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EDITA

Ilmo. Ayto. de Villacañas


FOTOS
Manuel Fernández
Conchi Torremocha
J.A. Lillo
DISEÑO E IMPRESION

Dep.Legal: TO-463-2004
Ha sido un largo y duro invierno. Por eso, la llegada del
siempre simbólico mes de mayo, y con él la fiesta de nues-
tro querido Cristo de la Viga, serán el aldabonazo definiti-
vo para que vayamos despojándonos del sayo y disfrutemos
de una festividad que se pierde en la memoria villacañera,
una fiesta tan nuestra como el carácter que hemos forjado
los villacañeros y las villacañeras. Carácter que, conscien-
te de lo que tenemos detrás, se funda en la esperanza en el
futuro. Todo esto está en nuestra fervorosa y colorida fies-
ta del Cristo, y tras siglos de tradición gracias al enorme
trabajo de la Cofradía, está también en cada uno de no-
sotros. Si sabemos aprovecharlo, el futuro de Villacañas
será el mismo que el de su Santísimo Cristo de la Viga. Nosotros pasaremos,
pero nuestro pueblo y nuestro Cristo nos sobrevivirán.
Como alcalde de todos los villacañeros, tengo que volver a destacar desde
estas líneas la labor que realiza la Cofradía, responsable de mantener viva
la tradición y de seguir insuflando ese oxígeno que da la vida. Y aunque
estoy convencido de que seguirían trabajando igual o más si el apoyo popu-
lar no fuera tan grande, ¡qué importante es que el pueblo se vuelque con
la fiesta y le aporte esa pátina final, ese brillo de la multitud que enrique-
ce unos ritos tan intensos!
Si el pasado año llamaba a los villacañeros a profundizar en el significa-
do de esta fiesta, en esta ocasión me gustaría aportar el valor que tienen
esos actos previos al 1 de mayo, que quizás para muchos vecinos no sean
todavía muy conocidos. Porque la fiesta del Cristo va más allá del 1 de
mayo. La fiesta del Cristo es la puja del día de San José, son los ensayos en
la casa del Maestro, son las novenas que se celebran desde el 22 de abril,
y son las llamativas danzas nocturnas o las solemnes Vísperas, en las que los
Danzantes visten sus hermosos trajes blancos de enaguas.
Desde el Ayuntamiento volvemos este año a colaborar con la Cofradía
aportando al programa de actos tradicionales esas actividades festivas que
enriquecen aún más la fiesta, y por supuesto continuamos realizando ese
esfuerzo para que esta fiesta se conozca más y mejor no solo en nuestra
región, como se ha venido haciendo hasta ahora, sino en toda España. Ya
el pasado año se dieron pequeños pasos para iniciar una campaña de difu-
sión más allá de Castilla-La Mancha, pero es este año cuando se va a apos-
tar por potenciar la difusión a nivel nacional, un requisito indispensable
para optar a la declaración de Fiesta de Interés Nacional, que debe ser
nuestro objetivo a medio plazo. No será fácil ni inmediato, pero únicamen-
te poniendo ahora los medios podremos optar en el futuro a ese reconoci-
miento, para lo cual el apoyo de todos volverá a ser imprescindible.
Para terminar, deseo felicitar públicamente a los Danzantes de 2010,
agradecer su labor a todos los miembros de la Cofradía del Santísimo Cristo
de la Viga, y desear a todos los que paséis estos días en Villacañas que dis-
fruteís del programa que con tanto cariño se ha organizado. ¡Viva el Cristo
de la Viga!
Vuestro Alcalde
Santiago García Aranda
La celebración de la fiesta del Stmo. Cristo de la Viga es uno de los
momentos más esperados del año, tanto para los que residen aquí como
para los que no pueden olvidar su pueblo.

La creencia en el Stmo. Cristo de la Viga y la práctica de su culto ha ser-


vido como medio cultural determinado por la tradición y por la influencia
de la religión católica, para mantener y regular las relaciones y ajustes
humanos de un sector de la población y prestar estabilidad a instituciones
espirituales.

