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http://es.noticias.yahoo.com/9/20100728/tso-japon-vuelve-a-aplicar-la-pena-de-mu-64bc860.html
Tokio, 28 jul (EFE).- Japón ejecutó hoy a dos condenados por asesinatos múltiples por primera vez
bajo el nuevo Gobierno del Partido Democrático (PD), lo que ha puesto fin a un paréntesis de un
año en la aplicación de la pena de muerte. Seguir leyendo el arículo
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Los presos ajusticiados fueron Kazuo Shinozawa, de 59 años, responsable de la muerte de seis
mujeres en el incendio de una joyería en 2000, y Hidenori Ogata, de 33, condenado por matar a
una pareja en 2003.
La noticia fue recibida entre la indiferencia de la población japonesa, que apoya mayoritariamente
la pena capital para los delitos de sangre, y el estupor de las organizaciones defensoras de los
derechos humanos, que lo calificaron de "duro revés".
Ante las críticas de esos grupos, el Gobierno nipón defendió que no ha habido motivaciones
políticas en las ejecuciones, que se han llevado a cabo justamente un año después de la última
aplicación de la pena capital en este país, el 28 de julio de 2009.
Japón es junto a Estados Unidos uno de los pocos países industrializados y democráticos que
tiene la pena de muerte como máximo castigo en su código penal.
Las ejecuciones de hoy han puesto fin a una moratoria oficiosa que se mantenía desde que llegó al
poder el PD, que arrasó en las elecciones de agosto pasado y nombró ministra de Justicia a la
abogada progresista Keiko Chiba, entonces miembro de la Liga Parlamentaria contra la Pena de
Muerte.
Chiba, que hasta hoy no había firmado ninguna sentencia de muerte y había pedido prudencia en
sentenciar al máximo castigo, estuvo presente en las ejecuciones, que en Japón se aplican
siempre en la horca, con la ayuda de verdugos y sin testigos.
Los presos del "corredor de la muerte" japonés (107 en la actualidad) conocen la fecha de su
ejecución ese mismo día y sus familias son informadas una vez que la misma ha sido llevada a
cabo, lo que es reiteradamente denunciado por las organizaciones cívicas.
En una rueda de prensa, Keiko Chiba explicó que esta ha sido la primera vez que un titular de
Justicia ha presenciado en Japón una pena de muerte y dijo que lo hizo "porque es mi deber
revisar el proceso, al ser yo la persona que lo ordena".
Los dos presos fueron ejecutados en el Centro de Detención de Tokio, una de las siete cárceles
japonesas donde puede aplicarse el máximo castigo y que Chiba tiene intención de abrir al
escrutinio de los medios de comunicación próximamente.
Tras firmar las sentencias de muerte, la ministra de Justicia anunció que se creará un comité sobre
la aplicación de la pena de muerte en Japón, donde más del 80 por ciento de la población respalda
el máximo castigo.
"Siento la necesidad de que haya un debate serio sobre la pena de muerte", apuntó la ministra,
que rechazó hablar de sus convicciones personales sobre el tema.
Las organizaciones defensoras de los derechos humanos tenían esperanza de que la llegada de
Chiba al Ministerio de Justicia, en septiembre pasado, implicase la declaración de una moratoria en
la aplicación de la pena de muerte, previa a su abolición definitiva.
Después de valorar favorablemente ayer que hubiese pasado un año sin penas máximas en
Japón, Amnistía Internacional (AI) tuvo hoy de nuevo que lamentar "profundamente" el reinicio de
las ejecuciones en Japón.
AI expresó su "decepción y enfado" con la decisión de la ministra de Justicia, que no esperaban, y
consideró que, antes de abrir un debate público sobre la pena de muerte, es preciso paralizar las
ejecuciones.
"Ha sido un gran revés. Creemos que las dos ejecuciones han estado motivadas políticamente",
dijo a Efe una portavoz de AI en Tokio.
El ministro portavoz de Japón, Yoshito Sengoku, salió en defensa de Keiko Chiba, de quien dijo
que ordenó los ajusticiamientos "de acuerdo con la ley y en cumplimiento de su deber".
