60 EL INSTITUCIONALISMO ORIGINAL
Un "desencastramiento" problemático
Una de las tesis más conocidas de Polanyi es la del "desencas-
tramiento" (disembeddedness) de la economía con respecto al
resto de la sociedad en el capitalismo moderno. Cita como au-
tores que influyeron en su tesis a Hegel, Marx, Maine, Ton-
nies, Weber y Malinowski. 92 Basándose en Aristóteles, Polanyi
define la "economía sustantiva" como aquella que crea activi-
dades destinadas a asegurar el sustento del hombre (livehood)
en general. Afirma que con el paso a la dominación de un sis-
tema autorregulador de mercados se produjo un "desencas-
tramiento" histórico, o una autonomización relativa de la eco-
nomía, a diferencia de todas las sociedades anteriores, en las
cuales la economía estaba inserta en la sociedad y donde las ac-
tividades y las motivaciones económicas estaban imbricadas
en prácticas y finalidades sociales, de parentesco, políticas, re-
ligiosas, etc. Mientras que la reciprocidad y la redistribución
sean dominantes, el concepto mismo de "economía" como
una esfera autónoma de la vida no es posible en realidad. 93 La
finalidad de obtener beneficios, que es la base del sistema de
mercado autorregulado, conduce, al contrario, a la preeminen-
cia de una concepción formal de la economía que se diferencia
de aquel concepto tradicional de la "economía sustantiva".
A partir de allí, la esfera económica parece moverse por sus
propias leyes.94 La sociedad deviene en algo auxiliar al mercado:
"En lugar de que la economía esté encastrada en las relacio-
nes sociales, son estas relaciones las que están encastradas en
el sistema económico". 95 Polanyi, que era partidario de un so-
cialismo democrático, esperaba que la "gran transformación",
en vías de imponerse después de la segunda Guerra Mundial,
permitiese limitar este "desencastramiento" desestabilizador
de la economía y así encontrar una mejor ponderación para la
combinación de formas de integración de la reciprocidad, de
la redistribución y del intercambio.
92
K. Polanyi, 'TÉconomie ... ", op. cit.
93
K. Polanyi, Primitive, Archaic and Modern Economies. Essays of Karl Po-
lanyi, G. Dalton (ed.), Beacon Press, Boston, 1968, p. 84.
94
K. Polanyi, La Subsistance ... , op. cit.
95
K. Polanyi, La Grande Transformation ... , op. cit., p . 88.
II. LA ESCUELA AUSTRIACA
Y EL ORDOLIBERALISMO
MENGER, LA VISIÓN ORGÁNICA Y PRAGMÁTICA
Carl Menger (1840-1921), fundador de la escuela austriaca,
introdujo una importante distinción entre dos vías diferentes
de formación de las instituciones. Su intención era respon-
der a las críticas de la escuela histórica alemana y resaltar la
importancia de la inclusión de los factores institucionales
como parte del estudio de la economía, los cuales habían sido
ignorados por las teorías clásicas. Ciertos fenómenos socia-
les "resultan de una voluntad común orientada a su estable-
cimiento (acuerdos, legislación positiva, etc.), mientras que
otros son el resultado involuntario de los esfuerzos huma-
nos por alcanzar objetivos esencialmente individuales" . 1 Los
primeros son de origen pragmático; los segundos, de origen
orgánico. Si bien es cierto que una gran parte de las institu-
ciones contemporáneas fue establecida por las vías pragmá-
ticas, de forma colectiva y deliberada, su análisis e interpre-
tación no aportan una dificultad particular. Esta situación
es diferente para las instituciones orgánicas, cuyo análisis
-subraya Menger- es fundamental para la construcción de
la teoría económica.
La moneda como institución orgánica
En su libro Principios 2 Menger formuló una teoría de los orí-
genes de la moneda como efecto involuntario de las acciones
individuales con objeto de mejorar su situación. La moneda
1
C. Menger, lnvestigations into the Method of the Social Sciences, with Spe-
cial Reference to Economics, New York University Press, Nueva York,
1883/1985, p. 133.
2
C. Menger, Grundsatze der Volkswirtschaftslehre, J. C. B. Mohr, Tubinga,
1871.
61

62 LA ESCUELA AUSTRIACA Y EL ORDOLIBERALISMO
es la culminación de un proceso social que constituye "el re-
sultado espontáneo, la consecuencia no premeditada de los
esfuerzos individuales de los miembros de la sociedad". En
3 un pequeño número de individuos con mayor visión económica
sus Investigaciones sobre el método 4 generaliza esta teoría a
otras muchas instituciones, como el derecho, el lenguaje, los
mercados y el origen de las comunidades y del Estado. El pro-
blema que la "investigación exacta" en economía y en ciencias
sociales debe resolver es comprender "cómo las instituciones
que sirven al bienestar común y que son particularmente im-
portantes para su desarrollo existen en la ausencia de una vo-
luntad común destinada a establecerlas".
