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CODO DEL TENISTA


Epicondilitis

Es una inflamación y dolor localizado en la región antero-externa del


antebrazo, codo posterior y puede llegar hasta el pulgar, cuando en este caso,
el brazo se encuentra paralelo al cuerpo y el pulgar hacia fuera,
denominándose este cuadro Codo de Tenista o Epicondilitis Lateral.

El mecanismo de producción, se produce, tras reiterados movimientos de los


músculos pronadores y supinadores, que se insertan en el húmero y el dolor se
advierte en la prominencia ósea externa, llamada epicondilo. Con el codo en
extensión, la tracción de los músculos epicondileos sobre la inserción
perióstica, produce inflamación traumática, que hace que aparezca el dolor
con los movimientos, en los que actúan los músculos mencionados
anteriormente. Se puede ver, no solo en tenistas, sino también, en carpinteros
al usar el destornillador en forma continua, en jardineros etc.

Causa:
Suele producirse por:

* La fuerza que se imprime a la raqueta de tenis, al golpear la pelota en golpe


de revés.
* Cuando hay debilidad en los músculos del hombro y muñeca.
* Uso de raquetas cortas, peso, tipo de grip, encordado etc.
* Uso de pelotas pesadas o mojadas
* El uso de destornillador, en carpinteros
* Al pintar o pasar un rodillo sobre la pared, etc.

Tipo de epicondilitis:

*Origen tendinoso (más frecuente).


*Origen articular
*Origen Neural (por compresión de la rama posterior del nervio radial o de
origen cervical).

Factores predisponentes:

Mas frecuente en mayores de 30 años, que presenta acortamiento muscular,


etc.
La técnica tiene mucha importancia, ya que el golpe de revés produce esta
lesión, por eso la prevención, con ejercicios musculares, elección del tipo de
raqueta es de suma importancia.

Síntomas:
• Dolor en codo, con los movimientos, reposo o a la compresión del
epicondilo, y en algunos casos al hacer movimientos cotidianos, como dar la
mano, torcer un trapo.
• Dolor a la pronación o supinación forzada.
• Dolor en la extensión de la muñeca contra resistencia.
• Dolor que se irradia hacia antebrazo y dorso de la mano al sujetar algo.
Estudios:
• El interrogatorio es de suma importancia.¿Como aparece? ¿Desde cuanto
tiempo? etc.
• Al examen, dolor a la compresión del epicondilo con irradiación a antebrazo,
con el movimiento prono- supinación etc.
• Rx. De codo, en general normal.

Tratamiento:
Todos los meses, aparecen nuevos procedimientos, a continuación nombraré,
los que se utilizan con más frecuencia.

Depende del tipo de epicondilitis.

Si es de tipo Neural: El hielo no es útil, ya que el dolor es por compresión


nerviosa y el tratamiento indicado es Fisio-Kinesioterapia etc.

Origen articular y tendinoso, la indicación es:


• Reposo
• Hielo
• Antiinflamatorios
• Fisio-Kinesioterapia (Magneto, Laser, etc.)
• Ultrasonido Pulsado (promueve cicatriz y aumenta flujo sanguíneo).

Si el paciente no mejora, la indicación es el tratamiento quirúrgico.

Prevención:
Mantener una buena fortaleza y flexibilidad de los músculos
del antebrazo, (supinadores, pronadores, etc.).
El reposo del codo, cuando la flexión y extensión causan
dolor en el codo.
Cambiar técnica del revés.
Tipo de raqueta.
Ejercicios de reforzamiento muscular y estiramiento.
Los ejercicios de reforzamiento muscular y estiramiento de
los músculos epicondileos, como mecanismo de prevención y
fortalecimiento posterior, parece ser lo mas utilizado y con
buenos resultados.
Es importante consultar al especialista, cuando aparecen los
primeros síntomas o molestias.

Dr. Norberto Debbag


Mat.Nac. 51.320
Cardiólogo Especialista en Medicina Deportiva
Buenos Aires Club. A. Atlanta
deportdebbag@hotmail.com
drdebbag@hotmail.com

DIFUNDIR ES PREVENIRLA ACTIVIDAD FISICA ES CALIDAD DE VIDA

http://www.tenisiberoamericano.com.ar/salud/codo.htm

CODO DE TENISTA
EPICONDILITIS LATERAL Y MEDIAL

DESCRIPCIÓN
Es una lesión de los músculos y tendones en la cara lateral
externa del codo, que procede de un sobreuso o de esfuerzos
repetitivos a ese nivel. La contracción repetida de las fibras
musculares del antebrazo genera una tensión localizada en los
puntos de inserción de los tendones en el hueso del codo.

MECANISMO DE LA LESIÓN

Epicondilitis lateral.

La lesión más frecuente de extremidad superior en el tenis es


la lesión lateral de codo, resultado de un esfuerzo excesivo o
repetitivo sobre los tendones extensores del antebrazo, en
particular los del músculo extensor corto del carpo. Más
frecuente en el jugador amateur , la lesión suele ser resultado
de un revés con mala técnica (golpear la bola a contragolpe,
cargando la energía sólo en el antebrazo, en vez de en todo el
brazo desde el hombro), o de un potente saque de smatch en
el que se combinen pronación (palma hacia abajo) y flexión
rápida de la muñeca, cargando todo el esfuerzo en los
referidos tendones extensores del antebrazo.
Epicondilitis medial.

Es menos frecuente, y ocurre de forma característica con


actividad flexora y pronación simultáneas de la muñeca, como
puede ocurrir
• 1) al final de la volea, cuando el jugador
flexiona rápidamente la muñeca para llevar la raqueta
hacia delante.
• 2) en la primera fase del saque, cuando se
localiza todo el esfuerzo en los tejidos mediales del
codo.
• 3) el llamado "codo de golfista" que se da en el
codo derecho de un jugador de golf diestro cuando
lleva a cabo un swing defectuoso con el tronco rígido.
• 4) el llamado "codo de nadador", que se da por
falta de técnica en algunos estilos de natación,
especialmente espalda.

