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Pascua, la fiesta de

nuestra libertad
¿Cuáles son las fiestas del Mesías? ¿Por qué fiestas del Mesías?
¿Qué aplicación tienen las fiestas del Mesías en nuestras vidas?
¿Las fiestas del Mesías son de observancia exclusiva para el pueblo
judío? ¿En qué fechas de nuestro calendario deben festejarse las
fiestas del Mesías?

28/03/2009
Pascua, la fiesta de nuestra libertad Por Esaú Alvarado Rodríguez

Nota Importante
Se emplean los nombres de personas, festividades, lugares, libros de la Escritura y meses del año en este
formato: Pascua (Pésaj/Posqayao). Siempre estarán entre paréntesis las referencias en hebreo de la
palabra en cuestión. Cuando la referencia apunte a dos pronunciaciones en hebreo, deberá tenerse en
cuenta que la primera está en hebreo actual y la segunda, enseguida de “/” corresponde a la pronunciación
en hebreo arcaico. Se deberá considerar como la pronunciación más acertada la del hebreo arcaico. En el
caso de algunos nombres de libros o autores de libros o personajes de las Escrituras como el caso de
Jeremías (Yermiyahu) se considera solamente la pronunciación en hebreo actual pero se marca con
negritas la palabra YAHU para evidenciar lo cercano que está la pronunciación del nombre del Eterno
(YHWH, Yaohuh) incluso en el idioma hebreo moderno. Yermiyahu significa YHWH sea exaltado, es decir,
más precisamente YermiYAOHUH.

Prólogo
Por tradición, es posible observar en el cristianismo cierta simpatía con el judaísmo y por lo mismo,
con algo de su cultura e historia. Es por eso que en casi todas las corrientes cristianas de la actualidad hay
un conocimiento básico sobre la cultura y tradiciones de este pueblo, sobre todo las que se encuentran en
las Escrituras. Sin embargo, este conocimiento generalmente está mal enfocado o se queda
permanentemente en un nivel básico. Como lo estudiamos en el artículo anterior “El Mesías y la Ley”, creo
firmemente que el judaísmo vertido en las Escrituras y enseñado por el Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) debe
ser la base para toda persona que desee de corazón agradar al Eterno, Creador del universo. No hablo del
judaísmo sin el Mesías (Mashiaj/Mehuskhay), quien realizó su obra redentora muriendo por nosotros en un
madero y resucitando al tercer día conforme a las Escrituras, hablo de un judaísmo practicado bajo la
enseñanza y guía del Maestro de maestros, de nuestro Salvador y Rey (Molkhiul). Practicándolo de esta
manera, en total sujeción garantizamos honra al Padre y un sometimiento a Su voluntad. Esta es mi
creencia porque como lo veíamos en el anterior artículo, aunque hubo cambios significativos en cuanto a
interpretación, no veo en ningún momento una “creación” de una nueva religión y por ende no hay ruptura
entre el antiguo y nuevo testamentos.

Por esta idea equivocada de ruptura con el judaísmo, estamos acostumbrados a ver algunas cosas
que el Mesías enseñó y practicó como elementos nuevos de una también “nueva religión”. Por eso
interpretamos equivocadamente que lo que Juan (el último y más grade profeta, una imagen de Elías,
Eliyahu/UliYAOHUH) predicó es un elemento nuevo al que llamamos bautismo. Si lo viéramos bajo la
perspectiva judía encontraríamos que el “bautismo” no es en verdad un elemento nuevo, sino que es un
elemento establecido siglos atrás en la Ley de Moisés (Moshé/Mehushúa): la purificación. Es cierto, Juan
está “agregando” un elemento que debió estar presente desde el principio pero que no fue practicado por
una mala interpretación, esto es el arrepentimiento. La mayoría de los judíos practicaban la purificación en
agua de una forma ritualista (Mateo Mattityahu/MattitYAOHUH 3:7). Por esta razón, lo que enseñó Juan
tuvo un sentido novedoso (Mateo Mattityahu/MattitYAOHUH 3:11). Lo mismo pasa cuando encontramos
en el nuevo testamento lo que conocemos como la “institución de la cena del Señor”. Pareciera que es algo
nuevo, pero realmente no lo es. Lo que nuestro Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) celebró con sus discípulos fue
una celebración solemne instituida por el mismo Creador justo antes de que el pueblo de Israel dejara la
esclavitud con la que vivió en Egipto. Precisamente esta celebración, la Pascua (Pésaj/Posqayao), tenía la
función de enseñar al pueblo la salvación que vendría por parte del Creador. Y cuando el Mesías
(Mashiaj/Mehuskhay) la celebró justo antes de morir, cumplió al pie de la letra el festejo de dicha

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celebración y sus discípulos pudieron entender el significado de esa fiesta milenaria, comprendiendo que Él
como Cordero, traería salvación del Creador a su pueblo. En este caso, como en el del bautismo también
hubo un cambio o más bien una aclaración de significado: esta conmemoración está directamente ligada al
sacrificio pascual del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) y a partir de ese momento, su observancia (la de la
Pascua) deberá conmemorar dicho sacrificio (1 Corintios 11:26).

Este artículo está pensado para que entendamos la forma en la que debemos festejar la fiesta de la
Pascua (Pésaj/Posqayao), nosotros como creyentes y portadores de la gracia del Mesías
(Mashiaj/Mehuskhay). Además, se pretende contestar las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las fiestas del
Mesías (Mashiaj/Mehuskhay)? ¿Por qué fiestas del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay)? ¿Qué aplicación tienen
las fiestas del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) en nuestras vidas? ¿Las fiestas del Mesías
(Mashiaj/Mehuskhay) son de observancia exclusiva para el pueblo judío? ¿En qué fechas de nuestro
calendario deben festejarse las fiestas del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay)?

Introducción
Podemos encontrar en Levítico (Va-Yikrá) 23 la institución de las fiestas en un sentido nacional
israelita. No en el sentido israelita actual, sino más bien en un sentido de pueblo del Eterno. Aunque la
Pascua (Pésaj/Posqayao) fue instituida tiempo atrás (Éxodo Shemot 12), en el pasaje de Levítico
encontramos la mención de todas las fiestas del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) y están establecidas como
santas convocaciones a nivel legal. Es importante mencionar que este pasaje en Levítico comienza
declarando como santa convocación el día de reposo, el séptimo día. De esto hablaremos más delante. En
Colosenses 2:16 y 17, el apóstol Pablo (Rav Shaúl) declara que la observancia de las viandas, las fiestas del
Mesías (Mashiaj/Mehuskhay), los días de luna nueva y el sábado (Shabat/Shabbos) son sombra de lo
porvenir. Bajo la gracia del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) y bajo la dirección de la Presencia Divina en
nosotros, podemos observar que las siete fiestas solemnes dan testimonio del Mesías
(Mashiaj/Mehuskhay). Por desgracia, estamos acostumbrados a interpretar la sombra como algo negativo,
como si esa sombra nos privara de lo que vendrá. Pero la sombra tiene más qué ver con un anuncio de lo
que vendrá, como cuando el sol alumbra nuestras espaldas y nuestra sombra toca la tierra por delante
nuestro.

