Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Introducción
ISAD(G), norma internacional general de descripción archivística, considerada
el inicio de un programa de normalización, ha identificado y regulado el uso de
los componentes de la descripción archivística. Superado el miedo de que la
tarea quedase parada aquí con la publicación de normas sobre el control de
autoridades, hay que esperar que pronto lleguemos a los próximos estadios
previstos para este programa1. Con la publicación de la traducción al catalán de
ISAD(G)2 por parte de la Associació d’Arxivers de Catalunya, se contribuye a
evitar que este esfuerzo choque con el desinterés o el desconocimiento.
Disponemos ahora de la base para contribuir mediante, sobretodo, la aplicación
de la norma en diferentes contextos y para diferentes propósitos3. No podemos
olvidar que ISAD(G) aún está en un período quinquenal de prueba y que está
abierta a propuestas de mejora.
Aquí, quisiéramos dar un paso previo a la evaluación práctica o a la propia
crítica textual: establecer y analizar las fuentes. Esta vía nos mostrará qué hay
detrás de ISAD(G) que, como norma de archiveros, requiere, para entenderla
llanamente, que aportemos su procedencia, el contexto de creación y el ciclo
vital.
Así presentaremos primero, de forma independiente y obligadamente
condensada, los tres “manuales” que han fundamentado ISAD(G) – que
veremos entre líneas - introduciéndonos en su entorno y deteniéndonos en sus
“principios” (bases teóricas, modelos), “organización y contenido” y “alcance”
(objeto, objetivos, proyección). Con esta base y siguiendo un mismo esquema,
analizaremos finalmente la norma internacional desde la óptica de su relación
con los que hemos llamado “modelos”, señalando entonces de forma explícita
donde se concreta su influencia. La finalidad ultima no es otra que ofrecer vías
para una mejor interpretación de ISAD(G).
Aun reconociendo el papel previo de la implantación de estándares de
descripción en algunos países, que aquí se hará evidente, el proceso de
normalización internacional de la descripción archivística se inicia en 1988.
Este año, el CIA/ICA organizaba en Ottawa un encuentro internacional de
expertos en estándares descriptivos4 donde se trazará el camino que llevará a
ISAD(G). Una de sus resoluciones nos interesa aquí especialmente: “Que el
CIA/ICA evalúe las normas y directrices existentes para determinar su validez
para la descripción archivística”. Siguiendo estas recomendaciones, un grupo
derivado del de Ottawa se reúne en París en diciembre de 1989 para proponer
al CIA/ICA un plan de trabajo para un proyecto de normalización internacional
de la descripción archivística. Esta reunión acordó que los estándares de
descripción existentes en diferentes países fueran tomados en consideración
en el momento de preparar una normativa de alcance internacional. La
Comisión Ad Hoc sobre Estándares de Descripción del CIA/ICA se organiza a
partir de éstos precedentes y ya en su primera reunión opta por unas
determinadas obras, las cuales aparecen en el primer documento que elabora:
el Statemen of principles regarding archival description5. Toda descripción se
compone de un conjunto de elementos ordenados. En este aspecto que tenía
regular la futura norma, el Statemen of principles, que quería fijar unos
principios que sirvieran de base al proyecto en curso, introduce como modelos,
Archives, personal papers and manuscripts (APPM, Estados Unidos), A Manual
for archival description (MAD, Reino Unido) y Rules for archival description
(RAD, Canadá)6.
Las tres obras que seguidamente presentaremos surgen en los años ochenta
estimuladas por las nuevas tecnologías y consiguen, en mayor o menor grado,
homogeneizar la práctica descriptiva en sus entornos. Van dirigidas
preferentemente a la descripción, a nivel de fondo, de documentación sobre
soportes tradicionales, inactiva y organizada y se orientan – sobre todo en los
casos norteamericanos – a la proyección exterior de la información. Se puede
percibir la influencia del modelo bibliográfico de descripción. En parte por esta
influencia y más allá de los mismos textos, hay que remarcar que si en general
la normalización obliga a una revisión de los principios, las prácticas y
idiosincrasia de cualquier disciplina, y el camino seguido en los Estados Unidos
y en Canadá aportan importantes implicaciones en lo referente a la orientación
de la descripción y de la misma profesión archivística.
Principios
Si a nivel “político” la clave de la difusión de APPM ha sido la fuerza de los
organismos que le han dado apoyo, en cuanto al contenido hay que atribuir su
éxito a la integración de los principios y las prácticas archivísticas dentro de la
estructura global de la descripción bibliográfica mediante el traslado a AACR2,
que la regula, de los “hechos diferenciales” de la descripción archivística
siguiente:
- La primacía de la procedencia y el papel del respect des fonds en el
significado, la ordenación y la descripción del material archivístico. Dentro
de APPM, estos principios se materializan en el hecho de adjudicar a la
procedencia la categoría de entrada principal en el registro catalográfico –
que no autoría – y de ampliar las posibilidades de atribución de esta
responsabilidad principal a los organismos. En el mismo sentido, se enfatiza
el uso de notas para captar la complejidad del contexto y contenido de los
documentos y para que sea adecuado para una tradición, la archivística, de
análisis más subjetivo.