5 mente generalizado, lo que refuerza su interés: "Los métodos
De igual forma que la moneda ha surgido involuntaria-
mente de los deseos de los individuos de superar las restric-
ciones del trueque, y con la intención de adquirir una mayor
capacidad de intercambiabilidad, los nuevos asentamientos
se constituyeron porque los individuos que tenían profesiones
y competencias diferentes se establecieron en lugares nuevos o
pensaron encontrar un mejor mercado para desplegar sus ca-
pacidades. Así también los Estados se formaron porque las
familias que vivían en un mismo lugar decidieron que era bene-
ficioso unirse. Estamos en presencia de un "desarrollo orgáni-
co", por el que las instituciones sociales se formaron como
consecuencia no anticipada de acciones humanas orientadas
hacia objetivos de intereses individuales. Algunos individuos
se revelaron como más aptos o hábiles que otros para promo-
ver sus intereses siguiendo ciertas reglas o utilizando ciertos
medios. Según Menger, los demás individuos van a buscar el
mismo éxito que aquellos que lo tuvieron, imitándolos; de
esta manera, se consolidan en definitiva las "instituciones que
sirven al bien común", sin haber sido programadas o concebi-
das como un fin. De este modo, el conocimiento que algunos
individuos adquieren de las ventajas que pueden obtener al
aceptar el intercambio de sus mercancías por otros bienes
que tienen una mayor "intercambiabilidad", incluso si éstos no
tienen ninguna utilidad para ellos, se podrá difundir:
3 C. Menger, "On the Origins of Money", Economic Joumal, 2 (6): 239-255,
1892.
4 C. Menger, Investigations ... , op. cit.
5 Ibidem, p. 146.
LA ESCUELA AUSTRIACA Y EL ORDOLIBERALISMO 63
Este conocimiento no será jamás alcanzado simultáneamente
por todos los miembros de un grupo nacional. Al contrario, sólo
reconocerá desde un principio la ventaja que tal conocimiento
representa [ ... ] No hay mejor forma para los hombres de ser ins-
truidos en sus intereses económicos que a través de la observa-
ción de los éxitos económicos de aquellos que emplean los me-
dios adecuados para realizar sus objetivos propios.6
Menger afirma que esta explicación posee un carácter ampli~-
para la comprensión exacta del origen de las estructuras so-
ciales creadas orgánicamente, y aquellos métodos empleados
para resolver los principales problemas de la teoría económi-
ca exacta", como la formación de precios, de salarios, de las
tasas de interés, etc., "son por naturaleza idénticos". 7 Estos
métodos son los que calificaremos ulteriormente de individua-
lismo metodológico (la expresión es de Schumpeter), combina-
dos con una explicación que evoca indirectamente la idea de
la "mano invisible" de Smith; es decir, un proceso inconscien-
te de parte de los actores que da origen a un resultado colecti-
vamente benéfico, como efecto paradójico pero afortunado de
acciones individuales orientadas al el interés particular.
Una cuestión que sale a la luz es saber si las instituciones
orgánicas "perversas" (o "imbéciles", como las calificó Veblen)
no pueden formarse de manera espontánea. Menger piensa
que el derecho consuetudinario (de origen orgánico) se ha re-
velado con bastante frecuencia nefasto para el bien común,
justificando así la necesidad de la legislación positiva (de ca-
rácter pragmático). 8 En términos generales, Menger se opone
al "racionalismo unilateral o al pragmatismo anglofrancés de
la Ilustración" , el mismo que está asociado a Adam Smith y la
escuela clásica, quienes ignoraron el origen orgánico de nume-
rosas instituciones y llegaron a un reformismo excesivo que
coadyuvó de manera involuntaria a la construcción de una vía
de tipo socialista. 9
6
Ibidem, p. 155.
7
Ibidem, pp. 158-159.
8
Ibidem, p. 233.
9
Ibidem, pp. 173-177.
 LA ESCUELA AUSTRIACA Y EL ORDOLIBERALISMO
64
Una interacción compleja
Hay que subrayar que la visión individualista y la analogía
con la mano invisible están ligadas en Menger a su liberalis-
mo económico. Sin embargo, la distinción entre las institucio-
nes de origen orgánico y pragmático no fue elevada por Menger
al rango de una dicotomía: "Para la comprensión de los fenó-
menos sociales en su globalidad, la interpretación pragmática
es igual de indispensable que la interpretación orgánica" .10 Es
el mismo caso para la moneda y para el derecho, en los que no
obstante predomina la aproximación orgánica:
La moneda no fue engendrada por la ley; ella fue, a la par de su
origen, una institución social y no estatal. La sanción de la auto-
ridad del Estado es una noción que no le concierne [inicialmen-
te]. Pero, por otro lado, a través de su reconocimiento y su regla-
mentación por parte del Estado, la institución social monetaria
ha sido perfeccionada y ajustada a las necesidades múltiples y
cambiantes de un comercio en evolución, como lo es en el caso
del derecho consuetudinario, que fue perfeccionado y ajustado
por el derecho legislado. 11
Aún más, Menger afirma que el esquema más general en la
historia es aquel en el que una institución surge inicialmente
de forma orgánica, para después consolidarse (o deformarse)
por la intervención pragmática de la legislación. El mismo es-
quema se aplica al sistema monetario, al mercado, al derecho,
al Estado moderno; éstos son "ejemplos de instituciones que se
nos presentan como un resultado de efectividad combinada
de poderes individuales y sociales de orden teleológico, es de-
cir, de factores "orgánicos" y "positivos". 12
En definitiva, en la teoría mengeriana sobre el origen de
las instituciones se pueden distinguir dos niveles. En primer
lugar, las acciones individuales teleológicas que aspiran al in-
terés individual y dan origen de manera imprevista, por inter-
medio de comportamientos imitativos, a las instituciones orgá-
nicas favorables a la comunidad. En segundo lugar, las acciones
'º Ibídem, p. 135.