En las Escrituras, hay dos palabras en hebreo que son traducidas al español como fiesta. En Levítico
(Va-Yikrá) 23:2 la palabra que se traduce como fiestas es la palabra hebrea moed, que significa "una cita, un
ciclo o año, una asamblea, un tiempo señalado, una hora o tiempo exacto” (James Strong, The Exhaustive
Concordance of the Bible, (Peabody, Massachusetts: Hendrickson Pub. n.d.), definition #4150). De esta forma se
puede observar que el Eterno está fijando una cita con la humanidad (obviamente con todos aquellos que
quieran honrar Su nombre) en un tiempo exacto o señalado para realizar actividades que tienen que ver
con la redención. No es un hecho fortuito la fecha en la que el Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) llegó al
mundo, sino que el Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) llegó en el momento exacto (Gálatas 4:2-4). En el
versículo 6 de Levítico (Va-Yikrá) 27 aparece otra palabra que es traducida al español como fiesta, la
palabra hebrea jag (Strong’s #2282), que se deriva de la palabra jagag, que significa "moverse en círculo,
marchar en una procesión santa, celebrar, danzar, tener una fiesta solemne" (Strong’s #2287). De esta
forma podemos ver que el Creador da las fiestas como ciclos para que sean observadas todos los años
con la finalidad de que al cumplirlos podamos comprender el plan de redención del Eterno para el
mundo, el papel del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) en esa redención, así como nuestra relación
personal con el Creador en cuanto a cómo obtener madurez espiritual. De acuerdo a Levítico (Va-Yikrá)
23 las fiestas nos fueron dadas de lo alto para guardarlas, el Creador nunca dio las fiestas para que
pudiésemos obtener Su salvación al observarlas, porque la salvación sólo viene por la fe (Emunah, fe
obediente). Debemos pues recordar que el propósito principal de las fiestas, como de la Toráh al estar

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éstas incluidas en ella, es enseñar e instruir a Su pueblo en lo referente a Su plan de redención así
como en nuestra relación personal con Él mismo.

De acuerdo a lo que leemos en Levítico (Va-Yikrá) 23 las fiestas son:

1. La Pascua (Pésaj/Posqayao). Levítico (Va-Yikrá) 23:5: “En el mes primero, a los catorce del mes,
entre las dos tardes, pascua es de YHWH”.
2. Fiesta de los panes sin levadura (Matzot). Levítico (Va-Yikrá) 23:6: “Y a los quince días de este
mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a YHWH; siete días comeréis panes sin
levadura”.
3. Día de los primeros frutos (Yom Bikurim). Levítico (Va-Yikrá) 23:10 y 11: “Habla a los hijos de
Israel (Yaohushorul) y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su
mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el
sacerdote mecerá la gavilla delante de YHWH, para que seáis aceptos; el día siguiente del día
de reposo la mecerá”.
4. Pentecostés (Shavuot). Levítico (Va-Yikrá) 23:15 y 16: “Y contaréis desde el día que sigue al día
de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas
cumplidas serán. Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días;
entonces ofreceréis el nuevo grano a YHWH”.
5. Día de las trompetas (Yom Teruah). Levítico (Va-Yikrá) 23:24: “Habla a los hijos de Israel
(Yaohushorul) y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una
conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación”.
6. Día del perdón (Yom Kipur). Levítico (Va-Yikrá) 23:27: “A los diez días de este mes séptimo será
el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda
encendida a YHWH”.
7. Fiesta de los tabernáculos (Sukot). Levítico (Va-Yikrá) 23:33 y 34: “Y habló YHWH a Moisés
(Moshé/Mehushúa), diciendo: Habla a los hijos de Israel (Yaohushorul) y diles: A los quince días
de este mes séptimo será la fiesta solemne de los tabernáculos a YHWH por siete días”.

El contexto agrícola de las fiestas del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay)


Las primeras cuatro fiestas enseñan sobre la primera venida del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay),
mientras las tres restantes nos instruyen sobre los sucesos alrededor de Su segunda venida. Dado que
todas las fiestas solemnes fueron dadas al pueblo de Israel en un contexto agrícola, entendemos que el
Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) es mostrado en las Escrituras como la lluvia temprana y tardía, donde
precisamente, Su primera venida es representada por la lluvia temprana que llega en primavera y Su
segunda venida por la lluvia tardía, la cual llega en otoño. En Oseas (Hoshea) 6:3 se lee: “Y conoceremos, y
proseguiremos en conocer a YHWH; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la
lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra”. Joel (Yoel) 2:23 dice: “Vosotros también, hijos de Sion,
alegraos y gozaos en YHWH vuestro Ulhim; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará
descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio”. La lluvia (el Mesías
(Mashiaj/Mehuskhay)) cae en la tierra (nosotros) y sólo así la tierra está en condiciones de dar fruto. De
esta manera podemos admirar la dedicación del Creador en tener para nosotros un ciclo perfecto que nos
instruye sobre nuestra relación con Él. Así también observamos que todas las fiestas como instrucción
(dado que están incluidas en la Toráh, que significa instrucción, enseñanza) tienen un sentido histórico,
profético y didáctico. Teniendo plena conciencia de que incluso estas cosas “tan simples” nos sirven para
entender el plan redentor de nuestro Padre Eternal, nuestra vida toma un nuevo sentido y no podemos
dejar pasar sin sentido espiritual las lluvias que caen en estas fechas primaverales. ¡Nuestro buen Padre nos

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enseña cosas espirituales a través de su creación! ¡Bendito sea nuestro Padre Eterno que nos guía y nos
acerca a Él mediante Su palabra y Su creación!

