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. BIBLioTECA SALVAT Igt ~E GRANDES TEMAs ....


I nueva matemática

salvat editores, s.a.


l I LlOTEC'A SALVAT DE GRANDES TEMAS -LIBROS GT
la problemática del hombre actual en un conjunto estructurado, unitario y coherente.

In: Manuel Salvat Págs.


un lo de Redacción para la edición en lengua española: Ignacio Burk, Alvaro Gál- I 111 ntos de la matemática moderna ........................................ 7
v z y Fuentes, Pedro laín Entralgo, Jacques Masui, Ernesto Mayz Vallenilla, 111I vi 111C)Of1 André Lichnerowicz ....................................................... 8
Antonio Prevosti. Jorge Rojas. Emilio Teixidor 1111111vo 1I IlOllaje .
Ir u 16neditorial: Joaquín Marco I" tllIOVII matemática c~~~· ~'~~i~i~'~~ '~~~~'~¡i~'~~'
.................................
. 21
21
1'111Y 1l()Il~ra de enseñar la nueva matemática ...................................... 23
111IIIIlOV 1 ión del pasado
lA NU VA MATEMATICA 27
111111VII 111(:t:ionario para un n~~~~ 'I~~~'~~j~"::::: :::: :::: ::::::::: :::::::::::::::::::::
•••1 horndores:
33
I j¡ 1 o: ( oría de conjuntos
1'111111
111111
Ir111 ontrevistada: André Lichnerowicz In I II IH conjuntista de los ini~'i~'~"" " " . 33
I ~III Jo rquín Navarro
................................................... 40
l l mótodo axiomático ................................................. .
I 110111111
1I:lón ditorial: Amadeo Montoto :
47
l l luturciorusrno .
1111,,11111,1111
ti la entrevista: Pierre Kister lo lhnit s del conocimi~'~~~' ~~~~~~~;~~ .. ::::::: . 54
"" 1111I1c"1I1:
M." Dolores Alba, Josefa Casals, Carmen Llopis, Jaime Pisonero ................................... 55
I 11111111111111
11:111:Edistudio
11111111I11111
: 1\. F.P., Paris. Los Alamos-Photo Laboratory, Universitv of California (U.S.A.). A.P.N. tru turas matemáticas y sus aplicaciones ................................ 63
NOVOSII, P ris. Atlas Photo, Paris. Bonniers Forleq-Lennert Nilson, Stockholm. Culver Pictures, vi 1 1 (continuación) ..................................................................
1",'.. NI w York. Edistudio, Barcelona. Frieman, Paris. Gamma, Paris. Gemeente Museum
64
I 11111 H structuras
(I/I/VI,,/7 iqe, Escher Foundation, s'<Gravenhaqe. Philippe Halsman, New York. Hermann, Pa- AIIIIIIIIS estructuras ~~.~~.~~~~~~;~~ . 75
I1 11111/(.'1,,;
Tokio. I.B.A., Zürich. Paolo Koch, Zürich.' Gloria Lolivier, Paris. Carmen López, Bar-
................................................. 79
AIII hra. análisis y topología .
84
111101111. Mllynum, Paris. Museum of Science and Industry, Chicago. D.N.E.R.A., Paris. Rapho,
A 1)1cto unitario de la matemática actual ...........................................
1""1 1/11I1i16s,Paris. Photo Researchers, lnc., New York. H. Roaer Viollet, Paris. Archives Tal- 89
l () Iabricantes de estructuras
/",,,1//11I, 1'1111. Time-Life Picture Agency (J. R. Eyerman; Alfreld Eisensteed}, New York. Top, 111 IIGt! pura y matemática apli~~~·~·················································· 91
1'1111 /'//(/1 l urner, New York. Photo U.S.I.S., Paris. Zardoya-Camera Press, Barcelona. Zefa, ......... - . 93
1111 ,,11111I1(Oborkassel}, 1I I( mplo de las matrices .
M uricss y cadenas de Mar~~~······················································· 102
11111111011I11I11C110 110
Apllc:nciones generales de la ma~~·~·~~i·~~············································
Al VA i I DII ORES, S. A. - Barcelona, 1973 .......................................... 117
""'11 leo, hombre y máquina ..........................................................
1IlIIIONS ("~AMMONT, S. A. - Lausanne, 1973 133
II 11I iquina universal
11 "/JfII,~ I/I,Wtvut! AlIJO que ninguna máq'~i'~~' ~.~~;~ .~~~~~ . 137
111I1'111
1(111(1I(IIII:U9 E tella. Estella (Navarra), 1975 ............................................ 140
111II rocomendadas ...................................................................
11 po 111111111111:NA. 165-1975 143
1 IIN /\11 '11Ih 13b8-X (obra completa)
1 IN HII :llIh 111784
11111111111 pllll1
fundaméntos de la nueva matemática
dré Lichnerowicz
I in matemáticas han experimentado en los últimos cien años una reno-
1"' ha acentuado su carácter unitario y dado origen a expresiones tales
"nu 'va matemática" o "matemática moderna". La profunda reestructuración
I "OHIlS disciplinas y la creciente importancia de otras relativamente nue-
i\ ,ltb'l' Lichnerowicz nació el 21 de enero de 1915 le I H pcrcibida por el gran público merced a la todavía reciente actualización
'" Iluurbcn-I'Archambault (Francia), Sus estudios
01, 1IIIIIl'I11úticas le llevaron a la agregaduría y al doc- I n ·ñanza.
"" ,,0111de Ciencias, Ha sido profesor de la Facultad IOH temas dirigimos nuestras preguntas al profesor Lichnerowicz.
01, ('il'n .ias de Estrasburgo (1941) y, más tarde,
01, lu de París (1949). Desde 1952 es profesor del
( ',,11,¡(l' UC France. Asimismo, fue presidente de la
I ,,1'1,1' Mathématique de France en 1955-1956. Ha En el transcurso de los últimos treinta o cincuenta
,'"I"hOl'IIUO activamente en la organización de la años las matemáticas parecen haber cambiado de
IIIVI'Hli¡(ación y de la enseñanza de las matemáticas aspecto. ¿Cómo ve usted este cambio? ¿En qué
"11 Frnncia, así como en el plano internacional. Es
medida podemos hablar de una nueva matemá-
uuomhro del consejo de perfeccionamiento de la
1, cuela Politécnica, del comité consultivo de la in- tica? ¿Representa únicamente un nuevo lenguaje
v,, Ii¡(lIción científica y del progreso técnico y, desde o bien el cambio es más profundo?
1'I~7, miembro titular del directorio del Centro Na- Cincuenta o treinta años es un período muy restrin-
rumnl de la Investigación Científica. De 1960 a
gido; se trata de más de un siglo. Lo que el gran públi-
1%4 presidió la comisión internacional dc la ense-
, '"1~1I matemática y, en 1963 fue elegido miembro co ve emerger en nuestra época, en realidad apareció
,1t,1Instituto (Academia de Ciencias). en la ciencia al terminar la 1 Guerra Mundial, y sus orí-
Hila trabajos e investigaciones personales han
genes se remontan claramente hasta 1840. ¿ Qué suce-
versudo particularmente acerca de la {'fsica mate-
'" rica, la geometría diferencial, la ,. 'Inlividacl, la dió? Se trata de algo bastante profundo que podemos
11'11,.(11 unitaria de campos, etc. llamar matemática contemporánea, No me atrevo a
decir que sea nueva. Las matemáticas se han conver-
tido. poco a poco en algo así como un mecano cuyas
piezas elementales son lo que llamamos las "estruc-
turas elementales", cuya finalidad es favorecer un sis-
tema de economía de pensamiento extremadamente
grande; economía en el estricto sentido de la palabra.
Lo ocurrido desde hace un siglo ha metamorfoseado
las matemáticas en distintos sentidos. Les ha hecho
tomar conciencia de su unidad. Este es el sentido de las

9
TIlE MATHE:~{A'1'IOAI, ANAT.YSIS

OF LOGIe,

lHHNG AN fLSSAy TQWARDS A C.UCULUS


QF "Orml,fCTI\'E llEA.SONIX(T.

celas matemáticas" y "la matemática". En


i iplinas que hubieran podido evolucionar de BY OEúROE BúúLE,
iv rgente al romperse los marcos tradicionales,
d a la constitución de un lenguaje y de unas
•• trueturae omunes, válidos en todas las especialida-
i mo tiempo, ha habido una ampliación de
YII~icclady de la potencia de las aplicaciones.

ACltuallnent , el público está un poco impresiona-


nonadado por la potencia de las mate- OAMBRrDOE:
arece un edificio sin fallos y casi Ii- ~IACMlLLAN. UAROLAY, & MACMILLAN:
LONDO!'" OEOROE BllLL.
produce la sensación de poder seguirse
mJln\IOlolamente, sin que sea necesaria la ima- 1847

una sensación totalmente falsa que tiene base necesaria para que
asentara la matemática vez, el último hombre del que podemos decir que cono-
zones. La primera, creo yo, es que la ense- dsrna fue el nacimiento ció todas las matemáticas de su tiempo fue Henri Poin-
i a, por su aspecto seudohistórico, hacía creer la lógica moderna. The
M,thematical A nalysis of Lo- caré; murió en 1912. En 1" actualidad, la constitución
t máticas habían terminado. En mi juventud
,ID. de George 8001e, es el de un lenguaje y unas estructuras comunes permiten
id personas que al saberme matemático se lIi ro que señala este naci-
miento. que nos orientemos rápidamente en terrenos muy varia-
IIc)mbrllban: "¿ Acaso pueden encontrarse cosas nuevas
dos. Si yo, personalmente, me veo obligado a iniciarme
t máticas?" Creo que esta pregunta es ya
en una rama de las matemáticas que ignoro, puedo
ui itoria contra determinado tipo de enseñan-
conseguirlo en tres meses, porque tengo unas claves
i n que la opinióri pública se dé cuenta, una
comunes. Si no fuera así, necesitaría un tiempo mucho
h y tomado conciencia de la metamorfosis mayor.
rimentado la física reciente, de que la ex-
Las .matemáticas contemporáneas no sólo son un
l B matemáticas ha sido parecida y que, en
nuevo lenguaje: son un lenguaje distinto, porque es por-
ntribuido a ayudarla. Esto es muy impor-
tador de pensamientos y métodos nuevos. Son algo mu-
cho más profundo que un simple lenguaje.
parte, a las matemáticas no se les puede
Cuando hablamos de una actividad matemática siem-
m delo totalmente lineal. Estas se han con-
pre existen dos fases: la que podríamos denominar
a poco en una especie de universo. Tal
fase del discurso de creación, y la del discurso de comu-

11
nicación. A menudo, lo que el matemático comunica es
el discurso ascético, abstracto, que se presenta tal cual
es y no pretende dar ninguna justificación. Pero la
actividad matemática no es esto, o por lo menos no es
únicamente esto. En algunos momentos existe un verda-
dero discurso de creación. Los entes matemáticos no
están ligados, en absoluto, por lazos realmente lógicos.
Se adquiere cierta experiencia de la situación que per-
mite moverse en ella antes de llegar al discurso apre-
miante, que será el de comunicación.

¿Cuál es el papel de la intuición en la compren-


sión de las matemáticas tal como se exponen
actualmente?
El papel de la intuición es capital, incluso para se-
guir un discurso de comunicación. Por una parte, pode-
mos hacer "juridicismo", es decir, seguir paso a paso
el proceso para ver si se han hecho trampas al pasar
de una proposición a la siguiente. Pero esto no propor-
cionará la guía del pensamiento. No se habrá dominado
o asimilado realmente una situación matemática si no
se ha comprendido globalmente la marcha de este pen-
samiento. El parapeto, la verificación, es necesaria, ya
que todo matemático puede equivocarse en un momento
"matemática moderna"
determinado. Pero es el propio pensamiento matemá-
mprende un nuevo len- tico quien lleva esa intuición.
U le, pero también una
nu va actitud ante el apren-
Iz je. El contacto directo En el fondo, hay una nueva matemática, pero el
n el mundo corriente a profano ve claramente que también en la forma
Ir vés de la teoría de con-
Juntos es sumamente repre- existe una nueva manera de expresar las mate-
sentativo. máticas. Se habla de "matemáticas modernas" ...