11 C. Menger, "On the Origins . ..", op. cit., p. 255.
12 C. Menge1~ Investigations ... , op. cit., p. 158.
LA ESCUELA AUSTRIACA Y EL ORDOLIBERALISMO 65
sociales teleológicas que, buscando el bien común, producen
instituciones pragmáticas de forma deliberada. Pero estos dos
niveles no son independientes, ya que las acciones pragmáti-
cas pueden mejorar a las instituciones formadas anteriormen-
te por la vía orgánica.
ÓRDENES Y REGLAS EN HAYEK
Las instituciones de la libertad
Hayek (1899-1992) es -junto con Von Mises- el gran conti-
nuador de la tradición austriaca en el siglo xx. Su obra está
consagrada a la refundación del liberalismo económico y políti-
co, lo cual lo va a conducir a distanciarse gradualmente de los
elementos comunes que la escuela austriaca había compartido
inicialmente con la tradición neoclásica; por ejemplo: la refe-
rencia al equilibrio, la hipótesis de la información completa, la
centralidad de los precios, pero al mismo tiempo conservando
y profundizando el enfoque del individualismo metodológico.
Su crítica al socialismo y, más generalmente, al intervencionis-
mo, lo llevó a poner un énfasis progresivo en las cuestiones de
la coordinación de las acciones en un contexto de complejidad,
de ignorancia relativa y de fragmentación de la información
individual, y a caracterizar a la competencia como un proceso
de descubrimiento. En sus escritos de los años 1960 a 1980, en
particular en La constitución de la libertad (The Constitution of
Liberty, 1960); Derecho, legislación y libertad (Law, Legislation
and Liberty, 1973-1978) y La presunción fatal (The Fatal Conceit,
1988), construyó una elaborada teoría de las reglas que se pue-
de considerar como una importante contribución a la econo-
mía institucional en sentido amplio.
El concepto de institución está íntimamente relacionado
con las nociones de orden y de reglas que Hayek va a desarro-
llar apoyándose en diversas tradiciones intelectuales de dife-
rentes disciplinas -la economía, pero también el derecho, la
teoría política, la psicología, la filosofía-, dándole a su obra
un alcance considerable. Dos temas importantes de su pos-
tura son la idea de la "mano invisible" de Smith (y sus antece-
dentes en los ilustrados escoceses, principalmente Ferguson)
66 LA ESCUELA AUSTRIACA Y EL ORDOLIBERALISMO
y la distinción de Menger entre las instituciones surgidas de
forma orgánica o pragmática; distinción que va a desarrollar
y aplicar al "orden". Al igual que Menger, sus ejemplos favoritos
de instituciones son el lenguaje, la moneda, la moral, el Esta-
do, pero también la propiedad y, sobre todo, el derecho. De la
misma manera, clasifica al orden dentro de la categoría de las
instituciones.
Órdenes y reglas
El concepto de orden evoca una cierta coherencia y estabili-
dad , que se aproxima a las nociones de sistema, estructura o
modelo. 13 En los ámbitos social y económico, según Hayek, es
esencial distinguir los órdenes construidos o fabricados delibe-
radamente, es decir, las organizaciones, de los órdenes espon-
táneos, que se han formado y desarrollado por evolución no
dirigida a través de un proceso de autoorganización. Los órde-
nes organizados y espontáneos coexisten en diversos niveles de
la economía y de la sociedad. Pero los órdenes extensos y com-
plejos no son susceptibles de ser organizados; es el caso parti-
cular de dos ejemplos privilegiados de la teoría hayekiana, que
son el orden del mercado y la sociedad en su conjunto.
Por ello hay una diferencia esencial, e incluso importantes
contrastes, entre la organización y el orden espontáneo. El or-
den organizado es relativamente simple, tiene objetivos y una
dirección que formula directivas y establece reglas; la coordi-
nación de las acciones es consciente y deliberada. El orden es-
pontáneo, por el contrario, es complejo, no tiene organizador
o planificador y está desprovisto de finalidad. La coordinación
de las acciones opera de manera inconsciente pero efectiva. El
orden organizado es concreto; el orden espontáneo, abstracto.
No se puede comprender a este último de forma inmediata y
evidente; para comprenderlo hay que reconstituir las relacio-
nes diversas que existen entre sus componentes.14
Los dos tipos de órdenes tienen en común que ambos se
sostienen en reglas. Sin embargo, deben ser subrayadas dos di-
ferencias: la organización está gobernada a la vez por instruc-
13 F. Hayek, Droit, législation et liberté, vol. 1, Regles et ordres,
1973/1995, p . 42.
14 Ibídem , p. 44.
LA ESCUELA AUSTRIACA Y EL ORDOLIBERALISMO 67
ciones de la dirección y por reglas dictadas por ésta. Directivas
y reglas están relacionadas con los objetivos de la organiza-
ción, mientras el orden espontáneo se basa en "reglas de justa
conducta". Por otro lado, las reglas del orden organizado pre-
sentan marcados contrastes con las del orden espontáneo. Las
primeras poseen un carácter teleológico, son concretas, estable-
cidas deliberadamente y tienen una naturaleza prescriptiva; las
segundas no están orientadas hacia objetivos, son abstractas
porque son independientes de las circunstancias, se formaron
de manera espontánea, evolutiva, y tienen un carácter sobre
todo prohibitivo. El contraste entre los dos géneros de órde-
nes y los dos tipos de reglas correspondientes se resume en el
cuadro n.1.
