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I ECONOMÍA DE LA SALUD
JORNADAS INTERNACIONALES
IX DE ECONOMÍA DE LA SALUD
JORNADAS NACIONALES
X DE ECONOMÍA DE LA SALUD
SALUD, EQUIDAD
Y DESARROLLO
ECONÓMICO
12 al 15 de Abril de 2000
Iguazú, Misiones, Argentina
Declaradas de Interés Nacional por la Presidencia de la Nación.
(Res. SG Nº 183).
AUSPICIOS Y ADHESIONES
Organización Panamericana de la Salud (OPS)
Red Interamericana sobre Economía y Financiamiento
de la Salud (REDEFS)
Asociación de Economía de la Salud de España (AES)
Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS)
Confederación Argentina de Clínicas, Sanatorios
y Hospitales Privados (CONFECLISA)
Organización Iberoamericana de Prestadores Privados
de Servicios de Salud (OIPPSS)
Federación Latinoamericana de Hospitales
Cámara Argentina de Empresas de Salud (CAES)
Confederación Farmacéutica Argentina (COFA)
Confederación Médica de la República Argentina (COMRA)
Federación Médica de la Capital Federal (FEMECA)
PRÓLOGO
Las relaciones entre el desarrollo económico y la equidad constituyen uno de los mayores
retos de las sociedades contemporáneas. Un mundo con más riqueza que nunca está dominado
por más diferencias entre los seres humanos que en cualquier otro período de la historia. La en-
fermedad es quizás la más dolorosa expresión de las crecientes desigualdades. Los vínculos en-
tre el bienestar, la creación y distribución de riqueza y la justicia social son parte de los más pro-
misorios debates sociales y políticos. Entre sus potenciaciones y contradicciones está buena par-
te del universo teórico y el universo político. Este libro es el reflejo de las I Jornadas Americanas,
IX Jornadas Internacionales y X Jornadas Nacionales de Economía de la Salud y tal como inten-
tamos desde hace años trata de ampliar, la convicción de que la salud es un componente esen-
cial para el desarrollo económico y el bienestar social y un factor prioritario para el ejercicio de
cualquier forma de equidad.
El décimo cumpleaños de nuestras Jornadas, que nacieron con la AES, nos impulsó a man-
tener nuestra internacionalización e intentar una visión que incluyera a nuestra América. Con-
tamos con la presencia de representantes de 12 países y la jerarquía aportada por distinguidos
amigos y autoridades de los países hermanos.
El desafío que significa en nuestro país realizar actividades que se alejen de nuestra capi-
tal y aproximarlo a las provincias del norte argentino fue concretado con los beneficios de nues-
tro imponente Parque Nacional Iguazú y sus cataratas, en la limítrofe provincia de Misiones.
Agradecemos a todas aquellas Instituciones y personas que de una u otra manera ofrecie-
ron su apoyo para que estas Jornadas fueran posibles.
Este libro intenta testimoniar las opiniones y los saberes vertidos aunque no puede reflejar
la riqueza y el intercambio de ideas durante días inolvidables.
La REDEFS hizo un aporte sustancial para permitir la presencia de amigos de toda América
y contamos con la habitual contribución de la Asociación de Economía de la Salud de España.
La presencia de Sir George Alleyne y el fuerte apoyo de la OPS encabezado por su represen-
tante en nuestro país, Juan Manuel Sotelo, fueron fundamentales para nuestras Jornadas y pa-
ra la edición de este libro.
Hasta las próximas Jornadas.
Acto de Apertura
Buenas noches y bienvenidos a este evento que nos reúne todos los años. Me toca este año el in-
menso placer personal, la satisfacción y el orgullo de ejercer la presidencia de esta institución a la que
quiero mucho y a la que vimos nacer. Por primera vez salimos de la ciudad de Buenos Aires hacia este
hermoso rincón de nuestro país, con esto creemos que damos un paso más en el crecimiento de nues-
tra Asociación, que tiene una importante repercusión y que mira con mucho interés al interior de nues-
tro país. Esto no es una casualidad, sino que es un símbolo y expresión de la voluntad de la Asociación
de Economía de la Salud, de integrar a todas las personas que trabajan en el sector salud en nuestro
país, que tengan interés en participar.
Quiero expresar algunos agradecimientos de los muchos que tengo y seguramente alguno se me
va a quedar en el tintero. En primer término a la Provincia de Misiones que nos ha recibido con una
enorme hospitalidad, facilitándonos toda clase de cuestiones que hacen que esto sea posible, ofrecién-
donos además su hermosa naturaleza. También agradecer a la OPS que desde el principio y siempre ha
colaborado con nosotros. Les estamos muy agradecidos por lo que han hecho, por lo que hacen y por
lo que van a hacer.
En este marco también está la REDEFS, Red de Economía y Financiamiento de Salud, que hemos
constituido y que nos ha permitido la gran satisfacción de conocer a otras personas que trabajan en la
misma área de diversos países de Latinoamérica, que han compartido con nosotros muchas reuniones.
Estoy viendo a grandes amigos aquí, les agradezco mucho su presencia y a REDEFS como símbolo de
lo que nos une a todos.
Intimamente tengo ahora muy presente al Comité de Organización, una serie de voluntades de per-
sonas que trabajaron y entregaron muchas horas para que esto fuera posible. Son los verdaderos respon-
sables de que las cosas aquí estén saliendo tan bien como creo que van a salir.
El Comité Científico también ha trabajado mucho, ha dedicado horas, ha llevado a cabo una labor
de extrema seriedad, ha sido el encargado de seleccionar los temas, identificar a los protagonistas, ex-
pertos para cada tema y también ha seleccionado los trabajos científicos presentados, muchos de ellos
van a ser seguro de interés de todos ustedes, y creemos contribuirán también a elevar el nivel científico
de la reunión. En este comité organizador se definió asimismo el tema del premio por el trabajo cientí-
fico a que hemos convocado. Quiero agradecer especialmente la participación en la elección de dos ami-
gos del extranjero, los Profesores Joan Rovira y Juan Cabasés Hita de la Universidades de Barcelona y
Pamplona respectivamente. Quiero agradecer por último a Amira Santillán, nuestra organizadora de la
AES y a su equipo de jóvenes colaboradores que realmente son los que constribuyen a que las Jorna-
das sean posibles.
Hace diez años que soñamos con poner un tema sobre la consideración del sector salud en Ar-
gentina. Iniciamos una andadura en base a mucha voluntad, una firme convicción de que el intercam-
bio transparente de ideas es una cuestión que seguramente contribuye siempre al progreso del conoci-
miento, y esto llevará a algún progreso en el bienestar de nuestra gente. Esto creo que se confirma ca-
da día, en cada reunión, en cada aporte, en cada comunicación que tenemos entre nosotros. Y esto jun-
to al trabajo que muchos de ustedes han puesto en ello, y que hace que sea hoy una realidad, es la ex-
presión de que estamos en el buen sendero y que seguramente creceremos si insistimos en ello.
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Creo que en el futuro de AES hay muchas reuniones como esta, más actividades y más intercam-
bio. Creo que el mundo nos favorece ofreciéndonos medios que nos van a permitir comunicarnos sin
tener que trasladarnos en el espacio. Hemos puesto ya nuestra página web, un sitio donde encontrar-
nos, poder enterarse de las actividades y eventos que realizamos. En el futuro intentamos insertar en ella
los trabajos científicos que se presentarán en estas Jornadas para que todos dispongan de este material.
También los invitamos a participar de los foros de discusión, quizás algunas de las ideas que se aporten
en esta reunión puedan ser motivo de interés para ser continuados.
Por último, en el futuro de nuestro pensamiento está la integración con proyectos comunes de
el marco de este Cono Sur Latinoamericano, en trabajos como los que hace tiempo venimos soñando
que se podrían concretar en lo que nos gustaría llamar la Red Sur. Lo hemos venido hablando duran-
te los últimos años y tenemos algunos proyectos que volcar en una reunión, de los que se van a po-
der enterar día a día a través de las novedades de la web. Les deseo que tengan una feliz estadía en
estas Jornadas. Muchas gracias.
Telmo Albrecht*
En primer término quiero expresar el afectuoso saludo que el gobernador de la provincia, Inge-
niero Carlos Rovira, envía para todos ustedes. Y desde ya decirles que nos sentimos muy halagados en
la provincia de Misiones que estas Jornadas, estos días de trabajo que vamos a tener en Puerto Iguazú,
se desarrollen en esta tierra, en nuestra bendita tierra misionera. Por esto, más allá de los resultados que
seguramente todos vamos a obtener en capacitación, en compartir experiencias, en decisiones futuras
que cada uno de nosotros va a tomar de aquí en más, deseamos que pasen ustedes unos buenos y lin-
dos días en nuestra provincia, teniendo en cuenta que el pronosticador meteorológico ya ha dicho que
mañana no va a llover. Ojalá que podamos también disfrutar de unos lindos días en nuestra tierra.
Yo estaba mirando el título Salud, Equidad y Desarrollo Económico. Estos son tres puntos donde
humildemente tengo que decir que no hemos avanzado tanto en nuestra provincia. Quisiéramos tener
una mejor salud para todos con equidad y no con diferencias entre quien tiene y quien no tiene, quien
puede atenderse en privado y quien no, a través de un desarrollo económico volcado también en los
servicios que hoy el hospital público pueda tener y disponer para competir libremente.
En nuestra provincia, el 50% de los misioneros no tiene cobertura y la que tienen en muchos ca-
sos es muy deficiente. Tenemos que buscar y motorizar esto para poder servir mejor a nuestra comuni-
dad. Este es nuestro desafío. Con un equipo de hombres y mujeres en nuestro ministerio y con un fuer-
te apoyo político estamos trabajando para poder gerenciar mejor nuestros hospitales y optimizar el ser-
vicio de cada uno de ellos. Es por esto que con mucho gusto compartimos estas jornadas, con muchas
ganas y con mucha fuerza para poder prepararnos mejor, y tomar decisiones en el futuro que sirvan fun-
damentalmente para tener una mejor salud con más equidad y con un buen desarrollo económico. Les
vuelvo a repetir que estamos muy felices porque ustedes están en nuestra tierra y ojalá que estos días
sean del placer de todos ustedes. Muchas gracias.
8
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Héctor Moguilevsky*
9
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
El Dr. Adam Wagstaff ha actuado largamente cionales y, para que esto fuera posible, el Banco
en el tema sobre el que hoy va a exponer, inte- Mundial de alguna manera los obligó a tomar el
grando y asesorando equipos técnicos en el desa- compromiso de implementar estrategias para redu-
rrollo de políticas del Banco Mundial, aplicado cir la pobreza en sus propios países, para poder es-
centralmente a introducir aspectos de equidad en tar en condiciones de poder recibir ese descuento.
temas operativos del Banco cuando tienen misio- El Dr. Wagstaff participó en el desarrollo
nes en los países a los que está prestando dinero. del programa para la reducción de pobreza espe-
Es conocido por nosotros el caso de algunos paí- cíficamente para esos países. Estamos muy con-
ses seleccionados del grupo que podríamos llamar tentos de tenerlo aquí y estamos listos para escu-
"los pobres más pobres", a quienes se les ha redu- char su conferencia.
cido la deuda que tenían con organismos interna-
Adam Wagstaff**
INTRODUCCIÓN
Los dos temas centrales que trataremos son la equidad y la salud, buscando focalizar la exposición
sobre los conceptos y métodos que se han aplicado en los países de la OCDE y fuera de la OCDE.
La equidad es un tema muy importante en asuntos de salud. Argentina está especialmente intere-
sada en mejorar la equidad en sus servicios de salud. También hemos visto un tremendo énfasis puesto
en la equidad en otros países de Sudamérica como el caso de Bolivia. América Latina en su conjunto es-
tá auspiciando algunas importantes reuniones sobre estos temas. Estos nuevos encuentros internaciona-
les sobre equidad en salud se han realizado por primera vez en Cuba. Y el año pasado hemos asistido
al encuentro de la Fundación Rockefeller con la Universidad Católica de Chile.
* Principal Economist, Development Economics Research Group and Human Development Network, The World Bank, and
Professor of Economics, University of Sussex.
** Conferencia traducida y editada por Matilde Sellanes y Ginés González García.
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
quintil de ingresos más altos. En Bolivia se pueden ver las desigualdades imperantes, los más pobres tie-
nen hasta cuatro veces más alto el índice de mortalidad que los menos pobres. Las desigualdades en In-
dia y en Kenia no son tan grandes
5º quintil de ingresos
4º quintil de ingresos
3º quintil de ingresos
2º quintil de ingresos
1º quintil de ingresos
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
L (s) 1987
Porcentaje acumulado de niños
con bajo peso al nacer
Nos gustaría que imaginen a todos los niños en el programa de Ceara representados en el gráfico
2, empezando por los más pobres y terminando con los más ricos. Los datos muestran las desigualda-
des en nutrición, medidas en base al porcentaje de niños de bajo peso, ordenados a su vez por grupos
conforme a los ingresos de sus hogares, comenzando con los más desventajados. Para cada uno de esos
niños, nosotros podemos saber si está desnutrido y si tiene bajo peso, y podemos establecer un gráfico
de acceso horizontal con un porcentaje acumulado de chicos ordenados por sus ingresos.
La curva L(S) 1987 traza la proporción acumulada de niños menores de 5 años (ordenados a su
vez por grupos conforme a los ingresos de sus hogares, comenzando con los más desventajados) con-
tra la proporción acumulada de niños de bajo peso en 1987. Las marcas en la curva corresponden a los
cuatro grupos ordenados según nivel de ingresos familiares. Esto muestra que el grupo más pobre da
cuenta de más del 50% de los niños de la muestra de Ceara. Esta curva, conocida como curva de con-
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
centración, está por sobre la diagonal o línea de igualdad, indicando que en 1987 (durante un período
muy anterior al Programa) las desigualdades en desnutrición favorecían a los niños menos pobres de
Ceara – el 50% de niños más pobres tenía más del 50% de niños desnutridos. Este tipo de desigualda-
des son denominadas "pro-ricos". Si la curva L(S) estuviera por debajo de la diagonal, las desigualdades
hubieran sido "pro-pobres". Cuanto más se aparte la curva L(S) de la diagonal o línea de igualdad, ma-
yor será el grado de desigualdad en desnutrición entre los diversos grupos según ingresos.
L (s) 1994
L (s) 1987
Porcentaje acumulado de niños
con bajo peso al nacer
En el Gráfico 3 vemos las curvas de 1987 y la de 1994, seis o siete años después de establecido el
programa. La curva L(S) 1994 puede observarse que está todavía más alejada de la línea de igualdad que
la correspondiente a 1987. Se dice entonces que la curva de 1987 domina respecto a la de 1994, y se
puede concluir sin ambigüedades que había menos desigualdad en cuanto a desnutrición entre los dis-
tintos grupos por ingreso en Ceara previamente al Programa, de la que hubo luego de que éste opera-
ra por 7 años. La reducción en los niveles de desnutrición parece haberse obtenido a expensas de una
ampliación en las brechas de desnutrición entre los niños más pobres y los menos pobres.
Lo que es interesante encontrar es que aún cuando el promedio de las desigualdades en el esta-
do de desnutrición aumentaron, (la desigualdad en 1994 fue mayor que en 1987), en este caso la com-
paración es simple. En otros casos pueden ser menos claras, pueden cruzarse las curvas o imponerse un
gran número de comparaciones, como es el caso de estudios internacionales. En esos casos podemos
medir la desigualdad a través de un índice llamado índice de concentración (CI), como se muestra en
el Gráfico 4. Este índice es dos veces el área entre la curva de concentración L(S) y la diagonal o línea
de igualdad a 45º. C tiene valor cero cuando L(S) coincide con la línea de igualdad o diagonal y es ne-
gativo o positivo según dicha curva esté por arriba o por debajo de la diagonal.
El índice es negativo en este caso cuando tenemos niveles de desnutrición más altos entre los po-
bres como es el caso en Seara.
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
L (s) 1994
L (s) 1987
Porcentaje acumulado de niños
con bajo peso al nacer
Chad 1996/7
Indice de Concentración (C)
-0,30
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Lo que este gráfico muestra en el eje horizontal es la tasa promedio de mortalidad en menores de
5 años, y en el eje vertical la desigualdad en el índice de concentración. En distintos países este índice
es negativo, los niños pobres mueren antes o más tempranamente que los niños que no lo son. Esta de-
sigualdad varía entre países. Se pueden ver abajo diferentes países latinoamericanos. Hay países que es-
tán bien en el promedio pero que tienen desigualdades muy grandes entre los pobres y los no pobres.
En el sector situado más arriba se pueden ver países que están muy mal en el promedio, pero que tie-
nen brechas muy chicas entre los pobres y los no pobres.
Kazakstan, por ejemplo, no tiene virtualmente desigualdades entre pobres y no – pobres en cuanto
a mortalidad en menores de 5 años, en tanto que en el caso de Brasil, la brecha es muy grande.
% de %niños con
de ni–os con menos
menos de de 5 años
5 a–os con bajocon
pesobajo
al nacerpeso al nacer
0,0 10,0 20,0 30,0 40,0 50,0 60,0
0,00
Madagascar 1997
-0,05 Niger 1998
Burkina Faso 1993
Indice de Concentration index (C)
Mali 1995/6
CAR 1994/5 Nigeria 1990
Uzbekistan 1996 Nepal 1996
Indice de Concentración
Paraguay 1990
Colombia 1995
-0,30
Bolivia 1998
Morocco 1993
-0,35 Turkey 1993
Peru 1996
-0,40
Dom Rep 1996
-0,45
Este gráfico muestra lo mismo que el anterior pero para desnutrición. En el caso de los chicos de ba-
jo peso, lo que otra vez se puede ver es algunos países latinoamericanos ubicados especialmente más aba-
jo y los países asiáticos y africanos más arriba. Este esquema se repite con resultados diferentes.
Lo que también resulta evidente en los gráficos 5 y 6 es la aparente compensación o balance
(trade-off) entre los resultados promedio de salud y la brecha entre los pobres y los que están mejor
económicamente. Mayormente, es en los países con los más bajos promedios de mortalidad y desnutri-
ción en menores de 5 años donde se observan las mayores brechas, si bien no resulta obvio por qué se
da tal situación.
Cabe agregar que estas desigualdades en salud, en desventaja de aquellos más pobres, no sólo se
dan entre los niños sino también entre los adultos.
15
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Este gráfico algo complicado lo elaboramos con algunos colegas del Banco Mundial. Lo que va-
mos a tratar de hacer aquí es mostrar conceptualmente los diversos modos y vías a través de los cuales
operan los determinantes de los resultados en salud, a nivel de los hogares y comunidades, de los sis-
temas de salud y los sectores relacionados a ellos y de las políticas y acciones de los gobiernos.
Podemos pensar diferentes maneras de explicar las desigualdades en salud.
En primer lugar podríamos enfocarnos a aquellos factores que afectan la salud directamente, es
decir que tienen una influencia directa sobre los resultados en la salud individual. Estos se denominan
a veces determinantes próximos de la salud, y son conocidos en la literatura económica como insumos
de salud (health inputs).
En el caso de la salud infantil, donde adquiere peso el entorno familiar y el hogar, incluirían en
este caso la alimentación, la higiene apropiada, el uso de servicios de atención médica y cuidados pre-
ventivos, algunos factores maternos tales como la edad de la madre al nacer el niño y el número de hi-
jos que tiene, y el cuidado y la estimulación que le brinde al niño.
En el contexto de la salud de los adultos, la utilización de los servicios de salud es importante, co-
mo lo son la dieta, el estilo de vida (incluyendo el hábito de fumar o el consumo de alcohol) entre otros.
Y a nivel de la comunidad, los factores que tienen una influencia directa en la salud incluyen el
medio ambiente, la ecología y la geografía.
Desde ya los determinantes próximos de la salud varían ampliamente entre los hogares. De modo
que un primer camino para explorar al buscar entender las causas de desigualdades en los resultados de
salud es entonces focalizar el análisis en estos determinantes próximos de la salud o insumos de salud.
Las preguntas claves pueden ser:
❑ ¿En qué grado los más pobres tienen peores determinantes próximos de la salud que quienes
lo son menos?
❑ ¿Son esos determinantes próximos de la salud en donde las desigualdades son mayores los
de mayor importancia en cuanto a resultados?
No obstante, las respuestas a estas preguntas proveen sólo una respuesta parcial a la pregunta ¿Por
qué existen las desigualdades en la salud?. Supongamos que es cierto el caso de que existen grandes bre-
chas en cuanto a insumos de salud claves entre hogares pobres y otros que están económicamente mejor,
tales como inmunizaciones en caso de salud infantil. La pregunta es nuevamente: ¿ por qué se da esto?
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
En el marco de trabajo propuesto por el gráfico precedente, se muestra que los determinantes pró-
ximos de la salud son a su vez influenciados por tres conjuntos de factores, los cuales son denomina-
dos a veces determinantes de salud socioeconómicos, subyacentes u ocultos.
Los recursos de los hogares implican un conjunto de influencias, no sólo sus rentas y bienes finan-
cieros, sino otros bienes físicos tales como tierras, animales, etc y, además, bienes intangibles como co-
nocimientos, cultura y educación. A su vez no son solamente los niveles de esas variables sino también
su distribución en el hogar, especialmente entre varones y mujeres, lo que cuenta.
Los hogares también son influidos por los precios, calidad, disponibilidad local y accesibilidad de
los servicios de salud y de otros factores de impacto en cuanto a resultados en salud, tales como alimen-
to o transporte.
Finalmente, a nivel de la comunidad, los hogares también serán influenciados por una variedad de
factores, dentro de los que son más importantes obviamente los de medio ambiente. Intervienen tam-
bién otros factores menos tangibles, como la cultura y los valores que unen a las comunidades, refleja-
das como su capital social.
Estos determinantes socioeconómicos de la salud, así como los determinantes próximos que vié-
ramos en primer lugar, varían entre un hogar y otro.
Entonces un segundo camino a explorar cuando buscamos entender las causas de desigualdades
en los resultados de salud, es focalizar el análisis en estos determinantes socioeconómicos de la salud.
Nuevamente, las preguntas claves pueden ser:
❑ ¿En qué grado los más pobres tienen peores determinantes socioeconómicos de la salud que
quienes lo son menos?
❑ ¿Son esos determinantes socioeconómicos de la salud en donde las desigualdades son
mayores, aquellos de mayor importancia en cuanto a resultados?
Mirando el gráfico, podemos seguir pensando en el precio del cuidado de la salud y cómo afecta
esto a las decisiones en salud. El segundo tipo de ejercicio sería decir que los resultados en salud refle-
jan diferencias en la accesibilidad al sistema de salud, diferencias en el conocimiento respecto al cuida-
do de la salud, diferencias de capitales sociales entre comunidades pobres y no pobres. Esto es un ejer-
cicio muy importante, pero nuevamente nos lleva también hasta ahí.
Entonces el siguiente paso sería preguntar por qué los pobres tienen una atención de la salud peor
o inferior a la de los no pobres, o si siquiera la tienen. Esto nos lleva a la última parte, a lo que serían
las causas de raíz de las desigualdades en salud, que incluyen las políticas y acciones de los gobiernos,
que constituyen un tercer nivel de investigación. Porque los gobiernos tienen la habilidad de influir en
lo que pasa en el sistema de salud, lo que pasa en la comunidad y finalmente lo que pasa en los hoga-
res. Pero también a este nivel deberíamos darnos cuenta de que los gobiernos tienen poderes limitados.
Si bien los gobiernos a veces piensan que pueden hacer todo, en realidad no pueden hacerlo.
17
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Utilización
Actual
Belgica
Alemania Este
(1995)
Dinamarca
Netherlandas
Alemania Oeste
(1994)
Finlandia
(1996)
(1992)
(1992)
US
(1987)
Suiza
(1992)
Irlanda
(1987)
(1992)
UK
(1989)
Suecia
(1990)
El gráfico 8 muestra los índices de concentración de la utilización global de los servicios de salud
para diferentes países de la OCDE.
Hay una tendencia de parte de los grupos de menores ingresos en varios países de la OCDE, de
utilizar los servicios de salud más que los de mejores ingresos. Esto se da principalmente en los países
de la izquierda de este diagrama. Lo vemos en Bélgica y Dinamarca particularmente.
La medida de la utilización es muy vasta e incluye toda la información concerniente al uso de los
servicios de atención primaria y las internaciones, cada uno medido en las respectivas unidades de cos-
to del sector público.
Lo que podemos ver es que en todos los países, los índices de concentración son negativos. Esto
significa que en estos países los pobres usan mucho más servicios que los menos pobres, lo cual con-
duce a pensar que aparentemente, la posibilidad de una sub- utilización per se de los servicios de salud
por parte de los más pobres, no constituye un factor mayor en las desigualdades de salud en muchos
de esos países.
Una vez dicho eso, el tema es pensar si los pobres usan los servicios lo suficientemente más que
los menos pobres, dadas su aparentes mayores necesidades médicas. La utilización puede estar distribui-
da en forma desigual a favor de los pobres, pero aún así puede estar distribuida inequitativamente en
el sentido de que hay un tratamiento desigual para igual necesidad (inequidad horizontal) a favor de
quienes están mejor económicamente.
Una manera de tratar de capturar esto es comparar el grado de desigualdad en la utilización con
el grado de desigualdad en la necesidad médica.
GRÁFICO 9: UTILIZACIÓN DE SERVICIOS MÉDICOS AJUSTADA SEGÚN NECESIDAD
Indice de Concentración
Utilización
Actual
Utilización
Belgica
Alemania Este
Suecia
(1995)
Dinamarca
(1994)
Finlandia
(1996)
Netherlandas
Alemania Oeste
(1992)
(1992)
US
(1987)
Suiza
(1992)
Irlanda
(1987)
(1992)
UK
(1989)
(1990)
ajustada
según
necesidad
18
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
El gráfico 9 muestra lo que sucede si nosotros ajustamos la utilización a la necesidad médica. Aquí
se asume que la "necesidad" puede ser medida por la utilización que se esperaría por parte de un indi-
viduo particular, de acuerdo a su edad, género y estado de salud. No vamos a explicar cómo hacemos
técnicamente esto, pero lo que se puede extraer del gráfico es que, sin embargo, en todos los países
cuando se traza la utilización ajustada a la necesidad, si bien diferente del gráfico de utilización, mues-
tra que en general, los servicios a los pobres son manejados razonablemente bien, y en la mayoría de
los casos esto simplemente refleja las mayores necesidades de los más pobres más bien que una discri-
minación a su favor. En algunos países como Estados Unidos y Suiza, surgen resultados que indican que
los pobres aparentemente no reciben suficientemente más servicios, como para compensar en forma
equivalente sus mayores necesidades médicas.
0,20
Indice de concentraci—n TRO usado en todos los ni–os
Mali 1995/6
0,15 Pakistan 1990/1
Indice de Concentración TRO
Mozambique 1997
0,10
Chad 1996/7
I ndia 1992/3 Burkina Faso 1993
Nigeria 1990 Madagascar 1997
Haiti 1994/5
0,05
Tanzania 1996
Malawi 1992
Niger 1998
Ghana 1993
Guatemala 1995 Zambia 1996
0,00 Nepal 1996
Comores 1996
T ogo 1998
CAR 1994/5
T urkey 1993 Senegal 1997
Benin 1996
Cameroun 1991 Colombia 1995
Bolivia
Uganda 1998
Kazakstan
1995 1995
Bangladesh 1996/7
-0,05 Paraguay 1990
Zimbabwe 1994
Kenya 1998 1997/8
Nicaragua
Peru 1996 I ndonesia 1997
Philippines 1998 Morocco 1993
-0,10 Kyrgyzstan 1997
Vietnam 1997
Dom Rep 1996
-0,15
Namibia 1992
-0,20
-0,25
-0,25 -0,20 -0,15 -0,10 -0,05 0,00 0,05 0,10 0,15 0,20 0,25
CICL
de diarrea
de diarrea
Estos resultados son especialmente útiles para países pobres, para una condición particular que es
la diarrea y para un tratamiento en particular, la terapia de rehidratación oral. Lo que se ve en el eje ho-
rizontal es que la diarrea es más común entre los niños pobres, y lo que muestra el eje vertical, es que
a pesar de esto en muchos países incluyendo Guatemala y Haití, son los chicos ricos los que en reali-
dad reciben más terapias de rehidratación oral.
De modo que algunos países se las ingenian para obtener la terapia de rehidratación oral para los
pobres, pero no lo suficiente para compensar la concentración de la diarrea entre los niños pobres. Es-
tos países tienen una desigual distribución de la terapia de rehidratación oral, y los pobres obtienen más
que los ricos pero sigue siendo injusto porque los pobres no reciben lo suficiente de ese tratamiento res-
pecto de los no pobres. Por lo tanto la situación que vemos para el mundo desarrollado es diferente de
la situación que vemos en los países en desarrollo. En realidad la situación es aún peor que la que aca-
bamos de mostrar.
19
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
0.15
0.10
0.05
0.00
-0.05
en salud
-0.10
-0.15
-0.20
-0.25
-0.30
El gráfico 11 se centra en los gastos públicos en servicios de salud, buscando mostrar la incidencia
del beneficio del gasto público global en salud. Lo que se puede ver es que los gastos públicos, no los
privados, usualmente van a los menos pobres. Las personas que menos necesitan cuidados de salud, los
que más pueden afrontar el pagar esos tratamientos, son aquellos que se benefician más del gasto públi-
co. Otra vez, el reporte "Las voces de los pobres" enfatiza la multidimensionalidad de la pobreza, que no
es debida solamente a que los pobres son pobres por tener bajos ingresos sino que viven en áreas mar-
ginales, tienen sanidad pobre, menos acceso al agua potable, etc. En realidad, son pobres en todo.
0.14
Comores 1996
Bolivia 1998
0.10
Tanzania 1996
Bangladesh 1996/7 Kenya 1998
0.08 Togo 1998
Nicaragua 1997/8
Mozambique 1997
Benin 1996
Niger 1998
0.06 CAR 1994/5 Zimbabwe 1994
Brazil 1996
Uganda 1995
Zambia 1996
0.04
Cote d'Ivoire 1994
Burkina Faso 1993
Malawi 1992
Chad 1996/7
0.02 Dom Rep 1996
0.00
0.0 10.0 20.0 30.0 40.0 50.0 60.0 70.0 80.0 90.0 100.0
El gráfico 12 muestra las desigualdades en el conocimiento del HIV-SIDA. Lo que se puede obser-
var aquí es la proporción de mujeres que saben sobre temas de HIV/SIDA. Y se advierte la desigualdad
entre mujeres pobres y mujeres menos pobres. Por ejemplo, en Perú y Bolivia muchas mujeres, tres cuar-
tos de las mismas, parecen saber lo básico para prevenir el SIDA. Pero las mujeres pobres en estos paí-
ses saben mucho menos.
20
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Respecto a si en el marco de los países que usan estrategias de atención primaria se pueden medir
diferencias en la equidad, esto depende mucho de la calidad de la información. Si vamos a hacer este tra-
bajo rigurosamente necesitamos buena información de los hogares, y también necesitamos buena infor-
mación a nivel de la comunidad y de las facilidades en salud para entender esas desigualdades. Los da-
tos que tenemos de los países de la OCDE varían en su calidad de un país al otro. Algunos países tienen
muy buena información de la utilización de los servicios de cuidados primarios, y otros no tienen tan bue-
na información. En nuestro estudio, en el contexto de la atención primaria de la salud lo que hacemos es
contabilizar el número de visitas. Nosotros no tomamos en cuenta lo que la gente recibe. Por ejemplo si
sus hijos son vacunados, si ven al médico o si simplemente reciben una prescripción y tienen un hospi-
tal de referencia, o lo que sea. Nuestros estudios son entonces bastante crudos, algunos países con más
datos pueden hacerlo mejor.
Seguro
Seguro dedesalud
salud
Saneamiento,
Saneamiento, agua aguapotable
potable
Cloacas,Cloacas, tratamientodedeexcretas
tratamiento excretas
Tiempo
iempo de de al
viaje viajeservicio
al servicio de
desalud
salud
Distancia
Distancia el hospital público
el hospital público
Disponibilidadde
Disponibilidad de vacunas
vacunas
Disponibilidad de
Disponibilidad deORS
ORS
Disponibilidad
Disponibilidad de anticonceptivos
de anticonceptivos
-0.1 -0.0
-0.2 -0.
-0. 0.0 0.1 0.1 0.20.2 0.3
0.3 0.40.4 0.5
0.5 0.6
0.6
2 1 Indice
Indice de
de Concentración
concentració
En el gráfico 13 se pueden ver resultados de la isla de Cebu, en las Filipinas, a través de un estu-
dio reciente que analizó las causas socioeconómicas u ocultas de las desigualdades en términos de super-
vivencia de niños. Estas son las concentraciones de diferentes determinantes socieconómicos de la salud,
y lo que surge es la multidimensionalidad de la pobreza. Focalizado a los hogares, las madres pobres pa-
recen ser menos educadas, sus miembros tienen menos salud, tienen menos seguros de salud, tienen me-
nos acceso al agua potable, malos sanitarios y les lleva más tiempo llegar a los lugares donde se proveen
servicios de atención médica, incluyendo hospitales públicos. Lo que es muy interesante es que en Cebu
no hay grandes desigualdades en la disponibilidad de vacunas o en métodos de contracepción femenina,
pero esto también puede ser cierto sólo para Cebu.
21
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
0.060
Urbano
Contribución al Indice de Concentración
Seguro de salud
0.010
incomes
Ingresos
0.000
Educación materna
El gráfico 14 trata de explorar las desigualdades en las supervivencia de los niños en Cebu. Los ni-
ños pobres tienen un riesgo más alto de morir antes de los cinco años que los niños menos pobres. Es-
te gráfico trata de mostrar las causas de la desigualdad. Muy brevemente lo que esto muestra es que la
desigualdad en el ingreso para la salud y en la educación de las madres son probablemente los dos fac-
tores determinantes de mayor peso, o los que más contribuyen en las desigualdades en la supervivencia
de los niños en Cebu. Consistentemente, las desigualdades en cuanto a disponibilidad de servicios de
atención médica eran relativamente pequeñas, de modo que aunque estos ejerzan una importante influen-
cia en la esperanza de sobrevida promedio en niños, no ayudan en este caso a explicar las diferencias de
supervivencia entre niños pobres y no pobres.
22
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
POLÍTICAS DE GOBIERNO
ASIGNACIÓN FINANCIA- PROVISIÓN Y COMPROMISO POLÍTICAS
MONITOREO
DEL GASTO MIENTO Y PRESTACIÓN CON LAS EXTERNAS AL
DETERMIN. Y EVALUA-
EN SALUD RECAUDACIÓN DE SALUD POLÍTICAS MINISTERIO
DE LA SALUD CIÓN
FISCAL (STEWARDSHIP) DE SALUD
CONDUCTAS Y RESULTADOS
DISPONIBIL.Y ACCESIBIL.
DE SERVICIOS DE SALUD
CALIDAD DE S. SALUD
PRECIO DE S. SALUD
RENTA DE HOGARES
EDUCACIÓN GRAL.
CONOCIMIENTOS ESPECÍFICOS
DE SALUD
DESIGUALDAD DE GÉNERO
COMUNICACIÓN Y CAPITAL
SOCIAL
Los gastos en salud son componentes importantes de las políticas del gobierno. ¿Cuánto gastar?,
¿qué tipos de servicios enfatizar?, ¿cómo distribuir los recursos entre los estados o provincias?
El aspecto financiero también es importante porque modifica el monto y costo de los pagos de
bolsillo, y también el monto de los seguros o coberturas de salud. No se trata sólo de si las personas tie-
nen seguro sino para qué lo tienen, o qué es lo que pueden esperar recibir a cambio de este seguro
cuando concurren a los servicios de salud.
Respecto a la provisión y prestación de servicios médicos, hay algunos indicadores de la provisión,
por ejemplo, que pueden favorecer el crecimiento y que pueden contribuir con el sector privado. Los
gobiernos junto con el sector privado pueden enfatizar distintas formas de proveer el servicio de salud.
Por ejemplo poniendo énfasis en las facilidades del cuidado primario, la accesibilidad de las comunida-
des pobres, pueden decidir si los hospitales públicos deben ser semiautónomos o autónomos.
La cuarta columna (stewardship) se refiere a las responsabilidades y compromiso respecto al ejer-
cicio e implementación de políticas, regulación y seguridad en cuanto a calidad, incluyendo tanto a pro-
veedores privados como públicos de salud, si bien más ampliamente cubre el área completa de los ser-
vicios de salud.
23
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
También son importantes las políticas fuera del Ministerio de Salud, lo que hace el Ministerio de
Educación, lo que hace Infraestructura, Energía, Medio Ambiente etc. Todos estas dimensiones de las po-
líticas impactan a su vez la multidimensionalidad de los determinantes socioeconómicos de la salud, en
distinto grado sobre uno y otros según de las políticas que se trate, por ejemplo en los ingresos. En las
decisiones de cómo distribuir los presupuestos de salud entre regiones y provincias, los gobiernos afec-
tan la disponibilidad y la capacidad de los servicios de salud. También afectan las decisiones sobre el
gasto. Si bien no disponemos del tiempo y espacio suficiente para decir aquí algo sobre cada elemento
del cuadro, un ejercicio útil consiste en pensarlo individualmente al releerlo.
Veamos qué poco sabemos en realidad acerca del impacto de las políticas sobre las desigualdades en
salud. Hay muy pocas pruebas empíricas sobre esto y en los países de la OCDE, están ligados subsecuen-
temente a cifras y datos de los países en cuestión, pero podríamos en principio comentar las siguientes:
❑ Vincular los pagos o tarifas a los ingresos marca diferencias.
❑ Las coberturas de seguros de salud marcan diferencias.
❑ Los mecanismos de pago a proveedores marcan diferencias.
❑ Los mecanismos o reglas de acceso – por ejemplo médicos de familia que actúen como
"guardianes" - tienen sólo una influencia imperceptible.
Lo que nosotros encontramos es que si las tarifas de los proveedores o los pagos a proveedores
varían con los ingresos de los pacientes, esto tiene un impacto sobre la desigualdad. No obstante, si no-
sotros implementámos incentivos financieros para que los proveedores brindasen atención médica a los
más pobres, probablemente lo harían.
La cobertura de los servicios también hacen una diferencia. Algunos países, aún en la OCDE, tie-
nen brechas en la cobertura de seguros. Estados Unidos es uno de estos países, donde parece que la
brecha en la cobertura hace que los pobres obtengan menos de lo que debieran dadas sus necesidades,
lo cual podría pensarse debido, al menos en parte, a la falta de cobertura de seguros de salud. En los
hechos en los Estados Unidos los menos pobres reciben más servicios de salud de lo que se esperaría
darles según sus necesidades.
Saltando al último de los cuatro ítems señalados precedentemente, lo que nos sorprende es que
las reglas, considerando el acceso al sistema de atención médica, no parecen tener una gran influencia.
Por ejemplo en el Reino Unido requieren que los pacientes vean primero a un médico generalista antes
de que puedan ir a un hospital, excepto para accidentes y emergencias. Este profesional es conocido co-
mo un "portero o guardián" (gate keeper), y es quien autoriza la entrada o ingreso a la atención de los
servicios de salud. Cabría esperar que un país con mecanismos de seguridad de este tipo, tales como la
necesidad de una referencia del médico de primer nivel para tener acceso a un especialista, tuviera me-
nos inequidades a favor de los menos pobres, reduciendo la tendencia de los más ricos a obtener más
atención o consumir más recursos que los consistentes con sus necesidades, pero no obstante parecen
no estar muy bien en cuanto a disponer de más recursos para los pobres. No obstante, tanto en aque-
llos países donde el acceso a especialistas es directo como en los que se requiere la referencia de un
generalista del primer nivel, la distribución de visitas parece ser "pro – ricos".
Otra forma de acercarnos a esta cuestión es hacer un monitoreo y una evaluación de programas,
para lo cual volveremos al caso de Ceara a través de los gráficos 15 y 16.
24
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Vacunación
unación completa
completa enenel
el 1º
1ºañoaño
Peso
Peso en losen los 3 meses previos
3 meses previos
Amamantamiento
mamantamiento hastahasta 6
6 meses
meses
1994
1987
-0.2
-0.2 -0.1
-0.15 -0.1
-0.1 -0.0
-0.05 0.00
0.00 0.05
0.05 0.10
0.10 0.15
0.15 0.20
0.20
0 5 Indice
0 de 5Concentración
Indice de concentració
Vacunación
Vacunación completa en
completa en el
el1º1º
añoaño
Peso
Peso enenlos
los 33 meses
mesesprevios
previos
Amamantamientohasta
Amamantamiento hasta 6 meses
6 meses
Rehidratación
Rehidratación oralen
oral en caso
caso de
dediarrea
diarrea
Bajo Peso
Underweight
Desnutrición
Desnutrición
Diarrea
Diarrea en dosen 2semanas
semanas anteriores
anteriores
1994
-0.2 -0.15 -0.10-0.05
-0.20-0.15 -0.1 -0.05 0.00
0.00 0.05
0.05 0.10
0.10 0.15
0.15 0.20
0.20
1987
Indice
Indice de concentració
de Concentración
Estos gráficos muestran el impacto del programa de Ceara (un área rural de Brasil) posiblemente,
y decimos posiblemente porque no hay formas de controlar este estudio corroborando qué podría ha-
ber pasado de otra forma, tuvo sobre las tasas de utilización de los servicios de salud y los resultados
en salud. Y en ambos aspectos se operaron algunas mejoras sustanciales.
Si bien los datos de antes y después del programa muestran que se mantuvo el status quo, hay al-
gunas observaciones interesantes. Como surge del gráfico 16, que reelabora los datos en índices de con-
centración, la iniciativa redujo sustancialmente las desigualdades entre niños pobres y no pobres en la
recepción de vacunas en su primer año de vida, en el peso y en el uso de rehidratantes orales. A pesar
de ello, la brecha en los tres resultados entre niños más pobres y menos pobres se amplió (en prevalen-
cia de diarrea, retraso del crecimiento y bajo peso).
25
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Parece probable que esto fuera causado, al menos en parte, por la reducida desigualdad "pro- po-
bres" en la lactancia – es más probable que en 1994 las mujeres de todos los grupos de ingresos hubie-
ran amamantado a sus hijos al menos 6 meses que el grado en que lo hicieron en 1987 – pero el au-
mento fue sustancialmente más alto en las mujeres de mejores ingresos.
Esta es otra forma de tratar de entender el impacto en las políticas y programas en los resultados
y en los determinantes próximos de esos resultados.
26
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
evolución en este tema. Los gobiernos varían en extensión de acciones, en sus objetivos y en sus recur-
sos por regiones. Algunos países están muy desarrollados para tratar de redistribuir esos recursos a las
regiones más pobres. El Banco ha tomado en cuenta un análisis de esto, por ejemplo Daniel Cotlear ha
hecho un estudio muy interesante de la situación en Perú viendo cómo los distintos mecanismos ope-
ran en el gobierno peruano y tratan de estimar los recursos en ese gobierno.
Volviendo concretamente al impacto del gasto en salud en la desigualdad y la pobreza, en el Grá-
fico 17 se puede apreciar cuán importante es el gasto de bolsillo en diferentes países de bajos y media-
nos ingresos, en términos de compartir los gastos totales de salud.
GRÁFICO 17: GASTO DE BOLSILLO MÁS ALTO EN PAÍSES DE BAJOS Y MEDIANOS INGRESOS (LMICS)
% de pago de bolsillo
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
Netherlands (1992) 0%
UK (1992)
Alemania (1989)
Suecia (1990)
Dinamarca (1987)
Finlandia (1990)
Irlanda (1987)
Rumania (1994)
España (1990)
Francia (1989)
Italia (1991)
Estados Unidos (1987)
Suiza (1992)
Portugal (1990)
Zambia (1996)
Rumania (1994)
Bulgaria (1995)
Ecuador (1995)
China (1993)
Jamaica (1993)
Mexico (1996)
Egipto (1997)
Bangladesh (1997)
Puede observarse que en todos los países de la OCDE, excepto Portugal, los gastos de bolsillo son
de no más de un cuarto del total. Cuando vemos los países que no son de la OCDE, países de bajos y
medianos ingresos, la situación es completamente diferente. Los resultados de México y Jamaica o Ecua-
dor son tomados de un estudio del Banco y de la OPS sobre equidad en salud en Latinoamérica, que
fue organizado por Rubén Suárez. Es muy interesante observar que en los países asiáticos, y aquí sólo
mostramos Bangladesh, los gastos de bolsillo son de una proporción mayor.
27
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
-0.50
-0.40
-0.30
-0.20
-0.10
0.00
0.10
0.20
China (1993)
Rumania (1994)
Bulgaria (1995)
Portugal (1990)
Suiza (1992)
Francia (1989)
España (1990)
Dinamarca (1987)
Finlandia (1990)
Suecia (1990)
Irlanda (1987)
UK (1992)
Italia (1991)
Alemania (1989)
Netherlands (1992)
Bangladesh (1997)
Mexico (1996)
Egipto (1997)
Zambia (1996)
¿Cuán regresivos son los gastos de bolsillo? La regresividad se refiere a la cuestión de en qué me-
dida los gastos de bolsillo absorben de la totalidad de los ingresos de un hogar, y esa medida o propor-
ción es distinta para los hogares pobres y no pobres. En promedio, los gastos o pagos directos de bol-
sillo absorben una gran porción de los ingresos, y son altamente regresivos y estarán asociados con un
gran aumento en la desigualdad de ingresos. Un sistema de gasto de bolsillo regresivo hace que los po-
bres paguen mucho más respecto de sus ingresos totales que los no pobres. Lo opuesto es verdad para
los pagos progresivos. Los valores negativos de este índice nos dicen que los gastos de bolsillo son re-
gresivos y los positivos nos muestran que son progresivos.
Lo que vemos en el gráfico 18 es muy interesante. En todos los países de la OCDE los gastos de
bolsillo son regresivos, especialmente en Estados Unidos, Suiza y Portugal. Estos son los países en tono
más oscuro. Los países en tonos más claros son los más pobres, ya acá tenemos dos situaciones com-
pletamente diferentes. Tenemos países como China donde los gastos de bolsillo son increíblemente re-
gresivos y países como Egipto y Zambia donde son en realidad progresivos. En China los pobres pare-
cen estar usando sus servicios de salud, pero en realidad están pagando una gran proporción de sus in-
gresos para obtener esos servicios de salud. Respecto a países como México, Egipto y Zambia, no sabe-
mos en este gráfico si los pobres no están usando sus servicios de salud, o si los están usando pero de
alguna forma están siendo eximidos del pago de bolsillo.
28
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
ingreso
postpago
prepago
Linea de
C
pobreza A
B
H0 H1 %%acumulado
acumulado de la
muestra
de la muestra
Otro aspecto de este tema es el impacto en la pobreza. El gráfico 19 muestra el ejercicio que el
economista llamado holandés Pen inventó, conocido como "El desfile de Pen". Propone que nos imagi-
nemos un desfile de personas pasando en una marcha. El desfile dura una hora y están ordenados se-
gún sus ingresos, empezando por los más pobres y terminando por los más ricos. Además las alturas de
estas personas son proporcionales a sus ingresos, los más bajos son los más pobres y los más altos los
menos pobres. Si estuviéramos en un balcón observando este desfile los primeros minutos difícilmente
vamos a ver a alguien de tan chiquitos que son todos. Pero después hay una larga sección de este des-
file donde todo el mundo se ve más o menos de la misma altura. Para el final del desfile, especialmen-
te en Latinoamérica, veremos pasar personas muy altas. En los últimos segundos del desfile van a ver
personas tan altas que sus cabezas desaparecerían en las nubes. Este gráfico muestra ese desfile. Lo que
hemos intentado aquí es imaginar dos desfiles de personas. El primer desfile llamado "prepago" es el
desfile de las personas que hicieron sus pagos antes de recibir el servicio de salud. La segunda curva lla-
mada "post pago" es el desfile de los que hicieron esos pagos después por los servicios de salud recibi-
dos. Cuando pensamos acerca de la pobreza tenemos dos medidas - dos índices - que usamos. Con este
gráfico podemos ver el impacto de los pagos en el cuidado de la salud y en la medida de la pobreza.
La primer medida es simplemente el número de gente o la proporción de gente que son pobres.
La línea llamada línea de pobreza nos dice que bajo la misma están las personas consideradas pobres.
Nosotros podemos leer en este punto en el desfile de "prepagos" que tenemos un conteo de personas
igual a cero. Si miramos el segundo desfile el conteo de personas es H1. Entonces podemos ver cómo
se incrementa el conteo de personas en un aspecto.
Hay otra medida de la pobreza que captura la profundidad o brecha de la misma. ¿Cuánto caen
las personas por debajo de la línea de pobreza? Para el primer desfile esta medida es igual al área lla-
mada A, que es el área bajo la línea de pobreza. Y esto también se puede pensar como indicador del
monto total de ingresos que tendríamos que darle a los pobres para subirlos por encima de la línea de
pobreza. El crecimiento de la brecha de pobreza correspondiente a los gastos de bolsillo es el área A
+B+C, que es la nueva brecha de pobreza tomada, menos el área A, que es la brecha original.
Cuando nosotros pensamos en el incremento de la brecha de empobrecimiento, la brecha de po-
breza va desde el área A + B + C y lo que vemos es que algunos pobres se vuelven aún más pobres.
También vemos que algunos que no son pobres antes del gasto de bolsillo se vuelven pobres luego, e
incrementan la brecha de pobreza nacida en el hogar como C.
Esto parece ser muy hipotético pero veamos algunos números. Pusimos la línea de pobreza aquí
en un dólar por día, que es la línea de pobreza oficial del Banco Mundial. Estos son precios de 1985.
También tomamos una línea de pobreza de dos dólares por día.
El gráfico 20 muestra el incremento de la brecha de pobreza nacida en los hogares que eran po-
bres al empezar.
29
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
% de crecimiento de la brecha 7%
6%
PO
de pobreza
5%
4%
3%
2%
1%
0%
China
China $1
$1 Egipto $1 China
Egypt $1 China$2
$2 Egipto
Egypt$2
$2
8%
% de crecimiento de la brecha pobreza
7%
6%
Borne by
5%
prepayment
4% nonpoor (C)
3%
Borne by
2%
prepayment
1% poor (A+B)
0%
China $1
China $1 Egipto $1
Egypt $1 China $2
China $2 Egipto $2
Egypt $2
Se puede observar que mientras China o Egipto se ven mejor, en realidad depende si nosotros usa-
mos como línea de pobreza la de un dólar por día o la de dos dólares por día. Este es el incremento de
la brecha de pobreza. El segmento del gráfico en un tono claro muestra el incremento de la brecha de
pobreza soportada por las personas que no eran pobres para empezar. En China, a un dólar por día, lo
que vemos es el incremento de la brecha de empobrecimiento total. Esto es atribuible a los pobres vol-
viéndose más pobres y la mitad es atribuido a los no pobres volviéndose pobres.
30
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
75%
% de ingresos según
50%
25%
0%
Netherlands (1992)
Alemania (1989)
Dinamarca (1987)
Finlandia (1990)
UK (1992)
Suecia (1990)
Irlanda (1987)
España (1990)
Francia (1989)
Italia (1991)
Est. Unidos (1987)
Portugal (1990)
Zambia (1996)
Suiza (1992)
Rumania (1994)
Bulgaria (1995)
Ecuador (1995)
China (1993)
Jamaica (1993)
Mexico (1996)
Egypto (1997)
Bangladesh (1997)
Pago de Bolsillopayments
Out-of-pocket Seguro insurance
Private Privado Seguroinsurance
Social Social Impuestos
General Generales
taxes
Aquí se muestra cómo los países llenan esa brecha entre el gasto de bolsillo y el total. Algunos
países como Gran Bretaña y Dinamarca llenan esa brecha descansando en impuestos generales. Vemos
que algunos países como Holanda, Alemania y Francia en realidad la cubren más a través de seguros
sociales. Otros países como Estados Unidos y Suiza muestran que una gran parte de la brecha está cu-
bierta por seguros privados. Y también pueden verse países con un sistema mixto, como Italia, que em-
piezan con un sistema de obras sociales y que tratan de moverse a un sistema de impuestos, pero real-
mente nunca llegan a eso.
Las diferentes formas de proteger a la gente de perder sus ingresos por los gastos de bolsillo tiene di-
ferentes formas de progresividad. Los impuestos directos tienden a ser progresivos y lo alto de esas barras
reflejan no sólo la progresividad de los impuestos sino también su importancia en términos de equidad.
En México también tienden a ser regresivos. En países como Egipto hay un sistema de impuestos
bastante indirecto. Por ejemplo, no se espera que mucha gente compre abrigos en Egipto por lo que se-
rían gravados con impuestos altos. Pero las necesidades básicas como comidas, no son gravadas con im-
puestos altos.
En Europa tenemos estos y tenemos una estructura de impuestos bastante chata. Los seguros so-
ciales pueden ser progresivos o regresivos dependiendo del sistema. Por ejemplo en los países Bajos y
Alemania es regresivo porque no todos están en el sistema, y los que no están en el sistema en realidad
son los menos pobres o los que optaron por salir. En Francia esto es progresivo, todo el mundo está en
el sistema y las contribuciones crecen con las ganancias. Esto significa que al final el sistema emerge co-
mo progresivo. Así como lo dije, las barras reflejan no sólo si son progresivos sino también la importan-
cia de la fuente. En Suiza y los Estados Unidos, mientras hay una gran confianza en los seguros priva-
dos lo que vemos es que hay una estructura muy regresiva. En otros países como el Reino Unido esto
parece ser progresivo. Es que los seguros privados en estos países están cubiertos doblemente. Tienen
seguros suplementarios. Nosotros no vemos esto acá porque los seguros privados representan un com-
ponente bastante mínimo.
Todo esto nos da la imagen total y lo que se puede ver es que la progresividad de los pagos de
protección varía. Entonces cuando nosotros pensamos en diseñar un sistema tenemos que ver no sola-
mente las fuentes en las que se basa, sino también la estructura de estas fuentes en relación con el in-
greso. Sabemos más o menos cuán grandes son las desigualdades en salud y las causas. Los investiga-
dores necesitan dar un gran paso para ayudar a los que hacen las políticas a entender lo que pueden
hacer para reducir las desigualdades en salud.
31
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
CONCLUSIONES
Es evidente por todo lo que hemos discutido que en el campo de la igualdad, pobreza y equidad
hay bastantes cosas conocidas, pero bastantes más que aún no sabemos.
Resumidamente, podemos concluir que en cuanto al impacto en la salud en términos de igualdad
y equidad:
❑ Se sabe bastante acerca de la medición de desigualdades en el estado de salud e inequi-
dades respecto a los servicios de salud. Se dispone de índices y estimadores de errores
standard, permitiendo así la evaluación de la información obtenida. Esto es especialmen-
te cierto respecto a los países en desarrollo, si bien las desigualdades han sido más de-
mostradas en niños que en la población adulta.
❑ Se sabe menos acerca de las desigualdades en otros determinantes próximos de salud (ali-
mentación, sanitarios, agua potable, cloacas, etc), y no se sabe virtualmente nada en los
países en desarrollo acerca de la relación entre las desigualdades entre los determinan-
tes próximos de la salud y las correspondientes desigualdades en los resultados.
❑ Si bien hay evidencia de desigualdades en los determinantes socioeconómicos y ocultos
de la salud, la misma no está organizada y no permite hacer comparaciones entre, por
ejemplo, desigualdades de accesibilidad y de cobertura de salud.
❑ Hay demasiado poco trabajo empírico para evaluar el impacto de las políticas y los pro-
gramas sobre las desigualdades en salud, por ejemplo respecto al monto del gasto públi-
co, o la promoción de la educación en mujeres.
❑ En los países de la OCDE hay alguna evidencia de que la exención de pago a los pobres
en los servicios de atención primaria promueve patrones de utilización "pro pobres", pe-
ro en esos mismos países la evidencia de la influencia de una cobertura de salud en las
desigualdades en la utilización de los servicios de salud resulta confusa.
❑Hay cierta evidencia indicando que las variaciones en cuanto a la forma de pago a los
prestadores para pacientes con diferentes niveles de ingreso, se refleja en la distribución
de la utilización según ingresos. Pero la evidencia a favor del uso de médicos generalis-
tas que actúen regulando el acceso al sistema (gate-keepers), es casi imperceptible en
cuanto a mejorar la equidad.
❑ El impacto de los programas en definitiva no ha sido evaluado como para proveer con-
clusiones válidas y seguras.
Finalmente, respecto al segundo tema, esto es el impacto de los gastos por la atención de la salud
sobre la renta y la pobreza, se puede decir que la evidencia tampoco es clara. En algunos países en de-
sarrollo los pagos de bolsillo son progresivos, en tanto que en otros son regresivos. En el primer caso
pareciera que los pobres están obteniendo atención médica, pero a expensas de pagar mucho en rela-
ción a sus ingresos. Y en el segundo puede ser que efectivamente estén obteniéndola pero están exen-
tos de pagos, o bien difícilmente la están obteniendo en la realidad.
Desde el punto de vista financiero la imagen es más clara, y hay una comprensión relativamente
buena en cuanto al impacto distributivo de las distintas formas de protección, respecto a los pagos de
bolsillo por parte de los pacientes.
Concluyendo, hay progresos, se sigue trabajando con la información obtenida, pero aún sa-
bemos muy poco sobre lo que hace que los distintos esquemas funcionen de diferente manera en
diferentes lugares.
32
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Arístides Torche*
* Economista. Profesor de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Presidente de la Asociación de Economía de la Salud
de Chile.
33
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
a quién debieran ir esos 200 mil millones de dólares, quién debiera recibir los beneficios. Para eso, tra-
taremos de analizar tres elementos que son equidad, eficiencia y calidad, que son tres elementos que
constituyen los objetivos más nombrados en el sector de salud.
❑ Eficiencia:
• Quién consume paga para consumir, hay que pagar
Aparece entonces claro el conflicto que se plantea entre eficiencia y equidad. Equidad: divorciar
financiamiento de prestación. Eficiencia: unir lo más posible a ambos. Por lo tanto, ¿podremos tener un
sistema eficiente y equitativo cuando uno pide divorciar y el otro pide juntar? Eso es un primer punto
que es interesante de destacar.
Pero además de eso hay un tercer elemento que creemos que es un elemento tremendamente im-
portante: la calidad.
34
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
¿Qué significa calidad? Calidad significa básicamente dos cosas, primero entregar la mejor opción
disponible, el mejor tratamiento disponible a las personas que van a ser atendidas, pero además preo-
cuparse mucho de las percepciones de las otras personas. En la calidad no sólo importa el atendido, si-
no también importa el que dejó de ser atendido por atender al otro. En ese sentido, por ejemplo la co-
la de espera es una medida, y es una medida importante de calidad porque muestra que por atender
bien a uno tuvimos que dejar a otros en espera.
Entonces esta doble idea de percepción por una parte y de atención por la otra, va a ser muy im-
portante en la definición de calidad. Aquí quisiéramos plantear un tema que nos parece importante. Fi-
jémonos que la cantidad de recursos disponibles del sistema no es un elemento importante para juzgar
ni eficiencia ni equidad y es por eso que Adam Wagstaff en su conferencia pudo perfectamente compa-
rar a países de muy bajo ingreso, con muy poco gasto, con países de mucho gasto. Lo que importa en
equidad no es cuántos recursos haya sino cómo esos recursos son distribuidos y entregados. Pero cuan-
do miramos el tema calidad sí que importan los recursos, y nosotros podríamos pensar que más recur-
sos implican más calidad. Entonces aparece aquí un punto importante. Cuando en un sistema se piden
más recursos normalmente es para mejorar calidad y no necesariamente para mejorar equidad. Ese se-
ría un punto que sería interesante para dejar abierto a la discusión.
Tratemos ahora de analizar los posibles conflictos que se pueden presentar:
❑ Entre equidad y eficiencia, el conflicto está en divorcio versus no divorcio.
❑ Entre equidad, eficiencia y calidad, el conflicto está respecto a recursos.
❑ Mayor calidad implica más recursos pero más recursos implica normalmente limitar efi-
ciencia. Limitar eficiencia en el sentido que esos recursos tienen un uso alternativo fue-
ra del sector de salud.
❑ Por lo tanto, claramente estos tres elementos entran en conflicto.
El primer sistema, el sistema inglés que es un sistema público, de proveedores públicos en el cual
se financia con gastos generales de la Nación, con impuestos generales en los cuales se pide eventual-
mente que estos impuestos sean progresivos y se entregan las prestaciones gratuitamente, de tal mane-
ra que todos tienen acceso a él.
A este es primer sistema le vamos a dar el nombre genérico de sistema público.
35
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Frente a este sistema que privilegia claramente equidad está el sistema privado concebido sobre la
base de seguro privado, en el cual cada persona paga por lo que recibe y paga en función del riesgo
esperado. En este segundo sistema se privilegia eficiencia.
Obviamente, el sistema público privilegia equidad pero elimina o reduce eficiencia y normalmente
calidad. El sistema privado, por otra parte, privilegia eficiencia pero a costa de menor equidad y de me-
nor calidad muchas veces. Ahora el punto es: ¿será posible generar mecanismos que acerquen estos dos
sistemas, que hagan al sistema público más eficiente y que hagan el sistema privado más equitativo?
La respuesta es sí. Y la respuesta es fundamentalmente en términos de que para el sistema públi-
co se deben simular comportamientos competitivos. Se dice si la competencia nos lleva a la eficiencia,
veamos entonces qué hay detrás de la competencia y apliquemos eso en el sistema público.
¿Qué es lo que hay detrás de la competencia que lleva a la eficiencia? Básicamente tres principios:
❑ Primer principio, que los oferentes compitan, que haya varios oferentes y que compitan
porque ello los va a llevar, los va a empujar a minimizar los costos.
❑ Segundo, que los consumidores tengan incentivo a buscar los menores precios, porque
si hay varios competidores y pueden competir pero el consumidor no hace nada, los pro-
ductores se dividen el mercado entre los consumidores que fueron a cada uno de ellos
y listo. Por lo tanto, se requiere además la capacidad de los consumidores de buscar y
de estar interesados en ello.
❑ En tercer lugar, que los precios coincidan con los costos para evitar distorsiones.
Entonces, un sistema público que quiera simular los comportamientos de mercado, ¿qué es lo que
va a hacer? Va a tratar de generar precios sobre la base de precios de transferencia o similares, para tra-
tar de tener estadísticas e ir determinando por último los costos de esos servicios. Una vez que tiene es-
tas estadísticas, el segundo punto es ir generando la posibilidad de tener varios competidores y posibi-
litar a los demandantes para que puedan escoger entre ellos de tal manera de minimizar los costos de
estos oferentes. En tercer lugar, enfatizar la búsqueda en los consumidores. ¿Cómo? Entregando la infor-
mación adecuada, por ejemplo a través del médico de familia y colocándole ciertos copagos o alguno
de los mecanismos de este tipo.
Todo esto que se hace dentro del sistema público tiende a empujarlo para que él actúe como si
fuera privado, pero sin perder su equidad.
¿Cuál es la otra alternativa?, ¿podemos llevar al sistema privado a que sea equitativo? La respuesta
es que eso también es posible. Nosotros podemos empujar el sistema privado para que entre a ser más
equitativo. Veamos como:
❑ Primero tratando de divorciar financiamiento de prestación. Por ejemplo, si inicialmente
el financiamiento del seguro era en función del riesgo personal, hacerlo en función del
riesgo de la comunidad, y finalmente hacerlo en función del ingreso como ocurre en mu-
chos sistemas de seguros.
❑ Por otro lado, si el sistema de provisión privada implica un pago, hacerlo en alguna me-
dida diferente por ingreso. De tal manera que el que tiene menos ingreso pague menos
y el que tiene más ingresos pague más.
Y así se puede ir generando mecanismos que acercan el sector público al sistema privado y hacen
a éste más equitativo, y mecanismos que acercan al sector público al privado y lo hacen más eficiente.
Si embargo, éstos siguen siendo sistemas únicos y lo que nosotros tenemos en América Latina son bási-
camente sistemas mixtos, cuyo análisis haremos más al final.
36
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
una canasta básica única si existen diferencias por ejemplo entre la población rural y urbana, tomando
en cuenta que la población urbana tiene mayores problemas de drogadicción, alcoholismo y también
diferentes problemas de movilidad que la población rural.
Personalmente no hablamos de canasta básica única porque en las canastas básicas hay varios
criterios que uno puede aplicar:
❑ Está el criterio por el que uno puede concentrarse en aquellos bienes de alto costo pero
que son de baja probabilidad, y que tiene un efecto importante en lo que se llama gasto
catastrófico y por lo tanto definen un determinado tipo de canasta.
❑ Pero hay otros tipos, tales como algunas a las que se define por un formulario de
prestaciones. Se toman un conjunto de prestaciones y estas serían el objeto de las
canastas.
❑ Hay un tercer tipo que se plantea a partir del gasto de la persona en relación con su ingreso.
Hay entonces varias posibilidades, una en términos de prestaciones generales, otras en términos
financieros y otra que enfatiza el ingreso de las personas. En muchos casos se ha preferido la canasta
en términos del ingreso de las personas porque es la que enfatiza más el elemento de equidad. Y aquí
tiene que ver lo que puede constituir para unos sí y otros no una situación de catástrofe financiera. Si
una persona por ejemplo gana mil pesos, con una enfermedad de cien pesos puede ser un evento
catastrófico, lo que no lo es para una persona que gana diez mil pesos.
Entonces hay diferentes formas de medir la canasta y por lo tanto es difícil hablar de canasta única.
A su vez, en distintos países pueden ser diferentes. Por ejemplo en EE.UU. se plantearon en contra de
las canastas en relación con el ingreso porque ellos dijeron que ese era un elemento redistributivo, y lo
que se buscaba era que la canasta fuera un elemento de salud y para la salud. Cualquier política
redistributiva entendían que debía hacerse por otros métodos.
En cambio, estas canastas en varios países de América Latina han sido bastante interesantes. Hay
bastante posibilidades y la gracia es definir cuál es la que consideramos más adecuada, teniendo presente
si nosotros queremos que esa canasta juegue un papel exclusivo de salud, o si nosotros queremos que
Finalmente el Estado tiene un rol regulador importante en la medida en que nosotros queremos
que el sistema privado se porte más equitativamente, o que el sistema estatal o incluso el privado se por-
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
ten más eficientemente, aquí la intervención del Estado en términos de regulación claramente va a ser
bien importante. Por lo tanto, aparece en relieve la intervención del Estado.
Veamos el punto que aún no hemos abordado y que son los sistemas múltiples o mixtos. Habitual-
mente vemos que en muchos de nuestros países coexisten un sistema privado y un sistema público, pe-
ro ¿cómo se han organizado estos sistemas? Normalmente el sistema público se preocupa de la equidad
y el sistema privado de la eficiencia. Un caso bien interesante es el caso de Estados Unidos en el que el
sistema público centrado en Medicare y Medicaid implica y busca claramente equidad y el resto es de
tipo privado. Pero eso también surge en muchos de nuestros sistemas en América Latina, donde el sis-
tema público se asocia a la seguridad social pública y el sistema privado al resto de los servicios.
¿Qué efectos tiene esta dualidad? El efecto que tiene es que si no se toman muchas previsiones, el sis-
tema público va a seguir la equidad y por lo tanto va a tener que contar con una canasta única porque la
equidad la hemos definido como igual prestación frente a igual dolencia, no puede haber varias canastas.
En segundo lugar va a tener que certificar, y finalmente va a tener presente que deberá recibir a
todas las personas, porque la equidad implica amplia cobertura por lo tanto el sistema público está con-
dicionado a brindar a todos un seguro o un elemento de última instancia o algo muy similar.