Nota importante sobre el Shabat/Shabbos


En las investigaciones que he realizado para la elaboración de este artículo, encontré que hay varias
posturas en cuanto a las fiestas del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay). Algunos autores y creyentes en el Mesías
(Mashiaj/Mehuskhay) no consideran como una fiesta la fiesta de los primeros frutos, probablemente (y
esto es una mera percepción propia) porque la ligan con alguna otra. Otros la consideran una fiesta a parte.
A pesar de estas diferencias, he encontrado también que en la mayoría de los casos son siete las fiestas
solemnes. Obviamente, hay grupos que hacen mención a algunas festividades de carácter civil y otras que
su origen es el Talmud. En nuestro caso, y en coincidencia con algunos grupos judeo-mesiánicos, hacemos
mención exclusivamente a las fiestas levíticas, ordenadas por el Eterno. También encuentro posturas en las
que se incluye como fiesta solemne el sábado. No estoy en desacuerdo con esta postura, de hecho en
párrafos anteriores destaco que en Levítico (Va-Yikrá) 23 antes de iniciar a describir las fiesta solemnes, se
establece el sábado (Shabat/Shabbos) como “santa convocación” (Levítico Va-Yikrá 23:3). Sin embargo, en
este artículo se consideran como fiestas las que se llevan a cabo en un ciclo de un año. No obstante, estoy
convencido de la importancia del sábado en nuestra relación con nuestro Padre Eterno y debido a la
evidencia escritural a nivel de mandamiento creo firmemente que el día de reposo debe ser observado el
séptimo día de la semana, es decir, el sábado. Aunque estoy preparando un artículo que habla más
ampliamente sobre este tema, no puedo dejar pasar la oportunidad para destacar el sábado como santa
convocación. Esto lo creo porque en primer lugar el Eterno santificó y bendijo este día desde el principio.
En la historia de la creación se puede observar que al Creador le parece bueno lo creado; también se
observa que en dos ocasiones bendice a su creación (Génesis Bereshit 1:21 y 22; 27 y 28); pero el Creador
solamente santifica un elemento de la creación y no fue una cosa, sino un lapso de tiempo: el séptimo día
(Génesis Bereshit 2:3). Es en el principio (Bereshit) en donde se instituye el séptimo día como día de reposo
y no hasta los tiempos de Moisés, como algunos creen. En segundo lugar porque lo leo en el número cuatro
de los “Diez mandamientos” (Éxodo Shemot 20:8-11). Y si afirmo que entre el antiguo y nuevo testamento
no hubo rompimiento alguno, debo aceptar la observancia del cuarto mandamiento de la misma forma que
cuido la observancia de los demás. A parte de esto, leo en su Toráh que el cumplimiento de este
mandamiento es una señal perpetua entre el Creador y quienes pretenden ser su pueblo (Éxodo Shemot
31:17). En ninguna parte de las Escrituras encuentro que esta señal perpetua haya sido abrogada, más bien
leo que el Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) lo guardó y al igual que él sus discípulos y también el apóstol Pablo
(Rav Shaúl). También leo en los textos proféticos que hablan de la restauración del pueblo del Eterno que el
guardar el sábado será restaurado (Isaías Yeshayahu 66:23, Ezequiel Yesekel 44:16 y 24; 46:1). En breve
tendré el artículo en el que profundizo mucho más sobre este tema.

La importancia sobre el estudio y observancia de las fiestas


En función a la marcada insistencia en un rompimiento entre el cristianismo y el judaísmo, por
tradición tendemos a creer que las fiestas solemnes dadas por el Eterno a Su pueblo fueron eliminadas por
la gracia en la cual vivimos. En lo particular yo no lo veo así. Al contrario, veo necesario que quienes aman
al Eterno con todo su corazón y han recibido Su gracia mediante la obra redentora del Mesías
(Mashiaj/Mehuskhay), practiquemos Sus celebraciones y de esta manera demos honra y gloria a Su
nombre, además de recordar Su sacrificio y ser instruidos mediante su observancia. Así, bajo una revisión
más profunda sobre estos festejos santos, podremos ver que a través de ellos, el Eterno nos instruye. En
Levítico (Va-Yikrá) 23:1-22 vemos que las fiestas son de Él y que nos fueron dadas para enseñarnos sobre la
muerte, sepultura y resurrección del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay); sobre el recibimiento del Espíritu Santo
(Rúaj HaKódesh/Rukha hol Hodshúa, Presencia Divina); sobre la resurrección de los muertos; la tribulación;

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la segunda venida del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay), así como Su coronación, Su boda, el establecimiento
de Su justo reinado y muchas cosas más.

A continuación se detallan algunas razones por las que debemos estudiar y observar las fiestas del
Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) con su correspondiente base bíblica:

1. Las fiestas están en la Escritura, y toda la Escritura está inspirada por el Eterno, 2ª Timoteo
3:16-17.
2. Las fiestas son una sombra de las cosas que están por venir y nos enseñan sobre el Mesías
(Mashiaj/Mehuskhay), Colosenses 2:16-17; Hebreos 10:1.
3. Las fiestas son prototipos y ejemplos proféticos y son como una sombra anticipada de
acontecimientos significativos en el plan de redención del Creador, 1ª Corintios 10:1-6,11.
4. El Eterno dio las fiestas para que pudiéramos aprender y comprender Su plan de redención
para el mundo, así como nuestra relación personal con Él, Romanos 15:4.
5. Las fiestas, como parte de la Toráh (que significa "instrucción"), son como un maestro, o tutor,
que nos guía al Mesías (Mashiaj/Mehuskhay), Gálatas 3:24.
6. Las fiestas apuntan al Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) y al plan del Creador para el mundo, a
través del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) mismo, Salmo (Tehilim) 40:6-8; Hebreos 10:7.
7. El Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) vino para que se cumpliera todo lo que estaba escrito en el
Antiguo Testamento [Tanaj, que consiste en tres partes: La Toráh, los Profetas (Neviim), y los
Escritos (Ketuvim, representado por los Salmos - Tehilim)] en lo concerniente a Él, Mateo Meir
5:17; Lucas Hilel 24:26-27, 44-45; Juan Yojanán/Yaohukhanan 5:46-47.
8. Las fiestas establecen el modelo de las figuras celestiales en la tierra, Hebreos 8:1-2,5; 9:8-9,23;
Éxodo Shemot 25:8-9,40; Números Ba-Midbar 8:4; Ezequiel Yezequel 43:1-6,10-12.
9. El Eterno da lo natural para explicar lo espiritual, 1ª Corintios 15:46-47.
10. Al estudiar lo natural, podemos comprender lo espiritual, 1ª Corintios 2:9-13; 2ª Corintios 4:18
(Adaptado de “Las Siete Fiestas del Mesías” de Edward Chumney. Traducción de Pedro Navarro).