El argumento cen tral a favor del liberalismo y contra el
socialismo o todo "constructivismo", es decir, contra la p re-
tensión ultrarracionalista de reconstruir la sociedad o la eco-
nomía según planes de organización, recae en el principio de
"superioridad de las formaciones espontáneas sobre la direc-
ción centralizada" para todo orden complejo. 15 En efecto, sólo
la coordinación no deliberada, efectuada en el orden espontá-
neo, cuenta con la capacidad de tratar de manera no centrali-
zada toda la información fragmentada en el sistema. Así, según
Hayek, "no sólo es imposible remplazar el orden espontáneo
por la organización, y utilizar al máximo la información dis-
persa en todos sus miembros, sino que también es imposible
mejorar o corregir este orden a través de direcciones centrales.
No puede ser jamás racional el hecho de adoptar tal combina-
ción de orden espontáneo y de organización". 16
Reglas, división del conocimiento
y transmisión de la información
Aunque Hayek formula una teoría general de las reglas, su
interés se concentra en aquellas que corresponden al orden
espontáneo, las cuales recuerdan a las instituciones orgáni-
cas de Menger. Es allí donde se fundamenta la explicación
PUF, París, 15 F. Hayek, La Présomption fatale . Les erreurs du socialisme, PUF, París,
1988/1993, p. 123.
16
F. Hayek, Droit, législation et liberté, vol. 1, op. cit., pp. 59-60.
 CUADRO 11.1. Dos tipos de órdenes o de reglas según Hayek
Órdenes organizados (taxis)
Fabricados (made): orden exógeno,
arreglo, construcción, organización
Simples
Tienen una dirección - un organi-
zador
Tienen objetivos - una intención
Deliberadamente dirigidos o coordi- Coordinados de forma inconsciente
nados
Gobernados por directivas y reglas
(subsidiarias de los directivos y
dependientes de los objetivos)
Concretos (pueden ser comprendi-
dos intuitivamente)
Reglas de las organizaciones (thesis) Reglas del orden espontáneo (nomos)
Reglas de organización que apuntan Sin objetivos
a obtener resultados concretos y de
corto plazo
Concretas
De creación deliberada
Diferentes según los miembros
de la organización
Prescriptivas
FUENTE: Hayek (1973).
Órdenes espontáneos (kosmos)
Madurados, evolucionados (grown),
orden autogenerado o endógeno
Complejos
Desprovistos de una dirección u
organizador
Independientes de todo objetivo
(además del orden mismo) e
intención
y no planificada
Gobernados por las reglas de "justa
conducta"
Abstractos (no pueden ser entendi-
dos intuitivamente; permanentes en
las estructuras de sus relaciones a
pesar de los cambios de sus elemen-
tos constitutivos)
Abstractas (se aplican a un número
indeterminado de casos futuros, sin
considerar sus consecuencias)
Evolución espontánea y perfeccio-
namiento deliberado gradual y
limitado
Se aplican de forma idéntica a
todos
Prohibitivas o negativas
LA ESCUELA AUSTRIACA Y EL ORDOLIBERALISMO 69
individualista de un proceso de tipo "mano invisible" en el
argumento de Hayek. Pero hace énfasis particularmente en
la cristalización del conocimiento fundado en la experiencia
de innumerables generaciones que da valor a las reglas "evo-
lucionadas"; conocimiento que los individuos que siguen esas
reglas pueden movilizar indirecta y, lo más a menudo, incons-
cientemente. Los conocimientos individuales no sólo están
fragmentados en el espacio sino también dispersos en el tiem-
po; nadie está en posición de unirlos y de utilizarlos de for-
ma total (en particular, no una instancia central). Las reglas
de justa conducta permiten aprovechar esta información sin
conocerla. En este sentido, las últimas pueden ser caracteri-
zadas como herramientas o instrumentos: "Las reglas son ins-
trumentales, son medios puestos a disposición del individuo;
ellas le proporcionan una parte de los datos que, del mismo
modo que su conocimiento del medio en donde actúa, pue-
den servir de base para sus decisiones" .17 De allí la importan-
cia de la tradición que los constructivistas desprecian erró-
neamente.
Una de las virtudes de las reglas abstractas de un orden
complejo es facilitar el ajuste de las diversas anticipaciones
de los individuos que formulan diferentes planes. 18 De esta
manera opera allí una coordinación que completa (o quizás
incluso que fundamenta) la coordinación a través del siste-
ma de precios. 19 Pero el rol esencial de las reglas de recta
conducta es el de volver posible el orden espontáneo global,
que es un fenómeno de alguna manera "emergente" y, por lo
tanto, contraintuitivo. Hay que distinguir claramente entre
las regularidades de conducta individual, determinadas por las
reglas, y el orden global que resultará de obedecer ciertos ti-
pos de reglas. 20 Hayek hace referencia al concepto de "emer-
gencia" en The Theory of Complex Phenomena, 21 un concepto
17
F. Hayek, La. Constitution de la liberté, Litec, París, 1960/1994, p. 151.
18 F. Hayek, Droit, législation et liberté, vol. 1, op. cit., p . 177.
19 S. Fleetwood, Hayek's Political Economy: the Socio-economics of Order,
Routledge, Londres/Nueva York, 1995.