13
hn IIn momento dado, ha sido necesario tomar con- do, claro y preciso que incluso, en algunos casos, em-
1 in de una ruptura entre la enseñanza impartida pieza a superar el terreno de las matemáticas. En Francia
1 Huelas de enseñanza media, por una parte, y he tenido la sorpresa de ver determinadas reglas nuevas
I tudo de la ciencia matemática contemporánea, por . del código de la circulación que han sido redactadas en
I u l. No podía permitirse que se mantuviera indefini- un lenguaje casi conjuntista. Este, al principio, sor-
I 1 nt '1 tipo de enseñanza media que, más o menos, prende no a los niños, sino a sus padres, pero es extra-
I tln n todo el mundo hace unos veinte años. Esta ordinariamente natural y muy cómodo: como máximo,
I t nía, aproximadamente, en la Restauración fran- tendría que comprender una decena de palabras y de
n (primer cuarto del siglo XIX) con una caracterís- expresiones nuevas. En realidad no se paga un pre-
I '11 bustunte curiosa, pues en cada momento había cio muy alto a cambio de poder hablar una lengua re-
IIdOJlllldo la filosofía del tiempo que la había visto nacer: lativamente universal. Este lenguaje conjuntista permite
1, orn 'tría era griega y se basaba casi en una filosofía construir estructuras matemáticas elementales: las al-
10(11 j 1 álgebra se situaba entre la árabe y el si- gebraicas, en el sentido actual de la palabra, y las co-
lo VI j el análisis era del siglo de las luces ..., y aquí rrespondientes a la topología. Asimismo, todas las
donde terminaba más o menos. No había una unifica- matemáticas conocidas pueden utilizarlo como lengua
No era una filosofía de nuestro tiempo. Todo natural de punto de partida ... No cie~a ninguna salida.
rn muy molesto. El gran esfuerzo de renovación
'11M -ñanza de las matemáticas, que tiene lugar en ¿Cuál ha sido el papel del álgebra moderna en
I I lo 1 mundo, trata de que todos se beneficien de esa la renovación de las matemáticas?
1 'i d potente visión sintética y de esas cosas nue- Muy importante. En realidad, ha sido uno de los mo-
, por otra parte, de hacemos hablar el lenguaje tores que ha llevado a la toma de conciencia de las re-
tro tiempo. . laciones existentes entre disciplinas que se estudiaban
habla mucho de la teoría de los conjuntos. Franca- por separado. En contextos extremadamente distintos
t ,1 diré que esta teoría no se enseña nunca excepto aparece la misma situación matemática: la noción de
IIo(IInoH t irccros ciclos universitarios. Incluso, exis- economía. Era totalmente inútil que en diez situaciones
1 I )(1 rias t sorias de los conjuntos, al igual que hay aparentemente diferentes se repitiera un mismo razo-
;(4 lo( xrmetrias euclidianas y no euclidianas. Sin em- namiento.
l, lo matemáticos hablan un lenguaje conjuntista
La primera noción, la de grupo, se remonta a Eva-
o i fu ra HUlengua natural básica. Se trata, simple- riste Galois, a quien podríamos tomar como símbolo
t ,d una cuestión de lenguaje. Un lenguaje cómo- de la evolución contemporánea de las matemáticas.

15
u i6 a los 21 años de edad, en un duelo dudoso,
I r inado de Luis Felipe, y fue el creador de
n de grupo. Sin embargo, esa idea aparece
ubyacente en Euclides. La noción de gr:upo
nte en todas partes, incluso diría que en el
humano, pero, en todo caso, en las matemá-
n sus aplicaciones. Los grupos son extraor-
i im nte universales. Podríamos decir que son la
[uinn h srrarnienta en comparación con los instru-
I lo rt sanales.
tro j mplo muy importante es lo que actualmente
I nomina álgebra lineal. Cuando observamos los
lntercambio entre dos economías, cuando estudiamos
ti i d los precios, todo ello puede geometrizarse
1 forma de un álgebra en espacios de dimensiones L matemática contenida en directamente la geometría es una tarea difícil. Esto lo
I papiro Rhind es rudimen-
i : dimensiones 3, 4, S... Mediante un cálculo I rla, tanto como el lenguaje realizó correctamente por primera vez, hacia el año
i 'O, sto puede representarse por puntos en es- n que está expresada. La 1900, un gran matemático alemán llamado David Hil-
matemática de hoyes un útil
I ios, Es lo que se denomina álgebra lineal, la Itamente sofisticado, y su bert.
tituye uno de los instrumentos fundamentales I nguaje, por lo tanto, tarn- Por el contrario, la teoría de los espacios vectoriales
I6n lo es. Así, no puede
o as prácticas, que abarca desde el cálculo de xtrañar que el profano se permite, a través del álgebra, entroncar con la geometría
iones a los cálculos económicos. Por tanto, sienta desconcertado. euclidiana de manera muy económica. Pero, en reali-
r moderna desempeña un papel extraordinaria- dad, se la algebrifica, es decir, los vectores se introdu-
portante. cen directamente antes de introducir los puntos. Una
vez obtenido el cálculo sobre los vectores, se erige de
ha visto influida la geometría por el ál- nuevo la geometría sobre bases muy sólidas. ¿ Por qué?
d rna? Había algo muy molesto: en Euclides y en la enseñanza
h 1gebrificado. El primer axiomatizador de las de la geometría tradicional, una parte de los razona-
mlltelmAti as fue Euclides, el cual, con los medios de que mientos primeros, los postulados, eran, en realidad,
f n aquella época, intentó, muy conscientemen- falsos razonamientos. La sutileza griega, subrepticia-
liz r un esfuerzo en este sentido. Axiomatizar mente, supo introducir unas dosis de evidencia de tal

17
topología; dice así; "Tomemos un poliedro regular
u ofrecían un aspecto justo. Pero, ~e vez en cualquiera, por ejemplo un cubo; si sumamos el nú-
"ullndlo uando los niños pretendían hacer lo rmsmo, les mero de caras y vértices y restamos el número de aris-
WI , l· 1" N
"IAh, nol, [no son las regla~ de Jueg~. o tas, siempre da dos." Eso era realmente sorprendente.
cOlnplrcndfanmuy bien a qué estaban Jugan?o, mientras Poincaré fue quien, al fin, dio la razón de ello. Desde
podemos definir el juego geométnco de m~ne- el punto de vista topológico, esos poliedros regulares
imple y rigurosa desde el punto de partl~a. equivalen a una esfera. Suponiendo que una de esas
ambia nada el que la geometría se~ un~ dis- figuras es de goma, introduciéndola e hinchándola po-
apasionante por sí misma, que permita ejercer dría aplicarse al interior de una esfera. Sea cual fuere la
, ualidades de imaginación de que hablaba us- manera en que se trace una red sobre una esfera, tendrá
vértices, caras y aristas, y la misma operación dará
siempre dos. En realidad, este dos es una constante
1 renovación de las matemáticas han apare- topológica, es decir, un número ligado a todas las super-
nu vas disciplinas. Se ha creado ~n.a r~ma ficies que son topológicamente equivalentes a la esfe-
mental, como es la topología. ¿Que slgmfica ra, o sea, que por deformación continua pueden equi-
parición? valer a ella. Si tomamos una anilla de cortina, lo que
Ti n u ted mucha razón. La topología es, pro~a- en matemáticas se llama toro, este número será total-
ntc, la más fundamental e interesante de las dIS- mente distinto y todos los poliedros inscritos en ese
aparecidas recientemente. . .. toro tendrán el mismo número topológico.
u s la topología? Esencialmente, significa que se Existe también otro problema famoso, aún no resuel-
atizan cosas que estaban un poco separadas, de- to: el de los cuatro colores. Cómo colorear cualquier
inadas proximidad, convergencia, continuid~d. La mapa plano con un mínimo de colores, pero de manera
logía reina sobre el terreno de la convergen.~la: por que en dos países contiguos no se repita el mismo co-
j plo, en el estudio de las mallas de lo~ tejidos de lor. Se cree que, para el plano, el número es de cuatro,
mto, los nudos, la famosa cinta de M~eblU~... Acabo pero hasta ahora nadie ha sido capaz de demostrado.
d hablar de espacios de más de tres dImensIOnes que Estos problemas topológicos tienen un aspecto desca-
di "ve", en el sentido vulgar de l~ palabra. Hay que bellado, mas no lo son en absoluto: se aplican a proble-
rapaz de razonar correctamente sm ver, ~ ~at~pol~,- mas de física y al concepto que podemos tener de nues-
lo( s una disciplina cuyo desarrollo ha perrnjtrdo ver . tro cosmos, nuestro universo global.
H aquí un ejemplo, debido a E~er, d~ lo que tal vez (Sigue en la pág. 64.)
podriamos considerar como el mas antiguo teorema de
19
18
El matemático moderno lo mira todo con ojos Giuseppe Peana, uno de los lógicos
poco convencionales. La belleza del Apolo y matemáticos cuyos trabajos pueden situarse
de Belvedere sugirió a Felix Klein en la base de la nueva matemática.
una relación entre la estética y las
ruroas de curvatura gaussiana nula.

Un nuevo lenguaje
nueva matemática
mo noticia de actualidad

"Un campesino ruso llegó a Moscú por


111 ra vez, y se fue a ver 10 más inte-
IInl • de la ciudad. Fue al zoo y vio las
fllH: «Mirad, dijo, 10 que han hecho
holcheviques con nuestros caballos.»
lo H lo que .han hecho las matemá-
modernas a la simple geometría y
imple aritmética" (E. Kasner y
N wman, Mathematics and Imagina-

nitud de la mayoría de padres y


1m frente a la matemática moderna
n 111 línea de la cita anterior. Desde
I ún tiempo, cuando un padre toma
11110 de los libros de sus hijos se
judo: no entiende absolutamente
partir de ahora, ni siquiera es
miar a los hijos a realizar los
I h res; se expone uno a caer en
I , J). este reproche tiene toda la
"muternática moderna", dos pala-
'o tumbran a pronunciarse con
mor y reverencia, entreveradas En primer lugar, adolecen de un nom-
iomo los estadounidenses pro- bre singularmente desafortunado; las ma-
palabra "impuestos". Pero temáticas modernas datan, en el mejor
xmcrctar: ¿ Qué son exacta- de los casos, de la introducción de la ter-
li snen de particular las re- minología simbólica por Giuseppe Peano
ti 'as modernas? (1858-1932) o de la sistemática introduc-

21
Paralelamente al progreso de la nueva
Georg Cantor es el cread~r de la célebre matemática en la enseñanza elemen~al
teoría de conjuntos. Sus ideas estab~n ha ido apareciendo abundante mate:wl
claramente muy por delante de s~ tiempo pedagógico de características insólttas.
y levantaron grandes controversws.

ción de los conjuntos, obra de Georg


F. Cantor (1845-1918); tales novedade.s se
remontan a los albores del 1900, o d~c~o
de otro modo más directo, la mat~r.n~tlca
moderna lo es tanto como los .dmgIbles
del conde Von Zeppelin. Yeso SID remo~-
tar el curso de la historia; la pa:te mas
importante del álgebra moderna tiene .sus
fundamentos arraigados en los es~ntos
de Evariste Galois (1811-1832), .un Joven
matemá~ic?, que_ pereció en trágIc0'fuelo
a los vemtmn anos. lt~ ,
Así pues, no se trata de una mat ~a-
tica excesivamente moderna. Lo que ~I es
actual es su introducción en la _ensenan- propiado, seguían enseñando exac- losados. El shock que el cstudinnt
za e1e mental . Durante muchos anos .se ha
r •
lo mismo y de la misma manera rimentaba al ingresar en 1111
enseñado en las escuelas una matematlca que Euclides enseñaba a sus discí- superior era considerable. Vcníu 11 I

contemporánea de Newton y aun de Eu- so no sería tan grave si, por lo algo así como pasar de leer la Utl/alltlll d
clides; mientras que en los progr~m~s de enseñanza impartida fuera co- Jean de Mandeville, donde ac P ,,1
la biología, de la física o de la qUlmIca s.e ro es 'que, además, incurría con sobre el origen de los corderos 11 p II I
iban introduciendo los grandes descubr~- frecuencia en errores e impreci- de las flores de algodón, a leer 1)/,1 "'/N 11
mientos del siglo, en tanto que la teona de las especies, de Charles Durwin. l' lo
de la evolución, la estructura del átomo o d ' tan te, en los centros de estudios ya no ocurre hoy día, lo cual no l' P 11"
los polímeros se introducían en el ba~a- , la matemática moderna había ño beneficio. Sin embargo, He pro 111 11
je de conocimientos del hombre medio, hacía ya mucho tiempo carta nuevos problemas que parecen tun ¡(III
los profesores de matemáticas, a~cla?oH 1 za: . difícilmente un catedrá- como los anteriores.
en el pasado y utilizando un lenguaje CIen iv rsidad, un matemático pro-
I tanto del decurso de su ciencia, Pro y contra de enseñar
xplicado otra cosa que mate- la nueva matemática
"El Señor a quien pertenece el oráculo de Delfos no revela ni esconde, sino pro- d rna. Pero, mientras que las
8 impartían una enseñanza La nueva matemática es, en principlu,
vee símbolos." HERÁCLITO rogramas de las escuelas pri- la misma matemática de siempre ('on .1
undarias permanecían anqui- gunas importantes adquisiciones nu

