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Teóricamente, la edad para contraer matrimonio debería ser aquella en que los
contrayentes hubiesen alcanzado la pubertad, es decir, la capacidad de procrear; pero, como
esa situación es diferente para cada individuo, las legislaciones han tenido que acudir a la
ficción legal de que la aptitud sexual para celebrar nupcias se produce automáticamente en
la mujer a una determinada edad y en el hombre a otra, siendo la pubertad en aquella mas
anticipada que en éste.
Características generales:
La forma más habitual de matrimonio es entre un hombre y una mujer, aunque la definición
precisa de esta relación varía de unas culturas a otras. En distintos tiempos y lugares se han
reconocido otras variedades. Estadísticamente, las sociedades que permiten la poligamia
como variedad aceptada de matrimonio son más frecuentes que las que sólo permiten la
monogamia. Sin embargo, la monogamia es la práctica más común incluso en las primeras.
Matrimonio católico:
Según la Iglesiael origen del matrimonio entre una pareja no es sólo cultural, sino que
procede de la misma naturaleza del hombre en cuanto que -como dice el libro del Génesis
(1-27), en la Biblia- al principio Dios los "creó hombre y mujer". El matrimonio sería, por
tanto, una institución y no un producto cultural cuyas principales características -unidad,
indisolubilidad y apertura a la vida- vendrían definidas por la propia naturaleza del amor
entre hombre y mujer que exige a los esposos amarse el uno al otro, para siempre y que
alcanza su mayor expresión en el hijo, fruto del amor. El reconocimiento civil que las leyes
hacen del matrimonio debe respetar la naturaleza de esta institución, de ahí la oposición de
la Iglesia Católica al matrimonio polígamo, poliándrico y homosexual.
Para los católicos el fundamento del matrimonio se encuentra en las siguientes palabras del
génesis: "Creó Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó, y los creó varón y
hembra. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer; y vendrán a
ser los dos una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne". Una sola
carne significa que los esposos se pertenecen en lo conyugable (en aquello que los hace
sexualmente complementarios), que forman una unidad de dos, que son en lo conyugable,
un nuevo ser que recrea el mundo, y ese co-ser da origen a los hijos.
Fundamentos jurídicos
Las características generales de la institución del matrimonio incluidas en algunos
ordenamientos jurídicos, son la dualidad, la heterosexualidad y el contenido en cuanto a
derechos y deberes. A partir del siglo XX, en las sociedades de influencia occidental y
procedente del liberalismo se recoge también el principio de igualdad, con un peso
creciente en las regulaciones derivadas.
· La dualidad del matrimonio es el principio por el que la institución está prevista, en
principio, para unir a dos personas y vincularlas en orden a su convivencia y procreación.
Una excepción muy importante a este principio se encuentra en algunos ordenamientos (en
especial los de base islámica), que reconocen la posibilidad de que un hombre contraiga
matrimonio con más de una mujer; pero incluso en este caso la institución vincula a una
persona con otra, pues las diversas mujeres que un musulmán pueda tener no están unidas,
en principio, por ningún nexo jurídico ni tienen derechos y obligaciones entre sí.
· Países Bajos, Bélgica, España, Canadá y Sudáfrica, así como el estado de
Massachusetts en Estados Unidos, han admitido el matrimonio entre dos personas del
mismo sexo para crear una familia que prolongue la existencia de la especie. Estos países
modifican la anterior definición legal del matrimonio al concebirlo como la unión de dos
personas. El contenido en cuanto a derechos y deberes de los cónyuges varía en función
del ordenamiento jurídico de cada país, pero por lo general todos les imponen la obligación
de vivir juntos y guardarse fidelidad, de socorrerse mutuamente, de contribuir al
levantamiento de las cargas familiares y de ejercer conjuntamente la potestad doméstica y
la patria potestad sobre los hijos, que se presumen comunes salvo prueba en contrario. Las
singularidades del contenido del matrimonio en cuanto a derechos y deberes de los
cónyuges derivan en cada país de su propia concepción cultural de la institución, que ha
dado forma a la misma en su legislación positiva y en su práctica jurídica.