Además de estos diez puntos expresados anteriormente, debemos recordar que en Levítico (Va-Yikrá)
23 queda establecido que estas fiestas son del Eterno, por lo que Él es el anfitrión y nosotros como
creyentes en Él y en Su Hijo somos los convidados a la mesa. Recordemos pues que las fiestas como una
unidad nos revelan el plan perfecto de redención del Todopoderoso, pero en lo particular, cada fiesta hace
énfasis en un tema específico de la redención.

Nombre en Tiempo de
Nombre Levítico Aspecto histórico Aspecto mesiánico
español celebración

Liberación de
Muerte del Mesías
Israel de la
Pésaj Pascua 14 de Nisán/Aviv (Mashiaj/Mehuskhay)
esclavitud de
en el madero
Egipto (Mitsráyim)

Panes sin 15 al 21 de Salida de Egipto Entierro del Mesías


Jag Ha-Matsot
Levadura Nisán/Aviv (Mitsráyim) (Mashiaj/Mehuskhay)

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La mañana
Resurrección del
siguiente del Travesía del Mar
Bikurim Primeros Frutos Mesías
Shabat Jag Ha- Rojo
(Mashiaj/Mehuskhay)
Matsot

Derramamiento del
Fiesta de las
50 días después Entrega de la Espíritu Santo (Rukha
Shavuot Semanas o
de Bikurim Toráh en Sinaí hol Hodshúa,
Pentecostés
Presencia Divina)

Yom Teruá (Rosh Fiesta de las Resurrección de los


1 de Tishrí Toque del Shofar
Ha-Shaná) Trompetas muertos

Entrada del Sumo


Sacerdote en el
La segunda venida
Lugar Santísimo.
Yom Kipur Día de la Expiación 10 de Tishrí del Mesías
Limpieza de los
(Mashiaj/Mehuskhay)
pecados del
pueblo

Día de las Cabañas Entrada en la La era mesiánica (El


Sukot 15 al 21 de Tishrí
o Tabernáculos tierra prometida Milenio)

El calendario bíblico
Algo que nos ayuda a entender el orden de las fiestas dadas por el Creador es conocer el calendario
que Él también instituyó. En las Escrituras se pueden observar dos calendarios: el civil y el religioso. El
calendario civil se observa desde Génesis (Bereshit) hasta el Éxodo (Shemot), en donde precisamente es
instituido por el Eterno el calendario religioso (Éxodo Shemot 12:2). En estos calendarios se observan como
primer el mes Tishrí para el calendario civil y el mes de Aviv o Nisán para el religioso. Antes de la institución
del calendario religioso el mes de Aviv ocupaba el número siete en el calendario civil. Como todo en las
Escrituras y en los planes del Creador, la existencia de dos calendarios tiene un significado. Esto es para que
todo el que reciba al Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) en su corazón por la fe obediente (Emunah),
experimente dos nacimientos. Así como Tishrí 1, es el primer día del calendario civil y Aviv 1, es el
primer día del calendario religioso, todo aquel que acepta al Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) en su vida
ha vuelto a nacer, es decir, ha nacido dos veces: una física (representado por el calendario civil) y una
espiritual (calendario religioso).

También es importante mencionar que el calendario bíblico es lunisolar, es decir, se basa tanto en
el ciclo de la tierra alrededor del sol (año), como en el de la luna al rodear la tierra (mes). De esta forma, se
observa que un año hebreo consta de un ciclo completo de las cuatro estaciones del año, y, a su vez, debe
contar con un número exacto de meses lunares. Por esta razón, el año hebreo puede tener tanto 12 meses
(año simple) como 13 meses (año bisiesto: “año preñado”). Por todos es sabido que las estaciones del año
se deben a la traslación de la tierra en torno al sol, ciclo denominado “año trópico”. Este año trópico consta

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de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 44 segundos; mientras que el año lunar de 12 meses de 354 días, 8 horas
y 49 minutos. Considerando esta diferencia entre ambos años, y si el año hebreo durara constantemente
12 meses, la fiesta solemne de la Pascua se iría corriendo hacia el invierno, lo que sería contrario al
precepto del Eterno. Para evitarlo, se agrega un decimo tercer mes a fin de año, cada vez que la diferencia
acumulativa entre el año solar y el lunar (de unos 11 días por año), alcanza a formar un mes completo
(Adaptado de la página http://www.qeilajerusalem.com/archivos/calendario/luaj.html). Como se puede
observar, el sistema calendárico judío es muy complejo, pero obedece al cumplimiento preciso de los
mandamientos de nuestro Padre en cuanto a la observancia de Sus fiestas. A continuación se enlistan los
meses tanto del calendario civil como del religioso:

Calendario Civil Calendario Religioso


1 Tishrí (‫)תשרי‬ 1 Nisán, Aviv (‫)ניסן‬
2 Jeshván (‫)חשוון‬ 2 Iyar (‫)יירא‬
3 Kislev (‫)כסלו‬ 3 Siván (‫)סיוון‬
4 Tevet (‫)טבת‬ 4 Tamuz (‫)תמוז‬
5 Shevat (‫)שבט‬ 5 Av (‫)אב‬
6 Adar (‫)אדר‬ 6 Elul (‫)אלול‬
7 Nisán, Aviv (‫)ניסן‬ 7 Tishrí (‫)תשרי‬
8 Iyar (‫)אייר‬ 8 Jeshván (‫)חשוון‬
9 Siván (‫)סיוון‬ 9 Kislev (‫)כסלו‬
10 Tamuz (‫)תמוז‬ 10 Tevet (‫)תטב‬
11 Av (‫)אב‬ 11 Shevat (‫)שבט‬
12 Elul (‫)אלול‬ 12 Adar (‫)אדר‬

El contexto histórico de la Pascua (Pésaj/Posqayao) y su interpretación espiritual