El sistema privado dedicado a la eficiencia, ¿qué es lo que va a plantear? Fundamentalmente, lo
que va a plantear es competencia. ¿Cómo puede competir frente a una canasta o frente a un sistema que
toma a todos? Simplemente teniendo varias canastas por una parte, y teniendo además sistemas que to-
men a algunos en canastas muy condicionadas a lo que a ellos les gusta. Obviamente que si la persona
sabe que en el sistema público tiene una canasta que siempre lo va a recibir, va a pedir en el sistema
privado que la canasta tenga aquellos elementos que están menos claramente determinados en el siste-
ma público o no son los más fundamentales por lo cual el sistema publico los dejó poco definidos. Por
lo tanto, vamos a tener un sistema privado que normalmente va a ofrecer muchos planes, y entre ellos
muchos planes en los cuales las diferencias no pueden ser tan importantes desde un punto de vista de
austeridad.
Aquí viene un punto que es bien importante de manifestar. ¿A qué lleva este sistema? Obviamen-
te a algo que es interesante de plantear porque uno normalmente no lo cree así. No lleva a una baja efi-
ciencia, pueden ser eficientes; no llevan a una baja equidad, pueden ser equitativos en el sentido que
todos tengan acceso, pero sí llevan a un cambio en calidad. La calidad en el sector público en referen-
cia a la del sector privado que está creciendo empieza a ser más baja. Y el sector público empieza a pre-
sionar por una mayor calidad.
¿Por qué presiona? Por dos razones. Primero porque la calidad es más baja porque el sector públi-
co va recibiendo aquello de más riesgo. En segundo, lugar porque lo accesorio del otro va subiendo.
Entonces, el sector público va quedando con más colas, más riesgo y con una calidad diferente del otro.
¿Cuál es la presión de eso? Más presupuesto fiscal. Por lo tanto con la mirada puesta en el presu-
puesto fiscal del sector público, primero observamos que la válvula de contención son claramente las
colas, y posteriormente las válvulas de contención van a ser el mayor presupuesto. Nosotros tenemos un
sector público en el que crece el presupuesto y un sector privado que ahora para competir con él, nue-
vamente tiene que incrementar las prestaciones. Entonces tenemos una escalada de costos que nosotros
podríamos pensar que se podría atribuir a la eficiencia, y es por calidad en último término.
Si embargo y aquí viene el otro punto, esta diferencia de calidad crea una diferencia de percep-
ción respecto de lo que ofrecen los diferentes sistemas, teniendo presente que esos dos sistemas debie-
ran cubrir una sola gran necesidad que es la necesidad de salud. Aparece entonces encubierta detrás de
esta percepción una idea de inequidad, pero no porque las prestaciones no sean entregadas sino por-
que las prestaciones son entregadas en términos de calidad muy distinta. Esa forma de expresar la ine-
quidad por diferencia de calidad es bien interesante porque dificulta mucho el análisis, lo hace más di-
fícil, hace más complejo encontrar donde están los elementos en conflicto, los elementos distorsivos so-
bre los que hay que actuar.
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Creemos que si ese análisis sigue, finalmente vamos a tener que estar dispuestos a tener más pre-
supuesto, más gasto en salud en esta escalada.
La otra alternativa es definir la calidad entendida por equidad pero definida no en términos eco-
nómicos, no en términos de eficiencia, sino en términos de un amplio debate de todas las personas pa-
ra decir "nosotros como sociedad, este es el nivel de calidad que nosotros queremos tener en salud." En se-
gundo lugar, "Dentro de este nivel de calidad, ¿queremos o no tener diferentes tipos de prestaciones?" La
solución habría entonces que buscarla a través de ese consenso, en función del mismo, ya que es la úni-
ca manera de frenar la escalada de costos del sistema por una parte, y de dejar a las personas conten-
tas por la otra. Porque si no los costos siguen creciendo pero siguen dejando a las personas profunda-
mente insatisfechas porque ellas ven que lo que debiera ser de igual calidad no lo es en un sistema que
pretende cumplir ese requisito.
Para concluir, digamos que nuestra idea es que, tanto si nosotros queremos sistemas únicos como
si queremos un sistema múltiple, debemos estar dispuestos a plantear claramente en un enfoque con-
sensuado estas diferencias de calidad que se quieren aceptar, porque sino no hay solución o receta o
estrategia que resista.
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Oscar Cetrángolo*
INTRODUCCIÓN
Hasta ahora veníamos discutiendo las reformas del sector en función de de la eficiencia y la equi-
dad o de la eficiencia versus la equidad. En esta ocasión se nos propone un nuevo eje que es el de la
austeridad fiscal. El tema fue planteado por Arístides Torche en sus aspectos analíticos, mostrando toda
la complejidad de un dilema que involucra a tres conceptos: calidad, eficiencia y equidad. Hay que ver
qué se agrega a la discusión al enmarcarla en la austeridad fiscal en términos de salud, en particular, qué
significa esto en relación con la restricción fiscal.
* Lic. en Economía. Ms. Of Philosophy. Subs. De Relación Económica con las Provincias. Ministerio de Economía, Obras y
Servicios Públicos de la Nación.
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
eficiencia en ese tema va a ser mejor y todos vamos a ser felices. Este sería el tipo de argumentación
con que nos encontramos habitualmente.
Discutir esto acá podría parecer un poco ocioso, pero la verdad es que es importante tomarlo co-
mo base de discusión. Nosotros sabemos que supone admitir que este mercado funciona perfectamen-
te sin medir los recursos, pero además supone y éste es un punto central, que la sociedad acepta este
sistema de equidad. Entre nosotros queda claro que los objetivos de eficiencia no se cumplen median-
te esa política, pero no estamos seguros que entre todos nosotros estemos de acuerdo en que ese crite-
rio de equidad no sea mejor. Ese es un criterio de equidad que supone atender, lo que llamaríamos una
posición de moral mínima. Atender la culpa de las personas que pueden pagar por su salud y que no
quieren ver a nadie muriéndose en la calle: es esa situación.
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
En la medida en que el proceso de libre elección avance en ese sentido, el subsidio cruzado que
estaba implícito en el sistema de obras sociales se va a ir perdiendo crecientemente a lo largo de los pró-
ximos años. Si el Estado argentino pretende mantener el nivel de equidad que había previo a la refor-
ma va a tener que inyectar en el sistema cada vez más recursos, porque la parte de las contribuciones
que cada uno de los trabajadores se lleva a su nueva obra social, en realidad es una disminución de las
presiones tributarias. Se partió de este mecanismo pensando que el aporte al sistema solidario era la di-
ferencial entre el 8% del salario individual y el 8% del salario medio del gremio, y hoy cada uno se es-
tá tratando de llevar el 8% de su salario en la medida que la libre elección funciona de esa manera. Eso
va implicar necesariamente o bien mayor costo fiscal en el futuro para financiar un PMO más igualita-
rio, o una caída de los niveles de atención de los sectores que, estando dentro del trabajo formal están
por debajo del salario medio. Esto es una muestra de las brechas que se operan entre la teoría y la prác-
tica en este tipo de políticas en nuestro país.
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
están tratando de aumentar su rentabilidad. Pero contrariamente y por omisión, estamos dándole muy
poca atención al problema de la población que no tiene prepagos.
Se suele repetir, al menos en ámbitos académicos, que la Argentina tiene un gasto per cápita que
es tan alto como Canadá y mayor a otros países que tienen una atención mucho mejor. Esos países tie-
nen niveles de gastos muy altos pero depositados en sistemas muy equitativos. Nosotros tenemos un ni-
vel de gasto muy alto del cual aproximadamente el 40% corresponde a gastos de bolsillo de las perso-
nas o a las cuotas de gente que tiene algún tipo de seguro. La gente que está en la cobertura pública
exclusivamente es casi la mitad de la población. Hay un 40% de la población que según el censo no tie-
ne seguro, y nosotros sabemos que el sector público atiende buena parte de la población con seguro
que está en zonas donde la provisión pública es la única oferta. Ahí entonces la discusión es cómo in-
troducir un sistema de médicos de cabecera que sea el pivote de una red de atención que vaya articu-
lando distintos actores, y que en el futuro vaya incorporando a los institutos provinciales, al PAMI y a
las obras sociales.
REFLEXIONES FINALES
Para concluir, señalemos que en la práctica nuestro problema es esa población, y cuando habla-
mos de esto no estamos hablando de focalizar el gasto en los carenciados, sino refiriéndonos a la mitad
de los argentinos que es algo bien distinto. Esa debería ser nuestra preocupación.
Nosotros sabemos que la solución es compleja y eso hace que no quedemos atrapadosen visiones
simplistas en donde el mundo parece girar alrededor del subsidio de la demanda. Estamos en un país
donde se discute un criterio tributario que está desprestigiado en todos los países desarrollados. Y en
ese sentido estamos ironizando adrede sobre los sistemas que entienden que una metodología de sub-
sidio a la demanda es una solución única para todos los problemas que tiene el sistema de salud, que
resuelve la eficiencia, la equidad, la austeridad fiscal, etc.
Esto no implica que los sistemas públicos no tienen que tomar en consideración mecanismos de
incentivo u otros propios del mercado para que el sistema sea más eficiente. Lo que descartamos es el
sistema de voucher. Por ejemplo, plantear que si se le da un voucher a los carenciados equivale a ase-
gurar que quien se atiende en una provincia como Corrientes va a tener la misma atención que quien
lo hace en la Ciudad de Buenos Aires, es un planteo ingenuo. Para esa gente el sistema público basado
en el subsidio de oferta e incentivos de mercado nos parece más razonable. Pero, por supuesto, esta-
mos hablando de la salud pública destinada a una población que es cubierta por el sector público y ahí
cada Estado Provincial tiene que decidir la forma de provisión adecuada. Lo importante es formar una
red de atención coordinando los diferentes actores que intervienen en el sistema de salud.
Nos parece entonces que tenemos que discutir las cosas en serio y reiteramos al cierre dos pre-
guntas que siguen exigiendo respuestas: ¿Qué hacemos con la población que no tiene seguro? ¿Qué ha-
cemos para hacer un sistema más eficiente y más equitativo?
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
INTRODUCCIÓN
Durante todas las Jornadas anteriores de la Asociación de Economía de la Salud hemos abordado
desde una perspectiva técnica los problemas de las políticas sociales en general y de la política en sa-
lud en especial, proponiendo una agenda para el debate pendiente.
Pasaron muchos años desde la primera jornada, pero en verdad no han habido demasiados avan-
ces. Excepto que el gasto en salud se duplicó. A pesar de ello la gente no está satisfecha y lo que es
más grave, considera que estamos igual o peor que una década atrás. La pregunta que nos hacemos es
¿por qué, si la Argentina pudo cambiar muchas cosas, no ocurrió lo mismo con la salud? ¿Que impidió
mejorar el sistema?
En estos años dicho debate se ha iniciado muy tibiamente y aún no vemos que se acuerde e im-
plemente un nuevo diseño de política en el sector. Por ello, y para no reiterar conceptos anteriormente
vertidos y con poco eco, esta presentación busca encontrar una respuesta por el lado de la política, en-
tendiendo a ésta como la forma en que se construye poder y se alcanza consenso en la comunidad pa-
ra realizar las acciones necesarias que permitan mejorar sustancialmente el actual estado del sistema.
* Lic. en Economía. Jefe del Dpto. de Economía del Instituto Universitario ISALUD. Vicepresidente de la Asociación de Econo-
mía de la Salud de Argentina.
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
¿Qué opinarían ustedes si nuestro corredor amateur culpara al resto de los corredores de su falta
de rendimiento? Creemos que todos reconocerían que el problema es suyo y no de los "otros" que
se han preparado previamente para realizar ese esfuerzo.
5. LOS TIEMPOS Y EL TODO. Existe una "visión ahistórica" o atemporal que, en el caso de la econo-
mía, nubla a los que miran siempre hacia Europa ó los EEUU para señalar, de un modo simplista,
lo bien que están ellos y lo mal que vivimos nosotros. Creen que se puede emular puntual o par-
cialmente un aspecto determinado de algún país, sin considerar que cuando se hacen comparacio-
nes con otros países tienen que hacerse en la totalidad y en todo su tiempo. Quienes tienen esta
visión ignoran cuánto han hecho "ellos" para estar donde están y cuánto tiempo les llevó. Cuánto
pagan de impuestos, cómo trabajan, de qué modo están organizados en sociedad, y su responsa-
bilidad y el grado de cumplimiento de las leyes. No se puede recuperar al instante el mucho tiem-
po que hemos perdido como país. Ni pretender vivir como en Alemania, sin pagar los impuestos
ni trabajar como allí lo hacen. Ni se puede avanzar hacia el desarrollo comprando todos los libre-
tos que nos venden los países centrales o los organismos internacionales: la verdadera historia de
sus éxitos suele ser muy distinta al relato for export que - por ingenuidad o interés- adoptan los
"ahistóricos".
Este problema también afecta a nuestro corredor; él compara su entrenamiento con el de los otros
corredores pero sólo por lo ocurrido en el día previo a la carrera cuando por vez primera se en-
cuentran todos juntos. Olvida que los demás siguen una estricta dieta alimentaria, hacen ejercicio
a diario, controlan su peso, y todo ello desde hace un año. Sus resultados, por la práctica previa
y el correcto control de su esfuerzo físico, son mejores. Pero ¿acaso es comparable el estado físi-
co previo de una y otra persona?, ¿Acaso no es necesario comparar todas las acciones y el tiempo
que le demandó la preparación?, ¿Qué dirían ustedes si se compara con una sola de las acciones
y no se considera todo el tiempo de preparación?
Estas "visiones" suelen combinarse de muy diversas maneras, para agravar el "embrollo" del deba-
te argentino y dificultar la posibilidad de armar consensos y construir poder. Es cierto que nuestro
país tiene muchos recursos, como decían nuestros abuelos cuando llegaban de los barcos a prin-
cipios de siglo ("este país tiene absolutamente todo" –en materia de recursos naturales-) pero tam-
bién es cierto que hay otras elementos que no tenemos, como la organización en sociedad, bue-
nas instituciones, recursos humanos calificados. Estos factores que no tenemos pesan más que los
recursos que nos ha dado la naturaleza. No queremos pecar de ingenuos: hay algunos que se dan
perfecta cuenta del problema, pero les conviene que las cosas sigan como están.
6. EL ANÁLISIS GLOBAL Y LOS EQUILIBRIOS. El estado general de salud (o ausencia de enfermedad) es
para el cuerpo humano lo que el equilibrio macroeconómico es para la economía. Los médicos
consideran que hay un estado general de salud bueno cuando todo el sistema corporal funciona
armónicamente y las transformaciones se dan manteniendo un equilibrio dinámico u homeorresis.
Un buen médico clínico es aquel que orienta su práctica profesional a que todas las funciones de
los órganos sean realizadas sin perjudicar al resto del organismo y por ello cuida que ningún ór-
gano esté sobreexigido o subexigido.
La economía goza de buena salud cuando todos los sectores (público y privado, sector externo, el
empleo, la producción, los servicios) están dinámicamente equilibrados y pueden crecer armóni-
camente. Es un esquema de vasos comunicantes, donde la búsqueda sola del equilibrio parcial o
la satisfacción de un sector específico puede perjudicar a todo el resto. Por ello, las acciones de
política deben realizarse en el contexto de todo el sistema socioeconómico. Seguramente suene
alocado tratar a un paciente que tiene una determinada enfermedad con una droga que termina
destrozando todo el resto del organismo; siempre se busca que la cura de un problema no des-
compense al organismo en las otras partes. Igual que en la economía; sin embargo, cuando algu-
nos plantean promover tal o cual actividad o mejorar tal o cual sector, generalmente hacen abs-
tracción de los efectos económicos que ello genera sobre los ingresos del resto de la sociedad.
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
7. LA PREVENCIÓN. Tanto en medicina como en economía la prevención es más barata que la cura
y es la mejor prescripción. Significa anticiparse a problemas que sabemos van a ocurrir si no se
toman tales o cuales recaudos. Así como en medicina se sabe que si alguien ingiere varios litros
de vino por día algún problema va a tener; en economía también se sabe que, si no se respeta el
equilibrio fiscal, aumenta la deuda y en algún momento va a traer sus problemas, sea al momen-
to de devolverla o cuando los intereses representen una porción importante del presupuesto.
8. EL ANÁLISIS SISTÉMICO. Finalmente hay otra similitud. El estado de salud de una persona depen-
de de la medicina, pero también depende del ambiente en donde vive, trabaja, se desenvuelve,
cómo se alimenta, cómo se viste. No todo es medicina. En la economía pasa exactamente lo mis-
mo: el nivel de bienestar y el desarrollo no depende sólo de la economía; tiene relación con la
justicia, las instituciones, la educación, la misma salud, la gestión de las políticas públicas. Sin em-
bargo hay "reduccionistas", que piensan que todo depende de la medicina, en un caso, o de la
economía, en otros.
Mas allá de las cuestiones técnicas específicas, quizás la mayor diferencia se encuentre en la ma-
nera en que los demás asumen las conclusiones profesionales en uno y otro caso. Mientras que ningún
paciente discute las conclusiones del médico en base al resultado de una radiografía o un análisis de
sangre, frente a un análisis y un diagnóstico sobre la economía, suelen plantearse una variedad de in-
terpretaciones distintas e incluso objeciones respecto de los datos. El paciente supone un "saber técnico
absoluto" que él no tiene y ha puesto un bien preciado para él, "su salud", en manos del profesional que
representa ese saber técnico.
La sociedad, en cambio, es reacia a considerar los problemas económicos en su dimensión técni-
ca y a asumir las restricciones o debilidades de cierta organización macroeconómica. Sin embargo ello
es contradictorio con sus consideraciones cuando se trata de su propia economía familiar: en este caso
sabe que debe acomodar los gastos a sus ingresos reales y si por alguna circunstancia éstos bajan, en-
tonces deberá reducir su nivel de gastos. Si tiene un aumento de ingresos podrá consumir más, aunque,
si es previsor, constituirá una reserva (ahorro) para enfrentar potenciales problemas hacia futuro. La eco-
nomía de un país no es demasiado diferente a la economía del hogar: nadie puede gastar más de lo que
tiene y/o generar ingresos en donde no los hay.
Sin embargo, es habitual objetar las medidas de esa naturaleza que muchas veces se plantean en
el caso del Estado. ¿Cuál es la diferencia? Ninguna, aunque ello no es reconocido, tanto es así que las
presiones por no acomodar el gasto a los ingresos llevaron año tras año al aumento de la deuda públi-
ca, que ya duplica a los ingresos corrientes del Estado. ¿Qué pasaría si una familia actuase de la misma
manera? Nadie le daría créditos y entraría en quiebra; como el Estado no quiebra entonces se endeuda
y le deja el problema a las generaciones venideras que deberán pagar más impuestos para afrontar su
servicio. En definitiva mientras en salud se acepta la "lógica" profesional, no ocurre lo mismo con las
cuestiones económicas.
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
LOS PROBLEMAS DE SALUD QUE ESTÁ ENFRENTANDO LA ECONOMÍA ARGENTINA SON BÁSICAMENTE TRES:
❑ Falta de competitividad, que es un elemento básico para poder crecer y distribuir; es
la capacidad que tiene un país para exportar y hacer frente a las importaciones, en un
escenario de mejora sostenida de los niveles de vida (sin baja de salarios). Se refiere al con-
junto de la economía y no sólo a la de quienes participan del comercio exterior, que los
economistas llamamos transables, como la industria o el campo. La competitividad también
está estrechamente ligada al comportamiento de los sectores que no están expuestos al co-
mercio internacional (no transables). Las condiciones para lograr esta capacidad se crean
(organización económica, educación), no surgen por generación espontánea.
Por eso mejorar la competitividad exige que todos los servicios, públicos y privados, también al-
cancen altos niveles de productividad. Y el gasto consolidado en salud, por sus costos, la eficiencia y la
equidad implícitas en la política sanitaria, es un elemento clave de la competitividad y también para lo-
grar un mayor bienestar de la población. No hay ninguna experiencia internacional exitosa donde el cre-
cimiento no se relacione directamente con la productividad, el aumento de la inversión y del ahorro y
la competitividad del conjunto, tanto del sector privado como público.
La falta de competitividad es como un corazón débil. Frente al requerimiento de mayor esfuerzo
físico (aumento de la producción) tiene problemas para bombear la sangre suficiente para transportar el
oxígeno necesario. El esfuerzo adicional que se le requiere al corazón provoca insuficiencia cardíaca,
afectando la circulación. No se puede crecer equilibradamente si no hay un aumento generalizado de la
productividad.
Veamos que ocurre con el Estado. En la Argentina, el sector público consolidado representa casi
el 30% del PBI del país, porción nada despreciable, por lo cual su correcto o incorrecto comportamien-
to es crucial para que el 70% restante pueda funcionar adecuadamente. Además, el Estado, provee cier-
tos servicios a la comunidad, financiándolos con impuestos, que son recursos que se extraen compulsi-
vamente del sector privado. Si funciona mal genera problemas a todos y en particular a los más necesi-
tados; si algunos creen que para mejorar se debiera extraer aún más recursos, se llega a un punto que
quien provee tales fondos pierde todo estímulo, todo incentivo para funcionar legalmente porque está
sobreexigido y el beneficio marginal que obtiene es muy reducido o negativo. Eso significa que hay un
límite real en la presión tributaria (aunque teórica o legalmente pueda aumentarse en forma indefinida).
En términos de la salud, un incremento de los impuestos es semejante a lo que sucede cuando un
cuerpo es sometido súbitamente a un esfuerzo físico excesivo. El corazón debe bombear más sangre oxi-
genada que lo que su capacidad permite: primero aumenta la frecuencia cardíaca y contráctil y finalmen-
te los músculos suplen al corazón y se genera una respiración sin oxígeno o anaerobia. La persona tie-
ne un desvanecimiento o caída de presión (en economía se entra en recesión o estancamiento). Conti-
nuar tal esfuerzo físico es imposible, porque el corazón no responde. Es necesario un entrenamiento
adecuado para aumentar la capacidad cardíaca si queremos obtener buenos resultados. Esto es lo que
hacen los atletas.
Por eso que, dada nuestra actual situación de la economía, no se puede requerir más esfuerzos al
sector privado para equilibrar el sector público, porque tales esfuerzos no responden a la capacidad del
sector productivo de generar recursos para, simultáneamente, expandirse y pagar impuestos. Es necesa-
rio llegar y mantener el equilibrio fiscal sin aumentar impuestos, y al mismo tiempo, ganar en eficiencia
y equidad para mejorar la competitividad y la distribución. Equivale a fortalecer simultáneamente al co-
razón y los pulmones: la competitividad de los sectores productivos de bienes y de servicios (públicos
y privados).
En caso contrario, la falta de eficiencia del sector público y su mayor requerimiento de recursos
vía impuestos, como lo sucedido recientemente con la reforma tributaria, terminan afectando a todo el
organismo (o al conjunto de la economía): como no hay oxígeno suficiente otros órganos comienzan a
funcionar mal, en economía cae el consumo y no hay reactivación.
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Para crecer hay que tener una organización económica adecuada y un Estado con buen funciona-
miento, en el sentido de eficiencia y equidad. Además hay que considerar a los factores de la produc-
ción: capitales, mano de obra calificada, management y recursos naturales. Argentina mejoró su organi-
zación económica, no hizo la transformación necesaria del Estado (a nivel nacional, provincial y muni-
cipal) y tiene reglas de juego estables e instituciones más fuertes, aunque aún no lo suficiente. Nos fal-
ta capital (sobre todo ahorro interno), nos sobran materias primas, pero se ha deteriorado la calificación
de nuestra mano de obra, culpa del bajo nivel de la enseñanza formal en especial el universitario.
Pero, como se dijo antes, hay que atender también a la marcha de la globalización que ha estre-
chado sustancialmente los grados de libertad de las políticas nacionales. Sin embargo, la respuesta está
en nosotros mismos: todo retraso en conocimiento, información y producción de bienes heterogéneos
se pagará con alto desempleo y/o salarios reales declinantes. Obviamente no podemos aislarnos del
mundo, debemos tomarlo como un desafío, como una ampliación de nuestros horizontes productivos.
De alguna manera nuestra situación se parece al denominado "dilema del prisionero": escaparse, suici-
darse o portarse bien para pasarla lo mejor posible y salir antes. No hay atajos exóticos y tampoco se
pueden "copiar" parcialmente las estrategias de los "otros". Por caso, cuando se hace referencia a los sub-
sidios que Brasil otorga a las inversiones, sepamos también que su correlato es la menor participación
que tiene el gasto social dentro del presupuesto público, a pesar de su peor distribución del ingreso.
Este tipo de comentarios están hechos pensando en aquellos "facilistas" que dicen que no se pue-
de crecer y/o mejorar la distribución por culpa de la economía, "muletilla" fácil de pronunciar pero di-
fícil de definir claramente. ¿Nuestros problemas del siglo XX son producto de la "economía" o de nues-
tra cultura, entendida ésta como escala de valores, respeto de las instituciones, cumplimiento de las le-
yes y reglas de juego?
Iguales comentarios surgen cuando se hace referencia, vaga por cierto a "este modelo económi-
co". Es claro que dentro de la economía de mercado, dentro del capitalismo, hay distintas versiones o
visiones teóricas. Unos creen que el mercado es el que resuelve absolutamente todo, olvidándose los
problemas de equidad que genera. Hay otros que creemos que entre la sociedad y el mercado está el
Estado, que permite redistribuir. El mercado como tal no distribuye sino que genera crecimiento y acu-
mulación. El Estado, que ha crecido 30% en relación al PBI durante los 90, debería redistribuir, pero ¿es-
te Estado cumple con ese precepto?.
En muchos discursos se habla de "Estado ausente" y eso en parte es cierto. Pero, en el caso de la
salud, cuando el gasto se duplicó, que implica ser ausente? ¿a dónde se fue la plata? Si nosotros no de-
sentrañamos esas cuestiones nos va a ser muy difícil avanzar.
En cualquier caso, y sobre todo cuando se considera la versión más "amigable" en términos de
equidad, se requiere, imperiosamente que el Estado y quienes conducen el gobierno tengan por objeti-
vo crear el ambiente propicio para la inversión y mejorar la distribución del ingreso; además que estén
lo menos posible expuestos a las presiones y lobbys sectoriales. Porque es a través del Estado que se
puede crecer con mejor distribución. Para ello hay que tener "poder" a fin de contrabalancear a los
lobbys; consenso de la comunidad usuaria para hacer las transformaciones que faltan en el Estado y mu-
cha capacidad de gestión, para brindar servicios de calidad al menor costo posible y bajar impuestos que
traban la expansión de la producción.
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
51
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
CONCLUSIONES
En definitiva, es fundamental visualizar los problemas propios del sector de la salud, contar con
un análisis sistémico y saber que, además de hacer todas las consideraciones técnicas para resolver los
serios problemas existentes, hay que tener fuerza, poder, y consenso de los usuarios (pacientes) para ha-
cer todas las modificaciones que hagan falta. Caso contrario, los que manejan la oferta seguirán presio-
nando para mantener el status quo o continuar ganando posiciones.
No se puede seguir descargando las culpas hacia afuera, suponiendo que los problemas son pre-
supuestarios o faltan recursos técnicos o humanos o que el sector salud ha sido "discriminado" econó-
micamente. Esta visión, de carácter simplista y/o corporativo argumenta que agregando más recursos o
liberando más el mercado se solucionan los problemas. Pero ya se ha demostrado que aún habiendo un
1. FUNDACIÓN ISALUD, El mercado de medicamentos en Argentina. CEP, Centro de Estudios de la Economía Real Nº 13.
Setiembre de 1999.
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
fuerte incremento en el presupuesto gubernamental se mantienen sin resolver los problemas de organi-
zación y direccionamiento estratégico, que redundan en baja eficiencia y equidad. Además, el funciona-
miento de la política pública, cualquiera sea el motivo, se traduce en deficientes marcos regulatorios que
percute negativamente en la gente.
En todo este planteo los médicos también juegan un papel relevante: son quienes definen, a la vez
que inducen, la demanda de los usuarios de los servicios de salud a través de sus prácticas y las pres-
cripciones de medicamento; en definitiva deciden sobre el gasto total. La birome del médico puede ser
el disparador del gasto en salud y también puede serlo de la baja de calidad y aumento de la rentabili-
dad de algunos.
Por estas razones el desafío es grande, exige cambios de tipo institucional y de organización, es
muy intensivo en creatividad, requiere cambios de concepción y formación de cuadros directivos, tema
éste central para no volver a caer en el error histórico de justificar ineficiencias con juicios de valor.
Si no se rediscuten estas cuestiones y los límites lógicos del financiamiento, se corre el riesgo de
caer en planteos irreales que, muchas veces, al amparo de reclamos de justicia social o "jugando" con
las necesidades reales de la gente, terminan relegando a los más necesitados e imponiendo límites al
crecimiento futuro de la economía.
Es fundamental seguir discutiendo la técnica organizativa del sector, pero para poder aplicarla hay
que construir poder y ganar consenso.
53
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
La idea de este bloque es obtener una vi- economista del grupo de economía de la salud de
sión comprensiva del tema a partir de la experien- Paraguay. Seguidamente, la Dra. Alicia Domínguez
cia de tres países de Latinoamérica, a través de ex- Ugá, Master en Economía y docente de la Escuela
pertos quienes a su vez son actores en los países Nacional de Salud Pública, hará un enfoque similar
seleccionados. a partir de Brasil y finalmente, Dr. Félix Rígoli, mé-
El tema será tratado en primer lugar por la dico y director general del Centro de Asistencia del
Dra. Esperanza Martínez, miembro de la comisión Sindicato Médico del Uruguay completará este
de Economía de la Salud del Paraguay y comple- abordaje multinacional de la temática a través de
mentará su presentación la Lic. Sandra Villalba, un panorama de la situación en Uruguay.
La Experiencia en Paraguay
INTRODUCCIÓN
Nuestra presentación tiene como objetivo, en primer lugar, analizar algunos aspectos conceptua-
les que nos permitan abordar y comprender mejor la relación de la equidad-inequidad social frente a los
sistemas de seguros públicos y privados. En segundo lugar, presentar brevemente la grave situación de
inequidad social que tiene el Sistema de Seguro Público y Privado en el Paraguay.
EL CONTEXTO HISTÓRICO
Podemos afirmar que hasta el año 1950, la mitad del siglo que recientemente hemos dejado, so-
bre todo para la medicina occidental, se habían desarrollado 1950 años de historia, y las características
de la misma eran básicamente actos simples, muy relacionados al trabajo liberal e individual de la aten-
ción clínica, basada en la relación médico - paciente, la historia clínica y el riguroso examen clínico se-
miológico, complementados con el incipiente desarrollo de la tecnología médica diagnóstica y terapéu-
tica. La investigación científica, el desarrollo de la industria tecnológica médica y farmacológica, inicia-
ban su carrera de desarrollo acelerado.
En cambio, en los siguientes 50 años de la historia de la medicina occidental, con el que finalizó
el siglo XX, se han producido cambios vertiginosos en lo que hace a los conceptos relacionados a la
* Médico. Especialista en Salud Pública. Pte. Del Círculo Paraguayo de Médicos. Miembro de la Comisión de Economía y Salud
del Paraguay.
• Economista. Consultora del Centro de Información y Recursos para el Desarrollo. Paraguay.
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
atención de la salud, a la tecnología médica diagnóstica y terapéutica, al trabajo liberal de los profesio-
nales de la salud, las condiciones del trabajo médico, a los modelos de prestación y de financiación de
los servicios de atención de la salud y los modelos de funcionamiento de los sistemas públicos y priva-
dos en los diferentes países de la región latinoamericana. Estos cambios, por demás irreversibles en mu-
chos aspectos, son en parte responsables de muchas de las "reformas" iniciadas al interior de los países,
ya que el resultado del desarrollo del modelo de la medicina moderna occidental y el crecimiento y el
modelo de funcionamiento de los sistemas de salud, han dejado una gran deuda social con más de dos
tercios de la población del continente, que no tienen acceso a una atención apropiada de su salud: la
inequidad social.
La inequidad social, se introduce fuertemente como concepto en el sector salud, a partir de la "cri-
sis del desarrollo", crisis que se reconoce principalmente a partir de la década de los 80, cuando se eva-
lúa que el desarrollo basado exclusivamente en el modelo de crecimiento económico, la producción, la
productividad y el ahorro, no será suficiente si el mismo no resuelve las condiciones y la calidad de vi-
da de las personas. Por citar un ejemplo, en la década de los años 70, ante de la crisis actual, la canti-
dad absoluta de pobres aumentó en casi 40 millones de personas, durante un periodo en que práctica-
mente todas las economías de América Latina estuvieron creciendo a tasas bastante aceleradas.
CONCEPTO DE EQUIDAD
El concepto de equidad en salud, puede ser abordado, desde la perspectiva de la igual oportuni-
dad de todas las personas que participan de un sistema de salud, de tener acceso a los servicios de acuer-
do a sus necesidades reales de salud. La inequidad en el acceso se puede deber a razones económicas
de las personas para cubrir sus gastos en salud, a la distribución geográfica de los servicios, a las barre-
ras impuestas por las creencias, la cultura y la educación. El concepto de equidad en el acceso: significa
que las personas acceden a la atención de salud de acuerdo a su necesidad y no de acuerdo a su nivel
de ingreso. El concepto de equidad en el financiamiento: significa que la gente participa en el financia-
miento de su salud con relación a su nivel de ingreso y no en relación a sus riesgos de salud.
Con la introducción de los conceptos filosóficos que aportaron los Sistemas de Seguridad Social,
se entendía que la equidad consistía en hacer accesibles a cada persona todos los servicios que el desa-
rrollo moderno de la medicina estimaba conveniente. Hoy en día se hace necesario considerar que un
sistema de salud es equitativo si le permite a todos el acceso a los servicios de salud que contribuyan
en forma eficaz en el tiempo y el espacio, a una mejoría de la salud de la población y a la igualdad en
términos de niveles de salud de los individuos dentro del contexto global de la sociedad.
Cuando analizamos el concepto de equidad y sistemas de seguros públicos y privados, nuestro en-
foque se centra principalmente en la oportunidad de las personas, independiente a su nivel de partici-
pación en la financiación de los sistemas, para acceder y elegir servicios de salud, según sus necesida-
des reales, y de que dichos servicios cuenten con la satisfacción plena de los usuarios. Por lo tanto, el
desafío de los sectores de la seguridad social en salud, tanto del sector público como privado radica en
los modelos de financiamiento, la provisión y entrega satisfactoria de los servicios, el aumento de la co-
bertura de servicios y de riesgos cubiertos y el control del gasto de las prestaciones de salud.
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
to, cuota, cápita o prima para recibir los servicios o indirectamente al abonar sus impuestos, ya que con
los mismos se financian los servicios públicos.
Los cuatro principales modelos de subsistemas de prestación de servicios de salud que coexisten en
nuestros países latinoamericanos son los siguientes:
a) Servicios Públicos financiados por ingresos generados por impuestos.
b) Seguro Social, a través de contribuciones obligatorias de empleados y empleadores.
c) Compañías de Seguros Privados, Empresas de Medicina Prepaga, Modelos Gerenciados, Mutua-
lismo, Cooperativas, con pago de primas o cuotas por la provisión directa de la atención de salud,
o a través de indemnizaciones o reembolso de costos incurridos
d) Atención privada con pago directo por servicio.
Estos cuatro sistemas parecen ser muy distintos, e incluyen a diferentes grupos sociales. Sin em-
bargo, coexisten con duplicación en la cobertura y el financiamiento. Los pobres y aquellos que traba-
jan en el sector informal de la economía, o en las áreas rurales utilizan principalmente los servicios pú-
blicos, pero en algunos caso acuden a servicios privados y siempre compran medicamentos en el sector
privado. Así también, los ricos o los que cotizan en el seguro social, a menudo adquieren seguros pri-
vados para mejorar o ampliar la atención de su salud. La incapacidad de la mayoría de los gobiernos pa-
ra evaluar los ingresos del sector informal o rural y la duplicación del pago por servicios, lleva a una
mayor ineficiencia y a un aumento de los costos de salud.
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
prestación de servicios al interior del sistema público, así como de los modelos de "paquetes básicos de
servicios", y redistribución de fondos solidarios a sectores de menores recursos.
El gran porcentaje de la población de empleo informal en América Latina, sumado al porcentaje
de población de actividad agrícola - rural y el creciente incremento de la pobreza estructural en los paí-
ses de la región, explican sobradamente el bajo nivel de cobertura que estos seguros públicos en gene-
ral han logrado hasta la fecha en la mayoría de nuestros países latinoamericanos. Los excluidos son aque-
llos con mayores necesidades básicas de salud.
Los Seguros Públicos son generalmente únicos, por lo tanto adquieren las características de los mo-
nopolios, lo que predispone al riesgo de la "captura política", de las dificultades para el control de la co-
rrupción y dificultades para mantener la calidad de la prestación de los servicios, ante la ausencia de in-
centivos de la competencia regulada. El costo de los servicios es generalmente alto en relación a crite-
rios de costo - efectividad, costo - oportunidad y costo - eficiencia. Tanto prestadores como usuarios tie-
nen pocos incentivos para corregir estas ineficiencias (riesgo moral). El incremento del gasto asociado
al riesgo moral puede ser el resultado de cambios de comportamiento del paciente o de los proveedo-
res. Pacientes a los que se les subsidia la atención pueden demandar una mayor cantidad de servicios;
o los proveedores sabiendo que los pacientes no pagan el costo de los servicios, pueden incrementar
los tratamientos recomendados y/o los precios de estos servicios.
Por otra parte, su capacidad de compra es más potente, lo que lleva a implementar regulaciones
que eviten la selección adversa del riesgo por edad, sexo, ingresos, preexistencia de riesgos individua-
les de salud y permite una mejor redistribución al interior del sistema que garantiza mayor equidad.
57
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
¿Qué tipos de reformas se deben aplicar al sistema de servicios público y privado? ¿Cuánto de re-
gulación, cuánto de Estado, cuánto de privatización y cómo? ¿Qué modelos garantizan financiación equi-
tativa, aumento de la cobertura y del acceso, costo adecuado y sustentable? ¿Dónde y qué modelos de
incentivos serán los más efectivos?
Al examinar las implicancias de diversas propuestas de reforma que hoy se discuten en nuestros
países es crucial tomar en consideración el contexto histórico del desarrollo político - social de cada país.
Esto incluye los aspectos que inciden en el sector salud: el desarrollo de la economía del país, la capa-
cidad del gobierno para asumir papeles de liderazgo y de regulación, y las realidades del actual sistema
de financiamiento y prestación de servicios de salud. La evaluación de estos factores dará pautas para
establecer el mejor "ambiente habilitador" para los proceso de reforma y proporcionará información acer-
ca de las limitaciones que existen, y las intervenciones que podrían necesitarse para facilitar la puesta
en marcha de un proceso que realmente logre resultados favorables y sustentables, a través de la legiti-
midad de la ciudadanía y sus gobiernos.
El análisis de la situación de la Seguridad Social del Paraguay, que veremos a continuación, con-
firma la hipótesis de que cada país tiene un horizonte común con sus hermanos latinoamericanos, pero
cada uno de nosotros deberá transitar su propio y particular camino.
58
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
En el cuadro1 se ilustra la cobertura urbana por tipo de seguro médico, sólo el 31% de la pobla-
ción urbana total del país posee algún tipo de seguro médico y el 69% restante no lo tiene. El 69% de
población urbana sin seguro médico debería atenderse en el Ministerio de Salud Pública y Bienestar So-
cial (MSP y BS), pero solamente la población urbana supera ampliamente la cobertura real del Ministe-
rio de Salud Pública y Bienestar Social, que llega tan sólo a 30% de la población total del país. (Análi-
sis del Sector Salud del Paraguay, elaborado por la OPS)
En el cuadro 2 se observa que el sector privado posee la mayor cobertura de la población urbana
del país con 40%, el MSP y BS con 24%, el IPS con 14% y el 22% restante lo cubren otros prestadores
como farmacias y parteras.
Uno de los datos más contundentes en materia de seguros de salud se observa en el cuadro 3, el
cual revela que del total de personas con seguro médico de IPS sólo el 57% consultan en IPS, el 26% en
centros privados, el 7% en el MSP y BS y el 10% prefieren consultar con curanderos, farmacias, parteras,
aún teniendo seguro de IPS. El cuadro también refleja que muy poca gente que no tiene seguro médi-
co elige a IPS para consultar y de las personas que poseen seguro, ninguna elige a IPS.
Cabe preguntarse por qué los afiliados de IPS no usan el seguro de salud siendo que tendrían bue-
na cobertura. Hay dos cosas que conspiran para que ello sea así:
Primero, la distribución de la capacidad instalada de la seguridad social, no está distribuida de
manera homogénea en todo el país. Está concentrada en Asunción y en algunas ciudades del interior de
mayor importancia. Después, hay niveles tipo puestos de salud en el sector público que son de la segu-
ridad social en los lugares rurales. Nosotros tenemos casi un 40% de la población que es rural, disper-
sa, y tanto para el sector privado como para la seguridad social el acceso a los servicios es un proble-
ma y ha sido enfocado de manera estratégica. Entonces la gente cotiza sobre todo al sur del país por las
grandes empresas ligadas al tema del algodón, al tema de la recolección casi semindustrial, pero no tie-
nen acceso porque no hay una cobertura directa.
Por otro lado, todos los problemas que tiene la seguridad social están asociados a su carácter mo-
nopólico en un país donde el tema político es muy importante. Casi podría decirse que hay una captu-
ra de los fondos previsionales por parte de los entes políticos y del sector empresarial ligado al sector
político, que prácticamente distrae los recursos, y eso produce un deterioro de la calidad. Por lo tanto
la gente de mayores ingresos cotiza obligatoriamente, pero opta por un servicio de salud privado, de
costo directo y de sistema de prepago. Los más pobres tampoco acceden, a veces aunque lo coticen,
porque viven en situaciones o en zonas donde no hay realmente capacidad de acceso fácil o eficiente.
En resumen se deduce que si una persona que tiene seguro de salud de IPS consulta en el sector
privado, lo más probable es que el individuo tenga doble seguro, es decir que posea el seguro público
obligatorio y que también posea seguro privado. Esto se debe a que por la mala calidad en la atención
del seguro público el individuo opta por un seguro privado, lo cual implica que existen filtraciones del
sistema y por lo tanto, señales de reformas.
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Con respecto a las horas de espera, el porcentaje mayor de personas que demoran 5 horas o más
posee IPS e inclusive las personas sin seguro médico demoran menos. El mayor número de personas
que consultan con una demora menor a 1 hora posee seguro privado individual. Las personas que con-
sultan en mayor porcentaje demoran menos de 1 hora.
La encuesta de hogares de 1997/8 permite realizar un mejor análisis de la cobertura de los segu-
ros de salud, debido a que incluye el área rural. El cuadro 5 revela que la cobertura a nivel nacional de
cualquier tipo de seguro sólo llega al 18,2% y el 81,8% no posee ningún tipo de seguro médico. En la
población urbana el 72% no tiene seguro médico, mientras que en el sector rural el 93,3% de la pobla-
ción no cuenta con seguro de salud.
* Otro tipo de Seguro incluye al Seguro Privado Individual con 3,7% de cobertura a nivel nacional, al Seguro Privado Laboral con
2,1% de la población total y de la Sanidad Policial y Militar 1,1% de cobertura nacional.
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
En el cuadro 6 se observa que las personas que se encuentran en los quintiles de menores ingre-
sos casi no acceden a ningún tipo de seguros de salud. A medida que aumenta el nivel de ingreso va
aumentando el acceso a los seguros de salud, sobre todo de las personas que eligen el seguro privado
individual. El IPS tiene un porcentaje más elevado (18,7%) de personas afiliadas del último quintil, de-
bido a la obligatoriedad para los trabajadores del sector formal, también el seguro privado individual en
el último quintil tuvo un importante incremento de 10,3 puntos porcentuales.
En cuanto al acceso de seguros de salud por zonas geográficas el que posee mayor cobertura es
el IPS, en comparación a los demás seguros. El 93,3 % de la población rural no posee seguro de salud
y entre la población urbana, Asunción tiene la mayor cobertura de seguros (Cuadro 7).
En el documento de "Análisis del Sector Salud del Paraguay", elaborado por la OPS, se refleja que
un 35% de la población total del país no cuenta con la asistencia de ninguna clase de prestador, es de-
cir que no accede a ningún servicio de salud. Se supone que dicha asistencia la debería dar el MSP y BS
pero en la realidad no lo realizan, debido a que no existen las condiciones necesarias para brindar asis-
tencia (entre 28% - 45% de los equipos de los centros de salud y 32% - 52% de los equipos de los hos-
pitales regionales están o deberían estar fuera de servicio). (Cuadro 8)
61
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
CONCLUSIONES
En resumen, es necesario una reforma del Sistema de Seguros de Salud de acuerdo a criterios de
equidad, eficiencia, factibilidad, eficacia, calidad etc., para otorgar una mayor seguridad financiera a la
población. El IPS debería desmonopolizarse, separar sus funciones de pensiones y de salud; mientras
que el sector privado debería tener una mayor participación, de tal forma que el individuo tenga la po-
sibilidad de elegir el seguro que más le convenga.
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
BIBLIOGRAFÍA
• C. Aedo y C. Sapelli., "Sistema de Seguros de Salud en Paraguay: Una Propuesta"
• Agustín Carrizosa y otros, "Diagnóstico sobre la Situación del Sector Salud en el Paraguay"
• OPS y OMS "Análisis del Sector Salud del Paraguay", Asunción, 1998
• C. Aedo "Determinantes de la Tasa de Consultas de Salud del niño y del adolescente"
• Saúl Osorio y Berenice Ramírez, Seguridad o Inseguridad Social: los Riesgos de la Reforma, México, 1997.
• Foro Subregional Andino sobre Reforma Sectorial en Salud, OPS-OMS/ AID. Santa Cruz, Bolivia, julio 1999.
• Daniel Whitaker, El Futuro de la Atención Gerenciada en América Latina, Fundación Mexicana para la Salud., México,
1997.
• Informe sobre Desarrollo Mundial, 1993.
• André Pierre Contadriopoloulos, Los Costos y la Equidad de los Sistemas de Salud, Washington. 1992
• Márquez P. Containing. Health Costs in the Américas. Health Policy and Planing. 1990.
• El Desafío de las Reformas de salud: compatibilizar solidaridad con eficiencia. Notas sobre economía y desarrollo, CE-
PAL 1997.
• Agustín Carrizosa, La Reforma de la Seguridad Social en el Paraguay: el caso del Sector Salud. CEPRO, Asunción. 1996.
• E. Richard Brown, Los problemas de los Costos de la Cobertura de Seguro y de la Atención a la Salud en los Estados
Unidos, Washington, 1992.
63
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
La Experiencia de Brasil
INTRODUCCIÓN
En primer lugar quisiéramos agradecer a los amigos de la AES, en particular a Alberto Díaz Legas-
pe y a Ginés González, amigos desde hace 10 años y que nos permiten una vez más tener la gratifica-
ción personal de rever amigos y de aprender mucho de estas jornadas.
Cuando se nos planteó el tema del seguro público y el seguro privado, inmediatamente se nos
ocurrieron dos situaciones polares. Una en la cual un país ficticio tuviese un sistema de salud basado
únicamente en esquemas de seguro privado. Y otra, en un esquema de modelo o sistema nacional de
salud, como existen y que siempre son involucrados a esquemas de protección social de los estados de
bienestar social. Y ahí nos preguntamos: ¿existe el seguro público? Si pensamos que el seguro es por de-
finición la protección mediante un pago previo en relación con los riesgos futuros de gastos en salud y,
al mismo tiempo, pensamos en un modelo nacional de salud, en un sistema nacional de salud involu-
crado a un modelo de protección social wellfariano, no existe en éste la posibilidad de riesgo de gasto
en salud. En ese sentido, no nos sentimos muy cómodos utilizando la palabra "seguro público", para un
caso como ese. Existen, sí, seguros estatales: en el caso de Chile, por ejemplo, en el cual los individuos
tienen la posibilidad de optar entre un seguro ofrecido por el Estado o un seguro privado. Pero seguro
público nos suena extraño.
64
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
recursos que antes eran involucrados a la seguridad social a cuentas individuales de ahorro. Si bien no
sabemos si es en bancos privados o públicos, lo que sí creemos es que el punto crítico de este sistema
es que deja en manos de los individuos la decisión de cuándo procurar un médico. O sea, es un siste-
ma que en la medida en que cada individuo tiene una cuenta fija, una suma de recursos fija para utili-
zar una cantidad x de servicios, cuanto más servicios utilice más chica le queda la cuenta, o sea menos
podrá gastar en un futuro. No obstante, existen techos anuales de gastos para que el individuo no pase
por el riesgo de no tener dinero el año próximo para tratarse de la salud. De todas maneras, en la me-
dida que es un sistema que estimula a que los individuos traten de no gastar en salud y al mismo tiem-
po desestima cualquier procura por algún servicio colectivo, nos parece que es bastante cuestionable.
Un tercer modelo, que nace con predominancia absoluta del sector privado es el de los Estados
Unidos, que hoy ya es mixto. En Estados Unidos el sistema de salud nace en un esquema liberal que se
transforma después en un modelo de predominancia de los seguros privados, en el cual el Estado entra
de forma complementaria a través de los programas Medicare y Medicaid con seguro público. Ahí sí es
un seguro público. Por lo tanto, y podríamos seguir aquí con otros ejemplos, tomamos simplemente cua-
tro ejemplos más típicos que nos muestran la variedad de posibles mix, modelos mixtos de intervención
estatal-privada en el campo de los seguros.
EL CASO BRASILEÑO
El caso brasileño también representa un modelo híbrido. A pesar de que, como ya dijéramos en
otras oportunidades, el sistema de salud brasileño toma como modelo, como fuente de inspiración, el
modelo de salud inglés - que es un sistema de acceso universal e integral a la salud. En Brasil, desde los
años ’60, o mejor dicho desde los años ’50, ya venían naciendo seguros privados ofrecidos por las em-
presas para sus trabajadores y seguros que, como trataremos de demostrar luego, conforman un sector
que se interrelaciona y se superpone en muchos casos con el sector público. Es eso lo que explorare-
mos a continuación.
En relación con el S.U.S., Sistema Único de Salud, no nos detendremos ahora, ya que en otras
oportunidades tuvimos el placer de compartir en este ámbito la experiencia brasileña pública. Nos remi-
tiremos apenas a la discusión que tuvo lugar previamente en este encuentro, en relación al sistema de
transferencias del nivel central a estados y municipios y la cuestión de la equidad. El sistema de salud
público brasileño aparece en el gráfico presentado por Adam Wagstaff como un sistema regresivo; real-
mente lo debe ser si se toma en consideración que las camadas de alto ingreso pueden usar los servi-
cios públicos tanto como las de bajo ingreso. No hay políticas de focalización en Brasil. A pesar de eso,
el sistema de transferencias de recursos del nivel central a estados y municipios es de tal molde, que po-
co a poco permite que se vayan implementando, que se vayan dando incentivos financieros a la imple-
mentación de programas por parte de los municipios destinados a las poblaciones más carentes, las po-
blaciones rurales y periféricas urbanas. Nos referimos a que el sistema de transferencias del nivel central
para estados y municipios se da mediante una parte que es un pago per cápita fijo, independiente de
las diferencias en los niveles de necesidades, de oferta o cualquier otro tipo de indicador; simplemente
se utiliza la fórmula per cápita. Pero paralelamente a este sistema de transferencias financieras entra la
cuestión de la redistribución a través de todo un sistema de incentivos para que los estados y munici-
pios vayan asumiendo progresivamente programas tales como combates de carencias nutricionales, pro-
gramas de salud de la familia, etc. que hacen que, eso esperamos, la curva que Adam Wagstaff vaya a
mostrar dentro de cinco años sea diferente.
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Félix Rígoli*
La formación de estos sistemas colectivos al menos en mi país y creemos que en todos lados, tie-
nen aproximadamente el mismo origen; es que en realidad existe una impredictibilidad individual del
riesgo en salud. Pensamos que sobre todo cuando más avanzan la tecnología médica y los recursos te-
rapéuticos, en realidad es casi imposible que una persona pueda decir que con sus propios recursos es
capaz de atender todas las posibles contingencias que tenga en materia de salud. Como son contingen-
cias vitales, esa persona tiene que buscar la manera de asegurar eso que por sus propios recursos no va
poder asegurar individualmente.
Entonces las dos formas clásicas de lograrlo son extender en el tiempo esos riesgos, es decir vamos
a tener un riesgo en un momento determinado de nuestra vida, puede ser al nacer o a los ochenta años,
pero si pudiéramos hacer algún tipo de previsión de eso como comentaba recién Alicia Domínguez Ugá
de las cuentas de ahorro médico, podríamos a lo largo del tiempo, ahorrar lo necesario para el día que
lo precisemos.
La otra forma es hacer un pool de riesgo en una comunidad, que puede ser una comunidad rela-
tivamente pequeña o puede ser una comunidad relativamente grande, puede ser un país entero o pue-
de ser otro tipo de unidad geográfica o política. Pero lo cierto es que son formatos en los cuales se con-
forma un fondo en el cual todas las personas aportan regularmente para eventos que son eventualmen-
te catastróficos o irregulares, y en momentos impredecibles. Es decir, estos tipos de mecanismos están
basados en el fondo en una característica psicológica que es la inseguridad vital que tiene una persona
frente a sus riesgos en salud. Además tienen una característica económica que cada vez se va agudizan-
do más, que es la imposibilidad de hacer frente a estos riesgos con los recursos individuales.
Estos sistemas colectivos que son los que vamos a comentar porque en el fondo por lo menos en
Uruguay son un poco la forma predominante del financiamiento de la prestación.
* Médico. Director General del Centro de Asistencia del Sindicato Médico del Uruguay.
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Estos fondos, por supuesto, pueden crearse en forma privada a partir de iniciativas individuales o
a partir de empresas que descubren esta necesidad en la gente y de alguna manera la capitalizan ven-
diendo un seguro. Pueden crearse en forma pública a través de la conciencia de la sociedad de que és-
te es un riesgo que debe ser socialmente protegido, y se forman los fondos necesarios para cubrirlos.
También hay, y éste es el caso uruguayo más específico, lo que podríamos llamar fondos solida-
rios. Es decir, algo que no es un fondo exclusivamente privado o comercial que se forma a partir de una
venta, un seguro privado ni tampoco es necesariamente un fondo nacional, sino que son colectividades,
comunidades como se dio originalmente en la Argentina. Es decir, grupos que tienen algún tipo de afi-
nidad van creando mecanismos para tener el dinero para prevenir o prever instancias catastróficas de al-
gunos de sus miembros.
Eso que se da en relación con la financiación, también se da en parte en relación con la presta-
ción y aparecen modelos liberales de prestación, en los cuales pueden darse que cualquier empresario
quiera ofrecer servicios a esos seguros o a las personas individuales.
Están también los modelos estatales en los cuales existe alguna forma de monopolio estatal de la
prestación. En el caso uruguayo se da un sistema mixto a semejanza de buena parte de los países de
América Latina, en el cual hay prestadores privados y prestadores públicos. En el caso específico de Uru-
guay, se da una situación especial que es que los propios fondos solidarios, básicamente mutualistas y
cooperativas, tienen sus propios efectores. Quiere decir que combinan la función de financiación con la
función de prestación.
Veremos ahora los problemas que acarrea dejar que estas cosas funcionen exclusivamente en ba-
se al mercado. Alicia Domínguez Ugá daba una explicación muy clara acerca de por qué un sistema de
mercado de provisión de seguros va a terminar en aumentos en el gasto en salud, y eso es lo que está
en cualquier estudio sobre gastos en salud y sistema de organización de la financiación, que prueban
que a mayor número de sistemas de recolección de fondos y de financiación, mayor es el gasto total.
70
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Y esto está también relacionado con cuantos más riesgos se pueden cubrir, fenómeno que se es-
tá desarrollando cada vez más. Es decir, que ya no es ayudar al desafortunado que tuvo una desgracia,
sino que ahora es cubrir permanentemente la atención de salud de una cantidad del 100% de la pobla-
ción, con posibilidad de seguirlo cubriendo cada vez más en mayores etapas, con mayores expectativas
de vida, con mayores recursos terapéuticos. Empiezan a aparecer dilemas en cuanto a la equidad de es-
tos fondos que son los que están a continuación.
Uno ideal sería dar todo a todos, lo que sería imposible. El otro es de alguna manera derivado del
primero: ya que no se puede dar todo a todos se termina dando mucho para algunos. La tercera opción
que parecería que es la síntesis de estas dos sería buscar cuál es ese algo que puede ser dado para to-
dos. Esto es lo que en la terminología de la reforma de salud se ha llamado paquete básico o canasta
básica. Esto es un concepto básico en cualquier programa de financiación colectiva de un servicio de sa-
lud, que es lo máximo que se puede dar para todos.
En el caso del sistema colectivo uruguayo, nosotros entendemos que ese sistema está más allá de di-
seños teóricos aunque en realidad el sistema nunca tuvo un diseño teórico, está sentado en valores socia-
les, está sentado en algunas convicciones que si bien difusamente, la sociedad comparte en cuanto a la ne-
cesidad de la protección de algunos riesgos, protección basada en mecanismos asociativos y solidarios.
71
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
TABLA 1: PROBLEMAS QUE AFECTARÁN LASALUD Y EL SISTEMA DE SALUD ORDENADOS POR IMPORTANCIA.
R. DE URUGUAY, 1999.
Quiere decir que el conjunto de personas consultadas que representan distintas facetas de la so-
ciedad, no son prestadores ni médicos sino que hay un poco de todo, identifican que atrás de los pro-
blemas emergentes del sistema de salud hay problemas más básicos, problemas de estilo de vida, hay
problemas de políticas de salud, hay problemas de sistemas de financiamiento y de prestación.
En otro punto se les preguntó en qué valores sociales iba a estar basado en el futuro el sistema
de salud. El conjunto de expertos consultados considera que los valores que sostendrán al sistema de
salud en el futuro son la calidad, la eficiencia y la equidad, los cuales se esquematizan en el cuadro 1.
72
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
En Uruguay el sistema de salud fue creado por la historia del país, nunca fue pensado, nunca hu-
bo una reforma ni un proyecto orgánico de creación, sino que fue dado por las propias comunidades y
las colectividades y se fue adaptando. El conjunto de expertos cree que va a aumentar el interés de los
uruguayos por una reforma del sistema. Es decir que el sistema así como está difícilmente vaya a seguir
y que es probable que vaya a haber una reforma. Y probablemente esa reforma sea liderada por el Po-
der Ejecutivo y por las Instituciones de Asistencia Médica Colectivas, las prestadoras y financiadoras del
sistema. Pero, sin embargo, no hay consenso que en algún momento el Estado vaya a garantizar el de-
recho de atención a la salud de toda la población. Es decir que nuevamente aquí aparece una duda acer-
ca de si el sistema que fue desarrollado por la propia colectividad del país, vaya a ser en algún momen-
to asumido por el Estado como una garantía de acceso universal del derecho a la atención.
SI NO
La Constitución Uruguaya prevé que el ciudadano tiene el deber de asistirse, pero el Estado sólo
garantiza la atención a los carentes de recursos. Es decir que desde el punto de vista constitucional, la
organización jurídica del país, no prevé que exista una garantía en la atención de la salud por parte del
Estado. En los diez últimos años hubo tres reformas constitucionales, y nunca se planteó cambiar esto.
De manera que es bastante claro que no hay en le país la idea que sea factible o bueno un sistema co-
mo el que tuvo la pretensión de tener Brasil, de hacer un sistema universal. Sin embargo, hay concien-
cia del tema del costo creciente, todo el mundo se da cuenta que eso no puede seguir. Por ello, esta
apareciendo cada vez mayor interés en algún tipo de reforma, que probablemente no termine en un sis-
tema nacional.
Querríamos comentarles ahora que en el sistema colectivo uruguayo, como decíamos hoy uno de
los factores que se menciona frecuentemente es el de la solidaridad pero que la solidaridad muchas ve-
ces se entiende exclusivamente como un problema de transferencia entre ricos y pobres para decirlo
73
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
muy en grueso. Pero que también es cierto que existen algunas formas de transferencias sobre todo en
el sistema nuestro entre sanos y enfermos. De hecho, nuestro sistema de salud se basa más que en una
transferencia entre ricos y pobres en una transferencia entre sanos y enfermos, dado que es un sistema
prepago básicamente. Y también cada vez más se nota que va a empezar a haber una generosidad del
tipo intergeneracional, es decir que van a aparecer algunos mecanismos que van a recargar ciertos tipos
de cobros, a algunos tipos de población para poder pagar los costos cada vez más crecientes de otros.
Esto se da mucho en el sistema jubilatorio pero se está notando cada vez más en el sistema de salud.
En el caso del sistema uruguayo existe regulación estatal de un conjunto de puntos que tiene el
sistema privado de atención.
El paquete de servicios de las instituciones de asistencia médica colectivas esta regulado por el Es-
tado, está definido por el estilo de lo que podría ser el Programa Médico Obligatorio de Argentina. Exis-
ten regulaciones del precio, regulaciones de la composición del paquete y existen regulaciones sobre la
calidad del servicio. Es decir, si bien son entes privados, al margen que sean cooperativos o mutualistas,
son privados y tienen regulación estatal sobre el contenido del paquete, su precio y su calidad.
Sin embargo, a pesar de que existe regulación estatal en especial del precio, el costo global y la
tendencia del costo global es de un crecimiento muy acelerado. Porque existen además algunas tenden-
cias perversas dentro del sistema.
Una de ellas es la fragmentación ya que en la medida que los seguros colectivos tienen un pre-
cio regulado, existen cada vez más ofertas de adicionales al paquete. Es decir, las empresas han descu-
bierto que una manera de conseguir financiación adicional sobre un precio regulado es ofrecer adicio-
nales y cobrar adicionales sobre esa base. El cobro de copagos es cada vez mayor. Alicia Domínguez
Ugá comentaba el caso francés, el caso uruguayo es bastante típico en eso, es decir está cada vez más
74
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
representando un costo mayor en pago en el momento de uso del servicio, y en consecuencia un au-
mento de las inequidades resultantes. Es decir, que comienzan cada vez más a notarse diferencias entre
poblaciones con distinto nivel socioeconómico.
3. FINANCIAMIENTO Y GASTO
Se nos ha preguntado si nuestro su sistema de salud, que parece muy interesante porque tanto la
clase alta, media alta, media baja y baja tendrían la misma cobertura, y acaso presente en esto una cier-
ta similitud con el de Costa Rica que es bastante amplio, no está en riesgo de desfinanciamiento.
Al respecto creemos que todos los sistemas de salud del mundo están con problemas de financia-
miento. A veces cuando hablamos de esto con la gente que se acerca al sector salud y pregunta por qué
está funcionado mal, por qué tiene problemas de financiamiento, respondemos que en realidad no co-
nocemos sistemas de salud que no los tengan, porque en realidad se puede hacer mucho más. Son esas
tres cosas que mencionáramos anteriormente: todo para todos, algo para pocos, o un poco para todos.
En realidad, como la intención de cualquier sistema de salud es dar todo para todos, es muy difícil en-
contrar un sistema que no tenga un problema intrínseco de financiamiento.
El sistema de Uruguay en particular tiene un problema grave de financiamiento. En los últimos
veinte años pasó del 6,2% al 10% del PBI, eso hace que los horizontes hoy indiquen que probablemen-
te vaya a haber restricciones, ajustes en la organización del sistema. Pensamos que como tal el proble-
ma que tiene es que nadie sabe cuándo va a parar de crecer. Después tiene problemas internos como
tienen todos los sistemas, y hay organizaciones que sufren más críticamente el desfinanciamiento y pue-
de ser que tengan que desaparecer. En realidad, todo esto es parte de un esquema en el cual existen
múltiples instituciones.
Los trabajadores dependientes de la seguridad social tienen un descuento salarial y pueden elegir
la institución que quieran. Cotizan con un porcentaje de salario. Hay un conjunto de gente que cotiza
de hecho individualmente, no tiene derecho por la seguridad social pero cotiza individualmente. El sis-
tema es un poco más complejo porque en realidad hay mezcla de las dos pero básicamente, en este mo-
mento el 15% de los ingresos son por copagos. El 85% es cotización y un 15% es copago lo cual está
aumentando cada vez más las inequidades, las diferencias de acuerdo con las posibilidades económicas.
Queremos insistir que, con la aparición de lo que nosotros llamamos "la nueva competencia", em-
piezan a aparecer en un mercado que hasta ahora eran empresas cooperativas o mutualistas, empresas
puramente comerciales que ofrecen paquetes relativamente reducidos con posibilidad de tener descre-
me de población. Entonces, esta nueva competencia que estábamos comentando en realidad está con-
formada por seguros comerciales con posibilidades de descreme de población, es decir que no están
obligados a tomar a toda la población que se les presente, sino que pueden elegir, y pueden además
definir específicamente qué paquete de servicios le dan.
75
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Esto hace que en la medida que pueden definir un paquete diferente, pueden regular un contra-
to que las otras instituciones al estar reguladas por ley, no lo pueden definir, y esto significa que real-
mente pueden descremar población. Van a llevar y están llevando de hecho, a que haya riesgos concen-
trados en las entidades que ofrecen planes generosos, y riesgos reducidos en las entidades que ofrecen
planes reducidos.
Es decir, en la práctica una persona que tiene epidemiológicamente un riesgo bajo, va a elegir un
plan que en Uruguay se llama seguro parcial que le da un servicio que quizás tenga limitaciones pero
que él no lo va a notar porque probablemente no lo vaya a usar. Pero además, va a pagar un costo me-
nor. Eso concentra los riesgos elevados en los planes generosos y forma una especie de círculo vicioso
de desestabilización del sistema. En la medida en que los riesgos altos se concentran en los planes ge-
nerosos, los planes generosos pasan a ser más caros. En la medida en que pasan a ser más caros expul-
san a la gente con riesgo bajo. En la medida en que expulsan a la gente con riesgo bajo y cuando la ex-
pulsan, se hacen más caros.
CONCLUSIONES
Finalmente, nosotros creemos que el sistema colectivo de salud en Uruguay es bueno y aceptado,
lo decimos así un poco genéricamente porque en realidad lo que a nosotros nos parece llamativo es que
el sistema uruguayo no creó un sistema para ricos. Es decir, es un sistema muy adaptado a la clase me-
dia, la clase media baja y la clase alta. En el Uruguay no hay para la clase alta un sistema puramente pri-
vado. Tiene una amplia cobertura, tiene una buena calidad de servicios, tiene competencia exclusivamen-
te por calidad en la medida que el precio está regulado, y tiene una base de financiamiento relativamen-
te equitativo. No es un seguro nacional pero tiene algunos elementos de financiamiento equitativos.
Esas son las cosas buenas pero también tienen algunas tendencias perversas.
La primera es la tendencia a romper con los valores básicos. La introducción de competencias en
una forma no pensada tiende a que las empresas que tienen valores de solidaridad, tiendan a adaptar-
se a los sistemas de competencia utilizando valores de mercado. Un ejemplo es que por la necesidad de
diferenciar productos en lugar de tratar de llegar a coberturas cada vez más integrales, conduce a hacer
coberturas cada vez más parciales y más diferenciadas.
De cualquier manera y a pesar que existe esa competencia, la tendencia general es al aumento de
los costos y por supuesto que ese aumento de los costos tiene un peso importante en la competitividad
del país, y creemos que en el largo plazo tiene tendencia general a la disminución de la cobertura.
76
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
CONCLUSIONES
❑ Un sistema bueno y aceptado (pluriclasista)
❑ Amplia cobertura con buena calidad
❑ Elementos de competencia por calidad
❑ Base de financiamiento equitativo parcial
❑ Tendencias a romper los valores básicos
❑ Presión de mercado para diferenciar productos
❑ Tendencias al aumento de los costos
❑ Peso en la competitividad uruguaya
❑ ¿Disminuir la cobertura?
Para terminar, luego de mostrar el panorama de Uruguay en el tema que nos ocupa, cabe agregar
que en el caso uruguayo nosotros creemos que tenemos un sistema que tiene valores importantes a res-
catar, pero que tiene un conjunto de tendencias perversas que van a desestabilizarlo. Nuestro desafío es
encontrar los mecanismos para reformar nuestro sistema de manera tal que los valores básicos puedan
ser puestos como base para un esquema de reforma, y no hacer una reforma sobre valores que son con-
trarios a los valores básicos aceptados.