.- Con el matrimonio el marido y la mujer adquieren los mismos derechos y asumen
los mismos deberes. Del matrimonio deriva la obligación de los cónyuges de vivir juntos,
guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente.
.- La mujer casada podrá usar el apellido del marido. Este derecho subsiste aún
después de la disolución del matrimonio por causa de muerte, mientras no contraiga nuevas
nupcias.
.- De igual modo, en el primer aparte del artículo 139 se contempla que:
El marido y la mujer están obligados a contribuir en la medida de los recursos de cada uno,
al cuidado y mantenimiento del hogar común, y a las cargas y demás gastos matrimoniales.
Gracias a tales disposiciones se puede decir que el legislador venezolano incluye el
Principio de la Igualdad del Hombre y la Mujer dentro de esta normativa, ya que ambos
asumen idénticos deberes, los cuales constituyen derechos de los que goza el otro. Esos
deberes serán de carácter legal (se encuentran consagrados en la ley), ético (se confían al
afecto y a la conciencia del marido y de la mujer), recíproco (cada uno de los esposos los
tiene para con el otro, y de orden público (no son relajables por el deseo de los cónyuges).
Es importante destacar que la fijación del domicilio conyugal debe ser designado con
arreglo al mutuo acuerdo de los esposos, tal como reza en el artículo 140 del CCV.
Efectos del matrimonio y del concubinato
en Venezuela según la constitución nacional
Indice
1. Introducción
2. ¿Qué es el Matrimonio?
3. La Figura del Concubinato
4. Artículo 77 de la Constitución
5. Conclusiones
6. Bibliografía
1. Introducción
La familia, institución que aparece en la historia como una comunidad creada por el
matrimonio y compuesta por progenitores y procreados, además de otras personas
conviventes o no, unidas por lazos de sangre o por sumisión a una misma autoridad; es el
eje social primario donde el individuo comienza a girar en torno a los demás.
Aristóteles la definió como una convivencia querida por la naturaleza misma para los actos
de la vida cotidiana, con lo que señalaba que tiene su base en la propia naturaleza, en orden
al cumplimiento del fin para el cual es querida o exigida. Dicho fin es la conservación de la
vida, bien por satisfacción de necesidades físicas y espirituales, o bien por engendrar y
educar a nuevas generaciones.
Por la importancia que tiene con respecto a la sociedad, la familia ha sido llamada "célula
social", ya que entre ambas existe la misma relación que entre la célula y el organismo
vivo. Dentro de la sociedad constituye la pieza esencial y uno de los cimientos que la
sostiene; por eso se ha dicho que las especies animales que no tienen familia también
carecen de sociedad. De ahí que configure un fenómeno social tan antiguo como la
humanidad misma, y que la filosofía cristiana sitúe su origen en los albores de la
humanidad, en la primera pareja creada por Dios, la cual, multiplicándose, ha llenado la
tierra.
Aunque el matrimonio es en esencia una relación de personas que da origen al hecho de la
familia; el Derecho se ocupa por igual de regular aquellas uniones estables de hecho que
constituyen un hogar, obedeciendo ha costumbres e idiosincrasias, siendo una realidad
social más frecuente que el legislador ha empezado a tratar, pero que aún no han sido
objeto de un estudio serio y riguroso en nuestro ordenamiento.
Tanto nuestra legislación como las de otros países latinos carecen de un marco jurídico
completo que codifique cabalmente las relaciones personales, patrimoniales y frente a
terceros de las parejas que conforman estos matrimonios naturales. Sosegadamente y muy
poco a poco han ido reconociendo determinados derechos a los concubinos; mas sin
embargo, ha sido la labor de los tribunales a través de sus veredictos la que ha otorgado
procedente seguridad jurídica a las circunstancias surgidas de estos casos.