Hasta hoy, la última vez que se había aplicado la pena de muerte en Japón fue el 28 de julio de
2009, cuando tres reos -dos japoneses y uno chino- fueron ahorcados con el Partido Liberal
Demócrata (PLD) aún en el poder.
http://es.wikipedia.org/wiki/Pena_de_muerte
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por: Agencia
Fuente: EFE
MADRID, España, feb. 22, 2005.- Sesenta de los 191 estados miembros de la ONU mantienen la pena de
muerte en sus legislaciones y 29 la aplicaron en 2003, año en el que en todo el mundo se llevaron a cabo
más de 5 mil 600 ejecuciones capitales.
Estos datos figuran en el libro "Que nadie toque a Caín. La pena de muerte en el mundo. Informe 2004",
presentado en el Senado, en Madrid, por su presidente, Javier Rojo; por el diputado de Convergencia (CiU)
Jordi Xuclá y por una de las dos autoras de la obra, la italiana Elisabetta Zamparutti.
De los 60 países que aplican la pena de muerte, 47 son dictaduras o regímenes autoritarios, y en ellos
tuvo lugar el 98.6 por ciento de las ejecuciones.
Entre esos estados destaca China, que con más de 5 mil ejecuciones en 2003 acumula el 89,2 por ciento
de todas las llevadas a cabo en el planeta, aunque Zamparutti subrayó que Irán, donde fueron ajusticiadas
al menos 154 personas, "mata tanto como China en proporción a su población".
De los seis países calificados como "democracias liberales" donde fue aplicada la pena de muerte en 2003,
el que realizó un mayor número de ejecuciones fue Estados Unidos: 65 en 2003 y 42 en los primeros ocho
meses de 2004.
Estados Unidos es también, junto a China e Irán, uno de los únicos tres estados en los que se ejecutó a
reos que no tenían los 18 años cumplidos en el momento de cometer el delito.
En la presentación del libro, Rojo admitió que no sabía si transmitir "un mensaje positivo por el avance del
abolicionismo (en 1977 sólo 16 países habían suprimido la pena de muerte para todos los delitos) o un
mensaje de desolación por la continuidad de la barbarie".
Rojo aseguró que la pena de muerte "es la mayor de las violaciones de los derechos humanos", y expresó
su postura contraria "por una cuestión de principios y no de motivos".
Por su parte, Zamparutti, que junto a la española Begoña Antigüedad ha compilado los datos que aparecen
en el libro, afirmó que "la situación es positiva desde el punto de vista del incremento del número de
países abolicionistas" y añadió que, cada año, cuatro nuevos países se suman a la lista de los estados que
suprimen o no aplican la pena de muerte.
Los últimos en sumarse a ese grupo han sido Senegal y Tayikistán, según la autora, miembro de la
organización "Que nadie toque a Caín", una liga internacional de ciudadanos y parlamentarios por la
abolición de la pena de muerte en el mundo.
http://www.esmas.com/noticierostelevisa/internacionales/427474.html
LA PENA DE MUERTE
Xavi Peregrina
Enric Ruiz Pablo
Meritxell Sauret Udina
Gerard Simon Beltran
Esther Vilalta de Dios
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
La pena de muerte
SITUACIÓN ACTUAL
EL MARCO INTERNACIONAL: Organizaciones internacionales
LAS CIFRAS
EN CONTRA
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
Yo
compr
endía
que la
socied
ad con
el
brazo
cruel
de su
justici
a,
cortas
e de
sí, con
la
segreg
ación
o con
la
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, a los
miemb
ros
peligr
osos
de la
comun
idad.
Era
necesa
rio
defend
erse:
la
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era
protec
ción
contra
un
daño, ;
no ya
afirma
ción
de un
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Phanja
s
Los
gobier
nos no
castiga
ban a
los
delinc
uentes
porque
consid
erasen
los
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verdad
eros y
propio
s
males,
indign
os del
hombr
e, sino
‘porqu
e
veían
en los
transgr
esores
de las
leyes
otros
tantos
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en
aquell
as
accion
es que
el
Estado
(...)
consid
eraba
lícitas
para sí
mismo
(...)
No
tolerab
a otro
ladrón
fuera
del
fisco;
otro
homici
da
fuera
del
verdug
o y del
guerre
ro.
Y esto
no
sólo
fue
verdad
respec
to a
los
Estado
s
bárbar
os,
sino
respec
to a
todos,
aun de
aquell
os que
se
llamar
on
civiliz
adísim
os
Laiput
Raj
INTRODUCCIÓN
Sin duda alguna, la pena de muerte es la sanción más grave y antigua de la historia.
