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Ruiz Flores Ruth Eufemia

QUITO
Noviembre 2010-Mayo 2011
Quito, 15 de Marzo 2011

TECNOLOGÍA EDUCATIVA PARA LA


GESTION
Quito, 15 de Marzo 2011
¿INFORMACIÓN O CONOCIMIENTO?

Por Ruth Ruiz Flores1

Cuando aún no teníamos Internet, Teilhard de Chardin decía que sobre la atmósfera que rodea la Tierra,
existía otra, la del pensamiento, que él llamó gnoósfera. Hoy parece que estamos viviendo plenamente ese
momento, la imbricada red de comunicaciones y la inmediatez de los sucesos comunicativos forman
alrededor nuestro un globo de pensamiento. La posibilidad de enterarnos de modo casi inmediato de lo que
ocurre al otro lado del mundo nos hace sentir que en efecto estamos en una aldea global 2, la facilidad con la
cual accedemos a los datos ha cambiado el papel de la educación y el rol del educador. Caben reflexiones
diversas al respecto, pero ahora esbozaremos algunas a partir de un análisis filosófico para acercarnos a
repensar la naturaleza de este nuevo espacio 3, la manera cómo comprendemos la realidad, la configuración
del ego virtual y de las relaciones interpersonales-virtuales.

Revisemos los conceptos de educación presencial y a distancia. En matemática, distancia es la longitud del
segmento de recta que une dos puntos del espacio euclidiano y puede expresarse numéricamente, en física
es una magnitud que se enuncia en unidades de longitud o tiempo. Ocurre que normalmente cuando se
trata de educación, el estudiante, así como el docente, suelen trasladarse hacia en el centro de estudios al
cual pertenecen. En estricto sentido, si tomamos la definición de distancia de la matemática, esto quiere
decir, que estudiantes y docentes se mueven para cubrir la longitud del segmento de recta que une esos
dos puntos del espacio –su casa y el centro de estudios-, así resulta que normalmente nosotros estudiamos
‘a distancia’. Ahora bien, si en el mismo lugar en el cual me encuentro –por ejemplo, mi casa- yo tengo
acceso de modo inmediato a mi aula, a los materiales que han sido colocados en el aula virtual y puedo así
mismo entregar mis tareas, o comunicarme con los estudiantes, el docente o mis compañeros en tiempo
real, ¿es esto distancia? O diríamos que es presencial, puesto que no hay ninguna distancia sobre la cual yo
me deba mover.

El proceso educativo ha cambiado, el uso de novedosos métodos, el acceso a instrumentos virtuales, la


variedad de la información, la obtención inmediata del dato, nos ponen ante un contexto insospechado una
situación virtual en la cual lo imaginario se vuelve objetivo 4, el concepto de realidad se ha transfigurado,
estamos lejos del momento en cual el positivismo bogaba por admitir como real solo aquello que puede ser
pesado y medido; o, de la situación de los que dudaban de la validez de una experiencia porque tal vez
nuestros sentidos nos engañan; ¿qué podríamos decir ahora de aquello que vemos en nuestras pantallas?,
¿es real o no?, si la vista siempre fue el menos fiable de los sentidos ahora nos posibilita comunicarnos a
distancia con el otro que habla frente a una cámara y esa imagen transmitida una y otra vez y repetida
satelitalmente esa asumida por nosotros como realidad.

