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Los fabricantes han adoptado varias formas de solución para estas condiciones de trabajo,
que contemplan una diversidad de controles de operación con miras a mejorar la
durabilidad de la instalación.
Una de las fallas más frecuentes es la fuga del gas, generalmente paulatina, ya sea a través
de porosidades en las mangueras, provocadas por la exposición prolongada a altas
temperaturas, conexiones roscadas que se desajustan por efecto de las vibraciones, “O-
rings” cuarteados por la temperatura, válvulas de servicio sin sus tapones, por lo que las
válvulas Schrade (pivotes) se dañan por efecto de los contaminantes sólidos en el
compartimiento del motor, sello mecánico deteriorado, evaporador descompuesto por
diversas causas, internas y externas, y otros innumerables desperfectos.
Otra falla frecuente, de consecuencias graves, es el daño del compresor por falta de
lubricante, debido a que éste es arrastrado en exceso por el gas refrigerante hacia el
sistema, quedando atorado en el evaporador o en la trampa de succión, debido al
empleo empírico de mezclas, cuyas propiedades de miscibilidad con el lubricante son
impredecibles.
Es necesario entender que mezclar R-12 y R-134a en el sistema, produce como efecto un
incremento de las presiones de trabajo que, dependiendo de los porcentajes de estos
refrigerantes en la mezcla, llegan a ser tan elevadas como en un 50% y hasta en un 60%,
con respecto a las presiones individuales de cualquiera de ellos. Esto, además de
representar un riesgo para el técnico y el usuario, somete al sistema a presiones superiores
a las que se establecieron como normas de diseño, utilización, y consecuentemente
aumentan la posibilidad de daños a componentes y a la generación de fugas importantes
de refrigerantes a la atmósfera.
LOCALIZACIÓN DE FUGAS
No difieren de los métodos que se utilizan para encontrar fugas en los sistemas de aire
acondicionado estático, pero los instrumentos preferidos y los recomendados son el
detector electrónico de fugas y el utilizar los trazadores fluorescentes, de hecho existen
latas de R-134a con trazador incluido, se carga este gas al sistema y con la lámpara
fluorescente se busca la traza para ubicar la fuga.
Debido a lo complejo de la ubicación de algunos componentes del sistema de AC
automotriz, en particular del evaporador, es muy probable que existan sitios en los que no
se puede utilizar el método del trazador fluorescente, entonces se puede emplear el
detector electrónico, que indica la presencia de átomos de cloro o flúor en el aire que rodea
el componente, pero no el sitio exacto de la fuga. Los recursos de las burbujas de jabón o
la lámpara de halógeno no son viables de utilizar en lugares de difícil acceso.
EQUIPO DE SERVICIO
1. Bomba de vacío para sistemas de refrigeración.
2. Máquina recuperadora de gas.
3. Dos cilindros recuperadores de gas.
4. Herramientas de taller mecánico.
5. Juego de manómetros para uso automotriz para HFC.
6. Juego de manómetros para uso automotriz para CFC y HCFC 5.
5 Si
no se cuenta con manómetros HFC, se debe contar con los adaptadores HFC,
que se le colocan a los manómetros CFC y HCFC.
Ilustración 19. Equipo para servicio de A/C automotriz.
EL PROTOCOLO DE MONTREAL
Hace algunos años científicos americanos (ganadores del premio Nobel por esta investigación) descubrieron
que el gas R12 Freon que utilizan la mayoría de los sistemas de refrigeración esta acabando con la capa de
ozono. La capa de ozono es la responsable de proteger a todos los seres vivos del planeta tierra de los rayos
ultravioleta del sol. Sin ella podría venir una catástrofe ecológica de proporciones brutales y poner en peligro
todos los sistemas de vida del planeta.
Lo que esto implica es que todos los sistemas de refrigeración deberán cambiar el refrigerante a uno nuevo
R-134ª de aceptación general. Un problema de esto es que el R-134ª es menos eficiente que el R12 Freon y en
consecuencia muchos sistemas que fueron diseñados para este ultimo no enfriaran lo suficiente a gusto de
algunos propietarios. En este caso se deberán realizar modificaciones al sistema, tales como añadir un
ventilador eléctrico auxiliar para mejorar el flujo de aire sobre el radiador (el que va en el compartimento del
motor). También deberán agregar un interruptor de cierre de alta presión al sistema a fin de garantizar que el
liquido refrigerante escape si la presión es demasiado alta. Y añadir lubricante especial (glicol y poliakileno o
poliol ester), ya que el R-134ª no transporta las gotas de aceite mineral y el compresor necesita lubricante.
Estas modificaciones las deben conocer a la perfección en el taller especializado en aires acondicionados de
su confianza (sino es así, cambie de taller!).
Lo más correcto es que el taller donde le reparen el aire acondicionado cuente con un identificador de
líquidos refrigerantes, en un estudio sobre la contaminación llevado a cabo el año pasado en vehículos
automotores en Europa se encontró:
57% de los mismos contenían una mezcla de R12 y R134ª (contaminantes por estar mezclados)
20% mezcla de R12 y R22
20% mezclas de mas de dos gases.
30% contenían hidrocarburos.
ADVERTENCIA: EN ALGUNOS TALLERES SE HA DETECTADO EL USO DE GAS PROPANO, LO CUAL PUEDE
RESULTAR EN INTOXICACION O EXPLOSION FATAL EN EL HABITACULO O COMPARTIMENTO DEL MOTOR.