Seminario de filosofía moderna: Kant

Director Jorge Francisco Maldonado

LIBRO 1ro DE LA DIALÉCTICA TRASCENDENTAL:

DE LOS CONCEPTOS DE LA RAZÓN PURA

Expositores: Anderson Prada

Daniela Chaparro

El libro primero de la dialéctica trascendental expone los conceptos de la razón pura y a su

vez, cómo se conectan cada uno de estos conceptos con las categorías del entendimiento.
Kant recapitula que los conceptos del entendimiento son a priori y que pertenecen a una
conciencia empírica posible (pueden comprobarse con la experiencia); mientras que los
conceptos de la razón pura, aunque son obtenidos mediante inferencia al igual que las
categorías, no tienen correlato en lo empírico, no tienen una intuición que los validen o le den
significado. Estos conceptos del entendimiento son los que permiten la inferencia de los
conceptos de la razón pura, es decir, que esta última opera con datos del entendimiento.

Ahora bien, partiendo del hecho de que existe algo a lo que se denomina un concepto de la
razón, da cuenta de que “él no admite ser limitado dentro de la experiencia” [B367]. La
razón, como facultad, busca encontrar juicios más generales y universales que den unidad a lo
múltiple del entendimiento, pero termina obteniendo sólo una apariencia ilusoria de
conocimiento. En efecto, la razón tiende hacia lo incondicionado, a extender su conocimiento
más allá de lo sensible, es decir, concierne a un conocimiento bajo lo cual toda experiencia
tiene su lugar, pero que no es nunca un objeto de la experiencia -precisamente porque ella no
legisla con los datos de la sensibilidad, no es parte de la síntesis empírica-.

En suma, así como se les ha denominado a los conceptos puros del entendimiento, categorías;
así también habrá que denominar los conceptos de la razón pura, ideas trascendentales;
conceptos que, como ya se ha dicho antes, se exponen y justifican en el primer libro de la
dialéctica.

De las ideas en general

Immanuel Kant comienza esta sección afirmando que con Platón ya se encuentra un uso de la
expresión idea y que, con ella, él entendió algo que no solamente es tomado de los sentidos,
es decir, que comprendía que las ideas sobrepasan los límites de la sensibilidad, precisamente
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porque hay libertad, la que puede traspasar cualquier límite dado. Según Kant, para Platón
“las ideas son arquetipos de las cosas mismas. Ellas emanan de la razón suprema y de allí
habían sido compartidas a los seres humanos” [B370] aunque no, en su estado original.
Además, Platón también notó que nuestra razón tiende a elevar su conocimiento tan lejos que
no encuentra un objeto que tenga congruencia en la experiencia; sin embargo, para el maestro
de la Academia, las ideas no dejan de tener una realidad y no son, en modo alguno, meras
ilusiones1. A pesar de que Kant discrepa en la deducción mística de las ideas de platón y en
las exageraciones por las cuales Platón las hipostasió, toma esta investigación y la amplia, le
brinda una interpretación más recatada y ajustada a la naturaleza de las cosas. Por otro lado,
se afirma que las ideas para Kant, caen en una ilusión que no se puede eliminar, pero que sí
se puede ser consciente de dicha fantasía para no caer en ella. Además, las ideas tienen un
aspecto positivo, por decirlo así, y es que ayudan a dirigir y regular nuestra investigación
señalando sus límites. También, las ideas resultan ser eficientes en lo práctico, por ejemplo,
en lo moral y en lo que respecta a la naturaleza misma porque muestran distintamente que
sólo son viables según ideas.

Luego de esta introducción a las ideas en general, compete decir que “el uso trascendental de
la razón pura y los principios e ideas de ella son lo que compete examinar con exactitud para
poder determinar y apreciar correctamente el influjo de la razón pura y el valor de ella”
[B376]. Sin embargo, antes de continuar es importante apreciar que es mejor tomar el
significado original de la expresión idea para evitar confusiones porque hay significados
usuales que designan toda clase de especies de representaciones, tal y como lo afirmó al
principio de la sección cuando aconsejó que antes de crear conceptos es mejor buscar en
lenguas muertas esas expresiones que se pretenden crear y además conservar el significado de
dicho concepto, no alterarlo ni querer emplearlo solo para variar. Para finalizar esta sección,
se puede decir que existen conceptos puros y empíricos, los primeros tienen su origen solo en
el entendimiento y se denominan notio; y es precisamente la idea o concepto de la razón, el
concepto formado por nociones puesto que cruza la posibilidad de la experiencia.

