Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
OBJETIVO: Realizar un diálogo personal con el Señor y una meditación del camino que hemos elegido del ser
llamados a ser catequistas; y oremos para que Dios permita que seamos ejemplo: vivo de él en la vida de cada
persona.
BIENVENIDA:
Monitor: En esta semana de la catequesis que estamos celebrando con los diferentes momentos propuestos,
ocupa un lugar sumamente importante nuestro encuentro con Jesús Eucaristía y su Palabra, por eso ahora en
esta Hora Santa vamos a disponernos para que este encuentro sea de mucho provecho, dispongámonos a
escuchar y contemplar, dispongámonos en la mente, el corazón y con nuestro cuerpo. Pongámonos de rodillas y
abramos el corazón.
BENDITO, BENDITO
Bendito, bendito, bendito sea Dios
Los ángeles cantan y alaban a Dios
Los ángeles cantan y alaban a Dios
Yo creo Jesús mío que estás en el altar,
Oculto en la Hostia te vengo a adorar
Oculto en la Hostia te vengo a adorar
MONITOR: Señor Jesús, queremos estar junto a ti, quizá no se nos ocurran muchas cosas, pero queremos estar,
queremos sentir tu amor, como cuando nos acercamos a una fogata en una noche fría, ese calor que solo tú nos
das. Queremos amarte, queremos aprender de ti a amar. Sabemos que lo importante es estar abiertos a tu
presencia para agradecer, alabar, suplicar, también para callar y escuchar cuando tú nos hablas; simplemente
estar y sin decir nada. Señor Jesús, acógenos como discípulos que quieren escuchar tus palabras, aprender de ti,
seguirte siempre, acógenos como amigos y haz de nosotros también tus testigos, testigos del Amor. Señor Jesús,
toca nuestro corazón, danos tu gracia, sálvanos, llénanos de la vida que sólo tú puedes dar. Amén.
Oración penitencia
Guía: Ahora antes de continuar, hagamos conciencia de nuestra fragilidad y pequeñez, pero sobre todo de su
amor y misericordia.
¡Oh Dios! Dame en esta hora la gracia de reconocer debidamente mi pequeñez ante ti, y por tanto, de
arrepentirme de mis todos pecados, de mis egoísmos y frivolidades. Pero sobre todo hazme saber de tu gran
Amor que todo lo perdona, y que este Amor tuyo, sea la fuerza que ayude a levantarme de donde he caído, que
sea tu misericordia lo que me anime a seguir caminando, a seguir luchando para ser un discípulo de Jesús. Señor,
que no me quede mirando la fealdad de mis egoísmos, sino la belleza de tu llamado; que aprenda a mirarme
desde tu amor y que desde tu Amor descubra la grandeza de mis hermanos y de la misión que me encomiendas
a través de la catequesis.
1
Guía: (Si no lo han hecho: Se pueden sentar y ahora,) Escuchemos este canto y sigamos desde el corazón a modo
de oración.
EVANGELIO
LECTOR: Escuchemos ahora el Evangelio según San Juan 15, 10 - 16
"Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo he cumplido los mandamientos de mi Padre
y permanezco en su amor. Les he dicho todas estas cosas para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea
completa. Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado. No hay amor más grande
que dar la vida por sus amigos, y son ustedes mis amigos, si cumplen lo que les mando. Ya no les llamo servidores,
porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que
aprendí de mi Padre. Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes y los preparé para que
vayan y den fruto, y ese fruto permanezca. Así es como el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi
Nombre." Palabra del Señor.
GUÍA: Pueden sentarse, ahora vamos a reflexionar en silencio acompañados de las siguientes indicaciones o
preguntas que se encuentran en su material:
a) Lee y relee de nuevo el pasaje del evangelio que acabamos de escuchar y subraya las frases que más te
llaman la atención.
b) ¿Qué crees que significan en tu vida estas frases que subrayaste? Escribe tu respuesta
c) ¿Cómo crees que las podrías aplicar en tu familia? ¿Cómo crees que las podrías aplicar en tu servicio dentro
de la catequesis? Escribe tu respuesta
d) ¿Qué descubres que Dios te pide a través de ellas? Escribe tu respuesta
2
un mundo pecador. Sacramento del triunfo definitivo del amor, en el que el hombre se salva entregándose;
memorial del triunfo definitivo de la vida, en el que el hombre se hace inmortal y amando.
