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EL SUSTRATO EN EL ELECTROLAMINADO.
Hay mucho mas en el electrolaminado que el paso final de poner una capa del
metal de recubrimiento, y mucho mas a ser considerado que solo las
propiedades del metal cubierto. El artículo final no consistirá solo del depósito,
sino del depósito y el sustrato. Son las características de esta combinación las
que comúnmente determinan el metal indicado a recubrir y la solución indicada
para hacerlo.

PREPARACIÓN DEL SUSTRATO.

Antes de que una electrolamina adherente pueda ser depositada en una
superficie, esta debe estar en condiciones de recibirla. La superficie ideal seria
una consistente enteramente de átomos del metal a ser galvanizado, sin
material extraño.
Limpieza. La elección del limpiado adecuado depende de las propiedades
del sustrato y las condiciones de suciedad en las que se encuentra. Los
metales ferrosos y no ferrosos, por ejemplo, generalmente requieren diferentes
tipos de limpiadores. Los metales más activos, como el aluminio requieren
técnicas especiales para prepararlos. Y como es lógico, mientras más
contaminada este una superficie requerirá más limpieza.
Un típico ciclo de limpieza incluye los siguientes pasos: (1) decapado;
(eliminación abrasiva de impurezas, quimica o físicamente) para remover
incrustaciones grandes; (2) algún proceso mecánico como el pulido; (3)
limpiado de aceites, grasas, acumulación de suciedad, y partículas del pulido;
(4) enjuague; (5) inmersión en acidos para remover capas de oxido; y (6)
enjuague de nuevo.
Ciclos especiales de limpieza. Para el galvanizado en los sustratos comunes
como los metales ferrosos y el cobre y sus aleaciones, basta con los ciclos
comunes de limpieza. Otros sustratos requieren tratamiento mas especializado.
Entre estos están el aluminio y el magnesio; aleaciones por fundición de ba se
de zinc; metales como el titanio, zirconio, tantalio, niobio, molibdeno y
tungsteno.

EL PROCESO DE ELECTRORRECUBRIMIENTO
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El recubrimiento electrolítico de las piezas se produce casi exclusivamente
por inmersión en un baño. Para ello se introducen las piezas en las cubas
donde se encuentra el electrolito, se les aplica la corriente como cátodo, se
recubren y se secan. Al extraer las piezas del baño arrastran una cantidad del
electrolito sobre la superficie de las piezas. Esa película supe rficial arrastrada
se elimina en un proceso de lavado posterior para que no interfiera en las
siguientes operaciones o presente las condiciones de acabado exigidas.
El recubrimiento electrolítico de las piezas se produce casi exclusivamente
por inmersión en un baño. Para ello se introducen las piezas en las cubas
donde se encuentra el electrolito, se les aplica la corriente como cátodo, se
recubren y se secan. Al extraer las piezas del baño arrastran una cantidad del
electrolito sobre la superficie de las piezas. Esa película superficial arrastrada
se elimina en un proceso de lavado posterior para que no interfiera en las
siguientes operaciones o presente las condiciones de acabado exigidas.

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Las operaciones de electrorrecubrimiento, incluidas la l impieza, el