77
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
La Experiencia Brasileña
Jorge Bermúdez*
CONSIDERACIONES INICIALES
Antes de considerar el tema de la equidad en los medicamentos, quisiéramos llamar la atención
respecto a lo que consideramos como tópicos iniciales a tener en cuenta en la discusión de esta temáti-
ca, aunque no podamos incursionar en todos ellos en este encuentro, y acerca de algunos problemas
señalados en el orden internacional por la OMS.
*¨ Médico. Director del Núcleo de Asistencia Farmacéutica de FIOCRUZ, Centro Colaborador de OPS/OMS en Políticas Farma-
céuticas. Pte. De Vital Brasil.
78
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
PROBLEMAS
Problemas mundiales:
❑ En 1999, 10,3 millones de niños menores de 5 años murieron en países en desa-
rrollo. Cerca de 8,6 millones de esas muertes fueron debidas a enfermedades trans-
misibles, perinatales y nutricionales. Una gran proporción podría haber sido evi-
tada si las personas en riesgo hubieran tenidos acceso a medicamentos esenciales
❑ Un tercio de la población mundial no tiene acceso regular a los medicamentos más
necesarios. En las regiones más pobres de Africa y Asia, más del 50% de la pobla-
ción no tiene...acceso a los medicamentos más vitales..
79
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
A su vez, una consideración especial merecen los medicamentos esenciales, que son los que sirve
para satisfacer las necesidades de atención de salud de la mayor parte de la población, por tanto debe
estar disponibles en todo momento en las cantidades adecuadas y en las formas farmacéuticas que se
requiere (concepto de la OMS).
Lo que define la esencialidad es la acción sanitaria, los programas que se desarrollan para interve-
nir y transformar las situaciones que deterioran la salud de la comunidad
El acceso a la atención farmacéutica y a los medicamentos esenciales está influenciado claramen-
te por diversos factores tales como:
❑ La Globalización de la Economía
❑ El consumo de medicamentos, precio y cantidad
❑ El conflicto de intereses
❑ El precio prohibitivo de determinados tratamientos y medicamentos
❑ Mecanismos de financiamiento adecuados
La OPS (1995) ha trazado una serie de desafíos prioritarios en la implementación de una política
de medicamentos esenciales que comprenden:
❑ Acceso y equidad: salud como derecho y medicamentos como insumos
❑ Función del Estado: regulación; los proyectos de reforma y el sector salud
❑ Crisis económica y el financiamiento de la salud
❑ Abertura e integración económica: internacionalización y armonización
❑ Nueva interacción público/ privado: modelo de atención de salud y la privatización
❑ Descentralización: S.U.S., medicamentos esenciales
❑ Nuevos actores: bancos y cooperación internacional
❑ Uso racional: promoción, ética, información, venta libre (OTC)
❑ Proliferación de productos, mercado, regulación y registro
Es fundamental que tengamos en mente que para promover equidad tenemos que expandir el ac-
ceso a los medicamentos a través de acciones a distintos niveles.
Fuente: Moreira Lima, LF et al, 1993. Vigilância Sanitária de medicamentos e correlatos. RJ: Qualitymark.
Como se observa en la Tabla 1, esto se puede hacer en distintos niveles a través de la interven-
ción en la estructura legal y en las relaciones producción – consumo, en el conocimiento técnico cien-
tífico, agregando aquí que de esa manera las instituciones académicas también participan. Finalmente, la
organización del poder puede darse en esos niveles en todos los países.
80
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
La mayoría de los países vienen hace algunos años tratando de implementar las políticas de pro-
moción de medicamentos genéricos, tanto sobre los médicos como los demás actores. El Brasil tiene una
iniciativa reciente, el año pasado desde 1999 para acá está siendo implementada una política que coloca
medicamentos y normatiza y regula todo el mercado brasileño. La discusión fundamental se da alrededor
de la calidad del medicamento y en relación a la inclinación a este tipo de prescripción, inclusive tratan-
do de romper un poco la influencia que la industria promueve para las prescripciones formales.
Coincidimos con los comentarios de la audiencia respecto a que el tema del desarrollo de genéri-
cos como política de Estado y como promoción tendría un impacto positivo, haría cambiar la variabili-
dad, especialmente respecto a los índices de precios crecientes.
Pero agreguemos que tiene que ser una política integral, para que efectivamente actúe como un
elemento importante para estimular la competencia. Existen muchas barreras, esa es una barrera muy
importante. Pero exige entre otras cosas que se dé a conocer que además de las marcas hay productos
genéricos, y que se sepa la diferencia entre estos. Otra estrategia que la industria ha utilizado en el Bra-
sil, no sabemos si en otros países también se ha dado, son la listas de medicamentos con cobertura por
parte de las empresas de salud. Las empresas de salud dan medicamentos con un 30% de descuento, o
con 50% de descuento en determinadas marcas. Lógicamente la estrategia es fijar esas marcas con el mé-
dico, de modo que el asegurado al momento de la consulta pueda decirle al médico que él tiene tal se-
gura con tal y el médico escoger uno de esos porque tiene el 50% de descuento, o sea también está
orientada a influir sobre la prescripción médica.
Por otro lado es fundamental el monitoreo de los acuerdos comerciales, en especial el acuerdo de
la Organización Mundial de Comercio como el acuerdo TRIP que se está implementado ahora. Es fun-
damental efectuarlo, ha sido solicitado por la Asamblea Mundial de la Salud y es uno de los aspectos
81
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
que los países vienen discutiendo. Es un aspecto clave que realicemos la protección y el monitoreo de
esos acuerdos comerciales. En esos países se están aumentando los precios y están teniendo un impac-
to positivo o negativo en relación con el acceso a los medicamentos.
Lo que en inglés se llama "early working" sería un registro precoz de patentes. En Brasil está pro-
hibido. Hace poco tiempo hubo un al respecto un consenso muy fuerte entre Canadá y la Unión Euro-
pea. Es una de las áreas que vale la pena también trabajar en relación con la promoción de un mayor
acceso, y en consecuencia poder promover la equidad en relación con la infraestructura.
82
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
REFLECIONES FINALES
Finalmente, vamos a recordar como marco conceptual para todos los aspectos considerados, la ne-
cesidad de estrategias y políticas tendientes a lograr un acceso equitativo a los medicamentos, que cada
país escribirá de acuerdo a su propia historia y circunstancias.
Fuente: WHO (Strategic Plan for Essential Drugs and Medicines Policy 2000-2003, Working Draft February 2000)
83
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
La Experiencia Mexicana
Raúl Molina*
FINANCIAMIENTO
En primer lugar queremos agradecer a la Fundación ISALUD y a AES la invitación que extendió a
la OPS para hacer posible nuestras participación en estas Jornadas Internacionales. Es muy difícil des-
pués de la brillante exposición de Jorge Bermúdez agregar algo de interés a lo ya expuesto por él. Pe-
ro sin embargo, trataremos de dar un punto de vista que por ser muy específico no por ello es menos
importante, y trata sobre el nivel de los precios de los medicamentos.
En relación con el evento, en verdad lo primero que nos preguntaríamos es si los mercados en ge-
neral nos pueden dar la salud para toda la población y en este caso específico, si es el mercado el que
nos va a proporcionar un mejor acceso a los medicamentos.
Al respecto hay una serie de problemas de financiamiento que enfrentan los mercados de salud en
general:
❑ Acceso universal a un costo adecuado o razonable
❑ Gasto en la atención a la salud a un nivel adecuado
❑ Uso eficiente de los recursos
Acerca de este tema, lo que nosotros hemos venido trabajando en la OPS es justamente la parte
del financiamiento. Nuestras estimaciones, cuando nos encontramos con ellas hace dos años y medio en
la OPS, nos sorprendieron muchísimo, pues eran contrarias a la idea que teníamos previamente de que
la mayor parte del financiamiento era público. Entonces, nos encontramos con que la OPS nos cambia-
ba las cifras y las relaciones. Y esto nos lleva a la conclusión que en buena parte, al menos así lo cree-
mos, varios de los problemas que se tiene con los niveles de salud, quizás tienen que ver efectivamen-
te con las fallas del gobierno.
Recordemos cuáles son clásicamente las formas de financiamiento:
❑ Público
• Ministerio de Salud
• Seguridad social
• Mutuales
❑ Familias:
• Seguros privados
• Medicina Individual
❑ Cooperación externa
Pero en buena medida un gran responsable es la forma cómo operan los mercados privados, y es-
pecialmente el financiamiento privado, pues la mayor parte del financiamiento se desembolsa en los
mercados privados. Como en el caso de los medicamentos, la mayor parte del desembolso en Latinoa-
mérica es de bolsillo, lo cual es totalmente atípico a lo que sucede en los países industrializados.
*¨Ph. D en Economía. Asesor Regional en Economía y Financiamiento de la Salud. Organización Panamericana de la Salud
84
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Como mucho tiempo de nuestra vida lo hemos gastado en las escuelas de economía, recordamos
que allí nos enseñan que hay un mercado y que hay un equilibrio cuando los consumidores saben ele-
gir y los productores realizan su función bien, entonces el mercado alcanza su equilibrio. Pero el pro-
blema del mercado de salud, como en diferentes momentos de este encuentro se ha dicho muy clara-
mente, es que en sí es totalmente imperfecto, y más específicamente esto también se da en el mercado
de medicamentos.
No tenemos la información para poder evaluar si un antibiótico de cuarta generación o un anti-
biótico de primera generación nos puede ser más útil, pues no somos médicos. Si un médico nos pres-
cribe un medio de diagnóstico confiamos totalmente en el médico, ya que no tenemos los elementos pa-
ra poder realizar una elección adecuada de esos medios de diagnóstico.
Y otro elemento clave de este mercado es que toma la distribución del ingreso como dada. Vamos
a suponer que el mercado funcionara y estuviera en equilibrio, por lo cual a los problemas de financia-
miento que hemos mencionado, hay que contraponerle determinados objetivos generales para mejorar
las condiciones.
❑ Acceso universal a un costo adecuado o razonable
❑ Gasto en la atención a la salud a un nivel adecuado
❑ Uso eficiente de los recursos
Servicio
Consumidores Proveedores
Hospitales
Dinero
Clínicas
Médicos
En la mañana vino un señor del Banco Mundial para decirnos, para recordarnos que el mercado
no es la mejor forma de lograr una mejor distribución de los servicios de salud. O sea, nos tuvo que re-
cordar que hay que intervenir sobre este mercado. Que el Estado interviene para dar derechos de pro-
piedad que afectan el mercado de una forma dada y que la única función del Estado es proteger, por
ejemplo dar derecho de patentes.
Pero también habrá otro tipo de intervenciones. Una de las intervenciones de la política pública
es a través de impuestos. Esta mañana nos mencionaron que los impuestos son más progresivos. El pa-
go, el desembolso de dinero de bolsillo para la compra de medicamentos es más inequitativo, entonces
un camino es buscar una forma mejor, como se hace en los países industrializados. El medicamento en
los países industrializados no se compra en la relación directa proveedor - consumidor, se establecen lis-
tas a través de las seguridades sociales o de los impuestos nacionales. Hay alguien que está intervinien-
do en esta relación que hace que el gasto en medicamentos sea muy bajo. (Gráfico 3)
85
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Subsidios
Tesoro Financiamiento
Nacional Organización
Impuestos Prima
Servicio
Consumidores
Proveedores
Tarifas a
Usuarios
Aquí radica la importancia de la temática que queríamos presentar, ahora que está de moda el tér-
mino "basado en la evidencia", que es la toma de decisiones basada en una base empírica, en hechos.
Para estudiar el nivel del precio de los medicamentos en México nos hacíamos las siguientes preguntas:
¿Qué pasa con el sobreprecio de los medicamentos esenciales en México?
Nos planteábamos si estos son competitivos o no lo son. Entonces lo circunscribimos a los medi-
camentos esenciales porque todos tienen patentes vencidas y todos están disponibles en el mercado. Nos
planteábamos, ya nos llegó el año 2000 y estamos muy lejos de garantizar salud para todos, ¿cómo po-
demos garantizar el aval de estos medicamentos?
En los casos de los medicamentos de los países en vías de desarrollo, el uso racional del medica-
mento y cuál es el precio razonable de estos, eran básicamente los dos problemas centrales que nos
preocupaban. Se tomaron 33 medicamentos esenciales de la OMS, precios en dólares corrientes, precios
al mayoreo; los precios se ajustaron para tener precios al mayoreo y los precios de marca los ajustamos
con sus márgenes de operación para hacer una comparación de precios con productos homogéneos.
86
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
OBJETIVOS
❑ Evaluar el nivel de precios de los medicamentos esenciales
❑ Medicamentos: un negocio saludable
MARCO REFERENCIAL
❑ Salud para todos en el año 2000
❑ Garantizar el abasto de los medicamentos
❑ Elevado gasto medicamentos en los países en vías de desarrollo
❑ Uso irracional del medicamentos
❑ Medicamentos esenciales
❑ ¿Cuál es el precio razonable ?
METODOLOGIA
❑ 33 Medicamentos esenciales de la OMS
❑ Precios en dólares corrientes
❑ Precios al mayoreo y el menudeo de medicamentos de marca registrada
❑ Lista de precios de las compañías Marzam (México) e IDA (Holanda)
Tomamos entonces los precios de una compañía holandesa, y en el caso México a Marzan
que es una compañía distribuidora mexicana. Esto de comparar peras con peras y manzanas con
manzanas es muy importante, porque por ahí gastamos un tiempo importante de nuestras vidas
viendo cómo se comparaban los precios, y nos encontramos en la revisión de la literatura, con que
se comparaban los cinco productos que más se venden en Brasil con los cinco de mayor venta en
la Argentina, a pesar de no saberse exactamente si en realidad son comparables. Esto lo vimos pa-
ra los países industrializados y no para los casos de Brasil y Argentina.
También vimos que comparaban los 100 primeros productos, o que tomaban un país y lo
comparaban con los otros pero no se ponderaban. Entonces, por ahí hay que cuidar las formas, ha-
cer las ponderaciones adecuadas para poder tener unos datos que nos reflejen lo que estamos que-
riendo hacer.
El Dr. José Rivas es coautor de las estimaciones. Todos los productos son medicamentos esen-
ciales. El Paracetamol, en México se vende diez veces arriba que los precios que tiene en el mer-
cado internacional. Aun hasta el ácido acetilsalicílico que tiene cien años en el mercado registra un
precio muy elevado. También tenemos una estreptomicina con un diferencial muy elevado también.
En verdad no sabíamos para qué sirven esos productos, es decir cuáles son sus propiedades tera-
péuticas. Como uno de los compañeros de equipo era médico, nosotros nos concentramos en ha-
cer las estimaciones y sorprendernos cuando vimos los resultados.
Esto fue hecho para productos sin patentes, estamos suponiendo que el mercado funciona y
ajusta, que al término de la patente vence la rentabilidad, se pierde. Lo que pasa en México pasa
también en otros países. Porque si hablamos por ejemplo del Bactrim, el Bactrim a través del mer-
cadeo que hablaba Jorge Bermúdez, sigue conservando el 80% del mercado.
RESULTADOS
Los resultados muestran que los precios nacionales de los medicamentos en México, en
general, son más elevados que los precios internacionales, y en algunos medicamentos la dife-
rencias de precios son muy elevadas como lo es en el caso del: acetaminofeno (11.16), ibupro-
feno (8.4), gentamicina (8.6), griseofulvina (7.59), hidroclorotiazida (33.58), propanolol (10.37),
salbutamol (14.19 y 17.3), prednisona (7.62) y amitriptilina (36).
87
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
CONCLUSIONES
La industria farmacéutica en México presenta una seria confrontación a la Estrategia de Salud pa-
ra Todos en el Año 2000 de la OMS. La industria farmacéutica que debería estar orientada a la satisfac-
ción de necesidades sanitarias, específicamente a la restauración de la salud, tiene como objetivos la ven-
ta de productos y la obtención de utilidades. El nivel de precios tan elevado para productos farmacéu-
ticos cuyas patentes están vencidas tiene el único propósito de lucrar, y representan una barrera infran-
queable que impide el acceso a los medicamentos esenciales; al margen de cualquier consideración te-
rapéutica, es el nivel de ingreso el determinante del acceso y disponibilidad de los medicamentos en Mé-
xico.
Los resultados mostrados no requieren de explicaciones adicionales. Los sobreprecios que pagan
los consumidores de medicamentos en México - en algunos casos mayores al 1,000 % - es responsabili-
dad directa de los fabricantes y de las autoridades gubernamentales que son incapaces por una parte de
controlar el afán de lucro de los industriales farmacéuticos; y por otra parte de proveer una oferta de ba-
jo costo en la línea de medicamentos esenciales, la mayoría de los cuales se encuentra ya sin protección
patentaria. En este momento de crisis financiera en el país, las empresas transnacionales farmacéuticas
no sacrifican sus márgenes de utilidad, vía precios, aún con menores ventas recomponen sus niveles de
utilidad al margen de los propósitos de la OMS y de las autoridades sanitarias del país por elevar el ni-
vel de salud de la población mexicana.
El problema es qué política podemos hacer para evitar estos excesos. Estamos queriendo propi-
ciar el uso del mercado, estamos hablando de eficiencia. Bueno, esta forma de operar, la forma como
opera el mercado mexicano de medicamentos afecta el bolsillo del consumidor quien es el que lo paga
y afecta a cualquier presupuesto público. ¿De qué manera podemos hacer que el mercado funcione pa-
ra evitar estos excesos? Nuestras evidencia empírica y bases de datos están disponibles para efectuar
comparaciones, el trabajo académico es así, se lo pública y se le pone la metodología usada.
Entonces, nuestra conclusión es que comparados con los precios de IDA (la compañía holandesa),
que como están en un mercado internacional en una formulación genérica se pueden tomar como precios
de competencia, comparados con ellos encontramos que hay un sobreprecio muy elevado en México.
Actualmente la competencia es a través de la ley, ya que México en 1998 introdujo la ley de genéri-
cos. En 1984 cuando los americanos nos metieron en todo este lío de patentes ampliaron el término de la
patente pero a su vez, en ese mismo momento en 1984, ellos elaboraron una ley de sustitución. A Méxi-
co le tomó catorce años tomar esta medida. Sé que en Brasil la están tomando actualmente.
Un último comentario, en 1994 se produjo el efecto tequila en México, y para esa época teníamos
una especie de pasatiempo que era recolectar precios. Y el reajuste fue impresionante. Creemos que eso
mismo se vio en Brasil, el reajuste en el precio de los medicamentos. Hicimos los registros junto con
nuestros alumnos y documentamos el caso mexicano, aún no los hemos procesado totalmente, pero es-
tarán disponibles para todos cuando estén listos. La idea es que de estos esfuerzos surjan conclusiones
que sirvan a todos también aprovechándonos de la globalización de esta industria, que en sí misma es
muy global y tiene un comportamiento que va delante de todas.
Por ello, hay que trabajar alentando la competencia. Hay que usar el funcionamiento y las leyes
del mercado, el precio elevado se genera por las barreras (patentes, publicidad, etc), las que permiten
tener una rentabilidad elevada. Creemos que el mercado y la teoría funcionan, ésta es la evidencia y hay
que seguir desarrollando evidencia para poder discutir sobre la base de datos.
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
La Experiencia Argentina
Pablo Challú*
EL ESCENARIO NACIONAL
Después de temas tan generales, nuestras observaciones irán más bien dirigidas a una economía
de desarrollo medio como es la Argentina. Si bien es cierto que en algunas ocasiones hemos recibido
de parte tanto de la OPS como de la OMS, algún cuestionario o alguna pregunta directa sobre determi-
nadas cuestiones en países de más bajo nivel de desarrollo, estas consideraciones que desarrollaremos
aquí están hechas en función de los países de desarrollo relativo. Pero creemos que algunas de las con-
sideraciones son válidas tanto para los países más desarrollados como para los países más pobres.
Pensamos que plantear el tema de la equidad o la accesibilidad, de una manera concreta y sin caer
en la poesía, significa incluir esto dentro de una temática muchísimo más grande y amplia, como son to-
das las facetas que están en juego cuando hablamos del medicamento, porque eso nos va a dar una ma-
cro concepción, y de esa macro concepción quizás podamos sacar elementos de política que sirvan a la
accesibilidad y que puedan ser aplicados. Desde ya que todo aquel que tenga una sensibilidad social va
a estar de acuerdo en que el medicamento tiene que ser accesible a todo el mundo, no puede haber acá
una diferenciación. El problema básico es cómo hacer de eso una realidad. Queremos aclarar que hace
mucho tiempo que mucha gente venía diciendo que tiene que ser así. ¿Por qué entonces no logramos
esa accesibilidad? Creemos, desde nuestro humilde punto de vista, que es porque nos falta una visión
integradora del medicamento y de sus múltiples facetas.
El medicamento es un bien muy especial. ¿Por qué es muy especial? Es muy especial por lo que
dice Molina, cuando se consume un medicamento la verdad es que no se tiene la menor idea de lo que
se está consumiendo. No se sabe. Y esto significa una especie de consumidor ciego. El consumidor no
puede de ninguna manera tampoco juzgar, no pude juzgar la calidad de lo que está consumiendo, exi-
ge del gobierno un grado de intervención. El consumidor en la mayoría de las opciones sí tiene elemen-
tos para juzgar la calidad cuando se trata de la ropa o la comida. Con la comida uno puede por el olor,
el aspecto, el color, decir esto es bueno o esto es malo, decidir si lo compra o no. En cambio, con el
medicamento, aunque tenga mal gusto eso no significa que sea malo. Entonces los fabricantes pueden
decir cosas tales como "si usted ve que cambia el color de la tableta, consúmalo igual porque es exacta-
mente lo mismo".
Esto nos hace acordar a un tema parecido, que se plantea con el sistema bancario, si bien hay al-
gunos sanitaristas que se enojan con la comparación. El sistema bancario por fuerza tiene que ser un sis-
tema regulado por una intervención estatal. ¿Por qué? Porque la gente no sabe cuando deposita sus aho-
rros en un banco si ese banco va a quebrar. Entonces efectivamente tiene que haber un conjunto de re-
gulaciones. Paralelamente, de la misma manera que el consumidor no pueda juzgar en medicamentos
acerca de lo que está consumiendo, es un hecho que exige que el gobierno tenga un grado de interven-
ción y de regulación del mercado.
Luego el problema es ¿qué tipo de regulación? y ¿a qué apunta la política? Lo que les queremos
señalar con esto es que el medicamento sin política es casi un suicidio. Creemos que hay tres elemen-
tos que están generalmente aceptados como elementos claves en toda política de medicamentos.
* Lic. en Economía. Director Ejecutivo del Centro de Industrias de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos. CILFA
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Uno es la accesibilidad. Poca gente puede llegar a decir, aunque personalmente tenemos compu-
tadas dos declaraciones que son muy interesantes, en verdad hay poca gente que puede llegar a decir
directamente que el medicamento no le interesa, que lo fabrica y lo vende a tal o cual precio y el resto
que se arregle.
En medio de una lucha acerca de las patentes recordamos al presidente de una compañía interna-
cional muy importante, quien en una declaración que aparece reproducida en las primeras páginas del
New York Times, refiriéndose a una solicitada que nosotros habíamos publicado en Estados Unidos dijo
"Mi compañía se ocupa nada más que de fabricar y vender al mejor precio posible los medicamentos, del
resto que se ocupen otros". Creemos que esta posición es aislada y no la podemos generalizar.
La accesibilidad está allí, es un bien reconocido y un objetivo central. Menos se habla acaso acer-
ca de que, en verdad, la fabricación de medicamentos es un hecho económico y negar que la fabrica-
ción de medicamentos es un hecho económico es también disparatado, porque así como es disparatada
la declaración de este señor que dijo en definitiva "que se arregle otro yo lo vendo al más alto precio y
los demás que se arreglen.", también es disparatado negar que la fabricación de medicamentos es un fe-
nómeno industrial. Por lo tanto, es necesario aceptar algunas reglas de desarrollo industrial.
Veamos un ejemplo que ilustre lo que hemos dicho, alguien mencionó aquí una agencia interna-
cional, estábamos viendo unas declaraciones del presidente del Banco Mundial que estaba muy sentido
por la desigualdad de la pobreza en el mundo, y al respecto agregaba con mucha razón que estaba muy
preocupado por la situación de los países de menor grado de desarrollo relativo por su falta de accesi-
bilidad a los medicamentos esenciales. Entonces, relata que se ha formado una especie de corporación
cuyo objetivo es la donación de medicamentos. ¿Qué es lo disparatado de esto? Si nosotros a través de
las leyes internacionales destruimos las posibilidades que los países en desarrollo o de menor grado de
desarrollo relativo, tengan sus industrias, esos países van a tener que vivir de la caridad internacional.
Lo lógico, más para los presidentes de una organización mundial de esta magnitud, es tratar de cambiar
las reglas de juego para que haya producción competitiva de medicamentos en todos los países y que
eso haga accesible el mercado.
El tercer elemento que queremos remarcar son los criterios sanitarios. Sabemos que esto puede
molestar pero lo tenemos que decir. Hay criterios sanitarios y criterios sanitarios de control que son me-
ras barreras a la entrada de competidores al mercado. Personalmente estuvimos proponiendo en algún
momento que en cuanto a estos criterios sanitarios, habría que aplicar un poco la ley de rendimiento
decreciente de la que nos gusta hablar en economía. Es evidente que hay cierto nivel de regulación y
de criterio sanitario de control que tiene un rendimiento positivo. Pero cuando llegamos a un punto de
la curva donde esa regulación lo único que hace es mantener el nivel concreto y eficiente de control de
los medicamentos que están en vías de solución, esas regulaciones se convierten simplemente en barre-
ras en la entrada y lo único que hacen es atentar contra la sensibilidad.
ALTERNATIVAS Y PROPUESTAS
¿Qué estamos proponiendo? Acá tenemos que tener un trípode en el cual asentar la política de me-
dicamentos, que es la accesibilidad, que es el reconocimiento y el respeto del desarrollo industrial de
cada uno de los países de la producción competitiva de medicamentos y los criterios sanitarios lógicos.
Si queremos hacer un absoluto de cualquiera de estos tres elementos, contraponiéndolo contra los de-
más, lo único que vamos a lograr, desde nuestro punto de vista, es que esa política se desequilibre, pe-
ro termine cayendo la estantería.
Vamos a ilustrar este criterio de la simultaneidad de estos tres objetivos o criterios básicos con tres
problemas que creemos que están alrededor de esto: patentes, genéricos y desarrollo industrial y mar-
cas comerciales. No vamos a tratar ahora específicamente el tema de los medicamentos genéricos, sino
que señalaremos nuestros puntos de vista, así como respecto a los otros dos problemas.
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
LAS PATENTES
Tocaremos muy brevemente el tema de las patentes. Pensamos que en el mundo es hora que re-
visemos el sistema de las patentes, que esto sin duda es necesario. Este sistema de patentes que abso-
lutiza aquella posición de las empresas innovadoras y que el único objetivo que intenta conseguir es el
de dar rentas a favor de las empresas que desarrollan nuevos productos, creemos que no va más. No es
que no va más para los países en desarrollo, que lamentablemente han adoptado este sistema y que aho-
ra están sufriendo y van a seguir sufriendo problemas espectaculares. Incluso no va más en los países
desarrollados. Hay que buscar otro sistema de pago de la innovación. Observen que no estamos dicien-
do que no hay que pagar la innovación, hay que pagarla sí, pero de un modo distinto al de las mane-
ras tradicionales de pagarla a través del monopolio del nuevo producto.
¿Por qué hay que pagarlas de una manera distinta? Por dos causas fundamentales. En primer lu-
gar, cuando uno paga a un innovador a través del monopolio, lo que está haciendo es dándole permi-
so para que restrinja los términos, que los restrinja especialmente respecto de los altos precios y de allí
saque la renta para pagar o sobrepagar, no importa cuál de los dos casos, por aquella inversión que ha
hecho. La verdad que es una solución pésima al problema de pagar la innovación. Y al respecto se han
hecho estudios sobre esto donde se pensó que se podría derivar la misma cantidad de dinero al inno-
vador, no una cantidad menor, sino la misma cantidad de dinero a través de otros métodos.
Respecto a esas alternativas de financiamiento, Estados Unidos trabajó mucho sobre el modelo ca-
nadiense. Han ubicado trabajos que son muy interesantes, analizando el pre TRIP. Lo que ha hecho el
acuerdo TRIP es decir que no va a haber licencia automática, nos ha convalido la exclusividad monopóli-
ca. Respondiendo entonces a preguntas que se nos han hecho al respecto, aclaramos que personalmente
hemos realizado bastante investigación bibliográfica y algunos trabajos digamos de investigación académi-
ca sobre esto, que se han publicado en Argentina como "Métodos alternativos de patentamiento".
De la ampliación de la oferta y de esos menores precios se nutre la solución al problema mayor
que nosotros estamos planteando, que es el de la accesibilidad. Vale preguntarse cómo no vamos a te-
ner problemas de accesibilidad si estamos a través de las leyes de patentes monopolizando los merca-
dos de medicamentos. Porque ahora viene la segunda de las cuestiones. Lo que hay que entender es
que una vez que se monopoliza el mercado en los productos nuevos, se tiende a monopolizar el resto
de los mercados. Una vez que nosotros monopolizamos, o sea le damos la mayor cantidad de recursos
a aquellas empresas innovadoras, lo que estamos haciendo es darle el dominio del mercado farmacéu-
tico, aunque después empecemos a decir por qué los precios son tan altos y si son ellos los que están
actuando para derivar esos términos.
Se puede agregar que este es uno de los temas casi resueltos de la actividad económica porque
en el tema de patentes e innovación hay dos concepciones, hay dos formas de abordarlas. Una es los
que están a favor con el argumento de que la patente es un elemento crucial para asegurar el flujo de
capitales hacia la innovación, en el sentido que hay que retribuir el riesgo de la innovación. La otra co-
rriente doctrinaria que viene del lado del bienestar general que habla que los mercados deben ser com-
petitivos y no debe haber rentas monopólicas ni trabas, se puede decir que está irresuelta porque no
hay argumentos contundentes para un lado y para otro, porque reposa mucho sobre la magnitud de ca-
da una de las cosas.
Por ello escuchamos con mucha atención lo que dijo Ginés González García, al preguntarse cómo
vivir el futuro ante este tema del capital móvil, o el trabajo móvil en cuanto a que lo que queda es ren-
ta diferencial, y por otro lado la innovación y el monopolio organizado. Coincidimos en que no hay na-
da que quieran más los fabricantes que el monopolio, eso está en la regla número uno de la economía.
Pero es cierto que como él bien dice, además están pasando otras cosas, que generan movimientos mun-
diales como se vieran en Washington o en Seattle, con respecto a algunos temas que implican una mez-
cla de cuestiones económicas de los consumidores y de cuestiones morales, por ejemplo el patentamien-
to genético. Todo esto tiene una connotación positiva porque pretende reconciliar la reclusión genuina
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
del innovador con la idea de que no se convierta la patente en una reclusión monopólica. Y esto tiene
que ver con el hecho de que citemos a Watti, quien es un gran liberal que, por ejemplo, está en contra
del sistema de patentes y dice que fue un error haberla sancionado, pero como todo el mundo sabe más
que un error fue una imposición política.
LOS GENÉRICOS
Respecto del tema de genéricos, la obligación de prescripción por genéricos puede en nuestro cri-
terio considerarse como un subproducto de las patentes, y esto puede observarse cuando se analiza la
causa de esta obligación de prescribir así en algunos estados, como por ejemplo el caso de los Estados
Unidos. La verdad es que el sistema de patentes dice teóricamente que después de los doce, catorce
años de monopolio el precio debería caer al precio de competencia. Pero en los hechos esto no suce-
de así. Porque al monopolio general de las patentes se le une el monopolio económico de la marca. En-
tonces lo que se puede constatar es que incluso después que se finaliza la protección de las patentes
hay algunos productos que siguen subiendo de precio, con lo cual este sistema de patentes parece des-
naturalizado.
Hemos propuesto la inversa en algún momento. Y esto era gravar las patentes sobre genéricos pe-
ro no sobre una marca comercial. Por lo cual nos evitamos ciertos problemas como la obligación de sus-
tituir. Personalmente preferimos, podríamos documentarlo en otra ocasión en que dispongamos de más
tiempo, la competencia formal dentro de un régimen de patentes que no sea monopólico, pero una com-
petencia formal. No nos oponemos al genérico, pero nos parece que el genérico tiene que tener su lu-
gar adecuado, y que es distorsionar al mercado obligar a la receta del genérico u obligar a la sustitución.
Resulta claro que, si tenemos el monopolio asentado, no vamos a poder obligar a las instituciones a ac-
tuar en ese sentido.
Y enlazado con el tema general de los precios de los medicamentos, se da algo muy interesante,
porque tenemos dos graves errores cuando se acepta que en la Argentina los precios de los medicamen-
tos han aumentado. Esos dos graves errores es porque caemos en el error de tomar el precio promedio,
un precio promedio de los medicamentos que es una barbaridad como precio promedio, simplemente no
se puede tomar. El segundo punto es porque los medicamentos en la Argentina, sintieron la particularidad
de que no fueron liberados a la par que el conjunto de los demás precios y entraron al plan de converti-
bilidad con el precio controlado. El precio de los medicamentos bajo receta en la Argentina cuando todos
los precios de la economía se habían readecuado, en el momento del plan de reconvertibilidad que es don-
de empieza la estabilidad de precios en la Argentina, seguían controlados. Se reajustan durante 1991 y 1992,
entonces cuando tocamos la base en marzo del ‘91 que es el plan de convertibilidad tenemos un proble-
ma grave porque estamos tomando mal la base, tenemos que tomarla en el ’92, un error de política. Un
error muy claro de política de algunos funcionarios del gobierno que no quisieron asumir el costo de per-
mitir que los precios de los medicamentos se ajustaran antes del plan de convertibilidad.
EL FENÓMENO INDUSTRIAL
Hay que entender el segundo fenómeno que es el fenómeno económico, el fenómeno industrial.
Si no nos damos cuenta que acá hay una batalla entre pequeñas y medianas empresas, que hay que le-
gislar y hay que ayudarlas en términos nacionales para que eleven la competencia, y un grupo de em-
presas multinacionales que no son más de 28, 30 multinacionales que miran al mercado, entonces no
vamos a poder seguir hablando de accesibilidad, o al menos no vamos a concretar avances respecto a
la misma.
El punto esencial está en el último punto que marcó acá Raúl Molina, que es el acuerdo técnico. O
sea, si no apoyamos los esfuerzos que está haciendo la OMS y otros esfuerzos que estamos realizando en
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
otros lugares del mundo para cambiar las bases, entonces no nos quejemos del problema de la accesi-
bilidad. Casualmente las sensibilidades vienen del dominio que en el mercado ejercen este conjunto de
empresas multinacionales.
Pensamos en definitiva que las políticas vienen por las organizaciones multinacionales, pero las
políticas de medicamentos las tenemos que hacer a nivel nacional. Es necesario concientizarse que no
podemos a nivel nacional perder las batallas que permitan la existencia de una industria farmacéutica
independiente, legislada correctamente y que se entienda que requiere un cierto nivel de producción pa-
ra poder desarrollarse, para lo cual debemos contar con normas adecuadas de registro sanitario y de re-
gistro producto.
Y ver también que si además aceptamos las presiones que nos vienen del exterior para aumentar
artificialmente las normas sanitarias hasta tal punto en el cual ya caemos y pasamos a rendimientos ne-
gativos, estamos aceptando algo absolutamente negativo en términos nacionales, o sea normas que só-
lo favorecen a estas mismas empresas.
Si no avanzamos en todo eso que apretadamente hemos señalado, creemos que vamos a seguir
perdiendo, y en este caso perder significa privarnos de la posibilidad de accesibilidad y equidad en los
medicamentos.
CONCLUSIONES
Manuel Limeres
Hemos escuchado cosas muy densas, rescatamos lo que acaba de exponer Pablo Challú acerca de
un método alternativo al financiamiento monopólico de las patentes, a través de una regalía de carácter
generalizado, competitivo.
Señalamos de la presentación de Raúl Molina el problema de la orientación de precios. Añadimos
al respecto que la Unión Europea acaba de hacer un estudio sobre la convergencia de los precios de to-
dos los bienes en el marco de la Unión Europea, y los resultados muestran claramente que el producto
donde más dispersión interna de precios tienen los socios de la Unión Europea son justamente los me-
dicamentos.
Creemos que se ha hecho una buena descripción de la industria, uno de los problemas en los cua-
les destacamos la asimetría del comportamiento entre países industrializados y no industrializados apun-
ta particularmente a todo aquello que hace a las contraindicaciones y demás aspectos de farmacovigi-
lancia y uso racional de los medicamentos.
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
INTRODUCCIÓN
La equidad relacionada con la salud es un problema percibido por doquier como tal, pero es ex-
tremadamente complejo para ser abordado desde una única perspectiva o disciplina. Los economistas
nos sentimos incómodos frente a la equidad, tendemos más bien a refugiarnos en el análisis de la efi-
ciencia porque éste se ajusta a las formulaciones de optimización matemática con solución analítica que
conocemos, y posee la asepsia y objetividad científica que buscamos como técnicos. El turbulento mun-
do de la equidad es científicamente inseguro y dependiente, porque exige incorporar al análisis los va-
lores y las prioridades sociales. Exige entrar de lleno en el mundo de lo normativo.
Estas páginas contienen más preguntas que respuestas. Pueden considerarse una lista ordenada de
preocupaciones, más que un análisis formal y concluyente de la equidad. Son el resultado de un proce-
so de reflexión sobre el duplo equidad y salud, reflexión procedente de la periferia más remota de Eu-
ropa. Su valor añadido, si lo hay, se basa sobre todo en la capacidad cuando se mira a distancia para
apreciar con perspectiva la auténtica dimensión de la realidad. Nunca habíamos estado en América del
Sur hasta hoy.
* Dra. en Economía. Catedrática de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Directora del Master Univ. En Economía de
la Salud y Gestión Sanitaria.
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
peorando en vez de mejorar. El diferencial entre ricos y pobres se está ensanchando tanto entre países
como dentro de ellos, con los inevitables efectos adversos sobre la salud. Nuestra razón final es que hay
una evidencia creciente sobre lo que trabajadores de la salud y servicios sanitarios podrían hacer para
reducir los efectos negativos de la pobreza sobre la salud".
Importa también a las sociedades científicas europeas. La European Public Health Association ha
elegido para el 2000 como lema de su congreso anual "Reducir las desigualdades de salud en Europa".
CRITERIOS DE EQUIDAD
❑ Una cuestión cultural e ideológica
• Consenso social sobre los criterios de equidad: cómo la definimos
❑ Igualdad
• De acceso, de utilización, de gasto, de salud
• Equidad horizontal y equidad vertical
❑ Perspectiva: individual o agregada
❑ Alcance: ¿Igualdad para cuántos?
❑ Niveles : equidad geográfica, grupos sociales, de enfermedad, de edad
Tanto para la OMS como para el BMJ, la dimensión relevante es la conexión entre desigualdades
de renta y desigualdades en salud. Todos los países y sistemas, sean de seguros sanitarios o de Sistema
Nacional de Salud público y universal, presentan problemas de equidad, que al parecer van empeoran-
do. El Black Report de Gran Bretaña disparó la alarma en Europa hace ya décadas. Desde entonces, se
publican recursivamente más y más informes en el mismo sentido. Por ejemplo, la esperanza de vida a
los veinte años en Gran Bretaña es cinco años mayor para los profesionales que para los obreros ma-
nuales. La distribución de la renta y de la riqueza en el mundo tiende a la desigualdad, tanto en el in-
terior de los países como entre ellos. "El patrimonio neto de las 358 personas más ricas del mundo es
igual a la renta que acumulan en total el 45% más pobre de la población mundial" (Haines, 1997).
Hay varios niveles de análisis de la equidad, que generan diversos problemas de agregación. Son
los niveles micro y macro, individual y agregado. Si se opta por el nivel agregado, ¿con qué criterio de-
finimos el grupo?: renta, geografía, edad, nivel de salud?. Hay otras dimensiones de análisis de la equi-
dad en salud, además de la renta, que preocupan en Europa.
97
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Las nuevas tecnologías, cada vez más costosas, obligan a tomar continuamente decisiones de asig-
nación de recursos, decisiones que muchas veces son de sí o no. Hay una importante dimensión de equi-
dad horizontal, por grupos de pacientes, en estas decisiones. La equidad ha de ser incorporada a los
análisis de evaluación económica de nuevos programas y políticas de salud. La pregunta es cómo. Se es-
tá avanzando en esta línea.
La dimensión territorial de la equidad, y la distribución de los recursos financieros entre regiones,
es otra preocupación europea. Las fórmulas de reparto y financiación territorial de la sanidad pública es-
tá siendo mejoradas y matizadas, fórmulas que, como la británica (RAWP) tienen en cuenta indicadores
de necesidad (morbilidad por tipos de patología, estructura demográfica de la población, etc.) para co-
rregir el reparto basado en el criterio per capita puro. En España, un intento de 1997 en este sentido ha
sido infructuoso. Los repartos se acaban basando más en criterios políticos que en criterios "científicos".
La falta de equidad en salud es un problema generalizado en el planeta que requiere un abordaje simul-
táneo de doble enfoque, un esfuerzo científico y un esfuerzo político (Gunning-Schepers, L, 1998).
La propia lógica de la construcción europea conduce a igualar los derechos y el acceso de todos
sus habitantes a la sanidad y a la salud en condiciones homogéneas. Hay un problema grave de desi-
gualdad pendiente respecto a los países del Este, que no estamos siendo muy capaces de resolver.
Otra dimensión de la equidad que importa en Europa es la intergeneracional, que cobra mayor
preocupación a medida que las poblaciones de los países europeos van envejeciendo.
Por último, hay cierto debate en torno a la dimensión de la equidad como mérito: ¿pagan su fac-
tura los fumadores, es decir, el Estado recupera cobrando impuestos sobre el tabaco, lo que gasta en fi-
nanciar tanto la asistencia sanitaria como las prestaciones económicas a los fumadores atribuibles al ta-
baquismo? (González B, P Barber y E. Rodríguez, 1998). En Gran Bretaña ha habido algún peligroso in-
tento de discriminar a los obesos como candidatos a la cirugía cardíaca.
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Surgen problemas de agregación cuando se pasa del nivel individual al de grupo. Una dificultad,
bien conocida pero demasiadas veces olvidada, para estimar empíricamente la relación entre salud y ren-
ta es que una relación no lineal a nivel individual da lugar a una relación agregada –regional, por ejem-
plo- en la que la salud promedio depende del grado de desigualdad en la distribución de la renta. En es-
te caso, un aumento de la renta de una persona "produce" fuertes mejoras de salud cuando el nivel de ren-
ta es bajo, pero una vez se alcanza cierta cota de ingresos, los incrementos de éstos apenas repercuten, o
lo hacen negativamente, en la salud. Ni la renta de los demás ni la distribución de los ingresos en la co-
munidad intervienen como determinantes de la salud individual, pero hay una relación matemática que pa-
rece indicar lo contrario. Se incurre en un "error de composición" (fallatia compositionis), al atribuir al co-
lectivo propiedades o características que solo son válidas cuando se refieren a sus miembros.
En este nivel de análisis, el de grupo, y particularmente cuando se comparan países o regiones, se
enfrentan dos hipótesis alternativas, las de la renta absoluta y la renta relativa respectivamente. ¿De qué
depende el nivel de salud de una persona, o el nivel medio de salud en un país, de la renta o bien de
su distribución, más o menos igualitaria?. Diversos estudios para USA, recogidos en un número mono-
gráfico del BMJ de 1997, apoyan empíricamente la hipótesis de la renta relativa: lo que determina el ni-
vel de salud medio en un Estado y predice mejor las tasas de mortalidad evitable es la desigualdad en
la distribución de la renta y la riqueza.
Descubrir cuáles son los grupos vulnerables, en cuanto a riesgos, genéricos o específicos, para la
salud es uno de los objetivos que una sociedad debería acometer para elaborar su estrategia de lucha
contra la inequidad. ¿Es la renta, o es la raza, o es el bajo nivel educativo, el principal factor de riesgo
para la salud aquí y ahora?. La evidencia empírica sobre desigualdades de renta en Europa se refuerza
con la constatación de que las diferencias de renta impiden el acceso a la educación, pero a su vez, co-
mo hemos demostrado en un estudio, los principales impedimentos para el acceso a la educación son
de tipo cultural, al menos en los países europeos que ejercen la filosofía política del Estado del Bienes-
tar, como ocurre en España (González B y D Davila, 1998).
Un tema que merece, a nuestro juicio, reflexión y debate es el de la comparabilidad del análisis
de las distribuciones de salud y de las distribuciones de renta. Se puede repartir la renta generada en
una comunidad, en una especie de juego de suma cero, redistribuyéndola, quitándosela a unos para dár-
sela a otros, a lo Robin Hood. Pero eso no se puede hacer con la salud (excepto los vampiros). Así que
la distribución de los niveles de salud de las poblaciones no debe medirse con el instrumental que ha
sido diseñado para medir concentraciones de renta. Si la equidad se define por medio de la igualdad en
los indicadores de salud, ¿debe entenderse que es inequitativo el consejo médico de dejar de fumar por-
que lo aprovechan mejor los más educados y por lo tanto mejora la salud de éstos sin afectar en cam-
bio a los niveles de salud de los no educados, y en consecuencia aumenta la desigualdad en la salud?.
La compleja relación entre nivel de salud, desigualdades en salud, nivel de renta y desigualdades
de renta necesita ser ulteriormente estudiada (Contoyannis y Forster, 1999). Estos autores proponen un
marco general para analizar cambios en la distribución de la salud de una población, en la que la salud
individual es una función de la renta, condicionada a las conductas productoras o destructoras de salud.
La salud esperada de una persona depende de su propia función de producción de salud individual pe-
99
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
ro también de la distribución de la salud entre los individuos de una sociedad. Un resultado interesante
del trabajo es que, bajo ciertas condiciones, las campañas de promoción de la salud y los crecimientos
equiproporcionales de la renta hacen aumentar el nivel medio de salud de la población pero también el
grado de desigualdad de la salud y que estas respuestas son independientes del grado de igualdad en
la distribución de la renta en la sociedad.
NUEVAS TECNOLOGÍAS
❑ Nuevas tecnologías, costosas y en competencia por fondos
limitados. Innovación tecnológica y asignación de recursos:
necesidad de elección
❑ Criterios para asignar los recursos públicos y conflictos
entre eficiencia y equidad
• AVACS y equidad, en su infancia
❑ Primero necesitamos saber qué queremos, luego cómo
hacerlo: los valores sociales
• Sanidad extensiva frente a sanidad intensiva
100
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Se han propuesto y puesto en marcha en distintos contextos algunas fórmulas de financiación re-
gional de la sanidad que, ajustándose a los principios de suficiencia y equidad, reparten el presupuesto
según necesidad, en la línea de la tradición británica de reparto territorial (RAWP). Las variantes de los
distintos modelos afectan a la matemática del reparto y a los indicadores seleccionados, que han ido me-
jorando y depurándose a lo largo del tiempo en la medida en que los sistemas de información se van
sofisticando y afinando. Se suelen incluir indicadores de morbilidad y mortalidad, socioeconómicos (vi-
viendas sin agua corriente, por ejemplo); demográficos (porcentaje de mayores de 65 años) y otros.
El problema fundamental de las fórmulas ad hoc de reparto es que se basan en indicadores discu-
tibles, no sólo por su fiabilidad, sino incluso porque el criterio de equidad territorial subyacente no es-
tá ni claro ni consensuado. Además, se trata de una cuestión política, competencia del Parlamento y con-
taminada con consideraciones ajenas a los principios de suficiencia y equidad.
Otras propuestas más recientes se basan en la idea de separar dos fondos, uno ordinario y otro
extraordinario. El primero se distribuiría según el criterio per cápita, con ajustes ad hoc para incorporar
el elemento demográfico y diferenciales de costes (docencia de postgrado, Centros de referencia Nacio-
nal, Atención sanitaria a desplazados y eventualmente diferenciales de precios a nivel regional). En el
reparto del fondo extraordinario se corregirían las desigualdades según indicadores de "necesidad".
La primera gran cuestión subyacente es acerca del grado de homogeneidad conveniente a los sis-
temas de salud de los países integrantes, pero la segunda cuestión, de mayor calado, se refiere al tipo
de sistema sanitario que unificará una Europa actualmente dividida en zonas de Servicio Nacional de Sa-
lud, herederas de los principios y de la práctica del Estado del Bienestar, por una parte, y otras zonas
que tienen una arraigada tradición de funcionamiento de compañías aseguradoras.
Durante los próximos años viviremos con las tensiones inevitables de un conflicto que hasta aho-
101
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
ra estaba aletargado, entre lo público y lo privado, entre el mercado y el Estado, entre el derecho a la
libertad de elección de los ciudadanos, como consumidores racionales y soberanos, y el derecho a la
protección de la salud por el Sector Público, como bien tutelar de cuyo acceso en igualdad de condicio-
nes no se puede privar a nadie. Será ésta una "guerra fría" de resultado incierto, en pro de la conver-
gencia, que sufriremos probablemente a lo largo de los próximos años.
LA EQUIDAD INTERGENERACIONAL
Un problema que preocupa a Europa (Weizsäcker, 1996) es el impacto del envejecimiento sobre
la distribución de la renta. El envejecimiento es una tendencia demográfica en el mundo industrializado
y en particular en Europa, donde la llamada cuarta edad (mayores de 75 años) está aumentando su par-
ticipación y los índices de dependencia (número promedio de personas que no trabajan por cada traba-
jador en activo) se disparan.
Se presentan dos tipos de desigualdad, la intrageneracional y la que se da entre generaciones dis-
tintas; la desigualdad transversal y la que se produce a lo largo del ciclo de vida. Algunos efectos de la
desigualdad se relacionan directamente con aspectos demográficos, y otros solo indirectamente se rela-
cionan con ellos. Por otra parte, se diferencia entre la renta actual y los flujos de renta distribuidos a lo
largo de todo el tiempo de vida de las personas.
Los sistemas de salud son sistemas redistributivos de renta muy relacionados con la edad. La pre-
gunta es: ¿cómo se comparten las cargas de sustentación del Estado y del gasto público entre generacio-
nes?; ¿Las sociedades que están envejeciendo tienden a la desigualdad?
EQUIDAD INTERGENERACIONAL
❑ La vieja Europa está envejeciendo
• ¿Consecuencias sobre la distribución de la renta?
• ¿Consecuencias sobre el sistema de salud y la equidad?
• ¿Cómo se comparten las cargas de sustentación del Estado y del gasto público
entre generaciones?
• ¿Las sociedades que están envejeciendo tienden a la desigualdad?
❑ Distinguir equidad:
• Transversal (hoy los jóvenes "pagan" a los viejos)
❑ Intrageneracional (a lo largo del ciclo de vida)
❑ Trampas comunes: ¿Los ancianos gastan más en asistencia sanitaria?
❑ Hay otros problemas de equidad intergeneracional:
• Formación y empleo de los profesionales sanitarios y sus desequilibrios
dinámicos (el caso español)
102
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
103
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
países, con datos del informe sobre desarrollo mundial. En su trabajo estima la pérdida de bienestar que
surge de la desigualdad interna en los países, que es aproximadamente el 40% de la pérdida causada
por la desigualdad entre naciones.
No es un buen ejemplo a imitar el de Estados Unidos, cuya atención sanitaria está plagada de ejem-
plos de injusticia racial contra los negros y los hispanos (Freeman, HP y R. Payne, 2000) que, lejos de
disminuir, parecen estar agravándose. La evidencia empírica sobre la falta de equidad en salud entre gru-
pos de renta en USA es abrumadora (Kaplan y otros, 1996; Kennedy y otros, 1996).
La experiencia europea de lucha por la equidad puede orientar la dirección de los esfuerzos en
Latino América. La equidad en salud ha de estar en la agenda política de los gobiernos de los Estados y
Regiones y ha de clarificarse a cuánto crecimiento económico a corto plazo está dispuesto a renunciar
104
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
un país en pro de alcanzar mejores cotas de equidad en salud. En nuestra opinión, es mejor para Lati-
noamérica mirar hacia Europa que hacia el norte de América y aprender no sólo de las experiencias eu-
ropeas, sino de otras exitosas en determinados países en desarrollo (Birdsall y Hecht, 1995).
Debemos evitar estereotipos comunes, tales como asimilar público a equitativo. Una publicación
reciente de la OMS (Bennett, Quick y Velásquez, 1997) ilustra, para el sector farmacéutico, este tema.
Aunque en muchos casos y países la mayor parte de las acciones efectivas para mejorar la equi-
dad caen fuera del sector sanitario, el proveer de forma costo - efectiva los servicios básicos puede me-
jorar la salud en condiciones de extrema pobreza. Los dos paquetes propuestos por el Banco Mundial
en 1993 para países en desarrollo, el asistencial y el de salud pública, son buenos ejemplos.
La capacidad de desarrollo de un país depende en parte de tener resueltas, al menos hasta cierto
nivel, sus desigualdades. Siguiendo la línea argumental de la OMS sostenemos que el desarrollo econó-
mico también depende de la salud y que los gastos en salud son una inversión costo - efectiva en el ca-
pital humano de las naciones, posibilitando que las personas sean capaces de contribuir activamente al
pleno desarrollo económico y social y a disfrutar de una calidad de vida satisfactoria.
Con todo, nadie aprende en cabeza ajena o, para ponerlo en palabras del poeta español Antonio
Machado: "caminante no hay camino, se hace camino al andar". Esta es la lección europea.
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106
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Aldo Neri*
* Médico Sanitarista. Vocal de la Asociación de Economía de la Salud de Argentina. Pte. de FUALI. Ex Ministro de Salud de la Nación
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
que lo hace. La eliminación del parásito no sólo produce un efecto positivo sobre la economía porque
el trabajador incrementa su capital humano, sino porque tiene una gran equidad en cuanto a que mejo-
ra principalmente la situación de los que están peor en términos de inserción social. Ahí la cuestión es
más o menos clara: mejora el capital humano, la productividad de la economía y mejora la equidad.
En términos más generales, el Banco Mundial nos dice en base a un estudio bastante extenso que
abarca varios países, que el crecimiento económico depende casi en sus dos terceras partes del capital
humano, y el resto de todo lo que es el capital físico y el capital financiero. Entonces, cuando decimos
casi en sus dos terceras partes, el número que da es el 64%. Aunque se tenga alguna duda sobre la pre-
cisión de esta cifra para estudios tan complejos como el que habrán hecho en estos países, de todas for-
mas es una orientación en cuanto al valor que se le da al tema del capital humano visto como lo defi-
nen los economistas. Esto no es una evaluación desde la filosofía moral sino que es una evaluación de
carácter económico-productivo.
108
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
mía, ni mirándola desde cómo influye la economía sobre la salud. Esto queda bastante claro en trabajos
muy interesantes como los de Amartya Sen, economista y filósofo hindú, ganador del Premio Nobel. Una
de las cosas que Amartya Sen ejemplifica internacionalmente y con algunos estados de la India, es la fal-
ta de coherencia entre el desarrollo de la economía y el nivel de salud que se observa muchas veces.
Cita el ejemplo del Estado de Kerala, que es uno de los estados de menor ingreso per cápita de la In-
dia y sin embargo es uno de los estados que tiene mejores indicadores en términos de mayor expecta-
tiva de vida, menor mortalidad infantil y mejores índices de alfabetización. Esto no depende de su eco-
nomía sino de la mejor distribución de lo poco que tienen y de una serie de factores político - cultura-
les que han sido históricos en ese Estado, y que no hacen solamente a la distribución del ingreso, sino
que tienen que ver, por ejemplo, con una inserción de la mujer en la vida social mucho más alta que en
cualquier otro Estado. Al respecto es bien sabido que si hay una correlación franca en cualquier socie-
dad del mundo, ésta se da entre el mayor nivel de alfabetización de las madres y el menor nivel de mor-
talidad infantil. Esto hace a la preocupación por la nutrición y los aspectos del saneamiento, difusión de
la vacunación, etc. Todo esto explica indicadores sociales muy superiores a lo que se podría esperar de
acuerdo con el ingreso per cápita. Esto lo da Sen como ejemplo para desarrollar toda una serie de con-
secuencias de carácter incluso filosófico.
109
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
de es socialmente más peligroso. No sabemos si hay algún otro país que registre tantas internaciones
por iatrogenia en su sistema hospitalario como registran los Estados Unidos. Obviamente a ellos los des-
merece esto por tener buenas estadísticas, en otros países no está suficientemente estudiado pero en to-
do caso es una realidad que las internaciones por iatrogenia, o sea por perjuicio ocasionado a partir del
sector de servicios médicos, pesan mucho en Estados Unidos.
Se nos ha preguntado si está evaluado a nivel nacional el impacto de los costos que tiene un cre-
cimiento de la población médica del 4,5% anual contra un 2,5% de crecimiento vegetativo del país, y có-
mo puede resolverse en la ecuación equidad, eficiencia y calidad esa superpoblación, y desempleo mé-
dico, agregando qué influencia podría tener esto en los dos puntos altamente preocupantes con respec-
to al uso de medicamentos.
Francamente, no tenemos números para dar una respuesta absolutamente seria, en realidad lo que
podemos es tener impresiones. Desde una visión impresionista no sabemos cuánto incide la sobreofer-
ta profesional en términos de gasto, quizás ahora incida menos que antes porque hay muchos mecanis-
mos que son bastante perversos, pero son mecanismos de control en el sistema. Pero estamos absoluta-
mente seguros que incide en la calidad del servicio que la gente está recibiendo. Para decirlo de otra
manera, creemos que la calidad de nuestras profesiones ha caído notablemente en Argentina. Esta so-
ciedad se resiste a ponerse las pilas y a pensar que la formación, que es algo que cambia como lo men-
cionara Ginés González García, en plazos muy largos, hay que encararla con mucha responsabilidad de
futuro. Por el momento no es un problema meramente del gobierno de turno. Los gobiernos tampoco
actúan porque no sienten para nada que haya comprensión social de este fenómeno. Entonces, como
mucho le recriminaríamos a los gobiernos el no inducir esta discusión.
110
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
El tema de la responsabilidad del sector profesional tampoco tiene que ver exclusivamente con el
medicamento. Lo que pasa es que en definitiva se piensa que la mayor o la menor utilidad social de la
prestación directa de servicios médicos, y al hablar de utilidad social nos referimos a todo, lo que quie-
re decir que mejoría de la salud de la gente también, lo que quiere decir el impacto sobre el crecimien-
to de la economía y sobre un desarrollo con equidad, depende del marco organizativo, normativo y has-
ta moral en que se da la prestación. Entonces, en este marco atomizado, competitivo en el peor de los
sentidos de la competencia, porque está casi descartada la competencia intelectual y de prestigio lamen-
tablemente por la puja distributiva planteada solamente la competencia económica, hay muchas cosas
que son superfluas para un sector de la población y para los grandes números del funcionamiento del
sector. Al mismo tiempo tenemos otro grupo de población que está desabastecido, que no se puede dar
el lujo de la inflación, que no puede abusar del medicamento, que no puede abusar del recurso tecno-
lógico, porque está recibiendo servicios en un marco todavía peor de la organización de la medicina.
Rescatamos el aporte que acaba de comentar Armando Reale. A veces parecería que el tema me-
dicamentos se analiza casi de una manera estática. La farmacología del futuro no es la de hoy. Va a ha-
ber menos investigación y más costo de producción. Ya hay algunos ejemplos de este tipo de innova-
ciones en medicamentos y estos van a ser menos accesibles, y no son medicamentos que dependen de
la discrecionalidad prescriptiva. Tienen una indicación tan precisa que inhibe la discrecionalidad pres-
criptiva. Pero sí van a ser inaccesibles para mucha más gente. Entonces, pensando a futuro este tipo de
problemas casi diríamos que minimiza algunas variables pero profundiza otros problemas que es preci-
so comenzar a pensar cómo abordar.
No obstante, estamos de acuerdo en que no podemos tomar variables sueltas. El ejemplo del me-
dicamento fue absolutamente teórico. Queremos decir que para que estas utilidades sociales se cumplan
nosotros tenemos que plantear realmente una reformulación de cómo funciona el médico, cómo indica
recurso de diagnóstico y tratamiento –entre ellos el medicamento- y cómo se amolda a un sistema pro-
gresivamente diferente, incluso todo el aparato productivo de servicios. Para mantenernos en el tema del
medicamento, estamos a favor de la industria pero también esperamos una industria que dependa cada
vez más de su capacidad exportadora porque mirando solamente hacia el mercado interno, nunca va-
mos a tener con treinta y cinco millones de habitantes una gran industria químico - farmacéutica en Ar-
gentina. Ya el Mercosur da otra visión y la exportación otras posibilidades mejores. Lo mismo en mu-
chos otros rubros. El tema es si van a pensar las cosas desde un achicamiento, desde el defender sus in-
tereses cada vez más empobrecidos por la puja distributiva o si vamos a un esquema de expansión, pe-
ro de expansión saludable también para nuestra gente.
❑ En Argentina tenemos que de la población de menores de 5 años, alrededor del 43% es-
tá por debajo del nivel de pobreza medido por ingreso.
111
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
❑ Pero además para vincular esto con salud, el nivel de cobertura de ese 43%, fuera de la
cobertura universal que ofrece el hospital público argentino, es tremendamente más ba-
jo que el de ese 13% mayor de 60 años, que en una proporción mayoritaria está cubier-
to por algún sistema de seguro (obra social, PAMI, etc.). Este es un dato que tiene que
ver directamente con el acceso a los servicios directos de salud y es un dato de cómo es-
tos dos grupos poblacionales pueden afectar e incidir en el desarrollo económico en un
marco de equidad.
Volvamos a la pregunta ¿qué servicios? Si hablamos de un país que se puede enorgullecer de te-
ner el 97% de los partos institucionales, pero que tiene una mortalidad materna y perinatal que no con-
dice con este dato, que por cierto indica la mayor proximidad del sistema con la gente en un momen-
to crítico de necesidad de una cobertura adecuada, hay algo para profundizar. Acá hay un dato que no
es cuantitativo, sino que es cualitativo. Esto es calidad de servicio. Aunque no podamos saber muy bien
lo que pasa en todos los casos podemos ver que hay un deterioro fuerte de los servicios que estamos
brindando a la gente, para no hablar de los que no llegan al servicio.
Cuando se nos pregunta cómo vemos la estrategia de la atención primaria de la salud como herra-
mienta en el marco de lograr mayor salud y más equidad, para comentarlo brevemente, creemos que al
hablar de atención primaria lo que se está planteando es una reformulación del conjunto del sistema y
no solamente del primer nivel como se habla clásicamente. Es como una concepción distinta de la pres-
tación médica en el sentido amplio, y no solamente lo que hagan los médicos sino lo que hace el siste-
ma de servicios de salud. Nos parece que es un camino inteligente para encontrar un punto de equilibrio,
entre una mejoría de la calidad científico humanística que estamos ofreciendo a través del sistema y una
sana economía del sistema.
Volviendo al tema del gasto y los servicios médicos, diríamos que a esto le debemos sumar algu-
nos otros datos, como por ejemplo que viene creciendo el gasto directo de las personas en salud en tér-
minos proporcionales, en tanto que se achica el gasto socializado; debemos estar muy cerca de que la
mitad de lo que gastamos los argentinos en servicios directos de salud es gasto de bolsillo, que es un gas-
to muy poco equitativo. Esto aparece bastante claro en las encuestas de hogares. El gasto en salud viene
creciendo en las familias pobres en Argentina, principalmente con motivo del gasto de bolsillo en medi-
camentos, porque son las que tienen menor cobertura.
Ahora, visto esto globalmente, nuestra impresión es que el impacto positivo de los servicios direc-
tos de salud sobre el desarrollo económico en un marco de equidad en una sociedad como la Argentina,
es por lo menos bastante limitado. Si se lo vincula con lo que es el gasto social global, y al respecto Re-
mes Lenicov señalaba las características de la evolución del gasto social en Argentina en la década pasa-
da, coincidimos con él que el gasto social creció en la década pasada. Sin embargo, faltaría aclarar que
el grueso del incremento del gasto social en la década de los ´90 en Argentina corresponde a previsión
social. Y en una escala mucho menor a educación y salud que son los otros rubros gordos del gasto so-
cial, y después hay una cantidad de rubros menores. También es cierto lo que dijo Remes, al señalar que
el gasto en servicios públicos de salud creció en Argentina en la década de los ´90 en parte porque exis-
te una mayor presión de demanda sobre el sector estatal, como consecuencia de la pérdida de cobertu-
ra de los sectores de obras sociales y el empobrecimiento global de la mitad de abajo de esta sociedad,
en términos de niveles de ingreso.
112
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Los economistas nos muestran que este gasto social, independientemente de que ha crecido con
esas características, es muy poco progresivo en el sentido que se beneficien más los que menos tienen.
El gasto es apenas progresivo. Hay algunos rubros que son claramente progresivos, benefician más a los
más pobres y menos a los sectores medios y altos, como por ejemplo la escuela pública primaria y se-
cundaria, no la universidad. Esta última es claramente regresiva en términos de gasto social. El hospital
público es progresivo. El sistema jubilatorio es fuertemente regresivo, incluso para los que están adentro
del sistema. El sistema de asignaciones familiares es regresivo en la Argentina, no sólo porque no inclu-
ye a una proporción mayoritaria de las familias Argentinas, sino porque se benefician más los estratos me-
dios y altos en los casos de los que están adentro de este sistema. El sistema de pensiones no contribu-
tivas es regresivo, las pensiones graciables que otorga el Congreso y Desarrollo Social llegan insuficien-
temente a los sectores que más las necesitarían. El FONAVI31 es históricamente regresivo en Argentina, los
sectores medio bajos y medios son los más beneficiados y no los sectores más desprotegidos. El sistema
de obras sociales es regresivo en la Argentina. Todo esto permite ver que nos enfrentamos a un proble-
ma de estructura social global serio. Y dentro de ese paquete, sin diferenciarse del mismo, está salud.
El crecimiento de la desigualdad social empieza antes, aproximadamente a mediados de los seten-
ta, pero se profundiza y se acelera en la década de los noventa, a pesar de que éste es un período de
claro crecimiento de la economía Argentina. El crecimiento global de la desigualdad social es un dato
estructural que no podemos abordar unilateralmente o sectorialmente, pero sí tenemos que entender que
salud está en ese paquete, y es muy difícil conjeturar que en Argentina los servicios directos de salud
son positivos a un desarrollo económico con equidad.
El tema de la desigualdad y el tema del crecimiento de la pobreza no son iguales y tienen una
cierta autonomía. En Argentina crecieron las dos cosas. El crecimiento de la violencia, por ejemplo, tie-
ne mucho más que ver –esto está estudiado en varios países del mundo- con la mayor desigualdad que
con la mayor pobreza. Este es un fenómeno psicosocial con el que tenemos que estar alertas.
Desde lo social ¿qué ayuda a disminuir la desigualdad y la pobreza? Ayuda la seguridad social, una
concepción moderna, aggiornada de la seguridad social. No ayuda la asistencia. El asistencialismo es pa-
liativo pero no tiende a revertir ninguna de estas condiciones de lo social. Al contrario, lo que es peor
es que puede tender a cristalizarla. Mucho peor aún es cuando en esa cristalización del asistencialismo
como respuesta a esa mayor desigualdad y mayor pobreza, se enancan intereses partidarios para conso-
lidar esa dependencia de sectores de la población de la dádiva. Entonces, esto es particularmente preo-
cupante en un país donde el desarrollo capitalista -y esto vale para buena parte de América Latina- em-
pieza a ser un desarrollo casi manchesteriano desde el punto de vista de lo social. Los argentinos po-
bres mayoritariamente trabajan. Se parecen un poco a aquel proletariado de Carlos Marx.