Seguramente por ello, es la que ha producido, y sigue haciéndolo en la actualidad, un
mayor debate o discusión. Este carácter de conflictivo, es debido, también, a que dicha
sanción, conlleva un modo de ver la sociedad y, en particular al individuo, en especial el
sujeto delincuente. Así, en el debate, se ven implicadas muchas disciplinas, etiquetadas
bajo el nombre de Ciencias sociales, que van des de la sociología a la criminología,
pasando por la política, la filosofía y el derecho entre otras. También es evidente, que la
religión, a pesar de no ser una de estas disciplinas, también se ve implicada, puesto que la
religión también da una visión del mundo y de las personas.
Precisamente, por su historia y por sus implicaciones, nos hemos querido adentrar en el
tema, aunque sea de una manera superficial, dadas las restricciones, tanto de espacio como
de tiempo, a las que estamos sujetos. Con tal objetivo, dividiremos el trabajo en tres
grandes bloques: el primero, la evolución histórica de dicha pena, en dónde también hemos
incluido una breve cronología sobre la pena de muerte en España; el segundo, la situación
actual en el mundo, cuántos países la practican todavía y cuántos no, junto algunos de los
acuerdos suscritos para su abolición; y por último, el tercero, en el que intentaremos
abordar los argumentos tanto a favor como en contra de ella. Por último, y a modo de
conclusión, intentaremos hacer un balance de lo que hemos expuesto y comentar, además,
algunas de las alternativas a la sanción capital y sus problemas.
La pena capital fue rechazada por la iglesia hasta el siglo XI. Es en el siglo XVIII cuando
la humanidad empieza a plantearse si dicha pena cumple una utilidad dentro de la sociedad.
La pena de muerte empieza a imponerse con mayor frecuencia y de forma más cruel y
despiadada, llegando incluso a aplicarse en algunos lugares de Alemania, con el único fin
de que no prescribiera.
A mediados del siglo XVIII se inicia una controversia sobre la pena capital que perdurará
hasta la actualidad. Abolicionistas y antiabolicionistas podemos encontrar tanto entre
positivistas, entre partidarios de una dirección intermedia y entre técnico-jurídicos.
Defensores de la pena capital han sido Rousseau, Balmes, Garofalo, Alfonso de Castro,
Lombroso, etc... Veamos lo que describía Rousseau en su obra el Contrato Social: "Todo
malhechor, , atacando el derecho social, conviértese en rebelde y traidor a la patria (...) La
conservación del Estado es entonces incompatible con la suya; es preciso que uno de los
dos perezca".
Cabe citar que algunos pueblos antiguos no conocieron la pena de muerte u otorgaron a la
misma un lugar extremadamente modesto en el catálogo punitivo.
Lo injusto aparece como un ataque al ofendido y a sus familiares, que tienen el derecho y
el deber de vengarse mediante la vida y la propiedad del autor, o bien de los miembros de
su parentela. En este tipo de derecho, se consideran penas capitales aquellas que producen
por efecto, inmediato o mediato, ineludible o eventual, la pérdida de la vida, y lo que le
caracteriza es la previsión que tiene para cada clase de delito de una modalidad
determinada de ejecución capital, según el texto legal o costumbre que se aplique. Por
ejemplo, el descuartizamiento mediante el hacha era pena reservada, casi exclusivamente,
para los delitos de traición.
b) La trascendencia a los familiares: éstos son expulsados del país, y con lo cual, pierden
todos sus bienes.
e)El calificar como delitos más graves los de lesa majestad divina y humana.
Si bien muchos especialistas abogan por dejar a un lado la cuestión de la religión a la hora
de solucionar o debatir la cuestión de la pena de muerte, lo cierto, es que en la realidad ha
jugado un papel muy importante. Sin duda alguna, durante muchos siglos, y todavía aún,
las religiones y sus instituciones han tenido un poder enorme en la mentalidad de los
hombres. Como apunta J. K. Galbraith: "En los primeros momentos del cristianismo, el
poder se originó con la vigorosa personalidad del Salvador. Casi inmediatamente surgió
una organización, los Apóstoles, y con el tiempo la Iglesia, como organización se convirtió
en la más influyente y duradera de todo el mundo". Es por ello, que creemos importante,
dedicar un apartado a las consideraciones dogmáticas religiosas.