enjuagado, el electrolaminado y el post electrolaminado, pueden realizarse
manualmente o casi con cualquier grado deseado de automatización. Las
partes pueden ser suspendidas en el tanque electrolítico en cables o en rejillas;
cuando se van a recubrir muchas partes pequeñas, pueden ser puestas en
canastas suspendidas de cables o, mas comúnmente, en barriles que giran en
el tanque electrolítico. El cambio de una operación a otra puede ser manual o
por maquinas. La energía de corriente directa nec esaria es obtenida de
generadores o, cada vez más, por rectificadores. Los transistores rectificadores
pueden ser de tres tipos: selenio, germanio, o mas importante, de silicón. El
poder es transmitido al tanque electrolítico por barras conductoras; los án odos
están colgados dentro del tanque con la barra conductora positiva, usualmente
por los dos extremos, y el objeto a ser galvanizado esta conectado con la barra
negativa o cátodo, comúnmente en el centro. El voltaje en el tanque es medido
por un voltímetro, y la corriente por un amperímetro: estos dos instrumentos
deberían estar dispuestos para cualquier tanque de electrorrecubrimiento. Un
tercer instrumento, un medidor de corriente -tiempo, es de frecuentemente útil
como un medio de regulación del espesor del deposito y para el control general
de las operaciones.
Es de utilidad algo de agitación de las soluciones electrolíticas o de las
piezas. El mas viejo y simple método consiste en un operador que simplemente
volteando o moviendo las piezas por in tervalos, pero es preferible la agitación
automática por la barra del cátodo. En algunas maquinas automáticas de
electrolaminado la pieza es movida en medio de la solución mientras es
recubierta. Siempre que se utilice aire limpio y la solución no sea sens ible al
oxigeno o dióxido de carbono, la agitación por aire es conveniente y eficiente.
En un barril de electrogalvanizado, la agitación es reemplazada por el
movimiento del barril.
El control de la temperatura es casi siempre requerido en el electrola minado
por que las características de las soluciones electrolíticas, del deposito, o de
ambos, por lo general dependen en gran medida de la temperatura de
funcionamiento. Pueden ser usadas espirales calefactoras o enfriadoras en el
tanque mismo, o la solución puede ser conducida a un intercambiador de calor.
Pueden ser usados calentadores eléctricos de inmersión. Ocasionalmente los
tanques electrolíticos son calentados por llamas directas de gas por debajo.
La figura muestra un tanque de recubrimiento electrolítico típico, pero
existen muchas variantes en su diseño básico. En lugar de dos barras para el
ánodo y una para el cátodo, pueden ser tres ánodos y dos cátodos, etc. Si los
tanques son de metal sin recubrimiento alguno (metal desnudo), deben ser b ien
aislados del piso, y deben ser tomadas otras precauciones contra las pérdidas
de corriente, que pueden ser muy problemáticas y extremadamente difíciles de
ubicar.

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realizado a escala enorme de las líneas de producción de las fabricas de acero;

los cables y las cintas estrechas, así como los conductores de las terminales
eléctricas son galvanizables económicamente para aplicaciones especiales a
una escala muy modesta.

En general, los procedimientos tienen como finalidad modificar las

propiedades de la superficie a recubrir. Éstas pueden estar asociadas a
motivos decorativos o funcionales, por ejemplo:
 Aumento de resistencia a la corrosión
 Aumento de resistencia al ataque de sustancias químicas
 Incremento de la resistencia a la fricción y al rayado
 Mejoramiento de propiedades eléctricas
 Mejoramiento de propiedades ópticas
 Ofrecer sustrato de anclaje para pinturas

El proceso de la deposición de capas metálicas por iones esta basado en el

principio de la 2   c c2
c  22c en la que se utiliza electricidad para
que tenga lugar una reacción espontanea. Se denomina electrólisis al proceso
consistente en aplicar una corriente eléctrica para producir una reacción
espontánea. En el depósito o r
 
se acumula por electrolisis una
capa de un metal sobre otro metal, que suele ser mas barato que el primero.
En un proceso de depósito electrolítico el objeto a bañar constituye el cátodo
de la célula electroquímica (en electroquímica, el cátodo es el lugar donde tiene
lugar la reducción y el ánodo donde se realiza la oxidación de los iones) . El
electrolito contiene iones del metal, que constituyen el baño. Estos iones son
atraídos hacia el cátodo, donde se reducen a átomos metalicos. El deposito de
atomos tiene la misma organización cristalina que el metal original de
recubrimiento, aunque existen técnicas para hacer el deposito mas
conveniente. Ejemplos de baños son el de cobre, donde el electrolito
generalmente es sulfato de cobre, los baños de plata con una solución de
K[Ag(CN)ù, o el cromado del acero, donde el electrolito es una disolución
acuosa de óxido crómico y ácido sulfúrico.

PAPEL DEL INGENIERO QUIMICO

Un ingeniero químico entra en juego en este proceso en cualquiera de las

áreas, debido a que su campo de acción tiene pocas limitaciones. Ya sea en la
revisión técnica del proceso, el control de calidad, el manejo adecuado de los
desechos, la comercialización del producto, la investigación en el campo
científico, la innovación en nuevas técnicas u optimización de los procesos, o la
dirección y administración de la empresa, en cualquiera de estas situaciones, el
ingeniero químico podrá desempeñar su labor.

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