Es cierto que nosotros tenemos casi un 14% de desocupación abierta, y que el 20% o el 25% más
pobre tiene casi el doble de desocupación abierta. Pero el otro 70% o 75% son pobres que trabajan, pe-
ro aún así están por debajo de la línea de pobreza, y esto es muy primitivo en términos de modelo de
desarrollo capitalista. De alguna forma con la evolución del modelo de capitalismo que teorizaron mu-
chos autores, hay una regresión en este perfil de lo social. Recordamos que uno de ellos, Nicolás Kal-
dor, un neoclásico de gran envergadura y de mucho talento, decía que la expansión en países nuevos
con economías en etapa de modernización necesariamente generaba esto que estamos viviendo: un em-
pobrecimiento, un crecimiento de las desigualdades y después recién toda la vieja teoría del rebalsa-
miento de la prosperidad, que nadie vio pero que fue pronosticada desde hace mucho tiempo.
113
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
REFLEXIONES FINALES
En concreto, la discusión del impacto en la economía con equidad de los servicios directos de sa-
lud tiene que ver también con la rediscusión de en qué modelo de capitalismo queremos insertarnos. No
hay un capitalismo, hay muchos. En buena medida el perfil que rige o que orienta cada sociedad es un
perfil definido políticamente por esa sociedad. Estas no son fuerzas inexorables de la historia, sino que
son procesos que dan margen a cada sociedad para que se ubique y se oriente según sus preferencias.
Esta sociedad, no entramos para nada en la interpretación del por qué, ha sufrido un crecimiento
de la desigualdad, un crecimiento de la pobreza y esto también afecta la utilidad de los servicios de sa-
lud. Esta polarización social también se está dando en cantidad y calidad en materia de los servicios de
salud, y por ende su impacto sobre una economía con equidad es mucho menos positivo. En definitiva
lo que discutimos es el modelo de capitalismo que incluye obviamente un perfil social al que queremos
llegar. Para esto está la economía, para ser un instrumento hacia un perfil social.
Para cerrar, creemos que esta discusión de alguna forma condiciona la vigencia misma de las insti-
tuciones democráticas, e incluso diríamos que también condiciona el éxito en el mediano y largo plazo
del funcionamiento de la economía. Sólo han conseguido economías sostenibles y prósperas aquellos paí-
ses que pudieron redistribuir a tiempo, que pudieron generar mayor cohesión social, que pudieron ele-
var su capital humano y social. Esos países han podido demostrar en el mundo que hace falta algo más
que crecimiento para transformarse en un país próspero.
114
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
INTRODUCCIÓN
Compartimos con Aldo Neri el abordaje y discusión de la contribución de la salud en el desarro-
llo económico en un marco de equidad, y tanto lo compartimos que luego de su exposición, lo prime-
ro que me viene a la mente es una poesía española que dice "tengo de ti lo que me dejas", y justamen-
te por eso trataré de circunscribirme a los temas que me dejó, pero a diferencia suya seré explícitamen-
te sectorial en mi abordaje.
En principio, que quienes no venimos del área económica hablemos de este tema es seguramen-
te un intento de hacer a la economía un poco más saludable, y la intención acaso sea muy ambiciosa.
Es real que toda la teoría del capital humano, que en nuestro caso comenzáramos a leer antes de que
se llamara así con algunos autores como Schultz, premio Nobel de economía y autor de "Cómo invertir
en la gente", nos llevó a empezar a explorar la idea de cómo podíamos quienes trabajamos en el sec-
tor salud, dejar de ser considerados habitualmente "los gastadores" en la discusión política. Es-
ta idea implicaba de un modo bastante apriorístico la noción de improductividad, casi de mal necesario,
sólo con fundamentaciones de valores morales y éticos que las sociedades deciden priorizar. Parecía ad-
mitir no obstante, una cierta desvinculación con la racionalidad económica y con el desarrollo propios
de la economía. Y por lo tanto, implicaba una carga de la sociedad y un peso desde la mirada econó-
mica pues significaba destinar recursos para áreas que no contribuyen a la creación de la riqueza.
Esta era la idea que del sector salud se tuvo claramente y sólo en los últimos años empezó a cam-
biar. Esta idea surgió por varias razones. Desde ya hubo teorías económicas que intentaban demostrar
que las mejoras masivas e importantes del estado de salud de las poblaciones a nivel mundial tuvieron
más relación con el nivel general de la evolución económica que con los estrictos aportes de la medici-
na organizada. Históricamente fue un hecho muy anterior a la atención médica, relacionado con facto-
res tales como la disponibilidad alimentaria o las mejoras de saneamiento ambiental, en las que la in-
fluencia de la economía en cuanto a formas de producción y distribución de bienes y servicios se reco-
noce como protagónica. Pero lo cierto es que a partir de estos conceptos cuya realidad admitimos, co-
menzaron a derivar juicios o prejuicios que denotaban una cierta descalificación y conducían a conclu-
siones tales como que nosotros éramos ineficientes, gastadores y además muy poco efectivos. Estas ideas
se pueden ver plasmadas en la literatura, particularmente en la década del ´70, cuando casi diríamos que
pasó a estar de moda tal tipo de abordajes y planteos.
Ahora bien, creemos que esto no es ni fue tan cierto, aún remontándonos a la antigüedad. El pro-
greso y grandeza de algunos de los grandes imperios de Occidente, como el Romano, tuvo mucho más
relación en su gestación con los ingenieros romanos, que secaron los pantanos y permitieron que no
hubiera paludismo, que con la capacidad de su ejército. Y fue a partir de lograr mejores condiciones de
salud que los romanos empezaron a construir el imperio más grande de su tiempo. No obstante, esto no
garantizaba nada porque también el hombre más importante de su tiempo y el que más dominio tuvo
115
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
sobre cualquier lugar de la historia, Alejandro Magno, murió después de conquistar el mundo por la mis-
ma enfermedad controlaron los romanos: el paludismo. Pero una mirada más extendida, muestra como
esos logros progresaron en las civilizaciones posteriores e influenciaron la calidad de vida y salud de las
poblaciones que siguieron en el tiempo.
116
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
no sería un delirio pensar que vamos a poder tener una especie de clon de nosotros mis-
mos, un muletto en los boxes como los autos de carrera, con el que en algún punto de
nuestra vida pudiéramos en lugar de cambiar neumáticos o suspensiones, cambiar un ri-
ñón, alguna articulación u otros órganos envejecidos. Piensen que los temas más difíci-
les que se dan hoy en el campo de los transplantes no están relacionados precisamente
con la tecnología fáctica, sino con conseguir el donante o el órgano y que no tenga re-
chazo inmunológico. Desde esta perspectiva, clonarse uno mismo y tener un repuesto
puede ser una hipótesis absolutamente posible en términos técnicos. Lo que todavía no
está determinado es cómo vamos a hacer con el cerebro que es la esencia de lo que so-
mos. En este caso sí que, Alzheimer y otras demencias seniles mediante, no existe toda-
vía una solución para prolongar su vida útil o para recambiarlo. Pero el resto ya técnica-
mente lo tiene. Seríamos como los aviones que van renovando preventivamente sus pie-
zas en forma parcial cuando aún funcionando están llegando al final de su vida confiable.
❑ Hay una tercera consideración ya no tanto del orden económico sino ético, que es la va-
loración que la sociedad le da a ese capital. Hay un sistema de valores en las sociedades
que hace que el valor de los cuerpos no sea igual que el de otros activos, tanto financie-
ros como físicos. Nos parece que, sin perjuicio que los compromisos sociales, las valora-
ciones sociales y las solidaridades recíprocas que tenía el mundo hace veinte o treinta
años atrás quizás se hayan desdibujado un poco inclusive en nuestro país. Sigue siendo
todavía una presencia constante en cualquier democracia occidental la idea de que una
persona puede ser pobre o carente en muchas cosas, pero no tiene que ser pobre sim-
plemente porque no tenga buena salud. La idea de cuerpos pobres, como dice Musgro-
ve, no es una idea que la sociedad acepte en sí misma simplemente por no tener dine-
ro. Esta tercera cuestión que empieza con los sistemas de valores es muy fuerte. Muchos
filósofos, como por ejemplo Rawls, hablan de la libertad como un valor máximo cual-
quiera sea el velo de la ignorancia que esa sociedad tenga. En ese sistema de valores no
hay libertad mayor que estar sano. También creemos que no hay cautiverio o encierro
peor que estar enfermo. De manera tal que en ese sistema de valores la salud tiene un
enorme valor individual y colectivo en la mayor parte del mundo.
LIBRES O ESCLAVOS
Tratando de seguir con las razones económicas, está muy en boga dentro de la cartelera del capi-
tal humano la idea de la educación. Los pueblos más educados son los que van a tener el control del
futuro, la educación es el instrumento del desarrollo. Educar es, según muchos, el gran instrumento pa-
ra mejorar las inequidades sociales y el gran instrumento para el crecimiento económico, Claramente, la
función salud se vincula totalmente con la educación. Primero porque teniendo buena salud y no estan-
do enfermo, uno aprende mejor. Segundo porque el rendimiento del capital invertido en educación que
es enorme -prácticamente hoy cualquiera de nosotros tiene entre dieciocho a veinte años de educación
formal – es clave para tratar de tener una estructura productiva, y posiblemente en el futuro va a haber
más años de educación sistemática y educación periódica renovable para cada uno de nosotros.
Esa enorme inversión que significa la educación y el conocimiento sobre las per-
sonas, en la medida en que uno mejora el capital de salud, pasa a tener un rendimien-
to mucho más prolongado. Es decir, al tiempo de duración del activo sobre las perso-
nas y el valor agregado que le dio la educación, naturalmente la salud lo refuerza, lo
complementa y lo provee de una rentabilidad superior.
117
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Vamos a hacer acaso una digresión, pero recordamos que a veces se nos pregunta por qué en nues-
tro libro de hace dos años planteábamos el tema de más salud por el mismo dinero, si ahora pareciera
que el tema es más dinero por más salud. Vale aclarar que todos los títulos en principio buscan la pro-
vocación y tienden a dar una imagen. Pero este título tiene la idea que tenemos y sostenemos, que es po-
sible conseguir más salud por lo que ya estamos gastando, y creemos que en esto es posible que coinci-
damos todos. Pero creemos que en la situación actual, para producir cambios se necesita mejorar la fi-
nanciación solidaria. En realidad el sector salud no ha sido muy favorecido en estos últimos años. Es cier-
to que el gasto público aumentó pero hay poca vinculación del gasto con la producción. La producción
pública es mucho mayor que hace unos años, esto no quiere decir que haya eficiencia sino simplemen-
te muestra una situación. No estamos hablando de eficiencia sectorial sino de situación sectorial.
Claramente es un sector que tiene mucho más producción, si se toma producción como servicio.
Estamos hablando del gasto público. El incremento tiene que ver también con lo que subió el PBI en Ar-
gentina, que aumentó muchísimo en estos años. En términos proporcionales al PBI, en la mayoría de las
provincias argentinas ha disminuido el gasto en salud con respecto a lo que era estructural y porcentual-
mente hace unos años atrás. Nadie mide lo que fue la disminución del gasto en la seguridad social con
la disminución de los aportes patronales y el aumento de la evasión, que el Estado argentino resolvió
compensar para la jubilación y no tanto para el sistema de obras sociales. En realidad lo ha compensado
muy poco o nada y ahí se perdió mucha plata para tratar de darle competitividad a la economía. Pero se
sacaron varios puntos de aporte. Entonces surge que ha crecido el gasto privado, que es el más injusto e
inequitativo, que además en una gran parte se destina a medicamentos. Justamente creemos que el cre-
cimiento del gasto privado en salud es una de las cosas más ineficientes económicamente y más inefica-
ces socialmente. Claramente como asignación no va a los que más necesitan.
Todo esto se ha instalado en la sociedad de tal manera que se han tenido pujas y debates pre o
post electorales destinando más dinero para educación, si bien quizás el último impuesto extraordinario
para financiar salarios docentes acalló a ese debate. Pero no hemos visto a nadie que no sean los inter-
sectoriales de la salud que hagan este debate para el sector, con lo cual somos acusados de corporativos,
pero en verdad creemos que el grado de colapso que tiene hoy el sector es muy fuerte. Nos parece que
no hay conciencia externa, quizás porque nosotros ignoramos a la política y a la economía pero hoy es-
tas nos consideran o bien como un mal necesario, o como unos idiotas que no saben manejar eficiente-
mente esto, o como unos corruptos.
Relacionado con lo anterior, vale pensar que el gasto que tomamos como gasto en salud es el gas-
to en atención médica, el gasto en formación no está incluido, va por otro lado. Este gasto también ex-
cluye todo lo que es saneamiento ambiental.
La teoría del capital humano trata a la salud como un stock en parte genético y en parte ad-
quirido que se va desvalorizando con el tiempo a una tasa creciente mientras avanza la vida. La eco-
nomía valora la cantidad y la calidad de la población. El valor del capital humano aumenta cuando
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
se incrementa su vida útil. Sus habilidades, su capacidad laboral o empresarial, su educación, rin-
den beneficios durante más tiempo.
Amartya Sen, el economista a quien tanto le debemos por sus trabajos de vinculación de la econo-
mía con la vida y la disminución de cualquier pobreza, relaciona la salud con el desarrollo humano por
estas razones:
La teoría del capital humano no alcanza para justificar todo el gasto en salud como gasto
productivo. Es evidente que gastar en un viejo en sus últimos estadios o gastar en un niño de muy cor-
ta edad con ningún valor agregado como la educación y sin ninguna capacidad productiva, no se pue-
den justificar económicamente. Además los niños son fácilmente recambiables. Digo esto brutalmente por-
que intento que seamos cuidadosos con las interpretaciones y razones que sólo provengan de teorías eco-
nómicas. Los valores morales de las sociedades son las que justifican actitudes y hay razones que consti-
tuyen estas actitudes desde hace mucho tiempo. Desde Aristóteles hasta nuestro tiempo la mayoría de los
filósofos y todas las religiones han tomado al ciudadano y a la conservación de la vida como un impul-
so central. Esto nunca se puede dejar de considerar porque también es cierto que en la sobreactuación
de los argumentos económicos, como el que hacemos aquí intencionalmente, pudiera ser que el propio
argumento que usamos para justificar sea el que termine descalificando la acción. La salud es siempre
más que lo económicamente rentable.
119
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Por supuesto que también desde el punto de vista de la teoría económica, la disminución del gas-
to ocasionado por la enfermedad es un elemento fundamental. En la medida que se puedan hacer estra-
tegias que favorezcan que haya menos enfermedad, indudablemente vamos a contribuir a disminuir el
gasto de modo bastante directo. De hecho ya hay unas cuantas estrategias, no sólo la vacuna, algunas es-
tán dentro del campo de la atención médica y otras dentro de las políticas de salud. Y no obstante, por
alguna razón que no alcanzamos a identificar plenamente, nos tratan como si no fuéramos un sector eco-
nómico. Lo cierto es que somos un sector económico, lo afirmamos sin ningún temor o prurito, y ade-
más somos según un informe del Banco Mundial la industria más importante del mundo desde el punto
de vista de su cuantificación dentro del PBI. En los países de la OCDE la industria más importante es sa-
lud, la empresa más grande de Europa es el National Health Service. Y esto es economía tanto como cual-
quier otro rubro.
LA SALUD COMO CAUSA DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO, LA SALUD COMO PARTE DEL
CRECIMIENTO ECONÓMICO, LA SALUD COMO CONSECUENCIA DE CRECIMIENTO ECONÓMICO
No es menos cierto que a veces somos nosotros mismos quienes a partir de un énfasis casi exclu-
yente de nuestro compromiso ético, solemos focalizar la discusión exclusivamente en los bienes sociales
y la economía social, sin avanzar con la misma fuerza y legitimidad sobre otros aspectos de índole eco-
nómica. En salud, los diferentes planos de discusión no son excluyentes sino complementarios. Una co-
sa es la finalidad, otra es cómo la proveamos, y una tercera es cómo la financiamos, y en los tres planos
la intensidad del debate sigue siendo fuerte. Pero no hay dudas que en definitiva es una actividad eco-
nómica que tiene insumos, bienes y mano de obra, que implica procesos y deviene en resultados como
otras actividades más fácilmente visualizables como de naturaleza económica.
Expuesto así creemos que se ve muy claro, y sin embargo sabemos que se la niega muchísimo co-
mo actividad económica. Pero más allá de que haya una renta, que vivamos de ella o que nos guste ga-
nar mucha plata como a cualquiera, finalmente cuando se invierte en salud la actividad tiene un sentido
de distribución de equidad.
Y otro tema nada menor es que además, crea trabajos que hoy a las sociedades les cuesta crear,
otro de los grandes problemas de las economías modernas.
Salud es una de las pocas -si no la única porque educación está por dejar de serlo- ac-
tividad económica importante que es mano de obra intensiva. Es la última de las activida-
des que sigue generando empleos al mismo paso en que progresa tecnológica y científica-
mente, porque educación con todas las nuevas tecnologías como Internet y educación a
distancia, va a ser un sector que bruscamente va a empezar a coincidir con otros sectores
de la economía en un efecto secundario no buscado, que es destruir empleo.
120
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
En tal contexto, la creación de riqueza que hace la actividad en el campo de la salud es muy im-
portante y debe ser valorada. El gasto sanitario es parte importante del crecimiento económico. Somos
el 8% del PBI pero seguramente somos mucho más dentro de eso, si bien los números no están muy
claros –algunos dicen 12, otros dicen 13 a 14 dentro de la PEA. Es decir, la población económicamen-
te activa directa o indirectamente trabajando dentro del sector es mucho más que la porción del
PBI que la salud tiene asignada. De manera tal que como actividad económica en un país que tiene
como problema central el desempleo, y en un mundo que claramente va a tener más necesidad de ac-
tividades capaces de generar puestos de trabajo, adquiere relevancia y valor agregado. Todas las proyec-
ciones en cuanto a generación de empleo, tanto aquí como en Estados Unidos (por mencionar un país
con innovación tecnológica de máxima y otro de mínima), a uno de los pocos sectores que coinciden
en adjudicarle una ampliación, y un tremendo impacto en la generación de empleo es justamente al sec-
tor de la salud. Y esto refuerza suficientemente nuestra creencia que, como cualquier otra actividad eco-
nómica tiene su propia contribución a la economía en general.
Es cierto que en los últimos años hemos tenido algunos éxitos y algunos fracasos. La década del
´80 fue una década que a nivel de desarrollo humano reflejó una falta de crecimiento económico y de-
sarrollo social. La década del ´90 fue una década de crecimiento económico, pero siguió mostrando una
falta de desarrollo social. En cualquiera de las dos hemos fracasado en los aspectos que consideramos
hoy. Es decir, decreciendo o creciendo económicamente, en las cuestiones de desarrollo humano hemos
sido inequitativos. Y hemos sido inequitativos dentro de un continente inequitativo. Algunos, entre ellos
Stiglitz, creen que el crecimiento que debió haber tenido América Latina si hubiera tenido una inequi-
dad similar a la que tiene Africa, por no hablar de Europa, tendría que haber sido el doble. Es decir que
los pobres de América Latina que son el 50%, deberían ser hoy el sólo el 25% si hubiéramos partido de
una inequidad distinta.
Pero finalmente, todas estas recetas parecen no haber dado resultado. Esto muestra que hay una
necesidad de políticas activas y que esto no es exclusivamente una consecuencia del desarrollo econó-
mico que en sí mismo no es muy controlable o no está muy controlado, pese a nuestros deseos de que
así fuera. Argentina aplicó una receta para el crecimiento de la economía: importó tecnología,
importó capital, pero evidentemente no se puede importar la solución para el desarrollo huma-
no, que sigue representando una cuestión muy nuestra, muy a futuro, pero decididamente de
resolución a nivel nacional.
REFLEXIONES FINALES
Como reflexión a partir de estas consideraciones que hemos compartido, nos gustaría que queda-
ra la idea que nosotros, como sector, somos el desarrollo humano. Es inconcebible la idea de desa-
rrollo humano sin salud, y es asimismo inconcebible la idea del desarrollo económico sin nosotros co-
mo componente del mismo. Esto es así porque somos actividad económica, somos causa, somos capi-
tal, somos redistribuidores, y todo esto está señalando que en definitiva, somos una parte esencial del
121
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
proceso. E incluso se podría decir que en muchos aspectos somos motor eficiente del mismo, y esto es
algo fuerte, porque implica que no sólo somos parte sino que también muchas veces somos causa, si
bien en otros aspectos desde ya somos consecuencia.
Naturalmente una mejor distribución del ingreso, o un mayor crecimiento de la economía con una
mejor redistribución del ingreso, hubieran tenido un efecto mucho mejor que el que trae aparejado el
simple crecimiento de la economía, que sigue mostrando dos carencias. Una es la mejora del ingreso de
los pobres, que en Argentina no se ha dado o por lo menos no se dio, sobre todo en los últimos tres o
cuatro años. La segunda es un mejoramiento del gasto público.
Y allí entramos en temas de una cierta autocrítica, acaso no tan feroz como expresaron Oscar Ce-
trángolo y Jorge Remes. El gasto público aumentó por una deuda del pasado que tiene que pagar esta
generación, que son las jubilaciones que previamente se rifaron y hoy representan gran parte del gasto
público. Pero el gasto público también aumentó en salud, aunque menos que en educación. Por prime-
ra vez el gasto público en educación ha superado al gasto en salud en los últimos dos años. Esto no es
poco. Pero nos parece que lo que está sucediendo de una manera un poco grave -y en esto, contraria-
mente a la exposición de Aldo Neri, vamos a asumir una posición corporativa- es que si bien nosotros
hemos ignorado bastante a la política y a la economía durante mucho tiempo argumentando razones de
tipo ético, se están produciendo ahora cuestiones que hacen que la política y la economía nos ignoren
a nosotros como sector. Esto es muy grave porque si no nos consideran como motor y como parte efi-
ciente del desarrollo, muy difícilmente tengamos una consideración que vaya más allá de los valores mo-
rales, que no son pocos pero que tampoco están muy bien atendidos, o de los simples maquillajes po-
líticos que impliquen pasar ciertas coyunturas, y no tener una política activa verdaderamente distinta en-
tendiéndonos como parte de ese desarrollo humano.
Me propongo reflexionar con ustedes porque creo que la salud es en el tren del desarrollo eco-
nómico con equidad, la locomotora que propulsa, el vagón que integra y el furgón de cola que
cierra este hipotético convoy del desarrollo saludable. La salud como determinante, la salud como
integrante y la salud como consecuencia del desarrollo económico. Además, me parece importante
pensar a la salud como el mejor de los sectores sociales para mejorar la cantidad y la calidad de
la población, y el más rápido y más equitativo redistribuidor dentro de cualquiera de los secto-
res sociales.
Una de las razones centrales de este encuentro y estas discusiones, es tratar de mejorar esa cons-
trucción colectiva que es la política de salud. Deberíamos recuperar no sólo los ideales que teníamos,
sino algunas de estas motivaciones que tratamos de rescatar ahora, acerca de la importancia de la salud
como factor causal, integrante fundamental y no sólo consecuencia. Y una de las reflexiones obligadas
pasa por la convicción que se podrá tener muy globalizado el mundo, la economía, las finanzas, la tec-
nología e inclusive los países y sus monedas, pero por muy internacionalizado que esté el mundo la
construcción de un capital sanitario de ninguna manera puede ser un proceso internacional.
Claramente es siempre un proceso nacional.
122
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Condiciones de Riesgo,
Vulnerabilidad Social y Accesibilidad
Expositores: Antonio C. de Azevedo, Pablo Bonazzola, Javier Vilosio
Coordinador: Rubén Torres
A través de las siguientes exposiciones trata- de la República Argentina, el Dr. Pablo Bonazzola
remos de circunscribir las poblaciones que están que es Secretario de Salud del Gobierno de la Ciu-
sometidas a situaciones de riesgo o de vulnerabili- dad Autónoma de Buenos Aires y el Dr. Javier Vi-
dad social, estableciendo cuáles son los mecanis- losio, Subsecretario de Programas de Promoción y
mos de accesibilidad por los cuales estas poblacio- Prevención de la Nación, quienes son todos médi-
nes llegan a las prestaciones de salud. cos y nos relatarán su visión y experiencia acerca
Las mismas estarán a cargo del Dr. Antonio de este tema tan importante y de tan alta sensibili-
Azevedo, asesor de Desarrollo de Servicios de Sa- dad social y sanitaria.
lud de la Organización Panamericana de la Salud
Antonio C. de Azevedo*
123
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
La otra cuestión importante es la diferencia entre géneros. Hasta qué punto existen diferencias en-
tre géneros en los indicadores de salud. o diferencias entre grupos étnicos, como las que se observan
en la salud indígena que es una situación bastante dramática, y esto se puede observar también en el
caso de los EE.UU. que tiene una tradición nacional muy antigua con el Indian Health Service, ya que
llevan 70 años o más de inversiones muy cuantiosas en la cuestión de salud indígena con resultados muy
pobres. Los indicadores de bienestar social referidos a los casos de suicidios o alcoholismo entre la po-
blación indígena continúan siendo los más altos de aquél país. Eso demuestra la existencia de una ba-
rrera étnica que no es fácil controlar. Vale comentar que, sí existen en América Latina algunos progra-
mas de salud indígena muy exitosos como los de la población mapuche chilena.
Otras de las cuestiones de equidad son las relacionadas a las diferencias entre grupos de edades,
esencialmente la salud de niños y adultos. Eso es lo tradicional ya que cada día más destacado se ve el
problema de la salud de los ancianos. Dentro de sus perfiles epidemiológicos y de demanda, la depre-
sión aparece como un problema mayor. No se trata apenas de aspectos cuantitativos ya que cada día
más, los gerontólogos se quejan que la mayoría de los psiquiatras cuando tratan de la depresión de los
ancianos, la toman como si fuera la depresión de una persona joven, cuando en realidad es una enfer-
medad totalmente distinta, porque tiene una causalidad distinta y el manejo médico y social tiene que
ser distinto.
Finalmente podemos mencionar las diferencias entre las regiones de un país, que es el enfoque
que por lo menos en la Argentina se ha privilegiado. Esto se debe, en primero lugar a la existencia y
disponibilidad de los datos, pero además debido a que con relación a las diferencias entre regiones, se
pueden cambiar políticas. Si se conocen las diferencias de salud entre las distintas provincias de Argen-
tina y entre municipios dentro de esas mismas provincias, evidentemente eso puede conducir a cambios
de políticas. Asimismo, dentro de los municipios se pueden contar los casos de mortalidad infantil de
una comuna y luego transformar esa información en acciones de salud. De allí surge claramente la im-
portancia de ponderar acertadamente la cuestión de la pureza conceptual y la excelencia metodológica
versus la utilidad de la información para la formulación de políticas de salud.
Se pueden mirar distintas realidades con relación a ese tema. A lo largo de la evolución social de
las comunidades, observamos una primera realidad que es el predominio de enfermedades transmisi-
bles. En la primera mitad del siglo veinte, todos los países se manejaban dentro de este paradigma res-
pondiendo esencialmente a ese tipo de problema. Se puede caracterizar un segundo momento cuando
se observa el predominio de las enfermedades no transmisibles. Seguramente esa es la situación en
donde se encuentra Argentina hoy en día. Pero para comprender la dinámica social de los problemas de
salud, que a su vez generan las nuevas acciones y los programas de salud, hay que darse cuenta de un
tercer grupo de problemas tales como drogadicción, la violencia urbana, la salud del adolescente enten-
didos como nuevos problemas sociales complejos que tienen reflejo en la salud, pero cuyo plan-
teamiento exige que es camine mucho más allá de los límites del sistema de salud.
124
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
125
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
PROYECTO CARMEN
¿QUÉ SE HACE?
¿Cuál es la idea de este tipo de herramientas de manejo social de enfermedades? Se inicia el fines
de los años ’40, con un estudio epidemiológico muy importante, el estudio de Framingham, del cual par-
te el mismo concepto que hoy tenemos de riesgo. Inicialmente se realizó ocupó de las enfermedades
cardiovasculares, relacionando ese tipo de daño con las características de la población. Se trabajó en el
mismo con cohortes de adultos. A partir de él se fueron progresivamente caracterizando en los años 50
y 60 lo que hoy conocemos como riesgos para las enfermedades cardiovasculares.
Más tarde se identificaron prácticamente esos mismos riesgos como relacionados a los cánceres.
Se ha dado cuenta que aún que se combinan de una forma bastante compleja, esa es muy determina-
da. Se denominan riesgos multifactoriales ya que son riesgos que se comparten tanto para las enferme-
dades cardiovasculares como para los cánceres. Por ejemplo, si una persona es al mismo tiempo hiper-
tensa y diabética, estos riesgos se ponen en tablas y se estima (por medio del seguimiento de las cohor-
tes, las probabilidades, por ejemplo de venir a tener un infarto o un accidente cardiovascular).
En una región de Finlandia, Nord Carelia se practicó en los años 70 y 80 un experimento que con-
sistió vía una acción social y comunitaria concertada, en cambiar hábitos, cambiar estilos de vida. El éxi-
to de esa iniciativa consistió nuevamente de un notable cambio de paradigma ya que inicialmente, se
pensaba que ser portador de ese tipo de enfermedad era una fatalidad. En otras palabras, se considera-
ba que, la gente era obesa o hipertensa y desde el momento que esos fenómenos se instaban tal situa-
ción, como su pronóstico se encontraban sellados. A partir del experimento social de Nord Carelia, se
verificó que es posible cambiar estilos de vida a través de un trabajo social muy coordinado donde los
distintos sectores sociales, nucleados en agencias comunitarias promueven una propuesta de cambio de
estilos de vida. Ese y otros estudios han comprobado que cuando la gente cambia sus hábitos de vida
logra no solo disminuir su hipertensión, su diabetes, como la misma incidencia de infartos, accidentes
cerebro vasculares y cánceres.
¿CÓMO SE TRABAJA?
❑ Se realiza una encuesta muy bien estandarizada que se ha aplicado reiteradamente en
distintas partes del mundo, y que permite la comparación entre comunas distintas ya que
la metodología es la misma.
126
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
❑ A partir de ello la comunidad toma conciencia de los riesgos y elige como los quiere en-
frentar.
❑ La discusión se plantea al mismo tiempo, desde el nivel comunitario, político y desde los
servicios de salud.
❑ Los trabajadores de salud y el conjunto de la sociedad se plantean qué se va a hacer, si
se va a hacer más de lo mismo o buscar nuevas prácticas.
❑ La decisión conjunta es la columna vertebral del proceso de cambio.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS CON QUE SE TRABAJA EN LA INICIATIVA CARMEN?
Ahora miremos los riesgos más comunes que se buscan controlar:
❑ Hipertensión arterial
❑ Obesidad
❑ Hipercolesterolemia
❑ Sedentarismo
❑ Tabaquismo
❑ Diabetes.
En muchas comunidades se ha introducido por ejemplo con relación a los accidentes de tráfico,
el uso del cinturón de seguridad. El manejo de riesgos al nivel de la comunidad puede impactar en mu-
cho el estado de salud de la población. Por ejemplo, si una comunidad deja de fumar, reduce en hasta
el 80% su riesgo de enfermar por cáncer de cualquier tipo.
REFLEXIONES FINALES
Como se ha comentado aquí, en los próximos meses se va a desarrollar en México las 5ta. Confe-
rencia Mundial de Promoción de la Salud, donde uno de los postulados se propone a dotar de poder o
empoderar a los individuos (empowerment) en las acciones de promoción de la salud. Y una de las pre-
guntas que se nos han formulado en este encuentro es qué herramientas se podrían establecer desde las
políticas, para darle ese poder al individuo, y cómo se compatibiliza esto con la equidad.
127
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Creemos que la discusión aquí ha sido muy rica en el sentido de intentar hacer el balance entre asis-
tencia médica, gasto en asistencia médica y las acciones de salud que se hacen realmente necesarias. Am-
bas son dos cosas distintas pero que evidentemente tienen que ser atendidas y manejadas adecuadamente.
Con relación a este tipo de acción lo que se espera es que la comunidad se organice, o sea, la
idea de dotar de poder no apenas a cada persona en particular pero a la sociedad organizada en sus
más distintas formas. Y eso es un fenómeno que se observa de forma muy marcada en Argentina. Cuan-
do nos contactamos con las comunidades Argentinas nos dimos cuenta de ello. En Hurlingham, donde se
desarrolla un proyecto CARMEN, con 200.000 habitantes se identifican 80 organizaciones comunitarias ma-
nejándose con temas relacionados a la salud, y 20 de ellas se interesaban ya en una primera convocato-
ria se propusieron a involucrarse con la mencionada iniciativa. Por eso decimos que las condiciones en el
País parecen ser muy favorables y la idea es manejarse con las fortalezas de esa sociedad.
Es importante notar que cuando se piensa en conferir poder a las personas para manejarse con los
temas de salud, es necesario poner un fuerte énfasis en la educación a partir de la pre- escuela. En otras
palabras, para que las personas tengan la noción y disposición de manejar su propia salud, implica en-
tender que el 80 o 90% de los logros dependen de las cosas que hacemos como personas o como gru-
po humano y sólo un 10 % va a depender de lo que los médicos o el sistema de salud puedan hacer
por nosotros o por nuestra salud. La comprensión de ese hecho y las actitudes y acciones correlatas es-
taría caracterizando el empoderamiento a que hacemos mención.
Finalmente nos gustaría mencionar la importancia de movilizar toda la energía de la comunidad.
Creemos que la exigencia de un diálogo avanzado entre los servicios de salud y la comunidad, es un
elemento no sólo central sino vital para el diseño de una propuesta efectiva de promoción de la salud.
128
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Pablo Bonazzola *
Hay elementos que claramente nos impregnan en este momento. Uno de ellos es la concentración
de la riqueza que caracteriza a todo el mundo. La globalización tiene en este punto una connotación ne-
gativa, quizás la más negativa del desarrollo social. Y ello conlleva a la marginación de instrucción re-
sultante. Ya no hay una clara delimitación entre países ricos y países pobres, sino que de alguna mane-
ra la marginación y la exclusión son fenómenos que se encuentran en todas las sociedades en mayor o
en menor grado y esto determina claramente riesgos y vulnerabilidad.
Otro tema importante es el de las modificaciones estructurales del empleo. En todo el mundo se
va dando el problema de la precarización laboral, la disminución del costo de trabajo y esto va creando
un patrón social distinto a los conocidos.
Hoy por hoy, si recorremos las distintas localidades de las provincias de nuestro país, estos ele-
mentos están claramente en juego. Están claramente en juego en el sector salud y no se trata simple-
mente de un mero análisis intelectual. En estos años que se dio con intensidad la discusión acerca de la
regulación de las obras sociales, aparecía en las revistas de negocios que la masa financiera de la segu-
ridad social quedaría en siete grandes órdenes. Cuando se hablaba de la red de gerenciadoras aparecía
claramente la propuesta de que tres grandes redes empresariales se quedasen con el gerenciamiento de
PAMI, y de ahí en adelante con el gerenciamiento de un gran sector de la seguridad social del país.
Este tema de la concentración nos aparece claramente dando vueltas en las características que va
a adoptar la posibilidad de organización del sector salud. El tema del empleo aparece claramente tam-
bién. Nosotros estamos pensando en modelos viables y modelos saludables. Todos nosotros, quienes
129
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
más quienes menos, conocemos los hospitales y sabemos que nos cada día nos resulta más difícil cui-
dar la salud del equipo de salud. Cada vez nos resulta más dramático el tema de la enfermería en doble
turno. Esto no es banal de ninguna manera. Siempre se aspira a que el modelo que se intenta desarro-
llar en un sector sea un modelo permisible. De alguna manera tenemos la impresión que hemos retro-
cedido en el sector salud y que éste es más generador de enfermedades que antes.
SITUACIÓN EPIDEMIOLÓGICA
Otro elemento analizado es la situación epidemiológica. Si hacemos un esquema como proponía
Antonio Azevedo, nos aparecen dos problemáticas.
Una es la transición epidemiológica. Nuestro país, de alguna manera, no se ha liberado del primer
momento epidemiológico. Tenemos una tasa de mortalidad infantil en algunos casos superior a la de al-
gunos países en similares condiciones. Tenemos mortalidad materna. A ello se suman algunas enferme-
dades, como el dengue o el paludismo, que no tienen una respuesta. Pero a la vez tenemos intensamen-
te presente la problemática del segundo momento epidemiológico, la patología vascular, los accidentes.
Y tenemos presente ampliamente el tercer momento epidemiológico y las enfermedades emergentes: la
drogadependencia, la violencia en sus diferentes manifestaciones, las patologías asociadas a los proble-
mas ambientales, etc.
Aquí vuelve a aparecer esta cierta sensación de esquizofrenia respecto a la población con cober-
tura de seguridad social, la problemática epidemiológica de salud y un conjunto de problemas de salud
que tiene la población.
Nos parece que éste es un punto en el que la economía y la salud no han llegado a construir un
modelo lo suficientemente abarcativo, de la fuerza destinada al estudio de la distribución de la masa fi-
nanciera de la cobertura y cuál es el conjunto de necesidades de cobertura de la población y de las res-
puestas adecuadas a estos temas.
Agregamos acá un elemento más. Difícilmente podamos en los próximos años tener una respues-
ta expansiva de cobertura y accesibilidad sobre las dietas básicas. Esas bases de cobertura están basadas
en una versión de dependencia y la cobertura basada en una versión de dependencia es lo que trajo
una crisis en este momento. No es de esperar que en los próximos años esta situación se revierta. Nue-
vamente surge que un modelo que no busque formas más globales de cobertura, difícilmente pueda
avanzar en accesibilidad respecto del conjunto de población.
130
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
LA ACCESIBILIDAD TERRITORIAL
Frente a esto, creemos que el tema de la accesibilidad tiene un elemento muy importante, no el
único pero si importante de considerar. Es el tema de cómo se desarrollan las relaciones geográficas po-
blacionales entre los sistemas de salud y la población. De alguna manera, el espacio local, el espacio del
ciudadano concreto es el lugar que permite intentar una ampliación. El mecanismo alejado de lo local
es un mecanismo más accesible para el que tiene más elementos para acceder: la queja, la carta, etc. En
general, el más postergado tiene potencialmente mayor facilidad de ampliar su ciudadanía en el lugar
donde reside o está.
Hay variadas experiencias desarrolladas en los últimos años y queríamos mencionar algunas que
se están intentando en la Ciudad de Buenos Aires. A veces es la mala de la película porque es la que
tiene mayor concentración de recursos, mayor cantidad de actores con influencia y esto lo reconocemos
sin ningún escrúpulo. Pero pese a ello creemos que corren las mismas generales de la ley para la po-
blación, en cuanto a la forma de organización que se va dando para tratar este tema de la accesibilidad.
Un modelo de atención de la población con riesgo y vulnerabilidad y la respectiva cobertura, es
un elemento que también vale para la Ciudad de Buenos Aires. Señalemos en este sentido brevemente
algunas cosas que están pasando:
131
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
❑ Se aprobó una ley básica en salud por la cual la ciudad se va a dividir en áreas locales
de salud. Se está reglamentando esa ley y esas áreas locales de salud van a coincidir con
las comunas, que serán una nueva unidad política y administrativa.
❑ Aparecen subjurisdicciones electivas en las cuales empiezan a operar aspectos de poder
local con competencias legales locales.
❑ En la Ley Básica de Salud, la estrategia operativa ha sido intentar la jerarquización de las
áreas programáticas y el desarrollo de los profesionales de cabecera.
❑ Relacionado a lo anterior viene un debate muy claro a los sanitaristas. ¿Qué pasa con es-
ta estructura?, ¿por qué no se generaliza?, ¿de qué manera si desarrollamos el sector sa-
lud pero también médicos de cabecera no estamos protegiendo a un modelo que se pue-
de llegar a medicalizar, y no estamos armando una práctica y una concepción distinta en
salud a nivel local, como es la interdisciplina y la interrelación con la población?
Vemos entonces que todo lo anterior genera un debate y una práctica abierta y creemos que es
uno de los elementos principales a trabajar por lo menos en este momento.
Accesibilidad Coordinación
geográfica interjurisdiccional
REDES
En este campo también se han emprendido algunas acciones como es la articulación de recursos,
que debe buscar en este nivel formas concretas de desarrollarse. Hemos hablado por ejemplo con la
gente de PAMI de Capital Federal y con la gente de la UBA para intentar que coordinar acciones de am-
bas organizaciones sobre el nivel de médicos de cabecera. Se está empezando por tratar de armar cur-
sos de capacitación con médicos de cabecera en la Capital y en el PAMI. La idea es que en la medida
que diversos sistemas vayan apareciendo en esta misma figura, se va a tratar que haya un lineamiento
político estratégico de los distintos sectores.
Otro elemento que nos parece fundamental es la organización de redes, que no abundaremos aquí
pero sobre la que se está trabajando. Acá aparece un factor importante, el actor profesional, el actor mé-
dico. No cabe duda que en la cultura profesional, en la cultura médica pesa aquel modelo basado en la
alta complejidad. Hablar de redes, hablar de niveles no es simplemente decir "distribuyo lo que tengo",
sino que es iniciar una operación de debate y de diálogo para llevar al equipo de salud a una concep-
ción organizativa distinta. Todos reconocemos lo complicado y lo largo que es esto y no lo podemos de-
tallar en el debate.
132
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
COORDINACIÓN INTERJURISDICCIONAL
Un punto más que queríamos mencionar es que en ninguna jurisdicción, especialmente en el ca-
so de las grandes concentraciones urbanas puede darse una mirada que no sea regional metropolitana.
Desde este punto de vista, pasa con el Gran Buenos Aires, pasa con Rosario, pasa con Córdoba: si no
se da una política de coordinación sistemática por las jurisdicciones involucradas y los grandes linea-
mientos urbanos, lo epidemiológico, lo sanitario y lo organizativo no tienen perspectiva. Porque todos
estos aspectos se reconocen útiles en políticas jurisdiccionales y por lo tanto ningún plan está tratando
de cabalgar en estos límites en el pensamiento genérico.
CONCLUSIONES
Finalmente, digamos que hemos mencionado estos puntos simplemente para reiterar que nos pa-
rece que el problema de la organización de la seguridad social es clave en nuestro país. Es un proble-
ma nacional y de consenso de un modelo, pero a la vez hay que tener en claro que es solamente un
componente de lo que un modelo de salud puede tener como debilidad para pretender accesibilidad,
cobertura y resultado.
Desde este punto de vista, hay una serie de pasos que todavía hoy se adaptan muy difícilmente a
un modelo de articulación y conciliación común con el tema de la seguridad social. Desde el sector pú-
blico, creemos que precisamente espacios de debate como el planteado por estas jornadas, son un pa-
so adelante en la búsqueda de esos modelos.
133
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Javier Vilosio*
Ya ha sido dicho que el principal problema de Salud en el mundo en el que vivimos es la pobre-
za. El problema no es nuevo tampoco, pero sin embargo ha tomado particular relevancia en los últimos
años, en la medida en que la economía mundial ha instaurado unas reglas de juego que, bajo el título
general de la Globalización, han hecho que el concepto tradicional de pobreza nos resultara insuficien-
te descriptivo; y ahora hablamos de exclusión, para referimos a quienes no tienen chance de éxito en
esta nueva economía mundial.
Es sabido también que en una sociedad capitalista, la riqueza, producida por el trabajo de muchos,
tiende a acumularse en manos de pocas personas.
Claro que se han modificado radicalmente las características del capital que se acumula y las con-
diciones en las cuales se crea la riqueza pero, a los fines de este análisis más nos interesa la forma en
que se distribuye. Y sus consecuencias.
La distribución tremendamente desigual de la riqueza en nuestra sociedad es la base material de
la inequidad en salud. Pobreza e injusticia en niveles intolerables para nuestra conciencia, cimientan el
circulo vicioso de miseria y pérdida de la salud, proyectándolo hasta niveles también intolerables.
Toute autre
Rougeole 1,1 (65%) cause 0,2 (40%)
134
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Para graficar mejor lo que estos conceptos de inequidad y pobreza significan en mundo real, po-
demos pasar revista a algunos datos publicados.
En el Gráfico 1 se muestran las causas de muerte de los niños menores de 5 años en el mundo en
desarrollo. La primera observación es que las causas prevalentes son las infecciones agudas de las vías
aéreas inferiores, seguida por la diarrea, la rubéola y la prematuridad. Cada una de estas causas se aso-
ció además, en un 44%, 70%, 65% y 40% respectivamente de las mismas, con malnutrición.
Respecto de la mortalidad infantil, neonatal y perinatal, cabe agregar que se observan interesantes
diferencias entre el mundo desarrollado y el mundo en desarrollo; comparando los datos de 1983 y 1995,
los países desarrollados no sólo parten de valores significativamente menores, sino que además logran
en ese período una reducción mayor que los más pobres.
En la misma línea de comparaciones entre el mundo desarrollado y en desarrollo (Gráfico 2), re-
sulta muy ilustrativo observar las causas de muerte y su evolución en el tiempo: mientras en el primero
el cáncer constituye el principal problema con una prevalencia del 51% al 46% en el período considera-
do, en el segundo las muertes por causa de infecciones y parásitos mantienen una amplia predominan-
cia, casi sin modificaciones.
5%
4% 18%
23% 21% 23% 21%
21%
3%
8%
9%
17% 16% 5%
6% 45% 7% 43%
44%
24%
16%
17%
6% 10% 16% 9%
7% 10%
9%
135
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Conurbano
Salta
Río Gallegos
Paraná
Neuquén
Rosario
Mendoza
Gran Buenos Aires
0 5 10 15
Hogares sin NBI Hogares con NBI
Hemos visto ya como la pobreza condiciona entonces peores perspectivas para la sobrevida, y pa-
ra la salud de los supervivientes. Estas peores perspectivas son el mayor riesgo, y los factores que con-
centran estas peores perspectivas son los denominados factores de riesgo.
La pobreza, expresión, como hemos dicho, de la injusticia, se constituye en el principal factor
de riesgo.
En nuestro país esta claramente documentada la directa asociación entre el nivel de ingresos y los
mejores o peores indicadores de Salud (Gráfico 4, un verdadero mapa de la inequidad según estratos de
ingresos en la Argentina).
GRÁFICO 4: INDICADORES SELECCIONADOS SEGÚN GRUPOS DE INGRESO PER CÁPITA. ARGENTINA, 1997.
12000 20%
7,25 7000 16,5
4 Grupo II
9000 25%
7,50 8000 19
6000 30%
6 Grupo III
7,75 9000 21,5
3000 35%
Grupo IV
0 40% 0 10000 24
0
Fuente: Ingresos per cápita 1995 y NBI 1991 INDEC; Mortalidad 997, procesamiento de los datos del M.S.A.S.
136
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Sin embargo, no es el único riesgo a destacar. En este mismo contexto de inequidad el hecho bio-
lógico de la maternidad se constituye en un factor de riesgo para la salud y la vida, tal como se obser-
va en el Gráfico 5. Así se observa que las causas relacionadas con la maternidad representan un 20% del
total de las causas de enfermedad en los países en desarrollo.
El riesgo, entonces, está definido por factores biológicos (edad, sexo, estado nutricional, enfer-
medades, etc.), factores socio culturales (educación, hábitos, trabajo, etc.), ambientales y de acceso a
servicios (infraestructura básica).
in embargo, no es el único. En este mismo contexto de inequidad el hecho biológico de la ma-
ternidad se constituye en un factor de riesgo para la salud y la vida, tal como se observa en el Gráfico
6. Así se observa que las causas relacionadas con la maternidad representan un 20% del total de las cau-
sas de enfermedad, ...en los países en desarrollo.
El riesgo, entonces, esta definido por factores biológicos (edad, sexo, estado nutricional, enfer-
medades, etc.), factores socio culturales (educación, hábitos, trabajo, etc.), ambientales y de acceso a
servicios (infraestructura básica).
El nivel educativo de las madres ha sido también abundantemente descripto como un significati-
vo factor de riesgo para la morbimortalidad de los niños.
Hemos visto entonces la estrecha relación entre injusticia, pobreza y riesgo.
GRÁFICO 5. LA MATERNIDAD COMO RIESGO PARA LA SALUD
20%
18,0%
18%
16%
14%
12%
10% 8,9%
8% 6,6% 7,0%
6% 5,8%
4% 2,5% 2,5% 3,2%
2%
0%
Infección Anemia Lesión Trastornos VIH Tuberculos ET Causas
Respiratoria autoinfli- depresivos Maternas
gidas
137
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Riesgo +
Vulnerabilidad
Accesibilidad
Demanda Oferta
138
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Esta es la masa de recursos que efectivamente se destina a las políticas públicas en el sector; es-
tas políticas inciden, hasta ahora, solamente en forma parcial en la asignación de recursos privados (in-
cluyendo el llamado gasto de bolsillo) y de la seguridad social.
Esta perspectiva es muy enriquecedora, habida cuenta que hay un consenso casi unánime que el
gasto total en salud de nuestro país no es escaso y que sería absolutamente posible esperar mejores re-
sultados del mismo. Enriquecedora, decimos, ya que la visión de ese gasto como herramienta directa de
las políticas publicas nos brinda una buena perspectiva de porqué en los Ministerios y Secretarías de Sa-
lud se percibe un fuerte contexto de insuficiencia de recursos por un lado; y una visión de los escena-
rios reales donde se formula la política de Salud Nacional.
Por otra parte, es sabido que el Gasto en Salud es fuertemente redistributivo; es decir, efectivamen-
te se gasta más en los más pobres, y es una herramienta muy efectiva de equiparación de las oportuni-
dades. Claro que si ese gasto se afecta, inversamente el efecto es mayor sobre los más pobres.
Sostenemos que, si bien es imprescindible hacer más eficiente el gasto en Salud, la asignación pre-
supuestaria del subsector público debiera ser mejorada; probablemente reasignando recursos disponibles
en el Sector, claramente a través de instrumentos de reforma sectorial que apunten a fortalecer la capa-
cidad de intervención de estas políticas públicas en contra de la inequidad.
No es nuestro objetivo ahora, y sólo lo mencionaremos, pero es claro también que la mayor asigna-
ción de recursos a la política pública de salud debería acompañarse de una gestión distinta de "lo público".
El objeto de las políticas públicas es compensar las consecuencias de la asignación inequitativa de
la riqueza, propia de la estructura capitalista: el mercado.
Desde este punto de vista entonces, se relativiza la visión del "excesivo" (en términos de compa-
ración con los resultados obtenidos) gasto en Salud, al que algunos hacen referencia.
Las políticas publicas, deben, entonces, instrumentarse en función de modificar la curva de distri-
bución de los ingresos (los recursos) típica de la lógica de la acumulación capitalista, hacia una mayor
distribución de esos recursos entre el conjunto de los ciudadanos (Gráfico 7).
Riqueza
Número de personas
El fundamento de estas políticas en los Estados modernos se halla en el reconocimiento del dere-
cho de los ciudadanos al acceso a ciertos servicios que la sociedad considera básicos.
139
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Los ciudadanos tienen derecho al acceso a los servicios, y que sus dineros se asignen en forma
transparente y equitativa.
Equidad en la asignación y eficiencia en el gasto no debieran ser términos contrapuestos, ni prio-
rizados entre sí.
Este debate es, entonces, un debate fundamental desde la política. Este "espacio" que dibujamos
en el gráfico es el ámbito por excelencia del debate político de la sociedad. Pretendemos que ésta sea
una respuesta a la pregunta, no tan infrecuente, especialmente entre los mas jóvenes (y pienso en nues-
tros hijos),"¿para que sirve la política?..."
140
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
La Experiencia Colombiana
En cuanto a la cobertura, los servicios de salud eran bastante deficientes, en especial para la po-
blación más pobre y vulnerable. Estudios realizados en 19934 muestran que de las personas enfermas en
el decil más pobre de la población, el 35% no asistían a los servicios de salud, mientras que este por-
centaje se reducía progresivamente, hasta que en el último decil solamente el 7% de los enfermos no
acudían a los servicios. La causa por la cual más del 50% de las personas no asistían a las instituciones
oferentes de salud era el alto costo del servicio5.
141
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
5
Fedesarrollo, "El Gasto público en salud y distribución de subsidios en Colombia", Santafé de Bogotá, noviembre de 1993.
6
Francisco Yepes L. La Salud en Colombia. Resumen hallazgos y recomendaciones. Santafé de Bogotá, 1990 Pág. 21.
7
Ministerio de Salud, "La Reforma a la Seguridad social en Salud" Tomo 1: antecedentes y resultados. Santafé de Bogotá, 1994. PP7
8
Esta situación es similar a la de otros países en desarrollo, los cuales gastan la mayor parte de sus recursos en hospitales de
segundo y tercer nivel. Ver World Bank, "Public Hospital in Developing countries", Washington, 1994.
142
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Del sistema asistencial que caracterizaba al Sistema Nacional de Salud, se pasó a garantizar la pres-
tación de servicios a través del aseguramiento universal de la población al Sistema de Seguridad Social
en Salud, con el objeto de garantizar la prestación de servicios estándares, desarrollar instrumentos pa-
ra mejorar la calidad en los servicios ofrecidos y lograr una completa descentralización.
SISTEMA DE SEGURIDAD
Participación Protección
Calidad
social Integral
En este nuevo Sistema, estaba basado en los principios de Eficiencia, Equidad, Solidaridad, Cali-
dad, Protección Integral y Participación Social y, para desarrollar estos principios, se contemplaron dife-
rentes estrategias:
COBERTURA UNIVERSAL
Para lograr la cobertura universal, se incluyeron dos alternativas de afiliación que toman en cuen-
ta como criterio fundamental la capacidad económica de los usuarios para costearse los beneficios: el
régimen subsidiado dirigido a las personas sin capacidad de pago y el régimen contributivo dirigido a
las personas que sí la tienen.
❑ El régimen contributivo es similar al que venía operando anteriormente, basado en los
aportes de los trabajadores y empleadores. Para efectos del nuevo sistema, el aumento
de cobertura se basa por una parte en el incremento de la afiliación de los trabajadores
independientes, y por otra, en la cobertura familiar. Las Empresas Promotoras de Salud
(EPS), son las entidades encargadas de afiliar a la población de este régimen y garantizar-
les la prestación de los servicios de salud.
❑ Por su parte, la creación del Régimen Subsidiado (RS), refleja uno de los principales cam-
bios en la estructura del sistema de salud; dicho cambio consiste en el paso del subsidio
vía oferta, al subsidio vía demanda. Esto significa un cambio en el sujeto receptor de los
recursos: se pasa de entregar los recursos a las instituciones que prestan los servicios a
"otorgar" el subsidio a la población a través del aseguramiento de la prestación de una
cantidad de servicios anuales estandarizados. El RS está orientado a la atención de la po-
blación sin capacidad de pago, dándole prioridad a la afiliación de la población más vul-
nerable en situación de pobreza, como el grupo materno infantil, los discapacitados, los
trabajadores informales y los indígenas, entre otros.
PLANES DE BENEFICIOS
En cuanto a los planes de beneficios, el nuevo sistema ofrece un plan obligatorio de salud (POS),
según la realidad epidemiológica, el cual comprende acciones de educación, prevención, promoción, tra-
tamiento, diagnóstico y rehabilitación que deberán ser iguales para cada uno de los pertenecientes al sis-
tema. El POS del régimen subsidiado inicialmente cubría las atenciones de primer nivel y las atenciones
143
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
materno infantiles de todos los niveles de atención, con la intención de ampliar sus servicios según la ca-
pacidad económica del Sistema, hasta estandarizarlo con el Plan de servicios del Régimen Contributivo.
Igualmente el sistema ofrece el plan de atención básica (PAB)9, el cual, con sus componentes de
prevención de la enfermedad y promoción de la salud, complementa las acciones previstas en el POS,
con intervenciones dirigidas a la colectividad en general. En este aspecto, el avance consiste en la ho-
mogeneización de lo ofrecido, lo cual posibilita la aplicación de modelos de evaluación, elimina la dis-
criminación basada en la capacidad de pago y favorece la competencia por la oportunidad y calidad de
los servicios ofrecidos.
Para lograr equidad en el acceso al Plan Obligatorio de Salud, se estableció un mecanismo que
permite separar la atención, del costo de la afiliación. Por cada persona afiliada, la aseguradora recibe
una Unidad de Pago por Capitación, la cual se establece con base en el perfil epidemiológico de la po-
blación, riesgos cubiertos y costos de la prestación del servicio, pero sin tener en cuenta el valor de lo
cotizado. Es decir, esta Unidad de Pago por Capitación solamente es diferencial por sexo, grupo etáreo,
región y zona rural urbana y no por ingreso.
MEJORA DE LA CALIDAD
Con el objeto de mejorar la calidad, el Sistema previó el desarrollo de protocolos, estándares e in-
dicadores, la implementación de auditorías y estudios comparativos interinstitucionales y en general, el
9
Este plan estará constituido por aquellas intervenciones que se dirigen directamente a la colectividad o aquellas que son diri-
gidas a los individuos pero tienen altas externalidades, tales como la información pública, la educación y el fomento de la sa-
lud publica, el control del consumo de tabaco, alcohol y sustancias sicoactivas, la complementación nutricional y planificación
familiar, la desparasitación escolar, el control de vectores y las campañas nacionales de prevención, detección precoz y control
de enfermedades transmisibles como el SIDA, la tuberculosis y la lepra, y de enfermedades tropicales como la malaria." Articu-
lo 165 Ley 100 de 1993.
144
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
brindar a la población toda la información que le permitiera guiar su elección al momento de asegurar-
se y al momento de escoger el prestador de servicios de salud.
RESULTADOS
Luego de más de seis años de implementación del Sistema, los resultados alcanzados en asegura-
miento son muy importantes. En 1.993, 8 millones de personas - 24.8% de la población total - estaban
afiliadas a la seguridad social en salud10, mientras que en la actualidad casi 25 millones de colombianos
- 60.4% de la población - está afiliada a la seguridad social en salud. De esta cifra, 16.7 millones corres-
ponden al régimen contributivo y más de 9.1 millones se encuentran en el régimen subsidiado. En este
último régimen la ampliación de cupos se ha direccionado principalmente a municipios descentraliza-
dos con bajas coberturas respecto a sus Necesidades Básicas Insatisfechas, municipios con deterioro de
su situación socioeconómica, con población desplazada y demás problemas de orden público y comu-
nidades indígenas.
En cuanto a la focalización del subsidio, se ha logrado que el régimen subsidiado predomine en el
sector rural, donde el 36% de la población esta afiliada. Por su parte, en cuanto a la equidad por gene-
ro, bajo el enfoque de medicina familiar, se han logrado niveles similares de afiliación en ambos sexos.
Sin embargo, aún persisten inequidades, por ejemplo, de los hogares más pobres de Colombia,
ubicados en los primeros deciles de ingreso per cápita, más del 60% aún no tiene ningún tipo de afilia-
ción. En cambio en el decil más rico, casi el 84% de la población tiene alguna forma de afiliación. Ade-
más, se detecta una alta afiliación al régimen subsidiado de personas no pobres con efectos negativos
en términos de equidad.
Por otro lado, resulta preocupante la concentración de los no afiliados en ciertas categorías ocu-
pacionales. Entre jornaleros, empleados domésticos, cuenta propia y trabajadores en su propia finca, la
afiliación está por debajo de 50%. Además, la evidencia sugiere que muchos de estos empleados no afi-
liados no son los más pobres, por lo cual no pueden afiliarse al régimen subsidiado y consideran que
la afiliación es demasiado costosa. Lo anterior indica que uno de los grandes retos en los próximos años,
es lograr la afiliación de éstos segmentos de la población.
Por su parte, la población rural dispersa continúa con problemas de acceso por su aislamiento de
las cabeceras municipales y por la oferta limitada de profesionales de la salud en el campo.11
Igualmente, la persistencia de regímenes paralelos introduce factores de inequidad en cuanto al acce-
so al sistema de salud. En el caso de los regímenes paralelos la inequidad proviene de los mayores costos
de atención en que incurren las instituciones, debido a que el paquete de servicios ofrecido es mayor12.
De otro lado, a pesar que el Sistema contemplaba la equiparación de plan obligatorio de salud del
régimen contributivo con el del régimen subsidiado, esto no ha sido posible debido a restricciones fis-
cales. Por su parte, en cuanto al desarrollo del sistema de garantía de Calidad, a pesar del desarrollo de
protocolos, estándares e indicadores y de la implementación de auditorías y estudios comparativos inte-
rinstitucionales, aún los usuarios no cuentan con la información necesaria para guiar la selección de la
institución que mejor calidad ofrezca.
10
Incluye la población afiliada al ISS, otras entidades públicas y dependientes.
11
Encuesta de Calidad de Vida, 1997.
12
En el caso del Magisterio y las Fuerzas Militares se han detectado fallas en los servicios prestados, en la infraestructura y ca-
pacidad de atención, lo que los pone algunas veces en desventaja con respecto al POS.
145
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
En cuanto a la equidad en la distribución del recurso humano, si bien se han producido cambios
sustanciales en el sistema de atención, en la organización de las instituciones, en las condiciones de tra-
bajo del personal así como nuevas funciones y estilos de gestión de los Recursos Humanos, aún persis-
te desequilibrio entre la oferta de las diferentes categorías profesionales y la demanda de sus servicios,
con tendencia a la concentración de los profesionales de algunas categorías en las grandes ciudades, en
donde se han empezado a vivir situaciones de subempleo y, desprotección de sectores rurales. En lo
que se refiere a la oferta de algunas profesiones, es particularmente preocupante la situación del recur-
so de enfermería, cuya tasa por 10 mil habitantes ha mostrado un crecimiento débil entre 1994 y 199713.
Finalmente, respecto al Sistema de Riesgos Profesionales, actualmente se alcanza una cobertura
de 4.200.000 afiliados, correspondientes al 25% de la población económicamente activa. Por lo anterior,
se desarrollan proyectos para afiliación de población específica como trabajadores independientes, ma-
dres trabajadoras en programas de hogares comunitarios y estudiantes, especialmente aquellos que eje-
cuten trabajos que signifiquen fuentes de ingresos para la entidad educativa.
COMENTARIOS Y CONCLUSIONES
Se nos ha preguntado en estas jornadas respecto a las dificultades que hemos tenido a nivel de la
financiación de los hospitales y cómo la hemos afrontado. Como dijéramos anteriormente, la ampliación
de cobertura que nosotros hemos podido medir desde 1993 a la fecha indica que hemos aumentado del
22% a 60% la cobertura, sin embargo el gran avance es en el régimen subsidiado, en donde tenemos
9.000.000 de habitantes afiliados, pero el cambio fue de subsidiar la oferta a subsidiar la demanda. En
ese cambio sin embargo, los hospitales públicos deben hacer una transformación a entidades que se lla-
man Empresas Sociales del Estado. No ha sido fácil, los hospitales tienen todavía grandes rezagos en
materia de eficiencia en cuanto a la prestación de servicios. Normalmente no saben gerenciar o gestio-
nar eficientemente, entonces se está dando un apoyo a los hospitales que están en ese trance. Y de cual-
quier manera el sistema público de salud continúa financiando esos hospitales. Esto se da por supues-
to más en las regiones donde no hay ninguna otra oferta de salud y resulta poco atractivo para el sec-
tor privado invertir en esas zonas. Pero la idea es que todos los hospitales deben volverse eficientes, y
desde ya tener unos sistemas de facturación que les permitan pasar del subsidio a la oferta al subsidio
a la demanda.
En materia de restricciones fiscales, hemos tenido un déficit grave en 1999 que fue el peor año de
los últimos cincuenta. Tenemos un déficit que llega a los 5 puntos del PIB. Estamos trabajando sobre el
tema y esperamos que no afecte a los sectores sociales como salud y educación, pero ha habido un re-
traso en el cronograma de traspasos de estos hospitales a Empresas Sociales del Estado y digamos que
esto ha impedido el aumento de cobertura y que todos los hospitales públicos se transformen.
Este sistema se complementa con el PAB, Plan de Atención Básica, son servicios de salud pública
que no están dentro del POS y que siguen siendo obligación del Estado. Es decir que por la privatiza-
ción que se ha dado, esta responsabilidad sigue siendo del Estado y la cumple, programas de vacuna-
ción, programas de asistencia en donde no hay mayor oferta de servicios.
Finalmente, otra pregunta que se nos ha hecho está relacionada al subsidio a la demanda, consi-
derando que arrancamos toda esta reforma en el año 1993 y hasta el año 1993 Colombia tenía una ba-
lanza comercial positiva casi por 7 años, y concretamente si la misma se ha mantenido desde entonces
hasta ahora con los mismos índices de desempleo, que en aquel momento estaban alrededor de un 17%.
Colombia en la década de los noventa había venido creciendo entre 3 y 5%. En materia de salud
hubo también una importante relación entre el crecimiento económico y lo que fue la ampliación de la
cobertura, pero un poco se debió más a la implementación de la reforma y al cambio que hubo en ma-
teria de introducirle solidaridad al sistema, y crear todo este fondo de solidaridad y garantía en salud
146
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
El importante avance de la Ley 100 es que por primera vez Colombia sabe cuánto le cuesta la sa-
lud de los colombianos. Esto es importante en la medida en que tanto los municipios, como los depar-
tamentos, como la Nación misma sabe cuánto le cuesta un colombiano de determinada edad. El traba-
jo que nos queda por delante es muy grande. El reto es muy grande en relación con esos indicadores que
se nos mencionaran. Han venido descendiendo, el crecimiento económico fue negativo en el último año
por primera vez en la historia de Colombia y eso nos pone a reflexionar mucho sobre el tema, ya que va
a afectar el ingreso del sistema financiero y de la seguridad social en salud. También esperamos primero
que todo superar los problemas del crecimiento económico, y para lograr nuevamente crecimiento econó-
mico debemos primero ajustar las finanzas públicas para a su vez reactivar la economía y generar empleo,
que es lo que nos va a permitir de pronto ampliar o darle cobertura a ese sistema financiero.
Sin embargo nosotros estamos trabajando en la deslaboralización de la seguridad social en todos
los sentidos. Pues con el índice de desempleo que tenemos es muy grave que estos servicios queden
descubiertos y por eso tanto en materia de pensiones, en el sistema previsional, en riesgos profesiona-
les y en materia de salud estamos cada día propendiendo por deslaboralizar, de manera que indepen-
dientemente que un colombiano tenga una relación laboral o no, pueda igualmente llegar a tener pres-
taciones de servicios de salud o prestaciones del sistema en general de seguridad social.
Este es un reto que tenemos en este momento y vamos en la senda de superarlo. Tenemos algu-
nos indicadores que nos permiten afirmar que vamos por el lugar correcto. Por primera vez en la histo-
ria registramos una inflación de un dígito, tenemos las tasas de interés en este momento más bajas en
la historia del país y una balanza de pagos y una tasa de cambio estables. De manera que esto nos per-
mite tener la esperanza que vamos hacia el crecimiento económico que hemos prometido, y todo esto
va a influir en los servicios de salud.
Como se puede concluir de todo lo anterior, la implementación del Sistema General de Seguridad
Social en Salud introdujo profundos cambios en los sectores de salud y seguridad social en Colombia.
Este sistema ha permitido que grandes sectores de la población, tradicionalmente excluidos, accedan a
la prestación de servicios de salud en condiciones de equidad y bajo los principios de eficiencia, soli-
daridad y calidad. Sin embargo, es evidente que el camino por recorrer aún es largo y que se requiere
permanentemente evaluar las distorsiones e implementar correctivos, al interior del Sistema.
147
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Actualmente desde enero de 1999 ya las cotizaciones no financian en absoluto la sanidad, es todo
vía impuestos o vía gasto privado o pagos directos, que representan proporcionalmente un poco menos
que en la década de los ochenta.
Vamos a comentar esto en base a datos extraídos fundamentalmente de un estudio que hicieron
Calonge y Rodríguez, que son profesores de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona, donde
observaron la distribución de las distintas fuentes de financiación y también de la renta por deciles. El
* Abogado. Especialista en Derecho Público. Director Técnico de la Organización Iberoamericana de la Seguridad Social. España.