El inicio de la Pascua (Pésaj/Posqayao) está en Egipto (Mitsráyim) en donde el pueblo de Israel
(Yaohushorul) se convirtió en un pueblo cautivo. Los hijos de Israel (Yaohushorul) clamaron al Eterno para
que recordara las promesas hechas por Él a Abraham (Avraham), Isaac (Yitsjak), y Jacob (Yaakov). El Padre
Eterno escuchó la súplica del pueblo y llamó y envió a un libertador llamado Moisés (Moshé/Mehushúa). La
promesa hecha a los patriarcas fue reivindicada a Moisés (Moshé/Mehushúa) Éxodo (Shemot) 3:8. Es
importante mencionar que la primera solicitud que hizo Moisés (Moshé/Mehushúa) a Faraón por mandato
del Altísimo no fue que Faraón dejara salir al pueblo de Israel a la Tierra Prometida, sino que
“simplemente” les permitiera como pueblo salir al desierto (tres días de camino) para ofrecer sacrificios al
Creador Eterno, Éxodo (Shemot) 3:18. La primera desviación de Faraón en contra del Todopoderoso fue
negarse a esta solicitud. Después de esta oportunidad que tuvo Faraón y a causa de su necedad, vinieron
las plagas en contra de Egipto (Mitsráyim), y sólo hasta entonces, los hijos de Israel (Yaohushorul) fueron
autorizados finalmente para salir de Egipto (Mitsráyim) cargados con los despojos de los egipcios. El pueblo
de Israel (Yaohushorul) llegó a las orillas del Mar Rojo el día diecisiete de Aviv/Nisán, esto es, tres días
después del día de Pascua (Pésaj/Posqayao) en el primer mes del calendario religioso. Recordemos: el
cordero de Pascua (Pésaj/Posqayao) fue sacrificado en el día catorce de Aviv/Nisán; el pueblo dejó Egipto
(Mitsráyim) antes de la medianoche, en la tarde del día quince, después de que el ángel de la muerte
golpeara a los primogénitos de Egipto (Mitsráyim). Cuando Faraón vio que el pueblo de Israel (Yaohushorul)
estaba atrapado frente al mar, se vio tentado a aniquilarlos y absurdamente decidió perseguirles con su
ejército, Éxodo (Shemot) 14:1-9. Los hijos de Israel (Yaohushorul) se sintieron amedrentados, pero Moisés
(Moshé/Mehushúa) se levantó y dijo como está escrito: "...no temáis; estad firmes y ved la salvación
(Yeshúa forma contraída -muy popular pero no muy acertada- derivada de Yehoshúa o más precisamente
Yaohushúa en hebreo arcaico) del Eterno..." Éxodo (Shemot) 14:13. La tradición grecolatina nos dirige a

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Jesús. Sin embargo, Yaohushúa en hebreo antiguo significa: Yaohuh salva, Mateo (Matityahu) 1:21 (Yaohuh
es la correcta pronunciación del nombre del Eterno YHWH - ‫)יהוה‬. Por el poder inmenso del Creador el mar
se dividió en dos, y los hijos de Israel lo cruzaron en seco. Faraón y su ejército perecieron ahogados, Éxodo
(Shemot) 14:26-28; 15:4-9. La Escritura dice que la diestra del Todopoderoso destruyó a los egipcios, Éxodo
(Shemot) 15:6,12. La mano derecha - o diestra - es un término para el Mesías (Mashiaj/Mehuskhay),
Yaohushúa, Salmos (Tehilim) 44:3; 48:10; 63:8; 74:10-11; 89:13; 98:1; 110:1; 118:16; 138:7; Isaías
(Yeshayahu) 41:10; 53:1-5; 62:8; Hechos 2:32-36; 5:31-32; Hebreos 1:3. Recordemos que el pueblo de Israel
(Yaohushorul) llegó a Egipto (Mitsráyim) en los días de José (Yosef) cuando hubo hambre en Israel
(Yaohushorul). Pasó el tiempo e Israel (Yaohushorul) creció y prosperó, convirtiéndose en una potencial
amenaza para Egipto (Mitsráyim), por lo que fueron sometidos en su momento al gobierno de Faraón. Este
sometimiento no es poca cosa: por esta causa, Faraón tenía potestad legal sobre el pueblo. Durante la
cautividad en Egipto (Mitsráyim), Faraón era dueño del pueblo de Israel (Yaohushorul). Cuando Faraón
murió, su potestad sobre los hijos de Israel (Yaohushorul) estaba rota legalmente, y el pueblo era libre para
ir a la Tierra Prometida. Es por esto que al tiempo de Pascua (Pésaj/Posqayao) se le llama: "La Fiesta de
Nuestra Libertad". Espiritualmente hablando, Faraón es una figura de Satanás (Ha satán). Satanás es dueño
de nuestra vida mientras no aceptamos al Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) Yaohushúa como nuestro Salvador
pascual; en estas condiciones “naturales” Satanás (Ha satán) tiene propiedad legal sobre nosotros. Por la
muerte del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) Yaohushúa, la propiedad legal que Satanás (Ha satán) tiene sobre
nuestras vidas queda rota, y somos libres para entrar en la tierra prometida espiritual del Eterno para
recibir todas las promesas que Él nos ha hecho. Esta es la historia de la liberación de los hijos de Israel
(Yaohushorul) de la esclavitud en Egipto (Mitsráyim), y esta es la sombra de la liberación de los creyentes y
seguidores del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) Yaohushúa de la esclavitud del pecado y del gobierno de
Satanás (Ha satán) en sus vidas. En la liberación histórica del pueblo de Israel (Yaohushorul) figuran el
cordero, la sangre del cordero, una casa, los postes y dintel de la casa y Egipto (Mitsráyim). En nuestra
liberación Yaohushúa es el Cordero del Eterno (Juan Yojanán/Yaohukhanan 1:29). Él es nuestra Pascua
(Pésaj/Posqayao) (1ª Corintios 5:7). Los seguidores de Yaohushúa somos la casa del Eterno (Hebreos 3:6; 1ª
Pedro (Kefa Alef) 2:19). Los postes y dintel son nuestros corazones. Egipto (Mitsrayim) es Satanás (Ha
satán). Y es solamente por medio de la fe (Emunah, fe obediente) que la sangre derramada de Yaohushúa
limpia nuestros corazones del pecado y nos libera del yugo de Satanás (Ha satán). ¡La sangre de Yaohushúa
nos ha redimido! (Levítico Va-Yikrá 17:11; Gálatas 4:3-5; Efesios 1:7; Colosenses 1:14; 1ª Pedro Kefa Alef
1:18 y 19; 2ª Pedro Kefa Bet 2:19; 1ª de Juan Yojanán/Yaohukhanan Alef 1:7; Apocalipsis 1:5) (Adaptado de
“Las Siete Fiestas del Mesías” de Edward Chumney. Traducción de Pedro Navarro ).

Algunos mandamientos para la Pascua (Pésaj/Posqayao) y su cumplimiento mesiánico o


aplicación espiritual.