Igualmente repensemos la idea de sujeto: nunca han existido sujetos aislados, la naturaleza de lo biológico
es la interrelación, la cultura se construye sobre la configuración de ésta, ¡seguro que existimos aunque no
pertenezcamos a una red social!, pero no podemos dejar de conectarnos con un teléfono móvil, tener
internet en casa (o en un acceso fácil) y obligadamente consignar nuestra dirección electrónica, de lo
contrario quedamos aislados. La pregunta que cabe es: ¿qué nos constituye como sujetos, o para decirlo en
la formulación tradicional de la filosofía, ¿qué es el hombre? Cassirer había señalado a comienzos del siglo
XX que un hombre es un animal simbólico 5, porque lo que lo constituye es esa capacidad primordial de
generar símbolos para enlazarse con la ‘realidad’ (en cualquiera de sus niveles). La vertiginosa manera con
1 Puede encontrar otros artículos en http://concienciasimbolica.blogspot.com/
2 Es interesante observar que el texto de Martínez y Prendes abra su reflexión con un investigador de Mc Luhan
Program, tal vez para hacer honor a este concepto; aunque al profesor Cabero le parezca que se trata de una idea
mítica.
3 Esta reflexión puede conectarse con la idea del impluvium de luz y conocimiento polisémico de Luis Miguel Villar
(2004). En Nuevas Tecnologías y Educación. Martinez y Prendes. Madrid, Pearson, p. 63
4 Kerckhove, D. (2004). Sobre la aceleración cultural. En Nuevas Tecnologías y Educación. Martinez y Prendes.
Madrid, Pearson, p.7
5 Cassirer, E. (1986). Antropología filosófica. México: Fondo de Cultura, p. 27
la cual se desarrollaron los medios de comunicación y las tecnologías de la información, le dieron la razón y
todo el siglo XX de diversas modos reflexionó sobre el símbolo, la lingüística, la semiótica y la hermenéutica,
porque no solo era imposible soslayar esos temas sino que además recapacitar sobre ellos es indispensable
para comprender qué somos y cómo es que somos completos. Un sujeto completo es un ser-con-los-otros,
ser humano significa ser con los otros, y la gran mayoría de los otros (que conozco o no) están en ese
mundo virtual, me configuro entonces también por esas relaciones que me vienen a veces sin rostro o que
me impactan con rostros nunca físicos sino digitales. Y, las relaciones que establezco con ellos son virtuales,
los he visto y han entrado en mi vida aunque jamás los invito a mi casa, están ahí, saben algunos aspectos
muy particulares de mis intereses y mis gustos; y, a veces pequeñas infidelidades acerca de mi propia
persona escritas en las redes en un momento de entusiasmo.

Desde la práctica educativa en la academia se observa la creciente necesidad de reflexionar sobre las CTS,
porque la universidad es un lugar privilegiado de encuentro entre la ciencia, la tecnología y la sociedad; en
esta posibilidad las TIC se incorporan al menos en cuatro niveles según los nuevos modos de tratamiento de
la información6:
• En los planes estratégicos como parte de la política universitaria para poner la educación al alcance
de la gran mayoría, y en este sentido habrá que reflexionar sobre la necesidad de contribuir a la
igualdad de acceso a este recurso, ahora limitada.
• En los planes operativos porque cada unidad académica, en especial cuando establece sus
proyectos de investigación incluirá la participación en redes internacionales de investigadores, y
como parte de los productos la opción de difundirlos a través de la web.
• En los programas de estudio de las materias que ahora tienen en cuenta el trabajo autónomo del
estudiante como parte de la carga horaria, y que está constituido no solo por la lectura sino por la
participación en las aulas virtuales y la investigación en internet.
• Y, finalmente, la posibilidad de difundir actividades no curriculares a través de diversas tecnologías,
sean conciertos, conferencias o diversos eventos culturales.

El desarrollo tecnológico ha cambiado el panorama del mundo, y nos ha propuesto otra forma de
inteligencia esta inteligencia tecno-virtual; pero a ella le ha de corresponder forzosamente una ética:
probablemente el ser veraz será nuestra regla en los próximos siglos, porque sabemos que estamos
proporcionando a los otros una información que seguramente querrán utilizar y, pensarnos casi como
sujetos colectivos, en lugar de un ego único separado completamente de los otros, será la situación más
real.

Por todo ello, me apunto a la idea de hablar de sociedad del conocimiento y no de sociedad de la
información, puesto que ésta última es el dato, el hecho, lo que ocurre, pero el conocimiento es el sentido
de lo que ocurre, la web posibilita esa amplia sociedad del conocimiento porque no solo compartimos los
datos que todos ellos ya están al alcance de la mano, sino que compartimos su sentidos, por eso elegimos
participar en un foro y no en otro, por eso tengo páginas favoritas y no acepto cualquier invitación que
aparece en mi chat o en mi correo, comparto significaciones y construimos como siempre formas de
interpretar colectiva, hermenéuticas pero más ágiles y diversas que nunca y con menos barreras que antes.

6 González, A. (2004). Relación entre formación y tecnologías en la sociedad de la información. En Nuevas


Tecnologías y Educación. Martinez y Prendes. Madrid, Pearson, p. 60

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