148
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
primer decil muestra la población con peores recursos, en tanto que el último agrupa la población con
mayores recursos. Para cada una de las fuentes de financiación se muestra cuál es su peso específico en
el peso de la sanidad, y después se utilizan como referentes los típicos, como el Indice de Gini o el In-
dice de Kawani.
En el año 1980 los niveles de renta más baja estaban financiando vía impuestos directos muy po-
ca cantidad, mientras que los deciles de rentas más altas financiaban con un 28.3 el 41% del total. Esto
muestra entonces que la financiación vía impuestos directos resulta ser altamente progresiva en España,
en consecuencia el índice de Kawani muestra en positivo un 0.11.
Los impuestos indirectos son mucho menos progresivos y entonces el índice de Kawani nos va a
mostrar un valor muy cercano a cero. No es regresivo pero tampoco ofrece ninguna progresividad. Va-
le decir que no hay ninguna traslación de cargas desde las rentas más bajas a las rentas más altas. El to-
tal de los impuestos en su conjunto muestran también una tendencia progresiva pero de escaso valor,
muy cercano a cero.
Respecto a las cotizaciones sociales, en contrario a lo que habitualmente se piensa que si los acti-
vos sostienen a los pasivos, estas tienen que ser progresivas, podemos decir que en España, en 1980 la
aportación por cotizaciones sociales, que era la fuente más importante de la financiación, era altamen-
te regresiva. De manera que las capas más bajas aportaban proporcionalmente un mayor esfuerzo, mien-
tras que las capas altas, representadas en el estudio por los últimos deciles no llegaban ni siquiera a ha-
cer una aportación proporcional a su capacidad de renta.
Sumando impuestos y cotizaciones sociales, obtendríamos la aportación por la totalidad de los gas-
tos públicos, y del análisis surge claramente que en el sistema español en el año 1980, el sistema de fi-
nanciación resultaba regresivo, no mucho tal vez, pero sí regresivo, ya que arrojaba un valor negativo.
En cuanto al sector privado, las primas de seguros también producen esa regresividad. En este ca-
so, los deciles de menor renta están aportando mucho más respecto a lo que proporcionalmente repre-
senta su renta. Mientras que en los deciles bajos ocurre lo contrario. En los pagos directos encontramos
una situación parecida. Este pago directo en España se refiere fundamentalmente a las prestaciones de
odontología que no cubre el sistema, y también a las aportaciones de farmacia que en el caso de los ac-
tivos ascienden al 40% del importe de los productos farmacéuticos. Esta distribución de pagos directos
no sale regresiva pero tampoco sale muy progresiva, es neutral.
Sumando la parte de pagos privados y de pagos públicos, vemos como en resumen el sistema de
financiación no es progresivo ni tampoco neutral sino que es regresivo, de manera que el mayor esfuer-
zo de la financiación se está produciendo desde las capas con menores posibilidades de renta.
Y si pensamos en el abanico de rentas en el año 1980, podemos decir que va desde el 2% de ren-
tas para el primer decil hasta 28.3% en el último.
149
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
se ve que no se acertó con la fórmula, porque se puede comprobar como de hecho capas que repre-
sentan un 2.6% de la renta tienen una imposición del 5.1, y las del 4%, el 5.7%. En cambio los deciles de
mayor renta, como por ejemplo el quintil noveno, con el 15%, está aportando por vía de imposición direc-
ta sólo el 14%, o el último decil que tiene un 27.7% está aportando sólo el 17.7. Esto es manifiestamente
regresivo. En todo caso, combinando los dos impuestos y dado que los impuestos directos están reforzan-
do su progresividad, el resultado no es que sea espectacularmente progresivo pero se comporta al menos
de forma neutral, digamos que invierte el signo respecto de lo que ocurría en el año 1980.
Las cotizaciones sociales, que se mostraban altamente regresivas y representaban el 66% de la fi-
nanciación en el año 1980, diez años después pasan a ser progresivas y ya su peso específico es esca-
so, porque está en torno al 22%. También esto tiene una justificación. Las cotizaciones sociales en el año
1980 estaban topadas por grupos profesionales, de manera que justamente las rentas más altas encon-
traban pues topes de cotización en cuanto tenían unas retribuciones ligeramente altas. Todos estos to-
pes se suprimen a lo largo de la década de 1980 a 1990, de manera que solamente queda un tope para
las más altas y un tope para las más bajas, un tope mínimo. Pero ya no hay topes intermedios, con lo
cual se libera la presión contributiva sobre todas esas rentas intermedias de los distintos grupos profe-
sionales. Con ello se invierte el valor y pasa a ser progresivo. No excesivamente, ya que vemos que el
índice está en el 0.06, pero deja de ser regresivo.
Se consigue que el total de pagos públicos cambie de signo y en lugar de ser ligeramente regre-
sivo pase a ser prácticamente proporcional, tampoco es muy progresivo. Estamos viendo como el esque-
ma de financiación, realmente no está favoreciendo esa traslación de cargas de las capas más bajas a las
más altas, pero al menos respecto de la década anterior, se está invirtiendo.
Respecto de los pagos directos, en prima de seguros todavía vemos como persiste un desequili-
brio y proporcionalmente las capas más bajas siguen aportando la mayor parte. Pero ese desequilibrio
es todavía mayor en los pagos directos. Porque respecto de los pagos directos el abanico es de 2.5, o
sea que la aportación que hace el decil más alto es dos veces y media la que hace el decil de rentas más
bajas, y sin embargo cuando mirábamos el abanico de rentas veíamos como era 10 veces superior la ren-
ta del último decil. El pago directo es entonces altamente regresivo.
En resumen, podríamos decir que al menos en el sistema español, por la vía de la financiación no
se consigue gran cosa. No se consigue gran equidad.
150
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
151
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
La Experiencia Argentina
Jorge Ochoa*
Pero estos entes no constituyen un sistema, cada uno es independiente jurídica y económicamen-
te, con diferencias en las coberturas, modelos prestacionales y formas de contratación. Y otra diferencia
no menor es que algunos tienen efectores propios. Las diferencias en recursos son abismales, algunas
pueden sostener cápitas de $60 y otras no llegan a $8, así como diferencias culturales y geográficas no-
tables. No hay integración funcional ni redes, ni tampoco mecanismos compensatorios suficientes para
lograr un plan de cobertura universal.
Un segundo grupo, serían las mutualidades y cooperativas que cumplen con algunos de los aspec-
tos antedichos, como por ejemplo:
152
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
❑ La seguridad grupal.
❑ La cuota es universal y fija.
❑ No tienen períodos de carencias ni preexistencias.
Si bien no tenemos cuantificada su incidencia, creemos que en este momento llegan a reunir más
de 2.000.000 de personas. Es un sector que está creciendo y donde nosotros estamos participando acti-
vamente a través del INACYM, donde en representación de la FAES (Federación Argentina de Entidades
Solidarias en Salud) diversas cooperativas y círculos médicos de todo el país estamos constituyendo es-
te ente, que agrupa tanto a lo que podríamos llamar prestadores como a usuarios y está en franca ex-
pansión.
Creemos que fuera de las obras sociales, éste es el único margen que queda para realizar presta-
ciones que no tengan un contenido económico de base. No obstante hay algunas innovaciones proba-
bles, y actualmente nos está ayudando mucho en este área Felix Rígoli, de Uruguay, y también estamos
trabajando junto con UNIMED de Brasil.
Básicamente podríamos decir que se trata de los universos cautivos, para usar ciertos términos téc-
nicos que no nos gustan del todo, pero acertados porque de alguna manera son "universos" dependien-
tes de los que aportan por ejemplo una cuota de teléfono, una cuota de la luz, del agua, y que podrían
hacer contrataciones y podrían tener servicios de salud. Es importante porque son universos que están
en franca expansión, y se trata de una relación directa y dentro de una misma institución entre usuarios
y prestadores, por usar la misma terminología, lo cual hace que desaparezca absolutamente toda inter-
mediación, y hace que haya números importantes para mejorar la capacidad de compra de servicios de
terceros, medicamentos, etc. etc.
En cuanto a la prestación se puede hacer de distintas formas, pero en definitiva se hacen contra-
tos de prestaciones entre las entidades y los prestadores. En algunos lugares serán públicos y en otros se-
rán privados, no creemos que tengamos en ese sentido ninguna predeterminación, lo haremos en base a
la calidad y a la conveniencia de los servicios. Lo que estamos tratando es de integrar a todos los médicos,
porque en este momento sería una fuente de trabajo muy importante, y teniendo en cuenta lo desvalido
que está el contrato con la seguridad social, estas innovaciones pueden adquirir mucha importancia.
153
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
la distribución sino la justicia en la distribución. Esto quiere decir, nada menos, que la igualdad puede
ser injusta, lo cual es una situación que hasta ahora nos costaba mucho comprender. Y al respecto hay
una definición sobre las inequidades que plantea que las diferencias en salud no son sólo innecesarias
y evitables, sino que además se consideran socialmente injustas.
Recordemos entonces al respecto algunas frases de la OPS/OMS:
❑ "La voluntad política debe ser guiada por la justicia y no ser un obstáculo a la misma". Si
falta la voluntad política pero los criterios de equidad están presentes, la movilización de
la sociedad civil para crear la presión política necesaria para el cambio se convierte en
una demanda técnica". Esto está dicho por la OPS/OMS. En términos técnicos, no hay ra-
zón por la cual todos lo grupos no puedan lograr niveles de salud similares a los de gru-
pos de mayor nivel social y económico.
❑ "El crecimiento económico general tampoco ha conducido a la disminución de las dispa-
ridades entre los ingresos de las familias. Más aún los pobres continúan rezagándose más
en relación con la distribución de los ingresos, mientras que el sector más rico de la po-
blación capta la mayoría de los beneficios del crecimiento económico. Hay que inducir
a una modificación de los servicios de salud, pero no es suficiente aumentar el acceso a
los servicios existentes, sino que también hay que modificar los servicios para hacerlos
más pertinentes a los problemas de salud de los pobre y de los marginados".
❑ "Respecto al desarrollo humano y la salud, la resultante del proceso económico y social
es una mayor disparidad en la distribución del ingreso, éste es uno de los desafíos fun-
damentales de la salud pública del próximo siglo. Es decir cómo superaremos esta pola-
rización del mundo y cómo podemos transformar el desarrollo económico en bienestar
humano".
Esto nos lleva a una reflexión sobre cohesión social y una sociedad civil activa. Se habló anterior-
mente de políticas activas necesarias, creemos que las organizaciones no gubernamentales y las organi-
zaciones comunitarias juegan un rol fundamental en el fomento del desarrollo humano. Y parte de nues-
tro desafío es tratar de unir las ciencias de la salud pública con la creación de políticas sociales.
CONCLUSIONES
Creemos que la conclusión final de este tema es que no debemos quedarnos esperando que el de-
sarrollo económico sea la solución de las inequidades en salud, por cuanto sabemos que justamente pro-
duce lo contrario, produce un aumento de la disparidad entre las condiciones socio – económicas, so-
ciales y culturales y que éste es un tema que hace absolutamente a nuestra capacidad como ciudadanos,
que nos demanda a todos a comprometernos para tratar de disminuir la disparidad, la injusticia y en for-
ma concreta el tema de la inequidades.
Todo ello implica tener la voluntad política suficiente para pasar al plano de las acciones concre-
tas. Voluntad política que como muy bien dice la OMS no está reservada a los gobiernos, sino que cuan-
do media la movilización de la sociedad civil para crear la presión política necesaria para el cambio, la
misma se convierte en una demanda técnica.
Esto es hablar de responsabilidades pendientes, ya que generalmente nunca logramos las entida-
des médicas un grado de movilización suficiente como para poder imponer algunos temas, o por lo me-
nos sin llegar al término imponer, como para poder llevar a algunos niveles la discusión de estos temas.
Uno de los caminos es a través de la participación activa.
El hecho de participar en estos espacios, de integrar este tipo de comisiones y sociedades, impli-
ca la obligación de motorizarnos en forma permanente y no caer en facilismos o puras teorías, pensan-
do que el tema de la equidad es un tema cuya responsabilidad no nos compete en forma directa.
154
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
REFLEXIONES INICIALES
Creemos que el tema que el tema de la equi- cual se reconoce que todos los habitantes tienen
dad implica un consenso y un esfuerzo comparti- acceso a determinados bienes y en ese contexto
do hoy día a nivel internacional, más allá de juicios pasa a considerarse la salud como un tema clave.
valorativos que tienen que ver con conceptos mo- El tema de la equidad es un tema que se con-
rales que pueden variar de sociedad en sociedad, tinúa discutiendo a la vez que se plantean dilemas
y de cultura en cultura. También convendría seña- acerca de qué va a pasar. Este siglo, diríamos que
lar que el tema de la equidad en salud es un tema fue el siglo de los derechos y de la equidad, el si-
del siglo XX, no es un tema del siglo XIX, es un te- glo que viene tal vez plantee otra problemática, re-
ma que se comenzó a discutir en la segunda mitad lacionada a la biotecnología, a la exploración del
del siglo XX y también sería interesante pensar por mapa genético, etc.
qué lo empezamos a discutir. Creemos que es evidente la relación que hay
Así como también sería interesante recordar entre equidad y desarrollo económico. Las socieda-
que el tema de la equidad tiene que ver con una des más igualitarias son aquellas que han logrado
vieja preocupación del ser humano de disminuir más desarrollo. También convendría señalar el he-
las diferencias injustas y creemos que el anteceden- cho que pasó en la Unión Soviética a raíz de su dis-
te más antiguo del tema de la equidad y la inquie- gregación donde a través de datos algo difusos, no
tud humana por resolverla, lo podemos referir a los obstante se puede observar que aumentó la inequi-
Diez Mandamientos. Al código mosaico en el cual dad y curiosamente, entre el año 1989 y 1993, ba-
por lo menos se instituyó un acceso igualitario ha- jó la expectativa de vida 5 años. Si bien este es un
cia lo divino, hacia Dios. No todos tenían acceso a hecho complejo y se puede explicar desde distin-
lo divino y a través de los Diez Mandamientos se tos ángulos, lo que es seguro es que hubo más ine-
democratiza la unión del hombre con Dios. quidad en la Unión Soviética al disgregarse el blo-
Sin embargo tuvieron que pasar muchos si- que, y que tal vez este hecho de la disminución
glos hasta que este término de equidad se retoma- brutal de la expectativa de vida pueda deberse a
ra y tal vez se retomó con el desarrollo del Estado ese aspecto.
moderno, a partir de Descartes, de John Locke, La otra ecuación de la fórmula es la coopera-
quienes empezaron a definir lo que podía ser el Es- ción técnica. También éste es un hecho relativa-
tado moderno, o sea que el Estado se debía a los mente reciente. A principios de este siglo, la Orga-
ciudadanos y no el ciudadano al Estado. Estas nización Panamericana de la Salud y la Organiza-
ideas después fueron tomadas por la constitución ción Mundial de la Salud comienzan a hablar de es-
de Estados Unidos y su difusión influencia incluso tos términos de cooperación técnica. Creemos que
nuestra constitución, y podría decirse que a partir este tema tiene que ver con la globalización, que
de allí se constituye entonces el Estado moderno. no es un fenómeno de ahora, sino que viene des-
Con Adam Smith y por la misma época comienza de hace unas cuantas décadas, o tal vez siglos, pe-
el tema del mercado, y hay una especie de desa- ro obviamente en los últimos tiempos se viene ace-
rrollo de Estado y mercado que lleva varios siglos, lerando muy intensamente. Y lo que todos estamos
y recién hace 50 años más o menos surge la Decla- viviendo como fenómeno de globalización ahora
ración Universal de los Derechos Humanos, en la es una cosa que pone en jaque al Estado, a la idea
155
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
de Estado absoluto. En este contexto, el mercado cuál va a ser el rol de la OPS? ¿Cómo van a interac-
finalmente se apodera de las fronteras, se globali- tuar estos actores?. Esto es muy nuevo y cambian-
zan las comunicaciones y la economía, los capita- te, creemos que aún no hay definiciones ciertas y
les se vuelven transnacionales y entonces la idea sí muchas dudas.
de Estado absoluto comienza a languidecer, y sur- Hace un mes, vivimos en Buenos Aires una
ge en primer plano el mercado. experiencia muy rica, que para nosotros fue una
Las consecuencias que esto trae nos plantea experiencia inédita y creemos que en nuestro país
entonces diversos problemas. Uno de esos proble- también lo fue, que es un taller donde discutimos
mas es cómo manejamos el tema salud a nivel in- las políticas de salud con la OPS, con el Banco
ternacional, y entonces comienza a tomar cuerpo Mundial, con el Banco Interamericano de Desarro-
la cooperación técnica internacional. Al principio a llo, sentados en un mismo panel con el gobierno.
través de la OPS y la OMS, pero luego con el tema Y pensamos que fue tremendamente aleccionador
de la globalización se empiezan a agregar unos discutir los programas que estas organizaciones
nuevos actores, que son los financiadores de la sa- ayudaban o financiaban, pero en el fondo lo que
lud. Aparece el Banco Mundial en escena, el Ban- estábamos discutiendo era cuál iba a ser el rol de
co Interamericano de Desarrollo, aparecen organi- cada uno de estos actores en este reacomodamien-
zaciones no gubernamentales tratando de ayudar to a nivel mundial y que nos toca como país.
técnicamente a bloques de países o a países, a au- Fue en ese momento, después de este taller,
mentar su comprensión y conocimiento de proble- que surgió la inquietud de organizar esta mesa de
máticas que ya tienen un contexto internacional, y la Cooperación Internacional y la Equidad, a pedi-
no de nación o de Estado aislado. Entonces es una do de los órganos financiadores básicamente, más
problemática cambiante, muy acelerada, y una pro- concretamente fue un pedido del Banco Mundial,
blemática que está buscando definir nuevos roles. que lamentamos mucho que no esté presente en
Surgen entonces preguntas tales como: ¿Cuál es el este panel, porque fue uno de los promotores. Por
rol del Banco Mundial en las políticas de salud, suerte nos queda la OPS y podemos realizar esta
cuál es el del Banco Interamericano de Desarrollo, discusión conjunta.
ANTECEDENTES
La región de América Latina y el Caribe (ALC), en relación a todas las demás, ostenta la mayor de-
sigualdad en la distribución del ingreso, así como en otros factores socioeconómicos determinantes de
la salud y esta disparidad ha ido aumentando desde 1980. Los indicadores disponibles demuestran que
las diferencias en el estado de la salud y el acceso a los servicios de salud entre diferentes grupos so-
cioeconómicos, entre grupos étnicos y entre hombres y mujeres, coloca a los grupos más vulnerables en
156
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
una situación de creciente desventaja. Tales disparidades sociales y económicas son más determinantes
de la situación de salud en los países, de lo que por sí representan sólo en las diferencias en el acceso
a los servicios de salud. Aunque la situación general de la salud en las Américas ha mejorado en las úl-
timas décadas, las ganancias en el estado de salud han sido desproporcionadamente mayores para los
que ya gozan de otras ventajas sociales y económicas en la sociedad latinoamericana, mientras la salud
de grupos desfavorecidos mejora menos sistemáticamente y a un ritmo mucho más moderado. Esta si-
tuación de creciente inequidad es aún más pronunciada en la mayoría de los países de la Región.
❑ Lugar geográfico
Influencias ❑ Vivienda Intervenciones
ambientales ❑ Riesgos trabajo Comunitarias
❑ Acceso a servicios
❑ Tabaquismo
Prevención
Estilos de Vida ❑ Nutrición
Primaria y
❑Actividad física Secundaria
❑ Factores psicociales
❑ Presión sanguínea
Factores Prevención
fisiológicos ❑ Colesterol
Secundaria
❑ Obesidad
Enfermedad
Coronaria
La OPS ha identificado como el objetivo principal de su misión el logro de una mayor equidad en
salud en las Américas. Ha definido las inequidades de salud como aquellas disparidades de salud que
son claramente injustas, innecesarias y evitables y con relación a las cuales un agente responsable, ge-
neralmente el sector público en colaboración con el sector privado y la sociedad civil, puede intervenir
para reducir o compensar estas diferencias. Es la responsabilidad del sector salud identificar estas ine-
quidades en la salud y establecer estrategias para reducirlas, tanto mediante el despliegue de sus pro-
pios recursos, así como desempeñando una función de liderazgo y promoción de políticas públicas sa-
ludables e iniciativas intersectoriales, que aborden los macrofactores determinantes de las inequidades
en salud, en particular aquellos derivados de los factores relacionados con las diferencias que existan ya
sean de género, entre grupos étnicos o entre niveles socio-económicos.
157
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Las estadísticas nacionales de salud en ALC muestran mejoras en los últimos 35 a 50 años en casi
todos indicadores de salud, incluyendo los de esperanza de vida, mortalidad infantil, incidencia de mu-
chas enfermedades transmisibles y la cobertura de vacunación, por nombrar unos pocos. Por ejemplo:
❑ La esperanza de vida en los últimos 35 años ha seguido la tendencia mundial del siglo
XX, aumentando de 56,9 a 68,5 años, un aumento de casi 12 años.14 Durante esta época,
las tasas de mortalidad específicas para casi todos los grupos etarios en todos los países
mostraron reducciones significativas.15
❑ Aunque la esperanza de vida en ALC en 1990-94 (68,5) todavía está por debajo de la de
Norteamérica (76,2) y la de Europa occidental (80,2), está por encima del promedio mun-
dial de 64,3 años y de la de África (51,8) y la de Asia (64,5), excepto la de Asia oriental
(69,7).
❑ De igual manera, la tasa de mortalidad infantil en ALC ha descendido de 125 en 1950-55
a 36 en 1995-2000 (Naciones Unidas, 1998).16
Sin embargo, la diferencia en niveles de salud nacional entre los países de todo el mundo se am-
plió para la mayor parte de las estadísticas de salud, revelando una brecha creciente entre ambos extre-
mos de la escala social al nivel mundial. Las mejoras en esperanza de vida de la región ALC no sigue el
mismo ritmo que las de otras regiones. Si comparamos ALC con los países del Asia Oriental, sus espe-
ranzas relativas de vida al comienzo de los años sesenta eran 56,9 y 51,4 respectivamente; actualmente
estos valores son 68,5 y 69,7. En otras palabras, mientras que hace treinta años ALC gozaba de una ven-
taja de cinco años en la esperanza de vida sobre Asia Oriental ahora se ha atrasado en 1,2 años.17
Las desigualdades en las mejoras de salud también se han dado dentro de la región de ALC y no
corresponden al nivel del desarrollo económico de la Región. Los éxitos en la reducción de la mortali-
dad infantil en países como Costa Rica, Cuba y Chile, que tienen diversas circunstancias políticas y eco-
nómicas, demuestran que la mayoría de los países de ALC todavía no ha aprovechado su potencial pa-
ra mejorar la salud de su población18.
El nivel de salud de la población, particularmente durante períodos largos, tiende a ser asociado
con el nivel del crecimiento económico y la disponibilidad general de recursos––como se hace eviden-
te cuando un indicador de salud como la tasa de mortalidad infantil se correlaciona con los ingresos per
cápita. Los países y grupos sociales de mayores ingresos generalmente tienen una mejor situación de sa-
lud y mejores condiciones generales de vida ya que tienen más recursos económicos y tecnológicos pa-
ra satisfacer sus necesidades básicas. Los contextos políticos son también importantes factores determi-
nantes de la salud. Con pocas excepciones, aquellos países en el mundo, que han desarrollado institu-
ciones de gobernabilidad democrática y sociedades civiles fuertes, por lo general, han establecido polí-
ticas sociales a largo plazo inclinadas a una distribución más amplia de los ingresos y beneficios socia-
les. Es interesante ver que los países que aplicaron políticas sociales que brindan a sus poblaciones me-
jor acceso a la educación, a los servicios básicos de salud, a la nutrición y al saneamiento básico han lo-
grado tasas de mortalidad bajas comparadas con los países de igual o aun mejor desempeño económi-
co donde las grandes disparidades de ingresos y recursos persisten.19
Estas transiciones epidemiológicas han ocurrido dentro de un contexto de rápidos cambios en las
condiciones económicas y sociales. Durante los años noventa, las políticas de ajuste macroeconómico
14
Existen excepciones en unos pocos países, en los grupos entre 20 y 39 años de edad para hombres, debido a SIDA y muer-
tes violentas.
15
Murray and Chen
16
Naciones Unidas, 1998
17
Naciones Unidas 1996
18
Organización Panamericana de la Salud, 1992
19
Wilkinson
158
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
adoptadas por ALC al comienzo de la década generalmente condujeron a una recuperación del creci-
miento económico, a más exportaciones, a niveles sustancialmente más altos de inversión extranjera di-
recta, y a un aumento del gasto público total en los sectores sociales no vistos desde la crisis a princi-
pios de los años ochenta.
Aunque los gastos del sector social en porcentajes del PIB hoy exceden los niveles de gastos an-
teriores a la crisis, CEPAL señala algunos hechos dignos de tenerse en cuenta: los niveles de gasto va-
rían significativamente entre países, con algunos países muy por debajo de los niveles previos a la cri-
sis; un porcentaje "muy grande" del aumento del financiamiento social se gasta en seguridad social, es-
pecíficamente, en el beneficio de pensiones que es el elemento menos progresivo en términos distribu-
tivos; y los gastos en capital humano, como educación y atención de salud, han aumentado menos de
lo que las cifras indicarían.20
El crecimiento económico general tampoco ha conducido a la disminución de las disparidades en
los ingresos entre las familias.
La región de las Américas se ha identificado como aquella con la más desigual distribución de in-
gresos en el mundo; el coeficiente de Gini para América Latina se calcula en 0,49, comparado con 0,44
para África, 0,32 para Asia Oriental y 0,31 para Asia Sudoriental, siendo Brasil, Guatemala y Honduras
los que encabezan la lista como los más desnivelados en función de la concentración de ingresos entre
los que están en mejor situación. En algunos países de ALC el 10% más rico de la población recibe 84
veces los ingresos recibidos por el 10% más pobre.21
Un estudio del Banco Mundial sobre 102 países en desarrollo en el mundo encontró que los nive-
les de pobreza en 15 de los 17 países de ALC estudiados eran cuatro veces más que los de otros países
con niveles de ingreso similares.22
Más aún, los pobres continúan rezagándose más con relación a la distribución de los ingresos, mien-
tras que el sector más rico de la población capta la mayoría de los beneficios del crecimiento económico.
❑ Entre 1980 y 1989, el coeficiente Gini aumentó para casi todo los países en América La-
tina, con el acuerdo general de Costa Rica como la única excepción de las crecientes de-
sigualdades de ingresos.23
❑ En 1995, la paridad del poder adquisitivo del 1% más rico (con $66.363 per cápita por
año) y del 1% más pobre (con $159 per cápita por año) de la población latinoamericana
alcanzó a 417, la más alta de todos los tiempos registrada en la historia y probablemen-
te ha empeorado desde entonces.24
❑ En el Brasil, que tiene la disparidad de ingresos más alta del mundo, la proporción del
ingreso nacional total de la mitad de la población más pobre disminuyó entre 1960 y 1990
de 18% a 12%, mientras que el ingreso del 20% más rico de la población aumentó de
54% a 65% del ingreso total nacional.25
Mientras la proporción de los ingresos capturados por los ricos crece, una gran parte de la pobla-
ción continúa atrapada en la pobreza.
❑ Las tasas de pobreza en ALC no están mejorando: la tasa de pobreza en 1980 fue 35%, au-
mentando a más de 40% durante el período 1990-94, retrocediendo luego a 35% en 1997.
❑ Con el crecimiento demográfico de la población, el número de personas que viven en la
pobreza en ALC ha aumentado durante las dos últimas décadas, llegando en 1997 a apro-
ximadamente doscientos millones en América Latina.25
❑ La tasa de pobreza en 1997 permaneció igual a 1980, alrededor de 15%, lo que se tradu-
ce a más de cien millones de personas.27
20
Ocampo
21
Banco Interamericano de Desarrollo
22
Banco Mundial. En Kliksberg
23
Kliksberg
24
Londono, Szkeley
25
Kliksberg
26
CEPAL
27
BID
159
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Aunque las tasas actuales de pobreza son equivalentes a las de hace veinte años, la distribución
geográfica de la pobreza ha cambiado considerablemente.
❑ La urbanización rápida de la población ha aumentado la proporción de los residentes ur-
banos pobres de un 25% en 1980 a un 34% en 1994; los urbanos pobres ahora compren-
den la porción más grande de los desesperadamente pobres en la Región.
❑ Más de la mitad de la población en pobreza extrema vive hoy en las ciudades mientras
que, en 1990, sólo un tercio de las personas que vivían en pobreza extrema lo hacía en
las zonas urbanas.
❑ El porcentaje de la población rural que vive en la pobreza ha cambiado muy poco, fluc-
tuando entre un 53% y un 56% entre 1980 y 1994.29
❑ Algunos países han sufrido aumentos de pobreza aún más graves. Por ejemplo, la tasa de
pobreza de los hogares en Trinidad y Tobago aumentó de un 3,5% en 1980 a casi 15%
en 1990, y se calcula que esta tasa sobrepasó el 20% a mediados de los años noventa.
El reconocimiento del rol que juegan estos factores determinantes más amplios en la salud de po-
blación lleva indefectiblemente a la necesidad de un enfoque intersectorial conducente al desarrollo hu-
mano. En este sentido, un enfoque de equidad en salud aplicado a la programación y la planificación
para el desarrollo humano en las Américas debería abordar los problemas de salud desde la perspecti-
va descrita anteriormente, con la confluencia de todos los sectores sociales y económicos. Para ello, se
requiere fortalecer el diseño e implementación de un programa de integración social coordinado para el
desarrollo humano en la Región.
Los gobiernos de la Región, junto con los sectores privados y la sociedad civil, se deben abocar a
establecer la base de información, la capacidad analítica, las herramientas de análisis de políticas públi-
cas, los métodos de programación y las aptitudes para promover la causa de la equidad, de manera que
se fortalezca un enfoque de equidad de salud que incluya la participación de otros sectores, a fin de re-
ducir las inequidades producto de la pobreza, de las disparidades de género y de las diferencias interét-
nicas e interculturales. Junto con los esfuerzos del sector salud para desarrollar el acceso de los grupos
postergados a los servicios de salud, a la promoción de la salud, al mejoramiento de la salud ambiental,
al control de las enfermedades más prevalentes y a la salud reproductiva y familiar, se requiere articular
una acción intersectorial efectiva para vincular estas intervenciones sanitarias con las políticas públicas
orientadas a la reducción de pobreza, al empoderamiento social y económico de las mujeres, a la preven-
ción de la violencia, al desarrollo infantil temprano, a la atención de la juventud y los adultos mayores, a
la protección del ambiente y a otras intervenciones amplias para el desarrollo humano y sostenible.
28
Birdsall and Londono
29
CEPAL
30
Banco Mundial, 1995
31
ILO
160
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
ESTRATEGIAS
Las siguientes áreas estratégicas son dignas de consideración como la base para lograr mayor equi-
dad en la salud de las personas de la Región de las Américas.
MEDICIÓN:
Se requiere avanzar en el desarrollo de instrumentos y métodos para medir las diferencias entre
grupos sociales y económicos, por género y por otras categorías sociales, así como también en la crea-
ción de herramientas para ayudar a los gerentes de programas y decisores políticos, para que establez-
can metas para medir el progreso hacia la reducción de las inequidades identificadas.
No es suficiente tan sólo aumentar el acceso a los servicios existentes, sino que también se nece-
sita modificar los servicios para que sean más sensibles y pertinentes a los problemas de salud de las
personas pobres, las mujeres y los miembros de minorías étnicas.
161
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Es necesario extender la inquietud actual por alcanzar una mayor equidad en el acceso a los servi-
cios de atención en salud, por la del acceso a otros insumos sociales tanto o más determinantes de la sa-
lud colectiva, como la educación materna, el acceso al agua y al saneamiento y la seguridad alimentaria,
de vivienda y empleo, a fin de identificar los enfoques más integrales y eficaces para mejorar la salud.
La aplicación de técnicas estadísticas complejas para la medición de las disparidades de salud en-
tre grupos socioeconómicos, o por género, no tendrá mucha repercusión si no se generan medios efi-
caces para introducir esta información en el proceso político y técnico de la toma de decisión para la
asignación de recursos, la conducción de programas, y la formulación de políticas orientadas al logro de
una mayor equidad en salud. Esto implica ensanchar la interacción entre las instituciones del sector pú-
blico con las instancias del sector privado y las organizaciones de la sociedad civil, para que éstas pue-
dan desempeñar una función de apoyo al monitoreo de la equidad y de vigilantes del impacto de las
políticas públicas sobre la equidad en salud y desarrollo humano.
162
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Otra forma de visualizar las líneas de acción para vincular la salud en el desarrollo humano con
un enfoque de equidad se basa en los planteamientos expresados en el recientemente aprobado docu-
mento oficial de la OMS sobre Pobreza y Salud, el cual se resume como sigue:
163
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
A fin de incorporar estas propuestas estratégicas en un plan de acción de mediano plazo en el con-
texto del proceso de integración social en la Región, nos permitimos proponer de forma muy incipien-
te lo que podrían ser algunas líneas para el desarrollo de la capacidad institucional regional en materia
de lograr una mayor equidad en la salud y el desarrollo humano en la Región.
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ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
EL PROYECTO VIGÍA:
LA LÓGICA DEL ANÁLISIS DE LA EQUIDAD EN LOS ESPACIOS GEODEMOGRÁFICOS
En este encuentro vamos a hablar en nombre del Dr. Sotelo para presentar y comentar lo que es-
tamos haciendo en la OPS con relación a los temas de equidad. Lo haremos en base a datos obtenidos
de un trabajo conjunto que tenemos con el Banco y el Ministerio, que es el proyecto Vigía.
La idea central es la cuestión de cómo se puede analizar la equidad. Por supuesto se puede ana-
lizar desde varios puntos de vista y comentábamos al respecto en una discusión durante este encuentro
que acaso el más atractivo sea por tramos de ingreso. Pero no sólo esto es difícil metodológicamente,
sino que luego se plantea la cuestión de cómo tomar decisiones en función de ello y esto es igualmen-
te difícil. Entonces se puede optar por ver la equidad desde otros puntos de vista, o adicionar los mis-
mos, por ejemplo entre géneros, entre grupos étnicos, o bien enfocando el problema de los ancianos o
de los nuevos pobres.
En nuestro caso, finalmente la alternativa que hemos adoptado es el análisis entre regiones de país.
Esto implica una lógica orientada a analizar la equidad de ingresos con un factor de equidad de bienes-
tar, vivienda y alimentación, luego a su vez por un factor de equidad en educación, alfabetismo, esco-
laridad, tomamos además la equidad en gasto de salud y oferta de servicios y finalmente la equidad en
los indicadores. Claro que no se trata de una relación lineal, todos sabemos que hay muchos datos que
prueban esto, un ejemplo es que uno de los factores más importantes para la mejora de ingresos es la
mejora de la equidad en educación.
166
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Grupo I
Grupo II
Grupo III
Grupo IV
Observando el Gráfico 1, se puede ver que se han dividido las provincias Argentinas en cuatro gru-
pos según tramos de ingreso:
❑ Las más ricas donde predomina la Capital Federal.
❑ Las más pobres, es decir las del norte.
❑ Los dos cuartiles intermedios, en el medio del país.
❑ Se ha graficado con una tonalidad de color creciente para las más ricas.
Cuando examinamos una serie de indicadores con relación a esta distribución del ingreso, pudimos
observar lo siguiente:
❑ Se ve un coeficiente de Gini bastante bajo porque no se trata de distribución del ingreso
entre personas sino entre provincias. Entre personas se sabe que es alrededor de 0.36.
❑ Es curioso notar que entre 1991 y 1995, la distribución de ingresos empeoró.
167
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
❑ Al parecer en 1995 y 1996, por lo menos entre provincias, parece haber ocurrido una
mejora.
❑ Es importante resaltar la importancia de las poblaciones. Obviamente los cuartiles de las
provincias no corresponden a una distribución pareja de población. El cuartil intermedio
superior que incluye a la provincia de Buenos Aires, evidentemente tiene una representa-
ción poblacional mucho más importante, el 70% de la población.
❑ También resulta curioso observar que cuando se compara la inequidad o la desigualdad
entre provincias en el grupo de mayores ingresos e internos de valor de fase del ingreso,
la distribución es mayor en el grupo de mayores ingresos; pero si comparamos el poder
de compra, el grupo de menor ingreso tiene la distribución más extensa.
GRÁFICO 2: RELACIÓN ENTRE INGRESOS Y CONDICIONES DE SALUD. PROPUESTA DE UNA SECUENCIA LÓGICA
Condiciones
de salud
Servicios de
salud
Morbilidad y mortalidad
Educación
GASTO EN SALUD
❑ El gasto en salud de Argentina resulta muy elevado comparado a la mayoría de los paí-
ses con algunas pocas excepciones.
❑ Observando la regresión entre esperanza de vida al nacer y gasto nacional en salud, se
puede ver que Argentina, entre los países latinoamericanos, gasta bastante en función de
su esperanza de vida. Chile, que es un país macroeconómicamente eficiente en relación
a la salud, también es un país que gasta bastante.
168
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
CONCLUSIONES
Finalmente, resaltemos algunas conclusiones para compactar lo anterior:
❑ Con la metodología utilizada, pudimos comparar entre ingreso per cápita, valor nominal
e ingreso per cápita PPP (ingreso ajustado por poder de compra ). Este es un análisis de
amplitud semi-cuartil sobre la mediana, o sea un indicador absoluto de desigualdad. Co-
mo ya argumentamos tomando el ingreso per cápita, valor nominal, el nivel de desigual-
dad es muy alto, pero baja si nosotros pensamos en ingresos corregidos por utilidad, es
decir el PPP.
❑ El grado de desigualdad en escolaridad es relativamente bajo entre provincias y esto su-
cede también con la esperanza de vida al nacer.
❑ En lo que hay mucha desigualdad entre provincias es en la oferta de servicios. Primero
consultas, creciendo algo no obstante se observa lo mismo con los egresos por asegurado
169
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
La idea entonces es un análisis a nivel provincial que pueda transferirse a un análisis a nivel de
comunidad y finalmente propuestas de acciones correctivas que son mucho más efectivas a nivel de
comunidad.
Acordando que las bases para todo lo mencionado dependen del sistema de información epide-
miológica, podemos decir que dentro del proyecto oficial este tema está encaminado, probablemente
más a nivel nacional y menos a nivel de provincias, pero las líneas están y los avances se van dando.
Esto incluye también sistemas de información gerencial, que como en el caso de sistemas de in-
formación financiera ya cuenta con varias propuestas, incluso la organización tiene un sistema de orga-
nización gerencial que junta esas dos puntas.
Y finalmente también se está trabajando en sistemas de información geográfica, que son muy im-
portantes para el análisis de la equidad a nivel local. Por ejemplo si podemos plotear los números de
óbitos infantiles en un mapa de la ciudad, seguramente vamos a identificar dónde tenemos que hacer
acciones de salud más efectivas con relación a la mortalidad infantil, mortalidad materna y cualquier otro
indicador que se considere prioritario.
Creemos que el desafío mayor es integrar esta información dentro de la idea de un sistema inte-
grado de información en salud. Y probablemente esta cuestión relativa a los sistemas de información en
salud sea el punto más crítico del desafío de la integración en la equidad.
170
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Antonio Azevedo
Pensamos que como producto del sistema de salud, nosotros tenemos que pensar siempre la cues-
tión de la calidad, considerar mucho la cuestión de la calidad técnica, la calidad de satisfacción del usua-
rio, usuario interno o externo, y la calidad ética. Porque este es un tema nuevo. Hay intervenciones que
pueden satisfacer al proveedor, puede satisfacer al usuario pero a la vez pueden ser éticamente cuestio-
nables. La cuestión del transplante de embriones es una cuestión típica de esto, y que la sociedad pue-
de cuestionar aunque las dos partes principales estén de acuerdo.
Creemos que en la cuestión del análisis costo efectividad, se tienen que tomar en cuenta todos es-
tos factores que están presentes en las intervenciones de salud. Evidentemente la literatura y todo lo que
conocemos demuestra que realmente la solución de los problemas, como dijimos en el panel, no tiene
que ver con servicios de salud. Los servicios de salud, especialmente si salimos de las infecciosas, tie-
nen muy poco que ver con mejoras en los indicadores de salud. En la medida en que sepamos esto,
veremos con más claridad que los servicios de salud tienen más que ver con mantener el confort a
171
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
pacientes crónicos y con mejoras de satisfacción. Las grandes medidas de cambio tienen que ver con
cambios de hábitos de vida, y con las soluciones sociales para esos nuevos problemas.
Por otro lado está también la cuestión de evaluación en tecnología, o sea una de los puntos de la
evaluación de la tecnología es la relación costo efectividad, es decir si esa nueva tecnología es tan bue-
na como la otra, y si es más o menos costosa. Entonces se va componiendo un cuadro amplio de cos-
tos a nivel macro, micro, de resultados técnicos, de resultados de satisfacción, etc.
Concluyendo entonces, digamos que cuando se piensa en el análisis de costo efectividad, hay que
pensar en estos varios niveles que hemos considerado.
Rubén Suárez
Queríamos hacer dos comentarios. Primero acerca de la existencia de información sobre todo a ni-
vel internacional y cómo está relacionado esto con las cuestiones de interés político o interés de opera-
ciones de los organismos internacionales.
Y al respecto podemos contar una experiencia personal. Si nosotros estudiábamos cuestiones de
pobreza o desigualdad en los años setenta, teníamos información abundante sobre distribución del in-
greso en casi todos los países de América Latina, con indicadores de coeficientes de Gini medidos con
varios tipos de coeficientes de desigualdades, que podíamos utilizar para hacer comparaciones entre paí-
ses. Y el tema de pobreza y de distribución del ingreso fue un tema bandera en los años setenta. Y des-
pués el tema empieza a desaparecer de la preocupación política, tanto a nivel de países como a nivel
de organismos internacionales. Y entonces la experiencia que queremos dar como ejemplo es que en el
año 1990 el Banco Mundial nos pide que hagamos un relevamiento mostrando qué sabemos sobre dis-
tribución del ingreso y pobreza en América Latina. Y al elaborarlo hicimos dos tipos de trabajo: uno ha-
cer un inventario dentro del Banco acerca de pobreza y de desigualdad, y en segundo lugar ver qué ha-
bía en la Región acerca de información sobre este tema.
Lo sorprendente para el Banco es que después que pasó la moda por la preocupación de la dis-
tribución del ingreso y la pobreza, vino la cuestión de desarrollo de proyectos específicos, viendo la
cuestión de ajuste estructural, o viendo la cuestión de ajustes macroeconómicos. Y cuando hicimos el in-
ventario de qué sabía el Banco sobre la distribución del ingreso y la pobreza, no pasaba de lo que se
había hecho en los años ´70. Entonces vinimos a CEPAL y estuvimos trabajando en varios países y sa-
bíamos que había información casi hasta finales de los ´80, suficiente para hacer una discusión muy de-
tallada sobre qué había pasado con la distribución del ingreso y ver cuál era el impacto que habían te-
nido las políticas de ajuste o las políticas que se estaban proponiendo sobre la cuestión de la pobreza y
de la distribución del ingreso. Esto es un claro ejemplo de cómo la cuestión de política afecta el campo
de los análisis.
172
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
En realidad en toda política de asignación de recursos, siempre hay que establecer un sistema de
prioridades, esto es técnicamente correcto, pero implica a la vez que siempre se deja algo sin hacer. Y
esto en verdad, si bien puede ser sanitariamente efectivo, puede no ser voto efectivo. Y el tema es que
cualquiera de estas decisiones en general son decisiones de tipo estructural, implican un cambio que lle-
va a modificar la distribución preexistente, porque de modo sencillo es tomar un recurso que está en un
lado y asignarlo, pasarlo a otro. Y ese tipo de cambios en general tienen el rechazo de los perdedores,
que son los que se quedan sin esa asignación y tampoco tiene el apoyo de los que supuestamente van
a ganar uno o dos años después con esa decisión.
Entonces como el sistema electoral exige toda una continuidad voto efectiva muy inmediata, es
muy difícil tomar decisiones políticas que provoquen un cambio estructural que implica un plazo de me-
diano a largo para su ejecución y logro de metas. Porque políticamente esto implica más que un gobier-
no, ya que implica un compromiso entre los partidos. Y ese compromiso no está hecho y creemos que
esa es la falencia que nos impide hacer una política estructural. No es que no sean conscientes de las
necesidades ni carezcan de elementos o información para los análisis y las decisiones. La realidad es que
estamos viviendo con la inmediatez coyuntural de necesidades donde básicamente más que la cuestión
de cómo cambiar, el tema pasa a ser cómo no hacer cambios de los que hablen los perdedores, a la vez
que los ganadores no llegan a aplaudirlos.
En definitiva y con toda sinceridad, creemos que esa es la razón más estructural en la que podría-
mos pensar, acaso por sobre otras aparentemente más seductoras desde lo técnico, para encontrar o
identificar la razón por la que las decisiones no se han tomado. Sin acuerdo político a largo plazo no
van a producirse decisiones por mucha información que exista.
173
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
INTRODUCCIÓN
En este documento se discute la regulación y competencia en el mercado de salud desde la pers-
pectiva de la equidad, se analiza la salud en relación al crecimiento económico, el papel del estado co-
mo garante del bienestar social, las consideraciones conceptuales relativas a la equidad, características
de la equidad en función del proceso salud-enfermedad, de la población y en función de los servicios,
así como los factores condicionantes de la equidad en salud desde el punto de vista del tipo y nivel de
desarrollo económico, el papel del estado, la dinámica comunitaria, las condiciones epidemiológicas y
los factores determinantes de la salud. Posteriormente se analizan los retos que se tienen en la reforma
en el sistema de salud en México.
ANTECEDENTES
La diferencia entre el crecimiento y desarrollo económico implica el nivel de bienestar de la po-
blación, esto se relaciona con la desigualdad en el ingreso, la satisfacción de necesidades y con la difi-
cultad de los grupos menos favorecidos socialmente para la incorporación adecuada al proceso produc-
tivo y de consumo.32
Se reconoce que factores como la educación, el ambiente y condiciones de trabajo, condiciones
de vida como la vivienda así como la situación económica, son parte de las condiciones sociales y fac-
tores determinantes de la salud. Se reconoce también la vinculación entre la salud y el ambiente social
que se asocian a los grados de prosperidad y la distribución de esta en una sociedad. Entonces si la sa-
lud está determinada de alguna manera socialmente, el Estado tiene la responsabilidad de proporcionar
o facilitar los medios para lograr esa salud.33 Esto como agente regulador entre el proceso de reforma y
la política social. El Estado debe velar por el respeto al derecho a la salud, es decir a que la sociedad se
beneficie de las medidas sanitarias y sociales para alcanzar la salud.
* Coordinadora del Area de Economía de la Salud del Centro Interamericano de Salud (CIESS). México. En colaboración con
Dr. Armando Arredondo López. Investigador Titular CISS-INSP
32
Hernández-Peña P, Zapata O, Leyva R, Lozano R. Equidad y salud: necesidades de investigación para la formulación de una
política social. Sal Pub de Méx 1991;33(1):9-17.
33
Alleyne G. La salud en una sociedad mejor. Conferencia Magistral en el Centro Interamericano de Estudios de Seguridad So-
cial, 2 de marzo de 2000 México, D.F., México
174
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Los servicios de salud se encuentran inmersos en los llamados " mercados imperfectos"; es decir,
dentro de un sector de la economía que no logra un equilibrio, o máximo beneficio social, a partir de
la simple interacción de las fuerzas del mercado.34
Para consolidar la reforma económica se requiere tener equidad en el acelerado crecimiento eco-
nómico. En la Reforma social se necesita una reducción de los niveles de pobreza y dar por ende equi-
dad social.35
En las sociedades modernas el estado se erige como el principal agente colectivo para garantizar
el bienestar social, asegurando, en el caso de la salud, el acceso equitativo a los servicios mediante el
combate de las barreras que obstaculizan su utilización. No se trata de negar la contribución positiva
del mercado, sino que en el sector la eficiencia debe ser regulada y fomentada.36
Es por ello que los avances de la reforma general del Estado deben traducirse al ámbito de la sa-
lud. Esta reforma va encaminada a que los organismos públicos dejen de ser propietarios y producto-
res directos de bienes y servicios, para convertirse en promotores del bien común, planificadores estra-
tégicos, movilizadores de recurso, generadores de normas, catalizadores de la actividad privada, evalua-
dores del desempeño y garantes de la justicia. La función de modulación intenta catalizar la energía de
la sociedad, al tiempo que asegura un trato equitativo para todos. En virtud de las múltiples imperfec-
ciones de los mercados de servicios y seguros médicos, el Estado tiene la responsabilidad de establecer
procedimientos eficaces que permitan garantizar la calidad, evitar la ineficiencia y promover la equidad.
Por ello la modulación incluye cinco funciones más específicas: el desarrollo del sistema, la coordina-
ción, la gestión financiera, la regulación propiamente dicha y la protección al consumidor.
La regulación no debe ser burocrática sino participativa. Su motivación debe ser la protección de
la salud de la población y no la conformación de vigilancia sanitaria para entorpecer la actividad priva-
da. Por lo que la regulación abarca dos ámbitos la regulación sanitaria de bienes y servicios, y por otra
parte la regulación de la atención a la salud.
La regulación sanitaria se dirige hacia la actividad económica general, pues busca evitar que cual-
quier bien o servicio pueda llegar a constituir un riesgo para la salud. Así esta función representa otro
de los múltiples puntos donde la salud y la economía se vinculan entre sí. Bien concebida y ejecutada,
la regulación sanitaria puede ser un instrumento valioso de la política económica. Al mismo tiempo, pue-
de fomentar un desarrollo industrial y comercial que se preocupe por el bienestar de la población.
El segundo ámbito de la regulación se aplica a la atención de la salud. Su razón de ser es la ne-
cesidad de proteger y mejorar la calidad de los servicios. Por ello se propone una estrategia de regula-
ción participativa para la calidad, por un lado del prestador de servicio y por otro de los establecimien-
tos de atención médica y de la institución de formación del recurso humano, mediante procedimientos
de certificación y acreditación.37
En todos los países tanto en vías de desarrollo como industrializados existe un acelerado y conti-
nuo desarrollo científico y tecnológico, aplicado mayormente al diagnóstico y tratamiento de las enfer-
medades y no necesariamente a la protección de la salud o a la prevención.38
34
Arredondo-López A. El mercado de servicios médicos. Algunas consideraciones sobre la demanda y la oferta. Fundamentos de
la economía de la salud, curso a distancia. Módulo 2: Introducción a la economía de la salud. Centro Interamericano de Estudios
de Seguridad Social. 1999:77-86.
35
Annual report 1995. Inter-American Development Bank. Washington 1995:11-12.
36
Arredondo-López A. El mercado de servicios médicos. Algunas consideraciones sobre la demanda y la oferta. Fundamentos de
la economía de la salud, curso a distancia. Módulo 2: Introducción a la economía de la salud. Centro Interamericano de Estudios
de Seguridad Social. 1999:77-86.
37
Fundación Mexicana para la Salud. Economía de la salud. Propuestas para el avance del sistema de salud en México. México
1994: 166-249.
38
Economía de la salud. Perspectivas para América Latina. OPS. Publicación científica 517, Washington 1989:175-182.
175
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Por lo que, las tecnologías deben someterse a un proceso de evaluación que verifique la seguri-
dad, la efectividad y los costos de medicamentos, aparatos, equipos y otros insumos para la atención de
la salud. Finalmente la regulación también se enfoca hacia los mecanismos financieros, especialmente
los seguros y los esquemas de prepago, a fin de vigilar su solvencia y su capacidad de proteger efecti-
vamente a los clientes.
Todas estas actividades de regulación deben realizarse en forma descentralizada y con la más ac-
tiva participación de las universidades, asociaciones profesionales, productores y demás instancias invo-
lucradas. De hecho, la operación de muchos procedimientos regulatorios puede delegarse a organiza-
ciones de la sociedad civil, como ya se hace con la certificación de especialistas, se debe armonizar las
normas y procedimientos con las prácticas internacionalmente aceptadas.39
Ahora bien la globalización como realidad actual se caracteriza por una reducción del poder regu-
lador económico de todos los estados, aunque en diferente medida, invocando la necesidad de favore-
cer un mercado mundial. El poder político compite por atraer esos capitales, o sea que los políticos
compiten por reducir su poder, especialmente en los países periféricos. Por otro lado el uso del salario,
del empleo y de la tributación, como variables de ajuste, provoca creciente desempleo y deterioro sala-
rial; la menor recaudación fiscal impone reducciones de la inversión social. Como resultado de lo ante-
rior, entre otras cosas los estados perdieron su capacidad de mediación entre capital y trabajo. Como
principal consecuencia social de este fenómeno se da la generación de un amplio y creciente sector ex-
cluido de la economía. Es innegable la creciente impotencia del poder político nacional para resolver los
problemas sociales derivados de la exclusión y de la degradación de los servicios sociales (incluyendo
la seguridad pública). La exclusión social se agudiza por el deterioro de la inversión social y de los con-
siguientes servicios: salud, educación y previsión.40
CONSIDERACIONES CONCEPTUALES
1. CONCEPTOS Y CARACTERÍSTICAS DE LA EQUIDAD:
El concepto de equidad es dinámico en tiempo y espacio. Las definiciones operacionales van a de-
pender tanto del concepto a que se haga referencia como de los propósitos que se planteen.41
La equidad desde el punto de vista de eliminar la desigualdad en la provisión de servicios, debe
entenderse y medirse al nivel de la provisión de servicios y no necesariamente al nivel del estado de sa-
lud de la población, la equidad perfecta se entiende como una igualdad en esa provisión para toda la
población.
La equidad nos orienta hacia problemas de distribución de recursos entre diferentes grupos de la
población, implica el reconocimiento de las necesidades de dichos grupos y la búsqueda de un equili-
brio entre ambos aspectos. En el área de la salud, la equidad define el grado de ajuste entre las carac-
terísticas de la población y las del sistema de salud y explica cómo sus determinantes profundizan o re-
ducen las desigualdades sociales.
Para conceptualizar la equidad en salud es útil pensar, en primer lugar en la variable cuya igual-
dad o desigualdad ha sido más debatida en América Latina, es decir la distribución del ingreso. La salud
y sobre todo la necesidad de atención médica tiene un carácter aleatorio o estadístico.42
39
Fundación Mexicana para la Salud. Economía de la salud. Propuestas para el avance del sistema de salud en México. México
1994: 166-249.
40
Zaffaroni ER. Exclusión e inclusión: la restauración de una dialéctica social. Conferencia Magistral en el Centro Interamericano
de Estudios de Seguridad Social del 9 de marzo del 2000, México D.F., México.
41
Hernández-Peña P, Zapata O, Leyva R, Lozano R. Equidad y salud: necesidades de investigación para la formulación de una po-
lítica social. Sal Pub de Méx 1991;33(1):9-17.
42
Musgrove P. La equidad del sistema de servicios de salud. Conceptos, indicadores e interpretación. Bol of Sanit Panam 1983,
95(6):525-545.
176
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Es frecuente que se utilicen las resultantes de la desigualdad para el análisis de la equidad, de ahí
que usualmente el término de "inequidad" se reserve para hablar de los recursos y, cuando se discuten
los aspectos propios del nivel individual, como es el estilo de vida y los hábitos, se les considere como
"desigualdades".43
La equidad definida en relación con las necesidades se considera como la capacidad para compar-
tir los beneficios y las responsabilidades de una sociedad de manera proporcional a las necesidades y las
capacidades de la población, dando trato igual a los que tienen las mismas capacidades y necesidades.44
Una noción de equidad nos los dan los indicadores en la provisión de servicios, comparando en-
tre grupos poblacionales en la oferta per cápita de esos servicios, esto puede tener cuatro inconvenien-
tes; 1. puede ser erróneo suponer que las necesidades son iguales entre grupos especialmente si son por
criterio socioeconómico más que geográfico, 2. pueden aplicarse como variable geográfica pero esto no
incluye otras como el ingreso, 3. es incorrecto suponer que donde no hay servicios nadie obtiene aten-
ción, y 4. no se distinguen diferentes problemas de salud.
Otro indicador que se utiliza es el uso de los servicios ofertados lo cual no necesariamente correspon-
de a la demanda, la utilización no puede superar la capacidad instalada, por lo que sí la demanda para los
servicios excede a la oferta, una medida de utilización no toma en cuenta esa demanda no atendida.
2. EQUIDAD EN FUNCIÓN DEL PROCESO SALUD-ENFERMEDAD.
Los indicadores probabilísticos en relación con la equidad tienen que ver con cuatro concep-
tos básicos:
❑ Puede o no estar enfermo (probabilidad de enfermarse)
❑ Puede ser tratado utilizando el sistema de servicios (probabilidad de recibir tratamiento
cuando se está enfermo y probabilidad de ser curado una vez tratado)
❑ Puede recuperarse (probabilidad de recuperarse con o sin tratamiento)
❑ Puede o no gozar de salud. (probabilidad de gozar de buena salud)
Por equidad desde este punto de vista probabilistico se debe entender la igual probabilidad de una
u otra condición entre todos los miembros de una población.
Todos estos conceptos desde la perspectiva de la probabilidad se distinguen por su enfoque en el
caso de la probabilidad de enfermarse tiene que ver con un enfoque preventivo y en el caso de proba-
bilidad de gozar de buena salud tiene que ver con igual salud para todos que involucra los aspectos de
prevención, tratamiento y eficacia.
Con lo anterior se puede decir que la equidad puede variar mucho según el nivel donde se mida
y por la conformación de los grupos, la variabilidad de riego de enfermarse y la probabilidad de recibir
atención médica.
3. EQUIDAD EN FUNCIÓN DE LA POBLACIÓN:
Para medir la equidad en forma resumida es necesario; la clasificación de la población en grupos
de acuerdo a tres dimensiones: geográfica, socioeconómica y epidemiológica, cada una aporta diferen-
tes enfoques. El criterio geográfico, casi siempre es el que se utiliza, aquí hay que tener en cuenta la de-
sigualdad entre grupos y la desigualdad en el propio grupo formado. El criterio socioeconómico es el
apropiado siempre que la probabilidad considerada dependa del poder de compra del individuo, direc-
ta o indirectamente (ejemplo mala nutrición). El criterio epidemiológico puede ser el más apropiado
cuando se quiere saber si la atención médica se concentra donde más se necesita.45
43
Hernández-Peña P, Zapata O, Leyva R, Lozano R. Equidad y salud: necesidades de investigación para la formulación de una
política social. Sal Pub de Méx 1991;33(1):9-17.
44
Santos-Burgoa C. Salud y seguridad social. En: La seguridad social y el Estado moderno. IMSS, FCE, ISSSTE. México 299-333.
45
Musgrove P. La equidad del sistema de servicios de salud. Conceptos, indicadores e interpretación. Bol of Sanit Panam 1983,
95(6):525-545.
177
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
178
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
recho a elegir el momento y el tipo de servicios. Esta aproximación legal está enfocada al nivel indivi-
dual y relacionada con los servicios médicos, en tanto que el manejo colectivo se refiere principalmen-
te al terreno normativo y de control ambiental, exterior a los servicios.46
Factores condicionantes de la equidad en salud:
❑ Tipo y nivel de desarrollo económico
❑ Papel del Estado
❑ Dinámica comunitaria
❑ Condiciones epidemiológicas
❑ Factores de riesgo en salud negativa (determinantes de la salud).
En relación al tipo y nivel de desarrollo económico se han discutido la distribución del ingreso, el
comercio internacional, el endeudamiento externo y la dependencia tecnológica son entre otros, los que
afectan la disponibilidad de recursos para el bienestar y salud de las poblaciones. Esto se refleja en el
monto total del gasto en salud y las características de su distribución sectorial y de los satisfactores pa-
ra el bienestar. Aquí cabe aclarar que no existen criterios para establecer el monte en salud suficiente
para la satisfacción de las necesidades pero recursos y necesidades se relacionan con las características
del patrón de desarrollo económico.
En relación al papel del Estado: En forma complementaria a lo que se había mencionado, cada so-
ciedad da su connotación a la calidad de vida y bienestar de la población para darles respuesta en su
política social y productiva de desarrollo.
La participación estatal se refleja en la dirección del desarrollo y el nivel de apoyo que otorga a
sus componentes productivo y social. El primero se refiere a la producción de recursos para el desarro-
llo económico. El segundo contempla la solución de las necesidades para la población y, en ellas, la sa-
lud tiene un papel primordial.
La equidad se vincula con la función del Estado que hace referencia a la tutela de los derechos so-
ciales. Un primer problema se origina por la desproporción creciente entre la demanda en salud de la
sociedad y la relativa incapacidad de respuesta gubernamental.
La equidad busca abatir la gravedad de las desigualdades sociales y sus consecuencias sobre la salud.
A nivel sociopolítico la equidad se refiere a "justicia social" que consiste en dar más a quienes me-
nos tienen. Se intenta distribuir o redistribuir los bienes generados por el crecimiento de la economía,
ajustando los recursos disponibles a las necesidades sociales.
En relación a la dinámica comunitaria: se refiere a los diferentes riesgos de salud que existen a ni-
vel personal ya que esto depende de la información y características socioeconómicas de la comunidad.
La participación en los grupos mejor informados es cualitativamente superior, más eficiente y justa que
en los grupos que son dirigidos sin disponer de opciones y criterios sólidos. Por lo que se requiere la
socialización del conocimiento.
Dentro de los aspectos epidemiológicos se tienen que considerar los cambios epidemiológicos que
se están dando a nivel sobre todo de los países en vías de desarrollo al incluir ya dentro de los prime-
ros lugares en los problemas de salud enfermedades crónico degenerativas, además de las infecto con-
tagiosas o agudas, esto ocasiona la necesidad de producir servicios para satisfacer la demanda que ge-
neran dichos cambios, esto se da aunado a los cambios en los sistemas de salud incluidos en los proce-
sos de reforma. Existe un incremento en los costos de servicios de salud, y por consiguiente la necesi-
dad de aumento del gasto y cambios en los métodos de asignación de recursos para las reformas del
sector. La demanda de atención a la salud no disminuye sino se diversifica más y aparecen varias alter-
nativas de tratamiento dentro de los mismos sistemas de salud con el elevado costo de las distintas al-
ternativas de acción en este período de transición.
46
Hernández-Peña P, Zapata O, Leyva R, Lozano R. Equidad y salud: necesidades de investigación para la formulación de una po-
lítica social. Sal Pub de Méx 1991;33(1):9-17.
179
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
En relación a los determinantes de la salud se incluyen a todos los aspectos que intervienen posi-
tiva o negativamente (factores de beneficio y de riesgo) en la conformación de los niveles y tendencias
de salud de cada individuo o grupo social, esto resulta un aporte fundamental como factor que intervie-
ne en la salud por ser el resultado de la interacción del hombre con su medio ambiente (entorno labo-
ral y social).47
Las estrategias con miras al logro de la equidad tiene niveles de acción múltiples y difíciles de arti-
cular simultáneamente: el teórico conceptual, el metodológico, el político estratégico y el programático.48
La experiencia internacional de competencia entre el sector público y el privado con pago por per-
sona (capitado) y de las Health Maintenance Organizations (HMO) en los E.U. demuestra saldos negati-
vos, ya que se ahorran recursos a costa de la atención adecuada y necesaria del paciente, se cobra un
cargo extra para dar la atención requerida, se reduce paulatinamente el contenido de servicios del pa-
quete, se introduce un copago, o se sustituye el paquete por bonos de servicio, se inventan mecanismos
para excluir asegurados de alto riesgo o con problemas costosos.
La lógica económica se impone a la lógica de satisfacción de necesidades. El sector público tien-
de a perder ante el privado, que se rige por la ganancia y tiene amplia experiencia en como atraer lo
rentable y evitar lo costoso. Los gestores públicos no pueden negar la adscripción de nadie.
Los métodos para controlar la prestación de servicios y para asegurar la distribución equitativa de
los recursos de salud, así como el pago a prestadores, son claves para los objetivos de equidad y con-
trol de costos.49
Una parte importante de la regulación no solo es la parte de la regulación sanitaria sino lo refe-
rente a la regulación de la atención de la salud que incluye la prestación de los servicios y esta tiene
consideraciones sociales, económicas, legales, morales, étnicas, tecnológicas, educacionales, éticas y de
salud pública.50
51
OPS/OMS. La salud y el ambiente en el desarrollo sostenible. Publicación científica 572. Washington 1997
180
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
52
OMS. ¿Hacia la equidad? Un taller sobre la reforma del sector salud y acceso a servicios básicos de sa-
lud. Oslo, Noruega, 1-3 octubre 1997.
53
Grimaldos-Méndez E. Equidad y eficiencia vs. Crecimiento económico. Editora Panamá América 27 octu-
bre 1996.
181
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
La Experiencia Peruana
INTRODUCCIÓN
Hablar de regulación es hablar de mercados y hablar de mercados de servicios de salud es hablar
de las fallas del mercado.
Todos nosotros sabemos que en los mercados de servicios de salud existen fallas derivadas de la
asimetría de la información, de las externalidades, de los bienes públicos, de la incertidumbre acerca de
la enfermedad y la incertidumbre acerca de los tratamientos, con afectación a la soberanía del consumi-
dor y que derivan en deseconomías limitando con ello los objetivos de eficiencia y equidad en los sis-
temas de salud, con efectos finales que limitan el bienestar de la población.
Ante estas fallas en el mercado, lo que indica la teoría y práctica económica es que existe la ne-
cesidad de la intervención del Estado, que interviene dentro de sus funciones económico sociales, prin-
cipalmente como regulador, proveedor y financiador.
En esta oportunidad trataremos de organizar nuestra exposición alrededor de la intervención del
Estado, de la regulación y de la competencia, vista desde la experiencia del Perú.
LA SITUACIÓN EN PERÚ
Es evidente que el Estado debe generar vía su función reguladora incentivos para que los que
intervienen en el mercado de servicios de salud sean más competitivos y más eficientes, de modo
que se alcancen mayores grados de equidad. Centraremos entonces esta exposición a partir del tema
de la equidad vista desde el acceso y el gasto público.
Veamos primero la situación con algunos indicadores básicos socioeconómicos y de la salud en
el Perú.
LA SITUACIÓN ACTUAL EN PERÚ. ALGUNOS INDICADORES BÁSICOS
Población: 25 millones de habitantes
Población < 15 años =34% del total de la Población> 64 años = 4% del total
PBI per cápita: US $ 3,036 (1996)
Esperanza de vida: 68.3 años, más alta para las mujeres
Alfabetismo: 87,2% (1993) Analfabetismo: 10% (2000) (> mujeres)
Escolaridad: 8,2 años de estudio promedio población (2000)
Acceso a agua potable: 66%
Alcantarillado: 46
* Economista y Magíster en Economía. Director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de San Marcos.
Perú. Presidente AES Perú.
182
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
El Perú es un país de América del Sur que tiene aproximadamente 25 millones de habitantes con
una alta población joven, la población menor de 15 años alcanza el 34% del total de la población y una
población mayor de 64 años que apenas alcanza el 4% de la población. En términos de esperanza de vi-
da, la esperanza de vida en estos últimos años ha sido de 68.3 años, siendo las mujeres las que tienen
mejor esperanza de vida.
Si examinamos algunos indicadores socio económicos, encontramos que la población alfabeta ape-
nas alcanza al 87.2% con datos para 1993. Ese dato al año 2000, no ha cambiado mucho ya que el anal-
fabetismo alcanza al 10% de la población. El principal problema está en que las mujeres son las que tie-
nen una mayor proporción de analfabetismo. En términos de escolaridad: el promedio de años de estu-
dio de la población estaba en 7.7 años, ahora ha llegado a 8.2 años de estudios. La población que ac-
cede a los servicios básicos como el agua potable apenas alcanzaba al 66%, alcantarillado 46%, y alum-
brado público eléctrico 64.2%.