- El carácter agregado de la mayor parte del material archivístico, del cual se
deriva una gestión y descripción igualmente colectiva. Para adaptar a
AACR2 a este punto de partida, se establece que se deberá elaborar un
título - que raramente se encontrará – y que la descripción física ofrecerá
las cantidades totales de espacio o de unidades de una entidad archivística.
- El material archivístico no es publicado, los datos que lo identifican a
menudo no están presentados formalmente, la responsabilidad creadora no
está explícita y debe ser inferida a partir del material descrito y de otras
fuentes. Estas diferencias hacen que se establezcan los instrumentos de
descripción como fuente principal de información y que buena parte del
contenido de la descripción sea extraída del material tratado, sin indicarlo.
Si la catalogación representa el último eslabón de la descripción
archivística, la catalogación bibliográfica de la documentación archivística
se fundamente en los instrumentos de descripción como portada que da
paso e identifica lo que se describe.
Organización y contenido
Alcance
MAD trabaja para un entorno , el ingles, diferentes pero quizás más cercano,
conformado por archivos históricos independientes, en los cuales intereses
localmente definidos se imponían al intercambio. Aquí, los estándares no
podían venir ni de una autoridad central, ni de una legislación global – ambas
inexistentes -, ni de la biblioteconomía, con la que no existía comunicación. Lo
único que homogeneizaba una practica muy vinculada a la disciplina histórica
era la costumbre y el ejemplo de los profesionales y servicios de prestigio. En
este contexto, la irrupción de la informática fuerza el paso a la acción. La
automatización de los procedimientos necesita normas para la entrada,
presentación e intercambio de datos y se convierte, así, en un motor añadido a
la voluntad de sistematizar los métodos.
Significativamente, el primer paso hacia un objetivo sólido se dio en este
campo. En 1982, la Society of Archivists (SA) y la British Library promueven un
grupo de investigación sobre la informatización de archivos. De este grupo
surgirá el Archival Description Project, con sede en la Universidad de Liverpool
y dirigido por su archivero, Michael Cook.
Principios
Organización y contenido
El grueso de MAD esta dedicado a ilustrar una tabla con cien data elements o
componentes propuestos para la descripción archivística, estructurados en dos
sectores, siete áreas y veinticuatro sub-àreas. A pesar de la densidad de la
tabla, hay que tener en cuenta que MAD no ofrece un modelo rígido que tenga
que ser aplicado en su totalidad, sino que ofrece un abanico de posibilidades
para prever todas las necesidades descriptivas de un archivo. En este sentido,
hay que remarcar que la totalidad de uno de los dos sectores, el de la
información de gestión, que facilita el control de procesos sobre la
documentación descrita (métodos, fechas, financiación, responsables…del
ingreso, organización, descripción, indización, valoración, préstamo,
conservación, etc.) es opcional y no accesible a la consulta. Dentro de los
sectores la estructura es flexible, sólo prescribe la inclusión del título (con
forma/tipología/genero del material, nombre del productor y fechas límite) o del
código de referencia dentro del área de identificación y son el nivel y la
profundidad de la descripción los que definen que elementos se utilizan y con
qué extensión. La multiplicación de los data elements también quiere hacer
posible su transformación en campos de una base de datos, aunque en un
principio su destino tenía que ser muchas veces servir de orientación para el
contenido de las áreas y sub-áreas, de las cuales normalmente no pasará de
una descripción “manual”. Por otra parte, el uso de todos los elementos de
MAD daría como resultado una descripción redundante ya que la flexibilidad se
extiende a las opciones para la colocación de la información en la tabla14.
En definitiva, una descripción normalmente sólo utilizará una parte de los
elementos del sector de la descripción archivística, de dominio publico – por
ejemplo: a nivel de fondo tendrían que incluirse sólo elementos de las áreas de
identificación, de la historia administrativa y del contenido y el carácter. Dentro
de este sector, destaca la posición de privilegio que ocupa el código de nivel, la
inclusión de la descripción diplomática – MAD se ha gestado en la vieja Europa
– y la inclusión de la nota del archivero, espacio para la subjetividad del análisis
archivístico. Esta ultima sub-área incluye, como elementos, el sistema de
organización y los principio de valoración y selección aplicados a los
documentos, a demás del llamado status y complejidad relacional, para la
mención de las relaciones de procedencia, tanto de las partes componentes
con su unidad superior como de organización en partes de las unidades. No
hay que confundir este elemento con los materiales relacionados – por el
contenido – donde se puede hacer referencia a materiales bibliográficos, de
museo, etc., ni tampoco hay que confundirlo con el registro de publicaciones
para las obras en las que se reproduzca o cite el material descrito.
Un rasgo distintivo de MAD es la insistencia en la normalización de la
apariencia de la descripción, con la presentación de recomendaciones y
modelos basados en la combinación y disposición gráfica de estos data
elements para la composición de instrumentos de descripción para cada nivel
de descripción, tipología y soporte. Así, MAD da unos “modelos” que se pueden
utilizar y combinar en la presentación de estos instrumentos: modo párrafo, en
forma de texto en toda la anchura de la pagina, se utiliza para las
macrodescripciones, en las que los componentes principales (historia
administrativa, historia de la custodia, etc.) se redactaran en texto libre; modo
lista, en columnas, para las microdescripciones.