22
Voces ilustres, entre ellas las
El niño que aprende matemática nueva maneja
de Alfred Kastler, premio Nobel, han
una simbología también nueva, por lo general
defendido polémica mente lo innecesario
incompensible para los padres no preparados.
del cambio de la matemática nueva por
/1/ clásica. No obstante, la nueva parece
que gana de modo definitivo la batalla.

el lenguaje en el que está escrita, el mé- , La nueva matemática tiene aho-


todo con el que trabaja y las estructuras fama dudosa y se la critica desde
abstractas entre las cuales se mueve. Por variados frentes acusándola de ex-
lo demás, un buen matemático de hace I abstracción, de falta de utili-
cien años seguiría siéndolo hoy; lo único I capricho pedagógico, de error
que necesitaría es una buena preparación fI 'O, de insania psicológica, y de
previa para entender el lenguaje, practicar 11 'osas que sería prolijo enumerar.

el método y comprender las estructuras Allln,h, plantea problemas sociológicos


abstractas. Si recibiera esta preparación, pr ciables, como el derivado de la
nada le impediría trabajar con la, Qo,pa .llmlld1~crsi6n casi unánime de aquellos
mate.mática como trabajó co~ la suya l dominan, pero se ven obligados s
propIa. J _Hlt.rl Los "viejos" profesores de
•• lImAI as hicieron frente a la recién
Esta es poco más o menos la situación
actual de la enseñanza de las matemá- mo a una imposición desagra-
ticas. A todos los niveles se producen oiesta que les obligaba a aban-
quejas, a menudo justificadas, acerca de 11 habitual método de trabajo y
los discutibles resultados que está alcan- lo por otro totalmente nuevo e matemáticas no le quedaba el !'l1('11! CI
zando la nueva matemática con los alum- que apenas conocían. El resul- de negarse a enseñarlas, puesto que tlt· ('1111
nos a los que se le enseña; objetivamente, I tuquc a sus esquemas mentales dependía su sustento. La situación ('UI
puede decirse que en, gran parte de los l 'os" no fue precisamente una peoró más tarde con la interven -¡óu cI('
casos los muchachos calculan mucho peor impatía hacia: lo nuevo. otros estamentos; por ejemplo, 'it'rl CI
y más lentamente que antes, asimilan un va iones científicas y técnicas insignes físicos y hombres de ciencia 11I11
contenido menor de conocimientos y se ) siempre bien acogidas, y han nifestaron muy claramente que no VI' 1111
retrasan en los programas. Nos encontra- a situaciones tales como la la necesidad de cambiar de matemáticn i
mos con la paradójica situación de que os que tronaban contra el para- incluso podía ganarse un premio Noh I
el maestro explica abstracciones como d los miembros de la Liga de ignorando la nueva. Ello es evidentcment
"f(x) = sen x no es inyectiva" y los alum- IU pretendían prohibir los ra- cierto, como cierto es el que puede obtc
nos, mientras tanto, efectúan insensatos n el caso de la matemática la nerse un premio Nobel postulando que 111
cálculos, bien concretos, como más grave; al fin y al cabo, teoría de la relatividad, obra del judío EillH
sen x = sen e ría no' interferir se en los tein es indigna de ser aceptada por In un
cos x cos ignios de la voluntad divina, sica aria" (caso del premio Nobel Philipp
Se ha escrito mucho denunciando esto n no instalar un pararrayos Lénard). Pero el que pueda obtcncrse 111I
hechos, pero raramente proponiendo so ro al veterano profesor de Nobel ignorando un determinado cucrpo

24
La matemática modern~ ha obligado, entre otras cosas, a reenseñar
11 los maestros el contenido de la asignatura (izquierd )
1'?/1 efecto~, 1!0r lo general, poco satisfactorios. a ,
111/ esta pagz~a, el universitario y pedagogo belga Georges Pap
/11I1/ de los pumeros de la enseñanza elemental de la nueva ma~'-mática.

lleva también a olvidar -olvido común


la renovación del pasado
más de,~ matemático profesional- que
matematIca es algo más que una torre
marfil aislada del mundo exterior: aun- La matemática moderna (' 11.. I
luego'. '. mas amp Iila en contenido ' '1
l' s cierto que la matemática es algo '11 111
tradicional, pero ello se d 'he 0111. IlId.
1 tracto por naturaleza, su vinculación
1 mundo real es directísima e inmediata. a .que en el intervalo de ti 'mpo 111111 • 11
rrI~o .entre el fallecimiento dt' 111111 V
bsurdo, .por ejemplo, saber que los
nacirmenm de otra se han • 1(' ('11 I I ¡• 111
roa racíonales forman un cuerpo
mutativo e ignorar paralelamente céamo m~chas cosas nuevas; no en VIII.II • 1'11
,. bl~can actualmente varias IIl'('('1I11 el
urr u.n capital entre varios socios. La
mnllca y la física, la matemática y miles de ~ículos de matemlít ¡('II 11110 I
en las revistas especializadnq, I )('111111111
momia, la matemática y las ciencias
I no son tan independientes una de un lado esta diferencia, fruto <ll' 111. 11111
lit o algunos pretenden.

de doctrinas no es razón suficiente para el modo de enseñar esta matemática. otra p~te, numerosos maestros y
negar la utilidad de éstas. Algunos jóvenes recién salidos de la uni- 11I, oblIgados a enseñar una nueva
En realidad, la polémica está mal enfo- versidad o de las escuelas superiores t. 'o en cuyos métodos no han sido
cada; no parece que deba ser siquiera emprenden la enseñanza de la matemáti- 11 , Il¡{r~~an el problema, pues al no

objeto de discusión la pertinencia de en- ca con un ejemplar, pero algo peligros, u Ofl:IO con la suficiente profun-
señar nueva matemática. Esto es un hecho espíritu de cruzada. Su principal emp - nsenanza que imparten es de-
incontrovertible y obedece a la pura diná- ño parece ser el conseguir explicar a 1
mica innovadora y siempre cambiante de niños lo mismo que la universidad les hu () parece, el principal problema
la ciencia misma. En el mundo quedan enseñado a ellos, lo cual es manifiesta matemática es el inadecuado
todavía enemigos irreconciliables de Dar- mente erróneo, puesto que la mente dl,1 nto de los canales de transmi-
win, partidarios feroces de que la Tierra niño no funciona del mismo modo. J ,11 V n del profesor al alumno, la
es plana ..., sin embargo, su porvenir es reacción general de los profesores no sólo mejorarlos; pero optar
oscuro y nadie se preocupa excesivamente vicios a este tipo de crítica acostumbra Ón por la supresión pura y
por su existencia. No se trata, pues, de ser muy negativa, pues para ellos la palaln nueva matemática no es una
discutir ahora si es lícito o no enseñar pedagogía no significa gran cosa. Están lible. Ello equivale a conde-
la matemática del siglo XX en el curso del convencidos de saberlo todo, y ese todo, () de creencias simplemente
propio siglo XX. Lo que se cuestiona es mejor que nadie. El espíritu de cruzad ólito no las practique o
1,
?f.
Ab aJo,
. d os páginas
. qtu: 1'.\'1'//1111/ /11'" 1//"
Es equivocado pensar que todo es nuevo en la nueva matemática. el máximo común diuisor; II//tl t' I !tI /,,/
Las fracciones, por ejemplo, son útiles de trabajo que conservan toda . Y l~ 0t:a es dI' /11/ ,,',\111 tlt 1"'1"
La diferencia, Incluso i'S1¡lfim. t'\ , yl,tI, //1,
su vigencia: en esta modernísima clase, los alumnos estudian
fracciones con ayuda de modelos autoadhesivos.

(
mo 'puede verse, no ha habido cambios lista' , per o no h ay rnn
. una 1'a;101I 1111111'111
cónicas, relaciones métricas entre circun- deba apr~nderlas el alumno di' 1'11 I ( 1111
ción delos tiempos, la matemática moder- masiado drásticos.
ferencias, uso de las tablas de logarit-
na y la tradicional.poseen el mismo conte- De lo. que ha desaparecido no es pre- secundaria,
mos, etc.- se considera hoy de tan poco o decir nada; las isogonales, por ejem- En .el campo de lo vi 'jo, 11"1111<11111.. 1
nido, sólo que explicado en otro lenguaje, interés que ha desaparecido del panorama.
vertebrado lógicamente con el uso de otros , no se es~ud~an ya a fondo porque son leng~aJe de lo nuevo, hay IIIlIdlO de 11111
Un tercer bloque de conceptos de la ma- elegir, Po.dríamo~ tomar 01110 ('¡('III!,I •• 1
métodos y reordenado de un modo distinto. pura reliquia griega y, matemática-
temática moderna, desconocidos para la p~~sentat1vo el SIstema binario d(' 1111111 111
Lo que antes era fundamental -deriva- nte, son hoy tan poco interesantes como
clásica, ha llenado el hueco. La introduc- cion, tan caro a la matemática
-das, integrales, ecuaciones, polinomios, 1I?lución de cuadrados mágicos. Eso l'hillll 1111"
ción de un lenguaje simbólico especial y val o. a ~eibniz (1646-1716). hn ti ¡ I
etc.~ continúa siéndolo. Gran parte de la 1\I~credecir que ya no las estudie na-
de un vocabulario matemático nuevo
materia integrante de los programas tra- ino que sólo las estudia el especia- ma binario, todo número Se l'''JlIl' 11 e '"111
completa hoy el cuadro de la enseñanza.
dicionales de enseñanza -estudio de las
'lJJSOYQIlf'HJSWt~ "" -.p
tu, todo término de-este producto " de la lonna Yoa des ••• urth ti. ti 1
a-b"~ •.. ~ &...-rudebpc"04)OSoItlOl'l1

a, n ..;;lit P " l •...••


" i.' 14)
u,n divisor del numero N. • y PD~ KI' todot a •
• nte, todo divi&or de N es de I f
.ntl.d ••••Luego es un lénnino .: p=~J. Q)D la coo--
.
d•••••• que:

d. dilll.on. del número


- (a + n Ul + 1) (r
N'
+
=. el bIJ
1) ... (l + 1)
(3(.

eT ••• h 1. es'
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·
·
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... +0")(1+&+ i") ~· ... - ...


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alg{m factor DOee-


COIIdJdÓD aecesuiII

l'_ -l' ~
elcto.:~~m.D.!!J€c..
Al nim vence siempre el jugador que decide quién efectúa la
jugada inicial; suponiendo que la distribución de cerillas sea
la del dibujo, vencerá quien retire cerillas en primer lugar
siempre que siga la siguiente estrategia: escribiendo el número
de cerillas de cada montón en sistema binario, unos encima de otros,
debe hacer que la cantidad de números 1 de cada columna sea par.

