28 :ev 20 al 26 de febrero de 2011
La ceremonia fue presidida por Padre Obispo Rubén González debido a que, por problemas de salud, Monseñor Eusebio Ramos Morales no pudo estar presente. Foto: Heidy Marrero
HEIDY Marrero Pérez
h.marrero@elvisitante.net
El diácono Eduardo del Rivero Rodríguez fue or-
denado sacerdote en medio de la alabanza del pueblo
humacaeño.
“¡Santo, Santo, Santo! ¡Gloria a Dios por siem-
pre!”. Expresiones como estas eran susurradas mien-
tras transcurría la ceremonia, en la cancha Emilio E.
Huyke del pueblo de Humacao.
Y es que el pueblo que se dio cita allí no podía
disimular su alegría. Más de 500 personas entonaron
cánticos de alabanza y agradecieron a Dios por la or-
denación sacerdotal de Del Rivero.
“No tengo palabras. Es una combinación de emo-
ciones. He llorado mucho [de alegría] al ver lo que
el Señor hace… Cuando El te escoge no te le escapas
de ninguna manera. Estoy muy feliz al saber que hoy
mis hijas me entregan a Cristo”, expresó el ahora sa-
cerdote.
Con 70 años de edad, cuatro hijas y 8 nietos, el
diácono acogió el ministerio sacerdotal con gran ale-
gría y humildad.
“Yo digo como San Agustín: Tarde te conocí Señor,
tarde te amé. Yo llegué muchos más tarde que San
Agustín, no porque no conociera a Jesús sino por los
caminos y derroteros de la vida”, manifestó.
La serenidad que reflejaba su rostro era muestra
del amor de Dios. “Yo estoy aquí para confesar al pue-
blo, llevarlos a la Eucaristía, al altar y nutrirlos de la
Carne del Hijo del Hombre y de su Sangre”, cercioró
quien también fungió profesor de religión y líder acti-
vo de la Renovación Carismática.
La ceremonia fue presidida por Padre Obispo
Rubén González debido a que, por problemas de sa-
lud, Monseñor Eusebio Ramos Morales no pudo estar
presente.
“Me siento muy contento. Ciertamente, compartir
el ministerio sacerdotal es para un obispo prolongar
su ministerio. Estoy aquí de ‘bateador emergente’ por-
que Monseñor Eusebio me pidió que presidiera la Eu-
caristía. Así que es también conectarse con esta por-
ción de la Iglesia de Dios. Es momento de gran alegría
y de profunda gratitud al Señor porque en el camino
de la historia de la fe nos va regalando hombres lle-
nos de esperanza que quieren servir a Jesucristo como
sacerdotes, imitando a Jesús el Buen Pastor”, expresó
el Obispo de la “diócesis criolla”, momentos previos a
la ordenación.
El coro de la Parroquia María Reina de la Paz en-
tonó los cánticos que dieron inicio a la procesión y de
una manera extraordinaria acompañó musicalmente
el resto de la liturgia.
La guardia de los Caballeros de Colón sirvió de
escolta para el desfile de sacerdotes.
Los testimonios ofrecidos por el Abad Oscar Ri-
vera, Padre Floyd Mercado y el matrimonio Mendoza
Ortiz, confirmaron ante el obispo y los presentes, la
vida de un hombre íntegro y entregado a Dios.
“Muchas veces lo he sorprendido estudiando la
palabra”, dijo el Padre Floyd.
“Es un fiel defensor de la Iglesia Católica”, destacó
por su parte, el matrimonio Mendoza.
Mientras la ceremonia transcurría, algunos exa-
lumnos del diácono se aglomeraron en el balcón del
segundo piso de la cancha para no perder ningún de-
talle del evento.
Al éste percatarse, les saludó con un signo de paz
en sus manos. Con ese gesto quedó demostrada la
afinidad que tiene con la juventud.
Su espíritu jovial no quedó oculto tras las vesti-
duras sacerdotales. Una vez ordenado, se fundió en
abrazos con sus hermanos sacerdotes. Los aplausos no
hacían sino manifestar el amor que la diócesis huma-
caeña siente por el nuevo presbítero.