Alcance
Cuando nos hallamos ante RAD lo que más nos impresiona es el contexto y la
metodología que lo han hecho posible, que se constituyen en modelo de
normalización “políticamente correcto”. Los resultados obtenidos por los
archiveros canadienses no se entienden sin un estado de opinión activo, que
ha favorecido la aparición de actividades, organismos y proyectos, y también la
reflexión. El camino hacia los estándares de descripción, emprendido por toda
la profesión, ha culminado en un conjunto de reglas para mejorar las
descripciones - como servicio al usuario - y hacer posible su intercambio y la
integración, pero también nos muestra la importancia de cuestiones
estratégicas en un programa de normalización: la política de comunicación, la
formación, la creación de estructuras de mantenimiento y la conexión
internacional.
El camino llega al punto de no-retorno cuando el Bureau of Canadian Archives
(BCA) que integra la Association des archivistes du Quebec (AAQ) y la
Association of Canadian Archivists (ACA) crea el Canadian Working Group on
Archival Description Standards. Este equipo culmina su tarea con el documento
Towards descriptive standards [...]16, que diseña la metodología e identifica los
pilares del proceso de normalización: la definición y documentación de las
practicas descriptivas y el desarrollo de la descripción a partir de principios
archivísticos y del modelo bibliográfico. En esta ultima decisión lo importante es
la voluntad de incluir la descripción archivística en un marco integrado de
normas y materiales.
Para llevar a cabo este trabajo, el BCA creo el Planning Committee on
Descriptive Standards (PCDS, 1986), con representantes de las dos
asociaciones profesionales y un observador de los archivos nacionales de
Canadá además de técnicos profesionales. El PCDS tenía que dirigir proyectos
para la normalización de la descripción archivística y sobre otros temas afines,
además de asistir en la instauración de mecanismos de mantenimiento y
revisión de los standards adoptados. Se constituía igualmente en agente de
difusión, representación y formación en el ámbito de la normalización. Su
primer proyecto quería responder a la voluntad de difundir, integrar e
intercambiar información sobre el material archivístico con medios electrónicos.
El PCDS transmitió al ente regulador del formato MARC canadiense los
requerimientos que éste tenía que satisfacer para acomodar a el la
documentación archivística. Las propuestas fueron atendidas y la presencia de
la profesión en el organismo se hizo permanente. Igualmente, cualquier formato
de comunicación necesita standards sobre el contenido de la información que
haya que incluir, y de aquí que se considerara prioritaria la elaboración de
RAD.
La metodología utilizada quería dar representatividad al esfuerzo para ampliar
el impacto y la credibilidad de los resultados. Así, el PCDS constituyo grupos
de trabajo que redactaron propuestas de normas para cada nivel de
descripción y para cada tipo de soporte, que se distribuyeron en borradores
para su discusión entre la profesión. Una vez realizadas las modificaciones
oportunas, el PCDS y el BCA aprobaron las reglas, sucesivamente integradas
en RAD, que, de esta manera, se puede decir que tiene una elaboración “en
fascículos”.
Principios
RAD se fundamenta en el trabajo preparatorio de Towards descriptive
standards y también aprovecha el trabajo realizado previamente en las dos
comunidades - anglófona y francófona - de Canadá y otros países, y el ejemplo
ofrecido por los modelos establecidos por la biblioteconomía. En este último
sentido, RAD se adapta a ISBD(G) y AACR2, incluyendo las modificaciones
necesarias para acomodarlas a los principios archivisticos. El seguimiento del
modelo bibliográfico es, sin embargo, más directo en la estructura, que permite
la compatibilidad y la integración, que en aspectos del contenido, en los que
RAD resulta una mezcla de inspiraciones archivisticas intercontinentales,
muchas externas al ámbito de la “familia” AACR217. Así, RAD no seria un hijo
directo de la descripción bibliográfica, sino que se integraría a ella libremente,
manteniendo una aplicación autónoma y la preeminencia de los principios
autóctonos.
Organización y contenido
Alcance
RAD se define como un conjunto flexible de instrucciones para hacer
consistente el contenido de la descripción. RAD trata de los procedimientos de
representación y no de sus resultados, no intenta dar uniformidad ni define los
tipos y formas de los instrumentos de descripción, las decisiones sobre la
estructura de los datos quedan en manos de los archivos, a los cuales se
ofrecen posibilidades de interpretación, reglas alternativas y opcionales.
Igualmente, RAD condiciona bastante la forma de la descripción al dar una
relación y un orden de componentes de la descripción archivista , una
puntuación que los estructura y unos niveles de detalle en el uso de estos
elementos. Además, aunque RAD pretende ser “neutral” en referencia al
producto final, es evidente que una herramienta que parte de ISBD y AACR2 es
perfectamente compatible con MARC, que se convierte en la prolongación ideal
en un medio informatizado integrado.
La finalidad específica de RAD es la descripción de fondos y partes de fondos
ya transferidos, ordenados y clasificados. Se recomienda su aplicación a
colecciones y documentos aislados, aunque el cumplimiento del respect des
fonds no permite ofrecer reglas para unos y otros.
