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óptimo desempeño y escritor venezolano de proyección internacional—
Leo Alcalá ha encendido, potenciado y activado el poder en decenas
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Esta trayectoria le ha permitido compartir el escenario con reconocidas
personalidades como el Dr. Stephen Covey, Fujio Cho (Presidente de
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Los 9 Pasos
para Diseñar
y Crear el Éxito
TRANSCRIPCIÓN
DE LOS AUDIOS

Los 9 Pasos para
Diseñar y Crear
tu ÉXITO
El éxito, el vivir una vida plena, el vivir una vida llena de satisfacciones, de grandes logros, de
disfrute, de balance, no se da por casualidad: requiere planificación, requiere deliberación.
Hola, soy Leo Alcalá, autor del Libro “El Poder para Lograr lo que Quieras”, coach de óptimo
desempeño y conferencista internacional, y hoy te quiero dar la bienvenida a mi programa
“Los nueve pasos para diseñar y crear el éxito”, una metodología de planificación estratégica
personal y profesional para que tú puedas adueñarte de la construcción de tu futuro.
Lo ideal es que tú puedas trabajar estos nueve pasos por escrito y, de hecho, de vez en
cuando, para cada uno de esos pasos, voy a guiarte con algunos ejercicios clave, de forma
tal de que tú comiences a poner en práctica los nueve pasos, puesto que su poder está es en
la aplicación.
Si estás escuchándome mientras estás en el carro y se te dificulta escribir ¡no importa! Está
bien, no hay problema. Podrás aprovecharlos también, pero es muy importante que puedas
darte la oportunidad posterior de ir plasmando, a medida que vayas desarrollando los nueve
pasos, esos ejercicios por escrito.
Sea como sea, estoy muy entusiasmado por la oportunidad que me estás brindando para
compartir contigo “Los 9 Pasos”, ya que estoy seguro que esto te va a dar no sólo la
motivación sino también las estrategias específicas para potenciar tu éxito.
Y hablando de éxito… ¿qué es el éxito?
El éxito tiene que ver con poder pasar desde A hasta B, desde dónde estamos hoy hasta
donde queremos estar mañana, desde lo que tenemos hacia lo que queremos, hacia esas
metas o esas cosas que nos proponemos, hacia eso que deseamos.

Los 9 Pasos para Diseñar
y Crear tu ÉXITO
Es el proceso de pasar de A hasta B, de la situación actual a la situación deseada, desde no

tener hasta tener, desde no estar hasta estar, desde no disfrutar hasta estar disfrutando.
Y este proceso tiene que ver con tres cosas fundamentales. Una de ellas es lograr: alcanzar,
conseguir, manifestar tus metas.
Ahora bien ¿de qué sirve lograr si no disfrutamos el proceso? ¿De qué sirve lograr si no
somos capaces ni siquiera de disfrutar nuestros logros, de celebrarlos, de sentirlos? A veces
estamos tan enfocados logrando cosas que cuando las logramos no sentimos real
satisfacción.
No sé si a ti te ha ocurrido algo como lo que te voy a contar —me acuerdo que una vez
deseaba un carro y por meses en mi mente estaba el carro, el carro, el carro. Pero una vez
que tuve el carro, luego de la euforia del momento, me pregunté: “¿Y esto es todo?”
¿Sabes? Tenía la expectativa de que al tener el carro entonces iba a poder tener el permiso
de ser feliz, y de pronto tuve el carro, para enterarme definitivamente de que la cuestión tiene
que ver, mucho más que con el logro mismo, con la capacidad de disfrutar ese logro.
Ahora ¿es sólo disfrutar una vez que hayamos logrado lo que queremos? ¡No! Es también
disfrutar del camino. Porque ¿en dónde vamos a pasar la mayor parte del tiempo? En el
camino. El 99.9% de nuestra vida va a estar en el tránsito de ese camino que, idealmente,
nos acerca cada vez más a la vida que realmente queremos vivir.
Por lo tanto, o aprendemos a disfrutar del camino, o hacemos del camino el éxito mismo, o
estaremos limitando nuestra capacidad de sentirnos exitosos, plenos y felices a cortos
instantes de nuestra vida.
El disfrute es una palabra que pudiéramos sustituir por felicidad, pero a lo que me refiero es
que, independientemente de la palabra que usemos, el éxito es también una cuestión
emocional. Es asunto de vivir una plenitud espiritual, de llenar esa necesidad de que, más
allá de lograr, tengas esa sensación de disfrute, de felicidad, de plenitud.
Pero ¿de qué sirve disfrutar el lograr algo a costa de tu familia? ¿De qué sirve lograr algo a
costa de tu salud? ¿De que te sirve lograr algo a costa de algo que no quieres perder?
Hace falta también el equilibrio; hace falta ser capaces de lograr lo que queremos, disfrutar
de ese proceso y de ese logro, pero también manteniendo el balance, cuidando esas cosas
que son importantes para ti. Que no por conseguir una destroces otra, o descuides algo que

y Crear tu ÉXITO
sea muy importante para ti. Que no por alcanzar algo vayas a pagar un precio que no
estabas dispuesto a pagar.
Esto de ir de A a B, logrando, disfrutando y cuidando el balance, es una actividad continua. O

sea, este proceso es algo constante, incesante, porque una vez que llegas a B ¿qué sucede?
Surge otro B, o surge C, surge D, surgen otras metas y deseos.
El éxito es un proceso continuo.
Y también podemos afirmar que el éxito es totalmente personal. Porque eres tú quién define
qué es lo que quieres lograr. Eres tú quien decide cómo quieres disfrutar del proceso y lo
que es importante para ti cuidar y mantener.
Lo que para ti es disfrute no necesariamente lo es para otro; lo que es importante cambia de

persona a persona.
Eres tú, por tanto, quien decide cuáles son esas cosas importantes para ti, las que tú quieres
cuidar y mantener en equilibrio. Eso es totalmente personalizado. Tú lo determinas.
Por consiguiente, una manera general de referimos al éxito es decir que el éxito es ese
proceso continuo de disfrutar el logro de lo que quieres, cuidando el balance de las cosas
importantes en tu vida.
Te lo repito: el éxito es el proceso continuo de disfrutar el logro de lo que quieres, cuidando el

balance de las cosas importantes en tu vida.
Quiero ahora compartir contigo los nueve pasos para diseñar y crear el éxito, ese proceso
continuo de disfrutar el logro de lo que queremos con equilibrio, de manera consciente, de
manera deliberada, de manera realmente eficaz.
Permíteme presentarte rápidamente los nueve pasos. Primero a vuelo de pájaro para luego
detallarlos uno por uno.
El primero de ellos es: Reconoce.
¿Reconocer qué? Reconocerte a ti mismo. Reconocer tus éxitos. Reconocer tus fortalezas.
Reconocer lo que sí está funcionando. Reconocer que tú sí eres un ser humano grandioso,
poderoso, capaz, que ha sido capaz de crear éxitos en el pasado. Reconocer que es
parándonos sobre lo que ya hemos logrado como podemos sentirnos certeros y llenos de
energía para poder construir nuevas cosas.

y Crear tu ÉXITO
El primer paso, entonces, es: ¡reconoce!
El segundo paso es: sincérate. Se trata de sincerarte en función de lo que estás viviendo hoy
día. Es ser honesto contigo para ser capaz de ver lo que está funcionando y lo que no está
funcionando muy bien en tu vida. Lo que te gusta de lo que estamos viviendo y aquellas
cosas que –¿sabes?– no están bien.
Porque es que sólo siendo realmente sincero, honesto contigo mismo, es como vas a poder,
primero, celebrar lo que está funcionando y, segundo, hacerte cargo de aquello que tengas
que modificar, que cambiar o que mejorar para avanzar hacia lo que quieres.
El tercer paso es sueña.
En el primer paso, reconoce, das una mirada positiva al pasado para conectarte con tus
éxitos previos; en el segundo paso, sincérate, analizas tu presente. Ahora vas hacia el futuro.
Es déjate soñar. Darte el permiso de soñar en grande.
¿Qué es lo que quieres? ¿Cuál es tu visión? ¿Cómo quieres que se desarrolle la película de
tu vida?
Pero no es soñar por soñar. Apenas se trata del tercer paso.
El cuarto paso es enfócate.
Tu capacidad para progresar, para concretar cosas, para alcanzar eso que deseas, está
íntimamente relacionada con tu capacidad para enfocarte sobre metas específicas. Por tanto,
a estos sueños con los que jugaste en el paso tercero, hay que traerlos bajo tu atención, para
enfocarte en aquellos pasos concretos que te van a permitir progresar en el corto y mediano
plazo, hacia lo que quieres.
El quinto paso es apasiónate. Una vez que haz definido el enfoque, vas a conectarnos con la
fuerza de la pasión, con la fuerza del propósito, con el entusiasmo. Porque si las metas en las
cuales pretendes enfocarte no tienen entusiasmo, no encienden tu alma, no te producen
energía, allí no va a haber gasolina, allí no va a estar la fuerza para poder seguir adelante.
El sexto paso es aterriza.
Sueñas en el paso tres, te enfocamos en metas específicas en el cuatro, con el cinco tienes
la pasión a millón… ¡y ahora! Pon los pies en la tierra. Es momento de aterrizar.

y Crear tu ÉXITO
¿Qué son esas cosas que te están impidiendo llegar allá? ¿Estás dispuesto a pagar el precio
que implica tu éxito? ¿Cuáles son las decisiones clave que tienes que tomar para realmente
hacer que eso se dé? Aquí hay que poner los pies en la tierra.
El séptimo es poténciate. Porque ahora va a venir el proceso de crear, de construir –de

alguna manera todos los seis pasos anteriores son diseño; ahora viene la fase de construir y
materializar lo que quieres. Y en ese proceso seguramente te vas a encontrar con cosas
inesperadas, te vas a encontrar con la incertidumbre, con obstáculos. Entonces es
importante conectarte con tu fortaleza, aumentar tu capacidad y los recursos que van a
permitirte salir adelante.
El octavo paso es muévete. Nada se va a dar hasta que no te pongas en movimiento. Nada
se va a dar hasta que no tomes acción. Este paso tiene que ver con ese momento
fundamental de toda creación, que es poner tu visión en acción.
Finalmente, hay un noveno paso: persevera.
Porque lo que buscas no se te va a dar necesariamente a la primera, y muchas veces sucede

que el proceso de lograr nuestra metas tarda más o es más complejo de lo que inicialmente
habíamos previsto. Por esto es importante tener la actitud de la perseverancia, desarrollar la
capacidad de ser tenaz, consistente, perseverante.
Aquí están los nueve pasos: Reconoce, Sincérate, Sueña, Enfócate, Apasiónate, Aterriza,
Poténciate, Muévete y Persevera.
Vamos ahora a entrar en detalle en cada uno de ellos.