El pueblo a través de la fiesta expresa su relación con lo sagrado y su


concepto del bien y del mal, algunos interpretan las danzas del paloteo
como una danza ofrecida por voto o promesa, que representa la lucha del
mal contra el bien con el triunfo de este último. Los danzantes otorgan un
valor mágico al dicho, su Fe en el Stmo. Cristo de la Viga les hace creer que
ofrecer su sacrificio y entonar un dicho resolverá sus problemas, validez
incuestionable para el devoto. Los dichos simbolizan la Fe, el rito y la litur-
gia que son una mezcla de la arraigada tradición llena de rituales en sus
expresiones y respetando las formas y el orden que deben observarse en los
oficios divinos.

La buena organización del ciclo festivo que lleva a cabo la


Cofradía y el empeño de todos los que intervienen en ello para
que todo salga bien, desean a todos los Villacañeros y visitan-
tes que disfruten de nuestras fiestas.

No me puedo despedir sin antes tener un recuer-


do muy especial para Valerio Zaragoza Checa, cela-
dor de nuestra Cofradía, que muy recientemente
nos ha dejado y a quien tanto afecto teníamos.

MARISCAL
José A. Sesmero Espada
Cuando se acerca el mes de mayo, terminada la Semana Santa, nos pre-
guntamos qué tal tiempo hará. Este año ha hecho mucho frio, ha llovido
bastante, otros años ha sido de otra manera. ¿Tendremos buen tiempo para
el primero de mayo?. Espero que sí, pero hay otro tiempo que no falla
nunca, que siempre es bueno y saludable.

El Cristo de la Viga hace siempre que luzca el sol en nuestras vidas y que
nuestros corazones tengan la temperatura ideal. Sí, y no pretendo ser opor-
tunista, sino realista y poner una confianza firme en nuestra vida. Muchas
cosas nos pueden fallar, y de hecho así ocurre. Pero Cristo siempre hace
que la verdad luzca en nuestra mente y en nuestra libertad, pues solo “la
verdad nos hace libres”; Cristo calienta el corazón y hace que desaparezca
el frío de la soledad y del egoísmo, del vivir para tener más y para place-
res que no pueden llenar la vida. Cuando los villacañeros miramos al Cristo
de la Viga sentimos que se enciende nuestro corazón de amor a Dios y de
amor a los demás. La fiesta del Cristo de la Viga hace que siempre venga a
tiempo y con provecho.

Este año recordaremos que solo hay un Cristo de la Viga, el mismo que
viene sobre el Altar de la Misa de cada domingo, y el Cristo que se hace
presente por el ministerio de los sacerdotes, servidores de Dios y de la
Iglesia.

Al Cristo de la Viga encomendamos a todos los enfermos del pueblo, a los


que buscan trabajo, a los jóvenes y a los niños, a las familias… que por la
mediación de su Madre Inmaculada llegue a todos su abundante bendición

José María Anaya Higuera


Párroco de Villacañas
Desde el 22 al 30 de Abril
9 de la noche, Solemne novenario en la Iglesia Parroquial, presidido por la vene-
rada imagen del Santísimo Cristo de la Viga. Actuará el Coro parroquial. En la
novena del día 29, se oficiará un funeral por los hermanos difuntos donde los
Danzantes realizarán un paloteo de honor.

Día 25 de Abril
11 de la mañana, Parque Infantil, en la Plaza de España.

A partir de las 11 de la mañana, los danzantes visitarán las dos residencias donde
ejecutarán la danza.

A la 1 de la mañana, en la Plaza de España, tras solicitar el permiso de las auto-


ridades y después de ejecutar unas danzas en su honor se iniciará el tradicional
paseo de los corderos engalanados.

Día 27 de Abril
8 de la tarde, en la Sala de Exposiciones, inauguración de la Exposición de
Fotografía “Danza y Religión”, de Manuel Mochales.

11 de la noche aproximadamente, danza tradicional en la casa del Mayordomo del


oficio de Capitán, Francisco Javier Pintado Perea, en la calle Mayor, 148.