RAD puede ser aplicado a documentación archivista - original o copia, única o
publicada - en cualquier tipo de soporte y ofrece reglas especificas para fondos
multimedia, material textual, material gráfico, cartografía, archivos de
arquitectura, imágenes móviles, grabaciones sonoras, ficheros de ordenador y
microformas.
La técnica que RAD propone da primacía a los niveles de organización y
descripción (fondo, serie, expediente y documento) y las relaciones entre estos
niveles, adaptando al mismo tiempo los procedimientos del análisis bibliográfico
y los de la descripción multinivel de MAD para evitar la presentación aislada de
la descripción y mantener la jerarquía de los documentos.
RAD puede ser asociado a métodos manuales o informáticos, aunque esta
ultima es la opción natural. Del mismo modo, en la aplicación final, RAD puede
servir tanto para la redacción de instrumentos de descripción “clásicos”, de uso
interno, como para la preparación de registros para la difusión exterior en
publicaciones, catálogos bibliográficos, bases de datos y redes.
En estrecha relación con RAD, otros grupos de trabajo del PCDS han
profundizado aspectos paralelos (indización por materias, formulación de
puntos de acceso, control de autoridades, delimitación del fondo…) y han
generado una profunda actividad teórica. En el campo del control de
autoridades, por ejemplo, se ha propuesto una aplicación archivista de un
mecanismo de origen biblioteconomico que ampliaría las referencias desde
encabezamientos no aceptados o relacionados y las notas de uso con
información sobre el creador del material archivistico (organigramas,
genealogías, historia administrativa, etc.)18.
Otro de los resultados de la efervescencia normalizadora, con un importante
papel consolidador, ha sido la creación de estructuras permanentes con
personal dedicado. Hay que destacar el Office of Archival Description
Standards de los archivos nacionales de Canadá, que ha asumido la
representación de la profesión en toda clase de cuerpos normalizadores, y
también la interpretación, documentación y política de aplicación de RAD.
Además, este ente actúa como Secretariado de la Comisión Ad Hoc sobre
Estándares de Descripción del CIA/ICA.
RAD es, pues, fruto de la participación de la profesión, mediante sus
asociaciones y con el apoyo de las instituciones archivisticas nacionales, en un
proceso planificado y ambicioso que suma tradiciones y disciplinas. El
resultado es una herramienta independiente pero integrada, que pretende
servir a lo que se ha llamado “descripción total”, multimedia y multinivel, para
todo tipo de archivos y funciones, abarcando la descripción estricta y la
formulación de puntos de acceso a esta descripción y acompañada de
accesorios teóricos y prácticos. Proceso y producto también resultan una
revisión igualmente total y un salto cualitativo para la profesión, que ha mirado
fuera desde sus depósitos y su corporación para acceder, con nuevas
herramientas, a una nueva fase de desarrollo.
Principios
ISAD(G) no dispone de un fundamento teórico explícito. El abandono de la
Declaración de principios descarta el paso previo, en lo ideal, de partir de unos
principios comúnmente aceptados. Dejando de lado las discusiones teóricas,
se pretende facilitar la aceptación de ISAD(G) que, en todo caso, no surge de
la nada y tiene un carácter dictado por unos modelos con los que se relaciona
desde su propio origen.
En el intento de basar las normas en una declaración de principios se refleja la
influencia del modelo proporcionado por la Conferencia Internacional de París
sobre “Principios de Catalogación de la IFLA” de 1961, punto de referencia
para el trabajo posterior de normalización internacional de la descripción
bibliográfica. La normalización en la biblioteconomía se halla detrás, a menudo
indirectamente y nunca explícitamente, del trabajo de la Comisión Ad Hoc. Esta
incidencia es ineludible a partir del momento en que la descripción bibliográfica
inspira, en un sentido u otro, los manuales de referencia y no hay ninguna
voluntad de alejarse de ella.
En el Statement of principles encontramos los pocos fundamentos de teoría
archivista más o menos aceptados por todos (principio de procedencia y de
respect des fonds, procedimiento descriptivo de general a especifico), también
por las tres obras comentadas, que marcan ya la orientación de partida que se
proponía para la norma. Si en la terminología y los procedimientos aplicables –
técnicas de descripción y de recuperación - ISAD(G) desarrollará lo que ya se
había apuntado en la Declaración de principios, en cuanto a lo que se refiere al
objeto y el objetivo de la descripción, esta orientación sufrirá cierta alteración
como resultado del contacto con el entorno.
La Comisión Ad Hoc quería centrarse en la descripción como representación
definitiva del material de conservación permanente, bajo tutela del archivo,
organizado y preparado para la consulta. En ningún caso se hace referencia a
una incidencia sobre la vida de los documentos antes de su transferencia a un
deposito. Ante ópticas que considerarían la descripción como un proceso
abierto y dinámico, nos encontraremos con una orientación hacia un producto
final estático, aplicado a material “muerto” y utilizado en la comunicación con
los usuarios que se dibuja quiere progresar en el ámbito considerado más útil y
factible. No se plantea la inclusión en la normalización de otras tareas
relacionadas con la descripción, como la clasificación, ni tampoco se pretende
considerar la gestión y el control en los depósitos (transferencias,
conservación, reproducción, etc.). Se actúa sobre un tipo concreto de
descripción adicional y sin incidencia sobre el trabajo interno en los archivos.