20 F. Hayek, Droit, législation et liberté, vol. 1, op. cit., p. 133.
21 F. Hayek, "The Theory of Complex Phenomena", en Studies in Philoso-
phy, Politics and Economics, The University of Chicago Press, Chicago, 1967,
p. 26.
70 LA ESCUELA AUSTRIACA Y EL ORDOLIBERALISMO
que continúa siendo fundamental pero implícito en su teo-
ría del orden espontáneo.
El Estado y el derecho
En su teoría del derecho, el modelo esencial para Hayek es la
tradición jurídica angloamericana, aquella del common law,
la única que según él está verdaderamente acorde a la idea li-
beral, contrariamente a las tradiciones jurídicas continentales
(francesa y alemana) del derecho positivo, que juzga típica-
mente constructivistas. Afirma que "la idea de la libertad in-
dividual parece haber florecido sobre todo entre los pueblos
que, al menos durante largos periodos, han visto el predominio
del derecho elaborado por jueces". 22 Sin embargo, su interpre-
tación, que a veces ha sido calificada de anglófila romántica, 23
difiere completamente de la de Commons en este último pun-
to, aunque ambas lo traten desde la perspectiva del common
law method.
Hay dos géneros de derechos: el primero es el nomos de
los griegos, que es un derecho fundado sobre reglas ances-
trales, que se imponen al legislador y que deben ser "descu-
biertas"; el segundo es la thesis que consiste en reglas "pro-
mulgadas", que han sido establecidas por una autoridad. Los
dos géneros frecuentemente son confundidos bajo el término
único de "derecho" o "ley", lo que lleva a confundir también las
reglas de recta conducta, producto de un orden espontáneo,
con las reglas de organizaciones diseñadas con un objetivo
previo. Según Hayek, que se opone al positivismo jurídico, el
derecho en el sentido de reglas evolucionadas de la costumbre
o de la tradición preexiste a la legislación. Así, el modelo de
common law estará conforme a su rol de formular reglas abs-
tractas de recta conducta si ésta se apoya en las buenas cos-
tumbres y las refuerza. Si, por el contrario, la recta conducta
procede a priori, producto de un espíritu racionalista y cons-
tructivista, digamos un legislador omnisciente que busca
22
F. Hayek, Droit, législation et liberté, vol. 1, op. cit., p. 112.
23
D. O'Brien, "Hayek, Friedrich August von (1899-1992)", en P. Newman
(coord.), The New Palgrave Dictionary of Economics and the Law, vol. 1, Mac-
millan, Londres, 1998.
LA ESCUELA AUSTRIACA Y EL ORDOLIBERALISMO 71
objetivos organizacionales, pondrá en peligro el orden espon-
táneo de la "gran sociedad".
Así, el Estado posee una doble misión y un doble carácter.
Por un lado, su rol es formalizar y sancionar las reglas de jus-
ta conducta que son "descubiertas" en el proceso judicial del
common law, y también, donde corresponda, perfeccionarlas
o ajustarlas (este punto ya fue concebido por Menger) -pero
respetando absolutamente su carácter general y abstracto y su
función en el sostenimiento del orden espontáneo de la socie-
dad-; es decir, el Estado debe garantizar el nomos. Por otro
lado, el Estado en sí mismo es un orden organizado que está
basado en reglas e instrucciones internas con miras a objeti-
vos, en particular en su rol de proveedor de ciertos servicios
públicos. El Estado es en cierto modo una organización entre
muchas otras, sin duda el más vasto de los órdenes organiza-
dos (una tesis que recuerda a Commons); pero su doble rol
tiende a la función particular de esta organización específica
respecto del orden espontáneo que la sobrepasa y que la en-
globa. El auténtico Estado de derecho, por un lado, hace res-
petar en la sociedad global las reglas abstractas del nomos, es
decir, el derecho civil o "privado", resultante del common law,
y por otro, éste posee sus reglas internas de organización que
pertenecen a la categoría de la thesis que está, sobre todo, en
el derecho público.24
Según Hayek, la confusión de estas dos funciones del Es-
tado es uno de los errores propios de las tradiciones construc-
tivistas y socialistas, que tienden a ver a la sociedad como una
gran organización y, en consecuencia, confunden nomos con
thesis. Éstas favorecen las intervenciones intempestivas en el
orden espontáneo, que no solamente comprometen su repro-
ducción, sino que también engendran efectos perversos e
inevitables que conducen a nuevas interacciones correctoras,
portadoras de riesgo de conducir a la sociedad en la "ruta de
la servidumbre". 25 El liberalismo clásico está afirmado so-
bre la base de una integración de su dimensión económica (el
orden espontáneo del mercado o "catalaxia") 26 y de su dimen-
2•P. Nemo, La Société de droit selon F. A. Hayek, PUF, París, 1988.
25
F. Hayek, La Route de la servitude, PUF, París, 1944/2002.
26
Concepto de Von Mises y Hayek que se refiere a la manera en que el
mercado fija precios y establece los términos de intercambio. [N. del T.]
72 LA ESCUELA AUSTRIACA Y EL ORDOLIBERALISMO
sión política (la libertad individual), apoyada en una ambicio-
sa teoría de las instituciones que tiene como centro a la moral
y al derecho.