Debe tenerse en cuenta que la epicondilitis no se limita a


jugadores de tenis, golf, béisbol o nadadores, sino que se
puede dar en cualquier actividad que ponga los
compartimentos medial o lateral del codo bajo esfuerzos
repetitivos similares (martillar, uso de destornilladores, o
incluso trabajo de ordenador, etc.)

SIGNOS Y SÍNTOMAS

De forma general, en toda epicondilitis puede notarse dolor al


sujetar o agarrar objetos, falta de fuerza en el antebrazo, y
dolor a la presión en el codo, en los puntos de inserción de los
tendones. Además, existen una serie de signos específicos que
dependerán del tipo concreto de epicondilitis.

REHABILITACIÓN

La epicondilitis medial o lateral es frecuente, y suele producir


incapacidad. El tratamiento rehabilitador tiene éxito, pero
conviene esperar a que el dolor haya cedido o sea mínimo
antes de empezar la rehabilitación. En general, cuanto más
tiempo dure el dolor, más largo va a ser el período de
recuperación completa.

En general, el proceso de rehabilitación puede dividirse en 3


fases:

FASE 1. Básicamente, Disminuir la inflamación y el dolor.


consiste en reposo, frío local (hielo) y, si es necesario,
antiinflamatorios.

FASE 2. Mejorar la flexibilidad, y aumentar la fuerza.


Ejercicios suaves de contracción muscular consistentes en
flexión, extensión y rotación de muñeca. Suele seguirse la
siguiente secuencia:
• 1) Extensión de muñeca.
• 2) Flexión de muñeca.
• 3) Flexión-Extensión combinadas de muñeca.
• 4) Pronación/Supinación del antebrazo.
• 5) Extensión de los dedos.
• 6) Ejercicios de flexión de dedos con una
pelota.

FASE 3. Mejorar la fuerza muscular, mantener y mejorar la


flexibilidad, y volver gradualmente al nivel previo de actividad
deportiva. A veces, en esta fase, conviene hacer
modificaciones en el equipo.
Ej: una mala raqueta puede haber contribuído al desarrollo de
la epicondilitis.

GUIA PARA LA SELECCIÓN DE LA RAQUETA


1) Material Las de grafito, grafito combinado con titanio o
hipercarbono; se consideran las mejores en cuanto a control
de vibración y torsión.

2) Tamaño - Se prefieren las de tamaño medio (95-110


pulgadas cuadradas). Las más grandes pueden conseguir
mejores golpes, pero hacen el brazo más susceptible a
lesiones. Asimismo, el tamaño del mango tiene que ser
ajustado a la mano de uno para impedir el movimiento
excesivo de muñeca.

3) Cordaje - Nylon sintético, con recordaje al menos dos veces


al año. En cuanto a la tensión, conviene mantenerla en el
límite bajo más que en el alto, lo que disminuye la vibración
de la cuerda transmitida al brazo.

La lesión más habitual entre los tenistas se denomina en lenguaje médico


epicondilitis lateral. Se trata de un síndrome doloroso, localizado en la parte
externa del codo, y es una patología tan frecuente en el deporte de la raqueta
que, ya desde hace décadas, los traumatólogos se refieren a ella
denominándola simplemente como codo de tenista. La sintomatología es
sencilla: un proceso crónico que se expresa con dolor a lo largo de todo el
antebrazo y que en algunos casos se extiende hacia arriba, a la cara posterior
del brazo.

Los organizadores del torneo barcelonés Conde de Godó 1998, el de mayor


categoría internacional de los que se disputan en España, estuvieron toda una
semana pendientes de las noticias que llegaban de Santiago de Chile. Por fin, el
doctor Roberto Yáñez, que vigilaba la lesión de Marcelo Ríos, anunciaba de forma
oficial: "Marcelo no va a poder jugar en Barcelona. El brazo no mejora y la
decisión es definitiva". El tenista chileno, que apenas había cumplido 20 días
como número uno del ranking mundial (tras dos años de dominio absoluto del
estadounidense Sampras), vio complicada su formidable progresión por culpa de
los dolores que sufre en el codo izquierdo.
Los profesionales de la raqueta siempre están vigilantes y toman precauciones
para prevenir la aparición del codo del tenista. De hecho, recientemente, se
estaba apreciando una ligera disminución en las estadísticas de lesionados debido
a las medidas preventivas que llevan a cabo los tenistas en los entrenamientos, a
la mejora de los materiales con los que se fabrican las raquetas y, también, a las
diferentes características del tenis moderno. En los años 90, el tenis se ha
convertido en un deporte de mayor explosividad, en el que es fundamental
poseer un saque muy potente y donde la bola alcanza velocidades muy elevadas
en los partidos que se disputan sobre superficies duras.

El llamado codo de tenista consiste en el resultado crónico de microtraumas,


repetidos a lo largo de muchos años, en las estructuras músculo-tendinosas
cercanas a la parte externa de la articulación del codo, donde se encuentran
fundamentalmente los músculos extensores del antebrazo. Suele presentarse
con dolor en reposo y, a menudo, puede producirse una contractura muscular
si el tendón se estira pasivamente. Cuando esto ocurre, es necesario
facilitar la resolución del proceso tratando la fase aguda de la inflamación
mediante la aplicación de una bolsa de hielo, varias veces al día, en la zona
lesionada. Del mismo modo, es conveniente el reposo, inmovilizar la muñeca,
la mano y los dedos con un vendaje de contención, y está indicada la terapia
con fármacos antiinflamatorios.

En los casos más serios, se debe acudir a la cirugía reparadora, para eliminar el
tejido dañado y reinsertar las estructuras músculo-tendinosas. El verano pasado
se puso de moda, asimismo, a raíz de un artículo publicado en The Lancet, el
empleo de toxina botulínica en el tratamiento de esta lesión.

Un tenista debe estar siempre atento a la prevención de los problemas de codo.