Cabe mencionar, que sólo hablaremos del catolicismo, pero la misma importancia han
tenido otras religiones en diferentes partes del mundo (por ejemplo el Islamismo).
a)Utilidad de la pena
La pena para ser justa ha de ser útil a la comunidad en general y también a las personas
más directamente relacionadas con ella. Según el concepto bíblico de la fraternidad
universal, cada ciudadano debe ayudar a todos los demás. La autoridad, el derecho, debe
servir a todos.
b)Dignidad de la pena
El catolicismo postula que la pena sirva a la prevención general y a la especial. Pero exige,
además, que la pena sea digna. En definitiva, que sea humana y, por lo tanto, rechaza la
venganza y la crueldad.
c)Necesidad de la pena
La pena ha de ser necesaria al bien común y a las personas directamente afectadas por ella.
En este punto coinciden los tratadistas católicos.
La pena de muerte
Las posturas frente a la pena de muerte han ido variando a lo largo del tiempo. Si bien es
cierto, como veremos en el último bloque, que la pena de muerte ha encontrado
justificación en palabras del Antiguo Testamento, en la actualidad, la postura no es tan
clara. Sin duda alguna, la Iglesia ha sido partidaria durante muchos siglos de la sanción
capital. Sólo baste recordar la Inquisición, en la que fue impuesta por la propia Iglesia:
"Cuando el escándalo está en el pensamiento, esto es , en la cabeza, , no hay otro remedio
para el escándalo que la muerte ; tremenda necesidad, pero necesidad". Estas son las
palabras que pone Papini en boca de Torquemada. Es bastante significativa la expresión de
la necesidad, que anteriormente, comentábamos como uno de los requisitos de la pena.
En nuestros tiempos, sin embargo, a pesar de que la Iglesia siga teniendo una importancia
elevada en la vida de las personas, la secularización, que se ha ido produciendo durante el
s.XX, ha conllevado que las personas vivan ya una religión más privada. Y por lo tanto,
una relación directa con Dios. Ello conlleva, que el juicio ético-moral, no lo pueden hacer
(como en la Inquisición) las instituciones de la Iglesia, sino que es el mismo Dios el que lo
debe hacer.
En la actualidad, la posición de la Iglesia, no es del todo clara, si bien es cierto, que muchas
veces, en su historia, ha intercedido para salvar la vida a los reos. Sin embargo, hay que
apuntar, que hay una serie de valores cristianos que justifican la abolición (perdón, amor,
etc...).
1870: El Código Penal Español establece la pena de muerte. En su art. 102 recoge: "La
pena de muerte se ejecutará en garrote sobre tablado. La ejecución se notificará a las
veinticuatro horas de notificada la sentencia, de día, con publicidad y en el lugar destinado
generalmente al efecto, o en el que Tribunal determine cuando haya causas especiales para
ello".
1935: Con la ley del 2 de junio se produce una ampliación del uso de la pena de muerte
para delitos de terrorismo.
1938: Con la ley del 5 de julio se restablece la pena de muerte, recogida en el Código
Penal, para delitos de derecho común.
1941: En la ley de la seguridad del estado, del 29 de marzo, encontramos más de veinte
citaciones sobre la pena de muerte.
1983: La Reforma del 25 de Junio supone la desaparición del Código Penal de la Pena de
muerte para todos los delitos.
SITUACIÓN ACTUAL
Hasta ahora, hemos hablada del pasado. Ahora, en este bloque, nos toca hablar del
presente, en concreto, de realizar un balance sobre la situación de la pena de muerte en el
mundo en la actualidad. Para ello, hemos dividido este bloque en dos apartados. Por un
lado, hablaremos de las iniciativas que se han llevado a cabo dentro de organizaciones
internacionales- tanto universales como regionales-, y por otro lado, hablaremos de las
cifras, es decir, veremos si realmente estas iniciativas han servido para algo.
. Esta organización, surge tras la Segunda Guerra Mundial, con unos propósitos bien
definidos, evitar otra vez las catástrofes ocurridas durante el s.XX; en definitiva, conseguir
un mundo en paz, bajo una vía democrática y de respeto a los derechos de los individuos.