1. La Pascua es el principio del año (Éxodo Shemot 12:21)

Cumplimiento mesiánico: Como Nisán es el primer mes del año, el recibir a Yaohushúa en nuestras
vidas como el Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) de Israel (Yaohushorul) es el primer paso de una vida
bajo el Nuevo Pacto con el Eterno (Jeremías Yermiyahu 31:31-33; Juan Yojanán/Yaohukhanan 3:5-
7; Romanos 6:1-4; 2ª Corintios 5:17). La Pascua (Pésaj/Posqayao) es la primera de las fiestas. De
igual manera, el lavamiento de nuestros pecados por la obra redentora de Yaohushúa es el primero
de los pasos que damos para andar en el camino del Eterno.

2. El cordero pascual tenía que ser sin defecto (Éxodo Shemot 12:51)

Cumplimiento mesiánico: Yaohushúa fue el Cordero del Eterno sin mancha ni defecto. En los
evangelios podemos ver que durante la semana previa a su muerte fue examinado por muchos
dando cumplimiento a esta profecía. Entre sus examinadores figuran:

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Pascua, la fiesta de nuestra libertad Por Esaú Alvarado Rodríguez

a. Los principales sacerdotes y ancianos (Mateo Mattityahu 21:23).


b. Pilato (Mateo Mattityahu 27:1 y 2; 11-14; 17:26).
c. Herodes (Lucas Hilel 23:6-12).
d. Anás, el sumo sacerdote (Cohen Ha Gadol) (Lucas Hilel 3:2; Juan Yojanán 18:13 y 24).
e. Caifás, el sumo sacerdote (Cohen Ha Gadol) Juan Yojanán 13:13 y 14; 19-24).
f. Judas (Mateo Mattityahu 27:3-10).
g. El centurión (Mateo Mattityahu 27:54).
h. El ladrón arrepentido (Lucas Hilel 23:39-43).

En ninguno de estos “exámenes” el Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) mostró debilidad alguna o


defecto.

3. Toda la congregación debía inmolar al cordero de Pascua (Pésaj/Posqayao) (Éxodo Shemot 12:6)

Aplicación espiritual: El sacrificio del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) fue hecho por todos los
pecadores. Es un error afirmar lo que muchos afirman: que la muerte de Yaohushúa es culpa de los
romanos. También existe el argumento que afirma que los judíos son los culpables de Su muerte. Y
hasta se llega a creer que todas las penurias de este pueblo son consecuencias de este pecado.
Quien piense de tal forma está equivocado. La Escritura enseña que el Mesías
(Mashiaj/Mehuskhay) murió por todos los pecadores (Romanos 3:23; 5:8; 6:23). Más admirable
aún: nadie tuvo jamás la potestad de quitar la vida al Mesías (Mashiaj/Mehuskhay), Él, de su propia
voluntad la dio (Juan Yojanán 10:17 y 18). Ni los romanos ni los judíos son los culpables exclusivos
de la muerte del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay). La verdad es que todos somos culpables de Su
muerte, ya que Él cargó el pecado de todos nosotros (Isaías Yeshayahu 53).

4. Debía hacerse una explicación del significado de la celebración de la Pascua (Pésaj/Posqayao)


(Éxodo Shemot 12:25-28).

Cumplimiento mesiánico: El Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) Yaohushúa explicó cada parte de la


Pascua celebrada con sus discípulos justo antes de morir (Lucas Hilel 22:14-20; 1ª Corintios 11:23-
26).

5. Se debía estar circuncidado para poder participar de la Pascua (Pésaj/Posqayao) (Éxodo Shemot
12:48; Josué Yaohushúa 5:2-10).

Aplicación espiritual: El acto físico de la circuncisión era sombra de la circuncisión interior. De


hecho en las Escrituras se puede ver el deseo del Eterno de que Su pueblo fuese circuncidado de
corazón (Deuteronomio D´varim 10:16; 30:6; Jeremías Yermiyahu 4:4; Romanos 2:29; Colosenses
2:11). Así pues, es necesario que todo aquel que quiera participar de la Pascua (Pésaj/Posqayao)
bajo la enseñanza del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) deberá tener su corazón circuncidado, es decir,
por medio del sacrificio del Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) haber sido nuestros corazones limpiados
de toda maldad.

El Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) celebró la Pascua (Pésaj/Posqayao)

Hay varias referencias en los evangelios en los que se puede observar que Yaohushúa celebra la
fiesta de la Pascua (Pésaj/Posqayao). En Lucas (Hilel) 2:41 y 42 se puede entender claramente que los
padres de Yaohushúa tenían como costumbre ir a Jerusalén a festejar la Pascua (Pésaj/Posqayao). Este

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Pascua, la fiesta de nuestra libertad Por Esaú Alvarado Rodríguez

pasaje muestra un panorama familiar en cuanto a la observancia de esta festividad en la vida de


Yaohushúa. Sin embargo el evangelio de Juan (Yojanán/Yaohukhanan) muestra la observancia de esta
fiesta en un ámbito personal, como Maestro de sus discípulos y en algunos pasajes se ve una relación
directa con eventos ocurridos en la Pascua (Pésaj/Posqayao) histórica y que fueron sombra de lo que el
Maestro vivió. A continuación, se enlistan cuatro pasajes de la vida del Cordero que se relacionan con la
Pascua (Pésaj/Posqayao) histórica (Al final de esta sección se enlistan todos los versículos en el evangelio
de Juan (Yojanán/Yaohukhanan) en los que aparece la palabra Pascua (Pésaj/Posqayao)):

1. La primera referencia en el evangelio de Juan (Yojanán/Yaohukhanan) en la que se ve la celebración


de la Pascua (Pésaj/Posqayao) por parte de Yaohushúa como adulto está en 2:13-17. En esta
ocasión Yaohushúa encuentra el templo contaminado con vendedores y cambistas. Purificó el
templo echándoles fuera y declarando: “Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre
casa de mercado”. Nosotros como creyentes en el Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) somos templo del
Creador Eterno 1ª Corintios 3:16-17; 2ª Corintios 6:14-18; Hebreos 3:6; 1ª Timoteo 3:15; 1ª Pedro
(Kefa Alef) 2:5.