Algunos signos, como el dolor en el antebrazo al dar la mano a otra persona (por
la contracción de los extensores), deben ponerle sobre aviso. La prevención de
esta patología tiene su punto más importante en las características de la raqueta
empleada y en el entrenamiento del tenista. La elección de una raqueta
adecuada, fabricada con los materiales más modernos -capaces de absorber gran
parte de las vibraciones- y con una tensión no demasiado alta en el cordaje, es
fundamental. También es imprescindible, como en cualquier deporte, la
realización de un calentamiento adecuado del brazo antes de efectuar golpes
potentes.

Por último, conviene corregir los gestos técnicos para reducir el exceso de carga
sobre el antebrazo por una mala ejecución. Los entrenadores más expertos
insisten frecuentemente en que, para prevenir el codo de tenista, debe prestarse
especial atención a la ejecución correcta del golpe de revés.

Rod Laver, el primer hombre que ganó los cuatro torneos del Grand Slam -Open
de Australia, Roland Garros, Wimbledon y Open USA-, daba mucha importancia a
la prevención de las lesiones y se hizo famoso por su impresionante antebrazo.
Precisamente, para fortalecer los músculos del antebrazo, el zurdo australiano
llevaba siempre consigo una pelota de tenis y en los ratos libres se dedicaba a
apretarla fuertemente con su mano izquierda. Su antebrazo izquierdo era casi el
doble de musculoso que el derecho.

Epicondilitis

Qué es y cómo se produce?

Epicondilitis (epicondilalgia o codo de tenis) se manifiesta por dolor


localizado en la inserción de los músculos epicondíleos, sobre todo
extensores, que aumenta con la presión local sobre el epicóndilo, por la
extensión activa de la muñeca y por su flexión pasiva. Puede ser debido
a diferentes procesos patológicos como: tendinitis, bursitis o periostitis
de diversas etiologías.

Se produce tras reiterados movimientos de pronación y supinación de la


mano con el codo en extensión, que ocurren en el curso de ciertas
actividades profesionales o laborales: jugadores de tenis (mala técnica
del golpe de revés), carpinteros (uso de destornilladores), músicos,
amas de casa, jardineros, etc. La tracción de los músculos epicondíleos
sobre su inserción perióstica produce una inflamación traumática que
hace dolorosos los movimientos de extensión y supinación del codo.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico es clínico. Los síntomas tienen un comienzo generalmente


insidioso, más raramente agudo. El paciente se queja de dolor en
epicóndilo irradiado de forma difusa al antebrazo que le impide hacer
ciertos movimientos cotidianos (dar la mano, levantar un peso, usar una
herramienta...). Puede haber una ligera tumefacción y aumento del calor
local. La palpación local del epicóndilo es dolorosa sobre la inserción
muscular. Suele ser unilateral y tiene un curso clínico autolimitado con
evolución cíclica. Las molestias suelen desaparecer a los 12 meses
independientemente del tratamiento realizado.

Examen físico: Dolor a la presión en el epicóndilo lateral. Con el


antebrazo en contacto con la mesa y el codo extendido a más de 90º, la
muñeca en flexión con la mano cerrada en pronación pendiendo fuera
del borde de la mesa; la extensión de la muñeca contra resistencia es
dolorosa en el epicóndilo (Figura 1). Los movimientos de extensión y de
supinación resistida de la muñeca con el codo en extensión son
dolorosos en el epicóndilo (Figura 2).
Figura 1. Con el antebrazo en
contacto con la mesa y el codo
extendido a más de 90º, la
extensión de la muñeca contra
resistencia es dolorosa en el
epicóndilo

No es necesaria la realización de pruebas de laboratorio ni de radiología.

¿Cómo se trata?

Como en todas las tendinitis o bursitis provocadas por sobreuso, se


impone evitar los gestos que reproduzcan el dolor. La aplicación local de
calor o de hielo puede aliviar. Los masajes con pomadas
antiinflamatorias también pueden aportar mejoría. El uso de una banda
elástica de antebrazo con placa rígida colocada sobre los músculos
epicondíleos a 6 cm. del epicóndilo, descarga la tracción del músculo
sobre el epicóndilo y permite realizar algunos ejercicios con menos
dolor.

La evidencia continua siendo insuficiente para recomendar o desestimar


el uso de AINES orales. Parece que las infiltraciones con corticoides
pueden ser más efectivas a corto plazo (Green S, 2006), aunque estos
claros beneficios a corto plazo revierten paradójicamente después de 6
semanas con altos índices de recurrencia, lo que aconseja usar las
infiltraciones con la máxima precaución (Bisset L, 2006; Buchbinder R,
2006).

Técnica de la infiltración: El paciente se coloca sentado con el codo


flexionado a 90º y la mano en pronación. La infiltración se realiza en el
punto de máximo dolor, directamente sobre el epicóndilo con aguja de
bisel largo y se practican, mientras se inyecta el líquido, diversas
punciones en el periostio a modo de escarificación. Se usa una aguja de
16/5 (naranja) con jeringa de 2cc. Se utiliza una mezcla de corticoides
depot + anestésico local. (1cc de Scandicaín® al 2% + 1cc de Celestone
cronodose®). No se deben de poner más de 2 cc de líquido, pues
aumenta el riesgo de efectos secundarios locales (atrofia subcutánea y
cambios en coloración de la piel). Se produce una mejoría importante en
el plazo de 2-6 semanas (Assendelft WJ, 1996; Buchbinder R, 2006;
Solveborn S, 1995).

Figura 3. La infiltración se realiza


en el punto de máximo dolor: se
infiltra directamente sobre el
epicóndilo con aguja de bisel
largo y se practican, mientras se
inyecta el líquido, diversas
punciones en el periostio a modo
de escarificación.

En un estudio reciente se encontró que la fisioterapia combinada con la


manipulación y el ejercicio es mejor que "esperar y ver" y que las
inyecciones a partir de las 6 semanas, lo que también avala este
tratamiento como una alternativa razonable (Bisset L, 2006).

