La dirección amonestó al único funcionario del módulo del que intentó huir un preso REDACCION - VIGO - 08-03-2011
Los funcionarios de la cárcel de A Lama apuntan a la
masificación del centro y a la falta de recursos humanos como la causa de los últimos problemas vividos en el centro penitenciario.
En el centro penitenciario de A Lama hay en la actualidad unos
1.600 reclusos.
Los funcionarios de la cárcel de A Lama apuntan a la
masificación del centro y a la falta de recursos humanos como la causa de los últimos problemas vividos en el centro penitenciario. El último caso tuvo lugar hace unos dos meses cuando un interno del módulo 6, considerado terapéutico y de convivencia, protagonizó un intento de fuga saltando uno de los muros perimetrales de las instalaciones, donde fue alcanzado por un funcionario y un agente de la Guardia Civil. Este episodio supuso una amonestación verbal al funcionario que en aquellos momentos se encontraba en el módulo con más de un centenar de internos y que, pese a todo, se dio cuenta de la fuga y salió corriendo tras el recluso. Para la CIG, lo que sucede en este centro penitenciario es que 'faltan medios humanos para el número de reclusos que tenemos, no se están cubriendo las bajas y no sabemos qué sucederá con los cerca de cuarenta funcionarios de prácticas del verano', aseguran. En el caso del compañero amonestado por la dirección manifiestan que 'estaba solo en el módulo con más de un centenar de presos y el que intentó la fuga es alguien que está considerado como peligroso y que está bajo medicación psiquiátrica, por lo que pudo ser mucho peor', comentan las mismas fuentes.
El malestar en el centro es notorio. El envío del preso Elvis
Okatie, natural de Nigeria y condenado a 15 años por el asesinato de su mujer, al módulo de convivencia fue recibido con preocupación en diciembre cuando fue decidida esta medida a la que consideran como 'experimentos para seguir la línea de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias que intenta reducir los primeros grados enviando a los presos a los módulos terapéuticos', donde, según afirman 'el régimen es mucho más relajado'.
En la actualidad, en el centro penitenciario de A Lama hay
unos 1.600 internos, incluyendo a los que se encuentran en el Centro de Inserción Social Carmen Avendaño, una cifra un poco más reducida que las que se registraban el año pasado por las mismas fechas. Uno de los motivos que han originado esta reducción podría ser la extradición de un importante número de reclusos extranjeros a sus países de origen. Los presos expulsados a su país de origen el año pasado, una vez finalizada su condena ascendía a 43. Estos internos son enviados a un centro desde el propio penal a la espera de su extradición. De los que se encuentran en libertad provisional fueron enviados de vuelta 16, mientras que 9 regresaron por decisión del juez al decretar su expulsión directa por una pena inferior a seis años. Existe además otra posibilidad de expulsión dirigida a los presos preventivos y que consiste en ser enviados de vuelta antes de ser juzgado cuando es un delito menor, este supuesto sólo se ha dado en un caso. El descenso de población reclusa extranjera en A Lama no sólo se debe a las extradiciones, sino que son estos presos precisamente los que mayor número de fugas durante permiso protagonizan. Algunas fuentes aseguran que incluso pueden llegar a uno todos los fines de semana.