De las ideas trascendentales

Los conceptos puros de la razón tienen su origen en la aplicación de la forma de silogismos a
la unidad sintética de las intuiciones de conformidad con las categorías. Dichas ideas son para
Kant “conceptos necesarios de la razón, al que no le puede ser dado ningún objeto congruente
1
Afirmación de la que Kant discrepa puesto que para Kant las ideas sí son quimeras.
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en los sentidos” [B384]. Además, la lógica juega un papel importante como herramienta de
conocimiento2 porque resulta bastante útil tomar de ella el silogismo puesto que se infiere que
en su conclusión se limita un predicado a cierto objeto, después de haberlo pensado en la
premisa mayor, en toda su extensión bajo cierta condición. La universalidad es, entonces, una
cantidad consumada en la extensión que le corresponde en la síntesis de las intuiciones: la
totalidad de las condiciones; y este es el concepto trascendental de la razón para un
condicionado dado. Ahora bien, hay distintas clases de conceptos puros de la razón, así como
distintas especies de relación que constituyen las 3 ideas trascendentales que parten de las 3
especies de silogismos. Luego, hay que buscar en primer lugar un incondicionado de la
síntesis categórica en un sujeto (alma); en segundo lugar, un incondicionado de la síntesis
hipotética de los miembros de una serie (mundo); y, en tercer lugar, un incondicionado de la
síntesis disyuntiva de las partes de un sistema (Dios). [B379] Los silogismos alcanzan el
incondicionado en la medida que lo hacen por prosilogismos.

Por otro lado, se añade que el conocimiento intelectual no se limita a formular juicios, sino
que también conecta unos juicios con otros formando razonamientos. Kant nos da un ejemplo
de esto por medio de la proposición: “todos los cuerpos son alterables”, la cual tiene su
fundamento en un juicio más lejano. Al saber que “todo lo compuesto es alterable”
posteriormente relaciona el concepto más lejano con uno más cercano: “los cuerpos son
compuestos” y, terminan con una conclusión dada a través de estas condiciones: “todos los
cuerpos son alterables”. Kant ve que por medio de estos prosilogismos la razón tiende a
prolongar la búsqueda de juicios cada vez más lejanos, con el propósito que estos sirvan de
fundamento a una multiplicidad de juicios particulares.

Sistema de las ideas trascendentales

La dialéctica trascendental a diferencia de la dialéctica lógica no hace abstracción de
contenido de conocimiento mediante los silogismos, en su lugar, la dialéctica trascendental
contiene a priori el origen de ciertos conocimientos por razón pura y, de ciertos conceptos
inferidos que por ser dados empíricamente quedan por fuera de la facultad del entendimiento
puro; luego, la razón unifica los conocimientos del entendimiento mediante conceptos puros
de la razón. Estos conceptos puros que la razón genera a partir de su aspiración al

2
Aunque para Kant esta (lógica) resulta engañosa porque lleva a producir la apariencia
ilusoria de conocimiento
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conocimiento de lo incondicionado serán las ideas trascendentales; tenemos entonces,

solamente tres inferencias dialécticas por las cuales la razón puede alcanzar conocimiento:
1. La relación con el sujeto.
2. Con lo múltiple del objeto en el fenómeno.
3. Con todas las cosas en general.

Estas ideas trascendentales tienen que ver con la unidad sintética incondicionada de todas las
condiciones en general. Por consiguiente, podrán reducirse a tres clases todas las ideas
transcendentales: “la primera contiene la unidad absoluta, es decir, condicionada, del sujeto
pensante; la segunda, la absoluta unidad de la serie de las condiciones del fenómeno; la
tercera, la absoluta unidad de la condición de todos los objetos del pensar en general”
[B391].

Kant afirma que de estas ideas transcendentales no es posible dar una deducción objetiva,
como la que hemos podido dar de las categorías, puesto que no tienen referencia alguna a un
objeto que pueda ser dado congruente con ellas porque sólo son ideas y servirán sólo para
ascender en la serie de condiciones hasta lo incondicionado, es decir, hasta los principios.

Kant advierte que en las ideas trascendentales hay cierta interconexión y unidad, por las
cuales la razón pura reduce a un sistema todos sus conocimientos, pasa del conocimiento de
sí mismo al conocimiento del mundo y, por medio de éste, al del Ser primero en un progreso
tan natural que parece semejante al progreso lógico de la razón cuando pasa de las premisas a
la conclusión.
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Conclusión

En el libro I de la dialéctica trascendental Kant nos dice que la razón es su búsqueda de

conocimientos, siempre tiende a lo incondicionado intentando buscar la condición o el
principio de las cosas, principios que están más allá de la experiencia, de esa búsqueda de la
razón surgen las ideas trascendentales como principios de la unidad completa del uso del
entendimiento en la totalidad de la experiencia completa.
Las ideas de alma, el mundo como totalidad y Dios son independientes de la experiencia, y
no reciben contenido alguno de la sensibilidad, sin embargo, debido a que por estas ideas no
podemos conocer nada (podemos pensar en estas ideas, pero no conocerlas), tendrán la
función de limitar todo uso de la razón que pretenda sobrepasar los límites del conocimiento
mediante sus ideas ilusorias, no obstante, Kant también afirma que esa apariencia ilusoria, en
cuanto apariencia ilusoria trascendental, si bien no puede desaparecer y es inevitable, bien
puede ser descubierta a fin de que deje de engañar.
En conclusión, las ideas trascendentales propuestas por Kant a pesar de que no aportan
ningún conocimiento, si nos sirven para seguir avanzando hacia el horizonte del
conocimiento y a la vez, fijar un límite para evitar caer en ilusiones.

REFERENCIA

Kant, I (2009). Libro primero de la dialéctica trascendental: De los conceptos de la razón

pura. En Mario Caimi (Ed.). Critica de la razón pura (pp. 328-347). México: FCE, UAM,
UNAM