Esta organización pretendía sustituir, y mejorar, la antigua Sociedad de Naciones, que
había fracasado en sus objetivos – da fe de ello la consecución de una Guerra Mundial-. No
vamos a entrar aquí en detalles sobre las diferencias entre las NNUU y la antigua Sociedad
de Naciones. Aunque si que vamos a definir un poco cuáles son los objetivos de la primera.
Los objetivos de NNUU son generales, es una organización multifuncional, y por lo tanto,
se supone que tiene la capacidad para abordar todos los temas que consideren necesarios.
Así, en su carta fundacional, se habla no sólo del mantenimiento de la paz y la seguridad,
sino también de la cooperación en todos los terrenos (económico, social, humanitario,
etc...). Por tanto, se hace evidente que NNUU no podía dejar a un lado la cuestión de la
pena de muerte. De hecho, este tema ya empezó a suscitar interés en nuestro entorno
cultural tras el proceso de Nurenberg, cuando se juzgaron los máximos dirigentes que
quedaban de la ex-Alemania nazi. Una pregunta quedó flotando en el aire: ¿era legítimo
que cuatro potencias, las vencedoras del conflicto, tuvieran la capacidad, tanto jurídica
como moral de actuar de jueces, y, más sobretodo, cuando la condena final de los
inculpados fue la de la pena capital? Esta cuestión planteó muchas dudas en ciertos ámbitos
progresistas y en la sociedad en general. Esta fue, quizás, la primera vez que en el s.XX
aparecían serias dudas entorno a la pena capital.
Ahora bien, no es cierto que en el seno de NNUU sólo haya recomendaciones. Muestra de
ello es el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos civiles y
políticos destinado a abolir la pena de muerte. Éste es importante, pues supone un acuerdo
de carácter vinculante, es decir, es de obligación seguir lo expuesto en él, para aquellos
países que lo hayan ratificado. Aunque no sean todos los países miembros de NNUU, si
que es un avance importante. Veamos un fragmento de dicho Protocolo:
Los Estados Partes en el Presente
Protocolo,
Artículo 1
Para terminar con NNUU nos falta ver, como decíamos ambos, los problemas de dicha
organización para llevar a cabo resoluciones de carácter vinculante en todos los Estados.
En primer lugar, cabe destacar un punto normativo, recogido en la propia Carta
fundacional, el Principio de no-ingerencia en los asuntos de los Estados Miembros. Ello
conlleva dificultades a la hora de realizar cualquier obligación a nivel mundial. Pero
también hay que destacar dos punto más, que no son de carácter normativo, sino que son
producto de la evolución de la propia organización y del poder de determinados Estados en
ella. En primer lugar, cabe destacar, que dos de los países que llevan a cabo mayor número
de ejecuciones son China y los EEUU. Ambos, son miembros permanentes del Consejo de
Seguridad, por lo tanto, países con un peso específico muy importante. Pero no es tan sólo
la posición que ocupan. En concreto, EEUU, es el país que tiene, por un lado mayor deuda
acumulada en la organización, pero por el otro, es el que más paga de contribución a dicha
organización. Así, sin la contribución económica de dicho país sería muy complicada la
realización de las tareas de la organización. Eso le confiere un poder aún mayor dentro de
la organización, siendo un país clave en cualquier decisión. Por último, cabe hacer una
pequeña mención sobre la composición geográfica de la Asamblea General. La mayoría de
los países que la forman, son países pertenecientes al África o Asia-Oceanía, justamente,
las zonas, que como veremos más adelante son retencionistas.
Para acabar con este apartado hemos de mencionar ahora las iniciativas llevadas a cabo por
organizaciones internacionales regionales, las que limitan, ya sea de modo geográfico o
funcional, los potenciales Estados miembros. Creemos de gran importancia mencionar estas
organizaciones, puesto que en los últimos años, producto de la globalización, los países se
unen en este tipo de organizaciones (regionalización. En este sentido, cabe destacar, a nivel
europeo, el Protocolo nº6 de la Convención Europea de derechos del hombre, ratificado por
30 Estados; y, a nivel americano, el Protocolo de la Convención relativa a los derechos del
hombre, ratificado por 6 Estados.