El PBI per cápita del año 1996 fue de US $ 3,036. Agreguemos algo muy importante y útil para en-
tender lo que sucede en Perú: cerca de la mitad de la población se encuentra en pobreza 12.500.000 de
personas, de las cuales 3.800.000 se encuentran en extrema pobreza, estas cantidades medidas según el
método de la línea de pobreza, así la población en condición de pobreza extrema tiene un ingreso que
no les alcanza para una canasta básica de alimentación.
En términos de indicadores de salud, la tasa de mortalidad infantil es de 43 por mil nacidos vivos,
y la tasa de mortalidad de la niñez es de 59 por mil nacidos vivos de 1 a 5 años. Una de las principales
enfermedades es la diarreica aguda y una de las principales causas de mortalidad son las enfermedades
infecciosas. La desnutrición de menores de 5 años, también es un tema muy crítico. El 7.8% de los ni-
ños menores de 5 años se encuentran desnutridos, de los cuales tienen una desnutrición aguda el 1.1%
y de los desnutridos el 25% de nuestros niños está con desnutrición crónica.
¿CUÁL ES LA RESPUESTA DE LA OFERTA ORGANIZADA DEL ESTADO PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE SALUD?
Al año 1996 el Censo de Infraestructura Sanitaria y Recursos Humanos, arrojó los siguientes datos
promedio:
❑ 10 médicos por cada 10.000 habitantes.
❑ 6.7 enfermeros por cada 10.000 habitantes
❑ 1.1 odontólogos por cada 10.000 habitantes
❑ 1.8 camas por cada 10.000 habitantes
❑ Aproximadamente 5000 puestos de salud
❑ 472 hospitales
❑ 1849 centros de salud
❑ Consultas médicas por habitante/año: apenas alcanzaba al 0.6.
❑ El presupuesto del Ministerio de Salud per cápita en el año 1998 por cada persona alcan-
zaba a U$39.
183
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
A partir de la información que hemos sintetizado, vamos a tratar de estructurar cómo es la oferta
de servicios de salud actualmente.
Observando la matriz precedente, tenemos las instituciones que prestan servicios de salud: el Mi-
nisterio de Salud, las Fuerzas Armadas y Policiales, el sector privado y el sector de la seguridad social.
La fuente de financiamiento del Ministerio de Salud viene por el lado externo que apenas alcanza el 0.7%
del total del financiamiento en el país, el gobierno y los hogares. Las Fuerzas Armadas se financian vía
el gobierno y los hogares. El sector privado vía los hogares y las empresas. Y la seguridad social vía los
hogares y las empresas.
Veamos cuál es el tamaño de la población para cada institución. Para el Ministerio de Salud el ta-
maño de la población alcanza a 18.6 millones de personas. Son personas que no tienen seguro, que por
sus características son trabajadores informales, también pueden ser trabajadores independientes o desem-
pleados, pueden ser profesionales sin seguro o simplemente pueden ser desempleados. En general la
mayor parte de la población que se encuentra en pobreza y en situación de extrema pobreza, se en-
cuentra dentro de la población objetivo del Ministerio de Salud. Las Fuerzas Armadas con su población
de afiliados, a partir de ser parientes o de alguien que pertenezca a las Fuerzas Armadas y policiales,
apenas participa con 0.4 millones de personas. El sector privado con la misma cifra y la seguridad so-
cial con cerca de 5 millones de personas.
184
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
No obstante, el problema está en que a pesar de los grandes crecimientos en la economía perua-
na, ya que durante la década del ´90, el crecimiento alcanzó en promedio al 6% del PBI, de los benefi-
cios del crecimiento no "chorreó" nada. Y creemos que eso es común en nuestros países.
Y entonces, como se entendía que la política macroeconómica tenía que ser generadora de bie-
nestar, producción y desarrollo pero en el largo plazo, cuando teóricamente alcanzara a la mayoría de
peruanos, en el corto plazo se iniciaron una serie de políticas sociales de carácter transitorio y algunos
programas que llevan ya 9 años.
En 1993 se refuerza la política social a través de la creación del Programa de Focalización del Gas-
to, con apoyo de organismos multilaterales. Estas políticas sociales están dirigidas principalmente a la
población en condición de extrema pobreza, sobre todo programas asistenciales en alimentos a los po-
bres extremos. Antes y desde 1991, se organizaron diversos programas sociales con participación de di-
versas instancias del Estado, de asistencia social o de política social. La mayoría de los programas están
enfocados por el lado de alimentación y de apoyo a las madres, a los niños y a los ancianos. La carac-
terística principal de estos programas es la de ser principalmente de asistencia social y que ello permite
un aprovechamiento político.
Entre 1990 y 1995 se dieron las principales medidas de política económica que liberalizaron los
mercados en el Perú, y durante ese proceso no hubo ningún planteo de reforma en salud. Recién en el
año 1996 se da a conocer un primer documento diciendo que se iba a iniciar la reforma en salud en el
Perú, o sea la salud como los demás sectores de la economía, el sector industria, el sector agricultura, el
sector educación, estaban relegados, porque la política económica macro era privilegiada.
Entonces poco a poco los sectores empezaron a plantear procesos de reformas y fue en el año
1996 que se da la partida de nacimiento de la reforma en salud, y una nueva conceptualización sobre la
intervención del Estado.
185
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
la seguridad social. A su vez el Instituto Peruano de Seguridad Social cambió su nombre al de Seguro
Social de Salud EsSalud. La afiliación se da a través de la población con un trabajo formal y es obliga-
toria, todos los trabajadores formales obligatoriamente están afiliados a la seguridad social. No hay elec-
ción, porque el que empieza a trabajar formalmente inmediatamente es asegurado. Los aportes son el
9% del salario, la cobertura es una cobertura total de enfermedades y no hay existencia de copagos.
Con la ley de modernización de la seguridad social, esto se amplía puesto que dio pie a que ES-
SALUD pudiera tener como una oferta de servicios y de seguros el seguro independiente, pensado pa-
ra los artesanos, los artistas, los universitarios, etc. El seguro social de salud a partir de esa fecha, ha
planteado un programa de seguros independientes al cual está inscribiéndose muy poca gente. El últi-
mo estudio que pudimos ver indicaba que a pesar de la propaganda, no se habían inscrito más de 40.000
personas (0.22% de la población sin seguro de salud).
También la ley de modernización de seguridad social creó las empresas prestadoras de salud EPS,
competencia y complemento del seguro social de salud, existiendo solamente 3 a la fecha. Hay apenas
100.000 afiliados y estas empresas están destinadas a cubrir la capa simple de enfermedades. La idea era
descongestionar las colas por atención primaria en EsSalud, y que la gente eligiera en las empresas pri-
vadas una alternativa para poder atenderse. El problema está en que hay mucha desconfianza de la po-
blación respecto de la administración de fondos comunes, por experiencias en el campo financiero de
mal recuerdo en el Perú y que además, dadas las características organizativas de EsSalud, en cuanto a
presencia a nivel de todo el país y también de gestión, es muy difícil competir con esta institución en el
Perú, pues posee ventajas comparativas y ventajas competitivas. A pesar de sus limitaciones, es de lejos
la organización de salud más eficiente en términos de utilización de recursos y con muchas ideas para
poder competir. La seguridad social de salud incluso llega a enviar a sus pacientes al extranjero cuando
ellos no llegan a resolver el problema de salud, ello dentro de un marco de integralidad en la cobertu-
ra del daño.
El fondo que maneja el seguro social de salud apenas alcanza a 600 millones de dólares. Y tam-
bién dentro de la ley de modernización se daba pie a que existan los seguros privados de salud con las
características que todos nosotros conocemos.
186
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Entonces ya tenemos bajo esta Ley del Seguro General de Salud, la conformación de un sistema
que separa el tipo de atención individual y colectiva. Dentro del proceso de generación y provisión del
servicio de salud, lo que se ha venido dando es un proceso paulatino y lento, anterior incluso a la re-
forma, de traslación de responsabilidades del Ministerio de Salud, sobre todo al sector privado. La tras-
lación ha sido lenta y gradual, y ahora tenemos que esa traslación al final ha significado una privatiza-
ción de los servicios de salud. Pero la privatización no entendida como el traslado de la infraestructura
al sector privado, sino la privatización del financiamiento. Es decir el Ministerio de Salud oferta servicios
de salud pero todo aquel que quiera acceder a los servicios de salud tiene que pagar por los servicios,
entonces la privatización ha sido del financiamiento. La responsabilidad está siendo transferida hacia las
personas. Las personas que quieran atenderse tienen que pagar por la atención, y entre ella se encuen-
tra la población en condiciones de pobreza y extrema pobreza.
A MODO DE BALANCE
Finalmente entendemos que la reforma en salud en nuestro país tiene una contradicción con la
realidad. La realidad es que hay mucha pobreza, hay condiciones estructurales de pobreza muy grandes,
y la reforma en salud no puede plantearse muchos incentivos actualmente como está formulada, para
generar competencia y para desarrollar capacidades de lograr mayor equidad.
187
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Otra conclusión es que la equidad vista desde la perspectiva del acceso, indica que el acceso es-
tá en función del ingreso y que en términos de gasto tampoco existe equidad, puesto que hay limitacio-
nes en la gestión y administración de los recursos del Estado.
Resulta evidente que la política reguladora y de competencia aplicada vía la reforma de la salud
en el Perú debe cambiar, pues el principio de equidad esgrimido está siendo afectado. El problema prin-
cipal es el acceso a los servicios de salud y el financiamiento de la población en pobreza y pobreza ex-
trema. Los incentivos aplicados para generar mayores recursos y mayor eficiencia en el gasto no han fun-
cionado, por ello debe proponerse un cambio radical en la política, que permita integrar a todos los ac-
tores, reforzar la demanda, privatizar los servicios de salud de los centros de salud especializados, gene-
rar incentivos por pago por producto, cambiar las redes de organización de los servicios de salud, ge-
nerando redes de referencia y contrarreferencia, y lo más importante será ir hacia un paulatino proceso
de aseguramiento de la población, con una nueva política de salud en el marco de cambios estructura-
les de la economía, de modo que se proteja más a la población en desmedro del capital.
188
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
La Experiencia Argentina
Rubén Cano*
INTRODUCCIÓN
En realidad esta mesa se refiere a la regulación y competencia en el ámbito de la equidad y com-
partimos plenamente la expresión regulación y competencia y no regulación y desregulación, como se
escucha habitualmente y que es una terminología que realmente no nos gusta, ya que desregulación sig-
nifica falta de reglas y lo que creemos es que habría que reglamentar más y mejor, es decir establecer
pautas de competencia más claras.
Para comenzar y sin ánimo de hacer diagnósticos, vamos a tratar de sintetizar y exponer breve-
mente cuáles son nuestras propuestas en este tema, viendo de entrada un pequeño pantallazo de cuál
es la situación en cada uno de los segmentos respecto a la regulación y la competencia:
❑ En nuestro país, las obras sociales, con alrededor de 8.500.000 de beneficiarios se encuen-
tran hoy con una situación de regulación que no nos convence y que creemos que hay
que rever, y una situación de competencia que requiere también algún tipo de revisión.
❑ El PAMI, con unos 3.500.000 beneficiarios tiene su regulación pero no se da una situación
de competencia regulada como imaginamos.
❑ Las obras sociales del personal de dirección, igual que las obras sociales sindicales regu-
ladas, también están con situación a rever y una situación de desregulación que requie-
re un análisis crítico.
❑ Las obras sociales provinciales que dada su autonomía cuentan con su propia regulación,
muestran una situación de falta de competencia por lo general, al igual que las otras
obras sociales que son las excluidas de la Ley.
❑ Y finalmente están las empresas de medicina prepaga donde si bien es cierto que hay
competencia, aún no tienen la regulación adecuada.
En este contexto se van a ir viendo a lo largo de estos dos próximos años una serie de medidas que
se han querido sintetizar en un programa de 10 puntos, que tiene dos nodos como objetivos: uno que
transcurrirá a lo largo de todo este año y que va a ser un espacio reducido de libre competencia, y otro a
lo largo del año que viene, con la intención de que haya un espacio ampliado de libre competencia.
189
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
PROCEDIMIENTO DE CRISIS
Se utiliza entonces una metodología para la detección de situaciones de crisis que tiene doce in-
dicadores principales, destinados a determinar el procedimiento de crisis y una serie de ocho indicado-
res accesorios, que agregan información relevante para el diagnóstico.
Los doce indicadores principales más importantes que se van a tener en cuenta como para consi-
derar la situación de las obras sociales son:
1. El capital de trabajo
2. Su endeudamiento total
3. El endeudamiento corriente
4. El patrimonio neto
5. La inmovilización de los bienes de uso
6. El resultado operativo
7. El nivel de gastos prestacionales, que como saben por la Ley tiene que ser del 80% o
superior.
8. El nivel de gasto administrativo, que por Ley tiene que ser del 8% o inferior.
9. La rotación de los créditos por aportes y contribuciones
10. La rotación de deudas prestacionales
11. La liquidez prestacional
12. La evaluación de la cantidad de beneficiarios a considerar
En realidad, considerando estos doce indicadores más otros indicadores de orientación, el conjunto
de los mismos nos permite tener una idea de cuál es la situación que viven hoy las 260 obras sociales.
INDICES
❑ PATRIMONIALES (5P)
• Describen stocks y relaciones de stocks relevantes
❑ DE RESULTADO (3P + 3A)
• Informan sobre el nivel y la composición del resultado operativo
❑ DE FLUJO (3P + 4A)
• Informan sobre la capacidad de manejo de los flujos
❑ DE REFORMA ESTRUCTURAL (1P + 1A)
• Proveen información sobre aspectos vinculados a las políticas del sector
190
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Nº de Indices 12
fuera de
rango
9
6
Crisis
3
Ajuste
Monitoreo
Estructural
Precaución
0
Etapa
191
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Nº de Indices 15
fuera de PASIVA ACTIVA
rango 12
Ajuste Crisis
3
Monitoreo Estructural
Precaución
0
Etapa
192
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
15
Nº de Indices GERENCIA GENERAL - GERENCIAS
fuera de
rango 12
GERENCIA DE CONTROL ECONÓMICO-FINANCIERO
6 Crisis
Ajuste
Estructural
3 Monitoreo
Precaución
0
Etapa
¿CÓMO ESTÁN HOY LAS OBRAS SOCIALES EN RELACIÓN A ESTA METODOLOGÍA DE CRISIS?
Veamos brevemente un panorama de la situación actual de las obras sociales de acuerdo a la me-
todología del Procedimiento de crisis:
193
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Monitoreo
28.4%
194
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Pero en realidad estos son promedios, y si bien los promedios pueden ser medianamente adecua-
dos, cuando empezamos a desgranar el sistema obra social por obra social, observamos que este pro-
medio aceptable en realidad es producto de la evaluación de las obras sociales, algunas de las cuales se
encuentran en una marcada situación de desfinanciamiento.
Por este motivo se están previendo otros tipos de modificaciones respecto a la metodología de fi-
nanciamiento, sobre todo del Fondo Solidario de Redistribución que como es sabido tiene dos compo-
nentes: uno de redistribución automática de doscientos cuarenta millones de pesos que garantiza que
cada trabajador que no alcanza a tener un aporte de $40, es decir que no gana $500 por mes, en forma
automática la AFIP distribuye en esas obras sociales este dinero para garantizar este ingreso, y un segun-
do componente de $110.000.000 que se distribuyen a través de la APE para el financiamiento insuficien-
te, en relación a la demanda que hay de provisión de drogas HIV, discapacitados, patologías de alta com-
plejidad, o bien se destinan a abonar déficits operativos.
Lo cierto es que este sistema de financiamiento, entendemos que tiene la particularidad de ser po-
co solidario porque surge del aporte del 10% de los integrantes de las obras sociales sindicales y del 15%
de las obras sociales de dirección. Por lo tanto este desgranamiento de las 260 obras sociales a lo sumo
logra un tipo de solidaridad dentro de la propia actividad, pero aunque los números finales parecerían
razonables, no logra un financiamiento solidario integral entre otras cosas, porque este fondo solidario
no es suficientemente equitativo respecto a cómo se conforma. Entonces estamos imaginando, todavía
a nivel de laboratorio, una serie de posibilidades que permitirían un sistema de financiamiento mucho
más progresista, por ejemplo la posibilidad de que el aporte al fondo sea proporcional a los ingresos de
cada uno de los trabajadores, como para conformar una masa que permita una redistribución que le de-
rive mayores ingresos a las ramas de la actividad que hoy no están en situación adecuada.
CONFORMACIÓN DE CONSORCIOS
Respecto a la implementación de los consorcios, esta es una política que tiene por objetivo que
aquellas entidades que hoy se encuentran sin constituir un pool de riesgo económico por infinidad de
variables, o bien porque pueden ser ramas de alguna actividad que en esta última década se vio parti-
cularmente golpeada, como podría ser el caso de la industria textil o de la industria azucarera, o inclu-
so la industria metalúrgica, tengan la posibilidad a través de un proceso voluntario de adhesión, de con-
formar consorcios y otras formas asociativas que propiciarían de esta forma a tener una única gestión y
mejorar sus posibilidades, no sólo por reducción de costos de administración, sino también mediante
una mayor capacidad de compra.
En este sentido, la Superintendencia junto con la Secretaría de Políticas del Ministerio, de quien
depende el Programa de Reconversión de Obras Sociales financiado por el Banco Mundial, está evaluan-
do la posibilidad de que sea a través de este financiamiento que se posibilite a las obras sociales que
adhieran en forma voluntaria a este proceso de consorcio, licuar parte de sus pasivos, tener recursos pa-
ra hacer la reorganización, adecuar los procesos de informatización, e incluso capacitar al personal que
trabajaría en este proceso.
Por lo tanto éste es un tema interesante para propiciar en el tiempo, para evitar esta profunda ato-
mización entre 260 entidades que, sea por su cantidad de beneficiarios en la mayoría de los casos, o por
su ingreso per cápita, a pesar de los promedios no constituyen un pool de riesgo económico.
195
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
ga, además de tener una dependencia formal en cuanto a la observación del cumplimiento de las obli-
gaciones, permitirá pensar en algún otro proceso de competencia regulada más amplio. También las em-
presas de medicina prepaga deberán participar en este proceso de evaluación de la situación de crisis y
que hoy es una metodología pensada en las obras sociales pero también habrá que ver cuáles son las
prepagas que están en condiciones de calificar si tienen pretensiones de participar en un proceso de
competencia regulada.
MIGRACIÓN Y COMPETENCIA
Hay un tema que merece un comentario más particular, que es el tema que se ha llamado de des-
regulación, migración o competencia. La situación actual y la del futuro. En realidad hoy se da esta po-
sibilidad de migrar de una obra social a otra, esto es una buena idea, pero a veces las buenas ideas no
terminan necesariamente bien. Nosotros estamos de acuerdo en que el propio beneficiario sea un árbi-
tro, con la capacidad de juzgar a una obra social, o de migrar a otra si su obra social de origen no le
dio la adecuada prestación.
Pero también tomamos en cuenta que como esta regulación no se dio en términos adecuados, lo
que ha sucedido es que en forma contraria a lo que podríamos imaginar, o sea que las obras sociales
que se encuentran con mayores inconvenientes serían las que perderían mayor cantidad de beneficia-
rios hacia otra, en realidad lo que se ha observado es que los beneficiarios que han migrado son aque-
llos que tienen mayor aporte individual. Por lo tanto se ha producido lo que se llama el descreme del
sistema, lo cual hace que aquellos que no migraron y participan aún en las obras sociales de origen, se
encuentran con un marcado nivel de desfinanciamiento.
Esto es una especie de chilenización del modelo sin tener la ley chilena de las ISAPRES, por cuan-
to los de mayores recursos se concentran y desfinancian al resto. Por lo tanto sin ánimo de alterar la
buena idea de la posibilidad de migración, hay que buscar un sistema más equitativo de transferencia
para evitar esta situación de descreme. Un ejemplo podría ser que quien se quiera trasladar lo haga lle-
vando al aporte promedio de su obra social y no su aporte individual, como una forma de compensar
esta situación de descreme.
LAS OBRAS SOCIALES PROVINCIALES Y EL PAMI
Otro tema interesante para discutir en estos próximos dos años es la reconversión regulación y com-
petencia de las obras sociales provinciales, que sin bien es cierto que tienen autonomía, porque cada uno
de los gobiernos tiene autarquía sobre estas entidades, y generalmente están dependiendo de los Ministe-
rios de Salud provinciales, la mayoría de ellas requiere una profunda reconversión y también sería intere-
sante que participen en un proceso voluntario, en este proceso de integración entre todos los sectores.
El nuevo modelo de financiamiento del PAMI es un tema clave, porque es hablar de 3.500.000 de
beneficiarios que deberían participar a través de un modelo de gestión sumamente acotado, para lo cual
se permitan transferencias de cápitas más integrales que las actuales. Estas tienen dentro del propio sis-
tema una excesiva segmentación y esto no habilita la posibilidad que el beneficiario juegue en esta mi-
gración. Entonces la participación de otras entidades, como por ejemplo las obras sociales provinciales,
podría hace jugar a los beneficiarios en esta situación de traslado.
EL MODELO PRESTACIONAL
Un tema importante para aclarar es el tema del modelo prestacional, que de alguna forma está con-
dicionado por el PMO.
Esta también es una buena idea con malos resultados. Es una buena idea que exista un Programa
Médico Obligatorio que defina qué es lo mínimo que tiene que dar una obra social, pero en la medida
en que el PMO no es suficientemente claro, y tiene de pronto cláusulas que admiten sugerencias, o que
dice que toda práctica médica razonable ingresa en el PMO, el PMO pasa a transformarse en el "Progra-
ma Máximo Obligatorio", porque no tiene límites y entonces no se puede financiar, y que además tiene
un profundo énfasis en lo asistencial y no en la prevención. Entonces pasa que se le exige a una obra
social el cumplimiento del PMO, pero no tiene los recursos suficientes como para poder acordarlo.
196
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Dicho de otra forma, un modelo que pone especial énfasis en lo asistencial es mucho más costo-
so y además muestra peores indicadores. Y al respecto tenemos ejemplos de algunos países versus otros
que tienen modelos inversos, y que están entonces demostrando la situación antedicha.
Antes de concluir quisiéramos decir un último párrafo referido a los 15.000.000 de beneficiarios
que no están formalmente cubiertos y que por lo tanto recurren al hospital público o al sector público.
La década pasada fue de exclusión. Excluido no sólo es aquel indigente que no tiene cobertura, sino
que mucha gente ha quedado excluida y esto se ve incluso en los indicadores económicos, hay un 14%
de desocupación o subocupación, esto implica que un trabajador que lo fue hoy ya no lo es más, y en-
tonces forma parte de esos 15.000.000.
Entonces cuando hablamos de excluidos no hablamos sólo de marginados, hay 15.000.000 de ex-
cluidos y hay que ir pensando o inaugurando la próxima década como la década de la inclusión, e ir pen-
sando cómo este casi tercio de la población Argentina ingresa formalmente en un sistema de cobertura.
Recordemos que a partir del 1º de abril pasado se impulsó la cobertura de monotributistas y per-
sonal doméstico. Esto abarca a aproximadamente 1.000.000 de personas. Es sólo un segmento de avan-
ce, pero es una buena idea porque esto permite que este segmento al menos tenga una cobertura for-
mal a partir de un aporte acotado, y va a significar de alguna manera una descompresión a la demanda
del hospital público, que no siempre pudo incrementar de la misma manera su presupuesto. Y también
de alguna forma va a ser una inyección de recursos económicos a la actividad privada que está golpea-
da. Queda aún el desafío, con el que estamos trabajando, de ir imaginando seguros para los no cubier-
tos, a través de la incorporación formal a los sistemas y la participación en las otras entidades que par-
ticipen en un proceso de competencia regulada.
197
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Es nuestra intención, entonces, proponer una profunda reforma del sistema integral a través de es-
tos 10 puntos con este nivel de escalonamiento que hemos comentado.
Por último creemos que la reforma de la seguridad social y la reforma particular de la salud den-
tro de la seguridad social, es un hecho ineludible que nos obliga a todos, y queremos cerrar esta expo-
sición con una idea que tomamos de Cristian Baeza, un expositor que no pudo venir, quien haciendo
una comparación entre las necesidades de la reforma de la seguridad social con el sexo de los adoles-
centes dice: "Todos hablan de ello pero muy pocos en realidad lo ha hecho, cada uno cree que su vecino
tiene más experiencia que él, cuando finalmente se hace se hace a la rápida y bajo muy difíciles circuns-
tancias, muchos lo lamentan después... y nadie quiere hacerse cargo de los resultados".
198
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
INTRODUCCIÓN
Como miembros organizadores de estas jornadas comenzamos esta exposición de manera algo di-
ferente ya que como nos hemos autoconvocado nos corresponde agradecerles a ustedes su presencia.
Esta es una presentación preparada conjuntamente que ha tenido dos buenas intenciones, la pri-
mera es hacerle un poco de marketing (en el mejor de los sentidos) a la economía de la salud con la
convicción de que su difusión ayudará a identificar las principales dificultades y a formular las mejores
soluciones y la segunda es refrescar, didácticamente, algunos conceptos de la aplicación de la economía
en el área de los cuidados de la salud.
Iniciamos la preparación de esta exposición con una búsqueda de antecedentes acerca de la preo-
cupación por la equidad o, en otras palabras, desde cuándo domina esta ambición de dar todo lo que se
pueda a todos los que lo necesiten o lo deseen y encontramos la siguiente cita de la mitología griega:
Aunque la cita no nos da referencia de tiempo nos permite afirmar que muy antiguamente, la so-
ciedad concibió como un orden universal la situación en la cual la posibilidad de vivir fuera independien-
te de la capacidad de pago.
Esta cita y otros antecedentes encontrados nos permiten decir que la preocupación por la equidad
es recurrente, y que se intensifica en todos aquellos momentos en que los sistemas económico-sociales
se vuelven más inequitativos.
Por lo tanto, no es sorprendente que actualmente, junto con la evidencia de que nuestro sistema
tiende a intensificar inequidades aparezca una fuerte preocupación por revertir esta situación.
199
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
EL CONTEXTO HISTÓRICO
Nos preguntamos en qué momento aparece la economía incorporada a estas cuestiones de la sa-
lud. Y de una manera estilizada, muy simplificada, pensamos que a principios de siglo los cuidados mé-
dicos tenían un carácter casi artesanal y el acceso estaba ligado fundamentalmente a la capacidad de pa-
go de las personas. La cobertura y el acceso fueron extendiéndose basados en la inserción laboral de la
población, primero al trabajador y luego a su familia. El Estado de bienestar fue ampliando la protección
brindada mientras que, al mismo tiempo, la medicina y las industrias conexas fueron profundizando la
complejidad de los bienes y servicios ofrecidos y también de su propia organización. Con la incorpora-
ción de las nuevas tecnologías aumentan los costos de la atención médica y se produce una tensión cre-
ciente entre la oferta de bienes y servicios, las expectativas de la población y las necesidades de finan-
ciamiento que impactan en la presión fiscal y en el ingreso de las familias.
De la misma manera, en el mismo sentido que la innovación tecnológica, los cambios en la epi-
demiología y el aumento en la expectativa de vida empujan al alza los gastos. Hoy decía Javier Vilosio
que más que de una transición epidemiológica hay que hablar de una acumulación epidemiológica, di-
gamos que se van acumulando las necesidades. Y esta situación se refleja en una multiplicación de los
conflictos, una fuerte tensión y difícil articulación entre lo que es la demanda individual y la demanda
macro sectorial, o sea entre la atención individual y la agregada, entre lo que ve el médico y ve quien
gobierna y/o regula el sistema. Dicho de otro modo, los conflictos son entre el aumento de la cobertu-
ra vertical y la cobertura horizontal, entre la concentración de la riqueza y el deseo o el discurso de de-
mocratizar el acceso a los cuidados de la salud.
200
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
201
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Por lo tanto, la economía de la salud también se preocupa por la descripción de los mecanismos
que acentúan o alivian estas diferencias. Habíamos mencionado el conflicto existente entre la demanda
individual o micro y la demanda macro sectorial, cuyo conflicto se genera porque existen ámbitos de de-
cisión que están separados y que generan intereses en pugna, entre la decisión que día a día y consulta
por consulta tiene que tomar el médico individual, y las decisiones que tienen que tomar aquellos que
manejan el sistema desde la regulación, o desde el control o desde los programas sectoriales generales.
En contra de este aislamiento que existe entre estos dos sectores, cierta parte del análisis econó-
mico permite acortar las brechas y ampliar las perspectivas al identificar la naturaleza de los bienes y
servicios que están en juego y, establecida esta diferenciación de la naturaleza de los bienes, atribuir ni-
veles de prioridad según que el impacto del consumo sea individual o colectivo.
Cuando se logra este acortamiento de las brechas, cuando se logra dar una cierta explicación a
qué es lo que está pasando, se genera un espacio para el acuerdo y es posible reconocer que el objeti-
vo común es la mejora del estado de salud de la población y el acceso a los servicios de atención mé-
dica. Entonces encontrar una fórmula que sea aceptada por ambas partes no es tan conflictivo.
La economía de la salud también aporta al diseño de los sistemas asistenciales. Por ejemplo al ana-
lizar en forma detallada las fuentes de financiamiento y su impacto en la equidad, se pueden reconocer
las alternativas menos regresivas, (el Dr. Wagstaff nos mostró un gráfico donde se veía de qué manera
los distintos tipos de fuentes de financiamiento impactaban en los niveles de equidad de acuerdo a si
tenían un comportamiento regresivo o progresivo).
También se facilita la identificación de las zonas donde se producen superposiciones costosas que
dejan recursos humanos y físicos ociosos, y es posible sugerir cómo orientar las decisiones de inversión
para que se concentren en la producción y distribución de aquellos bienes y servicios que tienen mayor
efectividad para el mejoramiento de la salud de la población.
Y creemos que estos aportes pueden ser particularmente útiles en el diseño de nuestro sistema de
salud tan fragmentado, inequitativo y regresivo. Pero para mediatizar, para lograr que estos aportes des-
de la economía resulten concretamente efectivos es necesario un cambio de creencias y una mejor com-
prensión de las distintas perspectivas de las que miramos los economistas y los profesionales de la salud.
Volvamos a la cuestión del análisis de los comportamientos; uno de los más relevantes es la gran
descentralización en las decisiones de utilización de recursos para el cuidado de la salud. Lo más atrac-
tivo de este comportamiento es que muestra el grado de aislamiento que padece quien toma las deci-
siones de asignación de fondos, dentro de un establecimiento – a nivel prestador, a nivel de financiador
y/o a nivel gubernamental.
Este aislamiento implica que aquél que decide sobre el uso del dinero está desconectado de aquél
que decide sobre la producción y distribución de los bienes y servicios. Es cierto que entre ambos no
hay intereses en común si se piensa exclusivamente en la producción de los bienes y servicios para el
cuidado de la salud, pero sí tienen intereses compartidos si se toma como objetivo final el mejorar el es-
tado de la salud. Por lo tanto, las discrepancias se tornan más interesantes y sutiles cuando ambos sa-
ben que no todos los cuidados impactan de la misma manera en el estado de salud de las poblaciones.
Por eso, si entre unos y otros hay un conjunto vacío enorme y posiciones antagónicas, lo que se
necesita es aportar metodología e información para ocupar ese espacio y acercar el objetivo común en-
tre los distintos grupos que toman decisiones.
Es posible que este antagonismo se haya basado en una mala interpretación de la economía que,
generalmente, se la ve asociada a las restricciones y no a una intención de despertar nuevas capacida-
des, nuevas habilidades para que los recursos (muchos, pocos y/o suficientes) puedan utilizarse de la
mejor manera.
202
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Actualmente sólo tenemos una idea del consumo muy agregado que lo único que nos dice es una
cantidad de consultas ambulatorias, una cantidad de consultas en internación, de egresos, de prácticas
diagnósticas, etc. Pero no sabemos cómo es el proceso productivo, cuál es la concentración de presta-
ciones en la atención de una determinada patología, quiénes han recibido esas prestaciones, dónde vi-
ven, cómo valoran los servicios recibidos. etc.
Otra parte de la información específica necesaria es la medición de los gastos. ¿Cuando se habla
de gastos, se piensa sólo en una magnitud o en llegar a entender cómo está compuesta esa magnitud?.
Por ejemplo, la mirada de los gastos desde los presupuestos ha sido más insistente en identificar perso-
nal, inversiones y bienes de consumo, que a definir el producto obtenido con ese gasto, es decir cuán-
to va a cada programa y cuáles son las unidades de producción de ese programa.
Otro aspecto de vital importancia es el análisis de la relación entre consumos y gastos, ¿cómo ha
sido ese proceso productivo?, ¿qué podemos hacer para mejorar esos procesos productivos?, ¿cómo ele-
gimos los mejores procesos productivos cuando hay alternativas para un mismo tratamiento?.
Por último corresponde estudiar el impacto de esos consumos y de esos gastos en el estado de sa-
lud de la población. Si contamos con todos estos elementos será cierto que es posible diferenciar la sa-
lud de los cuidados asistenciales. Pero este impacto no es igual para todos, por lo tanto habrá que com-
plementar el estudio con comparaciones de impacto de gastos y consumos entre personas de distintas
regiones, entre distintos grupos de personas de una misma región. De este modo, se compararían carac-
terísticas de los individuos, como por ejemplo la edad y la capacidad de pago.
Estos conocimientos nos habilitan para la elaboración de la información básica para las decisiones
en los distintos niveles, según el siguiente esquema:
203
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Y por último, están las personas, ¿quién produce hoy información para las personas que cada vez
tienen más que decidir? Si gran parte de los incentivos para la eficiencia del sistema descansa en la com-
petencia entre prestadores, entre aseguradores y las personas no tienen información adecuada ni sufi-
ciente, no lograrán comportarse como se espera.
Se espera, por lo tanto, que sólo cuando logremos estos aportes, estaremos en condiciones de apli-
car aquellos incentivos que tiendan al desarrollo y que limiten realmente las inequidades ya que el de-
sarrollo de las nuevas habilidades en los responsables del sistema significará encontrar caminos que
transformen nuestro sistema en algo más equitativo, más justo y menos regresivo.
REFLEXIONES FINALES
Finalmente, queríamos hacer una reflexión acerca de qué es lo que ha pasado en nuestro país con
respecto a la economía de la salud. Nuestra sensación es que se ha avanzado muy lentamente en la cons-
trucción de un espacio protagónico que permita a la economía de la salud acompañar los niveles de pla-
nificación y decisión. Y aunque se han abierto canales que promueven la producción de aportes técni-
cos y estudios académicos, ésta también fue más o menos limitada.
Y tampoco se ha logrado superar en cierta parte del sector una visión sesgada a ver economicis-
mo donde hay una lógica económica, que facilita las decisiones en un ambiente en el que se perciben
necesidades crecientes y recursos estancados. No se identifica esta lógica con aquella que puede dise-
ñar mecanismos que eviten racionamientos por capacidad de pago, que afectan tan directamente a la ca-
lidad de vida, como el cuidado de la salud.
Tal vez estas sean las circunstancias que expliquen en parte aquellas inequidades que señaláramos
cuando empezamos la charla, y que determinan las tareas a continuar, a completar en el futuro. Sin em-
bargo desde lo positivo en los últimos años se ha avanzado muchísimo, creemos, en el diálogo, en la
confianza, en la comprensión, y el trabajo conjunto entre los profesionales de ciencias económicas y los
profesionales de la salud.
Y esta fue la apuesta de la Asociación de Economía de la Salud, al convocar y nuclear de una ma-
nera amplia a aquellos interesados en mejorar la asignación y utilización de los recursos del sector, con
el objeto de alcanzar mejores resultados en términos de calidad y equidad. Y creemos que éste también
fue el aporte de cada uno de nosotros trabajando en este sector.
204
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Arturo Schweiger*
INTRODUCCIÓN
Para comenzar tenemos una cita, que define a la economía de la salud y a partir de allí revisare-
mos su relación con diversos aspectos de equidad. Esta cita es del economista Víctor Fuchs54 y presenta
tres partes: la primera parte establece que la economía de la salud es un campo de la Economía aplica-
da donde prevalece la investigación y los enfoques orientados para la toma de decisiones del sector, y
por suerte en este seminario internacional están presentes importantes tomadores de decisiones del sec-
tor. La segunda parte explica que la Economía de la Salud se nutre principalmente de teorías económi-
cas como microeconomía aplicada, organización industrial, finanzas públicas, y análisis de la teoría de
seguros. Y la tercera parte de la definición destaca que: muchos de los trabajos más útiles utilizan con-
ceptos económicos no demasiado sofisticados, pero a la vez requieren conocimientos detallados de eco-
nomía sanitaria y de instituciones y de mercados de salud.
La idea de presentar esta cita es la de resaltar una preocupación que tenemos en este congreso, y
es que muchos de los tomadores de decisión que pasan por estos seminarios se lleven no sólo grandes
diagnósticos del sector, sino herramientas para poder aplicar en su gestión. El enfoque que intentamos
darle a esta presentación es un enfoque más de microeconomía aplicada a toma de decisiones que de
aspectos diagnósticos.
205
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
vemos en gestión tienen una base de microeconomía aplicada, temas del principal agente, temas de asi-
metría de información, que están entrelazados con herramientas de administración: cuadro de mando o
contratos programa. Entonces cuando hablamos de economía lo hacemos en sentido amplio abarcando
economía y administración de servicios de atención de salud.
El concepto base que queremos enfocar es el de equidad. La idea es preguntar si equidad es un
valor relativo o absoluto. Se puede hablar de equidad en una situación en abstracto. Sin embargo, por
lo general en economía estamos realizando análisis comparativos. Entonces vimos a lo largo del semi-
nario los análisis donde en algunas ponencias se comparaban quintiles y se sostenía que el primer quin-
til versus el otro tenía una mejor accesibilidad o tenía una menor equidad en la utilización de servicios.
En general cuando se habla de proyectos, ya sea con financiamiento público o financiamiento interna-
cional, también se efectúa un análisis comparativo, entonces lo importante es empezar a incorporar la
idea de que equidad no es un concepto absoluto, sino que es un concepto comparativo, que permite
comparar situaciones o escenarios futuros, entendidos como estados que se lograrán a través de un pro-
grama o proyecto.
Otro aspecto relacionado con equidad y que consiste en un típico problema de política económica
se basa en responder los siguientes interrogantes: ¿un proyecto de salud es la mejor herramienta para lo-
grar una mejora en la equidad?, ¿es la mejor herramienta para alcanzar una mejora en la distribución del
ingreso?. Sobre esto también existe abundante literatura y discusiones al respecto. No vamos a entrar en
ese punto en particular, pero nos parece que dada la relevancia del tema de equidad, no podemos dejar
de medir en la evaluación de proyectos y en la evaluación de programas los aspectos de eficiencia, y tam-
poco dejar de incluir en dichas evaluaciones cuál puede ser ese posible impacto en equidad.
Otro concepto que hemos visto es la definición de equidad en la literatura económica aplicada:
equidad es accesibilidad a los servicios de salud. Y a partir de allí es importante introducir el concepto
de utilización, donde empezamos a incluir los temas de oferta. En general nosotros vemos en los cursos
la evaluación de la demanda y la ubicación de la población. Se analiza también cómo la población ac-
cede a la oferta y cuánto se expresa de esa necesidad de salud (demanda potencial de servicios de aten-
ción de salud) en relación a la utilización y el uso efectivo que se hace de la oferta de los servicios. Co-
mo síntesis de este punto nos parece importante, además de mencionar el concepto de accesibilidad,
destacar la utilización efectiva de los servicios de salud.
Hay cuatro categorías importantes para definir el concepto de equidad, y seguiremos en esta ca-
tegorización un trabajo de Leighton y Maceira:55
❑ Equidad en la situación de salud, es decir la situación inicial en la que está una pobla-
ción objetivo sobre la que queremos focalizar las políticas de salud.
❑ Equidad en el acceso, la cercanía, la posibilidad de acceder al servicio de salud.
❑ Equidad en la utilización de servicios, o sea la efectiva utilización de los servicios de salud.
❑ Equidad y Financiamiento, referida a si el financiamiento de los servicios de salud es equi-
tativo o no lo es, es más regresivo o es más progresivo.
55
Leigthon,C. Y Maceira,D. "Guía básica de política: Toma de decisiones para la equidad en la reforma del sector salud", LACRSS,
Iniciativa reforma del sector salud, Ediciones Especiales 2, diciembre 1999.
206
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
EQUIDAD EN LA FINANCIACIÓN
El último punto en realidad sería la equidad en la financiación, donde el análisis económico des-
taca la revisión de las fuentes de financiamiento municipal, provincial y de las cuentas nacionales.
EL ENFOQUE DE BRECHAS
Para proseguir con el análisis del tema de la equidad, comentaremos el Enfoque de Brechas, que
hemos encontrado en la literatura aplicada de economía de la salud en Chile y en otros países de la Re-
gión. La idea es tratar de tener un esquema rápido donde podamos identificar aspectos de demanda y
de oferta de salud.
Para ello se analiza la demanda potencial que asociaríamos conceptualmente dentro de la termi-
nología que utilizamos, a las necesidades básicas insatisfechas.
La demanda revelada es realmente la demanda de aquellas personas que concurren a solicitar el
servicio y ahí se da una de las primeras brechas caracterizada por la relación existente entre la población
que presenta necesidades de salud y la población que concurre a atenderse. Es decir que la demanda no
revelada sería un déficit y nos estaría dando señales sobre la situación de salud de esa población.
207
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Luego los otros dos niveles son demanda revelada y oferta de servicios en términos de consultas
e internaciones ofrecidas. Esta relación conforma la segunda brecha. Como indicador de esta brecha sur-
ge el caso de España e Inglaterra las listas de espera, es decir tenemos tanta gente que concurre, el sis-
tema de salud no la puede satisfacer, entonces se arman listas de espera de consultas, de internaciones,
de operaciones. El conocido argumento acerca de la falta de eficacia e inequidad del sistema de salud
inglés, el NHS, que aún presenta varios meses de lista de espera para ciertas operaciones y no está me-
jorando su efectividad.
Después tenemos la relación entre oferta de servicios y los insumos utilizados. Aquí es donde tra-
dicionalmente se caracteriza como una relación de insumo producto.
En el análisis de equidad se identificaron 3 situaciones y se las relacionó con el análisis de brechas:
❑ La primer brecha: demanda potencial/demanda revelada contribuye a la descripción de
la situación de inicial de salud y al análisis de la equidad de esa situación de salud.
❑ La segunda brecha: demanda revelada/oferta de servicios, contribuye a brindar informa-
ción acerca de la equidad en el acceso.
❑ Y la segunda brecha y la tercer brecha: oferta de servicios/insumos nos está brindan da-
tos acerca de la equidad en la utilización.
Demanda potencial
Demanda revelada
ASPECTOS APLICADOS
¿Cómo podríamos empezar a pensar todo esto que acabamos de ver un poco desde la teoría, en
términos de su aplicación por ejemplo en un programa de salud pública?
LA DEMANDA
Una manera es empezar tratando de identificar esa demanda potencial, esa demanda revelada a
través de las fuentes de información que se mencionaron, a través de ese enfoque que hemos plantea-
do y básicamente tratando en primer lugar de definir la población objetivo que tiene ese programa. Y
para ello es preciso mapear las condiciones de riesgo y utilizar conceptos de carga de enfermedad.
Si bien como economistas no vamos a hablar específicamente de "cargas de enfermedad" o de
"años de vida ajustados por calidad", sí nos preocupa que se empiece a utilizar terminología que por
ejemplo en España, Inglaterra o Canadá, se discute hace 5 o 6 años y sin embargo no la utilizamos en
nuestros trabajos científicos o en otros seminarios. Entonces nos parece importante seguir profundizan-
do y tratar de incorporar estos conceptos no sólo a la investigación sino a la gestión. Es claro que un
208
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
programa por ejemplo materno infantil, tiene que incorporar algún nivel de principales patologías ade-
más de las específicamente materno- infantiles, y empezar a focalizar hacia ese tipo de patologías pre-
valentes utilizando categorías de análisis más modernas como las antes mencionadas.
LA OFERTA
Por el lado de la oferta, lo importante es ver cómo caracterizamos esa oferta, qué nivel tenemos
de atención primaria de la salud asociado con las funciones de prevención, qué niveles tenemos de la
red de salud, la asistencia médica en los distintos niveles de complejidad, cómo mapeamos esa red a tra-
vés de sistemas de información georeferenciados y de Información Gerencial.
Aquí también llaman la atención los distintos desarrollos. Recordamos haber estado en las jorna-
das de AES de España en 1993 ya hablando de costos hospitalarios y de las isocronas como las líneas
de igual distancia de los centros de salud de los distintos pacientes que se atendían en el centro, y mu-
chos de los que estamos acá estuvimos o recibimos esa información. No obstante, no la vemos apare-
ciendo ni en la literatura ni en la gestión de los programas nacionales, así como tampoco en aquellos
con financiamiento internacional.
Otro ejemplo es el tema que se mencionaba anteriormente en relación a los sistemas de informa-
ción para toma de decisiones, por ejemplo el sistema de información georeferenciado. Este último la OPS
lo viene desarrollando por lo menos hace 4 o 5 años, y con respecto al sistema de información geren-
cial, en la OPS se viene trabajando hace más de 10 años en Centro América y hay experiencias todavía
funcionando en Uruguay y en algunas provincias Argentinas. Entonces llama la atención lo que mencio-
naban Mónica Levcovich y Laura Lima Quintana, con respecto a la lentitud en incorporar en la gestión
este tipo de herramientas que existen hace varios años. Estas herramientas que presentan elementos de
microeconomía aplicada y de administración y que no obstante su potencia no se terminan de utilizar,
lo cual determina que cuando discutimos un presupuesto y le fijamos metas, seguimos hablando con
una vaga definición de lo que es una población objetivo, seguimos sin precisar sus características geo-
gráficas, etc. Y sobre todo, seguimos sin disponer de información gerencial para medir la eficacia, efi-
ciencia y equidad de la gestión.
Si estuviéramos pensando en un programa de salud, obviamente podríamos hasta abrir las metas
de equidad de ese programa en distintas categorías:
❑ Para la situación de salud hablaríamos de la tasa de mortalidad infantil, esperanza de vi-
da, la reducción de necesidades básicas insatisfechas.
❑ En los temas de equidad en el acceso hablaríamos de la población más cercana a los cen-
tros de salud.
❑ En los temas de utilización ya nos estaríamos metiendo en temas de oferta, hablaríamos
del porcentaje de población con necesidades básicas insatisfechas que está haciendo uso
del hospital o del centro de salud. Un programa tradicional en el cual podemos medir las
tasas de utilización es el de vacunaciones y relacionar vacunaciones con la población ob-
jetivo del programa.
❑ En los aspectos de equidad en el financiamiento, se debiera estar considerando informa-
ción como gasto de bolsillo en servicios de salud, porcentaje de población carenciada cu-
bierta por seguros provinciales o sistema de salud, y dicha información proviene de la
Encuesta nacional de Hogares y de los censos de población específicos.
209
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
LOS INDICADORES
Aquí cabe destacar dos aspectos específicos: por un lado qué es lo que tenemos hoy en día a ni-
vel nacional en materia de sistemas de indicadores, que nos pueden servir a algún nivel de producción
o nivel de oferta.
210
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
tes que va a tener ese programa y las actividades. En el caso de la administración pública chilena, ellos
han tenido la picardía de usarlo internamente, entonces sí empiezan a tener indicadores de utilización
de servicios y de productividad. Sin embargo en todos los casos y de cuerdo a la información que no-
sotros hemos visto, los datos para la medición de la equidad sigue estando ausentes en los programas y
organismos descentralizados de la Administración Nacional de Argentina, Uruguay y Chile.
211
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
RECOMENDACIONES BÁSICAS
Las recomendaciones que surgen son básicamente:
La importancia de identificar demanda, ya sea mediante censos específicos o bien desarrollando
un sistema de información georeferenciado. No importa cuál sea el sistema de información georeferen-
ciado, lo importante es que logre capturar las condiciones de esa demanda potencial, y dentro de esas
condiciones de demanda potencial obviamente la carga de enfermedad que tiene esa población. Esto
permitirá medir el concepto de la situación de equidad inicial antes mencionado.
Con respecto a la equidad en el acceso y la utilización de los servicios, la información requerida
provendrá del sistema de información gerencial, que permite distinguir entre la información de la de-
manda que se presenta a solicitar los servicios y la oferta de los mismos. Lo ideal sería disponer de in-
formación de costos que permita valorizar las prestaciones que resuelvan las demandas, y poder evaluar
la eficacia, la eficiencia y la equidad con la que se presta el servicio.
La recomendación final de la presentación se traduce en decir: cualquiera sea el nivel de gasto del
programa o proyecto, un peso o un millón de dólares más, ¿cuánto será el efecto de dicho gasto en la
equidad y la calidad de vida de la población? En esa medida nos interesa no sólo que existan indicado-
res de resultado o de impacto del programa, sino también ir incluyendo dentro de estos proyectos finan-
ciados con fondos públicos o con financiamiento internacional, indicadores de equidad de esas cuatro
condiciones que mencionamos al principio.
212
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Carlos Vassallo*
INTRODUCCIÓN
Cuando nos propusimos en la reunión de Comisión Directiva de la AES, plantear este panel sobre
los aportes de la Economía de la Salud a la reforma del sistema, a la equidad y en este caso, al desarro-
llo del sistema de salud, intente desde lo personal pensar en la aplicación de políticas de equidad al sis-
tema de salud en Argentina.
En primer lugar es una osadía para el caso argentino hablar de un sólo sistema, porque sabemos
que en la práctica nuestro sistema es más bien una amalgama en la que conviven una gran cantidad y di-
versidad de coberturas y modelos prestadores, y donde es posible identificar inequidades tanto inter co-
mo intra sistema. Inequidades desde el punto de vista de la distribución regional de los recursos, de la
cantidad de planes que existen dentro de la misma cobertura, de planes diferentes que exigen formas de
pago distintas y también de planes iguales por los que se paga un monto diferente... y así se podría se-
guir enumerando una gran cantidad de inequidades. Entonces en verdad, pensar políticas de equidad a
nivel nacional para un sistema tan fragmentado como éste, más allá de no parecernos demasiado realista
nos fue llevando a la necesidad y al intento de plantear una propuesta tendiente a reorganizar el sistema.
Esta mirada amplia intenta salir por un instante del debate sobre la eficiencia sectorial que podría-
mos alcanzar pensando en mejorar cada uno de los subsistemas, y avanzar en procesos de integración,
donde podamos identificar y alcanzar eficiencias del sistema por una disminución clara de los costos de
coordinación. En la Argentina estamos embarcados en una discusión sectorial de la problemática, algu-
nos investigando cómo resolver la situación de PAMI, otros en el ámbito de la salud provincial y por úl-
timo otros tantos pensando en mejorar el funcionamiento de la seguridad social. Hemos escuchado al
Superintendente de Servicios de Salud, hablar específicamente de la cuestión de las obras sociales, y aho-
ra empezamos a pensar en las obras sociales más las prepagas, pero en realidad con estos avances par-
ciales, si bien lícitos y positivos, no obstante hemos excluido la posibilidad de pensar en una política
que comience fundamentalmente a agregar los sistemas, y a alcanzar un grado mayor de eficiencia y
equidad de la que hoy podemos exhibir como sistema de salud a nivel país.
RELEVANDO EXPERIENCIAS
Como fue comentado con anterioridad, en muchos países del mundo se ha estado trabajando du-
rante los últimos años la problemática de la equidad. Recordemos solamente algunos ejemplos de paí-
ses que tienen sistemas muy igualitarios, mucho menos fragmentados que el nuestro, como Suecia e In-
glaterra y donde sin embargo existen profundas inequidades entre segmentos de clases sociales. Las
fuentes de desigualdad difieren según las clases sociales56. En el caso de las clases medias esa inequidad
proviene de los distintos comportamientos observables dentro de la misma, o en el caso de las clases
más pobres son más estructurales y se encuentran relacionadas con la vivienda, la educación, el empleo,
* Contador Público Nacional. Asesor de la Presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. Cámara de Diputados de la
Nación. Profesor del Instituto Universitario ISALUD. Secretario General de AES.
56
Dahlgren, G. (1994) Framtidens sjukwardsmarknader: vinnare och forlorare. Estocolmo: Natur och Kultur. Citado por Richard
Saltman en el articulo Equidad y Justicia Distributiva en la Reforma Europea de la Sanidad. (pag.21) del libro Reformas Sanitarias
y equidad. Fundación Argentaria – Colección Igualdad (1997)
213
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
la nutrición, de cada uno. En realidad todo esto siempre nos lleva a la discusión mayor, que hace pen-
sar que la cuestión de la salud en realidad termina reflejando la influencia de factores intersectoriales,
como relación de trabajo y el poder de las sociedades, y a otras cuestiones que en definitiva exceden al
sistema de salud, como en algún momento Evans postulara en sus trabajos.
Cuando el Superintendente mencionó los porcentajes de recursos que se destinan a los distintos
objetivos y cómo incide cada uno, es posible darse cuenta que podemos tener el sistema de salud fun-
cionando a un nivel más equitativo e incluso eficiente, pero aún así no logramos superar la cuestión de
la distribución del ingreso, del acceso a la cultura y a la educación fundamentalmente.
Hay otro trabajo interesante que nos parece pertinente mencionar aquí, un estudio de la relación
existente entre la financiación de los sistemas de salud y los niveles de equidad, en el que la conclusión
fundamental señala que los sistemas públicos son los modelos que convergen mucho más hacia una po-
lítica más equitativa57. Los sistemas de seguridad convergen de manera menor y al final están los siste-
mas privados que en realidad aparecen como los más inequitativos.
Un sistema fragmentado como fue descripto tiene escasas posibilidades de ser equitativo, conside-
rando que resulta limitado el accionar de los gobiernos para introducir políticas compensatorias o uni-
versales que tiendan a compensar y equilibrar riesgos de salud.
Recientes estudios de la Escuela de Salud Pública de Harvard58 han relevado la importancia de la
desigualdad en términos de esperanza de vida. El estudio realizado en los diferentes Estados de los Es-
tados Unidos, correlaciona tres variables: nivel de desigualdad, clima de confianza y esperanza de vida.
Los resultados permitieron corroborar el impacto de la desigualdad, dado que un punto de aumento en
la misma puede significar dos o tres puntos de ascenso de la mortalidad promedio respecto a la que de-
biera tener esa sociedad, según sus parámetros.
Tratemos de pensar esta problemática en un sistema como el argentino, del cual luego analizare-
mos tres momentos claves: la financiación, la aseguración y la prestación. El financiamiento público del
sector estatal y provincial, ha estado cayendo en los últimos años y es posible observar un importante
incremento del gasto privado, que nos está señalando una luz de alerta importante respecto de los ni-
veles de inequidad sobre los cuales hemos transitado durante los últimos años. Hubo un crecimiento im-
portante de la economía, pero esto no se tradujo en mejoras respecto de la accesibilidad, la pobreza se
ha mostrado altamente inelástica al crecimiento económico. El Banco Interamericano de Desarrollo tie-
ne un estudio realizado donde América Latina aparece como una de las áreas más inequitativas del mun-
do, y que muestra que en definitiva el gran desafío de las sociedades latinoamericanas sigue siendo avan-
zar hacia un planteo de mayor equidad social dentro de la cual no esta exenta la problemática del ac-
ceso a la salud.
57
Van Dooseler E. A. Wagstaff, y F. Rutten (eds.) (1993) Equity in the finance and delivery of health care: Methods and Findings.
Oxford: Oxford University Press.
58
I.Kawachi, B. Kennedy y K. Lochner, "Long life comunity. Social capital as public health. The American Prospect, Nov-Dic 1997
214
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
A modo de ejercicio, tomemos nota de las diferentes organizaciones de salud con sus diferentes
coberturas que es posible encontrar en el sistema de salud de Argentina y contrariamente a lo que ha-
cemos siempre de integrarlas en una prolija taxonomía, mencionémoslas libremente: prepagas, obras so-
ciales del personal de dirección que son diferentes de las obras sociales sindicales, que a su vez son di-
ferentes de la cobertura de los poderes legislativo y judicial, o de la cobertura de las fuerzas armadas y
de seguridad, en tanto que las provincias también tienen sus propias obras sociales y los indigentes tie-
nen una cobertura que en las 24 provincias Argentinas es completamente diferente. Agreguémosle des-
pués que también tenemos una cobertura para 330.000 personas que es el PROFE y por último tenemos
PAMI con alrededor de 3.400.000 personas. De este largo párrafo la palabra más representativa es "co-
bertura diferente". El sector salud es un sector altamente diferenciado, donde los problemas de regula-
ción y control en materia de "programa médico básico" rápidamente genera una fuerte diferenciación de
la cobertura según los niveles de ingreso.
Existe todavía en Argentina una realidad que arrastramos históricamente: el hecho de que la gen-
te que tiene trabajo o que está jubilada puede tener acceso a algún tipo de cobertura, mientras aquellos
que están al margen de esta situación y que cada vez son más en ambos segmentos, se atienden a tra-
vés del sector público.
Otro punto que queremos señalar es una debilidad importante, en cierto modo crónica, que está
dada por la relación de debilidad del Estado respecto a los grupos corporativos. El Estado siempre ha
sido un Estado bastante débil para fijar las reglas de juego, tenemos hoy un Ministerio de Salud que tie-
ne 600 millones en un sector que mueve, como mínimo 23.000 millones. ¿Cómo se puede hacer políti-
ca sanitaria, y más aún cómo se puede plantear una política sanitaria que introduzca incentivos a la equi-
dad con apenas 600 millones?
Un ejemplo de esto lo tenemos en la práctica en la relación Ministerio de Salud y el Instituto Nacio-
nal de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados. Y allí podemos pensar: en realidad la persona que
define la política del Instituto, que maneja 2400 millones de dólares, que es uno de los presupuestos más
importantes del país, en realidad está definiendo proporcionalmente la parte más importante de la política
sanitaria del país. Sin embargo el Instituto no depende formalmente del Ministerio y tiene muy escasas ins-
tancias de coordinación de políticas con el sector público. Y ahí creemos que surge claramente la impor-
tancia que cobra en estos momentos pensar en procesos de integración del financiamiento.
Otro aspecto a destacar es que hay un problema serio de institucionalidad, algunos autores deno-
minan esta debilidad como la enfermedad latinoamericana porque en realidad es una de las cosas que
ha distinguido a Latinoamérica desde hace mucho tiempo. La violación de los contratos, la desconfian-
za, los abusos y la corrupción tienden a generar altos costos de transacción que dificultan la articulación
del sistema. Al existir un conjunto de instituciones informales que tienden a desconocer responsabilida-
des formales y fomentar comportamientos altamente oportunistas, la negociación se hace más cara por
los controles y resguardos a los que se ven sometidos tanto quienes prestan servicios como quienes fi-
nancian. Por un lado quienes financian estipulan una cápita que está por debajo de lo que en realidad
215
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
sabemos que es la cápita óptima para poder funcionar con criterios de calidad, eficiencia y equidad co-
mo los que explícitamente se pretenden, y sin embargo por el otro lado los prestadores dicen formal-
mente "de acuerdo". Porque después en realidad saben que tienen la opción de un comportamiento
oportunista, que los hace prestar o subprestar para que le alcancen los recursos. Y no se puede decir
que la falta de regulación y auditoría de calidad o resultados sean parte de la situación, pero sí pode-
mos ver que parecen ser parte de ese juego al que hicimos referencia. Entonces hay un elemento de dis-
torsión crónico en este mercado tan particular, que tiene que ver con este juego de intereses entre las
dos partes, entre el proveedor y el comprador de servicios, y que tiene que ver con cierto pacto espon-
táneo de convivencia, más allá de la institucionalidad de los contratos formales y las regulaciones.
FINANCIACIÓN
Vamos a analizar algunas cuestiones referidas a las tres roles o fases clásicas que se pueden en-
contrar en un sistema de salud.
FINANCIACIÓN
• ¿$22.711 mill. anuales (1997)
• $9.068 mill. gasto privado
• $13.635 mill. de gasto público y semipúblico
• Gasto per capita $381.93 anuales o $31.82 mensuales59
❑ Gasto privado: cada uno puede gastarlo como quiere.
❑ El Estado debe controlar que no existan abusos de los mercados (seguros priva-
dos de salud, medicamentos, etc.)
Como ha sido mencionado en este encuentro, la debilidad que tienen la captura y elaboración de
datos e información estadística en la Argentina, plantean inicialmente una grave restricción para planifi-
car a mediano y largo plazo, y en otro orden de cosas, para el análisis y la investigación de los temas
de salud y financiamiento.
Abordemos entonces primeramente el tema de la financiación, aclarando que son cifras de 1997.
Argentina gasta aproximadamente 22.711 millones anuales en salud. Pero la verdad es que hablar de esos
22.711 millones y de la posibilidad de introducir políticas más equitativas sobre esos 22.711 millones es
una falacia y veamos por qué.
En realidad inicialmente nosotros tenemos que detraerle a esos 22.711 millones aproximadamente
9.068 millones que es el gasto privado, o sea el gasto de bolsillo que tiene una persona que va y se com-
pra un seguro, o medicamentos, o una prestación médica en forma directa, y sobre el cual nosotros no
tenemos ninguna posibilidad de plantear ninguna política equitativa. A lo sumo lo que podemos hacer
es actuar con una política de regulación importante que evite abusos. Por ejemplo en el mercado de me-
dicamentos en cuanto a los precios de venta al público, actuar sobre el control que se hace de las pre-
pagas para que no abusen con la letra chica. Pero estamos hablando fundamentalmente de un gasto pri-
vado que tiene una fuerte dependencia de la variable distribución del ingreso, y no específicamente con
la cuestión del sistema de salud.
59
González García, Ginés y Federico Tobar. Más salud por el mismo dinero.La reforma del Sistema de Salud en Argentina.
Buenos Aires. Ediciones Isalud, 2da Edición. 1999.
216
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Entonces de esos 22.711 millones nos quedan 13.635 sobre los cuales actuar, que podríamos de-
cir que son de gasto público y semipúblico pensando en que las obras sociales tienen un componente
de aporte importante, y que por lo menos considerando que el aporte es obligatorio esto da la posibi-
lidad de generar alguna política de orientación hacia las mismas.
Esto nos estaría dando una cápita de $31.82 mensuales y $381.93 anuales que es muy distante de
cierto arraigado pensamiento que nosotros tenemos, cuando decimos que gastamos 636 dólares y que
nos podemos comparar con los países de la Comunidad Económica Europea que menos destinan a sa-
lud, que estamos cercanos a Portugal o a Grecia. En realidad estas cifras que hemos destacado son lo
que tenemos que mirar, ésta es la variable sobre la cual quisiéramos llevarlos a pensar después.
En materia de financiación, y después de haber mencionado este proceso importante de fragmen-
tación que existe, aparece como inexorable el camino hacia un proceso de integración de estos recur-
sos. El tema o la discusión pasa por dónde vamos a integrar: si en torno a la seguridad social, si en tor-
no a un fondo nacional que permita que los agentes del seguro jueguen por esa financiación a través
de un sistema capitado (opción que parece más alejada de la realidad institucional del país) , o si en
cambio vamos a integrar a través de las provincias.
FINANCIACIÓN
❑ ¿Cómo podemos mejorar la distribución de los recursos?
❑ Concentración de los recursos en un Fondo
❑ Dos opciones:
1. Seguro privado nacional (obras sociales más prepagas)
2. Seguro provincial de salud
Y acá queremos hacer una referencia. Argentina ha vivido un proceso importantísimo de descen-
tralización de la política social. Hoy el 80% del gasto social lo manejan las provincias, y en otras áreas,
por ejemplo educación, las mismas provincias administran el sistema en sus territorios. Es cierto que en
educación no existen las obras sociales, es de un origen muy distinto… pero hay también una evolución
del sistema educativo que le ha permitido hoy generar las transferencias, y tener una unidad Ministerio
a nivel nacional que introduce políticas de equidad hacia un sistema que está íntegramente administra-
do por las provincias. Tienen otra gran oportunidad o suerte, que es tener una ley marco, una Ley Fe-
deral de Educación, que les permite pensarse dentro de ese mismo sistema. En el caso de salud, en for-
ma refleja a la fragmentación del sistema de la que habláramos al comienzo, nosotros tenemos una le-
gislación muy fragmentada, tenemos decretos, tenemos leyes, tenemos diferentes tipos de legislación que
impiden tratar de avanzar hacia un modelo descentralizado de gestión.
ASEGURACIÓN
En materia de aseguración existen dos temas claves: cuál es la organización que va a concentrar
la población a la que deberá asegurarle una cierta cobertura de servicios y cuál es el paquete básico de
servicios. Como ya fue mencionado en nuestro país, tenemos distintos planes dentro de la misma cober-
tura, planes que introducen copagos, que como es sabido, con el tema de la libre elección han estado
generando una selección adversa muy importante. Ahora se intentan corregir algunos procesos de selec-
ción adversa a través de pensar cápita promedio o cápita ajustada por riesgo. Es decir, sin ninguna sor-
presa vemos replicarse en nuestro país algunas de las problemáticas que vivieron sistemas como Colom-
bia entre otros países latinoamericanos, o el mismo sistema Holandés y que inexorablemente para evi-
tar el descreme los llevó luego a políticas de este tipo.
217
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Este sistema creemos que de hecho ya está integrado, porque en la práctica la mayoría de los pre-
pagos tiene alguna vinculación con alguna obra social, aquí es inexorable un proceso de libre elección
y quizás hay que pensar allí en mecanismos adecuados para evitar estos problemas que genera la com-
petencia gerenciada. Porque esa competencia gerenciada o administrada no es que no tenga costo, o
que sea el sistema más eficiente como respuesta automática a su implementación. La competencia tiene
también un costo vinculado al control que necesita, vinculado a los contratos, a los costos de transac-
ción de lograr que ese mercado funcione como tal de modo más perfecto, y en algunos casos los cos-
tos de reproducir un mercado, que es algo por supuesto complicado y nada espontáneo.
ASEGURACIÓN
❑ Distintos planes según la cobertura que se tenga
❑ Distintos planes dentro de la misma cobertura (copagos y planes di-
ferenciados)
❑ Paquete básico de salud adaptado a las necesidades epidemiológicas
de cada provincia (estudio costo efectividad)
❑ Programas especiales para tercera edad, discapacitados, diálisis, etc.
El sistema de aseguración aparece más claro en el caso del sistema de seguridad social, dado que
la posible integración entre obras sociales y prepagas, conformando agentes de seguro constituye un es-
cenario posible. El otro asegurador por excelencia es el Instituto de Servicios Sociales para Jubilados y
Pensionados, el cual en principio no parece existir la idea de que se disuelva y entregue su población
a algunas de las opciones aseguradoras, y por último los terceros aseguradores serían las instituciones
en el ámbito de las provincias donde no está del todo claro quién podría asumir ese rol, si los Ministe-
rios de Salud creando una instancia independiente como Seguros Provinciales de Salud, o bien a través
de la reconversión de las Obras Sociales Provinciales, transformándolas en agentes provinciales del se-
guro de salud.
Respecto de los planes de salud, la aparición del Programa Médico Obligatorio constituyo un pa-
so importante, pero sin embargo existe aquí la necesidad de avanzar en un estudio más específico del
mismo que permita costearlo y plantear la nueva organización del modelo prestador a través del efecto
incentivador y disciplinador que el mismo podría tener en materia de definición del producto y de pre-
cios relativos.
PRESTACIÓN
En materia de prestación encontramos también un elemento de inequidad importante operando en
diversos planos de situación: una sobreoferta importante, una falta de coordinación relevante y que ge-
nera diferentes niveles de calidad en las prestaciones y entre los prestadores, entre una provincia y la
otra, y entre una y otra cobertura de los diversos planes de salud.
218
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
PRESTACIÓN
❑ Sobreoferta y falta de coordinación.
❑ Baja productividad.
❑ Diferenciales de calidad importantes entre una provincia y la otra,
entre una cobertura y otra.