Día 28 de Abril
11 de la noche aproximadamente, danza tradicional en la casa del Mayordomo del
oficio de Abanderado, Miguel Angel Sesmero Espada, en la calle Ciudad Real, 56.

Día 29 de Abril
11 de la noche aproximadamente, danza tradicional en la casa del Mayordomo del
oficio de Sargento Mayor, Pedro Antonio Sesmero Espada, en la calle Tarragona,
51. Esta noche los Danzantes arrancarán las cintas después de la danza del cor-
dón que guardarán como recuerdo. Las cintas se pondrán nuevas al día siguiente.
Día 30 de Abril
8 de la mañana, Tradicional reseña con el tambor y la dulzaina saliendo de la casa
del Capitán, visitando la casa de los cofrades del Cristo, terminando en la casa del
Mariscal que es la máxima autoridad de la cofradía.

10:30 de la mañana, Partiendo de la casa del Mariscal, los Danzantes con panta-
lón y chaleco de color negro y camisa blanca, acompañados por los oficios, reco-
gerán la Bandera y partirán hacia la ermita de la Virgen, a la cual tienen un espe-
cial cariño, dónde ofrecerán su tradicional danza.

4 de la tarde, Con los trajes blancos de enaguas, los Danzantes,


tras recoger a los oficiales, se dirigen a la Iglesia Parroquial, para
realizar las Solemnes Vísperas. Tras las mismas ejecutarán cuatro
danzas en distintas casas de cofrades. La primera en casa de
Roberto Carlos Vaquero Espada, en la calle Cáceres, 34; la segun-
da en casa de Francisco López Espada, en la calle Alicante, 32; la
tercera en casa de Jesús Plaza Melgar, en la calle Badajoz, 7; y la
cuarta en casa de Ramón Guillén Abad, en la calle Tirez, 9.

11 de la noche, En la Glorieta del Prado, se lanzará la tradicional Pólvora en


honor al Santísimo Cristo de la Viga.

DÍa 1 de Mayo
8 de la mañana, Tradicional reseña con el tambor y la dulzaina, saliendo de la
casa del Capitán y visitando las casas de los cofrades del Cristo.

10:30 de la mañana, Después de recoger a los oficiales de los tres oficios,


Capitán, Abanderado y Sargento Mayor, la comitiva del Cristo se dirige a la Plaza
de España donde se dará la bandera delante de las autoridades y juntos se dirigi-
rán a la Iglesia Parroquial.
11 de la mañana, Función Solemne en honor al Santísimo Cristo de la Viga, cele-
bración eucarística presidida por D. Alfonso Alcañiz Perales.

Acabada la celebración, los Danzantes, su corporación y las autoridades civiles y


religiosas se dirigirán a la Glorieta del Prado donde realizarán la Danza completa
y el homenaje a los Danzantes mayores. Una vez terminada se dirigirán a la casa
de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Viga donde el Sargento Mayor ofrece-
rá “la invitación a la justicia” con las danzas típicas.

5:30 de la tarde, después de recoger a los oficiales de los tres oficios, Capitán,
Abanderado y Sargento Mayor, la comitiva del Cristo se dirige a la Plaza del
Santísimo donde, ante la imagen pequeña del Cristo de la Viga, procederán a rea-
lizar el juramento de oficios de manera voluntaria y sin imposiciones.

6 de la tarde, Solemne Procesión en honor al Santísimo


Cristo de la Viga por el recorrido de costumbre. En la
Plaza del Santísimo y delante de la imagen del Cristo se
llevará a efecto el cambio de oficios. Mientras, los
Danzantes aprovecharán para descansar y refrescarse
unos instantes. Llegados a la Plaza de España y a modo
de despedida se obsequiará a las autoridades civiles con
la danza denominada “La Marcha Real”.
Una vez en la Iglesia y tras la emotiva entrada del Cristo, los Danzantes realizarán
la misma danza como despedida a las autoridades religiosas y la propia imagen
del Santísimo Cristo de la Viga.

Todos los actos estarán amenizados por la Banda de Música dirigida por D. Javier
Benet.