El tratamiento con onda de choque no proporciona beneficios ni en el


alivio del dolor ni en la función en la epicondilitis (Buchbinder R, 2006).
No hay suficiente evidencia para apoyar o rechazar el uso de la
acupuntura (con aguja o con láser) en el tratamiento del dolor lateral del
codo (Green SE, 2006).
Excepcionalmente en casos que no mejoran con tratamiento
conservador, la desbridación quirúrgica de la zona puede ser resolutiva.
No existen estudios concluyentes sobre la eficacia de estos métodos.

Bibliografía

• Assendelft WJ, Hay EM, Adshead R, Bouter LM. Corticosteroid


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(Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus,
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Clin Orthop 1995; 316:99-105 [Medline]
• Vilarrubias JMª. Manual de infiltraciones en el aparato locomotor y
en traumatología del deporte. Barcelona: Instituto Dexeus; 1984
• van der Windt DA, van der Heijden GJ, van den Berg SG, ter Riet
G, de Winter AF, Bouter LM. Ultrasound therapy for
musculoskeletal disorders: a systematic review. Pain. 1999
Jun;81(3):257-71. [Medline]

http://www.efisiote rapia.net/articulos/accesible.php?id=218

Actualización en el diagnóstico fisioterapéutico y


reeducación de las lesiones ligamentosas del codo

AUTOR:
Enric Sirvent Ribalda
Antropólogo, fisioterapeuta, DUE. Profesor titular de la E.U.F. Gimbernat. Adscrita
a la Universidad Autónoma de Barcelona Coordinador de la Servei Universitàri de
Recerca i fisioteràpia

Jordi Huguet Boqueras


Medico traumatólogo de la de la Unitat d´estudi de l´espatlla i colze del Hospital
de Sabadell. Profesor asociado de la EUF Gimbernat, Adscrita a la Universidad
Autónoma de Barcelona

Vicenç Punsola Izard


Fisioterapeuta del Centre de la Mà de Barcelona. Profesor asociado de la EUF
Gimbernat, Adscrita a la Universidad Autónoma de Barcelona

Introducción

Cada vez con mayor frecuencia, la fisioterapia, en su quehacer diario, se encuentra


con el reto de dar continuidad al tratamiento general quirúrgico u ortopédico de
patologías traumáticas que afectan a la extremidad superior, entre ellas las
patologías traumáticas y/o evolutivas del codo

Las causas de esta elevada incidencia son múltiples y afectan de manera


transversal a la población. El aumento de la esperanza de vida, envejecimiento de
la pirámide poblacional, los accidentes de alta inercia, el aumento en la práctica de
deportes de riesgo o las nuevas actividades lúdicas de jóvenes con diabólicos
instrumentos sobre ruedas.

La búsqueda del “balance articular perfecto” del uso de la radiología como


elemento básico de criterio para la elección del tratamiento quirúrgico han dejado
paso a criterios terapéuticos basados en la funcionalidad global de las personas en
función de sus necesidades. No es extraño escuchar términos como: “tratamiento
personalizado” o tratamiento según la demanda, “a la carta” etc. En este sentido
se impone, sin ninguna duda, la utilización de metodologías basadas en datos
empíricos ya sea por medio de procedimientos cuantitativos o/y cuantitativos, es
decir se impone el diagnóstico fisioterapéutico.

La fisioterapia no debería situarse al margen de estas nuevas orientaciones. Lo


funcional debe sustituir a lo goniometricamente correcto, esta funcionalidad por
tanto debe ser individual y acorde en cada caso con las necesidades propias de los
afectados y sobre todo debe tener en cuenta a la extremidad superior como una
unidad funcional.

En el centro del marco teórico- el núcleo duro- para los tratamientos del codo se
encuentran los campos referidos a la terapia manual pasiva, las terapias activas, la
facilitación neuromuscular propioceptiva, la alteración neuroperiférica y la
integración de los segmentos en la organización global del cuerpo.
Este artículo pretende ser una actualización de conceptos tanto diagnósticos-
fisioterapéuticos como en técnicas de tratamiento de las lesiones más frecuentes
en el codo.

Orientaciones diagnósticas y terapéuticas en la reeducación del codo


inestable. Marcos teóricos.

No deberíamos ni siquiera plantear en la reeducación del codo, inestable o


fracturado la disociación estricta entre el complejo osteo-articular y cápsulo
ligamentosos del mío tendinoso, no solo están vinculados, se configuran una sola
unidad funcional que requiere de todos para su utilización.

Leroy, Pierron et als, Peninou. et alts entienden que la concepción de la función del
codo requiere de dos características, “fuerza y fineza” . La función del codo como
bisagra no existe y está reemplazada por una doble función en relación con el
hombro y la mano. Para estos autores, “conviene relacionar la prono supinación
con la flexo-extensión, “no como un segundo grado de libertad independiente” sino
como un elemento inseparable, reflejo de la unicidad articular ( una sola cápsula)
y de los dobles componentes musculares: flexores-supinadores y flexores-
pronadores por una parte, y extensores-pronadores y extensores-supinadores por
otra .

No se debería aceptar que la articulación del codo es simplemente una


“acodadura” entre el brazo y antebrazo que requiere indispensablemente (para
una buena funcionalidad) la posición de extensión total activa. Si observamos el
trabajo diario de la articulación, la posición del codo de las personas que nos
rodean, podremos observar como en la mayor parte de las actividades , el codo en
su relación con la mano y el hombro actúa en semiflexión y aproximadamente a 10
grados de valgo y en un 60% de las actividades con carga cubital; escribir, pintar,
andar con muletas, con caminador, etc.. Apoyarse en definitiva, requiere de un
cierto grado de flexión, podemos entender desde este punto de vista que la
extensión completa “obsesiva “ para algunos fisioterapeutas o cirujanos no tiene la
misma utilidad funcional que por ejemplo, la extensión de la rodilla.