❑ Armado de redes complementarias público privadas, programa de
garantía de calidad de las prestaciones y prestadores.
LA PROPUESTA
La propuesta que humildemente queríamos hacer está dirigida a avanzar en la integración de los
sistemas más compatibles entre sí y que en alguna medida responden a lógicas similares.
Por un lado la seguridad social y las prepagas, si bien con enfoques diferentes respecto de la so-
lidaridad con una base común en cuanto son sistemas aseguradores de salud, con funcionamientos y fa-
llas de mercado muy similares. Todos ellos controlados y supervisados por una institución que ya tene-
mos que es la Superintendencia de Servicios de Salud, convertida en el órgano de aplicación. Este en-
foque permite pensar en un sistema nacional de seguros privados de salud controlados por una entidad
de orden nacional. En el caso de los seguros privados, en lo cual también incluimos las asociaciones que
se dan entre las prepagas y las obras sociales, nos parece que, dentro de lo que sería el marco regula-
torio, no se puede avanzar sobre nada que tenga que ver con cómo van a armar básicamente su fun-
ción de producción las aseguradoras privadas.
Y lo anterior tendría que estar por otro lado complementado con un sistema que debemos pensar
para los que no tienen cobertura y sobre el cual se puede ir agregando, especialmente a nivel provincial.
219
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Creemos que en Argentina no nos podemos dar el lujo a través de los presupuestos provinciales
de seguir, por ejemplo, financiando camas que no se utilizan. Es hora de que empecemos a dar un vuel-
co en el modelo prestador. Sabemos que esto es una cuestión traumática por lo que genera desde el
punto de vista cultural dentro del sector, pero no es traumática desde el punto de vista de la ocupación.
Salud, en Estados Unidos, es uno de los sectores que más trabajo ha generado, es decir: la gente que se
va del hospital porque se desmontan camas, seguramente no tendrá que irse a su casa porque se que-
da sin trabajo, sino que hay grandes posibilidades de reconvertirse hacia nuevos modelos de atención
que están apareciendo en todo el mundo, y sobre el cual nosotros tenemos un atraso muy importante.
Estamos hablando de Hospital de Día, o de los centros de cirugía ambulatoria, del pasaje de los hospi-
tales para crónicos a los Centros de atención diurna, sistemas de atención domiciliaria o continuada, cen-
tros de día para la atención de la tercera edad, etc. Hay una cantidad de innovaciones importantes que
no vemos que se estén debatiendo y generando en la oferta de salud Argentina.
En este aspecto una vez más el rol que podría cumplir el programa médico obligatorio resulta cla-
ve para poder cambiar la oferta, si el financiador comienza a comprar mediante contratos otros modelos
prestadores, la oferta tendrá que obligatoriamente adaptarse a las nuevas condiciones y requerimientos.
Hay un esquema que ha estado apareciendo bastante a nivel de otros países que son los grupos
o las cooperativas de médicos de cabecera, que se organizan con modelos de autogestión y que en nues-
tro medio ni siquiera se mencionan. Acá cuando alguien tiene que salir a comprar al mercado una co-
bertura de atención primaria en base a médicos de cabecera, no la consigue salvo a través de interme-
diarias que lo han organizado como un producto propio, o procediendo como OSMECON, que terminó
integrando verticalmente su atención primaria porque es la única manera de poder contar con un cuer-
po de médicos de cabecera donde trabajar con cierto grado de gerenciamiento de la atención.
No pretendemos pasar de un sistema profundamente inequitativo como el que tenemos a un sis-
tema equitativo en un único movimiento genial y aceitado. Lo que estamos proponiendo es explorar el
proceso de acercamiento entre los subsistemas. Nos parece que el tema del seguro nacional, que fue
una gran odisea nuestra, una gran utopía, ha pasado a ser hoy una reconfiguración del mismo en pos
de un modelo más a la canadiense, de mucha autonomía de los sistemas provinciales, coordinados y ac-
tuando con un ministerio que intenta compensar inequidades y desigualdades. Después mencionaremos
algunas políticas nacionales que se podrían aplicar en este sentido.
220
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Siguiendo con este ejercicio, estamos viendo un mercado de 26 millones. Tuvimos la osadía de
pensar algunas cosas como descentralizar PAMI, cosa de lo cual está vedado hablar, parece que de la
descentralización de PAMI no se puede hablar, sólo hay que hablar de PAMI dividido en dos regiones
como quiere el Banco Mundial , dividido en tres o cuatro regiones. Honradamente, creemos que hay
que introducir estas discusiones dentro del sistema, nos parece que tenemos mucho miedo que los go-
bernadores manejen los sistemas, y en realidad sería ya sería hora de pensar que son adultos, es decir,
los ciudadanos de Río Negro, los ciudadanos de Catamarca y demás son suficientemente adultos como
para que comiencen a controlar a sus gobernantes, y si sus gobernantes no les dan salud puedan a tra-
vés del sistema democrático modificar esas políticas.
La idea fuerza es usar la absorción de los beneficiarios de PAMI por parte de cada una de las pro-
vincias que estén preparadas para ello, como mecanismo de incentivo para que transformen y adecuen
sus sistemas provinciales de salud y asuman la responsabilidad de organizar un sistema que atienda a la
mayoría de los ciudadanos de sus propias provincias.
Y respecto a este tema tan álgido de la descentralización, desde ya no estamos hablando de una
transferencia a lo Cavallo de las escuelas, de algo hecho sin anestesia y por una cuestión de déficit fis-
cal. Estamos hablando de ver específicamente cada provincia, analizarla, acreditarla, verificar que pueda
dar una cobertura y en función de eso efectuar las transferencias adecuadas y hacerle el seguimiento y
la evaluación de resultados a través de alguna institución, de cómo están atendiendo a sus beneficiarios,
o a algunos de ellos que plantean demandas más diferenciadas, como es el caso de los ancianos.
¿Cuáles son las ventajas que podrían llegar a tener con esto los sistemas provinciales de salud?.
Vemos que en primer lugar aumenta su pool de riesgo para los beneficiarios porque allí tendría-
mos a la tercera edad, a los indigentes y a la obra social provincial. En la mayoría de las provincias, po-
demos asegurar que esto es el 80 u 85% de la población.
Esto implicaría la concentración de los recursos en un fondo provincial, dado que el pool de ries-
go le permitiría manejar de alguna manera menos traumática el tema del consumo. Admitiendo como
probable que hay un problema algo crónico vinculado al manejo financiero y a la corrupción, una gran
221
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
sensibilidad al respecto, se podría pensar en alguna especie de fondo fiduciario que haga que no se to-
quen indebidamente los recursos, sino que a través de una entidad financiera de tipo bancaria por ejem-
plo, se pueda trabajar o gestionar y se pueda pagar sin necesidad de manejar este tipo de recursos. Es-
to lo está planteando PAMI y nos parece una cosa positiva como forma de manejar de manera transpa-
rente los recursos.
Sí hay que pensar en las provincias en una clara separación de funciones, en un Ministerio de Sa-
lud que en realidad piense la política provincial de Salud, que salga de pensar pura y exclusivamente
en el aparato prestador, en la industria de la salud y pase a pensar en el consumo y cómo el consumo
juega en el sistema de salud, que empiece a pensar en cómo juega el medio ambiente o los estilos de
vida… Desgraciadamente los ministerios en las provincias sólo piensan en cuestiones bastante menores,
como resolver cuestiones que en realidad pertenecen a la órbita microeconómica del director del hospi-
tal, y luego resulta que es un modelo que se vuelve inmanejable. Entonces el planteo es: separemos fun-
ciones. Que el ministro de salud y el grupo de salud de conducción se dediquen a orientar políticas, a
definir el marco regulatorio necesario dentro de ese sistema, a controlar calidad y a evaluar.
Después hay una segunda instancia que es la de una entidad que sea la agencia compradora, en
algunos casos puede llegar a ser la obra social provincial, en algunos otros puede aparecer una nueva
figura dentro de este esquema, que aparezca como el gran comprador de servicios. Es aquí donde de-
cimos que no vemos la obra social o la agencia aseguradora compitiendo con otra agencia aseguradora
por el costo que eso implicaría.
Y finalmente por otro lado los prestadores públicos y privados, que como es sabido hoy prestan
indistintamente en un lugar o en otro. En estas líneas habría de alguna manera, que avanzar hacia un
proceso de reconversión. Este es quizás el punto más problemático porque tiene que ver con el mode-
lo prestador, tiene que ver con la reconversión del modelo prestador, tiene que ver con privilegiar a al-
gunos hospitales por encima de otros e integrar atención primaria con segundo nivel de atención, y ver
quién presta el tercer nivel. Hay acá una discusión fuerte entre intereses y el tema es, como decía Hirsch-
man, que si esto no lo resuelve la política lo termina resolviendo el mercado, porque se terminan ca-
yendo solos. Acá creemos que hay una cuestión de inteligencia del prestador público y privado de ar-
mar alguna instancia de coordinación, de cooperación, que les permita definir cómo articulan un mode-
lo por el que le puedan dar prestaciones a una población que ahora les va a aumentar y va a ser mu-
cho más importante.
POLÍTICAS NACIONALES
❑ Ley marco de salud
❑ Programa Médico Obligatorio
❑ Coparticipación Federal
❑ Programas especiales
❑ Apoyo técnico a las reformas provinciales
❑ Coordinación Cofesa
En primer lugar a través de una Ley marco de salud que nos dé un contexto general. Hay mode-
los de ley convenio sobre el cual las provincias pueden adherir, pero la idea es no obligar exactamente
a las provincias a tomar un modelo sino que se les deje autonomía para adoptar o definir un modelo y
sí fijar algunos valores, algunas pautas sobre las cuales proteger a los beneficiarios y darle al sistema una
cierta unidad, porque tiene que haber mecanismos que permita mantener la unidad del país.
La descentralización del PAMI podría actuar como un incentivo importante para la reforma. Esta-
222
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
mos pensando en PAMI fundamentalmente para lograr que las provincias se sumen a un proyecto de es-
tas características.
La coparticipación federal como un mecanismo para redistribución de recursos que nos permita en
realidad mejorar la asignación en función de quiénes son las provincias que están con mayores proble-
mas de salud, tratar de buscar un mix de indicadores que no sólo mire las provincias que tiene proble-
mas sanitarios graves, sino que empiece a mirar la oferta, y por supuesto también indicadores de gestión.
Y otra cosa en la que se podría avanzar sería en la definición de un paquete básico indicativo, no
uno obligatorio, sino uno básico indicativo que le permita a cada provincia adecuarlo a sus cuestiones
epidemiológicas propias, incluso el vademecum que podrían llegar a tener las provincias dependería de
las patologías prevalentes que ellos tienen. La idea es comenzar a armar sistemas en función de las ca-
racterísticas propias.
Por supuesto que a diferencia del sistema privado aquí sería inconveniente plantearse varios pla-
nes. Creemos que acá se tiene la oportunidad de pensar en un solo plan sobre el cual puedan claramen-
te contratar, porque es sabido que cuando se abre la puerta para diferenciar planes empieza el copago
y no se detiene más. Hoy por ejemplo, querer volver a un plan único en el caso de las obras sociales
es casi una utopía, porque la gente ya está acostumbrada a que cuando hace la transferencia de una
obra social a otra, automáticamente saca dinero de su bolsillo para poder comprar el plan adicional. El
PMO es una especie de base, pero en realidad los adicionales significan sacar dinero del bolsillo y son
una de las causas por las cuales ese gasto privado se elevó a 9.000 millones.
COMENTARIOS FINALES
Y a modo de cierre, tres comentarios para la reflexión.
❑ Uno, el tema del gasto en salud. La utopía de los 600 dólares creemos que no va más.
Empecemos a pensar que los recursos son U$342 y que los sistemas privados son caros
e inequitativos. Si nos ponemos a ver los gastos de los sistemas de salud en el mundo,
a mirarlos en serio, profundizando el análisis crítico y técnico y no comprando ninguno
por el marketing del momento, nos damos cuenta que los sistemas con base pública tie-
nen un gasto mucho más razonable y un nivel de productividad interesante y desde el
punto de vista macroeconómico logran controlar mucho mejor las cosas y tienden a la
equidad. Ello sin dejar de reconocer que tienen algunas debilidades desde el punto de
vista micro, sobre las cuales hay que trabajar.
❑ El segundo punto, es el tema de la competencia. No creemos que en el caso de las pro-
vincias un sistema pueda ser competitivo porque la competencia aquí genera costos mu-
chos más altos, costos de oportunidad, costos transaccionales y costos financieros, pla-
nes diferenciados y copagos.
❑ Como comentario final respecto de la equidad. La equidad es algo que se va alcanzando
a través de pasos, step by step. En este caso proponerse alcanzar un sistema único está
muy alejado y hay una suerte de inercia legitimada que propende a seguir avanzando ha-
cia un sistema acaso más eficiente o equitativo, o ambos, pero tan peligrosamente frag-
mentado como el actual. Lo arriesgado y difícil pero no utópico, de la propuesta que
compartimos, se da en el sentido que tenemos que dar en estos próximos años, un quie-
bre hacia sistemas mucho más integrados.
Y creemos que la definición más importante pasa por dónde definimos la integración, si la defini-
mos en torno a la seguridad social lo cual significa atar la cobertura al trabajo formal o al nivel de in-
greso de la población o la definimos en torno a las provincias, consolidando un sistema federal de sa-
lud que tienda alcanzar la universalidad de la cobertura como derecho social adquirido.
223
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Todos sabemos perfectamente bien que la Quienes estamos en una función guberna-
salud es un elemento estratégico fundamental para mental observamos con preocupación el creci-
el desarrollo económico. También sabemos que el miento del gasto privado en las acciones de salud,
desarrollo económico individual mejora las posibi- y éste es un tema que realmente induce o condu-
lidades de salud. Pero vemos con preocupación ce a mayores inequidades. En los últimos años los
que el desarrollo económico global no siempre cambios experimentados en el perfil epidemiológi-
mejora las condiciones de equidad. De hecho mu- co se han enfrentado con las ineficiencias propias
chas sociedades, aún con crecimiento económico del sistema, los cambios en la demanda y la incor-
global, siguen exhibiendo fuertes inequidades res- poración acrítica de tecnología. Estos elementos
pecto de la salud. han incorporado una mecánica perversa en la sus-
Bajo este común denominador, en esta mesa tentabilidad de la ecuación económica.
veremos las experiencias e historias de actores del El punto crucial está entonces en evaluar qué
sector privado y del sector público y trataremos de es lo que se debe dar, cuándo se debe dar, cómo se
discutir los aportes de ambos, tratando de incorpo- debe dar, quién lo debe dar y a quién se debe dar,
rar al debate los roles prestadores e inclusive finan- cuestiones que serán abordados en este bloque te-
ciadores en ambos niveles. mático desde la óptica de los distintos expositores.
Aldo Giusti*
224
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Desde nuestras acciones digamos que nosotros empezamos en el año 1992 con una primera ex-
periencia público – privada, a través de una unidad de prestación de atención de PAMI que tenía 80.000
afiliados, que constituía el primer nivel con los médicos de cabecera de PAMI, el segundo nivel con los
médicos y las camas de los hospitales municipales y el tercer nivel con los prestadores privados de la
ciudad de Buenos Aires. Creemos que esa experiencia fue exitosa porque se generó una nueva fuente
de financiamiento para el hospital, y a la vez esos hospitales incorporaron cierto grado de tecnología y
una dinámica de atención con la propuesta de PAMI.
Esto después se repitió en algunas experiencias provinciales de la sociedades con el sector priva-
do, en algunos casos las federaciones médicas. En nuestro caso nos presentamos en una licitación del PA-
MI, pero la Federación Médica de Capital fue excluida expresamente por el D. 576 y además por un pun-
to del llamado a licitación, que en esa época había sido elaborada por la gestión de Matilde Menéndez.
Digamos que la generosidad del Secretario de Salud y del Intendente de la Ciudad de Buenos Aires
en esa época, permitió que nosotros tuviéramos un representante en el directorio de la UPI y gerenciára-
mos parte de la experiencia de la actividad privada de salud, y además permitió la continuidad de casi 10
años en esa organización. Esta continuidad se contextualizó con una evidente discontinuidad de las auto-
ridades del sector salud a nivel nacional, en el sentido de los cambios de ministros y secretarios de Salud,
que fueron cinco a lo largo del mandato justicialista. No obstante, los hospitales estaban siempre, la Fede-
ración Médica y los prestadores privados estaban siempre presentes, y juntos fuimos sorteando todos es-
tos ciclos, con los lógicos temblores e incertidumbres que acompañaban cada cambio de autoridades.
225
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
ras, cuando comienzan los cursos que programamos tratando de respetar horarios de trabajo, porque eso
es esencial tomarlo en consideración, los médicos a esa hora de la noche están en el mejor de los ca-
sos muy cansados y en el peor están casi o directamente dormidos.
Entonces estos cursos que tienen sus costos nada menores, no pueden dar resultados óptimos. No
obstante, estamos convencidos de la importancia de la capacitación y formación continuada, la idea es
encontrar nuevas formas, nuevas tecnologías de enseñanza y aprendizaje con más llegada en la prácti-
ca. En este aspecto, las instituciones médico gremiales y colegiadas dedicamos gran parte de nuestro
tiempo a colaborar en la formación continuada de los recursos humanos del sector, y lo entendemos co-
mo un aporte vital para el mismo.
En un orden más general también habíamos propuesto una carrera médica como Ley Nacional,
porque a medida que nosotros recorrimos este país federal, constatamos que hay algunas provincias que
tienen unas carreras excepcionales y otras una carrera con muchas inequidades. En este sentido vale la
pena recordar que el tema del financiamiento de las carreras difiere mucho de acuerdo con la capaci-
dad de la provincia. Pero pensamos que una carrera médica por Ley Nacional que englobara a casi to-
dos los sistemas presentes, evitaría algunos avances que hay para hacer cosas tales como instalar en el
mismo hospital público médicos que también allí trabajen con contratos de riesgo. Es una tendencia que
todas las gerenciadoras imponen a nivel de la actividad privada en el sector público, como la gerencia-
dora "Nuevo Milenium", que trabajó en San Luis. Son las propuestas que hacen "para bajar costos", pe-
ro exclusivamente a través de hacer bajar el costo transfiriendo el riesgo financiero al médico en forma
individual.
226
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Esto lleva a que el médico tome su propio seguro, lo cual es un incremento a su costo laboral. En-
tonces las instituciones se encaminaron a generar un fondo solidario de mala praxis y seguros de enfer-
medad. Respecto a esto último es bien conocida la paradoja que el médico cuando se enferma, no tie-
ne ni siquiera los mínimos elementos de protección laboral, a no ser que tenga relación de dependen-
cia, no tiene ni un mínimo plazo de protección por el lucro cesante de su enfermedad.
También tenemos discusiones más que activas con algunos sectores. Nosotros no pensamos que
existen convenios colectivos de trabajo a nivel nacional, pero sí convenios colectivos de trabajo con sec-
tores con contratos dentro del marco legal. Y esto es una manera de romper con los contratos basura
que generalmente degradan el trabajo médico, y se dan en todos los sectores y niveles.
Otra línea de acción es avanzar en la discusión y elaboración de un sistema de contención del gas-
to con normativas que aseguren la calidad de la atención y la idoneidad profesional. Muchas veces se
habla del costo médico, y ese "costo médico" es interpretado como que el gasto médico se atribuye a la
absoluta responsabilidad del médico. Sin dejar de admitir lo que de verdad hay en esto, en el sentido
que los médicos tenemos que asumir que somos responsables de muchas situaciones de aumento de
gastos de salud que están surgiendo, la presencia de normativas eficientes y claras es una necesidad.
Algo se avanzó en este tema con el Programa de Garantía de Calidad del ministro anterior, pero
pensamos que es una experiencia que debe mejorarse. Como decía Einstein, las cosas deben hacerse
avanzando sobre los hombros de los que nos precedieron. Creemos que sobre la base del programa de
Garantía de Calidad hay que seguir avanzando, pero que los resultados de la norma deben reflejarse en
el nivel de calidad de la atención médica y la rentabilidad profesional, no solamente en la baja del cos-
to médico.
Queremos recordar que también trabajamos a través de la Confederación Médica en la integración
de médicos del Mercosur, que es otro tema que nos preocupó. Digamos, orientarnos hacia la equidad
entre los médicos dentro del Mercosur. Esto tiene que ver con las posibilidades que tienen de migrar los
médicos y las posibilidades de trabajo y de capacitación.
Finalmente, digamos que para tomar todas esas medidas y seguir avanzando en estas líneas de tra-
bajo que hemos comentado, hemos generado relaciones de trabajo común con instituciones gremiales co-
mo la Confederación Médica de la República Argentina, la Federación Médica de Capital, la Asociación
Médica de la Provincia de Buenos Aires, la Confederación Médica del Conurbano. entidades colegiadas
como el Colegio Médico de la Provincia de Buenos Aires, la Confederación de Colegios Médicos, y tam-
bién entidades de protección del médico como su Caja de Jubilaciones en la Provincia de Buenos Aires.
227
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Héctor Villafañe*
INTRODUCCIÓN
Digamos inicialmente que nuestra exposición se circunscribirá a la provincia de Córdoba, en cuya
política de salud se incluyó un proyecto de salud de una entidad médica.
Para ubicarnos, digamos que provenimos de una entidad médica puramente odontológica. En la
provincia de Córdoba las entidades odontológicas están separadas de la actividad gremial, de manera tal
que en su momento y desde el Consejo Médico de la Provincia de Córdoba nosotros estructuramos un
proyecto de salud como una alternativa, debatida, mejorada y superada. Como tenemos una revista que
gratuitamente se distribuye a 15.000 médicos la utilizamos para presentar y difundir el proyecto, y les re-
partimos también el proyecto a todos los que tenían que ver con la actividad política de la provincia.
El resultado fue que fracasamos rotundamente en la posibilidad de hacer cualquier tipo de deba-
te. Dimos tres vueltas a la provincia utilizando los colegios médicos, tratando de explicar qué era lo que
queríamos hacer y solamente una persona en su calidad de Senador Nacional, el Dr. De La Sota, nos lla-
mó y nos dijo que quería incluir este tema en su plataforma.
Ahora bien, todo el mundo sabe que, incluso en términos políticos partidarios, no existe relación
entre la gran mayoría de quienes formamos el Ministerio de Salud con las ideologías políticas del Dr. De
La Sota. Como en ese momento estábamos más o menos 25 puntos abajo en las encuestas, pensamos
que por lo menos era una posibilidad de difundir el proyecto, ya que personalmente nosotros no había-
mos tenido eco en ese sentido a pesar de los múltiples intentos. Hicimos un debate en Córdoba duran-
te toda una jornada y creemos que eso enriqueció el proyecto. La estrategia fue que cada uno tratara de
ver de qué manera lo vehiculizaría en la posibilidad o el supuesto de llevarlo a la práctica. Y entonces
esos veinte puntos en los que estaba condensado, insólitamente se fueron achicando, y ahí es cuando
empezamos a asustarnos porque en aquella oportunidad el Dr. De la Sota nos había dicho que quería
que estuviera incluido en la plataforma, pero que eso implicaba también que nosotros íbamos a ir al Mi-
nisterio, y en ese momento era yo el presidente del Consejo Médico.
Esto viene a cuento porque es bueno que se sepa que en Córdoba, la opinión y las propuestas de
los médicos en términos políticos fueron altamente consideradas, y se progresó de simplemente impu-
tarnos los resultados adversos, a darnos la posibilidad de participar en términos de lo que podamos ha-
cer para mejorar la situación.
228
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
EJES DE ACCIÓN
❑ Los recursos que la sociedad destina globalmente a la salud.
❑ La asignación de esos recursos y los mecanismos para resolver esa asignación.
❑ Los temas éticos vinculados a la asignación de esos recursos.
❑ La eficiencia y la eficacia en la utilización de esos recursos.
Hay un criterio general y global que tiene que ver con ese 8% del producto bruto mundial que es-
tá dirigido a la salud, es decir que si nosotros pensamos lo que puede significar esta cantidad dinero y
los resultados tenemos la clara sensación de que las cosas no andan como debieran. En Argentina, a ries-
go de ser reiterativos, sobre la posibilidad de 20.000 o 25.000 millones, da una cápita de $49, o $50 o
$60, podríamos redondear diciendo que hay por año aproximadamente unos $500 por cápita y por año,
y se sabe que esto no se traduce a la realidad.
De manera tal que, al menos para nosotros, es muy difícil en la práctica demostrar una correlación
entre el nivel de gasto, que creemos que es importante, y el nivel de mejoramiento de la salud. En este
sentido creemos que uno de los aspectos puede ser, o bien puede estar íntimamente relacionado con el
tema de la asignación de recursos.
Se ha dicho seguramente, que el tema del mercado tiene bastante que ver. En ese sentido noso-
tros y en general quién puede debatir, coincidimos en cuanto a que un mercado perfecto en definitiva
genera una demanda, y obviamente en términos de oferta satisface absolutamente esa demanda. Esto
naturalmente de ninguna manera puede equipararse a lo que acontece en el ámbito de la salud. Y en
este ámbito nosotros decimos que no hay demanda porque veces quien necesita no tiene recursos para
demandar. O porque en realidad la disponibilidad de los recursos no depende de la voluntad individual,
sino de una relación compleja que se establece entre financiador, gerenciador y prestador, cuyos intere-
ses se interponen entre el necesitado y la satisfacción de alcanzar esa necesidad. No hay duda entonces
que el mercado de la salud es complejo y que la oferta puede inducir notablemente las características
de la demanda.
Por estos motivos entre otros es que nosotros decimos definitivamente que no es el mercado, de
ninguna manera, el que debe ser el asignador de recursos para que sea eficiente esta asignación.
El corolario es que toda pérdida de recursos que genera naturalmente la mala asignación, afecta
consecuentemente la equidad del sistema. De manera tal que en definitiva, sabemos que el Estado y la
participación del Estado en la asignación del recurso tiene un papel muy importante. Es decir, sacando
las prepagas, sabemos nosotros la importancia que tienen los gobiernos provinciales en la asignación de
los recursos, lo que pasa en el orden nacional con el PAMI, lo que ocurre en general con la definición
del presupuesto nacional, resulta obvio en ese sentido que el Estado participa activamente y fundamen-
talmente lo hace para regular un mercado que puede tender a la eficiencia, pero no lo va a hacer en
forma proporcional a la equidad.
229
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
asusta es que el Estado se desentienda de la actividad de control sobre este tipo de actividades o de es-
te tipo de financiadores del sistema de salud. Por eso que nosotros hemos generado una política a tra-
vés de la cual, en nuestra provincia de Córdoba ya se ha iniciado la constitución de entes concretos pa-
ra regular a este tipo de financiadores.
Y sumado a lo anterior hay un defecto en el perfil de oferta hospitalaria, podemos decir que en
la provincia de Córdoba faltan camas y sobran camas sin que esto sea contradictorio. Faltan camas por-
que la demanda que tiene la provincia en relación directa con determinados servicios, con determina-
das patologías, naturalmente hace que se vean superadas las posibilidades del Estado provincial y se ter-
mine demandando al sector privado. Y sobran en el sentido de que no menos del 35% al 40% de las ca-
mas de determinados servicios, hoy son camas naturalmente frías.
Creemos que el Estado debe participar activamente en todos los roles que hemos señalado, para
no repetir experiencias que han ocurrido en algún momento en que la condición socio económica de la
población caía y el Estado se retiró.
Pensamos que el Estado debe participar activamente en este momento también mirando hacia fue-
ra a lo que siendo parte del progreso, a la vez configura nuevas amenazas concretas hacia nuestra so-
ciedad, como la relación que tenemos con Brasil que hace que en definitiva, más allá del Mercosur, ha-
ya una dependencia notable en lo que respecta a la economía. Y esto en la provincia de Córdoba refe-
rido por ejemplo a la industria láctea y del automóvil y el producto bruto es una relación muy, muy im-
portante. Y esto no es nada tangencial al tema que tratamos, ya que hizo que en un año prácticamente
se hayan perdido entre 6.000 y 7.000 puestos de trabajo, por ende es fácil imaginarse a dónde va la de-
manda de esa gente en cuanto a servicios de salud.
LOS HECHOS
Veamos qué hemos hecho en estos escasos ocho meses.
Hemos tratado de darle un sesgo y una dirección al sector público muy importante en términos
económicos, porque hemos jerarquizado la actividad del equipo de salud y no sólo del médico. Hemos
repuesto el salario del bolsillo que una Ley X le había quitado, de manera tal que en el subsector públi-
co, el médico y el equipo de salud volvieron a recibir como honorario de bolsillo aquello que se les ha-
bía quitado. Tienen razón los que critiquen que sigue siendo bajo, pero esto ha sido un gran esfuerzo.
Nosotros hemos nombrado 500 personas en el hospital público, porque prácticamente el sector había
perdido entre 4.000 y 5.000 agentes, de manera tal que siendo una cantidad importante estos 500 nue-
vos puestos que nosotros conseguimos, se puede garantizar que todavía estamos muy lejos de brindar
una atención adecuada y suficiente en lo que respecta a los recursos humanos, en consonancia con nues-
tra decisión de "adecentar" la prestación médica.
230
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
La provincia de Córdoba tiene un sistema de residencias médicas en las cuales se sentía un alto
olor a perfume francés, como pasa en todos los servicios donde naturalmente estas residencias son ad
honoren y terminan siendo exclusivamente para los hijos de los ricos. Estas modalidades desaparecie-
ron en la provincia de Córdoba, y el esfuerzo económico hoy hizo que recuperáramos a los residentes
con todo su potencial real, y que los mismos tengan hoy una asignación que está entre los seiscientos
y setecientos pesos.
También participamos de la formación y la información de los alumnos en la Facultad de Ciencias
Médicas. Como parte del sector público fuimos a la Universidad para decirles qué posibilidades reales
de trabajo hay, y qué tipo de formación de recursos humanos se requiere hoy a nivel de posgrado, pa-
ra que la misma se inicie en el pregrado a través de la Facultad de Medicina, por ejemplo estimulando
la vocación por la atención primaria. En la universidad elefantiásica que tenemos hoy es muy difícil mo-
dificar este tipo de cosas. Pero estamos avanzando en este sentido.
Hemos capacitado gente en atención primaria de la salud y estimulado programas de prevención
y programas de farmacovigilancia. Para nosotros en el sector norte es fundamental el agente sanitario,
pero nuestra realidad es que el gobierno anterior dejó caer todos los contratos, y esto significa que hoy
la provincia tiene un nivel de inmunización altamente deficitario.
Queremos decirles que también desde el sector público hemos seguido presionando fuertemente
en el gabinete, y hoy se está haciendo un hospital nuevo en la ciudad de Río Cuarto. Además hemos
reabierto servicios del hospital Misericordia de Tocoginecología, hemos reabierto los servicios de unida-
des de Terapia Intensiva, Unidades Coronarias, Urgencias, que son todos muy demandados, llevándolos
de 103 a 112 camas. Pero estas acciones se realizaron siempre a partir del perfil de servicios que deman-
da naturalmente la población.
Complementariamente, también se han reabierto los servicios de pediatría y la prestación de salud
mental, que había sido arrancada del prospecto, y hemos firmado un convenio con la Municipalidad de
Córdoba para que participe activamente a través de los 57 centros periféricos de salud mental.
A nivel privado estamos trabajando para mejorar funcionalmente el subsector de la seguridad so-
cial. En Córdoba tenemos una obra social provincial con 486 mil beneficiarios, que tenía un gasto pro-
medio de $40 de los cuales el 25% era en medicamentos. Pero lo negativo era que el médico y el equi-
po de salud, así como los beneficiarios estaban altamente insatisfechos. Y, por este motivo un 30% es-
tán fuera del sistema, claramente ésta es una de las causas por las cuales el hospital público está sobre-
demandado.
Para concluir, estamos conscientes desde el principio que la incapacidad del paciente de pagar el
bono hace que no llegue a visualizarse como enfermo por el sistema, y esta incapacidad final de ver los
enfermos es lo que nos hace decir que es una falacia que este sistema que existe actualmente sea soli-
dario, y en base a redefinir esa solidaridad del sistema es hacia donde estamos trabajando desde el sec-
tor público.
231
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
232
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
La avalancha tecnológica de los años setenta, cuando además el contrato gremial era con modali-
dades de pago por prestación, permitió desarrollar toda esta tecnología de laboratorio, radiología, imá-
genes y demás, lo que puede verse como contribución al desarrollo de la eficiencia y creemos que tam-
bién de la calidad. Pero a este nivel, concomitantemente empezamos a observar uno de los primeros
problemas respecto a la equidad. Muchos de los servicios generados por los prestadores no eran acce-
sibles a toda la población, y esto empieza a mostrar las imperfecciones del sistema nacional con sus tres
subsectores, algunos con eficiencia, otros con equidad y otros con calidad. Y este comienzo con sus ras-
gos de espontaneidad pero también de desorden, condujo a que a nivel sistémico no termine siendo una
cosa bien armada.
Desde abril de 1991 con la aplicación de precios y la estabilización de la moneda, empieza a cam-
biar el esquema económico. Las obras sociales reciben una cantidad fija, desaparece la inflación y em-
piezan a transferirse los recursos de las obras sociales en modalidades de cartera, módulos, o cápita co-
mo el más común. Los contratos empiezan a armarse en redes o en unidades de prestaciones integrales,
comienza a caer el contrato gremial y aparece la intermediación comercial que no fue eficaz y eficien-
te, sino que por el contrario tuvo serios efectos negativos como veremos más adelante.
Esto obligó que nuestro sector se tuviera que asociar en redes y casi todas las redes salieron de
entidades médico gremiales. En la mayor parte de los casos, por lo menos en el terreno federal, tuvimos
que discutir los padrones profesionales que se tuvieron que hacer con adhesión expresa porque había
reducción arancelaria y las mismas se realizaban a cambio del mercado cautivo. Hubo acá una especie
de trueque: a cambio de poder participar en esta red, en este mercado cautivo, se debía reducir nuestra
pretensión arancelaria y había además que aceptar atender de acuerdo a esquemas y modalidades de
pago impuestas, que evidentemente significaban una importante transferencia de riesgo a nuestro capi-
tal. Esto repercutió e impactó a nivel de módulos, sueldos profesionales, no sueldos de guardia sino sa-
larios definidos por prestaciones definidas y presupuestos con techo.
En los últimos tres años, observamos lamentablemente dentro del panorama económico, una dis-
minución progresiva y generalizada en los valores de contratación ya sea por montos, cápita o cartera,
que en general ha sido del 20%. Y esto se observa en las obras sociales principales, como el Instituto de
la Seguridad lo mencionaba públicamente, y en distinta graduación en las obras sociales provinciales.
Pero todas han sufrido un recorte presupuestario que se ha transferido a la prestación.
A este nivel, identificamos como catalizador del proceso, un importantísimo desarrollo de la inter-
mediación comercial, con una disminución de la transferencia efectiva de recursos de las obras sociales
a las entidades intervinientes, ya sean médico gremiales o gerenciadoras intermedias. El resultado es que
se haya obtenido o intentado obtener una acotamiento presupuestario a distintos niveles: a nivel geo-
gráfico por localidad o zona; a nivel institucional por sanatorio, departamento médico intrasanatorial, la-
boratorio, rayos, etc; y finalmente a nivel individual de los profesionales actuantes y de los mismos pa-
cientes, a través de techos, cupos, autorizaciones especiales, etc.
Como resultado de estas acciones, de esta tendencia, se ha producido evidentemente una dismi-
nución en la cantidad de recursos disponibles. Y muy probablemente también en la calidad de los ser-
vicios, acompañada con severa disminución de la accesibilidad real, en medio de una marcada y pro-
gresiva fragmentación del mercado.
233
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
CALIDAD
También podemos mencionar contribuciones a la calidad de la atención médica. Es un tema largo
y que trataremos de mencionar simplemente algunos puntos de inflexión: acreditación, categorización,
habilitación, la creación de la COMCAM, de la Comisión Mixta para la Calidad de la Atención Médica de
la cual participamos con IOMA y PAMI, la Sociedad de Auditoría Médica y la Cámara de Diagnóstico por
Imágenes. Podríamos decir que acaso hoy parezca que toda esta actividad no tuvo mucho éxito pero,
pero en parte por ejemplo, fue la base para la creación del Manual para la Acreditación de Hospitales
que la Oficina Panamericana Sanitaria aprobó en el año 1992, con distinta repercusión en los distintos
países miembros.
En este contexto recordemos que para tratar de establecer el riesgo de las prácticas y el riesgo de
atención, avanzamos en la categorización de establecimientos y tuvimos la valentía de visitar dos veces
1000 establecimientos de salud. Ultimamente nos estamos dedicando a superar el proceso de mejora-
miento continuo de la calidad de la atención de los establecimientos, a través de módulos centrales que
realizamos en Buenos Aires.
Para la capacitación de recursos humanos estamos en una actividad compartida con la Fundación Do-
cencia e Investigación para la Salud, que incluye cursos de gerenciamiento y de atención personalizada, y
estamos en la fase de preparación de un programa de médico de familia que creemos que va a normatizar
elementos claves, y que todas estas actividades en definitiva van a aumentar la equidad y la calidad.
DESARROLLO ECONÓMICO
Al desarrollo económico hemos colaborado con la atención en el área federal de alrededor del 60%
u 80% de los casos agudos, y probablemente el 90% de la alta complejidad del país. Colaboramos en
muchos puntos geográficos, tenemos mano de obra calificada, más de 200.000 personas, y mantenemos
esta fuerza de trabajo a pesar de los avances tecnológicos porque nuestro servicio no sólo es mano de
obra intensivo, sino además implica recursos humanos calificados y capacitados en forma continua.
REFLEXIONES FINALES
Queremos finalmente llamar la atención sobre las necesidades económicas y políticas del sector,
dado que nuestras entidades son PYMES y necesitan una adecuada legislación.
Somos más de 2000 establecimientos con 70.000 camas y más de 2.000 operarios y cubrimos por
lo menos al 60% de la población. Debido a la inseguridad del estado de las obras sociales, tenemos nu-
merosas instituciones cerradas, como ya hemos comentado, en concurso de acreedores o sin identidad
234
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
financiera jurídica y tributaria, y tenemos el gran inconveniente que todos los contratos que establece-
mos con las obras sociales ya no se pueden definir solamente como de alto riesgo, sino que en realidad
son de alta inseguridad e incobrabilidad. Como contra partida tenemos el problema del hospital de au-
togestión que tiene un cobro simple, a través del D.178/93, y tenemos una enorme presión tributaria pa-
ra pagar por lo devengado de actividades que realizamos y cobramos en el mejor de los casos, a 120
días o más.
Estas dificultades del sector no son tomadas en cuenta cuando se definen políticas. Por contrapar-
tida por ejemplo, basta mostrar que las obras sociales deudoras pueden pagar sus deudas en 220 cuo-
tas, esta es una reglamentación de la AFIP, Nº 83/99.
O el caso de la banca que le presta al PAMI dinero para pagar sus deudas, pero que cuando el
Instituto lo tiene que devolver lo hace compensando a través de la oblea para el transporte un año des-
pués y en cuotas. Y ya fuera del sector, tomemos el caso del sector automotor, que tiene un cierto cré-
dito fiscal a través del plan canje.
Creemos que éstos son elementos que como se dijera anteriormente, las políticas deben definir.
Como contribución y propuesta tenemos en nuestro sector una firme decisión política de participar del
programa solidario. Tenemos una firme decisión de imponer criterios de calidad y aseguramiento del
riesgo. De eso ya hemos dado muestras desde hace aproximadamente 20 años. Tenemos una definida
tendencia a adoptar un programa de médico de familia que creemos va a aumentar la equidad, puede
controlar el gasto y tal vez pueda aumentar la calidad de la atención y la calidez de la misma. Pero so-
licitamos una clara afinación legislativa con adecuadas condiciones impositivas, y ofrecemos trabajar de
forma complementaria con el hospital público para obtener una mejora de la atención.
235
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Pablo Giordano*
UN LLAMADO DE ATENCIÓN
Es imprescindible un urgente y profundo cambio en el área de salud toda vez que el sistema tran-
sita por una profunda crisis, entre cuyos elementos se destacan:
❑ Un divorcio entre la percepción de la gente sobre la crisis de la salud y la que tiene el
Gobierno.
❑ Una clara insatisfacción de los usuarios por los servicios que reciben, no sólo por los que
los técnicos definen como fundamentales, sino por aquellos que los beneficiarios identi-
fican como tales.
❑ El rechazo de la gente al estado planificador que se arroga decidir por ellos.
❑ Ideologismos exagerados que frenan el reconocimiento de la crisis y los consecuentes
cambios para solucionarla.
❑ El desfinanciamiento de las Obras sociales y los crecientes problemas financieros de los
sectores privados de salud.
❑ Gran parte de los prestadores al borde de la quiebra.
❑ El manejo monopólico de la industria farmacéutica que genera casi el 30% del gasto mé-
dico total.
❑ La complicidad del Estado al impedir el uso de medicamentos por su nombre genérico.
El Estado debe decidir de una vez por todas si considera el cuidado de la salud una inversión o
un gasto. Asimismo los argentinos debemos plantearnos cuánto aceptamos derivar a salud y en qué uti-
lizar dichos recursos.
¿Pondremos el acento en inmunizaciones, desnutrición infantil, prevención de enfermedades o fer-
tilización asistida?
Lo que es claro que no hay recursos para todo.
El Estado desde sus tres poderes, no toma conciencia de las dificultades que genera el costo de
mantenimiento de la salud en todo el mundo.
Una política demagógica persiste en la formulación de Leyes, Decretos, Resoluciones y dictáme-
nes judiciales, que transfieren a la seguridad social y al sector privado la responsabilidad de brindar to-
do tipo de prestaciones sin importar el costo ni asegurar su financiamiento.
Hay pocos ejemplos en el mundo de coberturas de salud tan amplias y permisivas como la nues-
tra. La mayoría de los países han tomado conciencia de la gravedad del gasto en salud y trabajan en los
mecanismos para acotarlo.
Como ha escrito el Federico Tobar, tenemos una orquesta con buenos músicos y suficientes ins-
trumentos, el problema es la falta de un director experto y una partitura única que permita el lucimien-
to de todos los músicos, para beneficio del público.
La falta de políticas claras y perdurables en el tiempo, independientemente del partido político que
las haya implementado, la corrupción, la burocracia y la ineficiencia, impiden que el dinero llegue a des-
tino y produzca el consecuente impacto en los indicadores biomédicos.
236
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Desde hace años se habla de la necesaria complementación de todas las fuerzas del área salud pa-
ra un uso racional de los recursos cuyo resultado permitiría una mejor salud para todos. Sin embargo en
los hechos no se ha avanzado en una efectiva interacción de los diversos actores, o peor aún, el gobier-
no de todo signo político, hace una sistemática tarea mediante declaraciones, Leyes, Decretos, Resolu-
ciones y normas, que alejan y enfrentan a los subsectores. Dividir para reinar no es en nuestro país una
frase hecha, sino una herramienta utilizada por el Estado para manejarse en el sector salud.
La seguridad social rechaza toda normativa que signifique una sana competencia con el sector pri-
vado, sin embargo la inmensa mayoría tienen acuerdos con prestadores y financiadores privados y algu-
nos dirigentes integran sistemas privados que contratan para su obra social.
Gran parte del sector privado sueña con una desregulación total creyendo que podrá llegar a reem-
plazar a la seguridad social, cosa que estimamos perjudicial.
Por su lado, el Hospital público no muestra vocación para competir ni modernizar su administración.
Y así, todos somos cómplices en mayor o menor grado al dilapidar recursos que si bien no so-
bran, alcanzarían para brindar los requerimientos básicos de salud para nuestra gente.
Es usual hablar del negocio de la salud, que mueve varios miles de millones de pesos al año. Re-
chazamos que se usen las palabras "negocio" o mercado en salud, entendemos sí, que es un servicio que
puede tener de acuerdo a la prolijidad en la adjudicación de los recursos cierto beneficio.
Si seguimos soportando nichos de corrupción generados en las formas de contrataciones, así como
en las Resoluciones y Normas que dicen ser para transparentar el Sistema, el problema no tendrá arreglo.
No habrá equidad en salud en tanto el Estado no dé señales claras de su vocación al respecto.
Basta de redes y gerenciadoras fantasmas que han dejado y siguen dejando un tendal de presta-
dores quebrados en todo el país.
Cuidado con el uso del sistema de salud para lavado de dinero.
Existen hospitales, empresas privadas y obras sociales que están haciendo las cosas bien. Es hora
de que el Estado imponga premios o castigos a quien corresponda.
Se necesitan Políticas de salud pero no utilizar a la salud como botín político.
Siempre nos preguntamos por qué en un Ministerio no político como el de Salud, para cada cam-
bio de gobierno se reemplazan todos los funcionarios. Las nuevas autoridades deben comenzar a inte-
riorizarse de cada tema, luego hablar con los referentes, para finalmente diseñar políticas que nunca ter-
minan de ejecutarse plenamente.
¿Tiene sentido dilapidar tanto tiempo y recursos humanos con el sólo objeto de pagar con pues-
tos de trabajo favores políticos?
La base de un sistema de salud moderno es compatibilizar la interacción de los subsistemas públi-
co, seguridad social y privado a la luz de las experiencias mundiales para beneficio de la gente.
Romper los compartimentos estancos del Sector Público, las Obras Sociales y el Sector Privado, co-
mo mecanismo efectivo de control de costos y de incremento de eficiencia.
Terminar con los monopolios que son fuente de ineficiencias y baja calidad, sean públicos o
privados.
Controlar los costos y el proceso de incorporación de tecnología en los sistemas de salud, ya que
el uso inteligente y razonable de la misma será el paso lógico en un sistema con crecientes restricciones
en los recursos disponibles.
El verdadero generador de la demanda es el médico, el cual no paga el costo de las prestaciones
que indica y el paciente que si las paga, no tiene conciencia de la magnitud del gasto que cada presta-
ción innecesaria genera.
El Estado debe desprenderse de la administración de infraestructura, especialmente hospitales, in-
dependientemente de que mantenga la propiedad de los mismos, con el objetivo de llevarlos a compe-
tir en igualdad de condiciones con los privados. Debe centrar su accionar en las funciones de regula-
ción, financiamiento subsidiario y definición de políticas sanitarias, tales como:.
237
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
❑ Programas de inmunizaciones
❑ Control de fármacos
❑ Control de alimentos
❑ Control del medio ambiente
❑ Solución a los problemas de equidad
En Australia, en 1997 el Gobierno introdujo un incentivo financiero para alentar a los australianos
a tomar más seguros privados de salud y mitigar así los altos gastos públicos, conjuntamente con una
penalización del 1% sobre los ingresos para quienes ganan altos sueldos y no compran seguros priva-
dos. El gobierno entiende que con un mayor porcentaje de la población con seguros privados, la esca-
lada de gastos en el sistema público de salud se reducirá.
En los Países Bajos con el objeto de liberar recursos para los indigentes, toda persona que gana
más de 47.000 dólares anuales debe asegurar su salud en forma privada.
Nuestro país ha tomado el camino inverso, castigando con el 10.5% de IVA, e impidiendo descar-
gar del pago de ganancias a los ciudadanos que voluntariamente aportan a un seguro privado de salud,
y liberar al Estado de parte del gasto en asistencia de salud.
Soslayando una vez más realizar un saneamiento de las estructuras sanitarias, se apela al facilismo,
acudiendo a los créditos de los organismos internacionales como el Banco Mundial y el BID para imple-
mentar programas y políticas de salud.
Objetamos que se hayan otorgado alegremente créditos para programas de reformas por casi 1.000
millones de dólares sin un monitoreo estricto de las acciones y resultados obtenidos.
Para terminar queremos transmitir algunos conceptos de la Dra. Brundtland, Directora General de
la OMS en su visita oficial a China a fines de1998:
❑ Los gobiernos deben asumir la responsabilidad de asegurar el acceso a la salud.
❑ La salud está integrada por capital humano. El mejoramiento del nivel de la salud trae apa-
rejado incrementos del PBI por cápita y un aumento del promedio de vida de la población
❑ La enfermedad frena el crecimiento económico.
❑ La enfermedad es costosa y empuja hacia la pobreza y a su vez la pobreza genera
enfermedad.
❑ Este es el círculo vicioso que debemos romper.
❑ La salud es un recurso primario para impulsar una economía dinámica. La mejora en la
salud es la mejor estrategia para sacar a la población de la pobreza.
238
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Tanto para mí como para la Organización Panamericana de la Salud es un honor el haber recibi-
do una invitación del maestro Ginés para dirigirme un grupo tan distinguido de economistas. No pue-
den imaginarse cuánto me complace observar que los temas sobre salud ocupen un lugar tan prominen-
te en los círculos económicos. Mi propósito en esta ocasión no es formular una nueva teoría para le me-
joramiento de la salud, sino presentarles un panorama del avance de la salud de las Américas y vincu-
lar ese panorama a la situación económica real y posible en la Región. Trataré de mostrarles cómo con-
tribuye la salud al desarrollo económico y mencionaré tangencialmente cómo inciden sobre los resulta-
dos de la salud las actuales fórmulas para el desarrollo económico en el mundo. Ante todo permítanme
decirles que voy a considerar el desarrollo económico que linda con el crecimiento económico y no
ahondaré en las sutilezas del crecimiento con o sin distribución.
En razón de que nuestro fuerte es la salud y la cooperación con los países miembros para mejo-
rar esa salud, empezaré por describir la situación sanitaria en las Américas y los factores que repercuten
sobre ella.
Uno de los primeros problemas que se plantea siempre en nuestra disciplina es el de la medición
de la salud. Eso se torna más y más pertinente cuando estamos tratando de medir el impacto de una u
otra política pública sobre salud. Tengo que reconocer que siento algo de envidia de esas personas que
han analizado este otro componente fundamental al capital humano, la educación. Hay trabajo empíri-
cos muy convincentes que muestran que el número de años de escolaridad es un buen indicador del ni-
vel o los logros en educación, pero no hay nada similar cuando se trata de la salud. Es fácil agrupar a
las personas de acuerdo con los años que han estudiado o por las diferentes etapas cumplidas en su for-
mación, por ejemplo escuela primaria, escuela secundaria y universidad. Sin embargo, en el ámbito de
la salud es muy difícil clasificar o agrupar a las personas de acuerdo a lo que hayan aportado para al-
canzar cierto grado de salud.
Strauss y Thomas, quienes recientemente examinaron algunos posibles indicadores de salud, se-
ñalan que las evaluaciones clínicas del estado de salud tal como se realizan las encuestas para el estu-
dio nacional de salud y nutrición de los Estados Unidos, son demasiado costosas y complicadas. Sería
imposible repetirlas para hacer comparaciones entre los países. La autoevaluación del estado general de
salud es otro de los indicadores utilizados, pero éste no es fiable debido a que se refiere a la misma per-
sona que hace la evaluación y además es reflejo de los valores y las normas culturales que determinan
lo que ser percibe como el estado de buena salud. La morbilidad y el funcionamiento físico notificados
por los pacientes mismos también generan información utilizada en las encuestas. Por largos años se han
venido utilizando los indicadores basados en la nutrición y la antropometría aporta información valiosa
sobre el estado nutricional anterior y, por ende, supuestamente sobre la salud. Estos indicadores tienen
la virtud de no tener prácticamente ningún error de medición y, por cierto, se han correlacionado bien
con variables económicas, como por ejemplo, el ingreso. La salud es multidimensional y he tenido que
confiar más a menudo en medidas de los factores determinantes de la salud y de los resultados de sa-
lud, aduciendo que los resultados de morbilidad y mortalidad son reflejo del resultado de salud. Tal vez
sea un intento vano tratar de captar y encasillar en un indicador único o grupo de indicadores todo lo
que está representado por un estado del ser como la salud, pero ese enfoque no nos llevará muy lejos
239
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
si estamos tratando de justificar o proponer algunos cambios en la política pública que puedan influir
en la salud.
La OPS ha hecho innumerables esfuerzos a lo largo de los años para adquirir información sobre
salud y promover su utilización, por eso nos sentimos cada vez más complacidos al comprobar las acti-
vidades emprendidas por los países con miras a recopilar y analizar datos básicos o indicadores básicos
de salud. Empezaré por citar algunos datos demográficos. La población de las Américas asciende ahora
a unos 825 millones de personas y ha aumentado en 34% en los últimos 20 años, registrándose el ma-
yor aumento poblacional - 43%- en América Latina y el Caribe. Este aumento de población, al que nos
referiremos más adelante, está acompañado por una disminución de la tasa anual de crecimiento. Tan-
to la tasa bruta de natalidad como la tasa de fecundidad están bajando y esta última se sitúa actualmen-
te en aproximadamente de 2.4 hijos por mujer. El proceso de urbanización que lleva consigo todo un
complejo de males sociales está aumentando en toda América.
La esperanza de vida está aumentando constantemente en todos los países y durante los últimos
15 años el promedio para la región ha pasado de 69.2 a 72.4 años. En Bolivia, por ejemplo, la esperan-
za de vida era de 40,4 hace 50 años, ahora es de 62,2 años. La tasa de mortalidad infantil, que es un
buen indicador de la amplitud de la cobertura de los servicios de salud, ha bajado en un tercio en los
últimos 15 años para situarse en 25 por 1.000 nacidos vivos.
El modelo de morbilidad y mortalidad ha cambiado y la característica más notable es la reducción
de la mortalidad debida a las enfermedades transmisibles en general. El riesgo de morir de una enfer-
medad transmisible se ha reducido en casi 50% en los últimos 15 años. Eso es particularmente impresio-
nante en el caso de los niños ya que el número de defunciones causadas por enfermedades infecciosas
comunes, tales como la diarrea o las infecciones respiratorias, ha bajado drásticamente. Sin embargo, es-
tos resultados no son todo lo halagadores que podrían parecer ya que sabemos que hay algunas enfer-
medades infecciosas que todavía nos afectan enormemente. Unos 39 millones de personas viven en zo-
nas donde hay malaria es endémica y el nuevo flagelo del SIDA un problema serio. Los países del Ca-
ribe, considerados en conjunto, tienen tasas de prevalencia superadas solamente por las registradas en
Africa. En vista de que los medicamentos utilizados en América del Norte para tratar a los pacientes con
SIDA son tan costosos, las perspectivas de que los países de América Latina y el Caribe emulen la re-
ducción en la mortalidad registrada en América del Norte son, en verdad, muy remotas. Otra enferme-
dad infecciosa que está ocasionando problemas graves es la tuberculosis, ya que anualmente se notifi-
can unos 250.000 casos nuevos.
A pesar de estas amenazas, es justo reconocer que el estado de salud de la población en las Amé-
ricas está mejorando. Las tasa de mejoramiento no es uniforme y todavía hay diferencias injustificables
en el estado de salud de los países y dentro de ellos, pero el modelo general demuestra progreso. Las
causas de estas mejoras son muchas y pueden observarse en los cambios en los que se conocen como
factores determinantes de la salud. Por ejemplo, hay mejoras en el saneamiento ambiental y, a pesar del
brote de cólera en 1991 que fue una indicación de las deficiencias del sistema, la cantidad y la calidad
del agua han mejorado. El agua potable actualmente está al alcance del 80% de nuestra población, aun-
que cabe reconocer que subsisten muchas diferencias, especialmente en relación con la población rural
frente a la urbana, ya que esta última está mejor atendida. Volveremos a hablar del gasto, pero baste de-
cir por ahora que los países de las Américas han aumentado el porcentaje del PIB gastado en salud a
una cifra de aproximadamente 9.5%.
Los servicios de salud todavía dejan mucho que desear, y es difícil opinar rotundamente acerca del
aspecto crítico de la cobertura porque diferentes indicadores dan diferentes resultados. La cobertura de
inmunización para las vacunas estándar es de aproximadamente 90% y ha conducido a la erradicación
exitosa de la poliomielitis y a la inminente erradicación del sarampión. Pero otras medidas de la cober-
tura, tales como el uso de anticonceptivos o la atención perinatal, muestran marcadas deficiencias. Tam-
240
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
bién ha quedado claro que la simple prestación de servicios no basta, ya que la accesibilidad es tanto
una función de los servicios como de la población potencial de usuarios. El uso de los servicios por las
comunidades pobres suele ser muy bajo, no sólo por razones geográficas, sino debido a los costos re-
lativamente altos para acudir a ellos. Por lo tanto desconfío de los datos que citan el número de perso-
nas que no gozan de cobertura. Menciono el mejoramiento de los servicios como factor contribuyente
al mejoramiento de la salud, sin perjuicio de cualquier discusión o debate en cuanto a la función que
desempeñan dichos servicios en el mejoramiento de la salud en general, o en mejorar la distribución de
ésta dentro de la población.
Las mejoras en los indicadores de salud también se deben a la disponibilidad de la tecnología ade-
cuada y a algunos planes innovadores para lograr su aplicación. Actualmente las vacunas se consiguen
fácilmente y se utilizan ampliamente. La disminución de los costos y la garantía de la calidad han sido
posibles en América Latina y el Caribe gracias al Fondo Rotatorio para la compra de vacunas, que des-
de hace 20 años ha venido funcionando en la OPS.
Permítanme volver al tema de la situación económica en las Américas, y me refiero principalmen-
te a los países de América Latina y el Caribe. Para ello me apoyaré en los datos preparados por institu-
ciones como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Banco Interamerica-
no de Desarrollo (BID). El informe de la CEPAL correspondiente a 1998 sobre el panorama social de
América Latina se refería en detalle a la pobreza, que está vinculada estrechamente a los resultados eco-
nómicos. La pobreza ha disminuido en casi todos los países de América Latina en los últimos años y en
1997 el porcentaje de familias pobres era de 36% en comparación con el 41% en 1990. El número de po-
bres parece haber permanecido estable - aproximadamente 200 millones- pero el hecho importante dig-
no de mención es que esta cifra sea prácticamente igual la de 1980. Por lo tanto, la Región está a pun-
to de volver a la misma situación que tenía antes de la gran crisis económica de los años ochenta. La
pobreza es en gran medida un fenómeno urbano y va unida al deterioro social que se refleja en el re-
crudecimiento de la criminalidad en las ciudades.
En países como Chile, donde ha ocurrido recientemente un impresionante crecimiento económi-
co, se observa la mayor reducción en la pobreza. Obviamente, no fue solamente el crecimiento econó-
mico lo que tuvo repercusiones sobre la pobreza, sino la naturaleza del crecimiento y el tipo de empleo
que generaba. Si el empleo se sitúa en entornos de bajos niveles salariales entonces habrá solamente
cambios mínimos en la situación de pobreza. Es evidente que en Chile y en el Brasil el aumento del nú-
mero de empleos influyó en la reducción de la pobreza.
Me impresionaron los datos sobre distribución del ingreso, dado que esta Región tiene el peor mo-
delo de distribución de los ingresos. En general la mala distribución de los ingresos ha sido constante a
lo largo del decenio y el crecimiento económico no guarda relación con la distribución del ingreso. En
la Argentina, por ejemplo, que registró un marcado aumento del ingreso per cápita, empeoró la distri-
bución del ingreso. Las economías de los noventa se caracterizaron por un aumento del gasto social, y
casi la mitad de ese gasto correspondió a la educación y a la salud.
Con todo, los últimos años del decenio son dignos de mención debido al temor de que la crisis
económica ocurrida en Asia tuviese efectos desastrosos sobre las economías de América y el Caribe, sien-
do Brasil el principal motivo de preocupación. El informe de CEPAL, correspondiente a 1999, ponía de
relieve el efecto de la crisis internacional y señalaba que las transferencias netas a la Región habían si-
do negativas por primera vez en el decenio. Hubo diferencias dentro de la Región, ya que México, Amé-
rica Central y el Caribe mostraron tasas de crecimiento positivas aunque modestas mientras que los pro-
blemas se observaban principalmente en América del Sur. Sin embargo, algunos hechos recientes indi-
can hasta qué punto la prudencia fiscal evitó un desastre económico y actualmente, Brasil parece encon-
trarse en la ruta hacia el crecimiento económico. En un comentario reciente publicado en al revista The
Economist, cuyo llamativo título era "¿ Llegó el carnaval otra vez a América Latina?", se planteaba un es-
cenario económico muy alentador y se afirmaba que actualmente las economías se estaban recuperando.
241
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Es obvio que estos cambios repentinos en el desempeño económico no pueden deberse a cam-
bios en los indicadores de salud. Son demasiado acelerados. La pregunta más importante es hasta qué
punto la salud de la población podrá contribuir al mantenimiento del crecimiento económico. Cabe se-
ñalar que lo contrario también es cierto, los cambios acelerados en la situación económica de los países
no suelen reflejarse en cambios equivalentes en la situación sanitaria. En ambos casos hay un período
de rezago. Fue evidente que las graves crisis económicas de los años ochenta no se reflejaron en cam-
bios en los indicadores tradicionales de salud, al menos durante los primeros años del decenio. Este es
un punto interesante, cómo los cambios económicos no se ven fielmente reflejados en el corto plazo en
los indicadores de salud. Los economistas dicen que se debe al lapso de tiempo que necesitamos. Otra
teoría es gracias a los esfuerzos de los trabajadores en salud que no hemos visto los cambios tan drás-
ticos de la situación de salud como reflejo de los cambios económicos.
Ahora viene la pregunta central: ¿Cuáles son las posibles funciones de la salud en generar el cre-
cimiento económico de los países o en contribuir a lograrlo? Eso se ha convertido ahora en un tema de
interés para muchos economistas, preocupados por el crecimiento y a veces me pregunto por qué ha
hecho falta tanto tiempo para que se reconociera la importancia de estas funciones, puesto que desde
hace años sabemos que la pobreza y la salud están vinculadas, en el sentido de que los pobres tienen
más problemas de salud?. También se ha sabido desde los tiempos de Chadwick y Shattuck que si se
eliminaran las condiciones sanitarias insalubres que afectan a los pobres, aumentaría su productividad.
Tal vez, si bien era obvio que la pobreza causaba mala salud, estaba menos claro que la mala salud po-
día ser causante de pobreza. EL concepto de que el crecimiento económico es la mejor forma de redu-
cir la pobreza es estándar y en un artículo sobre crecimiento y pobreza publicado en The Economist se
dice lo siguiente: "entender el crecimiento es, a todas luces, la tarea más urgente en el terreno de la eco-
nomía. En todo el mundo, la pobreza sigue siendo la principal causa de sufrimiento; y la forma más se-
gura de eliminar la pobreza es el crecimiento económico".
Como ya les he indicado, se sabe desde hace más de un siglo que la pobreza y las malas condi-
ciones sociales contribuyen a la mala salud. Mencioné los nombres de Chadwick en Gran Bretaña y Shat-
tuck los Estados Unidos e incluiría a los pioneros de la revolución social en Alemania como Virchow
quien demostró claramente la relación de la pobreza con la mala salud. Otro cálculos más recientes
muestran que ha medida que aumenta el ingreso, la esperanza de vida también aumenta y las tasas de
mortalidad infantil también decrecen. También ha quedado demostrado que esta asociación es más mar-
cada a niveles más bajos de ingresos y mucho más leve en los países más ricos. Además, se está com-
probando que no es sólo el ingreso absoluto lo que importa, sino que es la distribución de ese ingreso
en la sociedad la que tiene un profundo impacto sobre los indicadores de salud. No se trata solamente
de pobreza o riqueza, sino que son la pobreza o la riqueza relativas las que inciden en la determinación
de los resultados de salud. Ya no se pone en duda que no se trata únicamente de pobreza o riqueza; se
reconoce que hay gradientes de clase social que suponen gradientes de ingreso que influyen en los re-
sultados de la salud y parece que ha sido imposible reducir o eliminar esos gradientes. Aún entre los
que no son pobres hay gradientes de clase y gradientes de ingreso que ser reflejan en el estado de sa-
lud. El crecimiento económico, en la medida en que no reduce esos gradientes, no será lo más eficaz
para mejorar la salud de la población.
Uno de los principales estudiosos del crecimiento económico - Roberto Barro- nos ha esclarecido
considerablemente al expresar las razones para el crecimiento económico y la naturaleza de la conver-
gencia. A partir de su análisis de resultados económicos de unos 100 países desde 1960 hasta 1990 pro-
puso un número de variables que influyen en la tasa de crecimiento del PIB real per cápita.
"La tasa de crecimiento tiende a ser más alta si el gobierno protege los derechos de pro-
piedad, mantiene el libre mercado, y gasta poco el consumo no productivo. También son útiles
altos niveles de capital humano en las formas de educación y salud, tasas bajas de fecundidad
y mejoras en las condiciones del comercio con otros países".
242
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
El hecho que sorprende a muchos economistas es la magnitud del efecto de la salud sobre el cre-
cimiento económico.
La tesis de invertir en la gente se había elaborado detalladamente en el Informe sobre el Desarro-
llo Mundial, 1991, en el cual figuraba de manera prominente el mejoramiento de la salud y la nutrición
como una de los elementos para el desarrollo del programa del decenio de los noventa. La educación
es un componente clave de la inversión en la población. Me he preguntado por qué ha habido un tra-
bajo tan completo sobre el aspecto económico en invertir en educación y se había hecho tan poco, has-
ta hace una fecha relativamente reciente, sobre la inversión en salud. Quizás una de las razones sea la
dificultad para efectuar mediciones que ya mencioné.
No deseo hacer una separación rígida entre las contribuciones de la salud y la educación al creci-
miento económico, aunque he citado con frecuencia a Behrman, quien a partir de sus análisis del im-
pacto que tienen las inversiones en recursos humanos sobre los resultados económicos de América La-
tina confirmaba el efecto sustancial de la educación, pero escribió:
... por eso aunque la escolaridad sea el recurso humano que se considera más importan-
te, la esperanza de vida es un mejor indicador del crecimiento económico.
Y agregó:
... para las zonas muy pobres donde no ha ocurrido un cambio tecnológico acelerado, las
ganancias de inversión en salud y nutrición son mayores que las derivados del aumento de los
años de escolaridad.
Es obvio que un aumento en la esperanza de vida deberá facilitar una mayor ganancia sobre las
inversiones en educación. Además hay numerosos estudios sobre lel efecto de la salud de los niños, par-
ticularmente de su estado nutricional, sobre su capacidad para aprender a medida que crecen. La inver-
sión en educación ocurre en un tiempo relativamente corto de la vida de la persona, mientras que el es-
tado de salud y la capacidad de ser productivo como resultado de la buena salud es algo para toda la
vida. La educación aumenta la calidad del capital humano mientras que los insumos de salud mejoran
tanto la calidad como la cantidad del capital humano. Si bien no cabe la menor duda de que es necesa-
ria una buena política tributaria para aumentar el crecimiento económico y reducir la pobreza, esto tal
vez no sea suficiente. Las inequidades en el acceso a la tierra y en los componentes del capital huma-
no, tales como educación y salud, son desfavorables a la reducción de la pobreza.
El impacto positivo a la situación de la salud sobre la actividad económica ha quedado demostra-
do mediante análisis históricos de largo plazo, por medio de estudios microeconómicos relacionados
principalmente con la productividad individual y estudios macroeconómicos en los cuales algunos indi-
cadores de la salud de la población están relacionados con su riqueza. No se han realizado estudios his-
tóricos de largo plazo para las Américas, pro los estudios clásicos de Fogel para Europa y los Estados
Unidos son pertinentes. Calculaba Fogel que:
"Hasta 30% del crecimiento en el ingreso per cápita, medido convencionalmente entre
1790 y 1980 en Europa Occidental, puede deberse a la mejora en la salud y la nutrición, pero
en los Estados Unidos esta proporción es menor".