Otro factor de base que aparece ya en este primer documento de la Comisión
Ad Hoc es el establecimiento de los niveles de organización y descripción del
material archivistico, uno de los campos con potencial polemico en la tarea
iniciada. La Declaración de principios no sólo pretende establecer unos niveles
de descripción, con denominación y definición incluidas, establecidos para la
clasificación, sino también las relaciones entre estos principios en un esquema
jerarquico. Partiendo de este modelo, la intención era actuar a nivel de fondo,
unidad fundamental de descripción delimitada a partir del principio de
procedencia. Si la primacia del fondo – organizado y transferido – como objeto
y el carácter poco dinamico de la descripción, poco atento a la gestión de la
documentación activa es propio de los tres modelos fijados, en la proyección
ISAD(G) se situa más cerca de los norteamericanos que tienen el intercambio y
la difusión como motores y objetivos. En la estructuración de los fondos, el
carácter jerarquico y fisico, rigurosamente ligado a la organización y a la
procedencia de los niveles de descripción, se relacionaria más con las tesis de
MAD.
Igualmente, en los comentarios recibidos como resultado de la primera versión
de la Declaración de principios se atacan ya puntos de esta orientación. Para la
presentación de su segunda versión y de la primera ISAD(G) en el XII
Congreso Internacional de Archivos de Montreal21, se intenta llegar a un
consenso general: se atenua el papel del fondo, del principio de procedencia y
del modelo de organización y descripción. A pesar del apoyo de las
resoluciones del Congreso, las criticas, especialmente duras en lo que se
refiere a la marginación de los modelos de descripción basados en las series y
en la irrelevancia de la normalización propuesta para la gestión de documentos,
hacen que la Comisión Ad Hoc considere que la Declaración de principios ha
jugado su papel como llamamiento a la acción y centro de debate. El tiempo y
el metodo utilizados no dan para más. El documento parte de una aportación
individual y tiene una difusión limitada y un impacto mínimo. Sin una
construcción colectiva que le de autoridad, ni un debate profundo, se concluye
el primer intento de formulación internacional de una teoria de la descripción
archivistica y la Declaración de principios no sirve ni como introducción de
ISAD(G), donde no se hace ninguna referencia a ella, a pesar de que en la
norma reconoceremos muchos de los rasgos que apunta la declaración y
muchos de los conflictos que ya genera.
Finalmente, la dirección marcada por sus modelos, los cuales tenía que tomar
la norma, será matizada por el estaticismo, por el alcance en cuanto a los
niveles de descripción y por la adopción de una postura que aceptara el
carácter a menudo intelectual de estos modelos y, por tanto, el distanciamiento
entre la jerarquia de la procedencia y la estructura de la documentación. En su
ciclo vital, los documentos de la Comisión finalmente consideran el modelo
jerarquico como meramente ilustrativo, cualquier entidad archivistica
organizada puede ser considerada unidad de descripción y el fondo es,
simplemente, la más amplia. Se matiza la dependencia entre los niveles y la
actuación directa del principio de procedencia se substituye por su papel
orientativo, por una reflexión sobre la dificultad y flexibilidad de su aplicación y
por la resignación ante la imposibilidad de hacer una delimitación universal de
las unidades de descripción. Esta evolución busca la integración de aquellos
que consideran el fondo como una entidad subjetiva, no documental, y la serie,
como la unidad basica, por su capacidad de mantener la continuidad en las
funciones y actividades en un marco de cambios frecuentes en las
organizaciones. Esta tradición, con muchos partidarios en el mundo anglosajon,
esta presididad, en la gestación de ISAD(G), por los archiveros australianos –
un representante de los cuales será acogido en la Comisión Ad Hoc tras el
Congreso de Montreal.
Organización y contenido
Alcance
Con ISAD(G) se pretende conseguir específicamente la normalización que se
considera necesaria a nivel internacional, suplementaria de la que se realice en
cada país y en cada institución. La mayor parte de una descripción “mediante
ISAD(G)” podría hacerse sin tener que recurrir directamente al material
descrito, a partir de instrumentos de descripción ya elaborados y sin la
obligación de indicar que la fuente de información es externa, en la línea de
APPM. Se confirma, así, su carácter adicional a estos instrumentos y su
orientación exterior, que lleva a optar por aquellos elementos necesarios para
el intercambio ente archivos, de manera que se descarta la información sobre
la gestión de los documentos.
Así, ISAD(G) podría ser utilizada para cualquier nivel de descripción. El nuevo
instrumento (o sobreinstrumento) de descripción reglado por ISAD(G) no se
dirige finalmente de manera exclusiva a los fondos. Se abandona la intención
de elaborar normas especificas para cada nivel de descripción, en la línea de lo
que pretenden RAD y MAD, y se habla de aplicación general en todos los
niveles y de aplicación preferente en los niveles superiores de descripción
(fondo y series)23. De todas maneras, el origen, el carácter, el contenido y las
aplicaciones previstas para ISAD(G) la mantienen como instrumento pensado
para la descripción de cualquier entidad que pueda recibir el nombre de fondo.
En cuanto a la intención de esta norma, podríamos decir que ISAD(G) se
acerca más a la función que hace APPM, servir a la elaboración de una primera
aproximación a los fondos, en una visión sintética de conjunto.