solo montón la cantidad de cerillas que


01 lIylluu de O y 1, de acuerdo con las les acomoda; pueden elegir el montón qU,e . cr'!/!.
-"10
::1 •• paridad modo de
11\ ni 11 'lJllivalencias: les plazca e incluso retirar todas la~ c.en- DI ID
por columnas paridad deseada jugada
llas del montón. Quien se lleva la úl:1ma
S'3DI conseguirla
Sistema binario
O cerilla, gana la partida. ,¿Cómo ganar siem-
1 pre en este juego? EXiste, en efe~to, una 101 O 1 O n01 =,13
1....•
,
•.........•
10 estrategia óptima que proporciOna la
r •....;'
,
19-13¡=6
11 victoria con la sola condición ,d: ,pode~ O O O 1 O O O
3
4 100 elegir quien efectúa la jugada inicial. SI 1000 Deben
retirarse
....•\
5 101 se juega bien naturalment,~' Porque .se
trata de un juego de reflexiOn pura e. rn-
1 O 1 O 1 6 cerillas
del montón ,..-,".",..
,-,
.. al.. al.. .. ..
_. 'ti
6
7
110
111 formación perfecta, para el cual exist 10011
3' 3' 3' 3
'ti
DI
,
'ti
DI
DI
.. .. .. al.. ..
'ti
DI
'ti
DI
'ti
DI
'ti
DI de 19 t'
••..1 ••• ,
1000 siempre una estrategia ganadora, Para
H
<) 1001 aprender a jugar bien,. basta con s~bel'
1010 contar en sistema binano de numeración.
10 ) o 112 (sistema ternario). La ma-
1011 En el Festival of Britain de 1951 se ex 1. Se disponen al azar en el espacio una
11 moderna pretende que el alumno
1100 puso una máquina automática. que crn pastilla de mantequilla, una loncha de
12 lo que es "catorce" prescindien- jamón y un panecillo. ¿Existe algún plano
1101 invencible jugando al nim. NI Norbcrt
13 odo particular en que lo repre- del espacio cortando a lo largo del cual
1110 Wiener el creador de la cibernética, puch I
14
1111 , De hecho , no podía venccrln otra parte, sólo aprendiendo a resulten dos bocadillos con idéntica com-
15 vencer 1a.
10000 nadie, ni siquiera ella misma... . n varios sistemas de numera- posición cuantitativa?
16 tOI! es como se apercibe uno 11. Todos conocemos la pretensión de
A los niños no se les. enseña hoy el 1
Tal sistema de numeración, aba~~ona- tema binario en las escuelas porque lo nti 'a importancia que reviste los emperadores españoles en la época en
do durante varios siglos, es hoy utlh.za?o utilicen los ordenadores o porque pernu rrll tan especial que tantos si- que España desempeñaba políticamente un
por los ordenadores Y por .los eSP:clalls- . g ndo al nim Las razones pOI ntar. papel hegemónico en el mundo: en los
ta ganar JU a . ,
tas en teoría de la información- Su lmp?;-- las que se ha incluido el estudiO de 1 , lor último, zonas de la mate- dominios de España, jamás se ponía el
tancia es, pues, muy grande. Tamble~ sistema en los programas modernos tlll lutumente nuevas, inaccesibles sol. Supongamos que se decidiera repar-
H • utiliza en actividades tan poco matema- , f ndas Residen en la voluntad ti 'Im de los procedimientos tir el mundo entre varios imperios ¿cuán-
mas pro u . '1 I mas dos ejemplos perte-
ricas, al parecer, como jugar al nim .. separar la noción abst~act~ .de nume~'~11 tos de ellos debería haber para que, cual-
Al nim (también llamado el marzenbad) sus representaciones slmbohcas conc~ t 1I I topología, una disciplina quiera que fuese el reparto, necesari~mente
HC juega de la siguiente =r="Se ~e- es evidente que "catorce" sigue ~1~1I11 I1 BC ha desarrollado extra- en uno de ellos no se pusiera nunca el sol?
parten las cerillas de una caja ~n vanos cando lo mismo, tanto si se escr~bl' 1 n el siglo XX y de la que Poca gente admitirá que estos dos ejem-
montones menores. Los dos Jugadores d lante. plos puedan ser cuestiones matemáticas;
(sistema decimal), como 1110 (siat I
retiran alternativamente cada vez de un
31
30
[Cuántos colores son necesarios para colorear un mapa plano
cualquiera sin que dos países que tengan líneas fronterizas comunes
ettén coloreados del mismo modo? El mapa de arriba -prescindiendo del
color azul del mar, que se ha conservado para hacer identificable el mapa-
muestra que 4 colores parecen suficientes. El dibujo pequeño muestra que,
por lo menos, se precisan cuatro. Hasta hoy, nadie ha sido capaz
d(/ probar matemáticamente esta cuestión, que concierne a la topología.

precisamente la condición para que no tiene por absurda. De hecho, ni siquiera


ponga jamás el sol: cuando en un punto existe el infinito; el infinito es un absur-
Iza, en su antípoda se pone, y viceversa. do en sí mismo. Imaginemos un rebaño
ñadamos, para terminar, que también infinito de caballos negros y otro reba-
cambiado, y mucho, los métodos de ño infinito de caballos blancos: repenti-
jo. La matemática moderna se distin- namente, por alguna súbita e inexplicable
por exigir un rigor perfecto en todo ra- enfermedad, todos los caballos blancos
miento. No está permitido ni el menor ennegrecen. La situación es del todo ab-
IIz, yeso se aprende a veces a costa de surda, pues de pronto se tiene un infinito
B pesadas. Tómense, por ejemplo, de caballos negros a partir de dos infini-
ho problemas de las páginas 7+ y 75 tos iguales. ¿ Dónde se ha visto que
I libro de Laurent Schwartz Méthodes 1 + 1 = 1? Conclusión, quizás precipita-
Ih matiques pour les sciences physiques. da, a decir verdad: el infinito es un absur-
o se ha terminado con los siete pri- do metafísico. Metafísico, tal vez, pero de
resulta que el octavo dice: "Una de ningún modo es un absurdo matemático.
te cuestiones anteriores es falsa, En el marco de la teoría de conjuntos,
ti ellas?" Eso también es matemáti- . obra maestra de Georg Cantor, las colec-
ti rna. ciones infinitas como la anterior encuen-
pero lo son, Y además tienen respuesta: tran su lugar adecuado, libres por completo
Para la primera cuestión, la respuesta pa de llamadas a la metafísica. Hablemos pues
uevo diccionario de la teoría de conjuntos.
rece ser no; como mínimo parece harto
inverosímil que puede llevarse a cabo tal un nuevo lenguaje Buena parte de la nueva matemática
- No obstante Stanislav Ulam y consiste en un simple cambio de lengua-
h azana. ' ibl je. Antes de ella se hablaba, matemática-
Karol Borsuk probaron que es P?SI e : teoría de conjuntos
hacerla. En cuanto a la segunda, el numer mente, de determinada manera; después de
. uno de las más respetadas argumenta- ella, de otra totalmente distinta. Respe-
de imperios preCISO para que en f
la filosofía tomista es la de la tando las distancias, viene a ser algo pare-
ellos jamás se ponga el sol es 3. Esto u'
do en 1930 por dos destacados m,~- ra. Esta argumentación pre- cido al cambio de lenguaje experimentado
pro b a . k L Schni bar que para toda sucesión de por los médicos, los biólogos o los quí-
temáticos ruSOS, L. Lustermc Y .
lmann: es un típico teorema de topolog~a. f ctos existe forzosamente una micos. No se habla de protóxidos, ni de
~uando 'una esfera se divide en tres re~1O ra; en efecto, la idea de que proboscídeos, ni de otros mil términos
lo menos una de ellas conUClll' nos al pasado existan infini- parecidos, no porque carezcan de sen-
nes, por , d Estu in solución de continuidad se tido, sino porque el lenguaje científico se
forzosamente dos .purrtos annpo as. ,
33
Abajo, pares¡ e impares son conjuntos complementarios'
no poseen
de todos lo ' e ementos comunes y su unton
" es el conjunto'
d l
"t'"?" naturales. Este es el modo conjuntista
e ectr que todo número natural es par o es impar.

ro~ conjuntos admiten, evidentemente, una simple expresión como "tod '
En lenguaje más llano, un conjunto es nat al ' o numero
h iho más preciso y los ha desechado njuntos ? partes; por ejemplo, {1, 2} ur es par o impar, pero no ambas co-
-siguiendo a R. Dedekind (1831-1916)- un
o 11 tltuido por otros. • saco lleno de elementos. Dentro del saco d subconjunto de {1' 2 , 3 , 4} ,e 1 conjun- . sas" , se convierte
. en "el conjunto de los
I,n matemática la situación es ligera- las vocales es un subconjunto del pm:es y el de los impares son complemen-
puede haber números, letras, plantas, per-
11 I 1 diferente, pues, en realidad, sus unto de las letras del abecedario et tarios".
sonas, mastodonte s, zapatos, ..., práctica- f ' c.
'e nt nidos generales no han cambiado; p~es, para el p~ofano, el mejor modo Naturalmente, el interés de los conjun-
mente cualquier cosa. Hay conjuntos de
I oy N saben más cosas, pero las que se gmar un conjunto es considerarlo to~ no se reduce a poder hablar de cual-
números, como el formado por 1,2, 3, Y 4,
I 1111 antes no eran sustancialmente un saco lleno de cosas y rotulado con quier cosa de un modo nuevo, Eso sería
o conjuntos de letras, como el formado por
I 1 IIN. Scncillamente, los conocimientos I Ira, que le dé nombre. En cuanto a lo pedante y excéntrico, además de inútil'
a, e, i, o y u. Hay conjuntos finitos, como
1 i 'O!! se han incorporado a los nuevos y los dos anteriores, y conjuntos infinitos, onuene, basta con enumerarlo explí- el punto de vista conjuntista aporta nove~
h n pasado a expresarse en la misma nte (" contiene' ,1
a , e, i, o, u") o d efInIr-
como el de los números naturales, qu dades m~cho más amplias y constructivas,
1 Il~UIl moderna que estos últimos. La
I I 1 mática no crece destruyendo sus ci-
empieza con el
5,6,7,8,9,
° y continúa con 1,2,3,4,
..., sin terminar jamás. Para de-
I:,n modo inequívoco ("contiene las
), Desde este punto de vista, las
Ocupemonos brevemente de los caba-
llos blancos de los que hablábamos antes -
I ¡ ntos antiguos, sino incorporándolos del pl~no pasan a ser conjuntos de
signar a los conjuntos con comodidad, ~ tpara ver ,. adónde nos lleva el punto d e VIS-
'
1 1111 vo edificio. Este se caracteriza sobre los escribe encerrando sus elemento I los gIrOS en el espacio pasan a ser ~ conjuntista. Tenemos un conjunto infi-
lodo por su lenguaje: el lenguaje conjun- ) de movimientos rígidos con una nito de caballos blancos, B, y otro, N, de
entre llaves y nombrándolos con una le-
ti tll. Y bien, ¿ qué es un conjunto? En , las operaciones pasan a ser con- ca,ballos negros, Ambos poseen el mismo
tra, generalmente mayúscula:
prlm rn aproximación, un conjunto es I p,ares ordenados, etc. En cuanto numero de elementos. Bien, acabamos de
A = {1,2,3,4\ 11I 'lados matemáticos, pasan a ser
cualquier colección, familia o agregado topar con la primera dificultad' 'Que' .
V = {a, e, i, o, u } entre conjuntos; por ejemplo, ifi ' e SIg-
11 ohj los "pensados como formando par- n icado tiene hablar de "el mis monumero'
N = {O,1,2,3,4,s,6,7,8,9,10,1l,
t d una totalidad", tal como decía Cantor.

"A medida que las ciencias (.. .) llegaron a ser más y más exactas, exigieron
ininterrumpidamente más y más de la inventiva matemática y fueron respon-
sables principales de una gran parte de la expansión enorme de todas las mate-
máticas desde 1637. Asimismo, a medida que la industria y las invenciones
llegaron a ser más y más científicas, después de la Revolución Industrial de la
última parte del siglo XVIII y la primera parte del XIX, también ellas estimula-
ron la creatividad matemática (... ). La curva de la productividad matemática
con relación al tiempo se dispara hacia .10 alto con rapidez cada vez mayor ... "
E. T. BELl,

35
Existen infinitos números infinitos, y el menor de ellos
~ 1 número de elementos del conjunto 0,1,2,3, ...; ~ l' eTf
es o' :ambio es el número de puntos que figuran en una recta,
,
un cuadrilátero, IV
un cubo, etc.; \'1 2' es e
1 número de elementos
del conjunto de todas las curvas del plano, etc.

1 mentos"? En la nueva matemática T?; pues el mismo número de cubnl]n IJII


uede tener uno: es posible tomar en N o B, puesto que pueden pone 1 ( lo
N, colocarlos uno junto al otro y esta- tres conjuntos en correspondencln '11I0
una correspondencia uno-uno, sin uno. ¿ Hemos llegado acaso a nl¡.(lIl1ucnn
bre ni falte ningún caballo. Admita- tradicción? En absoluto. Nos hemo III1l
ra, para simplificar el razonamien- tado a probar que si n es el 11111111'111 ti
los caballos blancos van numera- elementos del conjunto B, y n N uuuhl 1\
ejemplo, siguiendo la numeración el número de elementos de N, ,1 111'1111 lO
pares, mientras que los negros se de elementos de T es también 1/, (), i
según los pares. Al volverse ne- prefiere, que hay el mismo núm sro ti 1111
os los blancos, obtenemos un meros pares, que de números impure ,IJII
njunto, T, que contiene tan sólo de números naturales en total. EN crn lo o,
negros. En concreto, contiene pero nada más. A decir verdad, CN el 1'1i
numerados del O en adelante, mero de los teoremas que se pruohnn 111111
lt ni un solo número. curso elemental de aritmética II'UIIMIIII 1
ahora si la pretensión de que (la aritmética de los números infinito ), l'
conjunto infinito nos lleva a más, la cosa sólo hace que cmpezur, 1'"
do: ¿ Cuántos caballos hay en no es difícil ver que existen conjuntos '11 11