y Crear tu ÉXITO
Paso 1: RECONOCE
Comencemos por el primer paso que, como ya sabes, es reconoce.
Sólo puedes crear éxito desde el éxito. Para crear nuevos éxitos tienes que colocarte sobre
tus éxitos pasados. Es muy difícil pretender la creación de un éxito nuevo, es muy difícil
pretender crear una visión, por espectacular que sea, si con lo que tú estás conectado es
con tus limitaciones, tus fracasos, tus “no puedo”, tus “yo no sirvo para…”.
Por consiguiente, primero tienes que reconectarte con aquellas memorias y hechos pasados
que te van a permitir alimentar con fuerza la creencia “sí soy capaz”.
Se trata de darle una mirada al pasado, pero una mirada positiva. Es sacar del pasado lo
positivo que puedas utilizar para fortalecerte, para llenarte, para aumentar tu autoestima, para
aumentar tu sensación de –¿sabes qué– “Si yo pude antes, ahora también”, “Si antes fui
capaz, ahora también”.
De hecho, todo lo que tú tienes hoy en tu vida —tu matrimonio (para los que están casados),
tus hijos, tu casa, tu trabajo, tu título, tus posesiones, las experiencias que has vivido, los
momentos mágicos que has tenido, las vacaciones espectaculares que compartiste con tu
familia— alguna vez todo eso fue tan sólo una idea en tu mente.
Alguna vez en el pasado esas cosas fueron sólo sueños, deseos. Algo habrás hecho tú para
ser capaz de que eso ya sea hoy algo real, algo concreto, algo que ya viviste, o algo que
tienes. Algo que compartes, algo que disfrutas.
Algo hiciste, alguna magia pusiste en práctica, para transformar eso que una vez era tan sólo
una idea o un sueño, un deseo, en algo concreto, en algo vivido, en algo que ya hoy tienes.
Pues bien, si lo hiciste antes, lo puedes volver a hacer ahora; si antes fuiste capaz de
producir esa magia, de transformar lo invisible en lo visible, también lo puedes hacer hoy.
Entonces, lo vas a hacer hoy desde la fortaleza que surge al sentirte conectado con tus
éxitos, con tus propios logros, con lo que puedes apreciar en tu vida.

y Crear tu ÉXITO
El primer paso tiene que ver con esa parada en la que te das el permiso de reconocer el ser
exitoso que ya eres. Todos somos exitosos. Tú eres exitoso, si no lo fueras no me estarías
escuchando en este momento.
Entonces, tú ya has logrado cosas. Y según la definición de éxito que compartimos en el

principio, tú estás en el proceso. Puede que te falten cosas por obtener —a mí me faltan
montones de cosas por lograr, a mí me faltan montones de cosas por disfrutar— pero estás
en el proceso, eres exitoso. Puede que no todavía al nivel que deseas, pero ya lo eres.
Es muy importante que te reconozcas como un ser de éxito y capaz de transitar el camino
para construir la vida que quieres. Recuerda esa frase del principio: “El éxito solo podemos
lograrlo desde el éxito”.
Y a veces lo que hacemos es que pretendemos ya de una vez salir a construir nuevas cosas,
cuando todavía no nos hemos detenido a reconocernos, cuando todavía no nos hemos
conectado con nuestras fortalezas, cuando no hemos alimentado esa sensación de que “SÍ
es posible…”
Pero ya no es un mero “SÍ es posible…” en el vacío, ya no es un “SÍ es posible…” desde la fe

vacía, es un “SÍ es posible…” porque antes tú lo hiciste, antes tú fuiste capaz, antes tú
construiste cosas, antes tú superaste obstáculos. Antes tú lograste cosas, que años atrás
pensaste incluso que no podrías ser capaz de vivirlas, y hoy las estás viviendo, hoy las estás
disfrutando.
Ahora, la invitación aquí es a que en este paso, al menos por unos momentos, tú hagas
memoria selectiva. Es decir, que te enfoques sólo sobre aquello que funcionó. Es verdad,
puede haber cien cosas en tu vida que no han funcionado —en mi caso yo he tenido
montones de fracasos, montones de cosas que no me han salido bien— pero te aseguro
que tienes muchas que sí te funcionaron. ¡Al menos cinco! Y son en realidad muchas más; te
aseguro que en el fondo hay muchísimas más cosas que te están funcionando.
Porque hay muchos más éxitos de los que comúnmente nos damos crédito, hay muchísimas
más cosas por las que podemos reconocernos para reconectarnos con esa sensación de
que –¿sabes qué?– ¡sí es posible!
Es verdad, en tu vida hay algunas cosas que no te han funcionado y no han salido como
querías, y quizás en algunos casos parecieran ser las más evidentes. Pero busca ser
selectivo.

y Crear tu ÉXITO
Esto es una habilidad importante, porque a veces somos selectivos pero en negativo. Así lo
único que estamos viendo, lo único que estamos enfocando es aquello que no está
funcionando, cuando hay otras cosas que sí funcionan.
Te aseguro que es una cuestión de adiestrar tu mente; es una cuestión de acostumbrarte a

hacerlo. Te aseguro que tú tienes miles de éxitos en tu vida ¡miles! Lo que pasa es que a
veces creemos que el éxito es sólo aquello que es grandioso, lo que externamente se ve
más, pero también son éxitos los pequeños pasos, porque al final ese proceso del que
hablábamos al principio —ir constantemente desde A hacia B, logrando, disfrutando,
manteniendo el balance— se construye paso a paso.
Ese proceso se construye con pequeñas cosas. Es dar “gracias” hoy, cuando has podido no
darlas. Es hacer la llamada, cuando has podido dejarlo para después. Es haber terminado
algo cuando en el fondo lo has podido postergar u olvidar. Son pequeños detalles, pero
esos son pequeños éxitos, y tú tienes miles en tu vida.
Te aseguro que si tuvieras el tiempo podrías generar una lista de los cien éxitos que tú has
tenido en las últimas veinticuatro horas: tú te cepillaste los dientes –¿en las últimas
veinticuatro horas te los cepillaste alguna vez? ¿Tú te bañaste en las últimas veinticuatro
horas? Eso es un éxito.
Te paraste de la cama, te levantaste: eso es un éxito. Sigues aquí conmigo, escuchándome:

eso es un éxito. Y si nos ponemos a enumerar de esa manera podemos listar mucho más de
cien éxitos en las últimas veinticuatro horas.
Entonces, en el fondo tenemos muchísimo más éxitos que los que comúnmente
reconocemos, y la clave aquí del primer paso —reconoce— es dar una mirada selectiva a tu
pasado para traer de allí todo aquello con lo que puedas nutrirte, conectarte, llenarte.
Para poner este paso en práctica, te invito a hacer el siguiente ejercicio, tú inventario de
éxitos. Si la tienes a mano, toma una hoja de papel o un cuaderno, o tal vez tu computadora,
y coloca arriba: INVENTARIO DE ÉXITOS.
En los próximos minutos haz un listado, una lista simple de todos aquellos éxitos que puedas
recordar. Reconoce y trae a tu presente los éxitos que hayas podido generar en cualquier
momento de tu vida.

y Crear tu ÉXITO
Incluye cosas simples, pequeñas, sencillas —como el éxito de mi hija Maya la semana pasa,
a quien en el Kinder le pusieron una estrellita en el cuaderno por una tarea bien hecha— y
también cosas mucho más trascendentales. Pero no te quedes sólo con las cosas grandes.
Incluye también las cosas cotidianas, los pequeños éxitos, lo pequeños logros. Comienza a
rememorar todos esos instantes cuando avanzaste, progresaste, superaste cosas o
alcanzaste metas, cuando concluiste proyectos.
Cualquier cosa por la cual tú puedas sentirte orgulloso, cualquier cosa que pueda haber
significado un avance, un progreso, un éxito de cualquier tamaño.
¿Cuántas de las cosas que hoy vives y tienes y disfrutas y compartes, hace una vez fueran
tan sólo sueños, ideas y deseos?
¿De qué cosas puedes sentirte agradecido en tu vida?
¿De qué puedes sentirte orgulloso?
Si no tienes en este momento la oportunidad de escribir —si estás en el carro, por ejemplo—
entonces igualmente ponle pausa a este CD y por los próximos minutos, al menos por los
próximos dos minutos, date el regalo de empezar a conectarte con todo ese pasado positivo
de éxitos que te va a dar la fuerza y te va a indicar que, si lo hiciste antes, lo puedes volver
hacer ahora.
Así que ¡AHORA MISMO! ¡VAMOS! Ponle pausa y escribe o comienza a pensar en todos tus
éxitos.
Espero que le hayas puesto pausa y que lo estés haciendo, ¡VAMOS! ¡APROVECHA EL
MOMENTO! Date este regalo.
¡MAGNIFICO! Espero que realmente te hayas conectado con todas esa cosas que tú has
logrado en el pasado.
Porque ahora te pregunto, viendo o reflexionando sobre tu lista, viendo que sí has sido capaz
de lograr cosas, que en el has superado retos y vencido obstáculos, ¿es posible o no es
posible?
¡Ahora ese “SÍ ES POSIBLE” tiene más fuerza que antes.
Ahora —al reconocer tus éxitos pasados— tienes pruebas.

y Crear tu ÉXITO
¿Sabes? Hay prueba de que ya lo hiciste, de que fuiste capaz en el pasado, porque hace
cinco años, o diez o quince o veinte, había cosas en tu cabeza que eran sólo ideas. Y en ese
momento, en tu mente, las veías lejaaaaaanas, las veías como difíiiiciles, las veías como
enormes, y hoy… ya las estás viviendo, ya las alcanzaste, ya las superaste, ya las
conseguiste.
Entonces, hoy también puedes estar viendo cosas lejanas, enormes, retadoras; pero así
como lo hiciste antes lo puedes volver a hacer ahora.
Y esto es clave, esto es fundamental: arrancar el de diseño del proceso de tu éxito desde
esta plataforma, desde la plataforma de tu propio éxito.
Y algo a lo que te invito es a que te hagas el regalo de ir aumentando esa lista en el tiempo.
Hay un ejercicio que aprendí hace mucho tiempo. En ocasiones —cuando por ejemplo me
encuentro decaído, cuando me baja la energía o me siento un tanto deprimido— hay dos
cosas que hago y que me han funcionado de maravilla, que me permiten surgir
inmediatamente.
Primero es hacer esa lista de éxitos, de esas cosas que he alcanzado antes, y la segunda es
una lista similar, aunque no necesariamente de las mismas cosas. Esta vez es una lista de
aquellas cosas que puedo agradecer. Al enfocar tu mente en lo que has logrado, en que sí
has logrado cosas que están funcionando y en aquellas cosas que puedes agradecer,
cambiará tu energía.
Date el regalo de expandir esa lista, más allá de lo que escribiste o pensaste hace unos
minutos. Lleva tu inventario de éxitos a cincuenta. Asume el reto de que aquí a un mes
tendrás cien cosas anotadas.
Date ese regalo y, cuando sientas la necesidad, recurre a tu lista, léela, repásala, vuelve a
conectarte con ella, respira esa sensaciones, vuelve a traer esas sensaciones de logro, de
disfrute, del éxito de cada uno de esos momentos. Por esto es tan importante que tu lista
esté por escrito. Para que puedas reconectarte con esas referencias potenciadoras en
cualquier momento.
Esto te dará fuerza, esto te permitirá recuperar, alimentar y mantener tu energía en alto.
Esto —el reconocer tu capacidad de éxito al enfocarte en lo que sí has logrado, en lo que sí
tienes, en lo que sí puedes agradecer, en lo que sí haz sido capaz de superar— es algo de lo
que tienes que adueñarte.

y Crear tu ÉXITO
Porque, si dependes del entorno y de las circunstancias para sentirte capaz, va a ser muy
difícil. Porque continuamente estamos siendo bombardeados con crisis, problemas, cosas
negativas, obstáculos, imprevistos.
Entonces tú tienes que hacerte cargo de alimentar tu mente con cosas positivas, con cosas
que te potencien, con cosas que más bien eleven tu energía —como lo estás haciendo ahora
al escuchar este programa de audio.
Así que aplica el primer paso y reconoce que sí eres capaz porque si antes fue posible, ahora
también.

