Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Buenas Tardes.
Hablar de la mujer siendo mujer no es nada fácil. El concepto que de mujer tengo
responde a una larga experiencia, en el encuentro familiar y social que con otras
mujeres he tenido a lo largo de mi vida y que me han ayudado en ese caminar ha
construir, valorar y resignificar el concepto de mujer que soy.
1
REAL ACADEMIA ESPANOLA. Diccionario de la Lengua Española. Vigesima primera Edicion. Tomo II. Espasa. Madrid 1992.
Ahora bien, resignificar el concepto de mujer, es partir de su fundamento antropológico,
contemplar las notas que complementan su significado para definir su naturaleza,
misión y finalidad.
En lo que respecta al aporte que el Humanismo Político hace a esa resignificacion tiene
su fundamento en la propuesta filosófico - política ofrecida por el filosofo español
Alejandro Llano Cifuentes2 denominada HUMANISMO CIVICO, investigación que
adelanto actualmente. Este Humanismo Cívico tiene por objetivo dar un sentido nuevo
al concepto de democracia3. El Humanismo Cívico debe a lo humano que lo define
fundamentalmente a que el centro de sus reflexiones lo ocupa la persona a la que
concibe como un ser espiritual, es decir, libre y autoconfigurador nato, tanto de su vida
personal como de la vida social.
Es una propuesta llamada a ser operativa, es decir parte del problema para plantear las
soluciones posibles en cada caso concreto, pero soluciones hacederas y asequibles
por cuanto se apoyan en los pilares que impregnan de realismo esta propuesta.
Ante esta realidad, el Humanismo Cívico propone como meta fundamental en hacer
patente que los protagonistas originarios de la vida política somos los hombres y
mujeres que habitamos el mundo. Seres humanos dotados de inteligencia y libertad;
por consiguiente, aptos para conocer la verdad acerca de las cuestiones públicas y
tomar decisiones oportunas, radicalmente orientadas a la plenitud de todos y cada uno
de los ciudadanos.
Esto equivale a afirmar que, como filosofía práctica, la filosofía política supone un fin o
deber ser de las acciones sociales traducible en términos de justicia y servicio al bien
común. De manera que su análisis de los fenómenos sociales implica juicios de valor.
También debe a su índole práctica a ser una reflexión de carácter operativo. Operar
que apunta a hacerse efectivo dentro de las oportunidades y limites ofrecidos por el
contingente y complejo campo de la actuación política.
Hoy el concepto de mujer es mucho más rico y fructífero por tanto más obligante, es
decir estamos llamadas a ser mujeres verdaderas y autenticas en un mundo cambiante
que exige cada vez más lo mejor de nosotras. Siempre la mujer ha sentido la
necesidad de resignificarse, se resinificó la mujer del pasado para que la mujer de hoy
4
MELENDO GRANADOS, Tomas. Feminizar el mundo: el papel insustituible de la mujer.
tenga este lugar preferencial, y esta llamada a resignificarse la mujer de hoy para la
transformación de la mujer del mañana. Es la búsqueda permanente de la mujer por sí
misma, descubrir su esencia, por su papel y misión en el mundo.
La mujer es y será siempre mujer, con todos sus valores, con sus responsabilidades,
con sus sueños, con sus metas.
Bajo ningún aspecto quiero referirme a un proceso de liberación por cuanto considero
que la mujer desde y donde ha estado ha transformado todo a su alrededor, gracias a
su diseño, a su capacidad de análisis y visión del mundo.
La mujer por mucho tiempo fue alejada de la educación pero aun así, se fue haciendo
educadora desde la pedagogía de la vida, en la transmisión del lenguaje, de los
valores, de las ideas, de la cultura. Pero hoy tiene un lugar privilegiado en la sociedad,
que otras han luchado por él, lugar que fue abonado con el esfuerzo y constancia de
muchas de ellas, para que la mujer de hoy se comprenda así misma y pueda continuar
con su capacidad de transformación. Transformación en lo social, en la política, en la
familia. Una trasformación permeada de humanidad. No es posible dar marcha atrás,
hoy más que nunca la mujer tiene una misión importante: ser mujer en plenitud para
fortalecimiento de la sociedad.
Con mucha facilidad la mujer mira el ayer y puede encontrar en él elementos dolorosos
e injustos pero son estos los momentos los que han permitido el desarrollo de la mujer
hoy. La mujer vivía bajo limitantes hoy no comprendidos ni aceptados, pero que desde
ese espacio, desde ese pequeño lugar y rol desarrolló una tarea vital y de magnitudes
enormes que quiero resaltar: Educó, formó, instruyó, construyó y transformó no solo su
ámbito familiar sino social y político, invitando a la mujer de hoy a desempeñar uno de
sus papeles más importantes y trascendentes en la historia. Aportar su conocimiento
de la realidad y visión del mundo para dar respuestas a las necesidades de sentido
imperantes hoy.
La mujer del ayer, la de décadas pasadas tenemos que mirarla con respeto, con
admiración porque gracias a ella podemos hoy valorar lo que ha significado ser mujer y
la responsabilidad que nos corresponde en el enriquecimiento del humanismo que la
sociedad necesita.
La sociedad de hoy reclama a la verdadera mujer, aquella que ama y se siente amada,
insisto que potencializa y es potencializada, la que recibe y da con generosidad a los
suyos y a la sociedad entera, como ciudadana que participa, vota, elige y transforma, y
lo hace desde cualquier dimensión, como madre, como hija, como hermana y como
esposa. Es inminente el papel activo de la mujer en la sociedad porque ella aporta al
equilibrio, a la constancia, a la perdurabilidad y garantiza que las cosas se harán bien.
Es por eso que ser mujer no es fácil, y cuando se es consciente de todo aquello a lo
que está llamada, debe sentirse honrada de tan alta dignidad.
Si hay alguien con quien se pueda contar, es con la mujer, su incondicionalidad refleja
su fidelidad y compromiso para con el otro, por eso cuando la mujer que se
compromete verdaderamente bajo principios sólidos y validos lo será hasta el final. Por
tal motivo, la primera llamada que hoy hago es a que la mujer tiene que formarse,
porque de ella y en ella depende la suerte y destino de muchos.
Desde los albores de la civilización el ser humano y en este caso la mujer vio en la
naturaleza la fuente más rica de conocimiento y se dio cuenta que cuando seguía sus
principios y leyes avanzaba en su proceso de crecimiento, pero cuando atentaba contra
ella las equivocaciones eran pagadas con justo precio. Esta información de la primera
mujer permanece en nosotras, hace parte de nuestra naturaleza buscar la verdad,
porque el saber verdadero en la mujer se hace manifiesto en su obrar.