2. En la segunda referencia se obtiene por deducción que el festejo que celebró el Mesías fue la
Pascua (Pésaj/Posqayao) en función a las cosas que hizo y a lo que en sí nos enseñan las fiestas.
Esta referencia está en el capítulo 5:1-15. En esta ocasión, Yaohushúa se revela como Poderoso
Sanador del cuerpo y el alma de los seres humanos también se muestra asimismo como
Perdonador de pecados. En la Pascua (Pésaj/Posqayao) histórica en Egipto (Mitsráyim) la sangre del
cordero sirvió como señal para que el pueblo de Israel (Yaohushorul) no sufriera la plaga de muerte
(Éxodo Shemot 12:13). Históricamente hablando la Pascua (Pésaj/Posqayao) está relacionada
directamente con la sanidad o no enfermedad y en esta ocasión que comentamos Yaohushúa sanó
a un hombre que no podía caminar.

3. En la tercera referencia, estando cerca la Pascua (Pésaj/Posqayao), Yaohushúa se revela como el


Pan de Vida. Capítulo 6:1-15.

4. La cuarta referencia es cuando Yaohushúa muere en el madero, siendo mostrado como Cordero del
Eterno (Capítulo 19).

Como resumen de estas cuatro referencias a la Pascua (Pésaj/Posqayao) en la vida del Mesías
(Mashiaj/Mehuskhay), podemos decir que en la primera referencia Él es Limpiador del templo; en la
segunda, Él es Poderoso Sanador; en la tercera, Pan de vida; y en la cuarta, el Cordero del Eterno que murió
en el madero siendo inocente de toda culpa (Adaptado de “Las Siete Fiestas del Mesías” de Edward Chumney.
Traducción de Pedro Navarro ).

Todas las citas referenciadas con la palabra Pascua (Pésaj/Posqayao) en el evangelio de Juan
(Yojanán/Yaohukhanan) para la versión Reina Valera 1960 son: Juan 2:13,23; 6:4; 11:55; 12:1; 13:1;
18:28,39; 19:14,31,42. El estudio de estos pasajes y su contexto puede ser de gran utilidad (Fuente:
http://www.biblegateway.com).

La Pascua (Pésaj/Posqayao) y su relación con la redención final de Israel


(Yaohushorul)
Al momento de celebrar la última Pascua, el Mesías (Mashiaj/Mehuskhay) relaciona esta festividad con
el día en el que Él tome nuevo el fruto de la vid (Marcos Meir 14:25). Esta es una clara referencia a Su
segunda venida y al establecimiento de Su reino. Pasajes de las Escrituras que hablan sobre la redención

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Pascua, la fiesta de nuestra libertad Por Esaú Alvarado Rodríguez

final del pueblo de Israel, hacen referencia a “el día que saliste de Egipto” (Miqueas Mijá/Miyah 7:15;
Oseas Hoshea 2:14 y 15; Ezequiel Yezequel 20:34-36). La escatología hebrea relaciona la redención histórica
en Egipto (Mitsráyim) con la redención final del pueblo de Israel (Yaohushorul). Incluso quienes practican el
judaísmo ortodoxo piden en sus oraciones al Padre, tres veces al día, por la redención final de Israel
(Yaohushorul), el recogimiento de los exiliados. Una de las muchas profecías acerca del recogimiento de los
exiliados/redención mesiánica o la restauración de las dos casas de Israel (Yaohushorul) en los escritos de
los profetas se encuentra en Ezequiel (Yejesekel) 37:15-24. Pero, ¿qué tiene qué ver con nosotros la
restauración futura del pueblo del Eterno? Por supuesto que todo. Es importante mencionar y recordar la
división de Israel en los tiempos del rey Salomón (Shlomo/Shúaolmo). El norte, 10 tribus, se mezcló con
otros pueblos. Mientras que Judá (Yaohudá) y Benjamín (referenciado generalmente sólo como Judá
Yaohudá) no lo hicieron. De este modo, y de manera ampliamente aceptada, se considera que el Israel
(Yaohushorul) geográfico es el Judá (Yaohudá) de los tiempos post-salomónicos. Y el reino del norte, es
decir Israel (Yaohushorul) está relacionado con los gentiles (goyim). En el pasaje de Ezequiel (Yezequel)
37:15-24, claramente se puede apreciar que Efraín o José representan al Reino del Norte (Israel gentil) y en
este pasaje se lee sobre una unificación entre las dos casas de Jacob: el Reino del Norte y el Reino del Sur.
Así, la creencia ortodoxa afirma que las dos casa de Jacob cuando sea la restauración final haremos esto:
Abrazar la Toráh, celebrar el Sábado (Shabat/Shabbos), observar las fiestas levíticas y regresar a la tierra de
Israel (Yaohushorul). También hay una postura muy aceptada en los círculos judíos que sostiene que gran
parte del Israel (Yaohushorul) gentil practica el cristianismo. Incluso dentro de la corriente del judaísmo
mesiánico se habla del retorno del cristianismo a sus bases escriturales y bajo esta perspectiva de
unificación, se habla del regreso del cristianismo a su origen (el judaísmo mesiánico puro). Cuando el Reino
del Norte se contaminó con cultos a deidades paganas, Israel (Yaohushorul) fue desechado por el Eterno,
refiriéndose a ellos como los “no pueblo mío” (Oseas Hoshea 1:9). Sin embargo, inmediatamente después
en Oseas Hoshea 1:10 y 11 proféticamente se habla de una “re-adopción” y de una unificación perfecta con
Judá (Yaohudá). Por esta razón, el apóstol Pedro (Kefa) explica que mediante el Justo Mesías
(Mashiaj/Mehuskhay) la unificación de las dos casas de Israel (Yaohushorul) será posible (1ª de Pedro Kefa
Alef 2:10). En Romanos 9 y 11, el apóstol Pablo (Rav Shaúl) relaciona a los "gentiles" con Reino del Norte de
Israel (Yaohushorul). En Romanos 10:19, el apóstol Pablo (Rav Shaúl) cita la Toráh en Deuteronomio
(D´varim) 32:21 donde se profetiza que un futuro pueblo que "no es pueblo" sería usado por el Ulhim de
Israel para provocar a Judá (Yaohudá) a celos. En Isaías (Yeshayahu) 44:1-5, fue profetizado que sería
cuando el Eterno Todopoderoso derramara Su Santo Espíritu (Rúaj HaKódesh/Rukha hol Hodshúa) sobre los
descendientes de Jacob en el fin de los días que dirían y subscribirían que son descendientes (tendrán
apellido) de la casa de Israel (Yaohushorul) (el Reino del Norte). Pero la más notable enseñanza sobre la
unificación del pueblo de Israel (Yaohushorul) la enseñó Yaohushúa mismo uniendo Su muerte sobre el
madero con el recogimiento de las ovejas perdidas del Reino del Norte hacia él y su reunificación con la
casa de Judá (Yaohudá) en el fin de los días. En Juan (Yojanán/Yaohukhanan) 10:14-19, Yaohushúa dijo que
Él es el "buen pastor." Al hacer esta afirmación está haciendo una alusión a Ezequiel (Yejesekel) 34:11-15,
23; 37:24 donde el "buen pastor" restauraría y reunificaría las dos casas de Israel. En Juan
(Yojanán/Yaohukhanan) 10:16, Yaohushúa dijo que Él tiene otras ovejas (Reino del Norte) que no eran de
ese redil de Judá (Yaohudá) (Reino del Sur) por quienes Él iba a morir y poner Su vida para que fueran un
solo redil (Juan Yojanán/Yaohukhanan 10:16; 11:52-53). En el Judaísmo del primer siglo había una gran
expectación sobre lo que está escrito en la Toráh y los Profetas de que el Mesías (Mashiaj/Mehuskhay)
reuniría a las dos casas de Israel (Yaohushorul) (Isaías Yeshayahu 49:5-6). Por este motivo, en Hechos 1:6,
Yaohushúa fue preguntado por Sus discípulos (talmidim) cuándo iba a restaurar el Reino a Israel
(Yaohushorul) (reunificar a las dos casas de Israel). Yaohushúa contestó la pregunta y dijo que las dos casas
de Israel (Yaohushorul) serían reunificadas por medio del derramamiento del Espíritu Santo (Rúaj
HaKódesh/ Rukha hol Hodshúa). Dijo también que el mensaje de la restauración y reunificación de las dos
casas de Israel (Yaohushorul) sería predicado en todo el mundo como testimonio (Hechos 1:8). El apóstol
Pablo (Rav Shaúl) predicó también el mensaje de la restauración de las dos casas de Israel (Yaohushorul) en
Hechos 26:6-7 (Tomado de de “Las Siete Fiestas del Mesías” de Edward Chumney. Traducción de Pedro
Navarro ). Este derramamiento del Espíritu Santo (Rúaj HaKódesh/ Rukha hol Hodshúa) se dio en Hechos 2,