No se parte, sin embargo, de un acuerdo sobre realidades documentales
objetivas previas a la descripción ni tampoco sobre su vinculación a la
procedencia y es difícil, sin una definición clara, que un usuario entienda qué
es, por ejemplo, una serie. Es significativo que la Declaración de principios
hable de delimitación nacional del fondo y también lo haga, en el mismo
sentido, la definición de subfondo de ISAD(G), donde se refleja la posibilidad de
subdividir los niveles de descripción a partir de la existencia de cierta relación
entre un grupo de documentos. Puede parecer que en ISAD(G) los objetos
existen por el simple hecho de que se les representa y se les convierte en
unidades de descripción. Ente estas, las definidas difícilmente se adoptaran,
traducirán y aplicaran de forma homogénea y esto puede hacer prever ciertas
dificultades en la congruencia e inteligibilidad de las descripciones.
Otra dificultad podría derivarse del que hecho que ISAD(G), siguiendo sus
modelos, tiene una aplicación preferente sobre conjuntos documentales
cerrados, organizados e inactivos, y que no incluye la información sobre la
gestión de los documentos, más allá de los resultados de esta que puedan
afectar a una descripción orientada al usuario. Así, es cuestionable – pero no
se puede descartar – la utilidad de ISAD(G) para los archivos administrativos, a
pesar de que el contacto de la Comisión Ad Hoc con el exterior ha aportado un
ligero matiz que se refleja en la inclusión de elementos que aportan datos sobre
selección y valoración y sobre el crecimiento de la unidad de descripción y en
la inclusión de datos de creación y acumulación y datos de extensión abiertos.
No obstante, la norma pretende ser un punto de partida y también la base de
un “universo” de estándares y, por tanto, nada limita su aplicación.
Respecto a los soportes a los que va dirigida, el calificativo de general (G) y su
nombre, derivados de ISBD(G), repiten un modelo de norma global y normas
especificas para el tratamiento de materiales con diferentes características
físicas. Si la primera versión de ISAD(G) era general porque no incluía el
tratamiento de materiales especiales, esencialmente por el soporte, la segunda
es aún más genérica y no es competente para materiales cartográficos,
películas ni ficheros de ordenador. De esta manera, ISAD(G) pretende ser
aplicada sobre documentos en papel o pergamino, pero genéricamente, ya que
la norma tampoco se considera adecuada para ciertos tipos de documentos
textuales (por ejemplo: privilegios, escrituras notariales y títulos de propiedad),
limitaciones que, con distintas traducciones, comparte con APPM y MAD, lejos
de las pretensiones multimedia de RAD.
En cuanto a los medios, ISAD(G) puede servirse de métodos manuales pero
requiere los automatizados en tanto que su estructuración en áreas y
elementos prefigura una codificación informática necesaria para el ideal de
intercambio y difusión que mueve la norma. En esta intención y en el medio
que requiere, ISAD(G) se encuentra mucho más cerca de los estándares
norteamericanos que de un manual de redacción de instrumentos de
descripción al estilo de MAD.
La función genérica que debe tener ISAD(G) es la herramienta de intercambio y
difusión de información y su aplicación concreta pasaría por la elaboración de
guías de fondos o de fuentes para ámbitos territoriales, temas, personas o
instituciones en diferentes depósitos y en toda clase de niveles geográficos. El
horizonte final seria que la norma fuera útil, como sus modelos americanos,
para la regulación de la entrada de datos en sistemas y redes que permitieran
la búsqueda y el intercambio a distancia mediante sistemas telemáticos24.
Ya la Declaración de principios anunciaba una visión del proceso de
normalización que pretende ir más allá de la descripción estricta y, como
complementos orientados a la recuperación de la información incidiendo en
aquella que se refiere a la procedencia, se introducen los conceptos de puntos
de acceso y de control de autoridades. ISAD(G), que sólo trata la descripción
estricta, no tiene como APPM y RAD (más propiamente como AACR2) una
parte dedicada a la recuperación aunque reitera esta opción: un control de
autoridades de origen bibliográfico expandido en un sentido archivistico a la luz
de las experiencias hechas en los Estados Unidos y en Canadá en este ámbito
y en la explotación del formato MARC25. Concretamente, con la alternativa de
incluir la información sobre la procedencia del área de contexto en ficheros de
autoridades vinculados a la descripción, la Comisión Ad Hoc toma la dirección
de acceso a las descripciones mediante un encabezamiento principal para la
procedencia dotado de unos registros de autoridad ampliados26. Esta opción
presupone un hábitat informatizado y suena a catalogo bibliográfico.
Igualmente, ISAD(G) como estándar de contenido regula sólo el interior de los
data elements que propone y no tiene establecido un vinculo directo, al menos
explícito, con una forma gráfica o formato electrónico de la manera en que sí lo
tienen sus modelos. No obstante, una decisión respecto a esto es la
prolongación natural de la norma y el ejemplo de los modelos establecidos
podría hacer pensar en una posible compatibilidad con MARC27.