y Crear tu ÉXITO
Paso 2: SINCÉRATE
El segundo paso es SINCÉRATE.
Si bien el primer paso tenía que ver con esa mirada positiva y constructiva al pasado, para
traernos nuestros éxitos y armar una plataforma de fortaleza, el segundo paso tiene que con
ver el presente, tiene que ver con confrontar lo que estamos viviendo, tanto como para
celebrar lo que hay de bueno, como para decir “¡Ey! Esto no está tan bien”.
El segundo paso tiene que ver con una capacidad fundamental de ver las cosas tal cual son,
ni mejor ni peor de lo que son. Hay personas que se van a uno de los dos extremos. Ven
algo y lo ven peor de lo que es y arman todo un drama… Se ahogan en un vaso de agua y
se desgastan enormemente en eso.
Pero también hay la otra tendencia: hay algo que necesita ser atendido, hay algo que no está
funcionando y, de alguna manera, utilizan la estrategia del polvo debajo de la alfombra. Sí, es
como si levantaran la alfombra virtual de su consciencia y barrieran el sucito de lo que no
está bien debajo de ella, para taparlo, como para que nadie lo vea ¿sabes? Bueno, si no se
ve es como si no estuviera allí. Mentira, allí está. Sabemos que sigue estando allí.
Y esas cosas que no confrontamos pasan entonces a constituirse en bombas de tiempo. Por
ejemplo, la tendencia a seguirle sumando kilos y centímetros a tu cintura, la relación personal
que está en tensión, la insatisfacción en el trabajo, la desconexión con el hijo.
Entonces, ni lo uno ni lo otro. Sincérate es el paso de darle un vistazo a tu vida —realizar un

análisis situacional como se diría en planificación estratégica— y ser lo suficientemente
agudo y honesto contigo mismo como para ver las cosas tal cual son, ni peor ni mejor.
El asunto es echar una mirada sobre cómo te encuentras ahora, qué está funcionando, que
no está funcionando, que necesita ser ajustado. Esto te permitirá, cuando avances a los otros
pasos —al soñar, al enfocarte— que tengas la conciencia de aquello que es importante
mejorar en tu vida, de aquello en lo que es importante progresar y de aquello que ya no está
funcionando.

y Crear tu ÉXITO
Para poner este paso en práctica, imagínate una rueda dividida en ocho secciones, como un
pastel cortado en ocho partes, cada una representando distintas áreas o dimensiones de tu
vida.
Cada persona vive su vida en varias dimensiones. Aquí hay ocho de ellas que son comunes a
todos nosotros: la dimensión personal, la dimensión de la salud, el ámbito de la pareja, la
social, la del trabajo y la productividad, la financiera, la del disfrute y por último, la dimensión
de tu espiritualidad.
Para empezar, la dimensión personal, obviamente, se refiere a lo que tiene que ver contigo,
con tu desarrollo personal, con cómo te sientes contigo mismo, con cómo sientes que estás
creciendo, evolucionando en la vida, tu aprendizaje, tu desarrollo.
Tu dimensión de salud es evidente. Si tu vitalidad física se ve mermada, tu capacidad para

cualquier otra cosa —sea aprender, producir, lograr, disfrutar, cuidar o simplemente ser— se
ve tremendamente afectada. Esta es una dimensión literalmente vital: tu vida depende de
ella. Y en gran medida, la calidad de tu vida está determinada por la calidad de tu salud.
Hay otra dimensión que es la de la pareja. Estés en este momento inmerso en una relación
íntima con otra persona o no, esa dimensión está impactando tú vida. ¿Cómo está tú relación
de pareja? O si es que no la tienes, entonces ¿cuál es el vacío? ¿Cuál es el deseo? ¿Cómo
está esa dimensión?
Luego está la dimensión social, que incluye tus relaciones con amigos, familia y demás
personas. ¿Cómo están tus relaciones familiares? ¿Cuál es la calidad de esa conexión, de
ese entorno? ¿Cómo es la calidad de tus amistades? ¿Tienes a los amigos que quieres?
¿Disfrutas de esto con la frecuencia que deseas? ¿Sientes que algo te hace falta en esta
dimensión? ¿O más bien te sientes lleno en este espacio?
Después ¿cómo está la dimensión de tu trabajo o desarrollo profesional? ¿Qué tan satisfecho
estás tú con tu trabajo? ¿Sientes que estás progresando? ¿Sientes que estás avanzando, te
sientes feliz, contento, apasionado y conectado con lo que haces?
Y ¿como está el área de tus finanzas? ¿Cómo están tus finanzas? ¿Eres de los que le queda
más dinero al final del mes, o más mes al final del dinero? Si sigues como vas ¿cómo se
proyecta tu futuro financiero?
¿Cómo estás en la dimensión del disfrute? ¿Cómo sientes tú que estás disfrutando tu vida?
¿Sientes que la estás gozando, que la estás disfrutando? ¿Te estás dando el tiempo y el

y Crear tu ÉXITO
espacio para disfrutar, para simplemente ser, para simplemente estar, para simplemente
compartir?
Por último ¿cómo está tu espiritualidad? Esa dimensión espiritual, más allá de si eres
creyente o no, de si tienes una religión o no. Es ya más una cuestión de si te sientes pleno
con tu vida. ¿Sientes que estás conectado con un sentido de vida? ¿Con un propósito de
vida? ¿Qué estás viviendo alineado a unos valores que tiene profundo significado para ti?
¿Cómo estás allí?
De alguna manera estas ocho dimensiones son comunes en todos nosotros. Las vivimos de
manera diferente, pero todos pasamos por ellas.
Ahora te voy a guiar para que des una mirada, como si tomaras una radiografía de tu vida,
para evaluar cómo estás en este momento.
Para cada una de esas dimensiones trabajaremos con una escala del uno al diez. El uno
representa la peor calidad, insatisfacción total; diez representa lo máximo, la plenitud —que
tu vida en esa dimensión está tal cual como a ti te gusta, tal como la quieres.
La idea es medir intuitivamente con esta escala del uno al diez registra cuál es tu nivel de
satisfacción en cada área.
Esto te permitirá de una forma sencilla, simple, tomar una radiografía de cómo estás ahora.
Te podrás dar cuenta que en aquellas dimensiones en las que tengas números altos hay
cosas que están funcionando bien. Pueden mejorar, hay espacio de mejora, hay espacios de
crecimiento, pero están funcionado bien, están mejor, el balance es positivo. ¡Qué bueno que
es así! Eso va a ser importante que te lo puedas reconocer y celebrar para continuar
solidificando la plataforma de éxito que comenzaste a desarrollar en el paso uno.
Ahora, habrá otros espacios en los que de pronto tienes cinco, cuatro, tres, dos, o incluso
tienes un siete que para ti no es satisfactorio. Ya eso es totalmente personal. Esto también te
estará indicando cuáles son esas áreas en las cuales deberías enfocarte un poco más.
Porque los números que le des a cada dimensión van a reflejan lo siguiente: los números que
están en alto significa que te has estado enfocando, le has estado dando energía a esas
dimensiones. Aquellos números que están bajos significan que tienes desatendida esa
dimensión.

y Crear tu ÉXITO
Porque hay un proceso natural: aquello que tú atiendes, mejora, aquello que desatiendes,
perece. Entonces, también esto te da una imagen de que hay ciertas cosas sobre las que
quizás hay que hacer ajustes, dónde hay que subir el nivel, dónde hay que atender y trabajar
un poco más.
Y recuerda: el éxito no es sólo el proceso de lograr, no es sólo el proceso de disfrutar; es

también cuidar nuestro balance, y esta medición a través de esta rueda imaginaria de ocho
partes va a reflejar cómo está tu balance en este momento.
Lo genial de esto es que es desde esta conciencia como puedes tomar acción para mejorar.
Es decir, sea como sea la forma de tu rueda de vida, según los niveles de satisfacción en
cada una de tus dimensiones, celébrate el hecho de que estás consciente de esto.
Si llegas a tener un tres en alguna dimensión… bueno, no necesariamente es agradable

reconocer eso, pero a la vez conéctate con que gracias a que ahora lo estás confrontando, a
que ahora estás siendo honesto contigo mismo y te estás diciendo “¡Ey! Esto no está
funcionando tan bien!”, ahora vas a poder tomar acción para mejorar. ¡Y qué bueno que es
así!
Porque es en tu honestidad y sinceridad contigo mismo que comienzas a activar tu poder

para transformar tu vida.
No puedes cambiar ni mejorar aquello que no reconoces. Es por esto que este paso es tan
importante y poderoso.
Claro, requiere coraje, valentía, para de pronto confrontar algo que por mucho tiempo a
estado allí y que en realidad no representa la vida que tu realmente deseas.
Por eso, primero que sincérate, está reconoce. El primer paso te da la fortaleza y alimenta tu
auto-estima para entonces entrar con fuerza a confrontar aquello de lo que hace falta que te
adueñes para construir el éxito que deseas.
Y ¿sabes qué es genial? ¿Sabes qué es bien bueno? Hacer este mismo análisis empleando
tu rueda de vida seis meses o un año después. O sea, hacerlo cada cierto tiempo. Así que no
dejes de obtener tu copia gratuita de la guía de los 9 pasos y de la rueda de tu vida en
www.leoalcala.com/los9pasos.
De hecho, con estos nueve pasos la idea no es que los apliques una vez y ¡ya! La idea es
trabajarlos de manera sistemática y consciente al menos una vez al año.

y Crear tu ÉXITO
Y ¿sabes qué es genial, buenísimo, bien satisfactorio,? Ver que seis meses después, que un
año después, tu rueda se expandió, o está tomando forma, está balanceándose, hay
progreso, saber que están funcionando las cosas.

y Crear tu ÉXITO
Paso 3: SUEÑA
Nuestro tercer paso tiene que ver con lo siguiente: nada sucede que no sea primero un
sueño. Todo lo que existe allí afuera fue primero creado adentro. Toda creación, todo objeto,
cualquier cosa: desde tu ropa, el aparato desde el que estás escuchando este programa, tu
trabajo actual, hasta los viajes al espacio exterior.
Como dice Stephen Covey, hay dos creaciones: la creación física es una de ellas, la de
construir, la del materializar y hacer tangibles las ideas en objetos o resultados concretos.
Pero primero viene la creación mental, primero viene la idea, el sueño, el deseo.
Entonces, primero tenemos que darnos el permiso de soñar, y esto es una habilidad que en
muchos casos la gente pierde. A medida que vamos creciendo nos vamos limitando,
vetando, la posibilidad de soñar, por ese temor a frustrarnos, por ese temor al fracaso, o
porque supuestamente no es de gente seria, o soñar es de niños, de inmaduros.
Soñar tiene toda una serie de connotaciones en nuestra sociedad que no son precisamente
positivas. Pero date cuenta, los grandes hombres, los grandes logros, los grandes cosas
siempre se han creado, siempre han sido posibles porque alguien se atrevió a soñar lo que
otros no estaban dispuestos a imaginar.
Un año antes de morir, en 1965, Walt Disney había soñado lo que luego sería EPCOT Center,
un prototipo de ciudad para el mañana. Pero para cuando inauguraron EPCOT Center en
Orlando, en 1982, Walt Disney tenía dieciséis años de muerto.
En el día de la inauguración, Roy Disney, el hermano de Walt, estaba presente. Uno de los
reporteros que cubrían el evento, un tipo no muy agradable por cierto, se le acercó a Roy y le
dijo: “Qué lástima. Me imagino que éste debe ser un momento muy amargo para ustedes”. Y
Roy preguntó: “¿Cómo que un momento amargo?” Y el periodista explicó: “Claro, porque
Walt no está aquí para verlo”. Pero Roy dijo entonces: “¿Sabes qué? Tú estás viendo esto
hoy, así como millones de personas, porque Walt lo vio primero. Tú estas viendo esto hoy
porque él fue capaz de verlo antes que nadie.”