Por último, cabe mencionar la acción de otras organizaciones, pero esta vez no
gubernamentales, que en los últimos años han aumentado en número y dimensión. Entre
ellas, en el tema de la pena de muerte cabe destacar la acción de Amnistía Internacional,
que lleva a cabo desde hace años acciones y campañas para abolir la pena capital.
LAS CIFRAS
En este apartado, nos toca ver, como se plasman numéricamente, estas iniciativas
internacionales.
Para empezar, en primer lugar, haremos una clasificación de los países según tengan o no
la pena de muerte y dentro de esta clasificación, veremos las tipologías de países que
encontramos. La tabla siguiente nos lo muestra:
La clasificación es muy clara. En primer lugar, se hace una distinción entre aquellos países
que aún recoge en su ordenamiento jurídico y aplican la sanción capital (retencionistas), y
aquellos que la han abolido (abolicionistas). Y dentro de esta última categoría,
encontramos, tres tipos de países: los que la han abolido para todos los delitos, los que la
han abolido para los delitos de derecho común, y por último, aquellos que, a pesar de
recogerla en su ordenamiento jurídico, no la han aplicado en un largo periodo de tiempo.
Esta tabla nos permite hacer un balance positivo sobre las iniciativas que habíamos
comentado anteriormente. Puesto que numéricamente, los países retencionistas son
menores a los abolicionistas (La relación es de 90 a 106). Aunque, sería necesario ver la
evolución de estas tipologías para ver, si efectivamente, es algo que ha ido creciendo con el
tiempo. La siguiente gráfica, nos lo muestra:
En esta gráfica, podemos ver que la evolución ha sido ascendente. Cada año, más países
pasaban a ser abolicionistas, exceptuando el período 91-92 y 95-96, en los que vemos un
ligero retroceso. También cabe destacar el gran salto que se ve a finales de los 80s hasta
1990 que de 69 países abolicionistas, se pasa a 88, un aumento de casi veinte países. Hay
que remarcar que en los últimos años del siglo ha seguido esta tendencia, y por lo tanto, se
puede hacer un balance positivo de las iniciativas internacionales, sobretodo de las llevadas
a cabo por organizaciones no gubernamentales.
Podemos destacar que entre los países recogidos en la tabla, muchos de ello, tienen
sistemas políticos dictatoriales, es el caso de China. Este país es sin duda el que ejecuta un
mayor número de personas cada año. Aunque este número, que dista tanto, de los demás
países hay que matizarlo. En primer lugar, hay que tener en cuenta de que hablamos de
números absolutos, con lo cual, es evidente, que la diferencia debería ser enorme, puesto
que también lo es la distancia demográfica de este país con los demás. Así, es normal, que
la China, tenga un mayor número de ejecuciones (en términos absolutos). Y la segunda
matización, es que dado el carácter del sistema político, este número es el que proporciona
el propio país, con lo que es posible, que la cifra aumente en la realidad.
Sin duda alguna, el país que más nos llama la atención en esta tabla es EEUU, puesto que
es de nuestro entorno cultural, y es de los pocos de ellos que aún la mantienen. Pero nos
sorprende que esté en tercera posición con 68 ejecuciones. El caso de EEUU es
paradigmático. El análisis de la cuestión de la pena de muerte en dicho país podría ser
objeto de un trabajo entero. Sin embargo aquí, sólo haremos un breve comentario. La
cuestión de la pena de muerte, divide al país en dos posturas, en la que parece ser, que por
poco margen, ganan las posturas retencionistas. Ello conlleva, que políticamente, cualquier
iniciativa de abolirla sea un fracaso, pues conlleva la derrota del partido que la lleva a cabo.
Ello es así, porque a diferencia de Europa, en la que los sistemas de partidos son
multipartidistas fragmentados, en el caso americano, son bipartidistas. Ello significa, que
sólo cuentan, para la consecución del poder político dos partidos, y por lo tanto, lo que uno
pierde, lo gana el otro. Esta situación hace que la propuesta de abolición, se convierta en un
suicidio: " una petición de clemencia para salvar la vida de un acusado significa, con casi
total seguridad, el fin de la carrera política de quien la haya concedido"Por el resto de
países, los comentaremos junto con el siguiente mapa:
Mapa 1: Distribución geográfica de la pena de muerte:
Podemos destacar, que los países retencionistas se concentran, en su gran mayoría, en Asia
y África. Así, no es de extrañar, que en la tabla anterior, salieran los países de estas zonas.