Ante un contexto tan enraizado que va incrementándose día tras día, resulta forzosa y hasta
perentoria una regulación legal integral, buscando la formalización de las relaciones
nacidas dentro de estas uniones, tendiente sobre todo a proteger más aún los intereses de las
partes, afianzando su seguridad, considerando que se trata de una alternativa cultural al
matrimonio, procurando que surta los mismos efectos de un enlace civil. De esta manera
transformaría lo que hasta ahora encarna una opción cultural en otra legal, tomando como
ejemplo legislaciones como las de Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, El Salvador, Panamá, e
inclusive en menor grado, la nuestra.
En Venezuela más de la mitad de las familias emanan de una unión extramatrimonial. Y
esta cifra no puede pasar fácilmente desapercibida. Es por ello que la interrogante planteada
en este trabajo es si, conforme a las disposiciones del Código Civil y de la Constitución
Nacional, ¿resulta beneficioso o no para la familia venezolana que un precepto
constitucional ordene que toda unión estable de hecho genere los mismos efectos que el
matrimonio?
La metodología empleada en este trabajo es de carácter bibliográfico, reseñando la
situación de los distintos tipos de familia (matrimonio y concubinato), así como de análisis
de la normativa referida para tratar el tema propuesto.
2. ¿Qué es el Matrimonio?
"El amor que hay entre dos, mujer y marido, es el más estrecho, como es notorio, porque le
principia la naturaleza y le acrecienta la gracia, y le entiende la costumbre, y le enlazan
estrechísimamente otras muchas obligaciones".
(Fray Luis de León)
En caso de fraude, quedan a salvo las acciones de los perjudicados para hacer declarar
judicialmente a quien corresponde la propiedad adquirida.
Es fundamental mencionar el supuesto de los Derechos de Autor, debido a que éstos
permanecen como bienes propios del cónyuge que mediante su actividad intelectual los
produjo, aún cuando hayan sido adquiridos durante el matrimonio.
El mantenimiento económico del hogar únicamente no gira en torno a las propiedades y
transacciones de los esposos; ambos también deberán correr (de por mitad) con las
denominadas cargas comunes, constituidas por las responsabilidades o deudas adquiridas
por cualquiera de los cónyuges o ambos, pero que por su origen no deben ser soportadas
individualmente, sino en comunidad, según lo indican los artículos 165 y 166 del CCV.
Para concluir, esta comunidad limitada de gananciales incluye, obviamente, cláusulas a
través de las cuales puede disolverse el vínculo generado de ese régimen patrimonial
matrimonial. Nuestro CCV, en su artículo 173, enumera de manera taxativa tales causas de
separación; es decir, que no podrán ser impuestas por la voluntad particular de los
cónyuges, siendo así de orden público. Cuando, por cualquiera de las causales expuestas, se
extingue la comunidad de gananciales, esto acarrea como consecuencia que la misma se
sustituye por una comunidad ordinaria entre los cónyuges y los ex cónyuges, o sus
herederos. Ésta se regirá por la normativa relativa a la comunidad, y sólo llegará a su fin
una vez sea liquidada.
El legislador venezolano considera a la familia como elemento fundamental para el
crecimiento y desarrollado de la sociedad; y plantea la salvaguarda de dicha situación a
partir de la sistematización de esa institución llamada matrimonio, procurando evitar que
por motivos erróneos o de carácter doloso, alguno de sus miembros (los cónyuges), así
como sus descendientes y todos aquéllos relacionados que posean un interés en la
comunidad conyugal, puedan verse afectados de modo alguno; manteniendo protegida esta
figura para que en ningún momento lleguen a desvirtuarse, ocasionando daños, los efectos
que ella conlleva intrínsecamente por tratarse de la unión pura y total de un hombre con una
mujer.