Epilogo
APPM, MAD y RAD tienen una función mucho más relevante que la de simple
inspiración y, más que de influencia, tendríamos que hablar de presencia
directa mediante protagonistas compartidos. Esta relación intensa se traduce
en todos los ámbitos des los que se analiza ISAD(G), desde el contexto que la
genera hasta el detalle literal de su contenido. La opción por unos modelos
puede pretender la compatibilidad de estos estándares nacionales con ISAD(G)
– una síntesis que les facilita la proyección exterior – y también, a través de
estos mismo modelos, la de ISAD(G) con “el otro” sistema descriptivo.
Lo cierto es que ISAD(G), por sus fuentes, es una norma angloamericana muy
influida por la descripción bibliográfica. Algunos quizás querrán partir de aquí
para ignorar, descalificar o interpretar a su gusto la norma. Son otras las
dificultades que ISAD(G) puede encontrar, algunas se han apuntado ya, pero
seguro que la normalización en la archivistica substituirá todo aquello que hacia
su papel y mostraba su necesidad: las “tradiciones”, las costumbres, las
“figuras, lo que hace el vecino, etc. A nuestro entender, el establecimiento de la
paternidad de ISAD(G) no la desvaloriza. Más al contrario, es una puerta
abierta a una mejor interpretación y más efectiva aplicación de una herramienta
que puede tener una trascendencia y utilidad que superen su propia intención.
Esto depende en gran medida de nosotros.
Lista de siglas
∗
Síntesis del trabajo de Master de archivistica de la Universidad de Gerona, con el mismo título, dirigido
por Narcís castells i Calzada. Noviembre de 1995. Corrección: Albert Pradas
1
INTERNATIONAL COUNCIL ON ARCHIVES. ISAAR (CPF): International Standard Authority Record for
Corporate Bodies, Personas and Families: draft prepared by de Ad Hoc Commission on Descriptive
Standards: The Hague, Netherlands, 17-19 october 1994. Ottawa: the Secretariat of the ICA Commission
on Descriptive Standards, 1994.
Después de ISAAR(CPF) – que regularía el control de autoridades en los puntos de acceso que hacen
referencia a la procedencia -, serian necesarias normas de descripción para tipos especiales de
documentación (imágenes fijas, imágenes móviles, planos y mapas, grabaciones sonoras, documentos
electrónicos…) tomando ISAD(G) como punto de partida y tendría que promoverse un formato electrónico
que permitiera la comunicación internacional de las descripciones reguladas por las normas.
Véase “Activités de la Comission ad hoc sur les normes de description, 1992-1993”. Bulletin du CIA, 1993,
nº 40, pág. 28 -31
2
INTERNATIONAL COUNCIL ON ARCHIVES. AD HOC COMMISSION ON DESCRIPTIVE
STANDARDS. ISAD(G): norma internacional general de descripció arxivística: adoptada per la
Commission Ad Hoc de Normes de Descripció, Estocolm, Suècia, 21-23 de gener de 1993: versió final
aprovada pel CIA. Barcelona: Associació d’Arxivers de catalunya: Departament de Cultura de la
Generalitat de Catalunya, 1995
3
Véase. PUIG I USTRELL, Pere. Els pergamins documentals. Barcelona: Generalitat de Catalunya, 1995.
(Normativa arxivistica; 3). Se hace una adaptación de ISAD(G) a la descripción de pergaminos superando
el nivel de descripción y la tipología de lo previsto por la norma.
CRUZ MUNDET, José. Manual de Archivistica. Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1994. Se
utilizan los elementos de ISAD(G) en toda la tipología de instrumentos de descripción.
4
Toward International descriptive standards for archives: papers presented at the ICA Invitational Meeting
of Experts on Descriptive Standards: National Archives of Canada, Ottawa, 4-7 october, 1988. München:
Saur, 1993.
5
“Statement of principles regarding archival description: adopted by the Ad Hoc Commission on
Descriptive Standards, Hohr-Grenzhausen, Germany, October 1990”. International Council on Archives.
Archivi & Computer, 1991, 1, pág. 8-12
6
HENSEN, Steven L. (comp.). Archives, personal papers and manuscripts: a cataloging manual for
archival repositories, historical societies, and manuscript libraries. 2nd ed. Chicago: Society of American
Archivists, 1989.
COOK, Michael; PROCTER, Margaret. A manual of archival description. Hants: Gower, 1989
PLANNING COMMITEE IN DESCRIPTIVE STANDARDS (dir.). Rules for archival description. Ottawa:
Bureau of Canadian Archivists, 1990.
7
Vease HENSEN, Steven L. “Squaring the circle: the reformation of archival description in AACR2”.
Library trends, Winter 198, pág. 539-552
HENSEN, Steven L. “The first shall be first: APPM and its impact on american archival description”.
Archivaria, Spring 1993, nº 35, pág. 64 -70
8
Regles angloamericanes de catalogació: traducció de les Anglo-american Cataloging Rules, second
edition, 1988 revision. Editadas por Michael Gorman y Paul W. Winkler. Barcelona: Biblioteca de
Catalunya; Eumo, 1996.
9
SAHLI, Nancy. MARC for archives and manuscripts: the AMC format. Chicago: The Society of American
Archivists, 1985.
10
Regles angloamericanes de Catalogació. Op. cit. Capitulo 13, pág. 341-350
11
El trabajo principal del Working Group on Standards for Archival Description representa un corpus
sintético y, al mismo tiempo, enciclopédico de teoría y metodología de la normalización.