y Crear tu ÉXITO
En este ejemplo estamos hablando de un sueño tan grande que trascendió la vida de su
creador. Ese es el poder de un sueño.
De hecho, Walt Disney, en una de sus frases, nos recuerda que todo lo que puedes soñar lo
puedes lograr. Nos recuerda que toda esa enorme obra, esa enorme herencia, comenzó con
por un simple ratón, Mickey Mouse.
Aún lo más grande, comienza con el poder de una simple idea que, sumada a un deseo
ardiente por verla hecha realidad, se convierte en un sueño con el poder para manifestar
hasta lo que en algún momento pudiera parecer imposible.
Si bien el soñar no es obviamente garantía de logro, puedes soñar grandes cosas e

igualmente no lograrlas. El soñar no te da mágicamente la capacidad para construir tu
sueño.
Lo que sí es definitivo es que si no sueñas no puedes lograrlo. Puede que al soñar no tengas
la garantía del logro, pero si no sueñas —si no te atreves a visionar lo que quieres por audaz
que parezca al contrastarlo con tus actuales circunstancias— no lo vas a lograr.
La invitación es a que estés del lado de las probabilidades de que lo que deseas se pueda
dar, no del lado de la certeza de que no se va a dar. Si no sueñas, si no piensas en grande,
ten por seguro que el sueño no se va a dar.
Y para moverte hacia el espacio de la probabilidad de que algo se dé, el sueño es la semilla;
después tienes que ponerte en acción y aprovechar las oportunidades que tengas ante ti,
pero todo comienza por soñar.
Este tercer paso tiene que ver con darnos ese permiso de soñar. Soñar por un tiempo –el
soñar tiene su momento, su espacio, es sólo el tercer paso, después vienen los demás. No
es soñar para quedarte en el aire, porque recuerda que hay otro paso que es Enfócate, otro
es Aterriza, que tiene que ver con el análisis, con el plan de acción, con la estrategia de cómo
lo vas a lograr, de si es posible o no es posible.
Pero ahora se trata de darte el permiso de estar en un modo de pensamiento creativo, con la
capacidad de visualizar, de imaginar.
La idea acá es la de suspender la tendencia de preguntarte de entrada ¿se puede o no se

puede? No, eso lo suspendemos para después.
Ahora el asunto es que te digas: “Voy a darme el permiso de soñar.”

y Crear tu ÉXITO
Como cuando eras niño y hacía mi carta de peticiones a San Nicolás o al Niño Jesús.
¿Recuerdas cómo era? No había límite entonces. Tú pedías y pedías, y ya después verías si
te lo traían o no te lo traían. En ese momento estabas en un modo de pedir, de soñar, de
desear.
El producto final de este tercer paso va a ser una lista, un inventario, así como lo hicieste en
el paso uno. Pero esta vez es un inventario de sueños, de deseos, de cosas que tú quieras
ver hechas realidad.
Hay varios espacios en los que puedes plantearnos qué es lo que quieres. Uno tiene que ver
con tu desarrollo personal: ¿quién quieres ser tú? ¿Qué tipo de cualidades, qué tipo de
fortalezas, qué cosas quieres aprender?
Otro espacio tiene que ver con los juguetes, las aventuras, los viaje, cosas que tú quieres
experimentar… Cuándo me refiero a juguetes incluyo la casa, el carro, la lancha, el
catamarán, la casa en la playa… ¿sabes? Es cualquier cosa que quieras disfrutar, viajes,
aventuras, experiencias. ¿Qué quieres vivir? ¿Que quieres compartir?
Otro es el espacio de la parte profesional, financiera, cómo quieres tú progresar como

profesional, qué quieres lograr. ¿Quieres tener tu propia empresa, tu propio negocio?
¿Quieres tener múltiples fuentes de ingreso, quieres alcanzar libertad financiera? ¿Cuánto
quieres tener ahorrado, cuánto quieres estar generando, cuánto quieres aumentar tus
ingresos, con cuánto quieres estar contribuyendo con beneficencias, con caridad?
Otra espacio de sueños es el de la contribución y la trascendencia, qué quieres dejar, qué

quieres crear de trascendencia, qué quieres dejar a otro, qué quieres proveer para los tuyos.
Para que puedas aprovechar al máximo el siguiente ejercicio, el ejercicio de soñar, sería
estupendo que pudieras tener un momento, unos cuantos minutos aislados, sin
interrupciones, para que te puedas relajar, te puedas concentrar y puedas escribir, sea en
papel o sea en tu computadora, tu inventario de sueños. Si en este momento me estás
escuchando en tu carro, está bien, aprovéchalo igualmente, pero asegúrate de que pronto u
hoy mismo puedas darte el tiempo para escribir lo que ahora vas a pensar.
Sea como sea, aprovéchalo al máximo; la idea es simplemente que por unos minutos
comiences a hacer tu inventario de sueños, un listado de todas esas cosas que tú puedas
desear, querer, que tú te imagines tener, todas aquellas cosas que tú quieras disfrutar en tu
vida, que quieras dar, que quieras lograr, que quieras ser.

y Crear tu ÉXITO
Por unos minutos va a estar sonando música de fondo y yo voy a estar haciéndote de vez en
cuando unas cuantas preguntas, simplemente para estimular tu pensamiento. Tú puedes
escucharme u obviarme, pero la idea es que yo pueda a través de esas preguntas ir
disparándote ideas, ir estimulando tu creatividad. Porque lo más importante es que en este
momento, en estos próximos minutos, te des la libertad de explorar al máximo cualquier
posibilidad que pueda tu imaginación ofrecerte para tu futuro. De aquí a los próximos veinte
años, así que prepárate para soñar, y pensar en grande,… y toma tu bloc de notas, ponte en
la computadora o simplemente ahora en el carro comienza a pensar en todo eso que tú
puedas desear, querer, lograr, tener, disfrutar o dar de aquí a los próximos veinte años.
Por ejemplo, ¿quién te gustaría a ti ser?
¿Quién te gustaría llegar a ser?
¿Qué tipo de cualidades te gustaría tener? Por ejemplo, ser un mejor líder. ¿Te gustarla llegar
a ser un mejor padre, o te gustaría llegar a desarrollar la capacidad o el hábito de ser mucho
más puntual o mucho más disciplinado?
¿Qué tipo de capacidades quisieras desarrollar? O, por ejemplo ¿te gustaría aprender un
idioma, otro idioma adicional o te gustaría aprender un instrumento musical, a tocarlo, a
disfrutar, a hacer música?
¿Qué tipo de conocimiento te gustaría a ti adquirir? ¿Qué tipo de habilidades te encantaría a

ti desarrollar?
Vé haciendo tu lista mental o escrita; vé haciendo una lista de todas las ideas de aquello que
tú quieras ser. Todas esas cualidades, esas capacidades, o esos conocimientos.
Y ahora te pregunto ¿qué quieres lograr? De aquí a los próximos veinte años ¿que quieres
lograr? ¿Qué metas, que reconocimientos o qué posiciones te gustaría alcanzar? Desarrollar
un negocio propio, o llevar tu negocio a mejores niveles de éxito, o por ejemplo ¿te gustaría
lograr que tu negocio pudiera funcionar sin ti, y que tu pudieras estar en la Bahamas o en
Hawai o en Los Roques o en donde fuera mientras tú negocio sigue funcionando?
¿Qué quieres lograr en tu vida? ¿Qué tipo de metas? ¿Cómo quieres ser reconocido? ¿Hasta
dónde te gustaría llegar?
Y sigue pensando, sigue generando ideas acerca de todo lo que tú quisieras lograr: todas
esas metas, todos esos objetivos, esos sueños que tu quieras ver materializados. ¿Qué
quieres tener? ¿Que quisieras tú tener?

y Crear tu ÉXITO
De aquí a los próximos veinte años, si no tuvieras límites ¿qué tipo de juguete te gustaría
tener? ¿Cuál es el carro de tus sueños? ¿o te encantaría tener un catamarán, o un yate, o un
helicóptero, o un avión, o una moto? ¿O te gustaría tener una casa en la playa, quizás otra
más, quizás una casa en otro país o varios países.
¿Qué juguete quisieras tener para tu disfrute? Por ejemplo ¿quisieras tener un estudio de
grabación o un piano de cola, o quisieras tener un reproductor DVD y un espectacular home-
theatre? ¿Qué quieres tener? ¿Qué quieres llegar a poseer?
¿Qué quieres llegar a disfrutar, a compartir?
Y además ¿cuál es el tipo de relaciones que quisieras tú tener? ¿Con quién te gustaría
relacionarte? ¿Quién quisieras tener como tu amigo, de quién quisieras tú ser amigo? ¿Qué
personas o personalidades quisieras tú llegar a conocer en tu vida?
Sueña sin límites. Piensa en grande. ¿Qué quieres disfrutar en tu vida? ¿Qué viajes harías,
que países te encantaría conocer? ¿Te encantaría conocer las pirámides de Egipto, por
ejemplo, o quizás pasar unas noches en Machu Pichu? ¿O de pronto ir a nadar con delfines
en la mitad del mar, o te gustaría escalar una montaña o hacer algún viaje de aventura?
¿Cuáles son esas experiencias, esos momentos mágicos que tú quisieras tener en el futuro?
¿Qué quieres, qué deseas y qué quieres dar? ¿Cómo quieres tú colocar tus talentos
creativamente para beneficiar a otros? ¿Cómo te gustaría contribuir? ¿Qué legado te gustaría
dejarle a tus hijos o a las personas que te rodean? ¿Cómo quieres tú poner tus talentos a
producir? ¿Te gustaría, por ejemplo, escribir un libro o llegar a publicar unos poemas o
escribir una canción, o pintar un cuadro, o hacer una escultura? ¿Qué quieres, cómo quieres
jugar, cómo quieres disfrutar tu vida, qué quieres tener, qué quieres lograr, quién quieres ser
tú en tu vida?
Por unos segundos más continúa haciendo tu lista. Sigue pensando en cosas que quieres
que deseas, que te puedas imaginar de aquí a los próximos veinte años.
Magnifico!! Y te felicito por haberte dado este permiso. Te felicito de verdad por haberte dado
el permiso de soñar, de pensar en grande, de hacer algo que rara vez hacemos
cotidianamente, pero que definitivamente es la semilla de la grandeza. Y como te vengo
diciendo en la conferencia, si bien eso no va a garantizar que tú puedas lograr todas estas
cosas, el soñarlas es el primer paso.