En segundo lugar, podemos observar que estos países o bien han vivido, o viven bajo
regímenes políticos dictatoriales, o bien han tenido situaciones sociales y económicas
difíciles. Si bien esta no es una condición suficiente para que un país sea retencionista –
prueba de ello es EEUU- si es una constante que se da en muchos de ellos. Es evidente, que
los regímenes políticos dictatoriales mantienen la pena de muerte como una arma política,
frente a cualquier disidencia, y para mantener el orden social establecido. Este es el caso de
China, o ya fuera del área africana o asiática, en el Caribe, de Cuba.
Por último, me gustaría destacar el caso Sur-americano, puesto que también países que
provienen , muchos de ellos, de largos regímenes dictatoriales, y muchos de ellos, son
abolicionistas para todos los delitos.
Hemos visto ya que la pena de muerte es una realidad en el mundo de nuestros días. Sin
embargo, para que sea una realidad hace falta que haya unas ideas que la sustenten o la
derriben. Aquí vamos a ver cuáles han sido hasta nuestros días estas ideas, por un lado las
que la mantiene, y por otro las que han conseguido abolirla. Este bloque, pues estará
dividido por estos dos apartados: ideas a favor e ideas en contra.
A FAVOR
Para hacer más entendedor este apartado iremos enumerando las diferentes ideas:
1) Razón de Justicia: esta idea se sustenta por un lado, por fundamentaciones religiosas,
cuya máxima expresión se encuentra en el Antiguo Testamento, como puede ser la Ley de
Talión: "Vida por vida, ojo por ojo, diente por diente"; También cabe destacar desde
fundamentaciones religiosas, que las penas deben tener como base la necesidad de
expiación. En definitiva, el castigo supremo siempre ha estado presente en la sociedad.
Por otro lado, se fundamenta en las Teorías Absolutas de la pena, cuya máxima era la pena
justa (punitur quia peccatum est). Estas teorías se basan en la libertad e igualdad naturales
de todos los hombres. Por lo tanto, cuando un hombre comete un delito, se ha de retribuir
al autor del delito con una pena equivalente al mal que ha ocasionado.
Esta tabla ha sido extraída de una página web a favor de la pena de muerte. Por lo tanto,
estos datos, pueden ser falsos. Sin embargo, tanto los partidarios como los adversarios de la
pena de muerte realizan sus propias estimaciones.
EN CONTRA
Por último, cabe recordar también la Teoría del Intercambio de Homans, en la que el autor,
apunta: " Cuanto más golpea uno, más golpea el otro, pues resulta satisfactorio lastimar a
quien nos lastima". Quizás, bajo el supuesto de la realización de justicia, se esconda el
placer, como apunta Homans. Ello es debido al intercambio de castigos.
2) Utilidad Social: No está demostrado, que la pena cumpla una función de prevención
general negativa, o sea de intimidación a los potenciales infractores. Prueba de ello, es que
si fuera así, en primer lugar, ya no existirían delitos. Y en segundo lugar, se parte de que el
delito es una acto racional, en el que el delincuente evalúa los costes y beneficios. Esta
premisa puede ser falsa, pero en el caso de que fuera cierta, el sujeto delincuente, espera o
bien que no lo descubran, o bien, salir mejor parado del proceso judicial.
Por último, cabe destacar que, como afirman los partidarios de la pena de muerte, sea
posible que en algunos países en los que la pena de muerte ha sido abolida se haya
producido un incremento en la criminalidad registrada. Pero esta afirmación hay que
matizarla, en el sentido de que es posible que una parte de esta criminalidad fuera
anteriormente oculta ( no registrada), o bien, que este aumento sea debido a la consecución
de delitos menos graves. Por tanto, se puede afirmar que la función intimidatoria de la pena
capital, está aún por demostrar.
5)Irreversibilidad de la pena de muerte respecto del error judicial: Si bien cada día más, los
errores judiciales son menos frecuentes, hay riesgo de condenar a un inocente. Pero además
con el agravante de que en el caso de la pena de muerte no se puede compensar al sujeto
por el error.
6)Costes económicos: En los costes sobre la pena de muerte, no sólo hay que computar el
coste que tiene en si misma la ejecución, sino también, el coste de todo el proceso judicial,
es decir, apelaciones, jueces, y, además, los costes sociales de esta sentencia. Estos costes
sociales, deberían ser estimados, para ver si realmente, la pena de muerte es rentable o no.
