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Fisiología

Sistema endocrino y hormonas

Todas las funciones del organismo se


encuentran reguladas por dos sistemas
de control fundamental: 1) el nervioso, y
2) el hormonal o sistema endocrino. En
general, el sistema endocrino se
relaciona sobre todo con las diversas
funciones metabólicas del organismo.

Por otra parte, existen múltiples


interrelaciones entre estos dos sistemas.
Por ejemplo, la médula suprarrenal y la
hipófisis posterior secretan sus
hormonas sólo como respuesta a
estímulos nerviosos. A su vez, las
diferentes hormonas hipofisarias controlan el funcionamiento de la
mayor parte de las glándulas endocrinas.

El sistema endocrino está formado por un grupo de órganos llamados


glándulas de secreción interna cuya función principal consiste en
producir hormonas y secretarlas al flujo sanguíneo. La función de las
hormonas consiste en actuar como mensajeros, de forma que se
coordinen las actividades de diferentes partes del organismo.
Los órganos principales del sistema endocrino son el hipotálamo, la
hipófisis (glándula pituitaria), la glándula tiroides, las glándulas
paratiroides, los islotes del páncreas, las glándulas suprarrenales, los
testículos y los ovarios. Durante el embarazo, la placenta actúa como
una glándula endocrina además de cumplir con sus otras funciones
específicas.

A veces, la hipófisis es también llamada “glándula regidora”, porque


coordina muchas funciones de las demás glándulas endocrinas.
Algunas hormonas hipofisarias tienen efectos directos, otras
solamente controlan la velocidad con la que diversos órganos
endocrinos secretan sus hormonas. La hipófisis controla la tasa de
secreción de sus propias hormonas a través de un mecanismo
conocido como “retroalimentación”, en el cual los valores en la
sangre de otras hormonas indican a la hipófisis si debe disminuir o
aumentar su producción. No todas las glándulas endocrinas están
bajo el control de la hipófisis; algunas responden de forma directa o
indirecta a las concentraciones de sustancias en la sangre:

Muchos órganos secretan hormonas o sustancias semejantes a


hormonas, pero generalmente no son considerados como parte
integrante del sistema endocrino. Algunos de estos órganos producen
sustancias que actúan únicamente en las zonas más cercanas al
punto de su liberación, mientras que otros no secretan sus productos
dentro del flujo sanguíneo. Por ejemplo, el cerebro produce muchas
hormonas cuyos efectos están limitados al sistema nervioso
principalmente.

Sistema endocrino y hormonas

Hormonas

Las hormonas son sustancias que, liberadas dentro del flujo


sanguíneo desde una glándula u órgano, regulan la actividad de las
células en otras zonas del organismo. La mayoría son proteínas
compuestas de cadenas de aminoácidos de longitud variable. Otras
son esteroides, sustancias grasas derivadas del colesterol. Su
característica fundamental es que en pequeñas concentraciones
pueden provocar efectos notables en el organismo.

Las hormonas se adhieren a los receptores que están sobre la


superficie de la célula o dentro de ella. La unión con un receptor
aumenta, disminuye o altera de alguna otra forma la velocidad del
funcionamiento de la célula. Finalmente, las hormonas controlan el
funcionamiento de órganos enteros. También regulan el crecimiento,
el desarrollo, la reproducción y las características sexuales. Por otro
lado, influyen en la manera en que el cuerpo utiliza y almacena la
energía, y también controlan el volumen de líquidos y las
concentraciones de sal y azúcar en la sangre. Algunas hormonas
afectan a uno o dos órganos, mientras que otras tienen efectos
generales.

La mayor parte de las hormonas de acción general son secretadas por


glándulas endocrinas específicas. Por ejemplo, la adrenalina y
noradrenalina son secretadas por la glándula suprarrenal como
reacción a la estimulación del sistema nervios simpático. Estas
hormonas, cuando son liberadas a la circulación general, llegan a
todos los tejidos del organismo produciendo reacciones muy
diferentes, en especial contracción de los vasos sanguíneos y
aumento de la presión arterial.

Algunas de las hormonas generales afectan todas o casi todas las


células del organismo. Así, la hormona del crecimiento de la hipófisis
anterior hace crecer todas o casi todas las partes del cuerpo, y las
hormonas tiroideas, producidas en la glándula tiroides, incrementan
la magnitud de la mayor parte de las reacciones químicas en casi
todas las células corporales.

Sin embargo, otras hormonas afectan sólo a tejidos determinados. Por


ejemplo, la adrenocorticotropina de la hipófisis anterior estimula de
manera específica la corteza suprarrenal y la hace secretar las
hormonas corticosuprarrenales, mientras que las hormonas ováricas
tienen efectos específicos sobre los órganos sexuales femeninos y
sobre los caracteres sexuales secundarios del cuerpo de la mujer.

Las hormonas más importantes secretadas por las principales


glándulas endocrinas son las siguientes:
Hormonas de la hipófisis anterior

1. Hormona del crecimiento. Produce crecimiento de casi todas las


células y tejidos del cuerpo.

2. Adrenocorticotropina. Hace que la corteza suprarrenal secrete


hormonas corticosuprarrenales.

3. Hormona estimulante del tiroides. Hace que la glándula tiroides


secrete tiroxina y triyodotironina.

