociación de

alumnos de reciente creación. Los representantes de los padres en el consejo son

un ingeniero, un jefe de compras, un vendedor y una mujer ama de casa. La

carencia de profesores en el consejo significa que, mientras que padres y alumnos

acumulan ocho puestos, los profesores más el equipo directivo y el representante

del personal de administración y servicios suman siete. Los padres y los alumnos

cuentan con la mayoría suficiente para sacar adelante cualquier propuesta en el

consejo. Y, sin embargo, no pasa nada.

 Este claustro es un buen ejemplo del malestar reinante entre el profesorado,

particularmente el de enseñanza secundaria, en cosas como el rechazo a la tutoría,

la indiferencia ante la reforma, la desconfianza hacia las actividades extraescolares,

la hostilidad frente a todo lo que venga de la Administración, una extremada

sensibilidad ante cualquier juicio externo, etc. Los alumnos se encuentran más

satisfechos con el consejo escolar, su satisfacción se debe especialmente alo hecho

de haber puesto en pie, tras asistir a una especie de cursillo de la comunidad

autónoma sobre participación, una asociación a la que considera una especie de

contrapeso al claustro.

La gestión aristocrática del profesorado.

El centro concentrado “Numancia”. Los representantes de los padre en el consejo

son un pequeño empresario, un subdirector de la administración, un representante

del ayuntamiento en consejos y una mujer ama de casa.

El director del centro ha sido antes, uno de los promotores de la organización de los

padres de alumnos. Por otra parte, entre los alumnos del centro. La vida del consejo

escolar parece discurrir sin demasiados problemas. Los alumnos, la dirección pone

especial interés en que se sientan a gusto en el consejo, pero eso parece difícil de

lograr.

Unos padres no quisquillosos

El colegio “el progreso” configura una especie de clima casi familiar que hace del

centro una comunidad en un sentido que no podía encontrarse en ningún otro de los

estudiados. El director exhorta mas o menos periódicamente al profesorado a

investigar, a innovar a utilizar la biblioteca de temas educativos que posee la

escuela, y un cierto halito de misión civilizadora flota por todas partes. Los
representantes del profesorado en el consejo escolar han sido reelegidos varias

veces sin discusión.

El principal problema de la supervivencia económica, como centro privado, bajo el

régimen de conciertos.

Los representantes en el consejo eran un directivo, sin mayor especificación, y tres

amas de casa.

La gallardía y generosidad del magisterio

El colegio publico “Pablo VI”. Los padres de alumnos y su asociación se distinguen

por una elevada participación electoral, se distinguen también por una organización

mas eficaz que la de la mayoría. Sus representantes en el consejo son una

profesora, un arquitecto, un periodista y dos amas de casa.

Las relaciones profesores y los padres están salpicadas de tensiones habido

pequeños enfrentamientos por las actividades extraescolares, por su horario.

La tensión subió claustro de profesores se negó, a aceptar incorporarse al plan de

integración propuesto por la administración, actitud que motivo un fuerte rechazo de

los padres y del representante municipal.

Pero probablemente ese conflicto fuera no tanto causa sui como expresión de un

viejo descontento de los padres hacia los profesores, a los cuales verían poco

dispuestos a asumir los compromisos de su profesión. El malestar de los profesores

ante los padres también estallaba a menudo por causas inmediatas no muy claras..

Los alumnos presentan menos problemas que los padres.

La dictadura de los padres

La escuela profesional “7 de Julio”

El centro tuvo un periodo de “congestión” , en el que un “claustro” paritario, formado

por todos los profesores e igual número de alumnos, era el máximo órgano del

centro.

Poco después cuando la propia dirección ayudo a algunos padres a formar una

asociación. Estos padres apoyaron sin condiciones, durante un tiempo, a la actual

dirección, incluso en su enfrentamiento con un sector del profesorado, el conflicto no

tardo en surgir, debido sobre todo a la no autorización administrativa de la

especialidad de Automoción en segundo grado, a la practica del cendro de expulsar

a los alumnos a la calle por motivos disciplinarios y a dificultades con el control sobre

los fondos conseguidos por o a través de la asociación de padres. Lo que el director

denomina la “dictadura” de los profesores o de los padres, no es tanto de los unos

sobre los otros, o viceversa, como de cualquiera de estos colectivos sobre la

propiedad, es decir, sobre la entidad titular. La negativa al control por los padres,

remitiéndolos al consejo escolar, se hace dentro de la conciencia de que en este, por

simple aritmética, no tienen nada que hacer en cuanto los profesores y la entidad

titular se alineen juntos.

Padres sin problemas e ideas juveniles

Colegio “San Nicolás”, la vida del consejo es rutinaria. La madre representante era

un completo ejemplo de ignorancia de la legalidad, del funcionamiento de los

órganos colegiados, de los derechos de los padres y de cualquier otra cosa que

tuviera que ver con su función. Perfectamente manejable en un órgano convertido en

puro tramite para satisfacer los requisitos de los conciertos económicos.

La peculiar apatía de los padres, incluida la inexistencia de la asociación, es

atribuida por la directora del centro a su fácil acceso a los profesores y a la dirección,

etc.; en suma, a la inexistencia de problemas. Los representantes de los alumnos

también aparecen fuertemente ligados a la autoridad.