Se han hecho varios estudios microeconómicos sobre el efecto de diversos aspectos de los resul-
tados de la salud o del trabajo para las Américas. Strauss y Thomas dan pruebas fehacientes de la rela-
ción entre el estado nutricional y los sueldos. En los Estados Unidos los hombres más altos y más pesa-
dos ganan más, pero la magnitud de la relación es mucho más impresionante en Brasil. La pérdida de
peso debida a enfermedad también se ha documentado muy bien aquí por medio del método de costo
de la enfermedad. Hace 25 años, la OPS auspició un estudio efectuado por Gladys Conley que demos-
traba las pérdidas económicas debidas a la malaria en Paraguay. También hay otros estudios recientes
apoyados por e Banco Interamericano de Desarrollo que muestran los efectos de la enfermedad en la
reducción de los ingresos y que, por el contrario, en los grupos que gozaban de mejor salud. En un es-
243
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
tudio muy interesante se demostró que las mujeres que empezaban a menstruar más temprano y eran
supuestamente más sanas, terminaban percibiendo mayores ingresos. Los estudios sobre el costo de la
enfermedad, relacionados con el SIDA, por ejemplo, muestran el posible impacto negativo sobre el de-
sarrollo económico. Se calcula que para ael año 2.005, Jamaica y Trinidad y Tobago, experimentarán pér-
didas mínimas anuales de PIB de 6,4% y 4,2% si la situación sigue sin control.
Los estudios microeconómicos sobre la salud y el desempeño económico utilizan varias medidas
del estado de salud en relación con los resultados del trabajo. Desconozco si hay otro trabajo similar tan
detallado sobre el valor económico de la curación o del retorno a la sociedad de quienes sufren alguna
enfermedad aguda o crónica. Esto resulta pertinente para evaluar los servicios de salud que prestan aten-
ción personal, ya que sería posible disminuir las pérdidas económicas al evitar la muerte prematura, o
reducir la duración y la gravedad de la enfermedad.
Por otro lado, cada vez nos interesamos más en los aspectos macroeconómicos de la salud y el
crecimiento económico. Mi propio interés personal inicial fue estimulado por el trabajo innovador de
Mushkin sobre la salud como inversión y más tarde por un estudio de Newman y Thompson sobre creci-
miento económico y desarrollo social al que no se le ha prestado la debida atención. Estos autores exami-
naron 46 países en desarrollo y pudieron mostrar que el índice ampliado de la calidad física de la vida,
que combina alfabetización, tasas de mortalidad infantil y esperanza de vida, era un factor determinante
causal del crecimiento económico de los países, mientras que la relación inversa no era significativa.
Otro análisis subsiguiente de los datos solamente de América Latina y el Caribe mostró una rela-
ción causal definida entre salud y desempeño económico con períodos de rezago entre cambios en el
estado de salud y cambios en el PIB per cápita. Mayer y sus colaboradores han realizado otros estudios
más amplios en países de América Latina y el Caribe. Mostraron de forma convincente que había una
correlación positiva entre la salud, medida por la esperanza de vida o según se refleja en el índice años
de vida perdidos debido a muerte prematura y el crecimiento económico.
Un hallazgo interesante fue el de poder demostrar, como hicieron Newman y Thompson, que ha-
bía una marcada relación causal entre salud y crecimiento, mientras que lo inverso era menos firme. Tam-
bién quedó claro que hay un rezago de 15 a 20 años entre el mejoramiento de la salud y el crecimiento.
Esto no es inesperado dada la naturaleza de los insumos en salud. En el caso concreto de México, duran-
te el período de cinco años de aumento de la esperanza de vida, la contribución al crecimiento del in-
greso fue aproximadamente 2% al año. Este es un aumento digno de mención. Por ende, considero que
puedo afirmar sin equivocación que la salud medida por la esperanza de vida o por otro indicador do-
minado por la salud, tiene un efecto positivo sobre el futuro crecimiento económico de un país.
En las ciencias sociales, incluida la salud, a diferencia de las ciencias físicas, es virtualmente impo-
sible establecer rutas causales claras, por lo tanto no nos queda más que suponer cuáles son los meca-
nismos mediante los cuales la salud mejora el desarrollo económico y, a partir de ese análisis, determi-
nar las opciones de política que deben adoptarse.
Se ha comprobado, aunque uno podría aducir que era obvio desde el comienzo, que la gente más
sana es más productiva y que por el bien público, habría que poner esos bienes públicos que evitan en-
fermedades al alcance de todos. La inversión en salud, tal como hemos visto, contribuye a la formación
de capital humano aunque esto es muy difícil de cuantificar. Esas inversiones en salud y educación pa-
ra mejorar la calidad del capital humano son todavía más importantes hoy en día, dado el creciente va-
lor de la información como recurso productivo, siendo el conocimiento el principal de ellos. Los apor-
tes al crecimiento ahora se consideran como endógenos y como contribuyentes directos al crecimiento
y no como exógenos como podría haberse supuesto en los modelos neoclásicos de crecimiento.
Las consideraciones sobre salud también entran luego en la creación de lo que Bloom y Channing
identifican como el dividendo demográfico. La transición demográfica tal como ocurrió en el este de Asia
condujo a una situación en la cual la población dependiente y la económicamente activa crecieron a una
tasa diferente. Por un período era mayor la población en edad laboral, en comparación con la población
244
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
dependiente. Esta ventana demográfica ahora está abierta en América Latina y el Caribe, pero podemos
decir que está cerrando con bastante rapidez a medida que el porcentaje de personas mayores aumen-
ta y la tasa de fecundidad baja.
Todavía queda mucho por hacer en este ámbito. Todavía tenemos que saber más sobre los meca-
nismos por los cuales ese complejo fenómeno que es la salud produce beneficios económicos tanto a
nivel individual como macro. No sabemos cuál es la etapa de la vida en la cual las intervenciones sani-
tarias producen el máximo efecto. Todavía no estamos seguros de la naturaleza de la aparentemente ob-
via relación complementaria entre educación y salud para mejorar el capital humano. No sabemos has-
ta qué punto el estado de salud mismo contribuye a los tipos de comportamiento social que crean ri-
queza. La interacción de las diferentes variables demográficas sobre la productividad todavía se está es-
tudiando. Nuestros países de las Américas muestran gran diversidad y las vías por las cuales la inversión
en salud crea riqueza deben tener cierto grado de especialización por país. No sabemos en qué medida
la inversión en salud y la reducción de la carga de enfermedad, permitirán a aquellos de nuestros paí-
ses que son tropicales superar los factores ecológicos que, según Sachs, contribuyen tanto a la pobreza.
Me he concentrado expresamente en los posibles efectos de la salud, en sus muchas dimensiones,
sobre el crecimiento económico o los beneficios económicos individuales y no he abordado el posible
efecto sobre la salud de los diversos enfoques para estimular el crecimiento económico. Y para sorpre-
sa, ¡No he mencionado la palabra globalización ni una sola vez! Pero, vale la pena observar que los paí-
ses de las Américas que han registrado un crecimiento económico constante, o aún los que han experi-
mentado un crecimiento por rachas, presentan crecientes inequidades en el ingreso. La tendencia a un
aumento del empleo en el sector informal. Actualmente ya está bien establecida la relación entre inequi-
dad en el ingreso y salud, dentro y entre los países. A medida que aumenta la inequidad en el ingreso
suben las tasas de mortalidad infantil y la esperanza de vida se reduce, o por lo menos, la velocidad del
cambio disminuye. El número cada vez mayor de personas que forma parte del sector informal genera
dificultades para darles cobertura médica, ya que por definición no están cubiertos por el seguro social
y es poco probable que reciban los beneficios de otro seguro médico.
Sr. Presidente, alguien podría preguntar, ¿por qué razón la OPS se interesa tanto por estos asun-
tos? Creo, y mis colegas también, que es nuestro deber plantear y defender la postura de que vale la pe-
na conservar y mejorar la salud de la gente, porque la salud es buena por derecho propio. Tiene un ele-
mento constituyente, como diría Amartya Sen, en su descripción de las verdaderas libertades entre las
cuales incluye a la salud. Pero, además, debemos defender con igual fuerza la necesidad que la salud
desempeñe una función instrumental, en el sentido de que la salud es fundamental para garantizar otras
libertades como el desarrollo económico o los derechos humanos. Debe superarse esa etapa en que los
organismos de desarrollo eran los que se ocupaban solamente de la libertad creada por los logros eco-
nómicos. Considero que los organismos relacionados con la salud son también entidades de desarrollo
y, a mi modo de ver, no hay contradicción alguna - sino más bien complementariedad entre las funcio-
nes constituyente e instrumental de la salud.
La defensa de esta perspectiva debe conducir a proponer opciones de política que mejoren la sa-
lud por medio de los enfoques adecuados, ya sean preventivos, promocionales y además de recupera-
ción. Una de las principales dificultades reside en encontrar un equilibrio entre estos, especialmente
cuando nuestros países reciben préstamos enormes con la intención de mejorar la salud de la población
considerada en su totalidad sin atender las exigencias de los pocos que se hacen escuchar. La inversión
en salud debe considerarse como productora de un bien público que contribuye al bienestar económi-
co de nuestros ciudadanos. La naturaleza de esas opciones de política así como la magnitud y la distri-
bución de la riqueza nacional para inversiones en salud, son temas que dejaremos para otra ocasión.
245
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Acto de Clausura
Héctor Lombardo*
Nuestras palabras son de gratitud hacia la Fundación Isalud y los amigos de la AES por habernos
invitado a participar en estas jornadas. Si bien otras actividades no nos permitieron estar todo el tiempo
que nos hubiera gustado para discutir estos temas y planteos, queremos aclarar que para nosotros son
profundos e imprescindibles de considerar para encontrar solución a aquellos problemas relacionados a
la salud, la equidad y el desarrollo económico. Su importancia es tal que cada uno de ellos, tratado in-
dividualmente, podría haber generado una jornada de discusión en el ámbito de la salud. Entendemos
que es realmente necesario un planteo holístico de la situación del ser humano, en el sentido de tratar
de integrar estos aspectos, y quizás algunos otros que le estén faltando, a lo que debe ser la totalidad
de nuestras aspiraciones respecto del ser humano y la sociedad que pretendemos desarrollar. Una socie-
dad que fundamentalmente tendrá sentido cuando ponga en el centro gravitante de la acción al mismo
ser humano, ya que todo lo demás es aleatorio.
No podemos dividir al ser humano en diferentes aspectos porque éste es una integridad, y en ese
sentido nos hubiera gustado avanzar aquí sobre la profundización del problema integral del hombre.
Creemos que no hemos apuntado a definir dentro de qué sistema vamos a vivir, y consideramos que es-
to es fundamental. Como bien se ha dicho en repetidos momentos durante este encuentro, el desarro-
llo económico no tuvo como subproducto real a la salud. Hubo países que crecieron con un desarrollo
económico importante y esto no se reflejó en el cuidado de la salud. ¿Saben por qué? Porque no basta
tener desarrollo económico, porque el crecimiento de una sociedad tiene que tener un criterio armóni-
co. Esto es tan viejo como el pensamiento de lo que es el ser humano. El ser humano que tenga una
mano demasiado larga respecto a la totalidad dimensional de su organismo es alguien que ha deforma-
do parte de su cuerpo, y el crecimiento tiene que ser armónico. Entonces tenemos que tratar de encon-
trar los sistemas que nos permitan avanzar en el sentido que estos tres elementos, y alguno más que po-
dríamos mencionar, formen parte de un sistema que progrese en esa línea, y que sea a su vez lo sufi-
cientemente abarcativo como para permitir a todos avanzar en esa línea común. Un amigo definía cier-
ta vez a la democracia diciendo que es un estado en el cual todos debemos estar en la misma línea de
partida y con las mismas posibilidades de llegar al disco final. Esto mismo decía Carrillo cuando repetía
que de nada sirven los avances tecnológicos si a su vez no se preparan los elementos necesarios para
que estos avances lleguen a todos.
Entonces tenemos que pensar en un sistema que nos permita avanzar hacia los objetivos que dan
título a estas jornadas, y creemos que el único sistema que nos permite avanzar hacia los mismos es el
sistema democrático. Tanto los parámetros de salud que consideramos que deben estar incluidos, como
los de educación, los de desarrollo social y todos aquellos componentes que una sociedad necesita pa-
ra crecer armónicamente, están dados en los países que tienen democracias estables. Cuando tomamos
cualquier parámetro en un país como el nuestro, y medimos cómo se movieron estos parámetros en los
gobiernos democráticos y en los gobiernos dictatoriales, nos damos cuenta de la diferencia de énfasis
en las cuales la política estaba dada.
En nuestro país no había independencia entre el crecimiento y la resultante. Aquí en los sistemas
dictatoriales hubo una relación absolutamente proporcional en que disminuían todos los valores socia-
les, porque el único sistema que reivindica al hombre como eje de la acción con un contenido de polí-
246
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
ticas sociales que lo abarquen en su integridad, es el sistema democrático. A veces puede pensarse qué
tiene que ver el sistema democrático con todo esto. Tiene que ver porque éste es el modo de vida. Es-
te sistema democrático es el que nos correlaciona con nuestros vecinos y nos pone codo a codo, enten-
diendo que nuestros derechos terminan donde empiezan los de ellos y los de ellos donde empiezan los
nuestros. Si queremos generar acciones distintas respetándonos, tenemos que generar entre todos accio-
nes que n os permitan un grado de convivencia. Este grado de convivencia tiene que tener valores, no
podemos hacerlo fuera de ellos. Entonces tenemos que afirmar que ningún país del mundo mejoró su
sistema de salud ni ninguno de sus sistemas sociales, si no incorporó la solidaridad como un elemento
básico. La solidaridad es un elemento primordial para encontrar en el camino de las soluciones al cui-
dado de la salud, considerada a su vez como un elemento que debe formar parte decisiva en la integri-
dad de estos problemas. Y justamente por eso, cuando a veces se aborda y se trata de integrar el pro-
blema de la salud desde una óptica sectorial, corporativa, partidaria o filosófica, tenemos grandes erro-
res de interpretación.
Durante una discusión, por cierto muy rica, que se planteó en una jornada anterior de este en-
cuentro, en determinado momento nos daba la sensación que estábamos tratando de encontrar sobre
quién recae el mayor peso de la responsabilidad de la situación en la cual estamos viviendo, y creemos
que ese no es el camino que debemos seguir. Pensamos que lo más importante está dado por cuánto
aprendimos del pasado para encontrar soluciones para el futuro. Creemos que esta es la riqueza del diá-
logo democrático. Pero a la vez es lógico que sucedan estas cosas, y ello no nos debe deprimir. Cuan-
do se comienza a transitar un camino democrático, se tienen todavía herencias de criterios autoritarios
que van a pretender marcar desde nuestra óptica la acción. El progreso, el equilibrio, se van logrando
en el tránsito y en el avance en el cual desarrollamos una actividad que realmente tenga como eje el ob-
jetivo que nos hayamos propuesto. En un sistema democrático no hay otro objetivo que el ser humano,
que el hombre y la mujer de carne y hueso, a los que el sistema tiene que generarle esas posibilidades
de desarrollo. Entonces sí tenemos que replantearnos qué es lo que queremos, pero en directa relación
con ese ser humano que estamos considerando.
La salud no es un objetivo en sí mismo, ni la educación ni la recreación son objetivos en sí mis-
mos, sino la calidad de vida que ese ser humano pueda disfrutar. Para esto necesita salud, educación,
recreación y desarrollo de su cultura y de sus posibilidades. Por eso la sociedad debe avanzar en una
propuesta de contenido social trascendente que ponga al hombre como eje. Y en este sentido es inte-
resante contrastar el criterio de las estadísticas con respecto al sufragio, porque la democracia es vigen-
te cuando realmente está respaldada por la autenticidad de la expresión de las mayorías. Cuando uno
pretende engañar a los demás mediante la "picardía criolla" (si bien la picardía existe desde antes que
los criollos vinieran al mundo), esto deteriora el sistema, y lo que tenemos que recrear para el sistema
son los valores trascendentes hacia los cuales nos queremos mover. Todos sabemos en general cuáles
son estos valores, el problema es que a veces tratamos de ignorarlos porque esto puede llegar a bene-
ficiarnos. Grave error. Ninguna cosa que rompa los valores nos beneficia sino que nos perjudica, aun-
que algunos aparentemente sean exitosos. Porque aquellos que emprendieron las dictaduras lo hicieron
a través de un elemento del poder que formó y forma parte de un tiempo en la historia. Es un poder
que va cambiando, que se va transformando. Muchos siglos atrás el poder era la extensión territorial,
luego fueron los armamentos. Hoy los países más poderosos son los que tienen mayor capacidad infor-
mática. En el futuro va a ser la simple agua potable la que maneje el poder. Entonces nos damos cuen-
ta que lo importante no es usar el elemento de poder de ese momento en beneficio de los disvalores a
los cuales nos hemos en parte acostumbrado. En este sentido nos cabe una profunda responsabilidad si
queremos transitar un nuevo siglo con nuevos valores.
Esto implica empezar a desnudar nuestras actitudes, principios, posiciones e intereses y poder vol-
carlos en una mesa de discusión donde no disfracemos nuestro pensamiento y nuestro discurso, sino
que seamos realmente auténticos, para encontrar las salidas que buscamos. Sabemos que todos tenemos
247
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
claro cuál es el objetivo máximo: que estos valores sean los que empiecen a manejar el diálogo, las con-
ductas, las decisiones y el futuro que deseamos. La economía tampoco es el objetivo hacia el cual debe lu-
char un país. Los indicadores económicos no son los que hablan de la realidad de un país, porque éste es
su gente. Por lo tanto lo que habla de la realidad de un país son las condiciones de vida de esa gente.
Creemos que el tema de la equidad merece un párrafo aparte. Vivimos en una sociedad de la ex-
clusión y muchos integrantes de este universo forman parte de los que no figuran siquiera en las esta-
dísticas, porque en algunos casos hasta se los ignora en esto. Pensamos que un contenido de la búsque-
da del valor trascendente del ser humano nos tiene que permitir encontrar un objetivo de equidad. Es-
to es, como decíamos antes, la condición para que todos tengan la misma posibilidad de acceso y de
desarrollo. Por eso discutir estos temas y tratar de encontrar una síntesis sobre los mismos viene muy
bien, ya que en un momento dado todos éstos pasan a ser parámetros filosóficos que tienen que tener
aspectos de concreción. Y la concreción debe ser que la única salida posible en este mundo en el que
vivimos esté dada por un renacimiento de la ética de la solidaridad, y que realmente vivamos en un mun-
do en que nos preocupe y nos duela lo que otros pueden estar padeciendo. Personalmente ansiamos
para nuestro país un tiempo de equidad, donde todos puedan tener acceso a las posibilidades de desa-
rrollo y al avance científico que tanto nos ha maravillado en este siglo.
Para concluir queremos felicitar a los amigos de la Asociación de Economía de la Salud por haber
tratado estos temas. Creemos que siempre hay comienzos que continuar y acciones que desarrollar e in-
tegrar. Porque hay un elemento básico en la vida democrática que tiene un valor insoslayable: el diálo-
go. Y ese diálogo es bueno porque nos acerca y nos ayuda a comprender a los otros, y entre todos bus-
car ese objetivo que debemos tener fijado, que es equidad y justicia para todos.
248
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
SALUD, EQUIDAD
Y DESARROLLO ECONÓMICO
Trabajos Científicos
249
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
RESUMEN
El aumento de expectativa de vida que involu- da potencialmente perdidos (AVPP) ajustados por
cró a toda la población mundial independiente- discapacidad en mayores de 60 años en países en
mente del grado de desarrollo de los diferentes desarrollo.
países, ha hecho que patologías y problemáticas Estados Unidos gasta 103.000 millones de dóla-
que en épocas anteriores tuvieran una baja preva- res anuales en enfermedades neurológicas. De
lencia y por ello una escasa repercusión en la sa- ellos 46.000 corresponden a demencias.
lud pública y en la economía ocupen en la actua- No existen en Argentina datos epidemiológicos
lidad un lugar de primacía en el momento de dise- ni estudios de costos de demencia. Extrapolando
ñar políticas sanitarias, sociales y económicas. datos de estudios extranjeros, se puede inferir que
Las dos causas más frecuentes de demencia existirían más de 300.000 individuos con demencia
(enfermedad de Alzheimer y demencia vascular) en nuestro país.
tienen un incremento exponencial con la edad a El objeto de la presente comunicación es alertar
partir de los 65 años. sobre la problemática generada por una patología
Se estima que, actualmente 3.75 millones de indi- creciente. De no encararse con la debida antela-
viduos en USA están afectados por la enfermedad de ción adecuadas políticas sociales y de salud esta
Alzheimer y que ese número aumentará a por lo me- epidemia silenciosa puede significar una sobrecar-
nos 7 millones en las primeras décadas del siglo XXI. ga imposible de soportar para los sistemas de sa-
La demencia es la cuarta causa de años de vi- lud y asistencia social.
Carlos Alberto Díaz. Comisión Asesora Ejecutiva: Alberto Montaña, Pablo Ferraro,
Karina Cañas, Dr. Daniel Nul, Karina Piccinin, Nélida Valaris
Este programa se implementó desde Junio de producir un servicio que conserve la calidad, dis-
1998 hasta la fecha. Continuando en ejecución co- minuya los costos y aumente la productividad. El
mo programa de mejora continua. Dentro de todos programa tiene diferentes aspectos que describire-
los programas de desarrollo institucional, imple- mos, como la generación de conciencia, la educa-
mentamos uno denominado de gestión de la aten- ción en terreno, la opinión de los expertos, la in-
ción médica, orientado en la producción de accio- corporación de la evidencia científica, de la impor-
nes efectivas, en la gestión de la utilización para tancia de los costos, de la calidad y la servucción.
250
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Los servicios de salud se utilizan en forma inapro- gestión participativa por objetivos.
piada, produciéndose un gasto que puede evitarse
y redistribuirse. Los médicos son responsables del OBJETIVOS DEL PROGRAMA
70% del gasto en salud. Se considera que el 15% de Convencer a los profesionales de la importancia
los servicios utilizados durante la internación son de racionalizar los recursos. Eficiencia y calidad de-
innecesarios y un 25% en la practica ambulatoria. ben unirse en la gestión de salud, Convencer a los
profesionales que no era un ajuste más, Disminu-
MÉTODO ción de los tiempos de internación, Disminución
Acciones concurrentes con los médicos de staff de los gastos en la atención de pacientes interna-
y los jefes de servicio, los profesionales de consul- dos, Reducir la sobreutilización de los recursos en
torio externo, con medición de resultados trimes- la practica ambulatoria, Aumentar la productividad,
tralmente por grupo e individualmente por cada Detección de los costos ocultos de la no calidad.
profesional, mediante un sistema informático de Costos ocultos de la ineficiencia.
gestión integral. Aplicando gerencialmente una
RESULTADOS
INDICES % GASTOS % FACTURACIÓN %
Días Cama 13,56% Gastos por consulta -18,2% Internados + 5%
Egresos 29,12% Gasto medicación día cama piso -6,8 Ambulatorio + 30.55%
Giro Cama -17,7% Gasto medicación cama terapia -21% Neonatología + 30%
Cantidad de consultas + 36,72% Gasto Medicación día Neonatología -10,5% Terapia intensiva + 9,7%
Partos 22% Hora quirófano -4,5% Débitos - 51%
Se fijaron con mecanismos de incentivos o bo- lio y Noviembre. Porque es frecuente que ocurran
nus, que se pagaban dos meses después de logra- fenómenos de adaptación que hay que tratar de
do el cumplimiento efectivo de la productividad. evitar, porque se neutralizan los efectos. El 60% de
Estos se revisaban tres veces al año. En Marzo. Ju- los integrantes recibieron bonus.
CONCLUSIONES
El programa demuestra que es útil para mejorar costos. Debe perderse el interés económico del
la eficiencia, aumentar la productividad, mantener corto plazo, pensar en la calidad asistencial, en que
la armonía del sistema, la calidad asistencial, favo- los recursos son suficientes, debemos mejorar su
recer sistemas de integración, dentro de una ges- distribución, adaptando fundamentalmente la acti-
tión participativa por objetivos en una organiza- tud prescriptiva, en todos los aspectos, en los ca-
ción, con diseño matricial. minos críticos de diagnóstico, en las opciones tera-
Si los médicos que constituyen una fuerza pro- péuticas, en el empleo de la tecnología, en la for-
ductora importante dentro de los equipos de salud, ma en que se accede al contrato. Entendiendo los
comprenden su rol protagónico en la generación profesionales que tienen la responsabilidad de re-
del gasto, son introducidos en la consideración y la cuperar el sistema de salud, con participación de
opinión, el sistema puede ser más equitativo, au- todos los actores.
mentar la calidad, contener el crecimiento de los
251
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
252
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
El objetivo de la presente investigación es carac- les, la relación con el gasto en salud per capita; re-
terizar y analizar la oferta del Mercado de servicios lación gasto público y privado per capita, distribu-
médicos en la Argentina. ción de las especialidades
Hasta la década del 80 la programación de ser- Los procedimientos a emplear son procesamien-
vicios se basada en el relevamiento de recursos to estadístico y construcción de matrices cualitati-
existentes. Al disminuir la preponderancia de los vas (DOFA, escenarios, etc.)
sistemas públicos y ser el Mercado el principal
asignador de recursos, pasa a ser necesario un aná- RESULTADOS
lisis de la oferta que permita realizar una aproxima- Se presenta una propuesta para un relevamien-
ción al número adecuado de recursos. to de la oferta del Mercado de médicos en la Ar-
A pesar de la creciente incorporación tecnológi- gentina.
ca, la provisión de servicios de Salud continua ❑ El relevamiento da 93714 médicos (1998- 1999),
siendo mano de obra intensiva. las únicas provincias con deficit de acuerdo a
Es una fuerza de trabajo que se expande a un los standares son Formosa y Tierra del Fuego. El
ritmo mayor que los otros sectores económicos, y 90 % de las jurisdicciones presenta un número
la presión que generan estos recursos humanos, de médicos por encima de los estandares tradi-
principalmente los médicos, sobre el mercado de cionales.
servicios de salud se refleja en una expansión de ❑ En general, se observa escasez de médicos ge-
los costos. neralistas, exceso de especialistas y una pobre
distribución geográfica que dificulta los esfuer-
MATERIALES Y MÉTODOS zos de extender los servicios médicos esenciales
La unidad de análisis del presente estudio esta a toda la población y controlar los costos ascen-
compuesta por los médicos dentes.
Se realiza un relevamiento de fuentes secundarias No hay soluciones únicas ni universales para los
Los datos de número de médicos por provincia problemas relacionados con el mercado de servi-
se analizarán considerando: desequilibrios regiona- cios médicos.
Nuestro propósito es transmitirles aspectos de la dad y contención de los adultos mayores vulnera-
gestión del HOGAR San Martín, tendiente a la equi- bles y en situación de riesgo social y cómo se logró
253
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
bajar los costos en un 30% en una institución en la bios en la conducción de los Hogares dependien-
cual la salud es considerada un bien social Argenti- tes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, im-
na, ya en 1995, con un índice promedio del 13% de plementando un programa de reducción de los
población envejecida, queda ubicada dentro de los costos económicos de la institucionalización, ade-
países denominados envejecidos, siendo un país jo- cuado a una buena distribución del presupuesto
ven, cifra similar a los países desarrollados. asignado y búsqueda de recursos económicos hu-
No podemos dejar de considerar la variable "po- manos, así como la inclusión de un "Equipo de Ges-
breza", por ser una condición con la que cotidiana- tión de calidad social" y "El Consejo de Administra-
mente nos encontramos, en nuestro trabajo. ción", con participación activa de la Cooperadora y
En el Hogar San Martín, residen actualmente 332 de la Comunidad Toda, como herramientas innova-
personas de las cuales el 30.42% son residentes doras de las Políticas Sociales, con y para la vejez.
con cobertura social y el 69.58% no poseen ningún Describiremos: las actividades de la institución,
tipo de cobertura social. la organización del Hogar San Martín, su infraes-
Un "mail envejecimiento", no sólo genera deses- tructura, la organización de los servicios, servicio
peración, que en muchos casos conducen a los su- de farmacia, centro de rehabilitación y odontolo-
jetos a colapsos orgánicos y/o psicológicos, sin re- gía, particularmente formación del personal a car-
torno y con toda seguridad deviniendo en auto y go, espacios de cooperación, participación y soli-
aloagresión. Lo cual conlleva a un incremento del daridad de la comunidad. Articulación con otros
gasto en la asistencia en salud física y mental. programas sociales (cultura, salud). Apoyo de Pro-
Desde principios de 1998 la Secretaría de Pro- gramas Nacionales, etc.
moción Social tomó la decisión de introducir cam-
Martín A. Morgenstern
En diversos foros ha sido debatido, el rol de in- sulta novedosa, aunque considerando la condición y
jerencia o competencia de la Economía en el aná- modelización definitivamente dinámica (y no estáti-
lisis de problemas, dentro una esfera, que aparece ca) de nuestra Ciencia, una revisión de sus alcances
prima facie, como lejana a sus objetos de estudio reales para cada tiempo y lugar es requerida.
más tradicionales. La realidad demuestra que no Se intenta captar (en el sentido de entender) al-
obstante los distintos modelos implementados en di- gunos elementos relacionados a este proceso, tra-
ferentes latitudes, los problemas relacionados con la tando de reflejar enfoques, perspectivas, y la diná-
atención de la Salud, no han dejado de ocupar un mica de evolución que para el problema de la
espacio preponderante en la lista de las preocupa- atención de la Salud, en nada se asemeja a los mo-
ciones sociales centrales de todos los países. delos teóricos de previsión perfecta.
El presente trabajo, visualiza factores de eficiencia La siempre limitada disponibilidad de recursos
en la asignación de recursos, como condición nece- frente a una creciente demanda de servicios, pre-
saria (pero no suficiente) para el desarrollo de aspec- senta a la sociedad un claro dilema de trade-offs.
tos de equidad dentro de un contexto cuasi paradig- Esto se traduce en un cúmulo de disyuntivas res-
mático de costos crecientes. Esta vinculación no re- pecto a: en qué invertir recursos, cómo asignarlos
254
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Se efectúa el análisis descriptivo de un progra- Que debe producirse como una necesidad im-
ma de planificación pragmática en un proceso de periosa en respuesta a la implantación efectiva del
consolidación del desarrollo institucional, que se cambio para el aumento de la equidad, la mejora
implementó desde 1998 hasta la fecha en una ins- de la calidad asistencial y la evolución hospitalaria.
titución privada y que permitió realizar procesos
para mejorar la gestión clínica. MÉTODO
Se realizó este programa mediante reuniones de
INTRODUCCIÓN implementación registrada con una periodicidad bi-
La conversión de un jefe de servicio en un ge- mensual, la participación del equipo de jefes de ser-
rente es parte de un crecimiento madurativo perso- vicio, con planes de fortalecimiento de sus acciones
nal e institucional, individual y colectivo, indistinta y conversión de su misión y función.
y concurrentemente, que acompaña y lidera el cam- Los campos de acción sobre los que se trabajo
bio que debe ocurrir en los hospitales y en las or- con los profesionales fueron los aspectos asistencia-
ganizaciones de salud, dentro del sistema sanitario. les, administrativos, liderazgo, satisfacción del usua-
255
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
rio, débitos, estrategias de buena praxis médica, generación de mayor trabajo, conservación de
gestión de los consumos, gestión de costos por pro- sus ingresos, contribuir al desarrollo institucio-
ceso y gestión económico financiera de su servicio. nal permitió la consolidación de un proceso
Los objetivos sobre los cuales se trabajo fueron: efectivo, en el marco de una reingeniería para el
Mediante el impulso de un liderazgo ético, impul- crecimiento institucional.
sado en valores, ser la imagen visible ante situacio-
nes conflictivas, asumir con responsabilidad los CONCLUSIONES
momentos de restricción presupuestaria, responder Los hospitales son organizaciones de profesio-
a una organización matricial, implantar mecanis- nales, por lo tanto el papel de estos debe ser reva-
mos de servucción en su servicio y mejorar la cali- lorizado, desde la consideración como actores y la
dad asistencial. definición operativa del producto, que debe adap-
tarse rápidamente para desarrollar y acompañar los
RESULTADOS cambios emergentes, propios de una demanda cre-
Se observaron aceptación a los métodos de con- ciente, dentro de un contexto de restricción econó-
trol, auditoria, productividad, balance de su centro de mica, de perdida de la legitimidad, y desfinancia-
costos, análisis de los débitos, normativas de utiliza- mientos sectoriales.
ción de medicamentos y prescripción de estudios. Por eso se necesita mejorar la microgestión
❑ La aceptación de los profesionales, impulsados donde los jefes de servicio se deben convertirse
en el mantenimiento de su empleabilidad, en la en gerentes.
Carlos A. Soratti, Francisco Leone, Eduardo Lazcano, Cristina Curi, Carlos Fernández*
256
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
las áreas de fiscalización y financiamiento de tras- BA, que posibilite determinar el Costo Operativo
plantes, generó las condiciones básicas para plan- de cada proceso involucrado en la práctica tras-
tearse avanzar hacia un mayor conocimiento y eva- plantológica. Creemos que es posible, a partir de la
luación del rendimiento de cada área. determinación de costos operativos, replantearnos
Así fue que, a partir de 1998 comenzamos a de- los procesos de producción en búsqueda de una
sarrollar estudios relacionados con la determina- mayor eficiencia y racionalidad en la inversión de
ción de los costos reales de la actividad trasplanto- los recursos disponibles.
lógica. Las primeras investigaciones sobre el tema
nos permitieron comprobar dos realidades conclu- Los objetivos definidos para el sistema fueron:
yentes: la escasa producción de trabajos realizados
acerca de costos en Salud en nuestro medio, y par- ❑ Evaluación y control de la eficiencia y del mo-
ticularmente los referidos a esta especialidad, y a delo de gestión de las diferentes áreas opera-
partir de los primeros resultados, la diferencia exis- tivas.
tente entre los costos obtenidos y los valores que ❑ Desarrollo de un presupuesto integral, por pro-
están actualmente nomenclados, por ejemplo en gramas, que facilite el control y la evaluación de
procuración de órganos, en Argentina. la ejecución y de la eficacia de cada área o sub-
Estas dos certezas nos condujeron a plantearnos programa y
la necesidad de institucionalizar una metodología ❑ Como instrumento para la planificación de acti-
de trabajo dirigida a todas las unidades de CUCAI- vidades y para la toma de decisiones.
Graciela Ventura; Rodrigo Falbo; Matilde Sellanes; Tomás Bulat; Federico Tobar
OBJETIVO
El Objetivo de la presente investigación es evaluar ra cada provincia, con el fin de analizar los rendi-
el impacto que tiene el gasto en salud para la Ar- mientos y la eficiencia del mismo.
gentina discriminado según provincia. Para ello se Se utilizan métodos estadísticos convencionales
realiza una aproximación al examen del rendimien- y se realizan curvas de rendimiento del gasto y ca-
to y la eficiencia del mismo. Como subproducto racterización de la posición de las provincias en
del trabajo se proponen las bases de una metodo- forma gráfica.
logía para la realización posterior de estudios mas
profundos sobre el tema. RESULTADOS
Estipula el rendimiento del gasto para cada pro-
MATERIALES Y MÉTODO vincia. Se observa que algunas provincias se en-
La unidad de análisis del presente estudio son cuentran en un tramo de rendimientos crecientes y
las provincias de la República Argentina. Se realiza otras de rendimientos decrecientes. Por otro lado
un relevamiento de fuentes secundarias. Los indi- se distinguen niveles diferenciales en la eficiencia
cadores que se utilizan fueron tomados del Infor- de la asignación del gasto en salud.
me sobre Desarrollo Humano y de la Secretaría de Por último, el trabajo sienta las bases de la me-
Programación Económica y Regional del MEyOSP. todología que al entender de los autores debe ser
Se cruzan datos de Esperanza de Vida y datos la que marque los lineamientos de futuras investi-
de Mortalidad Infantil contra el gasto en salud pa- gaciones sobre el tema.
257
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Federico Tobar
El presente trabajo consiste en una evaluación jas, infecciones de piel y anexos, y los casos ante-
farmacoeconómica en la que se comparan los ni- riores incluyendo bacteriemia asociada. La simula-
veles de costo-efectividad del Cefepime versus la ción consistió en calcular cuanto hubieran costados
Ceftazidima. Se trata de un estudio que aplica un esos tratamientos de acuerdo a los precios de insu-
modelo de simulación al caso argentino combinan- mos y servicios vigentes en el mercado local.
do información de los costos locales de los trata- Entre los principales resultados se corrobora en
mientos con información de niveles de efectividad el caso argentino que cuando el análisis económi-
clínica y utilización de recursos obtenida de estu- co considera el tratamiento en internación, los pre-
dios randomizados desarrollados y publicados pre- cios de las drogas pierden importancia relativa
viamente en el extranjero. dentro del costo total del tratamiento. Como resul-
La evaluación de la efectividad clínica fue obte- tado el costo promedio del tratamiento completo
nida de 7 estudios retrospectivos que cubrieron en internación con Cefepime resultaría un 14% me-
una muestra total de 2.926 pacientes en los que se nor cuando se considera la media y un 10% menor
trataron a nivel de internación cuadros de infeccio- cuando se considera la mediana.
nes del tracto urinario, infecciones respiratorias ba-
Claudia Madies
258
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
César Sanabria Montañez, Herminio Grimaldo San Juan Lezama, María Moscol Alvarez
259
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Como fundamento, es bueno recordar párrafos están ofreciendo todas las prestaciones que debe-
de la Declaración Universal de los Derechos Hu- rían. El sector público no cumple su rol compensa-
manos, de cuya vigencia se han cumplido 50 años: torio por diversas causas, entre las que podemos
"toda persona tiene derecho a nivel de vida que le mencionar: 1) la asignación presupuestaria es
aseguren a el y a su familia la salud y el bienestar siempre insuficiente, producto de la carencia de
y en especial la alimentación, el vestido, la vivien- políticas definidas, de planificación y priorización
da, la asistencia medica y los servicios sociales ne- del Sector. 2) Distribución de los escasos recursos
cesarios, la maternidad y la infancia tienen dere- más dependiente del criterio o capacidad del Mi-
cho a cuidados y asistencias especiales..." No creo nistro de turno que de programas preestablecidos.
que haya nadie que pueda negar estos derechos. 3) Absorción casi total del presupuesto por la de-
La cuestión está, en como hacerlo efectivo. Los que manda de atención de las enfermedades y el con-
tienen medios lo obtienen por sí mismos. Los que siguiente déficit en acciones sanitarias, de preven-
se agrupan con aportes solidarios, lo consiguen de ción y control de enfermedades evitables, investiga-
esta manera organizada. Pero, los que no tienen ni ción, capacitación, saneamiento, etc. 4) Utilización
lo uno , ni lo otro, dependen de la respuesta so- política de acciones u obras en el sector, etc., etc.
cial, cuya representación es el Estado. No resulta justa esta ecuación, donde una mitad de
El Estado ha creado Organismos para que cum- población cuenta con cobertura asegurada en cual-
plan ese rol: Hospitales y Centros de Salud que de- quiera de los sectores (privado o público) con elec-
berían proveer atención igual o semejante a la que ción del prestador, mientras la otra mitad es cautiva
reciben los demás. Ese es el espíritu y la razón del de una sola alternativa y de menores posibilidades,
funcionamiento de los servicios. a lo que deben sumarse las disminuidas condicio-
Lamentablemente, es prácticamente la mitad de nes físico – nutricionales que lo vuelve más vulne-
la población la que necesita de esta atención, y los rable a las enfermedades y mayor lentitud en la re-
servicios que reciben no son iguales ni semejantes cuperación. Todo ello, a pesar de la buena volun-
a los de la otra mitad que cuenta con otro tipo de tad y esfuerzos de los trabajadores de salud. Por
cobertura, financiada por Obras Sociales o Prepa- otra parte, en teoría, debería haber mejorado la
gas. Es que, en este sector, detrás de las prestacio- atención médica, tanto por los importantes progre-
nes que reciben los pacientes, hay una organiza- sos científicos – tecnológicos, como por la abun-
ción que supervisa y controla. Además, el deman- dante producción de profesionales en el país.
dante puede concurrir a uno u otro profesional, o Sin embargo, los adelantos no son accesibles a
bien, cambiar de servicio, de acuerdo a su confor- todos y la distribución de recursos tecnológicos y
midad o satisfacción, y en un espectro de horario humanos se encuentran concentrados especial-
que también puede elegir. Lo que no ocurre en el mente en los centros urbanos, produciendo impor-
sector público, donde no tiene ninguna de las al- tantes distorsiones en el gasto y la consiguiente
ternativas antes mencionadas, a la que se puede desprotección de grandes grupos de población.
agregar, la posibilidad de disponer de los medica- En síntesis, ese derecho del que hablamos al co-
mentos necesarios. mienzo, no puede efectivizarse en una gran parte
La atención no es equitativa ni igualitaria, aun- de población, no porque no se le reconozca, sino
que actualmente también varias Obras Sociales, no porque no se ofrece posibilidades. Quizás debería-
* Ndel E: El resumen de este trabajo no fue presentado a la fecha de cierre de esta edición.
260
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
mos preguntarnos, qué derecho tenemos como So- claramente que lo pasado ya no es posible. Las
ciedad, a mantener a casi la mitad de nuestros nuevas circunstancias instaladas en el País, nos es-
comprovincianos en una situación que la recono- tán indicando que es el momento de implementar
cemos como injusta. No será mejor que nos junte- un sistema solidario, y abarcativo que incorpore a
mos a pensar en nuestro deber de encontrar alter- los que hoy llamamos "indigentes", a una atención
nativas que igualen las posibilidades?. Creo que es- digna que cambie dicha denominación por la de
ta es la oportunidad de producir los cambios nece- simplemente: CIUDADANO.
sarios para lograrlo. Nunca como ahora se percibe
Valeria Freylejer; Ricardo Lara; Lidia Neira; Claudia Madies; Davis Solotow; Alberto Valle
y Mario Virgolini
La crisis del Estado de Bienestar y el fin de los fortalezas de la misma, que determinan cuanti y
modelos Keynesianos derivó en la reducción y ajus- cualitativamente los niveles de acceso registrados.
te de los programas gubernamentales dirigidos a los No obstante, este grupo etáreo es el que en lí-
ancianos en casi todos los países de occidente, neas generales alcanza mayor cobertura del siste-
comprometiendo el efecto redistributivo y la equi- ma, pero de todos modos no se ha logrado una co-
dad en la cobertura de los programas sociales y en bertura universal e integral.
particular en las áreas previsionales y de salud. Son varios los factores, que desde la oferta ac-
Este estudio pretende a partir de la identifica- túan como debilidades o fortalezas del mercado de
ción de tendencias de la oferta de servicios socia- los servicios en estudio, y que de una u otra mane-
les y de salud del adulto mayor en la Argentina, ra inciden en el mayor o menor acceso de la po-
considerar el grado de cobertura alcanzado y ana- blación pasiva.
lizar las principales causas que contribuyen o no a Podemos identificar que las principales debilida-
la equidad del sistema. des de la oferta, se relacionan con la información,
El sistema de atención sanitaria destinada al la regulación, barreras de acceso, falta de oferta o
adulto mayor puede encuadrarse en el esquema de de financiamiento y de control o fiscalización.
salud nacional vigente, compuesto por los subsec- En todos los casos, es alto el rol que puede ejer-
tores público, privado y de Obras Sociales. cer el Estado para, encontrar soluciones a algunas
Entre los mayores de 60 años existe un menor de estas debilidades que presenta la oferta del mer-
porcentaje de población sin cobertura en salud que cado en estudio, sea desde la regulación, la infor-
en el total de la población. La mayoría, de ellos tie- mación o creando los incentivos necesarios.
ne sólo Obra Social, y una proporción no menor También, la organización de la oferta, los cam-
tiene además plan médico. bios en la regulación o las respuestas del mercado
En general la equidad, como valor que inspira constituyen fortalezas e incluso oportunidades pa-
los sistemas de protección social y de salud, puede ra aumentar la equidad en el acceso a los servicios
alcanzar diferentes dimensiones: en la asignación sociales y de salud de los adultos mayores.
de los recursos, en el acceso a los servicios, en los Las debilidades y fortalezas de la oferta identifi-
resultados. Nos interesa la segunda, ya que partien- cadas podrían orientar políticas públicas y/o inicia-
do de la cobertura real alcanzada, por ejemplo en tivas privadas en la búsqueda de mayor equidad,
salud, se intenta caracterizar la oferta de estos ser- para nuestros mayores.
vicios, para identificar las principales debilidades o
* Coordinadores: Lic. Mario Virgolini, Dra. Claudia Madies.
261
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
María H. Iarussi, Alejandro Abella, Delia Binimelis, Gustavo Collino, Pablo Pablo,
Graciela Baronio, Jorge José, Javier Tómas
INTRODUCCIÓN
De los tipos de evaluación económica, el análi- En primer lugar se definió el árbol de decisio-
sis coste-utilidad tiene en cuenta como resultado la nes clínicas, posteriormente se obtuvieron los
mejora de salud de los pacientes. Para ello utiliza QALYs, y por último los costes y resultados.
los QALYs (quality adjusted life-yeas), término utili- El estado de salud de cada paciente se definió en
zado primero por Klarman en 1968 (1) que mide la función del nivel de salud obtenido en cada una de
calidad de vida y la supervivencia. Está basado en kas cuatro funciones y la valoración final de cadad
un grupo de valores de utilidad, uno para cada es- uno de ellos se hizo según la función U=1.42 (P X
tado de salud posible, reflejando su necesidad rela- R X S X H)- 0.42 (donde U= utilidad del estado de
tiva. La ventaja del ACU es que utiliza una unidad salud; P= factor multiplicativo de la utilidad para el
de medida común, los QALY ganados, para cada pa- nivel de la función física, etc.) y siguiendo otras pu-
ciente, y de este modo permite las comparaciones a blicaciones realizadas con la misma sistemática (8).
través de todos los diferentes estados de salud.
Por otra parte, los pacientes quemados ocupan RESULTADOS
un importante lugar en el campo de las patologías, El hospital tuvo en los dos años estudiados
y han sido profusamente estudiados, dada su alta 58.589 ingresos, de los que el 0.5% correspondie-
mortalidad y las serias deformaciones que produ- ron a pacientes quemados. Dichos pacientes nece-
cen. En la actualidad, su supervivencia ha aumen- sitaron una estancia media mayor (20) frente a la
tado y la mayoría de las secuelas pueden ser corre- media del hospital (9.5). El número de urgencias
gidas, aunque las complicaciones y la morbilidad de pacientes quemados fue similar en ambos años,
continua siendo bastante alta. existiendo una pequeña diferencia en el número
de ingresos, que disminuyeron un 8% en el último
MATERIAL Y MÉTODOS año. La población que atiende el hospital tuvo una
El material fue obtenido de los pacientes quie- incidencia sé 80-81 y una letalidad de 0.33- 0.082
nes fueron admitidos a la unidad de quemados del por cada 100.000 habitantes y año.
Hospital General de Alicante desde enero de 1997 El coste medio por paciente fue 4219 dólares,
hasta diciembre de 1997. mientras que el coste por QALY fue de 7130. La
Los objetivos del presente estudio fueron los si- cantidad de pacientes admitidos al hospital y estu-
guientes: diados fue 265, y el QALY ofrecido por la unidad
1. Determinar los valores de utilidad de cada 159.79. El nivel QALY dado al paciente fue prácti-
una de las decisiones clínicas en una Unidad de camente alto en todas las opciones terapéuticas pa-
Quemados. ra esos que sufren quemaduras. El uso del CUA
2. Establecer los costes per QALY de acuerdo ofrece un punto de vista interesante para la gestión
con las diferentes decisiones clínicas. de los centros de pacientes quemados.
* Trabajo no expuesto durante el desarrollo de las Jornadas en Iguazú. Coordinador: José Luis Alfonso Sánchez
263
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
El objetivo principal de este trabajo consiste en panel de datos para una muestra de hospitales pú-
evaluar el grado de eficiencia de los centros hospi- blicos de la Región Sanitaria I de la provincia de
talarios como información substantiva previa a Buenos Aires para los años 1995-1999. A través de
cualquier ejercicio de planificación que pretenda la estimación realizada se analiza el alcance de las
corregir, geográfica o funcionalmente, la distribu- diferencias en la ineficiencia entre los distintos hos-
ción de los recursos hospitalarios. pitales. La eficiencia de un hospital se evalúa com-
Para ello, en la primera parte, se analiza el con- parando sus costos reales con los "esperados",
cepto de eficiencia económica, técnica y asignati- siendo éstos últimos los resultantes de la predic-
va. En la segunda, se establecen los mecanismos ción de la ecuación de costos estimada, es decir, el
de aproximación empírica que se utilizarán des- residuo ui se considera como una medición de la
pués en su medición. Seguidamente, se formulan eficiencia: centros con residuos positivos se situa-
las posibles especificaciones de la función de cos- rían por debajo del nivel de la eficiencia media,
tos, haciendo hincapié en la dificultad de la medi- mientras que aquellos con residuos negativos indi-
ción del producto hospitalario derivada de su hete- carían niveles superiores a la media.
rogeneidad. En la última parte, se estima una fun- Claramente existen varias direcciones en las que
ción de costos hospitalarios utilizando la técnica de este trabajo podría ser extendido. En primer lugar,
264
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
se basan en un relevamiento íntegro desde que el los porcentajes ocupacionales, egresos, consultas,
paciente ingresa al hospital hasta que se interrum- etc. Un punto importante en este sentido es cono-
pe dicha relación. cer el grado de satisfacción del paciente y los pro-
Un buen sistema informático de manejo hospi- fesionales médicos, para ello se elaboraron tres
talario, mejora fundamentalmente la calidad de los grupos de encuestas: uno destinado a médicos de
datos que sobre prestaciones, tipos, cantidades de la entidad, otro a pacientes dados de alta y un ter-
pacientes, etc., se pueden relevar. cero a público en general. Los datos que de aquí
Los indicadores de evaluación de resultados son se obtienen dan una idea acabada de la opinión de
los más difíciles de elaborar y organizar su recolec- pacientes y sociedad en general sobre la entidad,
ción, sin embargo son los que proporcionan una mostrando sus fortalezas y debilidades. Es impor-
idea acabada de la calidad de la asistencia presta- tante que esta información sea analizada profunda-
da al paciente. Desde el punto de vista de la técni- mente y que sirva como base para futuras mejoras.
ca, como están enmarcados en los indicadores re- La medición de la calidad, como sabemos, es un
feridos a la oferta, se refieren en general a los co- tema complicado y aún no resuelto completamen-
nocidos y usados tradicionalmente en el campo sa- te y este trabajo intenta ser solo un comienzo en
nitario, estos son: los promedio de días de estadía, dicho sentido.
265
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
266
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
SALUD, EQUIDAD
Y DESARROLLO ECONÓMICO
Trabajos Premiados
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Mario Glanc
Con el objeto de determinar si el creciente agre- de un infarto pequeño con relación a quienes pre-
gado de tecnología en las Unidades de Cuidados sentan un infarto de mayor extensión. Dado que
Intensivos Coronarios (UCICs) revela un resultado siendo la eficacia y la efectividad clínica un susten-
adecuado en términos de costo-efectividad, y si la to de la elección, pero no el único determinante, el
mera inversión en innovación tecnológica es eco- costo de oportunidad de los recursos a utilizar en
nómica y socialmente eficiente se desarrolla un el tratamiento de la enfermedad que más interna-
modelo de evaluación en materia de costo – efec- ciones produce en las áreas de cuidados intensi-
tividad de los procedimientos mas comúnmente vos, y que más contribuye a la mortalidad en nues-
utilizados en el tratamiento de las patologías mas tras sociedades es función directa de la gravedad
frecuentes en las Unidades de Cuidados Intensivos del evento en cuestión (expresada por su exten-
Coronarios. sión anatómica), el tiempo transcurrido desde el
A tal efecto, y dado que el complejo tecno-in- inicio de los síntomas, y la voluntad de pagar del
dustrial asociado a la práctica médica basa sus re- financiador del sistema, por lo que se proponen
comendaciones en criterios de eficacia o efectivi- otros procedimientos alternativos cuya efectividad
dad, pero sólo ocasionalmente en términos de efi- se demuestra y que complementariamente con los
ciencia, se propone un modelo comparativo en tér- otros procedimientos comentados, ofrecen impor-
minos de costo – efectividad para las tres estrate- tantes ventajas medidos en términos de costo –
gias mas comúnmente utilizadas en UCIC: Fibrino- efectividad, particularmente la asistencia prehospi-
lisis con Estreptokinasa (STK), fibrinolisis con Acti- talaria al Infarto Agudo e Miocardio, metodología
vador Tisular de Plasminógeno (Rt-PA), Angioplas- que se presenta discutiendo su efectividad y esta-
tía (PTCA) y Cirugía de Revascularización Miocár- bleciendo sus costos de implementación, para es-
dica (CRM), determinándose que, de acuerdo a la tablecer finalmente los costos resultantes de cada
extensión del Infarto y al tiempo de llegada a la vida salvada como consecuencia de la implemen-
Unidad de Cuidados Intensivos Coronarios, según tación masiva del programa propuesto, el que as-
el procedimiento que se escoja como de elección, el ciende a U$S 6557.
costo incremental por la obtención de un sobrevi- Se deja establecido que la atención prehospita-
viente adicional recorre un rango que va desde los laria del Infarto Agudo de Miocardio no se plantea
U$S7.000 hasta los U$S 1.183.000. como alternativa contrapuesta a la Fibrinolisis in-
Del mismo modo, en un mismo grupo de gra- trahospitalaria, la Angioplastía o la cirugía de By-
vedad (según extensión) y bajo iguales condiciones –Pass aortocoronario en el infarto agudo, y que el
clínicas, la estrategia adoptada puede oscilar entre análisis no se centra en la elección asistencial de
los U$S7.000 y U$S 27.000 por sobreviviente adi- un procedimiento determinado sino en el costo de
cional en el caso de los Infartos extensos o entre oportunidad de los recursos que la sociedad desti-
los U$S 108.000 y U$S 267.000 en el caso de los In- na a la atención de uno de sus problemas sanita-
fartos pequeños por lo que el costo de la terapia rios más importantes y de qué modo esta elección
ensayada, medida exclusivamente en términos de impacta en ella. Bajo el supuesto de que solamen-
efectividad clínica puede ser hasta 38 veces mayor te en la medida que la incorporación tecnológica
, por cada sobreviviente adicional en las víctimas demuestre una contribución marginal socialmente
268
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
efectiva se constituye en una herramienta eficaz en ción de la población beneficiaria de tales cuidados
el tratamiento de las enfermedades de prevalencia y un mas agresivo manejo de los factores prehos-
relevante, se concluye que, el análisis costo efecti- pitalarios relacionados con la prevención, el diag-
vidad realizado bajo tales supuestos, demuestra nóstico precoz y la intervención terapéutica inme-
que la innovación tecnológica librada al libre jue- diata la herramienta mas apropiada para salvar mas
go del mercado supone una función de utilidad de- vidas y prevenir mas discapacidades, dato que de-
cremental y socialmente ineficiente, y que por lo bería ser considerado a la hora de diseñar progra-
menos en el ámbito de la asignación de recursos mes de atención para la patología que más pacien-
públicos, no es la implementación de agresivas in- tes aporta y más recursos demanda a las unidades
novaciones tecnológicas, sino una mejor segmenta- de cuidados intensivos.
Gerardo Machinicki
SÍNTESIS
ANTECEDENTE ción primaria y secundaria de EC con el objetivo de
Las enfermedades coronarias (EC) son una cau- detectar las más adecuadas para su incorporación a
sante importante de mortalidad en Argentina y en estimaciones locales de costo efectividad.
otras partes del mundo e imponen un alto peso
económico en los servicios de salud. Desde el cam- MÉTODOS
po clínico se han realizado esfuerzos para identifi- Revisión de 30 estudios de costo efectividad y cos-
car los factores de riesgo más importantes asocia- to utilidad publicados en el área clínica de relevancia.
dos con EC con el objetivo de modificarlos. Desde La revisión se centra en los métodos para estimar be-
el área clínico económica, los análisis de costo neficios debido a que representan un área metodoló-
efectividad buscan estimar el valor por dinero de gica especifica de estos estudios pero también se exa-
intervenciones alternativas para la prevención o minan cuestiones relacionadas con los costos.
tratamiento de las enfermedades coronarias. En un
marco de crecientes opciones tecnológicas este ti- RESULTADOS
po de enfoque puede ayudar a tomar decisiones La estimación de beneficios puede realizarse
sobre el uso eficiente de los recursos para obtener extrapolando indicadores clínicos intermedios (ej.
el máximo beneficio posible de los recursos inver- porcentaje de reducción de colesterol LDL) a indica-
tidos en atención de la salud. En Argentina, hay es- dores clínicos finales (mortalidad y morbilidad por
casa evidencia sobre el costo efectividad de la pre- EC) por medio de ecuaciones de riesgo. Las ecuacio-
vención primaria y secundaria de EC. nes de riesgo se basan principalmente en estudio
Framingham.
OBJETIVO Otro método parte de la extrapolación tempo-
Identificar técnicas de análisis utilizadas en la eva- ral de indicadores finales de pruebas clínicas utilizan-
luación económica de intervenciones para la preven- do métodos de sobrevida. Ambos enfoques necesi-
269
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
tan luego extrapolar a años de vida ganados (AVG) útil para estimar AVG en intervenciones modificado-
por medio de otros modelos. ras de factores de riesgo que se adapta especialmen-
Los costos pueden estimarse a través de paneles te a necesidades de generalización de costo efectivi-
de expertos (que estiman patrones de atención) o dad a países sin abundancia de evidencia clínica di-
desde pruebas clínicas. La información sobre costos recta como Argentina. Esto es así debido a que las
unitarios se obtiene de los sistemas de salud o de es- ecuaciones de riesgo permiten incorporar factores de
timaciones previas. prevalencia locales. Un modelo basado en las mis-
mas podría ser aplicado localmente para obtener in-
CONCLUSIÓN dicadores relevantes de costo efectividad en EC.
Las ecuaciones de riesgo son una técnica válida y
Omar Díaz, Irene Nicita, Mario Sardón, Carolina Santillán e Isabel Isaya
270
ASOCIACIÓN DE ECONOMÍA DE LA SALUD
Al finalizar la primera etapa (etapa piloto) se entre un período y otro, pero el costo por AVISA
evaluaron los resultados aplicando algunos de los del período de la intervención fue un 63% menor
indicadores del Programa. El análisis económico se que en el estándar, por lo que se lo puede consi-
realizó sobre la base del comportamiento del uso derar MAS COSTO EFECTIVA.
de antibióticos (restringidos y no restringidos), Entendemos que mientras se mantenga el con-
donde se realiza la prueba de rangos asignados de flicto entre lo finito de los recursos y lo infinito de
Wilcoxon adaptado para muestras grandes obser- la demanda, habrá que continuar en la búsqueda
vándose una ganancia neta para ese período de de instrumentos más sensibles y objetivos que nos
tres meses de $ 11.160,60 con un 95% de confian- aproximen a una distribución más justa y equitati-
za, lo que significa para este rubro un ahorro del va de los recursos. De esta forma se podrá evitar
55,81% por egreso. que se generen ineficiencias alocativas como con-
Para medir el impacto económico con indicado- secuencia de su escaso aprovechamiento, produc-
res sanitarios, se aplicó el criterio COSTO/EFECTI- to de la aplicación de criterios no técnicos en su
VIDAD para lo que se determinó el Nº de AVISAS asignación, como lo es la inercia de los presupues-
perdidos por el total de pacientes durante la inter- tos históricos y la intervención de las presiones po-
nación. No hubo variaciones en el total de AVISAS líticas o de mercado.
271
Comisión Directiva AES
Presidente: Secretaria de Relac. Institucionales:
Dr. Alberto Díaz Legaspe Lic. Laura Lima Quintana
Vicepresidente: Vocales:
Lic. Jorge Remes Lenicov Dr. Ginés González García
Dr. Aldo Neri
Vicepresidente Segundo: Dr. Mario Castelli
Dr. Armando Reale Sr. Norberto Larroca
Dr. Jorge Ochoa
Secretario General: Dr. Guillermo González Prieto
Cdor. Carlos Vassallo Lic. Mónica Levcovich
Lic. María Herminia Iarussi
Secretario de Prensa: Dr. Mario Lugones
Dr. Héctor Vazzano Lic. Manuel Alvarez
Lic. Nicolás Rosenfeld
Secretaría Científica: Lic. Ana Rita Díaz Muñoz
Lic. Arturo Schweiger
Comisión Revisora de Cuentas:
Secretario de Organización: Cdor. Marcelo Ondarcuhu
Dr. Sergio Del Prete Cdor. Atilio Savino
Coordinación General
Responsable: Leandro Halperín
Amira Santillán Mariano Aranda
Maya González Bender
Colaboradores:
Cristina Soto Sistemas:
Laura Jordá Fabián Miranda
273
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Listado de Participantes
ADARO, JORGE ALEJANDRO GARAVELLI, CARLOS ALBERTO PUPPO, RUBEN ANGEL
ALBAR DIAZ, GRACIELA GERDEL, MARIO QUINTAR, KARINA
ALLEYNE, GEORGE GIORDANO, PABLO RAMÍREZ, MARTA ALICIA
ALVAREZ, MANUEL GIUSTI, ALDO LUIS REALE, ARMANDO MARIANO
AMARO, MARCELA GLANC, MARIO SERGIO REGO, ELBA CRISTINA
ARINA, OSCAR ERNESTO GOMEZ, LUIS REMES LENICOV, JORGE
ARIZAGA, RAUL GONZALEZ GARCIA, GINES MARIO REÑÉ, JOSÉ MANUEL
ARRUDA, BENJAMIN GONZALEZ LOPEZ, BEATRIZ REYES, JORGE ALEJANDRO
ARZAC, RAFAEL GONZALEZ PRIETO, GUILLERMO RIAÑO BARON, GINA MAGNOLIA
ASTRADA, DOMINGO GRAU, GUADALUPE RIGOLI, FELIX
AUTON, OMAR ALFREDO GUADAGNI, ALIETO RIOS, MARTA
AZEVEDO, ANTONIO GUCCIONE, JOSE DANIEL RIZZI, SERGIO HUGO
BALDA, DANIEL ALBERTO GUTIERREZ, ELEMIR RODRÍGUEZ, JORGE LUIS
BANCHERO, JORGE GUTIERREZ, BLANCA RODRIGUEZ LLADO, ARIEL
BARREYRO, GUIDO HAMILTON, GABRIELA ROSENTHAL, DEBORA
BENNESCH, ARMANDO IARUSSI, MARIA HERMINIA RUSSO, ROSA ISABEL
BERASAIN, MARIA DE LOS ANGELES ILARRAZ, MIRTA MABEL SAIEGH, JAIME
BERMÚDEZ, JORGE IRALA, OVIDIO SALEVSKY, ENRIQUE
BERTOLA, NANCY JAYME, CRISANTO SANABRIA, CESAR
BIASOTO JUNIOR, GERALDO JIMÉNEZ, CARLOS SANCHEZ CALAT, SERGIO
BISCEGLIA MALDONADO, LILIANA JUÁREZ, CLAUDIA SANTANDER, ANIBAL RODOLFO
BLANC, ALEJANDRINA JURETIC, ANAHI SANTI, ORLANDO
BONAZZOLA, PABLO JUSTO, MARCELO SANTILLAN, AMIRA LAURA
BRIGNOLE, JORGE KEMSKI, ERNESTO SANTOS GARCIA, CARLOS
BRUNI, JOSE MARIA KLUSENER, ARI SARACENI, JOSE RICARDO
CABUTTI, NORBERTO KREBS, NELSON SARDON TRAVERSO, MARIO
CANO, RUBEN LAKS, GABRIELA SCALICE, ESTRELLA
CAPENTI, RITA LARZABAL, JUAN ANTONIO SCHKOLNIK, LUIS
CASAS, J. ANTONIO LEVCOVICH, MONICA LILIANA SCHWEIGER, ARTURO
CETRANGOLO, OSCAR DANIEL LIMA QUINTANA, LAURA SEBELLI, CARLOS
CHALLU, PABLO LUGONES, MARIO IVAN SELLANES, MATILDE
CHARNE, MIRIAM MACHNICKE, GERARDO SEOANE, JUAN
CHIANALINO, ANDRES MADIES, CLAUDIA SILBERSTEIN, BERNARDO
CICARELLI, MARCELO MAGGI, VICENTE LEANDRO SILVA, PATRICIA
CIRIGLIANO, DANIEL OSVALDO MANCUELLO, PATRICIA SISUL, LILIANA
CISAK, BASILIO MANGIATERRA, ALBERTO SOLARI, DANIEL
CLARK, MARCELA MARESCA, OMAR SOLDATI, CHARLIN
CLARY, ANA LUCIA MARTINEZ, ESPERANZA SORATTI, CARLOS
CLERC, CARLOS MARTOS JUÁREZ, EMA SOTELO, JUAN MANUEL
CONDESSE, MARIA FLORENCIA MASRI, DAVID JORGE SPADAFORA, SANTIAGO
CONTEPOMI, JORGE MATUS HERNÁNDEZ, PATRICIA SPIELMANN, PEDRO
CORCHUELO BLASCO, JOSE MANUEL MAZAL, ROBERTO SUAREZ, RUBEN
D´ASTE, PATRICIA MAZZUOCCOLO, LUIS SURACE, BENJAMIN DOMINGO
DEVOTO, FLORENCIA MENDEZ, HUGO SERAFIN TABOADA, HORACIO
DI NAANO, ANTONIO EDUARDO MOAVRO, MARIA TOBAR, FEDERICO
DIAZ, CARLOS ALBERTO MOGUILEVSKY, HECTOR TOMAS, JAVIER
DIAZ LEGASPE, ALBERTO JORGE MOLINA, RAUL TORCHE, ARISTIDES
DOGLIO, GUILLERMO MORGENSTERN, MARTIN A TORRES, RUBEN
DOMINGUEZ UGA, ALICIA MOSQUEDA, MARÍA FERNANDA TOUCEDA, MARÍA ANGÉLICA
DOZ COSTA, RAUL NADEF, ANTONIO TUCCI, RUBEN
ELMEAUDY, MERCEDES NEIL, MARTA VASALLO, CARLOS A.
ELMEAUDY, PATRICIA NERI, ALDO VAZZANO, HECTOR SALVADOR
ERRO, ROSA ISABEL OCHOA, JORGE RAUL VELTRI, MARÍA CRISTINA
EUGENI, GUSTAVO ALBERTO OLIVERA ROULET, GRISEL VENTURA, GRACIELA
FERNÁNDEZ, DANIEL ONDARÇUHU, JOSE MARCELO VERA, GUILLERMO
FERNÁNDEZ, OLGA ELENA ORTIZ, MARCOS VERA ROSSANA, NUNES VALENTE
FERREIRA, BLANCA LUCY PAPURELLO, NORMA MARIA VIEIRA, CESAR
FIDANZA, VIVIANA PASCUZZI, ALBERTO VICTOR VILAR DE SARACHAGA, DORA
FILGUEIRA LIMA, CARLOS PEREIRO, ANA CRISTINA VILLAFAÑE, HECTOR
FILIP, SILVANA PEREZ, MARIO VILLALBA CARDOZO, SANDRA
FILOMENA, OSCAR ALBERTO PEREZ NÚÑEZ, ALBERTO VILOSIO, JAVIER
FLORES, LUIS ALBERTO PESA, CARLOS WAGSTAFF, ADAM
FOGARIN, FERNANDO PLANISI, MARTA WILLIAMS, EDUARDO MARIA
FUHR, HECTOR MANUEL PORTO, MARIA TERESA
274
Indice
Auspicios y Adhesiones pág. 4
Prólogo pág. 5
Ginés González García
275
SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
Condiciones de Riesgo.
Vulnerabilidad Social y Accesibilidad pág. 123
•NIVELES DE RIESGO Y NUEVAS HERRAMIENTAS
DE MANEJO SOCIAL DE ENFERMEDADES pág. 123
Antonio C. de Azevedo
•RIESGOS DE VULNERABILIDAD SOCIAL EN ARGENTINA pág. 129
Pablo Bonazzola
•LA POBREZA COMO FACTOR DE RIESGO pág. 134
Javier Vilosio
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SALUD, EQUIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
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Artes & Letras
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