17
lementos, siendo infinito tam- y comprende todos los números reales en-
"más infmito" todavía. Tomemos treOy1.
zar el conjunto S de los puntos Es evidente que S tiene infinitos ele-
an parte de un segmento de lon- mentos. Recordemos que N, el conjunto
1. Todo punto podrá designarse con de los números naturales, también tenía
ro decimal que expresa su longitud infinitos elementos. La pregunta siguiente
tar a partir de un extremo; tendre- es: ¿tienen S y N el mismo número -infi-
, pues, que los puntos del segmento S nito, por supuesto- de elementos? Supon-
qu darán traducidos numéricamente por gamos que podemos contar los elementos
d imales comprendidos entre O y 1. Re- de S como si fueran números naturales
ord mos ahora que los números decimales corrientes; entonces podríamos numerar
pos en un desarrollo infinito de cifras. estos decimales como si fueran nuestros
xisten decimales como 0,8976 que se caballos de antes, obteniendo, por ejem-
"acaban", por decirlo así, con sólo dar plo, la siguiente ordenación:
cuatro cifras exactas; pero existen otros, decimal 1 ... 0,1642098472110875 ... to de los números naturales. Pero, que lo intentáramos, nos sería imposible
como el número 7t (pi), o como el inofensi- decimal 2 ... 0,3141592653576210 .'.. do 1, porque uno-uno quiere decir que contarlos jamás. Conclusión: hay más pun-
vo 12, o como 2/3, que no se terminan decimal 3 ... 0,3333333333333333 . ningún decimal en la lista, que es- tos en S que en el conjunto de números na-
con unas cuantas cifras exactas, ni siquie- decimal 4 ... 0,5210009998513876 . olutamente todos. Con sólo que fue- turales. Es un infinito mayor. Y los hay
ra con uno número muy grande de ellas: decimal 5 ... 0,4444431902743971 . capaces de encontrar uno que no todavía mayores; en realidad hay infmitos
7t =
3,1415926535 ... decimal 6 ... 0,1004287591721659 . i pueda estar jamás, ya fallaría la infinitos. No parece difícil hallar un con-
J2 =
1,4142 ... decimal 7 ... 0,2341415937845100 . ndencia. Y en efecto, así ocurre. junto "más infinito" que S; puesto que S
2/3 = 0,6666666666 ... decimal 8 ... 0,3222218709367287 . e el último número escrito en esa es el conjunto de los números reales entre
cuyo desarrollo decimal es infinito. Incluso decimal 9 ... 0,1987654321098765 . ha construido eligiendo una pri- O y 1, el conjunto de todos los números
el desarrollo de 0,8976 es infmito; basta decimal 10 ... 0,2593758011925375 . fra decimal distinta de la primera reales parece que será "más infinito" aún .
decimal 11 ... 0,4127537856901895 . "decimal 1", una segunda cifra
con añadirle ceros a la derecha: Dado un segmento de longitud 1 y una
decimal 12 ... 0,5611090908727437 . d la segunda de "decimal 2",00'y
0,8976 = 0,89760000000000000 ... recta, ilimitada por ambos extremos, pa-
ivamente. ¿ Puede estar este nue- rece que la recta poseerá más puntos. El
Bien, nuestro segmento S tiene tantos decimal } 1 en la lista que creíamos comple- dibujo de esta página muestra que no es
puntos como decimales infinitos sea posi- que no está 0,257959680006 . rque difiere de todo "decimal n" cierto: cada uno de los puntos del segmen-
ble hallar entre O y 1. Tales decimales de en la lista nte en la cifra n. Luego no los to curvilíneo de longitud 1 está en corres-
infinitas cifras reciben el nombre de núme- ontado, y, lo que es peor, como
Ya los tenemos numerados, o lo que es I pondencia uno-uno con un punto de la rec-
ros reales; el conjunto S es, pues, una parte i6n se repetiría todas las veces
mismo, en correspondencia uno-uno con 1 ta, y viceversa. Como quiera que dos
del conjunto de todos los números reales,
39
38
,

conjuntos poseen el mismo número de ele- matemática. ¿ Hasta cuándo? Quizá has-
ta siempre, quizá no. Los vaivenes de la "La matemática es el trabajo del espíritu humano que está destinado tanto 11
mentos si, y sólo si, es posible estable-
ciencia han enseñado la virtud del escep- estudiar como a conocer, tanto a buscarla verdad como a encontrar/a. "
cer entre ellos una correspondencia uno-
ticismo a los científicos. Además, parece (
uno, concluimos que hay tantos puntos en ____________________ E. GAL()!.'
una recta como en una de sus partes. no muy lejana una reconsideración a fondo
Repárese que el número de puntos de un del lenguaje conjuntista, por lo menos tal
conjunto de puntos no tiene nada que ver como se ha venido utilizando hasta ahora. glo los conjuntos fueron protagonistas de conclusión final. Se trata de 111111 1'0111111
con su medida. En efecto, tanto la recta Hoy son muchos los que piensan que no gunos escándalos más que regulares. La dicción pura y simple, de una 11111 illlHlIl1I
como el segmento tienen el mismo número basta con hablar de conjuntos y de las asi totalidad de la culpa de tales escánda- Cualquiera que sea la respuesta qru- 1 d ,
de puntos y, no obstante, sus longitudes estructuras que se forman con ellos. Se los la tuvieron las antinomias conjuntís- siempre se nos atrapa "en fu '1'1IdI' ju o"
son evidentemente distintas. Número y acentúa cada vez más la tendencia a icas. Hoy han pasado de moda; mañana Naturalmente, tal argumentación no 111111
medida son términos distintos. entender la matemática como un entrama- ueden volver a aparecer (aunque no es de- ventó San Pablo, sino que viene dI ""IV
Cuando Georg Cantor, el "padre" de la do de relaciones entre estructuras conjun- asiado probable). Vale la pena, pues, antiguo. Según Diógenes Lacr 'io, 111 In\'111
teoría de conjuntos, expuso por primera tistas semejantes; el punto de vista funcio- dicarles un poco de espacio. tó Eubúlides.
vez --en pleno siglo XIX- estas desconcer- nal y dinámico predomina sobre el conjun- Vayamos a por la antinomia más anti- Esa antinomia, junto a otras 111
lid 111qu
tantes opiniones, el mundo matemático se tista y estático. Es posible que los día~ ua, la de Epiménides. Aparentemente, pueden encontrarse en textos 11111 1'1110
dividió en dos grandes grupos: el de los la matemática conjuntista tradicional estén ne poco que ver con la matemática ma- relacionados con las matemáticu ('01110
que se irritaron y el de los que se entusias- próximos a su fin y que nuestros hijos o ma: se debe a la pluma de San Pablo, El Quijote, se solucionan 16gi('11I1I 1111
maron. Cantor lo pasó muy mal, pues en su nietos deban enfrentarse en las escuelas uien en la Epístola a Tito (v. 1, 12-13), acudiendo a expedientes muy sut ill'. 01
conservadora época abundaban más los con la llamada matemática categorial que vierte a éste que los cretenses son siem- vamos a la paradoja de Epiménide«. d
primeros que los segundos. Cantor, hom- apunta en el horizonte. Posiblementealgún mentirosos; como testimonio de tal ad- mitiendo que el cerebro hU11I1I1I1l l' UII
bre de ejemplar espíritu científico, decía: maestro vengativo se frotará las manos de rtencia cita a un cretense: Epiménides. órgano que funciona correctamente, 11111
"La libertad es la esencia de la matemá- satisfacción pensando en lo que les espera alicemos más detenidamente la afirma- na explicación tendrá el que I<.l'il1l'11It1
tica", pero a él se la negaron sistemática- a los jóvenes dentro de unos años. n del apóstol: si Epiménides -que es nos cause tantos problemas. Lo qllc' nlltll
mente sus numerosos adversarios, tan tense- afirma que todos los cretenses admitirá es que nuestros hábilo ti I
poderosos que consiguieron mantenerle n embusteros, él mismo se incluye dentro zonamiento sean equivocad s. 1<.11 1" 'lo,
la .crisis conjuntista
arrinconado en una universidad de provin- la categoría; luego miente. Pero si mien- nuestros hábitos de razonami 'nlo on o
de los inicios
cias toda su vida. Teniendo en cuenta que al decir que todos mienten él también rrectos, pero la formulación ti '11I(11I1
¡I'11ti
era, a buen seguro, el mejor y más creativo En la década de los 70 no hay más cri- nte, y, por lo tanto, los cretenses no la paradoja no es correcta. 'lIundo 111111111
matemático de su época, su suerte es todo sis conjuntista que la provocada por su in- unos embusteros. Pero entonces estos mas de que los cretenses mienten, l' 1111110
un tributo a la intolerancia del sistema. troducción en la enseñanza elemental; sin n la verdad, y, particularmente, Epi- en nuestro derecho. Pero al afiruuu qu
Hoy, la situación es muy distinta y la teo- embargo, la situación no ha sido siempre nides también la dice. uno de los miembros de la l'Of'rlldflld,
ría conjuntista se ha adueñado de toda Ia la misma. Por ejemplo, a principios de si- Bien se ve que es imposible llegar a una embusteros miente, debemos l'xl'liclllllO

40
Paradojas similares a la de Epiménides
pueden hallarse en textos tan poco
matemáticos como El Quijote (Cap. LI).

más detenidamente. Un cretense puede es: «"Esta frase es falsa" es una frase fal-
mentir cuando se le antoje; pero si miente sa», ¡lo cual es muy distinto! Los dos adje-
al referirse al enunciado particular que tivos falsa que aparecen en la expresión
afirma que todos mienten, la contradic- no se refieren ni significan 30 mismo.
i6n salta a la vista. Con más precisión, Está claro que si la expresión «Esta frase
hay que distinguir varias cat~gorti'S 'de es falsa» está escrita en un determinado
mbusteros: los cretenses vulgares que lenguaje, la expresión «"Esta frase es
ienten sobre cuestiones vulgares -salvo falsa" es una frase falsa», lo está en un
uando dicen que mienten- son cretenses lenguaje distinto, en un lenguaje que hace
tipo 1; los cretenses que mienten in- referencia al lenguaje anterior, es decir
. r
. Juso cuando afirman que los cretenses en un metalenguaje .
tipo 1 mienten -pero no mienten cuan- El metalenguaje constituyo"én el lengua-
dicen que' ellos mienten-, son cretenses je "un escalón más arriba' , y no es pruden-
otro tipo, de tipo 2; los cretenses que te mezclar sentencias en el lenguaje X
nten, incluso al afirmar que los cre- con sentencias acerca del lenguaje X. No
s de tipo 2 mienten, -pero que no pertenecen a mundos iguales.
nten si dicen que ellos mienten- son Todo lo que antecede es bastante compli-
oses de tipo 3; etc. No es difícil ver cado y, a decir verdad, no parece llevar a
San Pablo redactó mal su Epístola: ninguna parte. En realidad, lo hemos ci-
- 'o y esté vuesa
6 decir primero a qué tipo de em- tado para preparar el terreno, porque si
, ." d s términos de un mismo senon .,. ros pertenecía Epiménides. bien es verdad que en el dominio de la se-
ñor un caudaloso no dividia o . Igo dificultoso Digo, pues, que sobre
r d atento porque el caso es de importancia Y a na como casa de audiencia, en la explicación anterior es un esbozo mántica pura hubo problemas en tiempo de
, I abo delta una horca Y u l rí d la
I rl taba una p,uente, y a e iuz aban la ley que puso el dueño de no, e explicación más detallada debida Russell, en el de las matemáticas puras
u I el orelinario habla cuatro Jueces, que J ~ "Si alguno pasare por esta pu~nte de un~ trand Russell (1872-1970). El mé- también los hubo, y grandes.
u nI y del señorío, que era en est,a ;orma. ué va; y si jurare verdad, déjenle pasar,
general para afrontar esas parado- La primera paradoja estrictamente ma-
rl otra ha de jurar pnmero adon e Y sd q la horca que allí se muestra, sin
P '. por ello ahorca o en h luego el de distinguir entre lenguaje y temática aparecida fue la de Cantor. Tra-
V I elij re mentira, muera . condición della, pasaban muc os, Y .
r mi i6n alguna". Sabida esta ley y la ngur~sa dad y los jueces los dejaban pasar libre- nguaje. Por ejemplo, analicemos bajando con su escala de número infinitos,
n lo que juraban se echaba de ver que de~~~na v~~ hombre. juró y dijo que para el juramento uiente expresión: «Esta frase es Cantor probó que dado un conjunto A de
m ntu, ucedi6. pues. que tomando jurarne ue allí estaba. Y no a otra cosa. Repararon, los
, ¿ es o no es falsa? Esta forma de x elementos ---con x finito o infinito-, el
111 h cla. que iba a morir en aqu:"a horca ~ombre le dejamos pasar libremente, rnmtro en
u n el juramento. y diJeron: SI a este.. si le ahorcamoS. él juró que iba a monr en ar carece de sentido, puesto que conjunto formado por todas las partes
I u [ur m nto, y. conforme a la ley. debe m~rll~.~isma ley debe ser libre." Pídese a vu~sa rner- , a a contradicción. Pero, profundi- de A tenía un número de elementos mayor
qu 1111 horca. y. habiendo Jurado verdad. po d t I hombre que aún hasta agora esta n dudo- O poco, nos damos cuenta de que lo que x. La paradoja surge al considerar
el. llar gobernador. qué harán los Jueces e a .
mente hubiéramos querido decir el conjunto de todos los conjuntos. Por un
V u P nso:s~. --~

43
- - -~ - ----

En las bibliotecas, .las características, colocación, etc., de cada libro Doble página de los Prin 'ipill M111111 111111h 11
se agrupan en un catálogo. Si los libros son muchos, este catálogo es otro donde puede apreciarse La Si1//{/lII// /'./ ,,111111

libro, que algunos bibliotecarios incluyen entre los que figuran en el simbólica de esta C(J'lII/,lt!illll/l" /lb 1 11

mismo catálogo. Otros bibliotecarios no quieren esto. Pero si el jefe


de todos los bibliotecarios ordenara hacer un catálogo que incluyera sólo
todos aquellos catálogos que no figuran en ellos mismos, ese nuevo catálogo
¿debe catalogarse a sí mismo, o no? Esta es una versión (tomada de
Mathematics in the Modern World, de M. Kline) de la famosa paradoja de Russell.