La evolución cultural
Si el concepto de Hayek puede ser considerado relevante
para la economía institucional, también lo es para entender
la génesis y la evolución de las instituciones. En Hayek, así
como en Veblen, encontramos que existe una articulación
de diferentes niveles o procesos de cambio. Hayek se centra
en la diferencia entre tres modos distintos de formación de
reglas que han conducido a la superposición de tres estados
de reglas.
Hay, evidentemente, un punto de partida, un fundamento sólido,
es decir poco cambiante, de la herencia genética: aquel de los
impulsos instintivos determinados por la estructura fisiológica.
Vienen después todos los vestigios de tradiciones adquiridas en
los diferentes tipos de estructuras sociales sucesivas, con reglas
que el hombre no ha escogido deliberadamente y que se han ex-
tendido por ciertas prácticas que acrecentaron la prosperidad de
los grupos que las siguieron [...] Finalmente, más allá de todo
ello, una tercera forma de reglas son aquellas adoptadas delibe-
radamente o modificadas para responder a objetivos previos. 27
La trilogía vebleniana: instintos/hábitos/instituciones (que Ha-
yek no discute, despreciando manifiestamente a Veblen), da
lugar a una forma tripartita que también es una secuencia: ins-
tintos/reglas orgánicas/reglas pragmáticas (si tomamos la ter-
minología de Menger). Veblen veía instintos en conflicto de
acuerdo con las configuraciones institucionales, que a veces
permitían el predominio de los instintos benéficos sobre los
negativos (como el instinto obrero o el parental bent); 28 Hayek,
por el contrario, desconfiaba de los instintos "atávicos", como
la solidaridad y el altruismo, que son convenientes en peque-
27 F. Hayek, Droit, législation et liberté, vol. 3, L'Ordre politique d'un peuple
libre, París, 1979/1995, p. 191.
PUF,
28 Según Veblen, uno de los instintos benéficos para el grupo. Véase el cua-
dro 1.2. [N. del T.]
LA ESCUELA AUSTRIACA Y EL ORDOLIBERALISMO 73
ños grupos primitivos pero inoperantes en las sociedades
complejas. Aquí subyace una razón de su crítica al concepto
de "justicia social". 29 Igualmente, Hayek es prudente con res-
pecto a la razón cuando ésta no reconoce la parte incompren-
sible de la ignorancia humana. De allí su nexo con un
segundo nivel de la trilogía, aquel de la tradición como funda-
mento de reglas que han sobrevivido a la evolución institucio-
nal. En ello, su posición es opuesta a la de Veblen, quien insiste
en el arcaísmo y en la inoperancia frecuente de las institucio-
nes heredadas.
Es un hecho que, con frecuencia, las reglas heredadas de la tra-
dición son lo que sirve mejor para el funcionamiento de la socie-
dad, más que aquello que es instintivamente reconocido como
bueno y que aquello que es racionalmente reconocido como útil
para conseguir fines específicos. Pero es también una verdad que
la óptica constructivista, predominante en nuestra época, se re-
húsa a admitirlo. 30
Hayek interpreta la génesis y el destino de las reglas de recta
conducta en términos de "evolución" -a sus ojos, un concep-
to similar al de orden espontáneo que va a tomar un lugar cada
vez más importante en sus últimos trabajos bajo la forma de
la evolución cultural-. Esta concepción es análoga a otros
procesos evolucionistas, sobre todo biológicos, aunque posea
especificidades irreductibles. En particular, la selección cultu-
ral no es ni natural ni artificial, sino precisamente "cultural".
Este proceso de selección no trata sobre los individuos (como
lo imagina el darwinismo social), sino sobre las reglas, y ope-
ra a través de la "selección de grupos" sociales 31 -notemos
que se trata de una de las nociones más controversiales de la
teoría hayekiana, incluso para los partidarios de la escuela aus-
triaca, dado que la consideran contraria al individualismo
metodológico-.
Originalmente, las reglas de conducta son innovaciones
individuales que eventualmente van a expandirse cuando sean
29
F. Hayek, Droit, législation et liberté, vol. 2, Le Mirage de la justice sociale,
PUF, París, 1976/1995.
30
F. Hayek, Droit, législation et liberté, vol. 3, op. cit. , p. 194.
31
Ibidem, p. 205.
74 LA ESCUELA AUSTRIACA Y EL ORDOLIBERALISMO
adoptadas por grupos más grandes para crear nuevas tradi-
ciones culturales. 32 Después, sobre la base de la expansión de
ciertos grupos y su prosperidad relativa (expansión demográ-
fica, adhesión de extranjeros), las reglas exitosas que producen
estos grupos serán imitadas por otros, lo que hace que se ex-
tiendan las reglas de conducta en cuestión, mientras que los
grupos menos exitosos y menos favorables a la reproducción
de estas reglas van a decrecer o serán absorbidos por los pri-
meros. Los procesos de innovación individual (que inicialmen-
te fueron una transgresión de reglas preexistentes) se suceden
de manera continua; pero la selección cultural, que opera por
"tamización y filtración" de acuerdo con las ventajas diferen-
ciales adquiridas por cada grupo, 33 finalmente permite a las
reglas más benéficas al orden espontáneo global sobrevivir y
enraizarse.