"En la unidad de los dos el hombre y la mujer son llamados a existir recíprocamente, el uno
para el otro"
(Juan Pablo II)
4. Artículo 77 de la Constitución
Como consecuencia de la forma de vida en familia que adopta la sociedad como estructura
substancial para apoyar sus basamentos, el ser humano requiere necesariamente de una
autoridad que, atendiendo al bien común, señale las normas por las cuales puedan y deban
los hombres regular dicha conducta. Con tal propósito, aparece dentro de un aspecto
sumamente concreto y específico la figura del Derecho de Familia, regulando esta
situación. Pero, muy por encima de éste, se encuentra una ordenanza de carácter supremo
que ampara y acoge los derechos de todos por igual, a través de su perfil imperativo e
ineludible. Es ésta la norma primaria de Kelsen, la Carta Magna de la nación; en la cual se
recogen todos los principios más elementales concebidos en la mente del legislador, para
consagrar los derechos fundamentales a través de la imposición de deberes de respeto de los
mismos.
En fecha de 23 de Enero de 1961 se sanciona la Constitución venezolana que sustituirá al
régimen dictatorial instaurado por el General Pérez Jiménez, luego de ser destituido del
poder por la revolución llevada a cabo un año antes. Esta novedosa propuesta legislativa
procuraba protección para la familia pero, quizás de una forma muy reducida en
consideración a la situación que comenzaba a vivir el país para ese entonces. Reconocía su
posición de fundamento de la sociedad, previendo que no se vieran perturbadas sus
condiciones económicas ni morales. Se protegía al matrimonio, pues como se ha explicado
anteriormente, constituye la institución jurídica por excelencia de preservación de la
familia. Pero, no velaba por la tutela de la comunidad originada en el seno de una unión no
matrimonial, limitando esa materia a las pocas disposiciones que consideraba al respecto el
Código Civil.
Actualmente, como resultado de un proceso de cambio en el ámbito político e institucional
a través de la actuación de una Asamblea Nacional Constituyente, ha sido promulgada la
nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, electa por decisión popular
en el año 1999. Ésta introdujo una serie de cambios en la estructura convencional que traía
nuestro antiguo texto al implementar derechos que, a pesar de ser inherentes a la persona
humana, no estaban previstos expresamente en aquél.
Con relación al punto que trata el presente capítulo, vale mencionar entre esos nuevos
derechos que dejan de ser sobrentendidos para tener regulación específica, el artículo 77
perteneciente al capítulo que trata De los derechos sociales y de las familias; según el cual:
Se protege el matrimonio entre un hombre y una mujer, fundado en el libre consentimiento
y en la igualdad absoluta de los derechos y deberes de los cónyuges. Las uniones estables
de hechos entre un hombre y una mujer que cumplan los requisitos establecidos en la ley
producirán los mismos efectos que el matrimonio.
De acuerdo con esta apreciación, es posible verificar que nuestra actual norma suprema
reconoce la pluralidad de las familias;
es decir, no circunscribe el nacimiento de las mismas exclusivamente al matrimonio, sino
que el legislador se percata de que resulta necesario elevar a rango constitucional de igual
modo a aquéllas surgidas de las uniones estables de hecho, pues la regla cuenta con un fin
específico y deja de ser una simple exigencia de carácter formal sin relación alguna con la
realidad social de la nación. Dicho fin consiste en proteger a la familia dentro de la cual se
fomentan los valores principales de la sociedad, procurando así el adecuado crecimiento
ético y personal de todos los individuos ciudadanos de la República, a través de la
intermediación de la ley.
Luego, queda eliminada la discriminación presente entre "familia matrimonial" (legal) y
"familia concubinaria" (natural), ya que siempre y cuando tal unión estable de hecho entre
un hombre y una mujer cumpla con los ya expuestos requerimientos del artículo 767 del
CCV, tal como la estabilidad que debe existir en la pareja (afín en ese sentido a la relación
de cónyuges), goza de la igualdad que se merece emanando los mismos deberes y derechos
que dicha institución (matrimonio), bien sea que ellos estén expresados en el Código o en la
propia Constitución.