y Crear tu ÉXITO
Paso 4: ENFÓCATE
Para ser capaces de lograr, y pasar del simplemente soñar y desear a la capacidad de
construir –no simplemente desearlo, sino construirlo, manifestarlo, crearlo– hace falta un
cuarto paso: ENFÓCATE. Vamos a tomar de todos esos deseos y sueños que desarrollaste
en el tercer paso, aquellos sobre los que vas a decir enfocarte para transformarlos en metas,
en objetivos específicos para los próximos doce meses,, para que pasen de ser simples
deseos a que sean metas. Ya voy a entrar a definir cómo distinguir una meta de un deseo,
qué hace la diferencia entre una meta y un deseo, dónde esta la diferencia entre simplemente
desear a decir “yo quiero tal cosa”. Me gustaría que tuvieras meta específicas y concretas
que te permitan enfocar tu mente y tus esfuerzos.
Y para esto vas a escoger, para los próximos doce meses, entre tres y cinco cosas en las
cuales deseas enfocarte, a las cuales quieras dedicar tiempo y esfuerzo, para avanzar a
lograr esas cosas. Cosas que, obviamente, sean viables en ese tiempo. Porque hay cosas
que son viables en quince años o en diez; pero en un año lo que puede ser viable es un
escalón, para luego subir la escalera que te va a permitir diez años en el futuro llegar a eso
que tu escribiste en tu inventario de deseos.
Ahora lo que te pido que hagas es que vayas por toda esa lista de sueños que generaste en
el paso anterior –lo ideal es que ya los tengas escritos, ahora, si nuevamente estás en el
carro, y lo que hiciste fue pasearte por ellos y pensar en ellos– pues ahora lo que tienes que
hacer es escoger de tres a cinco metas en las cuales tú te vas a enfocar en los próximos
doce meses. Es decir, tres a cinco cosas que tu quieras lograr de aquí a los próximos doce
meses, o tres o cinco sueños en los cuales tú quieras avanzar de aquí a los próximos doce
meses. Entonces, repasa tu lista o tu cabeza, repasa todos esos deseos, todas esas cosas
que tu desarrollaste en el paso numero tres, SUEÑA, y ahora ENFÓCATE. Comienza a
enfocarte para elegir esas tres a cinco metas en las cuales tú vas a concentrar tu energía par
el próximo año.
Espero que realmente te hayas tomado el tiempo para definir, seleccionar, tus tres a cinco
metas para el próximo año, porque recuerda que el poder de estos nueve pasos es en su

y Crear tu ÉXITO
aplicación. Si no lo has hecho pon en pausa el CD. ¡VAMOS! Y define de tres a cinco cosas
en las cuales te vas a enfocar y concentrar para los próximos doce meses. ¡VAMOS!
¡ADELANTE!
Esas tres a cinco cosas en las cuales tú te vas a enfocar, las vamos a transformar en metas.
En aras del tiempo vamos a trabajar en una sola de ellas. La idea es que este mismo proceso
que vamos a seguir ahora, por el cual nos vamos a enfocar en una sola de esas tres a cinco
metas, lo puedas ampliar después, lo puedas aplicar para las restantes, para completar tu
lista de tres a cinco metas del año.
Pero en este caso, rápidamente, de esas tres a cinco, escoge una, una en la que te quieras
enfocar ahora mismo. Para efectos del proceso que vamos a seguir ahora mismo, escoge de
esas tres a cinco cosas, una sola. Tenemos que transformar ese deseo en una meta, en una
meta específica, concreta.
¿Qué es una meta? Una meta cumple con varios criterios. Una meta es algo que, primero, te
tiene que motivar, te tiene que retar. Es algo que al tú leerlo tiene que despertarte, tiene que
atraerte, es algo que obviamente tiene que despertar un deseo, “Yo quiero eso, eso me
gusta”. El imaginarte allí eleva tu energía, o sea, tiene que motivarte, tiene que retarte.
Además una meta tiene que ser específica y allí empezamos a hacer una diferencia entre un
simple deseo y una meta, un deseo es “a mí me gustaría tener un mejor carro…” eso podría
ser un deseo, pero ¿cuál carro, qué modelo, de qué color, de qué año, como son los
asientos, tiene reproductor de CDs? Es decir, ya allí vamos a lo específico, a lo concreto.
“Me gustaría tener mi propia casa…” ¿Dónde, de qué tamaño, cuántos cuartos, dos pisos,
una planta, con jardín, piscina…? OK, es irnos a lo específico, a lo concreto. “Me gustaría
aumentar mis ingresos…” ¿Cuánto quieres al mes, cuánto quieres al año, cuánto quieres
poder ahorrar? Es decir, cifras concretas, específicas.
Lo que vamos hacer ahora es que ese deseo que tú acabas de escoger para trabajar, lo vas
a redactar de una manera tal que eso que tú escribas allí, primero, te estimule, te motive, y
luego sea específico, sea concreto, sea una descripción de lo que tú realmente deseas, algo
que sea medible, algo que tú puedas medir.
Según eso que tú vas a escribir, que tú puedas en cualquier momento evaluar, ¿te estás
acercando a eso, o te estás alejando? Mañana, pasado mañana, el próximo mes ¿estás más
cerca o estás más lejos? Y eso lo vas a poder saber si hiciste algo específico en esa
dirección. Porque, bueno, yo quiero ganar más plata, y si resulta que dentro de un mes, me
entró un dinerito por allí, pero no era realmente lo que yo quería, o no es suficiente, eso no lo

y Crear tu ÉXITO
podré medir si no tengo algo específico contra lo cual medir el logro. Tienes que tener tus
propios indicadores, y eso te lo va a dar el que tu meta sea específica.
Otra cosa muy importante, tu meta tiene que tener tiempo, tiene que ser específica también
respecto del tiempo. ¿Cuándo la quieres? ¿Para cuando la quieres tener? Y aquí estamos
hablando ya de cierto rango: de aquí a los próximos meses. Puede ser que tu meta sea para
tal fecha , si es posible pónle fecha: el día tal, el mes tal , o dentro de los próximos tantos
días o meses.
También puedes fijar un rango porque, bueno, puede ser que se dé antes… pero dentro de
los próximos tantos meses. Pónle un marco temporal. Eso también hace la diferencia entre
una meta y un deseo. Un deseo es, bueno, quién sabe cuando. Pero ya una meta específica
también exige una definición de tiempo. Una meta, si bien es importante que te motive, si
bien es importante que sea retadora, es importante también que sea alcanzable. Es decir,
que de entrada tú tengas las posibilidades de ganar el juego. No que te pongas una meta
demasiado grande para el tiempo disponible. En este caso doce meses Si la meta es
demasiado ambiciosa para el tiempo disponible, pues está definido ya de entrada que estás
perdiendo el juego.
No es que no lo puedas lograr, pero desde donde estamos ahora quizás hay que subir varios
escalones antes de llegar allí. Entonces evalúa si de pronto a la hora de tú transformar ese
deseo en una meta para los próximos doce meses, lo que tú tienes que subir es un escalón,
o dos o tres, o no necesariamente eso que escribiste como deseo.
Vas hacia allá, y vas a ir avanzando hacia allá, pero de pronto tienes que hacer algo que si
bien te reta, implica esfuerzo, implica dar lo mejor de ti, haya probabilidades de que en doce
meses alcances sólo una parte.
Por último cuando hablamos de metas, cuando hablamos de varias metas, en plural, cuando
estamos jugando con varias cosas tenemos que tener en cuenta que la meta pueda ser
sistémica. Me refiero a lo siguiente, que tiene que ver con eso que veíamos en nuestra
definición de éxito sobre mantener el balance entre las distintas cosas que son importantes
para nosotros. Lo sistémico se refiere a reconocer que somos un sistema, que esas ocho
dimensiones: la personal, la de pareja, la familiar, la social, el trabajo, las finanzas, el disfrute,
la espiritualidad, todas esas dimensiones están interrelacionadas. Lo que tú decidas hacer en
una va a afectar a las demás, en positivo o en negativo. Tienes que reconocer eso. De
manera que no por ir hacia esta meta tu vayas a destruir o llevarte por delante otras cosas.
Entonces, es tener esa conciencia de que tú eres un todo indivisible. Eso lo decía Gandhi:

y Crear tu ÉXITO
somos un todo indivisible, no podemos pretender hacer algo en un ámbito de nuestra vida
sin que eso afecte a las otras áreas. Para bien o para mal, hay que tener esa conciencia de
ese balance, de que el éxito no es sólo lograr, no sólo es disfrutar, no es sólo avanzar en el
proceso. Es también cuidar. Por tanto, garantiza que tu meta –revisa y verifica que en efecto
sea una meta– sea, por decirlo así, ecológica. ¿Cómo que ecológica? Respecto de tu propia
ecología, de tu propio bienestar global, a eso me refiero.
Hace unos instantes te pedí que definieras entre tres a cinco cosas en las cuales tú quieres
enfocarte en el próximo año, así que ahora es muy importante que te tomes el tiempo para
que para que cada una de esas metas las definas con claridad y las escribas. Recuerda, una
meta tiene que ser algo para ser escrito. Parte de la diferencia entre un sueño –eso que
pensaste en el paso tres– y una meta en la cual tú te vas a enfocar, es que tu meta debe
quedar plasmada por escrito. Así que si estás en el carro, piensa en ella y en cuanto puedas
escribe tu meta.
Lo que vas a hacer ahora es que para que cada una de esas tres a cinco metas que
escogiste vas a escribir un párrafo que defina claramente cuál es tu objetivo, y que aplique
esos cinco principios: Uno, el que tu meta te motive, es decir que lo que tú vas a escribir
tiene que motivarte. Dos, tiene que ser bien específico, bien concreto, algo que tu puedas
medir. Tres, tiene que tener un tiempo asignado, para cuándo lo quieres o de aquí a cuando –
estamos hablando, obviamente, de que sean metas a mediano plazo, de aquí a un año,
máximo de aquí a un año, pero puedes poner un lapso, de aquí a los próximos tres meses o
para tal fecha vas a lograr algo. Cuatro, tu meta también tiene que ser alcanzable si es algo
que tiene que ver con un sueño grande; pues que este sea el primer escalón o los primeros
escalones, pero algo que te permita a ti lograr éxitos en este próximo año. Y cinco, recuerda,
que sean sinérgicas: que esas tres a cinco metas que tú vas a definir, cuiden el balance de
tu vida, cuiden tu ecología. Así que en este momento date el tiempo para definir tus metas.
Así que pon pausa. ¡Vamos! ¡Pon pausa! Vamos, ponle pausa, escribe tus metas, o piensa
en ellas y en cuanto puedas escríbelas, pero date este tiempo. Este paso es clave, es
fundamental. ¡Adelante!
Bienvenido nuevamente. ¡Qué bueno que te has dado este tiempo para definir y escoger tus
metas! Así que continuemos en nuestra conferencia Los Nueve Pasos para Diseñar y Crear el
Éxito.
Y ya aquí empiezas a tener una enorme diferencia con la mayoría de las personas. Porque a
la mayoría de las personas tú les preguntas “¿Y que es lo que tu quieres?” “No sé”. No

y Crear tu ÉXITO
saben; la mayoría de las personas anda sin saber adonde ir, sin saber qué es lo que
realmente y claramente quieren.
Hay una parte del cuento del cuento de Alicia en el País de las maravillas en la que Alicia
viene por un camino y el camino se le acaba. Debe ir a la izquierda o a la derecha, y ella no
sabe qué camino tomar. Entonces se le aparece el gato y ella le pregunta: “Señor Gato ¿qué
camino tomo?” Y el gato le responde: “¿Adónde quieres llegar?” “No sé”, contesta Alicia.
“Entonces da igual el camino que tomes”, concluye el gato.
Si no sabes adónde quieres llegar ¿cómo puedes decidir ¿Cómo puedes saber cual es el
mejor camino? Y entonces claridad es poder. Ese poder lo empezamos a definir cuando
empezamos a enfocar, cuando empezamos a tener metas claras, específicas, que nos
permitan saber qué es lo que queremos, qué es lo queremos de aquí a los próximos doce
meses.