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Pascua, la fiesta de nuestra libertad Por Esaú Alvarado Rodríguez

el día de la fiesta de Shavuot y culminará cuando Yaohushúa reine sobre las dos casas de Israel
(Yaohushorul).
Así pues, cuando celebramos la Pascua (Pésaj/Posqayao) recordamos todo esto: la redención histórica
del pueblo de Israel (Yaohushorul) de la esclavitud en Egipto (Mitsráyim); la redención espiritual de
nuestras vidas mediante el suficiente sacrificio pascual de Yaohushúa hol Mehuskhay y hacemos una
alusión profética de la redención final de las dos casas de Israel (Yaohushorul). Cuando el pueblo de Israel
(Yaohushorul) celebra la liberación de Egipto (Mitsráyim), junto con Moisés (Moshé/Mehushúa) cantan un
canto que está conjugado en futuro, haciendo referencia a una celebración futura por una posterior
redención como la de Egipto (Mitsráyim) (Éxodo Shemot 15:1). Esta redención es la redención final de las
dos casa de Israel (Yaohushorul). Y este canto será el que entonemos los redimidos aquél glorioso día
(Apocalipsis 15:3).

Yo y mi casa celebraremos la Pascua (Pésaj/Posqayao)


Si nuestro Padre Eterno lo permite, el próximo 29 de marzo de este año, a las 6 de la tarde (dado
que el día bíblico comienza a la puesta del sol, Génesis 1:5) mi familia y yo celebraremos la Pascua
(Pésaj/Posqayao) judía. Celebrar la “Cena del Señor” cada mes tiene más relación con la eucaristía católica
que con el judaísmo practicado por el Mesías Yaohushúa, quien la celebraba cada año el día
correspondiente. ¿Cómo lo haremos?
En primer lugar considerando que la Pascua (Pésaj/Posqayao) es una celebración solemne y no una
realización ritualista. Mi esposa preparará pan sin levadura (solamente harina y agua), una hoja delgada de
pan de forma rectangular y que alcance exactamente para todos los participantes. Habrá vino de uva, del
tipo kosher o permitido de acuerdo a la Toráh. Como somos solamente mi esposa y yo quienes
participemos, vaciaré vino en una jarra transparente, solamente lo que vamos a consumir y pondremos los
dos elementos en la mesa. Leeremos una porción de la Escritura y después explicaré a mis hijos el
significado de la celebración. Después de esto tomaré el pan y oraré al Eterno Todopoderoso agradeciendo
de corazón permitirnos celebrar Su fiesta y le pediré que nos ayude a ser dignos de Él. Partiré el pan en dos
partes (dado que sólo comeremos mi esposa y yo, el pan se parte de acuerdo al número de personas
participantes) y lo repartiré entre nosotros. Lo comemos. Después tomaré la jarra con vino y oraré de
nuevo al Padre agradeciendo por el jugo de la vid y pidiendo Su autorización para servirlo. Lo serviré en el
vaso de mi esposa y mío de modo que se acabe todo el vino que esté en la jarra y lo beberemos. Después
leeremos el Salmo 118:15-17 que de acuerdo a la tradición, fue el que Yaohushúa cantó después de haberla
celebrado. Volveré a orar al Padre agradeciendo todas las cosas, pero sobre todo habernos permitido
conocer lo que conocemos y habernos acogido en Su gracia por medio de su Hijo Yaohushúa.

Conclusión
Recordemos pues que el Creador Eterno dio la Pascua (Pésaj/Posqayao) a Su Pueblo para que como
una sombra podamos comprender el sacrifico de Yaohushúa Su Hijo amado y de esta forma comprender
también nuestra salvación espiritual de Faraón y Egipto (Mitsráyim) (quienes representan a Satanás [ha
Satán] y al reino del pecado y la obscuridad). También es importante considerar que la Pascua
(Pésaj/Posqayao) histórica celebrada en tierras egipcias fue dada también para que pudiéramos
comprender la futura redención de Su Pueblo (para ambas casas de Israel) en el fin de los días.
Como una manera de agradar al Eterno, le invito en el amor de Yaohushúa a que reflexione sobre
esta celebración y le invito a que la festeje como lo enseña la Escritura, en la fecha indicada y de acuerdo a
las enseñanzas de Yaohushúa.

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