Orar los sacramentos/Michael Hubaut
LECTOR: Meditación: Queridos catequistas: “Nosotros amamos porque Él nos amó primero” (1 Jn 4, 19): la
medida de nuestro amor no podemos encontrarla sólo en la débil capacidad del corazón humano; debemos amar
con la medida del Corazón de Cristo, si no, nos quedaremos cortos para corresponder a su amor. Anuncien, pues,
con empeño renovado, la fidelidad a Jesucristo, el “Redentor del hombre”. Tengan presente que quien ama al
Señor con todas sus fuerzas, quien dedica a Dios sus mejores afanes, nada pierde, al contrario, lo adquiere todo,
porque “su amor es pleno en nosotros... y nos ha dado su Espíritu” (1 Jn, 4, 12-13), Pero eso exige ser “hombres
nuevos”.
Creer en el amor de Dios no es tarea fácil: requiere donación personal, no tranquilizar egoístamente la conciencia
o dejar indiferente el corazón, sino hacerlo más generoso, más libre y más fraterno. Libre de tantas esclavitudes,
como son los desórdenes sexuales, la droga, la violencia y el afán de poder y de tener, que terminan por dejaros
vacíos y angustiados, e impiden el verdadero amor y la auténtica felicidad.
Abran generosamente su corazón al amor de Cristo, el único capaz de dar sentido pleno a toda nuestra vida. Les
recomiendo, con San Pablo, “que Cristo habite por la fe en sus corazones; y que arraigados y cimentados en la
caridad, puedan comprender con todos los santos, cuál es la anchura y grandeza, la altura y la profundidad del
misterio; y conozcan también aquel amor de Cristo, que aventaja todo conocimiento, para que les llene de toda
la plenitud de Dios” (Ef 3, 17-19).
Y, con el amor a Cristo, llénense de amor por todos los hombres, pues «si alguien dice “amo a Dios”, y aborrece
a su hermano, es un mentiroso: quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve»
(1Jn 4, 20). Queridos jóvenes [catequistas]: Acojan con gratitud el amor de Dios y exprésenlo en una verdadera
comunidad fraterna; estén dispuestos a entregar cotidianamente la vida para transformar la historia. El mundo
necesita, hoy más que nunca, su alegría y su servicio, su vida limpia y su trabajo, su fortaleza y su entrega, para
construir una nueva sociedad, más justa, más fraterna, más humana y más cristiana: la nueva civilización del
amor, que se despliega en servicio a todos los hombres. Construirán así la civilización de la vida y de la verdad,
de la libertad y la justicia, del amor, la reconciliación y la paz.
San Juan Pablo II a jóvenes 1987
3
GUÍA: Ahora en actitud orante y en silencio subrayemos las frases que consideramos más importantes de este
mensaje de San Juan Pablo II
¡Oh! Señor muéstrame el camino, que debo de Oh Señor mi alma te desea, ella tiene sed de ti.
seguir Yo mi corazón te abro, para que mores en mí.
Ilumíname el sendero, que me llevará hasta Ti. Señor te doy mi vida, haz lo que quieras de mí.
Señor estoy cansado, de buscar y no encontrar; Señor estoy dispuesto, en ti yo quiero vivir.
Señor dame tu mano, que en ti quiero descansar.
Porque en ti, Señor, lo que no hallaba encontré...
Porque en ti, Señor, lo que no hallaba encontré
porque en ti, Señor, la verdad yo pude ver. Tómame, Señor, llévame contigo,
a un lugar en donde pueda contemplarte.
Tómame, Señor, llévame contigo, Tómame, Señor, llévame contigo
muéstrame tu amor, sin ti estoy perdido. no permitas que nada me aparte de ti
Tómame, Señor.
En la comunidad cristiana, los discípulos de Jesucristo se alimentan en una doble mesa: «la de la Palabra de Dios
y la del Cuerpo de Cristo». El Evangelio y la Eucaristía son su constante alimento en el peregrinar hacia la casa
del Padre. La acción del Espíritu Santo hace que el don de la «comunión» y el compromiso de la «misión» se
ahonden y se vivan de manera cada vez más profunda. (DGC, n.70)
GUÍA: Cómo catequista ¿Qué puedo hacer para llevar a mi vida cotidiana la misa, la adoración eucarística?
4
CANTO: Catequista
https://youtu.be/pmLbMtA9cTg
ACCIÓN DE GRACIAS
GUÍA: Oremos a Cristo Eucaristía por nosotros y por los catequistas de nuestra comunidad, confiando nuestras
intenciones al corazón ardiente de Cristo. Después de cada frase vamos a contestar: R/. Gracias, Señor por
amarme tanto
GUÍA: Ahora terminaremos con la Oración que Jesús nos enseñó: Padre Nuestro