y Crear tu ÉXITO
Paso 5: APASIÓNATE
Ahora el siguiente paso tiene que ver con el despertar la pasión en ti, el entusiasmo por tu
meta. O sea, la fuerza emocional. Tiene que ver con el ser capaces de responder
emotivamente. No sólo analíticamente, sino emotivamente a preguntas como ésta: ¿para qué
lograrlo? ¿Cuál es el propósito? ¿Qué voy a ganar al lograr esto? Si esto me entusiasmara
realmente, estas metas me entusiasmaran ¿por qué seria? ¿Cómo me llenaría eso de
energía? ¿Cuál es el propósito? ¿Cuáles son las razones?
¿Qué pierdo si no lo hago? Esa es otra manera de conectarnos a veces con la importancia
de una meta, porque algo es importante cuando tiene consecuencias. Cuando el hacerlo o
no hacerlo tiene consecuencias, positivas o negativas. El lograr esas metas va a tener unas
consecuencias positivas en tu vida, el no lograrlas va a tener otras consecuencias.
Parte de nuestra motivación también va a surgir cuando nosotros estemos bien conectados
con esas consecuencias positivas. Es decir, con esos beneficios. Eso que vamos a ser
capaces de gozar, de disfrutar al lograr nuestra meta. Y también conciente de aquello que
nos vamos perder si no nos fajamos y lo logramos. Dicen que cuando uno llega al final de
sus días y echa hacia atrás, uno se arrepiente no de lo que hizo sino de lo que dejó de hacer,
de lo que dejó de intentar. El ser humano se mueve por placer y por dolor, y ambas fuerzas
son necesarias para motivar tanto lo positivo como también la conciencia de las
consecuencias negativas de no hacer algo. Entonces usa ambas fuerzas.
Porque hay algo clave: si no hay emoción detrás de tu meta, la gasolina se te va a acabar.
¿Alguna vez has fijado resoluciones de fin de año, eso de que en enero comienzo, en enero
me meto, en enero inicio? Llega el próximo año y qué, te pones a hacer la lista y resulta que
la lista es la misma del año pasado porque nada ha cambiado. O comienzas en enero a
hacer los ejercicios y vas al gimnasio, dejas de fumar, haces la dieta, típicas cosas que uno
pone en esas listas, pero ¿cuánto te dura? Una semana, dos semanas. Ya en febrero estas
otra vez igualito, porque te falta la gasolina, te falta la pasión, te falta el entusiasmo, la
determinación.

y Crear tu ÉXITO
Entonces es muy importante asociar alta carga emocional a eso que tú quieres, porque eso
te va a dar una fuerza enorme. Si no hay emoción asociada a tu meta no hay gasolina, sino
logras generar entusiasmo por eso que dices estás deseando, en el fondo no lo estás
deseando. A veces creemos que queremos algo, pero es más por cosas que otros nos han
dicho que deberíamos hacer, o deberíamos estar viviendo, o por condicionamiento social o
cultural.
Ahora te toca, para cada una de tus metas, de esas tres a cinco metas que definiste en el
paso anterior, te toca escribir un párrafo o pensar en ello, sobre por qué, para qué lograr tus
metas. Lo que tienes que hacer es encontrar razones poderosas para cada una de esas
metas. ¡Recuerda! Ésa va a ser tu gasolina, por lo tanto tienes que verificar y conectarte con
todo aquello que te va a dar el empuje suficiente, el impulso necesario, para hacer lo que sea
necesario hacer para lograr tus metas.
Entonces, lo que vas a hacer es esto: en una hoja de papel o en la computadora, o en tu

cabeza, responde tres preguntas para cada una de tus metas. La primera pregunta es por
qué y para qué lograr esta meta. Y genera tantas respuestas como puedas y sobre todo
respuestas que te motiven, que te muevan las emociones, que de alguna manera te
enganchen, te conecten con el deseo de lograr eso.
La segunda pregunta es ¿que pierdo si no lo hago? ¿Qué pierdo si no logro esta meta? Y
escribe también cuáles serían las consecuencias negativas para ti, sobre todo emocionales,
de no lograr eso, de que pase un año y no logres tu meta. ¿Cómo te vas a sentir entonces?
¿Qué vas a perder aparte del tiempo por no haber logrado esa meta? ¿Qué pierdo si no lo
hago?
Y la tercera pregunta que vas a responder para cada una de tus tres a cinco metas, es: si ya
lo hubiera logrado ¿cómo estaría sintiéndome en este momento? Sí; si ya lo hubieras
logrado ¿cómo te estarías sintiendo en este instante? Y escribe o conéctate con todas las
emociones de éxito, de celebración, de logro, de orgullo, de satisfacción, de disfrute, que tú
vas a sentir, que vas a experimentar una vez que logres esa meta. Así que pon en pausa el
CD y tómate el tiempo para escribir o pensar en tus respuestas a esas tres preguntas: ¿por
qué y para qué lograr mis metas? ¿Que pierdo sino lo hago? Y ¿cómo me estaría sintiendo
en este momento?
PON PAUSA Y ¡HAZLO YA!
Bienvenido otra vez, así que con esa pasión conectada continuemos en nuestra conferencia
de los nueve pasos.

y Crear tu ÉXITO
El quinto paso es clave: es un filtro porque tiene que ver también con verificar que de verdad
tú vas poner tu energía, tu esfuerzo, tu tiempo, en algo que realmente te apasiona. Porque no
tiene sentido construir metas que no te apasionan, porque tu capacidad para disfrutar tu vida,
para sentir esa plenitud espiritual, va a venir de construir aquello que te entusiasma, aquello
que te conecta con esa energía.

y Crear tu ÉXITO
Paso 6: ATERRIZA
Ahora, ATERRIZA. “Yo voy a empezar a aterrizar la cuestión”. ¡Estupendo! ¡Magnífico! Hemos
soñado, ya tenemos claro lo que queremos hacer, estamos apasionados ante eso, pero nada
se va a dar hasta que pongamos los pies en la tierra.
Si hay que mantener el ojo en el futuro tenemos que tener los pies bien plantados sobre la
tierra y estar conscientes de qué es lo hay que hacer. Cómo es que vamos a saltar la brecha
entre no tener nuestra meta hoy y tener nuestra meta ya concretada, ya lograda, ya viva. Y
parte del aterrizar tiene que ver con el concienciar que hay una distancia ahora mismo entre
tú y tu meta. Y entre esa brecha hay obstáculos, hay cosas que están frenando, hay cosas
que están allí, que hay que resolver, que hay que saltar, que hay que superar, que hay que
solucionar, que hay apartar, que hay que lograr.
Te hago una pregunta: ¿por qué tú no estás viviendo ahora mismo tu meta? Porque hay
cosas que hay entre tú y tu meta. Si no hubiera esas cosas ya la estarías viviendo hoy.
Entonces, lo que hablamos tiene que ver con reconocer eso. Hay cosas de las que
definitivamente tenemos que hacernos conscientes; que nuestra meta no se va a dar por
magia, va a darse por que nosotros sepamos qué es lo que nos está distanciando o
separando de eso que queremos y por lo tanto tomar las acciones, las decisiones, hacer las
cosas que nos van a llevar hacia eso.
Y hay una o dos preguntas fundamentales y esenciales que es importante que nos hagamos,
y tienen que ver con esto de aterrizar. Es hacer un reconocimiento honesto de cuánto tú
realmente quieres esa meta, cuanto estás dispuesto a entregar. La primera pregunta es:
¿estás dispuesto a pagar el precio que implica lograr tu meta?
Vamos a estar claros: todo éxito, toda meta, todo logro, implica pagar un precio. Y eso no
tiene que ser negativo; a veces tenemos la connotación de que pagar un precio es
sufrimiento, es sacrificio. No estoy hablando de eso, no quiero darle esa connotación, no
tiene que ver con eso, pero sí implica un precio. Para tú lograr algo que tú quieres, tú tienes
que invertir energía, vas a tener que esforzarte, vas a tener que tomar decisiones.

y Crear tu ÉXITO
Decirle sí a algo implica decirle no a otras cosas. Ahora tú le vas a decir sí a algo porque te
apasiona, porque estás enamorado de tu meta, porque lo deseas, y por lo tanto,
conscientemente, deliberadamente decides decirle no a todo aquello que te pueda apartar
de eso. Pero implica un precio, implica decisiones ¿Estás dispuesto a pagar el precio? Eso
es importante que lo hagamos de una vez. Eso es importante que lo confrontemos desde el
inicio, porque a veces nos planteamos metas estamos súper entusiasmados y vamos en el
camino… y en el camino nos damos cuenta del precio que hay que pagar y ¿sabes?
Empezamos a sabotearnos la meta, empezamos a soltar, porque en el fondo no estábamos
dispuesto a pagar el precio.
Entonces ésa es una pregunta clave: ¿estás dispuesto a pagar el precio? Mira tu meta, la que
escribiste; léela un momento y hazte dentro de ti esa pregunta: ¿estoy dispuesto a pagar el
precio que implica lograr esto? Es decir, el esfuerzo, lo que implica lograr esto. ¿Estoy
dispuesto a superarlo, estoy dispuesto a entregarme, a darlo? Si es sí ¡magnifico! Pero si es
NO ¡que bueno también, que bueno que te das cuenta ahora! Que entonces puedes saber
que “yo como que mejor reconozco que esta meta no es para mí, déjame escoger otra,
déjame concentrarme en otra, o al menos no en este momento, pero en este momento yo no
estoy dispuesto a pagar este precio, o a lo mejor estuve dispuesto hace años, y ahora ya
no.” Esto es importante, para no desgastarnos en un proceso que al final, no es el proceso
que realmente estamos dispuestos a construir.
La otra pregunta es: ¿cuán intensamente lo deseas? Realmente ¿cuán intensamente lo

deseas? En inglés hay una frase, hay una pregunta que no tiene traducción directa: How
badly did you want it? Tiene que ver un poco con eso: ¿cuán intensamente, con cuánta
FURIA lo deseas, con cuánta furia lo deseas, con cuanta furia lo deseas?
Nuevamente, entre tú y tu meta, hay obstáculos; van a surgir tentaciones, excusas, de

¿sabes? De decir por qué no lo hago, por qué no lo hice. Ahora, si tú lo quieres realmente tú
lo haces. Yo hago un boletín electrónico, donde publico artículos sobre este tipo de cosas, y
yo tenía la idea de grabar lo que había sido el primer año de mis artículos y generar un CD de
audio, un CD que tu puedas colocar en tu discman o en el carro, y generar un producto con
eso. Y tenía esa idea, hasta que llegó un momento, una noche, hace como tres semanas
atrás, un mes atrás, cuando me pregunté: ¿cuanto realmente yo quiero esto? Porque como lo
venía posponiendo y posponiendo… ¿sabes que? Dije: “Sí lo quiero, sí estoy dispuesto a
fajarme, a sacarlo”. Y me quedé esa noche hasta las tres de la mañana grabando, y yo
estaba dispuesto a no irme a dormir hasta que yo no terminará de grabar. Y salió. Lo que
había venido postergando por mes y medio salió en una noche.