I. Xardez ya advertía en los 70´s que la reeducación del codo presentaba


especificidades respecto a otras articulaciones, En su Vademécum informaba de la
realidad de muchos cirujanos que tenían reticencias para con la reeducación del
codo, los malos resultados eran evidentes, la reeducación, unas veces indicada por
el propio cirujano y otras por el fisioterapeuta tenía una característica común : el
trabajo pasivo muchas veces forzado de las articulaciones del codo después de una
intervención o traumatismo. A pesar de todo, Xardez deja una puerta abierta a la
actuación de la fisioterapia: “ precoz, suave, indolora, activa y bajo control de las
contraindicaciones “

En 1987, Leroy, Pierron et als, exponían las diferencias, los resultados finales de la
reeducación activa del codo , frente a la pasiva.

Fanton Gary y Mishra Allan en 1.996 vuelven a señalar en una revisión


comparativa los resultados de las diferencias entre la reeducación activa y la
pasiva del codo.

En todos los casos se acepta una cierta participación del trabajo pasivo para la
reeducación, sin embargo este trabajo no va dirigido al aumento directo de la
flexo-extensión o prono-supinación sino a conseguir mayor información
propioceptiva por medio del movimiento y a conseguir la movilización articular
multidireccional del codo , de su cápsula sus ligamentos o los músculos que la
traspasan, el objetivo es facilitar el alcance de la amplitud activa que el propio
paciente determina en función del dolor o de las retracciones reflejas de los
músculos flexores.

Datos epidemiológicos y mecanismos de las lesiones ligamentosas


La estabilidad estática del codo se realiza por medio de la puesta en tensión de los
elementos del complejo cápsulo ligamentoso es decir: la cápsula articular, el
ligamento radio-anular proximal, el ligamento colateral medial de disposición
triangular y tres fascículos (dos para algunos autores) de los que es especialmente
importante y significativo en la estabilidad estática el fascículo medio y el
ligamento colateral lateral, especialmente su fascículo posterior que juega un papel
fundamental en la estabilización en varo y rotación.

La estabilidad estática se consigue mediante la puesta en tensión de lazos


musculares, la estabilidad sagital queda reforzada por los músculos flexores y
extensores. La estabilidad en el plano frontal y rotatorio mediante los grupos
epicondileos laterales y mediales que actúan como estabilizadores "blandos" en
caso de lesiones en los ligamentos colaterales.

Bajo el concepto de inestabilidad del codo se agrupan un amplio abanico de


lesiones músculo-ligamentosas y osteo-musculo-articulares. Si bien estas últimas
están más relacionadas con destrucciones óseas traumáticas o enfermedades
reumáticas, las lesiones ligamentosas, especialmente en el compartimiento interno
pueden acabar provocando inestabilidades y luxaciones recidivantes.

Según Menlhoff (2000) y Cohen 1.998, existen tres estadios que determinan la
inestabilidad crónica del codo.
Tras la luxación se produce una lesión del ligamento unlunar, a partir de esta y
debido a un mal funcionamiento de la circulación del antebrazo – aumento de
movimientos circulares- se producen dehiscencia y elongaciones capsulares.
Finalmente un tercer estadio, la lesión total o parcial del Ligamento lateral interno
o de alguno de sus fascículos produce la luxaciones de repetición , recidivas que
aumenta con la actividad deportiva.

Para Perugia , Mariani y Manresa, Existe la posibilidad de que "una vez establecida
la inestabilidad interna , esta también puede ser asintomática" con lo que nos
podemos encontrar casos especialmente en los deportistas en los que a pesar de
no percibir una sensación clara de inestabilidad presentan trastornos como
subluxación dolor o afectaciones de la cadena neuromeníngea ya sea en forma de
trastornos epi o intra- neurales.

La asociación traumática en las luxaciones del codo se distribuyen de la forma


siguiente:

Dumontier (2000)
Fracturas de cabeza radial 5 – 10 %
Fracturas de coronoides 10 %
Desinserciones de
epicóndilos lateral
y medial 10-15 %

Inestabilidad persistente 15 – 35 %
Jofesson (1984), Mehlhoff (2000)
Luxación recidivante 1- 2 %
O´Driscoll (1992 y 2000)

Osificación periarticular 75 %
Limitación por osificación 5 %
Cohen (1998)

O´Driscoll (1.991) establece los criterios para una teoría coherente de la


inestabilidad del codo: la luxación aumenta de frecuencia en determinadas
actividades como el deporte, especialmente el que requiere actividades de brazo
armado y/o lanzamiento. En estos casos las tipologías muestran como en las fases
I y II solo se afecta el LLE en la fase III también se asocia a rotura del LLI lo que
acaba generando una inestabilidad multidireccional del codo.

A pesar de que el mecanismo no es del todo conocido existen factores de


coincidencia a la hora de padecer este tipo de lesiones.
Para este autor, la luxación se produce por una mecanismo de caída en la posición
de supinación-valgo y compresión axial

Diagnostico fisioterapéutico

Detallamos a continuación los mínimos exploratorios y la respuesta a la evaluación


que practicamos los fisioterapeutas en las lesiones de codo. Estas son de especial
importancia cuando las lesiones se asocian con sospecha de inestabilidad:

Relato:

• Generalmente se describen episodios traumáticos o de sobrecarga deportiva


anteriores.
• Sensación de inestabilidad al ejecutar trabajos de la vida cotidiana o
práctica deportiva.
• Dolor en la cara interna del codo en las AVD

Deficiencias:

• Dolor a la palpación del ligamento lateral medial del codo que aumenta con
el valgo al llevarlo a la posición de 60 º de flexión.

• Laxitud comparativa aumentada en valgo respecto a la contralateral.

• Dolor en los músculos flexores y extensores de la muñeca en función de


molestias del epicóndilo medial o lateral.

• Eventualmente calcificaciones intraligamentarias

• Dolor funcional en las actividades realizadas en valgo a +/- 30 grados de


flexión.
• Ocasionalmente la inflamación, los hematomas, la inmovilización...
consecutivos a las patologías traumáticas del codo, pueden afectar de
manera secundaria (compresión y/o irritación) al nervio periférico en forma
de patologías extra o intra neurales.