Por lo tanto, el conjunto de sus partes Ello era del todo justificado, pues se aca- que se tenía de los fundamento di' 11111111
es menos numeroso que el propio conjunto. I aba ~e encontrar una paradoja en la ma- temática se profundiz6 llxtrllOldulI1I 11
He aquí otra antinomia. l mática y no en cuestiones de semántica mente,
No fue ésta la única de las contradic- má~ o me?os intrascendentes. Hay que .De las soluciones que f¡ • d it-rnn 11I tI)
ciones. El propio Bertrand Russell, es el d cir también que esta amenazadora si- enigmas hablaremos más "dl·IIIIIII', 1'1111
autor de la más famosa e ingeniosa de to- 1~lnción fue extraordinariamente benefi- ya. ~ue ~e ha mencionado el Origl'lI di 111
••<l
lO

11> das. Supóngase que se distingue entre 'I,osa, ya 9ue del enfrentamiento de opi- CriSIS, bien vale la pena 1I\l'IWiolllll 111111
.2:¡¡ conjuntos "normales" y "anormales"; mo?es salieron, no una, sino varias so- bién su final. En 1908, '1 propio U 11 I 11
:E por "normales" entendemos aquellos con- 111 rones ; por añadidura, el conocimiento hallaba la primera de la Ilohlt'illlll 11111
juntos que no se contienen a sí mismos.
Por ejemplo, el conjunto de los árboles MlOLWOWUJ.. 1'0 CÁIiDIN.lL .üUTBlfft'IC

frutales en un campo es un conjunto "nor-


""
*:!... 1-:QP..d --.l.l.CU'Q.:'. l)"(PjQ).'>.._D"P.'Q''1.
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• ,,"1'171.'1-;. Hp.': D"(P¡Q).'l._ D"I(Qtl.)UP.IQ''>..: .at-U. I-:Td_I,P"XCÚ·T.,.(TI/').'),_T "1', •••. 1•••••• "1
mal", pues tal conjunto no es ningún ár- D"(PI Q).'A.•. 0!}¡{). JI. P.'Q"' .•• D'(Jli or .}. .ss',".
§ V'.
:71 ~, •• hT,QtX.I--+I.PI'fXCC¡·T.:\CH'Ij ••.•• J

bol. Los conjuntos "anormales" son aque- II! 1) ~.<s.M}.JI,P.'9">..• -D'M.


'f ' . :> ••• DuP.'Q'f). (1) Dttm. (7' l'rA VI,'. Ir 1/1"1,'
•••• '1·111.:;) •. :. Hp.' 1M ,P.'ft'>...:.I. D'1I_ D'(MIQt >.).
llos que se contienen a sí mismos: sin ir ,,"• .s2'2'l~{.:H!Qtl-'I.XC!)'Q, •. _ií"k.'.(I·IJI.,. 1J'~/'.ll 11,
.IJ ~.D'JI.D,,~{g~;t(PIQ}''A.
más lejos, el conjunto de los conjuntos es '1Q
I-.(l)-(f· :H:Qr>"d-+I.ACII'()..1¡JJ.~_IVPI""
'11~~II}.~>.Pn>P :>,D"P.'Q''ACD''(PIQ).'' (')
"anormal" pues es a su vez un conjunto. •••.. "'«1 Q, 1--. 1.lu &Q..'. D'(PI Q4'~f« _ D"P.' • ....(2) •• 35'61~540 • .:3NI2 • .a.3'4S1.~ll¡/:)'" 1 VI.' •.•• 1" 11,11"/',' 1"

••
Q
Russell se preguntó por la naturaleza del •I:":~"" :«,&Q..:::>·(3:\)' :\CO'Q •• _Q'f). (1) J-: Qr~í! -+ 1 .XCQ'Q_ ~-Q")., :>.(/'r:\ (,11,'. - 'f'I','"
,"
:ea'"
Q conjunto de todos los conjuntos_normales, U1Q.l--.I.>.'t'q·Q .• -Q'''A.,.Qt).fl_l .• CD'Q.A_Q".t. (2)
•..•
(3)p' :>1-:QtX~l-+ J .XCO'Q .• -fJ"'\,)

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¿ era normal o anormal? Si era normal.
no se contenía a sí mismo, con lo que
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•. (I),.J("II"!l1"35.~

1(;~I,;)~;•.I.~~.).caIQ
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lO formaba parte del conjunto de los conjun-


<l '" Ial10wiDg propositione (.st"·'1·,UJ'42) lU"e lemmu for -.82"'3 .bich 1-.'SO·14_.3H3.::H:R~P.·Q"),,) •. {J·II_tr·,. If~"( II'V
! tos normales y, por lo tanto, era anormal iD &he proofofa114'5, in t.he ~1 olcardioal multiplication.'
(.tH5] ) •. (I·UC Il'Vt
Q •••• ~ITrl •••Cb.p"A.Ca'T,'.Tl"p,,').C(T!p)..'l. (.74'72] :>¡..:Hp·:>.I(QP,."".'i¡")...",l' 'IJ"_
~ pues se contenía a sí mismo. Contradic-
:E "'14 .•.u·U_ 11'25. )1-: Hp.B,P.t;\.:l. T[Rfl--.C1& (1)
[.s2-271]
.n'6,
).(P/Q).'A.1I1/'.'V""'.'JI 1"'1'

ción. Si era anormal, se contenía a sí mis- _lt . 'I-:Hp.R,P.<>..),TfR(¡TIP (')


J-:prQ'').~Cl~-- •.t.QrX,1
,
.• 1,1.
(1' (,1)"')...,,,
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1I"",'V"i l.""" •••1 11
••••• ::H:Hp.ReP,,")..,.&RCQ'T.
mo, con lo cual formaba parte del conjunto ~J :>.a'(TIB)_a'B. .u'u 1-:Pt •..,Cla--+l.~1Q, I_I.A CII·V •••• V",
J.
(8). _u. ~>
11),(1).
~.a~1'IB}_~ (8) (I' VI,,')...,"U"".'. 1"'''' .H. 11
de los conjuntos normales y era por lo tanto t, Bp.~,R. P.'A.'.TjR.(T[ P).'".:». Pn>p
d2~ f-:PtuClt--+1.~1Q •. I-+I ..•.• II·V••. (1' V~'IJ",,",II"/I

normal. Contradicción de nuevo. Esta in- •... 1-1 T,Cl&_1.1I e{TIp)")..'.

1-• .aQ-14 .a7]·25.:l


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101M ,P.'>..JI-1'I.TjJl

TI J( ,1-.ClI (1)
'l--•.,,:l't23. )1-:Hp')'('3
•. , .:l7'26 .• 22'4..1.)
.•).It •• Q",Il
,"
lado, el conjunto de sus partes debe ser geniosísima paradoja mantuvo en vilo a > .08<)·14._3<.:», IIp.:>. ¡;IJI~ TITIP. 1-:c-Q",Il. x_ .• ",(I'(,I.) .11- V"",,\ (U'V ,.,
más numeroso, en virtud del teorema de los matemáticos varios años y provocó (a72·59]..a'"2]
1-.a8O'14 .a84·36.)
C!P
~ :Bp.'.D-MCD'T.
(') 1-._14'161. ll-: Rp. ~-Q"X. XCO'CJ.).,. -IJ".
[-.82'51] ) .", IJIa·V"•• '" 11"1'.'.
tal maremágnum de discusiones entre los
I
[.3N'2] ,.a~¡;IJI}.a·JI.
Cantor; por otro, como se trata del con- [_14J ~.a'Ó:IJI)-' (a)
(alO'll'2(I·35]:>h.Hp:(!'iX).If_Q"A.:\C(I·lh),( l' (JI'V". 'IllIh"I,'. 111

junto de todos los conjuntos, el conjunto profesionales como pocas veces se ha visto >.(I}.(.).(S)._a.». Prcp
'.(1).(2).
'-(3).«).
~hHp'~'(3,)
».Pn>p
.• -Q"'.'C<I·~ 01,

de sus partes está incluido en sí mismo. en la historia de la ciencia.


/
Bertra.nd Russell, conde de Russell, escritor espléndido
h(premio. Nobel de Literatura en 1950/» filá
1)
lOsa).r.o mSlgne
. .
umamsta convencido, polemista incansable y pacifist~
a ultranza, no sólo ha sido una de las más agud
. l' as
. mte igencias del siglo, sino uno de los más
importantes lógico-matemáticos de la histori'a.

Mathematica ya no es, desde luego, una A modo de conclusión, citaremos la de-


l' IIIUlojll ; linos años más tarde aparecía
obra actual, pero ha representado mucho mostración que dan los Principia de que
1I I bl'o tic matemáticas que abría todo
en la historia de las matemáticas. I ~ 1. = 2. Desde los lejanos tiempos de
11111I11t1VO siglo del pensamiento, los Prin-
G. H. Hardy en A Mathematician's I.cibniz, proliferan pruebas de esta elemen-
111'/" MlIllwmatiúl, obra conjunta de Rus-
Apology explica una deliciosa anécdota a tul proposición aritmética; pero todas fa-
1'11y 1\11'1"dN. Whitehead (1861-1947).
este respecto: "Me acuerdo de que Ber- llun por su base, ya que todas dan por su-
1', ti ('oloflul libro lo re inventó todo: un
trand Russell me contó un sueño horroro- puesto lo que es 1 y 10 que es 2, y aun 10
11IIHllllj formal en el Que escribir la lógica,
so que había tenido. Se encontraba en el que ~s la suma. Pero una prueba rigurosa
\111111'Iodo de trabajo por el que se preten-
último piso de la University Library hacia l' qUl~l\e .p.rimero dar cuenta exacta de 10
d. tlt'lIlostrar que todas las matemáticas
el año 2100. Un bibliotecario recorría que significa el enunciado, yeso significa
• l'I1t1U''o a la lógica -10 que en filosofía
los estantes arrastrando un enorme cajón . linda ~enos que definir primero lo que es
r 1I11111l1 logicísmcr-, definiciones correctas
de basuras. Tomaba todos los libros uno un numero. La primera prueba de que
tll 1iúm CI'O , de operación y de función, la
tras otro, les echaba un vistazo y los vol- I . l. 1 es realmente 2 apareció en los Prin-
11'11I11ti ' los tipos -primer intento afortu-
vía a su sitio o los tiraba al cajón. Final- l'IPza; es el teorema número 110.643.
ruuln, aunque complicado, de eliminar las
mente, llegó ante tres volúmenes y Russell ntes hay que leer el primer volumen de
11111 iIlOlllias-, etc. pudo darse cuenta de que era el último 1 11monumental obra, pues la demostra-
EiI ilorprendente que ese ingente traba-
ejemplar del Principia M athematica que . Ófl se encuentra en la página 83 del se-
lo I'IIOI'll liquidado por Russell -pues Whi- quedaba en la Tierra. El bibliotecario lindo volumen. Lo anterior eran sólo pro-
1I11('IHIsólo pensaba, no escribía- en me-
cogió uno de los volúmenes lo hojeó un I1¡(6menos... Una prueba algo más breve
llO ti' tres años. Los tres volúmenes
poco, pareció asombrado y perplejo por • :ncuentra en los Eléments de Mathé-
tllI 1\11' consta suman más de 2.000 pá-
el curioso simbolismo, cerró el volumen, I/I//tlques del grupo Bourbaki; pero no ha
fi 111I. El lenguaje en que está escrito es !jlll' hacerse muchas ilusiones El núm y
lo balanceó en el aire y vaciló ..." .
10111mintc simbólico y se deriva directa- "1" . ero
Posteriormente, los volúmenes de los Elé- no aparece hasta haber leído un par de
1111'111' de los símbolos ideados por Giu-
ments de Mathématiques del grupo Bour- I ni nares de páginas.
(')lP' Peano, uno de los matemáticos más
baki han superado con creces la monu-
IIdlltimdos por Russell en aquella época.
mentalidad y las dificultades de lectura I método axiomático
f'ri/ll"il)itl M athematica es una obra fan-
de los Principia, así como la extensión.
1(1Ii '1\, de la que todo el mundo habla con
También hay ahora libros muchísimo más hu 'Iides construyó su geometría, una
I ('V 'r in ia, pero que muy pocos han leído.
densos de contenido. y también hay li- 11111'tría que resistió el paso de casi dos
EII .j .rta ocasión en que Hans Reichen-
bros menos leídos, pero de cuya lectura 111 II~ s, utilizando un método de trabajo
hlll'h hablaba a Russell de una nueva "teo-
todo el mundo presume. Los Principia, 1"1('lulmente
. . acertado' . el método aXlOma-
. ,
dll ti' la inducción", se llevó la sorpresa
sencillamente, fueron los primeros en to- 11 11, huchdes empezaba por enunciar una
tll' que le indicaran la página de los Prin-
dos estos órdenes. 1 1 de verdades que le parecían eviden-
I'¡pia donde estaba expuesta. Principia
Los Elementos de Euclides son sin duda
el libro científico más traducido y divulgado
de la historia: en esta página, el teorema
de Pitágoras en árabe (izquierda),
chino (derecha) y griego (abajo), y en la otra,
en latín (arriba) y enfrancés (abajo).