y Crear tu ÉXITO
Cuán intensamente lo desees es lo que va a hacer la diferencia entre que te quedes pegado
en las excusas de por qué no lo hiciste, de por qué no tenías tiempo, y apartar las excusas, y
“yo lo hago, yo me entrego, yo voy, yo pago el precio”. Y eso tiene que ver con ser capaces
de decidir. Al final aterrizar implica tomar decisiones.
Aterrizar nuestra meta implica decidir cuatro tipos de cosas:
¿Qué vamos a aumentar? ¿Qué cosas voy a aumentar? ¿Qué cosas voy a hacer más para
avanzar hacia mi meta? Porque al plantearnos una meta lo que nos estamos poniendo es un
destino, algo hacia lo cual queremos avanzar, progresar, y lo que tu haces día a día, o te
acerca a eso o te aleja, una de dos. Entonces tenemos que tomar decisiones. Una vez que
yo defino “OK, yo quiero ir hacia allá”… como te decía antes, si mi meta es ver el amanecer,
yo no puedo seguir caminando hacia el oeste, yo llego a un punto donde tengo que tomar la
decisión “¡Ey!” Yo giro y empiezo a caminar hacia el este.
Entonces tenemos que tomar decisiones. ¿Qué vas a aumentar? Qué de lo que vienes
haciendo hasta ahora si lo haces más, con mayor frecuencia te va a ayudar a avanzar más
rápidamente hacia tu meta.
Pero también hay que decidir qué cosas vas a reducir, a qué cosas les vas a bajar el
volumen, vas a restarles frecuencia, porque en el fondo te están restando tiempo, energía…
para ir hacia tu meta. O tu estás haciendo el proceso más lento de lo que tendría de ser.
Y también: ¿qué cosas vas a comenzar? Cosas que es importantes comenzar a hacer para
avanzar hacia la meta?
Y ¿cuál es la antítesis de comenzar? Terminar, parar, dejar de hacer. ¿Te vas a parar? ¿Te vas
a frenar? ¿Qué cosas definitivamente no te ayudan? ¿Qué cosas definitivamente son la
antítesis de tu meta? Y de allí surge un plan de acción. La idea es que tú puedas tomar esto y
desarrollarlo más allá, de forma tal que tú tengas un plan de acción claro, de acciones que tú
vas a aumentar, vas a reducir, vas a comenzar, vas a parar, para poder acercarte a tu meta.
Ahora te toca aterrizar. Es decir, transformar esa meta o esas metas que has escogido en el
paso 4 –ENFÓCATE– y por las cuales te sientes totalmente apasionado, en planes de acción,
en acciones y decisiones concretas. Así que es importante que te tomes un tiempo para
desarrollar un plan de acción, lo más específico que puedas. Y si bien quizás en este instante
no tengas todo el tiempo que puedes necesitar para eso, es importante que ahora mismo –
¡AHORA!– te dediques al menos unos minutos, dos, tres, cinco minutos, para soltar una
primera tormenta de ideas, acerca de cuáles son esas decisiones clave que tú tienes que

y Crear tu ÉXITO
asumir y que tienes que transformar en acciones específicas para poder progresar, avanzar,
hacia tu meta.
Por lo tanto, sigue ese modelo, de aquellas cosas que tienes que aumentar o aquellas cosas
que tienes que reducir, o aquello que es importante comenzar a hacer o esas cosas que
definitivamente tienes que parar, dejar de hacer, eliminar, para que de verdad tú puedas
comenzar desde ya –¡DESDE AHORA MISMO!– a dirigirte hacia tus metas. Así que tómate
esos minutos. Nuevamente, si no tienes la oportunidad de escribir en este momento, es muy
importante que en cuanto puedas escribas tu plan de acción. Que en una hoja tengas tu
meta, tus razones, con la cuales te conectaste en el paso cinco, y luego escribas tu plan de
acción, tus decisiones y tus acciones, lo que vas a aumentar, lo que vas a reducir, lo que vas
a comenzar, que vas a parar. Así que AHORA pon pausa, y haz tu plan de acción. Vamos,
aterriza tus metas.
¡Excelente! Espero que de verdad te hayas tomado este tiempo. Éste es otro paso que es
clave. Recuerda, cada uno de estos nueve pasos son muy importantes y tienen una
secuencia particular, así que es vital que te regales el tiempo para poder ir pasando por cada
uno de ellos. Y ya con tu plan de acción, ya con tus decisiones concretas, definidas para
cada una de tus tres a cinco metas en las cuales te estas enfocando, continuemos
nuevamente con nuestra conferencia en vivo, Los Nueve Pasos para Diseñar y Crear el Éxito.
Tu meta se va a dar en la medida que tú seas capaz de decidir esas cosas, de tomar esos
pasos, esas decisiones. Arquímedes decía: “Dadme una palanca lo suficientemente grande y
moveré un mundo”. Y si tú tienes suficientes recursos como para apalancar tu proceso, tu
éxito, tú vas a ser capaz de lograr grandes cosas. Tu meta puede ser tremendamente
retadora, pero tú vas hacer mucho más capaz de lograr tu meta en la medida que aumentes
tus recursos, tú aumentes cómo apalancarte.

y Crear tu ÉXITO
Paso 7: POTÉNCIATE
El séptimo paso se llama POTÉNCIATE. Para poder vencer esos obstáculos, para poder
superar esos retos, tienes que conectarte con aquello que te dé fuerza. Tienes que apoyarte
en cosas que te impulsen tienes que aumentar eso que te haga sentirte poderoso, capaz. Y
parte de eso tiene que ver con nuestras creencias. Es decir, con lo que creemos, con lo
pensamos, con lo que pensamos o creemos que es posible o no es posible. ¿Soy capaz o
no soy capaz?
Tiene que ver también de alguna manera con respondernos esta pregunta: ¿qué nuevas
creencias necesito yo asumir como verdades, como nuevas verdades mías? ¿A qué le voy a
apostar? ¿Qué voy a pensar, a creer, a qué voy a tenerle fe, para ser capaces de tener la
fortaleza que me va a permitir avanzar y progresar y superar esos retos que están allí?
¿Cuáles son mis creencias? Yo te aseguro que tú tienes varias. Es más, en este momento te
pregunto: piensa en este momento en algo. Trae a ti el recuerdo de una creencia.
Y cuando te digo una creencia es una frase, un pensamiento. Una creencia puede ser “el que
persevera vence”. Una creencia puede ser el que “yo soy capaz de aprender lo que me haga
falta aprender para progresar”. Una creencia puede ser “yo soy capaz, yo tengo lo que hace
falta para…”
Por supuesto, puede haber creencias negativas, pero aquí estamos obviamente hablando de
creencias positivas, que te den fuerza. Entonces, trae a ti una idea, una creencia que a ti te
ha servido en momentos críticos en tu vida, momentos cuando las cosas se te han puesto
difíciles, cuando has tenido retos. ¿Qué tipos de pensamiento? Los que quizás aprendiste de
tus padres, o de tu familia, o de un libro, o de la iglesia. El recordar eso, el estar conectado
con esa creencia, ese pensamiento, esa idea en ese momento te dio fuerza, te permitió
mantener tu fe, te permitió seguir avanzando, te permitió no soltar. No simplemente a echarte,
te permitió superarte. Piensa en esas cosas, en esos pensamientos, en las creencias que a ti
te han ayudado. Aquí es vital conectarte con eso, potenciarte de esa manera, tener esas
creencias conscientemente contigo.

y Crear tu ÉXITO
La idea, entonces, con este paso, es que tú puedas conectarte con esas creencias
potenciadoras. Con esas ideas, esos pensamientos que te dan fuerza, que te puedan
conectar con tus recursos.
Así que haz tu inventario de creencias, de creencias potenciadoras. Usa esa pregunta esa de
–¿recuerdas– una creencia que te haya servido en algún momento para tomar fuerza, para
mantener tu fe, para seguir adelante, para superar obstáculos. ¿Cuáles podrían ser creencias
que tú necesitas en este momento asumir, para generar la certeza de que puedes seguir
delante, de que puedes progresar, de que vas a poder superar cualquier cosa? Si tú pudieras
pensar en esas cosas en las cuales tú necesitas enfocarte y creer para superar cualquier
cosa ¿cuáles serían? ¿Cuáles serian tus creencias potenciadoras? Y haz ese inventario. Haz
un inventario de creencias, nuevamente por escrito, cuando tengas la oportunidad, si es
posible ahora mismo. Haz tu inventario de creencias por escrito.
Y también haz un inventario de recursos. De lo que va a servirte como palanca, lo que te va a

permitir lograr más con menos, eso que va a hacer mucho más viables tus metas. Son tus
recursos. Por lo tanto ¿con qué cuentas? Con qué podrías contar? Y los recursos van desde
lo material, hasta ideas, conocimientos, habilidades, personas. ¿Quién te puede apoyar?
¿Quién te puede servir? ¿Cómo puedes tú conectarte con esas cosas que te van a permitir
apalancarte para lograr eso que tú quieres. Así que en este momento pon pausa: haz tu
inventario de creencias y tu inventario de recursos.
Y hay otra cosa, que te la doy también como tip, y que es bien importante para potenciar tu
proceso de éxito, de logro. Tiene que ver con la gente, la gente con la cual te rodeas. Si algo
tiene el poder de impactar hacia arriba o hacia abajo tu energía emocional es la gente con la
cual te rodeas. Obviamente, si tú quieres potenciar tu éxito, rodéate de gente que te eleve,
que te llene, que crea en ti, que te dé confianza. Rodéate de gente que sea mejor que tú, de
manera que te veas forzado a subir, a aprender, a crecer. Rodéate de gente que te fortalezca.
Eso es bien importante.

y Crear tu ÉXITO
Paso 8: MUÉVETE
El octavo paso: MUÉVETE. Nada va a darse hasta que tú te pongas en movimiento. Nada va
a suceder hasta que tú enciendas el momento. Tenemos que ponernos en movimiento;
tenemos que pasar a la acción. Entonces en este momento yo te pido que decidas una
acción: una cosa simple, sencilla, que tú vas a hacer para arrancar el momento hacia el logro
de tu meta. Puede ser tan sencillo como una llamada telefónica, puede ser tan sencillo como
contarle a alguien algo, comprometerte con alguien, escribir algo, ir a una librería y comprar
un libro, meterte en Internet y averiguar en una página Web, escribirle un e-mail a alguien…
Algo simple, sencillo, pero un paso concreto, específico, que ya te dé la sensación de que
estás en movimiento, de que de alguna manera tú le demuestres al universo que la cosa va
en serio, que tú no estás jugando, que tú vas hacia allá porque si no todo se queda en
palabras, todo eso se queda en sueños, ideas. Clave es movernos, clave es entrar en
movimiento. El líder sabe que su visión no habla de nada hasta que él no asume el
compromiso de ponerla en acción.
Ahora te ha llegado el momento de la verdad: entrar en acción ponerte en movimiento. Así

que es fundamental que ahora, sea donde sea que estés, sea que estés en el carro o donde
puedas escribir, te tomes unos minutos para escoger qué cosas vas a hacer durante las
próximas veinticuatro horas para comenzar a moverte, a progresar o al menos a acelerar el
logro de tus metas.
Así que piensa en algo bien concreto, bien sencillo, específico. Puede ser sencillo: escribir un
email, buscar algo en Internet, leer el capítulo de un libro, preguntarle algo a alguien, hacer
una llamada, decirle algo a alguien. Pero sea lo que sea escoge una acción para cada una de
tus tres a cinco metas que tú vayas a ejecutar en las próximas veinticuatro horas. Esto es
clave, esto es fundamental, así que pon pausa, piensa en eso y comprométete a esas
acciones que te van a permitir ir transformando tus metas en resultados concretos.
¡ADELANTE!
¡Magnifico! Ahora para este momento debes tener bien claro cuáles son esas acciones
simples, concretas, sencillas y tangibles que vas tomar en las próximas veinticuatro horas. Y

y Crear tu ÉXITO
lo que te queda, por supuesto, es hacerlas. Así que, si incluso tienes el chance ahora mismo,
pon pausa otra vez y toma tu acción. Si es llamar a alguien inmediatamente si tienes teléfono,
si tienes celular, hazlo ya. No dejes que se te vaya el tiempo. Es muy importante que de una
vez comiences a darle señales a tu cerebro, a todo su ser, de que esto va en serio, de que tu
éxito es en serio, de que el logro de esa meta de e aquí a lo próximos doce meses es en
serio. ¡Así que hazlo ya!
Con esa energía, con ese compromiso, con esa determinación de ponerte en movimiento,
volvamos entonces, ya para el cierre, al último paso de nuestra conferencia en vivo, Los
Nueve Pasos para Diseñar y Crear el éxito.