Además, la disposición deja abierta la posibilidad de que la situación del concubinato se
vea regulada más a fondo en un futuro en leyes especiales o en alguna modificación del
CCV, pues la idea que propone el texto constitucional resulta vaga, al no concretar de
manera exacta cuáles serán los efectos del matrimonio que serán aplicados correlativamente
a la unión concubinaria, evitando que se desmedre el hogar surgido de ella, así como los
valores familiares de sus miembros.
Por tanto, en efecto pareciera favorable esta determinación, pues así aquellos sujetos (los
mismos concubinos, por ejemplo) que, bajo cualquier circunstancia, resultaran
perjudicados, ya sea económica o incluso moralmente, debido a que la ley no ampare la
situación en la cual se ven envueltos, pueden recurrir a la analogía que les está brindando la
Constitución, simulando los efectos de la unión matrimonial dentro de ese nexo natural.
5. Conclusiones
Luego de revisar el marco teórico referido a qué es la institución del matrimonio y qué la
figura del concubinato, además de cuál es en realidad el propósito ulterior de la familia; así
como la normativa competente para ello (Constitución Nacional y Código Civil) y revisar si
su aplicación es la más adecuada respecto situación que vivimos actualmente; es posible
considerar que debido a la situación del concubinato es más que justificable promover su
formalización y sistematización, es decir, alentar a que se le reconozcan efectos no sólo
patrimoniales sino personales, así como los compromisos y facultades de protección,
fidelidad, convivencia, correcta filiación, entre otros; debido a que en nuestro caso implanta
una alternativa sumamente habitual de fundar un hogar de hecho para llevar a cabo un
modo de vida homólogo a aquél que se da en el matrimonio.
Es por ello que resulta deber primordial de la actual Asamblea Nacional (cuerpo legislativo
del estado), en vista a la decisión que tomó en su carácter constituyente al incluir como
prerrogativa constitucional en el artículo 77 de la Constitución la asimilación en cuanto a
efectos de la unión matrimonial a la concubinaria, partiendo del supuesto de que ambas son
forjadoras de familia; la creación de una ley especial que regule todos los vacíos jurídicos
que deja la norma mencionada, ya que no son previstos por completo en las disposiciones
del CCV previamente analizados.
La familia constituye el fundamento de toda sociedad humana y es en su seno donde se
crean los lazos afectivos imprescindibles para transmitir la cultura y los valores ideológicos
y morales de unas generaciones a otras. Por ello el Derecho como instrumento protector de
las relaciones personales tiene la responsabilidad de brindarle toda la resguardo que ella
requiera, sin importar el modo en el cual se origine.
1.
2. Matrimonio
3. Uniones estables de hecho
4. Concubinato
5. Conclusión
6. Referencias
INTRODUCCIÓN
El ser humano está impregnado de un dispositivo de sociabilidad indisoluble de su propia
naturaleza, por esta razón necesita la cercanía de otros hombres para encontrar su equilibrio
y vivir en armonía, es así como se ha unido de generación en generación formando, desde
las formas mas primitivas, como la familia, hasta las mas sofisticadas, como la sociedad,
una red humana de relaciones que le permiten alcanzar un desarrollo integral.
Ahora bien, ¿será que solo mediante el matrimonio un hombre y una mujer pueden
permanecer juntos con los mismos fines (amarse, convivir, procrear)?, ¿existe válidamente
otra figura legal que contemple derechos para las personas que asumen estas formas
distintas de permanencia bajo la semejanza del matrimonio sin llegar a serlo?, ¿Qué efectos
alcanzan a los unidos validamente fuera del matrimonio?.