El argumento de los costes económicos, lleva consigo una parte oculta, se pueden computar
dos veces los mismos costes, etc...Además, diferentes estudios realizados revelan que la
pena de muerte es menos rentable que el mantenimiento en prisión del sujeto. Las
diferencias entre los diferentes estudios cabría analizarlas, pero además se debería
computar, como hemos dicho los costes sociales.
Por ello, creemos que este tipo de argumentaciones no deberían ser tenidas en cuenta,
aunque sin duda, en la sociedad en la que vivimos actualmente, tiene, para el sistema
político y los ciudadanos un gran interés.
7)Discriminación de la pena de muerte: Los Tribunales ejercen una selección entre los
autores de los delitos, ya sea por motivos económicos o étnico-raciales. Así, por ejemplo, la
diferencia de recursos económicos que existe entre los que poseen un buen nivel
adquisitivo y las clases más desfavorecidas, provoca que frente a un mismo hecho
delictivo, los primeros puedan ser asistidos por profesionales con mayor rigor, que los
otros. Este factor es especialemente importante en EE.UU, en donde el coste de defensa es
muy elevado y las clases bajas no pueden costearlo, lo que significa, con mucha
probabilidad una sentencia condenatoria. Por lo que se refiere al factor étnico, también en
EE.UU, determinados sectores son más propicios a obtener este tipo de sentencias. Así, los
chicanos, negros, etc... son los delincuentes sobre los que recae la pena de muerte. Para
verlo más claramente veamos las cifras que publica el Departamento de Justicia de
EE.UU.:
RAZA AÑO
1987 1997
Blanco 1128 1876
Negro 813 1406
Indio Americano 17 28
Asiático 9 17
Otros 0 8
CONCLUSIÓN
Esperamos haber dado una visión global sobre la cuestión de la pena de muerte en el
mundo. Sin embargo, nos parece que debemos concluir este trabajo con una breve reflexión
personal sobre las alternativas a la sanción capital. Es evidente, que la alternativa más clara
que se presenta es la prisión. Ello es así, puesto que la sanción capital, en teoría, debe ser
aplicada a los delitos más graves. Por lo tanto, las alternativas que plantean los
abolicionistas del Derecho Penal, tales como plantear determinados delitos des del ámbito
civil, no son posibles para los delitos que corresponden a la sanción capital.
Creemos que es necesario la abolición de la sanción capital, pero sin embargo, tampoco
creemos que la prisión sea una alternativa realmente válida. La alternativa que está vigente
en algunos países es la cadena perpetua, con la cual se siguen teniendo los mismos
problemas que con la sanción capital, puesto que no respeta muchos de los derechos de
determinados sujetos, ni tampoco la función resocializadora.
La cuestión de la prisión, lleva consigo un debate tan fuerte como el que hemos planteado a
lo largo del trabajo. Des del siglo pasado, se ha escrito sobre estas instituciones, sobre sus
defectos y sus necesidades. Hoy en día, sigue planteando serios problemas, sobretodo en el
marco de los Estados democráticos, y en concreto de aquellos que se denominan de
derecho y sociales. Ello es así, porque hemos pasado, como apunta Focault de una sociedad
del espectáculo a una sociedad de la vigilancia. Si bien hace tiempo que los castigos ya no
son públicos, si es cierto, que en algunos países la "pena de muerte sigue siendo un
espectáculo a abolir en el mundo". Ahora bien, si esta abolición conlleva la aparición de las
instituciones carcelaria, cuyo objetivo es el de disciplinar, y por tanto, conseguir los
comportamientos que el Estado desee; no creemos que esta opción sea válida, puesto que se
ponen en juego los derechos del individuo.
El problema, o mejor dicho, las soluciones deberían centrarse en la etapa anterior al delito,
en la prevención, y no después. Las respuestas posteriores al delito, tales como la pena de
muerte y la cadena perpetua, no son más que el reflejo del fracaso del Estado en llevar a
cabo sus funciones. Y este fracaso recae sobre la vida y libertades de un sujeto.
BIBLIOGRAFÍA
http://www.ub.edu/penal/historia/trs/pdem1.html