y Crear tu ÉXITO
Paso 9: PERSEVERA
El noveno paso es PERSEVERA. Porque van a surgir imprevistos, van a surgir cosas que
ahora no podemos prever, que no están allí. Nuevos obstáculos, nuevas cosas. En ciertos
momentos las fuerzas nos van a flaquear. Es normal, es natural. Hay una clave: perseverar,
seguir, continuar, no soltar. Con talento ordinario y perseverancia extraordinaria todas las
cosas son alcanzables.
En el camino nos vamos a caer; hay intentos que no nos van a funcionar. Pero imagínate a un
bebé que está aprendiendo a caminar. Al tercer intento por caminar –¿sabes? Pasarse de un
mueble a otro– se vuelve a caer. “No mira hijo, déjate de eso que tú no sirves para caminar”.
Si por caer a la tercera ya tú no sirves para eso ¿estaríamos caminando nosotros? ¿Por qué
es que todos nosotros podemos caminar? Porque seguimos intentándolo, porque
perseveramos.
Mágica formula. Hay una metáfora que a mí me encanta, y es esa metáfora de cuando un
avión despega, y desde que despega va a pasar el noventa y cinco por ciento del tiempo
realmente fuera de su curso, fuera del plan de vuelo, fuera del rumbo. Va a pasar el noventa y
cinco por ciento del tiempo desviado. ¿Cómo es entonces que un avión pasa el el noventa y
cinco por ciento del tiempo desviado y llega a su destino? ¿Cuál es la clave? Que sabe su
rumbo; sabe el destino y lo sigue buscando, y lo sigue intentando. Va corrigiendo. Sólo tú
puedes corregir. Sólo tú puedes corregir. Si te das cuenta, vas evaluando y corrigiendo con
perseverancia. ¿Cierto?
Entonces el proceso de perseverar implica también ir evaluando constantemente. Ir

evaluando si me estoy acercando o me estoy alejando. Porque lo que el avión hace: que
despega, viene un viento de cola, se desvía un poco, y la computadora de vuelo dice “¡Ey!
Nos estamos desviando”. Corregimos. Unos pocos kilómetros después viene un cambio de
presión, y otra vez corregimos. Y así es como termina llegando. Esta metáfora a mí me
fascina porque dice varias cosas. Una: para llegar no hay que ser perfectos, podemos estar
desviándonos hasta el noventa y cinco por ciento del tiempo, pero siempre y cuando

y Crear tu ÉXITO
mantengamos el norte, siempre y cuando estemos evaluando constantemente, siempre y

cuando estemos reintentándolo, estemos corrigiendo constantemente, vamos a llegar.
Pero la clave no es ser perfecto, la clave es perseverar, la clave es medir, la clave no es –ya
que nos estamos planteando una meta de aquí a los próximos doce meses– bueno, esperar
que pasen doce meses, y entonces dentro de doce meses preguntarnos: ¿lo logré o no lo
logré? Eso es lo que muchas veces nos pasa. Hacemos esas promesas de fin de año.
Recuerdo a un amigo que decía: “El próximo año escribo mi libro”. Pues llegaba diciembre,
revaluaba sus metas y ¡oh! No escribió el libro. “Bueno, el próximo año escribo mi libro”.
Hay una clave: ¿que debes evaluar una vez al año? ¿Qué tal si evalúas una vez al mes si te
acercaste o te alejaste de tu meta? Así tendrás doce probabilidades más de llegar. ¿Qué tal si
evalúas una vez a la semana si te estás acercando o alejando? Aumentas en cincuenta y dos
las posibilidades de éxito. Perseverar implica tener esa consistencia, pero también saber que
la clave está en evaluar constantemente, en ir corrigiendo y llegar.
Ya para despedirnos, mi invitación es “vive los 10 pasos “. ¿No eran nueve?
Reconoce tú éxito. No sólo es una cosa para aplicar en un momento dado. Vívelo
continuamente. Reconócete. Reconoce tus éxitos, reconoce tus logros, reconoce aquello por
lo cual puedes estar agradecido, aquello que puedas apreciar. Reconoce que sí has
conseguido, que sí has avanzado, sí has progresado. No dejes que el tiempo pase y de
alguna manera no te des tus propias palmaditas en la espalda.
Sincérate, tu poder, tu fuerza, tu capacidad para cambiar, viene cuando tú haces un análisis
honesto de donde estás. Cuando tienes esa conciencia, ese avión que despega y tres horas
después llega, lo hace porque constantemente está revisando. ¿Se está alejando o se está
acercando? No te engañes. Además, sincérate para celebrar lo que está funcionando, lo que
sí esté bien, lo que sí está mejorando.
Sueña. Date el permiso de soñar. Eso es vital. Eso nutre tu alma. Eso mantiene tu esperanza.
No apagues tu sueño. Date ese permiso, atrévete a hacerlo. No que por el miedo a sufrir, a
frustrarte, dejes de soñar. Porque la alternativa a soñar, es vivir una vida apagada. Así que
atrévete a soñar. Atrévete a pensar en grande.
Por supuesto, asegúrate de enfocarte. Tú solamente vas a ser capaz de progresar y de

avanzar en aquellas cosas en las cuales enfocas tu energía. Entonces decide
constantemente ¿cuál es el mejor uso de mi tiempo? ¿Cuál es el mejor uso de mi energía?

y Crear tu ÉXITO
¿Qué puedes hacer esta semana, este mes, para avanzar, para progresar en aquello que te
apasiona?
Vive con pasión. No tiene sentido vivir aquello que no te apasiona. Asegúrate de que estás
construyendo la vida, la película de la vida que te llena, que te apasiona. Que al final tú vas a
poder mirar hacia atrás y sentirte pleno, orgulloso, orgulloso de lo que has construido, de lo
que has vivido.
Asegúrate también de aterrizar. Sueña, date ese permiso, pero aterriza. Da pasos concretos,
haz cosas. Reconoce que tu poder para adueñarte de tu vida viene cuando tú decides. Como
dice Anthony Robbins es en nuestros momentos de decisión cuando le damos forma a
nuestro destino.
Poténciate. Llénate de recursos. Conéctate con esas creencias, esas ideas, esa gente que te
llena, que es fuente para ti. Aduéñate de lo que tú dejas que entre a tu mente, porque el
entorno nos puede apagar, pero lo importante es que nos potenciemos de adentro hacia
fuera para construir en el afuera eso que queremos ver allí.
Muévete. Acción. Tus resultados van a ser una consecuencia de tu acción. Y hay que
reconocer que la inacción también produce resultados y muchas veces no son los que
deseamos. Si tu quieres ver en tu vida esos resultados, esas metas hechas realidad, tienes
que moverte hacia ellas, tienes que dar el paso, tienes que dar el salto. Puede que, como
decía Martín Luther King “es posible que no veamos toda la escalera, lo único que hace falta,
es ver el próximo paso y atreverte a subirlo.” Da ese paso.
Y, por supuesto, persevera. El camino puede ser largo. El camino implica pagar un precio. El
camino significa ajustar, corregir, vencer cosas. Pero recuerda eso de que entre el arroyo y la
roca termina ganando el agua, no por fuerza sino por perseverancia. El que persevera vence.
Y ahora el décimo paso: DISFRÚTALO. Porque la vida está para disfrutarla. No estamos aquí
para vivir amargados; estamos aquí para disfrutar, y todos esos otros nueve pasos sólo
tienen sentido si tú eres capaz de disfrutar del proceso. Porque el noventa y nueve por ciento
del tiempo lo vamos a pasar en el camino. No en el destino, no en la llegada. Porque en el
fondo no hay llegada. Lo que hay es un camino continuo. O aprendemos a disfrutarlo, o…
Disfruta. Disfruta el camino, disfruta los pasos. Vive tu vida, y vive una vida de la cual puedas
sentirte orgulloso, con la cual puedas ser inspiración para otros. Una vida que es la que yo te
deseo: una vida llena de pasión, una vida llena de productividad, de prosperidad, de paz y
por sobre todo de plenitud.

y Crear tu ÉXITO
Leo Alcalá
Autor y Conferencista Internacional
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Por más de una década—como conferencista, facilitador, coach de

Como conferencista de alto impacto, Leo se ha presentado ante

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Y hablando de éxito… ¿qué es el éxito?

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Es el proceso de pasar de A hasta B, de la situación actual a la situación deseada, desde no

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Esto de ir de A a B, logrando, disfrutando y cuidando el balance, es una actividad continua. O

El éxito es un proceso continuo.

Lo que para ti es disfrute no necesariamente lo es para otro; lo que es importante cambia de

Te lo repito: el éxito es el proceso continuo de disfrutar el logro de lo que quieres, cuidando el

El primero de ellos es: Reconoce.

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El primer paso, entonces, es: ¡reconoce!

El tercer paso es sueña.

Pero no es soñar por soñar. Apenas se trata del tercer paso.

El cuarto paso es enfócate.

El sexto paso es aterriza.

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El séptimo es poténciate. Porque ahora va a venir el proceso de crear, de construir –de

Finalmente, hay un noveno paso: persevera.

Porque lo que buscas no se te va a dar necesariamente a la primera, y muchas veces sucede

Vamos ahora a entrar en detalle en cada uno de ellos.

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Comencemos por el primer paso que, como ya sabes, es reconoce.

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Entonces, tú ya has logrado cosas. Y según la definición de éxito que compartimos en el

Pero ya no es un mero “SÍ es posible…” en el vacío, ya no es un “SÍ es posible…” desde la fe

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Te aseguro que es una cuestión de adiestrar tu mente; es una cuestión de acostumbrarte a

Te paraste de la cama, te levantaste: eso es un éxito. Sigues aquí conmigo, escuchándome:

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¿De qué cosas puedes sentirte agradecido en tu vida?

¿De qué puedes sentirte orgulloso?

¡Ahora ese “SÍ ES POSIBLE” tiene más fuerza que antes.

Ahora —al reconocer tus éxitos pasados— tienes pruebas.

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El segundo paso es SINCÉRATE.

Entonces, ni lo uno ni lo otro. Sincérate es el paso de darle un vistazo a tu vida —realizar un

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Tu dimensión de salud es evidente. Si tu vitalidad física se ve mermada, tu capacidad para

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Y recuerda: el éxito no es sólo el proceso de lograr, no es sólo el proceso de disfrutar; es

Si llegas a tener un tres en alguna dimensión… bueno, no necesariamente es agradable

Porque es en tu honestidad y sinceridad contigo mismo que comienzas a activar tu poder

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Si bien el soñar no es obviamente garantía de logro, puedes soñar grandes cosas e

La idea acá es la de suspender la tendencia de preguntarte de entrada ¿se puede o no se

Ahora el asunto es que te digas: “Voy a darme el permiso de soñar.”

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Otro es el espacio de la parte profesional, financiera, cómo quieres tú progresar como

Otra espacio de sueños es el de la contribución y la trascendencia, qué quieres dejar, qué

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Por ejemplo, ¿quién te gustaría a ti ser?

¿Quién te gustaría llegar a ser?

¿Qué tipo de conocimiento te gustaría a ti adquirir? ¿Qué tipo de habilidades te encantaría a