• por .S,í mism~s y que aceptaba sin de-


tracíon previa, Por ejemplo, aceptaba
por dos puntos pasa siempre una rec-
que dos rectas no paralelas se cortan
pre en un solo punto. Una vez acepta-
stos presupuestos básicos, las solas
del razonamiento le proporcionaban
I~ demás. A partir de los enunciados
ltivos, los axiomas, se iban encade-
una tras otra las deducciones que se
ndían de ellos; eran los teoremas. Y
ir de los teoremas surgían cada vez
oremas. La situación recordaba el
de las rama.s d~ un árbol, o, para
tos, de varios arboles; a partir de
troncos primigenio s, los axiomas
n desgajando más y más ramas:

49
H
En estas páginas se muestra cómo los axiomas (A" A2' A:J son a modo de troncos
de árboles de los que brotan ramas, los teoremas (T" T). Cuando un teorema
se deduce de otros, le llegan flechas procedentes de éstos, y habrá flechas de
ida y vuelta en caso de que dos teoremas sean equivalentes, es decir, cuando
so impliquen mutuamente. Es posible también que un teorema resulte equivalente
a algún axioma; entonces, éste puede ser remplazado por aquél. Así, en cierto
sentido, puede decirse que la elección de los axiomas es arbitraria.

mi ma rama puede estar conectada también distinta, aparezcan precisamente 11por conjunto y qué reglas de juego
las mismas ramas. Quizá, 10 que antes 1'11 tarán permitidas con esos con- ~e ahora, entenderemos por conjunto
varias. Ello significa que el teorema
una rama (un teorema), ahora sea un trOI1 luego nos pondremos a deducir de aq~e~o que satisface los axiomas de la
lliz do por la rama se deduce de los teona y pensaremos tal es axiomas
.
t'(llr0l1n08 qu llegan hasta ella. co (un axioma), y viceversa. Lo que en ver con las reglas de juego, y ésta de
dad importa es que se respeten las regln manera que no puedan surgir antinomias.
también ramas "de ida y vuelta" tra teoría de conjuntos. Eligiendo
deductivas y se mantenga el entramado . Todas las teorías axiomáticas de con-
orr sponderán a teoremas equivalen- ,as c~n cuidado no hay que temer
total en toda su complejidad. Juntos, como la de Zermelo-Fraenkel o la
d ir, a enunciados que con dis- lmomIas; precisamente, los axio-
El método de trabajo de la matemátir de, Von Neumann-Bernays, tienen en co-
p labras, expresen la misma verdad. nsarán de manera que las anti-
moderna es muy semejante al de Euclidc I ~un el renunciar a la concepción intui-
I supueato, la elección de los axiomas puedan aparecer. Esta es la
sólo que más perfecto y acabado. SU) 011 trva de que cualquier propiedad de un objeto
n i to sentido arbitraria; puede par- una teoría formalizada frente
gamos que queremos edificar una teorí ex~resada en el lenguaje corriente otorgue
d un cierto conjunto de enunciados o intuitiva, como la de Cantor.
matemática, por ejemplo la teoría de 011 entIda~ o carta de naturaleza al conjunto
t () onjunto distinto. Lo único impor- l que un concepto de conjunto
juntos. Empezaremos por definir una de obJet~s que satisfagan esa propiedad.
l 11 que, aunque sea a partir de tron- mo el de "un saco lleno de ele-
rie de axiomas que nos aclaren qué enu 11 Con propiedades como "tener el pelo rubio"
Ii tintos, y en posición posiblemente podía llevarnos lejos. A partir
esta concesión intuitiva no ofrece peli-
o 51
. David Hilbertfue el creador
'1"",/ /" primeras axiomatizaciones de la teoría de conjuntos 2
del formalismo y una de las figuras fundamentales
'" /",/ X "rlllI'[o-Fraenkel, enunciada en 1908 Y perfeccionada en 192 . en la génesis de la matemática actual.
1 lit 11,,,,10 1'011 ella, entendemos por conjunto aquello que verifica tales
" 1"",,, , prl'Scil/C[ilmdopor completo de las ideas intuitivas que hubiéramos
"",1 '/0 ,,/1'III'r COIIanterioridad. La versión que aquí se da de ella
", I",plificm[a para hacer inteligible al no especialista una formulación
ti iN1,,,, 1 "I/Id/O más complicada (el símbolo E significa "pertenece a").

La axiomática no se aplica sólo a la dirla en pedazos de alguna manera tal que


teoría de conjuntos, sino a todas las teo- al volver a pegarlos -de modo distinto
Axiomas de la teoría de conjuntos
rías. matemáticas. Todas ellas están for- c1ar~ ~st~- resulten, no una, sino dos esfe~
onJuntos son iguales si y solo si poseen los mismos elementos. mallza~as (es decir, estructuradas en axio- ~as idénticas en tamaño a la de partida e
un conjunto sin elementos, 0, llamado vacío. mas, formulas y reglas de inferencia entre Igualmente compactas?
Ay B son conjuntos, {A. B} es un conjunto. fórmulas) o lo estarán en fecha próxima La casi inconcebible respuesta es sí.
unl6n de un conjunto de conjuntos es un conjunto. tan pronto como los matemáticos encuen~ Esto fue probado por Banach y Tarski cé-
I t por lo menos un conjunto X tal que 0 E X Y tal que si A E X, A U {A} EX. tr~n ~l. tiempo necesario para ello. La lebres matemáticos polacos, en 1924: Es
r toda relación unívoca R Y todo conjunto X, existe el conjunto Y formado por los , xiomatica es un método seguro de traba-
I
mentas de X que satisfacen R. JO, fructífero, y que ha alcanzado un desa-
O un conjunto, existe el conjunto de todas sus partes. rollo i~presionante, pero que en ningún
do un conjunto de conjuntos es posible elegir un elemento de cada uno de ellos. so esta exento de dificultades .
NIngún conjunto es elemento de sí mismo. .Tomemos, por ejemplo, el caso del
loma. de e!ección. Este aparentemente
El modo de "hacer matemáticas" consis- fensivo axioma, introducido por Zerme-
) I pu su conjunto de satisfactibili-
'11
tente en partir de unos axiomas más o me- ~1~71-.1953) establece un hecho casi
1 , H decir, el conjunto de objetos que nos evidentes e ir deduciendo teoremas a
VIal.: afirma que en una colección ar-
ti f -en esa condición, es simplemente partir de ellos mediante el uso de un con-
ana de conjuntos es posible elegir un
\ 'Ilnjunlo de quienes poseen el pelo rubio. junto de reglas de deducción o inferencia, mento de cada uno de ellos. Por su-
u 'un propiedades como "no ser ele- también postuladas por adelantado, se to que si se tienen, pongamos por
nto de si mismo", la cosa cambia. Su asemeja mucho a un juego. A un juego ló- , 53 conjuntos, la cosa no ofrece duda:
junto de satisfactibilidad es el con- t c?n "introducir la mano" en cada uno
gico, pero juego al fin y al cabo. Jugar al
to de los conjuntos normales y, caso penr la operación 53 veces. Pero en el
ajedrez es mucho más sencillo, pero n
, ptar su existencia, la antinomia de parece una actividad esencialmente di- , n que la colección de conjuntos sea
I u H \1 es cosa hecha. Por lo tanto, todas ferente. Lo único que se le pide a este tta, la elección de un elemento de cada
\11 l orías axiomáticas toman la precaución
juego lógico es que no nos lleve a contra- mpieza por ser físicamente imposi-
d 1111 gurarse que sus axiomas inhiben la dicciones, es decir, que no podamos probar intelectualmente, a veces parece ra-
xilll ncia de conjuntos de satisfactibili- a la vez, a partir de los axiomas, un teo 1 y a veces no.
dad arbitrarios. Sólo permiten la exis- rema y su negación. Esta postura filo paradoja de Banach y Tarski es un
1 n in a los conjuntos "buenos"; por ejem- sófica frente al quehacer matemático, in nte ejemplo de 10 que puede llegarse
plo, ,1 "conjunto de todos los conjuntos" terpretándolo como un juego simbólico ar aceptando el axioma de elección.
dIque hablaba Cantor, no es ningún con- más o menos complejo, es lo que se hn uí su enunciado: Se toma una esfe-
junto, ya que, de acuerdo con los axiomas, pacta, ¿ es posible cortarla o divi-
dado en llamar formalismo.
no existe.
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base, ni un ideal ni un ultrafiltro. Simple- blemente .en un futuro será muy útil ' p era ticos de cada teoría son aquellos que veri-
h probado posteriormente que e.s demasiado restrictiva, demasiado aseé- fican los axiomas de esa teoría, y no aque-
mente nos dice que existen.
dividir la esfera inicial en cinco tica .para ganar adeptos. Los matemáticos llos otros que el engañoso sentido común
OIlda.lol. 1 or desgracia la prueba del teo- prefIeren la libertad dudosa y el riesgo nos pueda hacer creer (recuérdese el caso
in luye la receta mecánica con la El intuicionismo mherente a aceptar cualquier axioma con de "el conjunto de todos los conjuntos"). Y
liz r tan asombrosa operación; el tal ~ue les enseñe algo nuevo, que la se- parece razonable suponer también que un
Frente a la aceptación demasiado ale-
r alizarla depende del axioma de guridad confortable del intuicionismo. En teorema será verdadero si, y sólo si, se de-
gre de los axiomas y, en general, de pro-
, ircunstancia que deja muy poco ~to, los mate~áticos contemporáneos ac- duce de los axiomas y con las reglas de in-
cedimientos de demostración Y cálculo que
io a la posibilidad de que nadie tuan con un CIerto paralelismo a como 10 ferencia de la teoría.
se limitan a decir que "un objeto x existe
~ f 'ctuarla jamás. Y es que el suso- hacen los físic~s, a quienes no les importa En este último punto vuelven a aparecer
o es calculable", pero no dicen de un modo
h xioma se limita a decir que puede
explícito cómo encontrarlo, se alzaron a .la extravagancia de las hipótesis con tal problemas.
I un elemento, pero se guarda muy que den cuenta satisfactoriamente de los
principios de siglo los matemáticos in-
'hu d decimos cómo. Así pues, puede hechos. A los matemáticos no les impor- Los límites del conocimiento
tuicionistas (Brouwer, n. en 1881; Weyl,
u r la operación Banach- Tarski; sin ~ceptar axiomas siempre que produzcan matemático
1885-1955; Lebesgue, 1875-1941, etc.).
go, no se nos dice cómo, la manera gun resultado, siempre que sirvan para
Su credo, difícil de explicar brevemente,
tu rla. constituye una posición filosófica frente go (en realidad, para hacer más matemá- To~e~~s un conjunto de axiomas de
specialistas del álgebra lineal se as). la antmenca elemental, por ejemplo el
al problema de la verdad matemática y
d 1 axioma de elección para probar ~ olviend? al marco confortable del for- de. los axiomas de Peana (véase la tabla
de su elaboración: los intuicionistas sólo
lodo espacio vectorial posee una ahsmo, aun no lo hemos dicho todo. Sa- adJunt~). Definamos adecuadamente las
aceptan aquellos objetos matemáticos que
108 especialistas en álgebra conmu- ~os ya que las teorías matemáticas se operaCIones suma y producto. A partir
pueden construir de un modo efectivo,
valen de él para probar que todo ifIcan. a base de axiomas y de reglas de de ahí, ~odemos llegar a probar una curio-
por lo que, a causa de esta -y otras-limi-
1 posee un ideal maximal. Los espe- rencia a partir de estos axiomas. Sa- sa pr~pIedad de los números naturales, ya
taciones, la matemática intuicionista ampu-
1 l s n topología prueban con su auxi- os también que los objetos matemá- conocida por los griegos: la suma de los n
ta a la tradicional mucho de su contenido.
qu todo filtro posee un ultraftltro.
Por otro lado, su particular modo de de-
no viene al caso el significado de las
finir las cosas lleva a la matemática intui- Axiomas de Peano
ras "base:', "ideal" o "ultraftltro";
cionista a formular enunciados como el de
onviene remarcar que la existencia • O es un número natural.
«toda función real es continua», que en
tal s entes matemáticos es algo muy • Todo número natural tiene un siguiente.
lenguaje intuicionista son ciertos, pero
Io '0 vidente. De hecho, el axioma de en el lenguaje tradicional son absurdos. Di- Dos números naturales con igual siguiente son a su vez iguales.
l ' i6n s610 nos asegura que tales en-
gamos por último que los intuicionistas O no es siguiente de ningún número natural.
l xisten, dándonos una tranquilidad que Un conjunto X que contenga a O y que si contie . . .
son minoría en el mundo matemático. Su todos los números naturales. ne a n contiene a su siguiente, contiene a
11 d agradecer, porque sin ellos gran par-
postura es cientifícamente irreprochable,
l d la matemática desaparecería. Pero el
nadie duda de que es saludable, y posi-
xioma no nos enseña a construir ni una
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Gran número de los sorprendentes grabados (izquierda) de M. G. Escher
se basan en la magistral explotación de ilusiones geométricas.
Todas ellas residen, en último extremo, en la violación
solapada de alguno de los axiomas euclídeos, preferentemente
de los de incidencia, perpendicularidad y paralelismo.

