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La filosofía desde sus inicios siempre a tenido que ver con el análisis de
conceptos, a diferencia de las demás ciencias que se especializan en enunciado con
características y procedimientos específicos, por otra parte también relevante, la
filosofía se ocupa de analizar y reflexionar sobre todo lo que se refiere a nuestro
conocimiento y entendimiento como individuos en el mundo y el universo.
Sin este concepto básico (conceptos filosófico) resulta casi imposible poder
entender el “todo” de nuestro universo y depende claramente de que tanto podemos
analizar y comprender un “nosotros” dentro de un concepto que resulta constitutivo, es
decir que un concepto que pertenece a el ser y se diferencia de los demás.
De igual forma este análisis no enfoca en lo absoluto todos los puntos relevantes,
es natural que nuestro entendimiento ante las cosas cree algún tipo de duda incógnita
sobre los conceptos que podemos llegar a tener en nuestro alcance, cuyas características
nos permitirían diferenciar entre los conceptos empíricos de los conceptos filosóficos,
donde la primera y principal discordancia ya nombrada anteriormente es el hecho de los
conceptos empíricos vienen dados por nuestras experiencias y los filosóficos se apegan
mas a el entendimientos y análisis de lo que nos rodea en general, y con estos podemos
recurrir a Kant quién nos presenta ejemplos palpables con los que podemos representar
lo mencionado anteriormente:
Este concepto tampoco elimina del todo, algunos problemas peculiares en los
que se intenta determinar un concepto, además de que el concepto de “a priori” puede
ofuscar ciertos aspectos del problema que pueden ser no tan evidentes. Entre el
concepto “a priori” y lo mencionado previamente (conceptos empíricos) lo más
importante es establecer que los dos requieren reflexión, análisis y una comprensión
absoluta.
Podemos continuar ahora con San Agustín y su teoría sobre el tiempo para
seguir completando la idea de lo que se refiere al método de la filosofía y los conceptos
básicos en ella, que pueden ser aplicados para el concepto “a priori” pero no a los
conceptos empíricos y encontramos dos características relevantes en ellos. Si bien
podemos no poseer los conceptos, es decir no tener la definición concreta de su
significado, pero podemos explicarlos, es decir no poseer el concepto pero saber de su
existencia, a diferencia de aquel que posea el concepto y pueda dárselo a conocer a otras
personas, esto no quiere decir que se refiere a algo privativo sino a la percepción de lo
reconocible dentro de cada individuo y el análisis y entendimiento que posea ante tal
objeto, esto puede suceder en lo que podemos llamar conceptos físico, mas sin embargo
esto no sucede con el concepto del tiempo, incluso podemos emplear términos
refiriéndonos a el pero no dar un concepto universal de lo que es.
Lo interesante de San Agustín fue específicamente eso, decía que alguien puede
saber algo y no saberlo al mismo tiempo y tenia 2 definiciones que podía explicar lo
planteado sobre el saber o conocer algo las cuales eran:
Pasando ahora al método filosófico podemos comenzar con el hecho de que los
individuos deben saber diferenciar entre lo que uno entiende y ya esta dado en nuestra
comprensión y lo que se refiera a la comprensión de la reflexión del método de la
filosofía, es decir, si se prescinde del método deductivo, que fue descrito por los
filósofos de la Antigua Grecia, entre ellos Aristóteles. Cabe destacar que la palabra
deducción proviene del verbo deducir, que significa sacar consecuencias de un
principio, proposición o supuesto. El método deductivo infiere los hechos observados
basándose en la ley general (a diferencia del inductivo, en el cual se formulan leyes a
partir de hechos observados). Hay quienes creen, como el filósofo Francis Bacon, que la
inducción es mejor que la deducción, ya que se pasa de una particularidad a una
generalidad.
¿Para que la filosofía necesita inventar nuevas palabras si no posee una temática
lingüística? Pues los conceptos constitutivos pueden ser en varios casos poco
comprensibles mediante las palabras individuales es por esto que se necesita n
estructuras lingüísticas para hacerlo
Los factores interdependientes son de igual importancia, vienen dados por los
conceptos que se convierten en temáticos, para la filosofía, y son constitutivos para
nuestra comprensión. La idea de la filosofía es la unión de conceptos mediante la
creación de expresiones aptas y convenientes en donde su explicación esta sujetada a las
mismas condiciones que se aplican para las demás expresiones.
Volviendo ahora una vez mas con los conceptos a priori, podemos decir que
estos se encuentran representados por unos puntos nodales que son aquellas variables
que tienen la característica de funcionar como ejes de análisis en las diferentes
circunstancias por las que atraviesa el Ser Humano en su crecimiento y desarrollo. Por
ejemplo cuando se quiere dar una explicación de moral debemos hablar de lo que bueno
o malo, la justicia, libertad, etc., conceptos que formen parte de ella y que posean
relaciones adicionales con otras palabras. Otra de las razones por las cuales las
definiciones pueden ser cuestionadas es que la mayoría de los casos la palabra no puede
ser aclarada por otra palabra, podemos relacionar la comprensión de algunos términos
singulares y de otras formas lingüísticas, ninguna mas simple que la otra.
Tomando en cuenta los últimos tópicos que se han discutido podemos decir
principalmente que nuestra comprensión es un concepto empírico dado de antemano por
el hecho de que tomamos en cuenta nuestras experiencias vividas anteriormente, lo que
quiere decir también que la filosofía seria pues empírica.
Esta verdad si bien viene dado por nuestra comprensión no es observada sino
explicada reflexivamente porque somos nosotros los observados, debido a que estamos
hablando de una conciencia del lenguaje que esta ya presente en nosotros y es interna.