Se podría observar que esta teoría se basa en una interpre-
tación más bien romántica de la evolución primitiva de los gru-
pos sociales, la cual puede ser contraria a los muchos ejemplos
de la experiencia histórica de la humanidad, que sobre todo ha
sido marcada por la conquista y la violencia. Las tendencias
constructivistas y sus reglas correspondientes, constitutivas
del periodo moderno, denunciadas como negativas por Ha-
yek, ¿acaso no se han expandido por importación o imitación
progresiva, sin una relación simple e inmediata con el éxito
económico o demográfico de diversas sociedades? Según Ha-
yek, las reglas de la moral e instituciones como la propiedad,
la moneda y el derecho (en el sentido profundo del nomos) son
resultado de una evolución cultural que produce civilización
y expansión económica. De acuerdo con la visión de Hayek, el
carácter remarcable de las reglas de justa conducta (aunque
sin duda equívoco y fuente de errores de comprensión) se
debe a que su rol benéfico no puede ser entendido sino hasta
que el orden espontáneo abstracto haya sido reconstituido men-
talmente.
El individuo puede no tener ninguna idea del orden global que
es el resultado de que se hayan observado reglas tales como
32
F. Hayek, Droit, législation et liberté, vol. 1, op. cit., p. 90.
33
F. Hayek, Droit, législation et liberté, vol. 3, op. cit., p. 186.
LA ESCUELA AUSTRIACA Y EL ORDOLIBERALISMO 75
aquellas de parentesco y de matrimonio entre los grupos, o aque-
llas de sucesión de la propiedad, ni de la función que este orden
global tiene. Sin embargo, todos los individuos que pertenecen a
la especie existente se comportarán de esa manera, pues los gru-
pos de individuos que han seguido dicho comportamiento han
eliminado a aquellos que no lo hicieron. 34
EucKEN y EL ORDOLIBERALISMO
La teoría del orden, u Ordnungstheorie, asociada a los nom-
bres de Walter Eucken (1891-1950) y Franz Bohm, así como a la
escuela de Friburgo, puede ser considerada una contribución
del pensamiento alemán a la economía institucional. Eucken
intentó superar las divisiones heredadas del Methodenstreit
entre el enfoque institucional de la escuela histórica y el acen-
to puesto en el análisis abstracto de las tradiciones margina-
lista y austriaca.
Orden económico, propiedad y planificación
A través del recurso a un método de "abstracción aisladora"
que se diferencia de la "abstracción generalizadora", Eucken
busca identificar en la historia las formas recurrentes de los
órdenes económicos (Wirtschaftsordnung) . De esto resulta una
morfología de "tipos puros", en la cual se opone la economía
centralmente dirigida (Zentralverwaltungswirtschaft) a la eco-
nomía de intercambio. La primera se subdivide en dos for-
mas: la economía de la explotación individual, en la que el jefe
de la unidad económica planifica la actividad, y la economía
centralmente administrada, en la que un aparato adminis-
trativo ejerce la planificación. La segunda también tiene dos
formas: la economía de trueque y la economía monetaria.35
Los dos grandes tipos y sus formas se subdividen a su vez en
34 F. Hayek, "Notes on the Evolution of Systems of Rules of Conduct", en
Studies in Philosophy, Politics and Economics, The University of Chicago
Press, Chicago, 1967, p. 70.
35 W. Eucken, The Foundations of Economics. History and Theory in the
Analysis of Economic Reality, William Hodge & Co., Londres, 1940/1950.
76 LA ESCUELA AUSTRIACA Y EL ORDOLIBERALISMO
subtipos (ideales); por ejemplo, las diversas formas de merca-
do en las economías de intercambio. La extrema variedad de
los sistemas económicos históricos se simplifica en diversas
combinaciones de un número limitado de formas puras del
orden económico.
Según Eucken, el criterio principal de distinción de los
grandes órdenes económicos no es la propiedad sino la repar-
tición del poder de planificación (derecho de disponer). Así,
la Rusia soviética y la Alemania nazi constituyeron dos tipos
de economía centralmente planificada; la primera con una
propiedad colectiva y la segunda con una propiedad privada
sobre los medios de producción. Si se clasifican las teorías de
los grandes sistemas económicos entre las que privilegian el
criterio de propiedad y aquellas que ponen por delante el cri-
terio de coordinación, Eucken prefiere las segundas. Kornai3 6
buscó conjugar estos dos criterios, guardando, sin embargo,
una primacía de la propiedad (conforme a la tradición aus-
triaca que se remonta a Von Mises).
El Estado como garante del orden competitivo
El ordoliberalismo de la escuela de Friburgo se distingue del
liberalismo manchesteriano por la importancia que éste le da
al Estado en tanto "guardián del orden del mercado" (aunque
también de la visión hayekiana del orden espontáneo consti-
tuido por evolución). Al mismo tiempo que privilegia la liber-
tad de los agentes económicos, pone énfasis en las reglas
constitucionales de la economía que engendran un orden en el
seno del cual esta libertad puede desarrollarse de forma bené-
fica. El paralelo con las tesis de Hayek es visible en ese aspecto
(Hayek fue profesor en Friburgo en la década de 1950), pero
Eucken se inclina más hacia lo que se podría calificar como
"constructivismo liberal" en una perspectiva hayekiana. Allí
donde Hayek ve como condición del orden de mercado las "re-
glas de justa conducta" constituidas por una evolución de largo
plazo y selección cultural, Eucken insiste en el establecimiento
36
J . Kornai, Le Systeme socialiste. Économie politique du communisme,
PUG, Grenoble, 1992/1995.