Una vez terminada la procesión se ejecutarán las últimas danzas de la fiesta que
serán en casa de Sagrario Rojo Torres, en la calle Mayor, 160; en casa de Luis
Manuel Vaquero Espada, en la calle Cáceres, 34; en casa de Jose Antonio Sesmero
Serrano, en la calle Islas Alhucemas, 11; en casa de Inmaculada García-Vaquero
Perea, en la avda. de la Paz, 83; y la última en casa del Mariscal, en la calle Sevilla,
54.

12:30 de la noche, gran concierto de DAVID BUSTAMANTE. En el Polideportivo


Municipal. Venta anticipada: 10 euros. Taquilla: 12 euros.

Día 2 de Mayo
10:30 de la mañana, Gran parque infantil en la Plaza de España.

12 de la mañana, En el Ayuntamiento y en presencia de las autoridades se reali-


zará el sorteo de los corderos cuyo resultado será expuesto en el tablón de anun-
cios del Ayuntamiento.
“¿Podría existir mayor bienaventuranza que imitar
en la tierra la danza circular de los ángeles?”. S. Basilio (s.IV)
La danza es la primera manifestación artística de la humanidad. Es un lenguaje
para comunicarse con la deidad. Es una puerta abierta que se abre en el alma para
que Dios entre en ella. Un lenguaje universal para invocar a Dios, para expresar-
le su amor, para pedirle lo que necesitamos, para darle gracias.
Un impulso interior resurge desde lo más profundo de mi conciencia para acu-
dir a la llamada que desde el abismo del tiempo se abre en mi corazón: Quiero ser
danzante, para ejecutar una danza tan antigua como el hombre mismo.
Porque danzar es tocar con la punta de los dedos el cielo, es llegar a ver las puer-
tas del Paraíso, de donde no deberíamos haber salido jamás. Porque es constatar
que hay una realidad trascendente, más allá de este mundo sensible, porque al
seguir esta tradición religiosa intentamos parar el tiempo, aunque se nos escape
entre las manos, pretendemos dar una imagen de la eternidad, de lo que no cam-
bia. Estas danzas, son el vínculo que nos enlaza con nuestros antepasados, compar-
timos con ellos este patrimonio de fe. Y sobre todo porque constatamos que esta-
mos vivos, danzamos, luego existimos. Renace la primavera en nuestro corazón,
sentimos todos los sentimientos al mismo tiempo y encontramos todos los pensa-
mientos de la historia de la humanidad en un solo rito. Buscándonos a nosotros
mismos encontramos a Dios.
Es cuando entonces las castañuelas hablan al corazón y el sonido de los palos
conmueven el alma. La emoción se abre paso y sentimos la inmensa alegría de ser
danzantes.
Trenzar y destrenzar sentimientos e ilusiones, sumergirse en la catarsis colectiva
de la Procesión, donde los Vivas al Cristo de la Viga y a los danzantes, llenan de
emoción el ambiente. Un estallido de alegría, de vida. Un impulso a resistir, a no
ser derrotado por la rutina diaria. A sobrevivir en la vida cotidiana. A no desfalle-
cer. A dar importancia a las cosas que verdaderamente lo tienen.
Arropado por el sentimiento y devoción de todo un pueblo. En estos días de la
fiesta del Cristo el pueblo dirige sus miradas al Cristo de la Viga y de los danzan-
tes. La porra tiene licencia para criticar y enarbolarse en la única autoridad en
estos días. Los danzantes se adueñan de las calles, la dulzaina y el tambor inundan
con su sonido las calles.
Sentir que somos un eslabón en la cadena de la tradición, en el ciclo de la vida,
sentir que fluye la felicidad del instante eterno. Un sueño hecho realidad. Una
experiencia mística.
En una sociedad donde predomina lo material, lo efímero y lo hedonista, se pro-
duce el milagro cada año: lo simbólico, lo espiritual, la tradición, el respeto a las
normas, a los mayores prevalecen en estas fiestas del Santísimo Cristo de la Viga.
Después de estas fiestas la anodina realidad se apoderará, otra vez en nuestro