Observación - Medición:

• Lateral-Pivot-Shift-Test: Lo practicamos con el paciente en decúbito supino,


brazo en RI, partimos de flexión de codo de aprox. 45 º : El test es + si al
solicitar supinación y extensión aumenta el valgo.

• Bostezo radiológico a 30 grados en valgo

• La laxitud lateral puede ser medida en grados goniometricos.

• La palpación cutánea debe verificar si existe falta de extensibilidad en la piel


en alguna de sus caras, en este sentido debemos hacer constar la diferencia
el cuanto a viscosidad cutánea en la cara anterior o posterior. En los casos
postoperatorios tras una ruptura ligamentosa esta exploración debe incluir a
la cicatriz quirúrgica que en ocasiones puede suponer un freno en la
ganancia de amplitudes

• En la exploración de los síntomas neuromeníngeos evidenciamos:


o Análisis del dolor: El dolor situado en áreas próximas a la zona donde
se ha producido la compresión, indica una irritación del tejido
conjuntivo más externo del nervio (epineurio externo): Patología
extra neural. El dolor lineal que sigue el trayecto de un nervio, indica
una irritación del tejido conjuntivo interno del nervio (epineurio
interno, perineurio): Patología intra neural extra fascicular. El dolor
superficial (cutáneo o sub cutáneo) situado en los dermatomas o en
las áreas de inervación cutánea correspondientes indica una
afectación del tejido neural: Patología intra neural intra fascicular.
o Tests neurodinámicos: Nos permitirán valorar la movilidad y la
elasticidad neuromeníngea. En las patologías del codo, los nervios
que hay que valorar son el musculocutáneo, el mediano, el radial y el
cubital.
o Exploración neurológica: La presencia de signos neurológicos como
alteraciones de la sensibilidad, pérdida selectiva de fuerza, alteración
de los reflejos... indica la afectación del tejido neural: Patología intra
neural intra fascicular.

Reeducación
En todos los casos diferenciamos el tratamiento en función del tratamiento medico,
en ocasiones conservador con un breve periodo de inmovilización y otras
quirúrgico ya sea mediante suturas o ligamento plastias a cielo abierto o
artroscopicas.
Coincidiendo con nuestra experiencia en la Unidad de Estudio y Tratamiento del
Hombro y Codo (Sirvent 2000), para autores como Meur, Alnt, Dumontier, Berthe
A. (2000), el tratamiento fisioterapéutico tiene como objetivo la recuperación del
gesto funcional afectado.
En la reeducación usamos técnicas relacionadas directamente con la facilitación
neuromuscular propioceptiva, con el concepto de trabajo de destreza y fuerza y
sobre todo con la mejoría de la información propioceptiva La reeducación por tanto
se basa en el trabajo propioceptivo con el método Kabat, y en la reeducación de la
fuerza y la destreza desde diferentes posiciones que asocian pronación y
supinación a flexión y extensión. El uso de unas u otras combinaciones se realiza
en función del objetivo terapéutico: fuerza (generalmente trabajo desde el
hombro) y destreza (desde la mano).
La terapia manual pasiva incluye movilizaciones especificas y en términos de
Raymond Sohier recentrage articular, estos son especialmente importantes en las
subluxaciones anteriores o antero-externas de la cabeza radial, la disminución de
la interlinea radio humeral, discordancia frontal de la tróclea humeral y de la
cavidad sigmoidea, la liberación de la extensión pasiva y la reharmonización de la
discordancia cubito-humeral.
Las movilizaciones pasivas específicas no suponen un tratamiento de elección para
forzar el movimiento sino que su objetivo es conseguir mayor elasticidad de la
cápsula articular (cabe recordar que esta se encuentra íntimamente asociada a las
inserciones mío tendinosas) y sobre todo en términos de Sohier: reharmonizar los
“derrapages” articulares
La terapia activa es la base del tratamiento, se basa en el uso de movimientos
sinérgicos, el método Kabat puede constituir la base del tratamiento, se utilizan los
pívot de codo de las diagonales de la extremidad superior, para el trabajo de
fuerza se usan las que asocian flexión de codo a supinación y extensión a
pronación y para el trabajo de destreza las que combinan flexión y pronación y
extensión con supinación. Por otra parte es muy interesante el uso del pívot de
dedos asociado al de codo y en el que para la reeducación de la fuerza usamos
pinzas disto-proximales y en la destreza próximo-distales.
Finalmente añadimos a este respecto que la utilización del método Kabat para la
inestabilidad del codo ofrece la estupenda posibilidad de efectuar cambios de
resistencia ( próximo-distal y disto-proximal) en la ejecución del pívot/tes así
como el uso de amplitudes de trabajo variables.

La utilización de los estiramientos musculares configura una parte también


esencial del tratamiento. El estiramiento muscular por tracción muscular manual
(asociada a masaje) es especialmente útil en el periodo inicial. Por ejemplo
combinar estiramiento manual analítico del bíceps braquial a masaje de las
estructuras anteriores del codo es en el periodo inicial más efectivo ( produce
menos molestias y se controla directamente) que el estiramiento indirecto.
En el periodo en que el dolor remite o se torna únicamente funcional se añaden al
tratamiento los estiramientos indirectos analíticos, siempre teniendo en cuenta las
múltiples posibilidades según la posición articular desde la que efectúa el
estiramiento en busca del no dolor, especialmente en los músculos biarticulares.
En estos casos la técnica de contracción - relajación - estiramiento produce
mejores resultados comparativos a otros tipos de estiramiento.
Cuando exista una afectación o un riesgo de afectación de la cadena
neuromeníngea, el tratamiento debe iniciarse de forma precoz, a poder ser
durante la fase de inmovilización.
Básicamente, el tratamiento consistirá en:

• Para evitar la formación de adherencias o liberarlas si estas ya existen,


entre la interfaz mecánica y el nervio periférico (patología extra neural), la
técnica que utilizaremos será los deslizamientos

• Para evitar la formación de adherencias o liberarlas si estas ya existen, en


el interior del nervio (patología intra neural extra fascicular), la técnica que
utilizaremos será la puesta en tensión.