LA ESCUELA AUSTRIACA Y EL ORDOLIBERALISMO 77
deliberado de reglas constitucionales por parte del Estado como
requisito esencial para la existencia y el mantenimiento de un
orden liberal competitivo.
Puesto que el orden económico y social se basa en reglas e
instituciones, el Ordnungspolitik también es una política cen-
trada en un marco legal e institucional, que podríamos cali-
ficar como "política institucional". La competencia no puede
desarrollarse y mantenerse espontáneamente si el Estado se
limita a garantizar los derechos de propiedad, pues su no in-
tervención dejaría actuar a las fuerzas y se formarían claras
tendencias monopolistas y grupos de interés. El rol del Estado
consiste en asegurar el establecill}iento y el mantenimiento de
la competencia. Cabe señalar, de paso, que podemos hallar un
argumento similar en Walras: "Instituir y mantener la libre
competencia económica en una sociedad es una obra de la le-
gislación, y de una legislación muy compleja que pertenece al
Estado".37
Principios constitutivos y reguladores
El orden económico de intercambio, que es la forma deseable
según Eucken, no surge de manera espontánea; debe ser esta-
blecido y protegido por el Estado de derecho. La "política del
orden" debe partir de una jerarquía de principios, diferen-
ciando los principios constitutivos de los reguladores. "Los
principios constitutivos son aquellos de la constitución econó-
mica. Su común aplicación en una situación histórica concre-
ta constituye un orden (o un sistema) económico deliberado,
al crear las condiciones en las cuales este orden será posible."38
Estos principios constitutivos son: la primacía de la política
monetaria que permite la estabilidad de la moneda a partir
de reglas fijas, los mercados abiertos, la propiedad privada,
la libertad de contrato, la responsabilidad (no limitada) de las
empresas y de los hogares y la estabilidad de la política eco-
nómica. En cuanto a los principios reguladores, éstos deben
estar subordinados a los precedentes, tal como una política
37 L. Walras, Études d'économie politique appliquée, F. Rouge & Cie., Lau-
sanne/R. Pichon et R. Durand-Auzias, París, 1898/1936, p. 476.
38 W. Eucken, Grundsatze der Wirtschafstpolitik, J. C. B. Mohr, Berna/Tu-
binga, 1952, p. 289.
78 LA ESCUELA AUSTRJACA Y EL ORDOLIBERALISMO
de lucha contra los monopolios y los carteles -que debe dar-
se desde una oficina de monopolios independiente, a través de
una fiscalización progresiva que tienda a la redistribución, a la
corrección de externalidades negativas y a la gestión del mer-
cado laboral-.
La doctrina alemana de la "economía de mercado social"
(Soziale Marktwirtschaft, Müller-Armack) prolongará la tradi-
ción ordoliberal pero matizada por la aceptación de formas
de distribución más extensas. En el proceso de integración de
la Unión Europea, en particular en los diferentes tratados
desde Maastricht (1992), la influencia del ordoliberalismo ale-
mán está presente. Para un autor como Vanberg, 39 la escuela
de Friburgo es, para ciertos asuntos, un antecedente de la "eco-
nomía constitucional" de Buchanan, que aplica las reglas de
la elección racional a las reglas constitucionales en el espíri-
tu liberal.
39 V. Vanberg, Rules and Choice in Economics, Routledge, Londres, 1994.
III. LA NUEVA ECONOMÍA
INSTITUCIONAL (NEI)
WILLIAMSON Y LOS MECANISMOS DE GOBERNANZA
Oliver Williamson es el inventor de la expresión "nueva econo-
mía institucional", que a partir de la década de 1990 se vuelve
la referencia de diferentes corrientes teóricas articuladas por la
idea de que las instituciones son un objeto importante de análi-
sis y que pueden ser comprendidas a través de las herramien-
tas de la teoría económica estándar, bajo la reserva de realizar
ajustes. Esta expresión, que fue introducida en la obra Mar-
kets and Hierarchies, 1 implica, sin duda, cierta relación con la
"vieja economía institucional" estadunidense; pero su crítica a
esta última es esencialmente la misma que la que realizaba la
tradición neoclásica. La idea de que el viejo institucionalismo
tenía una orientación no teórica (o antiteórica) es dominante
en la nueva escuela. Coase subraya que la expresión "nueva
economía institucional" tiene como objetivo diferenciarse de
ésta: "John R. Commons, Wesley Mitchell y todos los que estu-
vieron asociados al institucionalismo eran hombres de gran
estatura intelectual; pero eran antiteóricos, y sin una teoría
para unificarlos había muy pocas cosas que ellos pudiesen
transmitir". 2
Mercado, firmas (empresas) y costos de transacción
Uno de los temas esenciales por los cuales las instituciones
fueron reintroducidas en la nueva economía institucional es
el de las organizaciones (esencialmente las empresas o las fir-
mas o, en la terminología de Williamson, la jerarquía). En un
1
O. Williamson, Markets and Hierarchies. Analysis and Antitrust Implica-
tions, The Free Press, Nueva York, 1975, p. l.
2
R. Coase, "The New Institutional Economics", American Economic Re-
view, 88 (2): 72-74, 1998, p. 72.
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