Vease The american archivist. Vol. 52, nº 4, Fall 1989 y vol. 53, nº 1, Winter 1990.
12
Por ejemplo: la ruptura de las barreras entre forma física que presuponían reglas de catalogación
diferentes – los archives and manuscripts representan, más que diferentes materiales, diferentes
orígenes, propósitos y audiencias -, primacía del contexto, procedencia y tipología sobre el contenido,
tratamiento agregado, gestión del ciclo vital, control de autoridades expandido, etc. Vease BEARMAN,
David. “Archives and manuscript control with bibliographic utilities: challenges and oportunities”. The
American Archivist, vol. 52, Fall 1989, pág. 26-39
13
COOK, Michael. “The british move toward standards of archival description: the MAD standards”. The
American Archivist, vol. 53, Winter 1990, pág. 130-138
COOK, Michael. “MAD2: reassessing the experience”. Archivaria, Spring 1993, nº 35, pág. 15-23
14
Por ejemplo: la información sobre la condición física del material se puede incluir en las subáreas de
descripción física o de registro del acceso – si afecta al uso – o repartida entre ellas y ampliada en el
registro de conservación, en la medida en que este material sea objeto de procesos de conservación o no
haya estado.
15
Vease HAWORTH, Kent M. “The development of descriptive standards in Canada: a progress report”.
Archivaria, Summer 1992, nº 34, pág. 75 -90.
HAWORTH, Kent M. “The Voyage of RAD: from the old world to the new”. Archivaria, Spring 1993, nº 35,
pág. 55-63
16
Towards descriptive standards: report and recommendations of the canadian working group on archival
description standards. Ottawa: Bureau of Canadian Archivists, 1985.
17
Por ejemplo: además de MAD y APPM, RAD se inspira también en la obra de Ann PEDERSON (ed.)
Keeping archives (Sidney: Australian Society of archivists, 1987)
18
Vease: STIBBE, Hugo. “L’application de la notion de fonds: un article qui traite de la catégorie d’accés
principale, de la description à plusiers niveaux et du contrôle d’autorité”. Archives, 1994, vol. 25, nº 1, pág.
51-83
19
FEDERACIÓ INTERNACIONAL D’ASSOCIACIONS DE BIBLIOTECARIS I DE BIBLIOTEQUES. Grup
de Treball sobre la Descripció Bibliogrà fica Internacional. ISBD(CM): Descripció Bibliogrà fica Normalitzada
Internacional per a Documents Cartogrà fics = International Standard Bibliographic Description for
Cartographic Materials. Barcelona: Generalitat de Catalunya, 1985.
STIBBE, Hugo L.P. (general ed.); CARTMELL, Vivien; PARKER, Velma (eds.). Cartographic material: a
manual of interpretation for AACR2. Chicago: American Library Association, 1982
20
La llamada a la discusión de la Declaración de principios, que se había difundido entre las asociaciones
profesionales y ramas, comités y secciones del CIA/ICA, sólo obtuvo catorce respuestas: ocho de
asociaciones profesionales (Australia, Alemania, holanda, Nueva Zelanda, Portugal, Reino Unido y
Estados Unidos), tres de profesionales a título individual (Roberto Cerri, Italia; Antonia Heredia Herrera,
España, y David Bearman, Estados Unidos), dos de servicios de archivos nacionales (Brasil y Escocia) y
una de una rama regional del CIA/ICA (Southeast Asian Regional Branch, SARBICA).
21
La transcripción de las discusiones y las ponencias del congreso, que tratan diferentes aspectos de la
normalización, muestran los puntos conflictivos en el proceso en marcha y en los mismos documentos
presentados: la cooperación con otras profesiones del campo de la información, la terminología, la
relación entre descripción y organización y el papel de la procedencia de estas tareas, la decisión sobre la
unidad principal de descripción, la función de la indización y de los puntos de acceso, la aplicación de la
normalización de la descripción en el ciclo vital de los documentos y en los archivos administrativos, etc.
Vease: “Proceedings of the 12th International Congress on Archives (Montreal, 6-11 september 1992)”.
München: Saur, 1994. Archivum, 39.
22
La terminología utilizada en MAD se inspira en, entre otras fuentes, APPM, Towards descriptive
standards (Op. cit.), el Data elements dictionary de la NISTFF (vease Nancy SAHLI, Op. cit.) y el
Dictionary of Archival Terminology (Op. cit.). El glosario de RAD se basa también en este diccionario, en
Ann PEDERSON (Op. cit.), también con una incidencia directa sobre el vocabulario utilizado por APPM.
23
KITCHING, Cristopher. “Applications and development of the International Standard Archival Description
ISAD(G)”. En XXIX International Conference of the Round Table on Archives. Mexico, 22-24 september
1993. 2nd working session. Function follows form.
24
KITCHING, Cristopher. Op. cit.
25
Vease: BEARMAN, David. Op. cit.
26
Vease INTERNATIONAL COUNCIL ON ARCHIVES. Op. cit.
27
Algunos piden ya la traducción a MARC de las provisiones de la norma. Vease: CERRI, Roberto. “Il
Manuale Gada: qualche risposta ai critici”. Archivi & computer, San Miniato, 4, 1993, pág. 260-279-