MATRIMONIO
CONCEPTO
ELEMENTOS
Unidad:
Implica que solo se puede contraer entre un solo hombre y una sola mujer.
Consentimiento:
Ello debido a que su celebración depende de la voluntad la cual para ser valida no puede
someterse a término ni condición alguna, esto indica que si los cónyuges lo desean pueden
estar juntos toda la vida de estos.
Formalidad
Esta sujeto a ciertas formas legales: ante una autoridad civil, previos esponsales, entre
otros.
Disolubilidad:
Laicismo
Por cuanto que aunque se permite la celebración de formalidades religiosas, las mismas
solo se pueden hacer luego de celebrada la solemnidad civil legal.
Los requisitos pueden ser de fondo y de forma. Los de fondo se refieren a la esencia misma
del matrimonio y están contenidos en tres categorías:
Los elementos sine quanon para la existencia del matrimonio es la diversidad de sexo, pues
aunque el fin primario de esta unión no es la procreación, la misma es consecuencia
instintiva de todas las especies, así por ejemplo en la legislación venezolana es nulo el
matrimonio entre personas de un mismo sexo; el consentimiento que debe ser expreso, puro
y simple, serio en el que debe estar ausente, el error y la violencia y por último la presencia
de un funcionario público competente.
Que implica la aptitud legal para actuar. En el caso del matrimonio se toma en
consideración: la edad mínima, la cordura o salud mental y la potencia sexual permanente.
Sobre los impedimentos impedientes, son lo obstáculos legales para celebrar el matrimonio
cuya violación no acarrea nulidad absoluta ni relativa del acto, la consecuencia que pudiera
acarrear seria una sanción pecuniaria y en ocasiones ninguna sanción. Estos impedimentos
pueden ser dispensables y no dispensables los primeros permiten el levantamiento o
suspensión de la prohibición legal para celebrar la unión (impedimento de matrimonio entre
tíos y sobrinos).
Los efectos o consecuencia personales son el estado civil como condición personal pues por
su voluntad deja se ser soltero, para ser casado y puede dejar de ser casado para ser
divorciado. El matrimonio crea un vínculo entre los esposos que genera derechos y
obligaciones reciprocas.
Por ende, de acuerdo con Meléndez, (2005) subsisten los siguientes deberes recíprocos:
Deber de convivencia, es decir que el domicilio conyugal que es elegido de común acuerdo
debe ser el lugar de cohabitación de los esposos. También está el deber de ambos cónyuges
de contribuir al mantenimiento del hogar. En lo que respecta a los hijos la Patria Potestad es
ejercida por ambos cónyuges. Además los cónyuges tienen el deber de prestarse auxilio
recíproco, y el matrimonio crea un vínculo de afinidad con los familiares de los cónyuges.
La ley dispone que la capacidad civil del hombre y de la mujer son iguales.
1.
2. Deber de fidelidad
3. Deber de cohabitación
4. Elección de domicilio conyugal
5. Deber de asistencia, los cónyuges se deben auxilio, solidaridad y tolerancia mutua.
6. Deber de protección, los cónyuges se deben solidaridad y protección tanto moral
como física.
7. Contribución a los gastos del hogar(antes los gastos eran pagados por el hombre
pero desde que la mujer comienza a trabajar se compensa con el cuidado a los hijos
y al hogar)
8. Usar el apellido del marido no es obligación, es optativo.
También existen consecuencias en cuanto a los bienes, pues se puede dar previamente las
capitulaciones matrimoniales o funciona la comunidad de gananciales, como régimen
supletorio legal a la voluntad de las partes.
La norma constitucional reza en el artículo 77 que las uniones estables de hecho tendrán los
mismos efectos que el matrimonio.