primeros números impares es n2• Llame- más, puede comprobarse para todo n, y
mos T a este enunciado: siempre es cierta. Nunca falla. Es una
fórmula verdadera, pero no demostrable, a
T: 1 + 3 + 5 + ... + (2n -1) = n2
menos que A5 se incorpore a los axiomas.
Si deseamos probar T, es seguro que de- El conjunto de axiomas amputado de A5
bemos apoyamos para ello en A5' el llama- se dice que es incompleto, pues no toda
do axioma de inducción, que reza así: fórmula. "legal" es susceptible de ser pro-
A5: Un conjunto X que contiene al nú- bada. Cuando toda fórmula verdadera pue-
mero O y que si contiene al n contiene de ser probada, el sistema de axiomas se
también a su siguiente, n + 1, contiene a llama completo.
todos los números naturales. Veamos ahora lo que se entiende por
No hay escapatoria posible, pues el axiomas independientes. Un ejemplo his-
teorema T está en una rama que parte del tórico es lo mejor en este caso, sobre todo
tronco A5: se necesita A5 para probar T. si el axioma es tan conocido como éste:
or lo tanto, si del conjunto de axiomas "Por un punto exterior a una recta pasa
e la aritmética se elimina el A5' del con- una, y una sola, paralela a ella." Euclides
unto de fórmulas válidas en aritmética ha- y centenares de sus sucesores se esforza-
á que eliminar T. Pero T es una fórmula ron estérilmente en intentar demostrarlo
ue no carece en absoluto de sentido; es a partir del resto de los axiomas de la

"La matemática pura consiste enteramente en afirmaciones tales como la de


que sital o cual proposición es verdadera para cualquier cosa, entonces tal otra
proposición es verdadera para dicha cosa. Lo esencial es no discutir si la pri-
mera proposición es realmente verdadera y no mencionar cuál es esa cosa cual-
quiera para la que se supone serlo (... J. Si nuestra hipátesis se refiere a una
cosa cualquiera, y no a alguna o varias cosas particulares, entonces nuestra
deducción forma parte de la matemática. Y así puede definirse la matemática
como aquel campo en el que no sabemos nunca de qué estamos hablando ni si
lo que decimos es verdad.
"Espero que la gente que se sintió embarazada al empezar las matemáticas se
entirá confortada por esta definición y reconocerá que es exacta. "
B. RUSSELL

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La variación de un solo axioma (abajo) proporciona dos geometrías:
la euclídea y la hiperbólica, compatibles con el teorema de las paralelas,
y una tercera, la elíptica o de Riemann, incompatible con ese teorema.
Tales geometrías "aberrantes" fueron utilizadas por primera vez
por Einstein (derecha) e integradas desde entonces
en los cálculos astronómicos. Derecha, abajo,
el telescopio de Crimea, el mayor del mundo.

en demostrarse que si alguna de las dos


nuevas geometrías llegara a presentar una
contradicción, también sería automáti-
camente contradictoria la geometría de
Euclides. Lás geometrías no euclídeas
eran, por lo tanto, consistentes. Consis-
tericia significa, pues, que no hay contra-
axioma de lobachevsky axioma d'e ·Riemann dicciones. Con más precisión, un sistema
xloma de Euclides
Por x pasa más de Por x no pasa ninguna de axiomas es consistente cuando no es
Por x pasa a lo más recta paralela a A.
una recta B paralela a A una recta paralela a A posible probar a la vez un teorema y su
.contrario.
La consistencia de las geometrías no
•x uclídeas es relativa, pues reposa sobre la

geometría. A todos les parecía que no era tructivo: supusieron que el axioma no era
un axioma, sino. un teorema, deducible cierto y postularon que por un punto ex-
por tanto de los axiomas. Pero todos es- terior pasa más de una paralela. Riemann
taban equivocados, tal como demostraron supuso también que no era cierto, pero él
Gauss (1777-1855), Bolyai (1802-1860), se inclinó por la hipótesis de que no pa-
Lobachevski (1792-1856) Y Riemann sara ninguna paralela. Ambas suposicio-
(1826-1866). Era un axioma, y no podía nes eran en aquellos tiempos peores que
probarse a partir de los otros axiomas. un sacrilegio; sin embargo, y de modo ex
Este hecho se describe matemáticamente traño, aceptándolas no se llegaba 11
diciendo que el axioma de las paralelas es ninguna contradicción. Sencillamente, HI'
independiente del resto. obtenían dos geometrías (la hiperbólica y 111
El procedimiento de prueba que usaron elíptica) distintas de la euclídea, pero sin
Gauss, Bolyai y Lobachevski es muy ins- contradicciones. Todavía más: no tardó

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Kurt Godel no sólo ha sido I 1ft
. brillante lógico de la ¡,¡ 1" l.
sino el que más desconcierto ha .fllm",,,,/,,
Sus teoremas establecen (1/11 ",1, ,
,1"
e insalvables limitaciones (11 /l1It1
de la matemática y del pensamiento 11/1",,,,,,,

de la geometría euclídea; lo que se probó El checoamericano Kurt Godel, proba- Lo de "hipótesis del continuo" se debe a
es que si la geometría no euclídea fuera blemente el lógico más famoso del siglo, y que el conjunto R acostumbra a desig-
inconsistente, también lo sería la euclídea. quizá de la historia, nos ha enseñado mu- narse genencamente como "el continuo".
Pero queda por probar realmente que la chas cosas y ha resuelto muchos problemas
~a hipó.tesi~ de Hilbert no es, a primera
euclídea es consistente -.Bien es verdad que grandes. Expongamos alguno de ellos. En _
Vista, m e~ldente ni inevidente: simple-
llevamos 2.000 años probando teoremas 1900, David Hilbert (1862-1943) pro-
men~~, es matacable por cualquier parte.
geométrico s sin que jamás hayamos po- puso 23 problemas en el Congreso Inter- GOdel, en 1938, demostró que si agrega-
dido probar, a la vez, un teorema y su con- nacional de Matemáticas de París; to- mos este enunciado a la teoría de conjun-
trario. Es tranquilizador, aunque no defi- dos ellos parecían entonces irresolubles y tos como un axioma más, no ocurre nada
nitivo; cualquier día puede aparecer un ge- se suponía que el encontrar su solución re- de particular. En concreto, probó que si
nio matemático desconocido y probar una presentaría avances considerables en las
los ~x~om~s de la teoría de conjuntos más
contradicción de ese tipo. distintas ramas de la matemática. Desde
la hlpotesls del continuo fueran inconsis-
El sueño de Fausto de todo matemático es entonces han sido estudiados a fondo, y tentes, la teoría de conjuntos sola también
probar que su ciencia está libre. de contra- buen número de ellos han sido y¡t resuel-
lo. sería. Por si fuera poco, probó que lo
dicciones. que resiste todos los asaltos. El tos. El problema que llevaba el número uno
ismo sucedía con el hasta entonces mis-
sueño .del matemático es probar que su de la lista, llamado "hipótesis especial del
er~oso axio~a de elección. Ni la hipó-
ciencia es consistente. Y no sólo eso; su continuo", ha sido uno de los atacados SIS del contmuo ni el axioma de elección
sueño incluye el que sea completa, es de- con éxito por GOdel.
uede demostrarse que sean falsos. En
cir, que todo teorema que haya sido o Ya se ha visto anteriormente que el 963, Paul Cohen (n. 1934) dio el defi-
pueda ser pensado sea susceptible de ser conjunto de los números naturales, N, po- tivo carpetazo a la cuestión probando
probado o refutado. Por desgracia, este am- see menos elementos que el conjunto de e si se suponía que fuesen falsos, tampoco
bicioso programa, --el programa de Hil- los números reales, R. Hilbert lanzó la hi-
llegaba a nmguna contradicción. Por lo
bert- es sólo un sueño. Un sueño del que pótesis de que no era posible hallar ningún
to, ni puede probarse que sean vá-
nos despertó cruelmente en 1931 Kurt conjunto -infinito, por supuesto- con más
os ni que sean falsos. Se trata, de dos
Godel (n. 1906). elementos que N, pero con menos que R.
vos axiomas z·ndependz"entes del resto.
O puede hacer con ellos lo que quiera,
"En lugar alguno mejor que en el análisis combinatorio puede verse la falacia nar con ellos o sin ellos -o incluso
contenida en la bien conocida sentencia de Kronecker: «Dios creó los números tra ellos-o Nunca incurrirá en contra-
naturales; lo demás es obra nuestra». Una descripción más acertada sería: i6n, aunque, eso sí, edificará matemáti-
«Dios creó el infinito, y el hombre, incapaz de comprenderlo, tuvo que inventar istintas.
los conjuntos finitos». " on todo y ser mucho, esto es sólo una
G. C. ROTA , la menos conocida,· de lo llevado' a
por Godel. El resultado más célebre
60
de Güdel es el que demuestra la imposibi- axiomas con uno más -precisamente el
lidad del sueño de Fausto. Godel probó teorema-, y ya está. Ya hemos demos-
qlJ.e. ~i..se toma un conjunto de axiomas trado el teorema, puesto que es UIÍ axioma
lo suficientemente amplio -que contenga y los axiomas son obviamente nenucib\~
los axiomas de la aritmética como míni- de sí mismos. Pero el procedimiento fa-
mo- no es posible probar, con las armas de lla, como era de temer, pues volvemos a es-
deducción del sistema, que tal conjunto tar como al principio: habrá otro teorema
sea a la vez consistente y completo. Es verdadero e indecidible en el nuevo sis-
decir, que en caso de ser completo conten- tema axiomático.
dría contradicciones. Y en caso de no con- -Oodelxpues, ha mostrado en cierto modo
tener contradicciones -es decir, caso de las limitaciones de la matemática. E
ser consistente- habría siempre teoremas no puedeJprobarlo todo; en particular, DO
verdaderos que nunca podríamos de-' puede probar su propia consistencia.
mostrar. Tras tan importantes descubrimientos
Curiosa situación, que nos condena a que han hecho de Godel una figura casi
aceptar que siempre habrá teoremas cuya mítica para los matemáticos, podría pen-
certeza podremos comprobar para todos los sarse que su nombre fuera ampliamente
casos particulares posibles, pero que nunca conocido. Pero la matemática no es una
podremos demostrarlos. ciencia popular; según testimonio de Bour-
Existe, claro está, una manera que po- baki, cierto profesor universitario esta-
dríamos calificar de fraudulenta de probar dounidense afirmó en el curso de
uno de estos teoremas-fantasmas: puesto conferencia -y en presencia del propi
que es un teorema verdadero ¡puede tomár- Godel- que nada nuevo se había visto
sele por axioma! Ampliamos el sistema de lógica desde los tiempos de Aristótele

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