4. Hormona folículo-estimulante (FSH). Causa crecimiento de los


folículos ováricos ante de la ovulación y fomenta la formación de
espermatozoides en el testículo.

5. Hormona luteinizante (LH). Desempeña una función muy


importante para inducir la ovulación; hace que los ovarios secreten
hormonas sexuales femeninas y que los testículos secreten
testosterona.

6. Prolactina. Fomenta el desarrollo de las mamas y la secreción de


leche.
Hormonas de la hipófisis posterior

1. Hormona antidiurética. También llamada vasopresina. Hace que los


riñones retengan agua, incrementando así su contenido en el
organismo. En grandes concentraciones produce vasoconstricción y
eleva la presión arterial.

2. Oxitocina. Produce contracción del útero durante el parto, con lo


que ayuda a la expulsión del feto. También hace que se expulse la
leche de las mamas cuando el bebé succiona.

Corteza suprarrenal

1. Cortisol. Tiene múltiples funciones para regular el metabolismo de


proteínas, carbohidratos y grasas.

2. Aldosterona. Reduce la excreción renal de sodio y aumenta la de


potasio, elevando el contenido de sodio en el organismo y
disminuyendo el de potasio.

Glándula tiroides

1. Tiroxina y triyodotironina. Incrementan la magnitud de las


reacciones químicas en casi todas las células del cuerpo. De esta
manera elevan el nivel general del metabolismo corporal.

2. Calcitonina. Fomenta el depósito de calcio en los huesos y, por


tanto, disminuye la concentración de éste en el líquido extracelular.

Islotes de Langerhans del páncreas

1. Insulina. Fomenta la entrada de glucosa en la mayor parte de las


células del cuerpo y de esta manera regula el metabolismo de casi
todos los carbohidratos.

2. Glucagón. Aumenta la liberación de glucosa desde el hígado hacia


los líquidos corporales.

Ovario

1. Estrógenos. Estimula el desarrollo de los órganos sexuales


femeninos, las mamas y diversos caracteres sexuales secundarios. Su
secreción está controlada por la hormona folículo-estimulante.

2. Progesterona. Su función principal es la de preparar el endometrio


uterino para la anidación del óvulo fecundado. Ayuda a fomentar el
desarrollo del aparato secretor de las mamas.

Testículo
1. Testosterona. Estimula el crecimiento de los órganos sexuales
masculinos, fomenta también el desarrollo de los caracteres sexuales
en el varón.

Glándula paratiroides

1. Parathormona. Regula la concentración de iones de calcio en el


espacio extracelular al regular: a) la absorción de calcio desde el
intestino, b) la excreción de calcio por el riñón, c) la liberación de
calcio desde los huesos.

Controles endocrinos

Cuando las glándulas endocrinas no funcionan correctamente, las


concentraciones de las diferentes hormonas en la sangre son
superiores o inferiores a las normales y, en consecuencia, las
funciones de los órganos se ven alteradas. Para controlar las
funciones endocrinas, la secreción de cada hormona debe ser
regulada dentro de unos límites precisos. El organismo requiere de
sistemas que le permitan detectar, a cada momento, si necesita
producir una mayor o menor cantidad de una hormona determinada.

El hipotálamo y la hipófisis secretan sus hormonas cuando detectan


que la concentración en sangre de alguna otra hormona que ellos
controlan es demasiado alta o demasiado baja. Entonces las
hormonas hipofisarias se vierten al flujo sanguíneo para estimular la
actividad en las glándulas que dirigen. Cuando la concentración en
sangre de la hormona controlada es la adecuada, el hipotálamo y la
hipófisis dejan de producir hormonas, ya que han detectado que no es
necesaria más estimulación. Este sistema de retroalimentación regula
todas las glándulas que están bajo el control hipofisario.

Algunas hormonas controladas por la hipófisis varían su


concentración según programas previstos. Por ejemplo, el ciclo
menstrual de una mujer implica fluctuaciones mensuales por parte de
la hipófisis en la secreción de la hormona luteinizante y
foliculoestimulante. También fluctúan de un mes a otro las
concentraciones de las hormonas producidas en el ovario (estrógenos
y progesterona). No se conoce exactamente el mecanismo de control
de estos biorritmos por parte del hipotálamo y de la hipófisis.

Existen otros factores que estimulan la producción de hormonas. La


prolactina, una hormona secretada por la hipófisis, es la responsable
de que las glándulas mamarias produzcan leche. El bebé, al succionar
el pezón, estimula a la hipófisis para que siga secretando prolactina.
Igualmente, la succión aumenta la secreción de oxitocina, lo que
provocará la contracción de los conductos lácteos y la conducción de
la leche hacia el pezón para alimentar al bebé.
Los islotes del páncreas y las glándulas paratiroides, que no están
bajo el control de la hipófisis, tienen sus propios sistemas para
determinar cuándo es necesaria una mayor o menor secreción
hormonal. Por ejemplo, la concentración en sangre de insulina
aumenta rápidamente después de comer porque el organismo
necesita procesar los azúcares de los alimentos. Sin embargo, si la
concentración de insulina permaneciera elevada, disminuiría
peligrosamente el valor de azúcar en la sangre.

Por último, existen algunos valores hormonales que varían por


razones menos obvias. Las concentraciones de los corticosteroides y
de la hormona del crecimiento son más altas por la mañana y más
bajas a media tarde. No se ha encontrado una razón que explique
estas variaciones diarias.

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