• Para evitar la formación de una fibrosis intra fascicular (patología intra


neural intra fascicular), La técnica que utilizaremos será la puesta en
tensión.
A modo de protocolo utilizable para los pacientes operados y no operados
debemos diferenciar tres fases:
Fase de inmovilización, generalmente entre 8 y 10 días iniciales. (en los
operados se trata del periodo de cicatrización cutánea). El codo se encuentra
hinchado, hay edema y dolor
Crioterapia
Tratamiento postural del edema y activos de los dedos
Amplitud y trabajo de las articulaciones adyacentes
Organización postural estática
Trabajo reflejo a distancia
Fase de movilización vigilada entre 8-10 días y 3 semanas
Evitar el trabajo que suponga valgo
Continuar con el trabajo iniciado
Masaje de drenaje suave de presión controlada y vibración
Flexo-extensión y especialmente prono supinación
Control postural escápulo-torácico y de la mano
Confección de férulas de material termo moldeable
Artromotor*
Fase de movilización a partir de las 3 semanas
Búsqueda de todas las amplitudes
Masaje y drenaje previo
Tratamiento de la cicatriz( en los operados)
Recuperación articular mediante terapia pasiva**
Ganancia de amplitud articular activa sin cargas adicionales
Integración del codo en el esquema corporal
Obertura y cierre de ojos
Trabajo óculo táctil
Tratamiento de las alteraciones neuromeníngeas
Trabajo mediante PNF de fuerza y destreza.
Conclusiones
Como hemos visto, existe en el tratamiento fisioterapéutico de las lesiones del
codo, operados o no operados, elementos que junto al diagnóstico de fisioterapia
no deben olvidarse como las fracturas en las inserciones tendinosas, la estabilidad
de los tratamientos quirúrgicos o las posibilidades reales en cada caso.

En ningún caso deberíamos obviar que el codo se mueve en un engranaje continuo


junto con el hombro y la mano sin perdida de continuidad para las funciones
habituales de la extremidad.

Si bien es verdad que las alternativas terapéuticas difieren en función de cada


lesión y el tratamiento personalizado es básico para el proceso reeducador,
conocer el alcance de nuestra intervención: la elección del trabajo auto pasivo,
activo o la prohibición del pasivo forzado del codo llevan a resultados distintos
En ningún caso deberíamos tratar la articulación del codo con presencia de dolor.
Este aspecto y el grado de compromiso del paciente son claves para el resultado
de la reeducación.
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Xardez, I. Vademécum de fisioterapia. 1970
* El uso del artromotor en el postoperatorio del codo es igualmente defendido y
despreciado sin que hasta el momento existan evidencias empíricas sobre su
utilidad.
** En las condiciones señaladas anteriormente

http://www.albertohdediego.com/Temas/epiconyepitro.htm
LA EPICONDILITIS O CODO DE TENISTA Y LA EPITROCLEITIS O CODO DE
GOLFISTA
QUÉ ES UNA EPICONDILITIS?¿QUÉ ES UNA EPITROCLEITIS?

EPICONDILITIS (o codo de tenista): es una inflamación del


epicóndilo (prominencia ósea que se encuentra en el extremo
distal en la parte externa del hueso del húmero) y de los
tendones (primer radial, segundo radial, extensor de los dedos
y cubital posterior) que se insertan en él.

Circulo rojo: Epicondilo

EPITROCLEITIS (o codo de golfista): es una inflamación de


la epitróclea (prominencia ósea que se encuentra en el
extremo distal en la parte interna del hueso del húmero) y de
los tendones (palmar mayor, palmar menor, flexor superficial
de los dedos y cubital anterior) que se insertan en él.

Circulo rojo: Epitroclea

¿POR QUÉ SE PRODUCE UNA EPICONDILITIS/EPITROCLEITIS?


No se sabe la causa concreta de estas dos patologías, pero sí conocemos que existen unos
factores predisponentes o factores de riesgo:
MOVIMIENTOS REPETITIVOS que por sobresolicitación ocasionarían irritación e inflamación
del epicóndilo y/o epitróclea: bricolaje (uso de destornilladores, taladradoras, martillos,etc),
tareas del hogar (limpiar cristales, escurrir la bayeta, planchar, barrer, fregar,etc), cargar con
maletín o maleta, uso del ratón del ordenador,etc

- VIBRACIONES: trabajar con maquinaria que provoquen vibraciones (martillos neumáticos,


taladradoras, excavadoras,,etc) sobre el epicóndilo/epitroclea.

- TRAUMATISMOS por caída o por un golpe directo sobre el epicóndilo o la epitroclea puede
causar epicondilitis y epitrocleitis respectivamente.

- COGER DEMASIADO PESO (porque supone una mayor tensión física sobre el
epicóndilo/epitroclea).

- MALA TÉCNICA DEPORTIVA en la ejecución de los movimientos:

- EN EPICONDILITIS: golpe de revés defectuoso en el tenis: movimientos


repetitivos de extensión de codo asociada a una extensión de muñeca
provocarían una inflamación e irritación del epicóndilo.

- EN EPITROCLEITIS: swing defectuoso en el golf: flexión de codo asociada a


una flexión de mu¿eca provocarían una inflamación e irritación de la epitroclea.

- MATERIAL INADECUADO PARA LA PRÁCTICA DEPORTIVA:

En EPICONDILITIS (tenis) nos encontramos:


- RAQUETA: demasiado pesada o ligera

- LAS CUERDAS DE LA RAQUETA deben tener una tensión correcta (el


exceso o defecto de tensión pueden predisponer una epicondilitis)

- LA EMPUÑADURA DE LA RAQUETA debe ser correcta (una empuñadura


demasiado grande o demasiado pequeña puede predispones una
epicondilitis).

- CALZADO: aunque pueda parecer extraño, el calzado también es un factor a


tener en cuenta, puesto que un calzado inadecuado puede provocar una
alteración postural de todo el cuerpo y repercutir en el codo pudiéndose
ocasionar la epicondilitis.

En EPITROCLEITIS (golf) nos encontramos:


- PALOS DE GOLF: adaptados a la altura del jugador.