CONCEPTO
La unión estable de hecho, es la cohabitación o vida en común, elemento que puede ser
sustituido por la convivencia en visitas constantes, socorro mutuo, ayuda económica
reiterada, vida social conjunta, e hijos, entre un hombre y una mujer, sin impedimentos para
contraer matrimonio, tal unión será con carácter de permanencia (dos años mínimo), y que
la pareja sea soltera, formada por divorciados o viudos entre sí o con solteros, sin que
existan impedimentos dirimentes que impidan el matrimonio. Y para reclamar posibles
efectos civiles del matrimonio es necesario que una sentencia definitivamente firme la
reconozca, siendo la relación excluyente de otras con iguales características. Así lo expresa
la Sala del TSJ.
ELEMENTOS:
Unidad:
Pues al igual que el matrimonio, implica que solo se puede existir una unión entre un solo
hombre y una sola mujer, para ser considerada como válida.
Consentimiento:
Se fundamenta en el acuerdo entre los unidos de tomarse como pareja, entre ellos y ante los
demás, no siendo necesaria la convivencia bajo el mismo techo.
Perpetuidad:
La unión también implica permanencia en el tiempo y debe ser mínimo dos años.
Formalidad
No esta sujeto a formas legales, solo que aquel que lo alegue debe probarlo y ha de ser
declarado o reconocido para que surta efectos, mediante sentencia definitivamente firme.
Disolubilidad:
Pues puede quedar disuelto por el acuerdo de voluntades y si alguno de los unidos desea
reclamar bienes debe establecerse en la sentencia la fecha de inicio de la relación y la fecha
de terminación de la misma.
CONCUBINATO
CONCEPTO
Es una unión no matrimonial entre un hombre y una mujer solteros, la cual está signada por
la permanencia de la vida en común, siendo la soltería un elemento decisivo en la
calificación del concubinato, tal como se desprende del artículo 767 de Código Civil y 7,
letra a) de la Ley del Seguro Social, así lo manifiesta el TSJ en tal sentencia. De allí la
diferencia entre las uniones estables de hecho y el concubinato, la cohabitación bajo un
mismo techo, pues todos los concubinatos son uniones estables de hecho, pero no todas las
uniones estables de hecho son concubinato, de acuerdo con la sentencia in comento.
Dentro de este contexto Pérez y Tesara (2005), definen el concubinato como la situación de
hecho en que se encuentran dos personas de distinto sexo que hacen vida en común sin
estar unidos en matrimonio y sin que haya impedimentos para contraerlo. Se trata, pues, de
una unión de hecho con caracteres de estabilidad y permanencia; quedan indudablemente
excluidas de su concepto tanto la unión transitoria de corta duración, como las relaciones
sexuales estables pero no acompañadas de cohabitación.
ELEMENTOS:
Unidad:
Implica que solo se puede establecerse entre un solo hombre y una sola mujer.
Consentimiento:
Perpetuidad:
Formalidad
No existe ninguna formalidad, solo el acuerdo de los concubinos en permanecer juntos bajo
un mismo techo, y sin que ninguno tenga impedimentos para el matrimonio, además
también debe ser probado por quien lo alegue y declarado mediante sentencia
definitivamente firme. En ocasiones se expide en la jefatura civil una constancia de
convivencia la cual es meramente para efectos de adquisición de vivienda o para gozar de
beneficios en los seguros, cabe señalar que son requisitos solicitados por algunos
organismos, y que por la costumbre y uso se emplean para comprobar la existencia de una
relación concubinaria, debiéndose destacar que el medio para comprobar dicha existencia a
fines de reclamar herencia, por ejemplo, es la sentencia antes dicha.
Disolubilidad:
Puede quedar disuelto por la voluntad de las partes en cualquier momento. Toda vez que
interrumpan la cohabitación y por ende la permanencia.
Existen deberes entre los cónyuges: fidelidad, No existen deberes entre los unidos: la vida
vivir juntos y socorro mutuo. Uso opcional en común se verifica porque sea una relación
del apellido del marido. seria y compenetrada, que se esté en
presencia de una pareja.
CONCLUSIÓN
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