interior, pero una llama de esperanza quedará ardiendo en nuestro interior, junto
con las faldillas, las enaguas, las caídas, las cintas de arcos, los madroños y las cas-
tañuelas, testigos de que ha existido otra realidad. Recordándonos que el próximo
día del Cristo está cada vez más cerca.
Y después de todo esto alguno osará preguntar: ¿Quieres volver a ser danzante?
Ángel Novillo Sánchez de Pedro.
Maestro de los danzantes 2010
En 1910 fue el año en que Bernardino Santos Roldán fue elegido mariscal de la Cofradía
del Santísimo Cristo de la Viga ( al menos en los libros de cuentas de la cofradía aparece por
primera vez con este cargo, aunque en los años anteriores no pone quien lo desempeñaba).
Había nacido en Villacañas, a las cinco de la mañana el día de San Bernardino de Siena
( día 20 de mayo) de 1851. Sus padres eran Calisto Santos y Justa Roldán. Sus abuelos
paternos se llamaban Juan Manuel Santos y Narcisa Almendros y sus abuelos maternos se lla-
maban Jesús Roldán y Valentina Maqueda. Ésta fue su madrina en su bautizo oficiado al día
siguiente por D. Braulio García Plaza, Presbítero cura teniente de la Iglesia Parroquial de
Nuestra Señora de la Asunción.
Al menos tuvo una hermana nacida dos años antes que él llamada Juliana.
Bernardino, heredó el oficio de su padre que era trajinante, es decir, se dedicaba a acarrear
o llevar géneros de un lugar a otro. Al igual que él, se dedicó a comerciar con frutos como
piñones o castañas, además de aperos de labranza: bielgas, palas, horquillos, también trajina-
ba con cangiloneras, y esparto machacado. Disponía de una mula y un carrillo con los que
hacía sus transportes. Como recuerda su nieto Vicente Torres.
Vivió en la calle Sevilla, detrás del Colegio de Nuestra Señora de la Consolación. Estaba
casado con Ezequiela Torres con la que tuvo diez hijos: Alejandra, Angelita, Magdalena,
Ezequiela, Calista, Leona, Cecilia, Braulio, Manuel y Gregoria.
La casa tenía un patio, un pozo y una higuera. A la entrada tenía dos escaleras y ahí es donde
se hizo la puja de los danzantes los veinticuatro años que estuvo de mariscal. Hasta su muer-
te acaecida a las diez y siete horas del día 12 de junio de 1935.
En 1910 la puja fue de 271 reales, recogida en el libro de cuentas como “limosna de los
danzantes”, cantidad muy inferior al año anterior que había ascendido a la cantidad de 410
reales. No era el concepto por el que más se recaudaba, actualmente si lo es y con mucha dife-
rencia de todos los demás ingresos. En aquel año se recogió en la “carroza de Su Magestad”:
642 reales. De la cuota de los hermanos se recaudaron 1943 reales. De la rifa de los corde-
ros se obtuvieron 800 reales. Aparece un concepto como el de las mortajas por las que se
recogieron 84 reales. Estas mortajas eran hábitos que la s personas vestían en la procesión por
una ofrenda y al terminar las dejaban en el altar del Santísimo Cristo de la Viga para que fue-
ran vendidas por la hermandad para recaudar fondos. Actualmente ha desparecido.
En cuanto a los gastos destacar los 400 reales para la pólvora de la Víspera realizada por
el pirotécnico villacañero Manuel Alcañiz; 822 reales “al señor capellán por las misas de los
hermanos difuntos”. Al tambor y dulzaina: 360 reales. A los dos tambores y a los dos clari-
nes 60 reales cada uno. Estos músicos son los que iban con la cofradía y realizaban el paseo
de los corderos y seguramente la reseña.
Para la construcción de hachones 443 reales y “Por una recomposición al caldero de los
hachones” 80 reales. Por dos corderos para la rifa 140 reales.
Del renuevo de la cera 529 reales. Aparece el cargo de muñidor que recibió por su traba-
jo 40 reales más el 8% de los productos de la cera que ascendían a la cantidad de 117 rea-