- LA EMPUÑADURA DEL PALO DE GOLF (GRIP) debe ser adecuada para las
características del jugador.

- CALZADO: no juega un papel importante en la epitrocleítis.

- PROBLEMA CERVICAL: a veces la causa de una epicondilitis/epitrocleitis está


en un problema cervical (neuralgia cervicobraquial).

SINTOMAS Y SIGNOS CLINICOS


EPICONDILITIS (O CODO DE TENISTA)

dolor en el epicóndilo, que se puede irradiar a la parte externa


del brazo y del antebrazo
dolor a la palpación del epicóndilo

dolor al realizar el movimiento de extensión de la muñeca


(contracción de los músculos epicondileos)

dolor al estiramiento de los músculos epicondileos (flexión de


muñeca)

dolor al saludar con la mano a una persona.

parestesia (sensación de adormecimiento) en la parte externa


del brazo y antebrazo, pudiendo llegar a la parte externa de la mano.

contractura muscular de los músculos epicondileos.


signos vegetativos

EPITROCLEITIS (O CODO DE GOLFISTA)

dolor en la epitróclea, que se puede irradiar a la parte interna


del brazo y del antebrazo

dolor a la palpación de la epitróclea

dolor al realizar la flexión de la muñeca (contracción de los


músculos epitrocleares)

dolor al estiramiento de los músculos epitrocleares (extensión


de muñeca)
dolor al saludar con la mano a una persona.

parestesia (sensación de adormecimiento) en la parte interna


del brazo y antebrazo, pudiendo llegar a la parte interna de la mano.
contractura muscular de los músculos epitrocleares.
signos vegetativos

TRATAMIENTO DE UNA EPICONDILITIS/EPITROCLEITIS


TRATAMIENTO FISIOTERAPEUTICO MEDIANTE APARATOS:
microondas

- ultrasonido

- láser

- TENS

- Crioterapia (frío)
TRATAMIENTO FISIOTERAPEUTICO MANUAL

masaje transverso profundo (Cyriax)


Epicondílea Epitroclear
masaje descontracturante de la musculatura epicondílea/epitroclear

liberación miofascial en
codo
manipulación osteopática,
si se requiere.

Técnica de energía V-Spread

Epicondílea Epitroclear
Compresión isquémica para puntos gatillo (Trigger Points) de la musculatura
epicondílea/epitroclear)
Estiramientos del epicóndilo/epitroclea
Si el origen de la epicondilitis/epitrocleitis estuviera en un problema cervical el tratamiento
debería ir encaminado a tratar la columna cervical.
Si el paciente no mejora aplicándole las diferentes técnicas, se debe recurrir al médico para
aplicar soluciones alternativas (infiltraciones, intervención quirúrgica,etc)

CONSEJOS PARA PREVENIR LA EPICONDILITIS/EPITROCLEITIS

Evitar la sobrecarga de peso (bolsas cargadas de compra, maletas de viaje, maletines de


trabajo,etc)

- Evitar movimientos repetitivos de la articulación del codo y muñeca

- Evitar posturas forzadas e incorrectas

- Realizar ejercicios de calentamiento antes de comenzar cualquier actividad deportiva


(sobre todo tenis y golf)

- Realizar ejercicios de estiramiento después de terminar una actividad deportiva.

- Una vez hayan mejorado los síntomas de nuestro codo, es necesario restablecer el
equilibrio de fuerzas entre los músculos flexores y extensores mediante ejercicios.

- Utilizar materiales adecuados al deporte que realicemos teniendo en cuenta nuestras


condiciones físicas. - Cuidar nuestra columna cervical (patologías de la columna cervical
puede ser la causa de una epicondilitis/epitrocleítis)

- En domicilio aplicar crioterapia: con hielo o una bolsa de guisantes congelados durante 10-
20 minutos cada 3 horas. No aplicar si aumenta el dolor.

- En domicilio aplicar termoterapia: poner una manta eléctrica en el codo20-30 minutos cada
3 horas. No aplicar si aumenta el dolor.

- A veces puede resultar muy positivo utilizar coderas específicas para


epicondilitis/epitrocleítis, cuando realizamos una actividad intensa (al realizar ejercicio, en el
trabajo y en las tareas del hogar
EJERCICIOS PARA UNA EPICONDILITIS/EPITROCLEITIS

Ejercicios de estiramiento de la musculatura epicondílea (con el codo en extensión, antebrazo


en pronación realizamos una flexión de muñeca y mantenemos esta posición de estiramiento
durante unos 15-20 segundos realizando de 3 a 5 repeticiones y al menos 3 veces al día.
Ejercicios de estiramiento de la musculatura epitroclear (con el
codo en extensión, antebrazo en supinación realizamos una
extensión de muñeca y mantenemos esta posición de
estiramiento durante unos 15-20 segundos realizando de 3 a 5
repeticiones y al menos 3 veces al día.

Ejercicios de fortalecimiento de los flexores de codo: realizamos una flexión con el antebrazo
en supinación y luego con el antebrazo en pronación. Realizamos 2-3 series de 10-20
repeticiones y al menos 3 veces al día.

Ejercicios de fortalecimiento de los extensores de codo: realizamos una extensión con el


antebrazo en supinación y luego con el antebrazo en pronación. Realizamos 2-3 series de 10-
20 repeticiones y al menos 3 veces al día.

Ejercicios de fortalecimiento de los flexores de muñeca: realizamos una flexión de muñeca con
el antebrazo en supinación. Realizamos 2-3 series de 10-20 repeticiones y al menos 3 veces
al día.
Ejercicios de fortalecimiento de los extensores de muñeca: realizamos una extensión de
muñeca con el antebrazo en supinación. Realizamos 2-3 series de 10-20 repeticiones y al
menos 3 veces al día.

También es recomendable los ejercicios de pronosupinación


del antebrazo (realizar supinación y pronación alternadamente).

Estos ejercicios que he descrito se pueden realizar con la ayuda de mancuernas (pesas).

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