les. Según el diccionario el muñidor es el Criado de cofradía, que sirve para avisar a los her-
manos las fiestas, entierros y otros ejercicios a que deben concurrir. Esta figura no existe en
la actualidad en la cofradía del Santísimo Cristo de la Viga.
“Para el cebo de la lámpara a los mayordomos 120 reales y por derechos parroquiales 85”.
Y por el gasto del “día de cuentas. 178”
A los danzantes se les devolvió 152 reales (algo más de la mitad, actualmente se les devuel-
ve un tercio del total recaudado en la puja del 19 de marzo).
Estas líneas pertenecen a un estudio amplio sobre los mariscales y la trayectoria de la
Cofradía del Santísimo Cristo de la Viga en los últimos 100 años. Sirva como homenaje a todas
las personas que han hecho posible que nos haya llegado hasta nosotros este tesoro de danzas
y fe de todo un pueblo que componen el ritual excepcional de la fiesta del Santísimo Cristo
de la Viga.
En el recuerdo de la memoria de nuestros mayores resuenan las palabras:
El 19 de marzo día de San José
En casa del Tío “Pisablando”
Con la Porra me quedé
Ángel Novillo Sánchez de Pedro
Además de la imagen del Cristo de la Viga, es necesario tener otro Cristo
de menor tamaño para poder cumplimentar las exigencias del ciclo festivo.
El Cristo pequeño es el símbolo principal que la Cofradía hace entrega al
poseedor del oficio de capitán.
Al igual que con el Cristo principal, la imagen del pequeño también fue
destruida en la Guerra Civil. En 1939, y para adquirir una nueva imagen
pequeña, se desplazaron a Valencia el Secretario y un oficial de la cofradía
y compraron una imagen por 150 pesetas. Los gastos de transporte, portes
y otros supusieron 166 pesetas; más que la propia imagen. Esta imagen,
que se utilizó en la procesión de 1939, fue arreglada y retocada en 1943
y 1951 y ha estado en la ermita de la Virgen de la Concepción hasta 1987,
año en que la hermandad de tal Virgen hizo un crucificado de su propie-
dad, devolviendo el primero a la cofradía del Santísimo Cristo de la Viga.
Después de 1939 se compraron otros dos Cristos pequeños, uno en 1961
y otro en 1984, siendo este último el que se guarda en la casa del capitán
oficial a lo largo del año.
Para portar al Cristo pequeño en las procesiones se hace necesario, cada
cierto tiempo, comprar unas banderolas.
Es el capitán oficial quien recoge el día del cambio de oficios los símbo-
los principales del cargo: el Cristo pequeño, que guardará todo el año en
su domicilio, y un bastón que identifica a dicha imagen del Santísimo Cristo
de la Viga, y que vendrá a sustituirla en los recorridos de la cofradía por
las calles.
En la tarde del primero de mayo se realiza el ofertorio, o juramento de
oficios, en la plaza del Santísimo. El crucifijo pequeño ha sido transporta-
do por un celador desde la iglesia. El juramento es tomado por el secreta-
rio y un celador, en presencia de la imagen del Cristo pequeño, la cual y
una vez finalizado el ofertorio, es recogida por el capitán oficial, que se la
llevará para asistir con ella a la procesión.
En el citado juramento se pide, básicamente, la aceptación del nuevo ofi-
cio, o la renovación del mismo. Con toda la corporación lista para jurar, se
procede en cuatro fases, acercándose a la mesa donde está el Cristo, soste-
nido por el celador.
El día 2 de mayo, uno de los mozos se encargará de trasladar la imagen
del Cristo pequeño y su bandolera, desde la casa del capitán saliente
–mayordomo- hasta el domicilio del capitán oficial.

Texto extraído del libro “Los Danzantes y el Santísimo Cristo de la Viga de


Villacañas”, escrito por Teresa Álvarez Porras y José Antonio Fernández
Zaragoza.

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